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LA MUERTE DE CUAUHTEMOC
¿DÓNDE?, ¿CÓMO?, ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ?
SU MUERTE EN LA CUENCA DEL RÍO CANDELARIA.
GUATIMOZIN
ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA CANDELARIA, CAMPECHE, MÉXICO.
-2006-
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Í N D I C E.
TÍTULO. NÚMERO DE HOJA.
1. Preguntas y localización de respuestas…………………………………… 3-4-5-6
2. La muerte de Cuauhtemoc. ¿Dónde?, ¿Cómo?, ¿Cuándo) y ¿Por qué? 7
3. La obsesión de Cortés por Acalán……………………………………... 8-9-10-11
4. La muerte de Cuauhtemoc, ¿Dónde?........................................................... 11
5. La muerte de Cuauhtemoc, ¿Cuándo?.......................................................... 12
6. Cuauhtemoc: Comentarios y análisis sobre su muerte…………........... 13-14-15-16
17-18-19-20-21-22
7. ¡Imagínese! ¿Qué pasaría si la hipótesis fuera aceptada y comprobada?.... 22
8. Los últimos 20 días de Cuauhtemoc, reconstrucción de los hechos…… 22-23-24-25
9. La muerte de los frailes. ¿De hambre, o asesinados por Cortés?.................. 26-27
10. Identificación de Itzamkanac, Mazatán, Tayel, Taxahá y Tuxkahá…… 28
11. Taxahá, Yaxzan, Taxaham, El Tigre, San Marcos, Las Ruinas…………… 29-30
¿Por qué tantos nombres para el mismo lugar?
12. Un resumen sobre los informes y bases que disponemos para la
localización del lugar de los hechos…………………………………31-32-33-34-35
13. Un mapa del partido del Carmen………………………………………………… 35
14. Algunos investigadores del lugar de las ejecuciones………………….... 36-37-38
15. Cifras en torno a la vida y muerte del último emperador azteca………... 38
16. Comentarios………………………………………………………………... 38
17. Plano tomado del libro ―Remontando el Río‖ de Sophia Pincemin D........ 39
18. Nombres de todos los pueblos de la provincia de Acalán………………40-41-42-43
19. Expedición de Honduras (mapa) y el códice Vaticano ―A‖…………………. 44-45
20. Tuxkahá en 1525, zona conflictiva entre Acalán y Mazatán……………… 46-47
21. Los informantes………………..………………………………………. 47-48 y 56
2
22. Dos representaciones de Cuauhtemoc………………………………… -49
23. Errores de apreciación…………………………………………………. 50-51-52
24. La búsqueda de la tumba……………………………………………… 52-53-54
25. Indicios de que Cuauhtemoc murió en Candelaria…………...………. 54-55-56
26. Tres gráficas y una representación de Cuauhtemoc…………………... 57-58
27. Inspección en ―Las Ruinas‖, de la región de Candelaria, Camp……... 59-60-61
28. Consideraciones y datos diversos…………………………… 62-63-64-65
29. Discurso enardecedor y últimas palabras de Cuauhtémoc……………..... 65-66
30. Ixtilxóchitl mandó esculpirse en una peña……………………………….… 66
31. Imprecisiones en perjuicio de nuestra historia local…………………….... 66-67-68
32. Mis visitas a la zona arqueológica de ―Taxahá‖…………………………… 68-69
33. Plena identificación de Taxahá. (Mapa y Referencias)…………...………. 70-71
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LA MUERTE DE CUAUHTEMOC.
¿DÓNDE? ¿CÓMO? ¿CUANDO? Y ¿PORQUE?
P R E G U N T A S LOCALIZACION
DE RESPUESTAS
1. ¿En que fecha fue asesinado? Pág. 7, lín. 1
2. ¿Quién calculó esta fecha? Pág. 7, lín. 10
3. ¿Quién comprobó esa fecha? Pág. 7, lín. 11
4. ¿Dónde se encontraba Itzamkanac? Pág. 7, lín. 20
5. ¿Qué significa Itzamkanac? Pág. 7, lín. 16
6. ¿Cuál es la provincia que más menciona
Hernán Cortés en su quinta carta de relación? Pág. 8, lín. 17
7. ¿Qué quiere decir Maní en Maya? Pág. 8, lín. 40
8. ¿En qué lugares consiguió Cortés, oro? Pág. 9, lín. 27
9. ¿Quién dio informes de que en el río Acalán había oro? Pág. 9, lín. 39
10. ¿Dónde había estado la Malinche en calidad de esclava? Pág. 10, lín. 1
11. ¿En qué lugar nació la Malinche? Pág. 10, lín. 4
12. ¿Quién fundó la villa de Salamanca de Acalán? Pág. 10, lín. 22
13. ¿De qué pueblo o provincias se expresa mejor Cortés? Pág. 10, lín. 26
14. ¿En que lugar fue asesinado Cuauhtemoc
según nuestra hipótesis? Pág. 11, lín. 10
15. ¿Qué significa Taxahá, en maya? Pág. 11, lín. 13
16. ¿Cuáles son las coordenadas de Taxahá? Pág. 11, lín. 31
17. ¿Sabe usted como viajar a Taxahá? Pág. 11, lín. 33
18. ¿Para que se alistaron los frailes en la expedición? Pág. 12, lín. 11
19. ¿Cuál es el libro más interesante dedicado
al estudio de la provincia de Acalán? Pág. 13, lín. 6
20. ¿En que ciudad tabasqueña, año con año festejan
el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc? Pág. 14, lín. 35
21. ¿En que fecha dieron tormento de fuego los españoles
a Cuauhtemoc y al señor de Tacuba? Pág. 16, lín. 9
22. ¿Qué significa en maya, Tuxkahá? Pág. 16, lín. 37
23. ¿Tuxkahá era Acalantleca o Mazateca? Pág. 17, lín. 9
24. ¿Por qué motivo los mazatecos o los chontales no
pudieron hacer un puente en Tuxkahá? Pág. 17, lín. 37
25. ¿En que fecha salió Cortés de Itzamkanac? Pág. 18, lín. 15
26. ¿Cuántos ríos cruzaron para llegar a Taxahá? Pág. 18, lín. 17
27. ¿Qué río cruzaron en puentes? Pág. 18, lín. 17
28. ¿Qué río cruzaron en balsas? Pág. 18, lín. 19
29. ¿Qué capitán envió Cortés a conquistar a las Hibueras? Pág. 19, lín. 11
30. ¿Viajó por vía terrestre o marítima? Pág. 19, lín. 13
4
31. ¿Qué gobernador cubano era enemigo de Cortés? Pág. 19, lín. 14
32. ¿A quien mandó Cortés para aniquilar a Olid? Pág. 19, lín. 18
33. ¿La segunda expedición fue por tierra o por mar? Pág. 19, lín. 18
34. ¿Cómo conseguían oro los caciques chontales? Pág. 19, lín. 33
35. ¿Cuánto llega a medir el árbol llamado Kanac? Pág. 20, lín. 15
36. ¿Cómo se llama la ropa de los caribes? Pág. 20, lín. 25
37. ¿Quiénes bautizaron a los Caribes con ese nombre? Pág. 20, lín. 28
38. ¿Qué día del mes hemos calculado que llegaron los
expedicionarios de Cortés a la provincia de Acalán? Pág. 22, lín. 30
39. ¿Cuántos días estuvo Cortés en Acalán. Pág. 23, lín. 3
