el condado de barcelona visto por una aragonesa

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Page 1: El condado de barcelona visto por una aragonesa

UNA PERSPECTIVA ARAGONESA DEL CONDADO DE BARCELONA

MARISA AZUARA

Page 2: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La Hispania cristiana de los godos a punto estuvo de ser aniquilada cuando, en el año 711, los musulmanes se apoderaron de la Península Ibérica

Page 3: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Tras ganar los territorios gobernados por Don Rodrigo, los musulmanes llegaron a las estribaciones de los Pirineos obligando a los godos de Witiza a convertirse al Islam o a replegarse en las Galias en busca del amparo de los

francos

Page 4: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La situación se tornó desesperada cuando los musulmanes penetraron

en la Septimania y conquistaron el Rosellón

y el Narbonesado

Page 5: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Los francos, capitaneados por Carlos Martel acudieron

en su ayuda

Page 6: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En el año 730, derrotaron a los musulmanes en la batalla de Poitiers/Tours y los obligaron a

retroceder al Sur de los Pirineos

Page 7: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El estado franco acogió a los refugiados visigodos en su territorio, pero a fin de evitar las peleas que los habían llevado al desastre, instaló a la facción de

Alamundo en el Ducado de Vasconia y, separados por los francos del Condado de Toulouse, acomodó a los cath-alaunes de Ardón en la Marca de Gotia

Page 8: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Algunos años más tarde, Carlomagno ocupó el trono de los francos y, con la ayuda del Romano Pontífice, unificó en un gran imperio todos los territorios

que había heredado y conquistado

Page 9: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Acto seguido, inició la reconquista de la Península Ibérica.

Para gobernar las plazas ganadas, Carlomagno

creó la Marca Hispánica

Page 10: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La tormentosa sucesión que se

produjo a la muerte del emperador,

Ludovico Pío, llevó a la

desmembración del Imperio y la Marca Hispánica le correspondió al rey de Francia

Page 11: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Como correspondía a la ley franco-goda, la Marca Hispánica fue

dividida en demarcaciones

territoriales llamadas condados

Page 12: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La situación de debilidad del Reino Franco fue aprovechada por el

condado de Pamplona para independizarse y erigirse en

reino

Page 13: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El Condado de Aragón no tardó en unirse al Reino de Pamplona,

seguido de los condados de Sobrarbe y Ribagorza

Page 14: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El resto de condados de la Marca Hispánica permanecieron gobernados por nobles francos y bajo la jurisdicción del rey de Francia

Page 15: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Uno de estos condados de la

Marca Hispánica era el Condado de

Barcelona, constituido en el

año 801 por el emperador

Carlomagno y otorgado al conde Bera, hijo mayor

del conde Guillermo I de

Tolosa

Page 16: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En el año 820, Bera fue acusado de traición y exiliado a Ruán

Page 17: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El condado de Barcelona le fue

otorgado a Rampón, noble

franco del círculo imperial

Rampón murió en el año 825. Entonces, el

emperador otorgó el Condado de

Barcelona a Bernardo de Septimania,

hermano menor del conde Bera

Page 18: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El conde Bernardo estaba casado con la princesa

Dhuoda, hija de Lupo Sánchez y sobrina de Centolio Lupus,

Scemen y Garseand.

A su vez, Dhuoda era hermana de Aznar de Aragón y de

Sancho de la Valdonsella

Page 19: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Bernardo de Septimania era uno de los hombres de

confianza del emperador Ludovico Pío, pero acusado

de mantener relaciones ilícitas con la segunda esposa del cesar, Judith de Baviera, tuvo que abandonar la corte de Aquisgrán y refugiarse en sus posesiones barcelonesas

Page 20: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Bernardo de Septimania acabó siendo ejecutado

por Carlos el Calvo, al que había correspondido Ia Francia Occidental en

el reparto sucesorio

Page 21: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Carlos el Calvo, entonces, entregó el condado barcelonés a Sunifredo, hijo del conde Borrell, de la dinastía Sancha, quien lo sumó a los condados del Rosellón y de la isla

de Cerdeña que acababa de arrebatarle a su primo, Aznar Galindez de Aragón

Page 22: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pero las cosas tampoco fueron bien con Sunifredo y tras algunos nombramientos condales más, fallidos, Carlos el Calvo otorgó el Condado de

