EL COMERCIO CHILENO Y LOS COMERCIANTES INGLESES. EDUARDO CAVIERES.

Prólogo

El autor hace referencia hacia la importancia de las empresas británicas, pues estas jugaron un rol considerable en el desarrollo del comercio chileno durante el siglo XIX, precisamente cuando el estado nacional estaba en vías de formación y consolidación. A estos se le suma en el contexto en el cual se encuentra la corono británica, ya que en este tiempo estaban en plena expansión, como lo demuestran sus territorios en la India y la anexión de la Nueva Zelanda, pero mas importante llega a ser la expansión comercial que estos estaban realizando en el mundo, lo que va de la mano con el advenimiento del capitalismo industrial, donde en este punto Gran Bretaña no tiene competencia.

Es la única y primera nación industrializada. Los comerciantes británicos se esparcen por todas partes del mundo, especialmente al mercado latino americano que ahora estaba abierto.

Las relaciones que mantendrá con Chile, serán hasta la primera guerra mundial.

Dentro de este marco, el autor hace hincapié en el rol dinámico, que juega Valparaíso, como un centro comercial, donde sus influencias van más allá de las fronteras chilenas, como el eje de un mercado regional sudamericano que abarca gran parte de la costa occidental.

El análisis que realiza Cavieres, es básicamente de las operaciones comerciales inglesas del puerto y sus vinculaciones financieras con los mineros del Norte Chico.

La comercialización del cobre, lo cual fue una de las autenticas claves del crecimiento chileno de la época, donde las casas comerciales británicas estaban bastante involucradas. Lo mas importante de este panorama comercial, que nos mostrará cavieres, es la existencia de una red extensa de créditos y deudas, lo cual lo hace llamar telaraña, en donde se entrelazaban a mineros. Habilitadores y comerciantes. Las grandes casas comerciales inglesas de Valpo estaban en el centro de la telaraña, lo que ayudo al desarrollo urbano del puerto.

A este estudio se ha sumado Villalobos, diciendo que no se puede dudar que dinamizaron la economía y transformaron la vida del país que, de otra manera, habría mantenido el tono colonial y retrasado en su incorporación a los corrientes comerciales mundiales y el uso de la técnica moderna.

Este estudio, desde luego, no tiene la pretensión de ser una visión global del funcionamiento de la economía chilena en su totalidad. Solo un análisis de la conexión chileno-britanica, lo cual se relaciona considerablemente con el afán de progreso, que inundaba el siglo XIX.

Simon Collier.

Introducción cuando ocurrió la independencia de Chile, la economía era muy débil y poco desarrollada, en donde el país carecía de un sistema bancario, las grandes inversiones se desconocían y se ignoraban técnicas comerciales modernas e instrumentos de crédito.

Sin embargo ocurrió una apertura, Nor-Atlántica, especialmente con Inglaterra, a esto se le suma la estabilidad que se comienza a sentir desde 1830, lo cual posibilitaron drásticos y profundos cambios, los que hicieron a Chile tener una posición comercial favorable entre los países de Latinoamérica

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Los centro privilegiados, podemos mencionar a Valpo y las minas del norte chico, el primero asumió el rol de entrepot local e internacional, convirtiéndose en una especie de polo de desarrollo nacional mediante la concentración de capitales, que a su turno eran reinventados en sectores productivos, especialmente minería.

Las casas de comisión extranjera, los empresarios chilenos asentaron sus actividades en la ciudad, realizando de esta forma, el comercio y creando las condiciones para que ya ha mediado de siglo, la economía comenzara a liberalizarse la economía, dando asi paso a una evolución del sistema bancario y modernas instituciones financieras.

Los inversionistas y mercaderes jugaron un papel fundamental, pues a ellos se le debe la creación de una economía nacional y la acumulación de capital.

Imitando aspectos extranjeros, confeccionaron un sistema de créditos, como el de la habilitación.

Los ingresos fiscales que provenían desde la minería, fueron destinados a obras publicas como, caminos, puentes, instalaciones portuarias, y ya después de 1850, en ferrocarriles. Esto hacia el el país creciera progresivamente.

Blakemore se denominaba a la conexión anglo chilena.

Cuando comienza el auge en la minería, esto se plasmo tb en los británicos, los cuales se interesaron por las actividades de este ámbito, contribuyendo a su fomento con capital y crédito. Gracias a su mayor experiencia en comercio y economía, estos sabían bien en que invertir, lo cual hizo que la preponderancia británica creciera rápidamente, tomando el control del área financiera.

Aunque muchos autores niegan el gran predominio de Gran Bretaña, Cavieres hace referencia que aunque no tuvieron el predominio total del mercado local, no hay que negar que en el caso especificar de Chile, estos realizaron una importante labor en la modernización de la economía nacional. Influencia que se convertirá en participación y contro efectivo de varios sectores de la vida económica.

En el periodo 1850-1880 se observó una intensa expansión de las actividades económicas a todo nivel y la transformación del sector mas alto del mundo mercantil en un floreciente grupo financiero que posibilitó además la emergencia de las sociedades anónimas y de la banca.

Julio cesar Jobet, escribió acerca de este periodo entre 1820 y 1850 y estableció que los procesos económicos desarrollados en dichos años crearon una burguesía minera y comercial, vigorosa y dinámica que dirigió la transformación del existente orden “feudal” en un carácter capitalista.

En cambio Ramírez Necochea, dice que el antagonismo y los conflictos que ocurrieron entre la aritocracia y la burguesía, los cuales eran fuerzas centrales en el desarrollo histórico chileno del siglo XIX, situación que tampoco resolvió los problemas estructurales del orden económico. Ambos autores coincidían que las ultimas décadas del siglo, cuando se permitía el monopolio extranjero en el salitre, había una aristocracia terrateniente incompetente que continuaba gobernando el país.

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Encina decía que la etapa de 1850 fue regresiva de la iniciativa económica del empresariado chileno, participando activamente en el tráfico marítimo.

CAPITULO I el carácter de la presencia británica en Latinoamérica y Chile: Relaciones diplomáticas y económicas

El comercio internacional dominado por Inglaterra facilitaba su influencia y logo importantes beneficios. Lo cual fue una acción y beneficio captado por particulares. En donde hay que destacar que el gobierno británico no necesitó una abierta intervención política en las nacientes repúblicas, solo las relaciones eran de carácter económico. Pues estos si bien poseían una privilegiada situación, la querían aumentar. Los países latinoamericanos para pagar los préstamos contratados en Londres en la década de 20´ no afectaron mayormente el tesoro fiscal británico.

Chile a comienzos de la instauración de la republica tenía una pobre economía, un muy limitado mercado interno y un pequeño volumen de población, pero a pesar de dichas dificultades, el país fue igualmente considerado como un buen centro potencial para las actividades mercantiles y de manera paulatina se convirtió en un importante centro intermediario en el comercio a través del pacífico. Mas importante aun, debido a sus considerables recursos mineros muy pronto fue capaz de satisfacer los términos del intercambio y de recibir importantes inversiones.

LA POLITICA DE LA FOREIGN OFFICE Y LOS COMIENZOS DE INVERSIONES

Londres en esta época se convierte en el centro financiero mundial indiscutible, los comerciantes e inversionistas británicos fueron el sector de expansión mas importante y los primeros en presionar para tratar de obtener un reconocimiento diplomáticos para los nuevos Estados y al mismo tiempo una política que se les permitiera defender sus intereses y aumentar sus negocios. A pesar de todo esto, el gobierno tenía otras prioridades, pues mirando el contexto europeo, la Foreign Office, preferían la neutralidad.

A esto hay que sumarle que estos,(los británicos) no eran los únicos que tenían intereses, a estos se les suman los francés y EEUU.

Siguiendo con el tema, los británicos y el establecimiento de relaciones diplomáticas con los nuevos Estados no fue visto como asuntos bilaterales, sino más bien se consideró en términos de las relaciones entre Gran Bretaña y Latinoamérica como un todo.

“con los cuales el comercio pudiera libremente subsistir como nuestro único interés de fomentar y que lo que la gente de sur América debe igualmente desear”

En el año 1822, 26 de las más importantes casa comerciales y financieras de Londres se dirigieron hacia la Foreign Office con el objetivo de hacer presente la importancia comercial de los nuevos Estados y las inmensas perspectivas del tráfico marítimo que se estaba en este tiempo efectuando.

Lo que estos solicitaban concretamente la admisión en los puertos ingleses de todo barco procedente de los países de sur América, lo cual seria un acto de reciprocidad que adoptarían los gobiernos. Debido a esto la Foreign Office contestó de forma positiva a las peticiones, pero hay que recalcar que no hubo un reconocimiento oficial de los Estados pero si se aprueba la entrada a los puerto británicos.

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Pero dentro del contexto en que estaban viviendo los países latinos, había una seria de intranquilidad política y la falta de protección lo cual se extendía hacia la economía.

Por este entonces los mercados de América latina representaban no solo un real incentivo comercial para inversionistas londinenses, sino tb para la expansión mercantil de toda Gran Bretaña. El mismo puerto de Liverpool se encontraba por estos tiempo en pleno apogeo y además experimentaba un nuevo y profundo trafico marítimo.

La apertura formal de los nuevos mercados provocaron de hecho un fuerte movimiento de capitales hacia los países que se integraban a los circuitos influidos por los ingleses y obviamente ellos se tradujeron mayoritariamente en el aumento de las exportaciones británicas.

Los intereses privados británicos en Latinoamérica no solo beneficiaron al sector mercantil, alcanzaron tb la exportación de capital a través de los préstamos contraídos en Londres por casi todos los nuevos gobiernos y las inversiones en el sector primario. Este fue el periodo denominado como “Investment-boom” o de las “bubble-mania” que comenzó especialmente a través de las provincias de la plata.

