e1 la duplicidad, entrevista a fernandoescritor jorge volpi trata el tema en las elegidas. la trama...
TRANSCRIPT
Page: Books_1 Pub. date: Sunday, April 10 Last user: [email protected] Edition: 1st Section, zone: Libros, State Last change at: 16:46:50 April 8
DOMINGO 10 DE ABRIL 2016 11DLibrosELNUEVOHERALD.COM
E1
G anador dos veces delpremio Letras de oro, enMiami, con Los labiospintados de Diderot y
Cosas de viejos, Fernando Villa-verde (La Habana 1938), es unode esos escritores “extraños” queaparecen de vez en cuando en elArchivo Literatura. Ejemplo deesto vendría a ser su excelenteLa irresistible caída del muro deBerlín (Bokeh, 2016), una falsacrónica que puede ser leída comouna autobiografía y a la vez comouna novelita de espionaje, unrelato de viaje, un ensayo ficcio-nal y un diario sobre los desen-cuentros vida-poder. Para inten-tar despiezar La irresistible…, nosreunimos en su casa, en Barcelo-na, España.
Una de las cosas que másllama la atención en tu novelaes su sintaxis, ese modo traba-do y ligero sobre el que parececonstruirse todo el libro. Situvieras que definir tu escritu-ra, ¿qué dirías?
“Diría que eso nace de miconcepción inicial de la obra, quehago escrita en primera personapor su protagonista. A partir desus maneras de ser y su forma-ción, que nos deja saber a lolargo del libro con juicios litera-rios y artísticos, al narrarnos suhistoria este hombre huye de unaprosa seca y naturalista, evita loprosaico. Sólo que al no ser escri-tor y esforzarse por relatar consinceridad, a la vez que escribede esa manera suelta y espontá-nea da a su expresión las formaselegantes del que “escribe”,sigue modelos aprendidos. O sea,que ese estilo y esa sintaxis quedices mías hay que recibirlos conuna figura de por medio. Ése queescribe así no soy yo sino mipersonaje”.
Hace unos años, comentan-
do la novela que ahora final-mente ha salido, decías: “unlibro muy entroncado con losmomentos que está viviendola literatura”. ¿A cuáles mo-mentos te referías?
“Paso rápido por las mil discu-siones sobre la novela modernaque tocan mi libro: el relato quese va haciendo según se lee y aveces se mira a sí mismo, la na-rrativa como saco en el que caena placer fragmentos de diversosgéneros o episodios ajenos quefuncionan como ramajes o refle-jos del relato central, disfracesautobiográficos. Más allá deestas justas consideraciones meparece que la particularidad de Elirresistible… es ser un diario per-sonal que fusiona dos novelas.Una de espionaje en la GuerraFría y otra sobre las aventurasdomésticas de una pareja, su vidacotidiana, viajes, amigos, paseos,reflexiones. Y las dos acaban porvolverse necesarias una a la otra,
si bien las cosas acaban al revésque por lo general, es el relatodoméstico el eje y la intriga unmecanismo novelero, propiciopara que el lector habituado alsuspense siga leyendo, no porengañarlo sino para seducirlo yque acceda a lo fundamental.Otro aspecto del asunto, muypresente en mi libro: la fusión-confusión entre autobiografía yficción. Te diré que los hechosreales o vividos que puedan ha-ber sido semilla de un capítulo, alescribir los manejo como unabola de masilla con la que voymoldeando figuritas, las posturasde esas figuritas, los decoradosen que gesticulan, y al final armoun teatro del que querer extraerla realidad es no saber leerme.Otra cosa es el contexto. A esteespacio mayor sí doy veracidad,aunque una veracidad espectral,huella en el fango”.
En la nota de contraportadaa La irresistible… hablas de la
duplicidad, tema recurrenteen las historias y ciudades queentran y salen del libro. ¿Pu-diera pensarse la duplicidad-también- como una de lastantas variantes del poder?
“Aparte las duplicidades sem-bradas a lo largo del libro, desdelos gemelos y las dos Alemaniasa esa cónsul cubana que mudadevociones, pienso que sobretodo mi libro late la pesantezcada vez más evidente de que ennuestros tiempos un atributoesencial para alcanzar la dosis depoder que sea es aprender dupli-cidad y saber ejercerla. Connombre disfrazado es hasta unaasignatura en las escuelas paraejecutivos. Mi libro transcurre enel engaño que emana del poder”.
¿En qué estás trabajandoahora?
