el cuerpo en la economía de las emociones. situación y alternativas del cuerpo en el capitalismo...

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EL CUERPO EN LA ECONOMÍA DE LAS EMOCIONES Situación y alternativas del cuerpo en el capitalismo afectivo- cognitivo 1 Alejandro Lozano Muñoz Universidad de Salamanca RESUMEN: En esta comunicación ofreceremos dos puntos de vistas complementarios acerca de la relación entre cuerpo, nuevas tecnologías y poder en el momento presente. En primer lugar realizaremos un esbozo de la lógica del biocapitalismo en la sociedad red tal y como la desarrollan, en sus diferentes facetas, los teóricos más relevantes en torno al tema 2 . Desde este planteamiento las tecnologías y las nuevas tecnologías son concebidas como tecnologías del control y la gestión del ser humano entendido como recurso. Dicho recurso es el engranaje fundamental del sistema, dado que proporciona el recurso más valioso de nuestro tiempo: conocimiento (y afectos). A continuación, y ante el horizonte sin salida del discurso biocapitalista, presentaremos un enfoque que parte de casos prácticos en los que surge una relación diferente entre cuerpo, nuevas tecnologías y poder. Si atendemos a los diversos movimientos de resistencia e innovación ciudadana se constata un retorno al cuerpo físico y a los espacios locales potenciado por el uso de nuevas tecnologías. En este caso la tecnología no aparece como tecnología del control y la gestión sino como tecnologías de la experimentación y la acción al servicio de los ciudadanos. 1 Este artículo ha sido posible gracias a un contrato predoctoral cofinanciado por la Universidad de Salamanca y el Banco Santander. 2 Algunos de los autores y textos de referencia estudiados son: R. Braidotti, The Posthuman (Cambridge: Polity Press, 2013); P. Sibila, El hombre postorgánico. Cuerpo, subjetividad y tecnologías digitales (México: FCE, 2005); M. Hardt, “Affective Labor,” Boundary 2, no. 2 (1999): 89–100; Y. Moulier-Boutang, Cognitive Capitalism (Cambridge, UK ; Malden, MA: Polity, 2012); A. Fumagalli, Bioeconomía y Capitalismo Cognitivo (Madrid: Traficantes de Sueños, 2010); A. Fumagalli, “Twenty Theses on Contemporary Capitalism (cognitive Biocapitalism),” Angelaki: Journal of the Theoretical Humanities 16, no. 3 (2011): 7–17, doi:10.1080/0969725X.2011.626555. 1

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#ZaragozaPiensa. Mesa: Crisis de la corporalidad y del sujeto identitario. Alejandro Lozano

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  • EL CUERPO EN LA ECONOMA DE LAS EMOCIONES

    Situacin y alternativas del cuerpo en el capitalismo afectivo-cognitivo1

    Alejandro Lozano Muoz

    Universidad de Salamanca

    RESUMEN:

    En esta comunicacin ofreceremos dos puntos de vistas complementarios acerca

    de la relacin entre cuerpo, nuevas tecnologas y poder en el momento presente. En primer

    lugar realizaremos un esbozo de la lgica del biocapitalismo en la sociedad red tal y como

    la desarrollan, en sus diferentes facetas, los tericos ms relevantes en torno al tema2.

    Desde este planteamiento las tecnologas y las nuevas tecnologas son concebidas como

    tecnologas del control y la gestin del ser humano entendido como recurso. Dicho

    recurso es el engranaje fundamental del sistema, dado que proporciona el recurso ms

    valioso de nuestro tiempo: conocimiento (y afectos).

    A continuacin, y ante el horizonte sin salida del discurso biocapitalista,

    presentaremos un enfoque que parte de casos prcticos en los que surge una relacin

    diferente entre cuerpo, nuevas tecnologas y poder. Si atendemos a los diversos

    movimientos de resistencia e innovacin ciudadana se constata un retorno al cuerpo fsico

    y a los espacios locales potenciado por el uso de nuevas tecnologas. En este caso la

    tecnologa no aparece como tecnologa del control y la gestin sino como tecnologas de

    la experimentacin y la accin al servicio de los ciudadanos.

    1 Este artculo ha sido posible gracias a un contrato predoctoral cofinanciado por la Universidad de Salamanca y el Banco Santander. 2 Algunos de los autores y textos de referencia estudiados son: R. Braidotti, The Posthuman (Cambridge: Polity Press, 2013); P. Sibila, El hombre postorgnico. Cuerpo, subjetividad y tecnologas digitales (Mxico: FCE, 2005); M. Hardt, Affective Labor, Boundary 2, no. 2 (1999): 89100; Y. Moulier-Boutang, Cognitive Capitalism (Cambridge, UK; Malden, MA: Polity, 2012); A. Fumagalli, Bioeconoma y Capitalismo Cognitivo (Madrid: Traficantes de Sueos, 2010); A. Fumagalli, Twenty Theses on Contemporary Capitalism (cognitive Biocapitalism), Angelaki: Journal of the Theoretical Humanities 16, no. 3 (2011): 717, doi:10.1080/0969725X.2011.626555.

