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El compositor Julián Paniagua Martínez (1856-1946) Oíeter Lehnhoff Julián Paniagua Martínez fue uno de los músicos más destacados en la Guatemala de su tiempo. Nació en la Capital el 5 de septiembre de 1856, donde también fallecería casi noventa años más tarde, el 27 de mayo de 1946. 1 Durante diferentes etapas de su carrera vivió en Chimaltenango, San Marcos y Quetzaltenango, y en su madurez en la Ciudad de Guatemala. 2 Se formó bajo la tutela de su padre, el violinista y compositor Francisco Paniagua, quien se desempeñaba como director de bandas y orquestas. El niño se inició a los ocho años de edad en el estudio del solfeo, el piano y especialmente el violín, su instrumento predilecto. Cinco años más tarde ya era integrante 1. Los manuscritos de Julián Paniagua fueron depositados recientemente en el Instituto de Musicología «Luis Manresa Formosa, SJ » de la Universidad Rafael Landívar por la Sra. María Francisca Montes de Amorín , para su custodia, catalogaCión y estudio. La presente semblanza biográfica del compositor será ampliada en una próxima publicación , una vez esté completo el catálogo de su obra . 2. Julián Paniagua, «Nota autobiográfica» manuscrita en custodia de la familia Amorin Montes. Documento subido al sitio http://julianpaniagua.es.tl por Julián Amorín .

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El compositor Julián Paniagua Martínez (1856-1946)

Oíeter Lehnhoff

Julián Paniagua Martínez fue uno de los músicos más destacados en la Guatemala de su tiempo. Nació en la Capital el 5 de septiembre de 1856, donde también fallecería casi noventa años más tarde, el 27 de mayo de 1946.1 Durante diferentes etapas de su carrera vivió en Chimaltenango, San Marcos y Quetzaltenango, y en su madurez en la Ciudad de Guatemala.2

Se formó bajo la tutela de su padre, el violinista y compositor Francisco Paniagua, quien se desempeñaba como director de bandas y orquestas. El niño se inició a los ocho años de edad en el estudio del solfeo, el piano y especialmente el violín, su instrumento predilecto. Cinco años más tarde ya era integrante

1. Los manuscritos de Julián Paniagua fueron depositados recientemente en el Instituto de Musicología «Luis Manresa Formosa, SJ» de la Universidad Rafael Landívar por la Sra. María Francisca Montes de Amorín , para su custodia, catalogaCión y estudio. La presente semblanza biográfica del compositor será ampliada en una próxima publicación , una vez esté completo el catálogo de su obra.

2. Julián Paniagua, «Nota autobiográfica» manuscrita en custodia de la familia Amorin Montes. Documento subido al sitio http://julianpaniagua.es.tl por Julián Amorín .

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de la orquesta que dirigía su padre en la cabecera de Chimaltenango. Desde temprana edad se interesó en la composición de piezas de baile y de salón como estaban en boga en su tiempo. Tanto fue así que dio a conocer su primera pieza, un vals muy celebrado titulado «Tos Ferina» (hoy perdido) a la edad de solamente doce años, después de que una epidemia de esa enfermedad azotó a la población en 1869. Este vals fue estrenado por la orquesta de Don Francisco Paniagua, y tal fue su éxito, que sólo dos meses después Julián compuso su segundo vals de tres partes, al cual característicamente dio el título de «El primer laurel».

En 1872, cuando Julián tenía 16 años, su padre Francisco Paniagua fue nombrado director de la Banda de la cabecera de San Marcos. El joven también se integró a esa agrupación, esta vez como intérprete del flautín, instrumento que aprendió rápidamente y al cual favorecería más tarde como solista en la polca concertante «El Canario» (1890), acaso compuesta para su propio uso. En la Banda de San Marcos tuvo también oportunidad de estudiar todos los demás instrumentos de viento madera y metal, lo cual le proporcionó un conocimiento de primera mano de las posibilidades técnicas de cada instrumento. Con esta experiencia, como recordaba más tarde, adquirió «buena práctica» en su desempeño como compositor y también como director.

