el diario de laura
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Las historias en los pequeos pueblos de montaa,
pueden ser ms amenas que las grandes historias, basadas
en la sangre y las drogas como nico inters.
El autor
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PROLOGO
La trama se desarrolla en un pequeo pueblo norteo, con mi relato solo
quiero demostrar que en los pequeos pueblos se pueden desarrollar historias en la
vida cotidiana, tanto o ms interesantes que en las grandes urbes, donde son muy
pocos los conocidos y menos aquellos con los que confraternizamos.
A quienes he dado a leer el manuscrito (por decirlo as) no han podido evitar
terminar el libro, lo cual me complace enormemente.
Ni creo ni est en mi nimo escribir con excesiva retorica ni compararme a
otros escritores dios me libre! Solo me complace escribir para que todos me
entiendan con un lenguaje, lo ms actual posible y sobre todo no aburrir a quien lea
mis novela.
Les dejo con mis personajes y que la intriga les convenza, mientras les
muestro las costumbres y tradiciones, tanto en el da a da como en sus variados
personajes.
El Autor
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EL DIARIO DE LAURA
Un todoterreno par en la estacin de servicio a la entrada de la
cntabra poblacin de San Rafael del Monte; un pueblecito rodeado por un
pequeo y hermoso valle, a su vez rodeado por los montes y lindando con laprovincia de Burgos. Un empleado sali del interior dirigindose al recin
llegado.
-Buenos das Cunto le pongo?
-Con treinta euros ser ms que suficiente, posiblemente tarde en
volver a usar el coche puede decirme por donde puedo ir al ambulatorio?
-Es usted el nuevo doctor?
-S, as es me llamo Carlos, Carlos del olmo.-Le estn esperando; don Zacaras ya hace un mes que se Jubil y don
Germn no se termina el trabajo. Mire usted, pase la iglesia y al llegar a la
segunda bocacalle tuerza a la derecha y la primera a la izquierda es la
paralela a la carretera.
-La carretera sigue por el centro del pueblo?
-No termina a la entrada y sigue la calle mayor, pero solemos
llamarla la calle de la carretera.Carlos subi al vehculo y se dirigi a la entrada del pueblo a unos
escasos cien metros de la estacin de servicio. Sigui las explicaciones del
empleado de la estacin y no tard mucho tiempo en ver un edificio con la
fachada blanca y sobre la puerta junto a una cruz verde pintada en la pared
haba una placa donde se poda leer.
ASISTENCIA SANITARIA DE SAN RAFAEL DEL MONTE.
Carlos observ la pequea plaza que haba en la esquina, solo cuatrorboles y dos bancos, pero lo suficiente para aparcar el coche a la sombra.
Abandon el vehculo y se dirigi al ambulatorio. Entr y se encontr en la
sala de espera una seora de aparentemente unos cuarenta y cinco aos
estaba sentada tras una mesa.
- Por favor seora solo le quedan estos dos pacientes?
- S Qu desea?
-Soy don Carlos el nuevo mdico.
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-O! perdone ahora aviso a don
Germn. Soy Teresa.
-No, no hace falta Teresa esperar a que termine.
La enfermera pas con el siguiente paciente y el mdico no tard en
terminar la consulta saliendo en busca de Carlos.
-Es usted don Carlos?
-As es y usted debe ser don Germn.
Ambos estrecharon sus manos con satisfaccin. Carlos tena treinta y
cuatro aos y Germn acavaba de cumplir Cuarenta, lo cual significaba que
ambos podran compartir experiencias y tal vez aficiones. Germn tom la
iniciativa.
-Te presento a Teresa, es el alma del ambulatorio, sin ella estara
perdido.
Teresa recoga los expedientes de la mesa para archivarlos mientras
deca.
-Don Carlos espero que se encuentre agusto entre nosotros, San
Rafael es un pueblo muy acogedor. Le gustar.
-Si espero que te guste, de momento te ensear la cnica. Mira como
vers hay tres puertas como has podido ver en esta es donde yo paso
consulta y la de la derecha es la tuya, anteriormente de don Zacaras. La
puerta de la izquierda da a un pasillo, sgueme.
Germn abri la puerta del pasillo.
Mira la puerta del frente era la casa de Zacaras siempre vivi en la
casa que el pueblo tena destinada al mdico, de momento es tu casa aunque
deberas hablar con el alcalde y comunicarle tu llegada.
-T vives en una casa del pueblo?
-No, yo tengo vivienda propia, soy de aqu y aqu tengo la familia.
Pero sigamos por el pasillo.
Germn enseo a Carlos en primer lugar los aseos, una habitacin
donde se poda practicar una operacin de urgencia y una nueva habitacin
con dos camas.
-Carlos debo dejarte me quedan dos visitas y casi es hora de comer,
si necesitas algo dselo a Teresa. A! Teresa no es enfermera es secretaria
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Al salir German dijo a Teresa.
-Teresa ensale su casa y aydale en lo que puedas.
-Vale relmpago < contest Teresa mientras le comentaba a Carlos>
siempre es igual todo lo hace corriendo. Mire don Carlos.
-Por favor Teresa tuteme.
-Como usted quiera. La puerta del pasillo que da a su casa tiene un
cerrojo por dentro para que no le molesten y aqu en el cajn tengo las llaves
de la puerta de la calle, vamos y se la enseo.
Teresa cogi las llaves del cajn, y saliendo a la calle abri la puerta
contigua al ambulatorio. Una sala presidida por una escalera y una chimenea
frente a ella un sof que pareca confortable; dos puertas una a cada lado de
la estancia, una era el acceso al ambulatorio y la otra la cocina. Teresa le
explic que en la parte superior dispona de dos habitaciones y el bao. Si
necesitaba una seora de limpieza se la poda conseguir por horas.
-Si Teresa pero ahora te agradecera ms que me dijeras donde
puedo comer, a ser posible comida casera.
-Lo tiene fcil en la plazuela de aqu al lado, en el mesn la duea se
llama Susana all se come bien y barato. Voy a cerrar la consulta y me voy
usted puede entrar por la puerta lateral sobre la mesa le dejar el telfono
del doctor y el mo por si tiene alguna necesidad.
-Gracias Teresa me has sido de gran ayuda.
Carlos sali tras Teresa, cogi las maletas del coche y las llev a la
casa, no se detuvo en deshacerlas las dej en el suelo y se fue en busca del
mesn.
Solo tres mesas estaban ocupadas, busc una mesa discreta mientras
pasaba por el mostrador y ojeaba los platos. El camarero no tard en llegar.
-Qu desea tomar?
-Quera comer.
-Disponemos de men del da o puedo ofrecerle un plato combinado.
-No, traiga el men me gustan los platos de cuchara.
El camarero se dirigi a la ventana que daba a la cocina gritando un
men para el seor de la esquina!
No tard en salir una muchacha de la cocina sirviendo a Carlos. Ms
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tena prisa y se dedic a observar el mesn, su aspecto era confortable y
hogareo y aunque haban pocas mesas era espacioso y debera caber mucha
gente sentada, despus se dio cuenta que tras un celador haban apiladas
mesas y sillas. Un Joven entr en el local y echando una mirada se dirigi a
Carlos.
-Buenas tardes es usted don Carlos?
-S, as es, en qu puedo servirle?
-Ms bien en qu puedo serle til yo? me presentar soy Cipriano Bengoechea y soy concejal
del ayuntamiento, me han informado de su llegada al pueblo y he venido a
darle la bienvenida con la esperanza que sea feliz entre nosotros.
-Se lo agradezco, precisamente pensaba ir a visitar al alcalde y
saludarlo pero si ha venido usted posiblemente venga en su nombre.
-No! ms bien no; se puede decir que aunque mi padre y don Rafael
son amigos yo pertenezco a la oposicin y no comparto sus ideas.
-En ese caso no me es usted de mucha utilidad, pero con el cargo que
ocupa debe de estar bien informado de los pormenores del pueblo.
-As es, pregunte lo que quiera.
-Quisiera saber cuntos habitantes tiene el pueblo y a que distancia
est el hospital ms prximo?
-Tenemos cuatro mil trescientos habitantes aproximadamente, nos
consideramos un pueblo grande, aunque no tenemos muy buenas salidas por
las montaas que nos rodean y nos obligan a salir por el pueblo vecino
Almadella; el hospital ms prximo est entre hora y media y dos horas
depende de varios factores y en el invierno de la nieve y el hielo.
- Me est diciendo que en invierno podemos quedarnos aislados?
-Si perfectamente, suele pasar a Menudo, pero ya estamos
acostumbrados y los comercios se preparan para ello.
-De qu viven aqu? Quiero decir si tienen industria?
-Nuestro pueblo es ganadero y agrcola. Disponemos de dos
cooperativas una ganadera y otra agrcola y la serrera o fbrica de cartuchos
como llamamos en el pueblo a los cilindros que fbrica, para la calefaccin
con los desperdicios de la madera del monte y la poda. Si ha cruzado el
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ubicado el polgono industrial y los almacenes de Material de construccin o
de cualquier otra ndole.
-Dgame y los pueblos ms prximos?
-Almadella a doce kilmetros all hay estacin de tren y Campo de
Zarria que est a cerca de veinte.
-Ya entiendo, casi se puede decir que estamos perdidos en el monte.
-No lo crea gracias a mi insistencia se ha instalado una antena en el
monte y disponemos de televisin e Internet.
-Hombre muchas gracias Gracias seor Cipriano
me ha sido usted de gran ayuda. Ahora dispense pero debo deshacer las
maletas y tomar posesin de la casa que tan amablemente me han ofrecido en
l pueblo.
Cipriano le ofreci su mano y sali por la puerta satisfecho. Mientras
Carlos pagaba la cuenta y se diriga a su nueva casa. Subi con las maletas al
piso superior, todo estaba como haba dicho Teresa, ms de media hora
estuvo colocando la ropa a su gusto y comprobando las toallas que haban en
el armario del bao. Baj al saln y abri la cocina, en ella encontr
suficientes cacharros; para el solo no necesitaba muchos ms, la nevera
estaba abierta y su interior vaco, pens. . Las nicas personas a las que conoca eran del
mesn, enchuf la nevera y cerrando la puerta se dirigi al mesn. Al entrar
Susana estaba tras el mostrador limpiando los vasos, se acerc a ella.
-Buenas tardes se llamaba usted Susana?
-S, seor. Qu desea?
-Solo preguntarle dnde puedo encontrar un supermercado o
tiendas de comestibles?
-Este pueblo est demasiado alejado para tener supermercado, pero
no lo necesitamos. De su pregunta se deduce que es la primera vez que viene
a San Rafael y por lo tanto no conoce el pueblo.
-As es, soy el nuevo mdico.
