ejercicios túnel carpiano

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bip 20 El Dr. Miguel Ángel Lorenzo, especialista en rehabilitación de la dirección médica de Contin- gencias Profesionales de Ibermutua- mur, describe en este artículo la pato- logía conocida como síndrome del túnel carpiano, una neuropatía periférica localizada en la muñeca, que ocupa un lugar destacado dentro de la patología laboral. Expone las causas más comúnmente asociadas al desarrollo de este síndrome y recomienda una serie de ejercicios que han demostrado ser especialmente eficaces en pacientes con signos clínicos compatibles con un síndrome del túnel carpiano leve o moderado. Programa de ejercicios recomendados en la rehabilitación en el Síndrome del Túnel Carpiano

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El Dr. Miguel Ángel Lorenzo, especialista en rehabilitación de la dirección médica de Contin-gencias Profesionales de Ibermutua-mur, describe en este artículo la pato-logía conocida como síndrome del túnel carpiano, una neuropatía periférica localizada en la muñeca, que ocupa un lugar destacado dentro de la patología laboral.

Expone las causas más comúnmente asociadas al desarrollo de este síndrome y recomienda una serie de ejercicios que han demostrado ser especialmente eficaces en pacientes con signos clínicos compatibles con un síndrome del túnel carpiano leve o moderado.

Programa de ejerciciosrecomendados en la rehabilitación en el Síndrome delTúnel Carpiano

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TRIBUNA MÉDICA

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El síndrome del túnel carpiano constituye una de las neuropatías periféricas compresivas más comunes en la población general, ocupando un lugar destacado dentro de la patología laboral. Asimismo, ha sido descrito frecuentemente asociado a determinadas actividades deportivas, especial-mente con aquellas que implican el levantamiento de pesos, así como la adopción de posturas forzadas y repetidas de la muñeca en extensión.

Se relaciona con la compresión del nervio mediano, que es uno de los tres nervios que proporciona información sensiti-vo-motora a la mano. En su trayecto hasta la mano, el nervio mediano viaja acompañado de nueve tendones a través del túnel carpiano (localizado en la muñeca), expuesto a las dife-rentes alteraciones que pueden ocurrir a dicho nivel. Cual-quier situación que incremente la presión en el túnel carpiano afectará tanto al nervio como a los tendones. Pero mientras los tendones resisten bien la presión excesiva, el nervio es más delicado y vulnerable a los cambios de presión, ya que incluso leves incrementos de la presión pero mantenidos en el tiempo, pueden provocar dolor y entumecimiento en la mano.

El Síndrome del túnel carpiano ocurre más frecuentemente en mujeres y en ocasiones aparece por primera vez durante el embarazo, aunque también puede producirse en varones. Aunque con frecuencia se desarrolla y/o agrava durante la actividad manual, con cierta frecuencia se produce en pobla-ción que habitualmente no realiza un trabajo manual, incluso se han descrito casos en pacientes sin ningún factor desen-cadenante conocido.

Entre las causas más comúnmente asociadas al desarrollo de este síndrome podemos destacar:

Prensión forzada y repetida con las manos

Inclinación repetida de la muñeca

Fractura y/o luxación de la muñeca que se acompañe de inflamación y/o edema

Artritis, especialmente de tipo reumatoidea

Patología específica del tiroides

Diabetes mellitus

Trastornos hormonales asociados con la menopausia

Embarazo

El síndrome del túnel carpiano representa una de las múltiples causas de dolor en la mano. Los síntomas pueden ser leves o intensos, llegando incluso en ocasiones a ser incapacitantes.

Esquemas del Tunel de Carpiano

Además del dolor, es frecuente que el paciente que presenta esta patología refiera la sensación de hormigueo y entumecimiento en las manos, especialmente de aparición nocturna y tras el uso prolongado o forzado de las manos.

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Además del dolor, es frecuente que el paciente que presenta esta patología refiera la sensación de hormigueo y entumeci-miento en las manos, especialmente de aparición nocturna y tras el uso prolongado o forzado de las manos. Asimismo es habitual la existencia de una sensibilidad disminuida a nivel de los tres primeros dedos de la mano.

Toda esta sintomatología puede reproducirse mediante maniobras exploratorias específicas, que permitirán al médi-co confirmar o descartar la existencia de un compromiso sig-nificativo del nervio mediano a nivel de la muñeca, y plantear la actitud terapéutica más adecuada a su situación clínica.

