el concepto de educación física
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El concepto de educación física
Es tan amplio como el concepto de educación moral o ética, siempre ha sido relegado un tercer puesto dentro de la educación de alumnado, contrario totalmente a lo que con cierta edad se pregunta a la gente y dice que su principal preocupación es su salud, por encima del dinero. La educación física es la educación de la salud, del cuerpo-mente. Se debe enseñar los valores para que el alumno futura personal social, tenga los conocimientos mínimos que le permitan cuidar su cuerpo y mantener su salud. Como segunda concepto añado que la educación física tiene que dar las bases motoras comunes a todos los deportes a fin de que los alumnos si deciden ser deportistas de competición lleguen con unos conocimientos motores básicos a todos los deportes. (Javier Solas 2006)
La educación física puede contemplarse como un concepto amplio que trata de desarrollo y la formación de una dimensión básica del ser humano, el cuerpo y su motricidad. Dimensión que no se puede desligar de los otros aspectos de su desarrollo, evolución-involución. Por lo tanto, no se debe considerar que la educación física esta vinculada exclusivamente a unas edades determinadas ni tampoco a la enseñanza formal de una materia en el sistema educativo, sino que representa la acción formativa sobre unos aspectos concretos a través de la vida del individuo, es decir, constituye un elemento importante del concepto de educación física continua de la persona. (Sánchez Buñuelos, 1966)
La educación física se convierte en una pedagogía de las conductas motrices, en la medida que trata de optimizar o mejorar las conductas motrices de los educados. El profesor de Educación física se convierte en un experto observador de las conductas motrices de sus alumnos, y una vez catalogadas y sistematizadas, trata de sugerir o plantear las situaciones motrices que provocan la optimización de las conductas observadas en función de un determinado proyecto pedagógico y de aquello que sea de mayor interés y congenien para la persona afectada (lagartera,2000)
La educación física es la disciplina pedagógica que mediante la actividad física, tiende a la eficiencia del movimiento desde las habilidades motrices más simples hasta las más complicadas, con la finalidad de propiciar y conservar el equilibrio de la capacidad funcional del educando. Yeni Carvallo Ramos.
EDUCACION PSICOMOTRIZ
Es una técnica educativa, reeducativa y terapéutica que respeta la unidad psicosomática del individuo, basada en la acción del cuerpo.
Se puede decir, " favorece en el individuo un dominio corporal y una apertura a la comunicación"
La educación psicomotriz, en síntesis, se conforma de todas las técnicas educativas, reeducativas y terapéuticas que tienden a favorecer en el individuo el dominio y conocimiento de su cuerpo y su relación con el mundo que lo rodea basada en la acción global del cuerpo.
Fundamentos de la Educación Psicomotriz
La educación psicomotriz se fundamenta en una pedagogía activa, la cual fue la primera en formular la necesidad de construir la acción educativa no sobre programas o procesos previos, sino sobre la actividad infantil y aprendizajes particulares, postulando el desarrollo de todas las dimensiones del ser humano y los principios que deben conducir a la educación integral:
• Respeto a la personalidad de cada niño y sus particulares intereses; • Acción educativa basada en la vida; • Actividad del niño como punto de partida de todo conocimiento y relación, y • El grupo como célula de base de organización social y de conocimientos.
Los métodos activos son una reacción a las concepciones tradicionales de la educación basada sólo aprendizajes intelectuales, impregnados del dualismo de la época y carentes del trabajo del cuerpo.
Desde esta perspectiva la educación psicomotriz se sitúa en lo que se denomina educación integral, que trata de conseguir una verdadera relación educativa que favorezca la disponibilidad corporal, la relación con el mundo de los objetos y con la sociedad. Una educación integral construida en términos de dinámica de la persona y de la acción. Se trata, pues, de abordar al niño en términos de globalidad y de unidad, privilegiando la experiencia vivida, por encima de cualquier otra.
Esta acción educativa global facilita la organización social que va a permitir al niño y al grupo desear, acceder y participar en los valores y conocimientos de la cultura y hacerles evolucionar. La relación educativa debe conducir a una autorregulación de los intercambios y de las comunicaciones niño-mundo.
La educación psicomotriz pone de relieve la unidad y la globalidad de la persona humana, la necesidad de actuar sobre el plano educativo al nivel del esquema corporal como base de la disponibilidad corporal y la noción de disponibilidad corporal como condición de las diversas relaciones de "ser" en el mundo.
Habilidades motoras
Las habilidades motoras básicas son las actividades motoras, las habilidades generales, que asientan las bases de actividades motoras más avanzadas y especificas, como son las deportivas. Correr, saltar, lanzar, coger, dar patadas a un balón, escalar, saltar a la cuerda y correr a gran velocidad son ejemplos típicos de las consideradas actividades motoras generales, incluidas en la categoría de habilidades básicas. El patrón motor maduro de una habilidad básica no se relaciona con la edad, error en el que se podría caer fácilmente debido al término "maduro" (que dentro del contexto del desarrollo de patrones
motores quiere decir completamente desarrollado), sino con la habilidad. Por otra parte también se podría hablar de patrón motor evolutivo que se define como todo patrón de movimiento utilizado en la ejecución de una habilidad básica que cumple los requisitos mínimos de dicha habilidad, pero que, en cambio, no llega a ser un patrón maduro. Por tanto los patrones evolutivos son relativamente inmaduros y no alcanzan la forma perfecta.
