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EJEMPLO EXAMEN TEÓRICO CO -‐ CASO CLÍNICO 3
Un hombre de 42 años consulta por dolor en hombro derecho:
• Arco doloroso en abducción y antepulsión a los 80º. • Dolor en abducción, antepulsión por encima de 100º. • Dolor movimiento "mano-‐cabeza". • Dolor nocturno a las 2-‐3 horas de la madrugada desde hace 4 años.
• Dolor agudo en los movimientos del brazo después de una caída sobre la mano.
• Radiología normal. • Cefaleas occipito-‐temporales, “mareos”. • Mala tolerancia al Paracetamol.
Antecedentes: • Hepatitis B viral hace 5 años. • Operación de la vesícula biliar hace 2 años.
Examen físico : - Test de Hawckins y Jobe positivos a la derecha. • EIAS baja y anterior, EIPS alta y anterior. • Test de Thompson (iliaco) positivo a la derecha. • Test de Gillet sacro positivo: Brazo menor izquierdo y brazo mayor derecho.
• Disfunción 1ª costilla derecha. • Dorsal ancho. • Pierna corta anatómica derecha ( 6 mm). • Escleróticas amarillentas.
Bioquímica: • GGT elevada. • Elevación moderada de las Transaminasas (GOT/GPT). • Hiperbilirrubinemia. • Fosfatasa alcalina elevada.
EJEMPLO DEL ANÁLISIS DE LOS SIGNOS Y SÍNTOMAS. Se trata de un análisis objetivo desde un enfoque osteopático de la información aportada en el caso. Todavía no tenemos que establecer relaciones, ni realizar interpretaciones. Estamos en esa fase del diagnóstico diferencial en la que vamos acumulando información y organizándola. Como el proceso diagnóstico tiene forma de “embudo” (de lo general o inespecífico a lo concreto o específico) vamos a ir buscando información convergente (que nos lleve en una misma dirección) para afinar en nuestra sospecha diagnóstica. Es un ejercicio o estrategia necesario como paso previo al desarrollo del caso. Es conveniente entregarlo para que el profesor pueda comprender mejor el razonamiento osteopático seguido por el alumno y los errores cometidos, si los hubiera.
Dolor abducción Cabeza humeral superior, Cabeza humeral anterior, Rotación anterior Clavícula, Tendinopatia supraespinoso, Manguito rotador.
Dolor abducción / antepulsión por encima de 100º
Disfunción clavícular.
Dolor abducción-‐Rotación externa (mano-‐cabeza).
Disfunciones implicadas en complejo articular del hombro, codo, y raquis. Pérdida RE hombro (pectoral mayor, dorsal ancho, subescapular).
Dolor nocturno 2-‐3 horas en hombro derecho Hígado y Vía biliares, inflamación.
Dolor después caída Traumatismo, Superioridad húmero, Anterioridad húmero, Anterioridad clavícula, Esguince acromioclavicular.
Cefalea occipito-‐temporal Cervicales, disfunciones craneales región occipito-‐temporal, arteria vertebral, vena yugular, ARP.
Mareo Cervicales, arteria vertebral, ARP, vías biliares, temporal, centro laberínticos.
Hepatitis viral + operación vesícula. Hígado, vías biliares, adherencias, diafragma.
GGT, GOT, GPT elevadas Hiperbilirrubinemia, fosfatasa alcalina elevada
Hepatitis B crónica à disfunción hepática.
Escleróticas amarillentas Ictericia.
Mala tolerancia al Paracetamol Toxicidad hepática por medicamentos à Disfunción hepática.
Test de Hawckins + Superioridad húmero, Síndrome subacromial, Tendinopatia supraespinoso.
Test Jobe + Tendinopatia supraespinoso. Deltoides medio
Referencias palpatorias: EIPS alta y anterior. EIAS baja y anterior.
Posible Iliaco anterior.
Test de Thompson + (iliaco) Hipomovilidad sacroiliaca.