En efecto, al poco tiempo asumió su primera responsabilidad profesional en la dirección de bandas, cuando por un breve lapso estuvo frente a la Banda de Tejutla, una pequeña población situada en el espectacular paisaje de las tierras altas del Occidente de Guatemala. Sin embargo, Tejutla resultaba demasiado remota y aislada para el inquieto joven de 19 años, quien no vaciló un instante en aceptar una mejor oferta cuando al poco tiempo fue llamado a Quetzaltenango como subdirector de la música marcial. Un año más tarde ya estaba organizando una agrupación de instrumentos de metal en el Instituto Nacional para Varones de Occidente, conformando poco después una banda completa por encargo de la dirección del plantel.

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Cuando Paniagua llevaba tres años de vIvir en Quetzaltenango, el gran director alemán Emilio Dressner, quien estaba reformando el sistema de bandas en Guatemala, lo llamó a la Capital y lo invitó a integrarse a la Banda Marcial. A partir de entonces Paniagua se convertiría en uno de los alumnos predilectos del maestro sajón, quien lo guiaría con mano firme en el perfeccionamiento de sus conocimientos y habilidades en la composición, instrumentación y orquestación.

A Dressner se debe la modernización de la Banda Marcial en ese tiempo, que desde su fundación por Pietro Vissoni y hasta entonces no había llegado a desarrollarse al nivel que se requería de una agrupación de esa importancia. Esta trascendental evolución la logró Dressner por medio de la introducción de nuevos y mejores instrumentos traídos de Alemania, y también a través de la aplicación de técnicas educativas desarrolladas en Europa, con lo que se logró elevar enormemente el nivel de la enseñanza tanto instrumental como teórica de los músicos.

Entre los discípulos de Dressner había , además de numerosos instrumentistas, también un grupo de jóvenes compositores aspirantes. Estos se beneficiaron en forma considerable de sus enseñanzas, convirtiéndose en hábiles y prolíficos creadores de composiciones ejecutadas en las formas musicales de la época. Entre ellos se destacaron Julián Paniagua, Germán Alcántara, Fabián Rodríguez y Rafael Álvarez Ovalle. A todos ellos el estricto maestro germano otorgó una sólida instrucción en armonía, formas musicales e instrumentación, lo cual propició la proliferación de excelentes composiciones para piano, para banda y para orquesta, muchas de las cuales con el tiempo pasarían también a formar parte del repertorio de las marimbas. La mayoría de las composiciones de este período de la historia musical de Guatemala pertenecen al ámbito de la música de salón, con el cultivo de los géneros europeos del vals, la mazurca, la polca, la marcha, el pasodoble y el chotís (del alemán «schottisch» = escocés). En agradecimiento por las enseñanzas de Dressner, Paniagua elaboró una versión orquestal de la pieza de concierto «Los amores del corneta», que el maestro había escrito para el virtuoso intérprete de la corneta Germán Alcántara.

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Después de cuatro años de estudio, el Maestro Dressner dio por concluida la formación del joven compositor y director, y procedió a integrarlo al ejercicio profesional con un nombramiento como Director de la Banda de la Guardia de Honor. Esta banda militar, según recordaba Paniagua más tarde en su resumen autobiográfico, participó a la cabeza de su batallón en la campaña de 1885 en El Salvador, que llegó a su fin con la muerte del Presidente Justo Rufino Barrios en la Batalla de Chalchuapa. Un año después de la guerra, en la que perecieron muchos de sus músicos, Paniagua volvió a organizar la diezmada banda, la cual sería adscrita, junto con su respectivo batallón, al Cuartel No. 2. Con esta agrupación Paniagua ofrecía conciertos en los quioscos, las plazas y los templos de Minerva, y según recordaba más tarde, «el numeroso público que escuchaba todos los conciertos los aplaudían con entusiasmo, premiando de esa manera al cuerpo de filarmónicos.» 3

En 1888 Julián Paniagua, a la sazón un director de 32 años de edad con una carrera musical ascendente, recibió instrucciones del Presidente de la República Gral. Manuel Lisandro Barillas, de trasladarse nuevamente a Quetzaltenango con la misión de reorganizar la música militar de la ciudad altense. Uno de sus primeros pasos fue dotar a la Banda de aquella ciudad de nuevos instrumentos, cuya importación desde Alemania gestionó con éxito ante las autoridades. Aplicando las técnicas educativas aprendidas de Dressner, logró reformar la agrupación a su cargo en pocos años de trabajo intenso.

