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EFECTO DE LA LIMPIEZA DE FUENTES DE INOCULO DEL “Moho gris”
SOBRE LA PRESENCIA DE CONIDIAS AÉREAS DEL AGENTE CAUSAL
DE LA ENFERMEDAD EN UN CULTIVO DE ROSA VARIEDAD Classy.
Cindia M. Sandón Cantero
TRABAJO DE GRADO Presentado como requisito parcial
Para optar al titulo de
Microbiólogo Agrícola y Veterinario
PONTIFICIA UNIVERSIDAD JAVERIANA FACULTAD DE CIENCIAS BASICAS
MICROBIOLOGIA AGRICOLA Y VETERINARIA Bogotá D. C.
2005
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NOTA DE ADVERTENCIA
Artículo 23 de la Resolución N° 13 de Julio de 1946
“La Universidad no se hace responsable por los conceptos emitidos por sus
alumnos en sus trabajos de tesis. Solo velará por que no se publique nada
contrario al dogma y a la moral católica y por que las tesis no contengan
ataques personales contra persona alguna, antes bien se vea en ellas el
anhelo de buscar la verdad y la justicia”.
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EFECTO DE LA LIMPIEZA DE FUENTES DE INOCULO DEL “Moho gris”
SOBRE LA PRESENCIA DE CONIDIAS AÉREAS DEL AGENTE CAUSAL
DE LA ENFERMEDAD EN UN CULTIVO DE ROSA VARIEDAD Classy.
Cindia M. Sandón Cantero
APROBADO
___ ________________________
Ma. Clemencia F. de La-Rotta M. Sc. Fitopatología
Directora
______ ________________________
Jose Salvador Montaña M. Sc. Biologia
Jurado
______ ________________________
Gerardo Moreno M. Sc. Ingeniero Agrónomo
Jurado
Rocío Pinilla M. Sc. Bioquímica. Directora Sanidad
Vegetal, Americaflor Asesora
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EFECTO DE LA LIMPIEZA DE FUENTES DE INOCULO DEL “Moho gris”
SOBRE LA PRESENCIA DE CONIDIAS AÉREAS DEL AGENTE CAUSAL
DE LA ENFERMEDAD EN UN CULTIVO DE ROSA VARIEDAD Classy.
Cindia M. Sandón Cantero
APROBADO
___ ____________________
Angela Umaña M. Phil .Decano Académico
_____ ___________________
Luis David Gómez M. Sc. Microbiología Director de Carrera
5
Dedicatoria: A Dios, mi mamá, mis hermanas y mi novio; quienes incondicionalmente me apoyaron para que este trabajo se llevara a cabo.
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TABLA DE CONTENIDO
Página Introducción……………………………………………………………………14 I. Marco Teórico......................................................................................15 1.1. Generalidades de las rosas…………………………………………….15 1.1.1. Morfología……………………………………………………………...17 1.1.2. Labores………………………………………………………………....17 1.1.3. Corte de flor …………………………………………………………...18 1.1.4. Variedad comercial Classy…………………………………………...19 1.2. Generalidades de los hongos………………………………………..20 1.2.1. Botrytis cinerea………………………………………………………..21 1.2.2. Generalidades morfológicas…………………………………………21 1.2.3. Botrytis cinerea como fitopatógeno……………..…………………..22 1.2.4. Síntomas…………………………………………………………….....24 1.2.4.1. Síntomas en plantas ornamentales……………………………..24 1.3. Clasificación taxonómica de Botrytis cinerea………………………24 1.4. Condiciones climáticas optimas……………………………………..25 1.5. Ciclo de vida…………………………………………………………...27 1.5.1. Fuentes de inoculo de B. cinerea……………………………………28 1.5.2. Dispersión………………………………………….…………………..29 1.5.3. Sobrevivencia………………………………………………………….31 1.6. Control………………………………………………………………….31 1.6.1. Control químico……………………………………………………......32 1.6.2. Manejo cultural…………………………………….…………………..34 1.6.3. Control biológico…………………………………..………………......35 1.6.4. Manejo integrado de B. cinerea……………………………………...36 Formulación del problema y justificación…………….……………………..37 II. Objetivos……………………………………………………………………38 2.1. Objetivo general…………………………………………………………..38 2.2. Objetivos específicos…………………………………………………….38 III. Materiales y métodos……………………………………………………39 3.1. Ubicación………………………………………………………………….39 3.2. Identificación de las fuentes de inoculo………………………………..39 3.3. Cuantificación del número de conidias presentes en las fuentes de inoculo………………...………………………………………………..39 3.4. Estrategias para la eliminación de las fuentes de inoculo…………...39 3.5. Determinación de la conidias aéreas de B. cinerea…………………..41 3.6. Análisis Estadístico………………………………………………………..43 3.7. Medición de la temperatura y humedad relativa dentro del invernadero tipo espacial………………………….……………………..44 3.8. Incidencia y severidad de la enfermedad………………………….......44 3.9. Viaje simulado y vida en florero………………………………………....45 3.10. Evaluación del costo del tratamiento de labores culturales de
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limpieza…….........................................................................………..45 4.0. Resultados……………………………………………………………..46 4.1. Identificación de las fuentes de inoculo……………………………..46 4.2. Cuantificación del número de conidias presentes en las fuentes de inoculo........................................................................................47 4.3. Estrategias para la eliminación de las fuentes de inoculo…………48 4.4. Determinación de las conidias aéreas de B. cinerea……………….49 4.5. Análisis estadístico……………………………………………………..54 4.6. Incidencia y severidad de la enfermedad en flores…………………55 4.7. Viaje simulado y vida en florero………………………………………58 4.8. Evaluación del costo / beneficio del tratamiento de labores culturales de limpieza……………….…………………………………59 V. Conclusiones………………………………………………………………60 VI. Recomendaciones………………………………………………………..62 VII. Bibliografía………………………………………………………………..63 VIII. Anexos……………………………………………………………………66
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INDICE DE FIGURAS Figura 1. Lado A: Cortes inapropiados; cortes cercanos a las yemas y cortes apropiados. Lado B: La mayoría de los cortes deben hacerse debajo de la tercera hoja verdadera……………………………………..…..18 Figura 2. Tipo de tijera indicada para realizar los cortes en los tallos de rosa, ángulo de corte y distancia de la yema seleccionada……………19 Figura 3. Plantas de rosa variedad Classy…………………………………..20 Figura 4. Botrytis cinerea; bajo microscopia óptica de luz……………..…..21 Figura 5. Cultivos de Botrytis cinerea en medio papa dextrosa; mostrando abundante micelio y esporas (A) y esclerocios (B)….…..……22 Figura 6. Microscopia de barrido electrónico, de hojas de fríjol Infectadas con B. cinerea………………………….………….………….….23 Figura 7. Síntomas de la infección de Botrytis cinerea en flores de Rosa variedad Classy. …………………………………………………..……24 Figura 8. Ciclo de vida de Botrytis cinerea, en cultivos de kiwi en California……………………………………………………………….…...28 Figura 9. Fuentes de inoculo de Botrytis cinerea, en el cultivo de kiwi …………………………………………………………….…………...…..29 Figura 10. Vectores de Botrytis cinerea en kiwi……………………….......30
Figura 11. Modificación climática del ambiente, por uso de ventiladores………………………………………………………………….....34 Figura 12. Eliminación de tocones………….………………………….……40 Figura 13. Eliminación de residuos vegetales depositados en el suelo mediante soplado (A) y barrido (B)……………………………..…….41 Figura 14. Desinfestación de suelo (A), y nube de aspersión (B)…...…..41 Figura 15. Repisa de madera para la colocación de las placas con el medio SMB dentro de las plantas de rosa..………..……………….43 Figura 16. Montaje de la variable de incidencia por la técnica de cámara húmeda………………………………………………………………..45
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Figura 17. A: Flor con esporulación del hongo, B: Tocón con esporulación del hongo, C: Hoja senescente depositada en el suelo con esporulación del hongo, D: Maleza o arvense senescente con esporulación del hongo, E: Pétalo senescente depositado en el suelo con abundante esporulación del hongo……........47
Figura 18. Camas de rosa antes de las laboresde limpieza…………..….48 Figura 19. Camas de rosa posterior a la labor de limpieza….…...…..…..49 Figura 20. Lectura de la variable de severidad……………………....……57
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INDICE DE GRAFICAS Grafica 1. Promedio de esporas presentes en los grupos de fuentes de inoculo………………………………………...……………………….48 Grafica 2. Promedio de esporas aéreas de Botrytis cinerea, en cada tratamiento, Durante todo el estudio…………………………..…………50 Grafica 3. Promedio de esporas aéreas a diferente altura de la planta..…..51 Grafica 4. Promedio de esporas aéreas, a diferente hora de muestreo y altura de la planta……………………………………………….………………52 Grafica 5. Promedio de esporas aéreas vs. Promedio de humedad relativa dentro del invernadero………..…………………………………………53 Grafica 6. Promedio de esporas aéreas vs. Promedio de temperatura dentro del invernadero…………………….……………………………………..54 Grafica 7. Porcentaje de la incidencia de la enfermedad por el hongo Botrytis cinerea, en flores de rosa de la variedad Classy…….……..56 Grafica 8. Grados de severidad de la infección por el hongo Botrytis cinerea, en flores de rosa var. Classy………………………………..57 Grafica 9. Porcentaje acumulado de pérdida de flor durante el viaje simulado y vida en florero…………………………..……………………………58
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INDICE DE TABLAS Tabla 1. Fungicidas para el control de Botrytis cinerea en blue berries……33 Tabla 2. Grados de severidad de la enfermedad por el hongo Botrytis cinerea, en rosas…….………..…………………………………………44 Tabla 3. Costo mano de obra, primera labor de limpieza……………..……...59 Tabla 4. Costo mano de obra, mantenimiento de la limpieza cada 21 días…………………………………………………………………….…59
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LISTA DE ANEXOS Anexo 1. Componentes del medio selectivo SMB………………………….. 66 Anexo 2. Plano de la finca…………………………………………..…………67 Anexo 3. Plano de Siembra. Splendor Flowers El Corzo. Área 7. Bloque 10....................................................................................................68 Anexo 4. Análisis estadístico. Prueba T………………………………...……69 Anexo 5. Análisis estadístico. Prueba Ji-Cuadrado………………..……….70 Anexo 6. Datos promedios de UFC/h de sedimentación…………..………72
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RESUMEN
La enfermedad ocasionada por Botrytis cinerea es limitante en flores de rosa por las
perdidas que ocasiona en producción y en poscosecha; en numerosas especies vegetales el
hongo tiene la capacidad de permanecer en estado de latencia o quiescencia en los botones
florales, para manifestarse durante la poscosecha y comercialización. El estudio tuvo como
objetivo conocer en plantas de rosa variedad Classy, las principales fuentes de inoculo del
microorganismo, la concentración de conidias en el ambiente a diferentes horas del día y
pisos foliares después de las labores de limpieza y la incidencia de la enfermedad en flores
procedentes de las camas tratadas y sometidas a un viaje de exportación simulado. Para
calcular el número de unidades formadoras de conidias (UFC) se adaptaron las
metodologías descritas por Kerssies (1990), y Moyano y Melgarejo (2002).
Mediante las observaciones realizadas se encontró que las principales fuentes de inoculo
en su orden son, los residuos vegetales, las porciones de tallos senescentes o “tocones” y el
suelo; se determino que la cantidad de inoculo en el ambiente fue menor en la camas
sometidas al tratamiento de limpieza. Estadísticamente se encontró que esta labor redujo en
un 87% el numero de conidias aéreas, sin embargo solo en 40,6% de las observaciones
realizadas las diferencias fueron significativas; también se demostró que la probabilidad de
disminuir el numero de esporas se conservo sin importar el piso foliar y la hora del día, a
pesar de que la cantidad de inoculo fue mayor al medio día y en la parte alta de las plantas,
donde se encuentra expuesto el botón floral a la infección en las camas no tratadas; en
cuanto a la incidencia de la enfermedad, ésta fue menor en las camas tratadas; y durante el
proceso d e viaje simulado de la flor, se encontró que la vida en florero fue menor en flores
procedentes de las camas no tratadas.
Estos resultados sugieren la necesidad de implementar métodos que permitan disminuir el
inoculo como una forma de evitar las perdidas ocasionadas por B. cinerea en rosas de
exportación.
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INTRODUCION El cultivo de flores constituye un renglón importante dentro de la economía del país,
generando alrededor de 75000 empleos directos, convirtiéndolo en el sector de mayor
concentración de trabajadores por hectárea de producción en la agricultura colombiana.
Además, las flores en Colombia corresponden al tercer producto de exportación y en la
Sabana de Bogota, se encuentran la mayoría de los invernaderos que soportan la
producción, proporcionando el ambiente para el desarrollo vegetal.
Las condiciones en las cuales se cultivan las flores además de ser las indicadas para el
crecimiento vegetal, también lo son para el crecimiento de microorganismos patógenos;
siendo la incidencia de insectos plagas y microorganismos dañinos una de las limitantes en
la exportación de flores.
