el ecuador en merida

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historia de Mérida contado por un ecuatoriano

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Page 1: El Ecuador en Merida
Page 2: El Ecuador en Merida

Consulado General del Ecuador en MéridaMezanine 1. Edificio Oficentro Av. 4 entre calles 24 y 25

Teléfono: +58 274 252848Fax: +58 274 2528961

Email: [email protected]

Twitter: @cecumeridahttp://merida.consulado.gob.ec/

Ministro Cónsul: Dr. Juan Pablo ValdiviesoAgente Consular: Patricio Pinos Zambrano______________

Edición, Diseño y Diagramación: Mgs. Beatriz A. Jáuregui.

Fotografías Artículo Reseña Histórica:Luis Enrique FarinangoBeatriz JáureguiJuan Pablo Valdivieso

Impresión de Carátula y reproduccíón DVD:Luis Enrique Farinango

______________

Agradecimientos: Nuestra imperecedera gratitud a aquellos que nos facilitaron la infomación y el material que a continuación recogemos en este libro electrónico.

Contenido• Presentación 5• ReseñaHistórica 6• SemblanzaEcuatorianaenMérida 11 RafaelLemaChico 11 LuisRengelSánchez 13 AlfonsoCuestayCuesta 15 LeonardoPáezMaldonado 17 JoséQuincheMaldonado 23 LuisFelipeVillarruelGarcía 25 AlfredoUsubillagadelHierro 27 JuanBernardoVásconezAlarcón 9 LuisFabiánSánchezCalderón 31 AlfredoRamosJiménez 33

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida2 3

Page 3: El Ecuador en Merida

Digo que una imagen vale lo que mil palabras. En este trabajo, hemos combinados los dos elementos para dejar un testimonio visual y escrito de las actividades que el Consulado General del Ecuador en Mérida, conjuntamente con la comunidad ecuatoriana residente en este Estado, ha desarrollado a lo largo de casi dos años de actividad.

Esta tabula pretende ser una visión de la semblanza de la ecuatorianidad, en es-tos bellos parajes andinos de las altas sierras de Mérida. La huella de la presencia ecuatoriana, por supuesto se remonta a muchos años atrás, se tienen evidencias de ella a partir de 1940. Pero es siempre necesario recoger dichos vestigios, escarbar la tierra para encontrar las raíces, arañar en las calles y en las plazas para encontrar debajo de las piedras esos pasos, que de manera indeleble han firmado en los lacus-tres el ser ecuatoriano. Esas semblanzas y esos rostros los presentamos hoy, en un homenaje sincero, para la huella indeleble de nuestro País en esta tierra bolivariana.

El alma ecuatoriana se plasma en los rostros de todos los compatriotas que nos han acompañado durante este tiempo en las actividades que hemos realizado. Es un testimonio de aprecio y estima, de compartir el alma nacional, de dejar más allá del tiempo y de la fragilidad de la memoria, grabada en el corazón de ese ser ecua-toriano, esta semblanza.

No pretendemos agotar el testimonio ecuatoriano, sabemos y entendemos que esa memoria es extensa, pero esta contribución, esperamos, hará mas fácil el recuer-do. No pretendemos que nos anclemos en el pasado, sin embargo el futuro es el fruto de la tenacidad de las raíces y de la fortaleza de ese tronco, que es robusto, que es invencible en la medida en que el surco esculpido con amor y con trabajo, generosamente alimente con el agua esencial la memoria trascedente de las viven-cias milenares de nuestra cultura e historia ecuatorianas.

Este trabajo pretende compartir la generosidad de las sonrisas, la camaradería que transmiten los labios y los ojos de los compatriotas, de sus hijos y de sus nietos. Por ello el acento en los rostros, en las semblanzas, en la celebración de la alegría de mostrar nuestra tradición y nuestro ancestro, en estas tierras andinas y caribeñas, bruñidas por el sol y esculpidas por el ventisco de los Andes, que musita libertad.

Ustedes compatriotas representan la ecuatorianidad, en esta Venezuela tan amada por Bolívar, vencido tan solo por instantes en su Delirio sobre el Chimborazo, macizo ecuatoriano que contó al Pico Bolívar los triunfos libertarios en Pichincha, en Junín y en Ayacucho, obras incólumes de Titanes como El Libertador y como Sucre, el Abel Americano.

Dr. Juan Pablo Valdivieso,Ministro, Cónsul General del Ecuador

Mérida, Diciembre de 2014

Presentación

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida4 5

Page 4: El Ecuador en Merida

Reseña Histórica

Alta ciudad de páramos

Cerrada secretaConsentida1

Orígenes

Tal como lo expresa el distingui-

do historiador Dr. Guillermo Morón:

«..Venezuela es, principalmente, un país marí-

timo, caribeño…» «…Venezuela no ha sido país

andino. Pero las estribaciones de los Andes pen-

etran su territorio y también en los lomos an-

dinos se formaron provincias desde el siglo

XVI…» «…El poblamiento andino venezolano vie-

ne desde Pamplona, desde el Nuevo Reino…».

Continúa su relato con la afirmación siguiente:

«…La ciudad de Mérida (1558) y la Villa de San

Cristóbal (1561), fundadas por iniciativa de Tunja

y de Pamplona, tuvieron el claro propósito de lle-

nar el largo camino entre la provincia de Venezuela

y el Nuevo Reino, por los senderos cordilleranos. El

tráfico comercial adquiere un ritmo importante con

ambos establecimientos, especialmente en cuanto

a las mercancías que vienen por el Lago de Mara-

caibo y los ganados de los numerosos valles…».2 1 Ramón Palomares (poeta)

2 Morón, G.; Historia de Venezuela, 4ta ed. Ampliada y corregida; Los Libros del Nacional; Caracas, 2012

se ha creído hasta ahora, fundó Juan Rodríguez

Suárez la ciudad de Mérida, en memoria de la

Mérida española de donde era oriundo…», y pro-

sigue, «…Aun cuando Fray Pedro Simón no precisa

el día en que Rodríguez Suárez hizo la fundación

de Mérida, por las noticias que él suministra y

las que hemos hallado en manuscritos originales,

podemos fijarla con exactitud, en nueve de oc-

tubre de 1558. En 14 del propio mes de octubre

escribió Rodríguez Suárez una carta a Pamplo-

na dando cuenta del descubrimiento de las Sie-

rras Nevadas, que ya habían tenido a la vista, y

ponderando la masa de población pacífica y la-

boriosa que habían encontrado en sus faldas.

El capitán Rodríguez Suárez fue en persona a las

costas de la laguna de Maracaibo, que entraban en

la jurisdicción de la nueva ciudad, donde se halla-

ba a mediados de marzo siguiente, cuando recibió

aviso de la llegada del capitán Juan Maldonado a

Mérida, con poderes de la Audiencia de Bogotá

para prenderlo y sustituirlo en la conquista y po-

blación que ya tenía hechas… Rodríguez Suárez se

dejó prender y remitir a Santafé, pues sus concien-

cia no le acusaba de delito alguno y esperaba ver

fácilmente declarada su inocencia.,, Maldonado no

estuvo por nada de lo hecho anteriormente. Así

fue que, enseguida tomó bajo sus órdenes la gente

de Rodríguez Suárez y trasladó la ciudad a cinco

o seis leguas más al norte, por la misma cañada

o valle de Chama, asentándola en la parte infe-

rior de una hermosa mesa, frente a los picachos

nevados de la Sierra y trocándole el nombre de

Mérida por el de Santiago de los Caballeros…»3

La Provincia de Mérida

«…El 3 de noviembre de 1622 se dio título de

Gobernador y Capitán General de la Provincia de

3 Febres-Cordero, T.; Décadas de la Historia de Mérida; Ediciones “El otro el mismo”, Mérida, 1920-2008

Mérida, al venezolano (nacido en la ciudad de

Trujillo), Juan Pacheco Maldonado…» «…A par-

tir de Pacheco Maldonado, la ciudad de Mérida se

convierte en la capital de la Provincia. Allí tienen

su sede los demás gobernadores hasta 1681…»4

La Vocación cultural

Si se considera el siglo XVI como el de la fundación

y el siglo XVII, como el de constitución políti-

ca de la Provincia de Mérida, bien puede decirse

que el siglo XVIII es el de la cultura merideña.

«…Mérida logra constituirse en el centro educati-

vo más importante del occidente venezolano con

el establecimiento del Colegio San Francisco Javier

de la Compañía de Jesús, en las primeras déca-

das del siglo XVII (1626), el cual ejerció una labor

ininterrumpida durante casi 139 años - El colegio

y la biblioteca del colegio que contaba con más de

6.000 volúmenes pasó a poder de los dominicos,

al igual que la iglesia conocida como “El Carmen”-.

La larga experiencia educativa del colegio jesuítico

dejó sus huellas en la vida social, cultural y es-

piritual en la ciudad andina, las que después de

dieciocho años de la expulsión de sus gestores, a

4 Morón, G.; Historia de Venezuela, 4ta ed. Ampliada y corregida; Los Libros del Nacional; Caracas, 2012

Por: Manuel Rengel Avilés. Phd.

Don. Tulio Febres-Cordero, hijo dilec-

to y cronista de la ciudad, escribe lo si-

guiente tomado del relato de Fray Pedro Simón:

«…Gobernando en esta ciudad (Pamplona) el

capitán Ortún Velasco, se determinó, pues, el año

de 1558, que saliese en demanda de las Sierras

Nevadas el capitán Juan Rodríguez Suárez, que era

a la sazón Alcalde de Pamplona; y a principios del

mes de junio, con cien soldados, marchó con rum-

bo a los valles de Cúcuta, de donde siguió por las

lomas del Viento hasta el Valle de Santiago, que

llamaron así por haber entrado en él el día de este

Apóstol, o sea el 25 de julio. Después de algunos

días de descanso en este valle, pasaron adelante,

rumbo al norte hallando resistencia por parte de

los indios de Táriba y Valle de San Bartolomé del

Cobre, que descubrieron el 24 de agosto, el cual

atravesaron hasta salir a las tierras de los Gritas y

Bailadores, después de varios sucesos; y de aquí

pasaron el río Chama por el sitio de los Estanques,

llegaron a las Lagunillas del Urao, donde hallaron

gran población de indios industriosos y pacíficos.

