el descenso nº7 - 2010

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El Descenso nº7 - 2010

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El DescensoMayo 2010

NÚMERO 7 - II ETAPA

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CREDITOSEDITA:Ilustre, Pontifi cia y Real Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla.www.virgendelacapilla.es

CONSEJO RECTOR:José Humberto Montero Fernández.Manuel Rodríguez Chica.Esperanza Macarena Calatayud Chamorro.Rafael Cañada López.Mª Dolores Ocaña Tirado.Miguel A. Antón Carrillo de Albornoz.José Antonio Martín Illescas.Jesús Llopis Olivera.Juan Alfonso Almagro Chamorro.Mª del Carmen Ruiz Armenteros.Juan Francisco Abolafi a Pérez.Mª del Carmen Aranda Cerezo.Juan Gómez Ojeda.Mª Dolores Cubillo Cobo.Alfredo Guzmán Mansilla.

DIRECTOR:Rafael Cañada López.

CONSEJO DE REDACCIÓN:Mª Dolores Ocaña Tirado.Rafael Cañada López.José Humberto Montero Fernández.Esperanza Macarena Calatayud Chamorro.

FOTOGRAFÍAS:Archivo de la Cofradía.José Tomás García Rivera.José Manuel García Armenteros.Ramón Calatayud Lerma.Miguel Ángel Peragón.Jesús López Aranda.Juan Almagro López.Juan de Dios Ortiz Bea.

MAQUETACIÓN E IMPRESIÓN Gráfi cas La Paz de Torredonjimeno

DEPÓSITO LEGAL:J - 271 - 2007

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SUMARIO5 Carta del Sr. Obispo.9 Carta del Capellán.11 Saluda de la Alcaldesa.13 Carta del Hermano Mayor.

15 VIDA COFRADE17 Conferencia Monseñor Amigo Vallejo.19 Presentación del Cartel y Revista El Descenso 2009.20 Pregón 2009.29 Mes de las Flores y Besamanto.30 Novena 2009.31 Eucaristía por los cofrades difuntos y Rosario San Bernabé.32 La ciudad de Jaén honra a su Patrona.42 La Virgen de la Capilla se traslada al IAPH para su restauración.44 Viaje a Turquía.45 Ofrenda del Real Jaén a la Virgen de la Capilla.46 Elecciones a Hermano Mayor.47 Jura de cargos de la nueva Junta de Gobierno de la Cofradía.48 Retiro de Adviento y rezo ante la Inmaculada en su festividad.50 Navidad: Belén de la Cofradía.51 Conferencia: Juan Pablo II, claves de un pontifi cado.54 Retiro de Cuaresma.55 Audiencia con la Alcaldesa de la ciudad.56 Cruz de mayo solidaria para la construcción de un orfanato en la

R. D. Congo.57 Homilía del Sr. Obispo en la solemnidad de la Stma. Virgen de la

Capilla.

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61 ACTUALIDAD 201062 Nicolás Sánchez Cubillo. Autor del Cartel anunciador 2010.64 Novena 2010, en honor a Ntra. Sra. de la Capilla.65 Pregonero 2010.66 Construcción de un orfanato en la R. D. Congo.75 Restauración de la Imagen de la Virgen de la Capilla.82 Regreso de la Imagen de la Virgen de la Capilla a Jaén.

89 COLABORACIONES91 La Virgen de la Capilla en la Catedral. Manuel López Pérez.99 Estudio iconográfi co de la Virgen de la Capilla. José Domínguez

Cubero.107 La loable costumbre de vestir a Ntra. Sra. de la Capilla. José Mª

Francés Morillas111 La Imagen de Nª. Sª. de la Capilla en la iconografía mariana

andaluza de su época. Carlos Mª López-Fe Figueroa.115 Cien años de un proyecto: La Guardia de honor de Ntra. Sra. de

la Capilla. Manuel López Pérez.117 “Lolo” y la Virgen. Manuel López Pegalajar.119 Nª. Sª. de la Capilla en el “Camarín de Jesús”. Manuel López

Pérez121 Y se hizo en junio. Antonio Martínez Nieto.123 La Virgen de la Cabeza, su historia. Enrique Gómez Martínez.125 Una estampa con mensaje. Manuel López Pérez.126 A mi Madre de la Capilla. Concepción Agustino Rueda.127 LX aniversario de la declaración de Patrona. Archivo Cofradía.130 La huella de San Pablo en la actual Turquía. Francisco J. Martínez

Rojas.

133 …LOS QUE NOS DEJARON135 Repican las campanas a Misa por Pedro Casado Aguilar. José

Galián Armenteros.137 Adiós a un cantor de la Virgen de la Capilla. Manuel López Pérez.140 D. Antonio Abolafi a: un servidor de la Virgen. Manuel López

Pérez.141 Recordando a Isidoro Lara Martín-Portugués. Antonio Carrascosa

Anguita.

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Ramón del Hoyo López. Obispo de Jaén

SANTA MARÍA DE LA CAPILLA, MADRE SACERDOTAL

Año Sacerdotal

La solemnidad de la Santísima Virgen de la Ca-pilla coincide en este año 2010 con la clausura del Año Sacerdotal, que Benedicto XVI abrió el pasado 19 de junio de 2009, con la celebración solemne de las se-gundas vísperas del Sagrado Corazón de Jesús, en la Basílica de San Pedro de Roma. El 11 de junio de 2010, el Santo Padre cerrará este tiempo de gracia en el que, teniendo como lema Fidelidad de Jesucristo, fi delidad del sacerdote, se ha invitado a los presbíteros a hacer un esfuerzo por profundizar en la vocación recibida, me-diante la refl exión seria y consciente de lo que un sa-cerdote tiene que ser en nuestra sociedad actual.

¿Por qué un Año Sacerdotal? El mismo Papa ex-plicaba el motivo que le había llevado a realizar esta

convocatoria: ¿Por qué un Año sacerdotal? ¿Por qué pre-cisamente en recuerdo del santo cura de Ars, que aparen-temente no hizo nada extraordinario? Este Año sacerdotal tiene como fi nalidad favorecer la tensión de todo presbítero hacia la perfección espiritual de la cual depende sobre todo la efi cacia de su ministerio, y ayudar ante todo a los sacerdotes, y con ellos a todo el pueblo de Dios, a redescubrir y fortalecer más la conciencia del extraordinario e indispensable don de gracia que el ministerio ordenado representa para quien lo ha recibido, para la Iglesia entera y para el mundo, que sin la presencia real de Cristo estaría perdido.

Examinando brevemente la vida del Santo Cura de Ars se comprende la intención de Benedicto XVI al proclamar un Año Sacerdotal. Se trata, en la mente del Papa, de recuperar para los presbíteros la dimensión espiritual, interior, de su trabajo apostólico, que corre el riesgo de diluirse en un activismo sin sentido, que es favorecido por las coordenadas sociales y culturales de la sociedad actual. Sólo una existencia sacerdotal fuer-temente arraigada en la amistad de Cristo permitirá al presbítero del siglo XXI afrontar los grandes retos que le presenta un mundo que parece haberse olvidado de Dios, aunque, como recordaba constantemente S. Juan María Vianney, “le bon Dieu” no se olvida nunca de sus criaturas.

La Santísima Virgen María y los sacerdotes

La relación de ejemplaridad que la Virgen María tiene con todos los miembros del Pueblo Santo de Dios adquiere en su relación con los sacerdotes unos perfi les aún más fuertes y nítidos, si cabe. Por ello, nada tiene de extraño que, a lo largo de todo el Año Sacerdotal, en varias ocasiones el Santo Padre haya hecho referencia a esa relación entre la Madre de Cristo y los ministros de su Hijo. En la carta que Benedicto XVI dirigió a todos los sacerdotes, al inicio de este tiempo de gracia que

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ahora se cierra, el Papa confi aba el Año Sacerdotal a la Santísima Virgen María, pidiéndole que suscite en cada presbítero un generoso y renovado impulso de los ideales de total donación a Cristo y a la Iglesia1.

Pasados pocos meses, en la audiencia general del 12 de agosto del pasado 2009, en el contexto del Año Sacerdotal y ante la inminencia de la celebración de la solemnidad de la Asunción de María, el Santo Padre dedicó su discurso a la estrecha relación existente en-tre la Virgen y el sacerdocio, enraizada en el misterio de la Encarnación. En efecto, cuando Dios decidió ha-cerse hombre en su Hijo, necesitó el “sí” libre de una criatura suya: María, la humilde doncella de Nazaret. El “sí” -el “fi at”- de María es la puerta por la que Dios pudo entrar en el mundo para tomar nuestra carne.

En la vida de cada día, el sacerdote debe imitar la misma disponibilidad de María ante la invitación de Dios para colaborar en su plan de salvación. Por ello, la Virgen es para los ministros de la Iglesia espejo en el que mirarse para aprender a dar, día a día, su “sí” a Dios: Tal es para nosotros María: la que dio el sí perfecto al mostrarse disponible sin reservas; la que supo acoger, y la que supo desprenderse para experimentar el triunfo del Amor, que es la Verdad. Por tanto, decidámonos a amar en Ella: y, respondiendo con plenitud a la íntima llamada que nos dirige, procuremos desde Ella que se cumpla en nosotros la enseñanza del Evangelio: ‘Me llamarán bienaventurada todas las generaciones. Porque ha hecho en mí cosas grandes el Todopoderoso’ (Lc 1, 48)2.

Los sacerdotes, confi gurados sacramentalmen-te con Cristo Cabeza por el sacramento del Orden, se consagran al Señor con una radicalidad que recuerda la entrega sin reservas de María al Señor. Como recor-daba el cardenal Ratzinger, María estaba consagrada a Je-sús y no podía pertenecer a nadie más. Ella, nacida de Dios, no puede envilecerse volviendo a la normalidad. Permanece perteneciendo exclusivamente al rey, como verdadera puerta de la historia a través de la cual pasa Aquel a quien todos esperan3.

1 Carta a los sacerdotes, 16 junio 2009.

2 María, madre de los creyentes, en J. Ratzinger, De la mano de Cris-to. Homilías sobre la Virgen y algunos santos, Pamplona 2005, 48-49.

3 J. Ratzinger, Dios y el mundo. Ser cristianos en el nuevo milenio, Cinisello Balsamo 2001, 275-276.

Esa entrega sin reservas a Cristo, con cuya cruz el sacerdote debe confi gurar su vida a partir de su or-denación, tiene como consecuencia lógica y natural la intimidad del ministro del Evangelio con su Señor. Si contemplando el misterio de la Encarnación el sacer-dote debe aprender a decírle “sí” a Dios al estilo de María, la estampa evangélica del Calvario enseña al ministro del Evangelio a acoger a la Virgen, como lo hizo Juan, el discípulo amado. Recordaba el Papa en la mencionada audiencia general que acoger a María sig-nifi ca introducirla en el dinamismo de toda la propia exis-tencia —no es algo exterior— y en todo lo que constituye el horizonte del propio apostolado. Me parece que se compren-de, por lo tanto, que la peculiar relación de maternidad que existe entre María y los presbíteros es la fuente primaria, el motivo fundamental de la predilección que alberga por cada uno de ellos. De hecho, son dos las razones de la predilec-ción que María siente por ellos: porque se asemejan más a Jesús, amor supremo de su corazón, y porque también ellos, como Ella, están comprometidos en la misión de proclamar, testimoniar y dar a Cristo al mundo. Por su identifi cación y conformación sacramental a Jesús, Hijo de Dios e Hijo de María, todo sacerdote puede y debe sentirse verdaderamente hijo predilecto de esta altísima y humildísima Madre4.

Santa María de la Capilla, Madre sacerdotal

En muchos sacerdotes del Presbiterio de la Dió-cesis de Jaén, la Santísima Virgen de la Capilla ha sus-citado esos preciosos sentimientos de piedad fi lial y confi anza en la Madre de Cristo. Siendo seminaristas, han participado en los cultos del mes de mayo ante la imagen de la Patrona de Jaén, en la misa de los Cabil-dos y en la procesión del día 11 de junio. Igualmente numerosos son los sacerdotes que han celebrado su primera misa cerca de la bendita imagen de la Virgen, han orado en su capilla, o dejándose llevar por su amor de hijos hacia la Madre, le han cantado con encendidos versos, en los que han volcado todo su fervor maria-no. ¡Cómo no recordar algunos versos de D. Rafael Valdivia Castro, sacerdote de nuestro Presbiterio, que durante casi veinte años trabajó pastoralmente en la parroquia de San Ildefonso! No dudo que muchas de sus poesías marianas fueron inspiradas por la Virgen de la Capilla, en cuyo sereno rostro encuentran paz y sosiego quienes acuden a Ella:

4 Audiencia general del 12 de agosto de 2009.

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Quisiera, Madre, estar siempre a tu ladocompartiendo mi vida ya contigo,abri mi pobre bolsa de mendigo

y ofrecerte lo poco que he logrado.

Por la ternura y paz que Tú me has dado,feliz y alegre te bendigo,

y por tenerte siempre yo conmigomi más sentido verso te he cantado.

El lago de ternura que me tienesla tierra riega de mi gran baldío,

fecundo el huerto de este pecho mío

con el cuenco abundante de tus bienes.En mis dolores amorosa vienes

trayéndome la paz, que siempre ansío5.

Como servidores del Pueblo de Dios, los sacerdo-tes fomentan en los fi eles la devoción a la Madre de Dios y madre nuestra, Santa María. Y lo hacen de innumera-bles formas, que encuentran su expresión más genuina en la oración, que si es canto, es más agradable a Dios. Entre las composiciones musicales en honor de nues-tra Patrona, quisiera también recordar una, el Canto a la Virgen de la Capilla, con letra de D. Ramón Romera Vera, y música de D. Guillermo Álamo Berzosa, ambos canó-nigos de nuestra Catedral. Generaciones de giennenses han cantado confi adamente las estrofas de esta hermosa composición, que rezuma intimidad y fi rme convicción en la protección de la Madre de la Capilla:

Virgen bendita de la Capillamadre del pueblo que a tus pies canta

danos tus ojos, luz sin mancilla,y nuestros ojos a ti levanta…

Duerme tranquilo pueblo jaenésla misma Virgen te va a velaramor de madre será tu arnés

la plata vieja del olivarda brillo y fuerza a tu pavés

soñad jaeneses vuestro cantar.

5 Rafael Valdivia Castro, Confi dencias, Córdoba 2004, 304.

Sí, la fi gura de la Santísima Virgen de la Capilla ha tocado de manera particular el corazón de los sa-cerdotes de Jaén, ocupando igualmente un lugar pre-eminente en la piedad de los fi eles, de los hombres y mujeres de Jaén, a lo largo de los siglos. De un lado, el corazón de las mujeres, que se han identifi cado con Ella y la han sentido cercana; pero también el corazón de los hombres que no han perdido el sentido de la maternidad y de la virginidad. Rememorando un pen-samiento del cardenal Ratzinger y aplicándolo a nues-tra situación, podemos afi rmar con satisfacción que, gracias a Santa María de la Capilla, el cristianismo es vivido en Jaén como religión de la confi anza. Y estas oraciones tan antiguas y tan sencillas, que han crecido a la sombra de la religiosidad popular y que no han perdido nunca frescura y efi cacia, confi rman a la gente sencilla en su fe, porque la Madre de Cristo los hace sentirse más cerca de Dios hasta el punto de que no viven la religión como un peso, sino como confi anza y sostén para afrontar mejor la vida6.

Para que los fi eles tengan esa experiencia de vida, para que descubran que María es el camino más seguro para llegar a Dios por medio de Cristo, los sacerdotes deben contemplar en la Madre de Jesús el modelo per-fecto de su propia existencia. Contemplando a la Santísi-ma Virgen de la Capilla, los sacerdotes de Jaén podemos invocarla como Madre del sumo y eterno Sacerdote, Reina de los Apóstoles, Auxilio de los presbíteros en su ministerio, venerándola y amándola con devoción y culto fi lial, tal como nos indica el Concilio Vaticano II7.

Al clausurar el Año Sacerdotal y celebrar en el mismo día la solemnidad de nuestra Patrona, oremos a la Santísima Virgen de la Capilla, para que haga a todos los sacerdotes de Jaén, en todos los problemas de nuestra sociedad, conformes a la imagen de su Hijo Jesús, dispensadores del tesoro inestimable de su amor de Pastor bueno.

¡Santa María de la Capilla, Madre de los sacerdo-tes, ruega por nosotros!

6 J. Ratzinger, Dios y el mundo. Ser cristianos en el nuevo milenio, Cinisello Balsamo 2001, 279.

7 Concilio Vaticano II, Decreto Presbyterorum ordinis n. 18.

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Queridos cofrades:

“Potenciar nuestra identidad de testigos de Cris-to en la sociedad de Jaén” es el objetivo general del Plan Pastoral Diocesano para este curso.

Un buen cofrade que vive vinculado a su Cofra-dia y a su Parroquia, que muestra su piedad y devo-ción a la Stma. Virgen de la Capilla. Titular de vuestra Cofradia, participando de un modo consciente en los cultos y actos publicos que la Cofradía celebra, está siendo testigo de Cristo nuestro Salvador.

¿POR QUÉ?

Nuestra sociedad de hoy lo necesita. Todos so-mos conscientes de la realidad que se vive en nuestra

Manuel Bueno Ortega. Capellán de la Cofradía

sociedad: la ignorancia religiosa de muchos cristianos, su falta de formación y participación en la vida de la Iglesia, la ausencia de valores cristianos y fundamen-tales en la vida de muchas personas; la infl uencia ne-gativa de algunas leyes y ciertas permisividades para los niños, los jóvenes, los matrimonios, etc.

Todos esto tiene que hacernos conscientes de la necesidad que tenemos de ser testigo de Cristo que “me amó y se entrego por mí”, que anunció la Buena Noticia de la Salvación para todos, que envió a sus dis-cipulos a anunciar el Evangelio al mundo entero. Que hizo todo esto desde el amor y el perdón para sembrar la paz, la alegría, la felicidad verdadera, la justicia, la esperanza cierta de la salvación.

¿PARA QUÉ?

Para acercarnos a las personas con amor, con es-piritu de servicio, con una actitud de ayuda a que des-cubran y vivan los valores que dan sentido a la vida y siembra la paz, la concordia, la felicidad y evitan las injusticias, los sufrimientos innecesarios, las muertes.

Para ayudarles a conocer, amar y seguir a Jesu-cristo, nuestro Dios y Señor; pero tambien nuestro her-mano y servidor, que se acercó a nosotros con humil-dad, respeto y amor para animarnos a la conversión y dar sentido a la vida desde los valores que siembran la paz y crean fraternidad.

Para animarles a incorporarse a la Iglesia de un modo libre y consciente, sabiendo que en Ella van a encontrar la luz, que ilumine el camino de su vida y la fuerza para recorrerlo con ánimo y esperanza, pues es un camino de verdad, de fratemidad y de felicidad.

TESTIGOS DE CRISTO EN NUESTRO MUNDO DE HOY

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¿CÓMO SER TESTIGOS?

Con humildad y sencillez; con amor y servicio; con valentía y sin miedo: con la confi anza en el Señor y en la Iglesia; con la protección de la Virgen Santisima y con el apoyo de los demás hermanos Cofrades... y preocupándonos de actualizar nuestra formación; ce-lebrar de un modo participativo y activo nuestra fe y vivirla día a día de un modo responsable, consciente y fi el.

LABOR DE LA COFRADIA

Ayudaros en todo. Todos tenemos una enorme deuda de gratitud hacia los que nos han dado una base fuerte para nuestras vidas cristianas. Son numerosas las personas que, por sus oraciones, su testimonio, su ayuda, supieron transmitirnos la fe; y en esa transmi-sión han ejercido un papel importante los padres, los educadores, los catequistas, los sacerdotes y, sin duda, las Cofradías que, al cumplir sus Estatutos, ofrecen a los Cofrades muchos medios de formación cristiana y muchas oportunidades de alimentar su fe, celebrarla y vivirla.

CONCLUSION

Que os vinculéis de un modo consciente a vues-tra Cofradía, que la apoyéis en todos sus actos, que corrijáis con amor y responsabilidad las defi ciencias que pueda tener y que la vida de vuestra Cofradia os vincule a la vida de la Parroquia para que os sintáis miembros vivos de una Iglesia que alimenta y fortale-ce nuestra fe y da sentido a nuestra esperanza.

Que no dejeis de acudir con devoción y constan-cia a la Stma. Virgen de la Capilla. Ella os animará y fortalecerá para que sepáis hacer en cada momento lo que corresponda. Ella siempre estuvo atenta a la es-cucha de la voluntad de Dios para cumplirla y a las necesidades de los hombres para remediarlas.

Que aprendamos de la Virgen Maria y contemos con su ayuda.

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Carmen Peñalver Pérez

Saluda de la Alcaldesa de la Ciudad

La Virgen de la Capilla es enseña jaenera del sentimiento popular que se hace festividad cuando la ciudad va buscando las sendas del estío. La Virgen de la Capilla es tradición, historia y arte. La Virgen de la Capilla es emoción devocional que busca un camarín barroco para lanzar el sentimiento de un pueblo al am-paro de la Patrona.

Un año más, volvemos pues a buscar la mirada de una Virgen pequeñita que hace grande a toda la ciudad. San Ildefonso es su morada, y las gentes de Jaén salen a su encuentro para clamar a los vientos que este “Santo Reino” honra la presencia centenaria de la imagen mariana.

Cuando este 11 de Junio, los y las jienenses volva-mos a festejar la presencia de esta Virgen de tez acei-

tuna, de aires serranos y gesto amable de maternidad, podremos comprobar el esplendor de la belleza de una imagen que es tutela del Pueblo de Jaén. Y cuando ad-miremos el gracejo de un niño, que parece juguetear con las borlas de su manto, tendremos que darle nues-tra más sentida bienvenida.

Los meses que la imagen ha permanecido fuera de la Ciudad, para someterse a un proceso de restaura-ción en el Instituto de Patrimonio Histórico Andaluz, ha sido un tiempo que ha servido para la refl exión y la añoranza. Era necesario acometer la restauración de la hermosa talla para devolverla al esplendor original y para asegurar su buen estado para los tiempos veni-deros.

Es nuestro mayor tesoro, y como tal, debemos protegerlo y cuidarlo. Pero ahora la Virgen ya está otra vez en nuestra tierra. Queda seguir trabajando en el bello proyecto de acondicionar su camarín para que las condiciones de su capilla sean las más adecuadas. Estoy convencida de que la constante colaboración entre la cofradía y el Ayuntamiento harán que pronto esta actuación se vea realizada. Por ello quiero agra-decer, desde estas páginas, a la cofradía el desvelo y mimo que han tenido siempre para proteger y cuidar la imagen, que es el referente de esta Ciudad.

La Virgen de la Capilla es quintaesencia de mi tie-rra. Es una Virgen revestida con aires de Jabalcuz, con aromas de fl or de olivo y con frescura de raudal. Para la Virgen, por tanto, no hay más palabras que las que su pueblo canta cuando entona nuestro himno, porque Jaén y la Virgen de la Capilla tienen “el corazón y sol rendido a tus pastiras”.

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José Humberto Montero Fernández

Carta del hermano mayor

Estimados cofrades y amigos:

Me dirijo por cuarto año consecutivo a todos us-tedes. En este ejercicio cofrade he iniciado mi segun-do mandato al frente de ésta nuestra Cofradía. Gra-cias por la confi anza y el apoyo recibido del 94% de los cofrades que acudieron a votar a nuestra sede en las pasadas elecciones. Para mí, como para mis dos compañeros que me acompañaban en la terna, el Vice Hermano Mayor, Manuel Rodríguez Chica, y la Admi-nistradora Esperanza Macarena Calatayud Chamorro, este respaldo nos ha servido de inyección de ánimo,

nos alienta a seguir trabajando con más ilusión si cabe, junto al resto de compañeros que conforman la Junta de Gobierno.

Escribo estas líneas, aún con el fresco recuerdo por las emociones vividas hace unas horas, con moti-vo de la venida de nuestra Imagen titular, después de haber sido sometida a un brillante proceso de restau-ración en el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH)

Diez meses y un día, en el que cofrades y jiennen-ses no han podido postrarse, ni admirar la venerada Talla, como se ha venido realizando desde hace más de cinco siglos. En muy pocas ocasiones, la Imagen ha estado tanto tiempo alejada de su Santuario, para muchos este tiempo se ha hecho muy largo, pero era absolutamente necesario, ya que tenemos el deber y la obligación de mimar y preservar nuestra querida y valiosa Imagen, para que generaciones futuras puedan seguir venerándola.

Cuando nosotros iniciamos las gestiones para que la talla fuera sometida a un estudio minucioso, fue debido a que en la observación de la misma, se apreciaban síntomas evidentes de deterioro, pero estas apreciaciones partían de profanos en la materia, por ello la necesidad de acudir a una Institución que con-tara con recursos de absolutas garantías. Del estudio realizado se concluyo que era ineludible y urgente so-meter a la Imagen a un proceso de restauración y así tuvimos ocasión de escucharlo por boca del director de intervención del Patrimonio Histórico el día de la recepción.

Esperemos que esta restauración integral, en la cual también se va actuar sobre su entorno, (el camarín

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de la Virgen), intentando que las condiciones medio ambientales sean las adecuadas para una óptima con-servación, ya que esta ha sido una de las causas princi-pales del deterioro, unido al elemento metálico situado en la cabeza de la Virgen, el cual ha sido eliminado. De igual forma también se ha procedido a la restauración del Trono Basamento de la Virgen que data de 1742, y que es una pieza del barroco español, de gran valía, (la parte superior pendiente de entrega).

Para que ahora, todos estemos celebrando la fe-liz restauración, ha sido necesaria y fundamental, la intervención de nuestra alcaldesa, y es de justicia re-conocerlo, aprovechando una vez más la ocasión para agradecérselo, ella recogió el testigo, que le lanzamos y desde un primer momento realizó cuantas gestiones fueron necesarias para que la Consejería de Cultura, accediera a las peticiones formuladas por esta Junta de Gobierno, y a su vez esta cursara la correspondiente petición al IAPH.

Esta Junta de Gobierno, es la garante de la conser-vación del patrimonio y del cuidado de la Imagen, y en este sentido estamos realizando grandes esfuerzos, ya que a la reciente restauración de la Talla y Trono Basa-mento y algunos de los jarrones de la Virgen, podemos añadir el Trono Procesional el pasado año.

Como sabéis, otras de nuestras obligaciones y a la que le dedicamos gran parte de nuestras energías, es la atención de los más desfavorecidos, si hace dos años a través de Manos Unidas conseguimos fi nanciar la construcción de un colegio en la India, donde cerca de 500 niños están recibiendo una formación que les ayu-dará a salir de la más extrema de las pobrezas. Ahora hemos iniciado un nuevo proyecto muy ilusionante, vamos a construir un orfanato en la R.D. del Congo, el cual llevará el nombre de “Virgen de la Capilla”, al frente del proyecto estará el misionero de África, el Padre Francisco Ostos, con el cual me une una buena amistad desde hace más de 25 años. Gracias a las nue-vas tecnologías mantenemos continuos contactos con el Padre Blanco, que nos ayudará a mantenerles infor-mados de los pormenores y evolución del proyecto, también vamos a contar con su presencia, el próximo mes de julio, estoy seguro que nos les va a dejar indi-ferente, cuando nos transmita sus experiencias vividas en África, su trabajo en las misiones con pequeños y mayores y su labor evangelizadora.

Jesucristo decía “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá la puerta. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, encuen-tra; y el que llama, se le abrirá. Nosotros le pedimos su ayuda y hacemos un llamamiento, espero que en-contremos y abramos muchos corazones, la caridad no se nos puede olvidar, es una virtud del corazón. Con la ayuda de todos construiremos un hogar para estos niños huérfanos. Aportemos nuestra gota de agua, to-mando una vez más prestada las palabras de la Madre Teresa de Calcuta “A veces sentimos que lo que hace-mos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Estar seguro de una cosa que haciendo caridad, uno no se equivoca nunca como decía San Camilo. Nos hará crecer como personas y cristianos, haciéndonos más felices.

En el añorado regreso de la Imagen de Nuestra Señora, en el interior de nuestro Templo Mayor, debi-do a las inclemencias meteorológicas, se organizo una sencilla e histórica procesión, donde pudimos con-templar el amor y cariño que se le profesa a nuestra protectora y Patrona de Jaén, en los rostros se refl ejaba las emociones vividas, muchas lagrimas derramadas, plegarias, rezos, y de fondo las marchas de la Banda Municipal, que sonaban a música celestial.

Este año la Patrona va a volver a visitar la San-ta Iglesia Catedral, con motivo de la celebración del 350 aniversario de su Consagración, que coincide con el sesenta aniversario de la proclamación ofi cial como Patrona Principal de Jaén de la Virgen de la Capilla, por el Sumo Pontífi ce Pio XII y con el ochenta aniver-sario de su Coronación Canónica, 500 años después de su Descenso a la Ciudad, vamos a tener unas fi estas patronales muy especiales, ya que el tradicional Rosa-rio de San Bernabé se va celebrar con la presencia de la Virgen de la Capilla, para posteriormente celebrar la fi estas de los Cabildos en la Santa Iglesia Catedral, saliendo posteriormente la magna procesión desde el interior del Templo Mayor. Una vez más en la histo-ria, podemos contemplar esta escena ya repetida en algunas ocasiones. Cabildo Catedralicio y Cofradía unidos nuevamente, dos instituciones que mantienen una extraordinaria relación, como no podía ser de otra manera.

Con mi más respetuoso y fraternal abrazo, me despido deseándoles unas felices fi estas patronales.

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EL CARDENAL MONSEÑOR AMIGO VALLEJO IMPARTE UNA CONFERENCIA A LOS COFRADES DE NTRA. SRA. DE LA CAPILLA.

En el Salón de Actos del Seminario Diocesano se celebró el miércoles 20 de mayo de 2009, la conferen-cia “La religiosidad popular en una sociedad aconfe-sional” impartida por el Emmo. y Rvdmo. Fray Car-los Amigo Vallejo, Cardenal Arzobispo de Sevilla.

El Cardenal, quien estuvo presentado por el Deán de la Catedral jiennense, el Ilmo. Sr. D. Fran-cisco Juan Martínez Rojas, afi rmó que los dos pilares fundamentales de la religiosidad popular son la fe y la familia.

Partiendo de la realidad e historia de la religiosidad popu-lar de Jaén, Monseñor Amigo se refi rió a la condición de “familias enteras ligadas a una hermandad o a una Imagen como la Virgen de la Capilla, que no es ocasio-nada por la celebración de una fi esta anual, sino por la tradición y popularidad de ésta”.

Además, analizó de forma objetiva el papel de las cofradías en una sociedad actual, “…un estado aconfesional, en el que la mayor parte de los ciudadanos son confesionales”; recordando que en las mayorías de las oca-siones “las manifestaciones reli-

giosas son apoyadas por las autoridades públicas”, a veces con “actividades paralelas de carácter lúdico”.

Monseñor Carlos Amigo afi rmó que “la reli-giosidad popular ofrece la cultura de un pueblo, su forma de ser”. “El Evangelio es el mismo y se puede cantar de una forma u otra. El pueblo pone la música y Dios la letra, el Evangelio”.

Al término de la conferencia, los miembros de la Junta de Gobierno tuvieron la oportunidad de inter-cambiar impresiones con el Cardenal Amigo Vallejo; momento en que se le ofreció fi rmar en el Libro de Honor de la Cofradía.

La Cofradía de la Virgen de la Capilla abrió con esta conferencia los actos con motivo de la Festividad de la Patrona de Jaén, Ntra. Sra. de la Capilla.

Conferencia de Monseñor amigo Vallejo

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El Cárdenal fi rmando el libro de honor de la Cofradía

El Cárdenal con los miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía

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Presentación del cartel 2009

PRESENTACIÓN DEL CARTEL 2009 Y DE LA REVISTA EL DESCENSO

El jueves 21 de mayo de 2009 en el Salón de Actos “Miguel Castillejo - CAJASUR” tuvo lugar la presentación del cartel anunciador de las Fiestas Pa-tronales a Ntra. Sra. de la Capilla.

D. Jacinto Linares Talavera, autor de la obra del 2009, refl ejó a la Santísima Virgen en su camarín, pu-diéndose contemplar el retablo en todo su esplendor con sus columnas salomónicas. El autor fue presen-tado por D. José Domínguez Cubero, doctor en His-toria del Arte, quién en su exposición dió un repaso a la iconografía de Ntra. Sra. de la Capilla.

Del mismo modo, la Junta de Gobierno de la Cofradía presentó el número 6 de la segunda etapa de la revista, “El Descenso”, que como cada año se edita coincidiendo con la festividad de la Patrona de Jaén.

Este año la presentación corrió a cargo del Vocal de Horquilleros, D. Jesús Llopis Olivera, quién con su elocuente exposición hizo ver a los asistentes, de una forma concisa la estructura de este nuevo trabajo.

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pregón en honor de Nuestra Señora de la Capilla. 2009

Con el Pregón 2009 en honor a Nuestra Señora de la Capilla, que se celebró el viernes 29 de mayo en el Teatro Darymelia de la capital, se dio comienzo las fi estas patronales en nuestra ciudad.

El acto que fue introducido por el secretario de la Cofradía, Javier Hermoso Choza, contó con la presentación del M. I. Sr. D. Juan Herrera Amezcua, Canónigo de la Catedral jiennense; quién expuso a los presentes la biografía del pregonero de este año; el que fuera Obispo de nuestra Diócesis durante dieciséis años, don Santiago García Aracil.

Monseñor García Aracil, quien siempre ha de-mostrado tener una profunda devoción mariana, co-menzó su intervención haciendo una salutación a los presentes, entre los que se encontraban el Deán de la Catedral, el presidente de la Agrupación de Cofradías y concejales del Ayuntamiento de la ciudad, además de representantes de otras cofradías hermanas.

Monseñor García Aracil, introdujo su interven-ción recitando unos versos del licenciado Antonio Becerra de su “Memorial sobre el culto y devoción a la Virgen de la Capilla” (publicado en 1639); y con los del sacerdote Rafael Valdivia puso la nota emotiva de su intervención. ”... Un rayo de esperanza ya le empieza con la dulce presencia de María, que a la bella ciudad ya descendía, dejándonos su paz y su belleza.”

El actual Arzobispo de Mérida – Badajoz, evocó a María Santísima desde diferentes facetas, representadas

en el Retablo del Descenso de la Iglesia de San Ildefonso (obra de Duque Cornejo), fue presentada como interce-sora, como protectora y como defensora de la vida, “¡...María dijo Sí!, que en su tiempo suponía que podía ha-ber sido lapidada en vida. Situación mucho más difícil que la que hoy se pueden encontrar.”, expuso Monseñor García Aracil, haciendo un alegato por la vida y conde-nando rotundamente el aborto.

Concluyó el pregón entonando las prerrogativas a la Santísima Virgen de san Efrén, Doctor de la Iglesia. “... La Virgen me invita a cantar el misterio que yo con-templo con admiración. Hijo de Dios, dame tu don ad-mirable, haz que temple mi lira, y que consiga detallar la imagen completamente bella de la Madre bien amada.”