Uno de los patógenos de mayor importancia y que se ha venido presentando desde hace
algunos años generando perdidas económicas, es el hongo Botrytis cinerea; quien tiene una
distribución amplia en el mundo y está presente en todos los invernaderos destinados a la
producción de flor cortada para exportación, sin embargo aun no se han encontrado medidas
eficaces capaces de controlar la infección y desarrollo de la enfermedad.
Este es el motivo por el cual se propone estudiar la presencia de conidias en el ambiente, a
diferentes horas del día y en diferentes pisos foliares, en las plantas de rosa dentro un
invernadero, de acuerdo a un manejo cultural de limpieza; encaminada a brindar una nueva
estrategia, que combinada con el control ambiental, las prácticas culturales tradicionales, el
control biológico y los fungicidas, para lograr controlar eficientemente esta amenaza
presente en los cultivos.
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I. Marco teórico 1.1. Generalidades de las rosas
Históricamente, las rosas han sido las plantas favoritas en los jardines, cultivadas por las
hermosas flores que producen. Las rosas son leñosas, perennes y se originaron en el
centro de Asia hace millones de años.
Hay dos clasificaciones generales de las rosas, basadas en el uso del paisaje y en el hábito
de crecimiento: las arbustivas y las trepadoras. Las arbustivas se auto soportan y crecen
verticalmente, su rango va de 15 cm. (miniaturas) a 183 cm. de altura (grandífloras); las
rosas trepadoras producen tallos largos y vigorosos, que deben estar provistos con soportes
que los mantengan lejos del suelo; estas rosas pueden crecer 610 cm. o mas de altura
(KSU, 2004)
Las rosas arbustivas son agrupadas principalmente por sus hábitos florales. Los tipos de
rosas arbustivas son: té híbrida, grandíflora, floribunda, polianta, perpetua híbrida, arbusto,
moda antigua, árbol o estándar, y miniaturas
Té híbrida: En la mitad del siglo 19, la primera rosa te híbrida fue desarrollada cruzando un
tallo de rosa te y una vigorosa y totalmente florecida rosa perpetua híbrida, en los pasados
50 años, esta rosa se ha convertido en la principal rosa cortada encontrada en los jardines y
en las floristerías. Miles de variedades están crecimiento hoy en día, con muchas otras
desarrollándose cada año. Usualmente una sola floración desarrolla un tallo robusto. Las
flores de la rosa te híbrida son las mas frecuentemente utilizadas como flores cortadas.
Aunque el tamaño, la forma y el color de las rosas híbridas varían enormemente, todas
comparten una característica belleza, las rosas te híbridas florecen continuamente (Alabama
A&M y Auburn Universities, 1999).
Floribundas: Estas rosas son el resultado de un cruce entre la rosa te híbrida y una rosa
polianta, una rosa enana con densas ramificaciones de pequeñas flores. Las flores de
floribundas son en racimos; toleran mas descuido que ningún otro tipo de rosa, excepto las
rosas arbusto (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
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Grandífloras: Las grandífloras se asemejan a las té híbridas en su dureza y tipo de
floración. Las grandífloras tienen un arbusto largo, pero más abundante, y floraciones un
poco mas pequeñas que la té híbridas (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
Poliantas Las flores nacen en largos racimos y las flores individuales son más pequeñas
que las grandífloras. Las poliantas están relacionadas cercanamente con las rosas
trepadoras. Estas son excelentes para los bordes o plantaciones masivas (Alabama A&M y
Auburn Universities, 1999).
Perpetua híbrida: Las floraciones son llenas y espectacularmente largas, pero
generalmente les falta el refinamiento de las té híbridas y además son mas frecuentes que
las variedades de rosas arbusto antiguas. Algunas veces estas rosas son conocidas como
las “rosas de junio” del jardín de la abuela (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
Rosas arbustos: Son un grupo misceláneo de rosas híbridas, especies nativas y variedades
que se desarrollan largas y de crecimiento denso útil en los paisajes. Usualmente las flores
son pequeñas pero vistosas; en el otoño, de los países con estaciones, soporta muchas
vainas de semillas atractivas (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
Rosas moda antigua: Esta categoría incluye las variedades y las especies que fueron muy
populares en los jardines coloniales. Aunque estas rosas son más fragantes, las flores no
son de formas perfectas como aquellas de las nuevas variedades. Todas estas rosas son
fuertes, requieren poco cuidado, y mantienen abundantes flores en junio, miles de rosas
moda antigua están disponibles, pero muchas no se ajustan al clima de Alabama. Té,
Noisettes, Bengal, Chinas y algunas especies de rosas son extremadamente bien adaptadas
al calor y la humedad (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
Rosas árboles o estándar: La característica de las rosas árboles y estándar es la forma de
la planta más que el tipo de flor. Estas rosas son derivadas de un injerto de rosas arbusto en
los troncos verticales. Muchas variedades de estas populares rosas arbustos están
disponibles como árboles de rosas (Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
Rosas miniaturas: Las rosas miniaturas son pequeñas plantas con hojas y flores
miniaturas, algunas variedades alcanzan su máxima altura de solo 15 cm (Alabama A&M y
Auburn Universities, 1999).
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Clasificación taxonómica de la rosa:
Clase: Angiosperma
Subclase: Dicotiledóneas
Súper orden: Rosidas
Orden: Rosales
Familia: Rosáceas
Subfamilia: Rosoideas
Tribu: Roseas
Genero: Rosa
(Alabama A&M y Auburn Universities, 1999).
1.1.1. Morfología:
Las plantas de rosa se reproducen asexualmente por estacas, aunque para mejoramiento de
variedades se puede hacer por vía sexual. Además, posee un tallo principal del cual se
originan tallos básales que en algunas variedades están cubiertos de espinas.
A lo largo del tallo están alojadas las yemas, que dan origen a los brotes que posteriormente
determinan las flores. El tamaño, color, numero de pétalos y sépalos están determinados por
las características de las variedades. Sus hojas son compuestas y el número de foliolos
depende de la edad y variedad de la planta (http//Bayerandina. 2002)
1.1.2. Labores:
Existen ciertas labores que normalmente se realizan a las plantas de rosas de tipo comercial,
algunas de estas son: corte de flor, alineamientos de tallos, erradicación de tejido afectado
por enfermedades o plagas, entre otras.
Cada una de estas labores incluyen la realización de heridas en la planta, por lo cual se
utiliza un desinfectante en las herramientas cada vez que se realizan los cortes, evitando de
ésta forma la entrada de posibles patógenos a los tejidos expuestos.
Además, la debida realización de estas labores asegura la producción de flor estimada, y no
permite la creación de tocones (entendido como cualquier tejido de tallo mayor de 1 cm.,
adyacente al corte, ver figura 1), los cuales sirven como fuente de inoculo del hongo
patógeno Botrytis cinerea (Comunicación personal, Cruz, M. A. 2006)
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Figura 1. Lado A: Cortes inapropiados (que dejan lugar a la formación de tocones); cortes cercanos a las yemas,
(que pueden dañar los brotes nuevos); y cortes apropiados.
Lado B: La mayoría de los cortes deben hacerse debajo de la tercera hoja verdadera. Para tallos largos, estos
deben ser cortados encima de la primera hoja verdadera arriba del antiguo corte; las plantas de un año deben ser
cortadas altas (o cercanas a la primera hoja verdadera debajo de la floración), permitiendo más hojas remanentes
en la planta que producirán alimento. Fuente: Adaptación de Alabama A&M and Auburn Universities, 1999
1.1.3. Corte de flor
El corte de las rosas proporciona el tamaño, número y la calidad de las flores producidas. La
primera poda se debe realizar para remover el tejido muerto, dañado, o de débil crecimiento.
En las rosas, los tallos muertos por heladas, enfermedades o insectos deben ser removidos
primero, luego se eliminan todos los “suckers” o tallos pertenecientes al patrón de injerto;
después se seleccionan los tallos que soportaran las flores a producir, se deben realizar
cortes ¼ de pulgada (0.635 cm.) por encima de la yema en un ángulo de 45 grados (ver
figura 2). Luego, solo 2 o 3 de las yemas más fuertes se dejaran en el tallo, para dar mejor
calidad a las flores producidas (KSU, 1993)
Yema axilar en la
base de la hoja
Corte muy cercano
Corte inapropiado
Corte apropiado
Botón floral
Sépalos
1ra hoja verdadera
debajo de la floración
Pétalos
Origen del tallo
o antiguo corte
1ra hoja verdadera
encima del
antiguo corte
Foliolos
A B
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Figura 2. Tipo de tijera indicada para realizar los cortes en los tallos de rosa, ángulo de corte y distancia de la yema
seleccionada. Fuente: Adaptación de KSU, 1993.
1.1.4. Variedad Comercial Classy:
La variedad proviene de una planta con un patrón porta injerto Natal Brier, el color de la flor
es rojo (figura 3), es una de las variedades mas solicitadas por el mercado especialmente
para la fecha de San Valentín, aunque también esta catalogada como una de las mas
susceptibles al ataque del hongo patógeno Botrytis cinerea, y produce además, gran
cantidad de tejido senescente como hojarasca, madera muerta y tocones.
La altura promedio de la planta es de 150 cm., a partir de un corte el tiempo hasta la
cosecha de un tallo con flor es de 11 semanas (77 días) y este tiempo se entiende como el
ciclo de la variedad.
La densidad de siembra del cultivo es de 6.25 plantas/m2; en una hilera sencilla de plantas,
en camas de 32 m2. La variedad no demanda requerimientos nutricionales y de agua,
Tipo de tijera para corte o poda, sostenida con la cuchilla
hacia abajo
Angulo
de corte
¼” encima de
una yema sana
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diferentes a las demás variedades cultivadas por las empresas florícolas de la Sabana de
Bogotá.
Dentro de las actividades diarias que se realizan en esta variedad está el corte de flor y
alineamiento, los cuales aseguran los sitios de donde provienen las nuevas flores a
cosechar, lo que indica que diariamente se realizan podas (cortes) para una producción
continua de las plantas. Solo cuando se programan los tallos para San Valentín, se realiza
una poda muy significativa a comparación con las programadas diariamente (Comunicación
personal, Cruz, M. A. 2006).
Figura 3. Plantas de rosa variedad Classy. Fuente: C. Sandón
1.2. Generalidades de los hongos
Los hongos son organismos eucariontes, heterotróficos los cuales están formados por
filamentos o hifas ramificadas, son pluricelulares y forman una estructura con el nombre de
micelio, que produce células más resistentes que las del resto del hongo, llamadas conidias.
Estos microorganismos resisten la acidez del suelo y la deficiencia de agua; además, son
capaces de sintetizar sus moléculas orgánicas a partir de fuentes de carbono, azúcar, ácidos
orgánicos, disacáridos, pectinas, almidón, celulosa, grasa y moléculas de lignina (Kennedy,
1995)
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1.2.1. Botrytis cinerea
1.2.2. Generalidades morfológicas
Botrytis cinerea Pers., es un hongo fitopatógeno de distribución mundial, capaz de actuar
como hongo saprofito y a la vez como hongo patógeno, para gran cantidad de cultivos
(Daughtrey, et al 2001).
El hongo causante del moho gris, B. cinerea es un hifomiceto que produce abundante
micelio gris y varios conidióforos largos y ramificados, cuyas células apicales redondeadas
producen racimos de conidias que aparecen en una masa parda grisácea. Las conidias (8-
14 x 6-9µm) son elipsoidales a ovoides, incoloras o de color gris; que se liberan fácilmente
cuando el clima es húmedo y luego son diseminadas por el viento; a menudo produce
esclerocios irregulares, planos, duros y de color negro. El teleomorfo para B. cinerea es
Botryotinia fuckeliana (de Bary) Whetzel, que raramente es observado formando apotecios
en esclerocios. (Daughtrey, et al 2001); (Agrios, 2002).
Figura 4. Diagrama de Botrytis cinerea; a, conidióforos de B. cinerea produciendo agrupaciones de esporas
parecidas a racimos de uvas; b, esporulación en la punta del conidióforo; c, conidias maduras. (drawing by L. Gray).
Fuente: University of Illinois. Department of Crop Sciences. 2000.
Las colonias de B. cinerea sobre agar papa-dextrosa son al principio de color hueso y se
vuelven gris a pardo con el desarrollo de las esporas. La temperatura óptima para el
crecimiento es de 24-28°C, pero también lo hacen entre 0 a 35°C. Los esclerocios son
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negros, duros, firmemente adheridos al sustrato, irregulares en tamaño y forma, y de 1-15
mm de longitud (Figura 5). Los esclerocios tienen una corteza pseudoparenquimatosa
oscura de células casi isométricas, aproximadamente de 5-10mm de diámetro, que encierran
una medula de hifas fuertemente tejidas, hialinas y de paredes gruesas. (Daughtrey, et al
2001)
Figura 5. Cultivos de Botrytis cinerea en medio papa dextrosa; mostrando abundante micelio; esporas (A) y
esclerocios (B). Fuente: Michailides y Elmer, 2000
1.2.3. Botrytis cinerea como fitopatógeno
B. cinerea tiene una amplísima gama de huéspedes, especialmente entre las dicotiledóneas,
incluyendo muchos cultivos ornamentales bajo invernadero que son económicamente
importantes (Yourman, et al. 2001), causa la enfermedad del “moho gris” dentro de un
amplio rango de temperaturas. La penetración puede ocurrir a través de aberturas
naturales, directamente o por heridas; por medio de los tubos germinativos de las conidias,
el crecimiento hifal de partes de las plantas muertas colonizadas o por desechos orgánicos
que entran en contacto con los tejidos sanos (Figura 6).