Pero además de sus logros en la misión encomendada, uno de sus más importantes aportes fue el perfeccionamiento de la marimba, trabajando en el desarrollo y construcción de la primera marimba cromática junto con el maestro constructor de marimbas Sebastián Hurtado. Años más tarde, Paniagua escribía:

3, Julián Paniagua, «Nota autobiográfica»,

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«Durante los años que permanecí en Quetzaltenango, tuve ocasión de oír a los marimbistas; vi con lágrimas los trabajos que pasaban, valiéndose de un poco de cera negra, cuando les convenía subirle medio grado a la tecla. Naturalmente que esta operación les ocasionaba algún retraso para mudar tonalidades, entonces le hice ver al marimbista Sr. Sebastián Hurtado, que las piezas nunca las podrían ejecutar perfectas mientras no le pusieran el segundo teclado al instrumento. Tanto Hurtado como sus compañeros me ponían inconvenientes, pero yo cada vez que me reunía con dichos marimbistas, volvía a indicárselos, explicándoles las ventajas que tiene un instrumento perfecto y completo. Por fin, como a los cinco o seis años, en la celebración y aniversario del 15 de septiembre de 1901, tuve ocasión de escuchar una marimba cromática ejecutada por los Hurtado; entonces me acerqué a ver el instrumento y vi con agrado que mis consejos e instrucciones habían tenido feliz término. También hago constar que la insistencia mía de hacer perfeccionar dicho instrumento fue con el objeto de liberar a los compositores de valses: Strauss, Waldteuffel, Fetrás, etc., y escapar también del asesinato a mis humildes composiciones. Hoy las que se oyen son perfectas y no antes del segundo teclado.»4

Éste trascendental invento cambiaría el rumbo de la historia musical de Guatemala, ya que a través de su implementación durante el siglo XX la marimba se convirtió en un instrumento que era capaz de interpretar todo el repertorio de música social propio de la época.

De su período en Quetzaltenango datan varias composiciones importantes, como la mencionada polca concertante para flautín y orquesta «El Canario» (1890), su laureado vals «Murmullo de besos» (1892) cuya versión para piano editó en su propia imprenta en esa ciudad, y su fantasía

4. Manuscrito del compositor, conservado y custodiado por su sobrina nieta, doña María Francisca Montes de Amorln . Citado también en Lester Godínez, La Marimba Guatemalteca (Guatemala: Fondo de Cultura Económica, 2002), p. 122.

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para banda de concierto sobre la ópera «Un bailo in maschera» de Giuseppe Verdi (1898). Estos años también acrecentaron su fama nacional e internacional, cuando varias de sus composiciones recibieron premios no solamente en Quetzaltenango, sino también en exposiciones internacionales como la de París (1889), Chicago (1893) y Saint Louis (1904).

Después del terremoto que asoló Quetzaltenango a principios del siglo XX, a consecuencia del cual incluso tuvo dolorosas pérdidas en su familia, el compositor resolvió radicarse nuevamente en su ciudad natal. En esta nueva etapa en la Capital, Julián Paniagua volvió a la dirección de la Banda de la Guardia de Honor, siendo más adelante nombrado Director de la Banda Minerva por el Presidente Manuel Estrada Cabrera. Un hito en su carrera fue el estreno en 1910 de su evocativo vals «Tecún Umán», interpretado por la Banda Marcial bajo la batuta de Fabián Rodríguez, que significó para el compositor un éxito considerable con el público capitalino.

A la vez Paniagua se incorporó a la Sociedad Filarmónica del Sagrado Corazón de Jesús como miembro activo e integrante de la junta directiva a partir de 1905. Para la preparación de los festejos del primer centenario de esa histórica corporación, unió fuerzas con los demás miembros de la Junta Directiva, logrando una celebración memorable a la cual varios compositores hicieron contribuciones de música litúrgica. La Filarmónica de Guatemala, una de las primeras sociedades de su categoría en el mundo, había sido establecida en 1813 por José Eulalio Samayoa y sus colegas del gremio músico, yen 191310s festejos fueron de especial solemnidad. Los integrantes de la directiva de ese centenario eran todos músicos muy conocidos, elegidos por los miembros del gremio. Como resultado musical de su participación en la música eclesiástica, Paniagua compuso una serie de obras litúrgicas, entre las cuales la «Misa Solemne al Sagrado Corazón de Jesús» (1913) y el «Himno al Sagrado Corazón de Jesús» (1925) fueron dedicadas a las Misas celebradas en honor de la Sociedad Filarmónica en diferentes aniversarios.