40. ¿Qué tributo dieron los caciques a Cuauhtemoc? Pág. 23, lín. 35
41. ¿A quien prestó Cortés uno de sus caballos
para que cabalgara a Itzamkanac? Pág. 24, lín. 24
42. ¿Dónde se llevaron a cabo las pláticas indígenas, en
Itzamkanac o Taxahá? Pág. 25, lín. 11
43. ¿Cuál fue el móvil de los crímenes? Pág. 25, lín. 17
44. ¿A qué árbol se le conoce como árbol del ahorcado? Pág. 25, lín. 29
45. ¿Por qué son de mal agüero los días 13 para los
mexicanos, y más aun si cae en día martes? Pág. 25, lín. 34
46. ¿En que año llegaron a la Nueva España los primeros
franciscanos y como se llamaban? Pág. 26, lín. 1
47. ¿Cómo se llamaban los 2 frailes que vinieron en
la expedición y por qué se alistaron en ella? Pág. 26, lín. 5
48. ¿Cuánto tiempo estuvo Cortés en Taxahá? Pág. 26, lín. 17
49. ¿Por qué no es válido suponer que los frailes
franciscanos murieron de hambre? Pág. 26, lín. 21
50. ¿Por qué asesinó Cortés a los dos frailes? Pág. 27, lín. 5
51. ¿Reprobó los hechos o nó el rey de España? Pág. 27, lín. 12
52. ¿Quién quizás fue el intelectual mayor de la N.E., en 1525? Pág. 27, lín. 15
53. ¿Cuántos, por lo menos fueron los ajusticiados? Pág. 27, lín. 30
54. ¿En qué año encontró Sholes los documentos relativos a las
actividades de los chontales de Acalán? Pág. 28, lín. 3
55. ¿En que año envió Sholes a su asistente Chamberlain
a hacer estudios en la cuenca del Candelaria? Pág. 28, lín. 10
56. ¿Que significa Tayel en maya? Pág. 28, lín. 19
57. ¿Que nombre tenía el cerro de los muertos? Pág. 28, lín. 27
58. ¿Cuántas ciudades o pueblos acalentlecos o mazatecos
han sido identificados? Pág. 28, lín. 37
59.- ¿Los Acalantlecas eran híbridos o mayas? Pág. 29, lín. 4
60.- ¿Quién llamó a los chontales de Itzamkanac,
Fenicios del nuevo Mundo? Pág. 29, lín. 10
5
61. ¿Cuál es el nombre anterior del río Candelaria? Pág. 29, lín. 13
62. ¿Cuál es el nombre anterior del río Caribe? Pág. 29, lín. 25
63. ¿En qué aldea fueron encontrados a principio de siglo huellas
humanas de 15 000 años de antigüedad? Pág. 29, lín. 30
64. ¿Qué hacienda del río desempeño importante papel
colonizador del alto río Candelaria? Pág. 29, lín. 35
65. ¿Quiénes llamaron Caribes a los nuevos indígenas
venidos de la costa al Candelaria? Pág. 30, lín. 10
66. ¿A dónde emigraron los indígenas costeños que se
habían dado cita en el alto Candelaria? Pág. 30, lín. 9
67. ¿De donde habían venido estos aborígenes? Pág. 30. lín. 15
68. ¿Cuándo perdió Taxahá su nombre original? Pág. 30, lín. 18
69. ¿Con qué otro nombre se le conoció a Taxahá,
durante la temporada chiclera? Pág. 30, lín. 19
70. ¿Cuál es la población más alejada de una ruta ideal
Tenochtitlán-Las Hibueras? Pág. 31, lín. 27
71. ¿Cuál es la única población Acalantleca visitada por
el conquistador y situada en la margen derecha? Pág. 31, lín. 30
72. ¿Cuántos días de camino habían entre Itzamkanac
y Nito, frontera con Honduras? Pág. 32, lín. 3
73. ¿Cómo se llamaba la zona arq., de Santa Clara? Pág. 32, lín. 24
74. ¿Qué especie de venados lancearon los expedicionarios? Pág. 33, lín. 30
75. ¿Por qué no querían obedecer a los chontales los
pobladores que vivían en unos ríos? Pág. 34, lín. 3
76. ¿Estuvo habitado Taxahá en 1525? Pág. 34, lín. 25
77. ¿A qué distancia del edificio principal de Taxahá,
se encuentra lo que parece ser una tumba maya? Pág. 34, lín. 27
78. ¿Es pequeña o grande la zona arqueológica Taxahá? Pág. 34, lín. 31
79. ¿Qué distancia hay en línea recta entre las
poblaciones de Taxahá y Tuxkahá? Pág. 32, lín. 5
80. ¿Qué historiador tabasqueño fue el primer en estudiar los
últimos días de Cuauhtemoc?. Pág. 32. lín. 2
81. ¿Quién fue la primera persona que situó a la
provincia de Acalán en la cuenca de Candelaria? Pág. 36, lín. 24
82. ¿El historiador Pablo Montañés en que lugar de la
cuenca de Candelaria situó a Itzamkanac? Pág. 37, lín. 6
83. ¿Qué historiadora Zacatecana dijo haber encontrado
los restos de Cuauhtémoc en Ixcateopan, Guerrero? Pág. 37, lín. 22
84. ¿La historiadora Ana Luisa Izquierdo en que lugar
ubica el sitio del doble magnicidio? Pág. 37, lín. 36
85. ¿En qué año nació Cuauhtemoc, aproximadamente? Pág. 38, lín. 10
6
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P R E G U N T A S LOCALIZACION
DE RESPUESTAS.
86. ¿En que fecha fue aprehendido Cuauhtemoc? Pág. 38, lín. 13
87. ¿Cuántos días estuvo prisionero de los españoles? Pág. 38, lín. 14
88. ¿Cuántos días viajó en la expedición? Pág. 38, lín. 15
89. ¿Cuántos años ha permanecido en secreto el lugar
donde fue sacrificado? Pág. 38, lín. 19
90. ¿Fecha en que hipotéticamente fue descubierta su
tumba en el lugar conocido como ―Las Ruinas? Pág. 38, lín. 21
91. ¿Según el historiador campechano Gaspar Cahuich Pág. 43, lín. 20
Chacón, que significa en maya, Pax Bolon Acha?
92. ¿Qué aguerrido grupo indígena hacía incursiones
en suelo Mazateco, en 1525? Pág. 46, lín. 12
93. ¿Quién es el arqueólogo restaurador de la zona
arqueológica de ―El Tigre‖, antaño Itzamkanac. Pág. 52, lín. 33
94. ¿Quién es el director de difusión cultural en el
estado de Campeche? Pág. 53, lín. 23
95. ¿Cómo se llama el director del I.N.A.H. de Campeche? Pág. 53, lín. 25
96. ¿Qué arqueólogo del I.N.A.H. de Campeche visitó
la zona arqueológica de ―las Ruinas‖? Pág. 59, lín. 4
97. ¿De cuántas estructuras se compone la zona arqueológica
de las Ruinas según el historiador H. Ojeda? Pág. 61, lín. 22
98. ¿Qué extensión ocupa el asentamiento prehispánico
llamado hoy ―Las Ruinas‖. Pág. 59, lín. 14
99. ¿Que coordenadas geográficas tiene dicho sitio? Pág. 61, lín. 25
100. ¿Había sido notificada esta zona arqueológica? Pág. 61, lín. 32
7
LA M U E R T E D E C U A U H T E M O C.
¿DÓNDE CÓMO? ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ?