Una vez confirmada la existencia de un síndrome del túnel carpiano (anamnesis específica, exploración física y pruebas complementarias - electromiograma), contamos con dife-rentes medios terapéuticos para su manejo o control, cuya elección dependerá básicamente del grado de afectación del nervio mediano. Entre ellos se incluyen el cese de aquellas actividades que incluyan el manejo de pesos y/o la realiza-ción de movimientos forzados y repetitivos con la muñeca, el tratamiento farmacológico por vía oral o directamente aplicado en el túnel carpiano (antiinflamatorios no esteroideos o corticoesteroides), la utilización de férulas en posición fun-cional de la muñeca (principalmente de aplicación nocturna), el tratamiento específico de Rehabilitación en sus diferentes formas de aplicación, y finalmente el tratamiento quirúrgico (especialmente indicado en los casos de mayor afectación y ausencia de respuesta a los diferentes tratamientos conser-vadores).

Sin embargo, diversos estudios llevados a cabo, han puesto de manifiesto que entre el 50-60% de los pacientes con sig-nos clínicos compatibles con un síndrome del túnel carpiano leve y/o moderado, se podrían beneficiar de un Programa específico de ejercicios, y así evitar la necesidad de un trata-miento más agresivo.

Los siguientes ejercicios han demostrado ser especialmente eficaces en aquellos pacientes con síntomas leves de com-promiso del nervio mediano a nivel de la muñeca, y no son

recomendados para pacientes con síntomas severos de atrapamiento nervioso, en los que el tratamiento de elección debería ser quirúrgico.

Estos ejercicios pueden realizarse varias veces al día, estan-do básicamente indicados previamente al comienzo de una determinada actividad (domiciliaria, laboral, deportiva, etc.) como preparación a la misma.

Se recomienda realizar cada uno de los siguientes ejercicios al menos 10 veces.

Ejercicio A.- Con los codos completamente estirados, extien-da las muñecas y los dedos como si los llevara hacia usted. Mantenga la posición durante unos 5 segundos y después relájese.

EJERCICIO A

Toda esta sintomatología puede reproducirse mediante maniobras exploratorias específi cas, que permitirán al médico confi rmar o descartar la existencia de un compromiso signifi cativo del nervio mediano a nivel de la muñeca, y plantear la actitud terapéutica más adecuada a su situación clínica.

Los siguientes ejercicios han demostrado ser

especialmente eficaces en aquellos pacientes con síntomas leves de

compromiso del nervio mediano a nivel de la muñeca

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TRIBUNA MÉDICA

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Ejercicio C.- Cierre los puños de forma activa, con fuerza, durante unos 5 segundos.

EJERCICIO B

EJERCICIO C

EJERCICIO D

EJERCICIO E

EJERCICIO F

Ejercicio B.- Relaje lo máximo que pueda la postura forzada de las muñecas y los dedos, y déjelos caer suavemente.

Ejercicio D.- Doble las muñecas hacia abajo mientras mantie-ne los puños cerrados. Mantenga la posición máxima alcan-zada durante unos 5 segundos y después relájese.

Ejercicio E.- Relaje la posición anterior y deje nuevamente sueltas las muñecas y los dedos.

Estos ejercicios pueden realizarse varias veces al día, estando básicamente indicados previamente al comienzo de una determinada actividad (...) como preparación a la misma.

Ejercicio F.- Deje ambos brazos completamente relajados a los lados de su cuerpo y “agítelos” durante unos segundos.

Una vez realizados los ejercicios recomendados, puede iniciar la actividad requerida, evitando en la medida de lo posible aquellas situaciones que lleven consigo un riesgo elevado de desarrollar y/o agravar la patología existente.

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El síndrome de Desgaste Profesional no aparece de repente sino que pasa por diferentes fases. Conocerlas puede ayudarle a prevenirlas:

• Cansancio emocional: Aparece un sentimiento de estar emocionalmente agotado y consumido tanto física como mentalmente. Se caracteriza por la pérdida de atractivo por las tareas propias del trabajo que se ha de realizar. Aparece un sentimiento de indefensión como consecuencia de haber intentado modifi car situaciones, relaciones y actuaciones sin obtener un resultado.

Un indicio de sufrir cansancio emocional es el miedo que aparece ante la perspectiva de acudir al trabajo al día si-guiente y una sensación de no poder más.

