el cuidado de las personas a examen

8/8/2019 El Cuidado de Las Personas a Examen

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2006

Formazioa

KoadernosindikalakA b a r re k o a k


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El cuidado de las personas

a examen


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2006

JUSTIZIA, LAN ETAGIZARTE SEGURANTZA SAILA

GOBIERNO VASCO

DEPARTAMENTO DE JUSTICIA,EMPLEO Y SEGURIDAD SOCIAL

EUSKO JAURLARITZA

Material formativo sindical cofinanciado por:

La versin original es en euskera


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ndicePRESENTACIN1.- EL CUIDADO: UN TRABAJO ASIGNADO A LAS MUJERES

2.- DERECHO A RECIBIR CUIDADOS Y DERECHO A NO SER CUIDADORAS

3.- TRABAJO DE CUIDADOS. MODELOS

4.- LA IMPOSIBLE CONCILIACIN DE LAS RESPONSABILIDADES DE CUIDADOS Y LABORALES

5.- LOS SERVICIOS DE CUIDADOS EN EL MBITO PBLICO Y PRIVADO

6.- NECESIDAD DE UNA POLTICA DE PROTECCIN SOCIAL NUEVA

7.- POSICIN Y PROPUESTA DEL SINDICATO LAB


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Presentacin

En este cuaderno sindical hemos analizado el cuidado de las personas a sabiendasde que nos encontramos ante un tema complejo. Complejo porque cada vez es msnecesario responder social, sindical y polticamente a las necesidades de cuidadoque se dan a lo largo de la vida en los distintos ciclos vitales de las personas.Complejo porque nos hemos sumergido en un proceso de deconstruccin y recons-truccin. A pesar de que hoy el modelo de cuidado existente se basa en la responsa-bilidad y trabajo gratuito de las mujeres, la lucha de liberacin de las mujeres lo hallevado al fracaso. Por lo tanto en este contexto es imprescindible encontrar una solu-cin y abordar el reto de definir un nuevo modelo. Desde nuestro punto de vista, par-tiendo de la corresponsabilidad en los cuidados de hombres y mujeres, se debe

fomentar y conseguir que ste sea un tema de responsabilidad social. Para ello, juntocon medidas polticas encaminadas a crear un sistema de cuidados pblico universal,hay que poner en marcha actuaciones encaminadas a crear servicios de cuidado yen el mbito laboral,medidas que hagan compatible el cuidado y atencin a las nece-sidades vitales con las responsabilidades laborales.

A todo lo mencionado aadir, que es necesario tomar en consideracin las diferentescondiciones de las personas que trabajan en este sector para que el empleo sea decalidad y garantice los derechos econmicos, laborales y de proteccin social.

Hacer frente al problema del cuidado exige trabajar en varios aspectos:

Dentro del sindicato, convirtindolo en un tema prioritario. Esto supone laIMPLICACIN DE TODO EL SINDICATOpara poder abordarlo de una forma inte-gral, desde una perspectiva social y de gnero. En definitiva, implicar a todo el sindi-cato porque nos referimos a un derecho que integra una parte importante de la cons-truccin y estructuracin del Marco Vasco de Proteccin Social.

TRABAJO CONJUNTO con los organismos que estn a favor de construir una nuevapoltica de proteccin social, para dar pasos, hacer aportaciones y unir nuestro com-promiso con los grupos de mujeres, sindicatos y otros agentes sociales.

Impulsar y definir entre todas y todos el SISTEMA DE CUIDADO VASCO, posibili-

tando para ello un proceso participativo en el que tomemos parte todas y todos.

Este cuaderno sindical que os presentamos lo hemos trabajado en la Secretara de laMujer. Ahora lo dejamos en manos de todas las compaeras y compaeros de LAB

para que se trabaje y complete con las aportaciones necesarias.


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Todava hoy, en demasiadas ocasiones, el cuidado se suele explicar desde loafectivo, unindolo con el mbito de los sentimientos, y no relacionndolo con eltrabajo. En consecuencia la mayora de las mujeres cuidadoras tienen negadoel status de trabajadoras y con ello las prestaciones econmicas y sociales. En elsegmento laboral de los cuidados, que poco a poco ha ido mercantilizndose,encontramos al colectivo de cuidadoras asalariadas en situacin cada vez ms

precaria, en un servicio que esta siendo cada vez ms privatizado y sujeto a peo-res condiciones laborales. Por otro lado, tambin estn las trabajadoras que se

ven obligadas a sumar a su jornada laboral la atencin y cuidado de personascon las que tienen lazos de unin. Son mujeres sometidas a un stress demoledor,

porque la conciliacin de la actividad laboral con las necesidades personales yconvivenciales es imposible en un mercado de trabajo organizado para los hom-bres sobre un modelo de sociedad capitalista-patriarcal. Por ltimo hay otrocolectivo,como muestran las estadsticas todava hoy mayoritariamente femenino,l de quienes se acogen a medidas de reduccin de su actividad laboral, con lasconsecuencias que ello conlleva en salarios y derechos.

