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UNA BIBLIA HUMANISTA A.C.GRAYLING COMPILADO POR «Una proeza que recupera los gestos, las lecciones de humanidad y los destellos de sabiduría de la tradición del pensamiento universal.» PEIO H. RIAÑO, La Vanguardia

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  • U N A B I B L I A H U M A N I S TA

    A . C . GRAYLINGCOMPILADO POR

    «Una proeza que recupera los gestos, las lecciones de humanidad

    y los destellos de sabiduría de la tradición del pensamiento universal.»

    — PEIO H. RIAÑO, La Vanguardia

    PANTONE 440 C PANTONE WARM GREY 1 PANTONE 199 C Lomo 38 mm 143 x 226 mm

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    UNA BIBLIA HUMANISTA

    A.C. GRAYLINGCOMPILADO POR

    Diseño de cubierta: Mauricio Restrepo

    Con El Buen Libro: una Biblia humanista, el filósofo A. C. Grayling selecciona y recoge lo más granado de las tradiciones humanistas occidental y oriental, de la mano de sus más notables representantes: Heródoto, Aristóteles, Plutarco, Cicerón, Lucrecio, Séneca, Confucio, Newton, Voltaire, Locke, Mencio y Hafiz, entre muchos otros. Y lo hace de la manera en que los antiguos estudiosos judeocristianos compusieron la Biblia: refundiendo, adaptando y editando los textos más importantes, y distribuyéndolos en libros y versículos, para una mayor facilidad de lectura.

    El libro ofrece a sus lectores toda la sabiduría, inspiración y perspicacia de los más importantes referentes de la filosofía universal, erigiéndose en una valiosa guía para todo aquel que desee vivir una vida plena, buena y activa, e incitándolos a tener una mente despierta y crítica hacia cuanto les rodea.

    Génesis, CAPÍTULO 1

    1. En el jardín hay un árbol. En primavera da flores; en otoño, frutos.

    2. Su fruto es el conocimiento, que enseña al buen jardinero a comprender el mundo.

    3. De él aprende cómo crece el árbol, de la semilla al árbol joven, del árbol joven al maduro, al fin preparado para ofrecer más vida;

    4. Y de la madurez a la vejez y al sueño, desde donde se reintegra a los elementos de las cosas.

    5. Los elementos, a su vez, alimentan nuevos nacimientos; así es el orden de la naturaleza, y es paralelo al discurrir de la humanidad.

    6. De la caída de un fruto de un árbol semejante vino la inspiración para el estudio de la naturaleza de las cosas,

    7. Cuando Newton se sentó en su jardín y vio lo que nadie había visto antes: que una manzana atrae a la tierra, y la tierra a la manzana,

    8. Mediante una fuerza mutua natural que lo sujeta todo, de los planetas a las estrellas, en un abrazo unificador.

    9. De tal modo todas las cosas se agrupan en una sola: el universo natural, en el que hay muchos mundos: los orbes de luz en una inmensidad de espacio y tiempo,

    10. Y a su alrededor sus satélites, en uno de los cuales hay una parte de la naturaleza que se refleja en sí misma,

    11. Y puede preguntarse por su belleza y significado, e intentar comprenderlo: es la humanidad.

    El bien, CAPÍTULO 9

    1. Busca siempre el bien que permanece. Tan sólo puede residir en la propia mente;

    2. Sólo la sabiduría proporciona alegría duradera y pacífica, pues incluso si surgen obstáculos

    3. Éstos no son sino nubes pasajeras, que flotan por debajo del sol pero nunca pueden imponerse a él.

    4. ¿Cuándo conseguirás esta alegría? Comienza cuando empiezas a pensar por ti mismo,

    5. Cuando tomas realmente las riendas de tu propia vida,

    6. Cuando te unes a la hermandad de todos aquellos que se han levantado como individuos libres y han dicho:

    7. «Somos de la hermandad de los que buscan lo verdadero y correcto, y viven de acuerdo a ello;

    8. En nuestra sociedad humana, en el poco tiempo que tenemos cada uno de nosotros,

    9. Creemos que es nuestro deber hacer y hallar algo bueno para nosotros y nuestros compañeros en apuros.»

    10. Por tanto, ayudémonos mutuamente; construyamos juntos la ciudad,

    11. Para habitar todos un futuro mejor y que podamos cumplir, finalmente, la verdadera promesa de la humanidad.

    A. C. GRAYLING es uno de los más destacados intelectuales del Reino Unido. Doctorado en Filosofía en Oxford, es miembro de la Royal Society of Literature y de la Royal Society of Arts. Además de impartir clases en el Birkbeck College de la Universidad de Londres, es colaborador habitual en la prensa y autor de una extensa obra ensayística entre la que destacan El poder de las ideas y Contra todos los dioses, ambas publicadas en Ariel.