Los cambios en la eficacia de los movimientos y la sincronización de patrones evolutivos sucesivos simbolizan el progreso hacia la adquisición de patrones maduros. Así pues, cada vez es más evidente que el desarrollo de las habilidades motoras es un proceso largo y complicado. Al nacer, la capacidad estructural y funcional que el niño posee sólo le permite movimientos rudimentarios, carece de patrones motores generales demostrables, uniendo varios movimientos simples para formar combinaciones sencillas. El ritmo de progreso en el desarrollo motor viene dado por la influencia conjunta de los procesos de maduración, de aprendizaje y las influencias externas. Por tanto, hay que estudiar dichos procesos e influencias para explicar cómo se producen cambios observables en la conducta motora, y además hay que prestar más atención, si cabe, a la investigación de los mecanismos subyacentes de la misma. De todas formas, si no añadimos al interés por la descripción de lo que tiene lugar en el desarrollo de habilidades la visión del descubrimiento de cómo ocurre, el proceso continuará siendo incompleto y desequilibrado. Más tarde, se tratará cómo ha ido evolucionando el movimiento en el niño desde el mismo momento de nacer hasta una edad en la que el niño ya va dominando el movimiento a su antojo (aunque aún se pueden desarrollar más las habilidades motrices básicas hasta llegar a la "madurez" de la que hemos hablado anteriormente).
Clasificación :
Estas habilidades físicas básicas se pueden clasificar en: locomotrices, no locomotrices y de proyección/recepción.
--Locomotrices : Andar, correr, saltar, variaciones del salto, galopar, deslizarse, rodar, pararse, botar, esquivar, caer, trepar, subir, bajar, etc...
--No locomotrices : Su característica principal es el manejo y dominio del cuerpo en el espacio : balancearse, inclinarse, estirarse doblarse, girar, retorcerse, empujar, levantar, tracciones, colgarse, equilibrarse, etc...
--De proyección/recepción : Se caracterizan por la proyección, manipulación y recepción de móviles y objetos : recepciones, lanzar, golpear, batear, atrapar, rodar, driblar, etc...
Condición fisica
Concepto
Toda persona posee como capacidades físicas a la fuerza, resistencia, flexibilidad, coordinación y velocidad. Estas cualidades básicas están desarrolladas de forma diversa en cada persona de acuerdo con el esfuerzo que debe realizar diariamente o en su actividad deportiva. El estado individual de las cualidades es el que determina la condición física individual.
Su condición física está determinada por el juego de conjunto individual de la fuerza, la coordinación, la resistencia, la flexibilidad y la velocidad, las cuales pueden ser mejoradas mediante el entrenamiento.
Así como su condición física está marcada por los esfuerzos diarios, un entrenamiento concreto puede influir sobre facultades desaprovechadas e incluso mejorarlas.
Un entrenamiento razonable mejora las debilidades físicas y contribuye a una harmonización de la condición física.
2. Componentes de la condición física
Anatómica
Talla, envergadura, peso, talla sentado. Longitud de las piernas, etc..
Habilidad
Pruebas de coordinación, velocidad, equilibrio, agilidad, etc...
Fisiológica
Pruebas de resistencia, para evaluar el sistema cardio-vascular y el respiratorio.
Motora
Están dirigidos al sistema muscular, como la prueba de fuerza.
3. Cualidades físicas
Básicas
Flexibilidad
El concepto de flexibilidad deriva del término "flexión" que hace referencia a la capacidad de doblarse o de juntar partes extremas del cuerpo humano. Esta cualidad física permite el máximo recorrido de las articulaciones gracias a la elasticidad y extensibilidad de los músculos que se insertan alrededor de cada una de ellas. Los niños se muestran extraordinariamente flexibles, tanto más cuanto más jóvenes son. Se considera que las cualidades extensibles de la musculatura pueden empezar a decrecer a partir de los nueve o diez años si no se trabaja de forma específica sobre ellas; por este motivo la flexibilidad ha de formar obligatoriamente parte del currículo de la Educación Física en esta etapa educativa, ya que si no fuera así supondría para los alumnos una pérdida más rápida de esta cualidad.
En el currículo y durante este ciclo se continúa el desarrollo de las cualidades físicas y de las habilidades motrices básicas: giros, desplazamientos, lanzamientos, etc. y estas tareas necesitan que la movilidad de las articulaciones sea eficiente, por lo que la flexibilidad es un requisito imprescindible.
Resistencia
La resistencia es la capacidad de repetir y sostener durante largo tiempo un esfuerzo de intensidad bastante elevada y localizada en algunos grupos musculares.
Esta forma de endurecimiento depende en gran parte de la fuerza de los músculos, pero también del hábito de los grupos musculares usados en cuanto a trabajar con una deuda de oxígeno elevada, es decir, prosiguiendo sus contracciones en un estado próximo a la asfixia, pero sin alcanzar un estado tetánico. En efecto, en esta forma de esfuerzo, la aportación del oxígeno necesario a los músculos en la unidad de tiempo, es insuficiente. Los músculos no se recuperan totalmente. No pueden prolongar su trabajo si no neutralizan los excesos de ácidos, residuos de las reacciones químicas de la contracción muscular. El organismo se adapta entonces a la naturaleza del trabajo gracias a la producción de
sustancias alcalínas, productos tampones que impiden los excesos de ácidos, y mediante el aumento de sus reservas energéticas.
Esta cualidad de resistencia es fundamental para ciertos deportistas: tenistas, gimnastas, remeros, boxeadores, corredores de fondo, etc.
Fuerza
Es la capacidad de ejercer tensión para vencer una resistencia, es una de las capacidades fáciles de mejorar. Hay distintas manifestaciones de la fuerza; por ejemplo, si hacemos fuerza empujando contra un muro indudablemente no lo desplazaremos, pero nuestros músculos están actuando y consumiendo energía. A este tipo de contracción se le llama Isométrica. Con este tipo de trabajo nuestras masas musculares se contornean porque se contraen y la consecuencia es que aumenta lo que llamamos “tono muscular”, que es la fuerza que tiene el músculo en reposo.
Si en vez de un muro empujamos a un compañero, si que ahí desplazamiento de la resistencia a vencer que precisamente es el compañero al que empujamos y lógicamente hay contracción de las masas musculares que accionan a tal fin. A este trabajo se le llama Isotónico.
IV. Velocidad
En mecánica, el termino velocidad expresa el cociente resultante al dividir un espacio o un ángulo, etc, por un tiempo determinado.