    1

  • 1. INTRODUCCIN Y PLANTEAMIENTO.

    El desarrollo y las cada vez ms frecuentes sinergias entre tecnologas de la

    informacin y la comunicacin (las conocidas TIC) y biotecnologas han contribuido

    significativamente a poner en tela de juicio la nocin moderna de sujeto y,

    consecuentemente, a plantear enfoques alternativos para tratar la cuestin de la identidad.

    Estrechamente vinculados al progreso tecno-cientfico, en las ltimas dcadas han

    aparecido varios movimientos o corrientes de pensamiento como el posthumanismo, el

    transhumanismo o las diferentes ciberculturas que florecen (y se marchitan) en los 90,

    que han dado forma a nuevas imgenes, conceptos y metforas para referirse a lo humano.

    Este es el escenario del surgimiento de nociones tan potentes como el cborg de Donna

    Haraway o el de Fernando Broncano, figuras fronterizas que subrayan el carcter

    indeterminado, entre espacios, abiertos a posibilidades, del sujeto contemporneo.

    Conceptos como nueva economa, economa del conocimiento o economa

    informacional resaltan la aparente inmaterialidad de los principales recursos que sirven

    como sustento al sistema econmico de nuestro tiempo (el saber, en principio, no ocupa

    lugar). Sin embargo, cabe preguntarse hasta qu punto la informacin y el conocimiento

    se pueden considerar como objetos independientes de los soportes materiales que

    permiten su produccin, distribucin y almacenamiento. Y no nos referimos nicamente

    a la opacidad reinante en torno a la infraestructura tecnolgica necesaria para mantener

    en funcionamiento eso que actualmente se conoce como la nube: vastas extensiones de

    servidores instalados fsicamente en diversos lugares del planeta, ocupando y alterando

    el espacio de mltiples formas. Nos dirigimos a la autntica base material de la que

    proceden las ideas que alimentan la dinmica de esta fase del capitalismo: el individuo

    que, en cooperacin con otros especialistas de su mbito, se forma e invierte su esfuerzo

    en la produccin del saber, y pone en definitiva su cerebro y su cuerpo al servicio de la

    empresa, asociacin o institucin a la que est vinculado (en ocasiones la vinculacin no

    es siquiera necesaria).

    En medio de esta crisis de la identidad en la sociedad de las nuevas tecnologas se

    localiza, por tanto, un doble olvido: el de la dimensin material, fsica, del sujeto, por un

    lado, y el de la faceta emocional o afectiva por el otro. No podemos olvidar que si la

    informacin y el conocimiento son el motor del mundo contemporneo, no menos lo son 2

  • las emociones, y en un grado de participacin tal que es pertinente hablar, como afirman

    ya algunos tericos, de un capitalismo afectivo. En este sentido, la comunicacin

    propuesta desarrollar dos temas estrechamente conectados: 1) la situacin de la base

    material del principal recurso productivo en el capitalismo actual (el cuerpo) 2) y las

    posibilidades y alternativas a la economa del procesamiento del cuerpo que emanan de

    formas ciudadanas de resistencia potenciadas mediante las tecnologas digitales. Para

    tratar de esclarecer ambas cuestiones se abordarn estos temas desde el punto de vista de

    la bioesttica que se pone en juego, puesto que como fundamento a estas estrategias hay

    una determinada forma de imaginar la vida (y el cuerpo como elemento concreto).

    2. SITUACIN DEL CUERPO: EXPLOTACIN ECONMICA DE LA INTELIGENCIA Y LAS EMOCIONES.

    2.1. Economa de los inmateriales en la sociedad del conocimiento.

    Desde hace varios aos se utilizan los trminos nueva economa, economa del

    conocimiento o economa informacional, entre otros, para subrayar el protagonismo

    de la informacin y las tecnologas digitales en el funcionamiento del sistema econmico

    actual. Dicha economa se basa fundamentalmente en el conocimiento y en la

    generacin de ideas, considerando que la clave de la prosperidad de la sociedad es la

    mayor difusin posible de la tecnologa que se va a emplear, de las ideas y de la

    innovacin, en todos los sectores econmicos3. En este sentido, son varios los estudiosos

    que hablan de un capitalismo cognitivo con la intencin de enfatizar la creciente

    importancia de las ideas en este sistema.

