educación niños

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5 razones por las que la crianza moderna está en crisis según una niñera británica Emma Jenner Autora de ‘Keep Calm and Parent On’ En general, soy una persona bastante optimista. Tiendo a creer que todo va a salir bien, a menos que las pruebas indiquen totalmente lo contrario; cualquiera que me conozca bien te dirá que no suelo dramatizar. Este es el motivo por el que cuando afirmo que la crianza moderna está en apuros, en crisis incluso, espero que me escuchen, y que me escuchen bien. He trabajado con niños y padres en dos continentes y durante dos décadas, y lo que he visto en los últimos años me alarma. Estos son los mayores problemas que veo: 1. Tenemos miedo a nuestros hijos Suelo hacer una prueba por las mañanas en la que observo cómo un padre da el desayuno a su hijo. Si el niño dice: "¡Quiero la taza rosa, no la azul!" aunque la madre ya haya echado la leche en la azul, trato de observar con cuidado la reacción de la mamá. La mayoría de las veces, se pone pálida y vierte el contenido en la taza que el niño prefiere antes de que le dé un berrinche. ¡Error! ¿De qué tenéis miedo? ¿Quién manda de los dos? Deja que llore si quiere, y vete de ahí para no escuchar el llanto. Pero, por favor, no trabajes de más sólo para agradar al niño. Y, lo más 1

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Artículo sobre educación. Consejos

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5 razones por las que la crianza moderna est en crisissegn una niera britnica

Emma Jenner

Autora de Keep Calm and Parent On

En general, soy una persona bastante optimista. Tiendo a creer que todo va a salir bien, a menos que las pruebas indiquen totalmente lo contrario; cualquiera que me conozca bien te dir que no suelo dramatizar. Este es el motivo por el que cuando afirmo que la crianza moderna est en apuros, en crisis incluso, espero que me escuchen, y que me escuchen bien. He trabajado con nios y padres en dos continentes y durante dos dcadas, y lo que he visto en los ltimos aos me alarma. Estos son los mayores problemas que veo:

1. Tenemos miedo a nuestros hijos

Suelo hacer una prueba por las maanas en la que observo cmo un padre da el desayuno a su hijo. Si el nio dice: "Quiero la taza rosa, no la azul!" aunque la madre ya haya echado la leche en la azul, trato de observar con cuidado la reaccin de la mam. La mayora de las veces, se pone plida y vierte el contenido en la taza que el nio prefiere antes de que le d un berrinche. Error! De qu tenis miedo? Quin manda de los dos? Deja que llore si quiere, y vete de ah para no escuchar el llanto. Pero, por favor, no trabajes de ms slo para agradar al nio. Y, lo ms importante, piensa en la leccin que le ests enseando si le das todo lo que quiere slo por ponerse a llorar.

2. Hemos bajado el listn

Cuando los nios se comportan mal, ya sea en pblico o en privado, los padres tienden a encogerse de hombros como diciendo: "As son los nios". Te aseguro que no tiene por qu ser as. Los nios son capaces de mucho ms de lo que los padres normalmente esperan de ellos, en cuanto a sus modales, al respeto por los mayores, las tareas del da a da, la generosidad o el autocontrol. Crees que un nio no puede quedarse sentado durante la cena en un restaurante? Nada de eso. Crees que un nio no es capaz de quitar la mesa sin que se lo pidan? De nuevo, no es as. La nica razn por la que no se portan bien es porque no les has mostrado cmo hacerlo y porque no esperas que lo hagan. As de simple. Pon el listn ms alto y tu hijo sabr cmo comportarse.