-Bien pues atindame. Detrs del mesn haca el este solo quedan
dos cortas calles y despus muy cerca el rio, no se puede construir pues el rio
suele desbordarse en invierno o primavera. Si coge usted por la esquina del
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calle del Mdico;se encontrar la calle del Molino siguiendo por ella la cruza
en primer lugar, la calle Mayor o de la Carreteraque es la paralela a la calle
Vieja, en ella encontrar un horno y una carnecera. Siguiendo por la calle
del molino cruzar la calle San Pedro, la calle San Antonio, santa Brgida y
llegar a la plaza de San Juan, all tiene un ultramarinos, la tienda de Dolores
vende ropa y calzado botones etc., otra panadera y hacia el sur la carnecera
de Roque. En la plaza tambin puede encontrar el bar de Iaki y el
ayuntamiento y si continua por la calle del molino la ferretera all puede
encontrar desde un clavo a un televisor. Le he sido de ayuda?
-Si de mucha ayuda, pero tengo otra pregunta Dnde vive el
alcalde?
-En la esquina de la Ferretera, en una casa muy bonita la ver
enseguida no hay otra como ella.
-Gracias Susana a! y maana cuente conmigo para comer, los
garbanzos estaban deliciosos.
Susana sonri mientras secaba los vasos. Carlos mientras se alejaba
pens que tena tiempo de visitar al alcalde y hacer la compra. Mientras
caminaba observ que las casa del pueblo eran una mezcla de edificaciones
antiguas y modernas y que ningn edificio superaba las tres alturas. Lleg a
la plaza, la encontr grande para un pueblo como San Rafael. Sigui y pronto
encontr la casa del alcalde como haba dicho Susana destacaba entre las
dems, llam a la puerta. Una seora cercana a los sesenta aos la abri.
-Buenas tardes qu desea?
-Busco a don Rafael el alcalde, soy Carlos el nuevo mdico.
-O! pase usted don Carlos, mi marido est en el despacho.
Carlos sigui a la seora y pronto se encontr en un despacho con
muebles antiguos y una gran biblioteca.
-Rafael es don Carlos el nuevo mdico .
El alcalde sali de detrs de la mesa y se estrecharon las manos.
Mientras deca el alcalde.
-Me alegro de su llegada, era mucho trabajo para un solo mdico ha
hablado con Germn o Teresa?
-Si he llegado esta maana y me ha dado tiempo de ponerme al
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viernes y el lunes le ayudar al doctor Germn y terminar de ponerme al
corriente. De momento me he instalado en la antigua vivienda de don
Zacaras.
-Ha hecho usted bien de lo contrario hubiese estado baca y usted
tendra que pagar un alquiler. Antiguamente exista la costumbre de que el
pueblo tuviera casas disponibles para mdicos y maestros. Esa costumbre ha
desaparecido pero si tenemos la casa porque no utilizarla. Debo advertirle
que Germn se ir en breve y llegara un nuevo mdico tambin tenemos
pendiente un enfermero o enfermera, aunque hemos pedido dos. Teresa no
es enfermera aunque lo parezca.
-Si saba lo de Teresa, lo que desconoca era que Germn se iba. Es
por algn motivo especial.
-El dice que quiere reciclarse, pero yo creo que hay otros motivos. Su
mujer muri de cncer y su hija en pocos aos querr ir a la universidad; en
realidad necesita salir del pueblo y de los recuerdos. Ha conseguido una plaza
en Burgos y segn me ha dicho conservar la casa de sus padres para venir
de vacaciones.
-Est usted casado don Carlos?
- No, no he tenido esa suerte o no he encontrado la mujer adecuada.
-Yo tengo dos hijas, pero ninguna en el pueblo. Hace treinta aos
conoc a mi mujer en Madrid su ta tena una pensin y all fui a parar, creo
que el destino me llev all para conocerla y enamorarme, despus de dos
aos visit el pueblo y me gust su tranquilidad. Soy Notario pero aqu hay
poco trabajo y mont la gasolinera que habr visto a la entrada del pueblo,
con ella doy trabajo a tres personas.
-Sus hijas viven en el pueblo?
-No una vive en Madrid y la otra en Alicante; las veo de tarde en
tarde como a mis nietos, pronto vendrn de vacaciones.
-He tenido la visita de Cipriano y me ha parecido muy amable.
-Pobre Cipriano, es hijo de mi amigo Salvador el que vive en la casa
de la colina, subiendo desde la plaza hacia el norte se ve la casa al final de la
calle elevada sobre un promontorio. Cipriano quiere ser alcalde pero el
pueblo no le da suficientes botos y es mejor as. Yo he pensado en retirarme y
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sustituto y no es Cipriano. Aqu en el pueblo nos conocemos todos y de nada
sirven las siglas del partido, incluso en ocasiones estorban.
-Cuntos aos lleva como alcalde?
-Veinte y crea que ya tengo ganas de dejarlo, si no lo hago es porque
quiero preparar bien a Jos hijo del ferretero. Cipriano tiene una gestora que
le mont su padre pero su problema es que tiene delirios de grandeza y poca
paciencia para hacer las cosas. Este es un pueblo humilde, no disponemos de
industria la poca que tenemos la hemos creado nosotros y no podemos subir
los impuestos, debemos ir poco a poco.
La conversacin con el alcalde y su seora dur ms de una hora. El
alcalde le comunic que los sbados por la tarde solan reunirse en el viejo
sindicato y jugaban a las cartas o al domin con Fermn el maestro, Salvador
y sus amigos. Era conveniente que acudiera para conocerlos y trabar
amistades; Carlos le dio su palabra de que as lo aria y abandon la casa de
Don Rafael, para ir de compras.
Al da siguiente ayud a Germn en la consulta y terminaron antes
que otros das, despus de recoger le cont su entrevista con el alcalde y lo
que haban hablado referente a l.
-Si Carlos tomo las vacaciones en quince das y me incorporo el uno
de septiembre a mi nuevo destino; tendrs que atender tu solo la consulta
hasta que llegue el nuevo mdico. En cuanto a las cartillas las tenemos
partidas al cincuenta por cien. Espero que te sientas feliz aqu, es un pueblo
encantador.
Carlos comi nuevamente en el mesn y en la misma mesa. Despus
de comer se puso a ojear el peridico y pidi una copa de pacharn con hielo.
No tena prisa nadie lo esperaba. Gaspar el camarero intent trabar
conversacin con l.
Qu don Carlos Ya conoce el pueblo? Es bonito no?
Si es un pueblo muy bonito aunque no lo conozco todo puede
decirme donde est el sindicato?
-Si claro, detrs mismo del ayuntamiento es la parte trasera. El
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viene el nombre despus de la guerra se parti, una parte para el
ayuntamiento y otra para cine, en la parte superior est el bar y es donde se
renen para jugar al billar o al domin est con sillones y lmparas como lo
dejaron los franquistas y las consumiciones son ms caras que aqu en el
mesn.
-No se moleste no pienso comer all, estoy seguro que no tienen
cocineras como las suyas.
-No all solo sirven bebidas y algunas tapas, es ms una cafetera.
Carlos se fue y Gaspar se acerc a Susana.
-Te has fijado.
-En qu? < Contest Susana>.
-Est para comrselo, no me digas que no te has fijado.
-Gaspar es terreno prohibido; aunque reconozco que no est mal,
pero no deja de ser un cliente.
-Ya pero sigo diciendo que est para comrselo.
Carlos dedic la tarde a dar la vuelta al pueblo y conocer sus calles y
alrededores se interes por el camino que llevaba a la casa de la colina
vigilado por dos largas hileras de cipreses; por ltimo visit el arroyo y se
retir a su casa.
Las dos semanas siguientes pasaron como una exhalacin y cuando
se dio cuenta estaba solo como mdico del pueblo con la inestimable ayuda
de Teresa. Mientras tanto haba crecido la amistad con Susana y Gaspar para
los cuales ya no era un extrao, la seora Rosa la cocinera de vez en cuando
haca natillas o flan y le sacaba los postres directamente. Los sbados por la
tarde ya era costumbre acudir al sindicato donde haba conocido a los amigos
del alcalde, Salvador el dueo de la casa de la colina o la casa grande (como la
llamaban algunos), Jos el ferretero (padre), Casimiro el barbero, Roque el
carnicero y Zenn el jefe de la cooperativa ganadera. A Carlos le interesaba
hacer buenos amigos antes de investigar el motivo por el cual haba pedido el
traslado a un pueblo perdido en las montaas.
Ya llevaba un mes en el pueblo cuando se decidi a decirle a Susana
que despus de comer quera hablar con ella. Susana tard en acudir a su
mesa, lo hizo despus de recoger las mesas quitndose el delantal y
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-Bien don Carlos dgame que se le ofrece.
-Carlos por favor, tuteme. Quisiera saber si ha odo usted hablar de
una tal Laura que se fue del pueblo en el ao setenta y ocho.
-Don Carlos, digo Carlos como quieres que sepa algo de esa seora si
yo no haba nacido.
Carlos se sonroj por la metedura de pata mientras deca.- Tiene
usted razn perdone.
-No pasa nada hablaremos con Rosa tiene sesenta y tres, apunto de
sesenta y cuatro y debi conocerla.
Susana entr en la cocina y sali con Rosa, ambas se sentaron con
Carlos.
-Dgame qu dese saber?
-Quera saber si conoci usted a Laura una chica del pueblo que se
fue en el ao setenta y ocho.
-Laura, Laura no me suena qu edad tenia?
-Creo que veintids ahora tendra cincuenta y seis; no perdone
cincuenta y siete.
-Le llevo siete aos por eso no me suena, pero debera tener amigas
de su misma edad. Vamos a ver, posiblemente, Pilar la mujer del ferretero y
Celia la de Salvador (el de la casa grande) sean de su misma edad. Ambas han
sido siempre amigas incluso creo que la mujer del alcalde Constancia. Ellas
deben de saber alguna cosa de la chica.
-Gracias Rosa, otra cosa conoce usted el mote de los justos o la justa.
-Eso si me suena la Justa era el mote de la madre de Crescencio el
ganadero. Le llamaban la seora justa no viva muy lejos de aqu, pero nunca
supe su nombre nadie se lo deca.
Susana exclam.
-La justa! madre de Crescencio lo que hay que or. As ha salido el
hijo.
-Conociste a la justa?
-Si una vieja simptica hace ocho o ms aos que falleci, pero el
hijo es bastante justo y cerrado tiene ganado a dos kilmetros del pueblo
siguiendo la calle mayor; vive all entre el ganado, mis padres en ocasiones le
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compraban queso y embutidos. Los hace el mismo pero sanidad exige mucho
control y yo deje de comprarle, ahora los compro a la cooperativa.
