IV domingo del tiempo Ordinario
y él enseñaba
con autoridad
RITOS INICIALES.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo .
Amen.
La gracia de nuestro Señor Jesucristo, el amor del Padre y la comunión del Espíritu Santo estén con todos ustedes
y con tu espíritu.
REGÁLAME TU MISERICORDIA, SEÑOR.
ACTO PENITENCIAL:Yo confieso, ante
Dios todopoderoso, y ante vosotros,
hermanos,
que he pecado mucho de
pensamiento, palabra, obra y
omisión.
Por mi culpa, por mi culpa,
por mi gran culpa.
Por eso ruego a Santa María siempre
virgen, a los ángeles, a los santos
y a vosotros hermanos, que
intercedan por mí, ante Dios, nuestro
Señor
El Señor todopoderoso tenga misericordia de nosotros, perdone nuestros pecados y nos lleve a la vida eterna.
Amén.
GLORIA.
Gloria a Dios en el cielo, y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor.
Por tú inmensa gloria, te alabamos, te bendecimos, te
adoramos, te glorificamos
te damos gracias, Señor, Dios, Rey
celestial, Dios Padre Todopoderoso.
Señor, Hijo único, Jesucristo.
Señor Dios, Cordero de Dios, Hijo del
Padre; Tú que quitas el pecado del
mundo, ten piedad de nosotros;
Tú que quitas el pecado del mundo, atiende a nuestra
súplica,
Tu que estas sentado a la
derecha del Padre, ten piedad de
nosotros,
porque sólo tú eres Santo,
sólo tú Señor, sólo tú, Altísimo,
Jesucristo,
con el Espíritu Santo, en la gloria
de Dios Padre.
Amén.
ORACIÓN COLECTA
Señor, concédenos amarte con todo el corazón
y que nuestro amor se extienda también a todos los hombres.
Por nuestro Señor Jesucristo tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén.
LECTURA DEL LIBRO DEL
DEUTERONOMIO (18, 15-20)
Moisés habló al pueblo, diciendo:
“un profeta, de entre los tuyos, de entre tus hermanos, como yo, te suscitará el Señor, tu Dios, en el Horeb, el día de la asamblea:
“No quiero volver a escuchar la vos del Señor, mi Dios, ni quiero ver mas ese terrible incendio; no quiero morir.”
El Señor me respondió:
“tienes razón; suscitaré un profeta de entre sus hermanos, como tú. Pondré mis palabras en tu boca, y les dirá lo que yo le mande.
A quien no escuche las palabras que pronuncie en mi nombre, yo le pediré cuentas.
Y el profeta que tenga la arrogancia de decir en mi nombre lo que yo no le haya mandado, o hable en nombre de dioses extranjeros, ese profeta morirá.”
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
SALMO RESPONSORIAL
(SAL 94)
Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: “no endurezcáis
vuestro corazón”
Venid, aclamemos al SeñorDemos vítores a la Roca que nos salva;Entremos en su presencia dándole gracias,Aclamándolo con cantos.
Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: “no endurezcáis
vuestro corazón”
Entrad, postrémonos por tierra,Bendiciendo al Señor, creador nuestro.Porque él es nuestro Dios,Y nosotros su pueblo,El rebaño que él guía.
Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: “no endurezcáis
vuestro corazón”
Ojalá escuchéis hoy su voz:“no endurezcáis el corazón como en Meribá,Como el día de Masá en el desierto;Cuando vuestros padres me pusieron a pruebaY me tentaron, aunque habían visto mis obras.”
Ojalá escuchéis hoy la voz del
Señor: “no endurezcáis
vuestro corazón”
LECTURA DE LA PRIMERA CARTA
DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS
CORINTIOS. (7, 32-35)
Hermanos: quiero que ahorréis preocupaciones: el soltero se preocupa por los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor;
en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma;
en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido.
Os digo todo esto para vuestro bien, no para poneros una trampa, sino para induciros a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS (1, 21-28)
En aquel tiempo, Jesús y sus discípulos entraron en Cafarnaún,
y cuando el sábado siguiente fue a la sinagoga a enseñar, se quedaron asombrados de su doctrina,
porque no enseñaba como los escribas, sino con autoridad.