La germinación e infección p o r B. cinerea es estimulada por una disminución de los
nutrientes en las hojas; los frutos y las flores de las plantas son generalmente más
susceptibles a la infección que las hojas sanas no senescentes.
Las prácticas culturales crean muchas veces oportunidades para las infecciones por B.
cinerea, por ejemplo, el realizar heridas o quitar las hojas inferiores en los esquejes facilita el
proceso de penetración en plantas ornamentales (Daughtrey, et al 2001).
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Figura 6. Microscopia de barrido electrónico, de hojas de fríjol infectadas con B. cinerea; 72 h post inoculación.
Fuente. Schulze, C., 2001.
Recientemente, Mahafee y sus colegas en la Universidad de Oregon (OSU) descubrieron
una nueva pista acerca del éxito en el establecimiento de B. cinerea, o “moho gris”, ya que él
también puede vivir como epifito; esto significa que las esporas germinan y crecen sin
notarse en la superficie de las hojas y en otras partes de la planta; esto le permite estar
presente constantemente hasta que las condiciones sean adecuadas para la infección de la
planta y el desarrollo de la enfermedad. Este crecimiento epifito parece explicar el por qué la
enfermedad se esparce tan rápidamente en los tejidos que infecta.
“Observando en la tarde una hoja ésta lucia muy saludable” dice Mahaffee “Al siguiente día,
2/3 de la hoja mostraban signos de la infección; esta área es extensa para ser colonizada
tan rápidamente” Esto permitió inferir que en realidad, Botrytis había colonizado
completamente la superficie de la hoja epifíticamente. Luego, cuando el tiempo fue el
correcto el moho penetro e infecto la hoja simultáneamente en múltiples sitios (Barry. 2001).
Barry (2001) encontró que el moho puede moverse de un tricoma al siguiente sin tocar la
superficie de la hoja. Este tipo de colonización puede reducir la eficacia de los pesticidas
porque evita el contacto del moho con los residuos sobre la superficie de las hojas. Este
hallazgo fue posible por la tecnología de la proteína verde fluorescente (GFP)
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1.2.4. Síntomas
B. cinerea causa quemazón del botón floral, pudrición de las yemas, lesiones en los tallos,
pudrición del tallo y corona, pudrición de los cortes, necrosis de hojas y “damping off” o
pudrición de las plántulas. La infección primero aparece como una lesión acuosa y parda en
el tejido afectado, luego bajo condiciones de alta humedad se desarrolla el moho gris
(compuesto de miles de esporas formadas como racimos de uvas) sobre los tejidos con
pudrición avanzada. En algunos casos pueden aparecer sobre los tejidos infectados y
esporulados de plantas vivas o senescentes, las estructuras de resistencia del hongo, de
forma redonda y de color negro denominados “esclerocios” (University of Illinois, 1997).
1.2.4.1. Síntomas en plantas ornamentales
La necrosis en las flores y yemas de los ornamentales tales como aster, azalea, begonia,
claveles, crisantemos, cyclamen, dalias, geranios, caléndula, petunias, rosas y snapdragón,
muchas veces da lugar a la pudrición del tallo.
El hongo una vez se ha establecido en los pétalos de la flor aparece como una mancha
irregular, alargada, oscura y acuosa (las flores son particularmente susceptibles a medida
que envejecen); los pétalos infectados se pudren y se vuelven café oscuro (Figura 7), el
micelio de B. cinerea continua creciendo e invade el resto de la flor y sí la condición de
humedad persiste, ocurre la producción de conidias (University of Illinois, 1997).
Figura 7. Síntomas de la infección de Botrytis cinerea en flores de rosa variedad Classy. Fuente: C. Sandón
1.3. Clasificación taxonómica de Botrytis cinerea
Súper reino: Eucaryote
Reino: Mycetae: Fungi
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División: Amastigomycota
Subdivisión: Deuteromycota
Clase: Deuteromycetes
Subclase: Hyphomycetidae
Orden: Moniliales
Familia: Moniliaceae
Genero: Botrytis
Especie: cinerea
(Barnett y Barry, 1972)
1.4. Condiciones climáticas óptimas
Para lograr determinar las mejores condiciones para el desarrollo de la infección por parte de
B. cinerea se han desarrollado un sin numero de investigaciones, en donde se han utilizado
suspensiones de esporas o deposición de esporas secas, sobre las superficies a evaluar,
bajo diferentes regímenes de temperatura, humedad relativa, duración de la humedad y
velocidad del viento entre otros.
En un estudio realizado por Broome (1995), las bayas de uvas fueron inoculadas con una
suspensión de esporas, e incubadas por 4, 8, 12, 16 o 20 h de duración de humedad a
rangos de temperatura de 12-30°C; presentándose un incremento de la infección mientras
más horas de humedad se presentaba. Resultados similares fueron encontrados por Walter
(1999) en flores de fresa y uvas Cabernet Sauvignon por B. cinerea, y en hojas de cebolla
por B. squamosa.
En general, se encontró que la enfermedad ocurría después de tan solo 4h de humedad alta
(>93%HR) a 12-30°C, y aunque el tiempo es muy corto, Kosuge y Hewit (1964) mostraron
que es suficiente para la acumulación de exudados azucarados que estimulan la
germinación de la conidia de B. cinerea (citado por Broome, 1995)
Nair y Allen (1993), demostraron que solo se requerían 2h de duración de humedad con una
temperatura optima de 24°C, para lograr la infección de las flores de uvas de Cabernet
Sauvignon (Broome, 1995) y en el mismo estudio, se demostró que una duración de
humedad de 14h, es necesaria para un 63% de bayas de uvas sintomáticas a 23°C
(Coertze, 2001)
26
En otro estudio realizado por Coertze (2001), se determinó la germinación y el
establecimiento de la infección en bayas de uvas inoculadas con esporas secas, e
incubadas a alta humedad relativa (HR: ± 93%) o con una película de agua; al extender el
periodo de incubación no dio lugar a altas tasas de colonización o penetración de
superficies; los síntomas de la enfermedad no se desarrollaron durante el período de 14 días
de incubación de las uvas, cuando la concentración de las esporas sobre la superficie fue de
tan solo 3 conidias/mm², lo que permite concluir que la infección por una sola conidia aérea
no contribuye a la construcción de un inoculo secundario dentro del viñedo.
Otros estudios con conidias aéreas confirman ésta tendencia en los cultivares de uvas (cvs.)
Barlinka, Walthan Cross, Merlot, Chenin Blanc y Shiraz. Lo que sugiere que cuando la
humedad relativa (HR: ± 93%) prevalece en la naturaleza, las conidias aéreas tienen igual
potencial de infectar las superficies de las uvas ya sea que se encuentren mojadas o secas.
Sin embargo, estas infecciones en si, no llevan a la expresión de síntomas y por lo tanto no
contribuyen a la construcción de un inoculo secundario dentro del viñedo. Basado en esto,
las epidemias de moho gris son descritas como dependientes de las condiciones climáticas,
determinadas por el inoculo, la temperatura y la humedad relativa (Coertze, 2001).
En cuanto al desarrollo del micelio aéreo y formación de conidias de B. cinerea en la
superficie de las uvas infectadas, se encontró que el desarrollo micelial fue mas rápido a
21°C, 94% de humedad relativa (HR) y 0 m/seg de velocidad de viento; pero se inhibió en
las uvas expuestas a 69% HR y mayor de 0.6 m/seg de velocidad de viento. El mayor
número de conidias se produjo a 21°C, 94% de HR y 0.6m/seg de velocidad de viento
(Thomas, 1988).
Una vez dispersadas, las conidias pueden germinar en una película de agua que contiene
solutos; cuantas mas conidias hay en una gota de agua, mayor es la probabilidad de una
infección agresiva. (Daughtrey, et al 2001) Aunque las referencias sobre esporas
germinando fuera del agua se debe tomar con mucha reserva; ciertamente, parece probable
que las esporas, particularmente las higroscópicas, pueden actuar como núcleos de
condensación de gotas de rocío y el agua podría ser retenida en una vaina mucilaginosa
presente en las conidias de B. cinerea (Jarvis 1998).
27
1.5. Ciclo de vida
La podredumbre de las frutas causada por B. cinerea se inicia en el campo, en donde el
hongo esporula en el follaje senescente, el cual constituye la principal fuente de inoculo en
los sistemas de producción de fresa. Luego las conidias son producidas en las flores y los
frutos infectados; éstas conidias son importante fuente de inoculo secundario en sistemas de
producción en donde se solapan los ciclos de floración y cosecha.
La esporulación en los tejidos y flores infectadas se encuentra favorecida por el frío y las
condiciones húmedas; luego éstas conidias pueden dispersarse a las flores sanas por acción
del viento, el agua o las operaciones de cosecha. Las flores, pétalos y estambres son
colonizados, el hongo penetra y se desarrolla dentro de la fruta; dando lugar a una infección,
que usualmente es quiescente, con activación y desarrollo del patógeno durante o después
de la maduración de la fruta.
Pocas frutas son infectadas a través de contacto directo con las esporas, ni en el campo, ni
durante la manipulación en poscosecha. Y se sugiere que la mayoría de las podredumbres
por B. cinerea que se desarrollan en las cargas o envíos que atraviesan países, provienen
de infecciones quiescentes iniciadas en el campo (Blacharski, et al. 2001).
Según Mol ina e t a l (2004) los periodos prolongados de humedad favorecen el
establecimiento de infecciones tan pronto se abre el botón floral de la mora de castilla, y el
micelio que coloniza las estructuras florales permanece quiescente hasta la maduración del
fruto; en donde el incremento en los aislamientos del hongo coincidió con la maduración de
flores y frutos asintomáticos, lo que sugiere que los altos niveles de infección quiescente
están asociados a las diferencias nutricionales entre frutos verdes y maduros, justo cuando
los azucares disponibles aumentan considerablemente en los tejidos maduros del fruto.
Entendiendo que el hongo B. cinerea es capaz de actuar como un hongo saprofito y como
un hongo patógeno; se hace referencia a las diferentes fuentes de inoculo, que permiten
mantener el hongo en el cultivo y ser capaz de infectar nuevamente tejido susceptible. Por
ejemplo en el cultivos de kiwi en California, se han identificado como fuentes de inoculo las
frutas infectadas y esporuladas depositadas en el suelo del cultivo; así como también en
hojas senescentes de malezas, del kiwi y de cultivos cercanos; de esta forma el hongo en
los países con estaciones es capaz de pasar el invierno ya sea como esclerocio o como
micelio invernante, luego durante la primavera el hongo esporula nuevamente e infecta los
28
pétalos y anteras de la flor del kiwi, y la infección de esta forma puede pasar a los
receptáculos y por ende a las frutas (Figura 8) (Michailides y Elmer. 2000).
Figura 8. Ciclo de vida de Botrytis cinerea, en cultivos de kiwi en California. Fuente: Michailides y Elmer, 2000.
1.5.1. Fuentes de inoculo de B. cinerea:
B. cinerea esta ampliamente presente en material vegetal senescente o muerto, de cualquier
origen, e incluso en el suelo. En uvas, su habilidad saprofítica favorece su desarrollo en
todas las partes florales senescentes, en la etapa temprana de crecimiento, luego
permanece latente hasta la madurez.
Hace mucho tiempo, la maduración de las bayas de uva fue considerado, como un proceso
de senescencia cuyo objetivo era la construcción de un ambiente nutritivo favorable para la
germinación de la semilla y por ende de la sobrevivencia de la especie; bajo este punto de
vista, la podredumbre de las uvas por B. cinerea puede ser considerada como un paso
natural necesario en el ciclo de la planta. Pero en las plantas cultivadas como alimento para
el hombre la degradación de los tejidos de las frutas por los saprofitos es considerado como
una enfermedad vegetal y B. cinerea es considerado un patógeno (Pezet, et al. 2003)
29
En Nueva Zelanda, un estudio, concluyo que la mayor esporulación del hongo se presentaba
principalmente en los pétalos, frutos y tejidos senescentes depositados en el suelo del
cultivo de kiwi (Figura 9) (Michailides y Elmer. 2000)
Figura 9. Fuentes de inoculo de Botrytis cinerea, en el cultivo de kiwi; A: frutas comidas por roedores y aves, B: fruta
parcialmente descompuesta y C: hoja con lesión distintiva y esporulación abundante. Fuente: Michailides y Elmer.