El Pregón 2009 a Ntra. Sra. de la Capilla concluyó con la actuación del Orfeón “Santo Reino”, quién rindió su homenaje particular a la Virgen de la Capilla con pie-zas polifónicas como “Cortejo Blanco”, “Capilla, Tú”, o “Himno a Ntra. Sra. de la Capilla”.

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Monseñor García Aracil, Arzobispo de Mérida - Badajoz

PREGÓN A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CAPILLA

Jaén a, 29 de Mayo de 2009

1.- INTRODUCCIÓN

Gustando la emoción y el gozo que me embar-gan al encontrarme con mis antiguos feligreses, tan queridos como recordados, y tan devotos de la Vir-gen de la Capilla, quiero saludaros con las palabras que un poeta del siglo XVII escribió a su pariente el licenciado Becerra al conocer el “Memorial del Des-censo de la Virgen” que acababa de escribir:

“Y esta divina Matrona,pues servicios galardona,os dé, de su eterna sillamil bienes en su Capillay en el cielo una corona”

(o.c. B 2, v).

El Licenciado, Capellán Mayor del santuario de la Virgen de la Capilla, grabó preciosamente en un libro de reconocida autoridad el recuerdo de la mila-grosa visita con que la Santísima Virgen honró para siempre a la ciudad de Jaén en la noche de S. Bernabé del año 1430. Pero su relato no es más que un desta-cado signo literario que apenas llega a traslucir del canto vivo que los jaeneros eleváis desde entonces a la Reina del Cielo, agradecidos por el inmenso favor de su maternal visita.

Vosotros, fi eles devotos y admirados cantores de la Virgen de la Capilla, , con el calor de la fi es-ta que le dedicáis año tras año, y con la permanente proclamación de sus bendiciones, dejáis en el alma

de vuestros hijos algo más que una mera crónica de aquel maravilloso acontecimiento. Vuestro amor a la Santísima Virgen, y el Culto que ininterrumpidamen-te celebráis ante su Sagrada Imagen, graban un sello casi indeleble en el alma de quienes os contemplan y acompañan en la oración y en el culto que dedicáis a la excelsa Patrona. Con todo ello, dejáis en su ex-periencia de vida y en su memoria la notable huella de amor a María que irán transmitiendo a las gene-raciones venideras. Por eso, la Virgen de la Capilla será siempre, en el corazón de los Jaeneros, Madre protectora, defensora, estímulo y aliento para quie-nes caminan por las difíciles sendas de este “valle de lágrimas” (Salve).

Vuestras plegarias constantes a los pies de la Madre de Dios, lanzan al viento ecos de ardiente súplica y emocionada alabanza, y hacen vibrar en el ambiente, sin interrupción, la voz de una crónica enamorada y entusiasta. Ese testimonio, hecho de fervoroso espíritu y de fi esta enardecida, que vuestra fi rme devoción mariana rubrica día a día, se difunde por doquier fi rmado con la rúbrica de vuestra fe, sóli-da y sencilla, como corresponde a quienes se sienten queridos infi nitamente por Dios, y siempre tutelados por su Madre Santísima. De este modo, vuestra coti-diana adhesión a la Virgen María compone un himno de profunda admiración hacia la mujer “vestida de sol” (Apoc. 12, 1) capaz pisar y someter con su dulce planta la cabeza del dragón enfurecido, y de defen-der así de la amenaza infame a los hijos que le diera el Señor desde la Cruz.

Vuestra mirada fi lial, centrada en el rostro de la Virgen, puestos los ojos en los suyos con gesto de ternura confi ada, os permite contemplar la pureza y santidad de esa mujer, la más excelente de la raza

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humana, embellecida con los primores divinos del Creador. Dios Padre realizó su obra singular y ex-quisita, llevando a la plenitud de la belleza y de la gracia a quien preparaba para ser la Madre de su Hijo Unigénito. Así lo cantó aquel sacerdote contem-poráneo, ministro del Señor y pastor bueno de sus hijos, amante de este bello santuario cuya torre se eleva irradiando sobre la ciudad el resplandor de la Estrella que alumbra el día, la Virgen santísima de la Capilla. Dice en sus versos D. Rafael Valdivia, queri-do y recordado, a quien me precio en citar:

“Déjame contemplar embelesadoel lago de tus ojos, tu belleza,rayo de sol que quita la tristezadel pobre corazón atormentado.Tan solo una mirada te he rogado,trasunto de tu paz y tu grandeza;y tu sonrisa amable que ya empiezaa calentar mi pecho que está helado.Y busco siempre en ti ese cariñoque me consuela pronto; apenas llego a ti, entristecido, tú lo llenasde honda paz; me acoges con cariño.Y busco en él refugio, como un niño,y dejo en tu regazo yo mis penas” (R. Valdivia)1

2.- OBJETIVO DEL PREGÓN

Quiero ser fi el al objetivo propio del pregón. En consecuencia, os dirijo mis atrevidas y limitadas pa-labras como una convocatoria que predisponga, si es posible, a la vivencia profunda y sentida de la fi esta en honor de la Virgen de la Capilla, patrona, tutela y valedora de la histórica y sufrida Ciudad de Jaén.

Es mi deseo, pues, que las consideraciones que os brindo abran el alma a la contemplación amorosa y sencilla de quien es, para los que la miramos e in-vocamos como hijos, “espejo de justicia, trono de sabi-duría..., estrella que anuncia el día, salud de los enfermos, refugio de los pecadores, consoladora de los afl igidos, auxi-lio de los cristianos... reina de la familia, y reina de la paz”

1 R. Valdivia, Consuelo de afl igidos, en “Confi dencias”, Obispado de Jaén, 2004

en tiempos de lamentable agresividad y violencia (cf. Letanías lauretanas).

Por ello os invito a mirar con todo afecto a nues-tra Madre, hasta descubrir en sus ojos misericordiosos el perfi l de nuestra realidad personal. Ella, a fuer de madre amantísima, lleva grabada en su alma cuanto somos, vivimos y anhelamos. María es admirable e insuperable en su maternidad universal, y maestra de comprensión y de acogida. Por eso, en ese emo-tivo cruce de miradas, encontraremos el gesto silen-cioso que nos brinda su pecho abierto para que ha-llemos en él un regazo maternal que nos acoge y nos devuelve la paz interior. Apoyados espiritualmente en ella, sentiremos el cálido palpitar de su corazón que da fuerza y estímulo a las almas transidas por la duda, por el dolor, por la tristeza, por la ansiedad que produce la ajetreada vida arrastrándonos en el torbellino de falsas promesas, de espejismos engaño-sos, y de anhelos insatisfechos.

Ojalá nuestros labios, en sincronía con el mejor sentimiento del espíritu fi lial, se abrieran cada día, llenos de confi ada esperanza, dirigiéndonos a la Se-ñora de cielos y Tierra con la conocida súplica, fra-guada en la más enraizada piedad mariana del pue-blo cristiano español: “Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra...vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos y, después de este destierro, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre” (Salve).

3.- MARÍA, PALABRA VIVA QUE MUESTRA AL MUNDO EL ROSTRO DE CRISTO NUESTRO SEÑOR

María nos muestra a Jesús, fruto bendito de su vientre. Ella, dando a luz al Hijo de Dios hecho hom-bre, fue como la primera y más elocuente palabra que nos manifestó y sigue dándonos a conocer a Jesucris-to. Gracias a su mediación, obediente a la llamada divina por encima de la oscuridad del misterio, Dios infi nito entró en la historia y se hizo compañero de camino de cuantos peregrinamos en busca de la ver-dad, de la vida que no acaba, y de la felicidad in-

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compatible con dolor alguno, con el infortunio y con cualquier forma de tristeza.

María, inquebrantablemente fi el al Señor, y consciente de la misión de contribuir a la manifes-tación del poder salvador del Hijo de Dios e Hijo de sus purísimas entrañas, ha sido, a través de la his-toria, desde la cuna de Belén y las bodas de Caná, medianera de todas las gracias (cf. L.G.61.62) y fi el ministro de los favores divinos para el bien de los afl igidos que confían en el Señor.

María es el dulce rostro del Dios bueno. Es la imagen bendita del amor que vela por la salud de los mortales. Es la mensajera de la esperanza que impide marchitarse la ilusión. Es la causa de nuestra alegría en medio de las pruebas ocasionadas por los doloro-sos trances que salpican nuestra existencia terrena. Por eso,

“Cuando el mundo en los sueños me atropellay el dolor en el pecho se agiganta,lo primero que viene a mi gargantaes tu nombre, purísima doncella” (E. Arce)2

4.- LA VIRGEN DE LA CAPILLA LIBERA A LA CIUDAD

En atropellos andaba la ciudad de Jaén, aco-sada cruelmente por enemigos que la asaltaban, la expoliaban y la sumían en la densa nube de la inse-guridad, en el vacilante discurrir de la zozobra, y en paralizante freno que es el miedo. En aquellas terri-bles circunstancias, una vez más, la magnanimidad divina quiso mostrarse por mediación de su Madre amantísima. Así nos lo cuenta el Capellán Becerra:

“Con mucho ceño parece miraba Dios a esta afl igida Ciudad, cuando a la verdad más favorable la atendía. Llegó a un infeliz estado, y último aprieto, y tan sin remedio se hallaba, que intentaron sus moradores desampararla, por redimir, huyendo, las grandes, y continuas bexaciones que de los moros padecían, pues cada noche hacían correrías, y

2 Eugenio Arce, Tríptico de amor y preces para la Vir-gen María, en “El Gran Jubileo de los Poetas” Jaén, 2000.

se llevaban los ganados, y a muchos cautivos...Si los afl i-gidos vecinos sembraban, no lo cogían, porque los moros, o talaban los panes en vengança, o ya sazonados los que-maban. Ni se podían valer de la fruta de las huertas (abun-dante cosecha de esta Ciudad) porque ò la avian robado, ò cautivaban a los que por ella salían”(A. Becerra) 3

Al escuchar esta antigua narración, que ayuda a imaginar con realismo el tormento de una situa-ción insostenible y sin fi nal previsible prolongada, me viene a la mente una escena de gran similitud. Estaba el mundo sumido en la miseria del pecado, sometido a la amenaza y al poder del maligno siem-pre al acecho, prepotente y victorioso. La liberación de tan desafortunada suerte, sólo podía ser obra de Dios. Por ello murió Cristo en la Cruz rompiendo, con su perfecta obediencia al Padre, el malefi cio que sufría el hombre separado de Dios por haberle des-obedecido.

Expulsados del paraíso, el hombre y la mujer, nuestros primeros padres, y nosotros con ellos, uni-dos por los vínculos de la sangre, vieron transfor-marse ante sus ojos, el Edén en un desierto, el jardín de sus delicias en árido valle de lágrimas, y el tiempo de su feliz andadura hacia la casa del Padre, en senda estrecha a recorrer en aventurado y duro peregrinar. La humanidad había entrado en el sinsentido y en la desesperanza, que cerraban ante sus ojos la panorá-mica de un horizonte recordado.

Pero, el amor de Dios, mayor siempre que nues-tros pecados, no quiso abandonar al hombre a su desdichada suerte, y le anunció el perdón, siempre anhelado y gratuito; pero vedado a los humanos, si con sus limitadas fuerzas quisieran alcanzarlo.

Más todavía: quiso Dios que el perdón alcan-zado por el sacrifi cio de su Hijo Unigénito, nos lle-gara unido a la dulzura de esos gestos de amor que el hombre necesita percibir, incluso para arrepentirse de sus maldades. Y Cristo, que ve en lo escondido del corazón y percibe el tremendo desconsuelo, la amar-ga soledad y el frío desamparo que iban a sufrir los hombres cuando Él partiera hacia los cielos, estando aún clavado en la cruz, “al ver a su madre y junto a ella

3 A. Becerra, Memorial del Descenso de la Virgen, Fac-símil de la de 1718, Jaén, 2003, pag. 11 v. Y 12.

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al discípulo a quien tanto amaba, dijo a su Madre: Mujer, ahí tienes a tu hijo. Después dijo al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquel momento, el discípulo la recibió como suya” (Jn. 19, 26-27).

Aquel instante señaló el inicio del amparo ma-ternal que la Virgen había de propiciarnos, y el cons-tante recurso de los hijos a la dulce protección de Ma-ría. El Señor nos había confi ado como Madre nuestra a su misma Madre. En ella podíamos descubrir y sa-borear la dulzura del amor que nos ayuda a vencer la soledad, el miedo y la debilidad. El desamparo del alejamiento de Dios iba a convertirse en camino de arrepentimiento y de regreso al Padre por la dulce fuerza del amor y la paciencia de la Madre de todos los Desamparados, de los pobres, de los marginados, de los encarcelados, de los emigrantes, de los huérfa-nos, delos débiles, de los jóvenes sin ilusión, Madre de la divina Gracia y Madre del Buen consejo que tanto necesitamos.

Ese gesto protector de Dios, a través de María, Madre suya y Madre nuestra, enraizado en los orí-genes mismos de nuestra fe, se hace milagrosamen-te visible en la Ciudad de Jaén cuando asoman las primeras luces del siglo XV. En aquellos tiempos, en que la cultura, la vida y la fe se integraban en com-pacte unidad, la opresión del pueblo llevaba consigo la persecución de la fe cristiana que lo animaba y lo mantenía unido. La defensa del la fe signifi caba la protección del pueblo; y la protección del pueblo sig-nifi caba la defensa de la fe. Por ello, el descenso de la Virgen consolando a quienes imploraban la inter-vención del Señor, fue, en la persona de María Virgen y Madre, el gesto liberador que arrancó del pueblo la opresión enemiga, y el milagro que reafi rmó la fe del pueblo cristiano.

“Y así fue, que desde esta misma noche que esta An-gelical Señora honró esta Ciudad con su presencia, descae-cieron los moros, se alentaron los cristianos; ni aquellos más la ofendieron, ni estos la desampararon; ni aquellos prevalecieron, y estos experimentaron toda la bonanza, y la dicha” (A. Becerra, o.c. 14).

5.- GRATITUD A LA VIRGEN DE LA CAPILLA

Qué gratitud la vuestra, hecha fi esta continuada en honor de la Virgen bajo la advocación de la Ca-pilla, ofreciendo, con su intercesión bendita, el más digno sacrifi cio de acción de Gracias a Dios, que es la Eucaristía. En éste solemne acto de culto que anun-ciamos, se unen en Cabildos acordados, el Pueblo li-berado de la enemiga opresión, y el pueblo de Dios que proclama su identidad en la fe de Cristo. Pueblo y Pueblo, destino del milagro divino protagonizado por la Virgen María, debían unirse en un himno de alabanza agradecida, que bien entona el poeta gien-nense:

“Eres fulgor de estrella en la alboraday brisa suavizante en la mañana,canción crepuscular en la campañay sueño en la noche sosegada.Eres luz celestial enamoraday dulce manantial, limpia fontana,bello sol, deliciosa fi ligranay en el trigal la espiga más dorada.Eres reina ideal, linda pastora besada por suspiros de la auroray arrullada entre olivos y aceitunas.Eres fl or entre montes y entre llanosBañada con destellos de la luna,Y auxilio maternal de los cristianos.

(A. Del Castillo Vico)4

Correspondiendo al favor de la Madre del Cielo, cuidáis este precioso templo que guarda como joya la imagen venerada de la Virgen de la Capilla; y lleváis en el pecho, grabada con letras de fuego amoroso, el nombre de vuestra patrona. Y le dirigís himnos, cán-ticos y plegarias en el curso de vuestros días, ponien-do confi adamente ante ella vuestras alegrías y vues-tras penas, vuestros anhelos y buenas obras, vuestras debilidades y vuestros fi rmes propósitos. Convocáis a las gentes del lugar y a forasteros para acompañar a María en su paseo por las calles de la Ciudad, como antaño hiciera en su milagroso Descenso: “Pues esta

4 A. Del Castillo Vico, “Virgen María...¿qué eres tú?, en “El Gran Jubileo de los Poetas”, Jaén, Ed. Privada, pag. 405

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celestial Señora enriqueció nuestra Ciudad, consagrando por estrado de sus soberanas plantas, no una piedra sola, sino tantas cuantas hay en las calles que paseó, y honró con su presencia, y la de su Hijo Santísimo, dexandolas por testigos perpetuos de el amor con que favoreció, ampa-ró, y honró esta nobilísima Ciudad, por los méritos de su devoto capellán S. Ildefonso, que conserva en su Iglesia, a cuyas espaldas hizo possa, y estación esta procesión glorio-sa, como señalando la reina de los Ángeles la causa de su benefi cio, y el sitio que quería le dedicase a su nombre, e Imagen” (A. Becerra, Memorial...pag. 4).

La memoria de tan grande gesta con la que María consagró, según dice el Capellán historiador, todas las piedras por donde pasó la procesión, debe despertar en el ánimo de los cristianos de esta queri-da e histórica ciudad, tanto el deseo como el compro-miso de que sean consagradas, dedicadas al Señor, las almas a las que llega, a través de los tiempos, la mirada bondadosa y la ayuda maternal de la Virgen Santísima de la Capilla.

Por ello, haciendo nuestras las palabras del Papa Juan Pablo II, de feliz memoria, digámosle en oración frecuente ante sus plantas: “Para gloria del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, nosotros deseamos existir y obrar, vivir y morir, gozar y sufrir, en tu corazón materno...Que todos podamos ver los frutos de la conver-sión y de la reconciliación en la justicia, en el amor y en la paz”5

6.- MENSAJES DE LA VIRGEN MARÍA CON EL NIÑO JESÚS EN BRAZOS

Contemplemos ahora, en el recuerdo, el precio-so relieve que nos muestra el milagroso Descenso de María y su inicial procesión por la Ciudad, llevando y mostrando en brazos a su Hijo el Señor. Fijándonos en la escena que nos presenta, meditemos en el triple mensaje cuyo contenido es bueno considerar cuan-do nos preparamos a celebrar el 570 aniversario de aquel maravilloso e inolvidable acontecimiento.

5 Citado por Clemente de la Serna, en Orar con María, Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1999, pag.---

El primero de ellos es muy sencillo, y podría resumirse diciendo: La vida apacible, familiar y ho-gareña es posible en este lugar, hasta ahora abatido por enemigos externos y por enfermedades internas que hacían peligrar la subsistencia de todo un pue-blo. Así se desprende de la imagen de la Virgen Ma-ría llevando en sus brazos a Jesús. No se arriesga innecesariamente la vida de un niño en circunstan-cias claramente adversas. Este fue el primer signo de que el milagro de la liberación de la Ciudad se estaba produciendo.

Además, al mismo tiempo que la presencia del Niño Jesús garantizaba a nuestros antecesores la po-sibilidad de vivir en paz sin abandonar la ciudad, se les anuncia también que la plenitud de esa vida querida por Dios Creador se alcanza desarrollando la vida sobrenatural que el Niño inauguró con su re-dención. Y, como es la Virgen quien muestra a Jesús, se entiende que a Él se llega por intercesión y media-ción de María, Madre suya y Madre nuestra.

Contemplar hoy esta escena, e interpretar su mensaje, nos invita simultaneamente a la esperanza en la posibilidad de una vida apacible, y a la conver-sión al Señor para vivir según la voluntad del Señor. Él es el principio de nuestra vida en el mundo, y la fuente de nuestra vida sobrenatural, gloriosa y eter-na. Él es el camino hacia la verdad y hacia la vida (cf. Jn. 14, 6). Y ella, su Madre, es el camino para llegar a Él.

Ante esta escena, tan magistral como evangeli-zadora, el alma sensible exclama con verdadera de-voción en un soliloquio que es buena muestra de una oración muy necesaria en estos días y que debería-mos dirigir constantemente a María nuestra Madre: “¿Quién no se llenará de admiración ante ti? Tú eres fi rme protección, refugio seguro, intercesión vigilante, salvación perenne, auxilio indefi ciente, socorro inmutable, sólida muralla, tesoro de delicias, paraíso irreprensible, fortaleza inexpugnable, trinchera protegida, fuerte torre de defensa, puerto de refugio en la tempestad, sosiego para los que es-tán agitados, garantía de perdón para los pecadores, con-fi anza de los desesperados, acogida de los exiliados, retorno de los desterrados, reconciliación de los enemistados, ayu-da para los que han sido condenados, bendición de quienes han sufrido una maldición, rocío para la aridez del alma, gota de agua para le hierba marchita, pues, según está es-

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crito, por medio de ti nuestros huesos fl orecerán como un prado” (S. Germán de Constantinopla).

El segundo mensaje que nos transmite la ima-gen del Descenso y de la procesión mariana, es un canto a la maternidad y una invitación a valorar la maternidad responsable y gozosamente atenta a la voluntad de Dios, autor y dueño de la vida. Mater-nidad que se hace ejemplarmente presente en la ima-gen de María con el Niño en brazos, fruto de un <SÍ> en que expresó con toda claridad y sencillez su obe-diencia incondicional a Dios.

La Santísima Virgen de la Capilla, al consagrar con sus dulcísimos pies las piedras de la ciudad, nos mostró su alma consagrada. Y, al poner hoy ante nuestros ojos su imagen presidiendo el cortejo ce-lestial, nos llama a consagrar nuestras almas para ser verdaderos profetas de la auténtica maternidad; defensores a ultranza de los niños, nacidos o no, pre-sentándolos y aceptándolos como una bendición de Dios en la que se muestra el milagro de la vida, y el anuncio de la vida que anhelamos, y que sólo en el Señor tiene su espacio.

La Virgen de la Capilla, que liberó a esta Ciudad de tantos males, rompiendo la fuerza del enemigo y devolviendo la salud a los atormentados por la peste, nos pide hoy valentía cristiana para defender la vida y la verdad, sin miedos ni actitudes acomodaticias; para convertir nuestras vida en un permanente apos-tolado que manifi este, defi enda y cultive el verdade-ro sentido de la vida y de la muerte, de la alegría y del dolor; y para dar a conocer la más genuina digni-dad de todas las personas desde su concepción hasta su muerte natural. De modo que nuestra existencia, lejos de perderse en lamentos y quejas ante las ad-versidades con que este apostolado se encuentra en nuestros días, se convierta en una verdadera procla-mación del Evangelio de la Vida.

La imagen de la Virgen María con el Niño en brazos nos convoca, también, a una constante ora-ción por los matrimonios, para que entiendan que la familia es el santuario de la vida; para que se sientan elegidos por Dios como la mediación precisa y hon-rosa que ha de proclamar el milagro de la procrea-ción, haciendo brillar la magnifi cencia divina que hace obras grandes a través de sus pobres criaturas.

Por todo ello, os invito a hacer vuestra esta ora-ción de un monje contemplativo al meditar el mis-terio de la Encarnación del hijo de Dios en las pu-rísimas entrañas de la Virgen que dijo <SÍ> a Dios que le anunciaba su misteriosa y difícil maternidad: “Madre y señora nuestra, Virgen de la Encarnación, te da-mos gracias por tu <SÍ>, porque has creído en el amor del Padre, y por eso desde tu pobreza, confi ando en Aquel para quien nada es imposible, dijiste: >Sí, yo soy la servidora del Señor, que se haga en mí según tu palabra”6. Oración que completa magistralmente el Papa Juan pablo II, diciendo: “Ayúdanos, Madre, a percibir cada vez más profundamente a dignidad de todo ser humano. Haz que tomen clara conciencia de esa dignidad los hombres y las mujeres llamados a la excelsa vocación de la paternidad y de la maternidad, para que sean siempre <santuario de la vida> mediante el prodigio de la generación, confi ado por Dios a la autenticidad de su amor fi el y a su vigilante responsabilidad” 7

El tercer mensaje nos invita a admirar la vida humana como la obra más preciada de Dios. Por to-dos sin excepción ha dado Cristo su vida.

Es tiempo de valentía y tesón para no cesar en la defensa del derecho a nacer que tiene toda persona concebida.

Es tiempo de cultivar el amor que se vuelca más allá de las egoístas satisfacciones o de los agrados sensibles, llegando a mostrar el inmenso valor de los nacidos que enferman y envejecen como trasunto de Cristo doliente.

Es tiempo de proclamar por doquier, en esta so-ciedad materializada y hedonista, utilitarista y laicis-ta, que el valor de la vida humana no se mide por su utilidad social, sino porque es obra del amor divino.

Es tiempo de comunicar a las gentes que toda vida humana lleva en sí misma un tesoro que esta-mos llamados a descubrir, a respetar, a admirar y a mostrar con la alegría de quien contempla una obra maestra de la sabiduría infi nita de Dios.

6 Clemente de la Serna, “Orar con María” Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1999, pag.7 Juan Pablo II, “Sus oraciones a la Virgen” Ed. Palabra, Madrid 2005, pag.

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Es tiempo de proclamar, oportuna e inoportu-namente a ojos humanos, como dice S. Pablo, que no tenemos derecho a negar el misterio simplemente porque que no hemos sido capaces de comprender-lo.

Es tiempo de repetir con paciencia, con ener-gía y constancia, que no tenemos derecho a silenciar por cobardía las obras del amor de Dios, sofocados y amenazados por los gritos del egoísmo humano, y por la presión de los consensos sociales que preten-den erigirse en medida de la verdad y del bien.

Difícil tarea ésta, que requiere gran valor. Sólo unidos al Señor nos será dado alcanzarlo. Sobre todo en estos tiempos en que la sociedad avanza por ca-minos de laicismo y de autosufi ciencia hacia un re-lativismo casi absoluto, en el que Dios ya no cuenta para muchos porque han querido y creído ocupar su lugar. Por eso invito a la oración poniendo en ella el alma del poeta:

“Yo se que tú no me fallassi yo trabajo tu huerto,pues tengo, Señor, por ciertoque junto a mí tu te hallas.Te ruego que no te vayasestando yo en mi tarea, pues, aunque ya no te vea en este duro trabajo,estarás tú ya en mi tajopara que fácil me sea”

(R. Valdivia, o.c. pag. 243)

7.- EL PATRONAZGO DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA

Quiero concluir este discurso compartiendo con vosotros la enorme satisfacción y la serena esperanza que infunde siempre el patronazgo de la santísima Virgen María, Madre de Dios por voluntad del Pa-dre, Madre nuestra por voluntad del Hijo, y llena de gracia y ternura por la acción del Espíritu Santo su divino esposo.

Transcribo y leo las bellas palabras con que el autor del Memorial del Descenso menciona las gra-cias que recibimos por el patronazgo de María, y la maravillosa complacencia que ello nos llega. Tiene el párrafo la gracia del castellano antiguo.

“La maternal clemencia de sus entrañas es estien-de hasta el temporal consuelo de sus hijos, reduciéndolo su charidad a la mayor gloria divina, y salud de nuestras almas. Sola la noticia de nuestras necesidades basta, para que como misericordiosa madre acuda luego al remedio. <no puedes tu, clementísima Madre nuestra, saber nues-tras miserias sin remediarlas. Pues Alma, diselas bien y ya se acabaron. Su ardentísima caridad la hizo deudora à todos para socorrerlas miserias de todos: Y ya, no como quien dà, sino como quien paga, descubre a todos las entra-ñas de su piedad, para que de los tesoros de su clemencia todos cobren, y todos le deban: El captivo su redención, el enfermo su salud, el triste su consuelo, el pecador su per-dón, eljusto su gracia, los Angeles su alegría, la Trinidad Beatísima mucha gloria, y el Hijo de Dios su humanidad; para que ni en el Cielo, ni en la tierra aya quien no goze las benignas infl uencias de este hermosísimo sol María señora nuestra” (A.Becerra. o c. Pag. 59).

8.- CONCLUSIÓN

En las vísperas de la gran fi esta con que honráis ala Virgen de la Capilla, quiero brindaros mis mejo-res deseos:

Que vuestra fe se fortalezca, y crezca vuestra devoción a María.

Que la solemnidad con que celebráis esta secu-lar fi esta mariana, sea expresión del amor que mueve el corazón de hijos entusiastas y complacidos en la llena de Gracia que el Señor n os dio como Madre de misericordia y áncora de salvación.

Que las fl ores con que adornáis vuestras plega-rias y ponéis a las plantas de la Virgen, sean un signo de la exquisitez de vuestras plegarias.

Que al llevar procesionalmente por las calles de la Ciudad la sagrada Imagen de la Virgen de la Capilla, se reproduzcan en vosotros los sentimientos

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de protección, de alegría y de esperanza que llenaron el corazón de vuestros antepasados al contemplar el Descenso de María.

Que vuestras súplicas se eleven al cielo con es-píritu de fe, y alcancen la paz interior y la salvación para vosotros y para aquellos por quienes imploráis el amparo de la Santísima Virgen, Madre y Patrona de sus buenos hijos Jaeneros.

Termino haciendo mías, y repitiendo para voso-tros, la alabanzas que S Efrén dedica a la Virgen San-tísima en los primeros siglos de la Iglesia. Deseo que sean una plegaria fi lial y una merecida exaltación a quien es Madre de todos los hombres y Patrona de esta queridísima e inolvidable Ciudad de Jaén:

“Salve, canto de los querubines y alabanza de los án-geles.

Salve, paz y alegría del género humano.Salve, jardín de delicias;......Salve, fuente de la gracia y de la inmortalidad.Salve, templo santísimo; salve trono del Señor.Salve, oh casta, que has aplastado la cabeza del dra-

gón, precipitándolo al abismo.Salve, Madre de Cristo Hijo del Dios vivo, a quien

conviene la gloria, el honor, la adoración y la alabanza aho-ra y siempre y en todo lugar”8

MUCHAS GRACIAS POR SU ATENCIÓN

8 Citado por Clemente de la Serna, en “Orar con Ma-ría”, Ed. Martinez Roca, Barcelona, 1999, pag. 109

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Mes de las Flores y Besamanto

El mes de mayo es una fl or hecha oración por Ma-ría, nuestra Madre. Y así, año tras año se da testimonio en el mes Mariano por excelencia. 31 días en los que la Virgen María, en su advocación de la Capilla es honrada por cofrades, devotos y vecinos y vecinas de Jaén, que regalan a través de las fl ores bellas oraciones de plega-ria o agradecimiento bajo las plantas de la Patrona.

Durante el mes de mayo un extenso grupo de cofradías, parroquias, grupos parroquiales se dieron cita en la Iglesia de San Ildefonso para honrar a nues-tra Virgen.

Además, es durante este mes cuando la Virgen se acerca más al pueblo de Jaén a través del Besaman-

to de Nuestra Señora de la Capilla. Tres días en los que la Virgen se expone para que los jiennenses se acerquen a Ella a besar su manto, venerar la imagen y con ese gesto recibir la bendición de la Señora.

La Virgen lució un manto color blanco, en seda de Otomán, bordado en tisú de oro y lentejuelas natura-les. Junto al dosel, como es tradicional, se situó el acta del siglo XV que atestigua el descenso de la Virgen, la noche del 10 al 11 de junio de 1430 rubricado por el entonces vicario general y provisor del obispado don Juan Rodríguez de Villalpando. Son estos únicos días en todo el año cuando se expone este tesoro que atestigua el descenso.

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El Ilmo. Sr. D. Antonio Garrido de la Torre predicador de la novena 2009 en honor a Ntra. Sra. de la Capilla

Los cofrades de Nuestra Señora de la Capilla nos encon-trábamos inmersos en unos días dedicados a la contemplación y la oración a través de la Solem-ne Novena, con la Exposición del Stmo. Sacramento. En el año 2009, el predicador de la misma fue el Vicario episcopal de co-municación, Ilmo. Sr. D. Anto-nio Garrido de la Torre.

Es por eso que durante es-tos días los cofrades y devotos de la Virgen de la Capilla reza-mos juntos, refl exionando a la vez sobre nuestra vida cristiana y el refl ejo que debemos llevar a la sociedad, con María como ejemplo.

En las distintas jornadas del novenario participaron en la eucaristía el rector y vicerrector del seminario, el deán de la cate-dral. Así como distintas corales y coros de nuestra ciudad.

Novena a Ntra. Sra. de la Capilla

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Eucaristía por los cofrades difuntos y Rosario San Bernabé

La tarde del 10 de junio de 2009 volvió a aunar tradición y devoción. Tras la misa en recuerdo por los cofrades difuntos, se rezó el tradicional Rosario de San Bernabé.

Cada año va en aumento el número de cofrades y devotos de Nuestra Señora de la Capilla que parti-cipan en este emotivo acto. Cientos de fi eles acudie-ron al llamamiento de la Junta de Gobierno de la Co-

fradía para el rezo del Santo Rosario, por el mismo camino que cinco siglos antes recorrió la Madre de Dios por las calles de la Ciudad de Jaén.

Este acto cultual concluyó en la Reja de la Ca-pilla, lugar donde la tradición dice posó sus plantas María Santísima. Y a ella se honró con el canto de la Salve y del himno de la patrona de Jaén.

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La Ciudad de Jaén honra a su patrona

El día 11 de junio resplandece más que el sol en la Ciudad de Jaén, para conmemorar la fecha en que María Santísima descendió del cielo a esta tierra. Como se hizo antaño, y se perpetúa a lo largo de los siglos, la Virgen de la Capilla sigue siendo honrada por todo el pueblo de Jaén al rememorar aquella fe-cha.

Desde el 1430, y de forma ininterrumpida año tras año, siglo tras siglo, es la Ciudad de Jaén repre-sentada por sus dos cabildos, el Catedralicio y el Mu-nicipal, quienes celebran esta fecha con una magna

Eucaristía, conocida como “Misa Votiva de los Ca-bildos”.

La del pasado 2009 contó con la presencia de la Corporación Municipal en su conjunto, presidida por la Alcaldesa de Jaén, doña Carmen Peñalver, y el Cabildo Catedralicio presidido por el Deán, don Francisco Juan Martínez Rojas.

El obispo de la diócesis, Monseñor Ramón del Hoyo López presidió la celebración eucarística, en la que resaltó la fi gura de María Santísima y de su pri-ma Isabel, y cómo estas dos mujeres supieron enten-

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der el Mensaje de Dios, el proyecto de vida que para ambas Dios había preparado. “(…) El pri-mer libro de las Crónicas (15, 3- 4. 16; 16, 1-2) y el Evangelista San Lucas (LC 1, 39- 47) ponen en paralelo tanto el viaje de María a casa de su pri-ma Santa Isabel, como el del Arca de la Alianza. Ambos encierran las mismas manifestaciones de alegría; los dos acontecimientos son motivo de jú-bilo y de bendiciones divinas. María permaneció en casa de Zacarías e Isabel durante tres meses (…) Se encuentran, en la escena de la Visitación, dos madres hebreas, María e Isabel, de quienes dependen las vidas de sus hijos en gestación. Sin la culminación de tantas mujeres que aparecen compartiendo y colaborando con los planes de salvadores de Dios(…)”.

La Misa de Cabildos contó con la participa-ción del Orfeón Santo Reino, muy vinculado a la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, quien entre otras, interpretó el “Capilla, tú” y el Himno de la Virgen de la Capilla.

