Colegio Nuestra Señora Del Carmen

Villalba, Puerto Rico

Capitulo # 4 El feudalismo

Preparado por:A. Pérez Sánchez

Castillo medieval, El Alcazar en Segovia, España

¿Qué es el feudalismo? El feudalismo o régimen feudal es el término utilizado para referirnos al sistema social

predominante en Europa occidental durante la Edad Media. Este sistema, surgió como efecto de la crisis y posterior caída del Imperio Romano. Fue la forma en que las personas se organizaron para buscar una alternativa que les brindara seguridad ante la falta de un gobierno centralizado. ¿Harías tú lo mismo? ¿Crees que un país pueda funcionar sin un gobierno central? ¿Por qué?

En el siglo VIII, cuando los turcos bloquearon el Mar Mediterráneo – la principal ruta comercial europea de entonces- el intercambio mercantil y la circulación comercial en Europa se restringieron al grado más bajo que podían alcanzar. Esto empeoró la situación, dando paso a los primeros indicios del feudalismo en el curso del siglo IX. En otras palabras, al retorno a una civilización con una base económico-social puramente agrícola.

Este tipo sociedad, que predominó en Europa occidental desde el siglo X, se expandió durante el siglo XI y alcanzó su apogeo a finales del siglo XII y durante todo el siglo XIII. En estos siglos el sistema feudal se dio, principalmente, en Francia, Alemania y buena parte de Italia. También hubo feudalismo en Inglaterra, en los reinos cristianos de España y los estados latinos del cercano Oriente.

En otros lugares y épocas han existido sociedades equivalentes al feudalismo europeo. En estos casos es mejor describir estas civilizaciones, como “sociedades con características feudales”, en vez de feudalismo. Podemos mencionar entre éstas, al antiguo Egipto, al mundo árabe, el imperio turco, Rusia y Japón.

Entre las particularidades que presentó esta época se encuentran: un cambio en las relaciones sociales jerárquicas y la dependencia que se generó como consecuencia de esto; el retorno a una economía agraria, basada en la servidumbre del campesinado, y por el predominio cultural de la Iglesia Católica.

Sociedad feudal

El mejor modo de entender la sociedad feudal es imaginándola como una pirámide estructurada por vínculos de dependencia. En la cúspide estaban los Señores feudales, que en muchas ocasiones fueron monarcas y hasta Papas, en seguida se ubicaban los nobles y la jerarquía eclesiástica, y los campesinos constituían la base. La sociedad feudal presenta una organización basada en la relación que tiene el hombre con la tierra: los que la poseen, tienen libertad, riqueza y poder. En esta categoría se encuentran los grandes señores y los eclesiásticos. Los que no la poseen, forman parte de la servidumbre y están sometidos a la categoría de siervos. En esta categoría se encuentran los campesinos. ¿Estás de acuerdo o en desacuerdo con esa división social? ¿Por qué?

El feudalismo se caracterizó por lo que se conoce como vasallaje. El vasallaje fue un tipo de relación social que se dio primordialmente entre los nobles y el monarca. El vasallaje estableció un compromiso de obediencia y servicio, principalmente de carácter militar, por parte de un hombre libre llamado vasallo con otro hombre libre llamado señor. El señor feudal tenía obligaciones de protección y sustento hacia el vasallo. La mayoría de las veces la obligación de sustento del señor implicaba que éste otorgara al vasallo la posesión de una extensión de tierra llamada feudo. El feudo o propiedad territorial fue pieza clave de los lazos de dependencia entre un señor y un vasallo.

El modo de producción feudal fue agrícola y el comercio se redujo a su mínima expresión. La vida rural fue controlada por los señores feudales y organizada dentro de sus propiedades, formando comarcas campesinas. En los feudos la economía fue local: producían casi todo lo que consumía y consumían todo lo que producían.

Los nobles El marco de la vida de la nobleza era el castillo. De la misma forma

que existían relaciones de dependencia entre campesinos y señores, se establecían relaciones entre los señores más poderosos con los menos poderosos. Por ejemplo, si un noble daba un feudo (tierras) a otro noble, éste se convertía en vasallo del señor que le otorgaba la propiedad. A su vez, este señor era vasallo de otro noble (señor) que le había dado un feudo y de este modo se creaba una cadena de señores y vasallos que se debían lealtad y obligaciones unos a otros. Así los nobles eran señores y simultáneamente vasallos. Todos los señores eran vasallos del rey. Sin embargo, en la práctica hubo señores feudales tan poderosos como el monarca. El monarca era un soberano feudal de sus vasallos a quienes estaba ligado por lazos mutuos de fidelidad. Los recursos económicos del rey residían casi exclusivamente en sus dominios personales como señor. Las solicitudes de servicio que hacía sus vasallos tenían una naturaleza esencialmente militar. El monarca sólo era señor de sus propios dominios; en el resto de su imperio era una figura simbólica.

Los castillos Eran las viviendas de los señores feudales, que

generalmente, se ubicaban sobre una colina y se construían con enormes y gruesos muros de piedra, separados del exterior por un foso profundo que se atravesaba por un puente levadizo. En el interior de acuerdo con la magnitud del castillo, se podían distinguir varias dependencias como: una gran sala destinada al comedor y otras actividades diarias; las habitaciones privadas del señor y su familia; habitaciones para los hombres de armas y sirvientes; la capilla, la despensa, el calabozo; además, los cobertizos para cocinar, los hornos, los establos y las perreras.

