EL ESPERPENTO

Luces de Bohemia (1920) es la obra teatral donde el autor Valle-Inclán (1866-1936) hace referencia por primera vez a la técnica del esperpento como tal, pese a que en sus primeras obras ya se aprecian rasgos de éste.

Otras obras pertenecientes al ciclo esperpéntico son la trilogía de “Martes de Carnaval”.

El esperpento es una deformación de la realidad que Max compara, en la escena XII de “Luces”, con el reflejo originado por los espejos cóncavos de la Calle del Gato (capta, distorsionan y ridiculizan). Del mismo modo, Valle-Inclán explica esta técnica estética como una forma de mirar el mundo desde arriba, de manera que sus personajes se conciben como seres inferiores, títeres, y es el autor quien mueve los hilos a su antojo, caracterizándolos como “enanos y patizambos que juegan una tragedia”.

De este modo, el esperpento constituye una visión crítica de la situación española del momento con el objetivo de concienciar al espectador de la realidad en la que vive. Por ello, no es sólo un género literario, sino una estética, coincidiendo con un movimiento (estético) de protesta y búsqueda en la literatura europea.

En la obra se perciben también otros rasgos importantes como la aparición de ambientes bohemios. Además, también es un bohemio ilustre (Alejandro Sawa) el que inspira el personaje de Max. Otro aspecto que podríamos destacar es la presencia de la parodia, evidente en las correspondencias entre personajes y personas reales.

A lo largo de Luces, Valle hace uso de una serie de procedimientos esperpénticos que quedan evidenciados en su obra por medio de una serie de ejemplificaciones.

En primer lugar, podemos percibir una visión desagradable y grotesca de los personajes donde se destaca la deformidad, la crueldad y la estupidez de los seres humanos, como se muestra en la descripción de Zaratustra en la escena XIII. Además,también es importante el tono burlesco que se emplea, y que culta parcialmente la crítica que hace Valle. Un ejemplo sería una frase de Max en la escena IV, “señores guardias, me perdonarán que sea ciego”.

En segundo lugar, encontramos el empleo de prosopopeyas, animalizaciones, símiles despectivos e hipérboles, como cuando se tacha a Don Latino de perro cobarde en la escena II.

A continuación, también se hace uso en los diálogos de un lenguaje rico y elaborado, lleno de retoricismos, frases hechas, coloquialismo y vulgarismos. Esto se contempla por ejemplo en la última escena.

Así pues, podemos destacar la presencia de acotaciones extraordinariamente complejas que provocan sorpresas permanentes en los espectadores, como la inicial de la escena VIII.

Otro procedimiento relevante es la presentación de lo extraordinario como normal y verosímil, cosa que se refleja en la escena VIII en la violación de criadas y el aborto consecuente.

En cuanto a la puesta en escena, los movimientos y gestos del teatro de guiñol son característicos en la obra, además del vestuario y los accesorios para reforzar la imagen

grotesca de los personajes. Con esta misma finalidad, los efectos especiales tratan de deformar la realidad y los decorados que rompen el efecto realidad, como se evidencia en la presentación de la buhardilla de Max y Madam Collet en la primera escena.

Por último, la muerte se concibe como un personaje fundamental, ya que su presencia se manifiesta desde la primera escena con la intención de un suicidio colectivo.

Así pues, tras analizar la obra, llegamos a la conclusión de que los temas expuestos y la expresión que se emplea en la obra recogen todas las características del esperpento, y por ello, Luces de Bohemia es la obra fundacional del género.

Los personajes de Max Estrella y Don Latino en Luces de bohemia.

En la obra Luces de (1920) aparecen más de 50 personajes, muchos de ellos inspirados en personas reales creando así un retrato sociológico de la época. Esta obra teatral de Don Ramón María de Valle-Inclán pertenece a la literatura de fin de siglo (XIX) y presenta características modernistas y ochentayochistas.

En la 1ª acotación de la obra se presenta a Max Estrella (personaje principal) como un hombre ciego, “hiperbólico andaluz, poeta de odas y madrigales”. En la 3ª acotación se describe físicamente como un hombre de barba canosa y cabeza rizada.

Max posee un gran talento, destaca por su superioridad moral, permanece fiel a una forma de vida que choca contra la oficial: es valiente y sincero (“Zaratrusta, eres un bandido”); es un rebelde puesto que recibe malas críticas por su trabajo y él y su familia viven en la miseria. Su problema es que se siente impotente para cambiar esa realidad que le disgusta, que Valle convierte en esperpento, y que finalmente acaba con él en el momento en que empieza a crecer su riqueza material. Se trata de un personaje complejo en el cual se mezclan el humor y la queja, la dignidad y la indignidad. Junto a su orgullo, tiene conciencia de su mediocridad, por la que muestra un resentimiento de fracasado que resulta patético o ridículo.

Valle se inspira en un personaje real: Alejandro Sawa, sevillano, poeta mediocre muy conocido en la bohemia madrileña de principios de siglo XX, con características biográficas (vivió en Francia, se casó con una francesa y tuvo una hija) similares a Max Estrella.

Don Latino de Hispalis se caracteriza como un vejete asmático, cómico, esperpentizado en múltiples ocasiones por ser el personaje más grotesco. También posee rasgos biográficos de Ciro Bayo (escritor de crónicas de viajes). Es el lazarillo de Max pero lo estafa (con Zaratrusta), se niega a prestarle el carrik (el macferlán cuando se dirigen a la buñolería), se queda con el dinero del décimo premiado... Es cobarde cuando le atacan y sumiso con las autoridades (“Muchas gracias, inspector”, escena V). En diversas ocasiones está animalizado: perro cobarde, ladrido entre las piernas (Escena II); Max lo define como su perro (VIII) y como un cerdo hispalense”(X).

Madama Collet es la mujer francesa de Max que desaparece cuando su vida sin él ya no tiene. También tiene una base real, Jeanne Poirier. Su hija es Claudinita, joven respondona, sobre todo ante Don Latino al que considera causante de todas las desgracias de su padre. El sufrimiento por la muerte de Max y por la miseria que padecen las empuja a ella y a su madre al suicidio.

En cuanto a los demás personajes encontramos: personajes colectivos, los Epígonos de Parnaso modernista que actúan de forma coral, como Dorio de Gadex; personajes arquetípicos, es decir, que actúan de manera esperada, por ejemplo el Sereno y los guardias; personajes animales como los compañeros de Zaratrusta (perro, gato, loro…); personajes de la bohemia literaria como don Gay Peregrino (basado en Antonio Rey) o el propio Rubén Darío; personajes representativos del poder como el ministro y don Filiberto; personajes marginales como la Pisa-Bien y el Rey de Portugal; comerciantes como por ejemplo Pica Lagartos o el Tabernero; y por último el pueblo: una vieja, una vecina…

Para concluir, en Luces, el autor realiza un retrato sociológico de la España del momento al mostrar la realidad trágica (Generación del 98). Por ello, presenta a Max como un héroe moderno porque opta por la expresión del mundo urbano (Madrid).