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1. Este evangelio se encuentra en el códice II de la Biblioteca Gnóstica de Nag Hammadi, dicho códice fuedescubierto en Egipto en 1945. el texto en sí es tardío, la referencia más antigua que de él tenemos pertenecea Epifanio de Salamis (315-403) el cual conoció un «Evangelio según Felipe» que no concuerda con ésteevangelio (Haeres. 26:13. Migne Patrología Griega, vol.XLI, col. 352d-353a). No obstante el códice data del sigloIV.

2. Pudo ser escrito probablemente en el siglo II, se conservaba en un fragmento copto del siglo V, perorecientemente Schmidt publicó un fragmento griego que abarca pocos versículos.

¿Cómo puede saber el hombre actual queCristo realmente existió siendo que hay dos mil añosde diferencia entre Él y nosotros? Esta interrogantesólo puede tener una respuesta contundente ydecisiva por Fe en base a las Escrituras, los cristianosno necesitamos otra cosa que la propia Biblia parasostener nuestras creencias y disipar nuestras dudas,pues comprendemos que es inspirada divinamente.Sin embargo, a muchos escépticos no les bastaría estarefutación debido a la cuestión histórica.

Recientemente Dan Brown, a través de ElCódigo da Vinci, planteó, basado en evangeliosgnósticos como los de Felipe1 y María Magdalena2,que Jesús contrajo matrimonio y prefirió a su mujerentre todos sus discípulos para conferirle la Iglesia; apesar de que la existencia de Jesús no se duda ni un.

segundo en su obra —pues hasta se le reconoce comoun gran líder— dichas afirmaciones provocaron taleco y polémica como para poder atacarfehacientemente al cristianismo.

Pero los críticos no debaten sobre esto, debatensobre algo más delicado, la propia existencia delMesías; hace no mucho, ciertos teólogos se ofendíasiquiera de dudar la historicidad bíblica, hoyciertamente ni el crítico más radical ha declaradoinexistente a Jesús; pero los tiempos han cambiado, lacrítica —sobre todo después de la segunda Guerramundial— exige al exegeta sostener la veracidadhistórica de las Escrituras ¿Por qué Jesús siendo unpersonaje tan destacado no figura abundantementeen la historia secular? El problema de la historicidadaquí se plantea fuerte, no obstante suele tener.

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siempre una respuesta satisfactoria para nosotros.El Objetivo de este pequeño artículo es

demostrar la existencia del Mesías recurriendo adocumentos —aunque pocos— de los primeros dossiglos, sin necesidad de tocar los evangelios; esto nosayudará a desmentir a aquellos escépticos eincrédulos dudosos del Salvador.

Flavio Josefo (¿37 ó 38? – 101)

Como no tenemos una documentación basta ydecisiva de Jesús ¿Podemos realizar un juicio históricosobre su persona? aquí por supuesto, no tomamos encuenta las fuentes cristianas de los siglossubsiguientes a su aparición (la Patrística). Tampocopodemos adentrarnos minuciosamente en la historiade Palestina del siglo I debido también a las carenciasdocumentarias, pues debiéramos partir desde ahípara forjar un juicio favorable. Aunque Palestina hasido escenario de extraordinarios descubrimientosarqueológicos, que nos permiten conocerla un pocomás: los hallazgos en Qumrán, las excavaciones en elmonte del Templo, la piscina mencionada en Jn.5:2descubierta en santa Ana de Jerusalén, las grutasfunerarias de Giv´at ha-Mirtav en 1968, que nosrevelan cómo se realizaba una crucifixión antes delaño 70.

Ya el historiador Flavio Josefo se lamentaba ensu obra Contra Apión3, de las mentiras de ciertos.

personajes helénicos hacia la raza judía; la historiasecular veía despectivos los acontecimientosrealizados en Palestina, pues por los judíos sólosentían desprecio y, exponían que eran una razarelativamente reciente gracias a la falta deremembranza entre los historiadores más célebres4,afirmación desmentida por Josefo: “Intentaré tambiénexponer por qué razones son pocos los historiadoresgriegos que han mencionado a nuestro pueblo”5 1:5.Josefo trata de exponer la antigüedad de los judíoscon respecto a los griegos, los griegos se sentíandueños de la historia, los escépticos —como ahora—ven despectivas también las creencias de los religiososy ponen en tela de juicio el fundamento de su fe; estaproblemática se presenta análoga a nuestro tiempo.Josefo argumenta por ejemplo, que el mundohelenístico no conservaba literatura de mayorlongevidad que la poesía homérica6. El Pentateucomismo es mucho más anterior. Las verdades.

