editorial. 11-30-2015. la naturaleza del reino de dios

2
EDITORIAL. 11/30/2015. La Naturaleza del Reino de Dios. Christian Reyes. Entre tantos discursos acerca de Dios y asimismo del desfile religioso de la posmoderni- dad, no falta quienes se atrevan a especular acerca de Dios de la manera más extravagan- te, a pesar de ello, la predicación del evangelio vitorea continuamente, instituyendo a las personas en el camino propiciado por Dios para la redención humana, aquellos que nos dedicamos a la faena teológica tendremos el apremio continuo de participar de esta reali- dad de la Missio Dei hacia la humanidad. Al Encuentro del Reino. El creyente, entre más haga por embellecer su conversión, no podrá negar la indiscuti- ble realidad de la providencia divina hacia a su vida y de como Dios se ha glorificado en ella por su sola misericordia. Unos, sin quererlo encuentran el gran “tesoro” de su vida y luego gozosos venden todo lo que tienen para comprar el campo donde se encuentra esta extraordinaria fortuna (Mateo 13:44). Algunos, habiendo ido en busca de joyas, encontra- mos la más preciosa de las perlas y vendemos todos lo que tenemos para comprar dicha joya (Mateo 13:45-46). En cualquiera de los casos, es la providencia divina la que alcanza al creyente y es la misericordia de Dios la que se glorifica en los hombres a fin de redimir a la humanidad. En momentos difíciles, como el espacio actual que vive nuestra nación salvadoreña y también buena parte del mundo, en donde la zozobra y el miedo aquejan la vida de los hombres, salir al encuentro del Reino de Dios es el llamado a los creyentes. La Naturaleza del Reino de Dios. Sin embargo, a pesar del esfuerzo de los creyentes de buscar el reino y de promoverlo en- tre los hombres, el corazón del ser humano estará siempre resistiendo los planes de Dios, esto corresponde a la naturaleza propia del corazón del hombre pero también se debe a que la mayoría de ocasiones, el discurso religioso no deja de ser un mero cúmulo de pala- bras huecas que no cumplen con el propósito divino de la exaltación de Dios, a través de su reino de amor, justicia y misericordia para la humanidad, y la observancia de este, el reino de Dios, pues, no es el patrimonio de pocos escogidos pero si es responsabilidad de todos los que por Dios han sido puestos a la edificación del plan divino de la salvación, es decir, cada creyente de forma individual. Una de las características de este reinado es el llamado a la limpieza personal de aquellos que participan de él, Jesús mismo lo dijo, lla- mando la atención a las multitudes, en la reprensión dirigida a los que tenían el monopolio religioso y que también herían el corazón de los que no participaban de la religión insti- tuida, despótica y marginadora del momento. “…Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio” En una época en donde las enseñanzas básicas del cristianismo han sido ideologizadas y asimismo sepultadas por las tradiciones eclesiásticas, el mensaje del reino de Dios pone de manifiesto la naturaleza bienhechora y sanadora de Dios sobre los creyentes y los deseos de salvación de Dios para la huma-

Upload: coloquioes

Post on 30-Jan-2016

11 views

Category:

Documents


0 download

DESCRIPTION

Christian Reyes, La Naturaleza del Reino de Dios (I).

TRANSCRIPT

Page 1: EDITORIAL. 11-30-2015. La Naturaleza Del Reino de Dios

EDITORIAL. 11/30/2015.La Naturaleza del Reino de Dios.Christian Reyes.

Entre tantos discursos acerca de Dios y asimismo del desfile religioso de la posmoderni-dad, no falta quienes se atrevan a especular acerca de Dios de la manera más extravagan-te, a pesar de ello, la predicación del evangelio vitorea continuamente, instituyendo a las personas en el camino propiciado por Dios para la redención humana, aquellos que nos dedicamos a la faena teológica tendremos el apremio continuo de participar de esta reali-dad de la Missio Dei hacia la humanidad.

