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Lejos de que la escritura de éste artículo se con-vierta en un intento de eliminar el periodo de gra-cia de 100 días del que, hasta ahora, han goza-do los gobiernos antes de que se emita un juicio sobre su gestión, el artículo pretende convertirse en una suerte de crónica crítica del devenir del ejecutivo desde la celebración de las elecciones. Eso sí, con unas pequeñas recomendaciones fi-nales…

La calma que precede a la tempestad. Pasada una semana desde que Rajoy ganase las elecciones, si por algo se había caracterizado durante el periodo post-electoral, era por la falta de declaraciones. Más bien parecía que, tras un periodo en el que nuestros políticos reacciona-ban con prontitud -adoleciendo de cierto grado de irreflexión-, Rajoy quisiera tomarse su tiem-po.Le hizo bien. Primero, porque lo que los merca-dos no quieren es una sucesión de propuestas parciales con continuas enmiendas que indiquen, a la postre, una falta de dirección real. Segundo, porque hablar sin conocer el estado real de la situación económica y de las finanzas naciona-les le llevaría a rectificar lo manifestado a la vista de lo que se encuentre. Y tercero, porque la si-tuación política en Europa, donde los mercados ya se habían cobrado algunas víctimas entre los gobernantes de varios países, requería de una reflexión serena y de una decidida apuesta de los gobernantes por dialogar fuera de cámara. Lanzar el mensaje de que se está trabajando por una solución realista no requiere de continuas manifestaciones, desmentidos, rectificaciones y aclaraciones que siembran el estupor y el des-concierto en los agentes económicos.La economía real, la que impone el mercado, pa-rece carecer de ideología en tiempos de crisis. Al menos, parcialmente. El PP ganó las eleccio-nes con holgura en Madrid, a pesar del plan de ajustes acometido por Esperanza Aguirre, con

evidente contestación popular. Lo mismo ocurrió a CiU, que también logró una victoria electoral clara. De hecho, Artur Más, sintiendo el respaldo de las urnas y con la legitimidad que representan, presentó un nuevo plan de ajuste aún mas duro que el anterior. Y también Patxi López, esta vez por el PSOE, presentó el suyo en el País Vasco proponiendo, entre otras cosas, reducir el sueldo a funcionarios… Lo que sí teníamos claro todos es que el plan del futuro Presidente del Gobierno incluiría ajustes duros. No hacía falta ser Einstein para saberlo. Y que, probablemente, encontraría más de una contestación social. Estábamos en la calma que precede a la tempestad…En Andalucía, podemos afirmar que había co-menzado la tercera campaña electoral en lo que iba de año, con miras a las elecciones autonó-micas de primavera. Las dos derrotas electora-les de 2011 anticipaban un duro invierno para el partido aún en el gobierno. Además, cuenta con varios frentes abiertos en sede judicial (EREs falsos, Ley del enchufismo, etc…), en algunos casos, con pronunciamientos claros de los tribu-nales. También afloraban, de tiempo en tiempo, casos de corrupción –subvenciones indebidas y comisiones-, de utilización de las instituciones como refugio de ex-alcaldes, etc… y era de pre-ver que ese goteo de malas noticias se incremen-tase conforme nos acercásemos a la fecha de las elecciones. También en Andalucía, parece que estábamos en la calma que precede a la tem-pestad.

Feliz 2014: la herencia de ZPTras el inicio del periodo de nombramientos –por cierto, ¡qué distinta la preparación académica del nuevo plantel ministerial!- la plana mayor del nue-vo Gobierno, con la excepción del Presidente, representó, una semana después de la toma de posesión, la obra dramática en la que comunica-ba que las cuentas están peor de lo que espera-

El fantasma de la Navidad futura José Miguel Amuedo profesor del área de Entorno profesor del área de Entorno Socio-Económico para la Dirección del Instituto I. San Telmojamuedo@santelmo.org

