el abogado de la verdad - … · “haced esto en memoria de mi” e s tiempo de recordar al señor...

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EL ABOGADO DE LA VERDAD

No. 3 Vol.2 ABR - MAY 2011

Publicado bimestralmente por laIGLESIA DE DIOS

Apostólica del 7mo. Día, A.R.,en la República Mexicana, con sedemundial en Salem, W. Va. U.S.A.,

desde Enero de 1989.Registro Constitutivo Secretaría de

Gobernación SGAR/428/93R.F.C. IDA931029GK2

e-mail:[email protected]

Editor ....................................Moisés Torres M.Asist. Editor .....................Alejandro Fuentes G.Asist. Editor ............................. Moisés Torres I.Asist. Editor ............................. Josué Torres M.Asist. Editor .................... Magdiel Mendoza M.Impresión ...............................Daniel Tavizón C.

TODA COMUNICACION A:

JOSE LOPEZCalle Imprenta 331

Col. Janitzio, Deleg. V. Carranza15200 México, D. F.

RICKY HERRERA2051 Corvette Dr.Dallas, Tx. 75217

U.S.A.

MIGUEL AVILAApartado Postal 6131

Tegucigalpa, D.C.Honduras, C.A.

EJEMPLAR GRATUITO

Derechos ReservadosINDAUTOR

Contenido“Haced esto en memoria de mi” 3Invitación para conmemorar la Muerte del Señor.

Un brindis con el señor 4“Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto”

GrUpos reliGiosos y políticos del antiGUo israel 6Fariseos, Saduceos, Herodianos, Nazareos, Celotes y Esenios, grupos religiosos judíos en el tiempo de Jesús.

la iGlesia alrededor del mUndo 12Dedicación del templo en Tancobán, Veracruz. Visita a la Iglesia de Dios que está en Tijuana, Baja California.

la ley sobre los celos 14En los días del Antiguo Testamento, la “ley sobre los celos” exigía beber agua amarga que producía infertilidad y cáncer en la matriz de la mujer.

el seno de abraHam 16Algunos judíos erróneamente creían que Abraham era el guardián de la entrada al pa-raíso, lugar que era llamado “el seno de Abraham.”

el sacerdocio de melcHisedec 20Este sacerdocio es el “sacerdocio del perdón y de la reconciliación.”

la páGina de los niños 22“Jesús es mi camino.”

La CenA Del SeñoR

17 de abril del 2011(Después de la puesta del sol).

“Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo: si algu-no comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan

que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.”Juan 6:51

2 El Abogado de la Verdad

“HACED ESTOEN MEMORIA DE MI”

Es tiempo de recordar al Señor Je-sús “partiendo el pan,” como él nos dijo que lo hiciéramos. Tres veces

encontramos al Señor partiendo el pan con sus discípulos. (1) Después de la cena del cordero y del lavatorio de pies. (2) Con los discípulos de Emmaús. (3) En el mar de Tiberias. Siempre recordamos al Señor Jesús, cómo nació, los milagros que hizo, las palabras que habló, sus enseñanzas y profecías. Pero una vez al año debemos recordarlo “partiendo el pan,” como él quiere, en MEMORIA DE SU MUERTE. El sacrificio del Señor en la cruz del Calvario trajo vida eterna a todo aquel que cree en él.

La primera iglesia, sus discípulos, todos creyeron y se mantuvieron en la buena cos-tumbre de perseverar en la doctrina, en la comunión y en el partimiento del pan. Ellos sabían que haciendo así el Espíritu del Señor estaría allí con Su iglesia, y podría aparecerse en medio de ellos en cualquier momento, esa era

su esperanza (Hechos 2:42-47). La simiente de aquella iglesia continuó a través de los siglos, y sigue viva hoy “partiendo el pan” y “tomando el fruto de la vid,” con la misma esperanza: ¡Que el Señor Jesús se aparezca pronto en medio de todos sus discípulos, para celebrar con él, la gran cena de las bodas del Cordero!

Mientras tanto, su iglesia vendrá a la “mesa del Señor” de año en año, en el “día Señalado (luna llena, Salmo 81:3)”, en el “día de nuestra solemnidad”, para estar en comunión con Su Espíritu, y permitir que él, como cabeza del cuerpo que es su iglesia, vuelva de nuevo a partir el pan en medio de nosotros.

Dios quiera que al cumplir con este man-damiento “haced esto en memoria de mí,” recibamos una bendición y una energía más, que refuerce nuestra esperanza en su pronta aparición, y podamos mirar otra vez cara a cara a nuestro querido Señor Jesús.

Invitación para conmemorar la Muerte del Señor

Este año la “Cena del Señor” será el día 17 Abril del 2011.

(Lucas 22:19)

“Hand of an extraordinary man” - Rafael Pintos López 2007

El Abogado de la Verdad 3

UN BrindisCon el SeñorPor: Moisés Torres M.

El brindis se ha acostumbrado desde hace siglos en varias culturas para desear fe-licidad y buena fortuna. En Grecia y en

Roma se chocaban las copas llenas de vino para dar muestras de confianza, pues de esta manera el vino que contenían salpicaba y se mezclaba en ambas co-pas provocando confianza de que el vino que iban a tomar no estuviera envenenado.

El origen del término se remonta al siglo XVI, y tuvo como motivo la celebración de una victoria del ejército de Carlos V sobre los ejércitos de Roma.

En la celebración de tal victoria, los mandos militares llenaron sus copas de vino y las alzaron al frente, dirigiéndose al emperador, y dijeron: “BRING DIR’S”, que quiere decir: YO TE LO OFREZCO. Ellos le ofrecieron esa victoria a su emperador.

Hoy sabemos que se hacen brindis para muchas ocasiones; para desear o festejar el éxito de una em-presa, para desear felicidad a una persona o para con-memorar aniversarios de diferente índole. Y en este artículo queremos recordar un brindis inolvidable que hizo el Hijo de Dios con sus discípulos antes de Su muerte.

DURANTE LA CENA DE LA PASCUA, EL SEÑOR JESÚS ESTABLECIÓ UN BRINDIS CON SUS DISCÍPULOS: MATEO 26:27-30.

“Y tomando el vaso (copa, VRS), y hechas gracias, les dio, diciendo: Bebed de él todos; porque esto es mi sangre del nuevo pacto (TESTAMENTO, VRS), la

cual es derramada por muchos para remisión de los pecados. Y os digo, que desde ahora no beberé más de este fruto de la vid, hasta aquel día, cuando lo tengo de beber nuevo con vosotros en el reino de mi Padre. Y habiendo cantado el himno, salieron al monte de las Olivas.”

Si analizamos bien estos versos, entenderemos la finalidad de este brindis que el Señor hizo con sus discípulos:

Su brindis fue para establecer UN NUEVO PACTO (nuevo testamento, VRS) EN SU SAN-GRE. El Señor iba a dejar un nuevo testamento que vendría a tener validez con su muerte. Un testamento no entra en vigor hasta que la persona muere.

Fue para otorgar REMISIÓN DE LOS PECA-DOS a todos los que creyeran en él como la ofrenda propicia para perdón de los pecados.

Fue un brindis de PROMESA. El Señor pro-metió beber del VINO NUEVO con nosotros en el reino de su Padre. Esto es, que él volverá a hacer un brindis con sus discípulos en el reino venidero, un brindis de triunfo, de vida, de resurrección, de victoria sobre la muerte. El significado de “brindis” es “Yo te lo ofrezco”, como lo vimos anteriormente, y el Señor ofreció exactamente su sangre preciosa por nuestra victoria en él.

LA IGLESIA DEBE RECORDAR ESTE BRINDIS CON GRAN GOZO.

En la noche de la Cena del Señor, la iglesia debe

4 El Abogado de la Verdad

recordar este brindis del Señor con gran gozo. De esta manera “anunciamos la muerte del Señor hasta que venga” (I Corintios 11:26), y reafirmamos nues-tra fe de volver a tomar del fruto de la vid con él en Su reino. La palabra “anunciamos” es “mostramos” en la versión del Rey Santiago. Y esta palabra es más apropiada, pues nos sugiere mostrar su muerte en no-sotros mismos cuando somos muertos al pecado. La Cena del Señor debe ser una gran fiesta para los hijos de Dios; una fiesta en toda la intención del Espíritu, en la que debemos recordar y reconocer con mucho orgullo que el Señor nos hace participantes de Su brindis, y acreedores de las promesas del mismo.

