ejemplos de descripciones

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  • 8/4/2019 EJEMPLOS DE DESCRIPCIONES

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    Desde lo alto del borrico, Cipriano divis las hileras de palos, las cargas de lea, a lavera, las escalerillas, las argollas para amarrar a los reos, las nerviosas idas y venidas deguardas y verdugos al pie. La multitud apiada prorrumpi en gran vocero al ver llegarlos primeros borriquillos. Y al or sus gritos, los que entretenan la espera a algunadistancia echaron a correr desalados hacia los postes ms prximos. Uno a uno, los

    asnillos con los reos se iban dispersando, buscando su sitio. Cipriano divisinopinadamente a su lado el de Pedro Cazalla, que cabalgaba amordazado,descompuesto por unas bascas tan aparatosas que los alguaciles se apresuraron a bajarledel pollino para darle agua de un botijo. Haba que recuperarlo. Por respeto a losespectadores haba que evitar quemar a un muerto. Luego, alz la cabeza y volvi lavista enloquecida hacia el quemadero. Los palos se levantaban cada veinte varas, losms prximos al barrio de Curtidores para los reconciliados, y, los del otro extremo,

    para ellos, para los quemados vivos, por un orden previamente establecido: Carlos deSeso, Juan Snchez, Cipriano Salcedo, fray Domingo de Rojas y Antonio Herrezuelo.(Miguel Delibes, El hereje)

    Era Rosita perfectamente proporcionada de cuerpo: ni alta ni baja, ni delgada ni gruesa.Su tez, bastante morena, era suave y finsima, y mostraba en las tersas mejillas vivocolor de carmn. Sus labios, un poquito abultados, parecan hechos del ms rojo coral, ycuando la risa los apartaba, lo cual ocurra a menudo, dejaba ver, en una boca algogrande, unas encas sanas y limpias y dos filas de dientes y muelas blancos, relucientese iguales. Sombreaba un tanto el labio superior de Rosita un bozo sutil, y, como sucabello, negrsimo. Dos oscuros lunares, uno en la mejilla izquierda y otro en la barba,hacan el efecto de dos hermosas matas de bamb en un prado de flores.Tena Rosita la frente recta y pequea, como la de la Venus de Milo, y la nariz de gran

    belleza plstica, aunque ms bien fuerte que afilada. Las cejas, dibujadas lindamente, noeran ni muy claras ni muy espesas, y las pestaas largusimas se doblaban hacia fueraformando arcos graciosos.Juan Valera (Pepita Jimenez)Qu orden sigue Juan Valera en esta descripcin de los rasgos fsicos de Rosita?

    El to Lucas era ms feo que Picio. Lo haba sido toda su vida, y ya tena cerca decuarenta aos. Sin embargo, pocos hombres tan simpticos y agradables habr echadoDios al mundo. Lucas era en aquel entonces de pequea estatura, un poco cargado deespaldas, muy moreno, barbilampio, narign, orejudo y picado de viruelas. En cambio,

    su boca era regular y su dentadura inmejorable. Dijrase que slo la corteza de aquelhombre era tosca y fea; que tan pronto como empezaba a penetrarse dentro de laparecan sus perfecciones, y estas perfecciones principiaban por los dientes. Luegovena la voz, vibrante, elstica, atractiva.Llegaba despus lo que aquella voz deca: todo oportuno, discreto, ingenioso,

    persuasivo.Pedro Antonio de Alarcon (El sombrero de tres picos)

    Separa en este texto descriptivo los rasgos propios de la descripcin del fsico de los

    propios de la descripcin psicolgica

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    ste que veis aqu, de rostro aguileo, de cabello castao, frente lisa y desembarazada,de alegres ojos y de nariz corva, aunque bien proporcionada; las barbas de plata, que noha veinte aos que fueron de oro, los bigotes grandes, la boca pequea, los dientes nimenudos ni crecidos, porque no tiene sino seis, y sos mal acondicionados y peor

    puestos, porque no tienen correspondencia los unos con los otros; el cuerpo entre dos