    10036858PVP 24,90 e

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  • Índice

    Epístola al lector 7

    Génesis 9Sabiduría 21Parábolas 39Concordia 65Lamentaciones 80Consolaciones 98Sabios 130Canciones 143Historias 178Proverbios 351El Legislador 391Actos 437Epístolas 548El Bien 578

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  • Epístola al lector

    Querido lector:Puede pensarse que es vanidad ofrecer una obra como ésta a la humani-

    dad con la esperanza de que sea útil, dado que la diversidad de principios,ideas y gustos entre la gente es muy grande, como lo son también la inmu-tabilidad de nuestras ideas y nuestro rechazo al cambio. Pero, en realidad,sería una vanidad aún mayor ofrecer una obra así por cualquier otra razón.Que sea lo sincero de la intención, pues, el principal encomio de este libro.Ninguna obra de este tipo puede gustar a todo el mundo, sea cual sea suambición; ésta, al menos, proporciona satisfacción a su creador, al buscarsinceramente la verdad y la utilidad, y hacerlo siguiendo la senda de lossabios. A lo largo de la historia, la comunidad humana ha poseído maestrosy pensadores cuyas poderosas obras constituyen monumentos para la pos-teridad; es suficiente inspiración ser una guía entre ellos y tomar de elloselementos con los que impulsar aquello que es verdadero y bueno.

    Por ello, quienes lean este libro, si lo hacen con atención, pueden, alacabar, ser más que lo que eran antes. Esto no es un elogio al libro, sino asus atentos lectores, dado que las riquezas que hallen en él provendrán desus mentes. Si hay alguien que no aprende nada de este libro, no ha de atri-buirse a un fallo en éste, sino a la excelencia del lector. Si el lector juzga ellibro con sinceridad no debería sentirse ofendido o maltratado por lo que lepide que considere. Al contrario: quienes acudan, hambrientos, a los frutosde esta cosecha de sus iguales y antecesores, encontrarán aquí alimento.

    Todo arte y toda indagación, toda acción y toda búsqueda, aspiran a al-gún bien; por ello, se ha descrito el bien definitivo como aquello a lo queaspiran todas las cosas. Si hay un objetivo para lo que hacemos, algo que de-seamos por sí mismo, y que nos hace desear todo lo demás, ese objetivo hade ser nuestro bien más elevado y preciado. Buscar el conocimiento de esebien no puede sino influir poderosamente en nuestra vida. Cuando los ar-queros escogen una diana a la que apuntar, es más probable que apuntenbien. ¿No hacemos nosotros lo mismo al situar como diana el descubri-miento y realización de lo que es correcto? Determinar qué es el bien, ycuáles las mejores maneras de conocerlo, es la más importante de nuestrasempresas, así como el arte supremo de la vida.

    En sus manos se encuentra una empresa así, que consiste en la destila-ción de la sabiduría y conocimientos de la humanidad, para que, al reflejar-

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    nos en ellos, nos proporcionen provecho y solaz. Se dice que quien pesca enun riachuelo puede encontrar algo de provecho, pero quien lleva sus redesal océano puede aspirar a mayores capturas y de mayores profundidades.En este libro esas grandes capturas nos las traen los pescadores de la sabi-duría, al regresar de viajes con tormentas y con calmas, desde costas cerca-nas y lejanas.

    Todo aquél que se eleve por encima de sus preocupaciones cotidianasesperando buscar y seguir la verdad, la descubrirá aquí. Cada momento dela búsqueda de la verdad recompensa las penurias pasadas si se investiga enla magnífica compañía de aquellos que han recorrido los senderos de la vidaantes que nosotros. Éstos son regalos que aquellos nos han legado; han en-tregado libremente lo mejor de sí mismos y en este libro hemos aceptadolibremente sus regalos. Se han escrito otros libros similares: escritos reali-zados por muchas manos, de antaño y contemporáneas; tomados, refundi-dos, dispuestos, editados, complementados, cambiados y ofrecidos con unpropósito definido. En este caso el procedimiento ha sido el mismo, pero elpropósito es diferente: no se exige la aceptación de creencias, ni la obedien-cia a mandamientos; no se imponen obligaciones ni se amenaza con casti-gos, sino que se guía y auxilia, se sugiere, informa, advierte y consuela; ypor encima de todo se sostiene en alto la antorcha de la mente y el corazónhumanos por encima de las sombras de la vida.

    Pues vivimos en hechos, no en años; en pensamientos, y no en respira-ciones, y nuestro tiempo debería contarse por los latidos de nuestro corazónal amar y ayudar, al aprender y esforzarnos, y al aprovechar nuestros talen-tos para incrementar el bien en el mundo tanto como podamos.

    Arrojar luz sobre la ignorancia y la falsedad es un servicio al entendi-miento humano; un servicio aún mayor es mostrar el camino hacia unaatalaya desde la que la vida se vea más clara. Es cierto, por tanto, que lamayoría de lectores aprovecharán las siguientes páginas, si las leen conla atención que merecen. ¿Cómo podría ser de otra manera? Todo momentoes bueno para aumentar nuestra sabiduría, y nunca se pierde el tiempo cuan-do se pasa en el tipo de compañía que aquí reside.

    Pues éste es un buen libro además de un libro sobre el bien; sus palabrasproceden de poderosas plumas; sus pensamientos, de seguidores de la ver-dad. Es un texto escrito desde todas las épocas para todas las épocas; suaspiración: el bien para la humanidad y las buenas personas del mundo.

