El agua ha sido un elemento fundamental en todas las culturas y civilizaciones

del mundo. Aunque en algunos momentos de la historia no fue muy importante el aseo personal, siempre jugó un importantísimo papel como elemento decorativo. Adquiriendo su punto cúlmen como tal en la época musulmana en la península. Y su punto más débil como forma de aseo en el S.XV, con la extraña promesa (para nuestra forma de pensar) de la Reina Católica de no lavarse hasta reconquistar Granada.

Pero no solo ha sido y es importante en esos aspectos. También en la estrategia militar. El mar ha sido motivo de disputa entre los grandes imperios de la humanidad. El romano se hizo con el control del Mediterráneo, y lo llamó ''Mare Nostrum''(mar nuestro), demostrando así su poderío. El británico tomó Gibraltar con esta misma intención. Pero las ganas de controlar los mares, jugó una mala pasada a los países en los años sesenta, cuando se implantó internacionalmente una medida para evitar la sobreexplotación pesquera. Consistía en que cada país controlaría doscientas millas del mar, de doscientos en adelante, serían aguas internacionales. Aunque esto ya fue reconocido por el Derecho Romano, que defendía que el mar no podía ser propiedad de nadie, y debía ser libre para todas las naciones.

Pero además de las funciones comentadas del agua, como estrategia militar, nos gustaría ahondar en el tema del aseo.

Para los romanos era una cuestión higiénica, y construían termas públicas. Pero para los árabes era algo más, era un elemento purificador, ya que no se podía entrar a una mezquita sin antes haberse aseado, era tan importante, que incluso a las mujeres se les reconocía como deber. Pero pasó desapercibida, (como ya hemos dicho), en los s XV y s XVI, que no se utilizaba en absoluto, y para disimular el olor corporal, se utilizaba el perfume. Evidentemente, hoy en día esto es impensable, e incluso disponemos de calentadores para obtener agua caliente al instante. Hoy el aseo es indispensable para nuestra vida cotidiana.

-> TERMAS PÚBLICAS

Pero hemos olvidado el factor más importante del agua, lo contamos ahora, es: el agua para sobrevivir. Absolutamente todas las ciudades primitivas se construían junto a los ríos para la obtención del agua, hasta que los romanos inventaron el acueducto, una estructura muy práctica para llevar el agua potable desde manantiales a todos los núcleos urbanos, ya sean de interior o costero.

-> ACUEDUCTO

Y es que, hoy día, hay la misma cantidad de agua que en tiempos de Julio César. Pero no está igual de distribuida, ya que hay zonas que sufren riesgo de desertización.

- DESERTIZACIÓN

Gracias a la tecnología, a estas zonas se puede llevar agua mediante un simple sistema de cañerías, y es que aquí empieza otro problema, que los que abrimos el grifo y tenemos agua, nos creemos que esto siempre es así, y no nos damos cuenta de que hay zonas en las que no se dispone de ella. Consumimos pensando sólo en nosotros, y el gasto nos da igual.

Tan difícil para algunos, y tan fácil para otros…

Borja Antequera GonzálezMaría Carrillo VílchezCristina Megías PatónJavier Medina Martín‘’Del Equipo De Medio ambiente’’ 3ºA