Para el deportista, la velocidad es la capacidad de realizar un gesto, o una serie de gestos, o de recorrer una cierta distancia en un mínimo de tiempo. Los factores que determinan la velocidad son de orden diferente:
uno es muscular, en relación con el estado de la fibra muscular, su grado de tonicidad y elasticidad, la viscosidad del sarcoplasma, etc, o sea de la constitución intima del músculo;
el otro es nervio y se refiere al tiempo de reacción de la fibra muscular a la excitación nerviosa.
Además, la coordinación mas o menos intensa entre los diversos grupos musculares agnosias y antagonistas que participan en el gesto deportivo, es un factor importante de su velocidad de ejecución.
Armonizando el juego de estos grupos, la musculación tiende, mediante este sesgo suplementario, a la mejora de la velocidad.
Motoras coordinativas
I. Coordinación
La coordinación es definida por diferentes autores en los siguientes términos: capacidad neuromuscular de ajustar con precisión lo querido y pensado de acuerdo con una imagen fijada por la inteligencia motriz; organización de sinergias musculares adaptadas a un fin y cuyo resultado es el ajuste progresivo a la tarea; control nervioso de las contracciones musculares en la realización de los actos motores.
Esta capacidad es la que permite relacionar el sistema nervioso central y el sistema muscular para producir el movimiento deseado. Desde el punto de vista deportivo hace referencia a las habilidades deportivas y a la intensidad y velocidad con que han de intervenir los músculos implicados en cada acción.
La clasificación de las habilidades coordinativas establece dos categorías: la coordinación dinámico-global y la coordinación óculo-manual. La primera comprende las tareas que exigen un ajuste recíproco de todas las partes del cuerpo, que en muchos casos llevan implícito actividades de locomoción; la categoría de coordinación óculo-manual abarca los ejercicios en los que se establece una relación entre un objetivo visual y el movimiento del cuerpo con el fin de dirigir la actividad motriz hacia dicho objetivo.
II. Equilibrio
Es la capacidad que usamos para contrarrestar la ley de la gravedad en cualquier posición del cuerpo. Podemos diferenciar dos tipos:
-Estático: Es la capacidad de mantener el cuerpo erguido sin movimiento.
-Dinámico: Es la capacidad de mantener la posición correcta que exige la actividad, principalmente en movimiento.
Factores que intervienen en el equilibrio:
Los factores que mas intervienen en el equilibrio son los sensoriales.
-El tacto: Informa de las diferentes posiciones que experimentamos a través de las distensiones, presiones, etc...
-La vista: A través de la vista percibimos las distancias de los objetos y establecemos referencias, contrastes, etc..
-El oído: Interviene por el aparato vestibular situado en su interior y por los canales semicirculares. Esto nos informa de nuestra posición.
-Órganos propiocetivos kinestéticos: Estos órganos situados en los músculos y tendones nos informan de que músculos debemos flexionar o extender.
4. Resistencia
Aeróbica
Este tipo de resistencia se da en trabajos generalmente de larga duración y poca intensidad, en el que el gasto de oxigeno esta equilibrado con el oxigeno que aporta la sangre. Es decir, cuando hay trabajo, el oxigeno es transportado por la sangre llegando rápidamente al músculo por el sistema arterial, este lo aprovecha y lo transforma en CO2 devolviéndolo junto con los productos de desecho al sistema venoso. Este gasto esta casi compensado por el aporte. Decimos casi por que a la larga se va produciendo un déficit.
Anaeróbica
Por ejemplo, cuando un ciclista dice estar acidificado significa que su intensidad de trabajo ha sido tan elevada que las células de su cuerpo no pueden alimentarse por los medios
"normales", por lo que recurren a otro tipo de "alimentación", pero al hacer esto liberan una sustancia tóxica para el organismo (el famoso ácido pirúvico que se transformará en ácido láctico), si esta sustancia se acumula de una manera excepcional en el plasma del deportista se verá obligado a detenerse, pues bien, el umbral de intensidad en el que un organismo comienza a producir con gran intensidad estas sustancias se denomina umbral anaerobio, anaeróbico, ..., la verdad es que se le llama de mil formas, pero con que sepamos la más común nos basta.
Más técnicamente, para definir los conceptos de trabajo aeróbico y anaeróbico lo haremos en función del ácido láctico producido en el metabolismo de las células durante el ejercicio. Para ello diremos que existe un punto determinado de la intensidad del ejercicio (umbral anaeróbico). Cuando se comienza a producir ácido láctico a unos niveles superiores de lo normal podemos decir que el ejercicio es anaeróbico.
Factores de los que depende la resistencia
Capacidad del organismo para abastecer al músculo de los elementos energéticos
es conveniente recordar que la energía proviene de los alimentos ingeridos, que su digestión es muy particular dependiendo si están compuestos por proteínas, grasas o hidratos de carbonos, que la forma en que se almacenan depende de variables multifactoriales y que su utilización va a depender de las necesidades que le impongamos a nuestro organismo o en su defecto se depositan o se excretan.
Las demandas energéticas van a estar acondicionadas a la intensidad y a la duración de los esfuerzos. Así mismo el tipo de substrato que se utilizara también va a depender de la intensidad y volumen del esfuerzo y lo que es más importante cada tipo de esfuerzo va a estimular, órganos, sistemas y organelos de manera diferenciada.
Fibras musculares
Las fibras musculares están organizadas en haces envueltos por una membrana externa de tejido conjuntivo, llamada empimisio. De éste parten septos muy finos de tejido conjuntivo, que se dirigen hacia el interior del músculo, dividiéndolo en fascículos, estos septos se llaman perimisio. Cada fibra muscular está rodeada por una capa muy fina de fibras reticulares, formando el endominsio.
El tejido conjuntivo mantiene las fibras musculares unidas, permitiendo que la fuerza de contracción generada por cada fibra individualmente actúe sobre el músculo entero, contribuyendo así a su contracción. Este papel del tejido conjuntivo tiene gran importancia porque las fibras generalmente no se extienden de un extremo a otro del músculo.
