econografo escuela de economía no. 11 un acercamiento al
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ISSN 2011-6292
Econografo Escuela de Economía
No. 11
UN ACERCAMIENTO AL PROCESO DE COLONIZACIÓN DEL BRASIL (Finales del S. XV a mediados del S. XIX)
María Fernanda Romero Andrés Felipe Patarroyo R
P
UN ACERCAMIENTO AL PROCESO DE COLONIZACIÓN DEL BRASIL (Finales del S. XV a mediados del S. XIX)
María Fernanda Romero1 Andrés Felipe Patarroyo R2
Resumen Salvo contadas excepciones, los países del centro y sur de América tienen un ámbito político, social y económico similar. El hecho de que los países latinos sean tan semejantes radica en la etapa colonial americana, pues la raíz común de estos pueblos es el imperialismo español. En el cono sur, un país es diferente a los otros en los aspectos socio-político y económico. Brasil es la única nación colonizada por el reino de Portugal sufriendo un proceso diferente al del resto de los países latinos. Palabras clave: Colonización – Institucionalismo – Brasil
AN APROACH TO BRAZILIAN COLONIZATION PROCESS (End of XV C. and middle XIX C.)
Abstract With few exceptions, the countries of Central and South America have a political, social and economic similar. The fact that Latin countries are so similar is in the American colonial period, as the common root of these peoples is the Spanish imperialism. In the Southern Cone, a country is different from the others in the socio-political and economic aspects. Brazil is the only nation colonized by the kingdom of Portugal undergoing a process different from other Latin countries. Keywords: Colonization - Institutionalism – Brazil –Portugal. Código JEL: B52-N15
1 Estudiante de sexto semestre de economía de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de Colombia, Sede Bogotá [email protected],
2 Estudiante de sexto semestre de economía en de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
Nacional de Colombia, Sede Bogotá.
***Investigación desarrollada para la asignatura Historia Económica General orientada por el profesor Edwin
López.
Rector Moisés Wassermann Lerner
Vicerrector Sede Bogotá
Julio Esteban Colmenares
FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS
Decano
Jorge Iván Bula Escobar
Vicedecano Académico Juan Abel Lara Dorado
ESCUELA DE ECONOMÍA
Director
Leonardo Duarte Vergara
Coordinador Programa Curricular de Economía
Héctor William Cárdenas
Director Jorge Armando Rodriguez
Subdirector German Nova
La serie Econografos considera para publicación manuscritos originales de estudiantes de pregrado de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Colombia, que hayan sido propuestos, programados, producidos y evaluados en una asignatura, en un grupo de estudio o en otra instancia académica. Econografos Escuela de Economía ISSN 2011-6292 La serie Documentos FCE puede ser consultada en el portal virtual: http://www.fce.unal.edu.co/publicaciones/ Coordinador Centro Editorial Álvaro Zerda Sarmiento Profesor Asociado - FCE Equipo Centro Editorial Sergio Perez Juan Carlos García Sáenz Diego Felipe Gutiérrez Bedoya Correo electrónico: [email protected] Este documento puede ser reproducido citando la fuente. El contenido y la forma del presente material es responsabilidad exclusiva de sus autores y no compromete de ninguna manera a la Escuela Administración y Contaduría Pública, ni a la Facultad de Ciencias Económicas, ni a la Universidad Nacional de Colombia
Introducción
Salvo contadas excepciones, los países del centro y sur de América tienen un ámbito político,
social y económico similar. El hecho, que los países latinos sean tan semejantes radica en la etapa
colonial americana, pues la raíz común de estos pueblos es el imperialismo español, que a partir del
descubrimiento de América encontró en las “Indias Orientales” un nuevo territorio dotado de recursos
disponibles para el aprovechamiento de la corona católica española y sus súbditos. La dominación
española sobre la mayor parte del continente americano hizo común a la mayoría de los países el
manejo social y las instituciones nacionales que perdurarían luego de las guerras independentistas.
En el Cono Sur, un país es diferente a los otros en los aspectos socio-político y económico.
Brasil es la única nación colonizada por el reino de Portugal sufriendo un proceso diferente al del resto
de los países latinos.