    Tal y como expone Ayestarn, el capitalismo cognitivo hara de "la aplicacin del

    conocimiento al conocimiento" una fuente de riqueza: El recurso econmico bsico, el

    medio de produccin por excelencia, ya no sera el capital ni los recursos naturales ni la

    mano de obra, sino el saber, el conocimiento [ . . . ] se puede mantener que hemos pasado

    de la wealth of nations a la wealth of notions4. El capitalismo cognitivo operara sobre

    las bases de una economa high tech y low cost, estndares que Ayestarn explica

    3 Galindo Martn, Las TIC y su papel en el crecimiento econmico y en la Nueva Economa, Economa Industrial 370 (2008): 16. 4 I. Ayestarn, Capitalismo cognitivo en la economa high tech y low cost: de la tica hacker a la wikinoma, Argumentos de Razn Tcnica 10 (2007): 91.

    3

  • empleando el ejemplo de los "concursos de ideas". Mediante dichos concursos las

    compaas convocaran a los usuarios de Internet para que aportasen soluciones creativas

    a sus problemas, incentivando a la mejor idea con un premio en metlico. Parece claro

    que "los que aportan las soluciones, sean premiadas o no, arriesgan su tiempo, su esfuerzo

    y su creatividad, con un coste nimio y ridculo para las grandes corporaciones, sin ningn

    tipo de relacin contractual"5. De este modo las compaas ms fuertes estaran

    asimilando la cultura del esfuerzo desinteresado y la pasin creativa caractersticas de la

    tica hacker tal y como la defini Himanen6.

    Yann Moulier-Boutang ha ofrecido una completa panormica de los procesos y

    factores clave de la economa de la informacin. En su libro de 2008 Cognitive

    Capitalism, este especialista en economa desglosa hasta 15 seales que son necesarias

    para comprender la lgica del capitalismo cognitivo. Aqu destacaremos nicamente los

    aspectos ms relevantes para nuestro propsito:

    1. El principal proceso que est teniendo lugar es una virtualizacin de la

    economa, en el sentido de la importancia creciente que estn adquiriendo los

    bienes intangibles (conocimiento, servicios) para su funcionamiento7. Moulier-

    Boutang subraya, como el resto de autores que hemos mencionado, la

    naturaleza inmaterial de los principales recursos que emplea esta economa8.

    Ello no implica, naturalmente, que los bienes materiales hayan dejado de

    desempear una labor importante.

    2. Esta dinmica se articula sobre la base de la sociedad red, cuya condicin de

    posibilidad es la infraestructura formada por las redes de telecomunicaciones9.

    3. Dada la produccin de conocimiento a partir de ms conocimiento, en el

    capitalismo cognitivo es necesario gestionar adecuadamente la inteligencia para

    obtener los resultados deseados. Y la inteligencia descansa sobre la base

    5 dem. 6 P. Himanen, The Hacker Ethic: A Radical Approach to the Philosophy of Business (New York: Random House Trade Paperbacks, 2002). 7 Moulier-Boutang, op. cit., p. 50. 8 En La era del acceso, Jeremy Rifkin comenzaba el captulo dedicado a la Economa de la ingravidez afirmando que se avanza en la desmaterializacin de los productos fsicos que durante largo tiempo fueron la medida de la riqueza en el mundo industrial. J. Rifkin, La era del acceso: la revolucin de la Nueva Economa (Barcelona: Paids Ibrica, 2000), p. 20. 9 Moulier-Boutang, Y., op. cit., p. 53.

    4

  • material de los cerebros de las personas que, coordinadas y en constante

    retroalimentacin, trabajan para generar nuevas ideas. De ah que, para este

    investigador, el capitalismo cognitivo se caracterice por la produccin de

    vida: El conocimiento de la vida y los medios para producirla estn en el

    corazn de la transformacin del paradigma de produccin contemporneo10.

    Concretamente, las biotecnologas estn actualmente en proceso de

    domesticar la vida de cara a convertirla en un vector transformador que ser

    ms potente y se adaptar mejor a las limitaciones de la biosfera que las

    herramientas mecnicas11.

    Precisamente, dado que el recurso elemental es el conocimiento, el modo de

    produccin del capitalismo cognitivo es el trabajo cooperativo de cerebros humanos

    unidos en redes por medio de ordenadores12. La combinacin de vida y tecnologa es,

    por tanto, un momento vital del proceso productivo y lo que da lugar a la innovacin.