No saba Carlos lo poco que iba a tardar en conocer a Crescencio. Al
sbado siguiente sobre las doce llamaron a la puerta de Carlos. Un hombre
sucio con la boina cogida con las dos manos y apoyada en el pecho pregunt.
-Est don Zacaras?
-No ahora el mdico soy yo, don Zacaras se jubil y se fue del pueblo
a casa de su hijo. Pero dgame qu ocurre?
Margarita quiere parir y ya es vieja, parece que le cuesta.
-Cojo el maletn y nos vamos con mi coche dnde vive?
-Por la calle Mayor a una cuarta.
Carlos se dio cuenta de que aquel hombre debera ser Crescencio el
hermano de Laura. Subieron al coche y se dirigieron a la granja. Al bajar
Crescencio se dirigi al cobertizo que haba a su izquierda, Carlos lo sigui en
realidad era la cuadra donde estaban las vacas se qued un poco parado en la
puerta, sus zapatos no estaban preparados para tanta suciedad. Crescencio le
dijo.
-Pase, pase est aqu detrs.
Carlos pas y se encontr con una vaca apunto de parir Margarita
era una vaca! Ya que estaba all decidi prestar ayuda y despus re
reconocerla se quit la ropa de la parte superior e introduciendo el brazo le
dio la vuelta al becerro que vena de espaldas unos momentos ms tarde le
preguntaba a Crescencio donde poda lavarse; este sin inmutarse y dando
media vuelta le dijo.
-Sgame.
Carlos cogi el maletn y la ropa con el brazo izquierdo y lo sigui
(Crescencio ayudaba poco). Entraron en la casa junto a la cuadra y con una
indicacin Crescencio le mostr una pila formada por losas, el agua sala de la
pared y corra entre las losas que formaban una acequia, una piedra
travesada serva para retener el agua y la sobrante segua su curso; despus
de lavarse asom a la puerta y vio como la acequia junto al agua restante
serva como abrevadero para los animales con el mismo sistema, antes de
perderse bajo tierra, entro a recoger el maletn y se encontr con que
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-A don Zacaras le daba un queso usted quiere uno o dos?
Carlos mir fijamente aquel hombre, que pareca no saber en qu
poca viva y le contest con amabilidad.
-Seor Crescencio, me basta con un queso pero debe tener en cuenta
que yo soy mdico de personas no de animales, para los animales estn los
veterinarios.
-Aqu nunca ha habido un veterinario, lo que es bueno para los
hombres es bueno para los animales; eso deca el doctor.
-Si es posible pero Carlos empez a mirar alrededor, dos
fotografas colgaban a cada lado de la pared, en una esquina un horno
moruno y un pequeo armario de obra con puerta de hierro llamaron su
atencin cuando escuch.
-Quiere comer < era la voz de Crescencio quien le invitaba, pens que
era buen momento para entablar amistad con l >.
-Si no es una molestia para usted.
-Tengo comida de sobra la cerda ha matado un lechn.
-En ese caso le acompaar.
Sin mediar ms palabras Crescencio entr en la que pareca la nica
habitacin de la casa y sali con una jarra de vino y un taco de queso sobre
una madera, a continuacin abri el armario y sac una hogaza de pan
diciendo.
-Suelo hacer pan dos veces por semana, antes de comer lo pongo en
el armario y se calienta, como recin echo.
Carlos pens no parece tan tonto como dicen mientras tanto
Crescencio abra el horno y sacaba el cochinillo. Sac dos escudillas de
madera de olivo y un cuchillo para Carlos el sac su navaja sentndose frente
a l y diciendo.
-Coma, coma.
Durante la comida el silencio imperaba, ninguno de los dos mediaba
palabra; Carlos termin y se dedic a fijarse en las fotografas, de nuevo
escuch la voz de Crescencio.
-Hierbas?
-Cmo dice?
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-Bien lo que usted tome estar bien.
Crescencio sac del horno un recipiente que haba puesto con
antelacin y con un colador de tela llen dos vasos. Sac el azcar y una
cucharilla. El no se puso azcar. Carlos crey que era el momento oportuno
de hablar y pregunt.
-La chica que est con usted en la foto, es su hermana?
-Yo no tengo hermanas.
-Pero, Crescencio se le parece.
-La comida se ha terminado.
Crescencio dej el vaso de aluminio sobre la mesa y sali por la
puerta con cara de pocos amigos; Carlos recogi el queso y lo vio entrar en la
cuadra, subi al coche y se fue. Sus pasos lo llevaron al mesn con el queso
bajo el brazo, su mesa estaba vaca y se sent en ella Susana solicita se acerc.
-Ahora te saco la comida.
-No por favor, estoy harto scame un pacharn. He comido con
Crescencio.
-Dios mo y te ha dado un queso de los suyos, te lo puedes comer te
aseguro que es bueno.
Susana le llev la copa y se sent a la mesa.
-Venga cuntamelo todo, parece imposible que Crescencio invite a
alguien a comer; eres un privilegiado.
Carlos le cont todos los pormenores de su encuentro con el
ganadero (cmo solan llamarle en el pueblo). Ambos rieron de lo ocurrido y
estuvieron charlando ms de una hora. Rosa sala de la cocina y se dirigi a
Carlos.
-Don Carlos le confirmo que las tres seoras que le dije el otro da
eran amigas de la tal Laura, aunque no la recuerdo mi prima que es ms
joven que yo, me lo ha confirmado.
-Gracias Rosa.
Rosa se fue y Carlos qued pensativo, Susana le pregunt.
-Ahora te iras al sindicato?
-No, no tengo ganas pasear un poco por la sombra, me encerrar en
casa y leer el diario de Laura tal vez encuentre algo que me aclare quin era.
C l d d l l L ?
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-Si podemos decir que era m paciente y Bueno creo que a ti te lo
puedo contar.
-Pues me lo cuentas bajo la arboleda junto al arroyo tengo ganas de
pasear un poco.
Susana se quit el delantal y despus de hablar con Gaspar se dirigi
con Carlos a pasear bajo los rboles cercanos al rio.
-Venga Carlos ya estoy dispuesta, cuntame todo lo que sepas de
Laura.
No hay mucho que contar si no fuera por la gravedad de los hechos.
Ocurri en el ao setenta y ocho, en la verbena de San Juan, segn parece ser
al terminar la verbena Laura se dirigi a la casa grande para terminar la fiesta
con sus amigos y amigas como otros aos. De los cipreses salieron tres
encapuchados con las sotanas y los capirotes de Semana Santa, la sujetaron y
uno de ellos la viol, despus salieron corriendo, ninguno habl ni se
descubri el rostro por lo tanto no los pudo reconocer. Uno debi volver
mientras ella segua llorando en el suelo intentando taparse con la blusa
rota. Y le propin varios golpes saltndole un diente y reventando su labio
inferior por dentro. Como pudo lleg a su casa segn dice en el diario y sus
padres la atendieron, ella decidi marcharse del pueblo y su padre le ofreci
el borrico que tenan as podra venderlo y sacar algn dinero por l. Su
madre no quera que se fuera pero ella le dijo. Como puedo pasear por el
pueblo con esta cara y que pensaran mis agresores cuando me vean se reirn
de m; toda mi vida vivir con vergenza si sigo aqu. Sus padres la
comprendieron y la dejaron marchar. Y a esto se reduce el diario de Laura,
yo me he propuesto encontrar a los culpables si es posible no tengo prisa
pero si curiosidad.
-Yo en tu lugar lo comentara con las personas con las que te juntas
en el Sindicato o casino ellos estn casados con amigas de Laura segn dice
Rosa y Quin sabe? Tal vez sepan algo que t desconozcas.
Si tienes razn estudiar como lo digo, pero si no empiezo a
investigar nunca sabr que parte de verdad hay en el diario, ni la opinin de
los que la conocieron. La pareja regres al mesn y Carlos recogiendo el
queso y el maletn del coche se fue a su casa.
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Unos das ms tarde Carlos recibi un telegrama, iba dirigido al
mdico de San Rafael, a Carlos le extra que en la era de las
telecomunicaciones se mandase un telegrama. El telegrama deca as.
Llego el martes--- me incorporo el uno del nueve--- hay donde
alojarse?
Tl 667454188 Amaya.
Carlos recapacit si Amaya era la enfermera que esperaba no se
poda alojar en su casa y tambin esperaba un doctor o doctora despus de
comer en el mesn pregunt a Susana por viviendas que se alquilasen.
Susana le respondi.
En el bar de Iaki hay cuatro habitaciones, tambin hay casas que se
alquilan en el verano y yo dispongo de dos pequeos apartamentos en la
parte superior del mesn, uno ya lo han vaciado y el otro lo vacan el
domingo da cinco.
Veras espero un doctor y un enfermero, s que uno de los dos es
mujer pero del otro no s nada; creo que es mi obligacin moral intentar
acomodarlos y despus que ellos decidan.
Puedes contar conmigo intentaremos acomodarlos y el precio ser
econmico, en invierno aqu no viene nadie, podramos decir que es
temporada baja.
Carlos llam por telfono a Amaya; una voz se escuch al mvil.
-S, dgame Quin es?
-Soy el doctor Carlos del Olmo, usted debe ser Amaya.
-S, as es.
- El problema de la vivienda est resuelto, cuando llegue al pueblo,
sigua por la calle mayor y tuerza a la derecha en la segunda esquina y la
siguiente a la izquierda. El ambulatorio est junto una plazuela, lo encontrar
con facilidad.
-Gracias don Carlos, en dos das estoy all, adis.
-Adis Amaya adis.
Ese sbado por la tarde Carlos visit el sindicato como haba hecho
otras veces encontr a Salvador y el alcalde jugando al domin con Jos el
ferretero y Fermn el maestro (persona a la que no conoca Carlos por
d l f d d d ) l
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de la partida al alcalde y a salvador les toc pagar la consumicin, entre risas
por una parte y excusas por la otra, se levantaron de la mesa y se fueron a la
zona de los sillones como le llamaban < en realidad sillas tapizadas con
apoyabrazos y mucho ms cmodas> Carlos esper el momento oportuno
tras la euforia de la partida y la peticin de las consumiciones, para hacer sus
preguntas, un comentario del alcalde le dio la oportunidad.
-Don Carlos tengo entendido que visit usted la granja de Crescencio
y este le invit a comer.
Una sonrisa se dibuj en la cara de los asistentes.
-S, as fue y me lleve dos grandes sorpresas.
-Cuente, cuente, que sorpresas como fue el encuentro .
-Hace quince das, llam a mi puerta y me dijo que Margarita estaba
de parto yo cre que era una mujer, tal vez su mujer cog el maletn y nos
fuimos rpidamente. Mi primera sorpresa fue comprobar que la tal margarita
era una vaca.
Las risas se propagaron por todo el local.