David, reconoció siempre que el Señor era el

contenido de su copa. El Salmo 16:5 dice: “Jehová es la porción de mi parte y de mi copa; Tú sustentarás mi suerte.” David dijo: “MI COPA ESTA REBO-SANDO”. (Salmo 23:5).

Nosotros debemos reconocer y aceptar también al Señor como ESE VINO que llena nuestra vida. El Señor es la Copa de la Salud (Salmo 116:13).

Que al conmemorar este brindis del Señor con su iglesia, levantemos ahora nosotros nuestra copa y le ofrezcamos a nuestro Señor todo nuestro agradeci-miento por el triunfo que nos ha dado con su sacrifi-cio: “BRING DIR’S, Yo te lo ofrezco”.

Puntos doctrinalesno se avergüenza de llamarlos hermanos….” (Hebreos 2:11) Vea también Hebreos 10:10.

v) La justificación de los pecados a través del Se-ñor Jesucristo ocurrirá entonces.Juan 1:29; Romanos 3:14-26; 4:24-25; 5:1; 7:24-25.

La justificación es el acto judicial del Señor para declarar a un pecador libre de culpa o libre de la con-denación del pecado. La fe que da lugar a la obra de la justificadora justicia de Jesucristo es viva y completa. Una persona justificada no viene a juicio.

Después que hemos sido justificados, venimos a ser santificados por la verdad de la palabra de Dios.Juan 17:19; I Corintios 1:2, 30; 6:11; Efesios 5:26; He-breos 2:11; 10:10.

Cuando una persona es bautizada (sepultada con Cristo) debe procurar no pecar más (Romanos 6:1-6). El pecado es la transgresión de la Ley de Dios (1 Juan 3:4-5) En Jesús no hubo pecado.

El vivió una vida sin pecado, pero la muerte que él padeció es la que salva al creyente y lo rescata de sus pecados y de la Segunda Muerte (Revelación 5:9; Juan 3:14-16; Hechos 17:3; Revelación 14:13; 20:6).

nÚMeRo 12. Cuando los creyentes aceptan al Señor Jesucristo como su salvador personal, debe ocurrir el siguiente proceso:

i) Es necesario el arrepentimiento por los peca-dos cometidos. Todos hemos pecado, y cada indivi-duo debe arrepentirse. El pecado es la transgresión de los mandamientos de Dios.1 Juan 3:4; Job 11:14-15; Mateo 9:13; Lucas 13:3; 24:47; Hechos 2:38; 8:21-22; Romanos 6:23.

ii) Esta conversión es esencial para la salvación y para recibir la vida eterna.Lucas 22:32; Hechos 3:19; Salmos 19:7.

iii) Entonces el creyente debe ser bautizado. Vea el punto doctrinal número 13.

iv) La santificación (apartarse para un propósi-to santo) se convertirá en una parte de la vida de los creyentes.Juan 17:17; Hechos 26:18; I Corintios 1:2; 6:11; II Ti-moteo 2:21; Hebreos 13:12; I Pedro 3:15; Judas 1.

La santificación es una obra de Dios, como se muestra en Génesis 2:3. “Porque el que santifica y los que son santificados, de uno son todos: por lo cual

El Abogado de la Verdad 5

GRUPOS Religiosos y Políticos

DEL ANTIGUO ISRAEL

En el tiempo cuando Jesús trajo la fe ver-dadera a Israel, y por lo tanto al mun-do, había en existencia seis grupos judíos

de creencias diversas: los Fariseos, los Saduceos, los Herodianos, los Nazareos, los Celotes y los Esenios. Cada grupo tenía su propia agenda, cada grupo creía que sus enseñanzas eran correctas y cada grupo es-taba en oposición al mensaje y trabajo de Cristo. En este artículo estudiaremos brevemente cada uno de estos grupos con el propósito, esperanzadamente, de dar un entendimiento más claro acerca del tiempo en que Jesús vivió.

Los FariseosLa palabra “fariseo” viene del término arameo

“perishin”, que significa “separado”. Los fariseos re-presentaban “el formalismo” en cuanto a creencias y prácticas religiosas del Israel antiguo. El Apóstol Pa-blo, antes de su conversión, era un miembro de este grupo. Con respecto a Pablo, Filipenses 3:5-6, nos informa: “Circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín, Hebreo de Hebreos; cuanto a la ley, Fariseo; cuanto al celo, perseguidor de la iglesia; cuanto a la justicia que es en la ley, irre-prensible.” (Ver Hechos 23:6; 26:5). Muchos Fariseos

creían en la observancia de ambas leyes, la escrita y la oral. La ley escrita, por supuesto, vino de las Escrituras del antiguo testamento. La ley oral vino de la primera parte del Talmud llamado el Mishna (tradiciones de cómo tenía que ser guardada la ley). Estas tradiciones eventualmente llegaron a tener más importancia que la misma ley escrita. Jesús intentó en varias ocasiones corregir la observancia de las tradiciones de los fari-seos, normalmente sin ningún provecho. Una de las tradiciones que los fariseos guardaban era el “lavado ceremonial” de sus manos antes de comer. Esta situa-ción es narrada en Mateo 15:1-6:

“Entonces llegaron a Jesús ciertos escribas y Fa-riseos de Jerusalem, diciendo: ¿Por qué tus discípulos traspasan la tradición de los ancianos? porque no se lavan las manos cuando comen pan. Y él respondien-do, les dijo: ¿Por qué también vosotros traspasáis el mandamiento de Dios por vuestra tradición? Porque Dios mandó, diciendo: Honra al padre y a la madre, y, el que maldijere al padre o a la madre, muera de muerte. Mas vosotros decís: Cualquiera que dijere al padre o a la madre: Es ya ofrenda mía a Dios todo aquello con que pudiera valerte; no deberá honrar a su padre o a su madre con socorro. Así habéis invali-dado el mandamiento de Dios por vuestra tradición.”

Por: David Delong

Torre de David, Antigua Jerusalem, Israel.

6 El Abogado de la Verdad

En el texto bíblico anterior observamos un ejem-plo claro de la observancia de la tradición de los fa-riseos por encima de la ley escrita (en este caso los Diez Mandamientos). Marcos 7:1-13 es un pasaje paralelo al de Mateo 15. En el texto de Mateo, don-de dice “ofrenda”, el texto en Marcos dice “es Corban (quiere decir, don mío a Dios) todo aquello con que pudiera valerte; y no le dejáis hacer más por su padre ó por su madre.”—Marcos 7:11). Corban se refiere a una ofrenda consagrada para el fondo del templo. En otras palabras, la ayuda financiera que los fariseos debían haber dado a sus padres y madres era dada a la tesorería del templo, así supuestamente, eran libres de la obligación para ayudar a sus padres. Jesús reprendió duramente a los fariseos por su horrible egoísmo. Los fariseos no sólo lavaban regularmente sus manos, sino que también lavaban muy regularmente sus utensilios de comida y bebida. Marcos 7:4 dice: “Y volviendo de la plaza, si no se lavaren, no comen. Y otras muchas cosas hay, que tomaron para guardar, como las lava-duras de los vasos de beber, y de los jarros, y de los vasos de metal, y de los lechos.” Esto lavamiento llegó a ser más importante a ellos que el arrepentimiento de sus pecados. Una vez más, Jesús los reprendió por esta situación.

“¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo que está de fuera del vaso y del plato; mas de dentro están llenos de robo y de injus-ticia. ¡Fariseo ciego, limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera se haga limpio! ¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócri-tas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que de fuera, a la verdad, se muestran hermosos, mas de dentro están llenos de huesos de muertos y de toda suciedad. Así también vosotros de fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres; mas de dentro, lle-nos estáis de hipocresía e iniquidad.” (Mateo 23:25-28).

De acuerdo a Lucas 18:10-12, los Fariseos ha-cían énfasis en su “justicia” y menospreciaban a los “pecadores”. “Y dijo también a unos que confiaban de sí como justos, y menospreciaban a los otros, esta parábola: Dos hombres subieron al templo a orar: el uno fariseo, el otro publicano. El fariseo, en pie, oraba

consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúl-teros, ni aun como este publicano; ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que poseo. Mas el publicano estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, sino que hería su pecho, diciendo: Dios, sé propició a mí pecador. Os digo que éste descendió a su casa justificado antes que el otro; porque cualquie-ra que se ensalza, será humillado; y el que se humilla, será ensalzado.” (Versos 9-14; ver Juan 8:1-11).

