el arte contemporaneo y la escuela infantil · el arte debería tener también una función y una...

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EL ARTE CONTEMPORANEO Y LA ESCUELA INFANTIL Lic. Garella

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EL ARTE CONTEMPORANEO Y LA

ESCUELA INFANTILESCUELA INFANTIL

Lic. Garella

El arte contemporáneo, con toda su diversidad de mensajes, sentidos y

estéticas, nos ofrece interesantes ideas y sencillos materiales para crear

espacios de juego donde los niños puedan apropiarse de la realidad con

interpretaciones creativas propias. El niño y la niña, al igual que el artista

contemporáneo, se identifican con el espacio como escenario para realizar

un acto lleno de goce estético mediante la relación con los objetos y

espacios investidos de nuevas connotaciones que crean los contextos

significativos del juego simbólico. Eventualmente en espacios de arte y

museos, existe la posibilidad de jugar e introducirse dentro de las

instalaciones cuando forma parte del proyecto del artista que invita a los

niños y niñas a ser “usuarios” de su obra como espacio con posibilidades de niños y niñas a ser “usuarios” de su obra como espacio con posibilidades de

juego y de interacción. También podemos llevar el arte contemporáneo al

aula (recreando según nuestras posibilidades o interpretando la obra

original) para configurar el espacio escolar como una propuesta de

acercamiento y exploración del arte contemporáneo a partir del juego y del

acontecimiento estético. Así, los niños acceden al arte como experiencia

cotidiana y como un juego donde reconocen sus capacidades de

transformación.

Cada obra suscitará un nuevo “paisaje escolar”, creando con su presencia física una

perturbación en las rutinas y en los modos de relación de sus habitantes

(niños y adultos). En el espacio articulado a través de la presencia de la obra, a buen seguro,

se producirán juegos, relaciones, posibilidades, imaginarios, situaciones, acontecimientos,

narraciones y nuevas significaciones como proyecto compartido. Podremos analizar todas las

relaciones que se establecen en la exploración o transformación de la obra, las situaciones

de aprendizaje y descubrimiento que se organizan de forma espontánea, los

comportamientos y formas de movimientos que se generan como resonancias corporales,

los gestos que nos devuelven los niños: asombros y curiosidades, exclamaciones y preguntas,

miradas y escuchas, expresiones y emociones, tensiones y relajaciones, etc.

La Educación Artística puede y debe ofrecer ámbitos de exploración, reflexión y compromiso, La Educación Artística puede y debe ofrecer ámbitos de exploración, reflexión y compromiso,

de manera individual y colectiva, que se proyectan en la búsqueda de una mayor calidad en

la relación entre arte y vida. No podemos olvidar la ampliación de contextos donde

actualmente la Educación Artística está tomando una importante relevancia en su apertura

hacia nuevas formas en la que las artes participan de la misma, por ejemplo: con la

organización del ocio y la dinamización del patrimonio cultural y natural, las aplicaciones de

las artes en el área de la salud y la terapia, como recurso en las dinámicas grupales que

incentivan la creatividad en proyectos sociales o empresariales, como estrategia para

políticas de intervención social y desarrollo comunitario a través de gestores culturales o

técnicos de la administración cultural (pública o privada), para el fundamento y visibilidad de

programas de atención e integración social, o incluso, como recurso de innovación en la

investigación y desarrollo tecnológico, etc. Especialmente en su dimensión social, las artes

son implementadas como mediadores de participación social.

Tales procesos se fundamentan en la concepción ampliada de las artes como

experiencia y utiliza los lugares (reales e imaginarios) como soporte para creaciones

colectivas que involucran a los ciudadanos, impulsando la documentación de estos

procesos y la apropiación critica y creativa. El arte en espacios públicos se escenifica

en las ciudades como un ámbito para el “conflicto” (más que para un consenso que

no siempre ofrece posibilidades de crecimiento) y su papel reside en servir como

vehículo para la visibilización de discursos no usuales y las nuevas expresiones

culturales asociadas a lo urbano. Estas propuestas, también

incluyen el arte en red o el arte colaborativo en el contexto de las relaciones

cotidianas,etc. La gestión participativa de los espacios de ciudadanía que se

(re)significan a través de las artes, pueden ser la evidencia más notable de un

desarrollo humano que se fundamenta en un relato compartido que describe desarrollo humano que se fundamenta en un relato compartido que describe

nuestras maneras de relacionarnos, organizarnos, entendernos y representarnos.