SÍNDROM

E

DE DES

GASTE

PROFE

SIONAL

_

Estrategias deprevención

El Síndrome del “quemado” hace referencia a “un estado de agotamiento físico, emocional y actitudinal que desemboca en sentimientos de fracaso personal e incapacidad para el ejercicio de su profesión y ejecución laboral”. Este conjunto de síntomas lo sufren con mayor frecuencia los trabajadores de servicios a personas (sanidad, educación, administración pública, servi-cios sociales), debido a unas condiciones de trabajo que tienen fuertes demandas sociales.

Las distintas consecuencias en el ámbito laboral como una mala productividad, alta tasa de accidentes laborales, falta de satisfacción con el desempeño de la tarea laboral, confl ictos interpersonales en el trabajo aumentando el absentismo laboral hacen plantear el “Burnout” como un problema socio-sanitario de gran importancia que plantea la necesidad de planes de Pre-vención de Riesgos Psicosociales desde las Organizaciones.

Noelia García, psicóloga clínica de la dirección médica

de Contingencias Comunes, proporciona en este artículo

información práctica y accesible apoyada por la experiencia

clínica sobre el Síndrome de Desgaste Profesional o

“Burnout”, considerándolo como un problema sociosanitario

de gran importancia. Analiza las distintas fases del Sindrome,

sus causas y sintomas clínicos, asi como nos aporta

diferentes Estrategias de Prevención a fi n de mejorar la

calidad de vida profesional y salud mental de los trabajadores.

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TRIBUNA MÉDICA

• Despersonalización: Como consecuencia del fracaso de la fase anterior aparece una respuesta de actitud fría, insensible distanciamiento, de irritabilidad y cinismo hacia las personas a las que les damos el servicio y también hacia los propios compañeros de trabajo. Es un mecanismo de defen-sa para evitar los sentimientos de impotencia, indefensión y desesperanza profesional.

• Abandono de la realización personal: Esta tercera fase se caracteriza por una tendencia a la auto-evaluación nega-tiva con creencias de que el trabajo no merece la pena y de que institucionalmente no se pueden cambiar las cosas. Se produce en la persona una disminución de la autoestima, de las expectativas personales y relaciones personales.

¿Qué factores lo causan o influyen en su aparición?

Existen una serie de Factores externos que adquieren un papel de Estresores:

• Estresores del ambiente físico: ruido, iluminación, tempe-ratura, higiene, condiciones climatológicas, falta o inadecua-ción del espacio físico.

• Estresores producidos por el contenido del trabajo: el tra-bajo rutinario y monótono o la falta de estimulación visual o auditiva en el trabajo y el entorno

• Estresores producidos por las relaciones interpersonales y grupales: relaciones confl ictivas entre los compañeros y su-

periores basadas en relaciones de desconfi anza, sin apoyo, competitivas, poco cooperativas. También puede aparecer falta de cohesión entre nuestro colectivo, generando presión del grupo.

• Estresores producidos por el desarrollo de la carrera profesional: inseguridad e inestabilidad en el puesto de trabajo, cambio de puesto por ejemplo de director o jefe de departamento.

• Estresores relacionados con la familia: distintos problemas en la familia generan estrés en el trabajo. Familia y trabajo son dos ámbitos que están interrelacionados.

Por otro lado existen factores que predisponen como algunas características de personalidad que pueden llevar más fácil-mente a desarrollar el Síndrome de Desgaste Profesional:

• Sentimientos de baja autoefi cacia y autoconfi anza.

• Tener difi cultades en la expresión de sentimientos.

• Un estilo de comunicación no asertivo (agresivo o pasivo).

• Tender a una identifi cación excesiva con los demás.

• Dedicación excesiva al trabajo, reduciendo tiempo para el ocio.

• Tendencia a mantener pocas relaciones sociales.

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• Ser predispuesto a tener ansiedad y tensión con una elevada autoexi-gencia.

• Estar orientado al éxito profesional y no a la realización personal.

• No potenciar autocuidados.

• Creer que las decisiones de la vida están controladas por otras personas, por fuerzas o por el destino: lo que denominamos en Psicología “locus de control externo”.

• Valorar negativamente su relación con los compañeros.

¿Qué consecuencias psicológicas tiene el Sindrome de Desgaste Profesional?

Consecuencias mentales o cognitivas como sentimientos de desamparo, fracaso e impotencia. Baja autoestima. Difi cultades de concentración e incluso en ocasiones comportamientos paranoi-des y/o agresivos hacia los compañeros y familia.

Existen también unas consecuencias físicas como cansancio, dolores os-teoarticulares y cefaleas tensionales o migrañas, alteraciones gastrointestinales y taquicardias y trastornos del sueño.