Barcelona a Wifredo el Velloso, primogénito de Sunifredo

Page 23: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Por la Capitular de Quierzy, el Condado de Barcelona se convirtió en hereditario, lo cual no significa que las posesiones administradas por Wifredo

el Velloso se convirtiesen en independientes; tan sólo que uno de sus hijos tenía derecho a heredarlo

Pero seguía siendo un feudo vasallo del rey de Francia y los soberanos franceses debían sancionar la

titularidad para que ésta fuese legítima

Page 24: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El condado de Barcelona, a partir de

entonces, fue administrado por los

descendientes del conde Wifredo el

Velloso que tomaron el apellido Borrell

como nombre de su linaje y de la dinastía

de los condes de Barcelona

Page 25: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El conde Borrell II se casó con Letgarda de Tolosa, hija de Ponce Ramón I, duque de Aquitania y conde de

Tolosa

Page 26: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Eran los tiempos en que Almanzor asediaba la ciudad de Barcelona creando graves problemas a sus condes

Page 28: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Durante el gobierno de Ermesinda ondearon en Barcelona las armas de su padre, el duque de Gothia, Rogerio el Viejo

Page 29: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Ermesinda de Carcasona, tras la muerte de su marido, el conde Borrell, ejerció la regencia del condado de Barcelona por ser

menor su hijo y sucesor, Berenguer Ramón I

Page 30: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Las relaciones entre madre e hijo

fueron tormentosas y

estuvieron plagadas de

conflictos

Page 31: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La condesa Ermesinda tuvo un gran

protagonismo, también, en la vida de su nieto, el conde Berenguer Ramón

I, al que empujó a repudiar a Blanca de

Narbona para raptar a Almodis de la Marca,

vizcondesa de Marsella y esposa de Pons Guillaume

de Tolosa

Page 32: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Se empezaba a hablar de preparar una

cruzada a Levante donde se

conquistarían nuevos territorios, y el conde de Barcelona aspiraba a obtener el título de Duque de los Cath-

alaunes cuya heredera era Almodis

De ese modo podría participar en la cruzada como

miembro de la nobleza imperial

Page 33: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Aunque finalmente logró casarse con Almodís, la estrategia de Ramón Berenguer I fracasó

Page 34: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pues el heredero del título resultó ser Ramón de Saint

Gilles, hijo del primer matrimonio de Almodís y

cabeza de la dinastía de los Baltho, Baux o Bas

Page 35: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Los hijos de Almodís y el conde de Barcelona, los gemelos Berenguer Ramón y Ramón Berenguer II, sólo

recibieron de su madre el derecho a ostentar sus armas personales

Page 36: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En la actualidad, continúan siendo el emblema del Condado de Barcelona

Page 37: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El nieto de Almodís de la Marca, Ramón Berenguer III

de Barcelona, se casó con Dulce de Provenza, Duquesa de Gothia, por lo que pasó a

ostentar la dignidad en calidad de consorte, así como

a ejercer la regencia del Condado de Provenza

Page 38: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Así lo reconocieron los cónsules de Pisa que, en la carta enviada a Ramón Berenguer III para invitarlo a participar en la conquista de Mallorca, lo

catalogaron como Dux Cathalaunicum

Page 39: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Del mismo modo lo constataron, también, los vizcondes de Bas (vicecomes de Baux o Balzo) que disputaron el título a los Ramones de Barcelona en las

llamadas Guerras Balcencas

Page 40: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Con la condesa Dulce llegaron a

Barcelona la lengua lemosina

y las Armas Soberanas del

Reino de Arles-Provenza,

heredadas de su antepasado, el

rey Bosón

Page 41: El condado de barcelona visto por una aragonesa

A la muerte de la condesa Dulce, el

Condado de Provenza fue heredado por su

hijo mayor, Berenguer Ramón, a

quien correspondieron,

además, el Escudo de Soberanía con las

barras del Reino de Arles y el título de Dux

Cathalaunicum

Page 42: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El resto de los descendientes de

Doña Dulce podían ostentar

las armas de Provenza, pero

no como Escudo Soberano sino como armas personales

Para distinguirlas de las armas soberanas,

debían rematarlas con la

corona que corresondiera a

su título nobiliario

Page 43: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El segundo hijo de la condesa Dulce, Ramón