En este paraje, Lagunillas y no Acequias, como

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida6 7

Page 5: El Ecuador en Merida

la llegada de Fray Juan Ramos de Lora en 1785,

favorecieron la creación de una Casa de Edu-

cación que se convertiría en Seminario Tridentino.

A éste le confirió la facultad de Estudios Generales

y el 18 de junio de 1806 se le concedió la gra-

cia real de otorgar grados menores y mayores o

sea de licenciado y doctor, concedidos por pri-

mera vez en 1808. El 21 de septiembre de 1810,

ampliando el privilegio otorgado por Carlos IV,

en junio de 1806, la Junta Gubernativa Defenso-

ra de los Derechos de Fernando VII, le agració

con el nombre de Real Universidad de San Bue-

naventura de Mérida de los Caballeros…»5 .

La ciudad en la Universidad

Mariano Picón Salas, merideño de pura cepa,

distinguido escritor de brillante pluma y pul-

cro estilo, quien dejó Mérida en sus años mo-

zos, describiendo sus memorias de niñez y

juventud en su bellísima obra “Viaje al Ama-

necer”, se atrevió a proponer la frase “Mérida

es una Universidad con una ciudad por dentro”.

5 Samudio, E. O.; Boletín del Archivo Histórico, año 9, N°15; SABER-ULA

«…La Universidad que, en el valle merideño, parece

contener en sí, ciertamente a la ciudad toda, cuya

dinámica diaria está enriquecida por la resonancia

universitaria, ha hecho posible el estudio científico y

el conocimiento social y antropológico de las raíces

folklóricas y míticas más entrañables; y ha hecho

posible el puente hacia lo universal: la producción

científica y humanística de la Universidad y, con

ella, de la ciudad ha sido de las más importantes

del país y ha alcanzado importantes momentos de

gravitación en contextos internacionales. Esa espe-

cial conjunción de Ciudad y Universidad hace que

nuestra sociedad sea, en muchos sentidos, una so-

ciedad del conocimiento, como lo son otros campus

académicos y ciudades en otras partes del mundo.

Confluencia de Universidad y ciudad que ha per-

mitido el rigor y la libertad de creación; la in-

tensa comunicación con universidades e insti-

tuciones del más alto nivel en el mundo; la

producción intelectual, científica y humanística;

la valoración de la investigación como trabajo tras-

cendente y significativo, vital para la participación

del país en el concierto mundial de las naciones.

Es significativo en este sentido la creación de la

Academia de Mérida, fundada el 12 de octubre de

1992, lugar a la vez germinal y de confluencia del

pensamiento científico y humanístico de la ciudad,

el país y el mundo, caja de resonancia entre lo

más propio y lo universal, espacio privilegiado para

la sociedad del conocimiento que es, en muchos

sentidos, la ciudad de Mérida, esa ciudad de per-

fecta belleza íntimamente estremecida, en todos

sus instantes, por el resplandor de la montaña…»6

La ciudad en el siglo XX

La Mérida que conocimos en los primeros años de la quinta década del siglo pasado, se nos pre-sentó como una pequeña ciudad, un pueblo, más

bien acogedor, con su clima templado y húmedo propio de su fisiografía, frío durante las mañanas, especialmente cuando se aproximaba la Navidad y los días amanecían claros y soleados. En aquellos años, rememoramos las tardes cubiertas de ne-blina, la cual al caer sobre la ciudad nos impedía ver en su detalle la estatua del Libertador en la Plaza Bolívar. Sus calles siempre estaban limpias y sus jardines bien cuidados. Se vivía una vida tran-quila, muy segura y de mucha calidad. Los niños, asistíamos regularmente a nuestras escuelas tanto en las mañanas como durante las tardes, no se había implementado el denominado “medio turno”.

Sus bellas montañas, que en su momento le die-ron el nombre de el Valle de las Sierras Nevadas,

6 Bravo, V.; Prólogo: Décadas de la Historia de Mérida; Ediciones “El otro el mismo”, Mérida, 1920-2008

con el cual lo conocieron los primeros europeos que se atrevieron a visitarla, por allá a mediados del siglo XVI, nos sirvieron, a varias gen-eraciones de jóvenes, como solaz y ejercicio físico. En mis años de estudiante universitario, tuve el placer de disfrutar las excursiones al Pico Bolívar y a La Concha, por la vía de la Cuesta de Belén y la Casita Blanca, así como por San Jacinto y pos-teriormente utilizando el teleférico de carga, por trayectos. Para ir hasta los picos Humbolt y Bonp-lad, ascendíamos desde La Mucuy, y para la Lagu-na del Albarregas, por el camino actual de Santa Rosa, arriba de las edificaciones de la Hechicera, estas actividades nos llenaban de energía vital, satisfacción, y por supuesto, de fatiga.

Como toda ciudad andina, Mérida posee en su en-torno varios ríos: el Albarregas, que nace en la laguna del mismo nombre y la atraviesa de norte a sur, hasta su confluencia con el Chama, que sigue un curso paralelo a la meseta en donde se asienta la ciudad, separado por un talud de más de 200 metros. El Mucujún que nace en el páramo de la Cula-ta y afluye al Chama y la Quebrada de Milla que nace en las alturas del Monte Zerpa, dando ori-gen a los Chorros de Milla y afluye hasta el Al-barregas. Al Noroeste de la ciudad, nace la Que-brada de la Pedregosa, que afluye al Albarregas.

Hasta mediados del siglo anterior, todos estos ríos se mantenían en su estado natural, prís-tinos e impolutos, - es un hecho histórico que el nombre de Albarregas o “aguas albas bue-nas para el riego”, fue el nombre que le die-ron los primeros pobladores europeos de esta ciudad - sirviendo como lugares de sano espar-cimiento para toda la población. La actual Avenida 1, o Rodríguez Picón, se conocía en esas épocas como “la calle de Los Baños”, debido a que por ella se accedía a los pozos y vados del Albarregas.En la actualidad, todos estos cursos de agua naturales presentan un importante grado de contaminación, puesto que se han converti-do en receptores de los vertidos de aguas re-siduales generados en la ciudad. Posiblemente, el más degradado de ellos sea el Albarregas, puesto que recibe más de 100 descargas cloa-cales originadas en el caso urbano de Mérida.

La población no pasaba de los 26.000 habitantes, la ciudad comenzaba, de hecho, en la Plaza de Milla, ubicada al Noreste, y terminaba en la de Glorias Pa-trias, por el Sur. Los escolares de esos años aprendía-

Monumento a Las Heroínas

Monumento Ecuestre al Libertador. Plaza Bolívar Mérida

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida8 9

Page 6: El Ecuador en Merida

mos de memoria el nombre de las diferentes calles y avenidas, algo que en su momento nos sirvió para no extraviarnos, y que todavía recordamos.

La Universidad de Los Andes, para el año de 1952, tenía en su personal: 137 profesores y 107 em-pleados, siendo el número de estudiantes inscri-tos, de 1804. En el mes de septiembre de 1952, como resultado de un acuerdo entre el Rector de turno y el Ministerio de Educación, y toman-do en consideración que la única universidad que funcionaba en el país era la de Los Andes, pues-to que la Central había sido clausurada en julio de 1951, por órdenes del General Marcos Pérez Jiménez; arribaron a la ciudad unos 3.000 nue-vos estudiantes, los cuales debían distribuirse entre las diferentes facultades. En la Facultad de Medicina, solamente en el primero y según-do año, se inscribieron más de 400 estudiantes.

Esta realidad vital e institucional, representó para la pequeña ciudad provinciana una verdadera revo-lución, puesto que para el momento no existían las condiciones mínimas, tanto de servicios o, de dis-ponibilidad de alojamiento, necesarias para acoger a tan considerable cohorte – un 12% de la población existente - . Los merideños, con un gran sentido práctico y con el deseo de colaborar con su univer-sidad, realizaron una serie de adaptaciones, impro-visaciones y mejoras en sus viviendas, que permi-tieron acomodar a los recién llegados “bachilleres”.

A partir de ese momento se inicia el cambio históri-co que todavía experimenta la ciudad y por su-puesto, su universidad. Para el año 1977, en un lapso de 15 años, la ciudad de Mérida tenía una población de 108.000 habitantes, y la universidad serrana una planta de personal de: 2.176 do-centes, 2.536 empleados y unos 1.800 obreros.

Retos para el siglo XXI

Tal y como lo hemos expresado, la ciudad de Méri-da es en su naturaleza más íntima, una ciudad an-dina. Basta para ello observar su entorno físico, su naturaleza propia del subtrópico húmedo, rodeada por bosques nublados, que le confieren un especial atractivo debido a su riqueza ecológica y cultural.

En las dos últimas décadas del siglo pasado, así como, en la primera del presente, se han incre-mentado de manera preocupante los problemas ambientales y sociales atribuibles a un esquema

Semblanza ecuatoriana en Mérida

Rafael Lema Chico

En la década de los 40, del siglo pasa-do, Rafael Lema Chico, de la Comunidad de Kinchuki (Otavaleño), fue uno de los pioneros, junto con su hermano Anto-nio Lema Chico y su padre Angel Lema, de viajes permanentes a Bogotá. En aque-llos años hubo mucha demanda de casimires (paños) muy cotizados en Co-lombia, y éste fue el mayor producto ela- borado por los Otavaleños en ésta época.