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  • Capítulo 1

    1. En el jardín hay un árbol. Enprimavera da flores; en otoño,frutos.

    2. Su fruto es el conocimiento,que enseña al buen jardinero acomprender el mundo.

    3. De él aprende cómo crece el árbol,de la semilla al árbol joven, delárbol joven al maduro, al finpreparado para ofrecer más vida;

    4. Y de la madurez a la vejez y alsueño, desde donde se reintegra alos elementos de las cosas.

    5. Los elementos, a su vez, alimentannuevos nacimientos; así es elorden de la naturaleza, y esparalelo al discurrir de lahumanidad.

    6. De la caída de un fruto de un árbolsemejante vino la inspiración parael estudio de la naturaleza de lascosas,

    7. Cuando Newton se sentó en sujardín y vio lo que nadie habíavisto antes: que una manzana atraea la tierra, y la tierra a la manzana,

    8. Mediante una fuerza mutuanatural que lo sujeta todo, de losplanetas a las estrellas, en unabrazo unificador.

    9. De tal modo todas las cosas seagrupan en una sola: el universonatural, en el que hay muchosmundos: los orbes de luz en unainmensidad de espacio y tiempo,

    10. Y a su alrededor sus satélites, enuno de los cuales hay una parte de

    la naturaleza que se refleja ensí misma,

    11. Y puede preguntarse por subelleza y significado, e intentarcomprenderlo: es la humanidad.

    12. Todas las demás cosas, en susciclos y ritmos, existen en y porsí mismas;

    13. Pero en la humanidad hay tambiénexperiencia, que es lo que crea elbien y su opuesto,

    14. A través de los cuales lahumanidad intenta llegar acomprender el significado de lascosas.

    Capítulo 2

    1. Los primeros que se propusierondescubrir los secretos y diseñosde la naturaleza, oponiéndose,temerarios, a la ignoranciaprimitiva de la humanidad,merecen nuestro elogio;

    2. Pues ellos comenzaron labúsqueda para medir lo que unavez fue inconmensurable, paradiscernir sus leyes y conquistaral propio tiempo a través de lacomprensión.

    3. Se necesitaron nuevos ojos paraver aquello oculto por laignorancia, un nuevo lenguajepara expresar lo desconocido,

    4. Una nueva esperanza: que elmundo se revelaría a la indagacióny la investigación.

    5. Quisieron descubrir las fuentes

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    primeras del mundo, preguntándosecómo rinde la naturaleza suabundancia y cómo la impulsa,

    6. Y adónde todo va cuando acaba,sea para cambiar o cesar.

    7. Los primeros investigadoresllamaron átomos a los elementosde la naturaleza, y materia,semillas, cuerpos primeros, ycomprendieron que erancontemporáneos con el mundo;

    8. Vieron que nada proviene de lanada: descubrir los elementosrevela cómo las cosas de lanaturaleza existen y se desarrollan.

    9. El miedo posee poder sobre laspersonas cuando éstas conocenpoco, y necesitan historiassencillas y leyendas que conforteny expliquen;

    10. Pero las leyendas, y la ignoranciaque las inspira, son un edificio deoscuridad y limitaciones.

    11. El conocimiento es libertad:libertad sobre la ignorancia y suhijo, el miedo; el conocimiento esluz y liberación,

    12. El conocimiento, que el propiomundo contiene, y sus orígenes,y la mente del hombre,

    13. De la que viene más conocimientoy nueva esperanza de conocer más.

    14. Atreveos a conocer: he aquí ellema de la ilustración.

    Capítulo 3

    1. Todas las cosas tienen su origenen variaciones más antiguas:

    2. Los ancestros de la mayoría decriaturas surgieron del mar;algunos habitantes del mardescienden de ancestros terrestres;

    3. Las aves descienden de criaturasque antaño corrían por el suelo;

    4. Los rumiantes astados, lasmanadas y las criaturas salvajesde la naturaleza, que pastan enlos páramos y en los sembrados,descienden de especies anteriores.

    5. Tampoco las frutas mantieneneternamente sus antiguas formas,sino que desarrollan nuevasformas a lo largo del tiempo ydel cambiante discurrir de lanaturaleza.

    6. ¿Podría todo ello resultar de unaanarquía, desarrollándosearbitrariamente de la nada? No:

    7. Porque la naturaleza es ordenada yopera por fases; todo desciende deelementos en sus generaciones,

    8. Cada especie existe por su propianaturaleza, formada por loscuerpos primigenios que son sufuente, evoluciona por fases enfunción de los ritmos de la vida.