Hubo situaciones importantes exógenas al concepto inicial de colonización portuguesa en
Brasil, que determinaron virajes importantes en el manejo que el reino luso dio a sus posesiones en
América, como las guerras napoleónicas, el tratado de Versalles y la ambición del resto de los países
europeos que modificaron el proceso de colonización previsto por la autoridad portuguesa. De igual
manera, existían barreras naturales, como la Cordillera de los Andes, que impidieron una mayor
expansión del dominio español y/o portugués en el continente.
Los aspectos de la colonización portuguesa están delimitados por varios elementos importantes
que vale la pena analizar, pues fueron determinantes en la diferencia social y política que tendría Brasil
del resto de los países andinos y del centro de América. Estudiaremos el proceso de colonización desde
un punto de vista institucional pues creemos que son las instituciones la piedra angular del desarrollo
económico de los países y asimismo es el punto más importante en la explicación de la diferencia
existente. En este orden de ideas expondremos las razones que llevaron a instituciones claramente
disímiles del resto de América en el territorio brasilero.
Este ensayo se divide en cinco partes: sobre las reglas de colonización, estrategia portuguesa de
colonización, comercio colonial, terminación de la etapa colonial y comentarios finales.
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1. Sobre las reglas de colonización
El estudio más relevante acerca de reglas de colonización e instituciones fue desarrollado por
AJR3 en su artículo “Los orígenes coloniales del desarrollo comparativo: una investigación empírica”.
Establecieron su análisis en tres premisas, que nos permitiéremos presentar textualmente, y sobre las
cuales se basará el análisis de la colonización del Brasil.
1. “Los diversos tipos de políticas de colonización crearon diferentes grupos de
instituciones. En un extremo, los europeos establecieron “Estados extractivos”,
ejemplificados por la colonización belga del Congo. Estas instituciones no dieron
mucha protección a la propiedad privada, ni establecieron un sistema de pesos y
contrapesos contra la expropiación del gobierno. De hecho, el propósito principal
del Estado extractivo era transferir recursos de la colonia al colonizador.
En el otro extremo, muchos europeos emigraron y se asentaron en diversas colonias, creando
lo que el historiador Crosby (1986) llama “nuevas Europas”. Los colonizadores trataron de replicar las
instituciones europeas, con gran énfasis en la propiedad privada y en el control del poder del gobierno.
Los principales ejemplos son Australia, Nueva Zelanda, Canadá y Estados Unidos.
2. La factibilidad de los asentamientos influyó en la estrategia de colonización. En lugares
donde el ambiente insalubre no era favorable al asentamiento europeo, no resultaba posible crear
“nuevas Europas”, y era más factible la formación del Estado extractivo.
3. El Estado colonial y las instituciones persistieron aun después de la independencia.”[1]
Los análisis realizados sobre estas premisas fueron hechos para el proceso colonial inglés
principalmente, usando como variable de medición para el éxito del asentamiento, la tasa de mortalidad
que sufrieron los primeros grupos, en relación con las enfermedades fiebre amarilla y malaria. El litoral
brasileño donde se desarrolló fuertemente el proceso colonial portugués se encuentra libre de estas
enfermedades al igual que el resto de colonias americanas, nueva España y Norteamérica. Está
particularidad implicaría cierta favorabilidad para los grupos de asentamiento en el Brasil, y
3 AJR: Daron Acemoglu, Simon Johnson y James A. Robinson
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consecuente el establecimientos de instituciones de acuerdo a éste y otros factores externos e internos
de igual importancia.
La población inicial incide en la regla de colonización. En el caso de Brasil “Cuando los
portugueses llegaron en 1500, no se encuentra una avanzada civilización con hordas de metales
preciosos para el saqueo, o de una disciplina social importante. Los indígenas brasileños eran
principalmente cazadores-recolectores, aunque algunos se desplazan hacia el uso de la agricultura de
roza y quema para cultivar mandioca. Su tecnología y los recursos que se supone delgada sobre el
terreno. No tenían ciudades, ni animales domésticos. Ellos fueron hombres y mujeres de la edad de
piedra, caza y pescado, desnudos, analfabetas” [2]. Esta es una de las principales diferencias con el
proceso español y la principal semejanza con el proceso inglés. Para Portugal implicó formular una
estrategia de colonización diferente a las presentadas hasta el momento.