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Ofrenda fl oral

Tras concluir la Eucaristía, la Junta de Go-bierno de la Cofradía se desplazó hasta el lugar donde tradicionalmente se realiza la ofrenda fl o-ral a la Virgen de la Capilla, el azulejo con la ima-gen de la Patrona de Jaén, que está ubicado en la puerta de la Iglesia de San Ildefonso. Allí fueron muchos los jiennenses que acudieron a llevar su pequeña ofrenda a la Madre de Dios en forma de fl or. Esta ofrenda fl oral, organizada por la Co-fradía en colaboración con la Asociación Provin-cial de Coros y Danzas “Lola Torres”, congregó a un gran número de devotos ataviados con el tradicional vestido de pastira para las mujeres y de chirri para los hombres. Como en otras oca-siones, también quisieron rendirle honores a la Virgen de la Capilla la Hermanad de Ntra. Sra. del Rocío de Jaén y el coro Rociero Albores.

Las miles de fl ores que adornaron la maña-na del 11 de junio a la Virgen de la Capilla, se convirtieron en oraciones de los fi eles a su pa-trona.

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Procesión

La Ciudad de Jaén sale a las calles para ver pa-sar a su patrona la tarde del 11 de junio. Pocos mi-nutos después de las 8 de la tarde salía la Virgen de la Capilla de su Santuario en la Iglesia de San Ilde-fonso.

A la Patrona de Jaén la precedieron en su paso las Cofradías de Pasión y Gloria de la Ciudad de Jaén, así como la Corporación Municipal.

Los horquilleros de Nuestra Señora, este año más de 80, la pasearon, meciéndola por el extenso re-corrido de la procesión para que toda la Ciudad de Jaén pudiera verla y disfrutarla.

La Virgen, engalanada como en otras ocasiones por el cofrade y gran devoto de la Virgen, José Ma-

ría Francés, lució el manto de los Condes de Corbull, de Terciopelo con bordados en oro. En el centro lleva bordado, con sus colores heráldicos, el escudo de los Condes de Corbull, donado por estos en el año 1908. Por su espléndido bordado, fue durante muchos años el manto utilizado para las ocasiones solemnes.

El acompañamiento de bandas de música que rezó en forma de notas musicales durante todo el recorrido procesional corrió a cargo de la Agrupa-ción musical María Auxiliadora y la de la Reina de la Amargura de Jaén.

La procesión de Nuestra Señora de la Capilla por las calles de su Jaén es el momento culmen a doce meses intensos de trabajo para los miembros de la Cofradía, en los que se rinden honor y veneración a la Patrona de Jaén.

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La Virgen de la Capilla se traslada al IAPH para su restauración

El 9 de julio de 2009 nuestra imagen titular, y Patrona de la ciu-dad de Jaén, fue trasladada al Instituto Andaluz de Patrimonio para analizar su estado. Además, se incluyó el Trono-basamento de plata labrada desde donde se expone en su Camarín Ntra. Sra. de la Ca-pilla. Pieza de orfebrería de elegante y bello trabajo, datada de 1742, pero que desgraciadamente se encontraba bastante deteriorada por el uso y el paso de los años.

La Junta de Gobierno dirigiéndose entonces a los cofrades, in-formaba de la Eucaristía de despedida que se celebró el miércoles 8 de julio de 2009 a las 20.30 horas, en la Iglesia Parroquial de San Ilde-fonso. Donde cofrades, devotos y el pueblo de Jaén en general despi-dió la Imagen de su Patrona antes de trasladarse a las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en Sevilla.

Al día siguiente, en la Casa Museo, la Junta de Gobierno, en representación de todos los cofrades, hizo entrega de la Imagen y la peana de plata a la Consejera Rosa Torres en un sencillo acto. En el mismo tomaron la palabra el Hermano Mayor de la cofradía, la Alcaldesa de la ciudad y la Consejera de Cultura. Además estuvie-ron presentes en el mismo, el Delegado Episcopal de Patrimonio, D. Francisco J. Martínez Rojas, el Capellán de la Cofradía, D. Manuel Bueno Ortega y concejales del Excmo. Ayuntamiento de la ciudad.

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La Cofradía de la Virgen de la Capilla peregrina a Turquía, tras los pasos de San Pablo

La Junta de Gobierno de la Cofradía de la Virgen de la Capilla, acompañada de devo-tos y cofrades, peregrinaron a tierras turcas para seguir los pasos de San Pablo, en el año declarado por el Papa Año Jubilar Paulino.

Durante once días, los peregrinos pu-dieron conocer de cerca la historia del inicio de la cristiandad tras las huellas de Pablo de Tarso y de los Padres de la Iglesia. Guia-dos por el Deán de la Catedral jiennense, D. Francisco Juan Martínez Rojas, los miembros de la Cofradía celebraron diversas Eucaris-tías en lugares emblemáticos. La Casa de la Virgen en Éfeso, lugar donde según la tradi-ción, pasó los últimos días María, la Madre de Cristo. También tuvieron oportunidad de compartir la fe con una pequeña comunidad de tan sólo 5 católicos en una ciudad, Konya, con más de 3 millones de habitantes la ma-yoría de religión musulmana. La Capadocia y sus iglesias excavadas en la roca también evocaron a la peregrinación para celebrar una misa donde hace más de diez siglos, las primeras comunidades cristianas compar-tían su fe.

Estos días sirvieron a los miembros de la Cofradía de la Virgen de la Capilla a pro-fundizar en su fe, además de disfrutar y co-nocer lugares de este país dividido entre dos continentes.

Viaje a Turquía

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Ofrenda del Real Jaén a la Virgen de la Capilla

El Real Jaén realizó la tradicional ofrenda floral a la Virgen de la Capilla

Como ya es tradición cada co-mienzo de temporada, la Patrona de Jaén recibió una ofrenda fl oral por parte de los miembros del Real Jaén.

Éste acto tuvo lugar el 25 de agosto en la parroquia de San Il-defonso. En esta ocasión, y debido a que la imagen de la Virgen de la Capilla se encontraba en el Instituto Andaluz de Patrimonio donde esta-ba siendo sometida a estudio para su posible restauración, los jugado-res del Real Jaén realizaron la ofren-da fl oral ante un cuadro de la Virgen que se ubicó en el presbiterio.

El motivo de este acto es ofrecerle el trabajo de la próxima tempo-rada, así como, pedirle que proteja la salud de la familia del Real Jaén en general y de nuestros futbolistas en particular.

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Elecciones a Hermano Mayor

ELECCIÓN DE HERMANO MAYOR EN LA COFRADÍA DE NTRA. SRA. DE LA CAPILLA, PATRONA DE JAÉN

El pasado 3 de octubre, se procedió a la elección del Hermano Mayor de la Cofradía de Ntra. Sra. de la Capilla, Patrona de Jaén. Sólo concurrió una única candidatura, la propuesta por la Junta de Gobierno, encabezada por José Humberto Montero Fernández, que tras tres años presidiendo la cofradía se presentó para su reelección.

Este proceso se celebró de acuerdo con la Nor-mativa Diocesana para las elecciones en las Cofra-días y Hermandades, dadas en Jaén a dieciocho de diciembre de 2008 por D. Ramón del Hoyo López, Obispo de Jaén, y según los propios Estatutos de la Cofradía, después de haber concluido el plazo pre-ceptivo para la presentación de candidaturas.

José Humberto Montero Fernández, quien en-cabezaba la terna presentada, afi rmó que “…de los tres años, resalto el trabajo realizado en caridad, en la que hemos logrado concienciar a los cofrades de la necesidad de trabajar por los más desfavorecidos”. Recordar, que la Cofradía volcó todo su esfuerzo en la construcción de una escuela en la India, proyecto realizado a través de Manos Unidas.

Además, esta cita estuvo marcada por la ausen-cia de la Imagen de la Patrona, que se encontraba en

las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio para su restauración. “…Conseguimos, gracias a la ayuda de la Alcaldesa de la ciudad, que el IAP se in-teresara por la talla de la Virgen de la Capilla. Ade-más, hemos logrado que entrara en el mismo lote la peana de plata del siglo XVII, de gran valor artístico y que se encontraba en unas defi cientes condiciones; y la adaptación medioambiental del Camarín de la Virgen.”

José Humberto Montero Fernández fue reelegi-do como Hermano Mayor, al conseguir el 93% de los votos.

Tras conocer el resultado, José Humberto mos-tró su “satisfacción por el alto porcentaje de apoyo por parte de los cofrades”, que refrenda el buen tra-bajo de la Junta de Gobierno de los últimos tres años. El Hermano Mayor afi rmó que “estos resultados son una inyección de ilusión para la nueva Junta, que tra-bajará con más espíritu de superación”.

La terna que acompañaba en su candidatura a José Humberto Montero estaba formada por Manuel Rodríguez Chica, como Vicehermano Mayor, y Espe-ranza Macarena Calatayud Chamorro, como Admi-nistradora.

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Jura de cargos de la nueva Junta de Gobierno de la Cofradía

La capilla de la Virgen, en la Iglesia de San Il-defonso, sirvió como marco para la jura de la nueva Junta de Gobierno de la Cofradía de la Patrona de Jaén, que fue elegida estatutariamente el pasado 3 de octubre.

El acto que estuvo presidido por el vicario pa-rroquial, D. Pedro J. Martínez Robles, sirvió para que el Hermano Mayor de la Cofradía, José Humberto

Fernández Montero volviera a jurar su cargo que lo mantendrá al frente de la cofradía durante los próxi-mos tres años.

Junto al él, lo hicieron también el resto de la Jun-ta de Gobierno, y el cuerpo de camareras de Nuestra Señora que juraron ante el Santo Evangelio el cargo para el que habían sido designados.

Hermano Mayor: José Humberto Montero Fernández, Capellán: Mons. D. Manuel Bueno Ortega, Vicehermano Ma-yor: Manuel Rodríguez Chica , Administradora: Esperanza Macarena Calatayud Chamorro, Secretario: Rafael Cañada Ló-pez, Vocal de Formación: Juan Gómez Ojeda, Vocal adjunta de Formación: Mª Dolores Cubillo Cobo, Vocal de Caridad y Convivencia: Juan Alfonso Almagro Chamorro, Vocal adjunta de Caridad y Convivencia: Mª del Carmen Ruiz Armenteros, Vocal de Culto y Espiritualidad: Juan Francisco Abolafi a Pérez, Vocal de Manifestaciones Públicas: José Antonio Martín Illescas, Vocal de Relaciones Públicas: Miguel Ángel Antón Carrillo de Albornoz, Vocal de Horquilleros: Jesús Llopis Olivera, Vocal de Publicaciones: Mª Dolores Ocaña Tirado, Vocal de Juventud: Mª del Carmen Aranda Cerezo, Fabricano Mayor: Alfredo Guzmán Mansilla

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Como cada año los cofrades y devotos de la Virgen de la Capilla se preparan para vivir con inten-sidad la Navidad con un retiro durante el Adviento. Este año el retiro ha sido dirigido por el Vicario pa-rroquial, Don Pedro José Martínez Robles.

El mismo tuvo lugar en la sede de la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla. Tras la meditación se celebró en el mismo lugar una comida de convi-vencia en la que los asistentes al retiro vivieron unos

Retiro de adviento y Rezo ante la Inmaculada en su festividad

momentos de agradable distensión alrededor de la mesa.

El 8 de diciembre, solemnidad de la Inmacula-da Concepción, y tras la celebración de eucaristía, se rindió culto a la imagen de la Inmaculada que pre-side la plaza de San Ildefonso. Numerosos devotos acudieron en procesión portando velas desde la Igle-sia hasta la plaza donde se ubica la imagen para allí orar en comunidad con el rezo de la Salve.

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Nuestra cofradía viene montando cada navi-dad, desde hace muchos años, el tradicional naci-miento. Desde hace 16 años, el encargado de tal tarea es el cofrade D. Rafael Baena García, que con algunos colaboradores como su esposa Dª. Mª Teresa y la de otro cofrade D. José Tomás García Armenteros, hacen posible que esta tradición pueda contemplarse hasta la Epifanía del Señor en nuestra Casa Museo.

NAVIDAD: BELÉN DE LA COFRADÍA

Este año el trabajo de nuestro belenista, se ha visto reconocido con el primer premio del concurso de bele-nes que organizó el Excmo. Ayuntamiento de Jaén.

Sirvan estas líneas como agradecimiento por el trabajo realizado, ya que las muchas horas de trabajo que se necesitan para conseguir tal obra, son realiza-das desinteresadamente.

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Conferencia: Juan Pablo II,Claves de un Pontificado

El capellán de honor y Deán de la Santa Iglesia Cate-dral, don Francisco Juan Mar-tínez Rojas, pronunció el pasa-do mes de marzo, pocos días antes de cumplirse el quinto aniversario de su fallecimien-to, una conferencia sobre el Santo Padre, Juan Pablo II

Numeroso público acu-dió a la sede Miguel Castillejo de Cajasur a escuchar la eru-dición de don Francisco Juan Martínez Rojas a cerca de la vida de Juan Pablo II. Un re-corrido por su infancia, por su madurez y su pontifi cado.

Entres las fotografías que se mostraron durante la exposición de la conferencia, cabe mencionar en la que aparece el conferenciante, don Francisco Juan, junto al Santo Padre durante la celebración de una eucaristía.

Una conferencia que conjugó la parte más cer-cana y amable del pontífi ce con los momentos más duros de su vida logró ser un auténtico homenaje a Juan Pablo II y una verdadera delicia para los que pudieron escucharla.

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Retiro de Cuaresma

RETIRO DE CUARESMA. HERMANAMIENTO CON LA COFRADÍA MATRIZ DE LA VIRGEN DE LA CABEZA

Con motivo de la Cuaresma, la Junta de Gobierno de la Virgen de la Capilla, junto a devotos y cofrades han participado en un retiro espiri-tual que se ha celebrado en el San-tuario de la Virgen de la Cabeza en Andújar. Éste fue impartido por el párroco del Santuario, y actual Her-mano Mayor de la Cofradía Matriz, Don Rvdo. Rafael Márquez Mejías.

Además, y con motivo del año Jubilar Mariano, las Cofradías de la Virgen de la Capilla, y la Matriz de la Virgen de la Cabeza vivieron un emotivo acto de hermanamiento frente a la imagen de la Virgen de la Cabeza, patrona de la Diócesis de Jaén. El Hermano Mayor de la Virgen de la Capilla, José Humberto Montero y el Presidente de la Cofra-día de Andújar, José María González hicieron un intercambio de regalos tras participar en una euca-ristía presidida por el hermano mayor y párroco del Santuario.

La jornada dominical se vio complementada con una conferencia impartida por el Cronista de la ciudad de Andujar y miembro de la Academia Biblio-gráfi ca Mariana “Virgen de la Capilla”, D. Enrique Gómez Martínez, bajo el título “Historia y Devoción de la Virgen de la Cabeza”, donde los asistentes pu-dieron conocer detalles y aspectos sobre la devoción de la Morenita.

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construido y abierto en los años 80 y que cuenta con elementos y piezas de la historia de la Cofradía.

En el transcurso de la reunión, la Alcaldesa de la ciudad mostró interés por la restauración de la Vir-gen de la Capilla, mostrando su apoyo a la cofradía y animándoles a seguir trabajando con el mismo en-tusiasmo.

Audiencia con la Alcaldesa de la Ciudad

La Alcaldesa de Jaén, Carmen Peñal-ver, recibió en audiencia a la nueva Junta de Gobierno de la Ilustre, Pontifi cia y Real Cofradía de Ntra. Sra. de la Capilla, Patro-na y Alcaldesa Mayor de nuestra ciudad, salida de las elecciones del pasado mes de noviembre.

El Hermano Mayor de la Cofradía, José Humberto Montero Fernández, mos-tró a la Alcaldesa los proyectos previstos para los próximos tres años de mandato. Entre otros le habló del proyecto de ca-ridad que va a emprender la cofradía, la construcción de un orfanato en el Congo, que se construirá con los fondos que los miembros de la cofradía y los devotos de la Virgen aporten para este fi n.

También la Junta de Gobierno, explicó a la Al-caldesa la intención de poner en valor y abrir al pú-blico la Casa Museo de la Virgen, pequeño Museo

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CRUZ DE MAYO SOLIDARIA, PARA LA CONSTRUCCIÓN DE UN ORFANATO EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

Por tercer año consecutivo, la Cofradía de la Virgen de la Capilla ha organizado una “Cruz de Mayo” con fi nes solidarios. El de este año ha sido el de promover la construcción de un orfanato en el Congo. Este proyecto que se inicia ahora, pretende levantar este equipamiento de carácter social del que tanta necesidad tiene en ese país en vías de desarro-llo que costará más de 50 mil euros. Este proyecto se hace en colaboración con Los Padres Blancos que trabajan, desde hace mucho tiempo, en este país de forma solidaria y evangelizadora.

La Cruz de Mayo, que se instaló en la plaza de San Ildefonso, contó con la complicidad de numeroso público que asistió a la Cruz, así como con el trabajo y esfuerzo de los miembros de la Junta de Gobierno de la Cofradía y de los colaboradores.

Un fi n de semana solidario y de convivencia con la Cruz de Mayo como telón de fondo.

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1.- “Llena Isabel del Espíritu Santo, dijo (a Ma-ría): ¡Bendita tú entre las mujeres y bendito en fruto de tu vientre”.

Con estas palabras de la Antífona de entrada de esta liturgia, saludamos a la Virgen María, Nuestra Señora de la Capilla.

De esta forma nos unimos a la plegaria de ala-banza de incontables generaciones de cristianos de esta Ciudad de Jaén, desde su descenso glorioso -acreditado mediante acta notarial ante el Provisor y Vicario General del Obispado-, en la noche del 10 al 11 de junio de 1430.

Nuestro saludo al Iltmo. Señor Deán- Presidente y Capitulares del Excmo. Cabildo Catedralicio, como Capellán Honorario, y a la Iltma. Sra. Alcaldesa y Corporación Municipal del Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad de Jaén, en su calidad de Hermano Mayor Honorario.

Muy querido Monseñor Párroco, Capellán Ma-yor y Clero parroquial de esta Comunidad cristiana de San Ildefonso, Iltmo. Sr. Vicario General y Sacer-dotes presentes.

Saludamos y felicitamos al Hermano Mayor D. José Humberto Montero Fernández, Junta Directiva y Miembros de la Cofradía de la Virgen de la Capi-lla que, con tanta dedicación e interés, fomentan y rinden culto a la Madre de Dios. Hace breves fechas les animaba, en presencia de su Capellán, a ser fi e-les en sus compromisos sagrados, nada fáciles, con la seguridad de que la devoción mariana auténtica nos conduce siempre a Su Hijo Jesucristo e impulsa

HOMILÍA DEL SR. OBISPO EN LA SOLEMNIDAD DE LA SANTÍSIMA VIRGEN DE LA CAPILLA. 2009

a los cristianos a encarnar el Evangelio, de forma co-herente.

Muy queridos fi eles devotos de la Santísima Virgen de la Capilla.

2.- La reciente presencia entre Uds. del Emmo. Señor Cardenal de Sevilla, del Excmo. Señor Arzo-bispo de Mérida-Badajoz, que tantas veces presidió estos actos, y el solemne novenario presidido por el Iltmo. Señor Vicario Episcopal D. Antonio Garrido, habrán servido de estímulo para la celebración de este día de Fiesta, tan arraigado en la Ciudad de Jaén, y para hacer presentes ante la Virgen a todos sus mo-radores, de forma especial a cuantos pasan por el su-frimiento, la enfermedad o cualquier difi cultad.

No podemos invocar y acoger de verdad a la Virgen María, como nuestra Madre, olvidándonos de los demás hermanos, porque su maternidad se extiende a todos los miembros unidos a su Hijo Je-sucristo.

Les invito, ahora, a detenernos brevemente en algunos de los contenidos más sobresalientes de las lecturas bíblicas que acabamos de proclamar

3.- Escena de la Visitación.

El primer libro de las Crónicas (15, 3- 4. 16; 16, 1-2) y el Evangelista San Lucas (LC 1, 39- 47) ponen en paralelo tanto el viaje de María a casa de su prima Santa Isabel, como el del Arca de la Alianza. Ambos encierran las mismas manifestaciones de alegría; los dos acontecimientos son motivo de júbilo y de ben-diciones divinas. María permaneció en casa de Za-carías e Isabel durante tres meses, como el arca de

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Yahvé estuvo en casa de Obededón tres meses (cf. 2 Sam 6, 11).

Se encuentran, en la escena de la Visitación, dos madres hebreas, María e Isabel, de quienes dependen la vida de sus hijos en gestación. Sin la culminación de tantas mujeres que aparecen compartiendo y co-laborando con los planes de salvadores de Dios a lo largo del Antiguo Testamento, desde aquellas que en Egipto se negaron a arrojar al río Nilo a Moisés, son muchos sus nombres: Rut, Noemí. Ester, Judit, Ana… una larga lista, de quienes con valor, constan-cia, fortaleza... lloraron sus designios, compartieron sufrimientos y alegrías, superaron toda clase de difi -cultades, apoyadas en su fe íntima en el Señor. Fue-ron aurora y anuncio del sueño salvador de Dios que ya se hace presente en al escena de la Visitación.

Dios, hecho hombre, habita ya entre nosotros, en las entrañas purísimas de la Virgen de Nazaret, verdadera Arca de la Alianza. Recién concebido en su seno, acude ya, con su Madre, a casa de Zacarías y de Isabel, que, anciana y estéril, ya había llegado al sexto mes de gestación donada, también, por Dios. Isabel, último eslabón femenino que se une a María, y, el hijo de Isabel, Juan el Bautista, precursor de Je-sucristo, el Hijo de María.

4.- Algunos detalles y enseñanzas en este En-cuentro.

- Dice el texto evangélico que María “se levan-tó”.

Amar es ponerse en movimiento. No es quedar-se con los brazos cruzados, es ponerse en camino. El que ama no espera a que el otro solicite su ayuda, sino que su corazón está atento para lo que el otro necesite, y da el primer paso y los siguientes. Sale de su mundo para centrarse en el otro.

Levantarse signifi ca dejar el lugar y ocupacio-nes en ayuda del otro, si es preciso, dejar mi mentali-dad y forma de ver las cosas para escuchar, y verlas desde otra perspectiva.

María “se levantó” y se puso en camino por amor a su prima necesitada. Santa Isabel.

- “Se fue con prontitud”, dice también el texto lucano.

No se quedó ensimismada por el don que aca-baba de recibir: la encarnación, en su seno, del Verbo hecho carne, el mayor de los dones posibles a una criatura humana. No quedó contemplándose a sí misma. En cuanto conoció la situación de su familiar, dejándolo todo, se aprestó a ayudarla con prontitud, de inmediato.

En amor es concreto y se manifi esta cuando el otro lo necesita, no antes, ni después. Quien vive para sí mismo y sus ojos no miran a los demás, cuan-do quiere reaccionar ya ha pasado el momento. En cambio, quien posee el amor de Dios y crece con Él, como María Santísima, posee el fi no sentido para responder con prontitud a quien lo necesite, en cada momento, porque es su forma de ser.

- Finalmente se dice también en el texto evangé-lico, que era una “región montañosa”. Nada fácil de recorrer. Así es siempre el camino del amor, “mon-tañoso”, tanto en nosotros mismos como en las per-sonas con que nos relacionamos. No es simplemente quedar bien, es ir hasta el fi nal, incluidas difi cultades y cruces, de ordinario.

María se puso en el lugar y situación de su pri-ma. Se interesó en llegar hasta su casa, seguramente con bastantes difi cultades, y no se quedó en un salu-do de buena cortesía, sino que se quedó con ella una buena temporada. Vino a servirla y llenó de alegría la casa. Escribe así San Lucas: “cuando Isabel oyó el saludo, saltó de gozo el niño en su seno.”

5.- En la segunda lectura, del Apóstol San Pa-blo a los fi eles de la Comunidad de Éfeso (1, 3- 6.11- 12), se nos recordaba que “Dios nos ha bendecido a todos, en la persona de Cristo, con toda clases de bienes.”

La visita de María a Isabel es ciertamente un acto de amor, pero el verdadero regalo que llevó la Virgen de Nazaret a esta casa fue presentar y ofrecer a Jesús, que portaba en su seno: “quedó llena del Es-píritu Santo y exclamó: bendita tu entre las mujeres y bendito el fruto de ti vientre”, dijo Isabel.

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Cuando amamos, como María en la Visitación y siempre, Dios se hace presente y las personas le des-cubren en mil detalles.

María nos enseña a ser Apóstoles que ofrecen y acercan a Jesús al mundo, porque aman, como razón de ser.

Es nuestra misión en la vida, como cristianos: que las personas se encuentren con Dios porque lo ven en nosotros, en nuestra forma de ser, de mover-nos, de actuar, de razonar, de amar.

Una persona llena de Dios, como María, va de-jando por donde pasa esta huella del amor divino. Nunca será mérito de nadie, sin embargo, sino de Dios que, por Cristo, nos ha bendecido con amor tan alto y auténtico:

6.- Les invito a leer, para terminar mis palabras, las breves líneas que aparecen en la reciente publi-cación “EL DESCENSO” de la Cofradía de Nuestra Señora de la Capilla, sobre el Centenario de un co-frade singular, Don Bernabé Soriano de la Torre (1842- 1909), Médico ilustre de esta querida Ciudad de Jaén: “Antes de empezar a visitar a los enfermos su primera visita era para la Virgen de la Capilla... Un día a la semana pasaba consulta gratis, siendo habitual que con las recetas destinara un generoso donativo.” Amó de verdad, con obras. Hizo suyo en Testamento de Cristo sobre el amor a los demás. La Virgen se lo recordaba cada mañana. Precioso ejem-plo de cristiano cofrade.

Es lo mismo que hoy nos recuerda, con su sonri-sa de Madre, a cada uno de los presentes la Santísima de la Capilla. Feliz Fiesta.

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El DescensoActualidad 2010

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Nicolás Sánchez Cubillo. Autor del cartel anunciador de las fiestas en honor de Ntra. Sra. de la Capilla, año 2010

Nacido en Mancha Real (Jaén) en 1951.Se matricula en la Escuela de Artes Aplicadas y Ofi cios Artísticos de Jaén para realizar los estu-dios de Dibujo y Color. Años después obtiene la licenciatura en Bellas Artes. Especialidad de Pin-tura, por la Facultad Alonso Cano, de Granada.

Ha obtenido, gracias a su obra, numerosos premios en concursos y certámenes de carácter tanto nacional como provincial, destacando en-tre ellos el “Cerezo Moreno” de Villatorres (en tres ocasiones), “Villa de Mancha Real” (en dos ocasiones), “Jácena” del Colegio Ofi cial de Apa-rejadores de Jaén, “Juan Almagro” del Ayunta-miento de Pegalajar y Ayuntamiento de Santia-go de Calatrava.

Desde 1985 ha expuesto en numerosas sa-las de Jaén, Madrid, Barcelona y Almuñécar, en-tre ellas la Hemeroteca Nacional, en la capital de España.

Entre los trabajos realizados dentro del mundo cofrade, destacamos el óleo sobre tabla donde representó a Jesús del Perdón, para la portada de la revista “Pasión y Gloria” (marzo de 1996) y el cartel anunciador de la Semana Santa del 1998, donde representó al Stmo. Cristo de la Humildad.

- ¿Qué representa para usted la pintura, y cómo defi niría su estilo?

Una forma de vida, quizás el medio con el que mejor me comunico. Soy fi gurativo, acade-micista, plasmo mas el recuerdo del motivo que el motivo en si.

- ¿Qué debe refl ejar, según su punto de vista, un cartel?

El cartel debe de cumplir su función. Su función es reclamar, captar la atención del observador y en un espacio reducido defi nir de la mejor manera po-

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sible lo que oferta, y de una manera clara, y directa , que llegue al mayor numero de público posible.

- ¿Qué técnica y material ha empleado en esta obra; y que difi cultades plantea la ejecución de una obra de esta características?

Para esta obra he utilizado el óleo sobre lienzo. Y en repuesta a las difi cultades que se presentan a la hora de emprender el trabajo resaltaría dos puntos. Uno en el aspecto formal, pues hay que tener claro como repartir el espacio, que técnica, y claro resol-verlo de la mejor manera posible. Y otro en el aspecto de contenido, aunque viene un poco impuesto, hay que seleccionar los elementos que defi nan mejor es-tas fi estas de la Virgen de la Capilla.

- ¿Que has querido transmitir con tu obra?

Sentimientos, sobre todo eso. Lo que siento y recuerdo de estas fi estas patronales, que me son cer-canas, y procuro vivirlas todos los años.

- ¿Qué le ha inspirado a la hora de representar a Ntra. Sra. de la Capilla?

La magnífi ca imagen de la Capilla y esa ofren-da de fl ores que le hace el pueblo de Jaén todos los años.

- La Cofradía, desde años anteriores, apostó por pintores locales para su cartel anunciador. Represen-tar a la Patrona de la ciudad por artistas de la tierra es un compromiso de la Junta de Gobierno. ¿Qué le parece la relación, cada vez más estrecha, entre el mundo cofrade y los artistas locales?

Mi enhorabuena y gratitud a la Junta de Gobier-no de la Virgen de la Capilla, por este compromiso .Cualquier tipo de arte es bueno, no tengo límites, puede ser arte una buena fotografía, un buen diseño gráfi co, cualquier cartel hecho con estos procedimien-tos, puede ser bueno y que se seleccione a pintores, me parece aplaudible y mi gratitud por la parte que me corresponde. Quizás sea un trasnochado, pero aun creo en el ofi cio, en las obras hechas a mano.

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Novena 2010, en honor a Ntra. Sra. de la Capilla

La Junta de Gobierno de nuestra Cofradía ha designado al M. I. Sr. D. Miguel Funes Gálvez, Canó-nigo emérito de la S. I. Catedral, y Párroco emérito de San Miguel de Jaén, como predicador para la novena de las próximas fi estas patronales.

* * *

Don Miguel Funes Gálvez, … por José Pablo Alcalde-Diosdado Gómez

Dios quiere el ejemplo público de los hombres cabales. Por eso voy a escribir hoy sobre quien ha sido deán de la Catedral de Jaén, y párroco de San Miguel durante treinta y cinco años. Alcanzó también otros muchos nombramientos. Escañuela, Villardompardo y Cazorla, además de Jaén, fueron las sedes de su titularidad parroquial. Fue vicario territorial, dele-gado de apostolado seglar, canónigo de la Catedral, dos veces arcipreste, juez sinodal, director espiritual y confesor del Seminario, etc., ofi cios todos que no hacen sino hablar de una entrega a los demás.

Desde pequeño quería ser sacerdote y, una vez ordenado, jesuita e irse a las misiones de Asia, como hicieron los primeros padres de la Compañía de Je-sús, pero circunstancias le truncaron el camino.

En cuanto a su personalidad nos atreveríamos a decir que es un buen pastor, destacado por su empu-je, que hoy mantiene perfectamente vivo. Y el Señor quiere ejemplos en lo público de buen pastor y de empuje por los demás, y por eso escribimos sobre él.

No quiere que se hable de él públicamente. Es la hu-mildad.

Pero el Señor quiere ejemplos de humildad en lo público, y por eso escribimos sobre él. Es libre y da libertad. Siempre ha dicho que todos somos libres para acoger o no las ideas de la doctrina católica, y frente a quien no las comparte, lo invita diciendo: a mi, así, me va bien.

Es un hombre claro y directo, no hay hipocresía en él. Es verdadero, esforzado como pocos. Lleva no sé cuantos años agarrado a unas muletas y, que nos conste, esto no ha supuesto para él ninguna amino-ración en su actividad diaria. No recuerda lo que son las vacaciones, todo por Dios y por los demás.

Y como el Señor quiere ejemplos en lo público de libertad, de tenerla y de darla, de verdad y de es-fuerzo, por eso escribimos sobre él.

Otro gesto excepcional es el de su austeridad. En estos inviernos últimos, que han sido especial-mente fríos, en su despacho parroquial no tenía un mal brasero. Como el Señor quiere ejemplos de aus-teridad en lo público, por eso escribimos sobre él. Otra de sus labores es enviar dinero al tercer mundo por medio de Cáritas, y lo hace con cantidades nada despreciables.

Y como el Señor quiere ejemplos de solidaridad en lo público, por eso escribimos sobre él. Hoy es sa-cerdote adscrito a la Parroquia de San Miguel. Por eso escribimos sobre él.

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Pregonero 2010

El cofrade D. Aniceto Eduardo López Aranda, pregonero 2010

La Junta de Gobierno de nuestra Cofradía ha designado como pregonero para las próximas fi es-tas patronales al cofrade D. Aniceto Eduardo López Aranda, que será el encargado de ensalzar la fi gura de María Santísima, en su advocación de la Capilla.

Nacido el 3 de octubre de 1965, Estudió prima-ria en los Colegios Los Ángeles (D. Manuel Moya) y Santo Tomás; años mas tarde el Bachiller en el Insti-tuto Virgen del Carmen de Jaén.

Estudió Ciencias Químicas por la UNED. Fun-cionario de carrera del Excmo. Ayuntamiento de Jaén desde 1990. Jefe de Negociado en la Sección de Sa-lud.

D. Aniceto Eduardo López Aranda, está ca-sado, con 3 hijos, es una persona de una profunda convicción cristiana y vinculada al mundo cofrade, perteneciendo a las cofradías del Stmo. Cristo de la Expiración, Sacramental de San Ildefonso, Virgen de la Capilla y Buena Muerte.

En esta última ingresó en 1980 y pertenece a la Junta de Gobierno, ininterrumpidamente, desde 1985 habiendo desempeñado los cargos de Fiscal, Mayor-domo de Paso de Cristo Descendido de la Cruz, Se-cretario, Fiscal Delegado de Formación, Hermano Mayor y, en la actualidad, Vice Hermano Mayor. En 1995 fue el Orador del XVI Acto Cruz de Guía en la citada Hermandad.

Ha ostentado diversos cargos, con los que ha mostrado su servicio a la Iglesia Diocesana de Jaén:

Secretario de la Delegación Episcopal de Cofradías y Hermandades desde 1994 a 2007. Secretario de Actas del Consejo Diocesano de Pastoral desde 1995 hasta su disolución al ser promovido el entonces obispo de la Diócesis, D. Santiago García Aracil a la Archidióce-sis de Mérida Badajoz.

Además, nuestro pregonero de este año es Ca-ballero del Capítulo y Orden Militar de la Reina Isa-bel la Católica y de la Imperial Villa de Madrigal de las Altas Torres; y Caballero ofi cial de los Reales Ter-cios de España.

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Construcción de un Orfanato en la R. D. del Congo

PROYECTO DE CARIDAD: CONSTRUCCIÓN DE UN ORFANATO EN LA REPÚBLICA DEMOCRÁTICA DEL CONGO

La Ilustre, Pontifi cia y Real Cofradía de Nues-tra Señora de la Capilla, Patrona y Alcaldesa Mayor de la ciudad de Jaén, como asociación Cristiana que somos, tenemos como uno de nuestros fi nes la aten-ción caritativa, así también se contempla en nuestros estatutos. Esta Junta de Gobierno que es participe de

este deber que debemos de asumir todas las personas e instituciones, cristianas o no, ya lo decía la Madre Teresa de Calcuta “Nuestra tarea consiste en animar a cristianos y no cristianos a realizar obras de amor. Y cada obra de amor, hecha de todo corazón, acerca a las personas a Dios”. Por todo ello, tenemos entre uno de nuestros pilares fundamentales a la Caridad, y por eso, esta Junta esta realizando grandes esfuer-zos en este sentido, muestra de ello lo tenemos, en el Colegio que fi nanciamos en su totalidad y que a través de Manos Unidas construimos en el año 2008 en la India.