Test de Gillet sacro positivo: Brazo menor izquierdo y brazo mayor derecho.
TDD. Sacro en torsión derecha-‐derecha.
Pierna corta anatómica derecha (6 mm).
Iliaco Anterior derecho , sacro en TDD, torsión SEB derecha. Al ser de 6 mm, su repercusión, en principio, será menor.
CADENA LESIONAL:
DESARROLLO DEL CASO: (Anatomopatología y fisiopatología osteopática) El paciente, un hombre de 42 años, solicita nuestra ayuda por dolor en el hombro derecho, como motivo principal de consulta. De la anamnesis extraemos, como factores etiológicos más relevantes, por un lado, un antecedente traumático por caída sobre la mano derecha, y por otro, patología hepatobiliar que se inicia hace 5 años. De la información que aporta el caso pueden considerarse las siguientes lesiones primarias. Por un lado, una pierna corta anatómica, por otro, la Hepatitis B de origen viral y la intervención quirúrgica de la vesícula biliar y, por último, el traumatismo por caída sobre la mano. La Hepatitis y sus secuelas habrían podido condicionar, entre otros factores, la patología del árbol biliar y la consiguiente intervención quirúrgica. La patología hepatobiliar supondrá un terreno de predisposición o vulnerabilidad (estructural, neurovegetativo, neurovascular…) para la patología del miembro superior provocada por el traumatismo. Todo esto se desarrolla en el contexto de una cadena lesional ascendente adaptativa a una pierna corta anatómica.
SEB TORSIÓN D
O.M. Derecha A. Rasgado posterior
X
Temporal D Rot Interna.
DU
RA
MA
DR
E
ROTACIÓN ANTERIOR CLAVÍCULA
Dolor por encima 100º
HOMBRO
CABEZA HUMERAL DERECHA
SUPERIOR Y ANTERIOR
• Anterior-->RI hombro • Superior !Síndrome sub-acromial. • Pérdida RE automática del húmero !Tendinopatia del supraespinoso. • Test de Jobe-Hawckins positivos.
HÍGADO
Cefalea Dolor referido hombro derecho entre 2-4 madrugada . Espasmo pectoral mayor.
Frénico
T8-T9 Ortosimpático
DIAFRAGMA
SACRO TDD ILIACO ANT DCHO
T12-L1
Pierna corta anatómica derecha
C7-T1 1ª Costilla Derecha
Dorsal ancho
C0 posterior Dcho
C3-C4
Ortosimp. G. Estrellado
Basándonos en el análisis de la información aportada en el caso, pasaremos a describir, en primer lugar, la cadena lesional ocasionada por la caída y, en segundo lugar, la cadena lesional visceral para, por último, integrarlas con la cadena lesional ascendente adaptativa a la pierna corta. Una caída sobre la mano puede provocar una cadena lesional ascendente del miembro superior. La información que nos aporta la exploración física indica que no hay lesiones clínicamente significativas a nivel de codo, muñeca y mano, pero sí a nivel del complejo articular del hombro. Del dolor agudo ocasionado por la caída en los movimientos del brazo se deduce la existencia de una lesión traumática aguda en el hombro, que se establece, como hemos dicho, en una zona facilitada y más vulnerable a dicho traumatismo debido a la disfunción hepatobiliar. El hecho de que la radiología sea normal (desde un enfoque médico) descarta lesiones osteo-‐articulares como fracturas, fisuras o luxaciones, entre otras. El dolor agudo podría provenir de una tendinopatia aguda del Supraespinoso (arco doloroso, Test de Hawckins y Jobe positivos) y/o un esguince acromioclavicular, lesiones todas compatibles con la exploración. Explicaremos, a continuación, cómo podemos deducir, del análisis de los signos y síntomas, la presencia de distintas disfunciones osteopáticas, tales como la disfunción de Superioridad y Anterioridad glenohumeral, la disfunción de Rotación Anterior de la clavícula y la disfunción posterior de la 1ª costilla. El arco doloroso en abducción y antepulsión a 80º nos hace sospechar de un compromiso subacromial asociado a una posible disfunción de Superioridad glenohumeral causada por la caída. El Test de Hawckins confirma esta sospecha y el Test de Jobe nos relaciona el dolor con la probable Tendinopatía del Supraespinoso. También podemos plantear la existencia de una disfunción de Anterioridad glenohumeral como consecuencia de la caída. Dicha disfunción, la cual