Glucógeno muscular
Los HDC mejoran el rendimiento, sobre todo en ejercicios prolongados. Los azúcares son el combustible primario del músculo y las personas alimentadas con dietas ricas en HDC presentan una mayor resistencia a la fatiga. El único almacén de HDC en el organismo es en forma de glucógeno (polímero de la glucosa) en el músculo y en el hígado.
En este sentido, la capacidad de mantener por un tiempo mayor una determinada intensidad de ejercicio (resistencia) es mayor cuanto mayor lo es la capacidad de
almacenar glucógeno muscular. Por ello, el contenido de glucógeno muscular es un factor determinante del rendimiento, tanto en ejercicios cortos como en los de más de 1 hora de duración.
Como consecuencia, el cansancio que se produce durante el entrenamiento o competición es proporcional al contenido inicial de glucógeno en el organismo. En el momento final de una actividad de larga duración (por ejemplo el sprint final), el nivel de glucógeno muscular es un factor que puede decidir entre quién gana y quién pierde.
Vasos sanguíneos
Los vasos sanguíneos penetran en el músculo a través de los septos del tejido conjuntivo y forman una red rica en capilares distribuidos paralelamente a las fibras musculares. Estas fibras se adelgazan en las extremidades y se observa una transición gradual de músculo a tendón. Estudios en esta región de transición al microscopio electrónico reveló que las fibras de colágena del tendón se insertan en pliegues complejos del sarcolema presente en esta zona. Cada fibra muscular presenta cerca de su centro una terminación nerviosa llamada placa motora. La fibra muscular está delimitada por una membrana llamada sarcolema y su citoplasma se presenta lleno principalmente de fibrillas paralelas, las miofibrillas.
Oxigeno
Cuanto mayor sea el consumo máximo de oxígeno mayor lo será el índice de resistencia.
Temperatura
Las temperaturas extremas pueden afectar a la resistencia, entre otras razones por la termorregulación corporal.
Edad
El cuerpo humano puede ser entrenado a cualquier edad y se adapta a los esfuerzos que debe realizar en el entrenamiento, aunque con diferente rapidez.
La disminución de la fuerza a consecuencia de la edad puede ser retardada claramente por medio de un entrenamiento especial e incluso puede ser frenada completamente. La capacidad de resistencia puede conservarse durante un tiempo considerablemente mayor. No se trata de correr una maratón, pero precisamente a una edad avanzada un entrenamiento de la resistencia correctamente dosificado contribuye de forma significativa al bienestar. También la movilidad de las articulaciones y la capacidad de elongación de los músculos pueden ser conservadas y mejoradas en gran parte.
A cualquier edad puede mejorar su condición física. Una persona de 60 años bien entrenada tiene una mayor capacidad de rendimiento físico que una persona de 40 años no entrenada.
Sexo
Hasta la pubertad hombres y mujeres no presentan diferencias significativas en la composición corporal. En la pubertad debido a las influencias del estrógeno y la testosterona, la composición corporal comienza a cambiar marcadamente.
El máximo consumo de O2 aumenta mas en los hombres que en las mujeres. El máximo se alcanza alrededor de los 20 años en hombres y 16 en mujeres. Por lo general las mujeres son menos resistentes
Psicomotricidad
La psicomotricidad se ha tratado desde diferentes perspectivas; pero es a través de la
psicología y de la pedagogía que en los últimos años ha adquirido relevancia ya que la
educación psicomotriz se ha ocupado de establecer modos de intervenir el desarrollo del
niño desde la educación, la reeducación o la terapia, enfocándose principalmente en
diversos aspectos que van desde las dificultades de aprendizaje hasta la potenciación del
desarrollo normal. En este sentido se piensa que la educación psicomotriz es una técnica,
pero también es una forma de entender la educación, basada en una pedagogía activa
que aborda al niño desde un enfoque global y que debe atender a las diferentes etapas del
desarrollo.
Desde esta perspectiva, se plantea a la educación psicomotriz como una alternativa en la
acción educativa de la maestra de educación preescolar, planteada desde una pedagogía
activa, flexible y crítica que pondere el movimiento a fin de mejorar el desarrollo de las
capacidades intelectuales, afectivas y sociales a través del movimiento.
En muchos de los casos, en las escuelas se observa la falta de conocimiento que se tiene
de la psicomotricidad, recurso que se hace evidente en el preescolar y en los primeros
años de la escuela primaria y por consiguiente en la educación especial. En esta última, es
donde la educación psicomotriz se ha podido desarrollar ya que su aplicación se justifica a
partir de tratar de contribuir en mejorar las dificultades motoras que estén impidiendo el
aprendizaje del niño o su desarrollo normal, por lo que se ha llegado a considerar una
técnica exclusiva de ésta educación.
A partir de las nuevas políticas de educación que implican la integración al aula regular del
niño con necesidades educativas especiales y/o capacidades diferentes, la escuela será la
responsable de detectar, prevenir e intervenir a todos los niños utilizando los métodos
pedagógicos más adecuados para evitar o reducir la incidencia de dichas dificultades. Por
lo que se pone a consideración de las maestras de educación preescolar, la educación
psicomotriz, con el propósito de que sea retomada como propuesta metodológica en el
trabajo docente, a manera de incidir en el desarrollo de los niños y coadyuvar a la
adquisición de los nuevos aprendizajes, llevando al niño a través del movimiento a la
formación de las estructuras cognitivas de atención, memoria, percepción, lenguaje y a los
niveles de pensamiento superiores que le irán permitiendo interpretar las nociones de
espacialidad, temporalidad, velocidad, etc., al mismo tiempo que su movimiento se hace
más autónomo y consciente a través de la expresión y del lenguaje.
Concepto "Psicomotricidad"
La psicomotricidad es la encargada de estudiar la influencia del movimiento en la
organización psicológica general, ya que asegura el paso del cuerpo anatomofisiológico al
cuerpo cognitivo y afectivo.