Concretando más en el ámbito educativo, las artes son favorecedoras de dinámicas

de integración escolar, social y cultural. Mediante propuestas relacionadas con el

fomento de actitudes para la tolerancia, la solidaridad y la convivencia creativa que

promuevan una conciencia crítica frente a los mecanismos de exclusión social y

convertirse, a la larga, en un proceso consciente de crecimiento individual y colectivo.

Todo lo anteriormente citado, son ejemplos de respuestas a las demandas actuales

que plantean la exigencia de imaginar procesos sociales y educativos diferentes y

donde la Educación Artística puede realizar importantes aportaciones en todo tipo de

contextos humanos, como espacio de reflexión crítica y también como territorio para

el intercambio y la promoción del Otro como portador de innovación, riqueza y

diversidad

“Las diferentes artes construyen representaciones del mundo

(…) que pueden inspirar a los seres humanos para comprender mejor el presente y crear

alternativas de futuro.” (Arthur Efland, 2004)

En este panorama de la experiencia humana, no podríamos definir actualmente unas

funciones universales de las artes contemporáneas, sino más bien, una serie de estrategias

de cómo cada persona o colectivo las aplica y contextualiza en su propio proyecto de

“construcción de la realidad” (el arte, como mediador de significados, se produce en un

contexto de relación y estos significados se construyen de acuerdo con esta necesidad de

interpretar la realidad). Estrategias que no sólo sirven para descubrir nuevas oportunidades,

sino como una manera de concretar elecciones y asumir compromisos. Cuando las artes sino como una manera de concretar elecciones y asumir compromisos. Cuando las artes

desempeñan esta función contextualizada en cada situación de realidad, otorgan a lo

individual una forma pública en la cual pueden participar otros como manifestación e

invitación a una construcción colectiva de los significados. De este modo, la Educación

Artística concreta y aplica las funciones que las artes desarrollan en los diferentes contextos

de desarrollo, porque atienden a los valores y manifestaciones culturales que cada

comunidad sustenta en representación de cada individuo y viceversa. En esta misma

dirección, afirma Elliot Eisner en "La función de las artes en la especie humana", que las

artes tienen como función recordarnos que la apertura individual a una conciencia común.

Las funciones interpretativas del arte contemporáneo (no solo las productivas), los

contextos educativos y la cultura escolar permanecen como uno de los principales

lugares para proporcionar experiencias significativas a través de esta función cultural y

social de las artes, entendida como dinamizadora de los procesos simbólicos que

sirven, no solo para ordenar la realidad, sino también para modificarla y entenderse en

ella. Creer en la educación, como espacio de posibilidades, es también creer en los

procesos educativos vividos por una colectividad que comparte unos símbolos propios.

Las artes permiten realizar una interpretación de la cultura en cada contexto que no

solo es verbal o visual, sino que vincula procesos interpretativos que ponen en relación

la historia de cada uno de los productos culturales realizados desde todos sus ámbitos

(oficiales y no oficiales) en una dinámica que produce cultura como resultado de la

acción de personas concretas que se organizan en formas singulares de vivir . La acción de personas concretas que se organizan en formas singulares de vivir . La

experiencia estética permite establecer relaciones sensibles con las estructuras que

establecen y conforman las personas con la realidad, con los otros y consigo mismas en

la medida que permiten imaginar e inventar otras posibles formas de pensar y

representar el futuro. Por ello, la educación estética resulta relevante en la

construcción de formas colectivas de subjetividad. Las ideas expuestas nos llevan a

entender el arte como una construcción que puede favorecer la identidad cultural del

observador ya que conocer el significado de estos objetos implica conocer su valor

cultural y poder interpretarlos como síntomas de cuestiones sociales y culturales a las

que se vinculan. Apoyando el párrafo anterior, esta investigación entiende que el arte

contemporáneo es un producto sociocultural y que una de las principales

características que lo definen radica en la vinculación que existe entre sus artefactos

artísticos y las circunstancias políticas, sociales, económicas y culturales.