Los campesinos El marco de la vida campesina era la aldea, situada

dentro del feudo o espacio territorial del señor feudal. Los campesinos, que no eran hombres libres sino siervos, tenían la obligación de entregar parte de su trabajo agrícola y de realizar determinadas obligaciones laborales para su señor. Lo que producía la aldea, parte era consumido por los campesinos y la otra parte era entregada al señor feudal como impuesto. Para el siglo X la gran mayoría del campesinado vivía una condición de servidumbre, o sea en una situación de dependencia respecto a su señor. Los campesinos que ocupaban y cultivaban la tierra no eran sus propietarios. Éstos estaban totalmente sometidos a la voluntad de su señor. En el campesino recayó, por decirlo así, la parte más pesada de la responsabilidad económica, que era el pago de impuestos para el sostenimiento del feudo.

Iglesia Durante la edad Media hubo una continua disputa entre los monarcas y los papas.

Desde el principio de la época feudal los establecimientos eclesiásticos experimentaron un espectacular crecimiento. Este crecimiento propició que los monasterios y las abadías se convirtieran en centros económicos y culturales. Todo esto llevó a un lujo creciente en los monasterios y a una corrupción en las altas esferas eclesiásticas. Se llegó incluso a vender los puestos eclesiásticos con el propósito de obtener beneficios económicos. En el mundo medieval, la Iglesia poseía tierras, poder económico y moral sobre los pobladores. No pienses que todo era negativo. La Iglesia fue también la gran depositaria del conocimiento y de las técnicas de la época. En una sociedad poco instruida, sólo la Iglesia poseía dos valiosos tesoros culturales: la lectura y la escritura. Allí se leía a los autores clásicos y se propiciaba las artes. La Iglesia sirvió de mecenas de muchos artistas. Así el espíritu de la iglesia Católica dominó la cultura medieval. Estableció instituciones de ayuda y contribuyó al desarrollo de las ciudades.

La Iglesia tuvo, definitivamente, una presencia muy influyente en toda la Edad Media y se feudalizó como el resto de la sociedad. Su poder en un momento dado, fue igual o mayor que el de los reyes. Lo que ocasionó una fricción entre ésta y algunos monarcas. Dentro del seno de la Iglesia existían también divisiones, por ejemplo: había sacerdotes que trabajaban en las tierras de los monasterios, en una situación similar a la de los campesinos. Por otra parte, la alta jerarquía de la Iglesia se comportaba como auténticos señores feudales y dirigían sus monasterios y obispados como tales. Llegaron inclusive a participar de guerras en apoyo a sus señores.

Decadencia El feudalismo llegó al punto culmínate de su desarrollo en el Siglo XIII. A partir de

entonces, inició su decadencia. El feudalismo llegó a tal punto que los señores perdieron de perspectiva el propósito del sistema, anteponiendo el deseo de riqueza y poder. Los vasallos comenzaron a realizar pagos en metálico con la intención de evitar el servicio militar que tenían por obligación que brindar a su señor feudal. Los señores a su vez, tendían a preferir el dinero, que les permitía contratar tropas profesionales que en muchas ocasiones, estaban mejor entrenadas y eran más disciplinas que los vasallos. Sin embargo, el dinero comenzó a ser insuficiente para costear el pago de estas tropas. Cada vez el precio a pagar era mayor, debido al resurgimiento de las tácticas de infantería. Se comenzaron a utilizar nuevas armas, como el arco y la pica, que hicieron que la caballería no fuera ya un factor decisivo para la guerra.

La decadencia del feudalismo se aceleró en los siglos XIV y XV. Durante la guerra de los cien Años, los franceses e ingleses combatieron duramente, pero las batallas se ganaron en gran medida por los soldados profesionales y en especial, por los arqueros de pie. Los soldados profesionales combatieron en unidades cuyos jefes habían prestado juramento de fidelidad a un príncipe, pero con contratos no hereditarios y que normalmente tenían una duración de meses o años. Este feudalismo, estaba a un paso de convertirse en un sistema de

mercenarios.

El rey y la formación de una unidad política

El estado feudal consistió en esquemas de dependencia establecidos a través del vasallaje, cada vez a un nivel mayor. El rey en la Alta edad Media, actuó como el máximo señor feudal y su poder estaba subordinado a la cantidad de dependientes o vasallos que tuviera. El vínculo político que se establecía era uno de carácter privado, no público, basado en la lealtad personal hacia el rey. Esta cohesión hacia la figura del rey fue evolucionando hasta dar paso a la formación de una unidad política centralizada en torno al mismo.

La formación de un imperio surgió con la figura de Carlomagno. Su ideal fue la restauración del Imperio Romano de Occidente, pero con un carácter cristiano. Carlomagno se hizo coronar emperador en Roma por el papa León III. Organizó un extenso imperio. A su muerte, el imperio creado por él fue heredado por su hijo. Éste por debilidad, lo condujo a su desintegración.