impone una rotación interna de húmero, conllevará una pérdida de la rotación automática del húmero, que puede explicar el arco doloroso. El espasmo del Dorsal ancho, evidenciado en la exploración física, como rotador interno, confirma esta sospecha. El dolor en abducción y antepulsión por encima de los 100º nos lleva a plantear una posible Disfunción anterior de la clavícula ya que, en la biomecánica del complejo articular del hombro, las articulaciones de la clavícula participan de forma preferente en esos grados de movilidad. Debemos relacionar la disfunción anterior de la clavícula con la 1ª costilla, a través del ligamento costoclavicular. Un rotación anterior de la clavícula se asocia a una posteriorización de la costilla, por la puesta en tensión de dicho ligamento. Teniendo en cuenta el componente traumático podemos sospechar de una Disfunción posterior de la 1ª costilla derecha. La subluxación primaria de la 1ª costilla conllevaría un espasmo de los Escalenos. T1 adaptaría en NSR derecha. La disfunción costal y clavicular podrían ser responsables de un síndrome del desfiladero costoclavicular y el espasmo de los escalenos, de un síndrome del desfiladero interescalénico. El dolor al movimiento mano-‐cabeza se relaciona con la limitación de la abducción y rotación externa de hombro y viene a confirmar las disfunciones de Anterioridad y Superioridad glenohumeral, la Disfunción anterior de clavícula y el espasmo del Dorsal ancho. Igualmente, debemos sospechar de la implicación del resto de la musculatura rotadora interna, en especial, el espasmo del Pectoral mayor, Subescapular y Redondo mayor. El espasmo del Pectoral mayor se asociaría a la
disfunción acromioclavicular y el espasmo del Subescapular, a la disfunción de Anterioridad glenohumeral. Una disfunción posterior de la 1ª costilla, así como una disfunción en flexión del raquis dorsal también podría participar en la aparición de este dolor. (Este movimiento de mano-‐cabeza también nos puede hacer sospechar de patología osteopática en codo y muñeca pero no se aporta información relevante en el caso. Por tanto, no es imprescindible describir estas relaciones.) A continuación, pasaremos a desarrollar la disfunción hepatobiliar y sus repercusiones. Los antecedentes de hepatitis B hace 5 años y la colecistectomía hace 2 años nos indican una disfunción hepatobiliar con pérdida de movilidad y función a nivel del hígado y vías biliares, posibles adherencias postquirúrgicas y el establecimiento de un reflejo viscerosomático crónico. El hecho de que aparezca dolor nocturno entre las 2 y las 3 de la madrugada se relaciona con esta disfunción, ya que en el ciclo nictemeral este horario corresponde con el periodo de mayor actividad del hígado. Conociendo los antecedentes de hepatitis B viral hace 5 años y que el dolor nocturno apareció hace 4 años, podemos sugerir que, desde entonces, hay establecido una reflejo víscero-‐somático en un contexto de facilitación neuromedular. De la analítica sanguínea, cabe destacar, por un lado, los niveles elevados de GGT, por ser el enzima más representativo de alteración hepática y, por otro, la hiperbilirrubinemia, corroborada sintomáticamente por la presencia de escleróticas amarillentas, es decir, ictericia. En casos como este, la administración de fármacos analgésicos (como el paracetamol) o anti-‐inflamatorios pueden exacerbar los síntomas derivados de la disfunción hepatobiliar. Por último, los niveles altos de Transaminasas y Fosfatasa alcalina, aunque no son específicos del hígado, alertan de una posible afectación del mismo. Debemos relacionar la disfunción visceral con su inervación neurovegetativa. El sistema hepatobiliar presenta una inervación parasimpática dependiente del N. Neumogástrico (X par craneal). La inervación ortosimpática, a través del nervio Esplácnico Mayor (D5-‐D10), se asociará a disfunciones vertebrales torácicas (centro medular) y a disfunciones costovertebrales (cadena ganglionar ortosimpática) , en especial la región de T7 a T10 ( T8 como vértebra