2000
En el cyclamen (Cyclamen persicum), las hojas senescentes dentro del denso dosel, juegan
un papel crucial en las epidemias de Botrytis. Las hojas son normalmente resistentes a la
infección, y B. cinerea depende de los tejidos muertos para la entrada inicial dentro de la
planta al ser estimulado por la base nutritiva, el potencial del inoculo se incrementa dentro
del dosel hasta un nivel en donde desde un pecíolo sano y hasta la hoja puede llegar a ser
infectada. El resultado del vacío en el dosel, reduce el valor ornamental o da lugar a una
perdida total de la planta. En los paises con estaciones estas perdidas son comunes
especialmente en la producción de otoño cuando los factores ambientales, como la alta
humedad relativa, favorecen la enfermedad (Köhl, et al, 2000).
1.5.2. Dispersión
Las conidias son liberadas mediante un cambio rápido de la humedad relativa y requiere
corrientes de aire o salpicaduras de agua para su dispersión dentro de un invernadero. En
las áreas de producción de plantas de geranio, las concentraciones altas de conidias de
Botrytis sp., han sido asociadas con la actividad de los obreros, la recogida de esquejes, el
espolvoreo de pesticidas, la limpieza de las plantas, e incluso el riego por goteo que
aumentan el numero de conidias de B. cinerea en la atmósfera del invernadero (Daughtrey,
et al 2001).
30
Las conidias de B. cinerea, son dispersadas primariamente en corrientes de aire; en
observaciones realizadas en viñedos demostraron que se depositan como células únicas en
las trampas de esporas.
A pesar de la ubicuidad del inoculo, datos provenientes de bayas de uvas que se sometieron
a lavados, en viñedos de California y Sudáfrica, demostraron que el numero de conidias
presentes fue bajo a través de las estaciones y las conidias de B. cinerea ocurrieron como
Unidades Formadoras de Colonia (UFC) (Coertze, 2001).
Dentro de la proliferación de la infección causada por B. cinerea en las plantas, los vectores
juegan un papel fundamental (Figura 10); en frutos de kiwi, con y sin daños de sépalos,
causados por los caracoles de jardín (Helix aspersal), que se almacenaron en refrigeración
con atmósfera controlada (AC), después de 3 a 5 meses, las frutas con daño presentaron
mas incidencia de moho gris que las frutas que no se encontraban dañadas. Además, en
dos cultivos la remoción manual de los sépalos no incremento la aparición de moho gris;
conjuntamente, mas propágulos viables de B. cinerea y otra micoflora fueron recuperados de
las frutas que tenían baba de caracol que de las frutas que no la presentaban, estos
resultados sugieren que los daños causados por la alimentación de los caracoles alrededor
del área de los receptáculos de la fruta del kiwi y la estimulación de la germinación de las
conidias por la baba de caracol, puede dar lugar a mayor infección por parte de B. cinerea
(Michailides y Morgan, 1996).
Figura 10. Vectores de Botrytis cinerea en kiwi. A: caracoles comunes de jardín (Helix aspersal) suspendidos en el
kiwi, B: daño de la parte superior de la fruta por alimentación en los sépalos, C: Baba depositada por caracoles
(California), D: Banda de cobre adherida al tronco para prevenir el ascenso hacia las frutas, E: microfotografia de
microscopia electrónica de un thrip (thrips obscuratus) con conidias de Botrytis cinerea adheridas a la superficie y F:
abeja (Apis mellifera) visitando flores de kiwi (Nueva Zelanda). Fuente Michailides y Elmer. 2000
31
Estudios in vitro e in vivo, de la dinámica del inoculo de B. cinerea en fresas, con particular
referencia a la tasa de producción y dispersión de las conidias; se encontró que en hojas
secas la mayor esporulación fue a una temperatura de 20°C; en cuanto a la dispersión de las
conidias, un ensayo con gotas de lluvia simuladas, demostró que estas separan las conidias
de la superficie de la hoja. En el ensayo in vivo , la lluvia fue el único parámetro
meteorológico correlacionado con el numero de conidias atrapadas, siendo responsable de
la dispersión de conidias desde la superficie esporulada en el piso hasta las flores de fresa.
En conclusión mediante el uso de un modelo exponencial se demostró la relación de
intensidad de la lluvia y el numero de conidias atrapadas de forma exacta (Languasco, et al.
1999).
1.5.3. Sobrevivencia
Aunque se considera que las esporas de B. cinerea en el suelo no constituyen una
estructura de resistencia de largo tiempo; un estudio realizado por Moyano en 2002,
demostró que estas estructuras sobreviven mejor en suelo estéril, probablemente debido a la
presencia de microorganismos antagonistas; cuando las condiciones de temperatura y
humedad relativa (HR) son las optimas, 22°C y 95%HR, se presenta una viabilidad de 91
días; en relación a una temperatura de 30°C y HR constante, cuando la viabilidad fue de 63
días
Daughtrey y colaboradores demostraron que incluso después de haber sido mantenidas
secas durante 14 meses, las conidias de B. cinerea conservan su capacidad de infectar los
pétalos de la violeta africana, una vez que se encuentra disponible una capa de agua libre.
Otra estructura de resistencia del hongo son los esclerocios formados en los tejidos de las
plantas colonizadas, importantes para la supervivencia a largo plazo de B. cinerea en el
suelo; en condiciones apropiadas germinará y producirá inóculo conidial (Daughtrey, et al
2001).
1.6. Control
El hongo patógeno B. cinerea es capaz infectar frutas, flores, o los tejidos verdes de al
menos 235 especies de plantas y aunque varios de estos hospederos son conocidos por
producir compuestos de defensa que pertenecen a varias clases químicas que actúan como
32
barreras constitutivas o inducidas, B. cinerea es capaz de resistir los efectos tóxicos de los
componentes de defensa de la planta de variadas estructuras como los estilbenos,
isoflavonoides, cumarinas y sesquiterpenos. Los patógenos pueden sobrellevar las defensas
de sus hospederos mediante mecanismos específicos como la conversión enzimática de
estos compuestos, así la especificidad de dichas enzimas puede delimitar el rango de
hospederos de los patógenos (Schoonbeek, et al. 2001).
Manejar la podredumbre por Botrytis en los invernaderos de producción es un desafío y se
recomienda el manejo integrado de la enfermedad. Hoy en día, plantas resistentes a B.
cinerea no se encuentran disponibles para la mayoría de los cultivos ornamentales, además,
en adición a las practicas culturales como la manipulación del ambiente y la sanización, los
fungicidas juegan un papel muy importante en el manejo de la enfermedad causado por el
patógeno (Yourman, et al. 2001).
Adicionalmente, el control de B. cinerea es complicado debido a su capacidades para
sobrevivir como saprofito, invadir rápidamente tejidos huéspedes y producir inmediatamente
abundantes conidias que son fácilmente distribuidas por corrientes de aire.
Las medidas sanitarias no son suficiente para minimizar las pérdidas causadas por B.
cinerea en los invernaderos; es por esto, que la prevención debe ser el principal objetivo del
programa de control del moho gris, en donde la estrategia integrada, combine el control
ambiental, las prácticas culturales y los fungicidas, para controlar más eficientemente esta
amenaza siempre presente en los invernaderos. (Daughtrey, et al 2001)
1.6.1. Control químico:
Desde que se establece la podredumbre de la fruta causada por B. cinerea en la fresa antes
de la cosecha, el control efectivo de la enfermedad debe comenzar en campo. La aplicación
de fungicidas es importante en el manejo de la podredumbre, incluso se sabe que, se gasta
más dinero en aplicaciones de fungicidas para las fresas que para cualquier otro cultivo
vegetal en la Florida; y fungicidas protectantes, como el Captan son usualmente aplicados
en programas de 7 días a través del periodo de crecimiento, sin embargo, es el estándar
industrial y es aplicado hasta un máximo de 24 veces por estación a una razón de 2.3 a 3.4
kg IA/ha. Otros fungicidas con gran eficacia contra B. cinerea, c omo Ipridione, son
típicamente aplicados durante los periodos altos de producción para reducir las infecciones
florales (Blacharski, et al. 2001).
33
Captan es un fungicida familiar para muchos cultivadores y puede prevenir la infección en
los botones florales si es aplicado preventivamente; algunos de los nuevos fungicidas
sistémicos de sitio especifico que se encuentran resumidos en la tabla 1, han proporcionado
excelente control en los ensayos al aplicarlos preventiva y curativamente pero no han sido
aplicado de forma extensiva en los cultivos de agraz; los diferentes fungicidas que aparecen
en la tabla, tienen un diferente modo de acción y pueden ser rotados en un plan de manejo
de resistencia del microorganismo.
Nombre común Nombre comercial Actividad Relativa eficacia
1
Prevención Control
Fenhexamida2 Elevate 50WDG Contacto *** **
Cyprodinil2, fludioxonil Switch 62.5 WG Sistémico local *** **
Boscalid2, pyraclostrobin
2 Pristine Sistémico local *** **
Captan Captan 50 WP Contacto ** * Pyraclostrobin
2 Cabrio EG Sistémico local * *
Iprodione2 Rovral Sistémico local * *
1***provee gran eficacia bajo condiciones favorables para la enfermedad
** buena herramienta de manejo bajo presión moderada o baja de la enfermedad
* provee algún control, mejor usar en rotación o mezcla en tanque con otros químicos 2 Riesgo de resistencia. Se requiere manejo de resistencia para este fungicida.
Tabla 1. Fungidas para el control de Botrytis cinerea en blue berries. Fuente: Adaptación de Harmon. P. 2004
Se han estudiado poblaciones de B. cinerea resistentes a los fungicidas del grupo de los
benzimidazoles y a las dicarboximidas desde su introducción en los años 60 y 70,
respectivamente; la resistencia a ambos fue reportada tan pronto como los introdujeron en el
mercado. Los fungicidas benzimidazoles (metil-tiofanato y benomilo) fueron muy efectivos
para el manejo de la enfermedad causada por B. cinerea y muchos otros hongos patógenos,
pero el desarrollo de altos niveles de resistencia redujeron la efectividad de los compuestos.
Asi mismo, la efectividad de los fungicidas dicarboximidas (vinclozolin e ipridione) ha sido
comprometida por el desarrollo de poblaciones de B. cinerea resistentes (Yourman, et al.
2001).
Las aplicaciones de fungicidas antes de la cosecha pueden controlar la podredumbre de la
fruta causada por el hongo en la poscosecha; al almacenarse en frío se observo que un 29%
menos de frutas, presentaron la podredumbre sí se trataban con Ipridione, Metamedam o
Captafol en un programa de aplicación de 7 días, en comparación con las plantas no
tratadas. Aun, a temperatura ambiente, un 75% de las frutas no presentaron la podredumbre
34
sí se habían tratado previamente con Thiram en un programa de aplicación de 7 días, en
comparación con las no tratadas (Blacharski, et al. 2001).
El desarrollo y la estabilidad de las poblaciones resistentes de B. cinerea le preocupa a
cultivadores, quienes tienen un arsenal limitado de fungicidas para el manejo de la
enfermedad causada por este patógeno, y a las compañías de químicos agrícolas, que
desarrollan y mercadean fungicidas. Frecuentemente, los aislamientos resistentes a las
dicarboximidas también son resistentes a los benzimidazoles (Yourman, et al. 2001).
1.6.2. Manejo cultural:
Las practicas culturales como la sanizacion o modificación del microclima del dosel (Figura
11), pueden también aportar control a la podredumbre de la fruta por B. cinerea. Los
cultivadores comerciales a menudo remueven el follaje senescente después del
establecimiento de la planta, lo cual reduce la incidencia de la podredumbre por el moho gris
cuando no se aplican fungicidas; también usan riego por goteo, en vez de un riego por
aspersión para reducir el agua libre y prevenir las salpicaduras que dispersan el patógeno, y
el reducir la densidad de siembra por mayor espacio entre plantas disminuye la incidencia de
la enfermedad (Legard, et al. 2001).
Figura 11. Modificación climática del ambiente, por uso de ventiladores. Fuente: Barry, K. 2001
35
1.6.3. Control biológico:
En muchos cultivos ornamentales, el control depende únicamente de la aplicación de
fungicidas, pero son a menudo restringidos debido a la amenaza de desarrollar resistencia
por el patógeno, los efectos negativos en el crecimiento vegetal, o por los residuos visibles
en la superficie de las plantas. Como alternativa a los fungicidas, los antagonistas pueden
ser utilizados para ayudar en el control de la enfermedad.
El control biológico de B. cinerea por levaduras, bacterias y hongos filamentosos ha sido
observado en muchos cultivos; el hongo saprofito Ulocladium atrum tiene el potencial para
competir saprofíticamente contra Botrytis spp., durante la colonización de los tejidos
necróticos de las plantas. El potencial del inoculo de B. cinerea puede ser reducido por
interacciones antagónicas, permitiendo bajas epidemias de la enfermedad, también su alta
competencia ecológica hace de U. atrum un atractivo candidato para las aplicaciones en
campo y en invernaderos (Köhl, et al. 2000).