Es importante considerar las situaciones político-económicas de los países descubridores en
relación con las demás naciones europeas; “la mayoría de los historiadores coinciden en señalar el año
1500 como punto que separa el mundo medieval del mundo moderno. Los dos primeros siglos de esta
nueva época tuvieron gran importancia histórica, abarcando acontecimientos tan diversos como una
revolución de los precios, una revolución comercial, un renacimiento, los viajes de descubrimiento, la
colonización del nuevo mundo, el desarrollo comercial y mundial y la aparición de los estados
nacionales como forma predominante de organización política en Europa. … Los años finales del siglo
XVII nos muestra a vencedores, como Holanda e Inglaterra; “segundones”, como Francia, y claros
perdedores, como España, Italia y Alemania”. [3]
Es claro que la aparición del nuevo mundo a finales de siglo XV, es un factor a considerar en el
desarrollo de los estados nación europeos. América actúo como receptor importante de las
migraciones europeas, fuente de riquezas y proveedoras de productos que encontraron mercado en el
viejo continente. Desde las metrópolis se decidieron los aspectos relevantes de las economías
coloniales, “explotación de los recursos naturales de un amplio territorio en provecho del comercio
europeo” [4], característica que presentan las colonias portuguesa y española, regiones que podían
proveer bienes y servicios que en Europa no se producían a diferencia de la tierras norteamericanas.
Las reglas de colonización también pueden ser diferenciadas por el tamaño de población
colonizadora, se ha destacado un aspecto importante para el éxito de estos asentamientos –condiciones
climáticas favorables- además de éste, es necesario que el país colonizador tenga un excedente de
población que pueda actuar en la ocupación física de las nuevas tierras, se requiere entonces que en el
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país de origen (europeo) no haya condiciones favorables para la población existente y/o que la nuevas
tierras prometan un mejor bienestar. Sobre el tamaño de la población colonizadora las políticas
gubernamentales tienen un efecto considerable, porque estimulan y/o presionan a su población a
migrar a esos nuevos territorios. En el caso de Portugal, con baja población y con rezagos de la peste y
hambre de los siglos pasados, no disponía de un excedente de población para la ocupación de la nueva
colonia y tampoco eran claros los beneficios que allí pudieran obtenerse, adicionalmente el nuevo
territorio no presentaba una población nativa considerable ni tampoco destacadas habilidades ni en
agricultura ni en minería, esto dificultaba cualquier estrategia de colonización y el establecimiento de
actividades económicas. Portugal debió considerar este factor en su modelo de colonización en Brasil.
El caso inglés es diferente, evidentemente la tierras americanas constituyeron una válvula de escape para
el excedente de población europea, y en la estrategia de colonización de la Antillas, fueron necesarias
fuertes políticas que promovieran la migración anglosajona; en España no es muy fácil de dilucidar esta
relación.
Portugal debía asumir la colonización del vasto territorio brasilero otorgado en el Tratado de
Tordesillas. No era una gran potencia europea, no contaba con excedente de población, no encontró
metales precisos que financiaran el control del territorio ni población nativa importante, pero era un
importante comerciante y basaba sus actividades económicas en la intermediación en productos de
oriente y occidente (especias, esclavos) estas actividades apalancarían la estrategia portuguesa de
colonización. En el proceso de ocupación económica del territorio de Brasil, se establecieron “Estados
Extractivos” basados en la explotación agrícola, a diferencia de Hispanoamérica, que centró la
extracción en la explotación minera y norteamérica donde floreció una “nueva Europa”.
2. Estrategia portuguesa de colonización
Portugal en el siglo XV, había explorado la costa africana manejaba el comercio de esclavos,
producía azúcar en la islas africanas producto apetecido en Europa, con la ruta marítima a las indias
orientales eliminó la intermediación de los árabes en el mercado de especias; al igual que los holandeses
era una nación dada al comercio. El descubrimiento no es importante para Europa en general, se torna
importante por factores políticos bajo la idea en la cual los dueños de estas nuevas tierras serían España
y Portugal. En este sentido surgen presiones de las pujantes naciones europeas (Inglaterra, Francia y
Holanda), que redundan en fijar un criterio para declarar la propiedad del territorio: la ocupación
efectiva del mismo. Este criterio fue bastante lesivo para los portugueses, quienes no contaban con el
dinero suficiente para financiar la militarización de las fronteras, no encontraron como los españoles
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riquezas a la vista que proveyeran esos importantes recursos, y su escasa población no estaba en
condiciones de migrar.