    Por otra parte, pese a que la informacin y las ideas son el factor que ha servido

    para acotar el perfil de esta economa, parece claro que hay que prestar mayor atencin a

    las emociones, otro tipo de bienes que se han convertido de igual manera en recursos

    valiosos para las empresas. Son los afectos informacin en el sentido en el que habla el

    capitalismo cognitivo? Ciertamente no, pero el contenido afectivo que alimenta las

    relaciones sociales sirve igualmente como combustible para el crecimiento de las

    empresas. Es por ello que, en el mbito de la creatividad artstica y las prcticas sociales

    de Internet, Juan Martn Prada habla de un capitalismo afectivo, en el que

    el poder econmico no pretende seguir fundamentando todos sus privilegios en la

    explotacin de los sujetos como fuerza de trabajo sino en la cada vez ms lucrativa

    regulacin de sus formas de vida y de sus dinmicas vitales e interacciones

    personales y afectivas, de sus emociones sociales, de sus hbitos y formas de

    relacionarse 13.

    10 Ibd., p. 56. 11 dem. 12 Ibd., p. 57. 13 J. M. Prada, Prcticas artsticas e internet en la poca de las redes sociales (Madrid: Akal, 2012), p. 55.

    5

  • Se tratara no ya de hacer nicamente del conocimiento una fuente de riqueza, sino

    de incorporar la vida, su disfrute y experiencia (las vivencias en definitiva) en el circuito

    econmico. Visto de este modo parece que, efectivamente, las polticas de la afectividad,

    su produccin, gestin y manipulacin, son, en realidad, las estticas del biopoder

    contemporneo14.

    2.2.Un capitalismo que produce y domestica la vida.

    Afirma Moulier-Boutang que ahora ms que nunca el capitalismo produce y

    domestica la vida15 (Moulier-Boutang, 2012: 48). La asociacin entre la economa y las

    biotecnologas ser cada vez ms estrecha, puesto que de lo que se trata es de hacer ciencia

    del cuerpo para ponerla en prctica y generar rendimiento econmico. Por su parte, Rossi

    Braidotti no ha dudado en hablar en un texto reciente de la estructura biogentica del

    capitalismo contemporneo:

    El rasgo ms sobresaliente de la economa global contempornea es su estructura

    tecno-cientfica. Est construida sobre la convergencia de diferentes ramas de la

    tecnologa, especialmente los cuatro caballos del apocalipsis posthumano:

    nanotecnologa, biotecnologa, tecnologa de la informacin y ciencias cognitivas

    [] En esencia, el capitalismo avanzado invierte y se beneficia del control

    cientfico y econmico y de la mercantilizacin de todo lo viviente16.

    En la bioesttica del capitalismo cognitivo-afectivo la mquina es interiorizada

    dentro del cuerpo humano17. Una idea, la del cuerpo fusionado con la tcnica, que es

    frecuente en los autores que desarrollan este enfoque. Por ejemplo, Sibila afirma que

    El cuerpo humano, en su anticuada configuracin biolgica, se estara volviendo

    obsoleto. Intimidados (y seducidos) por las presiones de un medio ambiente

    amalgamado con el artificio, los cuerpos contemporneos no logran superar las

    14 dem. 15 Moulier-Boutang, op. cit., p. 48. 16 Braidotti, op cit., 2013, p. 59. 17 Fumagalli, Bioeconoma Y Capitalismo Cognitivo, p. 20 del Prefacio a la edicin espaola.

    6

  • delicias del upgrade. Un nuevo imperativo es interiorizado: el deseo de lograr la

    compatibilidad total con el tecnocosmos digital18.

    3. ALTERNATIVAS A LA GESTIN MERCANTIL DEL CUERPO A PARTIR DE INICIATIVAS CIUDADANAS.

    Los diferentes discursos acerca de la lgica del capitalismo contemporneo muestran

    un panorama desesperanzador en lo que tiene que ver con las relaciones entre cuerpo,

    poder y nuevas tecnologas. Si prestamos atencin a los planteamientos sealados

    llegamos a la conclusin de que la dinmica econmica actual, en alianza con las

    biotecnologas y las tecnologas de la informacin y la comunicacin, est llevando a

    cabo una gestin exhaustiva y eficaz de la vida humana en su conjunto para ponerla al

    servicio de la lgica de mercado. En las sociedades desarrolladas contemporneas,

    impulsadas por la prestacin y el intercambio de servicios, el conocimiento, las ideas, las

    relaciones sociales, y tambin las vivencias y las emociones humanas se han convertido

    en los recursos ms valiosos.

    Pareciera, en definitiva, que nada puede hacerse ante la hegemona global del

    capitalismo cognitivo y afectivo, que aliado con las biotecnologas y las tecnologas

    digitales ha conseguido el control absoluto de la gestin de las sociedades

    contemporneas. Regresando al subttulo de esta comunicacin, la situacin del cuerpo

    sera la de su inmovilidad ms absoluta: su identidad, valores, manera de sentir y percibir,

    su modo de relacionarse con el resto, de intimar y de participar en la vida pblica, todo

    ello estara sutil pero eficazmente gestionado por terceros que disponen de la capacidad

    y las herramientas necesarias para tomar el control.