Zazzo (como se cita en Ramos, 1979) la entiende como la "Entidad Dinámica" que se
encuentra subdividida en dos elementos: 1) de organicidad, organización, realización y
funcionamiento, sujeta al desarrollo y a la maduración, que se constituye en la función
motriz y se traduce en movimiento, y 2) el aspecto psicológico que se refiere a la actividad
psíquica con sus dos componentes; socio-afectivo y cognitivo. Por lo que, para este autor,
la psicomotricidad se constituye por "la relación mutua entre la actividad psíquica y la
función motriz", (p. 56).
Para García Núñez y Fernández (1996) la psicomotricidad indica interacción entre las
funciones neuromotrices y las funciones psíquicas en el ser humano, por lo que el
movimiento no es sólo una actividad motriz, sino también una “actividad psíquica
consciente provocada por determinadas situaciones motrices”, (p. 15).
Psicomotricidad y Desarrollo
La experiencia corporal, desde las primeras edades evolutivas, se abastece de contenidos
emocionales y afectivos, lo cual permite que emerjan con mayor facilidad las diversas
funciones cognitivas y motrices claves para el desarrollo de cada estadio evolutivo. Es
decir; las experiencias que el niño va teniendo con su cuerpo en relación a su medio
permiten, como señala Piaget, elaborar esquemas y éstos a su vez le permiten diferenciar
y continuar sus experiencias hasta llegar a la elaboración definitiva de su YO corporal. Por
tanto, se hace imprescindible en las primeras etapas evolutivas, la experiencia de emplear
la totalidad del cuerpo en el juego simbólico; el comportamiento motor, la espontaneidad,
el gesto, la postura, etc., como los medios expresivos básicos por excelencia y por encima
de la palabra.
Una vez iniciado el crecimiento como individuo, unido a la consolidación y al mismo tiempo
a la abstracción del esquema corporal, se van uniendo las imágenes que se hacen con
respecto al cuerpo, las cuales suelen ser fruto de los reflejos que se reciben de los objetos
(mundo objetal) como de los sujetos (mundo social). A raíz de este proceso de
conjugación entre las nociones de esquema e imagen de la corporeidad, se construye un
nivel de consciencia corporal adecuado a cada edad evolutiva por la que se atraviesa.
Para Vayer (1977 a) el YO corporal es "el conjunto de reacciones y acciones del sujeto
que tiene por misión el ajuste y adaptación al mundo exterior", las cuales permitirán al niño
ir elaborando una imagen mental de su propio cuerpo, es decir, su esquema corporal, (p.
18).
El esquema corporal es la representación mental que el niño tiene de su propio cuerpo, de
sus posibilidades y limitaciones para manejarse en su mundo circundante. En cuanto al
origen del esquema corporal Wallon (como se cita en Ramos, 1979) dice que "el esquema
corporal es una necesidad. Es el resultado y la condición de las justas relaciones entre el
individuo y el medio".
García Núñez (como se cita en Martínez & Col. , 1984) afirma que "la construcción del
esquema corporal se realiza, cuando se acomodan perfectamente las posibilidades
motrices con el mundo exterior, cuando se da una correspondencia exacta entre las
impresiones sensoriales recibidas del mundo de los objetos y el factor kinestésico y
postural. Los elementos fundamentales y necesarios para una correcta elaboración del
esquema corporal son: el control tónico, el control postural, el control respiratorio y la
estructuración espacio-temporal", (p. 35).
S. Ballesteros (Diccionario Enciclopédico de Educación Especial, 1995, Vol. 4, p.1685)
define al esquema corporal como "la entidad dinámica que va formándose lentamente en
el niño desde el nacimiento hasta aproximadamente los 12 años, en función de la
maduración del sistema nervioso y de su propia acción, en función del medio que le rodea
y de las demás personas con las cuales el niño se va a relacionar, así como de la
tonalidad afectiva de esta relación y, por último, en función de la representación que se
hace el niño de sí mismo y de los objetos de su mundo en relación con él".
H. Pieron (como se cita en Vayer, 1977 a) por su parte define al esquema corporal como:
"la organización de las sensaciones relativas a su propio cuerpo en relación con los datos
del mundo exterior" , (p. 18).
Estas definiciones implican las dos vertientes remarcadas por Wallon en cuanto a la
actividad motriz (como se cita en Vayer, 1977 b); una, orientada hacia sí mismo, a través
de la actividad tónica que constituye la base en donde se inscriben las actitudes y
posturas, y otra, orientada hacia el mundo exterior, compuesta por los movimientos
propiamente dichos y que es la actividad cinética.
Esto implica al mismo tiempo los dos niveles de la integración del YO al mundo:
1) la vivencia corporal y la representación y 2) el compromiso del YO en la acción.
El desarrollo del esquema corporal está asociado, por una lado, a las vivencias que el niño
va teniendo durante su vida, y por otro, a la maduración nerviosa, es decir, a la
mielinización progresiva de las fibras nerviosas, regidas por dos leyes psicofisiológicas
válidas, antes y después del nacimiento. Estas leyes son (Vayer, 1977 a), la céfalocaudal
y la proximodistal. En la primera, el desarrollo se extiende a través del cuerpo desde la
cabeza hasta las extremidades; y en la segunda el desarrollo procede desde el centro
hacia la periferia a partir del eje central del cuerpo. Según Vayer, estas leyes pasan por un
proceso que siempre es el mismo, es decir, las etapas del esquema corporal, que él divide
en cuatro etapas:
1. La primera etapa: contemporánea al nacimiento y hasta alrededor de los 2 años, o
período maternal; cuando el niño comienza a enderezar y a mover la cabeza como
acto reflejo y después endereza el tronco, estas actividades lo conducirán hacia las
primeras posturas de sedestación, la cual le facilitará a su vez la prehensión. La
individualización y el uso de sus miembros, lo llevarán progresivamente a la reptación y
gateo, lo que facilitará la segmentación de los miembros y aparición de la fuerza
muscular y del control del equilibrio, lo que a su vez le permitirá conseguir la posición
erecta, la bipedestación, la marcha y las primeras coordinaciones globales asociadas a
la prehensión. Estas situaciones de acción le facilitarán al niño la posibilidad de
descubrir y conocer.