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Se han realizado y se seguirán haciendo accio-nes a nivel local, que también es necesario, si bien hemos creído conveniente redoblar nuestros esfuer-zos y apoyar a los más desfavorecidos, aquellas per-sonas que viven en el tercer mundo, y que viven en una permanente y extrema crisis, y la desesperación en ocasiones les lleva a arriesgar sus vidas, abando-nando sus familias en busca de una mejor vida en nuestro primer mundo. Para evitar que se den estas situaciones tan dramáticas, y no tener que lamentar la perdida de vidas humanas, tenemos que intentar apoyar en origen a estas personas. La caridad tiene una dimensión universal, no tienes límites ni barre-ras, alcanza su máxima expresión cuando ayudamos a aquellos, que ni conocemos, ni compartimos nacio-nalidad, religión, cultura.

La Caridad la tenemos que entender en su doble sentido, es decir, desde un punto de vista de acción social, de ayuda a los más desfavorecidos, y por otro lado, como virtud teologal más importante que es.

Por ello el proyecto del orfanato colma nuestras pretensiones, ya que por un lado, ayudamos a estos niños a tener un futuro más esperanzador, al gozar de un hogar propio, y tener sus necesidades más pri-marias cubiertas, y por otro lado, contribuimos a la tarea emprendida por la Iglesia de la R.D. del Congo, que no es otra, que intentar pacifi car la zona, tratan-do que impere el respeto, el amor y la justicia entre las distintas etnias.

El misionero que esta al frente de la construc-ción del Orfanato, el Padre Francisco Ostos, fue nom-brado en el 2003, por el Obispo de la diócesis de Mahagi, Ecónomo General, y es responsable de co-ordinar y dirigir todos los proyectos de desarrollo en los ámbitos de la enseñanza y la salud que emprende la Diócesis. Todos los proyectos tienen garantizada su sostenibilidad, y se realizan con la colaboración y participación de la población benefi ciada, pasando a ser gestionados y mantenidos por ellos mismos.

El Hermano Mayor de nuestra Cofradía, José Humberto Montero, que goza de la amistad con el Padre Blanco, desde hace más de 25 años, se puso en contacto con este, para mostrar el interés de la insti-tución por contribuir al desarrollo de su misión. De todos los proyectos que nos ofreció, sin lugar a du-

das, la construcción de un orfanato, nos tocó a todos la fi bra sensible, y por ello fue el seleccionado. De-bemos intentar por todos los medios, ayudar a que las Hermanas Siervas de Jesús, que han acogido a 23 niños, tengan un lugar digno, un hogar en el sentido más amplio de la palabra, para poder educarlos. El problema se agrava día a día, ya que el número de niños que necesitan para su subsistencia de las Her-manas va aumentando considerablemente.

Tenemos que sentirnos felices y orgullosos de poder ayudar a estos niños, que desde su nacimiento, les ha tocado vivir unas circunstancias tan penosas, siendo victimas inocentes de la situación del país, y que si no es por la ayuda que van a recibir, se verían avocados a un futuro nada halagüeño.

Vamos a intentar que todos sientan este pro-yecto como suyo, la Cofradía va a estar en contac-to permanente con el Padre Ostos, el cual nos ira informando de su evolución, y nosotros a través de nuestra página Web www.virgendelacapilla.es, le iremos transmitiendo esta información y detallando los pormenores. También utilizaremos los medios de comunicación; televisión, radio, y prensa para difun-dirlo, e incluso contaremos con la presencia personal del misionero que nos podrá contar de primera mano la vida en las misiones.

Esperamos que con los donativos de los cofra-des, devotos y ciudadanos e Instituciones de Jaén, así como con las actividades que se van a realizar para recaudar fondos (cruz de mayo, cena benéfi ca…), po-damos construir este orfanato, que llevará el nombre de Nuestra Señora de la Capilla.

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La caridad es una virtud del corazón, que nues-tros corazones hablen en forma de ayuda, para poder educar a estos niños en un ambiente familiar que les ayude a crecer dignamente. “A veces sentimos que lo que hacemos es tan solo una gota en el mar, pero el mar sería menos si le faltara una gota”. Teresa de Calcuta.

2.- Resumen del proyecto

Este proyecto se localiza al nordeste de la Repú-blica Democrática del Congo, en la región del Ituri, Diócesis de Bunia y Mahagi, en la misión de Logo.

Esta región está en continuas guerras étnicas, siendo una zona de confl ictos armados. El Confl icto de Ituri es una disputa entre la etnia agricultora “len-du” y la pasturera “hema”. Esta disputa se ha visto complicada por la presencia de diversos grupos ar-mados procedentes de la Segunda Guerra del Congo. El objetivo de ambas etnias es conseguir los abun-dantes recursos naturales de la zona. Más de 50.000 personas han sido asesinadas y cientos de miles han sido expulsadas de sus casas desde que el confl icto estalló en los meses centrales de 1999.

En esta región muchas niñas han sido expulsa-das de su hogar familiar y han sido violadas. En el momento del parto algunas de ellas fallecen, dejan-do al recién nacido sin familia. Se ignora el lugar de donde procede la madre, y obviamente el paradero del violador, que con frecuencia es un ex-miliciano o soldado.

Esta situación ha llevado a las Hermanas Sier-vas de Jesús a dar una respuesta a este problema. Ellas están presentes en casi todas las misiones de la diócesis y han recogido a 23 niños, se espera que en breve el número aumente considerablemente, para darles una esperanza de vida.

La congregación ha hospedado a los niños en su convento de Logo y ha nombrado a dos herma-nas para dedicarse exclusivamente a los huérfanos. Las hermanas en su convento han reservado algunas habitaciones para estos huérfanos. En el convento no

tienen espacio para estos niños y le produce un grave problema a la comunidad religiosa.

El destino hizo que el Hermano Mayor de la Cofradía Virgen de la Capilla, debido a la amistad antes comentada, se pusiera en contacto con Francis-co Ostos, para ofrecer la disposición de la cofradía, para llevar a cabo un proyecto con su misión. Tras varias conversaciones telefónicas la Junta de Gobier-no, fue consciente de la situación tan delicada por la que atravesaban estos pequeños y tras someterlo a Junta, se acordó acometer el proyecto de la construc-ción del orfanato.

Para poder recaudar los fondos necesarios la Vocalía de Caridad de la Cofradía pretende realizar diversas actividades y acciones para poder recaudar la cantidad de 46.400 Euros. Entre estas acciones se pueden citar:

Cruz de mayo. Durante tres días se va a orga-nizar una Cruz de Mayo Benéfi ca en la plaza de San Ildefonso. Todos los benefi cios irán destinados para tal fi n.

Conferencia-Cena Benéfi ca. El día 8 Julio se va a celebrar una conferencia impartida por el misionero que está al frente del proyecto en la cual se detallaran los pormenores del proyecto, así como la labor de los misioneros en sus distintas misiones. Posteriormente se celebrará una cena benéfi ca.

Se van a recaudar también fondos a través de suscripciones voluntarias de particulares o empre-sas.

Otras pendientes de defi nir son: Capea, Con-cierto…

3.- El orfanato

El orfanato constará de: cocina, lavandería, al-macén (para los alimentos y otras cosas), salas de baño, servicios, tres grandes salas dormitorios (una para los pequeños y dos para los niños y niñas que vayan creciendo), comedor, porche, 5 dormitorios

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(dos para las monjas, dos para dos mujeres que tra-bajen allí, y una para algún visitante) y un despacho para la monja responsable.

La situación de la comunidad religiosa no les permite emprender estos trabajos de construcción por si solas, aunque sí se han comprometido a cola-borar en la construcción con mano de obra no cualifi -cada mediante el aporte y traslado de materiales.

Importe Total: 46.400 Euros.

Al frente del proyecto: Francisco Ostos Palma

Misionero de África (Padre Blanco).

Benefi ciarios Directos:

Todos los niños de la zona que han quedado huérfanos o han sido abandonados, que podrán asis-tir de forma gratuita a la escuela durante su primer periodo de formación educativa y todos los niños que serán acogidos en el futuro.

Benefi ciarios Indirectos:

El personal contratado para realizar la construc-ción de la escuela y el personal que trabajará en el orfanato.

Objetivo prioritario: Dotar a los niños y niñas acogidos en el orfanato del entorno y herramientas necesarios para un desarrollo integral que les permi-ta un proyecto de vida digno y una oportunidad de futuro.

Objetivos específi cos para los niños: Ofrecerles:

Un entorno protector y familiar.

La alimentación necesaria y adecuada a su edad y estado de salud.

La atención sanitaria y el seguimiento de trata-mientos y medicación.

Un lugar donde vivir en condiciones dignas.

Educación y formación.

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4.- Padres Blancos y Francisco Ostos

¿Quiénes son los padres Blancos?

Se denominan Padres Blancos, pero el nom-bre ofi cial es otro: Misioneros de África. La Socie-dad nació en Argel el año 1868, en pleno Magreb musulmán. El fundador fue el Cardenal Lavigerie, éste quiso que la manera de vivir de estos misioneros se arraigara de alguna manera en la cultura de los países a los que eran enviados.

El nombre ofi cial: Misioneros de África, se justi-fi ca ya que su misión se realiza sobre todo en África. “Dedicamos nuestra vida a África y a los africa-nos. Pero, también nos sentimos interpelados por esa África que ha emigrado a Europa y a otros continen-tes”.

En 2009 cuenta con 310 casas y 1.600 miembros de los cuales 1.448 son sacerdotes. Desde el 2 de ju-nio de 2.004 su superior es Gerard Chabanon y el su-perior provincial de Roma es Giovanni Marchetti.

Los Misioneros de África están activamente pre-sentes en el Líbano, en Jerusalén, en Argelia, Túnez, Chad, Níger, Malí, Burkina Faso.., (unos 27 países de África).

Francisco Manuel Ostos Palma

Francisco Manuel Ostos Palma nació en Sep-tiembre de 1949 en Granada, siendo el primogénito

de una familia de cinco hijos, dos chi-cos y tres chicas. Creció entre Granada, Écija, Marbella y Sevilla, lugar de resi-dencia de sus padres. Tras fi nalizar los estudios secundarios se fue a Umbre-te, al Seminario de vocaciones tardías donde realizó dos años de Filosofía.

En el seminario tuvo la oportu-nidad de contactar con varias congre-gaciones misioneras pues su vocación estaba orientada sobre todo hacia Áfri-ca. Conoció a los Misioneros de África, más conocidos como Padres Blancos. Después en Logroño continuó sus es-tudios de fi losofía con los padres blan-

cos. Al año siguiente en el Instituto Social León XIII de Madrid hizo un año de Sociología. Tras ese año salió de España y en Friburgo (Suiza) realizó un año de Espiritualidad.

Posteriormente estudió Teología en la Univer-sidad de Estrasburgo. Tras tres años solicitó realizar una experiencia de vida en algún lugar de África con vista a fi nalizar los estudios teológicos. Se lo conce-dieron sus superiores, así que en Septiembre de 1973 llegaba a pisar tierras africanas. Sus superiores le en-viaron al noreste del país, a la región del Ituri, a la diócesis de Mahagi que hace frontera con Uganda al este y Sudan al norte. En este mismo lugar ha perma-necido durante los siguientes 37 años.

Le nombraron para la misión de Luma, donde conoció a un joven nueve años menor, Marcelo Ut-embi, el cual se ordenó sacerdote, y en el 2003 fue consagrado obispo por el Papa Juan Pablo II. Marcelo Utembi le pidió que le acompañara a Mahagi como Ecónomo General de la Diócesis, aceptó el servicio, y sigue desempeñándolo actualmente.

Ha trabajado durante tres años en la misión de Aba, dos años a la misión de Essebi, 14 años en la misión de Laybo y seis años de responsable de la mi-sión de Aru, tras estas experiencias el obispo le pidió el servicio en Mahagi, donde acaba de comenzar su séptimo año.

Cabe resumir la actividad que Francisco Ostos viene desarrollando en este contexto desde hace 37 años en la forma siguiente:

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Construcción de más de 40 centros escolares de enseñanza primaria y secundaria, en algún caso en régimen de internado.

Construcción de diversos centros de formación profesional (agricultura, carpintería, albañilería, ciencias sociales, comercio, pedagogía, corte y con-fección, etc.).

Organización de numerosos cursos de forma-ción de formadores.

Actuaciones continúas en el campo de la medi-cina preventiva (seminarios y campañas de vacuna-ción).

Construcción de hospitales: uno de 100 camas en Laybo y otro de 50 camas en Aru.

Abastecimiento de agua de Aru (25.000 habitan-tes), mediante la captación de un pozo, la conducción mediante 14 Km. de tubería y la distribución fi nal del agua a los distintos puntos de suministro.

Cabe indicar que durante estos años se ha reali-zado un gran esfuerzo para la promoción de la mujer, habiéndose obtenido notables resultados prácticos. Como ejemplo, cabe citar que a la llegada del Padre Ostos a Aru, hace seis años, el número de niños esco-larizados en primaria y secundaria era de 4.500, solo el 9% niñas; en el curso de 2002-2003, el numero de niños escolarizados fue de 9.000, el 40% niñas. Tam-bién en Aru se ha construido recientemente la “Casa Betania”, que tiene por objeto atender a mujeres con cualquier tipo de problemas; la casa está autogestio-nada por estas mujeres, que trabajan (corte y confec-ción, artesanía) para procurarse los medios de super-vivencia.

Paco Ostos tiene por principio acometer única-mente aquellas actuaciones que tienen garantizada su sostenibilidad. Todos los proyectos se realizan con la colaboración y participación de la población bene-fi ciada y pasan a ser gestionados y mantenidos por ellos mismos.

5.- Iglesia en el Congo.

Breve situación general de la República del Congo desde las cifras:

Superfi cie: 2.345.000 Km2.Habitantes: 56.000.000.Ciudades Principales: Kinshasa (capital), Kisangani, Lubumbashi, Goma, Mbandaka, Matadi, Kananga…Inicio de la evangelización: 1492 y luego en 1880.Número de católicos: 23. 672.778.Número de diócesis: 49Lengua ofi cial: Francés.

Lenguas nacionales: Kikongo, Lingala, Swahili y Thsiluba.

En el Congo, el cristianismo es la religión más extendida. Pero dentro de este marco encontramos el catolicismo, protestantismo, kimbanguismo, y una gama ilimitada de sectas. Los musulmanes son una minoría. Cabe destacar que los musulmanes están centrados en los grandes centros, cómo Kinshasa.

La Iglesia del Congo es una iglesia relativamen-te joven, si tomamos en cuenta la segunda fase de su evangelización, es decir 1880. Pues, la Iglesia del Congo celebró el centenario de su evangelización en 1980. Los protagonistas de dicha evangelización fueron los misioneros Espirítanos, Capuchinos, Fran-ciscanos, Jesuitas, Padres blancos, los del Corazón Inmaculado Concepción de María… En este siglo, la Iglesia del Congo ha crecido mucho. Hoy en día no hay obispos europeos en las 49 diócesis del país. Hay muchas congregaciones religiosas misioneras y au-tóctonas, muchos sacerdotes, seminaristas y también asociaciones laicas.

En 1980, Juan Pablo II beatifi có a Marie-Clemen-tine Anuarita Nengapeta, mártir y poco después, en 1994 a Isidore Bakanja.

La pastoral se organiza a partir de una estructu-ra de pequeñas “Comunidades cristianas Vivientes de Base” (Communautés Chrétiennes Vivantes de Base, CEVB). La parroquia es el conjunto de las co-munidades. Cada comunidad tiene como responsa-ble a un seglar que se pone siempre en contacto con el párroco para avisar, por ejemplo, de la muerte de

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un cristiano en el barrio para celebrar el funeral, presenta a las parejas que quieren casarse, a los niños de la comu-nión… Se celebra la Misa a veces en la CEVB. En el caso de una reunión que no sea eucarística de los miembros, es el presidente de la CEVB quien invita y preside la comuni-dad.

En estos últimos años la preocupación eclesial es cons-truir una Iglesia-Familia. La justicia y la paz, la cateque-sis, la juventud, la toma en carga material de la iglesia por sus fi eles son otros aspectos de esta opción pastoral de la Iglesia-Familia.

El estado congolés ha renunciado desde hace decenas de años a sus responsabilidades de atender a la población, siendo la Iglesia actualmente la que se ocupa de la educa-ción – a todos los niveles – y de la sanidad; además acomete puntualmente otras actuaciones relativas al abastecimiento de agua a algunos núcleos de población, a la construcción ocasional de algún puente, etc.

Cabe indicar que si bien en el acuerdo que se estable-ció entre el Estado y la Iglesia hace ya bastantes años, aquél se responsabilizó de los salarios de los profesores y de los médicos, los cuales lleva años sin pagar.

6.- Región del Ituri

Ituri es un distrito de la provincia oriental de la Repú-blica Democrática del Congo, con una superfi cie de 65.658 Km2.

Está situado en el Noroeste de la República Democrá-tica del Congo, en la orilla nor-occidental del Lago Alberto. Tiene fronteras con Uganda y Sudán e incluye cinco terri-torios administrativos: Aru, Djugu, Irumu, Mahagi y Mam-basa.

La capital del distrito es la ciudad de Kisangani, muy mal comunicada con el resto del territorio.

Ituri, es una región mesetaria (más de 1.000 m de altu-ra sobre el nivel del mar), que posee desde áreas de vegeta-ción tropical hasta zonas de sabana. Ituri ha estado inmerso desde 1996 en un confl icto interétnico que ha generado más de 50.000 muertos y 500.000 desplazados. Tras la caída del Presidente Mobutu se han producido confl ictos armados

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que han tenido inmersa esta zona en guerras fraticidas, guerras que no solamente han paralizado su nivel de desarrollo, sino que lo han hecho retroceder signifi cativamente. Su población ha visto como sus condiciones de vida empeoraban día a día.

La región del ITURI es de una belleza y riqueza enorme. La prin-cipal riqueza son sus cinco millones de habitantes pertenecientes a una docena de grupos étnicos, todos con muchos valores y diversi-dades culturales. Durante años vivían en relativa armonía sobre unas tierras magnifi cas para la agricultura y sobre todo en el subsuelo, don-de de una forma escandalosa se acumulan unos minerales raros, muy apreciados y que ha creado la codicia de ciertos nacionales y muchos extranjeros. Aquí hay minas de oro, diamantes, coltan (colombita-tan-talo), petróleo, maderas de la selva virgen, y grandes producciones agrícolas en unas tierras fantásticas, con una pluviometría excelente, y un pueblo trabajador pero que viven en la miseria y han perdido la paz a consecuencia de las disputas por la explotación de sus existen-cias que no les benefi cia a ellos.

Un gran problema existente en la región es que no hay personas que inviertan sus fondos en la región ni el país, el que tiene lo invierte en Europa de preferencia, con lo cual encontrar un puesto de trabajo remunerado no es nada fácil. Tampoco existe una industria interme-diaria de trasformación. Para los jóvenes que fi nalizan los estudios el futuro es muy oscuro. Todo esto ha hecho que desde 1996 a 2007 se hayan atravesado dos guerras simultáneas:

La primera guerra fue con el objetivo de expulsar del poder al Presidente Mobutu. Se realizó con apoyos internacionales africanos, especialmente Ruanda, Burundi y Uganda y estos a su vez empuja-dos por países occidentales. El balance fue de más de cuatro millones de muertos, amén de las violaciones, torturas, destrozos de infraes-tructuras, un autentico paso atrás en un país que estaba ya bastante atrasado.

La segunda guerra comenzó entre dos grupos étnicos, los He-mas ganaderos y los Lendus agricultores, fue un confl icto de tierras y económico. Ruanda y Uganda apoyaron a los diferentes grupos con presencia real en tierras del Ituri. Los otros grupos étnicos existentes en la región se aliaron con uno u otro de los iniciadores del confl icto, creándose un caos y un genocidio. Los niños y niñas abandonaban las escuelas para vestirse de uniforme y llevar un kalachnikov. Personas que a partir de 10 años, violaban, robaban y mataban.

Mientras tanto las riquezas de la región se explotaban y exporta-ban hacia los países vecinos implicados en esta guerra y que servían de tránsito hacia los países compradores de esas materias.

Esta situación ha llevado a la iglesia a tomar iniciativas de paz. Los cascos azules de Naciones Unidas llegaron en el 2004, los enfren-

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tamientos en la zona de la diócesis de Mahagi cesa-ron y la vida se ha normalizado.

7.- Diócesis de Mahagi

La Diócesis de Mahagi incluye dieciocho parro-quias. Está constituida por una franja de forma bási-camente rectangular, de unos 500 Km. en el sentido norte-sur y unos 100 Km. en el sentido este-oeste; lin-da con el lago Alberto y con la frontera con Uganda y llega hasta Sudán. Tiene actualmente una población de 1.650.000 habitantes, constituida por distintas etnias, en su mayoría bantúes. Esta población vive principalmente de la agricultura y, en menor medida, de la ganadería y del comercio. Desde el 16 de Octu-bre de 2001, el obispo de la diócesis es Marcel Utembi Tapa, que está realizando una gran labor tanto en la pacifi cación de esta zona como en la reactivación de su desarrollo.

El Obispo, que conocía al Padre Ostos por ha-ber colaborado con él en el pasado, nombró a éste en 2003 Ecónomo General de la Diócesis.Como tal, el Padre Ostos es el Administrador General de la Dió-cesis y es responsable de coordinar y dirigir todos los

proyectos de desarrollo en los ámbitos de la enseñan-za y la salud que emprende la Diócesis.

Como consecuencia de los confl ictos en los te-rritorios orientales de la República Democrática del Congo y de las numerosas deslocalizaciones de per-sonas que han generado, la población en la Diócesis de Mahagi ha aumentado muy substancialmente.

La Diócesis de Mahagi, está localizada en un lugar recóndito en el corazón del África subsaharia-na, a más de 2.000 Km en línea recta de la capital de la República Democrática del Congo, Kinshasa, muy mal comunicada con el resto de la República Demo-crática del Congo.

La región de Mahagi – con una economía agrí-cola de subsistencia y una organización social y te-rritorial muy poco desarrollada, sin red de energía eléctrica y sin ninguna carretera asfaltada en todo el territorio – contrasta con la vecina Uganda, en la que está teniendo lugar un notable desarrollo.

En la práctica, la mayoría de las relaciones co-merciales se producen más con la vecina Uganda (donde, relativamente, “hay de todo”) que con el res-to de la República Democrática del Congo.

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Restauración de la Imagen de la Virgen de la Capilla

Restauración de Ntra. Sra. de la Capilla y del Trono Basamento de plata del S. XVIII

Desde que José Humberto Montero Fernández, Hermano Mayor, tomará posesión de la Cofradía en noviembre del 2006, fue uno de los mayores compro-misos de su Junta de Gobierno el cuidar y promover el tesoro artístico y religioso que supone la talla de

nuestra venerada Patrona y Alcaldesa Mayor, la Vir-gen de la Capilla. Es por esto que pronto, la Junta de Gobierno se puso en contacto con la alcaldesa de la ciudad, Carmen Peñalver para tratar que la talla de la Virgen fuera estudiada por la Consejería de Cultu-ra de la Junta de Andalucía.

Fue en el mes de marzo del 2009 cuando una representación de la Junta de Gobierno entregó en mano a la Consejera de Cultura, Rosa Torres, un

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dossier sobre el estado de la talla, para pedir a su Consejería, que a través del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico, contemplase la posibilidad de estudiar la Imagen, así como que se comprometiera a restaurarla si en su caso fuese necesario.

La respuesta de la Consejería fue afi rmativa, y el 9 de julio de 2009 nuestra Imagen titular, y Patrona de la ciudad de Jaén fue trasladada al Instituto An-daluz de Patrimonio para analizar su estado. Ade-más, se incluyó el Trono-basamento de plata labrada desde donde se expone en su Camarín Ntra. Sra. de la Capilla; pieza de orfebrería de elegante y bello tra-bajo, datada de 1742, pero que desgraciadamente se encontraba bastante deteriorada por el uso y el paso de los años.

La Junta de Gobierno dirigiéndose entonces a los cofrades por carta; se informaba de la Eucaristía de despedida que se celebró el miércoles 8 de julio de 2009 a las 20.30 horas, en la Iglesia Parroquial de San Ildefonso, donde cofrades, devotos y el pueblo de Jaén en general despidió la Imagen de su Patrona antes de trasladarse a las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico en Sevilla.

Al día siguiente, en la Casa Museo, la Junta de Gobierno, en representación de todos los cofrades, hizo entrega de la Imagen y la peana de plata a la

Consejera Rosa Torres en un sencillo acto. En el mis-mo tomaron la palabra el Hermano Mayor de la co-fradía, la Alcaldesa de la ciudad y la Consejera de Cultura. Además estuvieron presentes en el mismo, el Delegado Episcopal de Patrimonio, D. Francis-co J. Martínez Rojas, el Capellán de la Cofradía, D. Manuel Bueno Ortega, la Delegada de Cultura de la Junta de Andalucía y concejales del Excmo. Ayunta-miento de la ciudad.

Durante todo el tiempo que ha durado la res-tauración, la Junta de Gobierno de nuestra cofradía ha tenido la oportunidad de realizar varias visitas a las instalaciones del Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) para conocer de primera mano el trabajo que se estaba realizando sobre la Virgen de la Capilla.

En la Memoria Final de Intervención de la Vir-gen de la Capilla el IAPH se estructura en tres blo-ques: El primero identifi ca el bien y realiza una valo-ración histórico-artística; el segundo profundiza en la materialidad y el estado de conservación de la obra, determinando las líneas fundamentales de actuación y, por último, se detalla la intervención realizada.

La restauración, realizada junto a los estudios científi co-técnicos aplicados, permitió al IAPH cono-cer los materiales utilizados en la elaboración de la

escultura, así como su interrelación. Los datos técnicos se obtuvieron en primera instancia de forma organoléptica, a los que se añadieron los resultados de los exámenes técnicos rea-lizados para determinar con precisión el estado de conservación y en consecuencia elaborar el diagnostico y tratamien-to necesario.

Hay que destacar, entre otros, que los estu-dios realizados han sido: barrido fotográfi co con luz artifi cial, lo que des-

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taca los principales daños, entre ellos, un ataque de insectos xilófagos, elementos metálicos de sujeción, fi suras debido a fendas, levantamientos de la poli-cromía, lagunas de soporte y policromía, repintes, barnices oxidados y suciedad.

Posteriormente, el IAPH realizó un barrido foto-gráfi co con luz ultravioleta para identifi car las zonas que han sido intervenidas con anterioridad a nivel de policromía, y un completo estudio mediante imá-genes médicas. Mediante un estudio radiográfi co del conjunto se determinó la disposición, ubicación y el número de elementos metálicos presentes, así como la disposición de las diferentes uniones entre las dis-tintas piezas de madera, huecos, etc. Se han realiza-do dos tomas, una antero posterior y otra lateral de la totalidad de la talla, incluida su peana. Además, mediante un estudio TAC se determina el número de piezas de madera que conforman la talla, así como su orientación espacial, elementos de sujeción, desen-cuentros entre piezas, fendas internas, etc. El estudio ha comprendido la realización de 1.080 imágenes, co-rrespondiendo 985 cortes a la secuencia transversal, 51 a la secuencia sagital, 44 a la secuencia coronal, con una separación entre ellos de 5mm.

Metodología y criterios de intervención

La intervención llevada a cabo ha sido integral, atendiendo a las defi ciencias observadas a nivel de soporte y policromía. Las técnicas de restauración y conservación aplicadas han conseguido restablecer la estabilidad estructural al conjunto lignario así como al policromo. El mal estado de conservación general que presentaba la escultura justifi ca esta interven-ción, cuya fi nalidad ha sido estabilizar los diferentes componentes matéricos utilizados en su ejecución, devolviendo la unidad y cohesión al conjunto; tam-bién se han eliminado aquellas intervenciones que han distorsionado la correcta lectura formal y esté-tica de la obra.

El trabajo se ha desarrollado conforme al pro-tocolo de actuaciones sobre bienes muebles que el IAPH tiene determinado para este tipo de actuacio-nes, conforme a criterios y métodos crítico operati-vos legalmente establecidos a nivel internacional, en donde priman el respeto hacía los valores estéticos y documentales del bien; la intervención se circuns-cribe sólo a las patologías presentes y asegura que

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tanto los tratamientos como los materiales emplea-dos cumplen la condición de reversibilidad. Para el desarrollo de la actividad interdisciplinar se ha con-tado con la intervención de un historiador del arte, un químico, un biólogo, un técnico en imágenes mé-dicas y un fotógrafo.

Tratamientos realizados

Las actuaciones en el soporte comenzaron por la desinsectación de la imagen mediante atmósfera con-trolada de gas argón durante 48 días. Posteriormente se procedió, entre otros trabajos, a la extracción de dos clavos metálicos, uno en la base de la escultura y otro en la región occipital de la cabeza de la Virgen. El resto de clavos detectados en el estudio radio-gráfi co se han mantenido en su sitio al no representar en la actualidad un problema signifi cativo y porque su extracción produciría más perjuicios que benefi cios para la imagen. Eli-minación de los elementos metálicos de sujeción de las coronas. En el caso de la Virgen no se repondrá por nin-gún otro al haberse trasladado dicha sujeción al “pollero” o estructura me-tálica de sujeción del manto y corona. Con ello se evitará que el peso y las tensiones del movimiento del manto, cuando es procesionada, repercutan negativamente sobre el cuello, ya que dada su sección es una de las zonas más frágiles de la escultura.

En defi nitiva, las actuaciones lle-vadas a cabo a nivel de soporte han sido las necesarias para asegurar la es-tabilidad estructural del conjunto. La eliminación, en el caso de la Virgen, y la sustitución, en el caso del Niño Je-sús, de los antiguos sistemas de suje-ción de las coronas van a minimizar

los problemas que hasta ahora venían padeciendo las imágenes como consecuencia de su adaptación a unos elementos ajenos a su concepción original. Además, el informe incluye la recomendación del IAPH para que se realice, por parte de la Herman-dad, de una “camisa” o vestido interior con el fi n de minimizar los roces entre el manto y la policromía, y que contribuirá a mantener en mejores condiciones estas zonas.

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La parte superior de la peana, que sería objeto de inclusión en la programación del año 2010, ha em-pezado a intervenirse en recientes fechas, por lo que en la actualidad se encuentra en las instalaciones del IAPH en Sevilla.

Nuestra Cofradía, gracias a la intervención de la alcaldesa de Jaén, Carmen Peñalver, y de la actuación posterior de la Consejería de Cultura, ha logrado que el Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico (IAPH) estudiara la Imagen de Nuestra Señora de la Capilla, proceso que suponía ser complejo y lento, pero que

gracias a las gestiones municipales han sido ágiles y fructíferas.

Como ha sido expuesto al comienzo de este artículo, siempre fue prioridad de esta Junta de Go-bierno el cuidar, promover y difundir el patrimonio religioso y cultural de la Cofradía, haciéndolo llegar a todos los jiennenses, y es por lo que nuestra Cofra-día muestra su agradecimiento a las gestiones de la Alcaldesa de Jaén, como a las diligencias de la Con-sejería de Cultura por la restauración de la Virgen de la Capilla, nuestra Patrona.

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Regreso de la imagen de la virgen de la capilla a jaén

El pasado 10 de mayo de 2010 se producía un acontecimiento que pasará a la historia de la Cofradía de la Virgen de la Capilla. La imagen de Nuestra Señora regresaba a Jaén, casi un año (10 meses y un día) desde su traslado al Instituto Andaluz de Pa-trimonio Histórico, con sede en Se-villa.

El acto de entrega, presidido por el Sr. Obispo de la Diócesis, don Ramón del Hoyo, tuvo lugar en la Sa-cristía de la Santa Iglesia Catedral de Jaén, en el que también participaron, la Alcaldesa de Jaén, Carmen Peñal-ver, la Viceconsejera de Cultura, Do-lores Carmen Fernández Carmona, el Deán de la Ca-tedral, Francisco Juan Martínez Rojas y el Hermano Mayor de la Cofradía, José Humberto Montero.

En él, técnicos del Instituto Andaluz de Patri-monio ofrecieron un exhaustivo y detallado informe del proceso de restauración al que ha sido sometido la talla de la Virgen de la Capilla.

Tras el emotivo acto de entrega, y tras desesti-mar la idea de realizar el traslado con la Virgen de la Capilla por las calles de Jaén debido a la amenaza de lluvia, la Junta de Gobierno de la Cofradía, miem-bros de otras Hermandades de la Ciudad, Cofrades, y jiennenses en general como testigos del citado acontecimiento, tuvo lugar una emotiva procesión: ésta arrancó de la Sala Capitular de la Catedral, y se desarrolló por las naves del templo catedralicio, en la que la Patrona de la Ciudad, la Virgen de la

Capilla, a los sones de la Banda Mu-nicipal de Música, se encontró con sus gentes: devotos y fi eles, que durante casi un año han contado los días para encontrarse de nuevo con la Virgen de Capilla.

Atrás queda ya en la memoria cuando el pasado 9 de julio de 2009 la talla de la Virgen de la Capilla em-prendía viaje hacia la capital andaluza para someterla a un severo proceso de restauración.

Tras una entrevista con la Alcal-desa de Jaén, Carmen Peñalver y la entonces Consejera de Cultura Rosa

Torres, la Junta tramitaba con rapidez un expediente levantado por la Junta de Gobierno de la Cofradía en la que expresaba el temor de que la talla de la Vir-gen estuviera sufriendo algún proceso de deterioro interno.

Arrancaba entonces un proceso de duro trabajo en el que el IAPH (Instituto Andaluz de Patrimonio Histórico) ha dado soluciones no solo a la talla ya restaurada de Nuestra Señora de la Capilla, sino a su Camarín y a las dos peanas barrocas de platas, data-das del siglo XVIII.

La Junta de Gobierno de la Cofradía quiere agradecer su paciencia en la espera a todos los de-votos y fi eles de María Santísima, así como al Pueblo de Jaén. Del mismo modo, agradece la colaboración de la Alcaldesa de la Ciudad, Carme Peñalver, sin la cual el proceso de restauración de la Imagen no sería hoy una grata realidad.

Ajuar donado por el Cuerpo de Camareras con motivo de la Restauración

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Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

LA VIRGEN DE LA CAPILLA EN LA CATEDRAL

Este año, en razón a las con-memoraciones jubilares del 350 aniversario de la dedicación de la Catedral, la fi esta de junio en honor de la Virgen de la Capilla van a te-ner lugar en nuestro primer templo. El hecho no supone en sí una nove-dad, ya que desde el siglo XVII la Virgen de la Capilla ha ocupado en repetidas ocasiones lugar de honor en nuestro primer templo, unas ve-ces para presidir devotas rogativas en tiempos de afl icción, otras para acoger la acción de gracias por su poderosa protección y otras para re-alzar acontecimientos singulares.