    Los discursos en torno a la actual lgica del capitalismo contemporneo ofrecen una

    explicacin correcta pero solamente parcial de las complejas relaciones entre cuerpo,

    tecnologa y poder en las sociedades actuales. Bajo aquel prisma la tecnologa aparece

    como tecnologa del control y la gestin al servicio del poder. Ante este panorama nos

    gustara ofrecer un enfoque no antagnico, sino complementario, que permitiese

    vislumbrar alternativas a esta economa del procesamiento del cuerpo. El planteamiento

    que ofrecemos a continuacin parte de casos prcticos en los que surge una relacin

    18 Sibila, op. cit., p. 20. 7

  • diferente entre cuerpo, nuevas tecnologas y poder. Un vistazo a formas tanto

    tradicionales como experimentales de accin ciudadana muestra que es posible usar las

    mismas herramientas en las que se basa el biocapitalismo para integrarlas en acciones de

    resistencia.

    3.1 Asociaciones vecinales potenciadas con nuevas tecnologas. El caso del

    Cabanyal.

    El distrito valenciano del Cabanyal es un enclave urbano con identidad propia cuyos

    vecinos se han visto obligados a defender ante proyectos urbansticos con los que no

    estaban de acuerdo. Concretamente, en 1998 los residentes de este barrio marinero, tanto

    a nivel individual como en asociaciones vecinales y de comerciantes se agruparon en la

    plataforma Salvem el Cabanyal19 para oponerse al proyecto de ampliacin de una avenida

    que desde finales de los 90 amenaza gravemente la morfologa del barrio 20.

    La nutrida agenda de actividades de la plataforma ha mantenido el espritu de

    resistencia ciudadana durante ms de una dcada, y han encontrado en las tecnologas

    digitales un recurso muy eficaz con el que crear nuevas formas para expresar su identidad

    como comunidad. Es el caso del proyecto Qu passa aci? de 2013, que consiste en la

    confeccin de un mapa del barrio construido entre participantes voluntarios sobre una tela

    de 4x5,5m. Lo caracterstico de este mapa es que junto a los recursos materiales se

    emplearon chips sonoros que contenan grabaciones de vecinos que expresaban su

    concepcin particular del Cabanyal.

    El mapa funciona como una memoria colectiva tejida fsicamente sobre el barrio,

    cuyo contorno est representado en la tela. Es el registro de las vivencias de algunos de

    sus habitantes grabado sobre un lienzo comn que ha sido construido entre los afectados

    y potenciado mediante nuevas tecnologas.

    3.1.1. De las tecnologas de la informacin y la comunicacin a las tecnologas

    ciudadanas.

    19 http://www.cabanyal.com/ 20 L. Herrero y M. Soldevilla, La Plataforma Salvem El Cabanyal: doce aos de lucha ciudadana, Revista Electrnica de Patrimonio Histrico 6 (2010).

    8

  • Las tecnologas digitales pueden formar parte iniciativas locales de tipo social y

    cultural de varias formas. En primer lugar, son de utilidad como herramientas auxiliares

    para expandir la difusin de las actividades, de modo que hagan llegar las convocatorias

    y llamadas a la participacin a todos los usuarios de Internet. Esto permite atraer a agentes

    ajenos al espacio local pero que se sienten implicados con las actividades y

    reivindicaciones que se estn llevyo a cabo. El objetivo no es solo informar o abrir

    espacios de trabajo digitales, sino convocar a los interesados y afectados en un sitio

    concreto en un momento especfico.

    Pero adems, las nuevas tecnologas pueden ser parte de la accin misma, dotyo

    a la comunidad de formas de expresin que no seran posibles si se careciese de estas

    herramientas. Esto lo ejemplifican las iniciativas artsticas del Cabanyal, que integran

    recursos materiales y digitales para potenciar las reivindicaciones de los vecinos. La

    ciudadana activa y preocupada por la conservacin y el desarrollo desde dentro de los

    espacios en los que residen est comenzando a extraer todo el potencial de las nuevas

    tecnologas para la accin.

    En esta clase de iniciativas se comprueba el giro de las tecnologas de la

    informacin a las tecnologas ciudadanas, en tanto que los nuevos medios se ponen al

    servicio de las acciones que llevan a cabo los colectivos sociales. Una sociedad ya

    habituada a utilizar la infinitud de canales informativos disponibles a travs de Internet y

    familiarizada con la dinmica de las nuevas tecnologas ha comenzado a utilizarlas de

    manera activa e innovadora en sus movilizaciones, pasyo de la informacin a la accin.

    Mediante la nocin de tecnologas ciudadanas se busca relocalizar la accin en las

    calles y plazas donde tiene lugar el movimiento social, reconociendo junto a la capacidad

    comunicativa de las nuevas tecnologas su potencial transformador mediante su

    integracin prcticas innnovadoras21.