El fariseo de la parábola anterior presumía sobre su ayuno y su práctica del diezmo. De hecho, parece que la mayoría de los fariseos eran muy cuidadosos para pagar sus diezmos, pero no eran cuidadosos para ejecutar las partes más importantes de la ley. En-contramos, una vez más a Jesús reprendiéndolos en Mateo 23:23. “¡Ay de vosotros, escribas y Fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejasteis lo que es lo más grave de la ley, es a saber, el juicio y la misericordia y la fe: esto era me-nester hacer, y no dejar lo otro.” (Por favor lea todo el capítulo de Mateo 23 para conocer otras tradiciones que realizaban los fariseos). Las tradiciones de los fa-riseos abundaban en el tema de la guarda del Sábado. Encontramos algunos de ellos acusando a los discí-pulos de Jesús (y por lo tanto a Jesús indirectamen-te) de quebrantar el Sábado por comer granos que ellos habían recogido en el día Sábado (vea Mateo 12:1,2). Par-te de la respuesta de Jesús a los escribas y fariseos se en-cuentra en el verso 7: “Mas si supieseis qué es: misericordia quiero y no sacrifi-cio, no condenarías a los inocentes:” Así, Jesús expuso que las tradiciones de los fariseos, esta-

Fariseo en el tiempo de Cristo

El Abogado de la Verdad 7

ban mal fundamentadas.Poco después, los fariseos intentaron acusar a Je-

sús acerca de sanar en el día Sábado. Jesús había sa-nado en la sinagoga a un hombre con una mano seca. Los fariseos estaban tan enojados por este acto de misericordia que querían destruir a Jesús (ver versos 9-14). Se ha sugerido que Jesús realmente quebrantó el Sábado por Sus sanaciones en ese día. Por ejemplo, existe la creencia que cuando Jesús sanó al inválido en el estanque de Bethesda y le dijo que tomará su lecho y caminara —ambos eventos en el día Sábado—Jesús estaba invalidando el día Sábado. Examinemos esta creencia. En Juan 5:8-10,18; leemos: “Dícele Jesús: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y luego aquel hom-bre fue sano, y tomó su lecho, é íbase. Y era sába-do aquel día. Entonces los Judíos decían a aquel que había sido sanado: Sábado es: no te es lícito llevar tu lecho... Entonces, por tanto, más procuraban los Judíos matarle, porque no sólo quebrantaba el sábado, sino que también a su Padre llamaba Dios, haciéndo-se igual a Dios.”

Algunos creen que las Escrituras aquí están di-ciendo que Jesús quebrantó el Sábado, y por consi-guiente, lo anuló. El cuarto mandamiento del De-cálogo dice: “Mas el séptimo día será reposo para Jehová tu Dios: no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas...” (Éxo-do 20:10). Técnicamente, el inválido que fue sanado, hizo algo de trabajo en el Sábado al llevar su cama (probablemente un tapete enrollado). Sin embargo, la sanidad del inválido, y el llevar su cama, fueron tipos de obras de misericordia. Note lo que Jesús declaró en Mateo 12: 5, él dijo: “O ¿no habéis leído en la ley, que los sábados en el templo los sacerdotes profanan el sábado, y son sin culpa?”

¿Los sacerdotes profanaban (quebrantaban) el Sábado? Sí, por sus trabajos de ministerio, y ¡ellos eran sin culpa! Una vez más, leamos donde Jesús dijo: “...misericordia quiero y no sacrificio...” (verso 7). Jesús no anuló el Sábado, sólo mostró que las obras de mi-sericordia estaban permitidas en ese día. Las tradicio-nes de los fariseos acerca de la observancia Sabática

parecen haber llegado a ser muy tediosas, o muy con-venientes, según la persona involucrada. Por ejemplo, parece haber habido una concesión para un viaje en un día de Sábado (vea Hechos 1:12). Sin embargo, también era observada una tradición, aparentemente, en que una persona, después de viajar una jornada de día de Sábado desde su casa podía poner en la tierra una caja que él llevara, declara que esta caja era su “casa”, y entonces continuar para otra jornada de día de Sábado. Esto podía ser repetido indefinidamente. También, según la tradición, era ilegal para una per-sona observase en el espejo en el día Sábado porque esto podía causar que él o ella notara una cana y ser tentado a arrancarla. Ni podía alguien matar un in-secto en ese día. Jesús libró al día Sábado de tales tradiciones para que pudiera guardarse debidamente, y alegremente. Una cosa que muchos fariseos ama-ban era la atención hacia ellos mismos. Ellos amaban los elogios de los hombres, y querían ser honrados por ellos. Jesús advirtió en Mateo 5:20: “Porque os digo, que si vuestra justicia no fuere mayor que la de los escribas y de los Fariseos, no entraréis en el reino de los cielos.” Después Jesús exhortó al pueblo en el capítulo seis, no buscar la honra de hombres cuando dieran limosnas (vea verso 2), cuando oraran (vea ver-so 6) y cuando ayunaran (vea verso 16). Los fariseos, por lo menos, creían en la resurrección así como en ángeles y espíritus (vea Hechos 23:8). Y algunos de ellos llegaron a ser creyentes en Cristo como leemos en Hechos 15:5. “Mas algunos de la secta de los Fari-seos, que habían creído, se levantaron, diciendo: Que es menester circuncidarlos, y mandarles que guarden la ley de Moisés.” Sin embargo, igual aquí encontra-mos que ellos mezclaron su creencia con los requi-sitos de la ley de Moisés (en lo que concernía a la circuncisión) para obtener la salvación. No obstante, la lista de creyentes verdaderos dentro de los fariseos incluyen, no sólo al Apóstol Pablo, sino, al parecer, Nicodemo, José de Arimatea y también Gamaliel.

Los SaduceosLos saduceos eran seguidores de Zadok de quien,

se piensa, ellos recibían su nombre. Ellos eran los “li-bres pensadores” entre los líderes de Israel, y venían

8 El Abogado de la Verdad

de la clase aristócrata. En Hechos 5:17 aprendemos que ellos constituían también la clase sacerdotal alta. Este grupo negaba el ley oral (qué los fariseos acep-taban), y aceptaban sólo la ley escrita. Ellos también creían en la libertad de la voluntad (algo que los fa-riseos negaban). Sin embargo, ellos negaban la resu-rrección y la existencia de ángeles y de espíritus (vea Hechos 23:8). Jesús intentó corregirlos de este error. Leemos en Mateo 22:23-32 de una situación donde los saduceos vinieron a Jesús con una historia sobre una mujer que había tenido siete maridos, y ellos preguntaron a Jesús a quién pertenecería ella en la resurrección. Ésta, por supuesto, era una trampa que ellos estaban tratando de poner a Jesús ya que ellos ni siquiera creían en la resurrección. La contestación de Jesús fue notable. “Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios. Porque en la resurrección, ni los hombres to-marán mujeres, ni las mujeres marido; mas son como los ángeles de Dios en el cielo. Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os es dicho por Dios, que dice: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos.” (versos 29-32). Hubo algunas veces que los saduceos se unieron a los fariseos cuan-do percibieron su desventaja.