3. Hemos perdido las costumbres del pueblo

Antes, los conductores de autobs, los maestros, los tenderos y otros padres solan tener carta blanca para corregir a un nio maleducado. Actuaban como ojos y odos de la madre y el padre si los nios estaban fuera de su vista, y todo el mundo colaboraba por un inters comn: criar de forma adecuada a nios y nias. Todo el pueblo se volcaba. En la actualidad, si a alguien que no es padre del nio en cuestin se le ocurre regaarlo, a los padres no les hace ninguna gracia. Quieren que su hijo parezca el nio perfecto, y por eso no aceptan que los maestros u otras personas digan lo contrario. Montarn en clera e irn a hablar con el profesor antes que con su hijo por haberse portado mal en clase. Sienten la necesidad de proyectar una imagen perfecta al mundo y, por desgracia, su inseguridad se ve reforzada porque muchos padres se juzgan entre s. Si un nio se pone a berrear, todas las cabezas se girarn hacia la madre con una mirada reprobadora. En su lugar, debera ser respaldada, porque hay muchas posibilidades de que el berrinche haya tenido lugar por no haber cedido ante alguna de las exigencias de su nio. Ms bien, esos observadores deberan decirle: "Buen trabajo. S lo difcil que resulta poner lmites".

4. Confiamos demasiado en los atajos

Me parece maravilloso que los padres tengan todo tipo de aparatos electrnicos para entretenerse en un vuelo o en la sala de espera del mdico. Tambin es fabuloso que podamos pedir nuestra compra online, y que podamos calentar comida sana a golpe de microondas. Los padres estn ms ocupados que nunca, y estoy totalmente a favor de tomar el camino fcil siempre que sea necesario. Pero los atajos tambin pueden ser una pendiente resbaladiza. Cuando descubres lo bien que Caillou entretiene al nio en un avin, que no te tiente la idea de ponerle los dibujos en un restaurante. Los nios tambin tienen que aprender a ser pacientes. Tienen que aprender a distraerse ellos solos. Tienen que aprender que no toda la comida va a estar siempre caliente y lista en menos de tres minutos y, si es posible, tambin tienen que aprender a ayudar en la cocina. Los bebs tienen que aprender a tranquilizarse solos; no hay que sentarlos en una silla vibradora cada vez que se pongan quisquillosos. Los nios tienen que aprender a levantarse cuando se caen, en vez de subir los brazos para que mam y pap les cojan. Ensea a los nios que los atajos pueden servir de ayuda, pero que resulta muy satisfactorio hacer las cosas por la va lenta.

5. Los padres ponen las necesidades de los hijos por encima de las suyas

Naturalmente, los padres tienden a cuidar de sus hijos en primer lugar, y esto es bueno para la evolucin. Yo defiendo la idea de crear un horario que se ajuste a las necesidades del nio, y que la alimentacin y la ropa del nio sean prioritarias. Sin embargo, los padres de hoy en da han ido demasiado lejos, sometiendo sus propias necesidades y salud mental a las de sus hijos. Cada vez con ms frecuencia veo a mams que se levantan de la cama cada dos por tres para satisfacer los caprichos del nio. O a paps que lo dejan todo y se recorren el zoo de punta a punta y a toda prisa para comprarle a la nia una bebida porque tiene sed. No pasa nada por no levantarte en mitad de la noche para darle otro vaso de agua a tu hijo. No pasa nada si el pap del zoo dice: "Claro que vas a beber agua, pero vamos a tener que esperar hasta llegar a la prxima fuente". No pasa nada por utilizar la palabra no de vez en cuando, ni hay nada malo en pedirle a tu hijo que se entretenga solo unos minutos porque mam quiere usar el bao en privado u hojear una revista.

Temo que si no empezamos a corregir, y pronto, estos cinco errores graves, los nios que estamos criando crecern y se convertirn en adultos arrogantes, egostas, impacientes y maleducados. No ser su culpa, sino la nuestra. No les hemos enseado otra cosa, nunca hemos esperado nada ms de ellos. Nunca quisimos que se sintieran incmodos y, cuando es inevitable que sientan alguna molestia, no se ven preparados para ello. Por tanto, pido por favor a todos los padres y cuidadores del mundo que exijan ms a los nios. Que esperen ms de ellos. Que les hagan partcipes de sus luchas. Que les den menos. Que les pongan rectos y que, juntos, les preparemos para que tengan xito en el mundo real, y no en el mundo protegido que hemos creado para ellos.