Este contexto hizo que decisiones acerca de la colonización portuguesa en el territorio brasilero
fueron cambiantes en el tiempo. Desde el principio el plan de colonización fue enfocado a usar una
mínima parte de inversión privada para asegurar el grueso de las ganancias resultantes de la campaña
colonialista a la corona; de este modo en un principio se designaron funcionarios gubernamentales con
el cargo de capitanes-gobernadores para instaurar las primeras colonias en el territorio, impartir justicia
y encargarse de la tarea de proveer de recursos al reino. La tarea de fundar asentamientos a lo largo del
territorio era urgente, pues sería el punto fuerte en la consolidación de la soberanía portuguesa sobre el
territorio frente a las otras potencias colonialistas europeas.
Los continuos intentos franceses de instaurar colonias, a pesar de fallidos, y los problemas
institucionales llevaron a un re direccionamiento de las instituciones coloniales brasileras. Se crearon
nuevos cargos más cercanos a la corona para menguar el excesivo poder de los capitanes-gobernadores,
en dirección a atender las constantes quejas de los colonos sobre abusos de autoridad.
“Otro de los grandes problemas que afectó a la colonización de Brasil en este período (1534-
1548) se relacionaba con la administración de justicia. En las cartas de donación, Joao III delegó
amplísimas competencias para el juicio de las causas civiles y criminales tanto en los capitanes-
gobernadores, que en muchos casos delegaron en sus lugartenientes, como en sus respectivos oidores.
La deficiente y, a veces, arbitraria aplicación de la justicia suscitó muchos reparos por parte de los
habitantes que frecuentemente solicitaban la intervención de la Corona. El 10 de mayo de 1548,
Alfonso Gonçalves sugería al monarca que enviase a la Provincia de Santa Cruz jueces reales, porque las
nuevas tierras no se poblarían si los habitantes no tenían garantías de que podrían, en caso de
necesidad, recurrir a instituciones judiciales independientes” (Couto 1996).
Luego de una verificación de las condiciones de colonización de la pobre eficiencia en el
proceso de ocupación efectiva del territorio, el imperio tomó la decisión de llevar a cabo un modelo
mixto de colonización, donde participaría mucho más que antes la empresa privada, con un aliciente, la
creación del gobierno general, que instauraba a un representante del rey encargado de fiscalizar las
acciones que llevasen a cabo los capitanes-gobernadores. Esto constituyó un refuerzo de la autoridad
portuguesa en el territorio y significó un fortalecimiento de los derechos de propiedad en Brasil, las
instituciones se tornaban un poco más eficientes.
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En este modelo de colonización mixta, aparece la idea de la explotación agrícola del Brasil. Esta
idea involucra la constitución de América como parte del mercado europeo y es una experiencia
pionera de colonización, no se trata solamente de extracción y despojo. La primera empresa agrícola
europea, surge para un producto con un mercado importante en el viejo continente el “azúcar”, dada la
favorabilidad climática del territorio. Esta iniciativa combinó: el conocimiento técnico y operacional
derivado de la experiencia portuguesa, el capital aportado por los Países Bajos especialmente Holanda,
en toda la línea de producción con claros intereses sobre el control de este producto en el mercado de
destino.
El problema que ahora debían solucionar era la mano de obra, como se ha mencionado los
indígenas brasileños no tenían una desarrollada agricultura, ni una organización estable, y eran grupos
pequeños, estas características reducían su probabilidad de uso en un cultivo como el de caña de azúcar,
además ellos no estaba acostumbrados a recibir órdenes, someterse a una jornada de trabajo etc., la
mano de obra blanca también era escasa y por tanto, los salarios que desearían para aventurarse en esta
nuevas tierras no eran económicamente viables. Portugal desde hace algún tiempo comerciaba con
población negra africana (esclavos), y dadas las exigencias de mano obra barata que se necesitaba, esta
fue la mejor alternativa encontrada, aunque debe destacarse el hecho de que su costo aumento por el
traslado y la alta mortalidad presentado hasta de un 50%, por las condiciones infrahumanas que
soportaban durante el viaje.
El sistema de producción requería extensas áreas cultivadas, muchos individuos (mano de obra)
y un capataz, así se constituían las plantaciones. En la exploración de territorios alejados de la costa, se
encontraron desiertos al sur y suelos arenosos no aptos para la agricultura, focalizando la actividad
económica sobre la costa. Paralelo a la colonización de productos para exportación, era necesaria una
economía de subsistencia que garantizará la permanencia de la colonia, se establecieron pequeñas
unidades productivas semejantes a las del campesino europeo.