3. Obra escrita cerca del 94-95. Apión era un maestro de Alejandría, escribió sobre Homero y en especial unaHistoria de Egipto en cinco tomos; sentía una fuerte aversión contra los judíos. Su fama se sitúa entre losemperadores Tiberio, Calígula y Claudio.

4. Josefo empieza su obra Contra Apión exponiendo esta problemática.5. ΠΕΙΡAΟΜΑΙ ΔE ΚΑI ΣA ΑIΣIΑ AΠΟΔΟYΝΑΙ, ΔΙ A ΟY ΠΟΛΛΟI ΣΟY EΘΝΟΤ HΜΩΝ EΝ ΣΑI

IΣΟΡIΑΙ EΛΛΗΝΕ EΜΝΗΜΟΝΕYΚΑΙΝ. Niese Benedictus, Flavii Iosephi opera, vol. 5.; Berlin,Weidmann, 1889.

6. “… en ninguna comunidad, en Grecia, se encuentra un escrito reconocido como más antiguo que la poesía deHomero” 1:12, Homero seguramente vivió (si es que en verdad existió) en el siglo VIII a.C.

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presentadas por Josefo a través de su obra soninnegables, los judíos son antiguamente superiores alos griegos, pero el mundo gentil no lo percibió debidoa su poco interés por Palestina.

Viendo pues, que la historia secular no tenía enprioridad a Palestina, obviamente tampoco tuvointerés por sus dirigentes u hombre sobresalientes,esta es la primera base para comprender la falta dehistoricidad en Jesús. Los grandes (Roma, Grecia etc.)escriben la historia, los pequeños (en nuestro casoPalestina) son sólo vasallos.

profanas referencias, vive por la fe que nosotrostenemos en las Escrituras, no obstante tambiéndebemos revisar la historia.

El Historiador Suetonio (69-126) menciona:Claudio “expulsó de Roma a los judíos que, porincitación de Cresto, se amotinaban continuamente7”(Vita Claudii 25,4), esta expulsión es atestiguada enHechos 18:2, algunos opinan que las discusiones enrealidad se desataron por la pelea entre judíos ycristianos; Suetonio pone por error a Jesús como líderde la revuelta y confunde el término Cristo por elnombre propio de Khrestos, sin embargo los críticosproponen que en realidad Suetonio se refería a un talCrestos, un líder desconocido de la judería romana,personaje así desconocido para nosotros.

Plinio el Joven (62-114) escribe al emperadorTrajano lo siguiente: “que solían reunirse antes delamanecer, alternándose en las loas a Cristo como sifiera Dios8” Epíst. 10:96. Las dos menciones anterioresno arrojan ningún asombro, antes parece que semenciona a Jesús por mero accidente.

El testimonio de Tácito (75-120) es importantey más sustancioso: “Mas ni con socorros humanos,donativos y liberalidades del príncipe, ni con lasdiligencias que se hacían para aplacar la ira de losdioses era posible borrar la infamia de la opinión quese tenía de que el incendio había sido voluntario. Y asíNerón, para divertir esta voz y descargarse, dio porculpados de él, y comenzó a castigar con exquisitosgéneros de tormentos a unos hombres aborrecidos delvulgo por sus excesos, llamados comúnmentecristianos. El autor de este nombre fue Cristo, el cual,imperando Tiberio, había sido ajusticiado por orden dePoncio Pilato, Procurador 9” Anales XV, 44. Dichainformación es inatacable, Tácito ocupa aquí unafuente confiable y exacta, pues hasta menciona bajo.

Nuestra fuente principal es el NuevoTestamento, en especial los evangelios, ¿podremosllegar al Jesús anterior a su crucifixión si todos losescritos novo testamentarios fueron redactadosmucho después? ¿Qué nos diría un documento quehubiera sido escrito antes de su muerte yresurrección? Seguramente trasmitiría a un Mesíascompletamente diferente, muchos cristianos —en losprimeros siglos— quisieron llenar ese hueco conevangelios apócrifos sobre la natividad o infancia deJesús, pero eso no nos sirve ahora.