Las infestaciones de los afidos ( Macrosiphum rosae L.) y de arañitas de dos-manchas
(Tetranychus urticae Koch) fueron examinadas en relación con el crecimiento y esporulación
del hongo Clonostachys rosea y Botrytis cinerea y la supresión del patógeno por el agente
biocontrolador ( C. rosea), en las hojas verdes de la rosa.
Las hojas fueron infestadas artificialmente con afidos, o con arañitas, y otras fueron
inoculadas con C. rosea y B. cinerea. Y se encontró que C. rosea suprimió la germinación de
B. cinerea en las hojas no infestadas de afidos y arañitas, pero en las hojas infestadas el
agente biocontrolador (C. rosea) fue inefectivo y la germinación e incidencia del patógeno se
incremento. Se propone como base para explicar la ineficacia en campo de C. rosea vs. B.
cinerea la infestación de plagas, debido a la disponibilidad de nutrientes en el filoplano a
través de la exudación o como rocío de miel de los afidos y arañitas (Morandi, et al. 2000).
En evaluaciones de antagonismo para controlar al moho gris en rosas, se encontró que
aislamientos microbianos de hojas y pétalos de rosa, y microorganismos de colección de
laboratorio al ser evaluados frente al hongo patógeno, como Trichoderma inhamatum,
Cladosporium oxysporum y Gliocladium roseum fueron los microorganismos mas efectivos
frente a B. cinerea en los botones florales, reduciendo el numero de las lesiones en un 46-
65% comparado con un 59-89% para un fungicida estándar (vinclozolin). Esto sugiere que la
aplicación de estos antagonistas a las hojas y flores optimiza el control de la producción de
36
inoculo por B. cinerea cuando estos tejidos mueren, por cuanto reducen la esporulación del
patogeno (Tatagiba, et al. 1998)
1.6.4. Manejo Integrado de B. cinerea
Durante la implementación de un manejo integrado de B. cinerea en tomate bajo
invernadero, se incluyo un controlador biológico, bajo el sistema de alerta basado en el
monitoreo del clima mediante un programa denominado BOTMAN desarrollado por Elad en
Israel, que consistía en una estrategia integrada (tratamiento químico y biológico), que en
comparación con una aplicación semanal de fungicida químico, durante 3 años, demostró
una reducción de la enfermedad para ambos tratamientos, lo que proporcionaría la ventaja
de reducir el uso de productos químicos e implementar el control biológico (Elad. Y., et
al.2004).
Pero según Moyano (2003), al validarlo bajo las condiciones climáticas del sitio de estudio, el
sistema de pronostico fallo, debido a dos razones principalmente, la diferencia en las
condiciones climáticas (entre Almería (España) e Israel); y la poca eficiencia en el control por
parte de Trichodex (producto biológico Trichoderma harzianum) en el control del moho gris;
lo que dejaría abierta la inquietud de desarrollar un sistema de predicción con las
condiciones propias del sitio de estudio y un producto biológico mas efectivo.
37
Formulación del problema y justificación
B. cinerea, es un hongo patógeno que se ha venido presentando en los invernaderos de
producción de rosas de la Sabana de Bogota ocasionando grandes perdidas, y las medidas
que se han tomando para controlar este patógeno no han sido suficientes, razón por la cual
este problema ha persistido durante tantos años.
Este estudio pretende proponer una nueva estrategia de manejo del hongo dentro de un
sistema de producción de rosas, que permita reducir la presencia del inoculo (entendido
como conidias aéreas) mediante las labores de limpieza dentro del invernadero; adicional, se
quiere identificar la presencia de conidias de este patógeno en los diferentes pisos foliares
de la planta a través del tiempo de muestreo, permitiendo enfocar estrategias de manejo a
los sitios específicos de liberación de esporas, para evitar así una posterior infección o un
ciclo secundario de la enfermedad ocasionada por el hongo conocido como “moho gris”.
38
II. OBJETIVOS
OBJETIVO GENERAL
· Evaluar el efecto de la limpieza de las fuentes de inoculo del hongo Botrytis cinerea,
sobre la presencia de conidias en el ambiente, a diferentes horas del día y en los
pisos foliares de plantas de rosa var. Classy
OBJETIVOS ESPECIFICOS
· Identificar las fuentes de inoculo y cuantificar el numero de conidias presentes
· Determinar si existen diferencias en la cantidad de conidias en el ambiente, entre las
camas evaluadas en donde se han eliminado las fuentes de inóculo y las camas sin
tratar
· Determinar el efecto de la limpieza del cultivo sobre la presencia de las conidias, en
los diferentes pisos foliares y horas del día
· Relacionar la incidencia de la enfermedad sobre la flor cortada procedente de cada
tratamiento.
· Evaluar el costo del tratamiento de labores de limpieza
39
III. MATERIALES Y METODOS
3.1 Ubicación
La investigación se llevo a cabo en los predios de producción de rosa para exportación
ubicados en la finca Splendor Flowers El Corzo y Laboratorio de la empresa Américaflor, en
Facatativa, Cundinamarca, (Anexo 2). Entre los meses de febrero a noviembre de 2005.
3.2. Identificación de las fuentes de inoculo
La identificación se realizo directamente sobre las plantas mediante la observación de los
tejidos que pudieran ser fuente de inoculo y posterior diagnostico de las estructuras
características del hongo. Este muestreo se realizo dos veces, al inicio del periodo de
estudio, y 2 semanas después.
3.3. Cuantificación del número de conidias presentes en las fuentes de inoculo
En cada categoría de fuente de inoculo se determino el número de conidias presentes, con
el fin de priorizar las estrategias de limpieza y enfocar un mayor esfuerzo en aquellas que
proporcionaron el mayor numero de conidias; mediante la técnica modificada de Moyano y
Melgarejo (2002), que consistió en el recuento de conidias en placa, crecidas en el medio
SMB (anexo 1) en donde submuestras de 10g de tejidos procedentes de las fuentes de
inoculo se adicionaron a un erlenmeyer con 100ml de agua destilada y Tween 20 y luego
agitadas en un vortex por 5 minutos, con el fin de separar las conidias de las muestras,
posteriormente alícuotas de las diluciones seriadas del sobrenadante (0,1 ml) se adicionaron
a las placas con medio selectivo para B. cinerea (SMB)
Las placas se llevaron a incubación a una temperatura entre 20-21°C por 5 días, y las
colonias de B. cinerea fueron contadas como unidades formadoras de colonias (UFC) por
gramo de peso fresco. Este muestreo se realizo 3 veces al inicio del estudio, con un intervalo
de 1 semana.
3.4. Estrategias para la eliminación de las fuentes de inoculo
Las labores de limpieza que se realizaron para la eliminación de las fuentes de inoculo
identificadas dentro del invernadero comprendieron los siguientes pasos:
1- Eliminación de los tocones mediante cortes de los tallos afectados, con
posterior aplicación de protectante en cada tallo tratado.
40
2- Eliminación de los residuos vegetales depositados en el suelo de las camas
por soplado, usando una maquina llamada “espolvoreadora”, luego se realizo
un barrido con posterior aplicación de producto químico especifico para B.
cinerea.
3- Desinfestación de suelo mediante aspersión del producto químico.
La eliminación de tocones en las plantas de rosa se realizo mediante el uso de la tijera de
corte de flor, y se humedeció cada 2 cortes en una solución de desinfectante y un colorante
(rojo), que permitió asegurar cortes limpios y marcados en las plantas (Figura 12). Los
residuos se sacaron de las camas de rosa con ayuda de un plástico, y depositaron en un
carro especializado en el transporte de residuos de cosecha, para su correcta eliminación
fuera del invernadero.
Figura 12. Eliminación de tocones. Fuente: C. Sandón
El soplado de la hojarasca se realizó mediante el uso de la maquina espolvoreadora. Éste
procedimiento de soplado se realizó solo por un costado de la cama, permitiendo barrer la
hojarasca del costado tratado; luego se soplo el otro costado y se barrio el material
senescente (Figura 13); luego la hojarasca se deposito en el carro de residuos de cosecha,
para su transporte hasta el contenedor indicado para los residuos de cosecha fuera del
invernadero.
Inmediatamente después de la limpieza se aplico un producto químico específico para el
hongo a todos los tercios de la planta.
41
Figura 13. Eliminación de residuos vegetales depositados en el suelo mediante soplado (A) y barrido (B). Fuente: C. Sandón
La aplicación del producto seleccionado para la desinfestación del suelo se aplicó con el
equipo de protección adecuado; procurando un ángulo que permitió el sacado de la
hojarasca remanente, con la nube que se creo a la salida de la boquilla del equipo de
aspersión utilizado (Figura 14).
Figura 14. Desinfestación de suelo (A), y nube de aspersión (B). Fuente: C. Sandón
La rutina de limpieza se llevó a cabo cada 21 días durante todo el tiempo de estudio, para un
total de 4.
Las aplicaciones de productos químicos utilizados en el estudio para el tratamiento del
hongo fueron suministrados por el Departamento de Sanidad Vegetal de la empresa
florícola.
3.5. Determinación de las conidias aéreas de B. cinerea
Para determinar el efecto de la limpieza en la presencia del inoculo de B. cinerea, se
realizaron dos tratamientos:
A B
A B
42
1- Tratamiento 1 (T1): 110 camas de rosa con labores culturales de limpieza
(eliminación de tocones, residuos vegetales y desinfestación de suelo)
2- Tratamiento Control (TC): 110 camas de rosa sin labores culturales de
limpieza
Cada tratamiento contó con 110 camas de rosa variedad comercial Classy (32 m2/cama;
densidad de siembra de 6,5 plantas/m2) de 364 semanas, injertadas sobre el patrón Natal
Brier, con un ciclo productivo de 74 días.
Las 220 camas utilizadas en el estudio se encontraban en un solo invernadero tipo espacial,
en donde los tratamientos T1 y TC se dividieron por una cortina plástica, en condiciones
similares para ambos tratamientos; en cada tratamiento se instalaron dos sensores
(Watchdog), para medir la temperatura y humedad relativas.
En los dos tratamientos se cuantificaron las conidias del hongo en el ambiente por
sedimentación en placa con medio SMB, según la técnica modificada de Kerssies (1990), en
donde las cajas de petri plásticas con el medio selectivo son utilizadas como atrapa conidias
en las salas de poscosecha; para este estudio las placas se colocaron en repisas de madera
dentro de las plantas de rosa (Figura 15) a diferentes alturas (o piso foliar) de las plantas
(30cm., 80 cm., 150 cm. y 250 cm.) por un periodo de 60 minutos, 3 veces al día; mañana
(8:00 am), medio día (11:00 am) y tarde (2:00 pm).
Las placas expuestas se llevaron posteriormente a incubación a una temperatura entre 20-
21°C por 5 días y se calcularon las Unidades Formadoras de Colonia (UFC) por hora de
sedimentación
Durante el periodo de estudio se realizaron 16 días de muestreos al azar (16 días x 4 pisos
foliares x 3 horas).
43
Figura 15. Repisa de madera para la colocación de las placas con el medio SMB dentro de las plantas de rosa.
Fuente: C. Sandón
3.6. Análisis Estadístico
Para evitar efectos de la correlación en el error experimental, cada uno de los muestreos fue
analizado separadamente, al igual que el resultado de cada hora de evaluación y cada piso
foliar.
Para el análisis estadístico y la comparación del tratamiento de limpieza con el testigo sin
limpieza, se aplico la prueba de T, considerando la lectura de conidias por cama como
repeticiones para la estimación del error experimental. Previamente se verifico en cada caso
la homogeneidad de varianzas entre tratamientos con ayuda de la prueba F.
En la prueba T se parte de la hipótesis nula según la cual, no existe diferencias en la
concentración de conidias del hongo entre los dos tratamientos, en cuyo caso no hay efecto
de la limpieza, y las diferencias de promedios que se observan a nivel experimental son
efecto del muestreo. Esta hipótesis se rechazó solo cuando el valor calculado de la prueba T
fue lo suficientemente grande para que la probabilidad de encontrar valores mayores según
la distribución teórica t-student fuera menor o igual a 0,05 (significancia de la prueba o
probabilidad de rechazar en forma incorrecta la hipótesis nula).
Los resultados de la prueba T se organizaron en una tabla de doble entrada para contar los
casos con diferencias significativas entre tratamientos, por hora de evaluación y piso foliar.
También se contabilizaron los casos de lecturas con promedio cero para uno u otro
tratamiento.
44
Se hicieron pruebas de homogeneidad de Ji-Cuadrado con el fin de evaluar la hipótesis nula
según la cual, las proporciones de casos con diferencias significativas por efecto del
tratamiento de limpieza comparado con el tratamiento control, eran las mismas para cada
hora o cada piso foliar de la planta. Esta hipótesis se rechazó solo si el valor calculado de Ji-
Cuadrado fue lo suficiente grande para que la probabilidad de encontrar valores mayores
según la distribución teórica X2
fuera menor o igual a 0,05 (significancia de la prueba).
3.7. Medición de la temperatura y humedad relativa dentro del invernadero tipo
espacial
La medición se realizó cada 30 minutos, con el fin de demostrar que las condiciones
ambientales eran las mismas para los dos tratamientos a evaluar y correlacionar el nivel de
inoculo con las condiciones ambientales dentro del invernadero.