2. La segunda etapa: de los 2 y hasta los 5 años aproximadamente, es el período global
del aprendizaje y del uso de su cuerpo. Aquí, la prehensión se va haciendo más
precisa, asociándose a los gestos y a una locomoción cada vez más coordinada, la
motilidad y la cinestesia de manera asociada, permiten al niño una utilización
crecientemente diferenciada y precisa de su cuerpo entero.
3. La tercera etapa: de los 5 a los 7 años, período de transición. El niño pasa del estadio
global y sincrético al de la diferenciación y análisis, los datos sensoriales
especialmente los visuales, permiten pasar progresivamente de la acción del cuerpo a
la representación, afirmándose la lateralidad, el conocimiento de derecha e izquierda,
la independencia de la mano con relación al tronco y el dominio de la postura y la
respiración.
4. La cuarta etapa: de los 7 a los 11 años, constituye la elaboración definitiva del
esquema corporal. Se desarrollan y consolidan las posibilidades de relajación global y
segmentaria, la independencia de los brazos y piernas con relación al tronco, la
independencia de la derecha respecto a la izquierda, la independencia funcional de los
diversos segmentos y elementos corporales y la transición del conocimiento de sí, al
conocimiento de los demás, esto tiene como consecuencia el desarrollo de las diversas
capacidades de aprendizaje así como la relación con el mundo exterior, ahora el niño
tiene los medios para conquistar su autonomía. La relación que mantuvo con el adulto
durante todo este proceso se irá haciendo cada vez más distante hasta llegar a la
cooperación y a compartir las responsabilidades con ellos.
Cabe aclarar, que esta elaboración mental progresiva del esquema corporal dependerá de
la historia y de las propias vivencias de cada niño. Por tanto, el reconocimiento del propio
cuerpo, se dará a través de experimentar y vivenciar éste y paralelo a ello, se
desarrollarán los procesos cognitivos, dando ambos significación al movimiento.
A manera de poder entender mejor qué factores intervienen en el control, conocimiento e
imagen del cuerpo, se definirán las habilidades psicomotrices que permiten al niño adquirir
mayor dominio y por lo tanto conocimiento de su cuerpo. Estos aspectos son: el equilibrio,
la coordinación, la lateralidad, y la organización espacial y temporal.
El equilibrio para Fonseca (1998) “es una condición básica en la organización motora.
Implica una multiplicidad de ajustes posturales antigravitatorios, que dan soporte a
cualquier respuesta motriz”, (p. 151). Por tanto, el equilibrio reúne un conjunto de aptitudes
estáticas y dinámicas, abarcando el control postural y el desarrollo de adquisición de la
coordinación. Entre la clasificación que realizan algunos autores como Bucher, Vayer y Le
Boulch con respecto al equilibrio, coinciden en dividirlo en equilibrio estático y equilibrio
dinámico. El equilibrio estático según Trigueros y Rivera (como se cita en Conde &
Viciana, 1997) “es el control de una postura sin desplazamiento” y el equilibrio dinámico
según Castañeda y Camerino (1991, como se cita en Conde & Viciana, 1997) “es el que
se establece cuando nuestro centro de gravedad sale de la verticalidad del cuerpo y tras
una acción equilibrante, vuelve sobre la base de sustentación”, (p. 55).
En estrecha relación con el equilibrio se encuentra la coordinación motriz. Lora Risco
(como se cita en Conde & Viciana, 1997) la define como “la capacidad de hacer intervenir
armoniosa, económica y eficazmente, los músculos que participan en la acción, en
conjunción perfecta con el espacio y el tiempo”, (p. 167). A la coordinación motriz han
coincidido en clasificarla varios autores en función de las partes del cuerpo que intervienen
para su realización, por lo que la coordinación se puede clasificar en coordinación motriz
gruesa o global, coordinación viso – motriz y coordinación motriz fina.
• La coordinación gruesa o global, hace referencia a la integración de los segmentos de
todo el cuerpo, interactuando conjuntamente.
• La coordinación viso – motriz referida a la coordinación ojo–mano, ojo–pie, se define
como el trabajo conjunto y ordenado de la actividad motora y la actividad visual.
• La coordinación motriz fina es la encargada de realizar los movimientos precisos, está
asociada con el trabajo instrumental de la mano y de los dedos, en donde interactúa
con el espacio, el tiempo y la lateralidad.
Cabe aclarar, que la coordinación motriz implica por lo tanto, el paso del acto motor
involuntario al acto motor voluntario, por lo que ésta dependerá de la maduración del
sistema nervioso como del control de los mecanismos musculares.
Por su parte, la lateralidad es un proceso que tiene una base neurológica, y es una etapa
más de la maduración del sistema nervioso, por lo que la dominancia de un lado del
cuerpo sobre el otro va a depender del predominio de uno u otro hemisferio. En este
sentido se considera una persona diestra cuando hay predominio del hemisferio izquierdo
y una persona zurda, cuando la predominancia es del hemisferio derecho.
Para Conde y Viciana (1997) la lateralidad “es el dominio funcional de un lado del cuerpo
sobre el otro y se manifiesta en la preferencia de servirnos selectivamente de un miembro
determinado (mano, pie, ojo, oído) para realizar actividades concretas”, (p. 61). La
lateralidad es por consecuencia sinónimo de diferenciación y organización global corporal,
donde están inmersos por lo tanto la coordinación y el espacio y tiempo.
Siguiendo este orden de ideas, para Conde y Viciana no existe un buen desarrollo de la
espacialidad si la lateralidad no está bien educada. Como hemos señalado anteriormente,
es fundamental que el niño conozca su cuerpo, pero no es suficiente si no lo estructura y
lo utiliza como es debido. Con esto se quiere decir que la organización del espacio y del
tiempo debe correr paralelamente a la maduración corporal, es decir; que conozca las
partes de su cuerpo (noción del esquema corporal) pero que éste, le pueda ubicar
adelante-atrás, arriba-abajo, a un lado-al otro, en su cuerpo, en el cuerpo de los otros y en
los objetos (espacialidad).