testigo para el hígado). Por otro lado, la disfunción hepatobiliar se asociará a un Espasmo del Diafragma, con repercusión a nivel de su inervación, Nervio Frénico -‐ C3-‐C4 , y a nivel de su origen e inserción, charnela toraco-‐lumbar (Pilares del diafragma) y costillas. El hígado y el diafragma presentan una relación anatómica directa a través de la cúpula diafragmática derecha (lóbulo derecho) y cruzando la línea media hasta ocupar parte de la cúpula izquierda (lóbulo izquierdo). Entre las estructuras anatómicas que relacionan el diafragma y el hígado cabe destacar al ligamento coronario, ligamentos triangulares derecho e izquierdo y el ligamento falciforme. El espasmo del diafragma establece una lesión de Inspiración costal de grupo que tiene como costilla “starter” del grupo superior costal a la 1ª costilla. Por otra parte, el Pectoral mayor es el músculo reflejo del hígado. Estos dos datos, respectivamente, constituyen una predisposición a la disfunción de posterioridad de la 1ª costilla, por un lado, y a la disfunción anterior de la clavícula, la
Anterioridad Glenohumeral y la pérdida de la rotación automática, por otro. Son dos ejemplos de la repercusión estructural de la disfunción hepatobiliar en la cintura escapular y el hombro derecho. Pero, posiblemente, la relación más importante entre el hígado y el miembro superior es la neurovegetativa. El sistema hepatobiliar comparte metaméricamente inervación ortosimpática con el miembro superior, de tal manera que, la disfunción visceral tendrá una repercusión en la regulación ortosimpática de la región del hombro, afectando al control vasomotor (angiotoma -‐ ley de la arteria de Still) y, por tanto, a la calidad del tejido (procesos degenerativos) y a la capacidad regenerativa de las distintas lesiones (p.e. tendinopatia). Hemos comentado más arriba que el dolor nocturno podía relacionarse con la disfunción visceral. El dolor referido hepatobiliar suele localizarse en la región escapular (punta de escápula para la vesícula biliar) y del hombro derecho. Por tanto, además de su manifestación dolorosa nocturna, puede estar participando en el conjunto de la sintomatología dolorosa del hombro. Seguidamente, pasamos a describir la cadena lesional ascendente adaptativa a la pierna corta derecha, integrando el conjunto de disfunciones descritas anteriormente. Incluiremos aquí la descripción de las disfunciones craneales que se deducen de la información que aporta el caso clínico. La pierna corta anatómica es adaptada por la pelvis a través de una disfunción de Rotación Anterior del Iliaco derecho. Esta adaptación tiene como objetivo alargar la pierna corta. La caída a la derecha y traslación lateral izquierda global de la pelvis impondrán un eje de torsión anterior del sacro a la derecha, situándose en TDD (torsión derecha sobre eje derecho). La información extraída del examen físico confirman estas disfunciones (referencias palpatorias, Test de Thompson y Test de Gillet). El Psoas derecho se hallará espasmado en excéntrico, por la puesta en tensión provocada por la disfunción Anterior del Iliaco homolateral. Los músculos pelvitrocantéreos izquierdos, en especial el Piramidal, se hallarán hipertónicos a consecuencia de la traslación lateral de la pelvis. La repercusión en el sistema cráneo-‐sacro, debido a la puesta en tensión del sistema dural, por el descenso del AIL derecho, provocará un Occipital bajo y anterior (a nivel membranoso) a la derecha, quedando el ala mayor del Esfenoides alta, lo que conlleva una Torsión Esfenobasilar (SEB) derecha. Continuando con la cadena lesional ascendente, en el plano sagital, el estado de extensión del sacro conllevará un aumento de las curvaturas vertebrales, favoreciendo disfunciones en extensión en las curvas hiperlordóticas lumbar y cervical y disfunciones en flexión en la curva hipercifótica dorsal. En el plano frontal, la inclinación derecha de la pelvis provocará adaptaciones en ESR derecha lumbar (inclinación izquierda lumbar), y FSR izquierda dorsal (inclinación derecha dorsal. Ambas, tanto a nivel lumbar como dorsal, en 1ª ley de Fryette: NSR sobre un estado de extensión y flexión, respectivamente) y ERS izquierda cervical (en 2ª ley de Fryette por la presencia de las apófisis unciformes) hasta C3. La disfunción hepatobiliar podría haber generado una actitud escoliótica de origen visceral aumentando la inclinación dorsal derecha y agravando, por tanto, la alteración postural del paciente. Todo ello, debido a la pérdida de movilidad derivada de la retracción fascial provocada por la hepatitis B y las adherencias postquirúrgicas.