(I N T R O D U C C I Ó N)
El día 28 de febrero de 1998, un canal de televisión de la ciudad de México,
transmitió la siguiente noticia… ―Hoy se celebra un año más de la muerte de
Cuauhtemoc en Itzamkanac, Tabasco‖. Y es a este lacónico informe al que hoy nos
dedicaremos analizar con esmero. Efectivamente, ese día se celebró el cuatrocientos
setenta y tres aniversario de la muerte del último emperador azteca Cuauhtemoc, y de
su primo Tetlepanquetzal (Señor de Tacuba), datos que desde hace más de un siglo
fueron calculados por el historiador Manuel Orozco y Berra, mismos que fueron
comprobados por Sholes y Roys, aprovechando cómputos astronómicos oficiales de
Monte Wilson, Estados Unidos.
Por lo que respecta a los demás datos que diera a conocer el canal TV., todos
son falsos, a saber: Itzamkanac es una palabra aguda, es decir acentuada
prosódicamente en la última sílaba y no en la penúltima: está compuesta de Itzam, que
quiere decir iguana o lagarto (aunque hoy se sabe que no son lagartos, sino cocodrilos),
y de Kanac, que es un árbol también llamado canaco o cotón de caribe (Alchornea
Latifolia). La población de Itzamkanac no se encontraba en Tabasco, sino en
Campeche (Cuenca del Candelaria), y la ejecución del emperador azteca no se realizó
en ese lugar, hoy ruinas El Tigre, sino dos jornadas más adelante, en Taxahá, que
posiblemente corresponde al lugar, hoy llamado ―Las Ruinas‖, terreno particular del
Sr. Delfino Oropeza, municipio de Candelaria.
Más observaciones falsas: Tanto la aseveración de que los restos de Cuauhtemoc
fueron encontrados en Ixcateopan, Guerrero, así como que el asesinato se realizó en
Xicalango, Atasta, según unos, o en un lugar situado entre Laberinto y Reforma, en
Tabasco, cuenca del San Pedro, según otros historiadores, carecen de veracidad. Hemos
leído hasta el cansancio y agotado los recursos posibles, ya que el tema es para nosotros
de gran importancia, y llegamos a la conclusión de que estos hechos se produjeron, sin
lugar a dudas, en la cuenca de Candelaria. Los más prestigiados investigadores a
nivel internacional apoyan esta última hipótesis. Por si no fuera suficiente la
televisión, los libros de historia y otras especialidades, dan informes falsos respecto a
las muertes de los héroes sacrificados.
El tema de la muerte de Cuauhtemoc, es innegablemente el enigma mayor de
nuestra historia mexicana, y quien esto escribe ha encontrado por los menos,
veinticinco claros indicios del lugar donde pudieron haber quedado sus restos. Vale
decir, incluso, que sobre este tema, cada vez se sabe menos, debido a la desinformación
o mala información, pero sobre todo a la apatía de los mexicanos por conocer los hechos.
8
LA OBSESION DE CORTES POR ―ACALAN‖.
El siguiente análisis de la quinta carta de relación, que Cortés le envió al
emperador Carlos V, el 3 de septiembre de 1526, pretende demostrar en forma
convincente que el famoso viaje del conquistador a las Hibueras (hoy Honduras), fue
un pretexto para revolver el sureste mexicano en busca de oro, y no la persecución de
uno de sus capitanes llamado Cristóbal de Olid que se le había rebelado, o la conversión
de los indígenas a la religión católica. Ya en su cuarta carta, el conquistador Hernán
Cortés al hablar de Yucatán, dijo: ―Pienso descubrir muchas y muy ricas y extrañas
tierras‖ y ―Tengo mucha información de que aquella tierra es muy rica‖. Veamos:
1. Cortés salió de la gran Tenochtitlán (Tenuxtitan) rumbo a las Hibueras el 12
de octubre de 1524. Cita en su quinta carta a un total de 95 lugares (s.e.u.o), aunque
solo visita 80 aproximadamente, incluyendo provincias, villas, pueblos, caseríos, etc.,
siendo los diez lugares visitados que más menciona, los siguientes: Provincia de
Xicalango, 7 menciones; provincia de Chilapán 7 menciones; provincia de Acuculin, 7
menciones; provincia de Quiatleo o Mazatán hoy La Misteriosa, 8 menciones; provincia
de Zagoatan, 9 menciones; pueblo de Naco, 11 menciones; pueblo de Iztapan, 15
menciones y provincia de Acalán, 25 menciones.
Citar a la provincia de Acalán en 25 ocasiones es bastante significativo, y si a esto
le agregamos que el pueblo de Itzamkanac formaba parte de la propia Acalán, resulta
desproporcionado, sobre todo si lo comparamos con el lugar de destino de los
expedicionarios: las Hibueras, a la que cita solamente en tres ocasiones. La conclusión de
nuestros estudios nos lleva a suponer que la intención principal de esta expedición fue
visitar la provincia de Acalán hoy cuenca de los ríos Candelaria y Mamantel.
Otras poblaciones de Acalán que nombró son: Tizatépetl, Teutiercas e Itzamkanac,
pero nos causa extrañeza, a menos que sea intencionalmente, que no se mencione para
nada a Taxahá, lugar donde según los papeles de Pax Bolón Maldonado, se perpetró el
asesinato del último emperador azteca, Cuauhtemoc. Esta omisión obedece a la
costumbre del conquistador de restarle importancia a los lugares y a los demás
protagonistas de hechos trascendentales, en su propio beneficio, y al deseo de ocultar el
lugar de las ejecuciones, mismo que en un futuro podría convertirse en santuario de la
mexicanidad. Lo que no es justificable, es que los campechanos tengamos en el olvido a
Taxahá. De la misma forma que el maya yucateco se entristece cuando recuerda al
pueblo de Maní, que quiere decir todo pasó, o todo acabó, nosotros los campechanos
debemos acongojarnos cuando recordemos a Taxahá. Maní representa para los mayas
yucatecos, lo que Taxahá para toda la república mexicana, la pérdida de la esperanza,
¡Que actitud tan ejemplar la de los mayas yucatecos!
9
2. Distancia mayor entre 2 poblaciones o provincias visitadas o inspeccionadas
por Cortés: Del pueblo de Iztápan a la provincia de Acalán, 40 leguas.
3. Estancia mayor en un pueblo o provincia: en el pueblo de Ocumba buscando
su camino, 20 días. En la provincia de Acalán, por varios motivos, 20 días.
4. Mayor esfuerzo realizado por los expedicionarios para llegar a una población o
provincia: De la provincia de Ziguatecpan a Petenecte, primer pueblo de Acalán.
Antes de llegar a Acalán (informa Cortés), se les unieron más de tres mil
ánimas de los naturales de Ziguactepan principalmente, e hicieron caminos y un
gran puente y ―dieron tan buena prisa y maña en ello‖, que en cuatro días lo
acabaron, de tal manera que pasaron por él todos los caballos y gentes y tardará más
de diez años que no se deshaga si a mano no lo deshacen, y esto ha de ser con
quemarlo, y de otra manera sería dificultoso de deshacer, porque lleva más de mil
vigas, que la menor es tan gorda como el cuerpo de un hombre y de nueve y diez
brazas de largura, sin otra madera menuda que no tiene cuenta.
5. Provincia visitada más alejada y fuera de una trayectoria normal o perfecta,
entre los lugares de origen y de destino de los expedicionarios: Provincia de Acalán,
en especial el pueblo de Taxahá.
En esto hay que considerar que Hernán Cortés no conocía el camino, y había
que evitar las regiones más inhóspitas, pero sí contaba con la información de los
naturales, que además se comportaban con amabilidad. Es de suponerse que la visita a
la provincia de Acalán fue intencional y muy bien planeada.