Traduccin de Marina Velasco Serrano

Trabajadora social y educadora de padres

7 formas de manejar la actitud desafiante de tus hijos

Cuando tu hijo te mira fijamente a los ojos y te dice: "No, no voy a hacerlo", "Te odio" o "No puedes obligarme", sientes que te est desafiando y no sabes cmo actuar.

Tranquila, no eres la nica.

No obstante, puedes llevar mejor este comportamiento incmodo si tratas de que la relacin con tu hijo se base en la motivacin ms que en las consecuencias negativas y en el castigo. Aqu tienes siete estrategias que te ayudarn a no desmoronarte cuando tengas que enfrentarte a un comportamiento desafiante por parte de tus hijos.

1. No te lo tomes de forma personal

Cuando tu hijo se niega a desayunar, no lo hace con la intencin de frustrarte. Cuando la nia no quiere subirse al coche, no lo hace para molestarte. Un comportamiento desafiante y fuera de lugar es la seal de que tu hijo se siente desconectado. Los nios que se portan mal no lo hacen para conseguir tu atencin. Lo hacen porque necesitan atencin y mantener la conexin contigo. Enfadarte es lo peor que puedes hacer en ese momento.

2. Piensa en el motivo de su reaccin

Imagina que un da te levantas y, antes de que puedas desperezarte, alguien te dice lo que tienes que hacer. Te dicen lo que tienes que ponerte, lo que tienes que comer, a la hora a la que deber salir de casa, y as sucesivamente. No digo que haya que dejar que los nios tomen las riendas, pero si intentas ponerte en su lugar, con su casi inexistente autonoma, quizs entiendes su deseo de poder, aunque sea poder para desafiar.

3. Habla contigo misma

No hay mejor manera para tranquilizarse que hablar con uno mismo. Para asimilar que no es un ataque personal contra ti, tendrs que hablar con tu yo interno y dilucidar qu es lo que est ocurriendo. Esto significa que cuando el nio empieza con su "No quiero vestiiiirme" y tu primera reaccin es "NO ME IMPORTA! VSTETE AHORA MISMO!", podras guardarte eso para ti en vez de exteriorizarlo, y decirte a ti misma: "Respira hondo. El nio se niega a vestirse y yo lo que quiero es chillar, pero puedo tranquilizarme". Si te dices a ti misma que no quieres comenzar una discusin, te convencers para reaccionar de forma ms efectiva.

4. Reflexiona en voz alta sobre los sentimientos del nio, muestra que los tienes en cuenta

Deja que el nio exprese sus quejas, tmatelas con calma y hblale con dulzura. (S, se supone que esto es posible si antes has tenido una conversacin contigo misma). Intntalo con algo as: "Ya s que no te quieres bajar del coche. Ya veo cmo te agarras al asiento y quizs ests pensando que no te vas a bajar del coche por nada del mundo". As, haces una pausa en mitad de la espiral de enfado en la que os habais metido. Cuando pronuncias en voz alta (y tranquila) qu es lo que sucede, cul es el problema, tu hijo se siente reconocido. Y como no te ests implicando en ningn tipo de lucha por el poder, no hay ni autoridad ni control contra la que el nio pueda reaccionar.

5. Prale los pies solo cuando se ponga agresivo

Me refiero a que cuando tu hijo pierde completamente los nervios no hay forma de hacerle entrar en razn. Si se pone tonto por algo, mantn la calma y djale hasta que se tranquilice. Eso s, si empieza a dar golpes, sujtale los brazos y dile "eso no te lo consiento". Si contraataca y se pone a gritar "te odio, eres la peor madre del mundo", no tengas en cuenta sus palabras. Al menos ha pasado de expresar de forma muy inapropiada su agobio y su enfado (mediante golpes) a otro modo un poco ms civilizado (ponerse a gritar). No lo hagas ms difcil. Demuestra que tu corteza prefrontal est completamente desarrollada. T puedes.