Berenguer IV de Barcelona, heredó de su padre los condados de Barcelona,

Gerona y Osona en el año 1131

Page 44: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Tres años más tarde, en 1134, murió el rey de Aragón, Alfonso I el Conquistador. Su testamento revolucionó la Cristiandad. Había dejado los Reinos de Aragón y

de Pamplona a las ordenes del Santo Sepulcro, el Hospital de San Juan de Jerusalén y el Temple

Page 45: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El conde de Barcelona, Ramón Berenguer IV, aprovechando la oferta del nuevo rey de Aragón,

Ramiro II, aceptó ejercer la Regencia de Aragón y casarse con la heredera, la princesa Petronila ,

una niña de dos años

Page 46: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Sin la menor duda, Ramón Berenguer IV de Barcelona era la persona más apta para solucionar los

graves problemas de Aragón

Podía negociar con las ordenes de

caballería por ser hijo de Templario y con el Papa, Calixto II, por

estar casada su hermana, la reina Berenguela, con el

sobrino del pontífice, el emperador Alfonso

VII de Castilla

Page 47: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Para alcanzar su propósito, Ramón

Berenguer IV tuvo que reconocer en las capitulaciones

matrimoniales que los condados del Rosellón

y de Cerdeña pertenecían a los Sancho, dinastía

reinante en Aragón

Page 48: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Todos los pactos establecidos en las capitulaciones entre el conde de Barcelona y el rey

de Aragón son claros, sujetos al derecho de la época y poco interpretables, a pesar de las

especulaciones de muchos cronistas, sólo achacables a su

ignorancia jurídica

Page 49: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Según los mismos, el rey de Aragón era Ramiro II y la

única heredera su hija Petronila. El conde Ramón Berenguer IV de Barcelona

ejercería la regencia del reino en nombre de su

suegro y a la muerte de éste en nombre de su esposa

En aplicación de la ley sálica vigente en Aragón, las

mujeres no gobernaban, pero sí transmitían los derechos. Por tanto,

Petronila transmitió los derechos reales de su padre,

el rey Ramiro, a su hijo, el rey Alfonso II de Aragón

Page 50: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Ramón Berenguer IV sólo tendría derecho a ceñirse la Corona de Aragón en caso de no engendrar

sucesor y sobrevivir a la reina Petronila

No hubo lugar. El conde de Barcelona se casó con la heredera de Aragón en

1150 y tuvieron cinco hijos, de los que cuatro

les sobrevivieron

Page 51: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Otro de los temas que se negoció con sumo cuidado fue el correspondiente a las armas

e insignias

Dado que la ley heráldica aragonesa obligaba a elegir un solo blasón de entre todos los

posibles como armas personales, Ramón Berenguer

IV eligió las armas de su madre, las barras de oro y gules de los reyes de Arles-Provenza, por ser las más encumbradas que

tenían los Ramones de Barcelona

Page 52: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En obediencia a las leyes heráldicas,

Ramón Berenguer IV brisó su blasón con la

corona condal

Page 53: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Sin embargo, éste no era el Escudo Soberano, rematado

con la corona real que su hijo convertiría años más

tarde en la Señal Real de los reyes de Aragón

Page 54: El condado de barcelona visto por una aragonesa

No podía serlo puesto que el

Escudo Soberano

pertenecía al Dux

Cathalaunicum, que era su hermano, Berenguer

Ramón II de Provenza

Page 55: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Otra de las cuestiones que ha generado controversia es el

título de príncipe otorgado a Ramón Berenguer IV de

Barcelona por el rey Ramiro II de Aragón

Su denominación exacta era Príncipe de Aragón y fue creado para ser la dignidad ostentada por los consortes de las reinas

de Aragón

Nada tenía que ver con la Marca Hispánica ni con el

Condado de Barcelona, sobre el que el rey Ramiro II de Aragón

no tenía jurisdicción alguna

Page 56: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Dicho título aragonés no convertía a Cataluña en

Principado, ni mucho menos

Y, desde luego, a nadie se le ocurrió entonces

denominar Principado a los Condados de la Marca

Hispánica

Entre otras cosas porque habría molestado

muchísimo al rey de Francia, de quien eran vasallos, y al resto de

administradores condales, exactamente igual de

condes que Ramón Berenguer IV

Page 57: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Así puede leerse todavía en el cenotafio que la Orden

del Santo Sepulcro erigió a Ramón Berenguer IV en el

monasterio de Ripoll

Page 58: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Las cosas ya estaban bastante mal con