La revolucin que estamos llevando a cabo las mujeres est produciendo pro-fundas transformaciones en las estructuras familiares,en el mundo del trabajo, enlas polticas institucionales, en la economa, en los modelos culturales y educati-

vos y, en general, en las necesidades y formas de vida de las personas.Las muje-res estamos cuestionando la actual organizacin social, que obstaculiza quehombres y mujeres podamos vivir y trabajar en un plano de igualdad. En esecontexto, la reivindicacin de derechos se impone, derechos que no son solo delas mujeres, sino que desde el punto de vista de los valores feministas, pertene-

cen a todas las personas.Entre otros, se reivindica el derecho que asiste a toda persona en situacinde incapacidad a ser cuidada, pero tambin el que tenemos las mujeres anegar la naturaleza de cuidadoras que se nos impone como innata. La nicamanera de avanzar en la satisfaccin de ambos derechos es reconocerlos yasumirlos socialmente construyendo una red integral pblica de serviciossociocomunitarios.

2. Derecho a recibir cuidados y derecho a no sercuidadoras

3. Trabajo de cuidados. Modelos


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Es evidente que las transformaciones del mercado laboral, fundamentalmente la asociadaa la participacin creciente de las mujeres, ha generado desajustes estructurales que elsistema se resiste a abordar porque cuestionan su propia subsistencia. Nos referimos a laimposibilidad de seguir manteniendo la separacin de los mbitos que componen nues-tras vidas, el relacionado con el trabajo asalariado y l no asalariado dirigido a satisfacerlas necesidades vitales, adjudicando la responsabilidad en uno u otro en base a la clasifi-cacin sexual de las personas.La conciliacin de estos dos mbitos se esgrime hoy, desdelas instituciones polticas, como la asignatura a abordar a travs de medidas normativas

parciales que tienen poca incidencia en una situacin de empleabilidad profundamentedesigual entre mujeres y hombres y bajo unas condiciones de precariedad que limitan el

acceso a los derechos especialmente al colectivo femenino.

4. La imposible conciliacin de las responsabilida-des de cuidados y laborales

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5. Los servicios de cuidados en el mbito pblico yprivado

Si miramos a la actuacin de las administraciones, aunque parezca paradjico, vemos quecon los servicios que tendran que ir completndose y generalizndose est ocurriendo

justo lo contrario Qu queremos decir? Los servicios pblicos que las Administraciones deEuskal Herria ofrecen han sido de siempre insuficientes, porque nunca les ha interesadoconformar una verdadera poltica de proteccin, pero adems en la actualidad, la situacinest empeorando ya que de la mano del modelo neoliberal se est respondiendo al aumen-to de la demanda de cuidados reduciendo el abanico de servicios y privatizndolos.

Las consecuencias de estas polticas neoliberales que privilegian los intereses del merca-do por encima de las necesidades de las personas, se pueden resumir as: el derecho alcuidado no se garantiza a todas las personas, y es determinante la variable de clase.Mientras que las personas pudientes pueden comprar en el mercado servicios de cuida-dos, quien no dispone de dinero que se las apae como pueda. Cmo? Se supone quecon la ayuda de las mujeres de su entorno cercano. De esa manera se fomentan los rolessexistas de dependencia que se asignan a las mujeres.El otro lado de la moneda se refiere a la realidad de las auxiliares domiciliarias y cuida-doras que participan en el mercado de trabajo; sufren el continuo empeoramiento de suscondiciones laborales.

A todo esto se aade el problema de las mujeres inmigrantes, que cada vez son ms en

las tareas de cuidadoras, debido a que el al incrementarse las necesidades aumenta lademanda de mano de obra. La mayora de las veces las mujeres inmigrantes trabajan enla economa sumergida, por debajo de las ya degradadas condiciones y costo del merca-do oficial, muy cerca de la esclavitud.