3.8. Incidencia y severidad de la enfermedad
La cuantificación de la incidencia y severidad de la enfermedad se realizó mediante la
técnica de cámara húmeda, en donde cada una de las flores de los dos tratamiento fueron
colocada en tinas previamente desinfestadas, a las cuales se les adicionó agua destilada, se
les cubrió con un plástico negro y se incubó bajo condiciones favorables para el desarrollo
del hongo. Esta prueba se realizó semanalmente durante el periodo de estudio, con un
tamaño de muestra de 20 tallos procedentes de cada tratamiento.
· La incidencia de la enfermedad se obtuvo mediante el conteo del número de flores
afectadas, sobre el total de la muestra:
% incidencia =
· La severidad se midió sobre la misma muestra tomada para la incidencia, y se
determino según el grado de afección que presentaron las flores; de acuerdo con la
escala de calificación cualitativa empleada por la empresa florícola (Tabla 2).
GRADOS Descripción 0 La flor no presenta afección en ninguno de los pétalos 1 La flor presenta una afección leve no mayor de 2mm en los dos primeros
pétalos 2 La flor presenta una lesión mayor a 2mm y menor a 1cm en los dos primeros
pétalos 3 La flor presenta una lesión mayor de 1cm, en los 4 primeros pétalos, pero sin
esporular 4 La flor presenta lesiones esporuladas en cualquier pétalo Tabla 2. Grados de severidad de la enfermedad por el hongo Botrytis cinerea, en rosas. Fuente: Laboratorio
Américaflor
# Flores de rosa afectadas
Total de la muestra x 100
45
Para la prueba de incidencia y severidad las flores de variedad Classy, fueron cosechadas
en el bloque de estudio en su punto de corte, homogéneo para todas las muestras; y en el
laboratorio se introdujeron en cámara húmeda dejando tres hojas pegadas al tallo (Figura
16).
Figura 16. Montaje de la variable de incidencia por la técnica de cámara húmeda (A) y flores con síntomas y signos de la enfermedad (B). Fuente: C. Sandón.
3.9. Viaje simulado y vida en florero
Con el fin de conocer el efecto del transporte y la duración de las rosas en florero, de cada
uno de los dos tratamientos se tomaron 40 tallos al azar de rosa variedad Classy, que fueron
cosechados en punto de corte; luego se les realizo una inmersión en un fungicida especifico
para el patógeno y se llevaron a cuarto frío durante 11 días; posteriormente se dejaron dos
horas a temperatura ambiente. El manejo que se dió permitió simular las condiciones que se
presentan durante el transporte de la flor con destino al comercio internacional y que
consisten en choques térmicos y de humedad, s egún la metodología utilizada por la
empresa florícola.
Adicionalmente y con el fin de conocer el efecto de los dos tratamientos sobre la expresión
de síntomas del moho gris, las flores se dejaron por un tiempo de 15 días en florero,
logrando observar el porcentaje de flores infectadas; esta variable se midió al final del
periodo de estudio.
3.10. Evaluación del costo del tratamiento de labores culturales de limpieza
Para la evaluación del costo del tratamiento, se tuvo en cuenta solo la mano de obra
empleada para cada labor de limpieza según la frecuencia realizada.
A B
46
IV. RESULTADOS Y DISCUSION
4.1. Identificación de las fuentes de inoculo
La identificación se realizó en los sitios de producción; observando los tejidos vegetales
dentro de las camas que presentaban esporulación del hongo, con posterior confirmación en
el laboratorio mediante diagnostico directo.
En el cultivo de rosas para la variedad evaluada se observo esporulación en los siguientes
tejidos: pétalos de flores abiertas dentro de las plantas; porciones de tallos senescentes aun
adheridos a la planta, llamados comúnmente tocones; hojas muertas o senescentes
depositadas en el suelo; pétalos de flores senescentes depositadas en el suelo y en tejido
senescentes de malezas (Figura 17).
Las fuentes de inoculo identificadas en el cultivo de rosa, se agruparon en los siguientes
categorías:
1- Residuos vegetales: Hojarasca, maleza senescente, pétalos de flores y
cualquier otro material de origen vegetal depositado en el suelo.
2- Tocones: Porciones de tallos muertos y tallos en proceso de senescencia, aun
adheridos a la planta.
3- Suelo: Suelo alrededor de la planta, sin presencia de ningún material vegetal.
Las fuentes de inoculo identificadas en el cultivo de rosa, coinciden con las encontradas por
Michailides y Elmer (2000) quienes describen la mayor esporulación del moho gris en los
pétalos y tejidos vegetales senescentes depositados en el suelo del cultivo de kiwi.
47
Figura 17. A: Flor con esporulación del hongo, B: Tocón con esporulación del hongo, C: Hoja senescente
depositada en el suelo con esporulación del hongo, D: Maleza o arvense senescente con esporulación del hongo, E:
Pétalo senescente depositado en el suelo con abundante esporulación del hongo. Fuente: C. Sandón.
4.2. Cuantificación del número de conidias presentes en las fuentes de inoculo
En la primera categoría el numero de conidias promedio fue de 48,33x104
UFC/g peso fresco
de hojarasca, en el segundo grupo fue de 10,84x104 UFC/g de peso fresco de tocones y en
el ultimo grupo fue de 20x102 UFC/g de peso fresco de suelo (Grafica 1).
Se encontró que el mayor número de conidias procedía del grupo residuos vegetales,
seguido por el grupo tocones y por ultimo el suelo. Esto debido a que en los residuos
vegetales se hallaba la mayor parte de tejidos que hospedan las conidias del hongo tales
como pétalos, flores, hojas y maleza senescentes. Indicando que el hongo esta ampliamente
presente en material vegetal senescente e incluso en el suelo, como lo descrito por Pezet, et
al (2003) y Michailides y Elmer (2000).
A B C
D E
48
Grafica 1. Promedio de UFC/g de peso fresco, presentes en los grupos de fuentes de inoculo.
4.3 Estrategias para la eliminación de las fuentes de inoculo
Luego de que se conocieron las fuentes de inóculo que favorecen el desarrollo de la
enfermedad se crearon estrategias que condujeran a reducir al máximo las perdidas de
flores; permitiendo enfocar los mayores esfuerzos hacia la eliminación de la hojarasca y
tocones, los cuales representaron la mayor proporción de conidias, sin descuidar el suelo.
Después de las labores de limpieza se observó una gran disminución de los tejidos
senescentes como una de las fuente de inoculo, lo que conlleva a una disminución de
conidias aéreas presentes en el ambiente del invernadero (Figura 18 y 19).
Figura 18. Camas de rosa antes de las labores de limpieza. Fuente: C. Sandón
49
Figura 19. Camas de rosa posterior a la labor de limpieza. Fuente: C. Sandón
4.4 Determinación de las conidias aéreas de B. cinerea:
Mediante la técnica descrita por Kerssies (1990) se pudieron medir las conidias aéreas
especificas de B. cinerea dentro del ambiente de las plantas de rosa, como Unidades
Formadoras de Colonia (UFC) expuestos los medios selectivos por espacio de una hora al
ambiente.
Esta medida (UFC/h sedimentación) permitió conocer realmente cuantas conidias se
presentaron en el momento de muestreo en las camas de rosa tratadas y en aquellas camas
no tratadas; Asimismo, ya que la desviación estándar en las camas muestra no fue mayor de
2 (considerando todos los datos por altura y hora), se permitió utilizar el promedio de los
datos obtenidos en este estudio.
Conidias aéreas según el promedio de muestreos:
Al tomar el promedio de todas las conidias aéreas presentes en los dos tratamientos durante
los 16 días de muestreo, se encontró que el tratamiento control (TC) contaba con 1 UFC/h
de sedimentación y el tratamiento 1 (T1) con 10 UFC/h de sedimentación (Grafica 2), con lo
que se justifica el beneficio de la limpieza del cultivo para mantenerlo con una presencia de
inoculo bajo.
Según Coertze (2001) cuando solo se encontraban 3 conidias/mm2 en la superficie de las
bayas de uvas, se desarrollaba la infección pero no se presentaban síntomas, aunque las
condiciones climáticas fueran las optimas, lo que indica que la infección por una sola conidia
aérea no contribuye a la construcción de inoculo secundario dentro del cultivo; esto
comparado con el promedio de conidias aéreas encontradas en el T1, nos indica que las
50
labores de limpieza disminuyen el riesgo de la enfermedad producida por el “moho gris”, y
así se presenten las condiciones climáticas el hongo no se seguirá diseminando.
Grafica 2. Promedio de conidias aéreas de B. cinerea, en cada tratamiento, durante todo el estudio.
Conidias aéreas según el piso foliar:
En cuanto al piso foliar se encontró que el mayor promedio en el numero de conidias aéreas
expresadas como UFC/h sedimentación para los 16 muestreos se presenta en la altura de
30cm (altura 1) en el tratamiento control TC con un promedio de 17,8 UFC/h sedimentación,
seguida por la altura de 80cm (altura 2) con un promedio de 10,8 UFC/h sedimentación, la
altura de 150cm (altura 3) con 6,4 UFC/h sedimentación y por ultimo por encima del botón
floral, a una altura de 250cm (altura 4) con 5,9 UFC/h sedimentación; en contraste con el
tratamiento evaluado (T1) en donde los 4 pisos foliares presentaron un numero mínimo de
2,1; 1,6; 1,2; 1,1 conidias aéreas respectivamente en cada altura como aparece registrado
en la Grafica 3.
Observar altos promedios de conidias aéreas en el TC en el piso foliar bajo, nos indica la
presencia de la mayor fuente de inoculo; y es justo a este nivel donde se encuentran
depositados los residuos vegetales con esporulación abundante.
51
Por otra parte, la presencia de conidias en el piso foliar 3, que es donde esta presente el
botón floral, indica una mayor probabilidad de que la enfermedad causada por B. cinerea
aparezca en la flor.
Grafica 3. Promedio de conidias aéreas a diferentes alturas de la planta.
Conidias aéreas según la hora de muestreo:
Al calcular el promedio de UFC/h de sedimentación según el momento de muestreo, se
encontró que el mayor número de conidias aéreas para el tratamiento TC se presentaba de
11:00am a 12:00m.
De acuerdo con la Gráfica 4 la mayor cantidad de conidias aéreas, referidas como UFC/h de
sedimentación, en los tratamientos TC y T1 se presento al medio día, ésto debido a las
actividades rutinarias que se llevan a cabo dentro del cultivo antes y en el momento de
muestreo, como son el aporque con motocultor o con pala, el barrido o cualquier otra
actividad que implique la remoción de la capa superficial de suelo, que como se observa en
la Figura 15 se encuentra saturada de residuos vegetales una de las principales fuentes de
inoculo de B. cinerea, razón por la cual se hace mas apremiante la correcta remoción de
este material.
52
Estos resultados concuerdan con los hallados por Daughtrey, et al (2001) en donde las
concentraciones altas de conidias del hongo en un área de producción de geranios, se
asociaba a las actividades de los operarios e incluso el riego por goteo aumentaba el
numero de conidias dispersas en el ambiente del invernadero.
Grafica 4. Promedio de conidias aéreas, a diferente hora de muestreo y altura de la planta
Conidias aéreas según los factores climáticos:
Al relacionar los datos del promedio de conidias aéreas (UFC/h de sedimentación) y los
factores climáticos; se encontró que el mayor número de conidias estaban presentes al
medio día justo cuando la temperatura era más alta y la humedad relativa más baja (Graficas
5 y 6)
En las graficas 5 y 6 pueden observarse el pico en la temperatura y la disminución de la
humedad relativa a las 11:00am en relación con las otras horas de muestreo; y al combinar
las condiciones climáticas del medio día con la baja humedad del suelo a esta misma hora,
se encuentra que las partículas del suelo se dispersan mas fácilmente por las actividades o
53
el simple transito de los operarios entre las camas; todo esto conlleva a que las conidias
viajen adheridas a las partículas del suelo y aumente el numero de conidias en el ambiente
del invernadero. Además es posible que el cambio de humedad dentro de los conidioforos
permita la liberación de conidias, a partir de las diferentes fuentes de inoculo identificadas.
De acuerdo con los rangos óptimos de temperatura y humedad relativa para el desarrollo de
la infección que presentan diferentes investigadores como Coertze (2001), Thomas (1988) y
Broome (1995), los invernaderos de la Sabana de Bogota proporcionan las condiciones
adecuadas para el desarrollo del “moho gris”, ya que en horas de la noche la humedad
relativa es mayor de 93% durante varias horas y durante el medio día no desciende mas de
un 51%, lo que le da la posibilidad a las conidias de germinar y establecer la infección; en
cuanto a la temperatura, ésta se encuentra en el rango óptimo que va desde los 17°C a los
22°C. Esto nos indica que si no se toman las medidas necesarias para disminuir el inoculo
del hongo, el moho gris tendrá todas las condiciones adecuadas para desarrollarse y
permanecer dentro del cultivo de rosa.