    21 Desde el punto de vista de las tecnologas ciudadanas tambin es posible comprender el fenmeno del ciberactivismo, una forma de accin social que sera impensable sin la existencia de Internet y las redes sociales digitales y que ha experimentado notables transformaciones desde sus primeras manifestaciones en los 90 hasta la actualidad, saliendo de Internet para combinar la actividad informativa en la esfera digital con iniciativas que tienen lugar fuera de los espacios online. Acerca de este tema puede consultarse J. Fernndez Prados, Ciberactivismo, conceptualizacin, hiptesis y medida, Arbor. Ciencia, Pensamiento Y Cultura 188, no. 756 (2012): 63139; I. Sdaba, Accin colectiva y movimientos sociales en las redes digitales. Aspectos histricos y metodolgicos, Arbor. Ciencia, Pensamiento Y Cultura 188, no. 756 (2012): 78194.

    9

  • 3.2. Laboratorios de innovacin ciudadana. Los Medialabs.

    Otra pieza fundamental del tablero actual del activismo ciudadano son los laboratorios

    de innovacin ciudadana. Bajo esta denominacin agrupamos a un complejo entramado

    de instituciones que vinculan el trabajo en torno a nuevas tecnologas (en seminarios,

    talleres, instalaciones) con la creacin de comunidades voluntarias no jerarquizadas que

    estn motivadas por causas sociales. Algunas de estas instituciones son el Medialab-Prado

    en Madrid22, el MediaLab-USAL en Salamanca23, el Public Lab en Cambridge

    (Massachussets)24, el Laboratorio para la Ciudad en Mxico25, el Colaboratorio

    Platoniq26 o el LABoral en Gijn27.

    Aunque el principal referente nacional es el Medialab-Prado, con sede en Madrid,

    nos gustara desarrollar el caso de un medialab ms pequeo que demuestra que este tipo

    de espacios pueden operar a escalas muy diferenters. En Salamanca podemos encontrar

    el MediaLab-USAL, un espacio para la experimentacin con nuevas tecnologas que

    forma parte del Servicio de Innovacin y Produccin Digital. En estos momentos el

    MediaLab se encuentra en el Edificio I+D+i de la Universidad, pero hasta 2014 llev a

    cabo su actividad en el Edificio San Bartolom, en el casco antiguo de la ciudad, lo que

    vinculaba simblicamente sus proyectos vanguardistas a una construccin con varios

    siglos de historia. Este laboratorio salmantino ha promovido desde el comienzo un arduo

    trabajo de difusin y formacin relacionado con las ltimas innovaciones en herramientas

    digitales.

    El conjunto de actividades que han llevado a cabo en el Medialab-USAL con Arduino

    ejemplifica la capacidad de estos espacios para integrar actividades vinculadas a las

    nuevas tecnologas con la presencia fsica en espacios locales. Arduino es una plataforma

    de hardware elaborada bajo la filosofa Open Source por el espaol David Arguelles,

    ingeniero electrnico, y el italiano Massimo Banzi, desarrollador web. Presentada al

    pblico en 2005, consiste en una gama de placas que cuentan con diversas entradas y

    salidas (electrnicas y analgicas) con la que se puede trabajar con nociones mnimas de

    22 http://medialab-prado.es/ 23 http://medialab.usal.es/ 24 http://publiclab.org/ 25 http://labplc.mx/ 26 http://www.youcoop.org/ 27 http://www.laboralcentrodearte.org/es

    10

  • programacin)28. A diferencia de otras placas de mayor complejidad y coste mucho ms

    elevado, Arduino constituye una opcin asequible para iniciarse en la programacin sin

    importar el nivel de conocimientos previo. Cuenta, adems, con una comunidad muy

    activa gracias que su cdigo fuente est disponible para cualquier usuario que lo desee,

    lo que permite que todos puedan contribuir al desarrollo de la plataforma.

    Debido a su versatilidad, accesibilidad, bajo coste y filosofa abierta Arduino

    encaja a la perfeccin con las propuestas de laboratorios de innovacin como el

    MediaLab-USAL, que realiz numerosas jornadas divulgativas y talleres para dar a

    conocer a todos los salmantinos interesados esta herramienta. El objetivo no era lograr

    aplicaciones concretas y plenamente funcionales, sino aprender experimentyo y

    beneficindose de la puesta en comn de los conocimientos de los directores y el resto de

    participantes. La principal ventaja de esto es que se gener una comunidad horizontal de

    formacin recproca en un marco potenciado por las tecnologas digitales. Los

    organizadores de los talleres eran un miembro ms del equipo que aprendan junto al resto

    de participantes.