    9. Vemos fructificar, en la tierra, lasrosas en primavera, el trigo enverano,

    10. Las viñas que se dulcifican cuandoel otoño las madura, porque lassemillas de las cosas fluyen juntascuando es su tiempo,

    11. Y nuevas formas y nacimientos serevelan cuando llega su momento,y la tierra, preñada, da a luz a sudescendencia.

    12. Pero si vinieran de la nada, sinorden ni ley natural, podríanaparecer de repente, inesperadas,en meses extraños, sinascendencia;

    13. No crecerían a partir de semillassi la vida fuese un productoarbitrario del vacío o el caos:

    14. En tal caso el recién nacido se

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  • Génesis 11

    convertiría de repente en hombre,y del césped surgiría un árbolcompleto;

    15. Pero en la naturaleza cada cosaaumenta en orden desde susemilla, y a través de suincremento conserva su especie.

    Capítulo 4

    1. Todo ello prueba que lagenerosidad de la naturaleza poseeun origen en todas sus formas.

    2. La fructífera tierra, sin susestaciones de lluvia y sol, nopodría darnos el fruto que noshace felices,

    3. Y nada de lo que vive puedesobrevivir ni mejorar su especieprivado de nutrientes.

    4. Vemos, pues, que todo tieneelementos en común, como vemosletras comunes en muchaspalabras.

    5. ¿Por qué no debería la naturalezahacer a los hombressuficientemente grandes paravadear a pie los océanos, odestrozar las montañas con susmanos,

    6. O conquistar el tiempo con largosdías, si no fuese que todo estásujeto a proporción?

    7. Vemos cuántos más campos haylabrados que sin labrar,recompensando la labor denuestras manos con sus cosechasmás abundantes;

    8. ¿Veríamos, de no ser por nuestrotrabajo (el recto surco y la huertabien atendida) formas más bellasque las nuestras, a partir degeneración espontánea? Sí;

    9. Porque la naturaleza es, asimismo,como un granjero, cuyo aradorotura la tierra fértil y remueve elhumus, acelerando el nacimientode vida;

    10. Nada proviene de la nada; todaslas cosas tienen sus orígenes en lasleyes naturales, y gracias a susedictos llegan a costas luminosas.

    Capítulo 5

    1. Cuando las cosas mueren y sedescomponen, regresan a suscuerpos primeros; nada perecehasta desaparecer.

    2. Pues si el tiempo, que deshacecon la edad las obras de todo elmundo, destruyera por completolas cosas, ¿cómo se repondríanlas generaciones, especie aespecie?

    3. ¿Cómo podrían las fuentes de lamontaña y los largos ríos queatraviesan la tierra mantenerllenos los océanos?

    4. ¿Y qué alimenta las estrellas? Eltiempo y las eras podrían devorartodas las cosas, si las leyes de lanaturaleza no determinaran,infalibles, que nada regresa a lanada.

    5. Contemplad la lluvia, manandodel cielo, hundiéndose en la tierrapara después hacer brotar elbrillante cereal,

    6. Y las ramas de los árboles sonverdes, y los propios árboles estáncargados de frutos.

    7. Es gracias a estos dones de lanaturaleza que la humanidad ytodas las criaturas se alimentan;así las alegres ciudades prosperan

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  • 12 El buen libro

    llenas de niños y en los bosquesresuena el canto de los pájaros;

    8. Las vacas, gordas y perezosas, setienden en los pastos mientras suleche fluye, y la lana de las ovejascrece en exuberantes colinas;

    9. La naturaleza ofrece sus riquezas;la gentil tierra da sus reservas; y loque se ofrece regresa después a sufuente, para generar nuevasriquezas;

    10. Nada perece completamente,como nada nace si no es a travésde la muerte de otra cosa,

    11. Pues la muerte no es sino el origende la vida, como la vida es elcontrapeso de la muerte.

    Capítulo 6

    1. Y ahora, dado que la naturalezaenseña que nada puede nacer dela nada,

    2. Y que tampoco, una vez nacido,puede regresar a la nada, nodudéis de esta verdad sólo porquevuestros ojos no pueden ver lasminúsculas partes de las cosas.

    3. Pues tened en cuenta aquellosobjetos que, aunque se conoceny se sienten, son invisibles:

    4. El viento azota nuestra cara ynuestro cuerpo, invisible, y zarandeaa los barcos, en el mar, cuando lasolas rugen, y desgarra las nubes,

    5. O, formando fuertes remolinos,llena las llanuras de ramas rotas yazota las cimas de las montañas conráfagas que hienden los bosques.

    6. Los vientos son invisibles, perobarren el mar, las tierras, las nubesdel cielo, acabando, molestos, conla calma;

    7. Invisibles, pero poderosos comolas crecidas del río que hacenañicos las casas y árboles que seencuentran en su rugiente camino,

    8. De tal manera que ni sólidospuentes resisten el choque cuandolas riadas desbordan: el turbulentotorrente,

    9. Crecido gracias a cien lluvias,golpea los embarcaderos, seestrella, caótico, y engulle con susolas restos de ladrillos y pesadaspiedras,

    10. Arrastrando cuanto se le opone.De igual manera las ráfagas delhuracán, como una poderosa riada,aquí y allá, arrastrándolo todo,

    11. O alzando y transportando, en suvórtice circular, objetos indefensos:

    12. Y sin embargo, estos vientosinvisibles son reales, rivalizandoen sus efectos y en sus modos conlos poderosos ríos cuyas aguaspodemos ver.