6. Ten una opinin positiva de tu hijo

Considera que criar a unos individuos respetuosos, amables y productivos forma parte de una maratn, no de un sprint. Este es otro momento perfecto para que tengas una conversacin contigo misma: "Mi hijo es pequeo y todava est aprendiendo. Su cerebro an no est desarrollado del todo y necesita que le gue con cuidado". Confa en l para las cosas del da a da. Quizs se empea en no salir de casa a una hora concreta, pero probablemente no tenga problema en hacerlo diez minutos ms tarde. Piensa que al final te har caso.

7. Utiliza el humor y los juegos de poder

El humor, si se usa de manera sabia, es una herramienta muy valiosa. Te sugiero que emplees un tono gracioso evitando el sarcasmo y la burla. Si tu hijo se resiste a lavarse los dientes, puedes decir: "Mmm, pues si cierras la boca, me imagino que es porque prefieres cepillarte la nariz y los odos en su lugar". Rete y ellos se reirn... y despus de las risitas, sern obedientes. Los juegos de poder consisten en dejar que el nio se quede con el rol del poderoso. Tumbar a Pap es uno de nuestros juegos favoritos.

S que cuando las cosas se van de las manos, resulta difcil (muy difcil) mantener el control y la calma en vez de reaccionar mal, pero recuerda que tus hijos se fijan en tus gestos y los imitan. Estos consejos te ayudarn a no perder los nervios; pronto vers los resultados: mejorar la relacin con tus hijos as como su comportamiento.

10 errores comunes que cometemos los padres de hoy en da

Cuando iba a ser mam por primera vez, me dieron un montn de consejos. Pero, hasta hace unos pocos aos, no hubo nadie que me comentara que querer a un nio significa querer lo mejor para l a largo plazo.

Cuando mis cuatro hijas eran pequeas, el largo plazo no entraba en mis planes. Lo nico que importaba era sobrevivir, cubrir las necesidades diarias y evitar que nos llegara el agua al cuello.

Sin embargo, ahora que mis hijas estn madurando, parece que la niebla va despejndose. Ya no soy una advenediza, sino una adoctrinada ms del club. Lo bueno que tiene esta fase es que mis hijas ahora quieren pasar ms tiempo conmigo. Tenemos conversaciones reales que revelan una personalidad poderosa. Lo de que duerman toda la noche del tirn tambin ayuda. Puedo pensar las cosas con coherencia y tomar mejores decisiones sobre su educacin.

Ahora, tengo ms en cuenta la idea de a largo plazo. Pienso en el tipo de personas adultas en las que espero que mis hijas se conviertan, y para eso, siempre me pregunto: "Qu puedo hacer hoy para fomentarlo?". Ser consciente de su futuro ha cambiado mi paradigma como madre, porque lo que haca felices a mis hijas cuando tenan 10 o 15 aos no es exactamente lo mismo que las har felices con 25, 30 o 40 aos.

Hace tiempo, me top con algunos artculos y libros interesantes que examinaban lo que los psiclogos observan en la actualidad: cada vez ms veinteaeros estn deprimidos y no saben por qu. Estos jvenes adultos afirman que su infancia fue espectacular. Sus padres son sus mejores amigos. Nunca han experimentado una tragedia en sus vidas ni nada que se salga de cualquier decepcin habitual. Pero, por alguna razn, son infelices.

Una de las razones que se dan es que los padres de hoy en da se precipitan enseguida. No queremos que nuestros hijos se caigan, por lo que, en vez de dejarles que experimenten la adversidad, les allanamos el camino. Apartamos cualquier obstculo con tal de hacerles la vida ms fcil. En cambio, la adversidad forma parte de la vida, y nuestros hijos tendrn que enfrentarse a ella si queremos que desarrollen habilidades que sern necesarias para que continen su camino. As que, aunque parece que les estemos haciendo un favor, en realidad les estamos obstaculizando el camino, su crecimiento. Estamos anteponiendo las recompensas a corto plazo sobre el bienestar a largo plazo.

"Tus hijos no tendrn xito gracias a lo que hayas hecho por ellos, sino gracias a lo que les hayas enseado a hacer por s mismos". Ann Landers

En un artculo se menciona que muchos decanos utilizan el apodo de "tazas de caf" (por su fragilidad ante cualquier contratiempo) para referirse a los chicos recin llegados a la universidad. La pregunta es la siguiente: "Acaso estamos impidiendo que nuestros hijos sean felices de mayores por el hecho de protegerles de la infelicidad cuando son pequeos?".