Esto pasó, por ejemplo, cuando ambos grupos intentaron tentar a Jesús, como fue el caso en Mateo 16:1-4. “Y llegándose los Fariseos y los Saduceos para tentarle, le pedían que les mostrase señal del cielo. Mas él respondiendo, les dijo: Cuando es la tarde del día, decís: Sereno; porque el cielo tiene arreboles. Y

a la mañana: Hoy tempestad; porque tiene arreboles el cielo triste. Hipócritas, que sabéis hacer diferencia en la faz del cielo; ¿y en las señales de los tiempos no podéis? La generación mala y adúltera demanda señal; mas señal no le será dada, sino la señal de Jonás profeta. Y dejándolos, se fué.” Los Saduceos también atacaron a los discípulos de Jesús. Hechos 4:1-4 nos informan: “Y hablando ellos al pueblo, sobrevinie-ron los sacerdotes, y el magistrado del templo, y los Saduceos, resentidos de que enseñasen al pueblo, y anunciasen en Jesús la resurrección de los muertos. Y les echaron mano, y los pusieron en la cárcel hasta el día siguiente; porque era ya tarde. Mas muchos de los que habían oído la palabra, creyeron; y fué el número de los varones como cinco mil.” Jesús advirtió a los discípulos sobre las enseñanzas falsas de los fariseos y saduceos, y las comparó a la levadura. “Y Jesús les dijo: Mirad, y guardaos de la levadura de los Fariseos y de los Saduceos. Y ellos pensaban dentro de sí, di-ciendo: Esto dice porque no tomamos pan...¿Cómo es que no entendéis que no por el pan os dije, que os guardaseis de la levadura de los Fariseos y de los Saduceos? Entonces entendieron que no les había di-cho que se guardasen de la levadura de pan, sino de la doctrina de los Fariseos y de los Saduceos.” (Mateo 16:6-7,11 - 12). Los Saduceos parecen haber desapa-recido después de la destrucción de Jerusalén por el general romano Tito. No se conoce el por qué des-aparecieron, aparentemente, se especula que: 1.) ya que ellos no creían en la resurrección, el pueblo no los apoyó, y 2.) con la propagación del Cristianismo y de las enseñanzas de Jesús, una creencia en la resurrec-ción era infinitamente más atractiva.

Los HerodianosEste grupo político estaba conformado por parti-

darios del rey Herodes, y también de César en Roma. Parece que ellos favorecían un gobierno nacional li-derado por estos poderes. Los herodianos estaban entre quienes intentaron tentar a Jesús forzándolo en tomar un lado político en lo que concernía a los impuestos del César. “Entonces, idos los Fariseos, consultaron cómo le tomarían en alguna palabra. Y envían a él los discípulos de ellos, con los Herodianos,

Un Herodiano y Saduceo de Galilea - por James Tissot

El Abogado de la Verdad 9

diciendo: Maestro, sabemos que eres amador de la verdad, y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te curas de nadie, porque no tienes acepción de persona de hombres. Dinos pues, ¿qué te parece? ¿es lícito dar tributo a César, ó no? Mas Jesús, enten-dida la malicia de ellos, les dice: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dice: ¿Cúya es esta figura, y lo que está encima escrito? Dícenle: De César. Y díceles: Pagad pues a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios. Y oyendo esto, se maravillaron, y dejándole se fueron.” (Mateo 22:15-22).

Los NazareosEste grupo religioso es el único de los seis gru-

pos que tenía un fundamento bíblico. Números 6:1-6 muestra las características Escriturales para un Naza-reo. “Y habló Jehová a Moisés, diciendo: Habla a los hijos de Israel, y diles: El hombre, o la mujer, cuando se apartare haciendo voto de Nazareo, para dedicarse a Jehová, se abstendrá de vino y de sidra; vinagre de vino, ni vinagre de sidra no beberá, ni beberá algún licor de uvas, ni tampoco comerá uvas frescas ni se-

cas. Todo el tiempo de su nazareato, de todo lo que se hace de vid de vino, desde los granillos hasta el hollejo, no comerá. Todo el tiempo del voto de su na-zareato no pasará navaja sobre su cabeza, hasta que sean cumplidos los días de su apartamiento a Jehová: santo será; dejará crecer las guedejas del cabello de su cabeza. Todo el tiempo que se apartaré á Jehová, no entrará a persona muerta.” Jesús era un Nazareno (de la ciudad de Nazareth), pero no era un Nazareo. Probablemente el más conocido de los Nazareos es Samson. El ángel le dijo a la madre de Samson: “Por-que tú te harás embarazada, y parirás un hijo: y no subirá navaja sobre su cabeza, porque aquel niño será Nazareo a Dios desde el vientre, y él comenzará a salvar á Israel de mano de los Filisteos.” ( Jueces 13:5; vea también 16:17).

Los CelotesEl grupo de los celotes se constituía de miembros

que se consideraban ellos mismos patriotas de Israel. Uno de los apóstoles originales de Jesús, al parecer, había sido un celote antes de su llamado por el Se-ñor. Lucas 6:15 lo incluye como siendo de entre los apóstoles: “Mateo y Tomás, Jacobo hijo de Alfeo, y Simón el que se llama Celador (Celote).” Algunos han especulado que Barrabás, que había hecho “...una revuelta...” (y era un asesino y un ladrón), también era un celote (vea Marcos 15:6,7; Lucas 23:17-19; Juan 18:40).

Los EseniosLos esenios es el único grupo de estos seis grupos

que no es mencionado específicamente por su nom-bre en la Biblia. Ellos se consideraban Puritanos, y se adherían más a un ideal de pureza que a las doctrinas. Vivían en la costa noroeste del Mar Muerto, y com-binaron las virtudes escépticas de los Estoicos (vea Hechos 17:18) con ley divina. Los esenios ordenaban sus comunidades con reglas estrictas, teniendo todas las cosas en común. Ellos creían en la autonegación, la templanza y el trabajo (especialmente en el cultivo) y eran conocidos por ayudar a los pobres. La esclavi-tud, la guerra y el comercio estaban prohibidos. (Una

El fariseo y el publicano – por Robert T. Barrett

10 El Abogado de la Verdad

parte de esta información fue tomada del Diccionario Bíblico de Smith).

En cada uno de los seis grupos, como probable-mente habrá notado, las tradiciones de los hombre prevalecieron sobre la Palabra de Dios. Incluso los Nazareos, que habían sido originalmente aprobados por Dios, decayeron cuando Cristo vino a escena y

mostró un camino mejor. Proverbios 14:12 ense-ña correctamente cuando dice: “Hay camino que al hombre parece derecho; empero su fin son caminos de muerte” ¡Que nuestras creencias y prácticas, estén firmemente enraizadas en la Palabra de Dios, y no en nuestras propias tradiciones!

In Memoriam

El hermano Ken Houseley fue un miembro ver-dadero de lo que llamamos “la familia de Dios.” No sólo fue compasivo, amoroso, agradable y sincero, él fue inspirador. Nos inspiró a través de su fe, sus pa-labras y de la forma en que vivió. También inspiró a muchas personas alrededor del mundo con sus ser-mones elocuentes e inteligentes, los cuales compartía a través de Internet semanalmente para esparcir el evangelio. A causa de su entendimiento y creatividad, él trajo muchas almas para el rebaño de Dios.

Fue un predicador muy emotivo. De hecho, fue el punto de apoyo para impulsar a muchas congregacio-nes de la iglesia, nos motivó para usar nuestros talen-tos en beneficio de la iglesia de Dios, y también para permanecer unidos. El hermano Ken tuvo el ánimo para esforzarnos y que todos entendiéramos nuestro

Ken Houseleypropósito de vida. Él siempre dijo, “Nunca sabremos el día en que nuestra vida terminará, hoy estamos aquí, y mañana nos iremos. Solamente somos peregrinos, la mi-sión verdadera es someternos a nuestro Padre Celestial, y obtener los tesoros eternos en el reino de los cielos.”

El hermano Ken, seguramente tuvo un propósito en esta vida, era un hombre decidido, determinado a proveer para su familia, determinado a tener una ac-titud positiva en la vida y especialmente determinado a ser un hijo de Dios. Él nos enseñó cómo vivir nues-tras vidas en un mundo tan desalentador, teniendo una mentalidad más espiritual.

El hermano Ken definitivamente nos demostró que es posible enfrentar los desafíos, sin rendirnos aunque se tenga el derecho. Él se gozó en los días de su prueba, porque sabía que Dios estaba con él. Era muy humilde, se consolaba sabiendo que su fe era la mejor compañera de sus cargas, y que todo está en manos de Dios. De hecho, nunca se le escuchó que-jarse durante su enfermedad, sólo decía... ¡ALABA-DO SEA DIOS!

“Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmorta-lidad. Y cuando esto corruptible se haya vestido de incorrupción, y esto mortal se haya vestido de inmor-talidad, entonces se cumplirá la palabra que está es-crita: Sorbida es la muerte en victoria.” (I Corintios 15:53-54)

Por Tiffany Ford

El Abogado de la Verdad 11

la iglesiaalrededor del mundo

En enero del 2011 se llevó a cabo la dedicación de un templo de la iglesia de Dios en la localidad de Tancobán Veracruz, México. Los miembros de esta lo-calidad expresaron su agradecimiento por todo el apoyo que recibieron y tienen la esperanza que en este edificio puedan venir muchas almas para Salvación.