    Capítulo 7

    1. Pensad, también, que conocemoslos variados olores de las cosas,pese a que nunca vemos cómo elaroma toca nuestras fosas nasales;

    2. Con los ojos no vemos el calor niel frío, pero los sentimos; novemos las voces de los hombres,pero las oímos: todo es corpóreo,

    3. Todo es cuerpo o emana de él; loreal es corpóreo, tanto lo visiblecomo lo invisible.

    4. La ropa, si se deja en la costaazotada por el mar, se humedece;y si se tiende al sol, se seca;

    5. Nadie ha visto la humedadpenetrarla, ni cómo se desprende

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  • Génesis 13

    y eleva gracias al sol. Así sabemosque la humedad se divide enpartículas demasiado pequeñaspara que las veamos.

    6. Un anillo en el dedo va perdiendogrosor por su interior, con el pasode los años;

    7. Las gotas de lluvia que caen denuestro alero excavan poco a pocola piedra;

    8. La curva reja del arado, aunque dehierro, se desgasta continuamenteen los surcos de los campos.

    9. Vemos las vías pavimentadas,desgastadas por muchos pies, y lasestatuas de bronce de las entradastienen su mano derecha más finapor los saludos de los peregrinos.

    10. Vemos cómo el desgaste vadisminuyéndolos, pero laenvidiosa naturaleza de la visiónnos impide ver las diminutaspartículas que se desprenden.

    11. Por último, aquello que los días yla naturaleza añaden poco a poco,forzando a las cosas a crecer en ladebida proporción,

    12. No hay visión, por aguda que sea,que sin ayuda lo vea. Comotampoco podemos observar lo queel tiempo roba, cuando las cosas,con la edad, se desvanecen ydecaen,

    13. O cuando el salado mar se comelos acantilados. Así trabaja lanaturaleza, a través de cuerposy fuerzas invisibles;

    14. Así los elementos y semillas dela naturaleza quedan ocultos a lamirada de los ojos,

    15. Haciendo necesaria, en su lugar,la mirada de la mente, el ojo de laciencia y de la razón, para penetrary comprender;

    16. Y los instrumentos que el ingeniohumano ha concebido, para ver ydejar constancia de las minúsculaspartes de las cosas,

    17. Y de la naturaleza, a partir de lascuales se construye toda su infinitavariedad.

    Capítulo 8

    1. Los cuerpos son uniones de losátomos primigenios, que ningúnpoder puede deshacer; existen porsus propios poderes, y persisten.

    2. Aunque es difícil pensar que hayalgo sólido; pues los relámpagos,como el sonido, atraviesan losmuros,

    3. Y el hierro se licúa con el fuego,y las rocas arden con fierasexhalaciones en el corazón de losvolcanes, estallando en pedazos;

    4. El rígido oro de disuelve en elcalor; el frío bronce se funde,conquistado por la llama;

    5. El calor y el penetrante fríoatraviesan la plata, pues, conla copa en la mano, a menudosentimos ambos al verter el líquido;

    6. Parece que no haya nadarealmente sólido, excepto losfundamentos de los elementos.

    7. Pero si la naturaleza hubierapermitido que las cosas sedisolvieran para siempre, sinvolverse a unir o renovarse,

    8. Hoy en día todos los cuerpos quealguna vez existieron estaríanreducidos a sus últimoscomponentes, sin nada creadoa partir de ellos.

    9. Pues es más rápido destruir unacosa que crearla; sea cual sea la

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  • 14 El buen libro

    larga infinidad de días y todo eltiempo que anteriormente hayapasado,

    10. El mismo no podría volver areconstruir el mundo, fuese cualfuese el tiempo que quedase.

    11. Y sin embargo vemos que lascosas se renuevan, en sus debidasestaciones, y en sus respectivasespecies: renovadas o creadas denuevo, según las necesidades yleyes de la naturaleza;

    12. Vemos cómo las cosas perduran:grandes peñascos de basaltoy barras de resistente hierro,demostrando los cimientos dela naturaleza.

    13. Las entidades y fuerzassubyacentes en todo son poderosasen su antigua simplicidad, tejiendoy atando todos los objetos.

    14. Así muestran su fortaleza,uniéndose mutuamente mediantevínculos que nuestros sentidos nopueden percibir:

    15. Un vínculo que existe dentro detodas sus partes, en los elementosmínimos de la naturaleza, cadacosa, en sí misma, parte de otra,

    16. A partir de la cual otras partesy otras del mismo orden sedisponen en falange: la plenituddel cuerpo.

    17. En todo aquello que posee partes,estas partes poseen vínculos,conexiones y movimientos, segúnlos cuales las cosas poseenexistencia y persisten, sedescomponen y se renuevan.

    18. Lo que es menor que los átomoscompone átomos; los átomos,moléculas; y éstas, en lo animadoy lo inanimado, constituyen lasvariedades sólida, líquida y

    gaseosa naturales a sus sistemasy relaciones,

    19. Formando todo, desde losanimálculos a la hueste deestrellas que iluminan la nochecon su brillo, vastas en el tiempoy el espacio.