Esta es la respuesta del psiquiatra Paul Bohn:

Muchos padres hacen lo que sea con tal de evitar que sus hijos sufran cualquier tipo de incomodidad, ansiedad o decepcin; cualquier cosa poco agradable. Y, como consecuencia, cuando se hacen adultos y experimentan las frustraciones normales de la vida, piensan que el mundo se les viene encima, que hay algo que va mal, muy mal.

Estoy compartiendo esta informacin con vosotros porque creo que tiene mucha relevancia en esta poca de sobreproteccin parental. Aunque me parece muy bien que los padres de hoy en da se impliquen ms en la vida de sus hijos, esta implicacin no debera extralimitarse. Lo que a veces se define como seal de ser buen padre puede resultar nocivo para nuestros hijos cuando pase un tiempo. Es necesario que seamos conscientes de ello; si no, estaramos complicando sus vidas aunque nuestro fin sea justo lo contrario.

Mi filosofa favorita sobre la paternidad dice as: "Prepara a tu hijo para el camino, no el camino para tu hijo".

Dicho esto, he elaborado una lista con los diez errores ms comunes que cometen los padres en la actualidad (incluyndome a m). No tengo la intencin de sealar con el dedo a nadie, sino de que la gente tome conciencia. Lo que se inculca en nuestra cultura no siempre es lo mejor para nuestros hijos.

Error n 10: Adorar a nuestros hijos. Muchos de nosotros vivimos en comunidades que se desviven por los hijos. Los estamos criando en hogares completamente centrados en ellos. A nuestros hijos les encanta, claro est, porque nuestras vidas giran en torno a ellos. A la mayora de nosotros tampoco nos importa, porque su felicidad es la nuestra. Nos entusiasma hacer cualquier cosa por ellos, comprarles cosas, cubrirles de amor y de atenciones.

No obstante, creo que es importante tener en cuenta que nuestros hijos han sido creados para ser amados, no idolatrados. Por tanto, cuando les tratamos como si fueran el centro del universo, creamos un falso dolo. En vez de un hogar centrado en los nios, deberamos intentar centrarnos ms en el amor. As, nuestros hijos se sentirn queridos, pero entendern que en el amor, el altruismo va por encima del egosmo.

Error n 9: Creer que nuestros hijos son perfectos. Una cosa que suelo or de los profesionales que trabajan con nios (orientadores o maestros) es que los padres de hoy en da no quieren or nada negativo sobre sus hijos. Cuando se menciona la palabra preocupacin, o problema, la reaccin suele ser atacar al mensajero.

La verdad a veces duele, pero cuando escuchamos con la mente y el corazn abiertos, nos mostramos dispuestos a mejorar. As, podremos intervenir antes de que la situacin se nos vaya de las manos. Es ms fcil tratar a un nio problemtico que reparar a un adulto destrozado.

Una psiquiatra del centro mdico Children's of Alabama me cont hace poco que en la depresin adolescente, resulta clave intervenir con rapidez, puesto que se puede actuar sobre la trayectoria de la vida de un nio. Tambin me dijo que este es el motivo por el que disfruta de la terapia de nios y adolescentes, pues los nios son resilientes, y es mucho ms fcil intervenir de forma efectiva cuando an son jvenes, ya que cuando el problema contina durante muchos aos se incorpora como parte de la identidad de la persona.

Error n 8: Vivir a travs de nuestros hijos. Los padres nos sentimos muy orgullosos de nuestros hijos. Cuando consiguen algo, nos hace ms felices que si lo hubiramos conseguido nosotros mismos.

Lo cierto es que si nos implicamos demasiado en sus vidas, nos resultar ms complicado ver dnde acaban ellos y dnde empezamos nosotros. Cuando nuestros hijos se convierten en una extensin de nosotros, puede que los veamos como nuestra segunda oportunidad. Pero, no se trata de ellos, sino de nosotros. Llega un momento en el que su felicidad empieza a confundirse con la nuestra.