Con todo, tenemos testimonios históricos de Élcomo para demostrar su existencia. Pero porsupuesto que Jesús no vive a expensas de estas.

7. “Iudaeos impulsore Chresto assidue tumultuantis Roma expulit”8. “quod essent soliti stato die ante lucem convenire carmenque Christo quasi Deo dicere...”9. Carlos Coloma; Cornelio Tácito, Anales; pág. 256; Editorial Porrúa 1991. “Sed non ope humana, non

largitionibus principis aut deum placamentis decedebat infamia, quin iussum incendium crederetur. ergoabolendo rumori Nero subdidit reos et quaesitissimis poenis adfecit, quos per flagitia invisos vulgus Chrestianosappellabat. auctor nominis eius Christus Tibero imperitante per procuratorem Pontium Pilatum supplicioadfectus erat”

aprovechándose de la oportunidad, pues Festo habíafallecido y Albino todavía estaba en camino, reunió elSanedrín. Llamó a juicio al hermano de Jesús que sellamó Cristo; su nombre era Jacobo”10 AntigüedadesXX, 9:1. Parece que esta porción es auténtica, yaatestiguada así desde Eusebio de Cesárea (Hist.Ecle. II,.

23:22) a mediados del siglo IV.El llamado testimonium flavianum, parece ser

una interpolación, dice: “Apareció también por estetiempo (es decir, bajo Pilato) Jesús, hombre sabio, si esque se le debe llamar hombre. Porque realizó obrasmaravillosas y fue maestro de los hombres quereciben de buen grado la verdad. Atrajo así muchosjudíos y muchos también procedentes del helenismo.Este era el Cristo (o Mesías). Habiéndole condenadoPilato a muerte de cruz, por delación de los primatesde nuestra nación, los que primero le habían amadono dejaron por eso de hacerlo. Aparecióseles, enefecto, el tercer día nuevamente vivo, conforme losprofetas divinos habían dicho de Él esto y otrasmuchas cosas maravillosas. Y hasta el día de Hoysúbitamente el pueblo de los cristianos, que de Éltoma su nombre”11 Antigüedades XVIII, 3:3, si nosguiamos por Orígenes (185-253), Josefo no creía enJesús12, por tanto no comprendemos porquémenciona «si es que se le debe llamar hombre» y«Este era el Cristo», obviamente un Judío apegado asus tradiciones no llamaría Cristo a cualquierpersonaje sin antes haber creído en su mensaje, laporción citada rompe con el contexto del cual ibanarrando Josefo, Josefo comienza su capítulo 3.

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Eusebio de Cesárea (275 -339)

qué gobernadores muere Jesús.

Flavio Josefo nos ofrece dos testimonios,ambos muy debatidos por los críticos, es lógico quepara poder realizar un juicio competente de Jesús, nosadentremos en el historiador más importante dePalestina: “siendo Anán de este carácter,.

10. AΡΔ ΓH ΝYΛ ΡΝΗΝYΡΝΠ ΩΛ O AΛΑΛΝΠ, ΛΝΚIΠΑΠ EΣΔΗΛ ΘΑΗΟOΛ EΞΗΡHΓΔΗΝΛ ΓΗA ΡO ΡΔΘΛAΛΑΗΚEΛ ΦHΠΡΝΛ, AΙΒIΛΝΛ Γ EΡΗ ΘΑΡA ΡHΛ OΓOΛ YΞAΟΣΔΗΛ, ΘΑΘIΕΔΗ ΠΛEΓΟΗΝΛ ΘΟΗΡΩΛ ΘΑIΞΑΟΑΓΑΓΩΛ ΔIΠ ΑYΡU ΡOΛ AΓΔΙΦOΛ IΗΣΟY ΡΝY ΙΔΓΝΚEΛΝ ΧΡΙΣΤΟY, IAΘΩΒΝΠ OΛΝΚΑΑYΡΩ.