La charnela cervical alta se encargará de corregir la rotación dorsal y cervical baja, recuperar la horizontalidad de la mirada y el equilibrio del sistema vestibular a través de un Cóndilo Posterior derecho del Occipucio (Posterior y Alto), C2 en ERS derecha y C1 en Rotación izquierda o Lateralidad derecha. Las charnelas vertebrales son puntos de inflexión de las curvas y zonas de especial compromiso mecánico y absorción de tensiones. Por ello, son zonas de asiento de hipomovilidades. En el caso que nos ocupa, además de la alteración postural producida por la dismetría se suman otras disfunciones derivadas de la patología visceral (charnela toracolumbar +++) y de la caída (charnela cervicotorácica +++). Ya hemos descrito las disfunciones de la charnelas Lumbosacra y Cervical alta. Continuamos con la charnela toracolumbar. La hipomovilidad de esta región vendrá provocada especialmente por el espasmo del diafragma, en relación con la disfunción hepatobiliar, además del espasmo del Psoas derecho y la alteración postural. La charnela cervicotorácica, como ya hemos descrito, sufrirá, a su vez, la disfunción Posterior de la 1ª costilla y la adaptación en NSR derecha de T1, consecuencia de la caída. La disfunciones traumáticas a este nivel podrían imponerse y alterar la lógica de la cadena lesional ascendente. Las disfunciones de la charnela cervico-‐torácica y 1ª costilla derecha, a través del ganglio estrellado, afectarán al control ortosimpático de la vascularización craneal y del miembro superior derecho. La cadena ascendente continua con las disfunciones de la región T7-‐T10, con T8 como vértebra testigo para el hígado. Relacionaremos esta zona con la inervación ortosimpática del sistema hepatobiliar. A nivel cervical, los niveles C3-‐C4 estarán implicados en la inervación del diafragma a través del nervio frénico. C3 podría hallarse en ERS izquierda siguiendo la adaptación al trastorno postural descrito. Las hipomovilidades a nivel de la charnela cervicotorácica y C0-‐C1-‐C2 y a nivel de C3 conllevan una hipermovilidad a nivel cervical bajo. Una hipermovilidad a nivel C5-‐C6, por ejemplo, podría favorecer procesos degenerativos a nivel vertebral y/o discal, llegando a provocar una Neuralgia Cervicobraquial. A nivel craneal cabe destacar, asociada a la Torsión SEB, la Disfunción en Rotación interna del Temporal a la derecha y el cierre consiguiente del Agujero Rasgado Posterior derecho (ARP). El cierre del ARP derecho conllevará, una afectación de la inervación parasimpática del sistema hepatobiliar, a través del nervio neumogástrico (X par craneal). Igualmente, el cierre del ARP supondrá un compromiso del resto de estructuras que lo atraviesan (Vena Yugular Interna, Nervio Glosofaringeo (IX par craneal), Nervio Espinal (XI par craneal). La presencia de cefaleas occipito-‐temporales exige que revisemos el conjunto de las suturas del temporal, en especial las posteriores, relacionadas con el ARP (Occipitomastoidea, Petroyugular y Petrobasilar). Estas cefaleas podrían relacionarse con las disfunciones suturales (dolor sutural), por congestión venosa (drenaje deficiente de la vena yugular interna derecha por el cierre del ARP) o por dolor referido muscular proveniente del Trapecio Superior o el Esternocleidomastoideo, ambos inervados por el Nervio Espinal. Si hubiésemos podido determinar en la anamnesis otras características del dolor cefálico, esto nos podría haber orientado en un sentido u otro.