Diez años más tarde en 1950; Rafael Lema Chico, su esposa Luz María Conejo Quinche, su hija María Maruja Lema Cone-jo, pequeña de 3 años, su hermano Antonio Lema Chico y su esposa Rosa Elena Cota-cachi, su hermana Mercedes Lema Chico y su esposo Antonio Quinche Chiza, vienen del Ecuador a dar clases de tejidos a ci-udadanos Venezolanos en Bramón, Muni- cipio Rubio, del Estado Táchira, Venezuela. Años más tarde, en 1951 nace el primer Kichwa Venezolano, Carlos Rolando Lema Conejo, hijo de Rafael Lema y Luz María Conejo.

Para fines del año 1951, se trasladan todos los hermanos Lema Chico, sus esposas, su

Por Carlos Rolando Lema Conejo

cuñado Antonio Quinche, de Bramón, Mu-nicipio Rubio, Estado Táchira a Mucuchíes, Estado Mérida, donde continuaron dando clases de tejido a la comunidad de Mucuchíes. En 1952 Rafael Lema, su hermano Anto-nio Lema y sus respectivas esposas, to-man la decisión de retornar al Ecuador vía terrestre por Colombia y de esta mane-ra llegan a Bogotá. Por la experiencia que tenían como expertos viajeros comer-ciantes en la década de los 40, sabían muy bien que el comercio era excelente; lo primero que hicieron fue arreglar sus documentos legales de residencia, la visa ordinaria para empezar a trabajar. Una vez ya obtenidos los documentos, los dos hermanos Lema Chico empiezan a traba-jar tejiendo en dos telares de madera. Los comienzos fueron duros sobre todo por la falta de tejedores, sin embargo, poco a poco mandaron a hacer cinco telares más.

Ahora bien, en vista de que necesitaban tejedores y vendedores, Rafael Lema viaja a Otavalo, en busca de personal obrero y trae a : Antonio Conejo (Fierro Chaki), Luis

de desarrollo físico mal orientado, y peor imple-mentado, puesto que no se han seguido los lin-eamientos, expresados por profesionales con sólida formación y conocimientos, de los diferentes Planes de Desarrollo Urbano Locales (PDUL). Es un hecho comprobado que a partir de los años 80, del siglo pasado, se incrementó considerablemente la demanda de servicios: agua potable, alcan-tarillado, electricidad, teléfonos, TV por cable, etc.

En el aspecto urbanístico se desestimaron las re-stricciones de zonificación, permitiendo la construc-ción poco controlada y de cierta forma irrespons-able, de viviendas multifamiliares, aumentando la intensidad de uso de los terrenos, incrementando la población de usuarios de los servicios básicos y generando un colapso progresivo, sobre todo de la vialidad y del servicio de recolección de los desechos sólidos, situación esta que al incremen-tarse en los últimos tiempos, afecta a toda la po-blación y que, al parecer, se ha escapado de las manos de las autoridades municipales y estatales.

En lo atinente a la calidad de vida, esta ha su-frido un deterioro notable, la conflictividad so-cial se ha agudizado, lo cual ha traído como consecuencia nefasta un estado de inseguri-dad ciudadana que nos obliga a vivir de for-ma preventiva y precaria, afectándonos a todos.

El proceso creciente, de degradación de los cur-sos de agua naturales que en su momento ador-naran la ciudad, debe controlarse, puesto que para el caso particular del Albarregas, se asemeja más a un colector cloacal a cielo abierto que a un río.

La situación anterior obliga a las instituciones y autoridades competentes a impulsar la realización de un nuevo Plan de Desarrollo Urbano Local Sustentable (PDULS), que se presente como algo actualizado, producto de la calidad profesion-al de quienes lo conceptualicen y lo propongan, para que se convierta en un instrumento eficaz que guíe el proceso de planificación urbana de la

ciudad. Este plan debe realizarse a la brevedad

posible puesto que el daño ambiental es aceler-

ado, y en ocasiones irreversible, constituyén-

dose en algo de importancia capital, el aceptar

el compromiso institucional y ciudadano, así

como, el reto que significa su aplicación racional,

tendiente a reorganizar la Mérida del siglo XXI.

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida10 11

Page 7: El Ecuador en Merida

Conejo (Hno. De Fierro Chaki), Antonio Rojas (todos de Peguche), Antonio Lema (Ispi), Segundo Lema (Hno mayor de lspi), Antonio Quinche (Llama Huma), y Segun-do Lema (Papá de José Catire), entre otros. Después vienen con Rafael Lema, Luis Antonio Conejo (Curiño), Manuel Conejo (Chala Manuel).

Para fines del año 1952, Rafael Lema y Antonio Lema, fueron los pri-meros Otavaleños en comprar te-lares mecánicos en Bogotá. Efectiva-mente, hubo mayor producción de teji-dos de chales. Los vendedores viajaban a Cali, Medellín, Barranquilla, Cartagena y otras ciudades de Colombia. Inclusive, Rafael Lema viajó en dos oportunidades a Panamá con sus productos de tejidos. En 1954, nace en Bogotá otro hijo: Luis

Humberto Lema Conejo y en 1956, nace en Bogotá otra hija: María Laura Lema Conejo, hijos de Rafael Lema y Luz María Conejo. En 1957, Rafael Lema y Luz María Cone-jo en unión de sus 4 hijos retornan a residenciarse en El Egido-Cotacachi Ecuador. Vienen 2 hijos Ecuatorianos na-cidos en El Egido- Cotacachi: Jorge Alfre-do Lema Conejo y Luzmila Lema Conejo.

Para 1958, Rafael Lema viaja con sus hermanos Antonio Lema, José Ma-nuel Lema, Segundo Lema al Perú y Chile.

En 1966, luego de 14 años de haber sa-lido de Venezuela, ingresan nuevamente

a Venezuela, Rafa-el Lema y su hijo Car-los Rolando Lema, donde recorren todo el País, vendiendo sus artesanías de tejidos.

En Febrero de 1968, Rafael Lema Chico y su esposa Luz María Cone-jo junto con sus hijos Carlos Rolando, Luis Humberto, María Laura, Jorge Alfredo y Luzmi-la, se establecen defi-nitivamente en la ciudad de Mérida Venezuela.

Dr. Luis Rengel Sánchez

Nació en la ciudad de Ambato, Provincia del Tungurahua, República del Ecuador, el 11 de junio de 1917. Hijo del Dr. Ma-nuel Rengel Suquilanda y de su esposa Zoila Rosa Sánchez Sánchez. Cursó estu-dios primarios en la Escuela San José de los HHCC de la Salle, en la ciudad de Cuen-ca donde inició el bachillerato en el Cole-gio Benigno Malo. Completó los estudios secundarios en el Colegio Nacional Mejía de la ciudad de Quito, capital del Ecuador, egresando en 1935. Prosiguió estudios su-periores en la Universidad Central del E- cuador obteniendo el grado de Licenciado en Medicina en 1942 con calificación de SOBRESALIENTE. Posteriormente, en junio de 1943, presentó disertación y grado para obtener el titulo de Doctor en Medicina y Cirugía. Contrajo matrimonio con la Srta. Martha Avilés Ortega, nativa de Guayaquil (Ecuador), de cuya unión nacieron cinco hijos. A partir de agosto de 1952 se radicó en Venezuela, en la ciudad de Mérida, en donde falleció el 04 de mayo de 2003.

Actividad Profesional

A partir de 1943, ejerció funciones como Médico Residente del Hospital Civil de Es-meraldas (Ecuador), Médico Jefe de di-

cho hospital y Sub-Director de Asisten-cia Pública, cargo que desempeñó hasta 1946. A partir de dicho año ingresó como Cirujano General en el Hospital Eugenio Espejo (Quito), en donde prestó sus ser-vicios hasta 1952. Médico General ad-ho-norem del Dispensario Monseñor Chacón en donde sirvió durante treinta y ocho años.

Funciones Docentes

En 1940 y hasta 1943, fue admitido por concurso, como Ayudante de la Cátedra de Anatomía Humana, en el Instituto Anatómico de la Universidad Central del Ecuador. Posteriormente, a partir de 1946 prestó sus servicios como Profesor Auxi- liar de la Cátedra de Anatomía Topográfica de ese Instituto. A partir de 1947 se de-sempeñó como Profesor Auxiliar de Clínica Médica y Profesor Principal de las Cátedras de Anatomía General y Descriptiva de la Facultad de Medicina de la Universidad Central. En agosto de 1952 se trasladó a Venezuela. A partir del quince de sep- tiembre de dicho año ingresó como Profe-sor de Anatomía Descriptiva y Topográfica, de la Facultad de Medicina de la Universi-dad de Los Andes, en la ciudad de Mérida.

Por Manuel Rengel Avilés. Phd.

Consulado General del Ecuador en Mérida - Ministerio de Relaciones Exteriores y Movilidad Humana

El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida12 13

Page 8: El Ecuador en Merida

En 1953 fue nombrado Jefe de la Cátedra de Anatomía Normal de esa Institución, cargo que desempeñará de forma inin-terrumpida hasta 1976. Entre 1962 y 1978 ejerció, en varios períodos, la Jefatura del Departamento de Ciencias Morfológicas. Desde 1975 hasta 1985 actuó como Coor-dinador de la Oficina de Educación Médi-ca. Se le otorgó la jubilación en el mes de junio de 1978, aún cuando prosiguió activo dentro de la Institución. Entre los años de 1985 hasta el 2003, a pocas se-manas de su deceso, impartió docencia como Profesor de Anatomía del Siste-ma Nervioso Central, en el programa de post-grado de Neurología y Neurocirugía.