    Capítulo 9

    1. Las generaciones del mundo y lavida evolucionan, unas a partirde las otras, en la vastedad deltiempo.

    2. En cada sol eclosionan Tierras,y segundos planetas surgen delprimero;

    3. Y así el mar, al nacer, aumentotras aumento, cubrió una tierrasin costas;

    4. Alimentada por la cálida luz solaren cuevas primigenias, la vidaorgánica surgió bajo las olas.

    5. Primero hay calor debido acambios químicos, y proporcionaa la materia sus alas elípticas;

    6. Con fuerte repulsión las masas seseparan y estallan; se funden ensólidos o se expanden en gas.

    7. A continuación hay atracción:conforme tierra o aire remiten, losátomos pesados se separan de losligeros,

    8. Y las partes, aproximándose, secombinan en un rápido abrazo,se unen en esferas y se alarganen líneas.

    9. Por último, como finos aguijones,los hilos de materia se excitan,cordones enlazándose concordones, redes uniéndose conredes,

    10. Y una rápida contracción, con una

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  • Génesis 15

    llama etérea, ilumina con vida laestructura de átomos.

    11. Así, en un nacimiento bioquímicoespontáneo, surgieron las primerasmotas de tierra animada;

    12. Del útero de la naturaleza la plantao insecto colea, florece o respira,con miembros microscópicos.

    13. Por tierra, mar, aire; alrededor,debajo, encima, la sutil trama de lavida se teje en el telar de lanaturaleza;

    14. Puntos unidos a puntos, una líneade vida se extiende, y, tocada porla luz, sus extremos se acercanmutuamente.

    15. Los anillos se unen a otros anillos;y, ya convertidos en tubos,estrechan en sus jóvenes labios losglobos o cubos de nutrientes,

    16. Y urgidos por nuevas apetencias,seleccionan, beben, retienen,digieren, secretan, expulsan.

    17. En conos ramificados, la redviviente se expande, los órganos yglándulas vitales crecen;

    18. Tubos arteriales transportan lanaciente sangre, y venas encrecimiento devuelven el fluidocarmesí;

    19. Hojas, pulmones y agallasrespiran el éter vital sobre la verdesuperficie de la tierra o bajo lasolas.

    20. Así, los primeros poderes de lavida detienen los vientos ycrecidas, y en huesos losconvierten, o en conchas, o enmadera;

    21. Se agrandan los vastos lechosde arcilla, limo y arena, y de losdisminuidos océanos surge latierra.

    Capítulo 10

    1. Después, los nervios unen su largotren sináptico, y nuevassensaciones despiertan alprimigenio cerebro;

    2. A través de cada nuevo sentidolas entusiastas sensaciones viajana gran velocidad, sonrojan lasmejillas, y abomban el corazónpulsante.

    3. Del dolor y del placer surgenrápidamente voluntades, quemandan sobre las extremidades yguían ojos inquisitivos;

    4. Con la luz de la razón el reciéndespierto hombre se dirige, y conbuen criterio, distingue entrecorrecto y erróneo.

    5. Por último, múltiples asociacionessurgen, pensamientos conpensamientos se unen,sentimientos y emociones quese aferran;

    6. De ahí que en largas cadenas deeslabones rápidamente fluyanalegrías imaginadas y afliccionesvoluntarias.

    7. La vida orgánica bajo las olasnació, y en las iridiscentes cuevasoceánicas se nutrió;

    8. Sus primeras, minúsculas formas,nunca vistas al microscopio,nadan en el mar, o escalanmontículos de barro;

    9. Éstas, con las sucesivasgeneraciones que florecen, formasmás grandes asumen y nuevospoderes adquieren;

    10. De lo que incontables formas devegetación surgen, y los reinos delos que respiran: aletas, pies y alas.

    11. Así se crearon nuestro mundo y lavida, un reino natural, de la

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    naturaleza nacidos, con lanaturaleza al timón:

    12. En los vastos eones, desde que lavida surgió, a la vida compleja:por evolución.

    Capítulo 11

    1. En todas las especies, lanaturaleza se esfuerza pararenovarse, para nutrirse y paraprotegerse del peligro,

    2. Cada una según su especie y parasu especie, en la gran tarea decontinuación que es la evolución.

    3. En la humanidad la tarea derenovación se apoya en el afecto,el vínculo entre unos y otroscreado por el deseo;

    4. Entre los objetos que la naturalezaofrece hay poco que sea másdigno de búsqueda, poco que hagamás felices a las personas,

    5. Que el disfrute de otro que piensay siente como uno mismo,

    6. Que posee las mismas ideas,experimenta las mismassensaciones, los mismos éxtasis,

    7. Que entrelaza sus afectivos yapasionados brazos con los de unomismo,

    8. A cuyos abrazos y caricias lessigue la existencia de un nuevo serparecido a sus progenitores,

    9. Y que los busca, en los primerosmovimientos de su vida, paraabrazarlos,

    10. Que se criará a su lado paracompartir su amor, cuyo feliznacimiento refuerza los vínculosque unen a sus padres.

    11. Si hay alguien que pueda sentirseofendido por el elogio a la más

    noble y universal de las pasiones,evoquemos la naturaleza y queella le hable.

    12. Pues la naturaleza diría: «¿por quéte sonrojas al oír elogiar el placer,si no te sonrojas al dar riendasuelta a sus tentaciones al abrigode la noche?

    13. »¿Ignoras acaso su propósito y loque a él le debes?

