el culto a leguía (1919-1930): figuras e imágenes del oncenio

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El culto a Leguía (1919-1930): figuras e imágenes del oncenio Juan José Pacheco Ibarra * Augusto B. Leguía es uno de los Presidentes peruanos más polémicos de la historia, tiene tantos defensores como detractores. En su época, muchos de sus enemigos políticos fueron deportados del Perú o enviados al presidio de la isla San Lorenzo. La prensa contraria al gobierno casi había desaparecido. Alrededor de la figura de Leguía se creó un grupo de propaganda oficial muy organizado que durante los once años de su gobierno llevo a cabo acciones para poder exaltar la figura de Leguía. Marty Ames ha definido a la Patria Nuevacomo un periodo que en el fondo solo se enfocó en la modernización de Lima: “La PATRIA NUEVA tuvo como objetivo principal realizar una transformación de la sociedad y del Estado. Pero en la práctica solo significó la modernización de Lima y la asimilación de patrones provenientes de EE. UU en sus diversos aspectos (culturales, científicos, jurídicos, etc.).” (Ames 2009: 137) Jorge Basadre y el desaparecido Pedro Planas resaltaron la manipulación de la imagen de Leguía durante estos años. A continuación veamos algunos aspectos del oncenio que resaltaron la imagen de Leguía como creador de la Patria Nueva. Los apelativos de Leguía El desaparecido historiador Pedro Planas calificó el oncenio de Leguía como una República autocrática caracterizada por la exaltación de la imagen de Leguía. Según Planas, la Patria Nueva estuvo sustentada en la personalidad de Leguía, el cual era exaltado como grandes nombres y títulos: el embajador de Estados Unidos los llamó “Gigante del Pacifico”, los indígenas como “Wiracocha”. La figura de Leguía fue exaltada en discursos oficiales. En las numerosas condecoraciones que le fueron otorgadas, entre ellas “maestro de la juventud” por la universidad de San Marcos. Para exaltar la figura de Leguía hubo concursos poéticos para ilustrar la personalidad del ilustre ciudadano Don Augusto B. Leguía en 1928. Muchos de sus partidarios y seguidores escribieron odas y grandes homenajes a su figura en donde se exaltaba su pragmatismo y su personalidad firme frente a los intentos de derrocarlo. * Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Director de AGENDA HISTÓRICA. Boletín electrónico de Historiografía Peruana y creador del blog: Rincón de Historia Peruana. E-mail: [email protected]

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El oncenio de Leguía a través de sus imágenes y símbolos presentes en la ciudad de Lima.

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Page 1: El culto a Leguía (1919-1930): figuras e imágenes del oncenio

El culto a Leguía (1919-1930): figuras e imágenes del oncenio

Juan José Pacheco Ibarra*

Augusto B. Leguía es uno de los Presidentes peruanos más polémicos de la historia, tiene tantos defensores como detractores.

En su época, muchos de sus enemigos políticos fueron deportados del Perú o enviados al presidio de la isla San Lorenzo.

La prensa contraria al gobierno casi había desaparecido. Alrededor de la figura de Leguía se creó un grupo de propaganda oficial muy organizado que durante los once años de su gobierno llevo a cabo acciones para poder exaltar la figura de Leguía.

Marty Ames ha definido a la “Patria Nueva” como un periodo que en el fondo solo se enfocó en la modernización de Lima:

“La PATRIA NUEVA tuvo como objetivo principal realizar una transformación de la sociedad y del Estado. Pero en la práctica solo significó la modernización de Lima y la asimilación de patrones provenientes de EE. UU en sus diversos aspectos (culturales, científicos, jurídicos, etc.).” (Ames 2009: 137)

Jorge Basadre y el desaparecido Pedro Planas resaltaron la manipulación de la imagen de Leguía durante estos años.

A continuación veamos algunos aspectos del oncenio que resaltaron la imagen de Leguía como creador de la “Patria Nueva”.