Actividades Gremiales

Representante Estudiantil (FEUE), ante la Asamblea de la Facultad de Medicina y ante el Consejo Universitario de la Univer-

sidad Central del Ecuador. Representante del Profesorado en el Consejo Directivo de la Facultad de Ciencias Médicas de la Uni-versidad Central del Ecuador. Desde 1959 hasta 1970, actúa como Miembro Princi-pal del Consejo Directivo de la Facultad de Medicina de la Universidad de Los Andes, en representación del Profesorado. Entre los años de 1974 hasta 1977 actúa como Representante del Consejo de la Facultad de Medicina en la Comisión de Evaluación y Revisión de Cursos de post-grado.

Publicaciones

Durante su lapso vital preparó diversas publicaciones sobre temas varia-dos, con un profundo contenido pedagógico: Anatomía Humana: “Manual de Disección y Dibujo Anatómico”(coautor el Dr. Ekke-hard Kleiss); “Normas para la Disección”; “Sinopsis de la Vías de Conducción Sensorial”; Ciclo Vital y Modificaciones Morfológi-cas”; “Guía para las prácticas de Anatomía Biocópica”, Historia de la Medicina: “De Herófilo a Raz-zetti”, Docencia, Organización Hospitalaria, Orientación Uni-versitaria, Cirugía General, Em-briología y Anatomía Compara-

da. Colaboró en la redacción de capítulos de un Texto de Morfología Integrada, en el que trabajó con un grupo de profe-sores iberoamericanos, auspiciado por la FEPAFEM , según el programa de textos de la O.M.S.

Alfonso Cuesta y Cuesta

Por Maria Rosa Cuesta Valdivieso

Alfonso Cuesta y Cuesta, escritor y profesor universitario nació en Cuenca, Azuay (Ecuador), el 9 de enero de 1911. Hijo de Alfonso Cuesta Ordóñez y Zoila Cuesta Vintimilla. Casó con María Elena Valdivieso Carrasco también nacida en la ciudad de Cuenca e hija de Ramón Valdivieso Arteaga y Rosa Amelia Carrasco.

Estudió en la Facultad de Jurisprudencia y Ciencias Sociales en la Universidad de Cuenca. Hizo estudios de postgrado en Santiago de Chile y al retornar a Cuenca fungió como docente en diversos institutos secundarios. Su último empleo en Cuenca fue como Rector del reconocido Colegio Benigno Malo. Formo parte del grupo Elan de la llamada generación de 1933, movimiento que renovó la literatura ecuatoriana y latinoamericana. En 1932, con solo 20 años, logro su primera publicación de genero narrativo “La Llegada de Todos los Trenes del Mundo’’ compendio de cuentos escrito entre los 15 y los 18 años de edad con la cual se dio a conocer como un valor literario.

En 1948, viene a Venezuela invitado conjuntamente con los escritores Jorge Icaza y Benjamín Carrión a la toma de posesión del escritor y político Rómulo Gallegos como Presidente Constitucional de Venezuela con el cargo de Agregado Cultural de la Embajada del Ecuador. Viene ya con su primogénita María Elena de escasos dos meses de edad y al igual que sus padres, nacida en Cuenca.

Después de la caída del gobierno de Rómulo Gallegos debido a un golpe militar, decide quedarse en Venezuela animado por su hermano Juan Cuesta y Cuesta Dr. en medicina, que vivía en Barquisimeto, estado Lara donde nace su hijo Juan Cristóbal. Apadrinado por intelectuales venezolanos entra como profesor en el Colegio Santa María (la futura universidad homónima), en la Universidad Central de Venezuela y en el Liceo Fermín Toro. De este último, por presiones políticas de la dictadura, quisieron sacarlo y tanto profesores como alumnos fueron, en su apoyo, a la célebre huelga del Fermín Toro.

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En Caracas nace su hija María Inés.

La incertidumbre le hace vislumbrar un posible retorno a Cuenca por lo que allí nace su hijo Julián Alfonso. Sin embargo, su amigo y compadre, el celebre escritor merideño Mariano Picón Salas, lo invita a conocer la ciudad de Mérida y posteriormente le convence para que funde la Facultad de Humanidades (Filosofía y Letras, Historia y Educación) de la Universidad de Los Andes.

Mérida, una ciudad bordeada por dos ríos e imponentes montañas, le recordó a su añorada Cuenca, y ahí se quedó para siempre. Su última hija María Rosa nació en esta ciudad.

Fue profesor de Literatura española y Literatura hispanoamericana en la facultad de Humanidades y en la de Ingeniería. También fue profesor en El Liceo Libertador. En 1954 obtuvo el premio de cuentos del diario caraqueño El Nacional con “El Caballero”. Su obra literaria refleja la vida en su amada Cuenca. Esta novela fue distinguida con una “Mención Especial’’ en el “Premio Casa de las Américas” en el año 1960 y publicada en La Habana, Cuba en el año 1961. En el año 1966 salieron dos ediciones, una rusa y otra francesa. La cuarta edición salió de los talleres gráficos de la ilustre Universidad de los Andes de Mérida en el año 1962 con ilustraciones del reconocido artista plástico Cesar Rengifo. Fue asimismo reeditada por Monte Avila en Caracas en el año 1969 y posteriormente en Cuenca a través dela Casa de la Cultura Ecuatoriana “Benjamín Carrión”, Núcleo del Azuay, con el patrocinio de la Subsecretaría de Cultura del Ministerio de Educación y el CIDAP en el año 1983.La Universidad de los Andes público en 1978 su libro de cuentos, “La Medalla. El Vidrio Roto. El Muro”.

En sus obras se nota un profundo conocimiento de la sociedad andina. Nos muestra con gran acierto el sentir de la niñez, el conflicto del indígena y la eterna injusticia, siendo la denuncia de

esta su constante bandera. En Cuenca recibe el Premio Fray Vicente Solano de la Municipalidad en 1979. El mismo año obtuvo el Premio Municipal de Literatura en la ciudad de Mérida. Una última edición,postuma,“Antología de Cuentos” de la Dirección de Cultura del Estado Mérida fue publicada en 1993.

En 1972 la Universidad de Los Andes le concede el Doctorado Honoris Causa en Letras. Recibe también la Orden Andrés Bello del Gobierno venezolano en primera clase y la Orden Dr. Tulio Febres Cordero de la Asamblea Legislativa del Edo Mérida.

Entre 1960 y 1961 hizo su doctorado en Madrid y Paris donde fue invitado a dictar cursos y conferencias. En París conoció a Miguel Ángel Asturias quien le escribiría el prólogo de la novela “Los Hijos”, editada por Monte Ávila. “En este libro único, nos entrega secretos de todas las tinajas que están por hendirse para que surja el chorro vivo de la sangre mestiza. Por eso amamos este libro.”

En el año 1962 fue nombrado Vicecónsul ad honorem de la Republica del Ecuador en la ciudad de Mérida.

Al hablar de Alfonso Cuesta y Cuesta las imágenes que vienen a la mente se confunden entre el gran conversador y narrador que mantenía absortos a sus oyentes, el increíble pedagogo, de lo que dan fe las promociones tanto de bachilleres como de universitarios, que llevan su nombre y por último, como escritor de una exquisita sensibilidad y profundamente humano.

Cuesta y Cuesta tuvo dos patrias Su Ecuador nunca olvidado y siempre añorado y Su Mérida querida de la que fue reconocido como Hijo Ilustre. En esta ultima fallecío el día 9 de enero de 1991 exactamente el día que cumpliría los 80 años de edad. Su compañera de toda una vida, su “gacela” María Elena Valdivieso siguió sus pasos al fallecer el año 1995.

Leonardo Páez Maldonado

Por Ximena Páez Rivadeneira

Nació en Quito, Ecuador, el 30 noviembre de 1912 en el barrio de La Chilena, y murió en Mérida, Venezuela, el 4 de marzo de 1991. Poeta, actor, periodista, narrador, dramaturgo, libretista, músico y pintor. Residió en Mérida desde 1955, ciudad andina que le recordaba su Quito y sus gentes. Siempre con nostalgia de su tierra, decía evocando a Rilke “la patria del hombre es su niñez” (Gonzalo Fragui, prólogo de No volverán los sueños, 1992).

Sus padres fueron Julio Miguel Páez y Leonor Maldonado Zárate, ambos quiteños. Estudió primaria en el Colegio de los Hnos. Cristianos del Cebollar y la secundaria en el Colegio Mejía. A partir de aquí su educación fue intensamente autodidacta a la vez que desarrollaba su actividad literaria siempre con gran sensibilidad social. Aunque fue más conocido como periodista, dramaturgo y compositor de música popular, Leonardo Páez se consideraba por encima de todo un poeta.

Su primera publicación es precisamente poesía, el Romancero Quiteño editado por el Ministerio de Educación en 1939, colección de poemas con motivos quiteñísimos con la inevitable influencia lorquiana como dice Humberto Vaca Gómez en su prólogo: “ha cantado bellamente los temas de su ciudad y de su pueblo sufrido y explotado”. Vaca Gómez dice que años antes conoció a Páez

como actor, muchas veces interpretando sus propias piezas de teatro. Páez trabajó con el Teatro Universitario e hizo una gira por Suramérica hasta la Argentina. Componía con gran facilidad música popular ecuatoriana, pintando costumbres del viejo Quito, no recordaba exactamente cuántas piezas había compuesto, muchas veces las regaló o vendió sus derechos de autor. Sin embargo, hasta ahora es recordado por composiciones como La Tuna Quiteña en las fiestas de Quito, Reina y señora, casi himno nacional de Imbabura, Misa de Doce, El Chacarero etc. Y todavía en Venezuela continuó escribiendo música ecuatoriana. Música que no solo escribió sino que también antes interpretó, en los años treinta formó parte del entonces famoso Dúo Páez-Villavicencio.