En términos de ubicacions geográfica los inversiones en la minería de la plata se concentraron en Mexico, las de oro en Brasil y las de cobre en Cuba y en Chile.

Si bien como se dijo la economía británica era mu solida, pero ocurrió un colapso financiero causado por el fuerte volumen de inversiones hacia países inestables políticamente y con mercados pobres.

En este ambiente, en 1824, fue el año de las mayores inversiones dirigidas a América Latina, Gran Bretaña otorgo finalmente el reconocimiento político a alguno de los países mas importantes y nominó a cónsules en las principales ciudades y puerto de área.

Dentro de este ámbito la Foreign Office le solicitó a los cónsules apostados en ellos indicaciones expresas acerca de los problemas económicos existentes y de las futuras posibilidades para los intereses británicos. Como la minería seguía siendo la prioridad para los intereses, en 1830 se pidió un informe del área de minera nación por nación. Para asi de este modo ver cual podían ser los mejores yacimientos.

A pesar de los expuesto arriba Cavieres hace referencia a que la integración pudo ser mas lenta por parte británica, pero en ningún caso ininterrumpida y que Gb siempre jugo el principal papel entre los países del extranjero participantes de la formación de las nuevas economías. Pero al mismo tiempo destaca que fue un proceso que en verdad se dio a comienzos de la independencia.

Junto con los intereses económicos en América Latina, apareció paulatinamente una cierta presencia oficial británica con el fin de defender los intereses propios en la región. Es asi como la Forign Office fue asumiendo una política mucho mas agresiva que a comienzo, solo por el hecho de defender que ellos habían comenzado primero esta carrera en el continente.

De acuerdo a esta situación que es Cavieres presenta, que existieron dos posturas referente a este cambio y defensa que comenzó a adoptar la Foreing Office, por un lado Gallagher Y Robinson, establece que la Foreing Office había sostenido una política deliberada de intervención oficial para imponer y asegurar la expansión del comercio británico en ultramar y las inversiones en el extranjero.

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Por otro lado D.C.C Platt sostenía que Inglaterra nunca tuvo un claro interés político en América Latina y muy por el contrario, uno de los más evidentes propósitos de su diplomacia fue el evitar cualquier tipo de intromisión en asuntos externos.

Pero respecto a esto Cavieres establece, que los contactos oficiales británicos con los países de América Latina siempre fueron lentos pero en todo caso cubrieron un amplio abanico geográfico, en todo el continente, afirmando que a mediados del siglo XIX existía presencia establecida británica en todos los países.

Pero tb dice que el propósito inicial británico fue salvaguardar derechos muy precisos para los ciudadanos británicos en los países, derechos entre los cuales podemos mencionar tolerancia religiosa, libertad de comercio en los mismos términos que los comerciantes locales y las garantías emanadas del trato a la “nación más favorecida” , principio contrario a la discriminación a favor de un tercero.

Comienzo y desarrollo de las conexiones políticas y económicas en Chile.

En el contexto latinoamericano, Chile no tiene una posición de privilegio en las relaciones con Gran Bretaña, no recibe ningún trato especial, y tuvo varios acuerdos tardíos que con otros países.

El nombramiento de representantes permanentes en Chile sólo fue en 1823, pero su reconocimiento formal debía esperar hasta 1830.

Las relaciones anglo-chilenas se centraban en problemas domésticos y reclamos con el transporte marítimo. Los intereses económicos privados fueron mucho más fuertes que los públicos. A pesar de las restricciones del mercado chileno y las no condiciones para una rápida expansión del comercio. Pero hubo situaciones fundamentales para incentivar las inversiones:

- Posición geográfica de Valpo un punto estratégico en el trafico marítimo del océano Pacífico.- Los recursos mineros de Chile (plata y cobre) será un gran foco de atracción para los intereses

británicos.

Es con esto que para 1820, cuatro o cinco importantes casa de comercio ya establecidas en Chile. Firmas como Brttain Waddington, Huth Gruning o Gibbs y Cía. Que llegaron a controlar un sector importante del mercado de importación y exportación del país. Cuando llegaron debieron sortear diversas dificultades debido a la inestabilidad política. El gobierno chileno actuaba bajo sus propios impulsos, ante esto ingleses se dieron cuanta de que había que reconocer lo más rápido posible y había que imponerse con apoyo marítimo, para defender el libre comercio y proteger los intereses británicos.

Un informe completo acerca de la descripción de lo que estaba sucediendo en Chile y sus posibilidades de comerciar fue enviado el 17 de marzo de 1825, por Christopher R. Nugent, el primer cónsul general Británico en Chile. Los problemas que debió enfrentar, fue sobre los nuevos impuestos sobre el comercio y el contrabando. A pesar de no ser la mejor década del comercio, éste se mantenía en buen pie y con buenos augurios de mejora, ya que las condiciones políticas comienzan a normalizarse.

Nuget, enfatiza las buenas condiciones económicas del sur, y las tres explotaciones del Norte, oro, plata y cobre, el 75% del cobre estaba siendo exportado a Calcuta, con barcos ingleses. Los británicos y la india británica estaban supliendo las necesidades del norte de Chile.

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Para 1825-6, 4 de las 26 compañías británicas para América latina estaban en Chile, que serían: Anglo Chilean, Chilean, United Chilean y Chilean and Peruvian association. A pesar de que todas fracasaron dejaron una base para las próximas empresas, a pesar de esto los británicos hablaban de Chile como un buen país para las inversiones.

Uno de los directores de la compañía de Chilean y Peruvian Mining Company decía que los métodos que aquí se practicaban para fundir los minerales eran primitivos, imperfectos e improductivos, teniendo como primera necesidad el perfeccionamiento.

El conocido préstamo de 1822 no satisface las expectativas de las inversiones londinenses, no fue cancelado a tiempo y se tuvo que esperar hasta 1850.

Para el plano diplomático hacia 1832, comienza la negociación del tratado de amistad, comercio y navegación para con Chile, pero en 1844 fue aceptado pero debido a una serie de objeciones por el gobierno británico este tratado no fue ratificado. El tratado que si fue ratificado fue el del 19 de enero de 1839, el de la abolición del trafico de esclavos. El 11 de agosto de 1842 Gran Bretaña anuncia el derecho de Chile a comerciar con cualquier posesión británica mientras que los súbditos ingleses pudieran seguir gozando de las actividades en chile.

La convención para la supresión recíproca de impuestos diferenciales fue firmada el 10 de mayo de 1852, se comienzan a ver las facilidades de comerciar, pero entró en práctica en 1854. En los años previos se presentaron problemas de jurisdicción marítima, pero el gobierno chileno lo consideraba como lógica debido a la falta de status jurídico formal anglo-chileno.

Diego Portales le llama la atención al cónsul de Inglaterra en Chile para realizar un tratado que evite dudas y dificultades y proteger el comercio británico. El tratado de 1854 vino a legalizar los procedimientos civiles y comerciales favoreciendo a los residentes británicos “libertad de comercio, completa y perfecta protección para los ciudadanos de ambas partes en los territorios del otro, excepción del servicio militar obligatorio, libertad de religión y el derecho para establecer cementerios y realizar sus funerales de acuerdo a las respectivas creencias”.

Durante la guerra contra la Confederación Perú-boliviana y la guerra con España, Inglaterra mostró su neutralidad si actuó fue debido a la presión que los residentes británicos en Chile ejercían.

Otra cosa sucedió en la guerra contra España en 1865, ya que una vez visto que España bombardearía la bahía de Valparaíso los habitantes ingleses en este puerto pidieron a la Foreing Office que actuará en favor de Valparaíso con una intervención de la escuadra naval británica en el pacifico. Se buscaba un rápido reparo a lo que había sucedido debido a los intereses fundados. Pero aun así se mantuvo la neutralidad.

Aun así la actividad británica privada y su presencia financiera en la economía chilena creció de manera ininterrumpida.

Evolución y caracteres de las conexiones económicas.

Las actividades financieras y comerciales fueron evolucionando de manera significativa, a pesar de diversas crisis de Europa. Podemos establecer un proceso de la integración de la economía latinoamericana en Gran Bretaña en dos momentos:

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1.- Presencia Británica fundamentalmente comercial desde 1820 a 1850.

2.- Madurez financiera desde 1850 a 1879, donde termina el estudio de esto.

Las exportaciones e importaciones evolucionaron en forma diferente a través del tiempo; por una parte el crecimiento de las exportaciones fue disminuyendo en intensidad y comparando el significado porcentual de América Latina, si vio esta contracción en 1840. Las importaciones que venían de América Latina tuvieron una tendencia positiva durante estos años, y reinvirtieron el balance que antes era mejor para GB.

El capital británico y las casas comerciales cubrían todo tipo de transacciones y también controlaban parte importante del crédito disponible e incluso en la mayoría de las ciudades mayores agregaron funciones bancarias.

Vemos como con el no cumplimiento del crédito que se le hizo a los países de América, Brasil, México y Colombia fueron los países más endeudados para con GB.

El sector minero también fue un beneficiado por la atracción del capital británico. Una gran inversión se hizo sobre el sector, hubo más de 20 compañías que apostaron por este sector económico. Hacia 1840 el capital invertido aumentó en un 81.37% respecto a 1824-5.

El crecimiento del comercio entre Europa y Norteamérica permitió la maduración de los mercados locales y la modernización de importantes sectores económicos, especialmente de aquellos conectados con las actividades importadoras-exportadoras.