-Cuente, siga, sigua que pas despus. < Apremi de nuevo
Salvador>.
-Despus de atender a la vaca, me regal un queso y me invit a
comer tena un exquisito lechn al horno, del que dimos buena cuenta entre
los dos. Esa fue mi segunda sorpresa lo rico que estaba todo cuanto sac a la
mesa, incluido el pan que el mismo elabora. Despus de comer vi una
fotografa al lado de la chimenea de l y la que pareca su hermana de
adolescentes y al preguntarle por ella su semblante cambi y abandon mi
compaa; en pocas palabras sin decirme que me fuera me ech.
-Si es tpico de un animal como l .
-No quiso hablar de su hermana Laura y sin embargo yo estoy
interesado en recabar informacin sobre ella. Es posible que ustedes la
conocieran se fue del pueblo en el ao setenta y ocho.
Los asistentes se miraron unos a otros
-Yo solo llevo veinte aos en el pueblo no pude conocerla.
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-Yo si la conoca y Jos tambin era amiga
nuestra pero poco podemos decirte de ella, un da desapareci y que yo sepa
nunca volvi.
-Si pero algo se dira por el pueblo de los motivos por los que se fue.
-Sinceramente si los hubo es el secreto ms bien
guardado que conozco, no creo que nadie en el pueblo sepa los motivos, se
dijo que le rob el asno a su padre y se fue con un forastero.
-Todos sabemos que ese bulo es falso Laura no
era as debi tener algn motivo muy fuerte para abandonar el pueblo. Don
Carlos era una buena chica yo la conoca muy bien de toda la vida, tomamos
la comunin el mismo ao y siempre fue amiga ma, debi tener un motivo
poderoso. Tal vez se fue para estudiar o trabajar, lo que nunca supe es
porque desapareci en plena juventud. En fin es agua pasada, mejor
hablemos de futbol.
Carlos entendi que de momento no poda tirar ms del hilo y sigui
la corriente. Mientras pensaba que mejor sera hablar con ellos por separado
y descubrir lo que le ocurri a Laura en privado. Ya en su casa se traz un
plan para ir investigando y hablando con los que la conocieron. Record que
en las peluqueras suele ser donde ms informacin se puede conseguir y esa
misma semana fue a visitar a Casimiro el barbero. Mientras le cortaba el pelo
le pregunt si saba alguna cosa de Laura amiga de salvador y Jos el
ferretero.
-No, no puedo decirle nada en concreto de Laura yo tengo cuatro o
cinco aos menos que Salvador y Jos, solo puedo decirle que de su cuadrilla
de amigos solo quedan ellos dos; eran cinco y se juntaban con las amigas de
Laura que eran cuatro yo recuerdo a las dos cuadrillas muy unidas. Ellos eran
los de mejor posicin en el pueblo y ellas las ms guapas.
-No, la ms guapa era la estanquera la estanquera se juntaba en ocasiones con ellas
pero era dos aos ms joven y tena muy mala leche, se cas con ngel y se
fueron a vivir a Valladolid, ella vuelve de vez en cuando pero Angel muri.
-Conoci usted a Laura? .
-Si yo soy tres aos mayor que ella, era amigo de su hermano y de
l M l d l d
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hermano que es un ceporro; yo hace ms de un ao que no lo veo; desde que
muri la justa se fue a vivir a la granja y de all no sale. En cuanto a su
hermana se dijeron muchas cosas en su tiempo, pero nadie sabe nada en
concreto.
Carlos tuvo claro que en el pueblo nadie saba lo ocurrido a Laura y
que quien lo supiese no abrira la boca. Haban pasado muchos aos y nadie
la haba abierto no caba esperar que lo hiciera ahora despus de tanto
tiempo.
La maana era calurosa y no hubo muchos pacientes en la consulta,
al terminar Carlos decidi hacer un recuento del insturmental y pedir lo que
consideraba que poda hacer falta. Un joven de un metro ochenta lleg a la
puerta y se present a Teresa.
-Buenos das, Me llamo Juan Carlos y estoy destinado a este
ambulatorio. Teresa entr rpidamente en la consulta e inform a Carlos;
este sali rpidamente a recibirlo.
-Me llamo Carlos, Carlos del olmo y la seora es Teresa es usted el
mdico?
-No, yo soy ATS. Si quiere pueden llamarme Juan para evitar
confusiones.
-Pues bien Juan estbamos esperando un ATS y un doctor, en ese
caso falta por llegar Amaya, ella debe ser la doctora, si quiere puede entrar
estoy revisando el insturmental y despus ya hablaremos del alojamiento.
Juan y Carlos charlaron mientras confeccionaban la lista y Carlos le
inform de los pormenores del pueblo. Se estaban preparando para cerrar
cuando un coche aparc frente al ambulatorio. Carlos sali a la puerta
seguido de Juan y Teresa; del vehculo baj un matrimonio maduro y una
joven, miraron la fachada y la seora dijo.
-S, es aqu < y se dirigi hacia ellos > este es el ambulatorio?
-Mama tiene el letrero en la puerta. < Contest la joven>.
-S pero mejor preguntar; Quin dirige esto?
-De momento yo y a partir del da uno la doctora Amaya
L d l d d l h l
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-Usted debe ser Don Carlos soy la doctora Amaya.
Perdone a mis padres nunca he salido de casa y estaban deseando saber
dnde me destinaban.
-Mucho gusto de recibirla, le presento a Teresa y Juan con usted
estamos completos. Ahora que tal si descargan el equipaje y nos vamos a
comer si les parece bien?
Aceptaron y despus de descargar el equipaje (tres maletas) Juan
hizo lo mismo (una maleta, una bolsa de mano con zapatos y el porttil) y se
dirigieron al mesn. La seora no dejaba quieto a nadie, todo lo miraba y
preguntaba, antes de sentarse a la mesa decidi ir al aseo acompaada por su
marido; momento que aprovech Amaya para pedir disculpas.
-Perdonen a mi madre, cree que todava soy una nia y quiere
protegerme, en realidad nunca he estado fuera de mi casa ms de quince das
y ahora no s cunto tiempo pasar aqu.
Su madre no tard en volver.
-Al menos los aseos estn limpios, creo que podemos comer
tranquilos.
-Seora no tema por su hija < dijo Carlos> este es un pueblo muy
tranquilo y con una gente maravillosa, su hija estar muy bien y nosotros
cuidaremos de ella no debe guardar ningn temor no poda haber ido a mejor
sitio, aqu no hay delincuencia ni locales nocturnos de alterne.
-Si pero y la vivienda no he visto ningn hotel.
-No lo necesita aqu en el mesn tiene reservado un apartamento o
algo parecido, despus de comer Susana la duea se lo mostrar. En el
ambulatorio hay una casa para mdicos donde vivo yo pero solo hay una
habitacin libre, por eso hable con Susana y le reserv los apartamentos. Uno
estar ocupado lo que resta de semana eso quiere decir que Juan, que
tambin ha llegado esta maana ocupar la habitacin del consultorio hasta
que quede libre la otra si les gusta.
Susana no tardo en servirles y apenas comieron les mostro los
apartamentos que fueron del agrado de la seora. Acuciada la madre por el
padre de Amaya, pues vivan en Barcelona y el camino de regreso era largo.
Se despidieron rogndoles que cuidaran de su nia. Amaya respir cuando
l l D l l l d d C l
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y Juan. Sobre las seis de la tarde quedaron para dar una vuelta por el pueblo y
Carlos les mostro las diferentes calles y comercios. Tambin les dijo que l
sola comer en el mesn y cenar en su casa. Juan le respondi.
-Podramos hacer alguna compra y cenar juntos los tres, por mi parte
mientras est en su casa seguir sus costumbres.
-Me parece bien < contest Amaya > a m tambin me gustara hacer
una compra y llenar la nevera del apartamento.
Llegaron a casa cargados de bolsas y Carlos se encarg del men.
Patatas fritas, huevos y verdura a la plancha. Amaya quera saber cmo
funcionaba el ambulatorio.
-Teresa abre a las nueve, tenemos una consulta para cada uno y solo
un ATS, Teresa no es enfermera es administrativa, pero la utilizamos en
ocasiones como ayudante tcnico es muy competente. Juan si tienes que
hacer curas, pinchar o realizar alguna extraccin debers pasar por el pasillo
y utilizar el supuesto quirfano, cuando no tengas trabajo puedes ayudar a
Amaya. En cuanto a las cartillas te corresponden las del doctor German
prcticamente tenemos mitad por mitad y eso es todo. Si tienes alguna duda
consltame no lo dudes.
Una semana ms tarde todo funcionaba correctamente y Juan haba
abandonado la habitacin de la clnica para instalarse en el mesn. Los das
fueron pasando y Carlos decidi seguir con sus investigaciones sobre Laura.
Aprovech que la seora del alcalde fue a la consulta para proponerle tener
una conversacin sobre su amiga Laura, la seora le invit a tomar caf a las
cinco y Carlos acept. A las cinco en punto llam a su casa.
-Buenas tardes doa Constancia.
-Buenas don Carlos Pasemos a la salita.
Constancia sirvi el caf y se sent frente a Carlos.
-Quera usted saber sobre Laura, he buscado algunas fotos pero no
tengo muchas en aquellos tiempos no nos sobraba el dinero, yo vengo de una
familia humilde como Laura, mi amiga Celia casada con don salvador estaba
en mejor posicin y Pilar era hija del carnicero, la carnecera que hay cerca de
la plaza es de su hermano, cuatro aos mayor que ella. Durante la juventud se
aadieron y se fueron algunas amigas pero nosotras cuatro siempre
d A d d d
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hacerlo tenan que salir a la capital, a Burgos, a Santander o a Madrid. En mi
caso yo no estudie y mis padres me mandaron a Madrid a trabajar en una
zapatera de un pariente de mi madre, su mujer regentaba una pensin, yo
tena veintitrs aos y Laura ya haba desaparecido, all conoc a mi marido y
me cas con veintisis aos, despus nos vinimos al pueblo. Yo lo aoraba y
mis padres estaban delicados.
-Cunteme si Laura sala con algn chico o tena novio.
-Yo no le he conocido novio alguno aunque si tuvo pretendientes, a
ella le gustaba bailar y divertirse no pensaba en compromisos. Puede que
Salvador le echase los tejos, pues la buscaba cuando se peleaba con Celia,
pero ella no le haca caso y selo contaba todo a Celia, en realidad no haca
caso a nadie.
-Qu recuerda de la noche de San Juan cuando desapareci?
- Tenamos por entonces veintiuno o veintids aos, Laura bail
toda la noche con gente del pueblo y forasteros; la verbena de San Juan es
famosa por los alrededores y viene gente de muchos pueblos del alrededor.