Fue reportero de sucesos del Diario El Comercio y al mismo tiempo director artístico y libretista de Radio Quito, montó la obra la Guerra de los Mundos con autorización de los dueños de Radio

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Quito en 1949, con tal realismo que en Quito se repite lo que había ocurrido en Nueva York y Santiago de Chile años atrás y posteriormente en otras ciudades. Sobre estos sucesos, escribe casi cuarenta años después una novela: Los que siembran el viento, donde relata y aclara muchos rumores inciertos en relación con esta representación teatral y su repercusión en

la ciudad. El poeta ecuatoriano y también residenciado en Venezuela, Alfonso Cuesta y Cuesta en su reseña sobre esta novela, recomienda si se quiere saber lo sucedido, leer en esta obra (Alfonso Cuesta y Cuesta reseña sobre Los que siembran el viento de Leonardo Páez, 1982).

Luego de los sucesos de Radio Quito, continuó trabajando en periodismo y escribiendo teatro y cuatro años después gana el Premio Nacional de Teatro de la Casa de la Cultura Ecuatoriana 1955 con la obra de teatro La Bruma frente al espejo que se publica en 1957. Decide salir del Ecuador buscando mejores oportunidades para la educación de sus hijos y se queda en Venezuela en lo que era una pequeña ciudad universitaria de los Andes Venezolanos: Mérida. Aquí conduce Radio Universidad durante 23 años realizando una gran labor cultural y social por lo que es recordado y reseñado

(Diccionario de Literatura Venezolana, Universidad de los Andes, 1974; Rafael A. Rivas D. y Gladys García Quienes escriben en Venezuela, 2005, Rigoberto Henríquez Vera Cultores y Forjadores Merideños, 2001, Rafael Pérez Clavier Sabatinas), sin dejar su pasión incansable por leer y escribir teatro, poesía y música popular.

Disfrutaba mucho el estudio de la rica lengua española y sus aprendizajes los ponía de manera sencilla en un espacio radial llamado “Cultura popular” para comentarios breves sobre dudas y la manera correcta de escribir, necesidad indispensable en el oficio del periodista y escritor. También fue un aficionado a la pintura, las ilustraciones de sus publicaciones casi todas eran dibujos y pinturas suyas. Además, desde muy joven tuvo predilección por tocar “de oídas” la guitarra, instrumento esencial para acompañar la música popular

andina, pero después en su madurez, por su tenacidad aprendió guitarra clásica.

En 1964 la Universidad de los Andes en Mérida publica dos piezas teatrales, Pantero y Conferencia en la Cumbre con prólogo del notable filósofo venezolano J.M. Briceño Guerrero recientemente fallecido en Mérida. En 1971 Editorial Arte en Caracas publica otra colección poética: 20 parodias y 5 canciones para oboe. En 1984 vuelve al romance, esta vez para hacer una obra poética dedicada a Bolívar, Romancero Popular de Bolívar. En 1990 publica 5 piezas de teatro en un libro intitulado sencillamente Teatro, cuyo prólogo es del actor y dramaturgo venezolano Rómulo Rivas, quien fue su discípulo en la actividad teatral en Mérida. Al morir en 1991 dejó unos cuantos poemas, teatro y narrativa inéditos, incluso en su antigua máquina de escribir, extensión de sus manos, quedó su último poema

dedicado al Cotopaxi. En 1992 sus hijos y sus amigos del Grupo Mucuglifo, literatos de nuevas generaciones, hacen una edición póstuma de sus últimos poemas con un título que Páez ya había escogido para una futura publicación, No volverán los sueños.

Su obra y vida en beneficio de la ciudad de Mérida ha sido reconocida. Leonardo Páez aparece como uno de los Cultores y forjadores merideños. Perfiles de los ausentes, obra del escritor historiador merideño Rigoberto Henríquez Vera (R. Henríquez Vera 1982). En Sabatinas de la Universidad de los Andes, en un homenaje póstumo que resalta el trabajo periodístico, literario y musical dedicado a la ciudad que, según el Dr. Rafael Pérez Clavier, Páez conocía, amaba y en la que disfrutó intensamente su vida (R. Pérez C. 2004).

Quito, su ciudad natal, no se queda atrás y hace un público reconocimiento por su contribución al acervo musical ecuatoriano al otorgar a sus herederos una Condecoración Postmortem el 16 de diciembre de 1999 en ocasión de CDLXV Aniversario de la Fundación de Quito.

Actualmente a más de veinte años de su muerte, hay interés tanto en Venezuela como en Ecuador por sus trabajos literarios y musicales que se evidencia por numerosa información en libros, revistas digitales, blogs, y videos en internet.

Su esposa Judith Rivadeneira de Páez y la mayoría de sus siete hijos, universitarios de diversas profesiones, viven en Venezuela.

Nota: Esta reseña biográfica es actualización de la que aparece en la Revista digital El Diablo Ocioso Nº 7 Agosto-octubre

2010 en la página web de CONMUSICA http://www.ecuadorconmusica.com/

Trabajo Literario

Poesía

Romancero Quiteño, primera edición Ministerio de Educación, Quito, 1939. Prólogo de Humberto Vacas Gómez, 60 pg.; está en la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, Quito y en Library of Congress en Washington DC. Segunda edición Editorial Arte, Caracas, 1975, 63 pg.

20 Parodias y 5 Canciones para oboe. Editorial Arte, Caracas, 1971.

Romancero Popular de Bolívar,

Gobernación Estado Mérida, Imprenta Oficial, Mérida, 1984. Prólogo del poeta venezolano Pedro Parayma. Está en la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, Quito y en Library of Congress en Washington DC.

No volverán los sueños, Ediciones Mucuglifo Nº 24, Editorial Venezolana, Mérida, 1992. Prólogo del poeta venezolano Gonzalo Fragui. Publicación póstuma. Está en Library of Congress en Washington DC.

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El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida18 19

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Coplas, romances y otros inéditos*Ver anexo.

Teatro

La Bruma frente al Espejo. Lluvia de Verano. Primer Premio Nacional de Teatro Casa de la Cultura Ecuatoriana 1955, primera edición, Casa de la Cultura Ecuatoriana, 1957. 128 pg. Está en la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo, Quito y en Library of Congress en Washington DC. 2da. edición Editorial

Arte, Caracas, 1976. Reseña c o n t r a p o r t a d a Diario El Comercio, Quito, Ecuador.

El Gran Tinterillo Mención de Honor Sociedad “Amigos del Teatro” y Casa de la Cultura Ecuatoriana.

P a n t e r o . C o n f e r e n c i a en la cumbre. Universidad de los Andes, Talleres Gráficos, Mérida, 1964. 102 pg. Prólogo del filósofo venezolano J.M Briceño Guerrero.

Teatro de Leonardo Páez (colección de 5 piezas de teatro): La llegada del Hombre, El Salto, Los Triunfadores ó ¿Cuánto hay pa’ eso?, El último paraíso, Bordeando el asombro ó El taumaturgo de Las González, Edición de la Asamblea Legislativa, Imprenta del Estado Mérida, Mérida 1990, 199 pg. Prólogo de Rómulo Rivas. Está en Library of Congress en Washington DC.

La Otra Cara de Dios, obra inédita en tres actos.; Piso Diecisiete, obra inédita en tres actos.

Narrativa

Los que siembran el viento. Editorial Arte, Caracas, 1982, 108 pg. Reseña de Alfonso Cuesta y Cuesta en la contraportada Está en la Biblioteca Nacional Eugenio Espejo y en Library of Congress en Washington

DC.Estallido Social inédito 1990.

Nota: La diagramación y los dibujos que ilustran las portadas de los libros “Pantero”. “Conferencia en la Cumbre” (teatro); “20 Parodias y 5 Canciones para oboe” (poesía); “Los que siembran el viento” (novela), “Teatro de Leonardo Páez” y “No volverán los sueños” (poesía) son de Leonardo Páez.

Cuentos en revistas y diariosEl Desertor. En Vértice, Taller Literario Mucuglifo Año V Nº 241 , Diario Frontera, Mérida, 25 de junio de 1989.Pechoepaloma. En

Vértice, Taller Literario Mucuglifo Año IV Nº 171 , Diario Frontera, Mérida, 7 de diciembre de 1987.

¿Los Toma O Los Deja? En Vértice, Taller Literario Mucuglifo Año III Nº 157, Diario Frontera, Mérida, 11 de septiembre de 1987.

De pronto una bala perdida. En Vértice, Taller Literario Mucuglifo Año III Nº 151, Diario Frontera, Mérida, 24 de julio de 1987.

Sonata de la Madera. En El Impulso, Barquisimeto, 12 de octubre de 1986. En Vértice, Taller Literario Mucuglifo Año III Nº 157, Diario Frontera, 27 de marzo de 1987.

El Trayecto. Revista AZUL Universidad de los Andes, Nº 9, 1982. En Vértice, Taller Literario Mucuglifo

Año III Nº 103, Diario Frontera, Mérida, 12 de septiembre de 1986.

El lugar de los abrazos. En Semanario Merideño, Mérida, 23 de marzo de 1977.

La rebelión de las piedras. pg 106-108 no identificada la publicación ni fecha, pero posiblemente en los años 70.

Visita al psiquiatra. Años 70.Conciertos en la Colina. Inédita, sin fecha.