Perú se afianza en la economía con la exportación del guano. Después de 1850 Chile alcanza el primer lugar de los productores mundiales de cobre. Cuba modernizó la producción de caña de azúcar. Al igual que Argentina y Uruguay reorientan sus productos con las exportaciones de cuero, sebo, lana carne y granos.

A su vez Gran Bretaña seguía al frente de la expansión industrial y comercial. Hacia 1849 el liberalismo y las innovaciones habían alcanzado a Francia y Alemania junto con Inglaterra, junto con esto y con la suma de Bélgica y Holanda decidieron abolir restricciones del tráfico marítimo al igual que impuestos en navíos extranjeros.

Hacia 1871 Alemania lograba su unificación, estaba al mismo tiempo entrando de lleno al proceso de expansión industrial. Francia tras la llamada monarquía de Julio, también comienza con su expansión económica, con la eficacia del comercio al detalle y el uso de bienes y materias primas.

Estos países tenían el control del tráfico mundial, Inglaterra mantenía el 25%, seguido por Francia, seguido por Estados Unidos, sus economías se beneficiaron de un continuo crecimiento factor de primera importancia en el valor agregado en el comercio externo (suma de importaciones y exportaciones).

Estados Unidos también experimento un crecimiento económico durante el siglo XIX. Estos adelantaron a los británicos en maquinaria y técnicas textiles y la manufactura de lanas. De 1840 a 1870 creció de U.S $ 222 a 829 millones. No obstante su deuda con Inglaterra era bastante alta, debido a las crecidas inversiones de proyectos ferroviarios.

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La influencia de Inglaterra fue la más importante de América Latina para el siglo XIX. Los profundos cambios de las comunicaciones facilitaron el crecimiento entre Inglaterra y América. Antes lo que demoraba cuarenta días ahora sólo se hacía en 9, con el incremento de los buques a vapor.

En 1848 el vapor correo real británico tay, transporto mercadería por el istmo de Panamá, el tiempo de pasar entre el Atlántico y el Pacífico fue de dos días, este hecho prometía grandes posibilidades de comercio con Chile y Perú, son nuevas rutas hacia el pacífico.

Desde mediados de siglo las comunicaciones beneficiaron también el transporte terrestre latinoamericano, con el incremento interno del comercio, y el crecimiento de las economías conectadas a las exportaciones el mejoramiento de las comunicaciones llegó a ser una necesidad previa para cualquier tipo de modernización.

El ferrocarril permitió desarrollar e integrar a parte importante de los mayores centros productivos al comercio externo de modo tal que aquellos que no recibieron este beneficio permanecieron con fuertes obstáculos para modernizar sus actividades económicas.

Durante la segunda mitad del siglo XIX la minería siguió siendo el otro sector más importante en los intereses de los inversores británicos.

Hacia 1865, la inversión británica total en Latinoamérica era de 80.9 millones de libras esterlinas, de las cuales 61.78 eran prestamos a gobiernos, Perú, Brasil y México fueron los que mayores prestamos pidieron.

En chile en términos de inversiones de ferrocarriles el estado chileno financió la mayor parte de las líneas más importantes, sin embargo los tres prestamos pedidos en Londres (1858,1870 y 1873) fueron para terminar las líneas ferroviarias. Valpo-Santiago, Santiago-Curicó, Chillán-Talcahuano y Curicó-Angol. Es decir fue un capital indirecto de los británicos.

Chile mantuvo durando mucho tiempo una alta reputación en los círculos financieros londinenses, razón de esto fue el pronto pago del préstamo de 1858.

En los inicios de la década de 1870, comienza la gran depresión teniendo serios efectos sobre la economía chilena. Entre 1873 y 1878, Chile debe hacer frente a la peor crisis del siglo. Contratando un nuevo préstamo de 1.330.000 libras esterlinas, por medio del Oriental Bank de Londres. Se veía a Chile como uno de los más ordenados.

Barros Luco ministro de hacienda decía que a pesar de al crisis presente internacionalmente Chile ha sido uno de los pocos países que ha sido capaz de mantener sus actividades e ingresos en un buen pie y su crédito a nivel normal.

En la década de 1840 en América latina habían nacido tres diferentes grupos de países exportadores:

- Economías dependientes de cultivos de zona templada; Argentina y Uruguay.- Agricultura de plantación; Brasil, Colombia, Ecuador y Centroamérica.- Economías ligadas a la minería; México, Perú, Chile y Bolivia.

DESARROLLO Y CARÁCTER DEL COMERCIO ANGLO-CHILENO. 1820-1879

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La Etapa inicial 1820-50.

En 1825 Hernán Allen representante norteamericano en Chile, dice que los mercados chilenos estaban saturados de mercaderías británicas. La producción local de metales preciosos estaba orientada casi exclusivamente al comercio británico. Chile necesita mercados externos para su producción y para obtener los productos que hasta entonces les eran provistos a través de España.

Un interés reciproco unió a Chile con Gran Bretaña, esta podía vender parte de la producción de su acelerado crecimiento industrial y obtener en cambio las materias primas que necesitaba para dicho sector. Chile representaba un amplio mercado externo para su producción minera mientras que el aumento del comercio a través de su principal puerto, Valparaíso, sea para el consumo local o para la re-exportación, daba al gobierno su más importante fuente de ingreso, los impuestos aduaneros.

Cualquier proyecto económico en chile, debía centrarse necesariamente en el sector importador-exportador y en la producción minera. Valparaíso debía asumir el rol de primer centro intermediario.

Debido al rápido crecimiento del comercio chileno como sector intermedio del tráfico británico en las costas del sud-pacifico, el valor de las exportaciones británicas a Chile fue considerable mayor que en las importaciones desde Chile. Que a su vez incluían mercaderías de otros países.

En general, el análisis de las importaciones británicas desde Chile (o de otros países de América Latina) debe enfrentar dos problemas ya indicados; en primer lugar, sus valores se calculaban de acuerdo al puerto de salida del producto y no a partir del país de origen o productor, segundo los valores “oficiales” asignados por la oficina de Aduana londinense no eran actualizados. De hechos los valores se mantuvieron a través de los años al nivel de aquellos del siglo XVIII (de hecho, desde 1680) y no hubo modificación hasta los años 1850. Con el fin de evitar pagos de impuestos, el valor “real” de las mercaderías declarado por los comerciantes fue siempre más bajo que aquellos verdaderamente reales.

Entre 1820-50 los artículos más notables de las importaciones británicas desde chile fueron el cobre, salitre, lanas, cuero, y guano. Este hecho refleja tanto las características de la economía chilena como aquellas de Perú y Bolivia. Estas tres economías actuaron virtualmente como una sola gran área económica para los intereses y el comercio de Gran Bretaña y de ello Valparaíso resulto uno de los más importantes terminales en el comercio ingles a través de las costas del pacifico sur. Valparaíso concentro el movimiento de las exportaciones chilenas y de los productores mineros del desierto de atacama y del interior del Perú y Bolivia.

El cobre y el salitre merecen una mayor atención, el primero fue básico para la economía Chilena. Cargamentos importantes de estos minerales fueron embarcados rumbo a las indias británicas a comienzos de la década de 1820 y a partir de entonces pasaron a constituir grueso de las exportaciones chilenas. Desde 1840 la importancia del cobre, para esta economía era incuestionable.

El salitre debe ser también mencionado por su posterior importancia al termino de la guerra del pacifico, cuando vino a ocupar el lugar del cobre como primera fuente de los ingresos del fisco chileno.

En 1835, solo gran Bretaña consumía alrededor de 60% del total de las importaciones europeas y después de 1839, cuando el salitre ya había ganado un reconocido lugar en el comercio internacional, algunas firmas alemanas establecieron sus propias vías de explotación y comercialización con Perú.

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A fin de aumentar el tráfico marítimo de Valparaíso, en 1824 las autoridades iniciaron un proyecto de construcción de almacenes fiscales en ese puerto: por el pago de 3% sobre el valor total de mercaderías, una ley de ese año permitía a los chilenos y extranjeros el depósito de ellas en esos almacenes hasta su venta o redistribución hacia otros puertos. Con esto el puerto inicio un rápido despliegue que le puso bastante pronto como el más importante “entrepot” de las costas del pacifico sur.

Entre las exportaciones británicas a Valparaíso, los ítems mas importantes fueron las manufacturas y ropa de algodón, lana, lino, y seda. En conjunto representaban entre el 90 y 95% de todas las exportaciones británicas (sobre el 95% en el periodo de 1830-45. En 1850, solo los valores de exportaciones de algodón fueron mayores en veinte y cinco veces que las correspondientes a 1820.

En 1837, un informe consular francés desde Valparaíso señalaba que en conjunto el comercio externo de ese puerto ascendía a cerca de 8 millones de pesos chilenos y que el consumo local del país podía ser estimado entre los 2.8 millones. En otras palabras, si la afirmación era correcta, el valor real de las importaciones que permanecían en los mercados chilenos no podía totalizar más allá de un 35% del total recibido. Aun en esta situación el balance comercial entre Chile e Inglaterra favorecía a esta última.

El significado porcentual de las manufacturas de algodón exportadas a chile comenzó a decaer, de cerca del 90% en el 1835, a solo el 75% en 1850. Mientras tanto los otros ítems se diversificaron: las ropas, utensilios y herramientas, maquinarias, manufacturas de acero, armas y pólvora, etc., llegaron a ser más importantes en la composición del total.

En cambio, en los últimos años siguientes las exportaciones de oro y plata no contabilizadas como comercio propiamente tal fueron acrecentándose. Solo en los años 1830-33 el valor de los pagos y envíos de estos metales por comerciantes británicos en Chile a Inglaterra ascendió a £ 138.522. Inglaterra se beneficiaba también con el mayor porcentaje de la producción de metales preciosos orientada hacia el exterior.