El apóstol Pascacio Tavizon y algunos otros miembros del ministerio dirigieron la dedicación del templo.

Fueron momentos de comunión en el Señor y de mucho gozo.

Fachada exterior del Templo.

Veracruz, México

12 El Abogado de la Verdad

PABLO HERRERA, RICKY HERRERA: 3002 Lynell Dr. Se-agoville, Tx. 75151. Tels. (972) 287 4946 y (972) 285 7154.

IGLESIAS En EEUU. Servicios el día Sábado:

TOMAS OLIVARES, MANUEL GONZáLEZ: 8234 Orange St. Pico Rivera, CA. 90660. Tels (951) 487 9642 y (323) 349 0573

TIM BUECHNER, MARIO CANTU: 3023 Monterey, St. San Antonio, Tx. 78207.

Templo de Tijuana. Alabanzas de los niños durante el servicio de Sábado.

Hermano Enrique Delgado, pastor de la iglesia de Dios.

El pasado mes de febrero del 2011, se hizo una visita a la iglesia de Dios que está en Tijuana Baja California Norte, México. La obra del Señor sigue firme en este lugar, creciendo en conocimiento y en comunión.

Tijuana, México

El Abogado de la Verdad 13

Por: Moisés Torres M.

El Mandamiento de Dios dice: “...Porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, CELOSO, que visito la maldad de los padres sobre

los hijos, sobre los terceros y sobre los cuartos a los que me aborrecen. ” (Éxodo 20:5).

Esta parte del segundo de los diez mandamientos declara que nuestro Dios es celoso, y que puede sentir celos de su amada esposa como cualquier marido. Los hijos de Dios siempre han sido catalogados por Dios como una esposa para Él, y cuando éstos han sido infieles yendo tras otros dioses, Él ha sentido celos y se ha airado contra ellos.

En los tiempos del Antiguo Testamento, así como en la actualidad, se daba mucho esta cuestión de los celos entre los matrimonios. Y cuando los hombres sospechaban que sus mujeres los habían en-gañado, fuera o no cierto las maltrataban de manera muy dura, y a veces las golpeaban hasta matarlas. Para evitar esto, Dios dio una ley a su pueblo Israel que se llamó la ley de los celos, la cual consistía en llevar a la mujer sospechosa de adulterio con el sacerdote. Entonces el sacerdote ponía a la mujer delante de Je-hová, y echaba agua santa en un vaso de barro, y a esta

agua le echaba también polvo que tomaba del suelo del tabernáculo. Al hacer esto, esa agua se convertía en AGUAS AMARGAS que el sacerdote daba a to-mar a la mujer después de conjurarla delante de Dios.

Si la mujer no era culpable, no le pasaba nada al beber esa agua, y quedaba libre de culpa delante de Dios, del pueblo y de su marido. Pero si la misma conciencia de la mujer la acusaba de tener culpa, esas “aguas amargas” se convertirían en juicio de Dios para la mujer, y al beberlas su vientre se hinchaba y ella se quedaba estéril.

Esta ley la encontramos escrita en el libro de Nú-meros 5:12-31.

“Darále pues a beber las aguas; y será, que si fuere inmunda y hubiere hecho traición contra su marido, las aguas que obran maldición entrarán en ella en amargura, y su vientre se hinchará y caerá su muslo (quedaba estéril); y la mujer será por maldición en medio de su pueblo. Mas si la mujer no fuere inmun-da, sino que estuviere limpia, ella será libre, y será fe-cundada. Esta es la ley de los celos, cuando la mujer hiciere traición a su marido, y se amancillare”

Aquí podemos considerar la intervención del jui-

La ley sobre...Los Celos

14 El Abogado de la Verdad

cio de Dios sobre la mujer que traicionaba a su ma-rido, pues esa bebida que era tan solo agua mezcla-da con polvo del tabernáculo, se convertía en “aguas amargas” o de juicio, y causaban enfermedad en las mujeres culpables y aún les causaba la muerte.

La historia de Josefo, el historiador judío, narra que esta ley era todavía practicada en Israel en el pri-mer siglo de nuestra era. Pero en esos días debido a la corrupción, los sacerdotes ponían veneno al agua que daban a tomar a las mujeres que eran sospechosas de traición, ejerciendo así su juicio propio y no el de Dios.

Esta ley que fue dada al pueblo de Israel en el an-tiguo testamento para juicio entre los matrimonios, también fue aplicable a ellos en sus relaciones espi-rituales con Dios. El Señor siempre amó e identificó al pueblo de Israel como a una esposa, y cuando ellos fueron en pos de dioses ajenos, Dios se puso celoso, y su ira vino sobre ellos.

De igual manera, esta ley sigue siendo aplicable hoy para los hijos de Dios, y debemos considerar con seriedad si nuestras actitudes son como las de una es-posa fiel, o como la de una esposa infiel. Nuestra con-ducta, tanto individual como de iglesia en conjunto, debe ajustarse a la palabra de Dios.

Nuestra conciencia es la que se mira en el espejo de la palabra de Dios y nos da la respuesta: “Porque si nuestro corazón (conciencia) nos reprendiere, mayor es Dios que nuestro corazón y conoce todas las cosas. Carísimos, si nuestro corazón nos reprende, confian-za tenemos en Dios.” (I Juan 3:20-21).

Como hijos de Dios, siempre estamos delante de Su presencia por medio de Su Gran Sacerdote,

el Señor Jesucristo, que intercede por nosotros. Este Intercesor nos ofreció el agua de vida eterna: “Mas el que bebiere del agua que yo le daré, para siempre no tendrá sed; más el agua que yo le daré, será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.” ( Juan 4:14).

Esta agua que nos dio Jesús, es SU PALABRA ETERNA: “Y a todos los que recibieron les dio po-testad de ser llamados hijos de Dios, a los que creen en su nombre” Juan 1:12. Esta PALABRA eterna nos es dada a beber todos los días, y ella es la que nos juz-ga, y si no somos como una esposa fiel, esta Palabra se convertirá para nosotros en AGUA AMARGA, que significa JUICIO y castigo de parte de Dios.

En los días del Antiguo Testamento, el agua amarga producía inflamación de vientre y caída del muslo, lo cual significa infertilidad y cáncer en la ma-triz de la mujer. El mismo castigo es hoy para su pue-blo en esta dispensación de gracia. El que no es fiel es estéril en la obra de Dios y tampoco produce en el sentido espiritual que lo llevará a perder su alma y a no ser transformado al retorno de nuestro Señor Jesucristo. Por tanto, tengamos siempre presente el mandamiento que nos previene, que nuestro Dios es como un ESPOSO que pude ponerse CELOSO si no cumplimos con los votos que hicimos con Él en el bautismo.

“Yo no los juzgo, LAS PALABRAS QUE YO LES HE HABLADO, ELLAS LOS JUZGARáN EN EL DÍA POSTRERO. Oíd, lo que el Espíritu dice a las iglesias”

“...Porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, CELOSO, que visito la maldad de los padres sobre los hijos, sobre los terceros y sobre los

cuartos a los que me aborrecen. Ӄxodo 20:5

El Abogado de la Verdad 15

“Había un hombre rico, que se vestía de púrpura y de lino fino, y hacía cada día banquete con esplendidez.

Había también un mendigo llamado Lázaro, el cual estaba echado a la puerta de él, lleno de llagas, y de-seando hartarse de las migajas que caían de la mesa del rico; y aun los perros venían y le lamían las llagas. Y aconteció que murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham: y murió también el rico, y fué sepultado. Y en el infierno alzó sus ojos, estando en los tormentos, y vió a Abraham de lejos, y a Lázaro en su seno. Entonces él, dando voces, dijo: Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lá-zaro que moje la punta de su dedo en agua, y refres-que mi lengua; porque soy atormentado en esta llama. Y díjole Abraham: Hijo, acuérdate que recibiste tus bienes en tu vida, y Lázaro también males; mas ahora éste es consolado aquí, y tú atormentado. Y además de todo esto, una grande sima está constituída entre nosotros y vosotros, que los que quisieren pasar de aquí a vosotros, no pueden, ni de allá pasar acá. Y dijo: Ruégote pues, padre, que le envíes a la casa de mi padre; Porque tengo cinco hermanos; para que les testifique, porque no vengan ellos también a este lu-gar de tormento. Y Abraham le dice: A Moisés y a los profetas tienen: óiganlos. El entonces dijo: No, padre Abraham: mas si alguno fuere a ellos de los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a

Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si al-guno se levantare de los muertos ” (Lucas 16:19-31).

