editorial. 12-31-2015. la naturaleza del reino de dios (ii)

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EDITORIAL. 12/31/2015. La Naturaleza del Reino de Dios (II). Christian Reyes. El Reino de Dios no es un movimiento. La incredulidad en torno a la existencia de Dios, de un reinado de Él sobre la humanidad, funde sus raíces en los desatinos de los representantes religiosos, la religión del hombre, entorpece los planes divinos, el cristianismo no ha escapado de estas manos peligrosas y ha cometido grandes atropellos como los perjuicios ocurridos en la edad media o los abu- sos que son efectuados por parte de aquellos que utilizan la fe como fuente de ganancia. Para hablar del Reino de Dios, tengo que decir que este reino no se limita a un espacio geográfico y que tampoco es dirigido por deseos humanos, por esto, el Reino no se sitúa en un país en específico, ni tampoco es un movimiento político, ni mucho menos se halla en un líder religioso, o en un gobierno humano, el reino de Dios es una realidad que sub- siste fuera de la voluntad de los hombres, una característica fundamental del reino de Dios es su forma de accionar en la vida de los seres humanos y la historia humana, libre de los empeños humanos, me alegra decir que el Reino de Dios ya actúa en los hombres y que hizo irrupción en la historia humana por medio de Jesucristo. El reino de Dios reside en los creyentes, se puede ver a través de ellos y convence al mundo de pecado; es la sal que preserva de la putrefacción, sin embargo, a los creyentes convendría preguntarnos ¿Dón- de queda la sal si esta pierde su sabor? El Reino de Dios es una realidad posible, capaz de cambiar a los individuos y su sociedad. . ¡Comparte la Esperanza! El creyente está llamado a fortalecer la vida de sus semejantes tal como conviene a los creyentes en Dios. El llamado continuo a los creyentes es a decir no a la muerte y si a la vida. En este tiempo de zozobra y confusión, donde los corazones de los hombres inicuos se sirven del mal para sus planes, Dios nos llama a los creyentes a dar todo por la vida, por la esperanza, a luchar por un lugar en donde los hombres y mujeres se respeten, donde el servicio mutuo remplace a los males existentes en todos los tipos de relaciones humanas, en donde el amor resplandezca sobre la oscuridad de aquellos que no conocen el amor, la misericordia y la benignidad. El reino de Dios es un lugar en donde se respeta la vida humana, es un sí a la dignidad del ser humano, es un espacio en donde la marginación y desprecio no existen, es un lugar en donde todos los seres humanos son iguales. Sin embargo, este reino siempre estará amenazado, ya que aquellos que lo comparten son seres imperfectos, a su vez hay muchos que no quieren que este Reino se efectúe y lasti- mosamente también hay muchos que no son “trigo” sino cizaña que lastima el trigo. El trigo y la cizaña son muy parecidos, pero el destino de la cizaña es la de crecer para ser desechada por el segador, mientras que el trigo vive para dar fruto de vida a los demás. En

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Christian Reyes, La Naturaleza del Reino de Dios (II).

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EDITORIAL. 12/31/2015.La Naturaleza del Reino de Dios (II).Christian Reyes.

El Reino de Dios no es un movimiento.La incredulidad en torno a la existencia de Dios, de un reinado de Él sobre la humanidad, funde sus raíces en los desatinos de los representantes religiosos, la religión del hombre, entorpece los planes divinos, el cristianismo no ha escapado de estas manos peligrosas y ha cometido grandes atropellos como los perjuicios ocurridos en la edad media o los abu-sos que son efectuados por parte de aquellos que utilizan la fe como fuente de ganancia.

Para hablar del Reino de Dios, tengo que decir que este reino no se limita a un espacio geográfico y que tampoco es dirigido por deseos humanos, por esto, el Reino no se sitúa en un país en específico, ni tampoco es un movimiento político, ni mucho menos se halla en un líder religioso, o en un gobierno humano, el reino de Dios es una realidad que sub-siste fuera de la voluntad de los hombres, una característica fundamental del reino de Dios es su forma de accionar en la vida de los seres humanos y la historia humana, libre de los empeños humanos, me alegra decir que el Reino de Dios ya actúa en los hombres y que hizo irrupción en la historia humana por medio de Jesucristo. El reino de Dios reside en los creyentes, se puede ver a través de ellos y convence al mundo de pecado; es la sal que preserva de la putrefacción, sin embargo, a los creyentes convendría preguntarnos ¿Dón-de queda la sal si esta pierde su sabor? El Reino de Dios es una realidad posible, capaz de cambiar a los individuos y su sociedad..