La espacialidad según Wallon (como se cita en Conde & Viciana, 1997) será “el
conocimiento o toma de consciencia del medio y de sus alrededores; es decir la toma de
consciencia del sujeto, de su situación y de sus posibles situaciones en el espacio que lo
rodea (mide su espacio con su cuerpo), su entorno y los objetos que en él se encuentran”,
(p. 150). Por su parte Conde y Viciana (1997) a la organización espacial la clasifican en:
1) orientación espacial y 2) estructuración espacial.
1. Por orientación espacial Conde y Viciana (1997) entienden a “la aptitud o capacidad
para mantener constante la localización del propio cuerpo en función de los objetos
para posicionar a éstos en función de nuestra propia posición”, (p. 150). A este
conjunto de relaciones espaciales simples, se le denomina relaciones topológicas que
son relaciones existentes entre el sujeto y los objetos, o bien, relaciones muy
elementales entre los objetos-sujetos, como por ejemplo; relaciones de orientación,
situación, superficie, dirección, distancia, orden o sucesión.
2. La estructuración espacial Torre (como se cita en Conde & Viciana, 1997) la define
como “la capacidad para orientar o situar objetos y sujetos”, (p. 150). Esta
estructuración espacial se relaciona con el espacio representativo o figurativo, que
analiza los datos perceptivos inmediatos (basado en el espacio perceptivo) y se
elaboran relaciones espaciales de mayor complejidad, a través de una serie de puntos
de referencia, esta vez externos al cuerpo, es decir, objetivos, esto se logra
aproximadamente a los 7 años de edad. A estas relaciones se les denomina;
relaciones proyectivas y relaciones euclidianas o métricas.
Las relaciones proyectivas, son relaciones topológicas con mayor grado de complejidad,
donde el niño descubre las dos dimensiones del espacio, largo y ancho; y por tanto, el
concepto de superficie. Según Castañeda y Camerino (como se cita en Conde & Viciana,
1997) las relaciones proyectivas responden a la necesidad de situar, en función de una
perspectiva dada, los objetos o los elementos de un mismo objeto con relación a los
demás.
Por su parte, las relaciones euclidianas o métricas, dan la capacidad de coordinar los
objetos entre sí, en relación con un sistema de referencias de tres ejes de coordenadas,
donde el niño descubre las tres dimensiones del espacio; aprendiendo las nociones de
volumen, de profundidad, perpendicularidad, paralelismo, etc. Por todo esto, la orientación
y estructuración espacial, constituirán los pilares que posibiliten el movimiento del niño y
su organización en el espacio. Estas nociones espaciales aparecerán relacionadas con: el
esquema corporal, la lateralidad y la temporalidad.
En cuanto a la elaboración del tiempo en el niño, ésta depende de varios factores, entre
ellos, se pueden citar por una parte, al crecimiento orgánico y la maduración del sistema
nervioso y por otra, a la experiencia adquirida en la acción sobre los objetos, de las
interacciones sociales y de la autoregulación del niño en la construcción cognitiva. Todos
estos factores van madurando lentamente a medida que el niño va creciendo y se van
consolidando a partir de las experiencias de ensayo y error. Accediendo el niño a estas
nociones temporales gracias a la sucesión de acciones, a la velocidad con que son
realizadas, etc., estos serán puntos de referencia que el niño utilizará para evaluar la
temporalidad.
Según Lora Risco (como se cita en Conde & Viciana, 1997) para entender el fenómeno
temporal, debemos diferenciar entre tiempo subjetivo y tiempo objetivo. El tiempo subjetivo
es el vivido por cada sujeto, característico de cada ser viviente, se organiza
progresivamente y determina una ritmación temporal de actitudes, expectativas, deseos y
experiencias, por lo que varía con cada individuo y con el trabajo o la actividad de cada
momento. Por su parte el tiempo objetivo se limita al periodo de duración en que se lleva a
cabo una acción cualquiera. Es un tiempo matemático, rígido, inalterable.
Según Rigal (como se cita en Conde & Viciana, 1997) se llega al concepto de tiempo a
través de la siguiente idea “percibimos el transcurso del tiempo a partir de los cambios que
se producen durante un periodo dado y de su sucesión, que transforma progresivamente
el futuro en presente y después en pasado”. Por lo que Conde y Viciana (1997) definen
“percibir el tiempo es tomar consciencia de los cambios que se producen durante un
periodo determinado”, (p. 159). La temporalidad según este autor se puede clasificar en
tres apartados con el objeto de conocer los elementos que la conforman en su conjunto; 1)
orientación temporal, 2) estructuración temporal, con sus dos componentes: orden y
duración y 3) organización temporal con su componente: ritmo.
1. La orientación temporal (Conde & Viciana, 1997) “es la forma de plasmar el tiempo”, (p.
160). Al igual que la orientación espacial suponía ocupar un espacio, la orientación
temporal no se puede visualizar, por lo que debe recurrirse a las nociones temporales,
es decir, al dominio de los conceptos más significativos para orientarnos en el tiempo.
Por ejemplo; día - noche, mañana - medio día - tarde, ayer - hoy, primavera - verano -
otoño - invierno, días de la semana, horas, años, etc.. Como señalábamos
anteriormente, el concepto de tiempo se hace difícil para el niño, por no ser algo
perceptible para los sentidos, por lo que habrá de valerse de los acontecimientos
diarios para hacerles sentir la existencia de tal realidad.