Recuerdo verla bailar con Salvador a Celia creo que no le cay bien y nos
retiramos muy pronto. Puede que ese da salvador y ella tuvieran algn
enfado y Salvador quisiera En fin Todos sabamos que Salvador y Celia se
queran. Se casaron dos aos despus de irse o desaparecer Laura. Poco ms
puedo decirle. He buscado fotos en las que estuviera Laura y solo tengo
cuatro mrelas en la primera estbamos en el colegio Laura es la de las
trenzas y yo la de la esquina, en esta estamos todas en la procesin, aqu
bailando en la casa de la colina con los amigos y esta es en una cena de
despedida cuando Jos se iba a la mili. No dispongo de ms.
-No se preocupe me ha sido de gran ayuda.
En realidad Carlos sali de la casa casi como haba entrado,
continuaba sin tener una pista fiable solo l saba lo ocurrido y no quera
contarlo sin saber a qu atenerse.
A finales de octubre cay una fuerte nevada el otoo quera
despedirse hacindose notar. Por todos los santos era costumbre sacar los
abrigos, ese ao con ms motivo tuvieron que sacar las botas de agua a los
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quince das la nieve haba desaparecido y despus de casi quince das la nieve
y las ventiscas anunciaron que iba a ser un crudo invierno.
Carlos miraba la televisin cuando llamaron a la puerta. Del coche de
la polica municipal bajaron a un seor temblando y envuelto en mantas; el
hombre apenas se tena en pie, no pareca enfermo por lo que Carlos les
indic que lo dejasen en el sof. El polica le inform.
-Lo hemos encontrado dentro de un coche casi congelado, nos avis
Manuel el chico de la gasolinera lleva tres das sin salir apenas del vehculo.
-Bien dejadlo aqu le ar un reconocimiento.
Carlos le hizo una revisin y solo encontr la tensin baja y lo
delgado que estaba el seor; despus le pregunt.
-Cuantos das lleva sin comer?
El hombre tuvo que esforzarse para responder.
-Unos cuantos.
-Bien creo que usted no tiene nada que no se pueda arreglar con una
buena comida pero antes ha de pasar por la ducha, huele usted a gloria.
El hombre no tena fuerzas y Carlos tuvo que ayudarle a ducharse, le
dio sus zapatillas, ropa interior limpia y un albornoz, de nuevo le ayud a
sentarse en el sof frente a la chimenea.
Carlos haba puesto patatas en el horno para su cena hizo unas
chuletas de cordero y un huevo para cada uno; puso la mesa y observ que el
paciente ya no temblaba. Le ayud a sentarse y compartieron la comida,
despus le calent un vaso de leche y le hizo tomar dos pastillas. Con la ayuda
de Carlos el hombre volvi al sof frente al fuego reparador. Hora y media
ms tarde Carlos dijo.
-Es hora de acostarse le ayudar a subir a la habitacin.
-No por favor djeme dormir en el sof frente al fuego he pasado
mucho frio estos das.
Su voz aunque temblorosa y dbil empezaba a recuperarse. Carlos
accedi y se fue a dormir.
Al da siguiente cuando bajo de su habitacin el forastero segua
durmiendo, se dirigi a la cocina y calent leche, sac miel, tostadas, galletas
y aceite. El forastero despert con el ruido de Carlos.
S l d l
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El hombre se levant y con pasos que denotaban su debilidad se
sent a la mesa sin mediar palabra. Al terminar el desayuno Carlos le volvi a
tomar la tensin y observ que esta se haba recuperado, aunque el hombre
continuaba estando dbil.
-Yo debo irme a pasar consulta si tiene ganas de comer, o alguna otra
necesidad est en su casa.
Los guardias municipales pasaron a preguntar por el paciente. Carlos
les dijo.
Est bien pero tardar en recuperar las fuerzas, lo mejor ser que
pase unos das conmigo y despus es cosa vuestra.
-Cree usted que es un mendigo y que el coche es robado.
-No s si el coche es robado pero la ropa que llevaba no es de
mendigo, toda ella es de marcas caras, no creo que sea un mendigo ni un
delincuente, habla poco pero con educacin, creo que maana estar en
disposicin de responder a todas sus preguntas.
A la hora de comer Carlos lo llev al Mesn y lo mismo hizo al da
siguiente, ante la atenta mirada de Susana. Al terminar de comer Susana con
una copa de pacharn en la mano se sent con ellos.
-quiere usted una copa? Seor
-Francisco, Francisco Elorriaga de las Eras. No, no quiero beber ms
alcohol en mi vida, he tenido suficiente. Solo quiero recuperarme y buscar un
trabajo. Doy gracias a Dios por haber encontrado unas personas como
ustedes; me han atendido y me han cuidado sin un solo reproche y sin hacer
preguntas. Algn da les contar que me ha ocurrido, hoy por hoy no me
encuentro con fuerzas.
-No tiene nada que explicar, su vida es solo suya .
-Si tengo mucho que explicar, usted paga mi comida sin esperar nada
a cambio pero le juro que le devolver hasta el ltimo cntimo, ms abusando
de su confianza quisiera traer mi coche a la plazuela, pero no me queda
combustible all he dejado mi ropa y mis papeles.
-Bien si ese es el problema tiene solucin, iremos con mi coche y le
pondremos combustible al suyo.
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Salieron del mesn y se fueron en busca del coche de Francisco, al
llegar Carlos se sorprendi. El coche era un Mercedes que no tendra ms de
dos o tres aos despus de arrancar el vehculo con ayuda del chico de la
estacin de servicio, regresaron a la plazuela. Francisco sac la maleta y puso
la ropa en la lavadora. Al da siguiente se person en el retn de guardia de
los municipales y les dio todo tipo de explicaciones. A continuacin habl con
el alcalde y le pidi trabajo; el alcalde no le prometi nada pero le dijo que lo
tendra en cuenta. En cuanto Francisco sali del ayuntamiento, el alcalde
llam a Carlos y le explic la entrevista. Carlos ya tena claro que Francisco no
era un delincuente y que contara su historia, cuando estuviera preparado
para ello; Carlos consideraba que su mayor herida estaba en su pecho.
Ese mismo da al terminar de comer Carlos sac un billete de cien
euros y dndoselo le dijo.
Puede que tenga alguna necesidad y no se atreva a pedir nada, un
hombre no puede ir sin dinero por el mundo.
A Francisco le corrieron las lgrimas por las mejillas sin poder
evitarlo; sin contestar cogi el billete y se lo guard y mientras Carlos se
tomaba su copa de pacharn se acerc Susana.
-Por favor Susana.
-Dgame Francisco.
-Aceptara usted cenar maana con el doctor y conmigo.
-Por supuesto Dnde es la cena?
-En casa de Carlos a las nueve.
-Bien pues all estar.
Carlos pens apenas tiene dinero y ya est invitando! Pero no
esperaba las palabras de Francisco.
-Se lo que piensa doctor y solo puedo decirle que para recoger hay
que sembrar y debo decirl,e que yo tambin me he fijado como mira usted a
Susana.
-No en eso te equivocas no estoy ahora mismo por la labor, quiero
decir que no es mi preferencia buscar pareja.
Perdone pero no dicen eso sus ojos, de todas formas maana har yo
la compra y la cena.
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A las nueve en punto llam Susana a la puerta; la mesa estaba puesta
no faltaba un detalle. Carlos la recibi diciendo en voz baja.
-No me ha dejado entrar en la cocina, no s qu cenaremos.
Francisco les hizo sentarse y destap una botella de vino blanco
(para l una cerveza) entr en la cocina y sali con tres platos, mientras
explicaba de que se trataba.
-Primer plato bacalao fresco con salsa particular y cebolla
caramelizada.
Carlos y Susana se miraban mientras coman, el plato no solo estaba
bien presentado tambin estaba riqusimo. No dejaron ni las migas (como se
suele decir).
Francisco recogi los platos y los llev a la cocina saliendo con otros tres
platos.
-Delicias de solomillo con salsa de boletus y fu casero: como vern
el plato solo es de degustacin para que puedan dormir tranquilos.
La comida confeccionada por Francisco era deliciosa, al terminar
pregunt sonriendo.
-Desean algo ms los seores?
-No Francisco estamos llenos.
- Bien pero no me despreciaran unas natillas he hecho de sobra y
tendremos para desayunar.
Los tres sonrieron la velada era agradable pero la noche aunque
serena e iluminada por la luna era fra y al da siguiente tenan trabajo.
Susana no tard en despedirse y Carlos se ofreci a acompaarla, cosa que no
rechaz Susana.
Bien abrigados y con las botas de agua salieron a la calle, Susana no
tard en entablar conversacin.
-Me ha sorprendido el tal Francisco, no saba que supiera cocinar y
en realidad todo estaba delicioso Dnde habr aprendido?.
-No tengo ni idea, pero doy por sentado que sabe cocinar. Sabes
Susana? estoy intrigado por saber quin es, y espero que algn da me cuente
su vida desde un principio me di cuenta que no era un mendigo ni un
malhechor, pero si era un hombre con una gran crisis o depresin. Por eso he
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procurado no hacer preguntas y dejar que su inteligencia actu por s misma,
creo que he acertado en m diagnstico.
-Has tenido buena sicologa eres siclogo?
-No estudi medicina general y un ao despus me especialic en
pediatra. Pero no he trabajado nunca como pediatra. Los nios son
especiales, no hablan no pueden decirte que tienen necesitas entenderlos y
no quera verme en un compromiso por eso me especialic en pediatra.
Hblame de ti Susana, deduzco por tu forma de hablar que tienes
estudios.
-Si as es estudi empresariales y despus estuve un ao en Gran
Bretaa trabajando y perfeccionando el Ingles al volver quise hacer A-D pero
mi padre cay enfermo y tuvimos que emplear gente en el mesn; mi madre
tena que llevarlo a dilisis y el mesn no daba para tanto me puse a trabajar
en un bar sirviendo mesas mientras estudiaba. Pero no es lo mismo estudiar
que trabajar y los estudios se hicieron largos. Un da recib una llamada de
Rosa (la cocinera) mis padres haban muerto en un accidente de automvil en
la curva siete (como la llamamos aqu) mi madre llevaba a mi padre a la
dilisis y resbal en una placa de hielo. Tuve que hacerme cargo del negocio
familiar y aqu llevo cinco aos; al fin y al cabo soy empresaria.
-Cmo es que no te has casado?
Susana sonri mientras deca.
-Tal vez me tengan miedo los mozos del pueblo o sea poco para
ellos. En realidad nadie me lo ha propuesto y se lo agradezco pues no conozco
a nadie que me interese. En una ocasin congenie con un chico mientras
estudiaba, en cuanto le dije que me quedaba en el pueblo no volvi a
llamarme; en otra ocasin Gaspar me dijo que Cipriano beba los vientos por
m, yo le contest que no bebiese tanto que se emborrachara. Nunca volvi a
decirme nada. Bien Carlos yo te he contado mi vida y no s nada de ti Qu
ha sido de tu vida amorosa?