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ban y que la situación, por su gravedad, exigía tomar medidas de carácter urgente y temporal con objeto de paliar los males del enfermo.Asistía a la representación con sensación de dejà vú y encontré la explicación: al poco, recordaba las caras de perplejidad con que miembros del gobierno de la Generalitat anunciaban el esta-do en que se encontraron las cuentas públicas tras las últimas autonómicas, o la de Cospedal anunciando las medidas de urgencia a tomar en función del estado de las finanzas en Castilla La Mancha... Y con esos precedentes, tiemblo pen-sando en lo que puede encontrar un hipotético nuevo gobierno, de distinto color político, tras 30 años de gobierno monocolor en Andalucía...En el caso del gobierno de Rajoy, las medidas anunciadas, siendo duras, dejan entrever que aún existe una parte importante del trabajo por hacer. Si una desviación adicional del 2% supo-ne un descuadre total de mas de 35.000 millo-nes respecto del objetivo previsto, el ajuste de 15.000 millones anunciado sólo arregla parte del problema. Parece que el resto quedará para los nuevos presupuestos generales, allá por marzo, una vez sustanciadas las autonómicas andalu-zas. En ese momento, habrá que buscar otros 20.000 millones, y ya solo queda un impuesto en el que buscar: el IVA. Las nuevas tarifas del IRPF colocan nuestra imposición personal directa muy por encima de la media de la OCDE, con margi-nales por encima del 55% que solo igualan los suecos, mientras en el IVA seguimos tres puntos

por debajo de dicha media.Por el lado de los gastos, se recortan en casi 9.000 millones, afectando a la totalidad de los Ministerios -si bien el mas afectado es Fomento-. Adicionalmente, se congela el salario mínimo, el sueldo de los funcionarios, la oferta de empleo y se suben mínimamente las pensiones. También se recorta la inversión en I+D+i en 600 millones.La crítica a las medidas deriva de una doble ver-tiente: por un lado, es muy dudoso (y eso defen-día el candidato durante las elecciones) que se pueda crecer subiendo impuestos y reduciendo inversión -Fomento- e I+D+i; y eso es precisa-mente lo que ha hecho. Tragarse las palabras que hace pocos días pronunciaba en su discurso de investidura, es un duro trago. A lo mejor, eso explica que Rajoy no quisiera presentar personal-mente sus medidas...La otra vertiente es que aún queda mucho por hacer. Y es la parte mas dura. Para muestra, un botón: la reforma de la Administración. Nadie puede creer que reducir un 20% las Direcciones Generales resuelva el avispero administrativo en que se encuentra nuestro país, con -al menos- tres niveles de descentralización administrativa. Pero podríamos seguir con la reforma laboral, o la financiera, o la de la justicia... Y, ¿qué hay de la economía sumergida?Al final, pagamos todos, como siempre. Sobre todo, los que tenemos una nómina como fuente de nuestros ingresos. Se sube el IBI -y la subi-da se estima en 120 euros anuales de media en

En el caso del gobierno de Rajoy, las medi-das anunciadas, siendo duras, dejan entrever que aún existe una parte impor-tante del trabajo por hacer.

‘You are about to show me shadows of the things that have not happened, but will happen in the time before us,’ Scrooge pursued. ‘Is that so, Spirit?’ A Christmas Carol, by Charles Dickens

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Sevilla-. El IRPF solo recauda incrementando los tipos medios, los que nos afectan a todos, y eso es lo que ha hecho el gobierno aliñando la medi-da con alguna otra de carácter mas electoralis-ta y ejemplarizante -nuevo tramo del IRPF para bases superiores a 300.000 euros o reducción de subvenciones a sindicatos y organizaciones empresariales-. El anterior gobierno ha dejado una herencia envenenada tras perder uno o dos años mirando para otro lado. Y eso, al final, pasa una durísima factura. El lado positivo, si es que lo hay, es que con este precedente queda claro que al Gobierno no le temblará la mano a la hora de adoptar nuevas reformas. Y la siguiente pare-ce que es la laboral...Anuncian que las medidas fiscales son tempo-rales, para 2012 y 2013. Se tendrán que tomar más, no les quepa duda. Nos aliviarán el peso de nuestros bolsillos para pagar desmanes an-teriores durante los próximos dos años, como mínimo. Al día siguiente, tras las uvas, habría que brindar y desearnos un Feliz 2014. Hasta enton-ces, vamos listos...