En un breve resumen, que-remos ofrecer aquí un listado cro-nológico de la visita de la Virgen de la Capilla a la Catedral en distintas ocasiones, listado que nos ma-nifi esta la estrecha y asidua vinculación que siempre existió entre nuestra Patrona y la Iglesia Mayor, en la que por cierto en la capilla de San José se muestra un gran lienzo que recoge la imagen de la Virgen de la Capilla expuesta en su capilla de San Ildefonso.

1616

El 9 de abril se lleva la Virgen de la Capilla a la Catedral para celebrar rogativas pidiendo al cielo el benefi cio de la lluvia. De aquí fue, el día 21, en “pro-cesión general” a la parroquia de la Magdalena, de la que regresó “por las calles maestras como en el día del Corpus”. Finalizadas las rogativas, el 14 de mayo regresó a su santuario de San Ildefonso.

1617

El 4 de mayo se trasladó la Virgen a la Catedral para celebrar un novenario pidiendo las lluvias. Re-gresó a San Ildefonso el día 14.

1619.

El 24 de noviembre se traslada la Virgen de la Capilla a la Catedral para celebrar novenario de ro-gativas pidiendo por la salud del rey don Felipe III, gravemente enfermo. La procesión de regreso se hizo el día 3 de diciembre.

1626

En el mes de abril se lleva la Virgen a la Catedral donde se le dedican nueve fi estas pidiendo cesen los temporales que amenazaban con esquilmar las cose-chas.

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1629

El 10 de mayo se traslada la Virgen a la Catedral donde se le hace una novena implorando el benefi cio de la lluvia. Regresa en procesión a su santuario el día 20.

1632

El 1 de marzo se traslada la Virgen a la Cate-dral, visitando antes el convento de “las Bernardas”, para dedicarle un novenario solicitando cesen las ca-lamidades que afl igen a la Monarquía. El 8 de marzo, desde la Catedral se llevó en procesión de rogativas a los conventos de Nuestra Señora de los Ángeles y Santa Úrsula y el 11 de marzo volvería en jubilosa procesión a San Ildefonso.

1637

El 5 de mayo se llevó la Virgen a la Catedral para dedicarle una novena pidiendo el benefi cio de la lluvia. Regresó a San Ildefonso el día 15.

1638

El 18 de abril se traslada la Virgen a la Catedral, donde se le dedican nueve fi estas implorando la llu-via. Vuelve en procesión a San Ildefonso el día 28.

1640.

El 28 de mayo se lleva la Virgen a la Catedral, donde permanece hasta el día 29, ofreciéndole fi estas en desagravio por las ofensas que se le habían inferi-do en la ciudad de Granada.

1641.

El 15 de mayo se lleva la Virgen a la Catedral para hacerle un novenario en solicitud de la lluvia.

Este mismo año, entre el 7 y el 17 de diciembre, la Virgen permanece en la Catedral donde se le ofrece una novena pidiendo por la paz entre las naciones.

1643.

Entre el 12 y el 22 de abril, la Virgen de la Ca-pilla está en la Catedral presidiendo una novena en rogativa por “los buenos sucesos” de la Monarquía.

1645.

El 9 de junio se traslada la Virgen a la Catedral para ofrecerle nueve fi estas pidiendo que libre a la ciudad del contagio de la peste.

1646.

Del 4 al 8 de octubre está la Virgen en la Cate-dral presidiendo rogativas por la paz del Reino.

1649.

El 6 de abril, ante la dureza del temporal que azotaba la ciudad y sus campos durante cuarenta días, se lleva la Virgen a la Catedral donde permane-ce hasta el día 16 presidiendo rogativas por la bonan-za del tiempo.

1650.

Del 26 de diciembre al 4 de enero siguiente, la Virgen está en la Catedral presidiendo un novenario para pedir el benefi cio de la lluvia.

1653.

Entre el 3 y el 28 de enero permanece la Virgen en la Catedral con motivo de las rogativas en solici-tud de que cese la sequía.

1654.

Ante una nueva sequía, se traslada en rogativas la Virgen a la Catedral, donde permanece desde el 16 al 26 de abril.

1659.

Entre los días 8 al 18 de junio la Virgen perma-nece en la Catedral presidiendo las fi estas en acción de gracias por la fi rma del tratado de paz con Fran-cia.

Así mismo, entre el 26 de diciembre y el 5 de enero siguiente, la imagen retorna a la Catedral, aho-

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ra para hacerle un novenario pidiendo el benefi cio de la lluvia.

1661.

Permanece la Virgen en la Catedral entre el 25 de febrero y el 6 de marzo, ofreciéndole una novena para que cese la sequía.

1662.

El 13 de abril se traslada la Virgen a la Catedral para presidir rogativas por la lluvia. Regresa a su Santuario el día 23.

1664.

Del 1 al 10 de abril la Virgen permanece en la Catedral con motivo de rogativas por la lluvia.

Como la lluvia cesó muy pronto, del 27 de abril al 6 de mayo volvió a llevársele a la Catedral para nuevas rogativas.

1666.

La Virgen permanece durante un mes en la Ca-tedral –del 4 de abril al 4 de mayo- presidiendo roga-tivas en solicitud de la lluvia.

1667.

Un incendio ocasionado por una vela afecta al retablo de la Virgen y quema los vestidos de la ima-gen, cuya talla sale indemne del suceso. Del 6 al 17 de septiembre la Virgen está en la Catedral donde se le ofrecen fi estas de acción de gracias predicadas por eminentes oradores y se le ofrenda un vestido blanco en sustitución del que se le había quemado.

1668.

Durante el mes de abril la Virgen está en la Ca-tedral presidiendo rogativas por la lluvia.

El 28 de diciembre de ese mismo año la Virgen vuelve a llevarse a la Catedral y allí permanece hasta el 6 de enero presidiendo rogativas en solicitud de lluvia. La procesión de traslado motivó un serio con-fl icto, por razones protocolarias, entre el Obispo y el Ayuntamiento.

1669.

Del 16 al 26 de enero la Virgen está en la Catedral donde se le hace una rogativa pidiendo la lluvia.

1677.

Entre el 25 y el 27 de marzo la Virgen preside en la Catedral un triduo “por las necesidades de la Monarquía”.

1678.

La Virgen está en la Catedral del 3 de abril al 6 de mayo con motivo de rogativas por la lluvia.

1679.

El 15 de julio se lleva la Virgen a la Catedral, donde hasta el día 25 se le ofrece una novena en sú-plica de que libre a la ciudad del contagio de la pes-te.

1680.

Ante una terrible sequía, el 19 de marzo se lleva la Virgen a la Catedral y allí está hasta el 1 de mayo, recibiendo las súplicas de los fi eles para que envíe las lluvias que precisan los campos.

Ese mismo año, del 12 al 23 de octubre, perma-nece la Virgen en la Catedral en rogativas de acción de gracias por haber librado a la ciudad de los daños de un terremoto.

1681.

Entre el 25 de mayo y el 4 de junio está la Virgen en la Catedral en rogativa para que cese la epidemia de peste que afl igía a la ciudad.

1683.

El 7 de marzo se traslada la Virgen a la Catedral para ofrecerle rogativas pidiendo la lluvia. Regresa el día 17.

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1685.

Del 10 al 20 de mayo está la Virgen en la Catedral, donde se le ofrecen rogativas por la lluvia.

1687.

Nuevas rogativas por la lluvia. La Virgen permanece en la Catedral entre el 25 de abril y el 4 de mayo.

1691.

Del 10 al 19 de mayo está la Virgen en la Catedral presidiendo rogativas en solici-tud de las lluvias.

1694.

El 15 de abril se traslada la Virgen a la Catedral en rogativa por las lluvias. Regre-sa el día 24.

1698.

Entre el 27 de abril y el 11 de mayo la Virgen permanece en la Catedral presi-diendo rogativas por la lluvia.

1700.

Del 3 al 12 de mayo la Virgen presi-de en la Catedral un novenario pidiendo la lluvia.

1706.

El 7 de mayo se lleva la Virgen a la Catedral para celebrar una novena pidiendo la lluvia. Regresa el día 16.

1715.

Vuelve la Virgen a la Catedral el 4 de mayo en rogativa por la lluvia. Regresa el día 26 tras una fi esta de acción de gracias.

1718.

Del 28 de abril al 7 de mayo está la Virgen en la Catedral presidiendo rogativas por la lluvia.

1722.

El 10 de abril se lleva la Virgen a la Catedral pidiendo su intercesión para que lleguen las lluvias. Regresa a su santuario el día 19.

1723.

Del 29 de marzo al 7 de abril permanece la Vir-gen en la Catedral ofreciéndole una novena en solici-tud del benefi cio de la lluvia.

Ese mismo año estuvo en la Catedral del 6 al 15 de diciembre por el mismo motivo.

1734.

El 7 de abril se traslada la Virgen a la Catedral para hacerle un triduo pidiendo la lluvia.

1737.

La Virgen se lleva a la Catedral el 28 de febrero para ofrecerle un triduo solicitando la lluvia.

1739.

El 16 de marzo se lleva la Virgen a la Catedral en procesión de rogativa pidiendo la lluvia, regresando el mismo día tras la función religiosa.

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1755.

Del 3 al 6 de noviembre permanece la Virgen en la Catedral presidiendo fi estas en acción de gra-cias por haber librado a la ciudad de los efectos del terremoto.

1763.

La Virgen pasa el mes de abril en la Catedral presidiendo rogativas por la lluvia.

1765.

Del 7 al 10 de mayo está la Virgen en la Catedral en rogativa por las lluvias.

1768.

El 15 de mayo se traslada la Virgen a la Catedral para ofrecerle un triduo solicitando la lluvia.

1773.

Traslado de la Virgen a la Catedral el 25 de abril para el consabido triduo pidiendo la lluvia.

1779.

Durante el mes de abril la Virgen permanece en la Catedral en rogativa por la lluvia.

1781.

Nuevas rogativas por la lluvia tienen a la Virgen durante el mes de abril en la Catedral.

Ese mismo año, en el mes de mayo vuelve a la Catedral en rogativa por la epidemia de peste que afl igía a la ciudad.

1787.

El 25 de mayo se lleva la Virgen a la Catedral para ofrecerle un triduo pidiendo la lluvia.

1790.

En el mes de marzo la Virgen preside en la Catedral un triduo pidiendo la lluvia.

1791.

De nuevo en el mes de marzo se lleva la Virgen a la Catedral para presidir rogati-vas por la lluvia.

1800.

Del 14 al 21 de septiembre está la Virgen en la Catedral presidiendo rogativas para que Jaén se libre del contagio de la peste.

1803.

A partir del 6 de noviembre se le hacen a la Vir-gen seis fi estas en la Catedral en súplica de que no llegue a Jaén la peste que asolaba Málaga.

1804.

Del 8 al 11 de septiembre la Virgen preside en la Catedral rogativas por el mismo motivo del año anterior.

1808.

El 30 de abril la Virgen preside en la Catedral una fi esta pidiendo por “el feliz y acertado gobierno de la Monarquía”.

1808.

Del 6 al 8 de agosto la Virgen preside en la Cate-dral jubilosas fi estas de acción de gracias por el triun-fo conseguido en Bailén.

1812.

El 7 de diciembre se lleva la Virgen a la Catedral para que presida fi estas en acción de gracias por la liberación de la opresión francesa.

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1817.

Entre el 7 y el 14 de abril la Virgen está en la Catedral en rogativa por las lluvias.

1819.

El 3 de octubre se lleva la Virgen a la Catedral para que presida rogativas en pe-tición de que Jaén se libre del contagio de la peste. Regresa a San Ildefonso el día 6, una vez terminado el triduo.

1823.

Entre el 29 de junio y el 9 de julio la Virgen permane-ce en la Catedral presidiendo fi estas en acción de gracias por el restablecimiento de la Monarquía Absoluta.

1824.

El 8 de febrero se traslada la Virgen a la Catedral para ofrecerle un novenario pidiendo la lluvia.

1825.

Nuevo traslado a la Catedral el 5 de marzo para celebrar una novena pidiendo la lluvia.

Como continuó la sequía, el 12 de mayo volvió a la Catedral para ofrecerle otra novena.

1830.

Del 3 al 9 de mayo la Virgen permanece en la Catedral presidiendo rogativas por la lluvia.

1834.

Ante la grave epidemia de cólera que padece la ciudad la Virgen se lleva a la Catedral el 26 de junio, ofreciéndole un triduo que fi naliza el día 30.

Ese mismo año, el 14 de septiembre se la vuel-ve a llevar a la Catedral para una fi esta de acción de gracias por haber cesado la epidemia.

1855.

En el mes de mayo la Virgen preside en la Cate-dral fi estas de acción de gracias por haber cesado la epidemia de cólera.

1859.

Entre el 8 y el 27 de abril la Virgen está en la Catedral en rogativa por las lluvias.

1860.

Con motivo de la Feria de San Lucas, el 17 de octubre se lleva la Virgen a la Catedral para ofrecerle una fi esta de acción de gracias por haber librado a Jaén de la epidemia de cólera.

1867.

Del 8 al 10 de noviembre la Virgen está en la Catedral presidiendo rogativas por la salud del Papa Pío IX.

Unos días más tarde, -el 16 de noviembre- re-gresó de nuevo a la Catedral, ahora en rogativa pi-diendo la lluvia. Permaneció en la Catedral hasta bien entrado enero.

1868.

La Virgen permanece en la Catedral del 23 de abril al 16 de mayo en rogativa por la lluvia.

1884.

El 6 de septiembre se traslada la Virgen a la Ca-tedral para ofrecerle un triduo dispuesto por León XIII.

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1885.

Con motivo de la epidemia de cólera, la Virgen se lleva a la Catedral en rogativa el 21 de septiembre, permaneciendo allí hasta el 16 de noviembre.

1905.

El 4 de abril se trasladó la Virgen a la Catedral donde se celebraron rogativas por la sequía, retor-nando la Virgen a su Santuario el día 16, Domingo de Ramos.

1930.

Con motivo de las fi estas del V Centenario del Descenso y Coronación Canónica, la Virgen de la Ca-pilla se llevó a la Catedral el 7 de junio se trasladó la Virgen a la Catedral, donde recibió solemnes cultos preparatorios de la Coronación. Regresó a su Santua-rio en una triunfal procesión, tras su coronación en la tarde del 11 de junio.

1939.

Al fi nalizar la Guerra Civil, el 30 de marzo se recogió la imagen de la Virgen de la Capilla del al-macén del Tesoro Artístico instalado en la iglesia de “las Bernardas”, donde había estado oculta desde el 20 de marzo de 1937, llevándola a la Catedral pues el templo de San Ildefonso estaba inhabilitado. En la Catedral se le hizo un triduo los días 29, 30 y 31 de mayo, volviendo la imagen a San Ildefonso en la no-che del 10 de junio con el tradicional “Rosario de San Bernabé”.

1943.

El 4 de diciembre se trasladó la Virgen a la Ca-tedral para presidir rogativas por la paz del mundo y en petición de la lluvia. Regresó a su Santuario el día primero de enero.

1945.

La Virgen se llevó a la Catedral el 22 de abril en rogativas por la paz del mundo y para pedir el bene-fi cio de la lluvia. En la Catedral permaneció hasta el 3 de junio que regresó a su Santuario.

1953.

Con motivo de los actos preparatorios de la re-Coronación, durante el mes de mayo de 1953 la imagen de la Virgen fue peregrinando por los distin-tos templos y capillas de la capital. La peregrinación

fi nalizó el 28 de mayo en que la Virgen de la Capilla, que había estado acogida, como última etapa, en la iglesia del Sagrario retornó a su santuario acompa-ñada del Cabildo Catedral.

Este año, al procederse a la re-Coronación de la Virgen, ofrendándole nuevas coronas en sustitución de las perdidas en 1936, la Virgen volvió a la Catedral el 7 de junio permaneciendo en ella hasta la proce-sión de regreso celebrada en la noche del 11 de junio, tras el acto de la coronación.

1954.

Con motivo del Año Mariano, el 28 de noviem-bre tuvo lugar una magna concentración de cofradías marianas de toda la provincia en la iglesia de San Il-defonso. De allí partió una multitudinaria procesión que trasladaría la imagen de la Virgen a la plaza de Santa María donde se haría la consagración de la Diócesis a la Virgen. Un fuerte temporal de agua y viento azotó la procesión e impidió la concentración en la plaza de Santa María, teniendo que reunirse los peregrinos en el interior de la Catedral, en cuyo altar mayor fi nalizaron los actos.

La imagen de la Virgen hubo de permanecer en la Catedral hasta primera hora de la tarde, en que aprovechando unos momentos de bonanza en el temporal, pudo regresar a su Santuario en una ínti-ma y recogida procesión.

1957.

Este año desde el 3 al 17 de noviembre se cele-bró una gran Misión General. Cuarenta misioneros de cuatro órdenes religiosas (capuchinos, jesuitas, re-dentoristas y claretianos) dirigidos por el P. Enrique Huelín animaron la que sin duda sería la última “mi-sión general” vivida en la capital. La ciudad quedó dividida en dieciséis centros misionales en donde a diario se centralizaron infi nidad de actos, que lue-go se ramifi caban a todos los puntos (instituciones, centros de enseñanza, empresas, ofi cinas, etc) de la demarcación. El día 7 de noviembre, en la plaza de Santa María se proclamaba a la Virgen de la Capilla Patrona de la Santa Misión, iniciando una peregri-nación para visitar todos los centros misionales es-tablecidos.

El día 16 de noviembre, procedente del centro misional establecido en la antigua ermita de San Fé-lix de Cantalicio –hoy parroquia de San Eufrasio- la

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Virgen de la Capilla llegaba a la Ca-tedral colocándose en el altar mayor. Allí presidió una “hora santa” y pos-teriormente, a la media noche, una “misa de comunión general” desti-nada solo a los hombres que habían participado en la Misión.

Permaneció en la Catedral has-ta la tarde del domingo 17 en que se la trasladó en procesión a la “Plaza de las Palmeras” para presidir el multitudinario acto de clausura de la Santa Misión, regresando ya a su Santuario.

1980

Al cumplirse este año el Cin-cuentenario de la Coronación, la Vir-gen se llevó a la Catedral con el tradicional “Rosa-rio de San Bernabé”. El 11 de junio tuvo lugar allí la Fiesta de los Cabildos y a la tarde la procesión salió de la Catedral.

1981

Sin motivación específi ca, en este año se quiso consolidar la iniciativa del año anterior. De nuevo la Virgen fue a la Catedral con el “Rosario de San Ber-nabé” y el 11 de junio la Fiesta se celebró en la Cate-dral, de donde partió la procesión. Esta innovación generó un enconado debate en el seno de la Cofradía que mayoritariamente se decantó por continuar con la costumbre tradicional.

1988.

Con motivo del Año Santo Mariano la Virgen volvió a llevarse a la Catedral en el “Rosario de San Bernabé”, celebrándose en la Catedral la “Fiesta de los Cabildos” y partiendo de allí la procesión.

2004.

El 29 de agosto se despidió en la Catedral con una multitudinaria Eucaristía al obispo don Santiago

García Aracil, que tras regir la sede giennense desde 1988 pasaba a la Archidiócesis de Mérida-Badajoz.

Por expreso deseo del prelado en la mañana de ese día se trasladó la Virgen de la Capilla a la Cate-dral para que presidiera el acto de despedida.

2005.

Este año, con motivo del 75 Aniversario de la Coronación, la imagen de la Virgen peregrinó duran-te el mes de mayo por diversos templos de la ciudad. El 31 de mayo, tras su estancia en la parroquia de San Pedro Pascual, regresó a su Santuario, haciendo una visita a la Catedral.

Toma de posesión de nuestro Obispo D. Ramón del Hoyo López.

Como puede advertirse en este listado, la ima-gen de la Virgen de la Capilla a lo largo de su cen-tenaria historia ha visitado en numerosas ocasiones el templo catedralicio protagonizando en él multitu-dinarios actos de culto y devoción cada uno de los cuales merecería por si mismo detenido y cumplido estudio. Por ahora, quede aquí este apunte como pre-ludio de un trabajo que abordaremos en el futuro.

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ESTUDIO ICONOGRÁFICO DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA A PROPÓSITO DE LA PRESENTACIÓN DEL CARTEL DE FIESTAS 2009

INTRODUCCIÓN

Presentar el cartel de los festejos que la ciudad de Jaén dedica a la Santísima Virgen de la Capilla precisa alusión a los aspectos religiosos y festivos que pretende divulgar. Efectivamente, la máxima celebración mariana giennense lleva implícita la ale-gría verbenera que el castizo arrabal o barrio de San Ildefonso dedica a su patrona, en rememoración del acontecimiento sobrenatural más extraordinario, ja-más ocurrido en la ciudad, como fue el acaecido el 11 de Junio de 1430, cuando la Virgen María, transfi gu-rada de gloria, fue vista pasando por estas calles, eli-giendo morada perpetua en la inmediatez del templo de San Ildefonso, la parroquia que centra aquel re-cinto, que, acaso, por estos instantes, estaba en pleno proceso constructivo, o recién acabada de construir.

Desde este instante, la devoción de los gien-nenses no ha cesado a la que vino en llamarse Virgen de la Capilla. De siempre fue esto así, los datos de archivo nos muestran la fe de un pueblo que la busca para honrarla por favores recibidos o para solicitarle el remedio en la adversidad. En el siglo XVII1 abun-dan las procesiones de rogativas, los traslados a la Catedral, donde se le celebran novenas y vigilias...Y

1 CORONAS TEJADA, L.: Jaén, Siglo XVII, 1994, pp. 224-226.

José Domínguez Cubero.Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

ESTUDIO ICONOGRÁFICO DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA

esto, desde tiempo muy tempranero, ya organizado bajo el control de una cofradía hecha realidad con antelación a 15032, tal vez en el pontifi cado de Luis Osorio de Rojas (1483-1496); no sabemos si contó con aprobación eclesiástica, pero, si fuera así, estaría a la cabeza de las instituciones marianas regladas ca-nónicamente en la Diócesis, por encima de la hasta ahora considerada pionera, la Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza, institucionalizada como tal dos años después, bajo la prelatura de Alonso Suárez de la Fuente del Sauce (1500-1520).

ICONOGRAFÍA DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA

En primer lugar, conviene saber que el icono mariano de la Vir-gen de la Capilla es dual. El autor del cartel de 2009 propone el de la Virgen entronizada en su habitual capilla, dentro del cama-rín, y circundada de las refulgentes maderas que constituyen su rico y aristocrático retablo; o sea, ha optado por el modelo de la imagen titular, tallada en madera, de pura tradición medieval, que se nos presenta con rico aspecto de policromados y dorados ropajes lisos o estampados de diminutas fl orecillas, y dispuesta sobre un par de lucidos cojines al modo de escabel, evocadores de los usos mudéjares del momento.

La otra versión tiene el fundamento literario, extraído del informe testifi cal del Descenso que or-denó el provisor y vicario general del Obispado, Juan Rodríguez de Villalpando, con el beneplácito del mi-trado don Gonzalo de Zúñiga (1423-1456). Una in-teresantísima escritura, formulada tan sólo dos días después, donde se nos narra el informe de los cuatro

2 LÁZARO DAMAS, S. : “La obra documentada de Pedro Ma-chuca y Luis Machuca Orozco en la ciudad de Jaén”, en BIEG. nº 198, 2008, 294.

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videntes del sobrenatural acontecimiento. Todos es-tán de acuerdo en declarar que presenciaron extra-ña procesión entorno a una celestial Señora de luz resplandeciente, ataviada de blanco y con el Niño en su derecha, cumplimentada de muchedumbre hete-rogénea, ordenada en grupos de clerecía con cruces, devotos, y armados, más dos fi guras en los fl ancos, defi nidas como clérigo y beata, e identifi cadas con San Ildefonso y Santa Catalina; santos muy incardi-nados en la piedad popular ciudadana, el primero, como titular del templo, y la segunda, como patrona local.

No compete ahora dilucidar el sentido interpre-tativo del celestial cortejo, pero tan sorprendente y onírico hecho se ha visto como una gracia o distin-ción divina a los sufridos habitantes del oriente local o arrabal de San Ildefonso, por el castigo que suponía sufrir en primera línea las peligrosas razzias del lin-dero Reino de Granada. Y así, esa sobrenatural pro-cesión celebrada, según uno de los testigos, dando las doce el reloj de la Catedral -lo que indirectamente nos proporciona un muy interesante dato para el es-tudio sociológico de la localidad3-, recorrió el preciso itinerario que va desde el templo mayor a dicha igle-sia parroquial.

Interesémonos ahora en aclarar las aludidas ver-siones icónicas elegidas para signifi car a nuestra ima-gen. Es cierto (y la crítica lo acepta unánimemente) que la talla titular, por tipología, corresponde a una cronología anclada en las últimas décadas del siglo XIV, o acaso ligeramente anterior. En la actualidad, suprimidos los repintes barrocos, que tanto tiempo han camufl ado su original semblante, nos afl ora el modelo en toda su dimensión, como una Odegetría o Virgen Madre portadora o conductora del Hijo. Y así nos aparece en pie, avanzando, comunicativa con el Niño que porta en su brazo izquierdo, incurvándo-

3 La presencia del reloj en el Jaén de los primeros tiempos del siglo XV, es nota a tener en cuenta por lo muy tempranero que nos resulta su instalación. Si sabemos que el reloj vino a con-trolar el trabajo de los gremios, defi nidores del rango de ciu-dad, para Jaén indica la evolución de la localidad en el concierto ciudadano que venía imponiéndose en Europa. Así se extrae de la teoría que sobre estas máquinas de medir el tiempo y otros artilugios mecánicos expone J. Huizinga en su libro El Otoño de la Edad Media (Alianza, 5ª edición, 1984).

se a su derecha como para contrarrestar peso, pero también porque se inmiscuye en la corriente del gó-tico lineal, tipo francés, que pudo llegarnos como un refl ujo, río arriba, del foco sevillano de miniaturistas que ilustraron con estas grafías los textos de Alfonso X, el Sabio. El hecho, desde luego, nos prendió, afec-tando a nuestros artistas, como lo asegura la imagen que nos interesa y otras, entre las que cuentan la de la Peña en Segura de la Sierra, y menos la Coronada en Alcalá la Real, así como ciertos crucifi cados presentes en el área ubetense, concretizados en el Crucifi cado de los Cuatro Clavos, y el de San Rafael. El momento exacto en que la imagen engrosó nuestro patrimonio no se sabe, pero no estaría mal fi jarlo en la reposición de cuanto se perdió en 1368, cuando el vecino reino musulmán de Granada infl igió a la ciudad una total acción devastadora.

Cierto que la moda bajomedieval de vestir con telas a las imágenes dañó la integridad de las tallas con mutilaciones que posibilitaran el hecho. Alfredo Cazabán asegura en dos estudios4 que la moda pren-dió en nuestra talla. En concreto, estima que la mano que soporta al Niño, y quizá éste mismo, se suplan-taron, que se aserró el cetro de la derecha, sustituyén-dose por metálico, igual que la alta corona de origen borgoñón, de la que resta el aro de la base, donde encaja la metálica actual. Hoy, amparados en los pro-fundos estudios científi cos sobre la materia ligna-ria y pictórica que le efectúa en Sevilla el Instituto Andaluz del Patrimonio Histórico (IAPH), sabemos que, excepto lo aserrado, mantiene al completo su original soporte de madera de nogal, presentándose tal y como la describe en el siglo XVII el licenciado Antonio Becerra: “...esta santísima Virgen es de ta-lla estofada de oro, y colores a lo antiguo; tiene en la mano izquierda a su hijo benditísimo, niño pequeño y desnudo. La imagen tendrá de estatura vara menos sesma, está de pie sobre una almohada también de madera, el color es trigueño oscuro, el rostro grave, y devoto...”5. El asunto es altamente interesante por-

4 CAZABÁN. A., “La Virgen de la capilla. Antiquísima escul-tura de madera”, D. Lope de Sosa, 1918, pp. 185-187.- Idem, “La imagen de la Virgen de la Capilla. Estudio iconográfi co”, D Lope de Sosa,1926, pp. 368-372.

5 BECERRA, A. Memorial del Descenso de la Virgen. (Edición facsímil de 1718), Jaén, pp. 31v y 32.

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que, además de romper conjeturas peregrinas como el suponerla una santa travestida6, algo que ya fue rechazado7, afi rma la presencia aquí de un fi no taller del gótico fi nal, que usa muy bien un eclecticismo capaz de unifi car el medievalismo de la Virgen y la insipidez humanista que desprende la graciosa, pro-porcionada y ágil anatomía infantil del Niño.

Imagen titular de Ntra. Sra. de la Virgen de la Capilla

De siempre, pues, se ha tratado de una imagen de Santa María con atributos de realeza, muy pro-pia del momento, propugnando la dignidad que de-fi enden los escritos de San Ildefonso, y la del Niño Dios, como Creador del Universo, concretizado en el

6 CAZABÁN, o. c.

7 MONTUNO MORENTE, V. Nuestra Señora de la Capilla, Ma-drid, 1950, p. 103.

orbe que porta en su mano. La crítica en general ha apostado por creerla procedente de un retablo parro-quial, probablemente del que hubiera en la Capilla Mayor, donde es presumible que estuviera ubicada entre San Ildefonso, como titular, y Santa Catalina, constituyendo tríada, la misma que presenciaron los videntes, de ahí la comparación que hacen éstos de la celestial Señora con la talla de la Virgen de San Il-defonso, pues se trataba de otra Odegetría, aunque ahora con el Niño en el lado derecho. Confi rmando, más aún, este origen retablístico, ahí tenemos su ca-talogación entre las imágenes de “chuleta”, o sea, con las espaldas alisadas para clavarla al paramento fron-tal, tal y como lo aclaran las huellas que perduran.

Detalle del misterioso desfi le procesional. Retablo del Descenso. S. Ildefonso

Imagen titular de Ntra. Sra. de la Virgen de la Capilla

El otro modelo, el literario que, por otro lado, debía posee mayor verosimilitud al ser el referido por los videntes, parece que tardó en materializar-se; por lo menos, a nosotros, no nos llega hasta co-mienzos del siglo XVI, aunque, andando el tiempo, alcance más universalidad, tal y como lo manifi esta

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la escenifi cación en altos relieves de la celestial pro-cesión representada en la predela del retablo de la Capilla de la Virgen, y en el centro del retablo mayor o del Descenso.

Hoy por hoy, la serie comienza con la escultura pétrea de bulto redondo que preside la condenada portada de la Calle Rejas de la Capilla, por donde se accedía a la nueva ermita levantada en los fi nales del siglo XV.

SOBRE LA CAPILLA DE LA VIRGEN

Hasta las reformas fi niseculares del XVI y pri-meros del XVII, ignoramos cómo era el edifi cio que sirvió específi camente para la veneración de la Vir-gen, así que se impone un profundo trabajo de archi-vo. Se nos dice que el primitivo lugar era de escaso alcance, quizá un tabernáculo o reducido camarín ex-terior al templo e inmediato al ábside, y que cuando fi nalizando el Medievo se proyecta otro con carác-ter de solemnidad, aquel quedó absorbido. Sabemos también que, a mitad del siglo XVI, sufrió un hundi-miento rehaciéndose posteriormente ¿Pero fue desde un principio la nave trasversal que aumenta por la cabecera la parroquia, o simplemente una unidad in-dependiente anexionada, como parece extraerse por el simple hecho de poseer puerta independiente?

Efectivamente, la presencia de esta puerta la-brada con tanta solemnidad da pie sufi ciente para creer que se trataba de una estancia autónoma ado-sada al templo, más o menos, lo que ocurre en Va-lencia con su Catedral y la Basílica de Ntra. Sra. de los Desamparados. La unifi cación con el edifi cio del templo vendría después, seguramente en la segunda mitad del siglo XVI, o quizá en la profunda reforma que tiene lugar a lo largo del XVIII. De todas formas, la datación de la primera capilla capaz para recibir a los fi les, pese a los prelaticios de Suárez de la Fuente del Sauce (1500-1520), que fi guran en el tímpano, a ambos lados de la imagen que preside, es ligeramen-te anterior. Desde luego, el trazado gótico que exhibe la portada, con arcadas de vejiga de pez, corresponde a los fi nales del XV, coincidentes con el gobierno del obispo Osorio. Y parece que es un modelo que ad-quiere uso en la zona, tal y como lo manifi esta la ilus-tración miniada que muestra un retablo igualmente

trazado en el Libro Coral de la Fiesta de Nuestra Se-ñora de la Candelaria que guarda la Catedral de es-tos precisos tiempos.

Benito del Castillo, hacia 1480. Portada de la Calle Rejas de la Capilla

Se ha apuntado la fecha de 1480 como inicial de las obras, y no debe de ser errónea, pues hay do-cumentación que acredita en 1491 un buen volumen edifi cador. Se trata del compromiso ante notario del cantero Benito Fernández del Castillo, el progenitor de la saga que cubrió gran parte de la solemne ar-quitectura local y no local, destacando, primero, el hijo, Francisco del Castillo el viejo, y después, el nie-to, Francisco del Castillo, el joven, que ya contó con sólida formación renacentista recibida directamente en Italia, donde se haya documentado participando en labores de la villa del Papa Julio III. No sabemos la capacidad del constructor de la portada, que por extensión debió ser responsable del edifi cio en gene-ral. Con seguridad fue hombre versado en el ofi cio. Poco después, en 1504, levantó la que se abría en la

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parroquia de la Santa Cruz, antigua sinagoga de la judería local, trasmutada al culto cristiano8, por cuyo concepto cobra del administrador de la parroquia, Diego de Andújar, 4.900 mrs9.

Volviendo a nuestro hilo, el compromiso de Castillo con el mayordomo de la parroquia de San Ildefonso, Pedro Martínez de Castro y dos clérigos

8 Era corriente que al cristianizarse las juderías y sinagogas pasaran a denominarse de Santa Cruz, así fue en Sevilla, León y aquí en Jaén. Que la de Jaén se trasmutó en iglesia de la Santa Cruz, queda asegurado por la bula que en 1413 concede el Papa Benedicto XIII al convento de Santa Clara, formando manzana con la dicha iglesia, antes sinagoga, según el documento, para que se pueda cumplir el deseo de las monjas de desmochar la torre evitando así el ser observadas en la clausura. Vid. CORO-NAS TEJADA, L. : Judíos y judiosconversos en el Reino de Jaén. Uni-versidad de Jaén, 2003, pp. 45; idem, Los judíos en Jaén, Universi-dad de Jaén, 2008, pp. 20-21; TORRE LENDÍNEZ, Tomás de la. : “El Monasterio de Santa Clara de Jaén. Notas para su Historia”, en BIEG. nº 112, p. 74.