Muchas personas creen que este pasaje de la Bi-blia narrado por Jesús, tiene que ser un acontecimien-to real, especialmente porque un nombre personal, Lázaro, es usado. Sin embargo, la Biblia nos asegura que esta historia, junto con todas las demás historias que Jesús relató, son parábolas. En Mateo 13, después que Jesús, había narrado varias parábolas, leemos en los versos 34, 35: “Todo esto habló Jesús por parábo-las a las gentes, y sin parábolas no les hablaba: Para que se cumpliese lo que fué dicho por el profeta, que dijo: Abriré en parábolas mi boca; rebosaré cosas es-condidas desde la fundación del mundo.”

De esta manera podemos entender, entonces, que siempre que el Señor enseñó en forma de cuentos o historias, él estaba usando parábolas. Las parábolas son tipos de discurso que enseñan una verdad simbó-lica, y no una verdad literal, o real. Por consiguiente, para obtener el verdadero mensaje de las parábolas, incluyendo la parábola “el Rico y Lázaro”, necesita-mos estudiar más allá de las expresiones usadas en dichas parábolas. Por ejemplo, en Mateo 13, donde Jesús narró la parábola “el Sembrador”, la semilla representa la Palabra de Dios, Satanás se representa como una ave, y la tierra buena representa una con-dición del corazón que recibe la Palabra de Dios y obra en ella. Con esta parábola Jesús no intentó dar un tratado en métodos de cultivo, eso debería ser si las parábolas fueran narraciones de contenido literal.

Examinemos ahora la parábola “el Rico y Lázaro” para intentar llegar a lo que Jesús realmente estaba

El Seno de

Por: David DeLong

16 El Abogado de la Verdad

enseñando. En esta parábola, leemos que “... murió el mendigo, y fué llevado por los ángeles al seno de Abraham ...” La expresión, “el seno de Abraham”, se da sólo aquí, en esta parábola, y en ninguna otra par-te en toda la Biblia. ¿Estaba Jesús presentando una nueva doctrina a las personas?, ¿qué era el seno de Abraham? Nosotros sabemos que el seno de una per-sona es el área del pecho de esa persona. Por ejemplo, cuando Jesús estuvo en la última Cena con Sus discí-pulos, surgió la pregunta sobre quién lo traicionaría. Juan 13:23-25 nos informa: “Y uno de sus discípu-los, al cual Jesús amaba, estaba recostado en el seno de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquél de quien decía. Él en-tonces recostándose sobre el pecho de Jesús, dícele: Señor, ¿quién es?” Este discípulo era, por supuesto, Juan, que estaba apoyado en el seno o en el pecho de Jesús. Por lo tanto, ¿se apoyó Lázaro, en la parábola, realmente en el seno de Abraham como lo hizo Juan en el seno de Jesús?

Para entender más sobre el “seno de Abraham”, necesitamos estudiar de donde viene dicha expresión. Algunos judíos creían que Abraham era el guardián de la entrada al paraíso, lugar que era aparentemente sinónimo de estar en el seno de Abraham. Este tér-mino, el seno de Abraham, es realmente expresado en algunas literaturas judías, incluyendo el cuarto libro de los Macabeos (vea “La Vida y Tiempos de Jesús el Mesías”, por Alfred Edersheim). ¿Por qué usó Jesús un término que se había inventado, al parecer, por los judíos que enseñaban la doctrina falsa que Abraham era el guardián de la entrada al paraíso? Intentaremos contestar esta pregunta brevemente, pero primero examinemos otro término que proviene del paganis-mo, usado por muchos escritores bíblicos. Ese térmi-no es “el hades.”

Originalmente, el hades era el “inframundo” de los griegos. Cuando alguien moría, los griegos, colo-caban dos monedas encima de los ojos de la persona difunta para pagar al botero o Charon (ver Ilustración página 18). Este personaje del “inframundo” entonces supuestamente remaba el alma de la persona sobre el Río Styx, para llevarla al otro lado del río donde viviría para siempre. Esto, como sabemos, es un con-

cepto completamente pagano del estado de los muer-tos. Sin embargo, los escritores bíblicos en el Nuevo Testamento retuvieron el término hades (pero no su concepto pagano) al referirse al sepulcro. Incluso es usado en la Parábola del Rico y Lázaro con su térmi-no griego equivalente, es decir, el término “infierno”, que aquí se refiere al sepulcro (vea el margen de su Bi-blia en Lucas 16:23).

¿Por qué usaron los escritores del Nuevo Tes-tamento el término hades y no algún otro término completamente diferente para referirse al sepulcro? La respuesta, muy probablemente, sería que fue usa-do por causa de familiaridad. Nosotros hacemos lo mismo cuando usamos el término “jueves”, qué origi-nalmente significa “el día de Thor”; por eso jueves en inglés es “Thursday”. (Thor era el dios pagano de Norse que manejaba un martillo). Si nosotros usáramos otro término al referirnos al quinto día de la semana, no habría probablemente nadie que entendiera sobre qué estamos hablando. De la misma forma, todos en-tendemos que los escritores del Nuevo Testamento se refieren al lugar de los muertos al usar el término hades.

La Biblia contiene la doctrina verdadera del es-tado de los muertos, que es un estado inconsciente cuando el cuerpo descansa en la tumba (hades) es-perando la resurrección. Cuando los hijos de Israel estaban cautivos en la tierra de Babilonia (vea II Cró-nicas 36), ellos incorporaron algunas creencias falsas en su concepto religioso. Una de éstas creencias era acerca de un infierno llameante eterno que el malo supuestamente encontraba en su muerte. Los sume-rios (Babilonios antiguos afiliados al sistema religio-so impío de Nimrod) parecen, por la historia, haber sido los creadores de esta doctrina. Varios maestros religiosos durante el tiempo de Jesús tenían creen-cias falsas diferentes acerca del castigo de los malos. Una de esas enseñanzas, por ejemplo, parece haber sido la de un pecador siendo atormentado por un río que perpetuamente retrocedía sus aguas cada vez que la persona intentaba conseguir beber un poco. Todas esas enseñanzas eran muy imaginativas, aunque eran concepciones erróneas sobre el destino de los malos.

El Abogado de la Verdad 17

En el tiempo de Cristo, no todos en Israel creían estos pensamientos imaginativos del estado de los muertos. Había muchos judíos ortodoxos que creían en la enseñanza bíblica verdadera del estado de los muertos. De hecho, nosotros sabemos que Jesús era uno de ellos. Él basó Sus creencias y enseñanzas, so-lamente en la Palabra de Dios y no en tradiciones de hombres. Es más, los judíos poco estudiados de esos días entendieron que Jesús, y los otros hijos de Israel verdaderos, creían en la doctrina basada en las Escrituras acerca del estado de los muertos (ya que casi todos también conocían las Escrituras del Anti-guo Testamento). Por consiguiente, cuando Jesús usó el término “el seno de Abraham” en Su parábola, un término no usado en ninguna otra parte de las Es-crituras, uno puede darse cuenta del gran interés que despertó en las personas. Podemos casi oírlos mur-murar, “¿me pregunto qué va a decir ahora?”

Parece haber por lo menos dos razones del por qué Jesús narró esta parábola. Una razón pudo haber sido querer corregir la creencia poco ortodoxa, que muchos tenían, sobre la creencia babilónica acerca del infierno. De hecho, corregir doctrinas falsas era común en el método de enseñanza de Jesús. En una ocasión, Jesús corrigió, abiertamente, a algunos líde-res religiosos por sus doctrinas erróneas. Al intentar tentar a Jesús en la pregunta acerca de una mujer que había tenido siete maridos, y a quien pertenecería ella en el resurrección, ésta fue Su contestación: “Enton-ces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis ignorando las Escrituras, y el poder de Dios. Porque en la resurrec-ción, ni los hombres tomarán mujeres, ni las mujeres marido; mas son como los ángeles de Dios en el cielo. Y de la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os es dicho por Dios, que dice: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob? Dios no es Dios de muertos, sino de vivos. Y oyendo esto las gentes, estaban atónitas de su doctrina.” (Ma-teo 22:29-33).