11. ΓIΛΔΡΑΗ ΓE ΘΑΡA ΡΝYΡΝΛ ΡOΛ ΣΟOΛΝΛ IΖΠΝYΠ ΠΝΦOΠ AΛHΟ, ΔIΓΔ AΛΓΟΑ ΑYΡOΛ ΙEΓΔΗΛ ΣΟH:HΛ ΓAΟ ΞΑΟΑΓOΜΩΛ OΟΓΩΛ ΞΝΗΖΡHΠ, ΓΗΓAΠΘΑΙΝΠ AΛΘΟΩΞΩΛ ΡΩΛ HΓΝΛH ΡAΙΖΘHΓΔΣΝΚEΛΩΛ, ΘΑI ΞΝΙΙΝYΠ ΚEΛ IΝΓΑIΝΠ, ΞΝΙΙΝYΠ ΓE ΘΑI ΡΝY ἙΙΙΖΛΗΘΝY EΞΖΓAΓΔΡΝ: OΣΟΗΠΡOΠ ΝYΡΝΠ HΛ. ΘΑI ΑYΡOΛ EΛΓΔIΜΔΗ ΡΩΛ ΞΟΩΡΩΛ AΛΓΟΩΛ ΞΑΟ HΚIΛ ΠΡΑΟΩEΞΗΡΔΡΗΚΖΘOΡΝΠ ΞΗΙAΡΝ ΝYΘ EΞΑYΠΑΛΡΝ ΝI ΡO ΞΟΩΡΝΛ AΓΑΞHΠΑΛΡΔΠ: EΦAΛΖ ΓAΟ ΑYΡΝIΠΡΟIΡΖΛ EΣΩΛ HΚEΟΑΛ ΞAΙΗΛ ΕΩΛ ΡΩΛ ΘΔIΩΛ ΞΟΝΦΖΡΩΛ ΡΑYΡA ΡΔ ΘΑI AΙΙΑ ΚΟIΑ ΞΔΟIΑYΡΝY ΘΑΚAΠΗΑ ΔIΟΖΘOΡΩΛ. ΔIΠ EΡΗ ΡΔ ΛYΛ ΡΩΛ ΣΟΗΠΡΗΑΛΩΛ AΞO ΡΝYΓΔ ΩΛΝΚΑΠΚEΛΝΛΝYΘ EΞEΙΗΞΔ ΡO ΦYΙΝΛ.

12. Contra Celso 1:47, Comentario a Mateo 1:17.

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hablando acerca de Pilato, y de repente se mencionaa Jesús cortando ilación en la narración. Muchoscríticos —por obvias razones— apelan a lainterpolación, sin embargo no parece serlo del todo.

Agapios, obispo melkita de Hierápolis, Siria, enel siglo X, conoció una recensión del testimoniumflavianum en forma poco más auténtica: “En esta época hubo un hombre sabio, llamado Jesús,cuya conducta era buena; sus virtudes fueron reconocidas. Y muchos judíos y de otrasnaciones se hicieron discípulos suyos. YPilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que se habían hechodiscípulos suyos predicaron su doctrina.Narraron como se les apareció tres díasdespués de su muerte y que estaba vivo.Era considerando el Mesías”, esta porción perece estar despojada deadiciones e ideologías cristianas, por tanto puede en gran medida reflejar el pensamientosencillo del historiador, con sus dudas ysimpatías; pero debemos recalcar que quizáJosefo ocupa fuentes cristianas populareso tradicionales para ofrecernos dichainformación.

Si tomamos en cuenta que Josefo menciona por lo menos 100 veces el nombre de Herodes (ya sea Herodes el Grande, Antipas etc.), tanto en sus Antigüedades como en Guerras de los Judíos, y Sólo 2 veces el de Jesús, podemos decir que las referencias son escasas; aunado a ello se encuentra el silencio que guarda otroHistoriador poco anterior a Josefo, Justo de Tiberíades, quien según Focio13 no menciona aJesús ni en su Historia de la guerra judía ni ensu Crónica de los reyes judíos desde Moiséshasta Agripa I, obras hoy perdidas.

El Talmud de Babilonia sólo brinda una referencia clara hacia Él, y ésta notoriamente no Manifiesta inclinación cristiana, al contrario:“Jesús fue colgado en la víspera de la fiesta de la pascua. 40 días antes, el heraldo habíapregonado: lo sacarán para ser apedreadoporque practica la magia, seduce a Israel y lo ha hecho apostatar” Sanhedrín 43 a. Otras reseñasde Jesús en el Talmud son oscuras.

