el anciano sin memoria

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El anciano sin memoria

El anciano sin memoria

Estaba con una mano en la frente y cada pregunta que le hacan los amigos bajaba la cabeza, cerraba los ojos para mirar ms lejos y responda:

-No, no recuerdo.

Y de pronto dijo:

-Ustedes recuerdan todo. Debe ser tremendo. Yo no recuerdo nada. Estoy como si naciera maana...

El viejo poetaNingn editor quiso publicar su nico libro. La sntesis de una larga experiencia - vidas, siglos - de fracasos, de viajes, de amor, de naufragios, de miseria, de soledad, de renacer infinitos suicidios. El libro tena por ttulo: El punto. El texto era un punto. As, un . Y llevaba una sola ilustracin: la red de una araa.

La novia del ancianoTodas las noches el anciano les contaba cuentos a sus nietos. El cuento que ms le gustaba era el de la novia del abuelo, cuando el abuelo tena doce aos y paseaba en bicicleta con su novia. Comenzaba as: Ella era suave y hermosa. La cabellera larga y los ojos redondos y luminosos como los mirasoles. Andaba siempre en bicicleta

Y una noche lo interrumpi Luis, el menor de los nietos:

-Abuelo, no cuente cmo muri esa tarde porque hoy vino a buscarme en bicicleta cuando sala de la escuela.

-Abuelo dijo Irene, - esta maana dej apoyada la bicicleta apoyada en un rbol y jug con nosotros en el patio. Me escond detrs de sus cabellos y nadie me vio.

-Abuelo dijo Esteban -, tiene los ojos tan grandes que aprend a nadar en sus ojos.

-Abuelo dijo Claudia-, ella lo est esperando.

Y con una tijera le cort la barba, la quem con la llama de un fsforo y en el humo apareci una bicicleta. El abuelo bajo las escaleras pedaleando y cuando lleg a la calle se encontr con su novia.

Los nietos los vieron irse en bicicleta.

El anciano creyente

Durante medio siglo vena repitiendo.

-No soy un loco. Tena que encontrarme con l y llegu tarde. Por qu me encerraron en este manicomio?

Una noche se abri la pared en el cuarto donde dorma el anciano y una voz le dijo: - Yo soy el que lleg tarde. Pero qu son cincuenta aos frente a la Eternidad?

El anciano fue detrs de la voz y cerr la pared.La anciana que perdi su sombra

Una anciana perdi su sombra. La busc durante todo el da y por la noche segua buscndola. No poda dormir sin su sombra.

El anciano viajero

Toda mi vida fue buscar el lugar donde quera morir. An sigo viajando...

Textos de Los ancianos y las apuestas autor Javier Villafae (Buenos Aires, 1909-1996) titiritero, poeta, escritor trashumante,. Editorial Sudamericana (1990)