    14. »¿Crees que tu madre habríaarriesgado su vida para darte latuya si no hubiera habido inefablesencantos en el abrazo de sumarido?

    15. »Calla, infeliz, y ten en cuenta quefue este placer el que te sacó de lanada y te dio vida.

    16. »La propagación de los seres es elmás grande objetivo de lanaturaleza. Llama imperiosamentea ambos sexos en cuanto hanobtenido su porción de fuerza ybelleza.

    17. »Una vaga y creciente inquietud lesavisa del momento; su experienciase mezcla con dolor y con placer.

    18. »En ese momento hacen caso asus sentidos y vuelven su atencióna sí mismos.

    19. »Pero si un individuo encuentra aotro de la misma especie y sexodiferente,

    20. »Se suspenden todas las demásnecesidades: el corazón palpita,los miembros tiemblan;

    21. »Voluptuosas imágenes pueblan lamente; un caudal de sensacionesinunda los nervios, excitándolos,

    22. »Y procede al establecimiento deun nuevo sentido que se revela yatormenta al cuerpo.

    23. »La vista se nubla, nace el delirio;la razón, esclava del instinto, se

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  • Génesis 17

    limita a satisfacerlo, y así lanaturaleza misma se ve satisfecha.

    24. »Así es como ocurrieron las cosascuando comenzó el mundo,

    25. »Y la manera en que siguensucediendo, tanto entre las sedasde ricas alcobas como entre lassombras de la cueva del salvaje».

    26. Tan grande es la urgencia de lanaturaleza, que en cien mil formasy maneras las semillas fluyen,abundantes, sobreabundantes,

    27. Que, en la temporada adecuada,por mar y aire flotan miríadas depotenciales vidas; hombres yanimales, a su vez, buscan a susparejas, obedientes al deseo;

    28. En primavera ven la luz reciénnacidos, o piden desde sus nidosalimento; y el lactante se aferra alseno de su madre,

    29. Prueba de que ninguna ley nilocura humana puede alterar el ríode la vida, que ha de fluir,poderoso, siempre hacia delantedesde su inicio,

    30. Y hollar todos los caminos haciasu futuro, sin aceptar obstáculo niimpedimento alguno.

    31. Pues es su soberana la naturaleza,y es su guía la mano de ésta, y suobjetivo, el cumplimiento de susgrandes imperativos.

    Capítulo 12

    1. Recorro tierras lejanas, enestudiosos pensamientos, hollandosurcos por bosques por los quenunca antes ha pasado nadie.

    2. Me deleito al llegar a fuentesnunca profanadas, bebiendo susaguas frías y profundas,

    3. Recogiendo nuevas flores, y hojasde laurel y mirto verde,

    4. Con las que hacer una corona parami cabeza, de regiones en las quela búsqueda aún no ha adornadoel ceño humano.

    5. Pues, dado que lo que enseñoconcierne a cosas importantes,y que intento liberar la mentehumana de las cadenas de laignorancia cegadora;

    6. Dado que toco temas tan amplios,de lo más grande y de lo máspequeño, de los orígenes y de losfinales, del vasto imperio de lanaturaleza,

    7. Escojo un camino sin zarzas, ycompongo una lúcida canción,hablando de todo con encanto,

    8. Como cuando los médicos, paradar a los niños el amargo ajenjo,untan los bordes del vaso con miely zumo,

    9. A fin de engañar los labios delniño que, distraído, bebe elsaludable trago;

    10. Así yo también, ahora, expongoen versos, suavemente, para untarcon miel los bordes de la verdad.

    11. Si de este modo puede unoenseñar al mundo, las multitudescesarían en las luchas, que tantaignorancia conllevan,

    12. Sabiendo por fin la verdad y lanaturaleza de las cosas.

    Capítulo 13

    1. No admitamos más causas paralos fenómenos naturales que lasque sean verdaderas y suficientespara explicar lo que vemos.

    2. Pues sabemos que la naturaleza no

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    hace nada en vano, y más es vanoallá donde menos basta.

    3. La naturaleza ama la simplicidad,y no necesita la pompa de causassuperfluas.

    4. Asignemos siempre los mismosefectos a las mismas causas, comola respiración en hombres y bestias;

    5. Como las formaciones geológicasde las montañas de Europa yAmérica;

    6. Como el calor de nuestros fogonesy el calor del sol;

    7. Como la reflexión de la luz en latierra y por los planetas.

    8. Pues las mismas leyes se aplicanen todas partes, y los fenómenosde la naturaleza son los mismos,ya sea aquí o en una galaxiadistante.

    9. Esas cualidades de los cuerpos,que no admiten aumento nidisminución gradual,

    10. Que sabemos pertenecen a todoslos cuerpos al alcance de nuestrasinvestigaciones,

    11. Se han de considerar cualidadesuniversales.

    12. Pues, dado que sólo conocemoslas cualidades de los cuerposmediante experimentos, debemosconsiderar universales aquellasque universalmente concuerdencon el experimento.