2. La estructuración temporal contiene dos componentes: el orden y la duración.
El orden lo define Fraisse (1987, como se cita en Conde & Viciana, 1997) como “la
distribución cronológica de los cambios o acontecimientos sucesivos o aspecto
cualitativo del tiempo”. Esta noción de orden descansa sobre la clasificación de
acontecimientos sucesivos durante un periodo de tiempo dado, en que los términos
“antes” y “después” son referencias obligadas. Siguiendo a este mismo autor, la
duración será “el tiempo físico medido en minutos y segundos, etc”. Por lo tanto, la
duración será el aspecto cuantitativo en la estructuración temporal. Rigal (1987, como
se cita en Conde & Viciana, 1997) resume diciendo que “el orden define la sucesión
que hay entre los acontecimientos que se traducen, unos a continuación de otros, y la
duración es la medida del intervalo temporal que separa dos puntos de referencia, el
principio y el fin de un acontecimiento”, (p. 160). En este sentido las sensaciones de
orden y duración serán percibidas a través del ritmo.
3. La organización temporal, tiene como elemento al ritmo. El ritmo está inmerso en todos
los fenómenos de la naturaleza, no solo en el fenómeno musical, ya que hay ritmo
respiratorio, cardiaco, corporal, etc. El ritmo (Willems,1979, como se cita en Conde &
Viciana, 1997) es “el acto perceptivo del tiempo. Es el movimiento ordenado”. Platón
definió el ritmo como “el orden del movimiento”. Otros autores como Castañeda y
Camerino señalan que el ritmo es “la estructura temporal de varias secuencias de
movimiento”, (p. 160). A su vez el ritmo contiene elementos que Conde y Viciana
(1997) clasifican en dos bloques: 1) Pulso y Acento y 2) La métrica del ritmo: compás.
1) El pulso son los tiempos o pulsaciones regulares sobre la cual se dese
MARCO TEORICO
1. Introducción
El término contenidos se refiere a los objetos de enseñanza-aprendizaje que la
sociedad considera útiles y necesarios para promover el desarrollo personal y social del
individuo. Cabe poner de manifiesto la estrecha relación que debe existir entre las
distintas capacidades que los objetivos pretenden desarrollar y los contenidos concretos
que se van a utilizar para tal fin. De ese modo, los contenidos dejan de ser fines en si
mismos y se convierten en medios para conseguir los objetivos propuestos.
Para Blázquez (1997), “los contenidos en Educación Física son el conjunto de
habilidades y destrezas motrices, conceptos y actitudes concretas que constituyen los
potenciales desencadenantes de un desempeño motriz eficiente para el desarrollo
socializador de los alumnos”.
2. Tipos de Contenidos
Los contenidos, en su estructuración, han de contemplarse desde una triple visión: el
ámbito de los hechos y conceptos, el de los procedimientos y el de actitudes,
valores y normas. Esta visión integrada de los contenidos, según la cual el aprendizaje
de los conceptos supone, simultáneamente, el de los procedimientos y valores
implicados, es coherente con el desarrollo armónico de la persona, que constituye uno de
los objetivos básicos de la educación.
Aunque aparezcan presentados en núcleos o bloques de contenidos, el equipo docente
tiene el compromiso de idear nuevas formas de organización en consonancia con la
propuesta integral (intradisciplinariedad, interdisciplinariedad y transversalidad) del
modelo educativo.
Los contenidos, en su estructuración, han de contemplarse desde una triple visión: el
ámbito de los hechos y conceptos, el de los procedimientos y el de actitudes,
valores y normas. Esta visión integrada de los contenidos, según la cual el aprendizaje
de los conceptos supone, simultáneamente, el de los procedimientos y valores
implicados, es coherente con el desarrollo armónico de la persona, que constituye uno de
los objetivos básicos de la educación.
A. Contenidos referidos a conceptos: se refieren a hechos, conceptos y principios
o sistemas conceptuales:
B. Contenidos referidos a procedimientos:
Acciones complejas y simples, físicas y mentales.
Habilidades.
Técnicas.
Estrategias que llevan a un fin.
C. Contenidos referidos a las actitudes: Valores, normas, actitudes.
La selección de contenidos así como su organización en diferentes núcleos temáticos y
su secuencia en los distintos ciclos o niveles de la etapa, debe entenderse como un
referente inicial a partir del cual los centros y el profesorado deberán elaborar sus
propios proyectos curriculares y programaciones de aula atendiendo a la singularidad de
su alumnado.
Principios
Todos pueden aprenderlos si disponen de conceptos inclusores.
Los conceptos generales se presentan al principio.
Partir de los conceptos generales a los específicos
Presentarlos las relaciones entre sí.
Ejemplos concretos. Vivenciar los contenidos.
El área se ha estructurado en cinco bloques, de manera qué el desarrollo de las
capacidades vinculadas a la motricidad, se aborda prioritariamente en los tres primeros
bloques, los bloques tercero y quinto se relacionan mas directamente con la adquisición
de formas culturales de la motricidad, mientras que la educación para la salud y la
educación en valores tienen gran afinidad con los bloques cuarto y quinto
respectivamente.
Dichos bloques son los siguientes:
Bloque 1, El cuerpo imagen y percepción corresponde a los contenidos que
permiten el desarrollo de las capacidades perceptivo-motrices.
Bloque 2, Habilidades motrices reúne aquellos contenidos que permiten al
alumnado moverse con eficacia.
Bloque 3, Actividades físicas artístico-expresivas se hallan incorporados los
contenidos dirigidos a fomentar la expresividad a través del cuerpo y el
movimiento.
Bloque 4, Actividad física y salud esta constituido por aquellos conocimientos
necesarios para que la actividad física resulte saludable.
Bloque 5, Juegos y actividades deportivas, presenta contenidos relativos al
juego y a la actividades deportivas entendiendo como manifestaciones culturales
de la motricidad humana.
Bibliografía
Blázquez, D. (1994). Los recursos en el currículo. Didáctica General. Marfil. Alcoy
(Alicante).
Decreto 230/2007, de 31 de julio, por el que reestablece la ordenación y las
enseñanzas correspondientes a la Educación Primaria en Andalucía.
Real Decreto 1513/2006, de 7 de diciembre, por el que se establecen las
enseñanzas mínimas de la Educación Primaria.
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