Grafica 5. Promedio de UFC/h de sedimentación vs. Promedio de Humedad Relativa dentro del invernadero.
54
Grafica 6. Promedio de UFC/h de sedimentación vs. Promedio de Temperatura dentro del invernadero.
4.5 Análisis estadístico
Durante el periodo de estudio se realizaron 16 muestreos al azar, lo que llevo a tener 192
observaciones por tratamiento (16 días x 4 pisos foliares x 3 horas).
Sólo en 5 de las 192 observaciones (2,6%) no se encontraron UFC en ninguno de los
tratamientos y en solo 10 casos (5,2%) se observo que el tratamiento de limpieza
presentaba conidias mientras que el tratamiento control no. Debido a que en algunos casos
se suministró la fumigación en el TC mientras que el T1 no era fumigado por lo que las
conidias se manifestaron en el tratamiento sin químico.
Mediante los resultados arrojados por la prueba T, se encontró que en un 87% de las
observaciones el tratamiento de limpieza reducía el promedio de UFC del hongo con
respecto al tratamiento control. Sin embargo, solo en un 40,6% de las pruebas se concluyo
acerca de diferencias significativas entre tratamientos, en las cuales el 94,9% de los casos la
conclusión fue a favor del tratamiento de limpieza, en cuanto ayudo a reducir las conidias en
el ambiente.
55
Con los resultados de la prueba T (anexo 4), se construyo una tabla de contingencia para
determinar sí la proporción de casos en los cuales el tratamiento de limpieza era ventajoso
para disminuir las conidias en el ambiente, variaba por efecto del piso foliar (altura) o de la
hora. Según la prueba de Ji-cuadrado (Anexo 5) no hay diferencias significativas y la
producción de éxito se mantiene sin importar la altura y la hora. Esto no significa que no
existen variaciones en las conidias por efecto de estos factores.
El beneficio de la limpieza se presento con mayor frecuencia a las 11 am. (46% de los casos
con diferencias significativas a favor de la limpieza), y en los estratos superiores 3 y 4
(62,2% de los casos en conjunto), sin que se dieran diferencias significativas por el cruce de
la hora con la altura.
4.6. Incidencia y severidad de la enfermedad en flores
La cámara húmeda recreo las condiciones adecuadas para que la enfermedad se expresara
en el menor tiempo donde se observaban lesiones características de B. cinerea tales como
crecimiento micelial, esporulación color grisácea, podredumbre, marchitez y decoloración de
los pétalos de la rosa.
La aparición de síntomas en las flores que en el momento de su recolección se encontraban
asintomáticas parece corroborar el hecho que el hongo puede permanecer quiescente hasta
que las condiciones sean las adecuadas, ya sea de temperatura (Coertze, 2001; Thomas,
1988 y Broome 1995), y/o de azucares disponibles una vez que maduran los tejidos (Molina,
2004).
En la Gráfica 7 se observa como a través del tiempo de estudio la incidencia de la
enfermedad en las flores de rosa variedad Classy, siempre fue menor en el tratamiento T1,
comparado con el tratamiento TC.
El muestreo semanal de la variable de incidencia permitió conocer realmente cuantas flores
se estaban infectando a causa de las conidias aéreas dentro del ambiente del invernadero, y
se observo que a través del tiempo de estudio, el tratamiento T1 presento un menor
porcentaje de infección en comparación con el tratamiento TC, debido a la menor cantidad
de inoculo presente en el ambiente a causa de las labores de limpieza.
56
Grafica 7. Porcentaje de la incidencia de la enfermedad por el hongo Botrytis cinerea, en flores de rosa de la
variedad Classy. Según Coertze (2001) la severidad de la infección se encuentra directamente relacionada a
la cantidad de inoculo presente al momento de la inoculación, y es esto precisamente lo que
se presenta en las flores del tratamiento TC, en donde ya se observo que posee una mayor
cantidad de conidias aéreas en comparación con el tratamiento T1.
A través del tiempo del estudio la severidad también fue siempre de menor grado en las
flores sometidas al tratamiento T1 que en tratamiento TC. En la figura 20 puede observarse
una lesión severidad grado 3.
57
Figura 20. Lectura de la variable de severidad. Fuente: C. Sandón.
En la Grafica 8 se observa como en el T1 la severidad nunca llego a grado 4 (esporulación
del hongo) lo que disminuye la cantidad de inoculo referido a conidias aéreas si se
presentara un caso como este en campo.
Grafica 8. Grados de severidad de la infección por el hongo Botrytis cinerea, en flores de rosa var. Classy.
58
4.7. Viaje simulado y vida en florero
Mediante la variable de viaje simulado y vida en florero, se observa una mayor durabilidad
de las flores en florero a través del tiempo en el tratamiento T1, en comparación con las
flores del tratamiento TC; en cuanto al viaje simulado se observa en la grafica 9 que en el
tratamiento TC el día cero tuvo un 25% de perdida de flor en comparación con el tratamiento
T1 que solo obtuvo un 18% de perdida de flor, lo que nos indica que mas flores
sobrevivieron sin el moho gris durante los choques térmicos y de humedad, en el tratamiento
con las labores de limpieza (T1).
Si se toma en cuenta que la cantidad de inoculo que se presentó en el tratamiento T1 fue
menor, esto nos indicaría que menos flores sufrieron la infección por moho gris, y esto se
observa en el porcentaje de flores que soportaron los choques térmicos y de humedad,
además del menor porcentaje de perdidas de flores en la vida en florero. Lo que corroboraría
que cualquier esfuerzo por controlar la enfermedad en el cultivo, definitivamente ayuda en la
poscosecha de la flor.
Grafica 9. Porcentaje acumulado de perdida de flor durante el viaje simulado y vida en florero.
59
4.8 Evaluación del costo del tratamiento de labores culturales de limpieza
Las labores de limpieza se realizaron cada 21 días (3 semanas) limpiando la hojarasca y
desinfestando el suelo ya que los tocones fueron removidos solo en la primera intervención.
Tiempo (min.) Tiempo (horas) Ejecutado/
Estimado/cama 110camas
Limpieza de tocones 40 73,33 650.435
Limpieza de madera
muerta
20
36,67 325.217
Barrida 8 14,67 130.087
Limpieza de
hojarasca
4
6,97 61.791
Barrida 8 14,67 130.087
Desinfección del
suelo
1
1,83 16.261
TOTAL 81 148,13 1.313.878,26
Labor Costo mano de obra($)
Tabla 3. Costo mano de obra, primera labor de limpieza. (Salario mínimo $408.000)
Tiempo (min.) Tiempo (horas) Ejecutado/
Estimado/cama 110camas
Limpieza de
hojarasca
4
6,97 61.791
Barrida 8 14,67 130.087
Desinfección del
suelo
1
1,83 16.261
Total 13 23,47 208.139
Labor Costo mano de obra($)
Tabla 4. Costo mano de obra, mantenimiento de la limpieza cada 21 días.
Para la primera evaluación de las labores de limpieza se uso más mano de obra, ya que las
plantas se encontraban con abundantes tocones y estos representaron el mayor tiempo
ejecutado por labor (tabla 3); una vez que las plantas se les realizo esta primera labor se
mantuvo la sanizacion del cultivo por medio de labores de limpieza de mantenimiento cada
21, de acuerdo al tiempo que tardaban las camas de rosa en llenarse nuevamente de
hojarasca (Tabla 4); este mantenimiento se realizo 3 veces, lo que nos indica un costo de
$624.417 por tratamiento.
Al sumar los costos de la primera labor, con las 3 labores de mantenimiento, nos da un total
de $1.938.295,26; como costo total de todas las labores de limpieza durante el estudio.
Cuando se toma el promedio de incidencia que el tratamiento de limpieza logro en
comparación con el tratamiento control, se tiene que fue de 17.3%; que traducido en
producción de tallos de rosa nos indicaría 57.818 flores mas que en el tratamiento control,
con un valor de $ 33.071.896 aproximadamente en el sitio de estudio.
60
V. CONCLUSIONES
· Se concluyo, luego de llevar a cabo la metodología citada que la mayor la fuente de
inoculo del hongo patógeno B. cinerea, evaluando como posible origen suelo,
residuos vegetales y tocones dentro del cultivo de rosa variedad Classy, son los
residuos vegetales con un promedio de 48,33x104
UFC/g peso fresco, seguido por
los tocones 10,84x104 UFC/g de peso fresco y por ultimo el suelo con 20x10
2 UFC/g
de peso fresco. La cuantificación de conidias medidas como UFC/g de peso fresco
de los materiales permitió identificar y enfocar la intensidad en las estrategias de
limpieza y la correcta erradicación de las fuentes buscando que el cultivo
permaneciera con la menor concentración de moho gris.
· Una vez identificadas las fuentes de inoculo y llevado a cabo las labores de limpieza,
se redujo la concentración en UFC/h de sedimentación del hongo fitopatógeno en un
87% del promedio de los casos en el tratamiento T1 con respecto al tratamiento TC.
· Con respecto al análisis estadístico (prueba T) se concluyo que solo en un 40,6% de
las observaciones hubo diferencia significativa entre tratamientos y de estos un
94,9% fue a favor del tratamiento de limpieza, y con la prueba de Ji-Cuadrado se
demostró que la probabilidad de éxito, entendido como disminución de conidias
aéreas, se conservó sin importar el piso foliar y la hora de muestreo; con lo cual se
afirma que todo esfuerzo que minimice las conidias del hongo dentro del invernadero
es una ventaja inherente debido a la presencia habitual del moho como saprofito de
cualquier ambiente y mucho mas de los que le brindan las condiciones adecuadas.
· En todos los casos, la limpieza en el tratamiento T1 con respecto al control tuvo el
mayor impacto al medio día (46% de los casos con diferencias significativas a favor
de la limpieza) y en las alturas superiores 3 y 4 (62,2% de los casos en conjunto)
justo donde se encuentra el botón floral, la razón económica del cultivo.
· En cuanto a la incidencia y severidad se observo que a través del tiempo de estudio,
el tratamiento con las labores de limpieza presento un menor porcentaje de infección
y menor grado de severidad en comparación con el tratamiento control.
· Los costos de las labores de limpieza (mano de obra asignada) se compensa con la
disminución en la incidencia del moho gris en el cultivo y en el valor económico de la
61
empresa, la flor; ya que de forma indirecta también se erradican otras plagas que se
encuentren en el material senescente.
62
VI. RECOMENDACIONES
· Se recomienda seguir las estrategias de limpieza empleadas en este estudio para
las variedades mas susceptibles a la infección por B. cinerea o para las temporadas
de mayor demanda de flor.
· Además de las labores de limpieza empleadas en el estudio es fundamental
implementar un manejo integrado de la enfermedad que combine control químico,
biológico, climático y cultural (labores de limpieza), ya que con las estrategias de
limpieza como tratamiento adicional al químico no se reduce las UFC/h de
sedimentación del hongo significativamente.
· También se recomienda aumentar el tiempo de evaluación y tomar en cuenta otras
variables, con el fin de corroborar los datos encontrados en este estudio.
63
VII .BIBLIOGRAFIA
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66
VIII. ANEXOS
Anexo 1
Componentes del medio selectivo SMB
(g/l agua destilada)
NaNO3 1.0
K2HPO4 1.2
MgSO4 7H2O 0.2
KCl 0.15
Glucosa 20.0
Agar-agar 25.0
El medio es esterilizado por 20 minutos a 121°C a 1 atmósfera de presión, en
autoclave. Después se adicionan los siguientes ingredientes cuando el medio ha
llegado a una temperatura de 65°C
Terrachlor (PCNB, pentaclorobenceno 75% WP) 15x10-3
Maneb (Etileno manganeso bisditiocarbamato) 1x10-2
Cloranfenicol (antibiótico) 5x10-2
CuSO4 2.2
Rubigan (Fenarimol) 0.1 ml/l
Acido Tanico 5.0
El pH del medio debe ajustarse a 4.5 con 5.0 N NaOH.
67
Anexo 2.
Plano de la finca
Laboratorio de
Biológicos
Bloque de
estudio
68
Anexo 3.