-No hay mucho que contar, conoc cuando estudiaba en la
Universidad a una chica preciosa y nos hicimos novios, al ao lo dejamos el
cannabis pudo ms que yo, aos ms tarde mientras haca practicas una
doctora no dejaba que nadie se acercara a m, pareca que me quera con
l l f l d C d f d
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mientras yo me quedaba en Zaragoza donde viva; ella consigui una plaza en
Crdoba y mientras se iba en el tren me mand un mensaje que deca.
Voy rumbo a mi nueva vida en Crdoba, te deseo suerte, nunca te
olvidar
CARLA.
Y as termin todo, no s porque no me caus dao, tal vez no la
quera lo suficiente o tal vez tena otros problemas. Mi madre muri de un
cncer y no pude hacer nada por ella, cuando me di cuenta ya era tarde tena
metstasis, me lo haba ocultado para no apenarme qued solo con mi padre,
este me dej hace dos aos y decid cambiar de aires por eso ped este
destino.
-Bien Carlos ya hemos llegado a mi casa, es la parte superior de la
vivienda.
Se miraron fijamente ambos saban cules eran sus deseos. Sus
miradas lo decan todo Soraya se decidi bajando la vista y con voz muy
suave a preguntar.
-Quieres pasar?
-No tienes miedo de lo que ocurra si subo las escaleras?
-No tengo ms miedo de que no las subas.
Sus labios se fundieron en un deseado beso, mientras Susana abra la
puerta y sin soltarse pasaban al interior, subieron las escaleras como una
exhalacin y al llegar arriba sus labios se volvieron a fundir.
Las campanas de la iglesia tocaron despertando a la pareja.
-Las ocho dijo Susana, Dios mo se me ha hecho tarde.
Cada uno corra por su lado entre cmplices sonrisas; cmplices de
una noche de retenido y deseado amor.
Cuando Carlos lleg a su casa Francisco estaba en la cocina,
rpidamente le sirvi el desayuno y se sent frente a l sonriendo. Carlos lo
mir y solo dijo.
Qu?
-Nada, nada solo que la cena fue deliciosa y el da es maravilloso, los
pajaritos cantan, pio, pio, pio.
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Y se fue a la cocina; Carlos sonri, termin el desayuno y se fue a la
consulta sin afeitarse.
Ese mismo da cuando fueron a comer al mesn, las sonrisas y las
miradas se escondan. Gaspar se acerc a la mesa.
-Carlos sabes porque Susana ha venido tarde esta maana?
Sin esperar la respuesta se alej. Al momento volvi y sentndose
rpidamente le dijo a Francisco en voz baja.
-Rosa ya se lo ha dicho a Susana.
Se levant y se fue a servir mesas. Carlos mir fijamente a Francisco.
-Se puede saber que os llevis entre manos?
-S!, te lo cuento. El otro da cuando estaba limpiando el coche estuve
hablando con Gaspar, al que impresion ver un Mercedes por el pueblo. Me
pregunt cmo haba podido comprarme un coche tan caro; yo le respond
que trabajando de cocinero y se ech a rer, tuve que jurarle que era verdad.
Que yo era cocinero y entonces me dijo que Rosa quera Jubilarse, por eso os
invit a cenar era mi ocasin de demostrar a Susana, que se cocinar del resto
debe encargarse Gaspar.
-Ya Gaspar se ha convertido en tu representante.
-Podramos llamarlo as. Pero si quieres librarte de m tendrs que
ayudarme y echarme una mano.
El resto de la comida no habl del tema pero al terminar Susana se
sent en la mesa.
-Vamos a ver Francisco Qu os llevis entre manos entre t y
Gaspar?
-Nada Susana, solo le dije que era cocinero .
-No creas que con un poco de bacalao me vas a comprar.
-No ni mucho menos, pero te gust la cena a qu s? .
-Yo no me vendo por un plato de lentejas ya hablaremos.
Susana no pudo por menos que sonrer. Francisco saba como
ganarse a la gente; terminaron de comer y se fueron a casa de Carlos una
hora ms tarde lleg Susana. Despus de darle un beso a Carlos se sent en el
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sof con l, mientras Francisco ocupaba un silln. Sin perder tiempo Susana
abord el tema que le interesaba.
-Francisco posiblemente necesite un cocinero pero como puedes
comprender quiero saber a quin contrato y no me basta con que sepa
cocinar.
-Si tienes razn y en mi caso creo que os debo una explicacin y
mejor, empezar por el principio.
Cuando fui a cumplir mi servicio militar a Cartagena un compaero
de viaje me dijo que pensaba presentarse como cocinero aunque tuviera que
fregar cacharros, al menos comera bien. La idea me pareci buena me
destinaron a la cocina sin saber frer un huevo y as empec a saber lo que se
cuece en una cocina.
Al terminar el servicio militar busqu trabajo de cocinero y lo
encontr en un bar de playa en Santa Pola, all fui mejorando y aprendiendo,
dos aos ms tarde un anuncio del peridico me llev a Valencia capital a un
hotel de cuatro estrellas donde supe lo que era la alta cocina; tan pronto
tenamos que cocinar para doscientos, como tenamos una cena de negocios
para diez o doce personas. Jorge el jefe de cocina era fabuloso, un experto y
gran profesional, puedo decir que a su lado lo aprend todo. Pero el sueldo no
era de mi gusto y yo trabajaba como un enano. Nuevamente en el peridico
necesitaban un jefe de cocina en un restaurante de la Malvarrosa; era mi
oportunidad y no la desaprovech all estuve casi dos aos. Un buen da
terminndose el verano, un seor con bigote le dijo al camarero que quera
hablar con el jefe de cocina. Sal por si haba alguna reclamacin, el seor me
hablo de un contrato en Barcelona. Le hice esperar hasta la seis y me esper
hablamos de los pormenores; segn me dijo tena un restaurante y quera
subirlo de nivel yo deba encargarme de todo, yo decida y el pagaba, me
convenci y firmamos un contrato privado.
Quince das ms tarde estaba en Barcelona frente un Bar con no muy
buen aspecto, pero la direccin era la correcta. Entr con miedo y precaucin
unos hombres tomaban una cerveza en el mostrador. El seor estaba sentado
a una mesa, una mujer madura y una joven atendan tras el mostrador. Sobre
el mismo dos trozos de tortilla y embutidos variados eran toda su oferta. El
d
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-Bienvenido Qu le parece?
-Usted me hablo de un restaurante- le contest- en realidad me dio la
idea de darme la vuelta, pero el seor me dijo.
-Venga sintese.
Nos sentamos y empez a hablar.
-Mire usted hace un ao me toc la lotera, mi mujer me hizo
comprar este bar, segn ella nos bamos a forrar. Yo no puedo trabajar por
una lesin en la columna, me ca de un andamio. El bar en vez de ganar
dinero apenas da para comer, as que busqu consejo en la figura de mi
gestor, l fue quien me dijo que buscara un profesional si quera seguir con el
bar y yo he querido buscar el mejor, me dedique a comer en varias ciudades y
su comida me gust. Usted es el encargado de convertir esto en un
restaurante rentable. El hombre me pareci sincero me levant y empec a
inspeccionar el bar al fin y a la postre me haba despedido del restaurante
donde trabajaba. El local era grande y reuna condiciones, entr en la cocina
all apenas caban dos personas y estaba toda obsoleta, segu mirando la
barra no estaba mal pero necesitaba unos retoques, sobre todo cambiar la
parte superior. Cuando llegu a los aseos me llev una sorpresa estaban
nuevos una voz a mi espalda dijo.
-Los cambiamos recientemente segn la normativa.
En todas las casas que subministran gnero a los bares y
restaurantes, conocen buenos profesionales para realizar reformas y al
mismo tiempo venderte o facilitarte cmaras, cafeteras mesas etc. Incluso
financindotelas.
A los dos das tena un presupuesto de todo lo necesario incluidas
las sillas y las mesas. El dueo dijo que adelante yo mandaba y cumpliendo su
palabra l pagaba en poco ms de un mes contratamos dos camareros, su
seora pas a ayudarme en la cocina y su hija pas a la caja. Nos cost tres
meses de crear clientela y ser rentables, al poco tiempo su hija y su seora
dejaron de trabajar. Ao y medio despus me casaba con la hija y al poco
tiempo comprbamos otro restaurante cerca del puerto. La vida nos sonrea
tuvimos dos hijas preciosas yo me dedicaba a llevar la administracin del
negocio hacia las compras pagaba y solo me meta en la cocina en contadas o
l
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Mis hijas crecieron sin pasar necesidades. Hace dos aos empezaron
a gastar desmesuradamente coincidiendo con un bajn en la cantidad de
clientes fijos debido al cierre de dos empresas. No obstante yo no quera
despedir a nadie si reducamos los gastos podamos aguantar, decid hablar
con ellas mi hija menor acababa de cumplir dieciocho aos, la mayor veinte.
Despus de la cena abord el problema no esperaba que mis hijas
defendieran a su madre como lo hicieron por un descuido de mi hija mayor
supe que mi mujer se entenda con un camarero de veinticinco aos, cosa que
yo ya me imaginaba. No le di importancia pero las amenac con anularles las
tarjetas de crdito, mi mujer me contest.
-Ten cuidado no te las anulemos a ti.
Pasaron unos das y llegaron unas facturas de un centro comercial,
me fui a casa y no haba nadie, entre por primera vez en el vestidor de mis
hijas, haba ropa y zapatos por doquier sin estrenarmont en clera y las
esper. No me dieron opcin las tres se lanzaron sobre mi sin dejarme hablar.
Les dije que iba acortar las tarjetas mi mujer me dijo que no tendra huevos.
Pero lo que peor me sent fueron las palabras de mi hija menor.
T no puedes hacer nada, eres un desgraciado que vives del dinero
de mi abuelo, vete de m casa. Me fui por no darle un bofetn, no volv hasta
la noche siguiente y me encontr la cerradura cambiada y la maleta en la
puerta. Al da siguiente me fui al banco mi nombre haba sido retirado de las
cuentas. Entonces me di cuenta todo estaba a nombre de mi suegro, la casa,
los restaurantes yo solo tena permiso para utilizar las cuentas. De momento
me encontr sin nada habl con mi gestor sobre una posible denuncia y me
dijo que no podra afrontar un juicio y que en caso de afrontarlo sera largo
costoso y sin posibilidad de ganarlo, pues legalmente todo perteneca a mi
suegro, lo mejor que poda hacer era que me buscase un empleo. Me fui al
restaurante cercano al puerto donde tena mi oficina, un camarero me sali al
paso.