Durante la época, Coquimbo era un pequeño puerto minero sin conexión directa al comercio internacional, pero particularmente en forma dinámica del cabotaje local que de acuerdo a la legislación aduanera estaba reservado a los barcos de la bandera nacional, importancia para las actividades mineras de la región, 1830 había atraído a un número importante de comerciantes extranjeros y algunas de las más importantes casas comerciales habían abierto sucursales o establecido representaciones allí.

La mayor parte de las mercaderías británicas era transportada en barcos de bandera chilena.

En el caso de los estados unidos, veinticuatro de los noventa barcos registrados al entrar al puerto entre 1830 y 1833 eran barcos balleneros y en consecuencia sin ninguna actividad comercial de la importancia. La diferencia entre los valores de sus cargamentos a la llegada y salida del puerto pueden explicarse debido a las cantidades de cobre que los americanos embarcaban allí. En todo caso parte importante de dicho cobre terminaba igualmente en Inglaterra (lo cual sucedía también con cargamentos similares de algunos barcos).

No todos los barcos con bandera chilena eran en realidad barcos de propietarios chilenos. A pesar de que basta entonces el cabotaje había sido reservado a la marina mercante nacional.

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En 1832, el cónsul británico en concepción señalaba que cerca de la mitad del número de barcos aparentemente “chilenos” que entraban al puerto de Talcahuano pertenecían a navieros británicos y que durante los últimos años se suponía que no menos de un tercio del total de barcos chilenos y peruanos, como sus respectivos cargamentos debían ser considerados como actividad y comercio británico.

Desde concepción no había exportación directa a Inglaterra y la mayor parte de los cargamentos eran enviados a Valparaíso, Coquimbo o lima.

En términos de números de barcos y tonelajes en el puerto de Talcahuano los norteamericanos ocupaban el segundo lugar después de chile. Pero como ocurría también con los barcos franceses, la mayoría de ellos eran balleneros que no transportaban mercaderías.

Valparaíso controlaba, a mucha distancia de los otros puertos, la porción mayor de sector importador-explorador nacional.

Los barcos de bandera peruana, de relativa importancia a comienzos de la década de 1830, prácticamente desaparecieron a fines de la misma década debido a las consecuencias de la guerra contra la confederación.El aumento en el número de barcos procedentes desde otros países latinos americanos se debió particularmente a la intensificación de las relaciones comerciales entre Chile y México.

Estados Unidos aparece ocupando el lugar más importante entre los paisajes extranjeros participantes del movimiento marítimo de Valparaíso. Dos factores exageraban su presencia real, la mayoría de los barcos americanos movilizándose en el pacifico eran balleneros y recalaban en los puertos chilenos solo para abastecerse de agua y provisiones.

Las importaciones de productos norteamericanos no sobrepasan el 9.16%

LOS TERMINOS DEL INTERCAMBIO A MEDIADOS DEL SIGLO

El crecimiento del comercio y la cada vez mayor inserción de la economía chilena en e mercado mundial liberado por Gran Bretaña alrededor de los años 1850 se vio favorecido por varios factores. El desarrollo de las comunidades y una nueva expansión de la propia economía británica aumentaron los volúmenes del intercambio comercial anglo-latinoamericano y Chile estuvo en muy buenas condiciones para participar de estas nuevas posibilidades y para ser capaz de usar de las oportunidades ofrecidas por los mercados extremos especialmente en el caso de Inglaterra.

Una política oficial de corte pragmático guió la economía del país a través de una mezcla de proteccionismo y liberalismo que trató de combinar la protección de ciertas actividades con la maximización de los ingresos provenientes de los impuestos aduaneros. Algunos mejoramientos en la infraestructura (particularmente en las comunicaciones) y su modernización fueron claramente una realidad visible.

Transformaciones en la producción y en el transporte atingente, el primer ferrocarril en sud-América fue de Copiapó con el puerto de caldera. Al mismo tiempo inversiones en la que se apreciaron especialmente en la construcción de mayores y más eficientes funciones de cobre.

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L agricultura también tuvo su propio desarrollo debido a las fluctuaciones de los precios internacionales para el trigo y la harina y, posteriormente por la incorporación al mercado internacional de nuevos y más eficientes centros productivos en Argentina, Australia y Estados Unidos.

El gasto fiscal en obras públicas e infraestructura (particularmente en ferrocarriles) era más y más significativo.

La estabilidad institucional que favoreció el crecimiento del comercio externo. Esto no fue caso único y exclusivo en Latinoamérica, pero indudablemente ayudo a acrecentar el rol de Valparaíso como el mayor entrepot del área pacifico sur. Las actividades portuarias y sus más modernas comunicaciones con los centros productivos posibilitaron el logro de resultados altamente satisfactorios en la ampliación de los mercados internos.

Estados unidos aparecía como el más duro competidor para Inglaterra en la disputa por el dominio de los mercados latinoamericanos, pero en verdad no estaba en la mejor situación para superarte. Hasta el momento de la Guerra Civil y nuevamente después de ese periodo, el comercio entre Estados Unidos y chile, tanto importaciones como exportaciones, mostraba un crecimiento positivo y durante la década 1848-1858 doblo los valores tradicionalmente alcanzados. Hubo un exceso de importaciones sobre exportaciones y parcialmente por efectos de ello su “tasa de cambio fue a menudo desfavorable obligando periódicamente a comprar valores de pago vía Londres a fin de evitar pagos mayores de interés”

Francia fue también importante en el comercio externo chileno. Sus exportaciones a América Latina consistieron fundamentalmente de artículos de lujo, de sedas y similares. El valor total de las exportaciones francesas a Chile durante el quinquenio 1852-1856 ascendió a casi tres veces el valor de las importaciones desde Chile que solo alcanzaron un valor de 4.852.040 pesos

Con respecto al comercio con los estados alemanes que venían experimentando un lento pero sostenido aumento de las relaciones comerciales con los mercados latinoamericanos.

A mediados de siglo y más específicamente en 1856 las importaciones chilenas de productos alemanes representaban el 9,5% del valor total de las importaciones.

LA ETAPA DE CONSOLIDACION 1851-1879

Si la composición de las importaciones británicas desde Chile correspondientes al periodo 1851-1880 se compra con aquellas de 1821-1850, la conclusión primera es relativa a la confirmación de la orientación de la economía chilena como una economía minera. Llego a representar, en el quinquenio q861-1865, el 78% del total de los productos chilenos en el mercado británico y por ende continuo siendo la base del comercio entre ambos países.

El principal distrito de producción argentífera estuvo localizado preferentemente en el área alrededor de Copiapó, y caldera fue puerto principal de salida para las exportaciones. Los yacimientos más importantes fueron los de tres puntas y Chañarcillo y, precisamente la baja de la producción de esos minerales a partir de 1865.

En este periodo una de las situaciones más importantes se produjeron fue el agotamiento de los depósitos de Chañarcillo y excepto por los descubrimientos de lomas bayas en el distrito de caldera en

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1860 y de la florida, cerca de Chañaral en 1874, no hubo otro yacimiento de cierta importancia que entraran en producción.

La agricultura, como es bien sabido igualmente contribuyó a la economía de exportación del periodo a través de la apertura del mercado inglés para la cereales (maíz, trigo, harina, cebada). La agricultura chilena en los comienzos de la década de 1850, el sector nuevamente pudo crecer con las nuevas.

Los ítems agrícolas pasaron a constituir entonces cerca del 20% de todos las exportaciones chilenas a Gran Bretaña, entre 1865-80.Entre otros productos del sector agropecuario destacaron la lana y cueros, pero ellos no gozaron de gran importancia en términos de sus volúmenes y valores si se les compra con los productos cerealisticos.

Otras importaciones británicas desde chile correspondían a ítems no producidos en chile sino re-embarcados en Valparaíso. El salitre, la lana de alpaca, la corteza de tintura peruana, el algodón no elaborado y el agua no tuvieron cierta significación hasta comienzos de los años 1870 cuando el mayor desarrollo de la navegación a vapor produjo nuevas facilidades para permitir el comercio directo de naciones europeas con los principales puertos de sub-América.

Con respecto a las exportaciones británicas a Chile, el valor de estas alcanzaron su nivel máximo en 1873, el año que al mismo tiempo veía los comienzos de la peor crisis economía experimentada por chile hasta ese momento

En la década 1851-1860 no hubo fluctuaciones importantes y en general tanto los precios como los volúmenes exportados mantuvieron una tendencia bastante regular, tendencia que solo se quebró la final de la década cuando la crisis económica chilena. Como resultado, el año 1861 fue absolutamente irregular y atípico de acuerdo con las estadísticas británicas oficiales, mientras que las exportaciones de manufacturas de algodón a Chile cayeron en cerca de un 80% con respecto al nivel del año anterior, sus precios subieron en alrededor de un 316%.

El periodo de 1864 a 1873, los años de la mayor expansión económica chilena, observo una tendencia enteramente opuesta: mientras que los precios decrecieron continuamente, el volumen de mercadería aumentaba notablemente llegando a doblar el nivel de 1860, año en que debido a las condiciones del mercado en chile se había producido una saturación de todo tipo de productos extranjeros. Se debe apreciar además que estos mismos años fueron el mejor periodo para el cobre chileno tanto en el nivel de exportaciones como lo respectivo a precios.

Las características del tercer periodo de 1873 a 1880 fueron la consecuencia inmediata de como afecto la crisis de 1873 a la economía chilena, pero también refleja lo que estaba sucediendo con el comercio de la manufacturas de algodón británico, en ese momento seriamente afectado por una nueva baja en los precios internacionales y por la ya muy seria competencia de la emergente industria alemana.