Error n 7: Tratar de ser el mejor amigo de nuestro hijo. Cuando le pregunt a un sacerdote cul era el mayor error que cometen los padres, estuvo pensndolo un momento y luego contest: "El problema ocurre cuando los padres dejan de ser padres y no son capaces de asumir sus responsabilidades, aunque a veces cueste".

Como todo el mundo, quiero que mis hijos me quieran. Quiero que reconozcan mis mritos y me tengan cario. Pero si quiero hacer bien mi trabajo, tengo que aceptar que se enfaden y que a veces no les gusten mis decisiones. Pondrn los ojos en blanco, se quejarn y desearn haber nacido en otra familia.

Pero, tratar de ser el mejor amigo de tu hijo solo puede llevar a una permisividad excesiva, y a que tomes decisiones desesperadas por temor a no contar con su aprobacin. Esto no es amor, sino necesidad.

Error n 6: Entrar en una competicin por ser el mejor padre. Todos los padres llevan algo de competitividad en las venas. Lo nico que necesitan para despertar al monstruo es que otro padre ponga a su hijo por encima del tuyo.

He odo muchas historias de este tipo que tienen lugar en patios de colegio; historias de amistades rotas y traiciones en las que se entrometieron familias completas y la cosa acab mal. En mi opinin, el origen se encuentra en el miedo. Tememos que nuestros hijos se queden aparte. Tenemos miedo de que, si no nos ponemos serios e intervenimos para pararle los pies a cualquiera, se sumirn en la mediocridad para el resto de su vida.

Creo que los nios tienen que esforzarse y entender que los sueos no se cumplen as como as, que para ello tienen que trabajar y luchar. No obstante, si fomentamos una actitud de ganar cueste lo que cueste y les permitimos que empujen a otros nios para conseguir ser los primeros, la cosa se nos est yendo de las manos.

Es verdad que en la adolescencia el carcter no nos parece tan importante; en cambio, cuando somos adultos, el carcter lo es todo.

Error n 5: Olvidarnos de lo maravilloso que es ser nio. El otro da descubr una pegatina de Tarta de Fresa en el fregadero, lo que me hizo recordar la alegra de vivir con nios.

Llegar un da en que deje de haber pegatinas en el fregadero. Ya no habr Barbies en la baera, ni muecas en mi cama, ni Mary Poppins en el DVD. Las ventanas estarn limpias, sin huellas, y la casa estar tranquila porque mis hijas saldrn con sus amigos en vez de quedarse en el nido.

Criar a nios pequeos puede ser un trabajo duro y montono. A veces, es tan agotador fsica y emocionalmente que nos encantara que se hicieran mayores cuanto antes. Por otra parte, tambin tenemos curiosidad por saber cmo ser su crecimiento. Cules sern sus pasiones? Como padres, esperamos poder descubrir sus dones, para saber aprovechar sus puntos fuertes y animarles a que sigan por la buena direccin.

Pero, cuando proyectamos su futuro, y nos preguntamos si ese gusto por el arte le convertir en Picasso, o si su voz melodiosa har de ella una Taylor Swift, podemos llegar a olvidarnos de disfrutar de lo realmente bueno: los cuentos de antes de dormir, los pijamas de una sola pieza, las cosquillas en la tripa y los gritos de alegra. A veces, nos olvidamos de dejar que nuestros hijos se comporten como nios y disfruten de su infancia.

La presin sobre los nios comienza demasiado pronto. Si queremos echar una mano a nuestros hijos, tenemos que protegerles de estas presiones. Hay que dejar que disfruten y crezcan a su propio ritmo, as que, en primer lugar, deben explorar sus intereses sin miedo al fracaso y, en segundo lugar, no tienen que sentirse agobiados.

La infancia es un momento de juegos y de descubrimientos. Cuando metemos prisa a los nios, les estamos robando una etapa inocente por la que nunca volvern a pasar.