    13. No ignoraremos las evidenciasexperimentales a favor de sueñosy ficciones de nuestra propiainvención;

    14. Ni nos separaremos de la analogíade la naturaleza, que es simpley siempre concordante con símisma.

    15. Conocemos la extensión de loscuerpos sólo gracias a nuestros

    sentidos, y nuestros sentidos noalcanzan a todas las partes de loscuerpos;

    16. Pero como percibimos extensiónen todo aquello que podemossentir, la adscribimosuniversalmente a aquello que nopodemos percibir directamente.

    17. He aquí el orden y la disciplina dela ciencia.

    18. Buscaremos proposiciones,recogidas por inducción general, apartir de fenómenos, y las daremospor precisas o casi verdaderas,pese a cualquier hipótesiscontraria que se pueda imaginar,

    19. Hasta que se dé otro fenómenoque las refute o las corrobore yhaga más precisas.

    20. Esta regla es la que hemos deseguir: no desviarnos delargumento de la inducción sólopor causa de hipótesis.

    Capítulo 14

    1. Estoy convencido de que elintelecto humano crea sus propiasdificultades, al no emplear losmétodos verdaderos, sobrios yjuiciosos de investigación a sudisposición,

    2. De lo que se deriva la múltipleignorancia de las cosas, causantede innumerables males en elmundo.

    3. Por ello, veamos si ese comercioentre la mente humana y lanaturaleza de las cosas,

    4. Un comercio más precioso quecualquier cosa en la tierra, pueses nada menos que la búsquedade la verdad,

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  • Génesis 19

    5. Se puede perfeccionar; o, si no,llevar a una condición mejor quela que actualmente muestra.

    6. No podemos esperar que loserrores que han prevalecido hastaahora, y que prevalecerán parasiempre si la investigación se dejasin instruir y corregir, vayan acorregirse por sí mismos;

    7. Porque las primeras nociones delas cosas, que nuestras mentes, enla infancia, sin educación, tan fácily pasivamente aceptan,

    8. Son falsas, confusas yapresuradamente abstraídas delos hechos; tampoco son menosarbitrarias e inconsistenteslas nociones secundarias ysubsiguientes.

    9. De ello se sigue que el tejido enterode la razón humana empleada en lainvestigación de la naturaleza estámal construido, como un granedificio sin cimientos.

    10. Pues, mientras las personas seocupan de admirar y aplaudirfalsos poderes de la mente,desechan y dejan de lado suspoderes verdaderos,

    11. Los cuales, si se les proporciona laayuda necesaria, y si se conformancon respetar la naturaleza en lugarde intentar vanamente dominarla,están a su alcance.

    12. He aquí el camino a la verdady el avance del conocimiento.

    Capítulo 15

    1. Había sólo un camino, en el albade la verdadera ciencia:

    2. Intentarlo todo nuevamente demanera mejor, y comenzar una

    reconstrucción del conocimientohumano sobre cimientosadecuados.

    3. Y esto, aunque sobre el papel y ala hora de realizarlo pueda pareceruna tarea infinita y más allá de lospoderes del hombre,

    4. Cuando se tuvo que llevar a cabose halló que era razonable ysobrio, mucho más que lo quese había hecho antes.

    5. Pues de ello se han sucedidograndes avances; mientras queantiguas especulaciones,fantásticas y poco científicas,

    6. Produjeron sólo remolinos yperpetua agitación, acabandodonde comenzaron.

    7. Y aunque los primeros impulsoresde la búsqueda sabían cuánsolitaria empresa sería alprincipio,

    8. Promover la ciencia allá dondesólo había habido ignoranciaproveniente de los sueños de lainfancia humana,

    9. Y cuán duro sería que les creyeran,estaban, no obstante, resueltosa no abandonar el intento,

    10. A no dejar de intentar entrar en elgran sendero de la verdad abiertoa la búsqueda humana.

    11. Pues es mejor un comienzo enaquello que pueda llevar a algo,

    12. Que enzarzarse en continuasluchas y persecuciones sin salida.

    13. Y ciertamente las dos maneras decontemplación semejan esas dosmaneras de actuar, tan celebradas,en esto:

    14. Que uno, arduo y difícil alprincipio, lleva al menos a campoabierto;

    15. Mientras que la otra, a primera

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  • 20 El buen libro

    vista fácil y libre de obstáculos,lleva a lugares intransitables yabruptos.

    16. Además, como la gente no sabíacuánto tiempo pasaría antes deque estas cosas se les ocurrierana otros,

    17. Especialmente a la vista de que nohabían hallado a nadie que hubierapensado así anteriormente,

    18. Resolvieron al instante explicartanto como pudieran. La causade lo cual no fue la ambiciónpersonal, sino la soledad en elverdadero conocimiento;

    19. Que pudieran permanecer lostrazos y proyectos de lo que se

    podía obtener para el beneficiode la humanidad.

    20. Muchas otras ambiciones delpecho humano parecen pobrescomparadas con tamaña empresa,

    21. Viendo que la tarea es algo tangrande que puede contentarse consu propio mérito, y que norequiere más recompensa:

    22. Pues es nada menos que intentarcomprender el mundo, y a lahumanidad en él:

    23. Es nada menos que la ciencia, lamás grande empresa humana, sumayor logro y su mayor promesa:

    24. Que la humanidad la empleesabiamente.

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