6. Lugares donde Cortés adquirió oro. Antes de mencionar los sitios donde el
conquistador consiguió el codiciado metal, nos permitimos recordarles el siguiente
episodio acontecido con anterioridad a la expedición: ―Husmeando el palacio del rey
Axayácatl, en Tenochtitlán, toparon los españoles con la pieza sellada que guardaba
su tesoro y se apoderaron de él. Tomaron todo y en todos los lugares buscaron el
metal. A los escudos de plumas preciosas de quetzal les fueron arrancadas las placas
de oro y el símbolo precioso de la pluma fue entregado al fuego. Moctezuma les dio las
señas y los envió al riñón mexicano, hoy Istmo de Tehuantepec, en la costa Chinanteca,
hacia Coatzacoalcos, Tamazula y Zacatula. Las gentes de Cortés retornaron con la
noticia de los ríos con pepitas de oro y tributos en metales elaborados‖.
Sin embargo, tenemos fuertes sospechas de que fue doña Marina (La Malinche),
la incondicional acompañante de Cortés, la que dio información en el sentido de que
en el río Acalán, hoy río Candelaria, había oro, pues ella había estado en calidad de
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esclava en el gran centro comercial de Xicalango y supuestamente había visto a los
mercaderes chontales de este río hacer trueques de ese metal con otros mercaderes
nahoas o mayas. Ella era natural de Copainalá, Chiapas, y deseaba regresar a estas
tierras ya convertida en figura importante de los conquistadores españoles.
A continuación enumeramos los lugares donde Cortés consiguió oro: en México,
en el palacio del rey Axayácatl, como ya explicamos; en México, después de darle
tormento a Cuauhtemoc se dirigieron a la casa de éste donde había una como alberca;
en la ciudad de Huicicila, en donde le entregaron oro, plata y cobre; en la provincia de
Tututepeque, situada en el hoy estado de Oaxaca, cerca del océano pacífico; en la
provincia de Acalán, en cuatro ocasiones a saber: en el pueblo de Petenecte, en la
capital Itzamkanac y en dos ocasiones más en las que el conquistador no menciona
lugar específico. Cabe decir que la información de la Malinche de que había oro en
estas tierras hoy Candelarenses fue la que originó la estampida de españoles al sureste
mexicano. Desafortunadamente aquí nunca han habido minas de oro.
7. Lugares en donde dejó Cortés alguna carta, recado o señal, por si
llegaban posteriormente otros españoles. En Tepetitán (Temacastepeque), donde dio
a los naturales ―algunas cosillas‖ y cartas para que tuvieran en sus pueblos y los
mostrasen a los españoles que pasasen por allí, ―porque con ellas estarían seguros‖.
En la provincia de Acalán, en la que el mercader principal llamado ―Apaspolón‖,
recibió también algunas cosillas a las que él se aficionó, y una nota porque él se lo
rogó si pasasen por allí algunos españoles, y así supiesen que quedaba como amigo.
Pasados cinco años, llegó la expedición comandada por Alonso Dávila
Benavides, quien fundó la villa de Salamanca de Acalán, a orillas del río del mismo
nombre, como avanzada para la conquista de Yucatán, lo cual se considera un burdo
pretexto, aunque ellos dijeron que también buscaban minas de oro.
8. Pueblo y provincias de las que mejor se expresa el conquistador: pueblo de
Iztápan, ―Aquí estuve, --dice Cortés--, ocho días, es muy grande y está asentado en la
ribera de un hermoso río. Tiene muy buen asiento para poblar en él españoles, tiene
muy hermosa ribera donde hay buenos pastos, tiene muy buenas tierras de labranza‖.
Acalán, ―Esta provincia es muy gran cosa, porque hay en ella muchos pueblos y
mucha gente, es muy abundosa de mantenimientos y de mucha miel‖. ―Hay en ella
muchos mercaderes y gente que trata en muchas partes, y son ricos de esclavos y de
las cosas que se tratan en la tierra; está toda cercada de esteros y todos ellos salen a la
bahía o puerto que llaman de Términos, por donde en canoas tienen gran
contratación en Xicalango y Tabasco, y aún créese aunque no está sabido del todo la
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verdad, que atraviesan por allí a esta otra mar, de manera que aquella tierra que
llaman Yucatán queda hecha isla‖. La obsesión de Hernán Cortés por Acalán le
rindió magníficos dividendos, ya que recibió buen albergue, muchas provisiones y
mujeres guías para el camino, suficiente información sobre los españoles que andaba
buscando y algo de oro. A cambio nos dejó, sin querer, la gloria de tener para siempre
los restos del último emperador azteca, Cuauhtemoc, ―máximo defensor en la
conquista del territorio que hoy es México‖. Pero de todos modos, la expedición de las
Hibueras, hoy Honduras, fue un rotundo fracaso.
LA MUERTE DE CUAUHTEMOC, ¿DÓNDE?
Respuestas: En el lugar que el I.N.A.H. señala en sus mapas con el nombre
común de ―LAS RUINAS‖, terreno propiedad particular del Sr. Delfino Oropeza, y
perteneciente a la jurisdicción del municipio de Candelaria, Campeche. Su nombre
original es Taxahá y su significado es ―agua plana‖ o sea de baja profundidad y
estancada, aludiendo la expresión a una aguada que comienza a unos diez metros de la
base del edificio principal, donde supuestamente fue asesinado el emperador. Taxahá,
pertenecía a la provincia, señorío o cuchcabal prehispánico de Acalán y aparece en la
lista de los papeles de Pax Bolón Maldonado (escritos en idioma náhuatl en Campeche,
en los siglos XVI y XVII), con el Núm. 49, al cual se le agregó: ―que tuvo veinte días
Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano QUATEMUCO‖.
Otros datos complementarios: primero, en un mapa publicado en la historia de
Yucatán (1854), nos muestran varios lugares de nuestra geografía candelarense, en la
que desafortunadamente las letras utilizadas son pequeñísimas por lo que apenas
podemos identificar los siguientes lugares: 1) Batcab, que corresponde a la laguna
Campones, 2 ) Ucum, que se trata del río Caribe, afluente del Candelaria, 3) Encima
del nombre anterior, otro menos imperceptible que parece decir ―Taxahá‖. Este
lugar está localizado exactamente en el mismo sitio que hoy conocemos como ―Las
Ruinas‖, lo cual resulta revelador.
Segundo, esta misma zona arqueológica, era conocida, a mediados del siglo
pasado como ―Ruinas del Tigre‖, tal como lo señala un mapa de José María Regil de
1853. El mismo sitio, fue conocido durante la época chiclera como ―Ruinas de San
Marcos‖. Las coordenadas pudieran ser 74º 68’ 05‖ Este, y 20º 32’ 111‖ Norte, ó 18º
21’ 56.6‖ de latid norte y 90º 39’ 51.6‖ de longitud oeste, de reciente medición.
NOTA: Si usted quiere viajar a las ruinas de ―TAXAHA‖, utilice la
carretera Escárcega- Candelaria, vía corta; al llegar al ejido ―Don Samuel‖ intérnese
en nuestra geografía campechana hasta llegar a Nueva Rosita, ahí contrate un guía
que le llevará durante 14 kilómetros por brechas o caminos madereros apropiados
para vehículos de una tonelada.
12
LA MUERTE DE CUAUHTEMOC, ¿CUÁNDO?
Para Hernán Viola, historiador de la Smithsonian, ―Los europeos consideraron
a América como un lugar para explotar y a sus pueblos como una especie de fauna que
debía ser domesticada. Nunca pensaron que se trataba de seres humanos iguales que
ellos, ni que tenían una historia tan antigua y rica como la del viejo mundo‖.
