Inés Navarro Honrubia
VIAJE AL CENTRO DE VALENCIA
El pasado miércoles 29 de Noviembre se nos ofreció la oportunidad de
hacer una actividad mucho más entretenida de las que normalmente se
imparten en las universidades y a las que en muchas ocasiones no estamos
acostumbrados, esta actividad denominada “Viaje al centro de Valencia”
consistía en ir recorriendo las calles de esta bella ciudad e ir descubriendo
poco a poco la historia que guardaban en ella.
Al comienzo de la
actividad nos dirigimos
a la iglesia construida
en el lugar en el que
estuvo la casa en la
que nació San Vicente
Ferrer en 1350 y tras
eso el siguiente punto
de la lista fue la
exposición sobre la
“Batalla del barro”.
Esta exposición
consistía en una serie de fotografías que conmemoran el 60 aniversario de la
terrible riada que vivieron los habitantes de Valencia en 1957. En esta
exhibición se puede ver el rescate de personas y el reparto de alimentos tras
esta catástrofe de la naturaleza. También debemos decir que no solo se
plasman los momentos iniciales de la riada, también hay fotografías de las
labores de limpieza de los habitantes y la construcción de puentes y casas para
las familias a las que el agua les había quitado todo lo que tenían.
Continuamos nuestro recorrido hasta llegar a la exposición de cuadros del
pintor valenciano Joaquín Sorolla titulada “Un jardín para pintar”. Aquí vimos
una serie de lienzos en los que este autor representaba algunos jardines
andaluces y valencianos, pero los que a mí más me llamaron la atención fueron
los que estaban inspirados en sus propios jardines, los de su casa en Madrid.
Cuando terminamos de ver las obras de arte pasamos por delante de la una de
las cárceles donde estuvo encerrado durante un tiempo San Vicente Mártir y
tras eso, nos dirigimos a la Casa de San Luis Beltrán donde nos hicimos una
foto conjunta delate de la puerta y posteriormente nos dirigimos a la Facultad
de Teología San Vicente Ferrer.
El último lugar que
visitamos y el que
personalmente más me
impresionó fue la Iglesia
en honor de San Juan de
Ribera, el Patriarca. Aquí
disfrutamos de una visita
guiada por la iglesia y su
museo, además de ver
una escultura con todo
lujo de detalles del
Patriarca. Me encantó ver
la arquitectura tan bonita
que tenía y las hermosas
pinturas que cubrían las
paredes, aunque ver el
lugar en el que está
sepultado San Juan de
Ribera no es una cosa que quisiese repetir… pero sin contar esto, ha sido una
experiencia increíble.
Me encantó realizar esta actividad ya que descubrí cosas muy
interesantes que antes desconocía sobre Valencia, un municipio que cuenta
con más de 2000 años de historia a sus espaldas. Lo único que podría haber
mejorado esta experiencia es el hecho de que no hubiese llovido durante la
actividad y así hubiésemos podido visitar todos los lugares que estaban
planeados.
Como conclusión final me gustaría decir que descubrir la historia de los
lugares que vamos visitando a lo largo de nuestra vida, y más si es la historia
del lugar en el que vivimos, es imprescindible, ya que es necesario para
entender la forma de vida de sus habitantes y es muy probable que
descubramos cosas muy interesantes sobre nuestra cultura que antes no
sabíamos. También debemos decir que es necesario, sobre todo si en un futuro
vas a ser maestro, conocer el lugar donde estás ejerciendo tu profesión para
así ser capaz de entender sus costumbres y poder adaptarte a ellas.
Conforme pasaban las horas e íbamos avanzando en nuestro recorrido, me
daba cuenta de que a lo largo de mi vida he pasado en multitud de ocasiones
por esas calles y jamás me había detenido a descubrir todo lo que me rodeaba.
Es muy triste que haya vivido diecinueve años viendo estas zonas y sin
pararme a observar el lugar en el que me encontraba ya que no es lo mismo
“ver” que “observar”, la primera acción solo es percibir con nuestros ojos lo que
nos rodea, la segunda es mucho más profunda ya que examinas atentamente
tu entorno.
La sociedad de hoy en día vive muy deprisa debido al avance de las nuevas
tecnologías y muchas veces no se detienen a observar el mundo ya que
prefieren mirar una pantalla antes que la realidad. Vamos paseando por las
ciudades y los parques están llenos de niños, sí, pero muchas veces están
sentados en los bancos viendo algún video de YouTube o jugando a algún
juego en lugar de estar corriendo y saltando, que es lo que deberían hacer ya
que son niños.
No podemos ni debemos limitarnos a pasar por nuestra vida como zombies,
hay cosas maravillosas que pasan desapercibidas por culpa del tiempo que
perdemos dedicándoselo a las cosas innecesarias.