Error n 4: Criar al hijo que queremos, y no al que tenemos. Como padres, nos creamos una imagen propia de nuestros hijos. Esta imagen comienza a confeccionarse en el momento del embarazo, antes incluso de saber el sexo del beb. En secreto, deseamos que el nio se parezca a nosotros, pero un poco ms inteligente y con ms talento. Queremos ser su ejemplo, y modelar su vida siguiendo el patrn de la nuestra.

Sin embargo, los nios suelen seguir su propio modelo y, adems, desconfiguran los nuestros. Al final, son como nunca los imaginamos. Nuestro trabajo consiste en descubrir sus dones innatos, y en tratar de guiarlos por el buen camino. Ante todo, inculcarles nuestros propios sueos no va a funcionar. Solo si entendemos quines y cmo son, podremos tener un impacto en sus vidas.

Error n 3: Olvidar que los hechos pesan ms que las palabras. A veces, cuando mis hijas me preguntan algo, me dicen: "Por favor, responde en una frase". Me conocen bien, y saben que aprovecho cualquier leccin de la vida diaria y la convierto en un momento de aprendizaje. Quiero que tengan sabidura, pero de lo que a veces me olvido es de que mis ejemplos ensombrecen mis palabras.

Cmo respondo al rechazo y a la adversidad... Cmo trato a mis amigos y a los desconocidos... Si me peleo con su padre o si nos apoyamos mutuamente... Ellas se dan cuenta de todas estas cosas. Y mi actitud les da permiso para comportarse de la misma manera.

Si quiero que mis hijas sean maravillosas, yo tambin tengo que aspirar a lo mismo. Tengo que ser la persona que espero que sean ellas.

Error n 2: Juzgar a otros padres... y a sus hijos. Independientemente de lo mucho que difieras en la forma de educar que tienen otros padres, no es tu misin juzgarlos. Nadie es completamente bueno ni completamente malo; todos somos un poco de todo, todos luchamos contra nuestros propios demonios.

Personalmente, tiendo a ser ms benevolente con otros padres cuando yo lo estoy pasando mal. En los momentos en que los nios me lo ponen difcil, entiendo el comportamiento de muchos padres.

Nunca sabemos por lo que alguien est pasando, ni cundo nos veremos en una situacin parecida. Aunque, en ocasiones, no podamos evitar tener nuestros prejuicios, deberamos controlarlos y tratar de entender a la otra persona en lugar de llegar a conclusiones precipitadas.

Error n 1: Subestimar el CARCTER. Si hay una cosa que espero hacer bien con mis hijos es conseguir que tengan un buen CORAZN. El carcter, la fibra moral y una brjula interna son los cimientos que forman la base para un futuro feliz y saludable. Esto es ms importante que cualquier boletn de notas o que cualquier trofeo que ganen.

Nadie puede exigir un carcter concreto a sus hijos, y ms teniendo en cuenta que el carcter no significa mucho a la edad de 10 o de 15 aos. Los nios a esa edad se preocupan por las recompensas a corto plazo, pero nosotros, como padres, conocemos mejor la historia. Sabemos que lo importante con 25, 30 o 40 aos no es lo largo que lanzaste una vez un baln o si fuiste animadora, sino cmo tratas a los dems y qu piensas de ti mismo. Si queremos fomentar el carcter, la confianza, la fuerza y la resiliencia, tenemos que dejar que los nios se enfrenten a las adversidades y que experimenten el orgullo que se siente al salir reforzado de una situacin difcil.

Es complicado ver a nuestros hijos caer, pero a veces es necesario. En ocasiones, hay que preguntarse si intervenir se encuentra entre las mejores opciones. Hay un milln de formas de amar a nuestros hijos, pero, a la hora de buscar su felicidad, conviene ser conscientes de que a veces la pena a corto plazo ser recompensada con creces por los beneficios en el futuro.