Estaba precisamente en la sinagoga un hombre que tenía un espíritu inmundo,
y se puso a gritar:
“¿Qué quieres de nosotros, Jesús Nazareno?
¿Has venido a acabar con nosotros?
Sé quién eres: el santo de Dios.”
Jesús lo increpo: “cállate y sal de él”
El espíritu inmundo lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió.
Todos se preguntaron estupefactos: “¿Qué es esto? Este enseñar con autoridad es nuevo.
Hasta a los espíritus inmundos les manda y le obedecen.”
Su fama se extendió en seguida por todas partes, alcanzando la comarca entera de Galilea.
Palabra del Señor.
Gloria a ti, Señor Jesús.
PROFESIÓN DE FE.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo
nació de santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado,
descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos
y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia Católica, la comunión de los santos,
el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna.
Amén.
El Señor reciba de tus manos este sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, para nuestro bien y el de toda su santa Iglesia.
ORACIÓN DE OFRENDASPresentamos, Señor, estas ofrendas en tu altar como signo de nuestra servidumbre;
concédenos que, al ser aceptados por ti se conviertan para tu pueblo en sacramento de vida y redención.
Por Jesucristo nuestro Señor.
El Señor, esté con vosotros. Y con tu EspírituLevantemos el corazón. Lo tenemos levantado hacia el SeñorDemos gracias al Señor Nuestro Dios. Es justo y necesario.
(Este es el momento más importante de la celebración)
Ven y encuéntrate con tu Dios.
Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección, ven señor Jesús.
Por Cristo, con Él y en Él. A ti, Dios Padre omnipotente, en la unidad del Espíritu Santo, todo honor y toda gloria, por los siglos de los siglos.
Amen.
PADRE NUESTRO:
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu
Nombre;
venga a nosotros tu reino; hágase tu
voluntad, en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas, como
también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación, y
líbranos del mal.
Amén.
Tuyo es el reino, tuyo es el poder y la
gloria, por siempre, Señor
ALMA DE CRISTO.
Alma de Cristo, Santifícame
Cuerpo de Cristo, Sálvame
Sangre de Cristo, Embriágame
Agua del Costado de Cristo, Lávame
Pasión de Cristo, Confórtame
Oh buen Jesús, Óyeme
Y dentro de tus llagas, Escóndeme
No permitas que me aparte de Tí
Del enemigo, Defiéndeme
En la hora de mi muerte, Llámame
Y mándame ir a TÍPara con tus santos
te alabe por los siglos de los siglos.
Amén
Pasión de Cristo, Confórtame
Oh buen Jesús, Óyeme
Y dentro de tus llagas, Escóndeme
No permitas que me aparte de Tí
Del enemigo, Defiéndeme
En la hora de mi muerte, Llámame
Y mándame ir a TÍPara con tus santos
te alabe por los siglos de los siglos.
Amén
RITOS CONCLUSIVOS
ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN
Reanimados por estos dones de nuestra salvación te suplicamos, Señor,
que el pan de vida eterna nos haga crecer continuamente en la fe verdadera.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario
de Chiquinquirá
Mis oraciones hacia Tí levanto Amparo de los pobres pecadores Dulcísima Señora en mi quebranto Reina del cielo, escucha mis
clamores. Escucha mi plegaria fervorosa
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario
de Chiquinquirá
Da consuelo y alivio a mis dolores,
Endulza mi amargura y presurosa
La paz a mi alma atribulada envía.
Oh Madre de mi Dios tan poderosa.
Sálvame del pecado, Madre mía,
De la virtud enséñame el camino, Enséñame el bien de la santa vía, Solitario y errante peregrino, A tu amparo me acojo gran SeñoraMándame la gracia del don divino Piedad, piedad a quien su culpa llora A quien a tí de hinojos, compungido Reclama tu perdón, tu gracia implora. A Tí se acoge mi espíritu afligido De sus males en busca de consuelo. Oye Madre, mi acento dolorido Sálvame por piedad y dame el cielo.
Plegaria a Nuestra Señora del Rosario
de Chiquinquirá