Música Popular*

Ecuatoriana 1. Hucta huagra, albazo. 2. El huasicama, cachullapi. Letra de Leonardo Páez y música de Julio Cañar. 3. El maíz, aire típico, arreglo. 4. El Panecillo, pasacalle. 5. La Tuna quiteña, pasacalle, 1948. -Le dijo a Quintana que no tenía para pagarle, pero que lo iba a hacer famoso- Cuando escribió La Tuna Quiteña.6. Amar en silencio, pasillo.7. El Chacarero, albazo.8. Misa de doce, albazo. 9. Reina y señora, pasacalle. 10. Tu juramento, pasillo, 1952 11. El Guayas, pasacalle.12. Los gavilanes o Tabacundo, albazo. 13. Vilcabamba, aire típico. 14. Serenata, pasillo. 15. Huambra seguidora, albazo. 16. Bien quiteño o San Juanero, pasacalle. 17. Machángara, yaraví, 1986. 18. Amor ajeno, yaraví. 19. Me diste tu palabra, pasacalle.20. San Francisco de Quito o Quito de los temblores, pasillo. Letra: Hugo B. Moncayo y música de Leonardo Páez, 1939. 21. Amor primero o Primer Amor, albazo, 1987. 22. El día de tu santo, pasillo, 1985. 23. Tu retrato, pasillo, 1985. 24. El pañuelo, valse criollo.25. La milagrosa del Quinche,albazo, 1950. 26. Los cantores del Ecuador o Los tres cantores, tonada. 27. Mi caballo alazán, tonada. 28. Toros de mi pueblo, pasacalle.29. Ojitos de arrayán, danzante. 30. Amorcito volvé ya, danzante, 1949. 31. El Guayacán, pasacalle. 32. La Hierbabuena, bolero. 33. Acordaráste de mí, sanjuanito, 1980. 34. Romance de la Naranja o La Toronja y el Limón (albazo) Letra: poema de Leonardo Páez publicado en Quito 1939; música: Gerardo Guevara con el título de La Toronja y el Limón 1982.35. Ausente (canción sinfónica para Coro mixto y Orquesta de Cuerdas) Letra:

poema de Leonardo Páez en “20 parodias y 5 canciones para oboe” publicado en Caracas 1971; música: Pedro Simón Rincón 2009. Y muchas otras canciones cuyas letras están en Recopilación de Canciones de Leonardo Páez, Mérida 2010.

Venezolana1. Canto a mi tierra, vals, años 70. 2. Vals

merideño, vals, 1971, canción finalista en Festival Canción Andina Asociación Venezolana de Autores y Compositores.

2. Los Nevados, vals, 1974. 4. Flor andina, vals, años 80. 5. La Cruz Verde, vals, años 80.

* Ver letras en Recopilación de Canciones de Leonardo Páez, Mérida 2010.

Periodismo

En Quito Radio: Radio Quito: director artístico en los años 30-40, radioteatro; Radio Gran Colombia: director artístico años 50, radioteatro; Radio La Voz de la Democracia años 50.Periódicos: El Comercio: reportero en los años 30-40; El Nacional y El Telégrafo en los años 50.En MéridaRadio: Dirigió Radio Universidad entre 1955 y1978. Condujo tres radioperiódicos diarios, además de hacer radioteatro, y escribir la sección diaria Cultura Popular o Cartilla del Lenguaje.Periódicos: Jefe de Redacción sección cultural del Diario Frontera, años 70 y 80; Colaborador del diario El Vigilante sección En la esquina, ensayos cortos sobre la vida de la ciudad, años 80; Cronista cultural de Mérida para El Diario de Caracas años 70 y 80.

Premios

LiteraturaLa Casa de la Cultura Ecuatoriana, la

mayor institución promotora de la cultura en Ecuador, Primer Premio Nacional de Teatro 1955 por la obra de teatro La Bruma Frente al Espejo. Ganó con un

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El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida20 21

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seudónimo del teatro japonés (kabuki), creían que era Diez Canseco el autor (referencia anecdótica).

La Casa de la Cultura Ecuatoriana, Mención de Honor en el concurso nacional de teatro 1955 por la obra de teatro El Gran Tinterillo.

Mención Ateneo de Caracas por la obra de teatro Pantero 1960.

La Bruma Frente al Espejo ganó el Festival de Teatro de Mérida por la presentación de el grupo DDT dirigido por Ramón Ramírez 1982.

Periodismo

Premio anual de periodismo Emilio Menotti Spósito 1972.

Condecoración Orden Francisco de Miranda, Segunda Clase, Presidencia de la República 1976.

Medalla al Mérito del Radiodifusor. Cámara Venezolana de la Industria de la Radiodifusión 1976.

Premio Estatal de Mérida La Voz de la Sierra por periodismo radial 1978.

Premio municipal de Periodismo Don Tulio Febres Cordero mención Opinión, Mérida, 1983.

Circulo de la Prensa del Ecuador concede el título de Socio Honorario por la obra de cultura en bien de la Patria, 1985.

La Sociedad Bolivariana del Ecuador concede el título de Miembro Honorario en mérito de sus méritos cívicos y bolivarianos, 1985.

Don Tulio Febres Cordero, Primera Clase, Asamblea Legislativa Estado Mérida, 1989.

Música

Festival Canción Andina, Asociación Venezolana de Autores y Compositores por su obra letra y música Vals Merideño en 1971como canción finalista.

Condecoración postmortem por Gran Exponente de la Música Nacional Ecuatoriana otorgada por el Concejo Metropolitano de Quito en ocasión del CDLXV Aniversario de la Fundación de

Quito el 16 de diciembre de 1999.

Referencias

1. Gonzalo Fragui. Prólogo en: Leonardo Páez. No volverán los sueños, Mérida, Editorial Venezolana, 1992.

2. Humberto Vacas Gómez. Prólogo. Romancero Quiteño, Talleres de educación, Quito 1939.

3. Alfonso Cuesta y Cuesta. Reseña en: Leonardo Páez. Los que siembran el viento. Editorial Arte, Caracas, 1982.

4. Diccionario General de la Literatura Venezolana (Autores) Instituto de Investigaciones Literarias Gonzalo Picón Febres, Universidad de los Andes, Talleres Gráficos, Mérida, 1974. pp 540.

5. Rafael Angel Rivas Dugarte y Gladys García Riera. Quienes escriben en Venezuela. Diccionario abreviado de escritores venezolanos (siglos XVIII a XXI) Consejo Nacional de la Cultura, Caracas, 2005. pp 576.

6. Rigoberto Henríquez Vera. Cultores y forjadores merideños. Perfil de los ausentes. Publicaciones RIHEVE, Editorial Litorama, Mérida, 2001. pp 167-68.

7. Rafael Pérez Clavier. Homenaje a Don Leonardo Páez. En Sabatinas, Mérida Unidad de Publicaciones Facultad de Medicina, Universidad de los Andes, 2004. pp. 553-555.

8. Ximena Páez R. y Fidel Pablo Guerrero G. Canciones populares del compositor Leonardo Páez. Recopilación desde 1930 a 1990: Ecuador y Venezuela. EDO. El Diablo Ocioso Revista musical Nº 7 Quito, agosto-octubre 2010. Conmusica. Corporación Musicológica Ecuatoriana.

Disponible en: h t tp: / /www.ecuadorconmus ica .

c o m / i n d e x . p h p ? o p t i o n = c o m _

José Quinche Maldonado

Nací en 1945 en la ciudad de Quinchuqui, Ecuador. Viajo con mi padre a Colombia y nos radicamos en Bogotá en el año 1956, trabajando en tejidos y otras actividades hasta el año 1971.

Desde 1960 a 1972 participo como Cantante y músico en Bogotá. Entre los años 66 y 68 me presento como cantante en la televisora Inravisión y en Radio Cadena Nacional RCN en el programa el Club del Clan, formando el Primer Grupo rockanrolero kichwa, llamado los Latinos, junto a mi sobrino Enrique Tuntaquimba. Allí hago mi primera grabación con la empresa Sonolux, de un disco de 45, con el tema original “Vengan Todos a Bailar” en ritmo de rockanroll. La letra y música de esta canción es de mi autoria. Asimismo, para estas fechas presto servicios a la Embajada y Consulado del Ecuador en Colombia, como músico en las celebraciones de los días patrios.

El 20 de diciembre de 1971, viajo a Venezuela en busca de nuevos horizontes donde consigo una oferta de trabajo y me

radico en la ciudad de Mérida.

En 1972 en la ciudad de Mérida empiezo a formar un equipo de fútbol con mis compatriotas y venezolanos, el cual inscribo en 2da división a nivel estatal, con el nombre de Unión Ecuatoriana. El desempeño de los juegadores en diferentes juegos, deja en alto el nombre del Ecuador, gracias al apoyo de entrenadores profesionales.

Con el apoyo de la Dirección de Cultura de la Universidad de los Andes, conformé un grupo de música folklorica del altiplano con jóvenes músicos, llamado Los Hijos del Sol.

El 6 de septiembre de 1980, formo mi hogar y me caso con Naira Paredes con quien tengo tres hijos, Ajosnay Quinche, José Javier Quinche y Jena Carlos Quinche.

En el año de 1980 integro una nueva agrupación con el paisano recién llegado también músico, Luis Ruiz (Lucho) y un familiar José Quinche(mocho) interpretando música nuestra e

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El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida22 23

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internacional. La Agrupación denominada Trio Ecuador, entra a concursar en la Feria Internacional del Sol, con un éxito rotundo por radio y televisión. Despúes de esta Feria viajamos a varias ciudades de Venezuela, en diferentes giras. Al pasar de los años se retira uno de los integrantes y pasamos a ser el Dúo Ecuador, hasta la fecha de hoy.

En 1990, nos planteamos la organización y conformación de la Casa ecuatoriana venezolana de Mérida. Es hasta el 15 de junio de 1994 que se concreta, con el fin de prestar apoyo a los ecuatorianos migrantes. En coordinación con el Consulado del Ecuador en Caracas se llevaron a cabo en esa época, consulados móviles para que los ecuatorianos pudieran renovar pasaportes e incribir a sus hijos. Estos consulados se realizaron en mi casa.

He organizado las fiestas de inti Raymi como muestra de nuestras raíces, llevando asi nuestra cultura ecuatoriana con gran éxito por más de 20 años y hasta que Dios me lo permita.