Es fácil suponer -- informamos nosotros --, que al conquistador Extremeño,
poco le importaba la seguridad física de los héroes de la resistencia, si morían en el
camino (a las Hibueras) o no; para él, la única importancia consistía en la
responsabilidad que le atribuyese el rey Carlos I de España, siendo de vital
consideración la opinión de los frailes franciscanos, Juan de Tecto y Juan de
Ahora, que por otra parte, tal parece que se alistaron a la expedición tanto para
evangelizar como para cuidar las vidas de los jefes de la resistencia. Como Cortés
carecía completamente de moralidad (su vida licenciosa es la mejor muestra de que
carecía de virtudes privadas) cayó víctima de su soberbia en una escena suscitada
ante los caciques de Acalán, y que nos lo narra el historiador Salvador Toscano.
―Cuauhtemoc llegó a Tuxkahá, envuelto por la majestad y prestigio de México,
entonces habló a los Acalantlecas con tiernas palabras de un vencido en una arenga
en la que resonó la herida de un pueblo desecho‖.
Pero los señores de Acalán respondieron prestamente: ¡Oh señor y amo!
¿Acaso eres tú nuestro súbdito humillándote? No te intranquilices, porque aquí
está tu propiedad, he aquí tu tributo. Y ante los ojos del vencido soberano se
extendieron ocho cestillas cargadas de oro, más joyeles de jade y de turquesa, el
tributo para saciar a Cortés. Los chontales se habían reconocido súbditos de las
gentes de México, de la nobleza del centro del país de Tollán. ―Que venga el señor,
nuestro amo y soberano, que nos hagamos dignos de esta merced. Que trate a sus
súbditos con clemencia, porque si él impone algo, ya se encontrará de donde tomarlo‖.
Desde luego, estas palabras de reconocimiento para el emperador azteca, de parte de
los chontales, debió haberlas sentido estimulantes, al mismo tiempo que para el
conquistador han de ver sido desagradables: él se sentía lo máximo, nadie podía
restarle autoridad y herido en su amor propio, decidió ponerle un hasta aquí a las
dudas de que ―Quien era el que mandaba‖. Sospechamos, que en ese momento, el
conquistador decidió dar muerte al emperador mexicano, al que después de
algunos titubeos en vista de lo peligroso que era oponerse a ello, el cacique Pax Bolón
Acha consintió que la ejecución se llevara a cabo en algún lugar alejado de la
capital y en absoluto secreto. Seguidamente, todos los movimientos de los caciques,
como los de Cortés, nos parecen confabulatorios: movilidad de canoas,
avituallamientos, movimientos tácticos etc., que marcaron el principio de un
desenlace imprevisto para los demás expedicionarios.
13
CUAUHTEMOC: COMENTARIOS Y ANÁLISIS SOBRE SU MUERTE.
Allá por 1989, empecé a aficionarme por la historia de la región candelarense, a
tal grado, que por las noches no conciliaba el sueño haciéndome mil preguntas sobre
diversos sucesos acaecidos en diferentes épocas en estas tierras campechanas. De
inmediato compré una veintena de libros, más algunos no podía conseguirlos como el
de France V. Sholes, ―Los Indios Mayas Chontales de Acalán-Tixchel‖. Tuve tan
buena suerte, que la maestra Teresa Ramayo Lanz de la ciudad de Campeche, me dio
acceso a ese libro de su propiedad. Otro lugar donde logré versarme sobre los datos
que buscaba fue la biblioteca de Candelaria, aprovechando mi condición de encargado
de ese centro cultural.
En mi deseo de obtener libros, debo confesar que en una ocasión logré la
adquisición de dos hermosos ejemplares de la Historia de Campeche, tomos I y II, de
una manera un tanto impropia y que les contaré: Una damita me platicó que en una
casa particular de conocido empresario campechano, estaban tirados en el piso de la
sala, un centenar de libros de diferentes materias y en la que sobresalían los ya citados.
Los malandrines ya habían saqueado desde hacía varios meses esa casa abandonada,
robándose las cosas de más valor material y dejando tirados en el suelo dichos libros,
mismos que me trajo y que después de leerlos ávidamente, forman parte de la
biblioteca. Es muy triste observar, que mientras una personas luchan por los libros
que le han de dar los conocimientos necesarios para una buena formación cultural,
otros no le dan la debida importancia.
Con respecto al tema de la muerte de Cuauhtemoc, pronto me percaté de que
para lograr identificar el sitio donde fuera sacrificado, no se necesitaban estudios
superiores. Con una educación secundaria siempre que fuera acompañada de un
fuerte entusiasmo, terquedad de mosca y sobre todo perspicacia para interpretar los
informes primarios, separando los falsos de los verdaderos, podría llegarse al lugar de
los hechos. Digo esto, porque las dos fuentes primarias de información, ―Cartas de
Relación de Hernán Cortés y ―La Verdadera Historia de la Conquista de la Nueva
España‖ de Bernal Díaz del Castillo, nos dan muchos informes pero no los principales.
Cabe destacar que los historiadores modernos se dejan engañar por los falsos
informes de Cortés y Bernal Díaz del Castillo, dando por cierto sus relatos, no
obstante que ellos mismos han descubierto visos de falsedad. En lo sucesivo, los
investigadores no deben olvidar que la calidad moral del conquistador era muy baja y
que el soldado historiador pudo haber estado amenazado por Cortés. Debemos de
admitir que los informes de la conquista de lo que hoy es México, está plagada de
mentiras y que con estos datos nunca saldremos de la confusión y por ejemplo,
14
nunca hallaremos el lugar de las ejecuciones de nuestro héroes, que constituye hasta la
fecha, el mayor enigma de nuestra historia mexicana. Ánimo pues, tenemos que ser más
analistas y menos ingenuos. Comprendamos que hubo fuerte disposición para encubrir
informaciones que condujeran al descubrimiento de los escenarios de los hechos. De
todos modos, la verdadera historia de la conquista de la Nueva España no se ha escrito,
y de esta obra sólo debemos dar por cierto todo aquello que no afecte a los intereses de
los conquistadores españoles, ejemplos: Cruzamos dos ríos, volvamos a nuestro camino,
les pareció mal a todos, etc., y que son informes que agregándole ―fineza analítica‖, nos
pueden servir para enterarnos de lo sucedido.
A propósito de nuestros historiadores contemporáneos, opino que hay muy buenos,
pero no cuentan con el apoyo de las autoridades correspondientes, tal como lo hacen las
universidades extranjeras con los suyos. Por tal razón, son ellos los que se llevan las
palmas en las investigaciones históricas y desde luego vienen a nuestro país porque
nuestros recursos históricos son comparativamente superiores a los de sus países de
origen. Por otra parte, a nuestros gobernantes ni siquiera se les ha ocurrido tener en
nuestro país copias de los documentos existentes en los archivos de las casas de
contratación de Sevilla y Cádiz, España, así como otras escrituras testimoniales de
nuestra historia que existan en otros países. Incluyamos en este párrafo el grave
desperdicio de recursos informativos que perdemos debido al gran surtido de mapas
ilegibles, que a nadie le interesa clarificar.
He notado con tristeza, que hasta hace unos pocos años, en las escuelas primarias y
secundarias de nuestro país, se les enseñaba historia a los estudiantes dándole
preferencia a lo acontecido en otros lugares como: China, Egipto, Mesopotamia,
Grecia, Italia, por lo que los estudiantes se formaban la falsa idea de que en nuestro
país nada había acontecido, que somos un punto blanco en el mapa en cuestiones de
civilizaciones antiguas. Por tal motivo quien esto escribe, ha encontrado en su largo
peregrinar, un cúmulo de personas que no tienen inclinaciones hacia el conocimiento de
las culturas prehispánicas de nuestro país y que para mi desgracia, son las que ostentan
el poder político y económico.