Son las consecuencias conductuales las que generan un mayor coste psicológico y material tanto a la empresa como al trabajador dado que baja el rendimiento laboral, aumentan los confl ictos entre compañeros, aumento de café, alcohol, fármacos y drogas ilegales generando una alta tasa de absentismo laboral.

Estrategias de Prevención

• Estilo Asertivo: comunicación efectiva.

Aprender a comunicarnos con Aserti-vidad nos va a permitir generalmente lograr lo que deseamos, dado que im-plica poder expresar sentimientos y pen-samientos respetando los de los demás. Para ello no es necesaria la docilidad ni

el reproche verbal. Nos permite buscar soluciones resolviendo los problemas y defendiendo nuestros derechos, lo que deriva en una sensación de control y seguridad aumentando la satisfacción y por ello innovando mayores oportu-nidades.

• Es importante mantener la mira-da, un lenguaje directo utilizando la primera persona: quiero, pienso, me parece y usar los verbos en forma personal.

• Existen técnicas básicas para comu-nicarnos asertivamente:

• Técnicas de Reestructuración Cog-nitiva: Poder detectar pensamientos distorsionados y modifi carlos previene emociones y conductas negativas.

• Entrenamiento en habilidades so-ciales: Cómo hacer y recibir críticas, manejar la hostilidad.

• Técnicas de reducción de ansie-dad: Autocontrol emocional, relaja-ción.

A modo práctico voy a exponer la técnica para expresar quejas o hacer críticas:

1.-Describir la situación, no juzgar: (Cuando ocurrió ...)

2.- Expresar cómo me afecta: (Me sentí....)

3.-Empatizar: (quizá tu…; compren-do que...)

4.- Pedir soluciones: (Estoy segura/o de que podrás…)

5.- Dar soluciones, ofrecer alter-nativas

Si la persona SI acepta la crítica: Reforzar y agradecer Si la persona NO acepta la crítica: Dar un plazo y repetir. Si sigue sin aceptar su parte de responsabilidad en el confl icto, avisar de nuestro cambio de conducta para redu-cir malestar, sin amenazar.

Es importante recordar que una buena crítica ha de fundamentarse en hechos contrastados y objetivos, no en los senti-mientos o las impresiones de quien hace la crítica. Evitar pues, críticas globales, generalizadas, culpabilizadoras. Desde los mensajes “yo” dejaremos claro que hablamos desde nuestro punto de vista, opiniones y deseos. El objetivo de hacer una crítica es cambiar las cosas, no entrar en confl icto con la otra persona.

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TRIBUNA MÉDICA

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• Potenciar Autocuidados: desarrollo de la Autoestima

• Hacer deporte, aprender estrategias para reducir tensión mental y detectar las señales de nuestro cuerpo.

• Ejercicios de Respiración y Relajación: las situaciones de estrés en el trabajo pueden provocar una respiración rápida y superfi cial lo que conlleva sensación de tensión general. La práctica de respiración abdominal y torácica aporta mayor aporte de oxigeno y ayuda a reducir la an-siedad.

• Potenciar el buen humor aumenta la productividad en todos los ámbitos, incluido el laboral. Existen unos beneficios psicofisiológicos de la risa: el cerebro libera catecolaminas, neurotransmisores asociados al placer y la felicidad, se fortalece el sistema inmunológico. Se liberan endorfinas, estimula el sistema linfático, circulatorio y mus-cular. Todo esto provoca una tranquilidad, mayor tolerancia al dolor que provoca una autoestima mas alta.

Trucos para un mejor aprovechamiento del tiempo y reducir el Estrés en el trabajo

• Fomenta las relaciones personales en el trabajo, ya que ésta es una de las fuentes más importantes de satisfacción o insatisfacción en el trabajo. Forman parte de las recompensas intrínsecas del trabajo.

• Date un respiro, tomate pequeños descansos, 5 minutos cada 45/50 minutos.Permite aumentar la atención y concentración.

• Márcate objetivos realistas y alcanzables. Prevé no aceptar lle-var a cabo más trabajo del que tú sabes que puedes abarcar.

• No dejar todo para última hora. Preocúpate de detalles tan simples como, por ejemplo, preparar en la noche la ropa del día siguiente.

• Ganarle al tiempo. El reloj hay que ponerlo cinco minutos antes de levantarse.

• Evitar las discusiones durante las comidas y antes de dor-mir. Tiene que haber risa y diálogo, hablar de las situaciones cómicas del día.

• Desconecta de “afuera” (apaga el móvil, recorta ruidos) y de “adentro” (valora como imprescindible tu refuerzo y deja para luego otros compromisos).