Los apelativos de Leguía

El desaparecido historiador Pedro Planas calificó el oncenio de Leguía como una República autocrática caracterizada por la exaltación de la imagen de Leguía.

Según Planas, la Patria Nueva estuvo sustentada en la personalidad de Leguía, el cual era exaltado como grandes nombres y títulos: el embajador de Estados Unidos los llamó “Gigante del Pacifico”, los indígenas como “Wiracocha”.

La figura de Leguía fue exaltada en discursos oficiales. En las numerosas condecoraciones que le fueron otorgadas, entre ellas “maestro de la juventud” por la universidad de San Marcos.

Para exaltar la figura de Leguía hubo concursos poéticos para ilustrar la personalidad del ilustre ciudadano Don Augusto B. Leguía en 1928.

Muchos de sus partidarios y seguidores escribieron odas y grandes homenajes a su figura en donde se exaltaba su pragmatismo y su personalidad firme frente a los intentos de derrocarlo.

* Licenciado en Historia por la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Director de AGENDA HISTÓRICA. Boletín electrónico de Historiografía Peruana y creador del blog: Rincón de Historia Peruana. E-mail: [email protected]

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En el ámbito académico el reconocimiento llegó en 1926 Leguía fue distinguido como miembro de la Academia Peruana Correspondiente de la Real Española de la Lengua.

Lima: La ciudad de Leguía

Planas cree que la mayor forma de exaltar la figura de Leguía y el gobierno de la “Patria Nueva” fue a través de la ciudad.

De esta manera se refiere a Lima como “ciudad de Leguía”, debido al gran crecimiento de Lima durante el oncenio, Lima fue transformada por Leguía en una urbe moderna con nuevas urbanizaciones y avenidas.

En esta nueva Lima, el nombre de Leguía está presente en la construcción de la avenida más importante, la avenida Leguía (hoy avenida Arequipa.)

Asimismo, las principales avenidas y obras públicas llevarían nombres que tenían relación con el “oncenio”.

Avenida de la Patria Nueva (Avenida costanera)

Plaza Leguía (en el malecón de la Punta)

Malecón Leguía (En el Rímac, en las riberas del río Rímac)

Avenida Juan Leguía (uniendo Chorrillos y Barranco, al costado izquierdo de la Escuela Militar)

Avenida del Carácter (Alameda de los descalzos hasta el polígono de tiro)

Pasaje Carmen Leguía, madre de Leguía (hoy jirón Piura)

Avenida Nicanor Leguía, padre de Leguía (avenida de Los Incas) también se le bautizó a la piscina de Maravillas con el nombre del padre del Presidente.

El hospital de niños “Julia S. Leguía”. (Hoy hospital San Bartolomé)

Durante las celebraciones del Centenario y el “Día del carácter” se construyeron arcos del triunfo donde se leían las frases: “Viva Leguía” y “Patria Nueva”.

Asimismo, se hicieron bustos y esculturas de Leguía en todo el Perú. Muchos de estos bustos desaparecieron después de la caída de Leguía.

Arco de Leguía (Foto: Variedades)

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El indigenismo

Durante el oncenio, el Estado llevó a cabo una política indigenista, fue un indigenismo oficial en el cual, la protección legal del indio al final devino en su explotación en los programas de conscripción vial.

Es interesante la manipulación de la imagen de Leguía como padre protector de la raza indígena. Leguía aparece investido en cuadros y fotos con símbolos andinos. Un famoso cuadro muestra a Leguía rodeado de tocapus y signos incaicos.

El nombre de Wiracocha dado por los indígenas de Puno también es parte de esta representación de Leguía.

Así como se hicieron esculturas de bronce, también hay esculturas que muestran a Leguía vestido como alcalde indígena o Varayoc.

Efigie de Leguía como alcalde indígena (Foto: Variedades)

La imposición del Día de la raza fue un intento del gobierno del oncenio de conciliar el proyecto nacional leguiista con las clases populares y migrantes que comenzaban a llegar a Lima.