Pero todavía hay más, los campechanos no queremos o queríamos aceptar a
nuestro querido estado como el lugar de los magnicidios, no obstante que los libros
primarios tienen informes en la que virtualmente señalan a nuestro terruño (cuenca del
Candelaria), como el único candidato; todo lo contrario de los tabasqueños, que
admirablemente luchan ―contra viento y marea‖ porque todo mundo acepte que estos
hechos acontecieron en su territorio. Tengo noticias desde hace 10 años, de que en
Tenosique Tabasco, año con año celebran el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc,
ya que consideran que eso sucedió en ese municipio; traen grupos danzantes que
representan escenas prehispánicas. Esto lo hacen en el parque principal y lo encabezan
los historiadores Pedro Vega y Manuel Urrutia.
15
Cabe señalar que Cortés planeó los magnicidios de tal modo que fuera imposible su
localización, dio informes falsos y se guardó datos importantes como el nombre de las
últimas poblaciones involucradas en los acontecimientos y por si fuera poco, al llegar a
España continuó con su sarta de mentiras 27 años después, por medio de su capellán
Francisco López de Gómara. Y en verdad que el lugar escogido para ocultar sus
fechorías, por aquellas cosas del destino no pudo haber sido mejor: En plena selva y en
un espacio mal comunicado hasta 481 años después. Pero lo que nunca imaginó el
conquistador es que a todo esto, se le agregaría un escaso interés de los nuevos
habitantes de la región por hacer lo indicado para localizar el lugar de los hechos.
Cabe preguntarse, ¿Será que no les debemos nada a nuestros antecesores?
Es pertinente señalar que desde hace veinticinco años por lo menos, vengo
coleccionando frases ingeniosas de celebridades mundiales, mismas que he llamado
―Joyas del Pensamiento Universal‖; digo todo esto, porque existe una al respecto a
nuestro tema que siempre he tenido en especial consideración: ―Cuando se rompen
pautas pueden surgir nuevos mundos‖, Tuli Kupferberg. Creo que esta frase, en caso
de triunfar mi hipótesis sobre la muerte del último emperador azteca, podría ser
parcialmente responsable de haber terminado con el enigma imperante durante
cuatrocientos ochenta y un años del lugar de los tristes sucesos de 1525.
De todos modos, aunque siento una gran atracción por los hechos históricos,
creo que hay otros motivos más fuertes que me ligan a las investigaciones: 1.
Descender de mayas por la línea materna, raza con la que me identifico psicológica y
sentimentalmente, 2. por el hecho de haber nacido en Salto Grande, población que se
encuentra en el histórico río de los sucesos. 3. Pienso que estas circunstancias,
agregadas al hecho de ser el cronista de la ciudad de Candelaria son demasiado fuertes
y me estimulan en mi trabajo, por lo que puedo decir sin poder ocultar el orgullo, de ser
el único investigador nato de los sucesos inherentes a la muerte de Cuauhtemoc.
En mis ansias de conocer el lugar de los hechos, un día de 1989 entreabrí en una
mesa, diez o doce libros de historia, entre ellos los dos principales, mismos que
acompañé con un modernísimo mapa del INEGI. Y al cabo de una semana, lo único
que había obtenido de dichos libros fue un fuerte dolor de cabeza, ya que las obras
primarias no son fáciles de entender, por lo que quedé más confundido que nunca. En
especial, cuando leí en un periódico por deducción del autor, que el conquistador
había cruzado el río Caribe, afluente del Candelaria, que me negué a creer en estos
informes. No, esto no es cierto --pensé--, Cortés no cruzó el Caribe, ¿para qué habría
de cruzarlo? si este no se encontraba en la ruta a las Hibueras. Había otra razón para
que yo creyese que el conquistador no cruzó el río Caribe: El conquistador había
recibido de manos de los caciques chontales días antes, unas mantas con dibujos bien
elaborados, que le señalaban su largo camino a Nito, en la frontera con Honduras,
16
además de guías para el camino que desde luego no lo llevarían por las orillas del río
Caribe, y mucho menos lo cruzarían; sin embargo, ahí estaba con letras grandes el
informe conjeturado del desconocido autor: ―CORTÉS CRUZÓ EL CARIBE‖.
Así estuve varios días, en infernal confusión; la lógica me decía que algo no
funcionaba bien. Y fue cuando hice mi primer descubrimiento importante: los libros
escondían datos o los falseaban. Seguidamente comprendí que efectivamente Cortés si
había cruzado el río Caribe, y al hacerlo no andaba buscando su camino a las
Hibueras, sino el lugar apropiado para ejecutar al emperador mexicano y a su primo
Tetlepanquetzal, mismos que había dado tormento de fuego el día de San Hipólito, 13
de agosto de 1521. De todos modos, el investigador que señaló que Cortés cruzó el
Caribe, hasta ahí terminó sus estudios y conjeturas, tal como le han sucedido a otros
sondeadores. ¿Qué sorpresas hubiera tenido si hubiese continuado sus pesquisas al
otro lado del Caribe, en plena selva, pero a tan sólo ocho kilómetros de la orilla del río?
De una cosa si quedé convencido de estos mis primeros estudios: Campeche era
el único estado candidato donde se habían cometido los crímenes, pues estos
apuntaban concretamente a algún lugar de la margen derecha del río Caribe, afluente
del Candelaria. Fue así como pregunté a muchos campesinos que vivían por el rumbo
de ―Las Campanas‖ y la laguna ―Salsipuedes‖, ¿Qué zona arqueológica de gran
tamaño se encontraba por esos lugares?, y después de algunos cálculos y de averiguar
que el INAH., no había hecho estudios en dicha zona por estar alejada de las vías de
comunicación, llegué a la conclusión, a los 15 días de haber comenzado los estudios, de
que el lugar conocido como ―Las Ruinas‖, era la antigua Taxahá, lugar del doble o
triple magnicidio de nuestros héroes. Seguí recabando informes y fotografías, y el día
12 de octubre de 1990 los hice públicos en un periódico de la capital campechana.
Diez días después, repetí la información en otro artículo periodístico. A estas
informaciones públicas, nunca nadie me preguntó en qué basaba mis afirmaciones, y es
más, nunca oí algún comentario al respecto. Así llegamos hasta el 12 agosto de 1996,
día que recibí una carta del señor Refugio Sobrevilla Saldaña, coordinador de la casa
de la cultura de Tula, Hidalgo, en la que me felicitaba y daba por ciertos mis
deducciones y comentarios sobre la muerte del llamado ―Joven abuelo‖.
Pero algo no encajaba en la serie de informaciones dadas; fue así, poco a poco
meditando, que comprendí que debía de continuar mis estudios. Semanas después
encontré el fallo a mis apreciaciones: el lugar de los hechos si era el mencionado en esa
primera ocasión, sí se había llamado ―San Marcos‖ dicha zona arqueológica durante
la época chiclera y el INAH., lo tenía registrado con el nombre común de ―Las
Ruinas‖, pero su nombre autóctono no era Tuxkahá, que significa ―donde las aguas
se juntan o revuelven‖, sino ―Taxahá‖, que en lengua maya es ―agua plana‖, haciendo
17
alusión a una aguada de gran tamaño, que en tiempos de lluvia, se aproxima a unos diez
metros de la base del edificio principal, lugar donde presumiblemente fueron colgados
los cuerpos o las cabezas de nuestros héroes de la conquista. Pero si el lugar de los
sacrificios es ―Taxahá‖, ¿dónde queda ―Tuxkahá‖? Fue así como advertimos que a
ocho kilómetros a vuelo de pájaro, en la juntura del río Caribe con ―Arroyo Negro‖, se
encuentran unas ruinas de escasa importancia, dentro del ejido Pablo Torres Burgos.