-Por favor seor Francisco me han dicho que no entre, no me ponga
en un compromiso.
El pobre temblaba mientras me lo deca.
-Le dije.- No temas saben que he venido a recoger mis pertenencias
l d h
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El hombre me dej pasar; siempre tena dinero en el despacho lo cog
y me fui sin rumbo fijo. No saba qu hacer ni a donde ir, las palabras de mi
hija resonaban en mi cabeza. Creo que instintivamente comenc a beber, era
lo nico que me libraba de mis pensamientos. Dos meses anduve perdido
hasta que se termin el dinero, decid volver a Almadella mi pueblo natal,
pero al llegar me di cuenta que all no tena nada ni a nadie y segu la
carretera, me qued dormido en la estacin de servicio con el motor en
marcha para no congelarme, el combustible se termin y Gracias solo
puedo darles las gracias, ustedes me acogieron y tuve tiempo de recapacitar,
tena un hogar y comida poda recuperar mis fuerzas y empezar de nuevo.
Los sollozos terminaron con la voz de Francisco. Susana le acarici el
pelo y le dijo.
-Francisco no te vamos a abandonar, hemos comprobado que eres un
hombre inteligente y te estas recuperando tu vida ser lo que t quieras. Yo
puedo darte trabajo pero el sueldo y las horas no son como en tus
restaurantes, quiero que entiendas que esto es un pueblo pequeo y tenemos
unas limitaciones.
-No te arrepentirs, te lo aseguro en cuanto al dinero no es lo ms
importante en este momento he tenido mucho y no he sido feliz. Puedes
decirme que ocurre con Rosa no quiero ser culpable de nada.
-Rosa quiere jubilarse aunque le falta un ao, ha hablado con
Cipriano mi gestor (el hijo de Salvador) y le ha dicho que perder el ocho por
cien, a ella le parece bien y es fcil de entender su hija vive en Barcelona y
est a dos meses de dar a luz por segunda vez ella quiere estar presente y
ayudarla. Por mi parte le he dicho a Cipriano que le arregle los papeles pienso
darle una gratificacin y le he pedido que aguante hasta terminar el ao.
-No hace falta yo trabajar gratis hasta final de
ao as ella puede pasar las Navidades con su hija.
A los dos das Francisco llev a Rosa a la estacin de Almadella y
regres a San Rafael, directo a la cocina del mesn donde esperaba encontrar
una nueva vida.
Rebeca la mujer que viva en la planta baja de la casa de Susana
prima segunda de esta y madre de Manuel (el chico de la gasolinera) iba
h l b ll b d b S R b
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tena un pie cortado por la tibia y usaba muletas desde haca muchos aos,
era reacia a dejar las muletas y ponerse una prtesis, pero ante la insistencia
de Carlos y los consejos de Susana; la convencieron para pedir una prtesis a
la seguridad social y as poder andar sin utilizar las muletas. Un seor se
present en su casa para tomar medidas y dos semanas ms tarde la prtesis
lleg al ambulatorio. Carlos no tard en hacrselo saber a Rebeca, la cit en
el ambulatorio sobre la una del medioda y despus de comprobar que todo
estaba bien le aconsej seguir con las muletas mientras se acostumbraba a
caminar sin ellas. Los primeros pasos le confirmaron lo acertada de la
decisin.
Ese mismo da la comida en el mesn ya era obra de Francisco. Una
vez se fueron los clientes vio como Susana se sentaba junto a Carlos,
momento que esper Francisco para sentarse con ellos.
-Tengo noticias
-Nos incumbe a nosotros? .
-S y directamente. Juan Francisco el practicante y la doctora Amaya
son pareja y eso significa que pronto quedar un apartamento libre y yo
podre abandonar tu casa.
-Ests seguro tan pronto se han gustado lo suficiente para
-Si los he pillado y Gaspar me lo ha confirmado, salen los dos del
mismo apartamento.
Francisco tena razn y a los dos das se lo comunicaban a Susana esa
misma semana Francisco cambi de domicilio y Carlos qued nuevamente
solo aunque las visitas de Susana eran constantes. Amaya y Juan hablaron con
Carlos para coger quince das de vacaciones y poder pasar las navidades con
sus padres, se iran el sbado para aprovechar los das, (Navidad era el
martes). Carlos no puso ningn impedimento solo les dijo que le devolvieran
el favor cuando l lo necesitase.
Susana como haca muchas tardes visit a Carlos este tena el diario
de Laura entre las manos.
-Es ese el diario de Laura?
-S y la verdad tengo que reconocer que no he avanzado nada con
respecto a la investigacin.
E d d d d b l l l bl ?
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- S en realidad estoy muy interesado.
- Pues tendrs que cambiar de sistema debes ser ms agresivo y
demostrar que sabes todo cuanto pas; empezando por tus amigos del
sindicato y siguiendo por sus amigas tal vez as encuentres un hilo que pueda
llevarte a la madeja.
-En este pueblo parece que nadie sabe nada.
-Es posible que as sea, Laura se fue sin contar a nadie lo que pas
Cmo quieres que lo sepan? Solo pueden saberlo los culpables.
-Tienes razn cambiar de sistema.
-Bien, quera decirte que el da de Navidad cenaremos en el mesn
con Francisco, Gaspar, mi vecina Rebeca y su hijo, Teresa y posiblemente su
prima si puede venir al pueblo, se llama Carmen y la conocen por la
estanquera.
-Me parece bien siempre es mejor estar en compaa que solo.
Ese mismo sbado en el sindicato en cuanto tuvo ocasin y estando
todos reunidos, Carlos les dijo.
-En repetidas ocasiones les he preguntado por Laura sin encontrar
respuestas. Es hora de que les diga por que pregunto. Todos saben que Laura
se fue del pueblo pero parece ser que no saben el motivo. Yo se lo dir.
Laura fue atacada por tres hombres vestidos con las sotanas y
capirotes, que se usan en Semana Santa. La arrojaron al suelo y uno de ellos
la viol, cuando se sujetaba la ropa uno de ellos volvi y la golpe partindole
el interior del labio inferior, Laura se fue por vergenza no saba quines
eran sus agresores y no poda permitir que se rieran de ella cuando la vieran
o se cruzaran con ella por la calle, o bien intentaran repetir la fechora. El
acto ocurri entre los cipreses que llevan a la casa de Salvador.
Carlos observ las caras de asombro de todos los asistentes, Rafael
rompi el silencio.
-El caso es grabe y digno de castigo.
-No Rafael seguramente quienes lo hicieron, son ahora hombres
respetables que no aprueban lo que hicieron de jvenes, Creo que su castigo
lo han cumplido con creces con el miedo que les habr producido la
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posibilidad de ser descubiertos durante estos aos. Pero si tengo la
curiosidad de saber quines fueron y le aseguro que lo conseguir.
Jos tom la palabra.
-Carlos no creo que entre nosotros encuentre al culpable. Rafael y
Fermn no estaban en el pueblo por esas fechas y en cuanto a los amigos de
Laura podemos asegurar que estbamos de fiesta en la casa grande, mucho
antes de terminar la verbena.
- En ese caso puedo entrevistarme con todos en privado, tal vez un
detalle olvidado nos d como dijo una persona el hilo que nos lleve al ovillo.
-Mi mujer puede que tenga fotos de Laura eran muy amigas
incluso puede mostrarle mi lbum all guardo la foto
echa con una cmara instan recin comprada que estren la noche de San
Juan, encontrar bebiendo a todos los amigos esa misma noche en las
cuadras.
-Yo guardo la foto de las botellas que descorchamos
era la primera vez que beba champan francs. Gracias a la reserva que tena
el padre de Salvador.
Poco a poco la conversacin se fue yendo por otros derroteros el
deporte y los toros eran las conversaciones habituales en la tertulia.
El da de navidad Francisco acompao, como en otras ocasiones a
Carlos al sindicato y tuvieron que volver pronto ,pues Francisco deba de
terminar la elaboracin de la cena. Teresa acudi acompaada por su prima
Carmen (la estanquera). Mientras dialogaban Carlos record que el hombre
de la barbera haba nombrado como amiga casual a Carmen y no tard en
trabar amistad con ella y en cuanto pudo abord el tema.
-Seora Carmen tengo entendido que usted conoci a Laura; Laura
Lpez la hija de la Justa.
-Si podramos decir que ramos amigas, aunque yo era ms joven
que ella, me juntaba con Laura y sus amigas para completar el nmero y salir
con la cuadrilla de Salvador, en aquella poca era mayor para mis amigas y
joven para ellas; cosas de un pueblo pequeo, pero debo admitir que me
gustaba sentirme una ms entre ellas, por otro lado mi relacin con Laura era
excelente nos gustaban las mismas cosa sobre todo bailar los bailes
d A C l ll
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contaban todos los secretos, en especial la relacin de Salvador y Celia. Yo
creo que no pasaban ms de tres meses sin discutir por cualquier tontera;
aunque no tardaban ms de quince das en hacer las paces.
-Sabe o puede contarme algo sobre la noche de San Juan del setenta y
ocho en que desapareci Laura.
-Si puedo tengo fotografas en las que salimos las dos bailando. Fue la
primera noche que bail con mi marido Angel. Recuerdo que Salvador Bail
con Laura y no con Celia; todos sabamos que Celia y l eran novios aunque
no formales, tambin sabamos que se encontraban en los das de enfado
mutuo. Jos llam a Angel y dejamos de bailar, aunque esa noche casi puedo
asegurarte que nos dimos cuenta de que nos gustbamos. Los chicos se
retiraron pronto y Laura y yo bailamos con varios forasteros hasta terminar
la verbena. No puedo aadir nada ms no recuerdo gran cosa, hace muchos
aos . Voy a pasar aqu las navidades puede
usted pasar por m casa y le mostrar fotos de esa noche y de das anteriores.
- Me dejara las fotos para escanearlas?
-S me las devuelve no hay problema.
-Solo necesito unos minutos e inmediatamente se las devolvera.
- En ese caso pase cuando quiera por mi casa.
La cena fue amena y la compaa agradable. Francisco propuso a
Susana organizar la cena de noche vieja en el mesn, haba comprobado las
plazas y haba cabida para cien personas. Solo tenan que comprar un
televisor grande para ver las campanadas y editar folletos con el men y el
precio, todos queran colaborar y aportar ideas.
Poco a poco los nimos se fueron calmando y el sueo hizo mella en
los asistentes que fueron desfilando, Susana se fue con Carlos al ambulatorio
y antes de acostarse le pregunt.
-Qu opinas de la propuesta de Francisco?
