el desempleo en colombia no solo es un problema econÓmico
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EL DESEMPLEO EN COLOMBIA NO SOLO ES UN PROBLEMA
ECONÓMICO
Por:
“La industria está destinada, bajo las inspiraciones de la ciencia, a desarrollar la acción racional de la humanidad sobre el mundo exterior”
Auguste Comte
Existe la tendencia a enfocar el problema del desempleo exclusivamente desde la
perspectiva económica, interpretando, estudiando e intentando resolver a partir de
elementos técnicos que se alejan en cierta forma de su contenido social. Esta tendencia si
bien admite que el desempleo es una cuestión característica de un sistema social, reduce sus
causas y consecuencias a factores propios del estudio económico, olvidando en gran parte
que es en la sociedad donde se ven reflejadas precisamente las calamidades que este
fenómeno arroja.
El desempleo puede ser interpretado desde varios puntos de vista, y ha sido motivo de
discusión a través de los siglos principalmente desde el surgimiento de las sociedades
industriales, siendo también indagado por las diferentes teorías sociológicas que se
fundamentaron principalmente en los últimos 200 años.
Pero no sólo las teorías sociológicas han abordado la cuestión del desempleo, ya desde
Adam Smith y David Ricardo como economistas clásicos podemos encontrar grandes
tratados donde hacen referencia a esta realidad social, interpretando a partir del punto de
vista liberal que posteriormente se impuso no sólo en las esferas económicas sino también
sociales y culturales. Estos economistas indagaron las profundas causas del desempleo y
formularon una serie de tesis que incluso hoy se siguen aceptando como válidas, pero fue
Carlos Marx quien en el siglo XIX fundamentó de manera general y con arreglo a las
condiciones sociales de la época la cuestión del desempleo.
Es precisamente sobre la base de Marx que se articula este ensayo, el cual busca plantear
aspectos que contribuyan a demostrar la trascendencia que el desempleo tiene de su parte
económica a sus diferentes manifestaciones y consecuencias en la sociedad colombiana.
El liberalismo clásico considera el desempleo como una consecuencia inevitable de las
sociedades industriales, el cual puede reducirse pero no eliminarse por completo, ya que
uno de los principios de la economía liberal es la competencia, la cual no sólo se da en el
seno de los productores dueños sino también de la fuerza de trabajo desposeída de medios
de producción. Marx avanza sobre esta concepción y la supera, puesto que no solamente se
limita a estudiar el desempleo como un fenómeno lógico sino que lo vincula de manera
inherente al modo de producción capitalista como tal, es decir, lo ubica como un lastre del
sistema económico del cual no puede zafarse, puesto que le es funcional.
Es importante tener en cuenta que la obra de Carlos Marx no es reduccionista en cuanto a lo
económico, a si su principal obra sea El Capital, hay que reconocer que ella en gran parte es
el análisis que el autor hace sobre la relación existente entre la producción y la sociedad,
puesto que los individuos no están por fuera de diferentes estructuras sociales sino que
pertenecen a ellas, trabajan en ellas con arreglo a diferentes condiciones según sea su
contexto.
Marx denominaba a los desempleados como ejército industrial de reserva, es decir, esa
parte del proletariado inactiva laboralmente que compite, en todos los sentidos de la
palabra, por un puesto de trabajo con los miembros de su misma clase social, lo cual
beneficia a los dueños de los medios de producción porque esa competencia contribuye a
mantener un salario acorde a sus necesidades de ganancia.
En la sociedad colombiana podemos ver que lastimosamente muchas de las personas que se
ocupan de estudiar el fenómeno del desempleo lo hacen a partir de cifras y datos que se
circunscriben en muchas ocasiones a lo matemático, es decir, a lo plenamente estadístico.
Así es como encontramos titulares que nos anuncian variaciones en la tasa de desempleo e
informalidad y nos aseguran que se ha reducido en las diferentes regiones en las que se
aplican estos estudios. Manejamos unas cifras que están atravesadas por conveniencias
políticas, pues al mostrar una reducción en el desempleo damos a entender que las políticas
económicas de los diferentes gobiernos son efectivas y por lo tanto deben gozar de
credibilidad y de acompañamiento por parte de los ciudadanos, lo cual muchas veces es
falso si contrastamos esas cifras con la realidad que encontramos en las diferentes esferas
sociales, donde muchas veces se cuenta al sub empleado o trabajador informal como
empleado y por lo tanto estas cifras del desempleo disminuye.
La sociología o el análisis sociológico que se haga de los diferentes fenómenos, entre ellos
este del desempleo, debe tener en cuenta el impacto en la sociedad misma en todos los
niveles, en los diferentes ámbitos en los que se expresa y las consecuencias que este
fenómeno arroja. En nuestra realidad social intervienen diferentes factores para contribuir a
la situación de desempleo por la que atraviesan miles de colombianos, pero la más
importante quizá es la ausencia de una política de estado que verdaderamente confronte
este flagelo y lo reduzca a su mínima expresión, sin caer claro está en la política de
aumentar el empleo informal.
La sociología colombiana debe tener en cuenta también elementos de carácter político
como la acción de diferentes grupos armados en diferentes regiones de nuestro país, lo que
lleva a fenómenos como el desplazamiento hacia las cabeceras municipales, lo cual
contrasta y hace mezcla explosiva con la ausencia de políticas afectivas en materia de
contratación y trabajo digno, aumentando así los niveles de desempleo más en unas
ciudades que en otras, pero manteniendo una dinámica nacional que supera según las cifras
oficiales el 12%.
Tener en cuenta las diferentes variables y las diferentes interpretaciones sociológicas
contribuye a formarse ideas más amplias de los fenómenos, pero también al mismo tiempo
puede dar luces para encontrar soluciones que sean benéficas para la sociedad misma, por
ello no se debe interpretar el fenómeno del desempleo como un asunto exclusivamente
económico, lo que le da una rigidez que es contraproducente para las ciencias sociales, y de
allí la necesidad de las diferentes colaboraciones que en las áreas del conocimiento humano
se deben dar.
Consideró que para llevar a la práctica la cita de Comte que colocó al inicio, es necesario
que abramos las miras y nutramos con diferentes interpretaciones los estudios que se hacen
sobre los fenómenos sociales, lo que conduce necesariamente a plantear mejores
alternativas teniendo en cuenta los diferentes marcos teóricos sociológicos que hasta ahora
hemos logrado consolidar, más en el caso de la sociedad colombiana que se encuentra tan
necesitada en materia de resolución de los múltiples y diferentes conflictos sociales que han
signado su historia.
Bibliografía
Rocher, Guy. Introducción a la sociología general. Editorial Herder, 1973.
Marx, Carlos. El Capital. Fondo de Cultura Económica