Es a este lugar al que Bernal Díaz del Castillo menciona como ―un poblezuelo‖,
inmediatamente después de relatar los pormenores relativos a las ejecuciones y a sus
probables consecuencias. Tuxkahá era población Mazateca, por tal motivo no aparece
en la lista de los papales de Pablo Pax Bolón.
A continuación transcribimos textualmente lo dicho por el soldado historiador y
que tiene varios datos reveladores: ―Volvamos a ir nuestro camino con gran concierto,
por temor que los mexicanos, viendo ahorcar a sus señores, no se alzasen; Más traían
tan mala ventura de hambre y dolencia, que no se les acordaba de ello. Y después que
los hubiero ahorcado, según dicho tengo, luego fuimos camino de otro poblezuelo, y
antes de entrar en él pasamos un río bien hondable, en balsas, y hayamos el pueblo sin
gente, que aquel día se habían ido…‖ Para nosotros los investigadores, estos informes
merecen profundo estudio, por ser acontecimientos cercanos al lugar de los sucesos. Así
por ejemplo, meditamos: Uno de los recursos con que contamos los que nos dedicamos
al noble arte de escribir para el público, es el de las frases de transición. La transición
es un puente, una breve frase o afirmación que conecta dos ideas o pensamientos. Este
elemento de conexión permite pasar de un pensamiento o idea a otro de diferente
esfera, sin brusquedad o precipitación.
Bernal Díaz no conocía los recursos de las ―frases de transición‖, por tal motivo
empezaba cada párrafo de sus escritos, con frases trilladas, de tal modo que la palabra
―volver‖ o algunas de sus formas verbales las usó en su obra como frases de transición,
por lo menos en 121 ocasiones: páginas 382, 394, 421, 450, 456, 464, 472, 473, 477, 480,
501, 536, y 549. Sólo en una ocasión escribió ―volvamos a nuestro camino‖, página 419 y
también una sola vez dijo la frase que tanto nos interesa: ―volvamos a ir nuestro
camino‖, en el capítulo 177, página 470 (decimocuarta edición de Editorial Porrúa,
S.A.). Nosotros interpretamos esta frase como: ―regresemos por el camino que ya
anduvimos‖ y que se ajusta exactamente a nuestras suposiciones: ―salieron los
expedicionarios de Tuxkahá con rumbo a Taxahá, sacrificaron a los mexicanos en la
madrugada e inmediatamente regresaron por el mismo camino a Tuxkahá, pero antes
de llegar a este poblezuelo, cruzaron un río muy hondable, en balsas‖.
Está claro que este río es el Caribe y que a la altura de la citada población de
Tuxkahá, es ancho y muy hondable, entendiéndose que por tal motivo, los chontales no
pudieron hacer un puente, además de que era zona limítrofe entre dos cuchcabales con
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diferencias políticas. Otro asunto que queda establecido es que esta población estaba
muy cerca del río y que se mira desde el lado opuesto, por tal motivo Bernal Díaz
escribió: ―Luego fuimos camino de otro poblezuelo, y antes de entrar en él pasamos un
río bien hondable, en balsas‖.
Continuando con nuestro tema, es preciso recalcar que la mayoría de los
investigadores modernos, aunque entienden que algunas informaciones del
conquistador extremeño y de Bernal Díaz, son dolosas, incorrectas, incompletas o
tendenciosas, a menudo lo olvidan o pasan por alto, cayendo víctima de esta situación;
dan por cierto que el lugar de las ejecuciones es Tuxkahá y se olvidan que los papeles de
Pablo Pax Bolón, descendiente del mercader principal de Acalán, informan claramente
que el lugar de las ejecuciones fue Taxahá. Aunque el legajo de documentos de Pax
Bolón contiene varias informaciones tendenciosas para favorecer a la memoria de los
españoles, una cosa si damos por cierta, el nombre de la población donde fueron
asesinados los héroes de la resistencia indígena fue Taxahá. Cortés escribió en su quinta
carta de relación, que salió de Itzamkanac el domingo 26 de febrero de 1525 por la
mañana, y llegó a Tuxkahá ese mismo día en una jornada agotadora. Bernal Díaz
señala que para llegar al lugar de las ejecuciones cruzaron dos ríos: el primero en
puentes, que sin duda se trata del San Pedro, muy cerca de su desembocadura al
Candelaria, y luego atravesaron otro en balsas. Este otro río es el Caribe y lo pasaron
en balsas por ser más ancho y profundo, además de ser limítrofe entre dos provincias o
cuchcabales con diferencias políticas.
La razón por la cual los expedicionarios lograron completar en un solo día la
jornada Itzamkanac-Tuxkahá, es porque entre ambas poblaciones existía un camino
blanco de los llamados ―Sacbes‖ y del cual todavía quedan algunos tramos, mismos que
fueron utilizados por los chicleros hace tan solo sesenta años. Tanto Cortés como
B.D.C., informan que los caciques de Acalán les regalaron cien canoas cargadas con
bastimentos. Cabe preguntarse, ¿A dónde se dirigieron dichas canoas? La respuesta es
la siguiente: Nuevamente Tuxkahá es uno de los sitios más apropiados y es lógico
suponer que este enorme bastimento fue conseguido bajo la presión de las armas, no
como regalo, deduciéndose que mientras unos expedicionarios viajaban por la vía
terrestre, otros lo hacían por la vía fluvial, no alejándose mucho unos de otros.
Pregunta importante es la siguiente: Si consideramos que los expedicionarios al
salir de Itzamkanac tardaron más o menos siete días en llegar a Mazatán y como ambos
lugares están plenamente identificados y sólo los separa en línea recta unos 35
kilómetros y un río (el San Pedro), ¿Por qué tardaron tanto tiempo en llegar? La
respuesta es obvia: No viajaron en línea recta y desde luego no lo hicieron al sur de esta
población, sino al este de Itzamkanac y norte de Mazatán. Si lo hubieran hecho por el
lado contrario (Arroyo Esperanza, la ruta ideal), no habría necesidad de reconocer
19
a Mazatán pues esta hubiera quedado fuera del derrotero. En resumen, los
expedicionarios estuvieron al norte de Mazatán antes de llegar a esta población,
alejándose intencionalmente del camino ideal a las Hibueras. Es casi superfluo decir
que el capítulo conocido como ―Expedición o marcha de Cortés a las Hibueras‖ está
llena de falsedades, en especial los datos relacionados con la ciudad de Itzamkanac
(estancia y salida de ella) por lo que llegamos a la conclusión de que la historia
verdadera de la conquista de la nueva España, no se ha escrito jamás, decimos esto
porque es lógico suponer que los demás capítulos de nuestra historia, están llenos
igualmente de falsedades.
La historia de la expedición a las Hibueras comienza así: En 1523 Hernán
Cortés envió a uno de sus capitanes de más confianza (Cristóbal de Olid) a
conquistar las Hibueras (Honduras), que se decía eran tierras muy ricas. Olid viajó
por la vía marítima saliendo de Veracruz, y al pasar por Cuba se dejó convencer
por los partidarios de Velásquez (enemigos acérrimos de Cortés) para hacer la
conquista por cuenta propia, no obstante que los gastos del viaje los había
sufragado el conquistador español.