El fantasma de la Navidad futura-“Tenemos mucho frío, y los chicos están en clase con los abrigos y batas que traen de su casa”-“y… ¿sabes por qué ocurre eso?” - “Si. Dicen que no tienen dinero para pagar la calefacción”.Este es un trozo de la conversación entre perio-dista y alumno que oía atónito, hace solo un par de días, mientras me afeitaba. Me estremecí –un escalofrío casi con la misma temperatura que soportaba este chico recorrió mi cuerpo- pen-sando en que esa situación podía repetirse, por ejemplo, con mi hija.A menudo, oímos de protestas, manifestaciones, etc… de empleados públicos que hace meses que no cobran su sueldo. Desafortunadamente,

esas protestas derivadas de los tan denostados ajustes y, más comúnmente, de la simple con-currencia de falta de caja y de crédito, ya casi no nos afectan. Hemos desarrollado una espe-cie de “callo” que nos protege frente a temas como la deuda, la prima de riesgo e, incluso, el desempleo y los ajustes económicos. Muchos, por desgracia, se perciben como realidades ex-ternas al lector u oyente, abstractas y alejadas de nuestro entorno. No parece que nos vayan a afectar tanto…Pero los ejemplos citados no sólo continuarán en el tiempo, sino que se agravarán. Las previsiones de crecimiento siguen siendo negativas – las últi-mas del FMI y del Banco de España pronostican dos años negros, provocando menos ingresos públicos e incrementando, en consecuencia, el tamaño del ajuste a realizar por el gobierno. Las consecuencias de que las distintas administra-ciones -de nuevo, ¿podemos permitirnos una administración de ese tamaño? ¿y tan descen-tralizada? ¿qué espera el gobierno para hacer frente a ese tema?- se encuentren sin blanca serán cada vez más próximas y descarnadas. Al ejemplo del niño temblando de frío en su colegio -que irónicamente ha pasado de la promesa de recibir un ordenador, al frio- se están uniendo los cierres de centros de atención a ancianos y de-pendientes, la reducción de servicios sanitarios -con cierres de hospitales, camas y quirófanos-, servicios educativos, de seguridad, de limpieza… Mientras, el desempleo seguirá incrementando y todas las previsiones auguran que durante 2012 la tasa crecerá aún más (en nuestra Andalucía, más del 31%) y más de la mitad de los jóvenes seguirán sin poder acceder a un empleo.En nuestra tierra, el gobierno, la Junta de An-dalucía, simplemente, ha decidido no pagar más facturas procediendo a la “simple devolución” de las mismas alegando “suspensión de contabili-dad”, como medio de no incrementar el déficit. Ingenioso, ¿verdad?. ¿Cómo no se nos había ocurrido antes?Por desgracia, SI que se nos había ocurrido an-tes. Así, a la llegada de los nuevos gobiernos lo-cales y autonómicos al poder, se han encontrado facturas sin pagar –incluso en pesetas- sin que los autores de dichas decisiones deban afrontar responsabilidad alguna y provocando concursos entre empresarios y autónomos. Y así nos va…Vayan preparándose, queridos lectores, pues cada vez serán más cercanos los efectos de los ajustes. Les tocarán el corazón. Al menos, eso sí, agitarán las conciencias haciendo evidente la necesidad de un cambio en el modelo de estado del bienestar, y que todos habremos de contribuir para lograrlo. Y si no lo hacemos, como dicen en mi tierra, “aquí se va a ver un numerito…”. Estas imágenes del niño pasando frio me recuerdan al fantasma de la Navidad futura, del cuento de Charles Dickens, anunciando lo que viene…