el egoísta

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El Egoísta n esta parábola nos muestra el mayor de los males que tiene el ser humano, como lo es el egoísmo, muchas veces solo esperamos recibir, poseer siempre más y más sin importarnos las demás personas, y basamos nuestras vidas solo a eso, dejando a las personas que nos rodean por debajo de nuestros intereses y en ocasiones como la historia de la parábola nos demuestra nuestra propia vida. El ministro con tal de no tener que dar algo prefería tener que perder su vida, en esta posición muchos nos podemos ver reflejados, claro no a tal extremo, desde niños no nos gustan en muchos casos prestar nuestra cosas , en esta etapa es algo inocente, y de allí comienza poco a poco ese gran defecto. Cuando nos hacemos más adultos el egoísmo aumenta pero ya desde un punto algo más malicioso, somos capaces de hasta herir a los demás por mantener nuestros bienes. Ser egoísta nos mantiene en un punto de alteración continua, ya que siempre estamos pendientes de no perder nuestros bienes y nos privan de muchas cosas de la vida, como compartir con la familia, los amigos. En aspectos como comidas, viajes, logros, experiencias, platicas, entre muchas otras. Además de ello nos priva de nuestra paz y libertad, ya que este nos mantiene atado a esos bienes. E

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Este es un ensayo, basado en la fabula del egoísta, en la cual trato de manera breve el mal del egoísmo.

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El Egoísta

n esta parábola nos muestra el

mayor de los males que tiene el

ser humano, como lo es el egoísmo,

muchas veces solo esperamos recibir,

poseer siempre más y más sin

importarnos las demás personas, y

basamos nuestras vidas solo a eso,

dejando a las personas que nos rodean

por debajo de nuestros intereses y en

ocasiones como la historia de la

parábola nos demuestra nuestra propia

vida.

El ministro con tal de no tener que

dar algo prefería tener que perder su

vida, en esta posición muchos nos

podemos ver reflejados, claro no a tal

extremo, desde niños no nos gustan en

muchos casos prestar nuestra cosas , en

esta etapa es algo inocente, y de allí

comienza poco a poco ese gran

defecto. Cuando nos hacemos más

adultos el egoísmo aumenta pero ya

desde un punto algo más malicioso,

somos capaces de hasta herir a los

demás por mantener nuestros bienes.

Ser egoísta nos mantiene en un punto

de alteración continua, ya que siempre

estamos pendientes de no perder

nuestros bienes y nos privan de

muchas cosas de la vida, como

compartir con la familia, los amigos.

En aspectos como comidas, viajes,

logros, experiencias, platicas, entre

muchas otras. Además de ello nos

priva de nuestra paz y libertad, ya que

este nos mantiene atado a esos bienes.

E