El pico de producción de azúcar se produjo en la segunda década del S. XVII, alcanzado
15,000-20,000 toneladas al año. Alrededor de 1600, la población de los asentamientos portugueses fue
de alrededor de 100.000 de los cuales aproximadamente un tercio eran de color blanco, 15.000 eran
esclavos africanos, y el resto fueron mulatos, o mamelucos (hijos de blancos e indios). Esta pequeña
población en relación con las exportaciones de azúcar producía un el valor per cápita de las
exportaciones mayor que, la plata exportada de Nueva España en aquella época. [5]
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A pesar de los buenos resultados de colonización agrícola portuguesa, los españoles
continuaron con la extracción de metales preciosos, se limitaron a reforzar el control de aislamiento de
su rico territorio. España no llegó a interesarse en fomentar un intercambio con las colonias o entre
éstas. La política española estaba orientada en el sentido de transformar las colonias en sistemas
económicos autosuficientes y productores de un excedente líquido – en forma de metales preciosos-
que se transfería periódicamente a la Metrópoli. [6] Estas transferencias ocasionaron un aumento de los
Gastos y tamaño del Estado español, elevó la inflación; los metales preciosos provocaron en España un
efecto negativo sobre la producción y un estímulo para las demás economías europeas.
El grupo administrativo delegado fue superior en la Nueva España. En el período colonial
portugués no se estableció una aristocracia como hicieron los españoles en Nueva España.
Paralelamente a la administración civil fue la iglesia, con los jesuitas en 1549 procedentes de la orden
religiosa dominante. Como en España, en la corona portuguesa existía el derecho de patronato
eclesiástico, de modo que el vínculo entre la iglesia y la administración era cercano. Sin embargo, la
iglesia no era tan potente como en la Nueva España. [7]
España pudo haber dominado el mercado de los productos tropicales, en sus territorios se
encontraba una mano de obra más especializada en la agricultura, tierras más fértiles y una ubicación
más próxima a Europa. Portugal pudo haber tenido un comportamiento semejante al español, si al
igual que nueva España, en Brasil se hubieran hallado fácilmente metales preciosos.
3. Comercio colonial
Cuando España absorbe a Portugal en el siglo XVII, y Holanda promueve la guerra contra
España, recordemos que los holandeses habían invertido en la industria azucarera Brasilera; la causa
principal se centró en el control del mercado del azúcar, durante el periodo de ocupación española los
holandeses lograron introducirse por cerca de un cuarto de siglo años en Brasil. En ese periodo,
aprenderían los aspectos técnicos y operativos de la industria azucarera, base de la competencia que
posteriormente realizarían introduciendo el azúcar en las Antillas, derivando en la ruptura del
monopolio Portugués ocasionando una significativa reducción de precios, casi hasta la mitad.
La colonización de las Antillas, constituía una operación con objetivos políticos que reflejaban
la continua riña entre las potencias (Francia, Inglaterra y Holanda) por apoderarse del rico territorio
español; la estrategia se basó en la pequeña propiedad que consistía en otorgarle al colono un pedazo de
tierra y éste la pagaría con su trabajo. El proceso uso mano obra blanca por las circunstancias especiales
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de sus países de origen, excedentarios en población, además de las presiones gubernamentales. Pero no
fueron muy exitosas, debido a las dificultades de crear mercados para nuevos productos competitivos
comparables con el azúcar, el cultivo del tabaco fue unos de los relativamente exitosos. Los procesos
iniciados en Norteamérica también estaban bajo la estrategia de pequeña propiedad, sus resultados no
fueron mejores porque podían producir lo mismo que en Europa. Inicialmente hubo mucho atraso en
estas colonias.
Cuando Portugal restaura su independencia, los holandeses fueron expulsados del Brasil, se
trasladaron a las Antillas aprovechando la guerra que libraran Francia e Inglaterra, allí introdujeron el
azúcar. Para este sistema de producción la pequeña propiedad no era adecuada, la baja en los precios
del tabaco estimuló a los colonos de las Antillas a vender sus parcelas, con lo cual se fueron formando
las grandes plantaciones. La población blanca no era apropiada, por los costos que tenía, se introdujo
igualmente población negra. La población blanca migró con el capital obtenido para tierras más
amigables como Norteamérica. Con el control de la producción del azúcar y el poder comercial y
económico holandés, las Antillas se convirtieron en poderosos grupos financieros con una posición
geográfica muy favorable.