- l conoce el negocio yo le hara caso no tienes nada que perder la
comida puedes comprarla a ltima hora cuando sepas los comensales y de los
folletos puedo ocuparme yo. Hace dos das le ped al ferretero una impresora
l f h d l f f
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de folios A-4. Esta tarde me ha llamado para decirme que pasado maana me
lo traer a mi casa. Lo que no tiene en stock lo recibe en uno o dos das y te
sirve cualquier cosa menos comestibles.
-S creo que le ar caso a Francisco, como t dices es un profesional y
me lo ha demostrado sabe por dnde pisa.
Al da siguiente de Navidad Jos cumpli su palabra y le sirvi la
impresora y el resto del encargo a Carlos, esa misma tarde Susana se
person en su tienda y le pidi una televisin de Cuarenta y dos pulgadas, el
hijo de Jos se la llev al masn y se la instal en la esquina con ms
visibilidad del local. La cena de noche vieja se pona en marcha.
Por su parte Carlos visit a Carmen y se llev las fotografas qu tan
amablemente le haba ofrecido las escane y se las devolvi esa misma
tarde.
Por la noche empez a nevar y al da siguiente haba medio metro de
nieve a Susana se le helaba la sangre en las venas. Por una vez que haba
decidido celebrar con una cena la Noche Vieja, el tiempo se lo podra truncar
y convertirlo en un fracaso. Pero sus temores pronto pasaron al olvido, las
plazas ofrecidas pronto se llenaron casi por completo. Ochenta y nueve
personas confirmaron su asistencia. Susana no contaba con que los vecinos
de San Rafael, estaban acostumbrados a convivir con la nieve y esta no era
impedimento para pasar una buena noche.
Carlos se fue al sindicato antes de ir a cenar al mesn, all se
encontr con toda pea del alcalde, Jugando como siempre al domin. Don
Rafael pregunt.
Cuntos van a cenar al mesn? A usted don Carlos no hace falta
preguntarle, estaremos en la misma mesa con Fermn y Jos, segn me ha
dicho Susana.
-Pues yo no voy < contest Salvador> si lo has preguntado por mi
puedes ahorrarte la indirecta. En mi casa las tradiciones se respetan piensen
lo que piensen los dems.
A Carlos le pareci que Salvador estaba de mal humor y algo bebido.
Mientras tanto Salvador se termin la copa de Brandi y pidi otra. Rafael
hizo una sea de desaprobacin a Carlos; terminaron la partida y pasaron a
l ll C l R f l d d l l S l d l
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el tiempo era frio y desapacibles y unas nubes parecan anunciar borrasca; no
tard Salvador en irse a su casa mientras tanto Rafael y Carlos se quedaban
un poco ms dialogando.
-No lo haba visto nunca beber tanto ltimamente lo
encuentro ms delgado.
-Suele beber cuando tiene algn problema o discute con alguien;
seguramente habr discutido con su hijo a causa de la cena, en cuanto a su
delgadez, si la he notado desde hace un ao ha perdido toda la barriga y los
pantalones le estn anchos; no creo que todos los problemas dependan de su
hijo a l siempre le gusta salirse con la suya y su hijo no es tan malo en
realidad se parece mucho a su padre; podemos decir que es un hombre
cabezn con un corazn de oro. Pero dejemos a Salvador, la sobrina del
carnicero lleva unos das en el pueblo y a Cipriano le gusta. Ella cenar en el
mesn y Cipriano en su casa creo que aqu radica el problema.
-Ya me imagino lo que habr pasado en su casa, en realidad es la
lucha eterna entre las generaciones debidas a las costumbres o tradiciones.
En fin ya nos veremos en la cena, s que estamos en la misma mesa.
Susana haba contratado a dos mozos del pueblo como camareros;
cuando estuvieron todos los comensales empezaron a servir la cena. La
sobrina de Roque Mara Jos se sent junto a Carlos y no tardaron en entablar
conversacin. Jos por su parte no dejaba de hablar de la televisin que
haba vendido a Susana dando explicaciones de todos los avances de que
dispona. Rafael decidi intervenir.
-Si Jos tiene muchas cosas la televisin pero tiene reloj para dar las
campanadas o lo has olvidado?
Los asistentes sonrieron la ocurrencia de Rafael. Los camareros
siguieron sacando platos y por ltimo el cava y las uvas, televisin espaola
haba conectado con la puerta del sol y los asistentes se preparaban para
tomar las uvas, unos se las pelaban, otros le quitaban las semillas y otros ya
haban terminado con el cava y pedan ms botellas. Gaspar le dijo a Susana.
-Qu esperas para irte con tu chico, aqu ya no haces nada?
-An queda trabajo.
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-Ms trabajo te costar recuperar a tu chico como no te des prisa,
tiene una leona al lado y no me digas que no te has dado cuenta, estoy viendo
tus miradas toda la noche. Ves ya no haces falta.
Susana cogi una silla y le hicieron un hueco junto a Carlos. Se hizo el
silencio mientras daban las campanadas y a la conclusin de las mismas el
mesn explot en euforia desatada, todo el mundo se felicitaba mutuamente
abrazndose y besndose. En la mesa de Carlos las mayores felicitaciones
fueron para Manuel por su santo, mientras Carlos y Susana sellaron sus
labios con un profundo beso; quedaba demostrado para los asistentes que
qu su relacin era real y sincera y as mandaba un mensaje a la sobrina de
Roque.
Para Susana y Francisco el xito de la cena era seal inequvoca de
lleno para el ao siguiente. Y abra el camino para otros banquetes como
como bodas, comuniones o Bautizos.
Era alrededor de la una los asistentes estaban en plena euforia,
cuando el mvil del alcalde son, con el ruido del mesn no escuchaba nada
tuvo que salir a la calle y entr rpidamente buscando al doctor.
-Carlos, Carlos Salvador ha cado por la escalera y est inconsciente.
-Dgales que no lo toquen.
Mientras Rafael hablaba con Cipriano, Carlos se fue directo a su casa
y cogiendo el maletn se subi al coche y se dirigi a toda prisa a la casa
grande. La puerta estaba abierta y Cipriano lo esperaba junto a su padre
tumbado en el suelo, mientras tanto su madre lloraba yendo de un lado a otro
sin saber qu hacer. Sobre la tibia derecha haban puesto un pauelo el cual
estaba lleno de sangre. Carlos se inclin rpidamente sobre Salvador notando
un fuerte olor a licor, rpidamente descubri el pauelo de la pierna la cual
presentaba un corte de ocho centmetros y aunque no sangraba en demasa
lo tapon. Sigui inspeccionando el cuerpo descubriendo el brazo izquierdo
dislocado, sin quitarle la chaqueta at el brazo al cuerpo y estabiliz al
paciente. En ese momento se dio cuenta que salvador apretaba una fotografa
en su mano, la cogi y se la puso en el bolsillo de la chaqueta. Rafael y el
polica de turno llegaron con el todo terreno largo, que utilizaban para todo
no disponan de otro vehiculo.
T ll ? P C l
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- No, < contest el guardia >.
- En ese caso lo pondremos sobre el asiento trasero.
Con todo el cuidado colocaron a salvador sobre el asiento trasero, su
hijo se sent junto a l y le sujetaba la cabeza la seora no quiso quedarse y
subi al coche de Carlos.
Ya en el ambulatorio lo depositaron en el quirfano. Carlos hizo salir
a los presentes quedndose con Cipriano para ayudarle; le quitaron la ropa y
Carlos le puso un gotero para a continuacin suturar la herida de la pierna
Cipriano no pudo aguantar ms y perdi el conocimiento. El guardia
municipal, Rafael y la seora aguardaban impacientes en el saln de la casa
de Carlos. Carlos llam al guardia y entre los dos acostaron a Cipriano en una
cama, despus volvi al quirfano y llam tambin a Rafael.
Necesito que lo sujeten con firmeza para colocarle el brazo; al
segundo intento el brazo fue a su sitio. Lo trasladaron a la habitacin
contigua donde estaba Cipriano que se haba sentado sobre la cama a
continuacin, una vez estabilizado y con el gotero en marcha, salieron todos
de la habitacin
-Cmo est mi marido doctor? < dijo impaciente Celia con rostro
compungido.
- No tema de esta sale, ahora est durmiendo y no creo que despierte
antes de las diez de la maana, actualmente est estabilizado, pero quiero
que maana llamen una ambulancia lo ms
temprano posible y lo lleven al hospital, posiblemente maana tenga la frente
y parte de la mejilla negra a causa del golpe recibido pero no se asusten es un
golpe leve no hay nada ms; por el contrario quisiera una revisin con rayos
X de la pierna y el hombro para asegurarnos que no hay nada que le pueda
perjudicar y aprovecharemos para hacerle unos anlisis. Ahora pueden
marcharse y dormir tranquilamente.
-Yo quiero quedarme < dijo Celia >. No me lo pueden prohibir.
-Tiene usted razn < contest Carlos > pero siempre que me prometa
que se acostar en la otra cama y descansar. Su marido dormir toda la
noche no la molestar
-Le doy mi palabra, tu hijo vete a casa! y maana te vas con l al
h l ll d d l d d
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El guardia municipal se llev a Rafael y a Cipriano a sus respectivos
domicilios y Carlos se despidi de Celia y subi a acostarse. A la maana
siguiente mientras preparaba el desayuno escribi una carta para el hospital.
Al escuchar ruidos Celia no tard en aparecer.
-Buenos das.
-Buenos das Celia sigue durmiendo Salvador? Si quiere puede
utilizar mi bao est en la parte superior.
-Gracias. S, sigue durmiendo.
Carlos sac leche caf galletas y tostadas.
-Srvase mientras le cambio el gotero.
Carlos le tom la tensin y le hizo una revisin rpida a Salvador,
pronto regres junto a Celia la cual se encontraba mucho ms serena.
-Gracias doctor, por todo su inters.
-Es mi trabajo seora Celia y adems lo considero una buena persona
y amigo de Laura mi antigua paciente.
-Mi marido me cont lo que ocurri con Laura y quiero que sepa que
estoy dispuesta a ayudarle en todo lo que est en mi mano aunque en
realidad no s cmo puedo hacerlo, Laura era mi mejor amiga. Tambin me
dijo que usted buscaba fotos de esas fechas. Puede pasar por mi casa y
llevarse las que quiera.
-S me las deja, solo las necesito unos minutos las escaneo y se las
devuelvo.
_ Cmo es eso?
-Tengo una impresora que copia las fotos y puedo sacar tantas como
quiera. Lo que me gustara es que me contase cosa de Laura y su entorno.
-Ahora no me encuentro con ganas de contar nada, pero si pasa usted
por mi casa con mucho gusto le dir todo cuanto se de Laura y le aseguro que
nadie la conoca como yo. Tome esta es la fotografa que mi marido llevaba en
la mano y que usted le meti en el bolsillo. Es Laura cuando se enfada saca la