La cefaleas son un ejemplo de la necesidad de un enfoque y abordaje holístico, como el osteopático, ya que su etiología es, muy a menudo, multifactorial. En concreto, las cefaleas occipito-‐temporales acompañadas de mareos pueden asociarse, en primer lugar, a disfunciones de las cervicales altas, a la afectación del nervio de Arnold (C2-‐ Neuralgia de Arnold), al angioespasmo de la arteria vertebral, al espasmo de la musculatura suboccipital o afectación del Ganglio Cervical Superior y su repercusión sobre la red ortosimpática periarterial y la vascularización craneal. La disfunción de la 1ª costilla y su relación con el ganglio estrellado repercutirá igualmente en la regulación ortosimpática de la vascularización craneal pudiendo ocasionar tanto cefaleas como sensación de mareo. La disfunciones craneales y sus repercusiones, en especial, del ARP también pueden participar en las cefaleas, como ya hemos descrito. Por último, la disfunción vascular asociada a la patología visceral sería otro de los posibles factores implicados. A nivel del complejo articular del hombro, debemos contemplar las Disfunciones de Superioridad y Anterioridad glenohumeral derecha, la Disfunción de Rotación Anterior de la clavícula derecha y los espasmos de la musculatura implicada, antes mencionada. PROTOCOLO DE TRATAMIENTO OSTEOPÁTICO: A continuación pasamos a describir las 3 primeras sesiones dentro de un protocolo de tratamiento osteopático. 1ª SESIÓN DE TRATAMIENTO: En esta sesión realizamos un abordaje estructural a nivel vertebral y del complejo articular del hombro derecho. Así mismo, trataremos el diafragma, buscando también una aproximación terapéutica a la esfera visceral.
• Técnica semidirecta para Disfunción de Rotación Anterior del Iliaco derecho (con kick). Objetivo: Liberar la hipomovilidad a nivel del brazo mayor de la articulación iliosacra.
• Técnica semidirecta para Disfunción en Torsión anterior derecha sobre eje derecho – TDD (en caso de disfunción secundaria). Objetivo: Liberar la disfunción en torsión anterior del sacro, secundaria a la disfunción iliosacra. Normalizar la tensión dural y su repercusión en el sistema cráneo-‐sacro.
• Lift off de la charnela dorsolumbar. Objetivo: Técnica inespecífica para mejorar la movilidad de la charnela dorsolumbar, influyendo sobre las inserciones del diafragma. Efecto reflexógeno.
• Dog técnica sobre disfunciones torácicas y/o costovertebrales. P.ej. Disfunción en flexión T7-‐T10. Objetivo: Corregir la disfunción somática y normalizar la FNM, regulando así la inervación ortosimpática del sistema hepatobiliar y del MS.
• Técnica de Thrust Semidirecto en decúbito prono para 1ª costilla posterior a la derecha. Objetivo: Corregir la disfunción y enviar un estímulo regulador sobre el ganglio estrellado (sistema ortosimpático).
o Streching de los Escalenos.