A finales del siglo XVII y comienzos del XVIII, se inició una nueva dinámica en las colonias de
Norteamérica y el Caribe. Las Antillas se convierten en importadoras de bienes y servicios dada su
especialización en productos de exportación. Norteamérica se convierte en proveedor de bienes
(alimentos), manufacturas, energía y transporte, con las guerras que se libraban en Europa la
navegación se vio estimulada en Norteamérica que desarrolló una importante industria naval. Las
Antillas se especializaron en un artículo de exportación, el azúcar, del cual obtenía divisas en Europa, y
representaban intereses financieros de las metrópolis a diferencia de las colonias septentrionales, con
marcados intereses comerciales y poca afinidad con la metrópoli.
La producción de azúcar en la Antillas, golpeó fuertemente la economía colonial brasilera, por
pérdida de monopolio y la consecuente caída en los precios, durante este periodo se descubrieron de
importantes yacimientos de oro y diamantes en territorio brasilero. Portugal aparecía en este tiempo
como una nación debilitada por el proceso sufrido con España, esto requirió que Portugal estableciera
alaguna estrategia con la cual pudiera seguir siendo potencia colonial.
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4. Terminación de la etapa colonial
En 1640 cuando se restaura la independencia portuguesa, este país se encontró
extremadamente débil, por la pérdida del comercio en oriente y la desorganización del mercado de
azúcar. Para poder mantenerse como metrópoli colonial, tendría que alinearse con alguna potencia. A
mediados del s. XVII, se establecieron varios acuerdos con Inglaterra, que marcaría profundamente la
vida política y económica de Portugal y Brasil durante los siguientes dos siglos; sucedió algo similar al
inició de la colonia, cuando formó alianza con los holandeses en este caso se alían con Ingleses.
El pacto Inglaterra- Portugal, tenía como finalidad garantizar la supervivencia de este último
como potencia colonial. Los acuerdos tenían siempre la misma estructura: Portugal hacia concesiones
económicas e Inglaterra pagaba con promesas o garantías políticas. Los ingleses conseguían, además,
privilegios que les permitieran mantener comerciantes residentes, prácticamente en todas las colonias
portuguesas. El acuerdo de 1661 incluía, finalmente una cláusula secreta por la cual los ingleses
prometían defender las colonias portuguesas contra cualquier enemigo. [8]
En el siglo XVIII, los privilegios ingleses interrumpieron la iniciativa de producción de
manufacturas en la colonia brasilera, conjuntamente con los descubrimientos de oro, que desvanecieron
aún más esta posibilidad. La explotación de oro fue llevada a cabo por los ingleses, permitiendo el
crecimiento de esta nación como centro financiero por la concentración de reservas de oro. Para
Portugal el oro fue una apariencia de riqueza y repitió la historia española. Los ingleses dominaban la
colonia, y la convirtieron en un mercado de expansión para su creciente economía.
La minería de oro trajo modificaciones en la estructura de la población, se redujo la población
negra y aumento la población blanca. Para la decadencia de la minería, había llegado la era del libre
mercado, siglo XIX, Inglaterra ya estaba instalado en Brasil, y su despegue industrial necesitaba
mercados de consumidores.
La forma peculiar en que se realizó la independencia de la América portuguesa tuvo
consecuencias fundamentales en su desarrollo subsecuente. Habiéndose traslados en gobierno
portugués para el Brasil bajo la protección inglesa y operándose la independencia sin discontinuidad en
la jefatura del gobierno, los privilegios económicos de los cuales se beneficiaba Inglaterra en Portugal,
se transfirieron automáticamente para el Brasil independiente. En efectos, si bien es cierto que el Brasil
consiguió separarse de Portugal en 1822, necesitó varios decenios para librarse de la tutela que, debido a
sólidos acuerdos internacionales, siguió manteniendo Inglaterra sobre él. [9]
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Inglaterra que debía defender a Portugal, ante la posible pérdida de la colonia, no lo hizo
porque restablecer a Portugal como intermediario con la colonia era un mal negocio, y la ingleses solo
les interesaba seguir manteniendo el control económico de la colonia. Así, Brasil reconoce desde 1827
la soberanía inglesa en el campo económico que se mantendría hasta 1842. Este año podría
considerarse el final de la etapa colonial en Brasil.