Al Encuentro del Reino.El creyente, entre más haga por embellecer su conversión, no podrá negar la indiscuti-ble realidad de la providencia divina hacia a su vida y de como Dios se ha glorificado en ella por su sola misericordia. Unos, sin quererlo encuentran el gran “tesoro” de su vida y luego gozosos venden todo lo que tienen para comprar el campo donde se encuentra esta extraordinaria fortuna (Mateo 13:44). Algunos, habiendo ido en busca de joyas, encontra-mos la más preciosa de las perlas y vendemos todos lo que tenemos para comprar dicha joya (Mateo 13:45-46). En cualquiera de los casos, es la providencia divina la que alcanza al creyente y es la misericordia de Dios la que se glorifica en los hombres a fin de redimir a la humanidad. En momentos difíciles, como el espacio actual que vive nuestra nación salvadoreña y también buena parte del mundo, en donde la zozobra y el miedo aquejan la vida de los hombres, salir al encuentro del Reino de Dios es el llamado a los creyentes.

La Naturaleza del Reino de Dios.Sin embargo, a pesar del esfuerzo de los creyentes de buscar el reino y de promoverlo en-tre los hombres, el corazón del ser humano estará siempre resistiendo los planes de Dios, esto corresponde a la naturaleza propia del corazón del hombre pero también se debe a que la mayoría de ocasiones, el discurso religioso no deja de ser un mero cúmulo de pala-bras huecas que no cumplen con el propósito divino de la exaltación de Dios, a través de su reino de amor, justicia y misericordia para la humanidad, y la observancia de este, el reino de Dios, pues, no es el patrimonio de pocos escogidos pero si es responsabilidad de todos los que por Dios han sido puestos a la edificación del plan divino de la salvación, es decir, cada creyente de forma individual. Una de las características de este reinado es el llamado a la limpieza personal de aquellos que participan de él, Jesús mismo lo dijo, lla-mando la atención a las multitudes, en la reprensión dirigida a los que tenían el monopolio religioso y que también herían el corazón de los que no participaban de la religión insti-tuida, despótica y marginadora del momento. “…Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio” En una época en donde las enseñanzas básicas del cristianismo han sido ideologizadas y asimismo sepultadas por las tradiciones eclesiásticas, el mensaje del reino de Dios pone de manifiesto la naturaleza bienhechora y sanadora de Dios sobre los creyentes y los deseos de salvación de Dios para la huma-

Page 2: EDITORIAL. 11-30-2015. La Naturaleza Del Reino de Dios

nidad, quien perdonando los pecados de ellos, llama consecutivamente al corazón de los hombres al arrepentimiento.

Limpiar el jardín de nuestra casa.El cristiano tiene la integridad de ser llamado a poner en práctica todo lo que Dios ha suministrado para su vida, el llamado dado al creyente es a cuidar de su vida y la de sus semejantes, lastimosamente, la historia humana muestra que muy a menudo las religiones del mundo, han sido por una parte, solamente actores del impedimento del progreso de la humanidad, en otras ocasiones, causa de odio y guerras entre los hombres (como las guerras religiosas, la rivalidad entre denominaciones, y el fundamentalismo religioso) El cristianismo, en gran disposición es consciente de esta realidad, de allí, el fuerte llamado a la hermandad, el amor hacia el prójimo y enemigos, que coronan la nobleza de la doctrina cristiana, sin la cual, la piedad cristiana no sería más que una religión cualquiera, pues quien no ama a su prójimo no ha conocido a Dios.

Enhorabuena, el cristiano está llamado a constituir este reinado de Dios, pero esta parti-cipación no es por medio de esfuerzos religiosos, sino por la relación del individuo con Dios la cual se refleja en la vida del creyente y su entorno, la cual, lo llevara a acciones concretas ligadas al bien de sus semejantes. Para participar de la formación del Reino de Dios hay que velar de cuidar el “jardín” de nuestra casa, el jardín de nuestra propia vida, aunque la tentación religiosa a ver las espinas del ojo ajeno siempre está presente, el cre-yente no está llamado a condenar las debilidades de sus semejantes, todo lo contrario está llamado a afrontar con sinceridad sus limitaciones y contribuir al reino de Dios con la mejora de aquellas áreas que le hacen errar del camino del evangelio. “¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?” Mateo 7:4. El reino de Dios es un llamado a preocuparse por el propio estado de nuestras vidas, este es un llamado a asear nuestra casa y a cuidar del jardín de nuestro corazón, para que quienes se acerquen a nuestra vida se encuentren acogidos y bendecidos con nuestra persona, es importante recordar que esto en nada entorpece el aporte del creyente a su comunidad, contrario lo ubica en el lugar que le corresponde, en el efecto que el evangelio produce en la vida del creyente y aquello que se encuentra a su alrededor.

Christian Reyes Letona.Correo: [email protected]

San Salvador, El Salvador.