• Planea actividades gratificantes fuera del trabajo. El ocio diario esta relacionado con el grado de desgaste emocional y con el estado de salud general.

• Intenta evitar el tabaco, el consumo de tranquilizantes y analgésicos.

• Realiza actividad física continuada y moderada, ya que mejora el estado de ánimo en general, aumenta la autoestima y disminuye la ansiedad.

• Si tu medio de trabajo es la palabra, y requiere un esfuerzo sostenido, educa tu voz para evitar afonías disfuncionales o problemas asociados.

• Cuida el entorno donde trabajas, mantenlo limpio y orde-nado.

• Haz listas para aclarar tus ideas en función del grado de priori-dad de las tareas. No cambies de una actividad, si el trabajo no es urgente y lo permite, si todavía no has acabado la primera.

• Haz las cosas por pasos: trabaja de manera regular y deja un margen de tiempo por si ocurre algún imprevisto.

Ante cualquier síntoma o signo de estrés laboral la mejor inter-vención siempre es la Prevención de riesgos psico-sociales asociados, pero en ocasiones la persona toma conciencia de su malestar psiquico cuando ya aparece un conjunto de síntomas que forma este Síndrome de Desgaste Profesional. Es en estos casos cuando la mejor opción es la intervención de profesionales especializados.

“Potenciar el buen humor aumenta la

productividad en todos los ámbitos,

incluido el laboral”

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Este nuevo listado tiene 96 epígrafes distribuidos en seis grupos de enfermedad: 1) enfermedades profesionales causadas por agentes químicos; 2) enfermedades profe-sionales causadas por agentes físicos; 3) enfermedades profesionales causadas por agentes biológicos; 4) enfer-medades profesionales producidas por la inhalación de sustancias y agentes no comprendidos en alguno de los otros apartados y 6) enfermedades profesionales causadas por agentes carcinogénicos. Tiene estructura de doble listado: por una parte, el anexo 1 que contiene la lista de enfermedades profesionales y por otra, el anexo 2, la lista complementaria de enfermedades cuyo origen profesional se sospecha y cuya inclusión en Anexo 1 podría contem-plarse en el futuro.

A nuestro juicio, éstos son los elementos clave que se abor-dan en el Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el nuevo cuadro de Enfermedades Profesionales en el Sistema de Seguridad Social y se regula el procedimiento para la calificación y la comunicación de este tipo de patologías:

1. Aprobación de un nuevo cuadro de enfermedades profesionales

Se aprueba un nuevo cuadro de enfermedades profesionales en aplicación de lo dispuesto en el artículo 116 del Texto Refundido de la Ley General de Seguridad Social. En él se incluye todo lo vigente en el anterior cuadro 1978 y todas las patologías que la Recomendación Europea de 2003 contempla como enferme-dad profesional.

Elementos clave de cambio en el nuevo marco normativo de las Enfermedades Profesionales

La Dra. Clara Guillén, jefe del Departamento de Enfermedades Profesionales de Ibermutuamur, relaciona

en este artículo los principales cambios que se producirán en el marco normativo de las enfermedades profesionales,

abordados en el Proyecto de Real Decreto por el que se aprueba el nuevo Cuadro de Enfermedades Profesionales

en el sistema español de Seguridad Social, así como los procedimientos a seguir de ahora en adelante para la

califi cación y notifi cación de estas contingencias.

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TRIBUNA MÉDICA

2. Actualización del cuadro de enfermedades profesionales

El Proyecto de Real Decreto recoge dos vías de actualización: una automática, a partir de la inclusión como enfermedad profesional en el Anexo 1 de la Recomendación Europea y una actualización específica en función de la realidad socio-laboral de nuestro país a propuesta del Ministerio de Trabajo, tras infor-me previo del Ministerio de Sanidad y de la Comisión Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo.

3. La declaración de las enfermedades profesionales sale del ámbito del empresario

Ya no es el empresario el que inicia la tramitación del parte de enfermedades profesionales, será la entidad gestora (INSS) o la entidad colaboradora (Mutua) que asuma la protección de las con-tingencias profesionales, la encargada de la notificación. El papel de la empresa se limitará a facilitar a la entidad correspondiente la información que obre en su poder para la elaboración del parte.

4. Los Sistemas Públicos de Salud y las enfermedades profesionales

Los facultativos del Sistema Público de Salud que, con ocasión de sus actuaciones profesionales, tengan conocimiento de la existencia de una enfermedad profesional lo comunicarán a la Mutua y/o al INSS, a través de la Unidad de Salud Laboral de la correspondiente Consejería de Salud de la Comunidad Autóno-ma o de la Inspección Médica.