La multiplicidad de contextos que ofrece el arte Contemporáneo lo dota de capacidad para

evocar la experiencia de otros y poner en juego nuestra propia experiencia. La obra de arte

se comporta como un artefacto susceptible de activar experiencias en el niño y la niña. El

enfoque educativo que se maneja en este estudio hace especial hincapié en la importancia

del concepto de experiencia como proceso de adquisición de conocimiento. En la educación

infantil, el niño y la niña se encuentran inmersos en realidades muy distintas que le atraen y

con las que interactúan desde su propio bagaje. De lo anteriormente expuesto inferimos que

el trabajo desarrollado con el arte contemporáneo puede contribuir al enriquecimiento de

las experiencias vitales de la infancia y por lo tanto, a la construcción de su identidad a

través de la alteridad y de las relaciones en los procesos socializadores. El arte

contemporáneo utiliza como lenguaje básico una simbología propia (o apropiada) y se

constituye cuando se comparten significados en una colectividad. La formación de constituye cuando se comparten significados en una colectividad. La formación de

conceptos abstractos depende de esos significados que utiliza el niño y la niña a través de

las cualidades sensoriales, perceptivas y comunicativas en la gestión de tiempos, espacios,

objetos e iguales (con los otros y adultos referentes). La calidad de significados que se

pueden transmitir está influida en gran medida por las cualidades sensoriales de todos

estos, reforzadas por formas particulares de representación (dibujo, pintura o construcción)

pero también a través de la instalación, las vivencias corporales o performances y otras

formas de expresión del arte contemporáneo. El arte contemporáneo hace participante

activo al niño y a la niña de la cultura, dotándole con la capacidad de acceder al arte como

experiencia cotidiana y produciendo obras abiertas a la interpretación y al juego de los

significados. El arte es juego y actitud vital, abierto a la percepción, el conocimiento y la

reflexión (Venegas, 2002).

El arte debería tener también una función y una finalidad primordialmente social

porque todo arte apela a lo sensible para hacerse entender como metáfora y como

forma de comunicación en la cual el artista puede dar a conocer un punto de vista con

conciencia social. El arte es un generador de cambio (aunque no de forma masiva e

inmediata). En esa nueva función social, el artista actualmente ha de explorar,

desarrollar, definir, experimentar y perfeccionar los nuevos medios de conocimiento y

de comprensión sociales para dar una mayor calidad a la vida actual, individual y

colectiva. Desarrollando el tema de la memoria personal del artista, también lo

hacemos de la memoria cultural como una manera de mostrar las “micropolíticas” del

día a día que se convierten en un terreno en el cual se inscribe la subjetividad. Sólo es

la experiencia de lugar, el proyecto y el planteamiento los que pueden convertir lo

usual en estético: el individuo configura su subjetividad con criterios de belleza, usual en estético: el individuo configura su subjetividad con criterios de belleza,

verdad y bondad1. De esta manera, el artista actual cuestiona todo el potencial que

contienen los objetos y los signos empleados para abolir las instancias personalistas

en la creación contemporánea. Quizá por ello, la función social del artista sea la de

sublimar la vida cotidiana.

Acumular

Mover

Sustituir la propiedad de una cosa por otra

Fragmentar

Simplificar

Repetir

Distorsionar

Y sobre todo en su carácter de experimentadores a los Artistas

contemporáneos les gusta hacer las cosas de otra manera. Realizan acciones

en sus obras que los niños y niñas, en su juego, constantemente recrean

Distorsionar

Ocultar, envolver

Ordenar, coleccionar

Agujerear…

Transformaciones que pueden continuar eternamente

TODAS ESTAS ACCIONES SON TRASLADABLES A LA ESCUELA

INFANTIL

ANNETTE MESSAGER

acumular

Repetición, Intervención, apropiación

CREACIÓN DE EN TORNOS DE APRENDIZAJE EN INFANTIL :

EXPERIENCIA ESTÉTICA Y JUEGOEXPERIENCIA ESTÉTICA Y JUEGO

La propuesta nos propone descubrir el mundo, para ampliar conocimientos; un

conocimiento asociado al viaje, al proceso de crecimiento personal, a la solidaridad, a

los beneficios de la interacción, del compartir, a la importancia de las relaciones para

la adquisición de la experiencia A pesar de la importancia que parecen tener el tiempo

y el espacio en Educación Infantil, como “institución de secuestro”, la escuela se limita

a distribuir, estructurar, controlarlos generalmente de manera estanca, simplificando y

parcelando la realidad, sin tener en cuenta la complejidad multidimensional del

conocimiento, sin tener en cuenta lo emocional, olvidando que los sentidos son la

puerta de acceso.