De esta manera, en la fiesta de las pampas de Amancaes en el Rímac se juntaron por vez primera los cantores criollos y los danzantes indígenas, dando inicio a lo que conocemos hasta ahora como música peruana.

El “gentleman”

El oncenio significó la llegada de las costumbres norteamericanas al Perú. En este momento, Leguía siempre buscó el apoyo de los Estados Unidos principal socio comercial y prestamista de este régimen.

Durante los años 20 era común ver a Leguía en las carreras de caballos en el hipódromo de Santa Beatriz.

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Leguía procedía de una familia de clase media que había logrado triunfar en el mundo empresarial e industrial. La imagen de “gentleman” norteamericano en este caso estaba dirigida al creciente sector de la clase media quienes vieron en Leguía, la imagen de un empresario pragmático que había favorecido en su gobierno a este sector social frente a la decadente oligarquía urbana.

Las esculturas de Leguía

La plaza central del distrito de la Victoria fue uno de los lugares elegidos para colocar uno de las esculturas de Leguía en 1924, desde entonces fue conocida como “Plaza Leguía”, esta imagen fue obra del escultor David Lozano.

Sin embargo, en 1926 la colonia japonesa obsequió a la ciudad de Lima una estatua de Manco Capac por el centenario de nuestra independencia. La escultura de Leguía fue movida, desde ese momento se le conocería como la plaza Manco Capac.

El desplazamiento de la imagen de Leguía fue simbolizada por una caricatura aparecida en la revista Variedades.

En esta imagen se ve a la escultura de Manco Capac dándole el bastón de mando a Leguía de manera simbólica.

Como eres de mi raza

Y sé de tu bizarría

Gustoso te doy mi maza

Si te hace falta. Leguía.

Caricatura donde Leguía recibe el mazo del padre de la raza (Manco Capac). (Caricatura: Variedades 1926)

Además de David Lozano, otros escultores como Agurto y Mateu se dedicaron a la elaboración de los bustos del Presidente, algunos de ellos fueron mandados a otras ciudades del Perú.

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En 1928 se inauguró un monumento a Leguía en el distrito de La Punta en agradecimiento por las obras realizadas en este balneario.

Monumento de Leguía en la Plaza Leguía (La Victoria) por David Lozano y en la Punta, Callao obra de Agurto (Foto: Variedades)

Además se hicieron varios bustos de Leguía para ser colocados en otros espacios públicos.

Sin duda, fue uno de los presidentes inmortalizados en bronce y piedra. A diferencia de los monumentos de otros presidentes como Manuel Candamo, estas esculturas fueron hechas para el Presidente como un homenaje cuando él aún estaba vivo.

El escultor Mateu realiza un busto del Presidente (Foto: Variedades)

Las publicaciones

Entre 1919 y 1930 aparecieron gran número de publicaciones que exaltaron el gobierno de la “Patria Nueva”. Aquí una lista de algunas de las más importantes.

LEÓN, Carlos Aurelio. Patria nueva. Lima: Librería e Impr. Gil, 1919

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La reelección de Leguía, porque la dicta la conciencia nacional, porque es ella una exigencia del porvenir del Perú. Lima: T. Scheuch, 1920

La obra del régimen. Lima: s.n., 1923?