5. Se reconocerán enfermedades profesionales a los trabajadores que no se encuentran en situación de alta

El INSS reconocerá enfermedades profesionales a los trabajado-res que no se encuentren en situación de alta.

6. Implicaciones preventivas en la detección de la enfermedad profesional y en el reconocimiento de la misma

Los facultativos de los Servicios de Prevención comunicarán también a la Mutua y/o al INSS la existencia de una enfermedad profesional. El espíritu de este artículo pretende limar las diferen-cias existentes entre el sistema de protección y las actuaciones preventivas ya que se estima que en más del 50% de los puestos de trabajo donde se ha detectado una enfermedad profesional no se pone en marcha ninguna actuación preventiva para mejo-rar las condiciones de ese puesto.

7. Puesta en marcha de un nuevo parte de enfermedad profesional

El Ministerio de Trabajo aprobará antes del 1 de enero de 2007, el nuevo modelo de parte de enfermedad profesional, así como el procedimiento para su tramitación y su transmisión por medios electrónicos.

8. Fortalecimiento de la Dirección General de Ordenación de Seguridad Social en materia de control y seguimiento de enfermedades profesionales

En la Dirección General de Ordenación de Seguridad Social existirá una unidad administrativa encargada de recoger y de analizar la documentación relativa a las enfermedades profesio-nales. Dichas funciones se harán en colaboración con los órga-nos técnicos del Ministerio de Trabajo, de Sanidad y los Servicios Públicos de Salud de las Comunidades Autónomas.

9. Elaboración de criterios técnicos

Los órganos técnicos de los Ministerios de Trabajo y Sanidad elaborarán una guía de los síntomas y patologías relacionadas con el agente causante de la enfermedad profesional, que sirva como fuente de información y ayuda para el diagnóstico.

10. Puesta en marcha de un Centro Nacional de Referencia de enfermedades profesionales

Se incluye la propuesta de un acuerdo con el Ministerio de Traba-jo para la puesta en marcha de un Centro Nacional de Referencia de enfermedades profesionales en base a los medios actual-mente disponibles en el Ministerio de Sanidad y en el Ministerio de Trabajo.

Se aprueba un nuevo cuadro de enfermedades

profesionales. En él se incluye todo lo vigente en el anterior y todas las patologías que la

Recomendación Europea contempla como

enfermedad profesional.

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Una aproximación al concepto

como medida de EDAD BIOLÓGICA

de ENVEJECIMIENTO Y SALUDEl Dr. Alfonso Soler Gomis, Bioquímico especialista en análisis clínicos, en el área de gestión sanitaria de

Ibermutuamur, demuestra en su artículo que la edad biológica, por oposición a la edad cronológica, es la

verdadera medida del grado de envejecimiento de los sistemas orgánicos y que ésta puede objetivarse

mediante la evaluación de determinados marcadores que proporcionan información mediante un

número reducido de parámetros fisiológicos, bioquímicos y de estilo de vida.

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TRIBUNA MÉDICA

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Introducción

El organismo humano es un conjunto muy numeroso de células (de 75 a 100 billones) diferenciadas en 250 tipos, con capacidad de organizarse en niveles más altos de compleji-dad , formando tejidos, que a su vez dan lugar a los distintos órganos que lo componen.

Algunos órganos actúan coordinadamente dando lugar a los distintos sistemas en los que se divide y cuya acción armónica propicia la buena realización de las diversas funciones nece-sarias para la vida.

Sistemas físicos complejos hay muchos en la naturaleza. Pero ninguno, salvo los seres vivos, son capaces de recupe-rar la energía que disipa como información. Ello nos permite generar estructura, o provocar cambios irreversibles en la misma.

No todos los sistemas físicos, complejos o no, son auto organizativos. Sólo unos pocos, cumplen con tal condición y retienen para sí dos propiedades fundamentales, asocia-das a la condición de los seres vivos: auto organizativos y homeostáticos .

A modo de simplificación, la auto organización puede definir-se como la capacidad del sistema para generar y/o modificar su propia estructura, a partir de la información que recupera de la propia energía disipada.

El concepto de homeostasis, requiere también una sucinta descripción: en física se define como la “capacidad de un sis-tema físico para sortear perturbaciones”. Tal definición es con mucho, más versátil y global que la clásica definición médica de “mantener la constancia o equilibrio del medio interno”.