Con la parábola “ el Rico y Lázaro”, Jesús estaba corrigiendo la enseñanza errónea de los líderes reli-giosos de Su tiempo. Él habló de la muerte de Lázaro, siendo llevado por los ángeles al seno de Abraham. Para algunos judíos, el seno de Abraham, como he-

mos visto, era equivalente al paraíso o ser salvos en el reino de Dios. Pero de acuerdo a la enseñanza real, doctrinal, de Jesús sobre el justo entrando al reino de Dios, Jesús dijo: “Y enviará sus ángeles con gran voz de trompeta, y juntarán sus escogidos de los cuatro vientos, de un cabo del cielo hasta el otro.” (Mateo 24:31). Jesús enseñó que los ángeles segaran a todos los salvos en la “primera resurrección” y no al momen-to de la muerte de la persona.

Después, Jesús habló de la muerte del hombre rico, siendo sepultado en el sepulcro (hades, infierno), y estando en tormentos. ¿Confundió Jesús el “in-fierno” en esta parábola? ¡Absolutamente no! ¡Pero muchos de los maestros religiosos de Su tiempo, Sí! Como hemos visto, ellos creían en un hades de tor-mento después de la muerte.

Las Escrituras enseñan claramente que los muer-tos no están conscientes en los sepulcros. Por ejem-plo, nosotros leemos en Eclesiastés 9:5,6: “Porque los

Ilustración de Gustave Doré para el “Inferno de Dante” (Divina Commedia). Placa IX: Canto III: Llegada de Caronte (Charon). “Y entonces fue cuando a nosotros vi venir en barco, un blanco viejo por antiguo pelo, gritando: ¡Ay de vosotras, almas perversas!”

18 El Abogado de la Verdad

que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se hace debajo del sol.” (Vea también Salmo 146:3,4).

Cuando Jesús hacía alguna declaración doctrinal, él no lo hacía a través del uso de parábolas. Él enseñó a las personas directamente. Nuestro Señor sabía que las Escrituras decían que los muertos estaban en los sepulcros (infierno o hades), en un estado inconscien-te. Además, Su única declaración doctrinal sobre los impíos estando en un fuego se refirió al infierno de “el gehenna” y no al hades. Nosotros encontramos esta declaración doctrinal en Mateo 10:28. “Y no temáis a los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes a aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno (gehenna). ” El fuego del gehenna destruirá totalmente “el alma y cuerpo” del pecador.

Leímos en la parábola que el hombre rico que-ría que Lázaro “...moje la punta de su dedo en agua, y refresque mi lengua...” Si este deseo por parte del hombre rico fuese tomado literalmente, entonces el rico no estaría realmente muerto, ya que él se refirió a su lengua, como una parte física de su cuerpo que podía refrescarse con agua. Sabemos que Jesús dijo, en la parábola, que el rico había muerto. Esta parte de la parábola parece ser una censura, en forma de burla, por parte de Jesús contra “las autoridades” religiosas de Su día. ¿Recuerda usted la creencia tradicional del tormento de los pecadores de intentar conseguir un bebida de las aguas que continuamente se retraían de ellos? Aquí, en la parábola, Jesús no menciona una bebida, sino simplemente una gota de agua para el rico. Esto debe haber enfurecido a aquéllos que ense-ñaban esas tradiciones.

Después de dar más sobre la parábola, Jesús pa-rece entonces llegar al enigma del problema. Note el énfasis cuando el hombre rico pide a Abraham que envíe a Lázaro a advertir a sus “cinco hermanos”. “Y Abraham le dice: A Moisés y a los profetas tienen: óiganlos. Él entonces dijo: No, padre Abraham: mas

si alguno fuere a ellos de los muertos, se arrepentirán. Mas Abraham le dijo: Si no oyen a Moisés y a los profetas, tampoco se persuadirán, si alguno se levan-tare de los muertos.” Jesús está diciendo aquí que sólo necesitamos escuchar a la Palabra de Dios (en este caso Moisés y los profetas), no a otras fuentes para creer. Si la Palabra de Dios no es suficiente autoridad, entonces nada lo es.

La segunda razón por la que Jesús dijo la parábola “el Rico y Lázaro” era mostrar la aceptación de Dios hacia los gentiles. El rico refiere a la nación de Israel. Lázaro refiere a los gentiles, que, a los ojos de los ju-díos de ese tiempo eran pobres, enfermos, y acordes sólo para estar con los perros. Cuando Dios tempo-ralmente rechazó a la nación de Israel (vea Mateo 22:1-10; Hechos 28:17-28; Romanos 11:7-32), ellos sufrieron tiempos terribles de castigo. Deuteronomio 28:15-68 profetizó la gran tribulación que vendría por la desobediencia. Los gentiles creyentes, sin embargo, han obtenido el favor de Dios. Los cinco hermanos del hombre rico probablemente se refieren a las seis sectas judías: los Fariseos, las Saduceos, los Esenios, los Herodianos, los Celotes y los Nazareos (para es-tudiar más sobre la Parábola del Rico y Lázaro, usted puede pedir un folleto de la Casa de Publicaciones de la iglesia de Dios). Esta parábola demuestra la sa-biduría extraordinaria de Jesús. En sólo una historia corta, él rechazó las creencias falsas tradicionales de muchos de Su tiempo, incluyendo la creencia del tor-mento en el hades; Jesús defendió la autoridad de usar sólo las Escrituras para nuestras creencias y mostró que Dios acepta a todos los creyentes que vienen a Él en verdad. ¡Que gran Salvador es Jesús!

“Porque los que viven saben que han de morir: mas los muertos nada saben, ni

tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor, y su odio y su envidia, feneció ya: ni tiene ya más parte en el siglo, en todo lo que se

hace debajo del sol.”Eclesiastés 9:5,6

El Abogado de la Verdad 19

el sacerDocio de

MelchisedecSiempre hemos tratado de saber la identi-

dad de aquel personaje misterioso llamado Melchisedec, que salió a encontrar a Abra-

ham para ofrecerle pan y vino cuando regresaba de la derrota de los reyes (Hebreos 7:1). Pero en esta oca-sión enfocaremos nuestra atención a conocer cuál era la doctrina o enseñanzas de su sacerdocio.

Sabemos que el Señor Jesucristo vino según el orden de Melchisedec, así que estudiando sus ense-ñanzas conoceremos con toda seguridad la doctrina de este sacerdocio. Hebreos 7:17 dice: “Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, se-gún el orden de Melchisedec”.

Algunas de las enseñanzas básicas de este sacer-docio son: La observancia de los Diez Mandamien-tos, de los diezmos y las ofrendas, de lo limpio y lo no limpio, ES EL SACERDOCIO DEL PAN Y EL VINO. Esta doctrina fue conocida por Abraham, Isaac, y Jacob, y por muchos de sus antecesores. Ellos dieron ofrendas a Dios, y Noé supo hacer diferencia entre los animales limpios y los no limpios. Abraham pagó los diezmos a Melchisedec, y él a su vez, le dio pan y vino. Melchisedec sabía que Abraham era hijo del Dios alto, y Abraham, a su vez sabía, que Melchi-sedec era sacerdote del Dios Altísimo.

Ellos conocieron y practicaron la doctrina o en-señanzas básicas de este sacerdocio que vino directa-mente de Dios.

Génesis 14:18-20. “Entonces Melchisedec, rey de Salem, sacó pan y vino; el cual era sacerdote del Dios alto; Y bendíjole, y dijo: Bendito sea Abram del Dios Alto, poseedor de los cielos y la tierra; y bendi-to sea el Dios alto, que entregó tus enemigos en tu mano. Y dióle Abram los diezmos de todo” .

El sacerdocio de Melchisedec es el SACERDO-CIO DEL ESPÍRITU, no basado en emociones de cosas visibles o materialismos, ni en la ley de las obras para justificación, sino en la fe en Cristo Jesús, Señor nuestro. “Sabiendo que el hombre no es justificado por las obras de la ley, sino por la fe de Jesucristo, no-sotros también hemos creído en Jesucristo, para que fuésemos justificados por la fe de Cristo, y no por las obras de la ley; por cuanto por las obras de la ley nin-guna carne será justificada. ” (Gálatas 2:16). Cuando los Gálatas comenzaron a darle más importancia a las obras de la ley, el apóstol Pablo llegó y les hizo una pregunta fundamental: “Esto sólo quiero saber de vo-sotros: ¿Recibisteis el Espíritu por las obras de la ley, o por el oír de la fe? ” (Gálatas 3:2). Nosotros hemos recibido el Espíritu de Dios por la fe en nuestro Se-ñor Jesucristo, no por obras que alguno de nosotros haya hecho.