RÍOS, Pedro A. El Perú grande y fuerte bajo el régimen nacional presidido por Don Augusto Bernardino Leguía. Lima: Imprenta del Estado, 1924

La evolución del Perú en el quinquenio 1919-1924. Lima: Talleres Tipográficos de La Prensa, 1924

Discursos y mensajes del presidente Leguía. Lima: Edit. Garcilaso, 1924-1926

FERNANDINI, Eulogio E. El homenaje tributado al Sr. D. Augusto B. Leguía, Presidente de la República, con motivo del triunfo jurídico, obtenido por él, en nuestro problema con Chile. Lima: Edit. Rávago Velarde, 1926

PAREDES, Diógenes L. ¡Gloria al triunfador! Lima: Impr. Americana, 1926

La obra de Leguía no ha concluido. Lima: Edit. La Oficina del Periodismo, 1926

Homenaje del cuerpo diplomático residente en Lima al presidente del Perú. Lima: Impr. Torres Aguirre, 1927

Homenaje de la Cámara de Diputados del Perú al señor Presidente de la República Don Augusto B. Leguía. Lima: Impr. Eduardo Ravago, 1928

BAHAMONDE, Carlos. Leguía o el renacimiento del Perú. Lima: Impr. La Revista, 1928?

CORNEJO, Mariano H. Significación del régimen político inaugurado el 4 de julio de 1919. Lima: Impr. Torres Aguirre, 1928

El Perú en 1929 y la obra del presidente Leguía. Lima: [s. n.], 1929

Además de todos estos libros, se publicaron los álbumes de las obras de Leguía en Lima y el Perú.

Todos los libros exaltaron la obra de Leguía y su personalidad. La imagen de Leguía estaba basada en el pragmatismo, era un hombre práctico, de acción y carácter.

El día del carácter: 23 de mayo

Durante su primer gobierno Leguía fue victima de un intento de golpe de estado el 23 de mayo de 1909. Para conmemorar su actitud valerosa frente a los revolucionarios se creó el “Día del Carácter”, un día cívico que rendía culto a la valentía y carácter mostrado por Leguía al negarse firmar su renuncia frente a los golpistas.

En ese día había desfiles, celebraciones, visita a los monumentos y obras del presidente, se pronunciaban discursos y se reforzaba la imagen de Leguía como gobernante nato del Perú.

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Placa conmemorativa de Leguía donde se lee "No firmo", palabras que pronunció frente al intento de golpe de Estado de 1909. (Foto:

http://www.skyscrapercity.com/showthread.php?t=757058&page=272)

Epilogo

Fueron once años de grandeza, pero la caída fue estrepitosa, Leguía fue borrado de la historia nacional, las esculturas fueron quitadas, los nombres de las calles que recordaban a su linaje fueron cambiados. La ciudad creada por Leguía fue rebautizada y hacia 1935 año en que Lima cumplía 400 años de fundación la ciudad de Leguía no lo era más.

Seguidores de Leguía como Clemente Palma (hijo de Ricardo Palma) iniciaron una campaña por devolverle a la avenida Leguía su nombre (cambiado por avenida Arequipa). Esto no prosperó.

Luego escribir esta nota, una tarde de verano, estuve paseando por esta gran avenida donde se encuentra el obelisco de Leguía, y lo que se observa es una capa de olvido que cubre el monumento, una de las pocas imágenes que quedaron de Leguía luce descuidada.

Sin la necesidad de juzgar el gobierno de Leguía, claramente se puede ver en este gran conjunto de símbolos de la Patria Nueva, la personalidad avasalladora de un régimen que a pesar de todo, quedará grabado de forma permanente en las páginas de nuestra historia.

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Obelisco y busto de Leguía en la avenida Arequipa (Foto: Juan José Pacheco Ibarra)

FUENTES

AMES ZEGARRA, Marty. “El Oncenio de Leguía a través de sus elementos básicos (1919-1930)”. Tesis de licenciatura UNMSM. 2009

BASADRE, Jorge. Historia del Perú Republicano. Lima: El Comercio, 2007

GARRET, Gary Richard. The oncenio of Augusto B. Leguía: middle sector government and leadership in Perú, 1919-1930. Ann Arbor Michigan: University Microfilms, 1976

PLANAS, Pedro. La República Autocrática. Lima: Ed. Fundación Friedrick Ebert. 1994.

Lima 1919-1930. La Lima de Leguía. Edición facsimilar. Lima: Fundación Augusto B. Leguía. 2007