En relación al tema de la homeostasis surge el concepto de alostasis como la capacidad de lograr estabilidad a través de la producción de cambios.

Por medio de la capacidad alostática del organismo, el siste-ma nervioso central, el eje hipotálamo-hipofisario-adrenal, el sistema cardiovascular, el sistema inmunológico y el metabo-lismo (sistemas subsumidos en el sistema general) protegen a éste preparándolo para afrontar estrés interno y externo.

Para que el organismo mantenga con rigidez los componen-tes homeostáticos vitales, es necesario que existan efecto-res alostáticos que mediante la variación de sus puntos de estabilización (que no son rígidamente constantes como los homeostáticos), puedan mantener la homeostasis.

Esta protección garantiza el mantenimiento del equilibrio y por tanto la salud entendida en su sentido global como “ un esta-do de completo bienestar biológico, psicológico y social”

La hiperactividad que se precisa para realizar ésta protección, que es siempre una adaptación a nuevas circunstancias, pro-vocan efectos a largo plazo(aumento de la carga alostática), ligados con el paso de la edad cronológica.

Sistemas físicos complejos, hay muchos en la naturaleza. Pero ninguno, salvo los seres vivos son capaces de recuperar la energía que disipa como información. Ello nos permite generar estructura, o provocar cambios irreversibles en la misma.

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Con el paso de los años y, como consecuencia del envejeci-miento, los sistemas van perdiendo eficiencia en su funciona-miento, lo cual va a redundar en los signos y síntomas propios de éste proceso.

No todos los sistemas envejecen al mismo tiempo en el orga-nismo, sino que el proceso se produce de forma asincrónica y atendiendo a características de tipo individual.

Estrés oxidativo y envejecimiento

No se podrá frenar el proceso de envejecimiento normal hasta que no se aclaren las causas de este proceso, probablemente ligadas a los deficientes mecanismos de regeneración de las células diferenciadas . En cuanto a los mecanismos molecu-lares implicados, se atribuye un papel clave al estrés oxidativo ligado a la respiración celular (Harman, 1956, 1986), que des-organiza las mitocondrias (Miquel et al., 1980, 1986, 1989, 1998), con el consiguiente déficit en la producción de ATP. Estos conceptos, que están de acuerdo con la disminución de capacidad bioenergética y rendimiento fisiológico que caracterizan al envejecimiento normal, justifican las investiga-ciones para aumentar la longevidad mediante la administra-ción de antioxidantes protectores de la función mitocondrial (Miquel, 2002; Hagen et al., 2002).

Asimismo, investigaciones propias han puesto de manifiesto la incidencia de sustancias antioxidantes en la normalización de factores alostáticos que se habían desplazado de sus valo-res normales para el mantenimiento del equilibrio (Ramirez et al 1995,1998,2000) (Miquel et al 1995) (de la Fuente et al, 1998).

En base a lo anterior es oportuno señalar que, según numerosos estudios revisados anteriormente (Harman, 1986; Miquel et al., 1989; Miquel, 1996; Sastre et al., 2000), el estrés oxidativo no sólo tiene un papel patogé-nico clave en el proceso del envejecimiento normal sino también en muchos síndromes inflamatorios crónicos que frecuentemente acompañan el envejecimiento patológico.

Edad biológica

El concepto de edad biológica surge de la consideración de que ofrece más información sobre la salud de una persona la evaluación del estado objetivo de los distintos sistemas que componen el conjunto del organismo que el simple paso de los años o edad cronológica.

Es posible medir mediante parámetros objetivos ,desequi-librios producidos en éstos sistemas, con el fin de evaluar el estado real del grado de envejecimiento de la persona estudiada.

Estos parámetros se denominan marcadores de edad bioló-gica y una correcta elección de éstos marcadores indicará el verdadero estado del organismo reflejado en el funcionamien-to de los sistemas que lo integran.

Por otra parte, y teniendo en cuenta la distinción entre proceso patológico (enfermedad) y proceso fisiológico (envejecimiento), se distinguirán asimismo varios tipos de marcadores : marcadores de enfermedad, factores de riesgo y marcadores de envejecimiento, de forma que, tratándose la enfermedad de un proceso discontínuo, no progresivo y que puede ser detenido, sus marcadores estarán ligados a la evolución de este proceso, independientemente de la edad cronológica.

Los factores de riesgo son parámetros cuyo incremento o disminución pueden tener un impacto directo en una mayor incidencia de enfermedades que, a su vez, pueden estar liga-das o no al aumento de edad cronológica.

