Download - VÍA CRUCIS 2010
Hermanos, vamos a meditar el recorrido que el Señor Jesús
hizo por la Vía Dolorosa.
Con Él, queremos ofrecerlo por tantos hermanos que viven situaciones muy dolorosas y lacerantes. Con el deseo de poder llevar la esperanza a
cualquier rincón del orbe donde un corazón llore, porque TODO
HA SIDO VENCIDO:
CRISTO VIVE.
PRIMERA ESTACIÓN: JESÚS ES CONDENADO A MUERTE
«Pilato se daba cuenta de
que los sumos sacerdotes le
habían entregado por
envidia» (Mc 15,10)
No siempre condenamos
en el otro lo que nos
desagrada de él y que
también está en nosotros.
También condenamos lo
bueno que tiene y que a
nosotros nos gustaría
tener. Lo más grotesco es
cuando lo hacemos en
nombre de la religión.
Yo te condeno.
Nosotros te condenamos.
SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS CARGA CON LA CRUZ
¿Motivos que suponen cruz?
Millones, mas todos ellos tienen
denominador común: muerte. Nos
matan.
Para esto vino Cristo, «para
libertar, a cuantos por miedo a la
muerte, estaban de por vida
sometidos a esclavitud»
(Hb 2,15)
TERCERA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR PRIMERA VEZ
En el banquillo
de los
acusados te
han leído la
sentencia:
Despedido del
trabajo.
Eres emigrante y
sobras.
Eres un
incompetente.
Ese «eres» nos tumba, nos
hace tambalear, perder pie y
caer. Pero no tiene ni
muchísimo menos la última
palabra. La Resurrección de
Cristo nos la dará.
Jesús carga con la cruz. La
etiqueta o etiquetas están
puestas y hay que cargar
con ellas. Son fardo que
pretenden matar la
alegría, la esperanza, la
dignidad del hombre.
¡Cuidémonos de ellas!, son
explosivos para el corazón.
CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A SU MADRE
MARÍAEl envolvente
abrazo de miradas, el beso
de alientos, la caricia de
corazones fue refrigerio en la Vía
Dolorosa.
Silencios elocuentes, abraz
os en la distancia, amistad
siempre presente...solaz y sustento de toda
alma.
QUINTA ESTACIÓN: EL CIRENEO AYUDA A JESÚS A
LLEVAR LA CRUZ
Ayudar arrimando el hombro no siempre es lo mejor. A veces, lo es más el gesto tierno, el silencio
dialogado, la ausencia acompañada.
Saber estar, sin dar voces al pregonero, ocultando a la mano izquierda lo que
hace la derecha.
Hay que hilar muy fino para no añadir dolor al ya
servido.
SEXTA ESTACIÓN: LA VERÓNICA ENJUGA EL
ROSTRO DE JESÚS
Lágrimas, sudor, sangre en
el rostro...¡tantas veces
reflejo del alma!
Enjugar la pena honda del
sin sentido, limpiar la herida
del desprecio, purgar el
revés del destino, ya no
tanto el de uno, sino el del
hermano. Y con todo, poder
susurrar al oído del
corazón: «La vida es bella»
SÉPTIMA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR
SEGUNDA VEZ
La etiqueta que nos ponen, la auto-
etiqueta nos mata.
Como el titileo de una
estrella, embriagados de miedo
nos tambaleamos. Un eco de
fondo: no hay salida. Todo está
perdido. El absurdo de la vida. La
etiqueta se ha sentado en el palco
de honor de nuestra alma.
OCTAVA ESTACIÓN: JESÚS ENCUENTRA A
LAS MUJERES DE JERUSALÉN
Descansar en la Comunidad, sentir las espaldas cubiertas en lo fatigoso y
angosto del camino.
Reír con los que ríen, llorar con los que lloran.
Encuentro del hombre con los hombres.
Mirar el alma, sobrepasar el envoltorio de celofán, la pura y espuria apariencia.
El corazón del hombre: lugar de encuentro.
NOVENA ESTACIÓN: JESÚS CAE POR TERCERA VEZ
El pecado –mío o del otro-
fatiga, cansa, hace caer una
vez más.
Dolor por la ruptura del proyecto
en su beso humano-divino.
Quiebra de esperanza.
El pecado...mata.
DÉCIMA ESTACIÓN: JESÚS ES DESPOJADO DE SUS
VESTIDOS
«Le desnudaron y le echaron encima un
manto de púrpura; y, trenzando una
corona de espinas, se la pusieron sobre
su cabeza, y en su mano derecha una
caña; y doblando la rodilla delante de él, le
hacían burla diciendo: `¡Salve, Rey de los
judíos!´» (Mt 27, 28-29)
¡Qué fácil! nos resulta desnudar a
nuestros semejantes de su
dignidad. Nuestros prejuicios hacen
la operación a las mil maravillas.
DÉCIMO PRIMERA ESTACIÓN:
JESÚS ES CLAVADO EN LA CRUZ
«Como agua me derramo,
mis huesos se dislocan,
mi corazón, como cera,
se funde en mis
entrañas»
(Sal 21,15)
DÉCIMO SEGUNDA ESTACIÓN: JESÚS MUERE
EN LA CRUZ
«Salió entonces Jesús fuera llevando la corona de espinas y el manto de
púrpura. Díceles Pilato: «Aquí tenéis al hombre.» (Jn 19,5)
«La enorme fuerza consiste en considerar la vida, aun cuando uno muere de forma
deplorable, plena de sentido y hermosa, viendo todo lo que uno ha realizado en su interior y por lo que
mereció la pena vivir»
(Etty Hillesum. Diario: 5 de Julio de 1942)
DÉCIMO TERCERA ESTACIÓN: JESÚS
MUERTO, ES BAJADO DE LA CRUZ
Cruz y muerte se besan
cual amantes
apasionados...Todo está
consumado.
La tensión del arco ha
alcanzado su clímax y la
cuerda de la vida se ha
roto.
Hay que bajar el cuerpo. Ya
no tiene sentido que siga
clavado a la cruz.
Ha muerto.
DÉCIMO CUARTA ESTACIÓN: JESÚS ES
COLOCADO EN EL SEPULCRO
Silencio.
Paz.
Descanso.
La honra quitada, ha sido envuelta en un sudario y sábana blanca de hilo que habla de
pureza, sencillez de niño, alma de poeta.
La Piedra angular descansa en roca excavada.
Silencio...
Descanso...
Espera...
DÉCIMO QUINTA ESTACIÓN: JESÚS VIVE, ES
EL SEÑOR
«Él es el Principio,
el Primogénito de entre los muertos,
para que sea él el primero en todo» (Col 1,18)
KYRIOS prorrumpe el Universo:
El eco de las montañas,
las cascadas de los ríos,
el canto de las aves,
el aleteo de los peces,
el corazón del hombre...
Todo lo que alienta, estalla y se hace un permanente canto de Alabanza.
Sor Mª Ángeles Calleja, OP