Realicé durante dos años un programa de radio llamado Cantares del Ecuador, en la emisora Radio Universidad. Este

programa era transmitido todos los domingos.

En 1997 formé parte de entrenadores de futbol Menor de la Universidad de los Andes, como suplente, por 7 años trabajando ad-honorem.

Participo como uno de los fundadores del grupo de música y danza

afrolatinoamericano, y de la estudiantina VENUSA, la cual era patrocinada por la misma institución. Su nombre cambio a Grupo Ensamble Kimbandu al ser patrocinados por la Casa de la Cultura del Estado de Mérida.

Actualmente presto servicio sin fines de lucro, a la comunidad, como parte de la Directiva de la Junta Comunal Millandinos. Asimismo, me desempeño como Presidente Encargado de la Casa ecuatoriana venezolana de Mérida.

Luis felipe Villarruel García

Por Lic. José Villarroel

Nació en San Antonio de Ibarra, Ecuador el 6 de junio de 1903, el segundo de tres hermanos Manuel Mesías y Segundo Villarruel. Hijo de Luis Villarruel y Dolores García de Villarruel. Ebanista de Profesión siendo aprendiz en la Escuela del Maestro José Velasco. Se casa con María Eumelia Montesdeoca con la cual tienen 6 hijos a saber Luis Gonzalo, Carlos, Jorge, Cristóbal, Gladis y José Nicolás. Entre sus principales obras se destaca la Basílica Menor (La Catedral) de Mérida Venezuela. Emigrando con su amigo Zoilo Velasco hermano de su maestro y el hijo mayor Luis Gonzalo a realizar el altar de la iglesia Túquerres en el departamento de Nariño Colombia, en la ejecución del trabajo conoce al padre Concha Canónico de la iglesia Cristo Rey ubicada en Pasto Colombia.

Con la ayuda de Enrique Durán un Comerciante de Cali Colombia, Luis Felipe trabaja en su tienda por poco

tiempo realizando tallas de cuadros pequeños. En una visita es Carlos Villegas que se lo lleva para Bogotá a su taller como socio ubicado en la carrera 73.

Carlos Villarruel el segundo hijo de Luis Felipe después que abandona sus estudios de sacerdocio se dedica a la talla creando un marco para la Virgen de las Mercedes con la ayuda de su hermano Luis Gonzalo en el ensamblaje.

En la iglesia del Parque Santander, en Cúcuta realizan los viacrucis quedando inconcluso el trabajo, solo se doraron (técnica empleada en el recubrimiento del tallado en madera con hojilla de oro). De ahí con el requerimiento de Monseñor Parada de un maestro a medio tiempo, lo contrata para impartir clases en el Centro Yosista de Capacho en el Estado Táchira Venezuela, en el programa ¨Reunión de Jóvenes¨, el cual dictaba técnicas de talla y pintura

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El Ecuador en Mérida El Ecuador en Mérida24 25

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devengando un salario de 2USD/h.

En el curso sobresale el alumno Valentín Useche y se comprometen en la realización del Púlpito y el Santo Sepulcro en la iglesia de San Pedro Independencia de Capacho. Luego es recomendado por Monseñor Quintero en Mérida Venezuela a Monseñor Chacón para la realización de todos los trabajos de madera que hoy se exhiben en la catedral, desde encofrados, bancas, altares, púlpito, la mayoría de imágenes, santo sepulcro, y puertas. Finalizado el trabajo el padre Delgado Carrero encargado de la iglesia de Lagunillas Municipio Sucre del Estado Mérida realizan todos los trabajos.

Cada una de las andas de semana santa fue por el aporte de las familias del pueblo, una estación por familia. Bajo el mandato del Prefecto Clemente Varela elaboran el Águila rompiendo cadenas que reposa en el parque Yohama también en Lagunillas.

Cabe resaltar otros trabajos de sus hijos como el altar en la Capilla del Carmen del estado Mérida, el altar de la casa de retiros San Javier del Valle en Mérida, el Altar de la iglesia de la Candelaria-Caracas, la Virgen del Valle en la Asunción, los retablos de los niños Cantores en el Estado Zulia, las imágenes principales de la Iglesia de San Juan Apóstol en Mérida y la patrona de Venezuela la Virgen de Coromoto en Guanare realizado por el tercer hijo Jorge Aníbal Villarruel.

Una de las obras de Luis Felipe La Estación XI la observamos en la siguiente foto abajo ilustrada.

Luis Felipe Villarruel, el primero de izquierda a derecha con dos de sus ayudantes.

Nació en la población de Tumaco, Depar-tamento de Nariño, de la República de Co-lombia, el 19 de noviembre de 1931. Hijo del Sr. Nicolás Usubillaga Ortega, natural de Guayaquil, República del Ecuador y de su esposa, Emma del Hierro Lemus natu-ral de Tumaco.

Inicia sus estudios primarios en el Cole-gio de los H.H.C.C de la Salle en la ciu-dad de Quito, capital de la República del Ecuador, en donde continúa hasta culminar el bachillerato. Sus estudios superiores se orientan hacia la carrera de Ingeniería Química, en la Escuela Politécnica Nacio-nal del Ecuador, egresando Summa Cum Laude en el año 1957. En ese mismo año gana una beca del Departamento de Es-tado de los Estados Unidos de América, para realizar estudios tendientes a la ob-tención del Ph.D. en Ingeniería Química,

en la Universidad de Illinois, Campus de Urbana-Champaign. Culmina sus estudios en 1962, año en el que llega a Venezuela.

En diciembre de 1963, contrajo matri-monio con la Srta. María del Carmen Jáuregui Olazábal. Producto de esta unión son sus dos hijos Roberto y Javier.

Funciones Docentes y de Inves-tigación

El primero de febrero de 1962, comien-za sus actividades docentes y de investi-gación, en la Facultad de Farmacia de la Universidad de Los Andes. Inicialmente dicta la asignatura Análisis Instrumental, pero debido a necesidades académicas se le asignan trabajos en el Instituto de In-vestigaciones, bajo la dirección del Profe-sor Dr. Karl Seelkopf, distinguido químico

Alfredo Usubillaga del Hierro

Por Manuel Rengel Avilés. Phd.

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de nacionalidad alemana quien según pa-labras del mismo Alfredo,«… era un quími-co fuera de lo común, capaz de buscar ideas e imaginar temas de investigación donde aparentemente no había nada que investigar…» La influencia de Seelkopf, hombre de mucha experiencia y depura-da sabiduría europea, adivinó en el joven Dr. Usubillaga un gran potencial para la in-vestigación. Su primer trabajo de investi-gación, sugerido por Seelkopf, fue el estu-dio de las flores del árbol conocido en los Andes Venezolanos como “borrachero”, y en el Ecuador como “floripondio” o “wan-to” (quichua), que condujo al aislamiento de cinco nuevos alcaloides esteroidales, contribuyendo también a aclarar el pan-orama vital de Usubillaga, quien admite «… la investigación sobre Productos Na-turales era lo que deseaba hacer…».

En 1982, con el apoyo del Decano de tur-no, organizó el Postgrado en Química de Medicamentos. Se desempeñó como Di-rector del Instituto de Investigaciones de

Por Lic. Gustavo Adolfo Vásconez

Juan Bernardo Vásconez Alarcón

Nació en Guanujo, provincia de Bolívar, Ecuador, el 1 de octubre de 1921. Hijo de Ganadero y Agricultor acomodado, dueño de tierras productivas, Don Pablo Vásconez y Doña Rosa Adela Alarcón. Estudió en la Escuela Primaria Vicente Rocafuerte en Guanujo en donde vivió hasta 1933. Se trasladó a Guaranda, capital de la Provincia de Bolívar, Ecuador, para estudiar secundaria en el Liceo Pedro Carbo. Más tarde ingresa a la Universidad Central del Ecuador, a la Carrera de Medicina. El 28 de Abril de 1947, contrae Matrimonio, aún siendo estudiante, con Amable Elvira Jiménez Roldán, natural de Guaranda, Provincia de Bolívar, Ecuador, hija de Don Telmo Jiménez, Político y ex Gobernador de esa Provincia y Doña Lucila Roldán.

El 17 de Julio de 1953 se Gradúa con Diez sobresaliente y logra con esta calificación la investidura de Doctor en Medicina.En ese mismo año de 1953 se traslada a la población de Alausí, Provincia del

Chimborazo, Ecuador para desempeñar el cargo de médico en el hospital de dicha población, en donde permanece siete Años.

En el año de 1960 se traslada a Quito para desempeñar el cargo de Médico en el Hospital Geriátrico San Juan de Dios, donde permanece hasta el año 1962, cuando decide trasladarse a la República de Venezuela, sabiendo de la necesidad de médicos, en la época del Gobierno del Presidente Rómulo Betancourt. Inmediatamente lo envían a la población rural de San Cristóbal de Torondoy en el Estado Mérida, en donde permanece dos años en intensa labor humanitaria. Luego las autoridades sanitarias lo trasladan a la vecina población de las virtudes, por un año, y de allí a la localidad de Zea. En esta población, recibe durante los años 1966 a 1970, el reconocimiento otorgado por el Colegio de Médicos del Estado de Mérida, a la Mejor actividad del Médico Rural del Estado.

la Facultad desde 1979 hasta 1987. En los últimos años, se ha dedicado al es-tudio de plantas de la región andina, al es-tudio de los aceites esenciales, a la quími-ca del frailejón y a la síntesis de sustancias con actividad citotóxica y antimalárica.

Publicaciones

Como resultado de esta fructífera labor y continuo trabajo creativo, ha presenta-do 206 trabajos en Congresos Científicos, dictó 11 conferencias en el país y en el exterior, ha publicado 189 Trabajos de In-vestigación y 17 Informes técnicos.