En general, los mismos rasgos generales puede observarse al analizar el comportamiento de otras importantes exportaciones británicas a Chile. Manufacturas de acero la mayor expansión entre todas las exportaciones británicas entre los años 1856 y 1875, manufacturas en el periodo en que Chile comenzaba a experimentar una interesante etapa inicial de industrialización, si se agrega las herramientas y utensilios menores que también ocupaban una alta posición en la composición del comercio británico durante la segunda mitad del siglo.

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Exportaciones del carbón británico fueron igualmente importantes, desde la década de 1850, la construcción y expansión de ferrocarriles, el desarrollo de las fundiciones de cobre y posteriormente, los avances en la navegación a vapor. El carbón chileno alcanzo una solida posición y después de esos años logra finalmente el primer lugar en el consumo local.

El resto de las exportaciones británicas a Chile incluyeron trajes y vestimentas, vajillas, algunas maquinas a vapor y equipos y cables para telégrafos en los años 1870, armas y pólvora. Chile fue una economía favorecida debido a la excelente posición del cobre en el mercado británico durante la mayor parte del periodo.

NAVIOS Y COMERCIO MARITIMO EN CHILE, 1850-1880

Las relaciones económicas anglo-chilenas fueron la minería y particularmente el cobre. El tráfico marítimo británico no solo se intensifico respecto a la primera mitad del siglo sino que además domino abierta y largamente a toda la posible competencia de otros países.

Coquimbo fue uno de los puertos principales del norte y quizás el más significativo en la presencia británica en el país. El crecimiento del número de navíos británicos que entraban y salían de Coquimbo fue ininterrumpido hasta comienzos de la década de 1870, Gran Bretaña monopolizaba casi la totalidad del comercio directo en la provincia de Coquimbo, incluyendo el carbón, acero, ladrillos y maquinarias para ferrocarriles y para las plantas de fundición, y ello le obligaba al aumentó de su capacidad y tiempo de transporte.

Otro punto de importante minería fue Copiapó y su puerto du Caldera al cual le seguía Chañaral debido a la cercanía de importantes yacimientos de cobre, importaciones británicas fundamentales era el carbón, acero y maquinaria para la construcción de ferrocarriles y establecimientos de fundición.

En el extremo sur, podemos encontrar puertos como los de Constitución, Tome y Talcahuano solo el último era considerado como puerto mayor. Durante la segunda mitad del siglo experimento un real crecimiento debido principalmente a la expansión de la agricultura regional y de la producción carbonífera. Los intereses británicos en esas dos principales producciones locales tuvo diferentes motivos, por la agricultura Inglaterra era uno de los mayores productores de granos y una parte importante se traslado a Talcahuano, la producción del carbón no estuvo referida precisamente a los intereses del mercado británico sino al consumo local.

Valparaíso fue quien más atrajo la atención de los británicos e el país. La ciudad mantenía su primera posición como puerto mayor y a ello agrego el hecho de convertirse en el cetro financiero más importante de una vasta región.

CAPITULO III

LA FORMACION Y CRECIMIENTO DE UN MERCADO MODERNO: COMERCIO Y FINANZAS EN VALPARAISO.

Comienzos de la vida independiente de chile, las actividades mercantiles seguían funcionando casi al mismo nivel que habían tenido desde las últimas décadas. La inexistencia de un sistema bancario, la ausencia de inversiones productivas, el desconocimiento de técnicas de comercio moderno y prácticamente la ausencia

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de instrumentos de crédito, eran las principales realidades económicas de la época. Algunos comerciantes españoles o criollos fueron exitosos en sus actividades. La expansión del sector importador-exportador, el crecimiento económico que el país experimenta a partir de 1840, procesos de incorporación de Chile en la economía nor-atlantica

Presencia fuerte de británicos y extranjeros en Chile, factores que influyen son una política económica pragmática oficial, la apertura del mercado local, al temprano establecimiento de casas mercantiles foráneas, cambio de actitudes en un sector importante de comerciantes y empresarios chilenos. Ilustrado en el caso de Valparaíso, cuyo crecimiento urbano. Comercial y financiero refleja el dinamismo y las debilidades de la economía chilena del siglo XIX.

GOBIERNO CHILENO Y COMERCIO EXTERNO.

Comerciantes deseaban poder extender sus negocios mas allá de las restricciones, impuestas a través del sistema colonial.

Ley de 1811, cuatro puertos quedaron abiertos al comercio exterior: Valparaíso, Talcahuano, Valdivia y Coquimbo.

En 1822, el gobierno de O’Higgins aprobó una nueva ley para reformar la legislación vigente (1813), Valparaíso se catalogo como puerto “principal” del país, mientras que Coquimbo, Talcahuano, Chiloé, recibieron el status de puertos mayores. Los barcos extranjeros podían comerciar con y entre esos puertos. Los restantes, puertos “menores” quedaron reservados para el movimiento exclusivo de la marina mercante nacional, la ley fue compleja y se hizo prácticamente inaplicable. 1823 un nuevo decreto la deroga, entra a revivir la Ley de 1813.

1824 gobierno promulga una ley a favor de los extranjeros que quisieran radicarse en Chile y establecer algún tipo de industria utilizando mano de obra y materias primas local o desarrollar actividades de la agricultura. El gobierno les ofrecía garantías especiales, tierra y protección oficial. La segunda ley primer plan concreto para el establecimiento de almacenes fiscales portuarios en Valparaíso, propósito de impulsar el tráfico marítimo allí. Con un pago general de un 3% sobre el valor total de las mercaderías, la ley permitía a los chilenos y extranjeros depositar sus mercaderías en los almacenes hasta que aquellas pudieran ser vendidas o redistribuidas en otras plazas. La medida fue el primer paso hacia el establecimiento definitivo de los almacenes fiscales de Valparaíso de los años 1830, factor importante en otorgar a ese puerto una posición de privilegio en las costas del Pacifico Sur.

1831-1841 el gobierno de Joaquín Prieto, promulgo leyes proteccionistas. Chile veía proceso de rápido crecimiento económico, aumento el comercio, la expansión de la minería descubrimiento de los depósitos de plata de Chañarcillo en 1832, se dictaron cuatro leyes tendientes a mejorar la producción del país y su marina mercante:

a) la apertura de pequeñas bahías cercanas a Valparaíso y Talcahuano con el propósito exclusivo de desembarcar productos mineros chilenos libre de impuestos de aduana

b) diez años de exención de impuestos de exportación para los productos de cáñamo y lino de cultivo chileno y establecimiento de premios a quienes pudieran construir cualquier tipo de maquinaria especial para el desarrollo de esas industrias

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c) la imposición de impuestos de internación sobre el ganado proveniente desde Argentina a fin de proteger la ganadería del país.

d) Eliminación de todos los impuestos sobre la pesca realizada en barcos chilenos

1833, una nueva ley puso finalmente en completo funcionamiento los almacenes fiscales de Valparaíso y en 1834 el gobierno paso una extensa legislación de aduana estableciendo una escala de impuestos diferenciales.

Manuel Rengifo, arquitecto de la ley de 1834 considerado como el legislador económico chileno más importante del siglo XIX

Ley de aduanas de 1851 puede ser visto como el primer paso oficial hacia la adopción de una doctrina liberal. Las transformaciones económicas experimentadas por el país con la creación de nuevos medios e instituciones financieras, el aumento del merado local, de las relaciones comerciales con Europa, la influencia de doctrinas liberales y de libre comercio en el mundo europeo, fueron todos factores presentes en estas nuevas decisiones gubernamentales. La importancia d Inglaterra y su influencia económica sobre Latinoamérica. Influencia apreciable número de comerciantes británicos participantes de organizaciones sociales y económicas conectadas a las actividades mercantiles y financieras.

Nueva ley en 1865 otro hito importante, abrió el comercio local a todos los barcos, aplaudía al mismo tiempo la ampliación del cabotaje “como un nuevo paso hacia la completa libertad comercial y la abolición de cualquier tipo de privilegio”

Figuras como Zorobabel Rodríguez, popularmente conocido como el sumo sacerdote del libre comercio o Enrique Maciver, fuerte defensor del liberalismo, aceptaban una legislación proteccionista siempre que las industrias que se establecieran probaran la factibilidad del éxito.

Supuesto liberalismo de 1852-1872, los gobiernos mantuvieron en el tiempo una misma idea: la de maximizar el comercio externo con el objeto de aumentar los ingresos fiscales.

COMERCIANTES BRITANICOS Y LA FORMACION DE UN NUEVO SECTOR EMPRESIARIAL EN CHILE.

Junto con la expansión comercial y financiera británica de los tiempos de la “bubble manía” de la década de 1820, casas comerciales importantes de Londres comenzaron a establecer sucursales a lo largo de las ciudades y puertos de América Latina y por ende en Chile. Sus ideas comerciales y su acción comercial ayudo a vigorizar y a modernizar la estructura de los negocios y el comercio en general que provenía desde los tiempos coloniales.

La temprana influencia británica en chile puede ser explicada desde diversas perspectivas. De la independencia, los comerciantes criollos habrían tendido a invertir menos negocios que en actividades de prestigio económico o social tradicional: agricultura, la minería. La presencia de comerciantes extranjeros, con más amplios recursos económicos y con el respaldo directo o indirecto de poderosas compañías extranjeras, representaban una competencia y un estilo de negocios difícil de superar.

Los británicos reemplazaron rápidamente a los prominentes españoles que habían dominado el limitado mercado colonial y que ahora estaban en eclipse.