Este sacerdocio es el SACERDOCIO DEL PERDÓN Y DE LA CONCILIACIÓN, no de la venganza. No es “ojo por ojo, ni diente por diente ”, o “el que a hierro mata a hierro muere ”. Antes al con-trario, dice el Señor en Su Palabra: “… Antes a cual-

Por: Moisés Torres M.

Hebreos 7:17“Pues se da testimonio de él: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melchisedec.”

20 El Abogado de la Verdad

quiera que te hiriere en la mejilla derecha, vuélvele también la otra; y al que quisiere ponerte a pleito y tomarte tu ropa, déjale también la capa; y al que te cargare por una milla, ve con él dos. ”

nOTA: La frase “tomarte tu ropa”, no habla pre-cisamente de algo literal. Hay quienes no se confor-man con ofenderte, sino también avergonzarte. Pero aun así el Señor aconseja dejarles también la capa, con tal de no entrar en pleito con ellos. La venganza sólo lleva a más venganza y a más odio, por ello el Señor dice: “Porque si perdonareis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Pa-dre Celestial. Mas si no perdonareis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.” (Mateo 6:14-15).

Mateo 5:25-26: “Concíliate con tu adversario presto, entre tanto que estás con él en el camino; porque no acontezca que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al alguacil, y seas echado en prisión. De cierto te digo, que no saldrás de allí, hasta que pagues el último cuadrante.”

Es un sacerdocio que enseña a JUZGARSE A SÍ MISMO: MATEO 7:1-5; SANTIAGO 4:11-12.

El Señor Jesús dijo: MATEO 7:1-5: “No juz-guéis para que no seáis juzgados. Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados; y con la medida con que medís, os volverán a medir. Y ¿por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu ojo? O ¿cómo dirás a tu hermano: Espera, echaré de tu ojo la mota, y he aquí la viga en tu ojo? ¡Hipócrita! Echa primero la viga de tu ojo, y entonces mirarás en echar la mota del ojo de tu hermano.”

Cuando tú juzgas a tu hermano te conviertes en acusador y en juez, y tomas el lugar de la ley, como algunos vulgarmente dicen: “Aquí yo soy la ley”. SANTIAGO 4:11-12: “Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano, y juzga a su hermano, este tal murmura de la ley, y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres guardador de la ley, sino juez. Uno es el dador de la ley, que puede salvar y perder: ¿Quién eres tú que juzgas a otro?”

Recordemos el reclamo que el Señor Jesús hizo a los que querían apedrear a la mujer adúltera: “El que de vosotros esté sin pecado, arroje contra ella la piedra el primero.” ( Juan 8:7).

El sacerdocio de Melchisedec es el SACERDO-CIO DE LOS BIENAVENTURADOS: De los humildes, de los mansos, de los pacificadores, de los misericordiosos, de los que lloran, de los que tienen hambre y sed de justicia. (Mateo 5:3-12). Es el sacer-docio de los que no vieron y creyeron. ( Juan 20:29).

Este sacerdocio nos enseña a ADORAR A DIOS EN ESPÍRITU Y EN VERDAD: En lo se-creto del corazón y no con hipocresía, como lo hacían los fariseos que gustaban de orar de pie en las calles para que todos los vieran. De este tipo de levadura tenemos que guardarnos, de no hacer cosas con el propósito de ser vistos de los hombres y nos alaben. Nuestras oraciones, alabanzas, y actitudes, deben ser enfocadas a la honra de Dios. “Guardaos de la leva-dura de los Fariseos, que es hipocresía.” (Lucas 12:1).

“Y cuando oras, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en los cantones de las calles en pie, para ser vistos de los hombres: de cierto os digo, que ya tienen su pago.” (Mateo 6:5). “Mas tú, cuando oras, éntrate en tu cá-mara, y cerrada tu puerta, ora a tu Padre que está en secreto; y tu Padre que ve en secreto, te recompensará en público.” (Mateo 6:1-7). Esta es la sabiduría oculta de la iglesia de Dios. (I Corintios 2:7).

Esto es en parte la doctrina y principios del sacerdocio de Melchisedec que debe practicar la IGLESIA DE DIOS. Es el sacerdocio de la gracia, de las promesas, de la resurrección de los muertos, del bautismo, de la imposición de manos, del pan y el vino, del reposo, de la vida eterna. (Hebreos 6:2). No es un sacerdocio que se deba ejercer por ley o por imposición de alguien, sino por fe en nuestro Señor Jesucristo quien dio su vida por nosotros.

El sacerdocio Levítico de RITOS Y CEREMO-NIAS, de LEYES E IMPOSICIONES fue abolido por el Señor Jesucristo, y quedó en el pasado porque era un sacerdocio de maldición.

El Abogado de la Verdad 21

Es muy común, cuando las perso-nas salen de viaje, que pierdan el camino que los lleva a su destino;

para volver a encontrarlo tienen que to-mar la decisión de escoger uno de en-tre varios caminos. En ciertas ocasiones, cuando las cosas no van bien con noso-tros, como si extraviáramos nuestro ca-mino, tenemos que tomar una decisión para corregir nuestros errores.Las decisiones son parte de nuestra vida cotidiana y son como los caminos, siem-pre te llevan a algún lado. ¿Te has dado cuenta cuántas decisiones tomas en un día? A veces tomar decisiones no es ta-rea fácil, pues todas las decisiones que tomamos cambian para bien o para mal nuestras vidas. Lo mejor sería que todas

las decisiones que tomáramos fueran acertadas, pero no siempre es así. Sin embargo hoy te vamos a dar una clave para tomar sólo buenas decisiones. Lee con atención.Si tus decisiones o tus caminos, lo esco-ges consultando primero al Señor Jesús, entonces no tienes de que preocuparte, tu decisión será siempre correcta. El Se-ñor Jesús siempre es el camino correcto a la mejor decisión, él dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida.”Si tomas una decisión sin consultar a Jesús, entonces tu camino será un cami-no obscuro y te perderás fácilmente en todo lo que hagas.

Jesús caminoPor: alejandro Fuentes

22 El Abogado de la Verdad

La página de los niñosAyuda al sol a encontrar el camino correcto hasta la flor.

Las flores, como nosotros, necesitan del sol para vivir. A continuación encontrarás un labe-rinto para resolver; trata de tomar el camino correcto.

El Abogado de la Verdad 23

El refinador de Plata

Había un grupo de mujeres estudiando la Biblia en el libro de Malaquías. Mientras ellas estudiaban el capítulo tres, llegaron al verso tres donde dice:

“Y sentarse ha para aFinar Y Limpiar La pLata.”

Este verso confundió a las mujeres, y se preguntaron qué significaba esta frase acerca de la naturaleza y carácter de Dios. Una de las mujeres se ofreció estudiar sobre el proceso de refinación de la plata para explicarlo al grupo posteriormente.

Entonces la mujer llamó a un platero e hizo una cita para observar su trabajo, no mencionó nada acerca de la razón de su interés por el proceso de refinación de la plata. Observó que el platero sostenía una pieza de plata sobre el fuego y dejó que se calen-tara; él explicó que en la refinación de la plata, uno necesita sostenerla a la mitad del fuego donde las flamas son más calientes para así quitar todas las impurezas. La mujer pensó acerca de Dios sosteniéndonos en tal lugar caliente, y preguntó al platero si él tenía que sentarse frente al fuego todo el tiempo que la plata estaba siendo refinada. El hombre respondió que sí, que no sólo tenía que sentarse sosteniendo la plata, sino que además debía mantener los ojos en la plata todo el tiempo, porque si la plata era dejada demasiado tiempo en las flamas, sería totalmente destruida.

La mujer quedó en silencio por un rato. Entonces ella preguntó al platero, “¿cómo sabe usted cuando la plata está totalmente refinada?”, el platero le sonrío y contestó:

“oh, esa es La parte más FáciL, cuando veo reFLejada mi imagen en eLLa.”

Si tú hoy estás sintiendo el calor del fuego, recuerda que Dios te ve, te man-tendrá en sus manos y te mirará hasta que Él vea su imagen reflejada en ti.

“porque éL es como Fuego puriFicador, Y como jabón de Lavadores.”

Malaquías 3:2