Por último, los marcadores de edad biológica, para ser defi-nidos como tales, deben tener la ineludible característica de correlacionar positiva o negativamente con el aumento de la edad cronológica.

Para obtener una información útil a través de marcadores de edad biológica debe realizarse previamente la medición de cada presunto marcador en una población que contenga un número de miembros estadísticamente aceptable, sana, con ausencia de hábitos nocivos, del entorno inmediato de aplica-ción, y dividida por décadas y sexos. (Soler et al,1990 ,1992).

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TRIBUNA MÉDICA

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El análisis retrospectivo de los datos del estudio de Baltimore (Borkan y Norris, 1980) , estudio de tipo longitudinal iniciado en 1958, reveló que los sujetos que presentaban cierto núme-ro de parámetros “más envejecidos” que los de la mayoría de las personas de su misma edad cronológica tendían a morir prematuramente. Concretamente, este estudio propone una batería de 24 magnitudes de tipo fisiológico y bioquímico, y concluye finalmente que los siguientes parámetros presen-taban diferencias significativas entre los sujetos longevos y los que morían prematuramente: función respiratoria, tensión arterial sistólica, y tiempos de reacción.

Asimismo, hábitos de vida como la actividad intelectual, fundamentalmente, así como el nivel educativo inciden muy positivamente en la optimización no sólo de los parámetros citados sino en el resto de magnitudes seleccionadas.

Los estudios de Benfante et al. (1985)., también de tipo longitudinal, bajo el patrocinio del National Institute on Aging de USA, sientan las bases para la realización de tests de “edad biológica” usando un número limitado de parámetros. Lógicamente, para que el concepto de “edad biológica” se extienda desde el ámbito de la investigación gerontológica al de la aplicación práctica se ha de limitar el número de tests a los que demuestren una mayor eficacia como predictores de la preservación de la salud en los sujetos que envejecen. De ahí la importancia del estudio citado, pues ha demostra-do una marcada relación entre la vulnerabilidad a toda clase de procesos degenerativos, cuya incidencia aumenta con la

edad (coronariopatías, accidentes cerebrovasculares, etc.) y un número muy reducido de parámetros fisiológicos, bioquí-micos y de estilo de vida.

De más de 30 variables examinadas, la presión arterial, obesidad, tabaquismo, consumo de alcohol, glucosa sérica, ácido úrico y triglicéridos fueron asociadas inversamente con el quebrantamiento de la salud, mientras que capacidad vital forzada se asoció directamente con buena salud. De estas 8 variables, la presión sanguínea fue el más potente discrimina-dor entre status saludable y todas las categorías de enferme-dad, mientras que el hábito de fumar y el consumo de alcohol fueron los siguientes más importantes factores. Este estudio sugiere que la utilización de individuos que permanecen sanos o enfermos a lo largo de su vida, como un standard para la salud, puede facilitar la evaluación de factores de riesgo de un amplio rango de enfermedades crónicas específicas.

Existen otros marcadores no contemplados por estos estu-dios longitudinales, pero que se han mostrado en los propios de nuestro grupo investigador y otros (Yagi,1989) como marcadores muy útiles en la objetivación del envejecimiento entendido como un proceso de oxidación. Entre éstos se encuentran los peróxidos lipídicos que están elevados en sujetos que muestran factores de riesgo aterogénico incom-patibles con un envejecimiento normal, como son el taba-quismo, el estrés sicológico y la elevada tensión diastólica ,así como la obesidad.

Los peróxidos lípidicos (PL) tienen un papel en la ateroscle-rosis y la modificación de algunos factores del estilo de vida que contribuyen a neutralizar dichos PL in vivo, como el con-sumo de dietas con abundantes raciones de verduras y frutas ricas en antioxidantes, puede contribuir a disminuir la morbili-dad y mortalidad ligadas a los procesos ateroscleróticos.

La tasa de peróxidos lipídicos decrece tanto en ratones como en humanos, cuando se administra una terapia antioxidante (Miquel et al 1995,Ramírez et al, 1995,).

Como se ha visto, la edad biológica, verdadera medida del grado de envejecimiento de los sistemas orgánicos, puede objetivarse mediante la evaluación de marcadores que deben cumplir con-diciones de idoneidad, sencillez de medición, generadores de gran información y correlación con la edad.

El concepto de edad biológica surge de la consideración de que ofrece más información

sobre la salud de una persona la evaluación del estado objetivo

de los distintos sistemas que componen el conjunto del

organismo que el simple paso de los años o edad cronológica.

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