    Estos espacios se han adaptado a un contexto socioeconmico marcado por la

    recesin, las polticas de austeridad, la progresiva depauperacin del Estado del bienestar

    y la prdida de garantas sociales. El clima de restriccin econmica e indignacin

    ciudadana ante el derroche presupuestario les ha alejado de la esttica espectacular que

    suele acompaar a las iniciativas que estn a la vanguardia de las nuevas tecnologas.

    3.2.1. Del formalismo tecnolgico a la integracin de tecnologas en la prctica.

    La dinmica de estas iniciativas no puede explicarse nicamente en base a su

    componente intelectual o informativo (la base del modelo de la sociedad de la

    informacin). En la consolidacin de las comunidades y en la adhesin de los

    participantes a la defensa de los proyectos comunes entran en juego factores emocionales

    e incluso ldicos29.

    28 Adems de Arduino existe Raspberry Pi, una placa base similar a la de Arguelles y Banzi, y que tambin cuenta con una comunidad muy activa de desarrolladores exprimiendo su potencial. Cf. A. Castro, Qu es Raspberry Pi, dnde comprarla y cmo usarla?, Computer Hoy, 2014, http://computerhoy.com/noticias/hardware/que-es-raspberry-pi-donde-comprarla-como-usarla-8614. 29 En cierto modo, la filosofa de los laboratorios ciudadanos es heredera del espritu de la tica hacker tal y como la conceptualiz Pekka Himanen en The Hacker Ethic. El relato idealizador de la comunidad hacker

    11

  • Los nuevos medios son puestos al servicio de las necesidades de comunidades locales.

    El enfoque aqu sealado tambin es diferente al que se plantea cuyo se habla de

    ciudadana digital o de ciudadana 2.0. Desde ese punto de vista las nuevas tecnologas

    aparecen ante todo como tecnologas de la informacin y la comunicacin, y el ciudadano

    es principalmente un ciudadano informado y con una mayor autonoma que si solo

    dispusiese del contenido que emiten los medios tradicionales30. En los casos mencionados

    el objetivo que se persigue con estas herramientas no es solo informar o abrir espacios de

    trabajo digitales, sino convocar a los interesados en un sitio concreto en un momento

    especfico para trabajar en torno a un proyecto.

    El resultado de estas dinmicas es una esttica bien alejada del formalismo

    tecnolgico de los habituales eventos comerciales en los que cuenta ms exhibir las

    extravagancias de los ltimos inventos de las compaas en lugar de lo que efectivamente

    puede implementarse en acciones concretas. La finalidad de las actividades que se llevan

    a cabo no es exhibir los ltimos gadgets del mercado ni asombrar al pblico con

    demostraciones de la tecnologa puntera de moda, lo que forma parte de la retrica

    comercial y del fomento del consumismo ms elemental. Al contrario, casos como los

    talleres en torno al sofware libre de los laboratorios ciudadanos exploran las posibilidades

    de herramientas sumamente innovadoras pero que no responden al discurso esteticista de

    las tecnologas salvficas (aquellas que, especialmente desde la publicidad, cautivan con

    una puesta en escena impecable y prometen una transformacin radical y a mejor en la

    vida de los consumidores31). Porque, qu puede hacerse con una gama de placas

    rudimentarias con interfaces poco amigables cuyo ejemplar ms barato cuesta menos de

    que elabor el socilogo finlands, junto con las connotaciones activistas que se han asociado histricamente a lo largo de la historia del trmino, han convertido el hackeo en una nocin fcilmente aplicable a cualquier iniciativa que plantee un enfoque alternativo ante las prcticas normalizadas. Ciertamente, las comunidades que se renen en los laboratorios de innovacin no responden de manera exacta al retrato del socilogo finlands (que, repetimos, es una idealizacin), pero lo cierto es que el lubricante que mantiene en funcionamiento la dinmica de los grupos de trabajo tiene un potente componente emocional, sin olvidar el papel fundamental que desempea la diversin en el desarrollo de los proyectos. 30 El nfasis en esta dimensin de las nuevas tecnologas es una consecuencia del potente influjo del paradigma informacional, que hace de la informacin, el conocimiento y las ideas el lubricante de las relaciones econmicas, sociales y polticas. Textos de referencia fundamentales son, entre otros, M. Castells, La era de la informacin, 3 vols. (Madrid: Alianza, 1997); P. Drucker, Post-Capitalist Society (New York: Harper Business, 1993). 31 Acerca de esto puede consultarse J. L. Molinuevo, Entre la ilustracin y el tecnorromanticismo, in Arte, Cuerpo, Tecnologa, ed. D. Hernndez (Salamanca: Universidad de Salamanca, 2003), 31107.