Plano de Siembra. Splendor Flowers El Corzo. Área 7. Bloque 10
2 Classy 1 Classy 112 Classy 111 Classy
4 Classy 3 Classy 114 Classy 113 Classy
6 Classy 5 Classy 116 Classy 115 Classy
8 Classy 7 Classy 118 Classy 117 Classy
10 Classy 9 Classy 120 Classy 119 Classy
12 Classy 11 Classy 122 Classy 121 Classy
14 Classy 13 Classy 124 Classy 123 Classy
16 Classy 15 Classy 126 Classy 125 Classy
18 Classy 17 Classy 128 Classy 127 Classy
20 Classy 19 Classy 130 Classy 129 Classy
22 Classy 21 Classy 132 Classy 131 Classy
24 Classy 23 Classy 134 Classy 133 Classy
26 Classy 25 Classy 136 Classy 135 Classy
28 Classy 27 Classy 138 Classy 137 Classy
30 Classy 29 Classy 140 Classy 139 Classy
32 Classy 31 Classy 142 Classy 141 Classy
34 Classy 33 Classy 144 Classy 143 Classy
36 Classy 35 Classy 146 Classy 145 Classy
38 Classy 37 Classy 148 Classy 147 Classy
40 Classy 39 Classy 150 Classy 149 Classy
42 Classy 41 Classy 152 Classy 151 Classy
44 Classy 43 Classy 154 Classy 153 Classy
46 Classy 45 Classy 156 Classy 155 Classy
48 Classy 47 Classy 158 Classy 157 Classy
50 Classy 49 Classy 160 Classy 159 Classy
52 Classy 51 Classy 162 Classy 161 Classy
54 Classy 53 Classy 164 Classy 163 Classy
56 Classy 55 Classy 166 Classy 165 Classy
58 Classy 57 Classy 168 Classy 167 Classy
60 Classy 59 Classy 170 Classy 169 Classy
62 Classy 61 Classy 172 Classy 171 Classy
64 Classy 63 Classy 174 Classy 173 Classy
66 Classy 65 Classy 176 Classy 175 Classy
68 Classy 67 Classy 178 Classy 177 Classy
70 Classy 69 Classy 180 Classy 179 Classy
72 Classy 71 Classy 182 Classy 181 Classy
74 Classy 73 Classy 184 Classy 183 Classy
76 Classy 75 Classy 186 Classy 185 Classy
78 Classy 77 Classy 188 Classy 187 Classy
80 Classy 79 Classy 190 Classy 189 Classy
82 Classy 81 Classy 192 Classy 191 Classy
84 Classy 83 Classy 194 Classy 193 Classy
86 Classy 85 Classy 196 Classy 195 Classy
88 Classy 87 Classy 198 Classy 197 Classy
90 Classy 89 Classy 200 Classy 199 Classy
92 Classy 91 Classy 202 Classy 201 Classy
94 Classy 93 Classy 204 Classy 203 Classy
96 Classy 95 Classy 206 Classy 205 Classy
98 Classy 97 Classy 208 Classy 207 Classy
100 Classy 99 Classy 210 Classy 209 Classy
102 Classy 101 Classy 212 Classy 211 Classy
104 Classy 103 Classy 214 Classy 213 Classy
106 Classy 105 Classy 216 Classy 215 Classy
108 Classy 107 Classy 218 Classy 217 Classy
110 Classy 109 Classy 220 Classy 219 Classy
69
Las camas resaltadas en azul, fueron utilizadas como camas borde
ANEXO 4. Análisis Estadístico. Prueba T
Lectura E1H08 E1H11 E1H14 E2H08 E2H11 E2H14 E3H08 E3H11 E3H14 E4H08 E4H11 E4H14
1 0,379 0,3739 0,3739 0,1859 0,0161 0,3739 0,2339 . 0,1778 0,2121 . 0,1778
2 0,1656 0,2466 0,3739 0,1233 0,5447 0,0938 0,0743 0,3739 0,2415 0,1835 0,3739 0,571
3 0,094 0,287 0,5443 0,0855 0,4106 0,1314 0,0386 0,3809 0,6855 0,1778 0,3168 0,3651
4 0,2469 0,0037 0,1992 0,3228 0,1977 0,196 . 0,3739 0,000 . . 0,0079
5 0,3829 0,0746 0,2778 0,1404 0,0667 0,196 0,3605 0,8847 0,035 0,885 0,8764 0,0032
6 0,1151 0,0083 0,5408 0,7086 0,2771 0,2025 0,59 0,0533 0,0667 0,1977 0,3194 0,7445
7 0,2805 0,0001 0,3134 0,2603 0,2173 0,0256 0,3739 0,0466 0,0161 0,3739 0,0423 0,1778
8 0,0122 0,0006 0,3746 0,0282 0,0009 0,8313 0,0466 0,0042 0,1722 0,0334 0,0009 0,4745
9 0,9553 0,1516 0,0295 0,2894 0,1226 0,4341 0,244 0,0015 0,0203 0,0637 0,0019 0,0533
10 0,2355 0,157 0,038 0,5764 0,0542 0,2262 0,1513 0,0024 0,0034 0,1404 0,0002 0,0005
11 0,0187 0,0079 0,1396 0,1925 0,0037 0,0774 0,2428 0,0054 0,0232 0,2426 0,0004 0,0317
12 0,0511 0,1231 0,003 0,0005 0,0481 0,1739 0,086 0,0526 0,0233 0,0243 0,0077 0,0009
13 0,0125 0,4744 0,7938 0,0023 0,17 0,1245 0,0039 0,001 0,0003 0,0001 0,0003 0,0001
14 0,122 0,0013 0,1458 0,0009 0,0032 0,0013 0,0013 0,015 0,0003 0,0002 0,0321 0,0099
15 0,3089 0,1345 0,1859 0,9551 0,0799 0,004 0,245 0,0027 0,0001 0,092 0,0284 0,0005
16 0,0004 0,0001 0,7289 0,0062 0,0158 0,0004 0,0211 0,0001 0,0008 0,001 0,0044 0,0116
Valores de Probabilidad de la prueba T, en la comparación de los tratamientos; en donde se
resaltan los valores de probabilidad menores a 0,05
Lectura: corresponde a los días de estudio, E: estrato o piso foliar; H: hora de muestreo
70
Anexo 5. Análisis Estadístico. Prueba Ji-Cuadrado
Casos con cero esporas en algún tratamiento ANALISIS DE FRECUENCIAS
Esporas en Tto control
NO SI TO TAL
%
NO 0 9 9 11,6 0 100% SI 3 66 69 88,5 4,4 95,7 TOTAL 3 75 78 100
Espo ras Tto con lim pieza
3,9 96,2
Estadística de Ji-Cuadrado Estadístico gl Valor Prob>X2 Coeficiente Phi -
0,072
C o e f i c i e n t e d e Contingencia
0,072
V de Cramer -0,072
Casos donde la limpieza redujo la concentración de esporas
ANALISIS DE FRECUENCIAS Esporas en TC
NO SI TO
TAL %
NO 3 1 4 5,1 % 75,00 25 SI 0 74 74 94,9 % 0,00 100 TOTAL 3 75 78 100
Efecto posi
tivo T1
3,85 96,1
Estadística de Ji-Cuadrado Estadístico gl Valor Prob>X2 Coeficiente Phi 0,860 Coeficiente de Contingencia
0,652
V de Cramer 0,860
Efecto de la hora en la proporción de casos con beneficio de limpieza
ANALISIS DE FRECUENCIAS Efecto Positivo de T1
NO SI TO
TAL %
8 0 19 19 24,3
HO RA
% 0 100
11 1 31 32 41,0 % 3,1 96,9 14 3 24 27 34,6 % 11,1 88,9 TOTAL 4 74 78 100
5,1 94,9
Estadística de Ji-Cuadrado Estadístico gl Valor Prob>X2 Chi-Cuadrado 2 3,277 0,1942 Chi2 de la razon de probabilidad
2 3,818 0,1482
Coeficiente Phi 0,205 Coef ic iente de Contingencia
0,201
V de Cramer 0,205
Efecto del estrato en la proporción de casos con beneficio de limpieza
ANALISIS DE FRECUENCIAS Efecto positivo de T1
NO SI TO
TAL %
1 0 14 14 17,9 % 0 100
2 1 14 15 19,2 % 6,7 93,3
3 2 23 25 32,1 % 8 92
4 1 23 24 30,7 % 4,2 95,8 TOTAL 4 74 78 100
ESTRA TO
5,1 94,9
Estadística de Ji-Cuadrado Estadístico gl Valor Prob>X2 Chi-Cuadrado 3 1,299 0,7293 Chi2 de la r a z ó n d e probabilidad
3 1,954 0,5819
Coeficiente Phi
0,129
Coeficiente de Contingencia
0,128
V de Cramer 0,129
71
Efecto del estrato y la hora en la proporción de casos exitosos
ANALISIS DE FRECUENCIAS
Efecto positivo de T1
HORA
8 11 14 TO TAL
%
1 4 7 3 14 18,92
% 28,6 50,0 21,4
2 5 5 4 14 18,92
% 35,7 35,7 28,6
3 5 9 9 23 31,08
% 21,7 39,1 39,1
4 5 10 8 23 31,08
% 21,7 43,5 34,8
TOTAL 19 31 24 74 100,00
ES TRA TO
% 25,7 41,9 32,4
Estadística de Ji-Cuadrado
Estadístico gl Valor Prob>X2 Chi-Cuadrado 6 2,220 0,8984 Chi2 de la r a z ó n d e probabilidad
6 2,222 0,8982
Coeficiente Phi
0,173
Coeficiente de Contingencia
0,171
V de Cramer 0,122
Efecto del estrato y la hora en la proporción de casos exitosos
ANALISIS DE FRECUENCIAS PARA CASOS CON EFECTO POSITIVO DE T1
HORA
8 11 14 TO TAL
%
1 9 12 7 28 37,84 % 32,14 42,86 25,00
2 10 19 17 46 62,16 % 21,74 41,30 36,96 TOTAL 19 31 24 74 100,0
PI SO
% 25,68 41,89 32,43
Estadística de Ji-Cuadrado Estadístico gl Valor Prob>X2 Chi-Cuadrado 2 1,511 0,4698 Chi2 de la r a z ó n d e probabilidad
2 1,521 0,4675
Coeficiente Phi
0,143
Coeficiente de Contingencia
0,141
V de Cramer 0,143 Piso 1 son los estratos 1 y 2, y Piso 2 son los estratos 3
y 4.
72
Anexo 6. Datos promedios de UFC/h
Promedio de CONIDIAS AEREAS (UFC/h) TRATAMIENTOS
DIA HORA PISO FOLIAR T1 (UFC/h) TC (UFC/h)
11/07/2005 08:00 1 0,6 10,6
2 0 1,6
3 0 1
4 0 1,6
11:00 1 0,2 0
2 0,8 0
3 0 0
4 0 0
14:00 1 0,2 0
2 0,2 0
3 0,4 0
4 0,4 0
12/07/2005 08:00 1 0,4 4,2
2 0,4 1,6
3 0 1,6
4 0 1
11:00 1 0,4 22
2 0,2 0,4
3 0 0,2
4 0 0,4
14:00 1 0 1
2 0 3,8
3 0,2 0,6
4 0,4 1
14/07/2005 08:00 1 0 1,8
2 0,2 1,8
3 0 1,6
4 0 0,8
11:00 1 0 20,8
2 1 20,6
3 0,6 20,4
4 0,2 3,2
14:00 1 0,2 1
2 0,4 1,8
3 0,6 0,8
4 0,2 1
18/07/2005 08:00 1 0,4 1,4
2 0,4 1
3 0 0
4 0 0
11:00 1 0,4 3,6
2 0,2 0,8
3 0 0,2
73
4 0 0
14:00 1 0,8 1,8
2 0 0,6
3 0,2 0,2
4 0,5 2,4
08/08/2005 08:00 1 0,2 0,8
2 0,6 1,8
3 0,6 20,6
4 0,4 0,4
11:00 1 20,6 80
2 20 80
3 20,4 21,4
4 20,2 21,2
14:00 1 0,4 0
2 0,6 0
3 2,6 0
4 2,2 0
09/08/2005 08:00 1 1 43,6
2 0,6 1,8
3 1 0,8
4 0,8 0,2
11:00 1 1,2 81
2 1,2 22,2
3 0,2 1,8
4 1 1,4
14:00 1 1,4 20
2 1 0,4
3 0,8 0,2
4 0,8 0,6
10/08/2005 08:00 1 0,2 21
2 0,2 21,4
3 0 1
4 0 1
11:00 1 0 1
2 0 0,8
3 0 1,6
4 0 1,2
14:00 1 0 20,6
2 0 1,2
3 0 0,8
4 0 0,4
12/08/2005 08:00 1 0,4 6,6
2 0,2 5,4
3 0 1,6
4 0,2 2
11:00 1 0 8
2 0,4 3,8
3 0 2
74
4 0,2 2,2
14:00 1 1,4 2,6
2 1,4 1,6
3 1,2 2,4
4 0,8 1,2
05/09/2005 08:00 1 2 2
2 1,2 2,4
3 0,8 2,2
4 0,6 4
11:00 1 1,2 21,4
2 0,8 4,4
3 0,6 6
4 0,6 6,2
14:00 1 0,8 6,8
2 2 4,6
3 0,4 4
4 0,2 1,8
06/09/2005 08:00 1 3,4 4,4
2 2,8 3,2
3 0,6 1,6
4 0,6 1,8
11:00 1 3,2 22
2 1,6 12
3 1 6,8
4 0,6 6,6
14:00 1 1,4 6,4
2 1,8 4,4
3 0,8 5
4 1,2 6,2
29/09/2005 08:00 1 0,4 3
2 0,4 2,2
3 0,2 3
4 0 4,4
11:00 1 1,8 73
2 2,2 78,2
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30/09/2005 08:00 1 2,4 11,6
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75
4 1 8
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04/10/2005 08:00 1 8,4 145,6
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07/10/2005 08:00 1 2,2 11
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76
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4 1,2 6,4
Total general 1 10