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Si atendemos a la evolucin de la poblacin de Euskal Herria, veremos que elenvejecimiento es uno de los factores ms destacados. Este aspecto es preocu-

pante y, al mismo tiempo, se est convirtiendo en decisivo a la hora de definir laspolticas sociales. En los prrafos anteriores, hemos intentado reflejar el punto devista de LAB sobre la inexistente poltica de cuidados. Sin embargo, en nuestraopinin, lo crucial hoy es recabar el mayor apoyo social para disear y poner enmarcha una verdadera poltica de proteccin. El feminismo ha tomado la iniciati-

va, es hora de que los agentes sindicales, sociales y polticos sumemos nuestrocompromiso, demos pasos y hagamos nuestras aportaciones en los mltiplesmbitos de actuacin: social, ideolgico, sindical, legislativo, cultural y educativo,

institucional... Hacia ese fin habr que encaminar la creacin de una red integralde servicios sociocomunitarios, para abordar dos objetivos bsicos: universalizarel derecho a recibir cuidados y garantizar el reconocimiento y la dignificacin dedicho trabajo.

El ao pasado, varios grupos de mujeres y reas de la mujer de algunos sindica-tos, emprendieron una campaa que incida en cuatro elementos: el derecho detoda persona en situacin de dependencia a recibir cuidados, el derecho de lasmujeres a negarse a ser cuidadoras, exigencia de servicios de cuidados socio-comunitarios pblicos y, finalmente, la demanda de una ley para cuidar a las per-sonas que se encuentran en situacin de dependencia. Pero desde nuestro punto

de vista, en LAB este tema no podemos abordarlo nicamente desde nuestra uni-dad de accin con los grupos de mujeres. Consideramos imprescindible traba-jarlo internamente, para incidir y analizar su importancia e influencia en nuestromodelo sindical. Es evidente que los diferentes modelos sindicales no abordande igual manera el derecho al cuidado en nuestro pueblo.

6. Necesidad de una poltica de proteccin socialnueva

El tema del cuidado se ha convertido en punto clave de anlisis, tanto desde unpunto de vista estratgico, referente a la construccin y configuracin del mbitoVasco de Proteccin Social, como desde la practica del modelo de accin sindicalque estamos llevando a cabo. Consideramos necesario profundizar la reflexin yestablecer las pautas de actuacin en este tema.Es una tarea que busca, por un lado,abordar el trabajo de cuidados de forma integral, es decir incluyendo adems de los

puntos de vista de gnero y social, la defensa de los derechos y condiciones labo-

rales de las trabajadoras que se ocupan del cuidado de personas en situacin dedependencia. Por otro lado, poner las bases para un trabajo en comn con aquellosagentes sociales y sindicales que estn impulsando los cambios necesarios paraque se reconozca el derecho al cuidado en la sociedad vasca, se universalice ygarantice, dignificando y cualificando la actividad de las personas que lo realizan

7. Posicin y propuesta del sindicato LAB


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En nuestra opinin es imprescindible que respecto al derecho al cuidado, las administra-ciones de Euskal Herria se marquen las siguientes prioridades:

1. Dar a conocer y hacer visible lo que se oculta tras el

concepto de cuidado. Esto supone:

En primer lugar, definir, detectar, cuantificar y prever las necesidades de las situa-ciones de dependencia en Euskal Herria. Para ello, basndose en la evolucin de la

poblacin, es necesario hacer el diagnstico actual de las posibles situaciones de depen-dencia y un anlisis a medio plazo. Es decir, evaluar los servicios con que cuentan lasadministraciones, pero no limitndose nicamente a las necesidades que en la actualidadse atienden, sino tambin a las que hayan aflorado en el diagnstico y a aquellas poten-ciales. Adems, en el diagnstico de las necesidades de cuidados, debern ser tenidos encuenta factores de incidencia como la clase social, la variable gnero y el movimiento delas personas inmigrantes.

En segundo lugar, exponer y analizar las diferentes formas de cuidados que se dan enla actualidad,por ejemplo, la que se da en el seno de los espacios de convivencia (en lafamilia), la que ofrecen las instituciones pblicas por medio de servicios sociocomunita-rios y la que se realiza en el mercado de trabajo de forma asalariada. Esta ltima tanto enla economa formal como en la sumergida.