Nosotros queremos “una educación que respete los movimientos inesperados

del pensamiento” y “la libertad de circular libremente”, que “no puede estar

repartida en compartimientos”. Clima, ambiente, entorno… son algo más querepartida en compartimientos”. Clima, ambiente, entorno… son algo más que

espacio y tiempo, involucran objetos y momentos, acciones y vivencias… Existen

formas de “organización” en las que “hay lugar para los deseos del cuerpo, para lo

lúdico y la fiesta, para el no hacer y el no pensar” (Tiriba, 2011), para el orden y el des-

orden. Hay “tiempos y espacios para vivir lo que es bueno, alegra y potencializa la

existencia” (Espinosa, 1983, citado por Tiriba, 2011).

Flexibilidad y transformación, asombro e intuición, experiencia estética cotidiana y

expresión creadora, proximidad y afecto… son palabras claves del proyecto docente

que se presenta en este texto; un proyecto que comprende que la educación brota de

la vida y ha de movilizar el deseo de niños y maestros.

“la introducción de las instalaciones del arte contemporáneo en la escuela infantil

como contexto de belleza y relaciones (desde la ética y la estética) para que sean

“jugadas” por los niños y niñas como manera de reconocer sus inmensas

capacidades de transformación y, a través de este juego vital de transformaciones,

relaciones y valores surgidos en estos contextos, favorecer que la infancia desarrolle

y reconozca todas sus potencialidades a través de los lenguajes simbólicos y

expresivos (en la idea de los “Cien lenguajes de la infancia”, metáfora de Loris

Malaguzzi)” (Abad, 2009, p. 5).

Pero, aunque esto se viene haciendo, como tal, no está contemplado de manera

explícita en los programas de formación inicial de los maestros en otros centrosexplícita en los programas de formación inicial de los maestros en otros centros

universitarios.

En la historia de la pedagogía, la educación sensorial, la

interacción con el medio y el juego se han considerado

esenciales en la etapa de infantil, a veces desde una

concepción más directiva otras dejando actuar más libremente

al niño. J. A. Comenius (1592-1670) consideraba necesario

ejercitar y desarrollar tanto el lenguaje como la

percepción. J. J. Rousseau (1712-1778) proponía intervenir lo

menos posible (desde una enseñanza autoactiva e intuitiva)

considerando, como tantos otros, la importante

influencia que la experiencia sensitiva adquirida durante los

primeros años tenía en el desarrollo posterior del niño.

Pestalozzi (746-1827) daba especial importancia a

los trabajos manuales así como a la utilización de los sentidos, los trabajos manuales así como a la utilización de los sentidos,

guiar al niño para que aprendiera a través de la observación y la

práctica. F. Froebel (1782-1852) llegó a crear un programa de

educación sensorial al considerar la sensación y la percepción

como básicas y esenciales.

Las hermanas Agazzi (Rosa, 1886-

1951 y Carolina, 1870-1945) también creían

que el niño enriquecía sus vivencias

experimentando por medio del juego,

aprovechando objetos que les llamaran la

atención. M. Montessori (1870-1952) creó

materiales para ejercitar los sentidos y la

percepción, siguiendo a autores que hacían

hincapié en la capacidad innata del niño de

desarrollarse en el medio, consideraba la

necesidad de una relación integral del niñonecesidad de una relación integral del niño

con el medio ambiente y en libertad. O.

Decroly (1871-1932) nos aportó su “pedagogía

del interés” considerando que la acción

pedagógica debía partir del poner en contacto

al niño con algo de su interés, de manera que

permitiera la observación, la asociación

y la expresión. C. Freinet (1896, 1966) propone

desarrollar la motivación creadora

como medio más seguro que conduce al éxito.

Hay juegos psicomotores y cognitivos, sociales

y afectivos, de manipulación, de exploración,

simbólicos… juegos de equilibro y des-

equilibrio, de esconderse y envolverse,

juegos para construir, explorar, cooperar… En

el juego, “todo puede ser todo”,

porque como decía Vigotsky (1995, p. 188), “el

significado radica en el gesto y no en

el objeto”. En el juego, se acrecientan la el objeto”. En el juego, se acrecientan la

“capacidad de salvar obstáculos o de hacer

frente a las dificultades” (Caillois, 1986, p. 18)

porque “es una experiencia siempre

creadora”, “una experiencia en el continuo

espacio-tiempo, una forma básica de

vida” (Winnicott, 1992, p. 72).