9 (AHPJ. Escr. Fernán Gómez de Molina, vol. 10, fol. 397; 1504, julio, 18. Jaén) DOMÍNGUEZ CUBERO, J. :“De la Tradición al Cla-sicismo Pretridentino en la Escultura giennense” , 1995, p. 31.

más, para las dichas obras consistió en la entrega de dos mil cargas de piedra, ...razonadas de dos e de tres en carga...10. El acopio de tanto material hace especular que se tratara de una edifi cación defi nitiva, cuya conclusión fuera realidad entrado el siglo XVI. Otro cantero de la misma familia, Alonso del Casti-llo, en 1539, aún cobra partidas de lo ...que concertó la obra de la puerta de la Capilla de Nuestra Señora...por traída de piedra y por su trabajo...11, fi el indica-tivo de la demora de las obras o la falta de pecunia para hacer frente. Pero es entonces cuando se docu-menta la catástrofe de su hundimiento y su inmedia-ta reconstrucción12. Si se aprovechó la ocasión para cambiar el aspecto aumentando el espacio hasta al-canzar la anchura de los muros laterales del templo, como hoy lo vemos, no se sabe.

Sin duda, el derrumbe destruyó el mobiliario y se gestiona la reposición. El archivo parroquial infor-ma de un retablo de la Virgen trabajado por el escul-tor de la tierra, Juan de Reolid, y el pintor y arquitec-to afi ncado en la Alhambra, Pedro Machuca, con la colaboración de dos más del gremio de Jaén, Lucas Quiterio y Lorenzo Gómez. Soledad Lázaro13se ha acercado de forma hipotética a su iconografía, seña-lando que el célebre pintor dejó cuatro tableros, de los cuales tres pudieron representar la Visita de Ma-ría a su prima Isabel (titular de la capilla, tal y como hoy lo vemos presidiendo en el retablo existente), el Descenso, y la Imposición de la casulla a S. Ildefon-so; de las esculturas, en número de dos, una sería la imagen titular, la otra queda sin precisar, pero dada la interconexión que existe entre la imagen mariana y San Ildefonso, bien pudo ser éste. El dorado y po-licromado fue función de los acompañantes. Todavía contó el lugar al menos con otro retablo, el que en 1557 se instaló sobre la sepultura de don Rodrigo de Dueñas con escenas pintadas de ignorada iconogra-

10 Ibidem, p. 31

11 Ibidem,p. 31

12 LÁZARO DAMAS, S., “La obra documentada de Pedro Ma-chuca y Luis Machuca Orozco en la ciudad de Jaén (1539-1550) BIEG, 198, 2008, p. .

13 Ibidem. p. 295.

Ilustración en el Libro de la Candelaria. Catedral

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fía por el mejor maestro del gremio de Jaén, Antonio Sánchez14.

LA VIRGEN DE LA PORTADA

V. de la Capilla, anónima. Portada C/ Rejas de la Capilla.

Ahora, volvamos a la imagen de la portada. Se ha dicho de esta fi gura que es la primera réplica que se hizo en piedra de la titular. Y efectivamente, en todo se asemeja, exceptuando el humanizado sem-blante, y el objeto que porta en su mano derecha,

14 DOMÍNGUEZ CUBERO, J. : “Pintores giennenses del siglo XVI. Los Bolaño en la transición protobarroca”, BIEG, nº 181, 2002, pp. 156-168.

algo complejo que dijera Rafael Ortega Sagrista15, y que muy bien pudieran ser rosas diminutas de su condición virginal, como reza la letanía laurentiana, ideado por un mentor de arrebato poético, que no siente escrúpulos en alterar o tergiversar la narra-tiva de los videntes, lo que también se percibe por el simple hecho de presentar al Niño sobre el brazo izquierdo, no en el derecho como anota el informe, lo que pudiera deberse a la cortesía de no restar la diestra a la suprema deidad, cuando se contempla en visión frontal.

Es, pues, la Señora del Descenso, ataviada de reina, con la alta corona que falta en la original. Todo labrado con esmero dentro de un clasicismo incipien-te, muy relacionado quizá con los maestros que, en el tránsito a la década de 1520, se ocuparon de trabajar el coro de la Catedral: Juan López de Velasco y Gu-tierre Gierero.

COMENTARIO AL CARTEL, 2009

Como dijimos, el autor, con extremo virtuosis-mo, hace uso del tangible efecto barroco dimanante desde los fi nales del Seiscientos en que se colocó el retablo actual. Un retablo atribuido con fundamento al maestro Andrés Bautista Carrillo, gran colabora-dor en otras obras de la misma parroquia, y así mis-mo autor del montado en la Santa Capilla de San Andrés, y quizá tracista del que había en el camarín de Jesús16. Con propiedad, este retablo fue al me-nos el tercero con que cuenta la Virgen, si tomamos como inicial, aunque pudo haber otro antes, aquel de Machuca, sustituido hacia 1600, cuando se estrena la capilla actual, por otro, que hiciera Cristóbal Téllez, hijo, del que se ha pensado que pudiera corresponder la procesión de la predela, con fi guras achaparradas para nada concordantes con las esbeltas que compo-nen la aludida escena de la Visitación de la Virgen a Santa Isabel que preside el ático.

15 ORTEGA SAGRISTA, R. “La imagen de Ntra. Sra. de la Ca-pilla y su restauración”, en Once de Junio, Jaén, 1984, p.24.

16 Sobre este maestro y sus obras, véase a ULIERTE VÁZ-QUEZ, L. : El Retablo en Jaén (1580-1800), 1986, pp. 137-147.

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Procesión del Descenso. Retablo de la V. de la Capilla. S. Ildefonso

A nuestro maestro cartelista, sólo le interesa del retablo la solidez de las columnas salomónicas, que precisa para enmarcar la talla de María, bajo la óptica de un formalismo realista, que tampoco desprecia la impresión, presentando a la protagonista tal y como al uso cotidiano se nos muestra, en la devota e íntima realidad de su habitual morada, pero sin perder la idea de conjugar espiritualidad y arte. No es la pri-mera vez que se ha tocado el tema.

De siglos pasados, se cuentan varias pinturas de similar composición, siempre dentro de las llama-das de Vero retrato. Las más solemnes son las con-servadas en la reconstruida iglesia de San José de Carmelitas Descalzos, antes en la Diputación, otra en el Museo de la Cofradía, y la que luce en una capilla de la Catedral, más ciertos grabados de datación de-cimonónica. Pero, sin embargo, ninguno provoca la impresión que infunde el misterioso ambiente poé-tico que consigue el licenciado Jacinto Linares Tala-vera con el cromatismo focal del camarín, fuente de donde parece dimanar el destello de luz envolvente, y que expande a todo el contexto con la sensibilidad propia del verdadero artista.

Un artista donde se funde bonhomía con bien hacer. Una particularidad que de tiempo puedo cer-tifi car. Desde que le conocí acompañando a su maes-tro Francisco Cerezo, de feliz memoria, en la década de los ochenta en Andújar, donde fueron requeridos

para restaurar un hermoso cuadro jesuítico de es-cuela granadina. Un encuentro feliz porque desde entonces no han cesado los contactos. Juntos, él con su labor restauradora, escudriñando la materia tras-formada, y yo analizando e interpretando estilística, con o sin ayuda del documento, hemos fi lmados ar-tículos sobre piezas de absoluta novedad: uno, dio a conocer la soberbia y bella talla de Cristo Crucifi cado del convento de Dominicas, adjudicado por unani-midad a la gubia del fl amenco Jorge Fernández, en una cronología metida en el primer cuarto del siglo XVI; y otro, que tenemos en proyecto, sobre la pintu-ras renacentistas que felizmente ha restaurado, per-tenecientes al viejo convento de Santa Clara, y hoy conservadas en la “Casa de los Sin Techo”.

Y es que, hemos de saber que la fusión de aque-llas dos cualidades o virtudes que aluden a moral y profesión, fue y es condición sine quanom, que ha servido para defi nir a los grandes artistas de la tie-rra. Vean sino: como ... buen onbre, allede de ser muy

Cartel de las Fiestas de la Virgen de la Capilla, 2009. J. Linares

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buen ofi cial...,17decía en 1513 el conde de Tendilla, don Iñigo López de Mendoza, a propósito de nuestro rejero Maestro Bartolomé de Salamanca, cuando le recomendó a la Corte para que realizara la soberbia reja de la Capilla Real de Granada; y como ...escultor de excelente ingenio, muy prima y acertada mano...

17 MENESES GARCÍA, E. : “Correspondencia del conde de Tendilla”, en Boletín de la Real Academia de Historia (BRAH), tomo II, p. 381.

hombre de buena vida y ejemplo18, se califi ca, en los fi nales del siglo XVI, a Salvador de Cuellar, el Menor. Y he aquí personalizada en nuestro pintor, y en otros artistas locales y provinciales, que igualmente tengo por buenos amigos, ejemplifi cado el caso; de manera que, siendo así, habría que considerar esta suerte en la tierra del Santo Reino como graciosa dádiva de las musas a los generadores de belleza.

18 XIMÉNEZ PATÓN, B. : Historia de la antigua y continuada no-bleza de la ciudad de Jaén, (facsímil, 1983) p. 76v.

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José María Francés Morillas. Vestidor de Ntra. Sra. de la Capilla.

LA LOABLE COSTUMBRE DE VESTIR A NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA

La herencia que nos deja-ron nuestros mayores, fue la es-tampa única de contemplar a la Santísima Virgen de la Capilla, como Madre y Señora de Jaén, ataviada con sus mejores galas, en todas y cada una de sus So-lemnidades.

Con ello, la sagrada imagen gótica de la que es Patrona de Jaén, es de las de “talla comple-ta”, con la salvedad de su parte posterior, debido a la suposición de ser inicialmente imagen de retablo.

Aun con ser magnífi ca talla completa que nos presenta a Ma-dre e Hijo, con ropajes tallados y dorados; como recuerdo del ba-rroco en que vestir a las Imágenes de la Divinidad fue complemento al arte de la época, la Virgen de la Capilla, se fue presentando al pueblo de Jaén, vestida completamente. Tan solo los celestiales rostros de la Madre de Dios y de su Hijo, eran visibles al público.

Sin adentrarme en este trabajo sobre la vesti-menta de la Virgen de la Capilla en cuando a fechas y épocas, así como a la posibilidad de la unión con este trabajo con alusión directa a cada uno de los Man-tos y Sayas, que puede quedar para otro trabajo, sí es necesario marcar la importante restauración de la Santísima Virgen en el I.C.R.O.A. de Madrid, en el año 1.983.

Importante favorablemente por cuanto al resultado fi nal de la talla se refi ere, ante el estado que presentaba, luciendo una tez completamente morena que hoy aun muchos jaeneros añoran, pu-diéndose enmarcar dentro de lo que la veneración popular llamó las “ Vírgenes negras”; pero a mi juicio importante en las indica-ciones no desechables en cuando al cuidado para la manipulación directa de la talla y evitar que el sudor humano no visible afecte al pan de oro de la talla, y más aun importantes en cuando con la restauración se “recomienda”: prescindir de acoplar ropajes y otros, salvo el Manto, debido a la parte posterior no tallada de la sagrada Imagen.

Con ello y desde su procesión gloriosa de ese año, tras venir del Instituto madrileño y recorrer las calles de Jaén que van desde el Colegio de HH. Ma-ristas- Santa María de la Capilla hasta San Ildefonso, la Virgen de la Capilla es mostrada a Jaén, con un rostro limpio y despojada de toda vestimenta salvo manto y corona. Aun recuerdo con feliz memoría esa apacible tarde, donde la Señora y Reina de Jaén, as-cendía por el Paseo de la Estación hacia su Santuario de San Ildefonso.

Esta restauración, impidió que desde 1.983 has-ta el año 1.998 (catorce años ) pudiéramos contem-plar a la Patrona de la Ciudad vestida como antaño,

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es decir sin “vestir”, luciendo únicamente su propia talla tanto para culto, como para procesión.

NUEVA EPOCA

Con la llegada de aires totalmente renovados a las Juntas de Gobierno de la Patrona, envejecidas por la edad y el cansancio de sus integrantes en su mayoría, accede al cargo de Hermano Mayor Don Antonio Carrascosa Anguita, suponiendo con ello una importante apertura a la sociedad y cofradías de Jaén por parte de nuestra Cofradía y que afortuna-damente perdura hoy día esta efusividad y empuje cofrade juvenil.

Antonio Carrascosa como Hermano Mayor y su Junta de Gobierno completamente renovada, toman el importante y trascendental acuerdo que “ al menos para el 11 de Junio, la Patrona sea revestida de nuevo con sus mejores galas como Madre y Reina de Jaén”. Este acuerdo supuso que el 11 de Junio de 1.998, la Santísima Virgen se mostrara en su Magna Procesión vestida completamente, luciendo para la ocasión el deteriorado pero valioso por lo sentimental y tejidos, “manto rosa de la coronación”, y con la saya color crudo bordada en plata. Es para tan importante oca-sión, cuando tan digna Junta de Gobierno, solicita a mi humilde persona, como cofrade y fi el hijo enamo-rado de nuestra Madre la Santísima Virgen de la Ca-pilla, el que acceda como “ Vestidor” de la Patrona, para realizar la labor con motivo de esa primera vez, a lo que con sumo agrado, sorpresa por lo novedoso del evento, y enorme ilusión, accedí.

Por aquel entonces, grandes amigos y hermanos cofrades integraban la Junta de Gobierno, entre ellos Juan Manuel Becerra, Ana Lara, y Francisco Senise, de los cuales, los dos últimos y el Hermano Mayor, tuvieron que buscarse la vida, para rebuscar entre el patrimonio de la Cofradía, para constatar que pudie-ra existir de ropas “ínteriores” para vestir a la Seño-ra. Hemos de darnos cuenta que hacía más de una década que no se realizaba esta labor. Por suerte ó desgracia, poco fue lo que se encontró, pero válido y útil resultó, para ese año, y para servir de patrones, pues desde entonces, varias prendas son las realiza-das por devotas cofrades, para vestir interiormente a la Santísima Virgen de la Capilla.

Las mas veteranas camareras como la recordada Lola Maza (Doña Lola , y a la que le debo su cateque-sis mi primera comunión), aportaron sus experien-cias para este arte de vestir a la Madre de Dios y en especial con esta singular y venerada imagen.

Desde entonces, aunque tan solo sea por unas horas al año, y solo para la procesión, la Virgen de la Capilla se presenta vestida como Reina y Alcaldesa Mayor y perpetua de Jaén (los atributos de alcalde salvo bastón, quedaban guardados en las vitrinas al no vestirse este día, al igual que sucedía con la esti-mable colección de alhajas de la Señora y las nume-rosas condecoraciones civiles y miliares; medallas de otras cofradías, rosarios etc, que el pueblo de Jaén le fue ofreciendo a nuestra Reina en agradecimiento de favores).

Los diversos mantos se fueron combinando con las sayas realizas ex profeso junto con estas obras maestras del bordado.

Al igual que los ternos de procesión, la Patrona posee en su ajuar las coronas y ternos “ para diario” ya que durante todo el año estaba “vestida”, y du-rante décadas importantes de la posguerra y hasta fi -nales de los setenta, este trabajo lo realizaba un gran fabricano-vestidor, “ Brady “, D. José Brandy Gámez, tio abuelo del que suscribe estas líneas y que junto a mi otro tío abuelo. D. Antonio Amate y a su esposa Dña. Juana Brandy, tengo el débito de mi amor y de-voción por la Señora de Jaén, Santa María de la Capi-lla ante quien tomé las aguas bautismales.

Por lo tanto estimado lector, como verás mi devoción me viene de casta, habiéndose incremen-tándose de manera importante en estas últimas dé-cadas, siendo mi amor a la Virgen de la Capilla, pilar importante en mi fe cofrade y ayuda especial para los ochos años que he servido a la Iglesia actuando de Hermano Mayor en la Hermandad donde María Santísima es Soberana de la Amargura. Por todo ello, mi fi delidad y lealtad a la Cofradía que la venera como Madre de la Capilla, será eterna.

De manera especial mi sentimiento hacia nues-tra Patrona, se acrecienta a su paso por la que es también su casa, la Carrera, la casa que fuera de su Horquillero Mayor Honorario, Antonio Amate que tantas décadas de su vida dedicó a su Cofradía, y

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donde cada 11 de Junio en su recuerdo, llueven péta-los de rosas y claveles a la mayor Gloria de la Reina de los Cielos.

Retomando el tema, exponer que desde peque-ña edad recuerdo a “Brandy “, gritar enfervorecido sus piropos mas sentidos en la intimidad de la sa-cristía de San Ildefonso y con dos cirios encendidos, cada vez que concluía con Dña Dolores Maza y otras las labores de vestir a nuestra Patrona.

Desde entonces todos los atributos, joyas, con-decoraciones, rosarios, etc, donados en señal de agra-decimientos y muestras de amor, pueden ser lucidos por la Madre de Dios, aunque solo sea por una noche al año, presentándose como “ REINA” bendita de esta tierra y con los honores a que tiene derecho in-discutible la Madre de Dios. “Una gran señal apare-ció en el cielo: una Mujer, vestida del sol, con la luna bajo sus pies, y una corona de doce estrellas sobre su cabeza” (Ap. 12, 1)”.

Se puede decir que con este importante acuer-do, se airearon nunca mejor dicho, bordados y al-hajas que permanecían ocultos a la Ciudad de Jaén, guardados a buen recaudo pero sin sentido, en la Casa Museo.

LA IMPORTANTE APORTACIÓN DEL MANDATO DE D. JOSÉ HUMBERTO MONTERO FERNÁNDEZ.

Con la toma de posesión a fi nales del año de 2.006 por parte de D. José Humberto Montero, ac-tual Hermano Mayor y por acuerdo de Junta, para la procesión de Junio de 2.007, se marca un hito en la historia del vestir de Nuestra Señora, debiéndose al acuerdo de Junta, por el que se indica a este actual vestidor, “suprimir” el tradicional Rostrillo, expo-nente destacado de la joyería del barroco y de incal-culable valor por la fi ligrana de fi no oro y la pedrería que luce.

El resultado, inusual por lo que suponía, logró arrancar importantes piropos de los cofrades y de-votos. El pequeño rostro de la Madre de Dios, se ex-ponía despejado del marco-rostrillo de oro, y lucía resplandeciente ante el pueblo de Jaén, mostrando el Manto de la Coronación y la saya bordada en plata.

Desde entones estos dos últimos años, ante ca-rencia de rostrillo, se elabora un sencillo “ tocado “ de valiosos encajes de Bruselas y similares fechados en torno al año de 1.800 de mi colección personal, es-tando en mi intención la donación de una pieza para propiedad de la Virgen, cuando sea localizado una obra de mi agrado en anticuarios y similares.

De los tres años ya procesionada la Patrona sin rostrillo, ha lucido dos tipos de tocados distintos sien-do el realizado para el pasado 11 de Junio de 2.009, el mas singular, aprovechando el lucimiento del manto de los Condes de Corbull.

EL ACTO ÍNTIMO DE LA VESTIMENTA

Por lo peculiar de la talla de la Virgen de la Capilla, y siempre basándonos en los modos de D. José Brandy y la camarera Lola Maza, se comienza en 1.998 a vestir a la Señora, salvaguardando su ta-lla primeramente vendándola en su integridad con gasas y sobre ellas se van depositando las enaguas y otros, hasta llegar a saya, manto, corona, etc y el sin-gular rostrillo cuando se ha usado. El uso de alfi leres se limita al mínimo y se hace con cuidado extraordi-nario, para no rozar la talla, aun cuando la misma, queda sobreprotegida como ahora expongo.

Coincidiendo con la decisión de la Junta del Hermano Mayor actual, para ese Junio de 2.007, con el visto bueno de la referida Junta de Gobierno y a propuesta e iniciativa de un servidor, se altera la ma-nera de vestir a la Patrona de la ciudad en cuanto a las ropas interiores.

Propuse pues, suprimir las vendas casi en su to-talidad, por un escapulario que cubriera a la Virgen en su totalidad, realizado a dos caras en terciopelo granate de fi no algodón y con muletón en su interior, con lo que se salvaguarda la talla de manera perfecta y quedando desde su interior con la Dignidad que merece la Madre de Dios, aún cuando esta prenda queda oculta a los devotos.

Para el Niño, se realizó igualmente y como prenda primera depositar sobre su talla, una capa en igual tejido, con el “JHS” bordado y con encajes de hojilla de oro fi no en sus contornos.

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Estas prendas, diseñadas y donadas por un ser-vidor, fueron confeccionadas por la cofrade Dña. Na-tividad Morillas Brandi, mi madre, y sirven de base para las enaguas tradicionales previas a las sayas y mantos.

Quiero resaltar el efecto de preservación de la talla que se logra con estas vestimentas para su salida procesional, ante algún efecto adverso de la meteoro-logía y por desde el punto de vista de conservación, el suave roce del algodón es lo más idóneo para un dorado tan valioso y antiguo como el de la talla de María Santísima de la Capilla.

Destacar que este acto, por se íntimo y por que cuando nosotros mismos nos vestimos, no lo hace-mos a la vista del público, la Patrona es vestida con el auxilio de sus camareras de manera especial, Ma-ria Teresa Calatayud y Paquita que cada año tienen preparada limpia, resplandeciente y almidonada la ropa interior, y que se procura para estos momentos el clima de oración y de privacidad que el acto lo re-quiere.

ONCE AÑOS VISTIENDO A LA PATRONA

Se cumplirán ( D.M. ) este año, doce años del feliz acuerdo de presentar Vestida a la Virgen ante su ciudad de Jaén. Igualmente doce años que de ma-nera consecutiva y con los beneplácitos de los tres Hermanos Mayores y Juntas de Gobierno que confi a-ron en mi persona para realizar esta labor, con lo que agradezco esta enorme deferencia que debe suponer un orgullo inigualable para todo jaenero que única-mente en Jaén tiene este encuentro íntimo con la Ma-dre de Dios, en su gloriosa Capilla y como dolorosa Reina y Madre de la Amargura.

En este año de 2.010, nuestra Patrona se mostra-rá a la ciudad recientemente restaurada. Durante casi un año, hemos sufrido su ausencia. Su talla resplan-decerá como nunca y por ello de nuevo el Instituto Andaluz para la Restauración del Patrimonio, apor-tará nuevas indicaciones para la talla, su manipula-do, culto y exposición en el camarín durante todo el año, por lo que se revisa la iluminación, factores de humedad, calor frio etc.

Para la procesión, saldrá la Reina de Jaén, más protegida aun si cabe, con mayor protección de la ta-lla y evitando el peso de la corona (en torno a siete kilogramos) que aliviará por completo a la talla, a la que debemos transmitir en perfectas condiciones a sucesivas generaciones y dado que tratamos de pie-zas artísticas, tallas, bordados, alhajas, etc, todo ello debe de ser manipulado como la más valiosa obra de arte que poseemos para disfrute de cuantos nos seguirán y deberán mantener muy alto y extendida por toda la ciudad, la devoción a su Madre y Patro-na, propagando su culto diario y en especial ese día sagrado que es el 11 de Junio, que debe de quedar en blanco en la agenda de todo jaenero-a para disfrutar del día grande de Jaén bajo la mirada de la Madre de Dios, que un día desde el Cielo descendió para socorrernos de nuestros crueles enemigos, a quienes desde la fe, se venció, trayendo la Paz y Concordia a todas las generaciones.

Animo por último a que en un futuro se estudia-ra la viabilidad de que, coincidiendo con las épocas litúrgicas importantes, Nuestra Señora de la Capilla , fuera mostrada vestida en su Capilla de San Ildefon-so, alternando talla y vestimenta.

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El título de mi exposición requiere algunas pre-cisiones para centrar su contenido. Mi intención es, más que mostrar en detalle las características icono-gráfi cas de la imagen de nuestra Patrona, asunto tra-tado con amplitud en autorizados estudios sobre la misma, como el de Ortega Sagrista, en 1984, dos años después de que la primera restauración le devolvie-ra su bello aspecto original, por Domínguez Cubero en 1995, y el más extenso de Manuel López Pérez, en 1998, donde tuvo el acierto de incluir la tal vez más detallada descripción de la imagen anterior a la restauración, hecha por el cronista Cazabán en 1928. Por otro lado, al haberse efectuado la muy reciente restauración en el Instituto Andaluz del Patrimonio Artístico, que ha incluido un exhaustivo estudio téc-nico de la talla, con todas sus características de ma-teria original, que nos han aportado la satisfactoria noticia de que la imagen del Niño Jesús es la original y no una superpuesta posteriormente, me reitero en la intención de este trabajo, que busca sencillamente poner en relación nuestra venerada imagen mariana con otras realizadas sobre todo en el área sevillana, ámbito artístico de extensa y excelente producción imaginera letífi ca.

A reserva de las conclusiones, aún inéditas, a que haya llegado el estudio de la última restaura-ción, que esperamos con gran interés, la imagen de Ntra. Sra. de la Capilla, de autor anónimo, como es bastante frecuente en efi gies marianas de su época, ha sido situada por los investigadores que la han es-tudiado entre fi nales del XIV y primer tercio del XVI, periodo amplio, ante la carencia de datos fi dedignos que permitan una mayor aproximación. El informe técnico precedente a la restauración de 1982 afi rma

Carlos María López-Fé y Figueroa

La imagen de Ntra. Sra. de La Capilla en la iconografía Mariana andaluza de su época

la existencia de policromía de fi nales del trescientos o principios del cuatrocientos. Los estudios de López Pérez y Domínguez Cubero, la sitúan a fi nales del XV, con clara reminiscencia gótica, pero ya con ras-gos de incipiente clasicismo propio de las corrientes iniciales del Renacimiento, sobre todo las proceden-tes del área fl amenca, tan vinculada en esa época a la corona de Castilla. Yo considero válida esta data-ción, al comparar la imagen con otras de ese periodo que existen en el área andaluza, hasta comienzos del XVI. He visto en especial las de Sevilla, donde se da abundancia y notable calidad en la iconografía de la Virgen Madre.

Veamos, ante todo, la imagen de nuestra vene-rada Patrona (Foto1), de la que siempre se ha pensa-do que debió formar parte de un retablo al que estaba adosada y del que se separó para constituirla en fi gura que recordara el milagroso descenso de 1430. Pero tal afi rmación parece haber sido impugnada por el estu-dio reciente, de modo que la efi gie era exenta desde su ejecución. De cualquier modo, vista en conjunto ahora apreciamos en esta imagen, para comenzar, el manto recogido en el brazo izquierdo, mientras parte de él cae recto a la derecha. El plegado es muy ele-gante en su sencillez y deja adivinar un leve avance de la pierna derecha (Foto 2). La imagen tuvo coro-na real, con el estilo propio de la época, es decir, con fl orones sobre la diadema, que fueron serrados para sobreponerle la corona metálica cuando comenzó a vestirse con ropajes de tela en el s. XVI (Foto 3). Otro interrogante que se nos plantea es: ¿Qué llevaba la Virgen en su mano derecha? Lo desconocemos, pero podemos deducir, por analogía con fi guras de época similar, que probablemente sería una fruta, ramo de

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fl ores u objeto análogo, que fue también serrado, a la vez que horadada la mano para colocarle un cetro de metal. El Niño está desnudo y porta una esfera, que hace referencia a su título de Rey del Universo. La restauración última nos ha confi rmado, como se ha dicho, ser la imagen original del Divino Infante

Otro signo inequívoco, y no frecuente en la ico-nografía mariana, de la condición regia que se quiso imprimir a la Señora es el de hacerla descansar sobre una peana constituida por dos cojines superpuestos, de color carmesí y con labor de oro, adornados con borlas en sus puntas, todo ello símbolo de majestad. En cuanto a la expresión facial es de grave dignidad y cierto hieratismo la de nuestra Señora, mientras que en el Niño se atisba una sonrisa, rasgos igualmente característicos del periodo de transición del Gótico al Renacimiento.

Aunque el artífi ce no fuera de notoria exquisi-tez en su técnica como tallista, el conjunto es de no-ble dignidad y belleza, y, a pesar de las mutilaciones perpetradas para vestirla, podemos decir que Jaén ha tenido suerte al poder conservar casi íntegra esta entrañable imagen del periodo de transición del fi nal del gótico al clasicismo protorrenacentista

Para comenzar la visión de otras fi guras maria-nas de esa época doy primacía a la en mi opinión más bella representación que conserva Jaén y que parece haberse inspirado en la Virgen de la Capilla (así lo afi rma también Ortega Sagrista); es la imagen de pie-dra que fi gura en la parte superior de la preciosa por-tada gótica de la capilla (Foto 4), erigida por el obispo D. Alonso Suárez de la Fuente del Sauce, cuyo escudo aparece a ambos lados de la vejiga de pez en que se enmarca. Aquí tendríamos también un dato para fe-char la imagen original de Nuestra Señora, pues si la portada parece haberse comenzado hacia a partir de 1500, año de inicio del episcopado del ‘obispo cons-tructor’, ya debía en esa fecha hallarse colocada en su capilla la efi gie que sirvió de modelo y que estaría íntegra, con su corona rematada con fl orones, pues en la fi gura pétrea (Foto 5) podemos observar el tipo de la que lleva y cómo en su mano derecha porta un ramillete de fl ores. El manto, de plegado con rasgos de infl uencia fl amenca, está recogido sobre el brazo izquierdo, en el que sostiene al Niño Jesús, que está vestido con túnica que deja al descubierto el hombro

izquierdo y en ademán de coger las fl ores del rami-llete. La Señora muestra una expresión de incipiente sonrisa en su bello rostro redondeado que enmarca larga cabellera, y de igual modo el Niño, que luce rizada melenita. De esta fi gura podemos decir sin re-serva alguna que es de impecable factura, tanto más si se tiene en cuenta el material petreo en que esta elaborada.

Pasemos ahora a Sevilla para contemplar algu-nas imágenes contemporáneas de las jaenesas, don-de podremos apreciar diversas analogías con las de nuestra ciudad.

En primer lugar y por su analogía con la jaenesa, hallamos la Virgen llamada “de los Olmos” (Foto 6), pues se hallaba sobre la puerta del espacio conocido como Corral de los Olmos, tras la capilla real. Es una imagen tallada en alabastro, anónima y datada en el s. XIV, con una característica similar a la de nuestra Patrona: la corona que lucía fue también serrada para colocarle una metálica. Pero, sin embargo, conserva íntegra la mano derecha en la que lleva una fl or (Foto 7). El plegado del manto recuerda al de nuestras dos imágenes comentadas, aunque ésta de Sevilla cubre la cabeza sobre la que se aprecia la diadema de la corona desaparecida.

En una capilla junto a la puerta de Palos de la misma catedral hispalense se venera una espléndida imagen de terracota policromada (Foto 8), con la ad-vocación de Virgen del Pilar, debida al primer imagi-nero sevillano identifi cado, Pedro Millán, que labora en el quicio del XV al XVI. Está infl uido por el arte fl amenco, con calidades del primer renacimiento nór-dico, pero todavía con restos de goticismo. El manto, que cubre la cabeza de María hasta ocultar parte de la frente es recogido con la mano derecha en ademán de suma elegancia; por el lado izquierdo cubre el bra-zo que sostiene la preciosa fi gura del Niño Jesús, que tiene en su rodilla la bola del mundo, mientras ben-dice con la derecha. La recogida seriedad de la expre-sión materna contrasta con la abierta y sonriente del divino Hijo, en coincidencia con las demás imágenes hasta ahora vistas y de las siguientes.

Para entender estas expresiones, que no tienen ya el hieratismo de la imaginería románica ni el in-genuo encanto del gótico francés del XIII, pero tam-

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poco la dulzura más comunicativa del segundo rena-cimiento y barroco, hay que indicar dos datos, uno de carácter geográfi co y otro de tipo digamos ideo-lógico: los artífi ces que laboran en Castilla y Anda-lucía, territorios que son partes de la misma corona, ya he indicado que son francofl amencos o españoles infl uidos por ellos. En segundo lugar, en esa zona de Europa y en Alemania, se produce desde mediados del siglo XIV una importante corriente de espirituali-dad que busca mayor autenticidad en la vivencia de la fe; es la ”devotio moderna”, que tiene sus fuentes en los maestros dominicos germano-fl amencos Groot Eckhart, Juan Taulero y Enrique Suso. Su infl uencia llegará hasta España en tiempos de la dinastía de Trastamara hasta los Reyes Católicos y se difunde a través de los místicos franciscanos españoles de fi na-les del XV y los primeros jesuitas, San Ignacio mismo y S. Francisco de Borja, junto a San Juan de Ávila, para llegar a la la mística española de Santa Teresa de Jesús y S. Juan de la Cruz.

La imaginería de ese periodo, tanto de Cristo, centrada con preferencia en temas pasionistas, como de la Virgen María, tratada como madre del Señor, sea en su infancia o junto a la cruz, tiene un sello ex-presivo que en nuestro caso da lugar a esa actitud de recogida seriedad y como ensimismamiento, tal como aparece también en las imágenes marianas del artífi ce franco-fl amenco Roque de Balduque, uno de los muchos que arribaron a Sevilla atraídos por la obra de la catedral y su amueblamiento, el retablo mayor sobre todo.

En las imágenes marianas de Balduque, presen-te en varios templos sevillanos y del Nuevo mundo, se dan rasgos similares a los de la referida Virgen del Pilar.

Por tanto podemos afi rmar que la imagen de nuestra Patrona participa de esa seriedad y recogi-miento expresivos que corresponden al periodo de transición del goticismo al Renacimiento propios del fi nal del siglo XV y puente al XVI.

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Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

CIEN AÑOS DE UN PROYECTO: LA “GUARDIA DE HONOR DE Ntra. Sra. DE LA CAPILLA”

Se cumple ahora el siglo de un devoto proyecto mariano, que si bien tuvo efímera vigencia, dejó un histórico recuerdo que con ocasión de esta efeméride conviene recordar.

En las primeras décadas del siglo XX el culto a Nª Sª de la Capilla estaba encomendado, priorita-riamente, a la parroquia de San Ildefonso. Existían desde tiempo atrás dos cofradías bajo su advocación, pero ninguna de ellas tenía la sufi ciente entidad jurí-dico-canónica para asumir con plenitud tan entraña-ble advocación mariana.

La más antigua, era la “Cofradía del Rosario de Nª Sª de la Capilla”, nacida a fi nales del siglo XVIII en un tiempo en que proliferaron en Jaén asociaciones marianas que amparadas en una devoción de notorio arraigo en el barrio o la feligresía, promovían el rezo público y callejero del Santo Rosario presididas por un estandarte que iba rodeado de grandes faroles.

También, de 1855, databa la “Cofradía de la Corte de Nª Sª de la Capilla”, asociación piadosa eri-gida como fi lial de una asociación de carácter nacio-nal, la “Corte de María”, que tenía su sede central en Madrid y que promovía la creación de hijuelas en las diferentes provincias, a las que hacía extensivas las muchas gracias espirituales de que gozaba tal aso-ciación.

Ambas cofradías, la “del Rosario” y la “de la Corte”, carecían de titularidad sobre la imagen y ca-pilla de la Virgen y su función venía a ser meramente complementaria de la actuación de la parroquia de San Ildefonso, a la que desde muy antiguo estuvo encomendado el “Patronato de la Virgen”, venido a menos con las sucesivas desamortizaciones que aca-baron con sus bienes raíces.

Además las dos cofradías tenían cierto matiz patrimonial, pues su dirección y gestión estuvo tra-dicionalmente unida a determinadas familias, que era quien en la práctica atendían y promovían sus reducidas actividades, asumiendo generosamente buena parte de los gastos generados.