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En la Capital también estableció su casa de distribución de música y su empresa editorial. Localizado en la 11 Avenida Sur No. 17, el Repertorio de Música Paniagua albergaba un taller tipográfico y litográfico para la reproducción e impresión de partituras. Aquí fueron publicadas algunas de las composiciones del propietario, como la versión para piano de los valses «El Merendón», «Siempre te amaré» y «Regina», y el two-step «Constelaciones», dedicado a Carlota Ramírez. Otras de sus creaciones fueron estampadas en el exterior: la casa de Antón Benjamín, en Hamburgo, Alemania, imprimió los valses «Saludo al Siglo XX» y «Minerva» , éste último dedicado al Presidente Manuel Estrada Cabrera. Un tercer grupo apareció en otros talleres litográficos de Guatemala , como el fox-trot «El Quetzal», impreso por la Tipografía Latina, localizada en la 8a Avenida Sur No. 35, y el blues «i iAbrázame con entusiasmo!!», impreso en la Tipografía «El Progreso» 9a

Avenida Sur No. 24 B.

En su madurez, además de dirigir conciertos de orquesta y de banda, continuando a la vez con la composición de obras sacras y profanas, el Maestro Paniagua volvió a proyectarse en el violín, instrumento que nunca había dejado de lado a pesar de sus numerosas ocupaciones tanto en la música militar como en la eclesiástica. Formó parte como violinista de la Orquesta de la Unión Musical, dirigida por Bernardo de Jesús Coronado y organizada por Rafael Vásquez. En 1928, cuando tenía 72 años, su nombre aparece en la nómina de esa orquesta ocupando el primer atril en la sección de violines primeros, al lado del concertino Julio Pérez.

Recepción contemporánea y valoración de la obra

A juzgar por los numerosos premios nacionales e internacionales, la obra de Paniagua tuvo muy buena recepción en su tiempo, tanto en el país como en el exterior. Las partituras impresas circularon profusamente y fueron aprendidas por pianistas y conjuntos de marimba. Las composiciones para banda y para orquesta formaron parte de la programación habitual de las bandas y orquestas que dirigían el mismo

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compositor y también sus colegas y amigos que habían estudiado con Dressner.

Un número sorprendente de obras de este prolífico compositor fueron premiadas en certámenes internacionales, como el vals «Ojitos Negros», que obtuvo medalla de bronce en la Exposición Internacional de Chicago en 1893; la marcha «Democracia», galardonada con medalla de plata en la Exposición Internacional de París en 1900; el vals «Murmullo de Besos», premiado en la Exposición Internacional de Saint Louis , Estados Unidos, en 1904, y el poema sinfónico «Locomotora» , en San Francisco, California , en 1915. En España, en ocasión de las Exposiciones Iberoamericanas de Sevilla de 1929 y 1930, obtuvieron medallas de oro tres obras, el «Laudamus» de la Misa en Sol mayor para solistas, coro y orquesta, así como el vals «Tecún Umán» y la polca concertante «La Coqueta» .

En su propia patria también se cimentó y acrecentó su prestigio y fama durante toda su carrera. Esto se refleja en las preseas que ganaron sus obras: a lo largo de los años fueron premiadas «Ferrocarril del Norte» (1883), «El Canario» (1892), «Ernestina» (1898) y la zarzuela «Mujeres al por mayor» (Quetzaltenango, 1900). Los valses «Minerva», «Saludo al Siglo XX» y «Ojitos Negros» obtuvieron preseas en las Exposiciones Nacionales de 1904 y 1905, Y el compositor fue laureado personalmente por el Presidente Manuel Estrada Cabrera en 1907 por su poema sinfónico «Locomotora».