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Ciertas casas comerciales británicas y sus socios en chile, particularmente en Valparaíso y algunos de ellos chilenos, se embarcaron preferentemente en amplios negocios inter-regionales moviendo capitales y mercancías no solo dentro del país sino también a través de Perú, Bolivia y Ecuador.

En la década de 1820 y 1820, llegaron además individuos de otros países que posteriormente se transformarían asimismo en brillantes personajes del comercio y las finanzas chilenas.

A comienzo de la década de 1830, las empresas chilenas o extranjeras estaban en plena actividad de expansión. Posteriormente, hacia mediados del siglo, la mayoría del hombre de negocio más prominente del sector chileno fueron descendientes de alianzas familiares formadas en estas primeras décadas entre miembros de la elite criolla y ricos o enriquecidos comerciantes europeos y norteamericanos.

La correspondencia de 1862 de una de las casas más distinguidas británicas radica con negocios en Valparaíso, permite apreciar además la forma concreta de llevar a efecto el comercio en el país y en los mercados vecinos.

Actividades económicas de la Independencia, sin cambios algunos que en los tiempos finales de la Colonia. No había un sistema bancario, crédito ni inversiones que hacían notar un retroceso de la vida económica.

1840 proceso de modernización y gran avance económico para Chile. La apertura del mercado local a empresas foráneas, junto con el cambio de mentalidad de los mercaderes.

Gobierno chileno y comercio externo

1810 nuevas reformas para motivar el desarrollo económico. Se buscó mejorar el comercio exterior para incrementar los ingresos fiscales y, así, equilibrar el presupuesto nacional.

Decreto de Libre Comercio de 1811 Comercio con todos los países amigos de España y el desarrollo de actividades nacionales como agricultura e industria. Los extranjeros fueron excluidos del comercio interno (para proteger a los locales), restringiendo sus operaciones comerciales a los límites geográficos de los puertos y les permitía actuar solo como mayoristas.

1814 – 1817 medidas nacionales anuladas debido a la Reconquista española. Sin embargo, ya se tenía conciencia de que las políticas tarifarias como medio más importante para obtener ingresos o “recursos fiscales”.

O’Higgins reabre los puertos al comercio internacional. Redujo los impuestos aduaneros sobre mercadería asignada a empresarios chilenos. En 1824 ya estaba establecido el mundo portuario con Valparaíso como puerto principal (1822), se estaba incentivando a los beneficios para las industrias y, paulatinamente, el comercio chileno estaba comenzando a prosperar.

1831 – 1841 Jose Joaquín Prieto apertura de pequeñas bahías para el depósito de minerales chilenos (vale mencionar el descubrimiento de Chañarcillo en 1832 como gran descubrimiento de riqeuzas), motivaciones para el desarrollo de maquinaria e industrias, impuestos sobre el ganado proveniente de Argentina para proteger el producto nacional, eliminación de impuesto de la pesca chilena. Estas reformas presentaron un gran avance en la legislación chilena y economía como tal (medidas Proteccionistas).

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Los gobiernos mantuvieron la idea de maximizar el comercio externo con el fin de aumentar los ingresos fiscales. Hasta 1950 aproximadamente.

La política aduanera se centró en estimular el sector importador-exportador, desarrollado por los mismos comerciantes y financieros.

Comerciantes británicos y la formación de un nuevo sector empresarial en Chile

A partir de 1820, las casas comerciales inglesas de Londres comenzaron a expandirse por toda America Latina. Esto también trajo la radicación de comerciantes ingleses dispuestos a instalarse, modernizando el sistema económico. La competencia nace cuando estos comerciantes extranjeros entran al sistema local con más capital, creando una lucha frente a los comerciantes locales que, con poco conocimiento e importancia, no invierten lo suficiente para un desarrollo prospero del comercio (debido también a las pocas riquezas en algunos modos). Los ingleses reemplazaron rápidamente a los españoles. Ya en 1830, las casas extranjeras y sus asociados chilenos estaban en plena expansión. Una de las más importantes e influyentes fueron las oficinas de consignación de productos nacionales. Posteriormente, estas firmas comenzaron a controlar el movimiento portuario de carga y descarga tanto como la distribución de mercaderías fuera del país.

En 1830 mayor porcentaje de tráfico hecho por 4 firmas: Gibbs y Cía., Patrickson y Cía., Alsop y Cía., y Bertheaume y Cía.

Las firmas extranjeras como las inglesas y norteamericanas imperaban en el rubro comercial en Chile. Por el contrario, las empresas chilenas eran desconocidas en su análisis, no existía variada información, lo que nos da para interpretar una fuerte presencia y monopolio por parte de las empresas extranjeras en todo el comercio chileno. Estas empresas internacionales se formaban bajo la forma legal de una compañía colectiva, pero su práctica era la de actuar como casas de comisión.

La acción de las casas más poderosas y su alta rentabilidad permitieron un alto grado de movimiento de capitales en y desde Valparaíso. En tanto, el mercado seguía ampliándose y nacían nuevas necesidades de inversiones.

Estas grandes firmas no solo especularon en el sector del comercio mayorista, sino que también se expandieron bajo la rama comercial de la productividad, especialmente en la minería. Este medio fue el más efectivo para controlar el comercio importador-exportador chileno. De tal modo, su presencia seguía contribuyendo a la modernización del país.

Modernización en la economía: Instrumentos de cambios e instituciones

A menudo que las actividades económicas y financieras se iban haciendo cada vez más complicadas, se requería de nuevas legislaciones económicas y nuevos instrumentos para satisfacerlas.

La mayoría de la población chilena era pobre y rural, lo que creaba una no participación de los medios monetarios de la economía. Sin embargo, el proceso de modernización económica fue inhibido por un factor considerable: la falta de “moneda pequeña”, debido a la continua exportación de metales preciosos. Los comerciantes de Santiago y bodegueros usaban sus propias fichas de cobre para compensar la falta de moneda divisoria. El sistema era ineficaz. En Valparaíso se usaban billetes o vales para compensar la falta

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de moneda valórica. El sistema monetario seguía siendo débil y seguía viviendo en la época colonial. De este modo, el gobierno tenía aprobado el circulante de una moneda informal que era remitida por algunas casas comerciales.

1832 Primera Ley monetaria no resolvió el problema.

Los bonos, créditos, letras de cambio y medios de valor eran proveídos por compañías extranjeras que tomaban este rol de financiero y emisor de valores para circular.

El proceso de transición del régimen colonial al régimen liberalizado trajo varias confusiones. La economía se encontraba ineficaz e inestable, estaba siendo superada por la gran participación de las compañías y firmas extranjeras.

Con la creación de las Sociedades Anónimas y los bonos públicos, se creó un creciente mercado informal (1860).

El intento por implementar una institucionalización de valores y de establecimientos pertinentes se mantuvo mediante la fundación de firmas como el Banco Chileno Garantizador de Valores (1865), el Banco Mobiliario (1870), la Unión Chilena (1872) y la Asociación Comercial de Valparaíso.

La Unión Chilena tenía como motivo “la compra y venta de productos nacionales y extranjeros, la apertura de cuentas corrientes y la compra y venta de bonos y acciones y el descuento de letras de cambio”

La banca, como institución primordial del sistema financiero, se comenzó a concretar en 1849 con la creación del Banco de Arcos y el Banco de Depósitos y Descuentos de Valparaíso la primera compañía legal para conducir operaciones bancarias reales por todo Chile.

Durante el proceso de creación de estas instituciones, y la creación por una identidad nacional financiera, se creó el papel moneda, el cual llegaría a desprestigiar a la economía nacional dada su nula importancia y valor en el extranjero. Se retiraría el capital extranjero y no seguiría modernizándose la industria y maquinaria.

1856 Banco Nacional de Chile.

A partir de estos años, el desarrollo bancario y su legislación se vieron acelerados y bastante exitosos. Se desarrollaron las Sociedades Anónimas y participaron notablemente en el financiamiento y avance del medio minero. Fueron protagonistas de la expansión minera y económica hacia el Norte, teniendo como cede principal Valparaíso, en donde se circulaba la mayor parte del capital. De aquí comienzan a nacer los principales negocios de “habilitación” como principal medio de acumulación capital. De aquí, nacen 2 factores que regían el medio de ingreso capital: la “habilitación” y el comercio de los productos.

1820 primeras inversiones, desarrollo de las actividades mercantiles, se acrecientan el sector financiero y se produce la gran expansión minera.

El crecimiento comercial de Valparaíso y su desarrollo urbano: Nuevas oportunidades y debilidades

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Valparaíso del siglo XIX centro urbano más dinámico del país debido a la gran cantidad de casas comerciales extranjeras y actividad mercantil.

La modernización de la ciudad aumenta aún más cuando el proceso de crecimiento económico clásico (minero-exportador) se ve acrecentado de manera considerable hasta 1870 (crisis).

El dinamismo del mercado también podía jugar en contra dentro del proceso de desarrollo económico. Si bien, debido a las fluctuaciones, el alto riesgo y las probabilidades de quebrar, las grandes compañías, al vivir de esta suerte de bancarrota, las pequeñas compañías también vivirían este proceso al ser meramente dependientes de las más poderosas. Se perdían capitales y bienes.

La temporalidad de la inestabilidad del mercado y su carácter especulativo, a menuda traían frustraciones para aquellos comerciantes que querían elevar su status y situación económica. (aspecto negativo del crecimiento económico de Valpraíso).

Relaciones y sujeciones financieras “horizontales” y “verticales”.