¡Comparte la Esperanza!El creyente está llamado a fortalecer la vida de sus semejantes tal como conviene a los creyentes en Dios. El llamado continuo a los creyentes es a decir no a la muerte y si a la vida. En este tiempo de zozobra y confusión, donde los corazones de los hombres inicuos se sirven del mal para sus planes, Dios nos llama a los creyentes a dar todo por la vida, por la esperanza, a luchar por un lugar en donde los hombres y mujeres se respeten, donde el servicio mutuo remplace a los males existentes en todos los tipos de relaciones humanas, en donde el amor resplandezca sobre la oscuridad de aquellos que no conocen el amor, la misericordia y la benignidad. El reino de Dios es un lugar en donde se respeta la vida humana, es un sí a la dignidad del ser humano, es un espacio en donde la marginación y desprecio no existen, es un lugar en donde todos los seres humanos son iguales.

Sin embargo, este reino siempre estará amenazado, ya que aquellos que lo comparten son seres imperfectos, a su vez hay muchos que no quieren que este Reino se efectúe y lasti-mosamente también hay muchos que no son “trigo” sino cizaña que lastima el trigo. El trigo y la cizaña son muy parecidos, pero el destino de la cizaña es la de crecer para ser desechada por el segador, mientras que el trigo vive para dar fruto de vida a los demás. En

el Reino el creyente se convierte en árbol de vida para los que están a su sombra, este es el privilegio de los hijos del Reino de Dios. El trigo aprende a convivir con la cizaña, y ya que la cizaña crece para el día del juicio, el creyente crece para dar fruto al ciento por uno, aún a pesar de la cizaña, la esperanza del creyente será siempre el arrepentimiento, pues Dios conoce los corazones de los hombres, Él no puede ser burlado, y segara sobre el trigo y la cizaña para dar a cada uno conforme a su faena. En el reino de Dios, solo la semilla que muere es capaz dar fruto al ciento por uno “Solo la semilla que muere, germina y no se echa a perder” aquella que no muere es comida por las aves (Consumida por el afán y las riquezas). Esta muerte, no es un martirio acorde al privilegio de los santos mártires, sino una negación completa a la vida propia a fin de cumplir la voluntad de Dios. El Reino de Dios es un llamado a los sirvientes para que no se aprovechen de sus compañeros, pues vendrá el Señor de todos y al siervo malo lo echara a las tinieblas de afuera, es también la morada de los que esperan la redención de su Señor. Me alegra decir que el Reino de Dios está cerca.

No abandonemos el bien, dediquemos a bendecir, dediquemos a ayudar, dediquemos a cumplirá la voluntad de Dios. En el mundo, los hombres se aprovechan de otros, pero a los creyentes, Dios les llama a servir a los demás, y aunque la historia humana muestra más males que bienes, Dios ha puesto la salvación a disposición de los hombres. El Reino de Dios, es Dios en favor de los marginados y pobres haciéndolos reinar sobre la tierra, es Dios en contra de los soberbios y en favor de los humildes.

El Mayor será vuestro Servidor.Dios ya rompió la dinámica de maldad que se señorea sobre los hombres y nos dice que en este mundo de adversidades sirvamos a los demás, ya que los cristianos estamos lla-mados a servir a nuestros semejantes. “Entonces Jesús, llamándolos, dijo: Sabéis que los gobernantes de las naciones se enseñorean de ellas, y los que son grandes ejercen sobre ellas potestad. Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor.” Mateo 20:25-26. Algunos olvidan el servicio a los cre-yentes pues es fácil perderse en los deseos del mundo olvidando que no podemos servir a Dios y a las riquezas. Por esto, Dios ha proveído una salida al sufrimiento de la vida humana, dependerá de los hombres si estos toman la redención que ha sido provisto por Dios. Él quiere liberar al hombre de su esclavitud y tomar el papel protagónico en su vida, y para ello nos dice: “Al que te hiera en una mejilla vuélvele también la otra” y “Bien-aventurados los que trabajan por la paz porque ellos serán llamados hijos de Dios.” De esta manera, Dios ha proveído la salvación para la humanidad.

Así pues, el Reino de Dios usa de hombres y mujeres de carne y hueso, quienes negándose a sí mismos, viven su vida reflejando a Jesucristo en sus corazones, a pesar de sus limi-taciones, cumpliendo así el designio salvífico de Dios, un propósito inexorable, a esto, puedo decir que será muy gratificante que el Señor encuentre a sus hijos haciendo bien. A pesar de las condiciones adversas de la historia humana, la cual muestra más hierros que aciertos, los creyentes estamos llamados a compartir la esperanza, a compartir pan con el

hambriento, a decir al mundo que en Jesucristo hay libertad, Dios es capaz de liberar al hombre del orgullo y de los males que le aquejan, pues Él, es quien ha servido a los hom-bres al grado de aceptar la muerte, tan grande es su amor que en su muerte, perdono a aquellos que le lastimaron. El Reino está cerca de aquellos que lo buscan, dispuesto a ser encontrado por quienes lo anhelan. Compartamos la esperanza, ¡La cosecha esta lista, el segador pagara a cada uno según su obra!

Christian Reyes Letona.Correo: [email protected]

San Salvador, El Salvador.