“De inmediato, reviso mi librode relatos Los labios pintados deDiderot para su posible reediciónen esta misma colección en la
que se ha publicado El irresisti-ble… No porque vaya a cambiarleni una coma sino porque ha sidoescaneado para llevarlo al forma-to digital y esto obliga. Luego, enuna novela que estaría en princi-pio acabada pero a la que piensodar una revisión completa. Deltodo distinta en estilo a El irresis-tible… o a Los labios…, y en esome acerco a mi admirado Dide-rot, que poco creía en fijarse unestilo. Sucede en La Habana enlos últimos meses de 1958 y enella me lanzo a una mezcolanzade géneros riesgosa. Y no esautobiográfica”.
La Duplicidad,Entrevista a Fernando
VillaverdeCARLOS A. AGUILERAEspecial/el Nuevo Herald
CORT
ESÍA
Carlo
s A. A
guile
ra
H ace algunas semanas dos jóvenesargentinas desaparecieron en unpueblito de Ecuador. Habían em-prendido un viaje como mochileras
por América Latina, una aventura quetiene sabor a rito de iniciación desde hacevarias generaciones en el continente. Alcabo de unos días por fin las encontraron.Costó reconocer los cadáveres, ya quemostraban golpes, la dolorosa certeza deque las chicas habían sido torturadas. Elpresidente Rafael Correa salió a decir a laprensa que era un hecho aberrante y quelos culpables serían encontrados, algo queaparentemente sucedió cuando a las pocashoras agarraron a dos tipos que confesa-ron –vaya a saber bajo qué métodos poli-ciales– que eran los responsables de loscrímenes.
La noticia disparó muchas hipótesis,entre ellas, que las jóvenes habían sidovíctimas de una red de trata de blancas. Apartir de este hecho surgió un tema queestá latente en la región, aunque en ver-dad, pocas veces la sociedad se hace ecode él. Lamentablemente muchos se acuer-dan cuando las víctimasaparecen muertas. Elescritor Jorge Volpi tratael tema en Las elegidas. Latrama la ubica en México,en el municipio de Tenan-cingo, en el estado deTlaxcala.
En su nueva novelaVolpi asume algunosriesgos. El primero es deforma: la escribió en ver-so, aunque no es una obrapoética. En este sentido,la estructura elegida le daun peso exacto a las pala-bras. El tema es materialsensible, es fácil caer enuna carga emotiva –en elmejor de los casos– oescenas de la crónica roja donde el malgusto se confunde con el deber de infor-mar. Volpi es cauto en narrar los inciden-tes, mantiene una distancia que no tienela mirada gélida de quien tiene pudor omiedo de enfrentarse al tema. Volpi es unescritor de oficio, y en el modo de contar-nos la historia, lo sabemos otra vez:
“Aquel día la Salvina fue elegida/por elque se apodaba el Sapo,/oriundo de Gua-múchil,/la Salvina lo cogió de la mano/como si fuese torvo y no maligno,/y se lollevó entre las fresas pequeñitas,/lo mira-
ba sin mirarlo/como si loconociese de mil años,/como se reencuentra a unhermano/o a un sobrino,/echó una manta sobre elterregal/–detestaba lasboñigas en su falda–/y seencueró como quien ahu-yenta/una mosca”.
El segundo riesgo queasume el autor de obrascomo La tejedora de som-bras y En busca de Klin-gsor, es que se mete en unincidente basado en unhecho real. En el 2001 sedescubrió una red de tratade blancas liderada porlos hermanos Julio, To-más y Luciano Salazar
Juárez. Durante años secuestraban a jóve-nes mexicanas para obligarlas a prostituir-se en Tijuana y en los llamados “camposdel amor”, muy cerca de las plantacionesde fresas de San Ysidro, en California.
Con Las elegidas Volpi regresa a México.Es verdad que el autor no se olvida de suscompatriotas en cada columna de opinión
que publica semanalmente en los mediosmás populares de su país, pero hacía algu-nas obras de ficción que la trama estabafija en tierra extranjera. Decidió regresarcon una novela –en verso, sí, pero novelaal fin–, el artefacto narrativo que el sigloXX eligió para reflejar los hechos másatroces.
Esto sucede en apenas 147 páginas deun suspenso creciente, donde se subrayala historia de Salvina, el Sapo y sobre tododel Chino y parte de su familia, que hanhecho de la prostitución un imperio. Laselegidas dio origen a la ópera Cuatro corri-dos y a un filme dirigido por David Pablos,todos buenos intentos para que el tema dela trata de personas no necesite de nuevasvíctimas, para que se tome conciencia deeste peligro latente.
Siga a Hernán Vera Alvarez@[email protected]
El drama de ser una elegida en lanueva novela de Jorge Volpi
HERNÁN VERA ALVAREZEspecial/el Nuevo Herald
ARCH
IVO
el N
uevo
Her
ald
EL ESCRITORJorge Volpi.