En tercer lugar, realizar una reflexin acerca de la razn de que casi la totalidad delas personas que trabajan como cuidadoras sean mujeres. Entre otras encontramos lassiguientes realidades: "tarea" impuesta a las mujeres; negacin del carcter de trabajo, y

por tanto sin prestacin econmica y proteccin social; servicio ofrecido desde las insti-tuciones en situacin cada vez ms subcontratada y precaria; y ser asalariada, en la eco-noma sumergida sin ninguna proteccin, como la mayora de las mujeres inmigrantes.

2. Reconocer el derecho al cuidado en situaciones de

dependencia como universa

Las administraciones pblicas tienen la responsabilidad de garantizarlo estructurando losservicios necesarios en una red integral de servicios sociocomunitarios. Queremos subra-yar las caractersticas de pblico y universal porque en la sociedad capitalista-patriarcaldeben cumplir una funcin compensadora frente a factores discriminatorios de clase,

gnero, lugar de origen...

3. Objetivo: Sistema Vasco de Atencin y Cuidados

Aqu nos damos de lleno con el problema de la falta de poder poltico; es decir, que las vascas y los vascos, en este mbito tampoco podemos decidir y configurar nuestroSistema de Proteccin Social. Estamos bajo el poder de Madrid y Paris. Son mltiples lasdeclaraciones que se hacen contra la imposicin, sin embargo muy pocas las medidas quese toman.

La complejidad del derecho al cuidado es enorme, a su alrededor giran, entre otros, losderechos de las mujeres, los derechos de las personas cuidadoras no asalariadas, losderechos de aquellas que estn asalariadas pero en condiciones de trabajo sumamente

precarias, el derecho que todas y todos tenemos a recibir un servicio de cuidados de cali-Koadern

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dad... Es evidente que nos urgen medidas institucional-administrativas encamina-das a satisfacer estas necesidades y son muchas las que con voluntad poltica se

podran abordar ya para mejorar la situacin actual. Adems de eso, quienesreclamamos el ejercicio real de la soberana de Euskal Herria, tenemos una inme-

jorable oportunidad de pasar, de una vez por todas, de los discursos a actuacio-

nes prcticas.

Uno de los instrumentos que puede estructurar la poltica de proteccin social enEuskal Herria es un Sistema de Atencin y Cuidados. Su objetivo: garantizar elderecho universal de los ciudadanos y ciudadanas a ser cuidadas cuando lorequieran. El Sistema Vasco de Atencin y Cuidados debe contar con tres bases:medidas normativas, red integral pblica de servicios y finanaciacin pblica atravs de la aplicacin de una poltica fiscal justa redistributiva. Entre los conteni-dos que debera abordar dicho sistema desde nuestro punto de vista, estaran:concretar las contingencias que exigen recibir cuidados, organizar redes de ser-

vicios de calidad basndose en un punto de vista compensador e igualitario enlo referente a la capacidad econmica, a la situacin social y al gnero; reconoci-

miento del trabajo de cuidados, su dignificacin y cualificacin; establecer losderechos econmicos y laborales de las personas que desempean ese trabajohoy en da, tanto en la economa formal como fuera de ella. Adems, debe reco-ger la creacin del Instituto Vasco de Cuidado y Proteccin Social, en el cual juntoa las administraciones deben tener cauce de participacin y decisin las organi-zaciones sociales y sindicales y el movimiento feminista.

Hoy la propuesta de actuacin del sindicato LAB se puede resumir en:

Realizacin del anlisis de las necesidades de cuidados y la situacin de la poblacin de Euskal Herria. el DIAGNOSTICO deber recoger las polticas

generales de proteccin social de las tres administraciones jurdico-administrati-vas que dividen nuestro pueblo, incluyendo las polticas de servicios de cuidadosque desarrollan las diputaciones y los entes locales.

En base al diagnstico y en un plazo de tiempo establecido se tiene que pre-sentar la PROPUESTA DE ARTICULACIN DE UNA RED DE SERVICIOS DECUIDADOS DE CALIDAD. Esta propuesta debe ser debatida, completada y con-sensuada, adems de con los agentes sociales y sindicales, con el colectivo queforman las mujeres trabajadoras cuidadoras, tanto con las asalariadas como conlas no asalariadas.

Junto a esto se deben poner en marcha CAMPAAS DE SENSIBILIZACINdirigidas a la sociedad y especficamente a las mujeres para desmontar el sexis-mo existente entorno a los cuidados.

Tomar MEDIDAS EN LOS MBITOS ECONMICO, SOCIAL, LABORAL YJURDICO, que garanticen el derecho a recibir cuidados.

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