El catálogo de Paniagua, en proceso de elaboración según la clasificación que se está realizando en el Instituto de Musicología «Mons. Luis Manresa Formosa, SJ» de la Universidad Rafael Landívar, refleja la identificación del compositor con varias de las principales corrientes musicales propias de su tiempo:

1. La música sacra con letras en latín y ocasionalmente en castellano, destinada a las celebraciones litúrgicas. En este género, Paniagua obtuvo de su padre la formación dentro de la tradición de la composición sacra en Guatemala,

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representada en el siglo XIX por José Eulalia Samayoa (1781-1866), Benedicto Sáenz hijo (m. 1857) y otros contemporáneos de Paniagua, especialmente Indalecio Castro (1839-1911). A este grupo pertenecen la gran Misa en Sol mayor para solistas, coro y orquesta, así como varias composiciones del Ave María (en castellano) y diversos trozos litúrgicos en latín.

2. La música escénica, representada por la zarzuela. En este género teatral, Paniagua admiró a su contemporáneo español Pedro Miguel Marqués (1843-1912), de cuya zarzuela «El anillo de hierro» (1878) realizó la orquestación del preludio, extractando también una fantasía para orquesta. Su propia zarzuela «Mujeres al por mayor» fue sumamente exitosa en la Capital y en Quetzaltenango, donde fue premiada. Otro compositor admirado por Paniagua, de cuyas óperas «Aída» y «Un baile de máscaras» realizó fantasías orquestales, fue Giuseppe Verdi (1813-1901). En el campo teatral Paniagua también se desempeñó como empresario, formando una compañía de zarzuela junto a su socio Julio Dardón en 1904.5

3. La música ligera y social presentada en las formas de salón, para ser interpretadas en el piano, o bien en instrumentaciones para banda u orquesta y, a partir de inicios del Siglo XX, por la marimba. Algunas de las versiones para piano de los valses y otras piezas de salón, que gozaban del favor del público ávido de música doméstica para piano, eran editadas y puestas a la venta en su establecimiento de música. En este último género sus ídolos eran los compositores contemporáneos de música ligera como el vienés Johann Strauss hijo (1825-99), el austrohúngaro Franz Léhar (1870-1948) y el italiano Franz van Suppé (1819-1895). También se consideraba colega del francés Emile Waldteufel (1837-1915), oriundo de Estrasburgo y músico de la corte de Napoleón 111, y del alemán Oskar Fetrás (pseudónimo de atto Faster, 1854-

5. Dieter Lehnhoff, Creación musical en Guatemala (Guatemala: Universidad Rafael Landívar, Fundación G&T Continental, Editorial Galería Guatemala, 2005), p. 192.

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1931), cuyas obras interpretaba frente a bandas y orquestas y trasladaba a los marimbistas de Quetzaltenango. con lo cual el compositor continuó una tradición que venía desde la época preclásica en Guatemala.

4. La música militar, que formaba parte de su desenvolvimiento como director de bandas, a la cual contribuyó diversas piezas en los géneros de la marcha y el pasodoble.

5. Los sones típicos de abierta referencia a la música folklórica, de los cuales varios estaban destinados a los rezos de Concepción y la época de Adviento,6 con lo cual el compositor continuó una tradición que venía desde la época preclásica en Guatemala.

En la música de Paniagua se hace notar una particular facilidad para la invención melódica con una atractiva y eficaz armonización que apoya el desenvolvimiento de las melodías, que a menudo resultan memorables. Su filiación estilística es el estilo romántico del siglo XIX, sin indicio alguno de experimentación armónica, y con notable apego a las formas tradicionales utilizadas en la música de baile y de salón. Sus sones por otro lado evocan las figuraciones de la marimba, y las letras de sus canciones, escritas por diversos autores, a menudo hacen referencia al folklore urbano y rural de la Guatemala de su tiempo.

6. cf. la grabación de su son «Tortuga de Pascua» en el disco compacto Melodías inolvidables de Guatemala, Orquesta Millennium, Dieter Lehnhoff, dir., 1M 3307 CD (Guatemala: Fundación Soros, Consejo Guatemalteco de la Música y Universidad Rafael Landívar, 2007), No. 10.

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Julián Paniagua, 1928

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Banda Marcial

Julián Paniagua y la Banda Minerva, 1916