Francia sin necesidad de complicarlas más

En 1152, un año y medio después de la

boda de Ramón Berenguer IV con

Petronila de Aragón se produjo el

esperpéntico divorcio de Leonor de

Aquitania y el rey Luís VII de Francia

Page 59: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Dos meses después, la brava Leonor cometió la acción que más podía fastidiar a su ex-marido: se casó con el rey Enrique II de Inglaterra

Page 60: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Aquella boda dio un vuelco espectacular al

mapa de Francia y redujo las propiedades

del rey francés a menos de la mitad

Aquitania, aunque nominalmente vasalla del rey de Francia, era gobernada por el rey

de Inglaterra

El Condado de Toulouse, feudo francés, se había

quedado descolgado, a merced de los

Aquitanos

Page 61: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Ramón Berenguer IV de Barcelona, que a consecuencia

de la muerte de su hermano mayor ejercía la regencia

provenzal en nombre de su sobrino, Ramón Berenguer III

de Provenza, había iniciado un acercamiento al Imperio, enemigo de la Corona de

Aragón

Ello le había reportado la ayuda de los Ginoveses de Borgoña

para conquistar Lérida y Tortosa, así como para

participar en la Toma de Almería

Page 62: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Crecido con estas victorias, el conde de Barcelona vio en la

debilidad del rey de Francia la ocasión de liberar sus feudos

del dominio francés

Se convirtió en el amigo y el mayor aliado del rey Enrique

II Plantagenet-Anjou, soberano de Inglaterra

Page 63: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La estrategia del rey de Inglaterra y

del regente de Aragón era clara:

Dominar el Sur de Francia y restaurar

el antiguo Reino de Aquitania para independizar los

feudos occitanos e hispánicos del

dominio francés

Page 64: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La muerte impidió a Ramón Berenguer IV

de Barcelona alcanzar sus propósitos

El regente de Aragón falleció el año 1162 en Borgo San Dalmazzio,

en el Ginebresado, cuando se dirigía a

Turín para entrevistarse con el

emperador Federico II

Sólo hacía cinco años que había muerto su

suegro, el rey Ramiro II de Aragón

Page 65: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Su viuda, la reina Petronila, en un gesto

poco reconocido por los historiadores, se hizo

cargo del gobierno en el Reino de Aragón y en el Condado de Barcelona

hasta que su primogénito, Alfonso, cumplió la edad

legal para gobernar

Page 66: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En 1164, Petronila abdicó como reina de Aragón y condesa de

Barcelona en su hijo, Alfonso II, apodado el Casto

Dadas las contradictorias exigencias de los testamentos paternos sobre

el nombre que debía llevar su dinastía, Alfonso II renunció a las

anteriores denominaciones, Sancha o Ramona, e instituyó el apellido

Aragón como nuevo nombre de sus descendientes y herederos

Page 67: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Poco después, Alfonso II heredó de su primo, Ramón Berenguer III

de Provenza, sus posesiones, el título de Dux Cathalaunicum y el escudo soberano de la Casa de

Provenza

Don Alfonso convirtió dichas armas en blasón real por el mismo

motivo que las había elegido su padre: por su prestigio y

antigüedad: “Don Alfonso II mudó las armas e seynnales de Aragón e prendió bastones” (Crónica de San

Juan de la Peña)

Pero no fueron armas condales las que ostentó sino armas reales, a

las que su padre no tenía derecho

Page 68: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Ninguna unión se había producido entre el Condado de Barcelona y el Reino de Aragón, por la sencilla razón de que era jurídicamente imposible

Page 69: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Los reyes de Aragón eran soberanos mientras los

condes de Barcelona eran vasallos feudales

del rey de Francia

Page 70: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La incómoda situación de ser monarca

soberano, y al mismo tiempo vasallo de un

rey vecino, fue heredada por Pedro II

de Aragón

Page 71: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Como soberano aragonés era vasallo de la Iglesia de Roma, pues sus antepasados le habían enfeudado el reino a cambio de la investidura

Page 72: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pertenecían, por tanto, a la facción güelfa que se enfrentaba a los gibelinos imperiales por el Dominiun Mundi