Ello motivó el que con reiteración, los párrocos y sacerdotes de la parroquia de San Ildefonso promo-vieran iniciativas y proyecto tendentes a asegurar y engrandecer el culto y la devoción a la Virgen de la Capilla.

Y así, en 1910, el coadjutor de la parroquia don Francisco Serrano Pardo (1874-1951) pensó en or-denar corporativamente la asidua devoción que un grupo de señoras manifestaban hacia Nuestra Señora de la Capilla, creando una asociación femenina deno-minada “Guardia de Honor de Nuestra Señora de la Capilla”.

Esta asociación tendría por objetivo funda-mental cubrir a diario unos turnos de oración ante la imagen de la Virgen, con objeto de que la capilla nunca estuviese sola. En los meses invernales –enero, febrero, noviembre y diciembre- los turnos estarían activos de siete a once de la mañana y de cuatro a cinco de la tarde. En los restantes meses del año los turnos se cubrirían de siete a once de la mañana y de cuatro a seis de la tarde.

La “guardia” o turno de oración había de ha-cerse ocupando, precisamente, unos reclinatorios co-locados al efecto en la capilla de la Virgen. Se haría a la hora previamente señalada por la directora de la asociación. Cada señora asociada venía obligada a hacer su “guardia” un día al mes y durante media hora, debiendo ir vestida para la ocasión “con tra-je propio de tan sagrado lugar y cubierta la cabeza con mantilla”, pudiendo ostentar, si así lo deseaban,

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un escapulario, medalla o distintivo de cualquier ad-vocación mariana de su preferencia. Para facilitar el rezo, en el reclinatorio disponían de rosario y “libro de visita” u “ofi cio parvo”.

La oración se haría por sus intenciones particu-lares, salvo en casos expresos y extraordinarios, en los que hallarían en el reclinatorio una tarjeta indi-cando por que intención concreta deberían aplicar sus rezos.

En cada turno participarían dos asociadas. En el caso de que no pudiesen cubrir de forma personal su “guardia”, deberían enviar una “persona de su con-fi anza” que las representara y si iban a estar ausentes de Jaén durante una temporada, estaban obligadas a prever familiar o amistad que las reemplazara.

A las señoras asociadas se les recomendaba la frecuente asistencia a los cultos organizados en la pa-rroquia en honor de la Virgen de la Capilla: Rosario de San Bernabé, misa de comunión general al amane-cer del 11 de junio y Fiesta de los Cabildos. También se les encarecía la asistencia habitual al rezo del San-to Rosario y sabatina. El 11 de junio, a última hora de la mañana, se tendría una reunión en la sacristía para designar a la señora que durante el año ejercería la función de directora de la asociación.

La asociada que durante tres meses incurriera en frecuentes e injustifi cadas ausencias, sería daba de baja. A cada señora se le entregaba una credencial donde constaban sus obligaciones y la fecha y hora en que debería hacer su “guardia” mensual.

La asociación fue aprobada y autorizada por el obispo don Juan Manuel Sanz y Saravia, quien con-cedió cincuenta días de indulgencia por cada visita o “guardia” a la Virgen de la Capilla.

Como primera y única Directora fi guró doña Isabel de Sanmartín y Contreras, de la ilustre familia de los Condes de Corbul, asiduos benefactores del culto a la Virgen de la Capilla, cuya capilla reforma-ron y a la que regalaron un bellísimo manto de ter-ciopelo rojo. A su fallecimiento en octubre de 1916, la asociación languideció, si bien algunas señoras conti-nuaron organizando las piadosas “guardias” a título particular y animadas por don Rafael Serrano, quien

durante muchos años continuó como coadjutor de la parroquia.

Muchos años después, en 1958, a iniciativa del secretario de la Cofradía don Manuel Vilaplana Uge-na y con el entusiasta apoyo del párroco don Manuel Maroto Castro, se volvió a reorganizar la “Guardia de Honor de Nuestra Señora de la Capilla”, redac-tándose al efecto un sencillo reglamento.

Se pretendió entonces que la asociación estuvie-ra compuesta por asociadas de todas las parroquias de la ciudad, que cubrirían quince turnos mensuales de oración compuestos por cuatro señoras, turnos que tendrían efectividad cada día once de mes. En esta nueva etapa se consideraba condición indispen-sable para formar parte de la “Guardia de Honor”, el estar previamente inscritas en la Cofradía, cuya medalla ostentarían siempre que cubrieran turno de oración.

Dada la complejidad de que ahora se quería do-tar a la asociación, se creaba para regirla una “Junta Rectora” constituida por Presidenta, Vice-Presidenta, Secretaria, Vice-Secretaria y una celadora por cada parroquia de la ciudad.

A más del obligado turno de guardia ante la imagen de la Virgen, se pretendía también que las señoras asociadas sirvieran de dinámicas propagan-distas para extender la devoción a la Virgen de la Ca-pilla por todos los ámbitos de la capital –parroquias, colegios, ofi cinas, comercios, domicilios, etc- y cola-boraran en actividades de índole socio-pastoral: visi-ta de enfermos e impedidos, catequesis, actividades de Cáritas, grupos de Acción Católica, etc. E incluso que asumieran la condición de “camareras” ocupán-dose de la atención y adorno de la capilla, camarín e imagen de la Virgen.

Sin embargo aquel ambicioso proyecto, como ocurrió anteriormente, tuvo escasa vida. La renova-ción eclesial del Concilio Vaticano II no fomentaba precisamente este tipo de iniciativas y la Guardia de Honor de Nuestra Señora de la Capilla se extinguió silenciosamente.

Aunque quedó su recuerdo. Que ahora, con motivo de su centenario hemos querido rescatar de la niebla del olvido.

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De la Academia Bibliográfica “Virgen de la Capilla”

El pasado 19 de diciembre de 2009, en el Vati-cano, el Santo Padre Benedicto XVI ha aceptado la curación atribuida a la intercesión del Venerable Manuel Lozano Garrido, “Lolo”, como inexplicable científi camente, es decir, se considera como un hecho milagroso.

Esta decisión del Sumo Pontífi ce es el último paso necesario antes de la Beatifi cación.

Con este motivo quiero traer a “Lolo” a la revis-ta “El Descenso” porque era un cristiano que se tomó en serio el Evangelio: “Se dedicaba a ser cristiano, se dedicaba a creer”, dijo de él José L. Martín Descalzo.

A través de numerosos escritos, Pedro Cámara Ruiz ha logrado ofrecer un semblanza espiritual de Lolo: las bases que confi guran su personalidad, las virtudes teologales que le unían entrañablemente a Dios, las otras virtudes de quien era de verdad pobre de espíritu, su devoción mariana.

Y de aquí quiero partir. En el ¡He ahí a tu Ma-dre!.

La devoción mariana de “Lolo” es honda y fi lial, arraigada desde antaño. Está convencido de que, así como el Verbo se hizo hombre mediante María, así quiere Dios salvarnos y santifi carnos por medio de Ella. Vive con profundidad su maternidad espiritual, sintiéndose constantemente bajo su mirada amorosa. Su camino doloroso, como Cristo, se ve alentado con la grata compañía de María. Como Ella, se asoció al

Manuel López PegalajarAcademia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

“LOLO” Y LA VIRGEN

misterio de Redención, descubriendo en sus dolores la fuerza redentora.1

Y así recoge esta refl exión tomada de la obra “Las golondrinas nunca saben la hora”: “ Mi angus-tia necesita un escape y rezo, así, en la madrugada. Estoy ante una encrucijada y el nudo de mi corazón sólo puede ser desatado por una mano que venga de lo alto. Más que mucho rezo, poco y lentamente, casi silabeando, rumiando, palabra a palabra, letra a letra. Mi mente, entre tanto, descascarilla a su vez, el mensaje de cada palabra. Una llena de Gracia es, para mí, una dulce mujer, que es como un vaso de cristal de pura y de llena, que se cubre hasta los bor-des y sigue derramándose superabundantemente, tanto sobre los demás, como un rocío. El milagro, así, sobre nosotros, como una lluvia, por la cesión de ella. Rezar es, en esta madrugada, un consuelo que nos va ensanchando hasta franquear los límites de la habita-ción. La paz bien, así, dulcemente”

Vive con fi na sensibilidad su relación materno-fi lial, el hecho de tener una Madre común a todos los hombres le descubre también nuestra condición fraterna, en María todos somos hermanos con unas exigencias de amor mutuo. Su viaje a Lourdes, en la peregrinación de enfermos, le hace patente el sentido comunitario del dolor.2

“Quiero que vayáis por la vida con los brazos por los hombros los unos de los otros; que tengáis

1 Cámara Ruiz, Pedro Lolo, un cristiano. pág. 159 Edi-besa Madrid 1999

2 Cámara Ruiz Pedro op. cit. pág. 163

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siempre en las yemas de los dedos una cordial sensación de paso por la frente de un niño; y que el corazón lo sintáis siempre fresco, hol-gado, fl exibles, y dulce. Mi deseo es que la ternura, la pura, hermosa y fragante ternura humana, la vistáis todos desde la mañana a la noche como se pone uno la chaqueta o los calceti-nes. Cuando llora el hijo de mantillas, vuestra mujer lo toma en brazos y se le es-ponja el corazón. Y es que una madre es una cosa de la que sale como fuego, como azúcar, como serenidad, como dicha como alegría. Os voy a hacer un seguro de ternura para siempre. Por-que quiero que, con canas o barba cerrada, tengáis junto a vosotros un corazón que se esponje cuando os tire de los párpados una ansia de llanto. Estaréis pensando que lo que digo es bonito, pero difícil. Y no; es:os doy a mi Madre, que tiene el corazón como una montañas, y se acabó. A ver si no llevo razón. Y como so la doy a todos, todos sois hermanos y, hala, a amarnos como hermanos. ¿Estáis contentos?” (Mesa redonda con Dios, p. 223)

La vehemencia de su alma, cuando se dirige a María, es arrolladora. Busca fortaleza y la encuentra en María, anhela vida interior y la halla en María de Nazaret.3

“A Ti, la actual, la presente, la palpitante, te escribo yo mismo con ansia, casi con violencia, aga-rrado furiosamente a una esperanza que apenas se cubre con el sello de urgencia.

3 Cámara Ruiz Pedro, op. cit. pág. 165

Por el trabajo, el sudor, la soledad y los dolores que hemos de dar alegremente, sin arrugar el entrecejo, sin despegar los labios, con toda la entereza y la conformidad con que Tú estabas humil-demente al pie de la Cruz.

Fíjate: por todos sitios no hay sino voces, algara-bías y carreras. Es que le tememos al silencio, a la so-ledad, al dolor, al ancho y fecundo silencio, la soledad y el dolor de tu vida entera a puerta cerrada.

Mujer, Madre y Dolo-rosa de Nazaret de entonces y de ahora: acércate y haz de cada corazón un Nazaret infi nito” (Mesa redonda con Dios, p. 238)

Con este pequeño opúsculo refl exión he que-rido traer ante los pies de la Santísima Virgen de la Ca-

pilla un alma excepcional, un alma de Dios: Manuel Lozano Garrido, “Lolo”

Muchos años de enfermedad, en torno a los treinta, enfermedad tremenda, un reumatismo arti-cular progresivo erizado de punzantes dolores que le iban atenazando su articulaciones, el hecho de te-ner que depender de los demás anclado en su sillón de ruedas; y todo esto con dosis rebosante de amor, esperanza y alegría, Un heroico comportamiento, inspirado en la caridad de un modo tan profundo e intenso que se acerca a una víctima inmolada, con plena aceptación y total entrega.

Pongo antes la Stma. Virgen de la Capilla la pe-tición de que pronto pueda ser celebrada la Beatifi ca-ción del Venerable Manuel Lozano Garrido.

Confío que la intercesión de “Lolo” ante el Se-ñor sea abundante en frutos apostólicos de quienes estamos en estas tareas en la Iglesia.

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La reciente apertura de la recuperada iglesia conventual de San José de los Descalzos, hoy San-tuario de N. P. Jesús Nazareno, ha traído consigo una venturosa realidad ligada a la antigua y estrecha vinculación que siempre existió entre la Virgen de la Capilla y Nuestro Padre Jesús Nazareno.

Gracias a la sensibilidad de la Excma. Diputa-ción Provincial, en uno de los testeros de la iglesia na-zarena ha vuelto a exhibirse un lienzo del siglo XVII alusivo a la Virgen de la Capilla, que antaño formó parte de la decoración de la iglesia de los Descalzos.

La relevancia que ya en el siglo XVII había al-canzado en Jaén el culto y devoción a la Virgen de la Capilla, motivó la aparición de grandes pinturas en las que se recogía a la Virgen de la Capilla expuesta en su retablo.

Una de ellas fi guró colgada en la iglesia de San José de los PP. Carmelitas. Se trata de un lienzo anó-nimo pintado al óleo, de grandes dimensiones – 229 x 163- dotado de un suntuoso marco de clásico estilo español. Representa a la Virgen del Capilla expuesta en su camarín y recogida en su antiguo retablo. Por los detalles que se aprecian en la decoración del con-junto, parece deducirse que esta pintura es anterior al año de 1667, ya que un incendio ocurrido el 18 de septiembre de aquel año obligó a remodelar el reta-blo introduciendo modifi caciones que no se aprecian en este lienzo.

Esta pintura estuvo en la iglesia de los Descalzos hasta 1835 en que al cerrarse el convento carmelita-no fue recogida por los comisionados del Obispado, pasando a la iglesia parroquial de San Pedro donde quedó expuesta. Cuando a principios del siglo XX

Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

Archivo Cofradía Ntro. P. Jesús

NUESTRA SEÑORA DE LA CAPILLA EN EL “CAMARÍN DE JESÚS”

aquel templo parroquial, sito junto al convento de Santa Clara, se arruinó y hubo que abandonarlo lle-vándose los servicios parroquiales a la iglesia de San Juan, el lienzo de la Virgen de la Capilla, junto a otras pinturas, se pasó a la iglesia de La Visitación, abierta por entonces en un ala del Palacio de Villardompardo para servir de capilla pública al Hospicio de Mujeres. Y allí estuvo en el más completo olvido durante años. Aunque cuando en 1913 Enrique Romero de Torres redactó la fi chas para su “Catálogo Monumental de Jaén”, tuvo buen cuidado de catalogar la obra con esta fi cha:

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“…Núm. 183. Otro cuadro de grandes propor-ciones que fi gura una copia de la Virgen de la Capilla metida en su camarín. En la parte superior e inferior tiene recuadros con escenas religiosas muy bien he-chas. Parece, por su estilo, de Sebastián Martínez…”

Al cerrar la Diputaciónó los establecimientos de Benefi cencia, trasladando sus servicios a nuevos edifi cios, la iglesia de La Visitación quedó en el más lamentable abandono. Fue entonces –junio de 1971- cuando Rafael Ortega Sagrista publicó un interesante trabajo en la prensa local llamando la atención sobre esta pintura y sugiriendo su puesta en valor.

Nada se hizo al respecto. Pero al menos se con-siguió que la Diputación lo recogiera, quedando de-positado en una dependencia del Palacio Provincial.

Y olvidado estuvo durante los años 1973-1979, hasta que a iniciativa del Instituto de Estudios Gien-nenses y por insistencia de Rafael Ortega Sagrista, se propuso su recuperación. Más entonces nadie sabía dar razón de su localización. Gracias al empeño del

entonces presidente de la Diputación don Leocadio Marín y con la colaboración del conserje del palacio don Ismael Noguera, se hizo un exhaustivo registro de los desvanes y salas cerradas del edifi cio y en una dependencia del antiguo pabellón privado de los gobernadores civiles, cubierto de polvo y oculto tras una puerta, apareció la pintura.

Recuperada, fue restaurada en 1980 por el pin-tor Francisco Cerezo Moreno, colocándose en la an-tesala de las dependencias del Instituto de Estudios Giennenses.

Ahora, al recuperarse la iglesia conventual de San José, de la que procedía la pintura, a petición de la Cofradía de N. P. Jesús Nazareno, la Excma. Dipu-tación Provincial ha tenido la sensibilidad de ceder la pintura en depósito para que ocupe lugar preferente en el Santuario de N. P. Jesús.

Se salda así una vieja deuda histórica y el lienzo de la Virgen de la Capilla vuelve al lugar de donde la desamortización de Mendizábal lo sacó.

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Antonio Martínez Nieto

Y SE HIZO EN JUNIO

Bendita sea la hora en que María Santísima llegó a la tierra de Jaén

para estar cerca de cada uno de los que forman esta ciudad bendita del Santo Reino.

Sea por siempre bendita y elevada a las alturas, Santísima Virgen de la Capilla,

Rogad por nosotros que recurrimos a vos.

Un pasado Domingo de Ramos podíamos ver cómo desde San Félix de Valois, una paloma que re-voloteaba bajo una bambalina de plata, llevaba en ella plasmada una imagen pequeña, bordada en oro y sobre peana de plata. Días más tarde por el barrio de Cristo Rey, a los pies de una candelería que gotea-ba cera como en una mañana de junio el rocío resbala por las hojas, otra imagen, esta vez en alpaca cince-lada, representaba a esa misma imagen bendita de María, a los pies de la Señora de la Esperanza. Lle-gaba el Viernes Santo, y en un lateral de los respira-deros de la Reina de la madrugada jaenera, la misma imagen vista días anteriores, relucía más que el Sol en una mañana de primavera. Pero, ¿qué imagen era aquella?, ¿Cuál sería su importancia para que tales Vírgenes las portaran en sus pasos de palio?

Atrás quedaban los palios que resguardaban las imágenes de la Madre de Dios con un Gloria que los coronaba, no se ven ni cruces ni nazarenos por las calles. No escuchamos cornetas ni tambores, acaba el tiempo de Pasión.

Se inicia el mes de mayo, y acercándonos a los aledaños de la Iglesia Parroquial de San Ildefonso ve-mos que su altar mayor esta coronado por una ima-gen pequeña, una imagen que nos recuerda a la que procesionaba en los pasos de palio de tres dolorosas de nuestra capital la pasada Semana de Pasión. Es

ella, es esa imponente imagen, que llena las naves del templo cofrade por antonomasia. Es la Patrona y Reina de las tierras de olivares, la Madre de Dios ba-jada del cielo para socorrer a nuestros mayores. Esa virgen purísima, Reina del cielo y la tierra, Virgen de jaeneros y Alcaldesa Mayor de la ciudad. Sí, es ella, la VIRGEN DE LA CAPILLA.

Santísima Virgen de la Capilla,blanca azucena de primavera,

María de recordatorio y caricia,Consuelo del pecador,Refugio del afl igido

Reina de las Vírgenes,Vientre divino,

Paloma blanca de la Paz

Se alza grandiosa María Santísima de la Capilla en el Altar Mayor, mientras llegan a ella “con fl ores a María”, en el mes más bello y puro que en el calen-dario pueda existir. Ahora le toca a ella, es el mes de María, mes de las fl ores, la Reina del cielo es aclama-da y colmada de rosas, clavel y olores a azahar que perfuman todo el entorno que encierra las leyendas más curiosas y a la vez entrañables que Jaén guarda.

La primavera avanza, y llega uno de los mo-mentos más especiales en la vida de un hijo de Ma-ría, es momento de rezar cerca de la Madre, llega el popular besamanto de la Virgen de la Capilla.

Tan cerca puedo contemplarte,Que el tiempo se detiene,

Tan cerca puedo contemplarte,Que no sé si es día o noche,

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Iluminado por tu rostro bendito,Por tu purísima concepción,

Por los rayos que tus dos ojos, como dos pequeñas aceitunas del olivar bendito, irradian desde tu rostro,

No nos dejes caer nunca en tentación, mas líbranos del mal, Amén.

Pasado el mes de Mayo, mes de María, todo aquel buen cofrade se acerca hasta San Ildefonso para asistir a uno de los cultos más antiguos y con más tradición de la provincia, la Novena Consagra-da a la Santísima Virgen de la Capilla. Tiempo de re-fl exión, tiempo de rezar ante el imponente altar de la Patrona, adornado con rayos de cera que iluminan las plantas de la Madre. Gotea una candelería mien-tras cada uno de los misterios del Santo Rosario van pasando, así como cada una de las Estaciones por las que pasó Cristo en aquel duro periplo hasta el mon-te “Calavera”. Coros de todos los lugares van discu-rriendo por tus plantas para alabarte con sus cantos, una plegaria hecha oración para así adornar más tu bello entorno.

Aquellos que ya no están con nosotros también tienen un merecido homenaje un día antes de tu fi es-ta mayor, aquellos a los que llamaste a tu presencia, acompañándote desde el palco presidencial, sentados a tu derecha compartiendo el Reino de tu hijo ama-do, pues así dijo, “Los últimos serán los primeros”, como siervos tuyos que fueron en la tierra, ahora a tu lado están, pues Descansen en Paz.

Se divisa a lo lejos, desde la plaza, una fi la de cirios que rompen la oscuridad de la casi noche el 10 de junio. ¿Serán las almas de aquellos que lloraron por tu Hijo días atrás? Y es que se inicia el tradicional Rosario de San Bernabé, recorriendo las calles que Tú misma pisaste, para que así nadie olvide que la Virgen María recorrió con sus propios pies las calles del Santo Reino, bendiciendo a todo aquel afortuna-do que pudo contemplar su cortejo, llegando hasta la hoy conocida como Reja de la Capilla, Reja magna de la capital, lugar de ascenso al cielo, subida a la Glo-ria, de la hoy Madre del Salvador, que en Jaén quiso poner sus benditas plantas.

Llega el gran día. Las grandes autoridades tan-to eclesiásticas como civiles se unen para celebrar la fi esta de la Patrona de la Ciudad, no hay diferencias, todos rendidos ante las plantas de la Reina y Seño-ra. Todos se acercan hasta ti, cada uno de la manera que mejor sabe expresarte que parte de su corazón está siempre a tu lado, con un ramo de fl ores para decorar tu reja, una oración, rezos entre sonidos de tamboriles…

Comienza el nerviosismo, la Virgen preparada y también nerviosa, sobre sus andas, vestida como en Domingo de Ramos estrenando atuendo. Se muestra inquieta cuando ve que todos los invitados a la mesa del Señor se acercan hasta el templo para rendirle ho-menaje con una expresión pública de su fe. Represen-taciones de todas las cofradías, el cabildo municipal y eclesiástico, mantillas, de blanco en esta ocasión, es tiempo de Gloria, monaguillos, músicos que te delei-tarán con sus humildes pero emocionantes marchas ante cada uno de los lugares donde a la gente le gus-ta verle, para que así siempre recuerden esa imagen desde pequeñitos, “la Virgen pequeñita que cada cin-co años salía a la calle, y a la que mi madre me lleva-ba a ver en tal esquina”, ¡qué recuerdos!

Llegará la noche y la luna,y con la luna

una muchedumbre entonará el himno que Tú coronas,Reina y Señora,

Que a su hijo cobijaCon toda ternura,

Y una voz quebrada entre las gentes elevará un grito:¡Viva la Virgen de la Capilla!

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Enrique Gómez Martínez. Academia Bibliográfi co-Mariana Virgen de la Capilla”

LA VIRGEN DE LA CABEZA, SU HISTORIA

Los orígenes.-

El año 1225 el Rey Fernando III fi rma el Pacto de las Navas de Tolosa con el gobernador de Jaén, al-Bayasi, por el que le entregaba el castillo de An-dújar.

Pasados dos años, según la leyenda o tradi-ción, en la noche del 11 al 12 de agosto de 1227, en pleno corazón de Sierra Morena, término municipal de dicha localidad, un pastor de Colomera (Grana-da), encuentra una imagen de la Virgen que recibirá por nombre el de Ntra. Sra. de la Cabeza; titulada así por haberse hallado en el cerro Cabezón, el cual pasará a denominarse con el topónimo cerro de La Cabeza.

La ermita y santuario.-

En el siglo XIII se edifi có una ermita en el cerro de La Cabeza, mientras la imagen estuvo en la iglesia de Santa María. Será a lo largo del quinientos cuando el templo se transforme, ampliando sus di-mensiones y dependencias, interviniendo para ello el arquitecto Andrés de Vandelvira; que construye una capilla mayor, separada por una reja de la única nave, con bóveda de cañón sostenida en las capillas laterales. Todo ello acorde con la importancia que la devoción a la Cabeza iba alcanzando. Nuevas refor-mas se realizarán en el santuario a los largo de los siglos XVII y XVIII, como consecuencia de la expan-sión que el culto a esta Virgen tiene en Iberoamérica: Perú, Méjico, Chile, Argentina, Brasil, Portugal, entre otros países; de los que vendrán dineros y enseres para el templo serrano de Andújar, el cual recibirá en 1918 el título de Real.

En 1930 se harán cargo del Real Santuario de la Virgen de la Cabeza, los PP. Trinitarios, que susti-

tuyeron a los sacerdotes diocesanos. Con motivo de la Guerra Civil Española, el lugar fue destruido, sien-do reconstruido en 1945 por la Dirección General de Regiones Devastadas, con aportaciones de infi nidad de donativos de fi eles y devotos.

Las cofradías.-

La importancia de la devoción a la Virgen de la Cabeza propiciará la creación de cofradías, siendo la primera la de Andújar, seguida de Arjona, Colo-mera, Lucena, Aguilar, Antequera y así sucesivamen-te hasta completarse, a fi nales del siglo XVI, sesenta y tres, extendidas por toda Andalucía y La Mancha. El número de cofradías irá en aumento en las suce-sivas centurias, contabilizándose en 2010 un total de 64 y 5 procofradías; aunque en el siglo XVIII las mis-mas fueron suspendidas, desde 1773 a 1782; lo cual provocó una merma considerable, cuando el Rey de nuevo las autorizó dándoles estatutos.

Al margen de las cofradías que asistían a la romería de Andújar, la devoción estuvo y/o está pre-sente en casi todas las regiones españolas, hoy Co-munidades Autónomas. Desde las Islas Canarias a las Baleares, pasando por Galicia, Asturias; Navarra, Aragón, Cataluña, Valencia, Murcia, Castilla y León, Madrid y Extremadura, sin olvidar a las antes cita-das. En ellas encontramos ermitas y cofradías.

La romería.-

Parece que la romería, según los estudios más recientes, comenzó a celebrarse en las últimas déca-das del siglo XV, incluso en un mes distinto al actual, abril; aunque en 1505 ya se hacia el dicho y en su último domingo.

Miles de romeros se concentraban a princi-pios del siglo XVIII en el cerro de la Cabeza, venidos

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de todas partes. Allí encon-traban una gran feria donde se podía comprar y vender toda clase de géneros, un rico santuario y una Virgen que procesionaban en unas andas en las que se subían, junto a Ella, dos religiosos que con sendos bastones o bordones golpeaban en la cabeza a quienes querían tocarla, siendo llevada pro unos cofrades vestidos de blanco que la pasaban de mano en mano de las distin-tas cofradías que asistían a esta fi esta abrileña, descrita por Miguel de Cervantes y Lope de Vega Carpio, magistralmente.

Actualmente la romería comienza en Andújar días previos con el desfi le de la Real e Ilustre Cofra-día Matriz de la Virgen de la Cabeza por las calles de la ciudad convidando a los vecinos a la fi esta, para seguir con una multitudinaria ofrenda fl oral a la Vir-gen, recepción de cofradías fi liales, el viernes, y con subida a caballo, por el camino de herradura, atrave-sando Sierra Morena, hasta el santuario. El domingo, tras una misa ofi ciada por el Obispo Diocesano, sale en procesión Ntra. Sra. de la Cabeza llevada a hom-bros por más de un centenar de romeros, que forman parte de los cientos de miles que allí se congregan cada año.

De siempre los que asisten a la romería se han llevado de recuerdo los “pitos” de barro y la caña dulce, además de infi nidad de otros recuerdos que se pueden adquirir.

La Cofradía Matriz.-

Hasta ahora no conocemos cuándo se cons-tituyo la cofradía de Andújar, llamada actualmente matriz; aunque es anterior a 1505. Año este en que el obispo Suárez de la Fuente del Sauce le otorga unos nuevos Estatutos que venían a refundir los nuevos artículos con los antiguos o medievales.

Reyes, obispos y Papas le otorgaran distintos privilegios a lo largo de los siglos: El Papa León X le otorgó una Bula en 1518 por el cual se le reconocía a

la cofradía la posesión del santuario, otra en 1552 por la que derogaba cualquier derecho que pretendieran tener los señores Obispos de Jaén sobre el patronato de la Hermandad.

S.S. El Papa Sixto V le otorgo una Bula referi-da a las indulgencias que se obtenían al visitar el san-tuario. Julio III le dará otra para que nadie pudiera decir misa y pedir limosna en la casa de Ntra. Sra. de la Cabeza y sus alrededores.

El 1909 el Papa Pío X otorgó un decreto pro el cual se autorizaba la Coronación Canónica de la Vir-gen, a la vez que la nombraba Patrona de Andújar.

Otras titulaciones para Ella obtiene su Co-fradía Matriz, tales como la de Capitán General de los Ejércitos Españoles en 1950, el de Alcaldesa Ho-noraria y Perpetua de la ciudad de Andújar en 1953. S.S. El Papa Juan XXIII la nombra Patrona Principal de la Diócesis de Jaén. El 1960, la nueva imagen de la Virgen, fue otra vez coronada.

En 1862 la Reina Isabel II concedió el Título de Real a la Cofradía Matriz y en febrero de 2001, la Jun-ta de Andalucía, le otorgó la Medalla de Andalucía, pasando a ostentar el título de Real e Ilustre Cofradía Matriz de la Virgen de la Cabeza.

Bibliografía:

- Gómez Martínez, Enrique. La Virgen de la Cabeza. Su historia contada de forma sencilla. Líber-man Grupo Editorial. Torredonjimeno, 2009.

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Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

UNA ESTAMPA CON MENSAJE

La religiosidad popular suele dejar tras sí infi nidad de testimonios –grabados, estampas, fotografías, folletos, meda-llas, etc- que ocultos o guardados celosamente en un domicilio nada dicen, pero que integra-dos en un archivo, museo o centro documental cons-tituyen valiosas fuentes para que los estudiosos e investigadores recons-truyan la historia de esa devoción, imagen o tra-dición.

Esta curiosa es-tampa que aquí presen-tamos nos ofrece una visión decimonónica de la Virgen de la Capilla escasamente divulgada. La imagen presentada con su tradicional icono-grafía del siglo XIX apare-ce rodeada de una aureola de fl ores de tela, con la que se solía engalanar en las grandes fi estas. Lleva la modesta corona de plata que le ofrendaron sus devo-tos de la Cofradía de la Corte y en bordado mandil le han colocado un rosario formando el anagrama mariano.

La estampa tiene un especial encanto, una venerable antigüedad que difumi-

na sus luces. Y su punto de rareza, pues no abundan los ejemplares.

Al presentarla al curioso lector, queremos hacer un

llamamiento: que quien disponga de este tipo de materiales sea solidario y generoso y lo ponga a nuestra disposición para obtener copia por alguno de los moder-nos procedimientos al uso y así enriquecer el archivo y fondo docu-mental referente a la Virgen de la Capilla, un empeño que en su día iniciaron aquellos

ilustres cofrades que fue-ron don Vicente Montuno

Morente y don Manuel Vi-laplana Ugena y que luego

ha continuado la Academia Bibliográfi co-Mariana “Virgen

de la Capilla”.

Si entre tus recuerdos familiares u olvidado en alguna gaveta tienes este tipo de

elementos, ¡háznoslos llegar!. Seguro que la Virgen te lo agradecerá.

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Virgen de la Capilla, ¿cómo hacerlo?¿Cómo cantar tu gloria y hermosura

con versos torpes, de una torpe pluma?¿Cómo elevar mi tierra hasta tu cielo?

Muchas preguntas mías sin respuestaprendieron en el borde de tu manto,y encontraron, buscando tu regazo,

el descanso, en él, de mi alma inquieta.

Y es que no se precisan escaleraspara llegar a Madre tan cercana.

Tu amor inmenso, como el mar en calma,en silencio, mi cercanía, espera.

Intento, con este poema mío,exaltar tu fi gura inmaculada,

pero se me hace inútil la palabra,al resonar la tuya en mis oídos.

Virgen de la Capilla, ¿cómo hacerlo?¿Cómo hacerte saber cuánto te quiero,

si ya conoces todos mis anhelos,y en tus brazos anida mi consuelo?.

¿Cómo olvidaré, Madre, tu presencia,si veo aún tu huella en nuestras sendas?

Concepción Agustino Rueda

A MI MADRE DE LA CAPILLA

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MOCIÓN PRESENTADA POR EL DEÁN DE LA CATEDRAL DE JAEN EN 1950, SOLICITANDO DE LA SANTA SEDE LA DECLARACIÓN OFICIAL DE LA STMA. VIRGEN DE LA CAPILLA COMO PATRONA PRINCIPAL DE JAÉN, TRAS INICITIVA DEL AYUNTAMIENTO DE LA CIUDAD

El 16 de febrero de 1950 la Cofradía de la Virgen de la Capilla recibía una comunicación de parte del Excmo Cabildo Catedral, fi rmado por el Secretario Capitular D. Elías R. de Robles, en la que remitía una copia de la moción presentada por el Deán D. Agus-tín de la Fuente, y aprobada en Sesión Capitular, y que había sido elevada al Sr. Obispo de la Diócesis para que tuviera a bien solicitar a la Santa Sede decla-rar a la Stma. Virgen de la Capilla, Patrona Principal de la ciudad de Jaén.

En dicha moción el Deán, Dr. D. Agustín de la Fuente, manifestaba el texto, que es como sigue:

Por acuerdo del Excelentísimo Cabildo de la Santa Iglesia Catedral, de 21 noviembre del pasa-do año 1949, se decidió adherirse fervorosamente y apoyar en todo lo posible la moción del Excmo. Ayuntamiento de la Ciudad para solicitar de la Santa Sede la declaración de la Santísima Virgen de la Ca-pilla como “Patrona Principal de la ciudad de Jaén”,

Archivo Cofradía

LX Aniversario de la declaración de patrona

y posteriormente se encomendó al que suscribe1, como Presidente del Excmo. Cabildo, la redacción de una memoria o ponencia que recogiera los fervientes votos de la Excma. Corporación Catedralicia en or-den a la obtención de este patronazgo a favor de la Santísima Virgen de la Capilla.

De este modo se sellará una vez más, la íntima y multisecular colaboración de ambos Cabildos, ecle-siástico y el seglar, en la exaltación de la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Capilla y en el fomento de la devoción y del culto de todos los hijos de Jaén hacía la que es su Madre y su Señora.

Y no podía menos de responder tan decidida y noblemente el Cabildo de esta Santa Iglesia Catedral a la feliz iniciativa de la Ciudad, si había de mos-trarse digno de su historia en el amor a la Santísima Virgen de la Capilla y si quería emular con gallardía las gloriosas gestas de sus antepasados en el servicio de Aquella, que en esta advocación ha sido valerosa protectora y efi cacísima abogada de sus devotos de Jaén.