Formas de cagarla emocionalmente con tus hijos

Los nios son la luz de nuestra vida. Todos nos estrenamos como padres con una sola idea en la cabeza: lograr que tengan xito, amor y felicidad. Sin embargo, estos sueos a veces no se cumplen porque los nios no obtienen lo ms importante que necesitan para convertirse en adultos disciplinados, maduros y con motivacin. A continuacin mostraremos ocho cagadas que harn que tu hijo sufra depresin, ansiedad, rabia, relaciones familiares tensas, problemas con sus amigos, autoestima baja y conflictos emocionales a lo largo de su vida.

1. Ignorar o minimizar los sentimientos de tu hijo. Si tu hijo manifiesta tristeza, enfado o miedo y t te burlas de l, lo humillas, lo ignoras o te res, ests minimizando sus sentimientos. Bsicamente, le ests diciendo que lo que siente est mal. Cuando haces esto, frenas el amor de tus hijos y pierdes oportunidades para crear ese vnculo que les haga saber que sus padres les quieren de manera incondicional.

2. Falta de consistencia en las normas. Si nunca hablas con tus hijos sobre lo que esperas de ellos, nunca sabrn cmo comportarse de forma apropiada. Los nios tratan de estar al nivel de tus expectativas. Tus pautas les proporcionan las claves y los lmites que les ayudan a definir quines son, si lo hacen bien o mal. Si no dejas las cosas claras, tu hijo pensar que la vida es algo indefinido y empezar a buscar sus propios lmites, lo que har que baje su autoestima y que tenga problemas de comportamiento.

3. Tratar a tu hijo como a un amigo. Nunca compartas todas tus preocupaciones y tus problemas con tu hijo, ni le pidas consejo. Si te muestras desamparado y derrotado ante tus hijos, nunca aprendern a respetarte y te tratarn como a un igual o a alguien inferior, pues sentirn que los utilizas como terapia. Debes demostrar a tus hijos que puedes hacer frente a los problemas y a los retos, manejar el estrs en tu vida y salir del tnel. S espontneo y muestra tus emociones, pero no sobrecargues a tus hijos.

4. Menospreciar al otro progenitor. Si no manifiestas afecto y amor hacia tu pareja delante de vuestro hijo, el nio no desarrolla ese barmetro que le indica lo que es el amor o a qu se parece. Si desprecias a tu pareja y la rechazas, amenazando con el divorcio, creas un estado crnico de ansiedad en tu hijo. Si ya ests divorciado y te mantienes fro, distante, crtico y enfadado con tu ex, ests enviando a tu hijo el sutil mensaje de que tu ex es la causa del divorcio y de que t tienes que ser su mam o pap favorito. Esto es alienacin parental.

5. Castigar la independencia y la separacin. Cuando castigamos a nuestros hijos por madurar, les hacemos sentir culpables por tener necesidades y deseos normales en su desarrollo, lo que a menudo les provoca inseguridad, rebelda y otros comportamientos que acaban incapacitndolos para desconectar y ser ellos mismos.

6. Hacer de tu hijo una prolongacin de ti mismo. Si, como padre o madre, asocias tu propia imagen y tu vala a la apariencia de tu hijo, a su carcter, a sus habilidades y hasta a sus propios amigos, le ests haciendo entender que le quieres por lo que tiene, y no por lo que es. Esto har que ellos busquen agradar en lugar de emprender, y que siempre estn preocupados por si son o no lo suficientemente buenos.

7. Entrometerte en las relaciones de tus hijos. Dirigir cada accin de tu hijo en lo que a relaciones se refiere (ya sea con amigos o con profesores) inhibe su madurez. Por ejemplo, si tu hijo se mete en un lo en la escuela y t vas inmediatamente a hablar con el profesor para arreglarlo, o ests constantemente dicindole cmo tratar a sus amigos, el nio no aprender a manejar por s mismo los aspectos ms complejos de sus relaciones.

8. Sobreproteccin. Cuando protegemos a nuestros hijos frente a todo problema o emocin, hacemos que crezca su autoestima y que piensen que tienen derecho a todo, cruzando a veces la lnea del narcisismo. Esperan que la vida sea ms fcil de lo que es y quieren todo para ellos, independientemente de cmo sea su comportamiento. Luego podrn deprimirse y confundirse cuando no obtengan lo que creen que se merecen.

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