Es muy probable que los autores judíos, pretendiera suprimir toda referencia al Naciente cristianismo por el antagonismo que supuestamente tenían éstos hacia el Templo yla ley de Moisés (cf. Hch.6:13, 21:28), un relatoapócrifo (Evangelio de Pedro 7:26)14 menciona que losJudíos tenían a los seguidores de Jesús —entre ellos losapóstoles— como malhechores que incendiarían elTemplo; el Evangelio de los Ebionitas, conocido gracias aEpifanio de Salamís, obtiene palabras quesupuestamente pronunció Jesús en contra de la ley: “Yohe venido a destruir los sacrificios, y si no dejan desacrificar, no se apartaré de ustedes mi ira”15 Haer.30:16, asimismo en la Tosefta16 los cristianos.

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13. Bibliotheca, cód. 33, ed. Dindorf, en Flavii Iosephi opera I, III14. “Cuanto a mí, me afligía con mis compañeros y, con el espíritu herido. Nos ocultábamos, porque sabíamos que

los judíos nos buscaban, como malhechores y como acusados de querer incendiar el Templo” EdmundoGonzález Blanco; Evangelios Apócrifos, pág.297, Conaculta, 1991.

15. ΗΛΘΟΝ ΚΑΣΑΛΤΑΙ TA ΘYIA KAI EAN MH ΠAYHΘE TOY ΘYEIN, OY ΠAYETAI AΦ

YMΩN H OPΓH. Migne Patrología Griega vol XLI, col. 432c-432d.16. Tosefta significa: suplemento, adición. Después del cierre “canónico” de la Mishná, que recopiló por escrito las

tradiciones orales (200 d.C.), hubo material extra no recogido en la misma pero que poco después pudo sercompilado en la Tosefta. Por tanto la Tosefta puede ser llamada como un “suplemento” a la Mishná.

El Talmud de Jerusalén.En Realidad existen dos Talmud, elBabilónico y el Jerosolimitano. Amboscontienen la Mishná como texto base.

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rechazaban la Torá de Moisés (Sanhedrín 13:5). Portanto es comprensible, hasta cierto grado, del por quéJesús no figura profusamente entre los escritos másimportantes del judaísmo.

Aunque sean pocas las referencias no cristianashacia Cristo, todas muestran —en conjunto—querealmente existió. Esto sin hablar, por ejemplo, delCorán, que menciona a Jesús varias veces perosolamente como un gran profeta.

Un mito no puede superar la realidad,estadísticamente, el cristianismo triunfó gracias alnúmero considerable de adeptos que, desde lasprimeras predicaciones de los apóstoles, fuecreciendo grandiosamente hasta Constantino, nonecesitamos ser expertos para saber que elcristianismo tuvo tanta influencia por su mensaje ypor su veracidad que el mismo imperio romano tuvo abien cambiar de religión (aunque todos sabemos queno era un cristianismo puro). Los nuevos adeptoscreían en Jesús no por mito, sino por una contundenterealidad.

Muchos escépticos han atacado con ímpetu alas Sagradas Escrituras, sin embargo el creer en Jesúsrequiere de Fe, es cierto que las escrituras tambiénpueden sostenerse históricamente, es cierto que lacrítica tiene que analizarla, pero sobre todonecesitamos Fe y sin ella no somos nada.

Ni aun los primeros herejes negaron laexistencia de Jesús, la iglesia primitiva luchó en contradel Docetismo y del Monofisismo para sostener lahumanidad de Jesús y, contra el adopcionismo parasostener la divinidad de Jesús, pero jamás paradefender su existencia.

Jesús impactó la mentalidad de muchos.

intelectuales y filósofos, reflejada en todo el periodopatrístico, todos los escritos de los primero creyentessostiene la veracidad de su existencia, ¿acasoescribirían sobre un mito? ¿Acaso una mentira puedemantenerse tanto tiempo sin ser descubierta? Jesúsexiste por el testimonio de los primeros creyentes, ypor la fe que ahora se aloja en nuestros corazones.

Autor: Obrero Fernando López A.

Bibliografía:Charles Perrot; Jesús y la Historia, Ediciones Cristiandad 1982.

Gerd Theissen - Annette Merz; El Jesús Histórico, Ediciones Sígueme 2004.

H. Haag /A. van den Born /S. de Ausejo; Jesucristo, pág. 962-964, de Diccionario de la Biblia, Editorial Herder 2000.

F. Ducí, Jesús llamado Cristo, Ediciones Paulinas 1983.

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