5. Conclusiones
La colonización portuguesa en América se diferencia de la española y la inglesa, porque basaron
su industria extractiva en la explotación agrícola (industria azucarera) introduciendo por primera vez
una colonia en el Mercado europeo. Los españoles no se interesaron por estimular algún tipo de
industria diferente a la minería, constituyendo estados enteramente extractivos de despojo y saqueo.
Los ingleses encontraron tierras donde podrían establecer una nueva Europa.
Sólo la América española, encontró una densidad de población nativa importante que la
diferencio de las condiciones iniciales, tanto de Norteamérica como la América portuguesa, pero las
instituciones que se establecieron en estas últimas no fueron similares, podríamos decir que este
contraste, se debió, en alguna medida al tamaño y el poder de la nación colonizadora, Inglaterra y
Portugal, es posible que aunque los ingleses no hubiesen encontrado metales preciosos, como le
sucedió a los portugueses, su tamaño y poder habría sido suficiente para iniciar el proceso de
colonización.
La campaña inicial del gobierno portugués respecto a la colonización fue iniciativa plenamente
gubernamental, con participación de individuos pertenecientes al gobierno encargado de proporcionar
las reglas del juego a los colonizadores fue un movimiento institucional que no arrojó los mejores
resultados. Una vez los métodos fueron más afinados y hubo una mayor participación privada, con la
alianza portuguesa y holandesa para el arranque la empresa agrícola. Fueron necesarias una serie de
instituciones que respetaban más los derechos de propiedad, garantizando la protección del capital
privado invertido en el Brasil, el proceso productivo mejoró sustancialmente y el estatus de Brasil frente
al gobierno portugués y frente a las otras colonias lusas.
La población colonizadora del Brasil, fue población negra importada de áfrica, requerida por la
empresa agrícola y dada la escasez de población del país colonizador. Existe una limitación importante
sobre la variable de mortalidad de grupo colonizador, porque la correlación utilizada con fiebre amarilla
y malaria, de AJR, no es fácilmente verificable en regiones donde el riesgo es bajo como en la costa
brasilera foco de colonización Portuguesa, y donde no hubo grupo colonizador blanco importante que
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se afectara, este condición de adversidad que influiría en las instituciones establecidas, no presenta una
causalidad importante en el proceso de colonización en Brasil.
La premisa presentada por AJR, sobre la permanencia de las instituciones después de la
independencia; se ve reflejada claramente en los compromiso adquirido por Portugal con Inglaterra y
que luego se transfirieron en obligaciones brasileras con Inglaterra.
El proceso de colonización brasilero, fue un modelo mixto colonización, combinando la
intereses comerciales y financieros de los holandeses con las necesidades de ocupación efectiva del
territorio que se exigían a Portugal, donde la industria extractiva respondía tanto a intereses
gubernamentales como a la rentabilidad económica esperada de la inversión privada. Esto derivó en el
establecimiento de instituciones que respondieran a ambos intereses, que en general buscaban el
favorecimiento del comercio con Europa.
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Referencias bibliográficas:
[1] ACEMOGLU, D y otros. Los orígenes coloniales del desarrollo comparativo: una
investigación empírica. Revista de Economía Institucional, Vol 7, N° 13. Segundo semestre de
2005.
[2] [5] [7] MADISON A, Brazilian development experience from 1500 to 1929.
[3] NORTH D y THOMAS R, El nacimiento del mundo occidental. Una nueva historia
económica (900-1700). Tercera parte comienzos de la edad moderna. p 165.
[4] PRADO, Caio. Historia económica del Brasil. Síntesis general económica al final de la era
colonial. Ed. Futuro, 1960. p 127.
[6] FURTADO C, Formación económica del Brasil. Fundamentos económicos de la ocupación
territorial. Fondo de cultura económica, 1962. p 21. [8] p 41; [9] p 44.
[8] COUTO, Jorge. Portugal y la construcción del Brasil. Capítulo 5 Los modelos de colonización
y capítulo 7 La organización económica y social. Ed. Mapfre. 1996.