Reconocimientos

Ha sido galardonado con el Premio Regio-nal de Ciencias Naturales y Exactas (Fun-dacite 1998). La muy Ilustre Universidad de Los Andes, como reconocimiento a sus méritos, le concedió el Doctorado Honoris Causa en junio de 2007. Es miembro co-rrespondiente de la Academia de Mérida.

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En 1969, regresa a su pueblo natal Guanujo, para llegar a tiempo al sepelio de su Sra. Madre, Doña Rosa Adela Alarcón. Desde ese entonces no volvió a su tierra natal. Al regresar a Venezuela, en pleno trabajo en Zea, las autoridades deciden enviarlo a Caracas, Venezuela, a recibir el Curso Superior de Salud Pública por un año, en la Universidad Central de Venezuela. Al poco tiempo de terminar este curso, en 1977, es trasladado a Santa Cruz de Mora, como Director del Hospital, cargo que desempeñó durante cuatro años. Al finalizar este periodo, se presentó y fue seleccionado por concurso para desempeñarse como Coordinador en el recientemente creado Ambulatorio Venezuela, en Mérida. En 1978, recibe la Medalla de Honor “Orden FRANCISCO DE MIRANDA”, de manos del Dr. Diego Arria, como representante del Presidente de la República Dr. Carlos Andrés Pérez. Pasados seis años, es trasladado al Ambulatorio El Llano, como Coordinador General de ese Centro de Salud.

Ve con bastante satisfacción, como las personas que sirvió en forma desinteresada, en la época de Médico Rural, le colmaban de atenciones en agradecimiento a los servicios humanitarios recibidos, principalmente por lo acertado de sus diagnósticos médicos y atención desinteresada con la población, logrados sin tener los recursos que la ciencia moderna nos presta hoy en día. Conoce a varios ecuatorianos de notable

relevancia, entre ellos Médicos, como el Dr. Luis Rengel, Dr. Cuesta Cuesta, Dr. Guillermo Real Jiménez, Dra. Marta de Lacruz, también a uno de los primeros ecuatorianos en llegar a Mérida y líder de su comunidad como el Sr. Quinche padre y a su descendencia.

Su vida profesional, la dedicó a la salud pública. Que las comunidades tuvieran agua potable y canales de aguas negras, fue su prioridad. Se preocupó muchísimo, por tratar de erradicar, las enfermedades endémicas.

Con el correr del tiempo llega la edad del retiro, los sesenta y cinco años. Ve, como todos sus hijos, ocho en total, culminan sus estudios en La Universidad de los Andes. Guardo entre mis recuerdos, como mi padre escuchaba música ecuatoriana, especialmente Sanjuanitos, en cada grado universitario de nosostros, sus hijos.

Tuvo el Honor de recibir acá en Mérida, en el año 1981, al Presidente Ecuatoriano Ing. León Febres Cordero, quien nos visitó, con el objetivo de reunirse con su familia, los

Febres Cordero, afincados en esta ciudad.

Recibe del Consejo Municipal del Municipio Zea, la ORDEN DE LA CIUDAD ZEA el 23 de Septiembre de 2000, por los servicios prestados a esa comunidad. Fallece a los noventa y tres años, en la Ciudad de Mérida Venezuela, el 14 de Junio de 2014. Sus restos reposan en Cementerio Jardines La Inmaculada.

Luis Fabián Sánchez Calderón

Nací en la ciudad de Atuntaqui Provincia de Imbabura, en el año 1956. Me casé con Gema Margarita Terán Pozo, oriunda de la misma ciudad, con quien hemos procreado dos hijas Johanna Sánchez y Priscila Sánchez, también de origen Ecuatoriano.

En el año 1996 decido venir a vivir en Venezuela, específicamente a Mérida, ya que tenia a dos hermanos Nelson Sánchez y Tito Sánchez, quienes vivían desde muchos años atrás en esta ciudad. Tenía muchas referencias de las posibilidades de desarrollo que tenia este país, y es así que a finales del mes de febrero de 1996 vengo sólo con el propósito de conocer Mérida y tener una idea más completa del lugar donde iniciaríamos una nueva vida junto a mi familia.

Dos meses después viene mi esposa. Nuestra adaptación fue fácil, ya que esta hermosa ciudad de los andes venezolanos tiene muchas cosas en común con los andes ecuatorianos: su clima, sus costumbres, y alimentación entre otras.

Pero estas decisiones también tienen sus partes difíciles, por cuanto tuvimos que

separarnos de nuestras pequeñas hijas por un tiempo, quienes se quedaron en Ecuador por razones de estudio.

Nuestra primera actividad en suelo venezolano fue la conformación de un pequeño negocio destinado a la venta de condimentos, que los empacábamos en bolsitas pequeñas y los vendíamos en los diferentes negocios. Con mucho esfuerzo y constancia fuimos abriéndonos mercado y el negocio siguió creciendo, paulatinamente.

Conocedores que Mérida es una ciudad estudiantil y turística por excelencia, decidimos a mediados de 1997 abrir una pequeña heladería, aprovechando los conocimientos y experiencia que mi esposa tenia sobre esta actividad, pues sus padres y familiares tienen heladerías muy conocidas, en Atuntaqui e Ibarra.

La llegada de nuestras hijas en el mes de agosto de 1997, fue una motivación especial que nos ayudo a seguir creciendo en las dos actividades. Con mi esposa y la ayuda de mis hijas logramos hacer un gran equipo de trabajo, lógicamente sin

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descuidar los estudios de mis hijas.

En 1999 la heladería también pasa a ser restaurante, lo que permite ir creciendo, sorteando, desde luego muchas dificultades ya que estábamos indocumentados, como muchos ecuatorianos.

Gracias al decreto del presidente Chávez en el 2004 de regularizar a los extranjeros que estaban viviendo en Venezuela, p u d i m o s nacionalizarnos y por supuesto,

para nosotros fue el inicio de una nueva vida que nos permite desempeñarnos con mayor tranquilidad en todos los aspectos.

Como dije anteriormente, con el trabajo, esfuerzo y constancia de nuestro grupo familiar hemos logrado consolidar en el gusto merideño, nuestras dos empresas denominadas “Condimentos y Aromáticas Oriente” y “Heladería Restaurante Copitos de Crema”.

Actualmente estamos por concluir un

proyecto turístico iniciado hace cuatro años, que consiste en la construcción de un hotel, el mismo que será administrado por nuestras hijas, profesionales graduadas en Mérida en Hotelería y Servicios de la Hospitalidad.

Nos queda la satisfacción de haber dejado muy en alto el nombre de nuestro país Ecuador y de cumplir con Venezuela, que nos dio la oportunidad de ser venezolanos, para desarrollar nuestra actividad creando fuentes de trabajo, aportando con nuestro granito de arena, como lo hacen la mayoría de los ecuatorianos residenciados en Mérida, con quienes por cierto guardamos muy buena relación, la misma que se complementa a través de la casa Ecuatoriana – Venezolana y se ha fortalecido en este último año, con la presencia del Consulado del Ecuador en Mérida.

HOTEL MILLA SUITES C.A.

Alfredo Ramos Jiménez

Nació en Loja, Provincia de Loja, Ecuador en 1948. Casado y con 4 hijos. Es Pro-fesor Emérito de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad de Los Andes.

Realizó estudios de Derecho y Ciencias Políticas en la Universidad Católica del Ecuador, donde obtuvo la Licenciatura en Ciencias Públicas y Sociales (1971). Estu-dios de Postgrado en el Instituto de Altos Estudios de América Latina (Diploma del IHEAL-Université Paris III, 1974). Ciencia Política en la Université Paris 1 Panthéon Sorbonne (D.E.S. de Ciencia Política, 1976). Doctorat en Science Politique Uni-versité Paris 1 Panthéon Sorbonne (1994).

Profesor del Postgrado de Ciencias Políti-cas de la Universidad de Los Andes (des-

de 1979). Participó en la fundación de la Escuela de Ciencias Políticas (1980), en la que se desempeña como profesor de So-ciología Política. Participó asimismo en la creación del Centro de Estudios Políticos y Sociales de América Latina (CEPSAL- Maestría de Ciencias Políticas, 1980), en el que ha dirigido seminarios, tesis e in-vestigaciones especializadas en la política latinoamericana.

En 1997 participa en la fundación del Cen-tro de Investigaciones de Política Com-parada (CIPCOM-ULA), en el que se de-sempeña desde entonces como director. Coordinador de Estudios de Postrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas (1996-2001). Profesor del nuevo Doctora-do de Estudios Políticos de la Universidad de Los Andes (2014). Ha sido director de

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la Revista Venezolana de Ciencia Políti-ca (2000-2006). Profesor Invitado de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad Simón Bolívar (Caracas). Ha dictado conferencias en diversas universi-dades europeas y latinoamericanas y par-ticipado en varias investigaciones interna-cionales especializadas.

Autor de una extensa obra comparativista recogida en publicaciones especializadas europeas y latinoamericanas. Entre sus libros destacan: La construcción del orden democrático. Burocra-cia, tecnocracia y meritocracia (2014); El experimento bo-livariano. Liderazgo, partidos y elecciones (2009); Las formas modernas de la política. Estu-dio sobre la democratización de América Latina (2008. Primera edición 1997); Los partidos políti-cos latinoamericanos. Un estudio comparativo (2001); Compren-der el Estado. Introducción a la politología (1999. Tres ediciones. Segunda edición, Universidad Técnica Particular de Loja, 1999. Primera edición, 1993); In-vitación a la politología (1997); Los par-

tidos políticos en las democracias latino-americanas (1995); Una ciencia política latinoamericana (1985. Primera edición, 1981). Editor y compilador de las obras colectivas: La revolución bolivariana. El pasado de una ilusión (2011); La transición venezolana. Aproximación al fenómeno Chávez (2002) y Venezuela. Un sistema político en crisis (1987).

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