    extremos, ni grande, ni pequeo, la color viva, antes blanca que morena; algo cargadode espaldas, y no muy ligero de pies; ste digo que es el rostro del autor de La Galatea yde Don Quijote de la Mancha , y del que hizo el Viaje del Parnaso , a imitacin del deCsar Caporal Perusino, y otras obras que andan por ah descarriadas y, quiz, sin elnombre de su dueo. Llmase comnmente Miguel de Cervantes Saavedra. Fue soldadomuchos aos, y cinco y medio cautivo, donde aprendi a tener paciencia en lasadversidades. Perdi en la batalla naval de Lepanto la mano izquierda de un arcabuzazo,herida que, aunque parece fea, l la tiene por hermosa, por haberla cobrado en la msmemorable y alta ocasin que vieron los pasados siglos, ni esperan ver los venideros,militando debajo de las vencedoras banderas del hijo del rayo de la guerra, CarloQuinto, de felice memoria.

    Miguel de Cervantes,Novelas ejemplares.

    Era don Cayetano un viejecillo de setenta y seis aos, vivaracho, alegre, flaco, seco, decolor de cuero viejo, arrugado como un pergamino al fuego, y el conjunto de su

    personilla recordaba, sin que se supiera a punto fijo por qu, la silueta de un buitre detamao natural; aunque, segn otros, ms se pareca a una urraca, o a un tordo encogidoy despeluznado. Tena sin duda mucho de pjaro en figura y gestos, y ms, visto en susombra. Era anguloso y puntiagudo, usaba sombrero de teja de los antiguos, largo yestrecho, de alas muy recogidas, a lo don Basilio, y como lo echaba hacia el cogote,

    pareca que llevaba en la cabeza un telescopio; era miope y correga el defecto con gafasde oro montadas en nariz larga y corva. Detrs de los cristales brillaban unos ojuelosinquietos, muy negros y muy redondos. Terciaba el manteo a lo estudiante, sola ponerlos brazos en jarras, y si la conversacin era de asunto teolgico o cannico, extenda lamano derecha y formaba un anteojo con el dedo pulgar y el ndice.Leopoldo Alas Clarin (La Regenta)

    Y todo por esa mocosa de enfermera [] No hay ms que mirarla para darse cuenta dequin es, con esos aires de vampiresa y ese delantal ajustado, una chiquilina de

    porquera que se cree que es la directora de la clnica.

    Julio Cortazar (La seorita Cora)

    No me gusta ni mi cara ni mi nombre. Bueno las dos cosas han acabado siendo lamisma. Es como si me encontrara feliz dentro de este nombre pero sospechara que lavida me arroj a l, me hizo a l y ya no hay otro que pueda definirme como soy. Y yano hay escapatoria. Digo Rosario y estoy viendo la imagen que cada noche se refleja enel espejo, la nariz grande, los ojos tambin grandes pero tristes, la boca bien dibujada

    pero demasiado fina. Digo Rosario y ah est toda mi historia contenida, porque la carano me ha cambiado desde que era pequea, desde que era nia con nombre de adulta ycon un gesto grave.

    Elvira Lindo en Una palabra tuya

  • 8/4/2019 EJEMPLOS DE DESCRIPCIONES

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    Mi criado tiene de mesa lo cuadrado y el estar en talla al alcance de la mano. Por tantoes un mueble cmodo; su color es el que indica la ausencia completa de aquello con quse piensa, es decir, que es bueno; las manos se confundiran con los pies, si no fuera porlos zapatos y porque anda casualmente sobre los ltimos, a imitacin de la mayor partede los hombres; tiene orejas que estn a uno y otro lado de la cabeza como los floreros

    en una consola, de adorno, o como los balcones figurados, por donde no entra ni salenada; tambin tiene dos ojos en la cara; l cree ver con ellos, qu asco se lleva!Mariano Jos de Larra en Nochebuena de 1836:

    Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y caabrava construidas a laorilla de un ro de aguas difanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,

    blancas y enormes como huevos prehistricos. En pocos aos Macondo fue la aldea msordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus tres cientoshabitantes. Era de verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta aos y dondenadie haba muerto.

    Gabriel Garca Mrquez sobre Macondo en Cien aos de soledad.