Relaciones “horizontales”: Hilarión Lafourcade, que era un comerciante y pequeño propietario de minas, adquiere créditos para extender sus negocios, al ir pidiendo créditos se va endeudando hasta que queda en crisis y debe vender sus propiedades que ahora son dirigidas por otras personas, Lafourcade pierde su categoría y queda solo como administrador de los antiguos bienes que seguía poseyendo.

Conexión vertical: Compañía de D. Livingston en Copiapó, pedía créditos a la Compañía Hemenway en Valparaiso. Esos créditos era eran utilizados con el fin de mejorar la producción, a su vez todo lo producido era enviado a la Compañía de Hemenway en Valparaiso, quien lo enviaba a Boston ganando por la venta, a su vez una parte de aquella ganancia llegaba a Copiapó, la mayoría se mantenía en Valpo.

Comerciantes mineros que deben recurrir al crédito para mantener sus negocios y que a su vez se hacen dependientes de otras situaciones que los pueden afectar. Eran prestamistas, pero también hacían de deudores.

José Tomás Urmeneta: Al descubrir depósitos de cobre de Tamaya en 1852 pasa a ser un hombre de fortuna, y siguiendo la lógica de las conexiones financieras de la época, se asocia con otro hombre, Errázuriz, y piden préstamo a Agustín Edwards (las hacía de banquero), con el fin de potenciar la producción, pero a su vez aquel préstamo debían irlo pagando, sacando importantes ganancias Agustín Edwards a partir del dinero que sacaba de las comisiones de venta de los productos de Urmeneta y Errazuriz, que Edwards comerciaba en Inglaterra. (lógica de dependencia de Urmeneta-Errázuriz hacia Agustín Edwards).

Es normal que en esta época se den aquel tipo de asociaciones, donde de alguna manera, todos estaban conectados con todos, haciendo de prestamistas, pero al mismo tiempo de deudores, y si ya no había suficiente dinero para devolver el préstamo, se debía pagar con los propios bienes, o si llegaba a estar en bancarrota, estos bienes salían a remate.

Urmeneta-Errázuriz, cada vez más adquieren más créditos con altas tasas de interés, mientras mantienen hipotecados sus bienes, como la HACIENDA DE LIMACHE (Lugar de reuniones políticas 1870), con el fin de asegurar sus negocios.

Todo esto, se puede ver en la lógica del interés del empresario, sea de manera individual o en asociación, de querer controlar el sistema productivo (de allí los créditos en razón de generar la dependencia y de controlar lo que el deudor produzca).

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La fortuna de Agustín Edwards, sus lazos comerciales y conexiones financieras, lo equiparan en parte al poder de las grandes firmas británicas en Chile, como Dickson Harker en la segunda mitad del S. XIX.

Problemas en las extensiones de crédito. EJ: La compañía Robertson & Robertson que firma una letra de cambio, beneficiando a otra compañía como Sewell & Patrickson, pero por problemas, la primera compañía debe vender sus derechos, y finalmente la nueva compañía que recibe esos derechos, no reconoce el beneficio a Sewell & Patrickson.

Expansión de los negocios, influencia y poder económico: sucursales, agencias y nuevas asociaciones.

Para minimizar competencia y para alcanzar un control sobre diversos puntos comerciales, es que se establecen asociaciones y redes comerciales entre los empresarios. Se establecen diversas sucursales.

Agustín Edwards y Cía., fue la compañía chilena con más sucursales dentro de Chile, Latinoamérica (Perú, Bolivia, etc.) y Europa (Inglaterra)

Representaciones comerciales: Ej. La firma Walker Hermanos, dedicada a la producción y comercialización minera, que tuvo representantes que manejaban sus negocios en otras regiones, como Guillermo Hartley de “Hartley y Cía., en Copiapó.

Una misma firma comercial, podía extender sus negocios (y así recibir más capital), a través de las sucursales que se establecían en su representación, pero con nombres propios en otras regiones. Ej.: La firma Watson Thompson & Co., de Glasgow, estableció su casa matriz en aquella ciudad escocesa, y de allí se extiende a través de otras regiones como EE.UU, junto a la ayuda de Daniel y William Gibbs, se establece la firma “Daniel Gibbs & Co”.

La compañía inglesa Gibbs y Cía., que tenía su matriz en Valparaíso, comienza a financiar las actividades de empresarios, como George Smith, en territorio peruano, correspondiente a las zonas donde se hallaba el salitre. Para 1871 la compañía Gibbs y Cía., se hace con el control total de aquellas producciones, manejadas por la Compañía del Salitre de Tarapacá (región peruana en ese entonces). Posteriormente la compañía Gibbs y Cía., se hace de los derechos de la firma de Ossa (que había descubierto el salitre en la parte boliviana en Atacama), y a partir de ello, se hace con el derecho de exportar salitre hacia EE.UU y Europa.

Huth Gruning y W. Gibbs y Cía: La concentración del poder financiero.

El autor sostiene que hay diferencias entre los comerciantes chilenos y los comerciantes extranjeros, a la hora de las relaciones crediticias (Los extranjeros lograron un mayor desarrollo).

El desarrollo y crecimiento de la economía chilena durante el periodo 1830-1870, se sostuvo en razón de los créditos y las inversiones que llevaron a cabo los capitalistas británicos con sus asociaciones, casas comerciales, etc. Los comerciantes chilenos dependían de esta relación con los comerciantes ingleses, siendo una excepción Agustín Edwards, a quien el autor considera el único capitalista nacional que fue capaz de formar una casa de comisión con el fin de penetrar en el mercado británico.

Huth Grunning, fue una compañía que tenía su casa matriz en Londres, y que en Chile estableció sucursal en Valparaíso, pero a diferencia de Gibbs y Cía., esta sucursal debía proteger únicamente los intereses de Londres, no teniendo mayor libertad de actuar, por ende la sucursal de Valparaíso, no podía hacer préstamos en dinero a empresas locales (significaba extensión de negocios), solo podía prestar en forma de mercancías. Además los agentes en Valparaíso no podían contraer matrimonio con chilenas (hubiese significado deseos de independencia de Londres). Esta sucursal en Valparaíso, recibía

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las importaciones de Inglaterra y era la encargada de distribuirla a mercados locales y también a Perú, controlando lo que se distribuía, cuanto se distribuía, y los precios.

En el 1826 Gibbs Crawley y cía. Extendió sus operaciones a Valpo y Santiago con el fin de incentivar las transacciones comerciales entre Londres y sus sucursales de Lima, Guayaquil y Arequipa; utilizar a Valpo como el puerto de entrada de la mercadería proveniente desde Europa; abrir nuevos mercados para las distintas casas de la compañía en América Latina y desarrollar un circuito comercial interno en Chile.

La casa rápidamente diversificó sus intereses en los negocios internacionales, embarcando hacia Europa productos regionales. A mediados del XIX, y actuando como William Gibbs y Cía. Fue la importadora-exportadora más exitosa de Chile y de todo el Pacífico Sur (En 1858 su capital real era de 2.627.214 pesos). A pesar de esta exitosa representación de Gibbs en la compañía chilena, se ven algunas bajas debido a grandes quiebras de algunos de sus clientes, sobretodo en 1860, año de crisis. Si bien representaron pérdidas para Gibbs, algunas fueron posibles de recuperar, en cambio otras deudas no fueron más que leve esperanza de pago a futuro, mientras la compañía seguía representando grandes ganancias.

Las mayores casas mercantiles de Valpo, desde mediados del XIX, no sólo intervenían en comercio propiamente tal, sino también participaban de la estructura financiera existente para impulsar la producción minera y lograr cierta intervención en los negocios de exportación. Las transacciones mineras de Gibbs y Cía. Conformaban el sector más rentable de sus actividades, y donde podía ejercer un control financiero sobre la producción cuprífera en Chile. El volumen y extensión de sus exportaciones de cobre fue insuperable.

Los miembros del alto grupo chileno que fue el principal intermediario local con respecto a las casas de Gibbs de Valpo como de Londres, lograron controlar prestigiosas firmas de los sectores mercantiles y financieros de Valpo y Chile, pero todos estaban fuertemente unidos a Gibbs y cía. A quien enviaban su producción a Inglaterra. Además, muchos de ellos estaban fuertemente endeudados con Gibbs, por lo que pudo desestibarles en los intentos de organizar con más fuerza un sistema de exportaciones bajo su propia cuenta.

A nivel chileno hubo una fuerte concentración económica en dos compañías organizadas sobre bases familiares (Edwards y Ossa y Escobar) y que controlaban parte importante del sector financiero local y productivo minero. Actuaban con los británicos más como aliados que competidores, por el aprecio a la cantidad del capital británico. Es notoria la predominancia que W. Gibbs y cía. Tenían con el sistema productivo y el comercio externo chileno.

Capítulo V: Un Ciclo del Comercio Exterior Chileno: El Cobre y el Mercado Inglés:

Ya desde la década del 1820, el cobre constituía más del 30% de los totales, y rápidamente llegaría a representar el 80% o 90% de las exportaciones de mediados de siglo. Varios aspectos explican esta situación: entre ellos, que los yacimientos cupríferos británicos comenzaran a agotarse al mismo tiempo que el aumento de las importaciones de minerales del metal se convertía en necesidad útil para la expansión de la industria. Esta necesidad debía entonces satisfacerse desde ultramar (Cuba y Chile). Inglaterra tuvo que crear ciertas condiciones para que actuaran en su favor, debido a la dificultad de llegar a Chile. Para comercializar con Sudamérica se debía abrir y estimular los nuevos mercados para los

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productos ingleses, invirtiendo y fomentando el desarrollo de la explotación de los recursos latinoamericanos.