En esta asignatura se pretende orientar a los

alumnos para la creación de entornos

capaces de estimular a los niños a construir su

propio conocimiento y darles sentido

(Bruner y Haste, 1990), entornos estéticos, lo

suficientemente interesantes y

complejos como para atraer el interés del niño

y que permitan la experimentación,

interactuar con el espacio, con los objetos, con

los otros, para ir construyendo

significado (siguiendo la línea de la significado (siguiendo la línea de la

antropología interpretativa de Clifford Geertz y

el

interaccionismo simbólico de Herbert Blumer y

G. H. Mead, la filosofía de la acción

de John Dewey y George Herbert Mead). En

este sentido se plantea a los alumnos, como

hemos previamente indicado, la diferencia

entre decorar y ambientar, entre imitar y crear.

No nos interesa repetir lo que existe sino

plantear espacios diferentes y abiertos a la

interpretación

• Estética relacional (Bourriaud, 2006) como nuevo paradigma artístico

destinado a interactuar en la esfera de las relaciones sociales. Nos remite

a aquellas prácticas artísticas que toman como punto de partida teórico

y práctico el conjunto de las relaciones humanas y su contexto social. La

obra de arte se presenta como una duración por experimentar, como una

apertura posible hacia un intercambio ilimitado. El arte contemporáneo en

la Escuela Infantil aparece como actitud vital de contemplación, expresión y

comunicación donde los niños comparten, construyen y reflexionan juntos

sobre los nuevos significados. Las manifestaciones del arte contemporáneo

hacen participante activo al niño y la niña de la cultura, dotándole con la

capacidad de acceder al arte como experiencia cotidiana y produciendo

obras abiertas a la interpretación y al juego de los significados, en conexión

con los procesos vitales de cada individuo o colectivo. Hacer arte encon los procesos vitales de cada individuo o colectivo. Hacer arte en

educación puede ser un acto de emoción, celebración y reconocimiento

de los aspectos cualitativos de la cotidianeidad del día a día, de aquello que

consideramos pueda ser especial, único, diferente, algo oferente de sentido

para nuestro entendimiento con los demás en ese espacio de intercambio

que es la vida.

• Experiencia (Dewey, 2004, 2008). Se tiene en cuenta que para los niños

y niñas de la escuela infantil el juego y la experiencia son una forma de

comprensión que les proporciona las claves para interpretar y dotar de

significado la realidad. Se entiende que la experiencia estética es una forma de

comprensión del mundo en la que cada instante afecta a la totalidad del ser,

en el que hay una gran continuidad entre todas sus funciones. La experiencia

estética permite pues trabajar desde multiplicidad de campos emotivos que

pueden impregnar los ámbitos y campos de actuación del conocimiento infantil

y desde la multiplicidad de lenguajes que se pueden construir. Se entiende,

pues, que el desarrollo del sentido estético es la síntesis entre el pensamiento,

el sentimiento y la percepción que se manifiestan en el juego, en el arte y en

la vida, lleva al niño y a la niña a la emoción, resonancia, asombro, percepción

de lo singular, coherencia, ritmo, novedad, construcción y transgresión, juego

metafórico, en el contexto vital que le rodea.

• Prosaica, estética de lo cotidiano (Mandoki, 1994). La palabra estética significa

sentir y percibir mediante los sentidos o de la intuición sensible. Frente a la

estética ideal, nos encontramos un planteamiento estético entendido como

forma, tratamiento visual o apariencia que estaban antes excluidos de losforma, tratamiento visual o apariencia que estaban antes excluidos de los

planteamientos asociados a la belleza: lo feo, lo popular, lo infantil, lo irracional,

lo intrascendente, lo absurdo, lo imposible, lo efímero, etc. La cuestión estética

en el ámbito educativo se revaloriza con un necesario planteamiento ético que

permite visibilizar las relaciones humanas. Además la estética infantil rompe

siempre las categorizaciones adultas. La Prosaica es una forma de pensar (la

estética y lo estético) que supone la importancia de lo cotidiano, lo ordinario,

la “prosa del mundo” (como lo llamó Merleau-Ponty, 1971). Para Katya Mandoki

(1994) el “proceso de aestesis” se refiere a la sensibilidad o condición de abertura o

permeabilidad del sujeto al contexto en que está inmerso, condición fundamental de

todo ser viviente que le involucran en procesos tanto significación (semiosis) como

fascinación (estesis).