el deporte en la postmodernidad
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El Deporte en La PostmodernidadTRANSCRIPT
Introducción
El deporte un universal cultural
Según la real academia de la legua española define deporte como: “Actividad
física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento
y sujeción a normas”.
El hombre primitivo tiene la necesidad de sobrevivir y es por esta razón que
nace para ellos el deporte. No como lo conocemos en la actualidad, con
herramientas o implementos, sino que lo realizaban en sus tareas diarias;
corrían para arrancar de sus depredadores mayores, luchaban contra sus
enemigos, lanzaban armas como jabalina y nadaban para desplazarse de un
lugar a otro a través de los ríos. Estas actividades podríamos denominarlas
“proezas deportivas”.
Sin embargo, los procesos de cambios que sufrimos en nuestra sociedad nos
llevan a hablar de una pérdida de principios relacionados con el deporte. Ya no
es solo una mera práctica deportiva saludable o el mismo espectáculo de la
competición. Se a convertido en una costumbre social, un comportamiento
ritualizado, incluso excesivo o compulsivo, cayendo en el abuso o la
dependencia, convirtiéndose en una adicción.
Finalmente el deporte es muy importante en la vida de los seres humanos
postmodernos no solo como diversión y espectáculo, sino como actividad
saludable y placentera, sin embrago a veces cobra demasiada relevancia
cuando la persona que lo realiza lo convierte en un abuso y sufrimiento. Esto
ocurre cuando se traspasa la línea de lo “normal” llegando a la “adicción la
deporte”.
Historia del deporte
Los pueblos más antiguos nos han dejado rastros de lo que ha sido el deporte
para ellos. La civilizaciones precolombinas practicaban cierto juego con una
pelota denominado “el tlachtli” que era de carácter religioso y ritual. Los
egipcios nos muestran numerosos testimonios grabados en las paredes de las
tumbas, como son las justas náuticas y la medición de sus fuerzas mediante
carreras de carros.
En Grecia nace como medio de encontrar un equilibrio entre el área intelectual
y el área física. Y es así como se disputaban los primeros Juegos Olímpicos,
llamados de esta forma por disputarse en Olimpia, que duraban 6 días, los
cuales consistían en combates y en carreras atléticas.
Tiempo después vendría en declive de esta civilización por lo cual los deportes
fueron en decadencia (el deporte de competición renació en el siglo XIX).
Sin embrago, se fue fortaleciendo el vinculo entre deporte y guerra. Fue de esta
manera que adquirió gran auge el deporte del tiro con arco, los torneos y la
esgrima.
El deporte se ha convertido en un objeto de profunda actualidad, adquiriendo
una gran presencia en el mundo como fenómeno de masas, transformándose
en una de las características distintivas de este siglo, acompañando al proceso
de globalización.
Francois Mauriac define que el siglo XX será conocido como “el siglo del
deporte”, con ocasión de los juegos Olímpicos celebrados en Roma (1960).
Huella del deporte en la humanidad
Encontramos al deporte introducido en casi todas las áreas de la vida como
son la educación, los valores, el trabajo. Se utiliza como medio para desarrollar
la personalidad. También se busca la belleza, el perfeccionamiento del cuerpo
físico, el desarrollo mental, la creatividad y la inteligencia. A su vez el deporte
trae como beneficio la mejora del manejo del estrés y ayuda a liberar tensiones,
genera alegría y buen humor. Ayuda a combatir y mejorar los síntomas de la
ansiedad y la depresión, y aumenta el entusiasmo y el optimismo.
En el ámbito educativo se utiliza el deporte como medio de facilitación del
desarrollo intelectual, personal y motriz de las personas, ayudando a
desarrollarse y a crecer como seres humanos adultos y maduros. Así
promueven una vida estable y armónica.
En el mundo laboral se utiliza para fomentar la buena comunicación entre sus
miembros, el trabajo en equipo y la igualdad entre pares. Insta al espíritu de
equipo de superación para mejorar las relaciones internas, fomentando la
actitud positiva ante todo.
Un vuelco en la concepción de deporte
A partir de del siglo XX se deja de concebir el deporte como un medio de fines
educativos para dar paso a una época post moralista, narcisista y hedonista.
Las personas conciben el deporte como un deber del hombre para si mismo,
olvidándose del sentido de esfuerzo, la solidaridad y el desinterés.
Hoy en día nos encontramos con una enorme variedad de hacer ejercicios,
vemos el aumento de la práctica de los deportes individuales sobre los
colectivos, todos con un mismo fin, la cultura narcisista del propio cuerpo. Han
tomado relevancia los deportes de riesgo, el paracaidismo, la escalada como
una manera de tener sensaciones extremas y de tensión. Son formas para
ponerse a prueba, hasta donde puedo llegar y que resistencia puedo vencer.
Ha habido una adaptación de los deportes más tradicionales en busca de
formas más recreativas y participativas. La sociedad comienza a tener una
tendencia hacia un carácter más hedonista que ascético en el deporte. Las
competiciones consideradas “Light” consiguen un aumento considerable, donde
el nivel es muy heterogéneo y se valora más las relaciones sociales que el
rendimiento.
Se ha desarrollado la elección de la práctica deportiva fuertemente influenciada
por las "modas" establecidas. Las personas comienzan a tomar decisiones
basados en lo que es popular, lo que todos hacen. Incluso llegan a adoptar
modalidades de deportes que no les agradan.
Del uso al abuso
Resulta difícil establecer cuales son los límites del deporte. La práctica continua
de la actividad física intensa puede llevar a preocupación excesiva, incluso
obsesión. Puede provocarse una dependencia, trayendo como consecuencia
adicciones comportamentales o sociales. La practica deportiva pasa de ser un
mero objeto saludable a una costumbre social, una actividad lúdica y un
comportamiento ritualizado casi de obligado comportamiento.
El hombre postmoderno esta experimentado de todo para encontrar que es lo
que le gusta. Una vez que sabe cuales son sus afinidades pasa a un segundo
nivel donde aprende y repite una y otra vez el deporte que ha escogido.
Después abusa de su utilización hasta quedar saturado. Finalmente puede
mantenerse en el deporte, estabilizarse o por oro lado agravarse su condición
hasta abandonarlo para ir en busca de una nueva experiencia, con el fin de
satisfacer lo que cree son sus necesidades.
El hombre se ve recompensado por la mejora de la salud física, por el aumento
del estado de ánimo, de las relaciones sociales, de la autoestima y de la
confianza en uno mismo llevando al individuo a correr el riesgo de abusar del
deporte y desencadenando un proceso que actúa de forma similar al consumo
de drogas cuando es utilizado de forma continua.