El primer gran esfuerzo británico en la explotación del cobre chileno se realizó a través de la sociedad The Chilean and Peruvian Mining Company, la cual no tuvo éxito, pero ayudó a crear un ambiente favorable para las expectativas. Trabajó acá Carlos Lambert, quien posteriormente provocaría grandes cambios en la actividad, con la puesta en práctica de nuevos métodos de fundición del metal.

Para Inglaterra, la provisión de cobre chileno representó rápidos efectos positivos en varios sectores de su vida económica. Entre el 1835 y 1865, las importaciones totales de cobre en Inglaterra crecieron a un ritmo acelerado.

La expansión de las explotaciones de los yacimientos del metal y su consiguiente elaboración coincidió con el crecimiento industrial y efectivamente, el verdadero auge de esta minería comenzó a fines del XVIII y alcanza la máxima hacia 1856. La industria del cobre en Inglaterra promovió la producción del metal a nivel mundial. Inglaterra a partir del 1800 se transforma en una actividad mecanizada que requiere de un inmediato esfuerzo capital y empresarial, más con el desarrollo de la electricidad en la segunda mitad del XIX.

A pesar de que Inglaterra fue el principal comprador de Chile, EEUU y Francia también ocupan grandes posiciones en lo que es exportaciones del mineral.

EL BOOM DE MEDIO SIGLO: EL ÉXITO Y EL FRACASO

Efectivamente en 1840 se marca un período de clara transición y de readecuación del sector minero chileno, generándose así un proceso de modernización en la extracción y fundición minera para responder a las nuevas condiciones del mercado, todo esto afectado positivamente por el impuesto británico de 1842.

Un ejemplo claro de lo que sucedía era en La Higuera, al norte de La Serena, que entre 1849-50 se ven avances óptimos, que quizás no eran los mejores, pero eran más especializados que los de hace una década atrás. Dentro de esto también destacan compañías como Joaquín Edwards, Santiago Vicuña, José Hegan y Cía. Y especialmente las de Carlos Lambert en el mineral el Brillador, siendo ejemplo claro de labores empresariales modernas de la época por el hecho que se encontraba con el mejor arreglo y comodidad que todo. Esto llevaría a que en La Higuera se vea un trabajo similar en la fundición.

En todo lo que respectaría la modernización de las fundiciones y técnicas de trabajo, la presencia inglesa fue fundamental por el nivel de sus empresarios individuales, a nivel de compañía, aportes de capital, en la tecnología que se implementó, en la mano de obra y en la administración especializada. Una vez más destacaría la compañía Lambert como activo y creativo empresario, contando con hartos hornos de reverbero para fundición de metales, gran cantidad de personas, maquinas para laminar metales, entre otros.

Destacaría también en la misma época de Robert Edward Alisson que se vio beneficiado en 1848 por el estado chileno que en 10 años de transcurso se verían respaldados para lo que éste tenía planeado hacer. Aparte de esto consolidó y fusionó inversiones de la compañía con otra que era la compañía Chilena de Fundiciones dirigida por José Tomás Urmeneta, sentando las bases en 1858 de la fundición de Maximiliano Errázuriz, convirtiéndose rápidamente en una de las más importantes del país.

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En 1850 se entra a la fase más dinámica del comercio chileno con múltiples exportaciones de metales, y cobre al extranjero sobre todo a tierras británicas, que se ven agotados sus yacimientos. Pero con el tiempo se ve afectado el cobre chileno por diversos factores, primero mostrando que chile no tomó grandes ventajas en el apogeo de éste; segundo sería las inversiones de modernización en las explotaciones de yacimientos y establecimientos de fundición en la industria cuprífera (de cobre) fueron insuficientes dificultando en varios ocasiones el transporte y vías de comunicación; un tercer factor, irónico pero relevante, es la expansión del salitre tomando mucha importancia a partir de 1870.

El sistema financiero y mercantil juega un rol importante en todo lo que sucedería. Por un lado limita los intentos de capitalizar, y por otro no contribuye en ningún modo a promover un crecimiento inter-sectorial y nacional que se pudo cimentar con la provisión de carbón a más bajo costo.

Con el tiempo se ve cómo España busca controlar el cobre, jugando a favor que estaba más cerca que los británicos y trabajando de tal forma que buscan amenazar la situación del cobre chileno, pero los británicos seguían teniendo gran relevancia e importancia dentro del cobre.

LAS VARIACIONES DE PRECIOS Y SUS CONSECUENCIAS

Un factor que se ha señalado y resulta ser fundamental es que no se ha tratado el precio, pero si se examinan entre 1820 y 1880 se verán fluctuaciones de corto plazo, ciclos intermedios y tendencias de larga duración. Por ejemplo las fluctuaciones de corto plazo se verían variaciones mes a mes, en el cual de vería que en las condiciones del mercado se podría analizar una caída en la cual sea difícil de conllevar, pero si posteriormente se detecta una alta demanda de éste, conllevaría de manera importante a un alza en los precios, siendo bastante inestable el instaurar un precio estándar. Esta inestabilidad es reflejada por diversos factores que podrían ser una agitada situación política europea afectando el mercado de metales; también un tema importante es el rol de los corredores y proveedores que ejercían sobre los precios. Todo esto conlleva a ver que lo que se producía en 1870 podía ser lo mismo que en 1840-50 y se vería cómo los precios no varían mucho, y esto lleva a una descentivar los productores nacionales o extranjeros en chile por la inestabilidad en los valores de los metales, demostrando pérdidas en algunos casos o endeudamiento.

Valparaíso cumplió un rol muy llamativo porque por éste, al ser uno de los grandes puertos de chile, manejó las exportaciones y con el tiempo se podía estudiar cuales eran los precios que se estipularían para cada año, demostrando alzas y bajas en el precio y demostrando a los exportadores lo que salía, y lo que manejaban también los británicos, específicamente en Londres.

Dentro de esto se ven casos que demuestran lo analizado. Dentro de esto destaca el minero chileno Pedro Feliz Vicuña quien en 1854 se quejaba ante Hemenway y Cía. por los resultados de un contrato de venta de cobres subiendo considerablemente el precio estipulado en el puerto de Valparaíso. Rodolfo Guyer, por otro lado, fue un caso extremo en este tipo de dificultades experimentando la quiebra, quien en 1865 exportaba a través de los servicios de Heatley Harker y Cía. de Valparaíso consignando cargamentos a la casa de Dumbart Heatley & Co. de Glasgow. En cuestión de tiempo el cobre se comenzó a desvalorizar en Inglaterra y conlleva a que el productor (Guyer) reciba menos dinero que el previsto.

En síntesis se puede deducir que los ejemplos que se señalan mostrarían que la estructura del sistema operaría efectivamente en forma negativa con respecto a la mayoría de los propietarios y productores

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favoreciendo solo a comerciantes intermediarios y a las casas de comisión incorporadas al comercio del cobre internacional.

También se agregaría como importante la utilización del sistema de adelantos según los precios de Valparaíso, y que esto se debía a problemas causados por las distancias geográficas y el nivel que existía en las comunicaciones. Esto se vería mejorado con el telégrafo y el periódico dos veces por semana, y también el servicio postal marítima en el cual se podía mantener un contacto directo con Panamá.

Las fluctuaciones de mediana duración se refieren a otros fenómenos relacionados con los altos o avances en el comportamiento de la producción del cobre chileno, sus precios y conexiones con los mercados británicos. Esto demuestra que en procesos en que existía crisis del comercio general, aumentaban los precios del cobre.

Algunos atribuían que los momentos de crisis se producían por el hecho que aumentaba la exportación de la plata, o la utilización de monedas de plata, provocando efectos negativos en las actividades mercantiles, y en algunos casos generaría que la plata aumente el precio. Es en ese entonces cuando se ve que el cobre comienza a vivir crisis, pero posterior a 1859 continúa un acelerado ritmo de crecimiento.

Todos estos procesos de crisis motivan un gran crecimiento y ayuda de manera positiva a la modernización del país, estimulando el proceso de urbanización de la sociedad.

Sin embargo en 1875 aproximadamente se vería cómo la utilización del salitre, se llevaría a cabo en Perú, disminuyendo los ingresos en el puerto de Valparaíso por el hecho de que el Perú habría nacionalizado esas industrias en aquel año.

Por otro lado los precios de larga duración se verían reflejados en el lento, pero progresivo deterioro del peso. Hasta 1870 fue bastante positiva la tendencia de los precios, pero después de éste período se verían aumentos significativos en Valparaíso, pero sus proyecciones fueron disminuyendo debido al menosprecio del peso.

CONCLUSIONES

Se ve que el libro no intenta entrar en un debate sino que responder algunas cuestiones específicas de la historia económica chilena del diecinueve y muy especialmente aquellas referidas a la presencia de extranjeros (como los británicos) y magnitud y carácter del crecimiento experimentado entre 1820 y 1879.

Sin embargo Chile contribuye mucho a los británicos, pero estos tienen un papel bastante secundario a la hora de apoyar a Chile, por el hecho de que tenían gran relación con éste, pero no depositaron mucho en ellos.

Al ver el papel que juega Valparaíso queda demostrado que se logró avances para ser calificado como mercado moderno por su actuar, por su imagen de una participación chilena en la economía internacional, haciendo que su historia sea similar con otros puertos de América Latina.

En síntesis, América Latina y Chile con la historia económica del siglo XIX es influenciada fuertemente por un personaje en particular: el comerciante británico que fue quizás el ejemplo más espectacular de la historia. Con esta ayuda, la sociedad comienza a dejar atrás lo vivido en la época colonial y comienza a vivir en un mundo más contemporánea con avances, en algunas ocasiones, más urbanizados.

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