• Corrección de la disfunción a nivel C3-‐C4. Diagnóstico mediante Test de Mitchell. P.e. ERS izquierda. Técnica de thrust en rotación derecha para C3. Objetivo: Corregir la disfunción de ERS de C3 y regular la inervación del diafragma a través del nervio frénico.
• Técnica de Thrust para Occipucio unilateral Posterior a la derecha.
Objetivo: Corregir la disfunción y enviar un estímulo regulador sobre el ganglio cervical superior (sistema ortosimpático). Revisar y corregir, en caso de disfunción secundaria, Axis y Atlas.
o Técnica de Inhibición de los Suboccipitales.
• Técnica de Streching del diafragma en decúbito supino. Objetivo: Mejorar la movilidad del diafragma. Mejorar la función del diafragma con respecto al sistema hepatobiliar.
Corregir las disfunciones del complejo articular del hombro:
• Técnica de thrust para disfunción de Superioridad glenohumeral. • Técnica de thrust para disfunción de Anterioridad glenohumeral. • Técnica de músculo-‐energía para disfunción de rotación anterior de la
clavícula.
2ª SESIÓN DE TRATAMENTO: (7-‐10 días después).
Revisión de las disfunciones atendidas en la sesión anterior.
En esta 2ª sesión vamos a profundizar en el tratamiento de la esfera craneal y visceral. De hecho, el tratamiento craneal tendrá como objetivo principal liberar el ARP y su contenido, con especial interés en el nervio vago, responsable de la inervación parasimpática del sistema hepatobiliar.
• Técnica de Thrust pisiformes cruzados para la sutura Occipitomastoidea (OM). Objetivo: Liberar la sutura. Liberar el ARP.
• Técnica articulatoria para la sutura OM a través de los arbotantes. • Técnica de Sutherland para sutura OM (Contacto a 5 dedos). • Técnica de Sutherland para ARP (Sutura petrobasilar).
Si observamos que en las técnicas de Sutherland el hueso Temporal recupera su movilidad, daremos por liberada la disfunción de Rotación Interna del Temporal. En caso contrario, revisamos al Temporal en su conjunto.
• Técnicas de Streching diafragma.
• Técnica de normalización subcostal de Hanse. Objetivo: Liberar al hígado en la región subcostal anterior. Mejorar la función hepática.
• Técnicas de liberación de los ligamentos del hígado.
Objetivo: Trabajo analítico sobre los ligamentos del hígado, con especial atención a los ligamentos triangulares.
• Técnica de bombeo del hígado según Heiling (decúbito supino). • Técnica de bombeo del hígado en laterocúbito.
Objetivo: Mejorar la movilidad del hígado. Favorecer la función hepática. Revisar las disfunciones del complejo articular del hombro. Tratar espasmos musculares, cordones miálgicos y puntos gatillo activos.
• Técnicas de Jones, crioestiramiento (spray & strech), streching rítmico, etc…
3ª SESIÓN DE TRATAMIENTO: (7-‐10 días después). Atendiendo a la evolución experimentada por el paciente, se revisarán y atenderán las disfunciones tratadas en las dos sesiones anteriores.
• Profundizar en el tratamiento del sistema hepatobiliar, fundamentalmente, a través de técnicas de bombeo del hígado.
• Continuar tratamiento del complejo articular del hombro. PRONÓSTICO: Con un adecuado tratamiento osteopático cabe esperar una evolución favorable del conjunto del cuadro clínico. El grado de mejoría de la sintomatología del hombro derecho dependerá en gran medida del grado de lesión del Tendón de Supraespinoso y de su capacidad regenerativa, condicionada por la disfunción visceral.
En lo referente a la esfera visceral, el tratamiento supondrá una mejora en la función hepatobiliar, aunque el paciente deberá complementar nuestro tratamiento con cuidados y control médico y nutricional.