    12

  • 20 euros? Se puede responder con incontables ejemplos, desde ingenios extravagantes

    como electrodomsticos inteligentes caseros, mucho ms econmicos que los que se

    presentan en las grandes ferias de tecnologa, hasta innumerables proyectos de robtica32.

    4. CONCLUSIN. SITUACIN Y ALTERNATIVAS DEL CUERPO DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LAS NUEVAS TECNOLOGAS.

    Si desde el punto de vista de la lgica del biocapitalismo el cuerpo est condenado al

    inmovilismo y la gestin de su inteligencia y afectos por parte de terceros, las alternativas,

    que surgen de las iniciativas ciudadanas con nuevos medios, muestran un cuerpo en

    movimiento, es decir, un cuerpo que acta de manera autnoma sirvindose de la misma

    tecnologa que desde ciertos enfoques amenazan con controlarle irremediablemente.

    En general, lo que parece constatarse es un retorno en la esttica de las nuevas

    tecnologas a lo fsico, abandonando ya la consideracin del cuerpo como un residuo

    obsoleto o su marginalizacin en favor de lo mental. Se vuelve la mirada a las

    posibilidades del cuerpo (algo evidente desde la popularizacin de la intefaces tctiles33),

    entendido ya no slo como informacin (un cuerpo mentalizado o intelectualizado en el

    ciberespacio o un cuerpo que solo es ADN desde el discurso de la gentica), sino como

    un organismo vivo cargado de emociones que juegan un papel fundamental en su

    movilizacin.

    Un factor fundamental de este giro en la concepcin y uso de las tecnologas digitales

    es que estas nuevas tecnologas no son ya nuevas en absoluto. Especialmente en las

    sociedades desarrolladas nos encontramos plenamente habituados a tratar a diario con

    esta clase de dispositivos, ya sea en nuestra vida cotidiana o en el entorno laboral,

    atendiendo a trmites administrativos, etc. Parece que es en estos momentos, cuando el

    impacto o de la novedad ha cedido su lugar a la asimilacin progresiva en las distintas

    esferas de la vida, cuando se comienza extraer todo el potencial de estas herramientas.

    32 J. Velasco, 10 Usos Creativos Que Podemos Darle a Arduino, Hipertextual, 2013, http://hipertextual.com/2013/04/usos-creativos-de-arduino. 33 Cf. A. Lozano Muoz, La digitalizacin del cuerpo en los smartphones, Fedro. Revista de Esttica Y Teora de Las Artes 13 (2014): 3141.

    13

  • Consideramos, en definitiva, que es posible complementar la concepcin disciplinaria

    de la tecnologa caracterstica de los discursos del biocapitalismo con el discurso

    alternativo que emana de la resistencia de una ciudadana que se ha visto enormemente

    potenciadas mediante el uso de las mismas tecnologas. Queda abierto el debate en torno

    a la tensin existente entre estos dos enfoques complementarios que, en cualquier caso,

    no hacen sino reflejar la complejidad de las relaciones entre poder, ciudadana y

    tecnologa en las sociedades contemporneas.

    REFERENCIAS:

    Ayestarn, I. Capitalismo cognitivo en la economa high tech y low cost: de la tica

    hacker a la wikinoma. Argumentos de Razn Tcnica 10 (2007): 89123.

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    Castells, M. La era de la informacin. 3 vols. Madrid: Alianza, 1997.

    Castro, A. Qu es Raspberry Pi, dnde comprarla y cmo usarla? Computer Hoy,

    2014. http://computerhoy.com/noticias/hardware/que-es-raspberry-pi-donde-

    comprarla-como-usarla-8614.

    Drucker, P. Post-Capitalist Society. New York: Harper Business, 1993.

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    2010.

    . Twenty Theses on Contemporary Capitalism (cognitive Biocapitalism).

    Angelaki: Journal of the Theoretical Humanities 16, no. 3 (2011): 717.

    doi:10.1080/0969725X.2011.626555.

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    Ciudadana. Revista Electrnica de Patrimonio Histrico 6 (2010).

    Himanen, P. The Hacker Ethic: A Radical Approach to the Philosophy of Business. New

    York: Random House Trade Paperbacks, 2002.

    14

  • Lozano Muoz, A. La digitalizacin del cuerpo en los smartphones. Fedro. Revista de

    Esttica Y Teora de Las Artes 13 (2014): 3141.

    Molinuevo, J. L. Entre la ilustracin y el tecnorromanticismo. En Arte, Cuerpo,

    Tecnologa, editado por D. Hernndez, 31107. Salamanca: Universidad de

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    Velasco, J. 10 Usos creativos que podemos darle a Arduino. Hipertextual, 2013.

    http://hipertextual.com/2013/04/usos-creativos-de-arduino.

    15

    2.2. Un capitalismo que produce y domestica la vida.