Si, como afi rma Ximénez Patón en su “Historia de la antigüedad y nobleza de la ciudad de Jaén”, la Procesión del Descenso salió de la Iglesia Catedral, en dónde la Virgen visitó una Imagen suya llamada “la Antigua”, como así lo certifi có muchas veces des-de el púlpito el Obispo D. Sancho Dávila y Toledo2, habría que decir que la S. I. Catedral fue el principio

1 Dr. D. Agustín de la Fuente, Deán – Presidente de la Santa Iglesia Catedral.

2 D. Sancho Dávila y Toledo, Obispo de Jaén: del 10 enero 1600 al 20 julio 1615, que pasó a la diócesis de Sigüenza.

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de la inenarrable merced de la Madre de Dios a esta ciudad y que el recuerdo de nuestro primer templo diocesano, había de quedar indeleblemente unido a la historia de la devoción y el culto de la Santísima Virgen de la Capilla.

Sea de esto lo que fuere, lo cierto es que el Cabil-do de esta S. Iglesia Catedral tomó siempre como cosa suya el fomento de la devoción a esta Señora, asumió la iniciativa de cuantos proyectos se encaminaban a su glorifi cación y jugó un papel de importancia deci-siva en la propagación y aumento de su culto.

A los tiempos mismos del prodigioso hecho del Descenso de la Santísima Virgen se remonta la más solemne fi esta con que anualmente se venera la memoria de tal suceso el día 11 de junio; ya que como afi rma el Licenciado Becerra en su “Memorial del Descenso”, “en reconocimiento de este favor ins-tituyeron en aquel tiempo (ambos cabildos) una so-lemnísima procesión, que hasta hoy se hace todos los años el mismo día de San Bernabé Apóstol, que fue el día de la venida de Nuestra Señora, celebrándose con toda la grandeza, autoridad y devoción que se puede creer”.

En diversas ocasiones en que afl igían a la ciu-dad pública calamidades, el prelado don Sancho Dávila lo exponía a su Cabildo, y juntos decretaban sacar a la Virgen en procesión. Daban primero avi-so por medio de dos prebendados al Cabildo de la Ciudad, que señalaba comisarios para cuidar con la grandeza debida de esta fi esta, y habiendo adereza-do las calles y colgado ricamente, el día señalado, convocada la Clerecía y Religiones, salía la procesión de la Catedral y llegando a la Iglesia de San Ildefon-so, hacían muy devota rogativa delante de esta glo-riosa Imagen… Tomábanla luego en sus hombros las mayores dignidades del Cabildo y llevando todos los prebendados velas… y las varas del palio seis Caba-lleros Veinticuatro, yendo por remate de la procesión el Cabildo de la Ciudad… volvían con este orden a la Catedral…

El Cabildo Catedral, mostrando con esto su re-ligioso celo, no sólo asistía a las Misas y Salves So-lemnes que todos estos días le cantaban, sino que se repartían entre sí las horas fuera del coro, para que siempre asistieran prebendados delante de esta santa

Imagen… Volvía la Santísima Virgen a su casa con la misma solemnidad con que de ella fue sacada y casi siempre con aumento de joyas y vestidos que la piedad del Cabildo eclesiástico le ofrecía, en lo que andaba este tan liberal, que alguna vez le regaló fron-tal de más de mil ducados de precio.

Estas demostraciones de piedad íntima, fi lial y generosa del Cabildo Catedral adquirieron extraor-dinario relieve con motivo de la peste que diezmó la ciudad de Jaén en el año 1602, en la asoladora se-quía del invierno de 1730, y con ocasión del terremo-to de primero de noviembre de 1755. En estas tres ocasiones, como en otras muchas, los Prelados, los Cabildos y el pueblo fi el atribuyeron unánime y so-lemnemente la protección del Cielo en gran parte a la intercesión de la Santísima Virgen en su imagen y advocación de la Capilla, como lo hizo constar expre-samente el Cabildo eclesiástico en el acta capitular de 2 de noviembre de 1755, en virtud de lo cual dis-puso fuera trasladada la imagen de María Santísima de la Capilla a la S. I. Catedral, para que en unión de la sagrada reliquia del Santo rostro y de la venera-da imagen de Nuestra Señora de la Antigua, patrona del Excmo. Cabildo Catedral, recibiera el entusiasta y solemnísimo homenaje de gratitud de los hijos de esta Ciudad.

El actual Cabildo de la S. I. Catedral, recogiendo todos estos rasgos de la piedad de sus antecesores, que son anillos de la áurea cadena de una gloriosa tradición de devoción y culto hacia la Santísima Vir-gen de la Capilla, no podía menos de sumarse de-cidida y fervorosamente a la iniciativa del Cabildo de la Ciudad de pedir a la Santa Sede en este Año Santo por medio del Rvdmo. Prelado de la Diócesis, el patronazgo principal de la capital del Santo Reino a favor de la Santísima Virgen de la Capilla, para que Ella en unión de Santa Catalina, (que seguirá como patrona secundaria de la ciudad), asuma ya de un modo ofi cial y solemne la defensa de los intereses es-pirituales y materiales de esta ciudad.

¿Razones? Además del hecho fundamental del Descenso de la Santísima Virgen a esta ciudad de Jaén en la noche del 10 al 11 de junio de 1430, sobre el cual va haciéndose más luz cada día, merced al tra-bajo de investigadores y eruditos, son motivos que abonan la obtención de la gracia que solicitamos, la

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protección dispensada a la ciudad por la Santísima Virgen en su imagen y advocación de la Capilla y la devoción con que siempre ha correspondido Jaén a esta Señora, en quien ha puesto el amor, la delicade-za y la confi anza de hijo y vasallo para con su Madre y Reina.

Repásense una vez más (que su repaso será suave deleite al espíritu) los pergaminos, los libros, las actas capitulares…, que son como los canales que recogen esta doble corriente de mutua infl uencia que va del Corazón de la Virgen al corazón de sus hijos de Jaén en torrente de gracias, de bendiciones, de mues-tras singulares de predilección en numerosos azares de la vida de la Ciudad, y vuelve del corazón de Jaén al Corazón de la Virgen en avenidas de fervoroso agradecimiento, de generosa correspondencia, de un culto tan espléndido y tan piadoso, que, como dice

Becerra en su “Memorial”, hablando de los tiempos del Cardenal Moscoso y Sandoval, “apenas se halla-ría entonces en España otro Santuario más frecuenta-do por el pueblo que este de la Santísima Virgen de la Capilla”.

Y creemos que la concesión por parte de la Santa Sede de esta gracia que solicitamos resucitará en no-sotros un pasado de auténticas glorias y grandezas, que son la herencia espiritual de nuestros mayores y deben ser nuestro más legítimo orgullo y el criterio orientador de la restauración de la ciudad de Jaén en todos los órdenes, y creará una corriente de honda espiritualidad, que en estos tiempos saturados de materialismo renovará y vigorizará poderosamente todas las manifestaciones de su vida.

Jaén y febrero de 1950, Año Santo.

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Francisco Juan Martínez Rojas.Deán de la S. I. Catedral de Jaén

LA HUELLA DE SAN PABLO EN LA ACTUAL TURQUÍA

Con motivo de la celebración del Año Santo Pau-lino, conmemorati-vo del nacimiento del Apóstol de las Gentes, la Ilustre, Pontifi cia y Real Cofradía de la San-tísima Virgen de la Capilla programó un viaje a Turquía, país donde se en-cuentra la ciudad de Tarso, donde nació San Pablo, y donde ser conservan más lugares marcados profundamente por la predicación paulina.

Tras la conversión y una misteriosa “estancia en Arabia” (Gal 1,17), Pablo se afi ncó en Antioquía, ciudad entonces de Siria, hoy parte de Turquía. Des-de allí realizó cuatro viajes misioneros, según nos lo relata su discípulo Lucas en los Hechos de los Após-toles. Por estar situada en la frontera sur de Turquía y no conservar restos arqueológicos de interés, la ciu-dad de Antioquía, así como la de Tarso fueron exclui-das de la ruta de la peregrinación.

Tras la llegada a Estambul, el antiguo enclave comercial griego de Bizancio, rebautizado posterior-mente por Constantino como su ciudad -Constanti-nopolis-, el grupo se dirigió a la zona conocida en la antigüedad como Asia Menor. Se trata en la actuali-dad de la zona costera turca, bañada por las aguas

del Mediterráneo, que alberga el con-junto de ruinas más importantes de arte griego y romano. La primera ciudad visitada fue Éfeso, donde los peregri-nos giennenses estu-vieron el 5 de agosto. Éfeso fue una de las ciudades donde San Pablo residió más tiempo, casi 3 años, y también fue esce-nario del enfrenta-miento del Apóstol con los plateros de

la diosa Artemisa, quienes desencadenaron contra él una persecución cuando con su predicación descalifi có la idolatría pa-gana. En Éfeso el grupo pudo contemplar el fantásti-co conjunto de las ruinas helenísticas y romanas, con monumentos como el Odeón, la calle de los Curetes, la calle de Mármol, la Biblioteca de Celso, el Ágora, el Gran teatro, y fi nalmente la basílica de Santa Ma-ría, donde se celebró el III Concilio Ecuménico o uni-versal, que reconoció a María como Madre de Dios. Fue muy signifi cativo, dentro de una peregrinación mariana, organizada por una cofradía que tiene a la Virgen por titular, escuchar en las ruinas donde se defi nió el dogma de la maternidad divina de María la homilía de San Cirilo de Alejandría pronunciada en la clausura del concilio de Éfeso.

Éfeso evoca la presencia de San Pablo, pero también la del apóstol San Juan, sobre cuyo lugar de

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El día 6 de agosto el grupo de peregrinos de la Cofradía de la Virgen de la Capilla visitó prime-ro Mileto, donde Pablo partió camino de Jerusalén y dirigió un discurso a los presbíteros de Éfeso (Hch 20,17-38). A continuación, hubo posibilidad de visitar la antigua Hierápolis, conocida actualmente como Pammukale, donde se conserva la tumba del apóstol Felipe. El lugar, más conocido actualmente por sus aguas termales y los fantásticos paisajes que han ido formando las acumulaciones calcáreas, es también un yacimiento arqueológico de primer orden. El día 7 de agosto, los peregrinos giennenses visitaron dos lugares de fuerte sabor paulino. El primero fueron las ruinas de Antioquía de Pisidia, ciudad citada en el libro de los Hechos de los Apóstoles como una de las primeras en albergar una comunidad cristiana

durante el siglo I. Se-gún ese texto (He-chos 13, 2), el apóstol san Pablo visitó esta ciudad en su primer viaje misionero, al-rededor del año 44 d. C. En la parte más alta de Antioquía de Pisidia se conservan los restos de un tem-plo cristiano levanta-do sobre la anterior sinagoga en la que San Pablo predicó un discurso que es con-

enterramiento se construyó una enorme basílica en tiempos del emperador Justiniano (s. VI), cuyas rui-nas se conservan. Y junto con el recuerdo del Discí-pulo Amado, en Éfeso se palpa también la presencia de María, pues, además de la basílica dedicada a la Madre de Dios, en la cumbre del monte Bulbull Dag se encuentra la “Meryemana”, la “Casa de la Virgen”, redescubierta en el siglo XIX, gracias a una visión de Anna Catherine Emmerich. Esta religiosa alemana estigmatizada y visionaria anunció que la Virgen ha-bría muerto en Éfeso, que su morada se encontraba en una colina, al fi nal de un camino de mulas, frente al mar Egeo y a la isla de Samos. Gracias a estas reve-laciones se encontraron los cimientos de la casa don-de la Virgen vivió sus últimos años y que fue, tras su muerte transformada en capilla, coincidiendo la descripción porme-norizada de la casa que ofreció Emme-rich con los hallazgos arqueológicos.

En la “Casa de María”, los peregri-nos participaron en una Eucaristía, presi-dida por el deán de la Catedral de Jaén. La celebración no pudo tener más sentido mariano, al celebrarse en un lugar tan ligado a la Santísima Virgen.

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tres cristianas decoradas con pintu-ras conservadas generalmente en buen estado, tuvo su contrapunto celebrativo con la misa que reunió a los peregrinos en la iglesia rupes-tre de la Virgen María. Allí, la Euca-ristía, celebrada en una cueva, unió a los devotos marianos giennenses de hoy con los de fi eles cristianos de ayer, que excavaron la roca y la dedicaron al culto de la Madre de Dios.

Finalmente, el grupo se dirigió a Estambul, donde permaneció del 11 al 14 de agosto. La antigua Cons-tantinopla sigue cautivando al via-jero de hoy, que contempla en esta ciudad cargada de historia el cruce estratégico de oriente y occiden-

te. Las visitas a la basílica de Santa Sofía y el palacio de Topkapi, la Mezquita azul y la iglesia de San Salvador en Khora permitieron a los peregrinos conocer la intrincada historia de esta ciu-dad, antigua capital imperial, tanto bizantina como otomana, que sigue fascinando a quien la visita.

sidera modélico desde el punto de vista misionero (Hechos 13, 14-52).

Por la tarde del 7 de agosto, el grupo llegó a la ciudad de Konya, conocida en la antigüedad como Iconio. En la actualidad, la ciudad cuenta con algo más de 4 millones de habitantes, y viven en ella sólo 5 católicos, de los que 2 son las religiosas italianas que atienden amablemente y con un testimonio de vida ejemplar la iglesia de San Pablo. Allí se celebró la Eucaristía, recordando las vivencias de San Pablo en aquella ciudad. A la mañana siguiente, el grupo visitó la tumba, el mausoleo-mezquita y museo de Mevlana, celebre místico sufi , fundador de los dervi-ches, una rama contemplativa del Islam, cuyas dan-zas constituyen hoy un atractivo más turístico que religioso.

Siguiendo la andadura del Apóstol de las Gen-tes, los peregrinos giennenses transcurrieron los días 8 al 10 de agosto en la antigua región de Capadocia, mezcla de culturas, donde convivieron sucesivamen-te hititas, griegos, romanos, bizantinos y fi nalmente otomanos, dejando cada pueblo su propia herencia cultural. La visita al valle de Göreme, con su fantás-tico paisaje volcánico y las numerosas iglesias rupes-

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El Descenso…Los que nos dejaron

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José Galián Armenteros

REPICAN LAS CAMPANAS A MISA POR PEDRO CASADO AGUILAR

Desde el día 28 de enero de 2010 que murió Pedro Casado Aguilar, repican las campanas en la Cate-dral y prácticamente en todas las Iglesias de la Ciudad. La Santa Misa, centro de la vida de todo cristiano, es la cita para recordar a este hombre “Apóstol de la iglesia”, tanto en la Catedral, donde ejercía el apostolado seglar, ayudando a misa diariamente. Y en general al servicio de las iglesias y con-ventos que requerían sus servicios.

La gracia el amor de Jesucristo, la misericordia del Padre, el Señor aquel día a las once horas, como el número más emblemático marianista de Jaén, lo llamó. Esta vez para ayudar en el cielo, en la Eucaristía viva y real. Y hacer las lecturas de la ce-lebración desde el ambón celestial, actuando como enviado por los jaeneros, por sus amigos, por los sa-cerdotes jiennenses. Esta vez Pedro sin Juana su es-posa, siempre sentada en los bancos de las iglesias, a la espera del ejercicio de su marido, en el reino celes-tial, ha recibido la justifi cación de Dios.

El Evangelio para Pedro era su diario. La Palabra de Dios ha sido para Pedro ejemplo de vida que exaltaba con gloria a ti Jesús, expresado en alta voz, llenando los templos donde pres-taba su servicio de “ayudante eucarís-tico” con un AMEN con mayúscula antes de recibir el Cuerpo de Cristo.

Un amen ca-racterístico de aquel hombre mayor de edad, de pelo blan-co, paso fi rme en los presbiterios y como le decíamos de una enorme profesiona-lidad, ha desapare-cido; como he dicho,

no sólo en la Catedral donde encontró consuelo y comprensión a su voca-ción, y con anterioridad en el Monasterio de Santa Clara donde acudió tres décadas casi de madrugada como aurora seglar a llenar de ese Amen con mayús-cula los oídos de las monjitas de clausura. O tantos templos y conventos en cultos cofrades y aportando con su amor y fe espiritual, no sólo su trabajo, sino su ejemplo de prudencia y constancia en nuestras Co-fradías de la Virgen de la Capilla, Cristo de la Expi-

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ración, Ntro. Padre Jesús y Virgen de la Cabeza, por citar las más signifi cativas para Pedro; bodas y cele-braciones en general donde acudía puntual.

Recordaremos la ausencia de Pedro Casado Aguilar esta Cuaresma de dos mil diez, precisamente año Santo Sacerdotal en la Catedral, iglesias y con-ventos ayudando en los cultos internos de las Cofra-días. Y de manera especial se notará su ausencia en tantas noches de Adorador, arrodillado ante el Sagra-rio en permanente oración.

Recuerdo, cuando comentábamos nuestra pe-regrinación a Tierra Santa viviendo la Pasión en los mismos lugares que padeció Jesús y confundían a Pedro con un cura al pedirle que bendijese aquellos puñados de rosarios o cuando le invitaban a que fi r-mase en el libro de ofi ciantes de misa en históricos templos.

Pero recordar la vida de Pedro Casado Aguilar, no es el caso, otros lo han hecho y todos lo conoce-mos. Por mi parte se la recordé en nombre de los ami-gos, aquel día 28 de abril de 1994 cuando cumplió 72 años y resalté su vida matrimonial desde el día 10 de julio de 1949 con Juana, como vidas ejemplares cada día, con la imagen que ofrecían por las calles de la Ciudad, cogiditos de la mano y del brazo como dos enamorados, elevando a lo más alto, la dignidad del matrimonio.

Desde entonces, recordamos a Pedro como espo-so y como padre de Fernando y María Luisa, casados con María Ángeles y Julio; como abuelo, abrazando a sus nietos Fernando Manuel, Raúl, Carlos y María de los Ángeles; Julio Juan e Ignacio respectivamente y como bisabuelo, besando a Nerea su primogénita en su tercera generación.

En el aspecto laboral Pedro Casado Aguilar, desde los diez años de edad, al transcurso de sesenta años en que se jubiló, tuvo una vida dilatada, integra-do en el ámbito “socio farmacéutico” en las entonces boticas, farmacias, donde prácticamente ha estado su vida como ayudante o los llamados mancebos.

Pero si su vida laboral fue de botica, mientras en la sociedad, el bueno de Pedro, se entregaba a los demás, hacia deleite amoroso del deber; conquistan-do día a día el respeto y el cariño de quien le hemos conocido.

Con respecto a sus devociones, como cristiano, ya lo conocemos, como cofrade, en San Andrés, se notará la ausencia de Pedro Casado Aguilar. Y en el rostro de la imagen de la Virgen de la Capilla a su vuelta de Sevilla, he notado un algo especial. Y es que la ausencia de Pedro Casado Aguilar ha au-mentado el recuerdo de los ausentes, de aquella junta de gobierno: Ramón Calatayud Sierra, Andrés Cha-morro Lozano, José María López Blanco, José Ángel Álvarez Ortiz, Lorenzo Molina Gallego, Juan García Carmona, Miguel Garzón Pérez y Juan Ayala Martí-nez; todos cofrades de pró que exaltando a nuestra Madre espiritual, Reina y Señora, Soberana Patrona de los jaeneros, la entronizamos por toda la Ciudad, restauramos su original imagen presentándola al pueblo como la concibió su desconocido autor, cons-truimos la Casa Museo, exhibiendo su importante le-gado e hicimos del 11 de junio de cada año una fi esta donde todo Jaén se hace mariano y el barrio de San Ildefonso el centro, el núcleo, el corazón y el lugar de encuentro de los jaeneros.

Se nos ha ido Pedro Casado Aguilar a la Corte celestial de María en el cielo, allí estoy seguro seguirá su tenaz obra aleccionadora de buen hombre, exce-lente cristiano y magistral cofrade. Y como un perfu-me que se escapa de la mano, ha dejado en silencio, sin su presencia física, el itinerario de su visita dia-ria en los últimos tiempo a la S.I. Catedral, iglesias y conventos jaeneros, desde su hogar en la plaza de la Audiencia, prácticamente a diario, paseando por toda la Ciudad del brazo de su esposa Juana. Y nos acordaremos de Pedro. Y rezando por su alma como hago hablando con Pedro, le pediré como he hecho y me ha escuchado, interceda ante Dios por su esposa Juana, por su familia y amigos. Y desde esta tribuna cofrade de la Madre de Dios, la Virgen de la Capilla, por toda la Cofradía que al ser Patrona, es decir por todo Jaén.

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Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

EL POETA MIGUEL CALVO MORILLO. IN MEMORIAM.

Éste está siendo, lamentablemente, un año de ausencias. Un año en que uno tras otro, se nos están marchando muchos y signifi cados devotos de la Vir-gen de la Capilla. Y entre ellos el poeta Miguel Calvo Morillo, que falleció el pasado 14 de febrero.

Miguel Calvo nació en Martos el 15 de junio de 1930. Residía en la capital desde 1966 en que vino para trabajar en la emisora “La Voz de Jaén” y en la Cámara Agraria. Aunque nunca renunció a su marte-ña ascendencia, pues fue “Pregonero Mayor de Mar-tos” y Cronista Ofi cial de la ciudad de la Peña, que también le distinguió con el honroso título de “Mar-teño Ilustre”.

Miguel era un poeta de altos vuelos. Formó parte de algunos movimientos poéticos como “Ad-vinge”, “El Olivo”, “Claustro Poético”… y publicó varios poemarios, a más de centenares de poemas hoy desperdigados por periódicos y revistas. Orador de aquilatada elocuencia, fue pregonero de múltiples acontecimientos.

Y sobre todo y ante todo, siempre se consideró un fi el cristiano. Y un profundo devoto de María. Su testimonial y ferviente devoción a “su” Virgen de la Villa y a la Virgen de la Capilla, está fuera de toda duda. Como lo está su permanente servicio a nues-tras cofradías, tanto de Pasión como de Gloria, con las que colaboró asiduamente.

Formó parte de aquel añorado Cuerpo de Caba-lleros Horquilleros de Nª Sª de la Capilla y perteneció

ADIÓS A UN CANTOR DE LA VIRGEN DE LA CAPILLA

como numerario a la Academia Bibliográfi co-Maria-na “Virgen de la Capilla”, de la que fue uno de sus más efi cientes, asiduos y activos miembros. Pregonó a la Virgen de la Capilla en 1991. Cuando la Virgen de la Capilla peregrinó a Lérida, en 1967, para recibir el homenaje de la Academia Bibliográfi co-Mariana, Miguel le ofrendó unas magistrales composiciones que merecieron reiterados galardones. Y en más de

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una ocasión prestó su colaboración, su voz y su ins-piración a las ofrendas poéticas que organizaba la Academia o a las páginas de sus publicaciones.

Bien merecería el póstumo homenaje de que se recogiera en una publicación toda su obra mariana, pues a buen seguro dispondríamos de una hermosa antología.

Desde las páginas de esta revista queremos ren-dir justo homenaje a su memoria, en la esperanza de que la Virgen de la Capilla, a la que tanto veneró, habrá correspondido con su maternal intercesión, a los poemas que tantas veces le ofrendó.

* * * *

De las muchas ofrendas poéticas que Miguel Calvo hizo a la Virgen de la Capilla, queremos traer aquí una composición que leyó en la medianoche del diez al once de junio de 1984 ante la Portada del Des-censo, en una ofrenda poético-literaria que organizó la Academia Bibliográfi co-Mariana.

SEVILLANAS PARA CANTAR A LA VIRGEN DE LA CAPILLA

Que aquí estuvo la Virgen,¡qué maravilla!,

desde entonces se llama,de la Capilla.

La más hermosa,la que dejó las calles

llenas de rosas.

Mil cuatrocientos treinta,el diez de junio,

con el cielo sin lunafue pleniluinio.La luz cegaba

cuando por El RecintoElla pasaba.

Que esa noche a Jaénbajó del cielo;

mil ángeles veníanen el cortejo.

Y mil estrellas,para que en el camino

no se perdiera.

Para hacerle a la Virgenvestido y capa,

la luna de los cielosprestó su plata.Y los luceros,

sortijas de diamantespara sus dedos.

Y por Jaén la vieron,cortejo blanco,

que las calles silentescruzó cantando.Cuatro testigos,

fueron depositariosde aquel prodigio.

Con su casulla nueva-por no ser menos-iba San Ildefonso

en el cortejo.Porque él quería

que por Jaén lo vieranjunto a María.

¡Qué maravillaque la Virgen se llama

de la Capilla!El campo engalanado

vino a la citavestido de amapolas

y margaritas.Brisas y esencias

y un palio chiquititode transparencias.

De rosas y fl oresy hasta de espigas

las que dan pan bendito

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y blanca harina.Y los olivos,

doblados de aceituna,fueron testigos.

Porque el campo queríaque Ella supiera,

que también de los surcosera la reina.

¡Que maravillaque la Virgen se llama

de la Capilla!.

Al marcharse la Virgenya clareaba;

las campanas a gloriasolas tocaban.Que algarabía

que sus voces cantabanAve María.

Virgen de la Capilla,casi morena,

arco iris radiantede luz intensa.eres tan bella

que en tu trono parecesuna azucena.

Virgen de la Capillabaja de nuevo,

que te esperan ansiososlos jaeneros.¡Vaya salero

que la Virgen les dicesubid al cielo!

Pórtico del Descenso,piedras sagradas…

Quien fuera una chinillade esta portada.Que si así fuera,

al lado de la Virgensiempre estuviera.¡Que maravilla,

que la Virgen se llamade la Capilla!

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Manuel López Pérez. Director Academia Bibliográfi ca-Mariana Virgen de la Capilla

UN SERVIDOR DE LA VIRGEN

DON ANTONIO ABOLAFIA

Cuando ya en San Ildefonso se vislumbraban las anuales celebraciones marianas, el 8 de abril fa-llecía don Antonio Abolafi a Caballo, fi el y constante servidor de la Virgen de la Capilla.

Don Antonio había nacido en Martos el 2 de febrero de 1926. En el Seminario de Jaén realizó sus estudios eclesiásticos, ordenándose presbítero el 14 de junio de 1953. A poco, en 1 de octubre de 1953 se le nombró párroco de Santiago de Calatrava donde permaneció durante una larga y fructífera etapa.

En 29 de abril de 1974 fue designado vicario parroquial –coadjutor- de San Ildefonso, cargo que compaginó con otros servicios diocesanos: notaría de expedientes sacramentales (desde 7 de noviembre de 1978), miembro del Consejo del Presbiterio (desde 11 de octubre de 1994) y miembro de la Comisión de Ayudas Económicas a Parroquias (desde 22 de di-ciembre de 1994). Una vez jubilado, siguió prestando su silencioso servicio a la parroquia.

Desde su llegada a San Ildefonso en 1974 cola-boró de manera activa y generosa en cuantas activi-dades promovía la Cofradía y sirvió de una manera silenciosa y fi el a la Virgen de la Capilla, siendo un efi caz propagandista de su devoción.

Hombre sencillo y humilde, siempre se mantu-vo en un segundo plano, constituyéndose con su per-severante servicio en una de las notas distintivas de

la parroquia, entre cuya feligresía gozaba de general afecto.

Desde estas páginas la Cofradía quiere rendir su tributo de recuerdo y cariño a la memoria de este sacerdote sencillo y fi el, en la seguridad de que la Virgen de la Capilla, cuyas glorias difundió, le habrá cubierto amorosa con su manto. Descanse en paz.

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Antonio Carrascosa Anguita.Antiguo Hermano Mayor

Recordando a Isidoro Lara Martín-Portugués

El pasado 3 de Abril moría, tras algo más de un año soportando cristianamente una cruel enferme-dad, el insigne cofrade Isidoro Lara Martín-Portu-gués. Duro mazazo para su familia, para el ambiente cultural de Jaén, para el mundo cofrade y para todos los que tuvimos la suerte de conocerlo; yo fui uno de esos afortunados y desde el momento que deci-dí presentar mi candidatura, allá por el año 1997, para Hermano Mayor de esta ilustre cofradía, tuve la suerte de contar con su amistad, su apoyo y, cuan-do lo necesité, su sabio consejo. Ahora me pide su hija Ana que esboce, para la revista “El Descenso”, un pequeño historial de su vida y, con la premura del cierre en imprenta de este nuevo ejemplar, voy a intentar hacerlo aún siendo consciente de que en dos o tres páginas no se puede resumir la vida de un cualifi cado técnico en su vida profesional y un gran investigador, escritor y humanista en su faceta cul-tural. Isidoro da para un libro y dentro de su familia hay personas cualifi cadas para escribirlo. Espero que lo hagan.

Ya he mencionado el nombre de esta revista y quiero resaltar que Isidoro fue cofundador junto a Manuel López Pérez, Joaquín Sánchez Estrella y yo mismo de lo que hoy es una realidad: trece años edi-tándose “El Descenso”. Pero, centrémonos en Isidoro.

En Febrero de 1942 nace Isidoro en Daimiel (Ciudad Real). Con 17 años viene a Jaén e inicia la carrera de ingeniero técnico industrial que termina-ría brillantemente. Al poco de estar en Jaén y siempre con espíritu muy mariano, acude a la romería de la patrona de Bedmar, la Virgen de Cuadros, y allí co-noce a una guapa jaenera, de nombre Ana, de la que se enamora y, después de siete años de noviazgo, se

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casan un 7 de Septiembre de 1967 y tienen tres hijos: Emilio Luis, Isidoro y Ana Lucía.

Ejerce como ingeniero técnico en varias empre-sas privadas hasta que en 1977 aprueba las oposi-ciones de técnico del recién creado INEM, siendo su primer destino Barcelona, pasando posteriormente por Lucena hasta que regresa de nuevo a su querida Jaén para quedarse aquí para siempre. En Febrero de 2007 se jubila como subdirector del INEM, cargo que ostentó durante mucho tiempo.

Isidoro era un hombre de ciencias que le apa-sionaban las letras. Si ya he ensalzado su trabajo como técnico, donde destaca de manera brillante es investigando y escribiendo sobre su amada Jaén, haciéndose un hueco destacado entre los escritores costumbristas del Santo Reino; es más, yo recordaría a Isidoro como el manchego enamorado de Jaén, sus gentes y sus costumbres.

Sería prolijo enumerar la cantidad de artículos publicados en periódicos, revistas, boletines y demás

medios de comunicación a lo largo de su vida, pero sí voy a destacar algunos de los libros publicados que enriquecen las bibliotecas de los que amamos la cosas de Jaén. Sobre la guerra de la Independencia publicó Jaén, entre la guerra y la paz; La Virgen de la Capilla, cuatro siglos de devoción mariana a través de documentos históricos conservados en la ciudad de Jaén; La Banda Municipal de Música de Jaén, donde hace un recorrido desde su primer concierto el día 14 de Octubre de 1812 hasta nuestros días. Tiene va-rios libros publicados sobre fotografías de Jaén, con su amigo Manuel López Pérez y otro libro, también de fotos, con su hijo Emilio Luis. Isidoro rescató, re-copiló y coleccionó fotografías antiguas de Jaén, sus paisajes y sus costumbres. Gracias a sus trabajos hoy podemos disfrutar de ellas los que nos gusta escudri-ñar la vida de nuestros antepasados.

Isidoro, en su amor por Jaén, no sólo se implicó en su faceta cultural; también, como cristiano com-prometido, fue un cofrade de pro. Si amplia fue su labor cultural, relatar su labor cofrade sería intermi-nable. Aún siendo su única pretensión ser un cofrade

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de base, fue vocal de la Junta de Gobierno de esta cofradía en el mandato de Juan Carlos Escobedo. También fue el cronista ofi cial de la Agrupación de Cofradías cuando la presidía Ramón Guixá. Pregonó la cofradía de la Divina Pastora y, cómo no, fue el pregonero en 1994 de la Patrona de Jaén, Nuestra Se-ñora de la Capilla. Isidoro era académico de la Aca-demia Bibliográfi ca-Mariana.

Ahora voy a contar mis vivencias personales con Isidoro. Como dije al principio, cuando decidí presentarme para Hermano Mayor recibí todo su apoyo. Tan sólo lo conocía de vista y cuando fuimos presentados supe que iba a ser mi amigo y desde en-tonces presumo de su amistad. Lo primero que hice fue incorporar a su hija, mi querida Ana, a mi Junta de Gobierno. Después fundamos esta revista cofrade, como también he relatado. Gracias a su indicación y después de muchas vicisitudes (todas ellas económi-cas) al fi nal pudimos comprar el mosaico de cerámica de La Virgen de la Capilla con marco de madera de nogal que presidía la casa del primer Hermano Ma-yor de nuestra cofradía, Don José Gómez Soriano, y que hoy preside el salón de actos de nuestra sede co-frade. Uno de mis proyectos era reabrir la Casa Mu-seo de forma más ambiciosa de cómo me la encontré, entonces servía para guardar joyas y mantos y como fabricanía. En este proyecto impliqué a Isidoro, le nombré director del Museo y convinimos que para reabrirlo al público tendríamos que dotarlo de ma-yor contenido y, además de los mencionados mantos y joyas, tendríamos que ampliarlo con piezas de la iglesia de San Ildefonso relacionadas con la Virgen e incluso de otros organismos eclesiásticos. Isidoro ela-boró un proyecto muy completo de reapertura y nos dispusimos a presentarlo a entidades bancarias para obtener la fi nanciación. Casi seis años presentando el

proyecto ( Caja Rural, Unicaja, entre otros) y llegó la hora de cumplir mi mandato como Hermano Mayor y no habíamos obtenido respuesta alguna. Nuestro gozo en un pozo. Al menos lo habíamos intentado. Fue mi único proyecto no cumplido.

Leyendo esta reseña se aprecia lo que Isidoro quiso a su Virgen de la Capilla y su implicación en todo lo que se relacionaba con Ella. Recuerdo cuando presentó el número 3 del “Descenso” en el salón de actos de la cofradía; también en el mismo foro, cuan-do pronunció la conferencia Jaén, 1926: una ciudad para una cofradía el 26 de Noviembre de 2001; cuando recibimos un cuadro de la Virgen donado por el ar-tista extremeño ARCE para la Casa Museo y tantos y tantos recuerdos que harían interminable este rela-to. Cuando le tocaba ser protagonista lo era a pesar de su modestia pero destacó como cofrade de a pie, acudiendo a todas las sabatinas, a todos los “Once de mes”, a cuantos actos organizaba la cofradía y siempre al lado de su esposa Ana, camarera de la Vir-gen, formando un matrimonio ejemplar en su amor a Nuestra Señora de la Capilla. Murió besando una estampa suya y junto a sus cenizas descansa también una pequeña fi gura de la Virgen.

Quiero terminar reproduciendo textualmente la dedicatoria que me escribió cuando me regaló su libro sobre La Virgen de la Capilla; leyéndola se pue-de comprobar cómo rezumaba por todos sus poros el amor a su Virgen y su inmenso jaenerismo:

“Para Antonio Carrascosa, mi Hermano Mayor, con todo el afecto y desde luego esperando que al leer estas páginas pueda acrecentar su conocimiento histórico de la devoción que profesamos los giennenses a nuestra Virgen de la Capilla”.

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