Page 73: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pero como conde de Barcelona, Pedro II era

vasallo del rey de Francia

Page 74: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Sólo fue aliviado de la dignidad de Dux Cathalaunicum que, junto con el feudo de Provenza, su padre le dejó a su otro hijo, Alfonso II de Provenza

Page 75: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La herencia no era envidiable pues la Iglesia había lanzado una cruzada

contra los Cath-alaunes por practicar su

antigua religión arriana, a la que se llamó Cáth-arria o Cátara

Page 76: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En un principio, el rey Pedro II apoyó a la Iglesia Romana en el conflicto, llegando a recibir el sobrenombre de el Católico debido a su participación

en la Batalla de las Navas de Tolosa

Page 77: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pero, inesperadamente, el rey de Francia se unió al Papado para liderar la cruzada contra los Cátharos

Page 78: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Bien mirado, era el único medio que tenía para

derrotar al rey de Aragón,

aliado del rey de Inglaterra, y comenzar a recuperar sus

feudos aquitanos

Page 79: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La cruzada fue salvaje, sobre todo en Beziers y Carcasona,

por lo que Don Pedro no tuvo más remedio que acudir en

auxilio de su hermano y vasallo, Alfonso II de

Provenza, y de su cuñado, Raimundo VII de Tolosa

Page 80: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El rey Pedro intentó por todos los medios evitar la lucha. Para ello, incluso, comprometió a su hijo, Jaime, el heredero de Aragón, con la hija del caudillo de la cruzada,

Simón de Monfort

Page 81: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El príncipe Jaime, de sólo tres años, quedó como rehén en la fortaleza de Carcasona hasta alcanzar la edad de cumplir el pacto

Page 82: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Sin embargo, una vez tuvo en su poder a Don Jaime, Simón de Monfort no cumplió lo acordado y se dispuso a atacar

Page 83: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Al rey Pedro II de Aragón no le quedó otro remedio que pelear

Page 84: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Reunió a sus leales y se preparó para la

batalla.Murió al frente de

sus tropas en Muret

Page 85: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El papa lo había excomulgado por apoyar a los Cátaros por lo que fue enterrado en el Monasterio de Sijena, fuera de suelo sagrado

Page 86: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El rey de Francia se había salido con la suya. Sus posesiones anteriores y posteriores a la Cruzada hablan con mas elocuencia que cualquier argumento

Page 87: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Los Cátaros habían sido derrotados, ya no existían motivos para retener al rey de Aragón. El papa ordenó que liberaran a Don Jaime y que quedase bajo

la tutoría de los Templarios en Monzón. El rey tenía seis años

Page 88: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Jaime I el Conquistador volcó

los mayores esfuerzos de su reinado en

conquistar los reinos de Mallorca y de

Valencia a los musulmanes

Page 89: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pero su gran problema fue Provenza

Page 90: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La muerte sin herederos varones de su primo, Ramón V de Provenza, abrió un problema sucesorio de

incalculables consecuencias, germen de las posteriores luchas entre franceses y aragoneses por las

posesiones italianas

Page 91: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Los matrimonios de las cuatro hijas de Ramón Berenguer V de Provenza excluían al rey

Jaime I de Aragón de la sucesión provenzal

Page 92: El condado de barcelona visto por una aragonesa

La apropiación de Provenza por parte de Carlos de Anjou, marido de Beatriz de

Provenza, obligó a los reyes de Francia y de Aragón a establecer un acuerdo por el que

quedaran claros los derechos sobre sus posesiones

Page 93: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Lo firmaron en Corbeil el día 11 de mayo de 1258

Page 94: El condado de barcelona visto por una aragonesa

En virtud del acuerdo, Jaime I obtuvo todos los feudos de la Marca Hispánica situados al Sur de los Pirineos y el rey de Francia todos los del Norte

Page 95: El condado de barcelona visto por una aragonesa

El Condado de Barcelona había dejado de ser un feudo del rey de

Francia para convertirse en un feudo de los reyes

de Aragón. El hecho de que

concurriesen en la misma persona los

títulos de rey de Aragón y conde de Barcelona no varía las jurisdicciones

soberana y vasalla de las instituciones

Page 96: El condado de barcelona visto por una aragonesa

Pero con el nuevo orden se iniciaba un periodo histórico que llevaría a la constitución de la Corona de Aragón