ecos de dante

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QUE ARDA EL ALMA En medio de la senda oscura. La noche se pega a los ojos, la bruma inunda la calma. Entre vivos, entre muertos, tartamudo caminar de alma y cuerpo. En la mente del poeta que nos lleva al ensueño, mientras se navega por las aguas del Estigio hasta el Averno. Estrella, querella; la purga de la vida, el poema. [Ana M. Hurtado] EXCESOS Yo quisiera cada hora y cada día no tener que beber, No desanudar mi garganta, Mi cuerpo lleno de grietas y agujeros Vuelven a ella, Y no importa el entendimiento, Bebo, ¿y qué puedes tú? Te despeñas, El manantial de sus piernas, Se reanuda, no cesa, Yo sin piel, bebía, lo recuerdo, La sed es mi cuerpo, bebo el néctar. [Sandra Monedero] LA IRA El hombre se avasalla con su ira con extrema fuerza hasta descender al infierno, no mide nunca consecuencia alguna ya que es poca su mesura. Aquella que perjudica al ser en la tierra agrede a cualquiera que se estremezca, se pierde el control del ser que la posee tornándose en violencia por su indebida paciencia. No existe templanza en el hombre

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Page 1: Ecos de Dante

QUE ARDA EL ALMA En medio de la senda oscura. La noche se pega a los ojos, la bruma inunda la calma. Entre vivos, entre muertos, tartamudo caminar de alma y cuerpo. En la mente del poeta que nos lleva al ensueño, mientras se navega por las aguas del Estigio hasta el Averno. Estrella, querella; la purga de la vida, el poema. [Ana M. Hurtado]

EXCESOS

Yo quisiera cada hora y cada día no tener que beber, No desanudar mi garganta, Mi cuerpo lleno de grietas y agujeros Vuelven a ella, Y no importa el entendimiento, Bebo, ¿y qué puedes tú? Te despeñas, El manantial de sus piernas, Se reanuda, no cesa, Yo sin piel, bebía, lo recuerdo, La sed es mi cuerpo, bebo el néctar. [Sandra Monedero]

LA IRA El hombre se avasalla con su ira con extrema fuerza hasta descender al infierno, no mide nunca consecuencia alguna ya que es poca su mesura. Aquella que perjudica al ser en la tierra agrede a cualquiera que se estremezca, se pierde el control del ser que la posee tornándose en violencia por su indebida paciencia. No existe templanza en el hombre

Page 2: Ecos de Dante

cuando su mundo no es como le corresponde, la fuerza del mal actúa y con su ira es él quien responde. [Lissette Rodríguez]

EL SUFRIMIENTO ATADO A MI ALMA

El infierno nos asfixia con su voracidad de maldad, las almas condenadas se ahogan, en un despertar sin fin. el llanto y el castigo los golpea sin parar; dejando entrever al círculo que los ata. la rutina no deja olvidar, el porque están allí y la única salvación es, pedir que los resguarden del olvido. [Jorge Gil]

POEMA DE LOS MUERTOS El tiempo es una enfermedad que rejuvenece al alma, destruye la corporeidad liberándola de su karma. De viaje al Averno Virgilio lleva a Dante y al abrirse el Tártaro desciendo alegremente. Sin importar lo que pase, me siento complacido pues viví como héroe en un mundo maldito. Sé que en el futuro Volveré como mesías Al igual que el hippie Nazareno Que resucito al tercer día.

Page 3: Ecos de Dante

Y aunque Hades me odie lo querré como un amigo, ya que Virgilio y Dante llenarán mi vacío. Desde el Olimpo con mi obra destruiré el purgatorio, lugar lleno de tortura para los incomprendidos y locos. Y como conclusión construiré una escalera para que el mal y la desolación suban a mi guarida. Así, en mis prosas y versos enjaulados quedarán luego de tragar los mecanismos que mis entrañas pulverizaran al igual que el tiempo la vida mía, generando un retorno al poema de los muertos. [Bryan Sitelle]

EL OLVIDO Nadie quiere ser olvidado como las almas tampoco quieren ser condenadas al olvido que es su mayor miedo. Su deseo por ser recordadas se escucha como un grito en la alta montaña sus gritos son ecos en el purgatorio. El fuego y el frío son testigos de las plegarias que son elevadas a los vivos. Las almas en sus velos esperan por las oraciones. [María Alejandra Jaramillo]

Page 4: Ecos de Dante

LOS SEIS SABIOS LÍMBICOS ¡Canta la albada a la alabada sala! Acaparan babas tras la amarrada adarga; Allanan la aldaba a la Santa Palabra alada; Alaban la pagana arpa ca al altar daban. Abarajan canas las ataraxadas vagas Tras las amalgamadas, apagadas almas. Ablandan la larga llamada las calvas calmas: Las abalanzadas, atrancadas, afanadas albas. ¡Ah, apalabradas tablas a agalla asaltas! Hablas a las labradas amadas, palabras dan. Tras saltar la arrancada, salvada atalaya, andas; Atacas a las acaparadas, más ca a Adán dan a Dan... [Alejandro Sierra] ENTRE DANTE Y BEATRIZ Yo sólo existo en la carencia, Ocioso y plácido, elemental. Dentro de mí un pensamiento conspira: Afirmando los instintos niego la eternidad… Nada es como parece: la vida del hombre, ay, oscura libertad. Tramo exiliarme del cielo, proyectando mi muerte entre las rosas. Esta belleza, ay, es otra cosa. Y no comprendiendo del todo mi designio, Bello reflejo que es de la noche aciaga, Entro en las constelaciones del destino azaroso; A través de los campos licenciosos, Tiene mi alma un sabor marchito. Ríe ella, a pesar de todo, perdida e ingenua, mientras transita por el mundo. Ipsa felicitas, se nisi temperat, premit; proclama Séneca. Zaherir, pues, la verdad de piedra y el silencio de las estrellas busco en la Tierra. [V. H. Vásquez]