Tiempo después al enterarse Cortés de los hechos, envió nuevamente por la
misma vía a Francisco de las Casas, con la misión de aniquilar a Cristóbal de Olid,
y finalmente, el 12 de octubre de 1524 al no tener noticias de De las Casas, Cortés
emprende la expedición a las Hibueras, ésta vez por la vía terrestre. Nos
preguntamos, ¿Por qué dos expediciones a las Hibueras por la vía marítima y
luego una por la vía terrestre? ¿Para sorprender a Cristóbal de Olid? ¿No hubiera
sido más fácil y seguro sorprenderlo usando los medios marítimos?
¿Por qué emprendió Cortés una expedición en la que tenía que cruzar el
estado de Tabasco, que tan bien conocía como un lugar pantanoso lleno de
peligros? No, la expedición de Cortés a las Hibueras no existió como tal, un título
más apropiado para este importante capítulo de nuestra historia hubiera sido:
―Expedición de Cortés al sureste mexicano en búsqueda de oro? Pero, ¿Quién
informó al conquistador de que en el sureste mexicano había oro? Obviamente, una
de las personas más cercanas a él, la Malinche. Esta dama, tan costosa para la
causa mexicana, había estado en condición de esclava en el importante centro
comercial de Xicalango, mismo lugar a donde los mercaderes de Acalán llevaban sus
mercancías para intercambiarlas con las de otros caciques que acudían a dicho
mercado, por lo que nos resulta fácil suponer que fue ella (dada su
incondicionalidad para los españoles) la que informó a Cortés de que en el río
Acalán había oro. La codicia del conquistador por el fino metal motivó lo que fuera
la fracasada expedición en la que perdieran sus vidas los jefes de la resistencia
indígena. Repetimos, que en estas tierras nunca han habido minas de oro, los
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chontales habían conseguido este producto por medio del trueque con otros
pueblos, sin embargo este era escaso y mezclado con otros metales.
Revisando los libros originales nos percatamos que se nos esconden algunos
informes, ejemplos: ¿Llevaban armas pesadas los expedicionarios?, ¿En que
condiciones viajaban nuestros héroes de la resistencia?, ¿Hacían vida sexual los
españoles con las indígenas?, ¿Qué recursos alimenticios contaba el conquistador
para nutrir a los más de tres mil expedicionarios que llevaba?
He aquí un gran secreto: Paños de henequén en Coatzacoalcos y unas mantas
en Itzamkanac, ambos con figuras y utilizados a manera de mapas para señalar los
caminos. En el primer caso se explica claramente el material de que fue hecho el
paño, pero en el segundo, al que se refiere ―unas mantas‖, sospechamos que el
material de confección es el Kanac, un árbol también llamado canaco (ya
castellanizado), o ―Cotón de caribe‖, cuyo nombre científico es Alchornea Latifolia,
con que confeccionaban todavía hace pocos años su indumentaria los caribes del
estado de Chiapas. La altura máxima del ―Kanac‖ es 22 metros y su diámetro, 60
centímetros. Su madera es suave y usada en construcciones rurales ligeras y se usa
mucho como árbol de sombra en las plantaciones cafetaleras.
La técnica que usan los caribes para beneficiar la fibra del Kanac es la
siguiente: Derriban el árbol y ya en posición horizontal el fuste de la planta, le hacen
incisiones a la corteza cada dos metros, seguidamente le hacen otra incisión a todo
lo largo del mismo fuste, y a continuación, dándole de golpes a la corteza con un
garrote, desprenden los pedazos que les servirán a manera de petatillos para sus
camas de varas. Estas mismas láminas pueden remojarlas en agua durante algún
tiempo, hasta que se pudra la corteza, quedando en buenas condiciones la fibra
que les ha servir para confeccionar su indumentaria llamada ―Cotón de Caribe‖.
Tal parece que este grupo (los Caribes) que hoy vive en el estado de Chiapas,
tiene sus orígenes en la cuenca del Candelaria, principalmente en las camperías
llamadas por Sholes y Roys, Isla Pac, en las cercanías de ―Taxahá‖. Fueron bautizados
con ese nombre por los carmelitas que llegaron a estas tierras (alto Candelaria) en
los años cincuentas y sesentas del siglo XIX, en plena época tintera, siendo los
capitanes de los barcos tinteros los que dispusieron ese nombre para ellos, por
encontrarles parecidos con ese otro grupo aborigen del mar Caribe. Pero este otro
grupo, al que nosotros llamamos ―Caribes II‖, no guarda relación étnica con el otro
grupo: son auténticos mayas peninsulares que vinieron de lugares como: Tixchel,
Xicalango, Champotón, Campeche, Mamantel, Sabancuy etc., huyendo de los hordas
españoles y refugiándose en el alto río Candelaria, amparados por la protección que
les daban los ―saltos‖ o ―raudales‖ del río.
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Regresando a nuestro tema original, ―La muerte de Cuauhtemoc‖, quiero
agregar que fue en ―Taxahá‖, precisamente el fatídico día martes, 28 de febrero de
1525, cuando los aborígenes conocieron las crueldades de los españoles; tanto en
Taxahá con la muerte de los aztecas, como en Tuxkahá, con los crímenes a los
frailes franciscanos, quedando grabado en las mentes de los indígenas las escenas
macabras. Por tal motivo, cuando tres siglos después incursionaron por estos lugares
los nuevos colonizadores en busca del palo de tinte, el cedro y el caoba, y
posteriormente la resina del chicle, los naturales abandonan sus lugares de origen,
haciendo poco contacto con los blancos, remontándose a lo más profundo de la selva
Guatemalteca y los altos de Chiapas, pero sin perder sus relaciones con el medio
acuático.
Todo parece indicar que hace un siglo el río Candelaria formaba parte del sistema
Grijalva-Usumacinta y debido a la alta concentración de alcalinidad de las aguas de los
ríos citados, se formaron moles calcáreas de fisiología rocosa, también llamados saltos
corridos, impidiendo el libre curso de las aguas.
Por otra parte, mentiras van y mentiras vienen en relación con los altos jefes de
la resistencia. Algunos escritores señalan a la región de Xicalango como el lugar de los
sucesos. Esto no es cierto, sin embargo allí sucedió algo interesante que les voy a
relatar: Justamente cuando Cortés salió de México rumbo a las Hibueras, también
envió desde Veracruz a un capitán llamado Simón de la Cuenca, para que se acomodase
bien avituallado en las aguas cercanas a Xicalango.
Este cumplió dicha orden, pero estando Cortés en un río de Tabasco, mandó a otro
de sus capitanes llamado Francisco Medina, junto con otro soldado, para que alcanzara
río abajo la región de Xicalango y le dio poder para ser capitán junto con Simón de la
Cuenca. Este último no aceptó la orden, se hizo de palabras con Medina y pelearon a
muerte, no quedando vivos más que 6 ó 7 españoles de los dos navíos. Vieron esta
revuelta los indígenas y acabaron de matar a todos y quemaron los navíos. (Datos de
B.D.C.)
También existe en Tabasco un lugar entre las poblaciones de Laberinto y Reforma,
que nos discute la paternidad de los tristes hechos. La llaman Acala, cuenta con zona
arqueológica y se dice que los lugareños han logrado comprobar que los hechos
sucedieron en dicho lugar, por medio de la comunicación oral, de padres a hijos,
durante aproximadamente 19 generaciones.
Lamentablemente esto no es posible y la única probable referencia a dicho lugar la
encontramos en el capítulo CLXXV, página 462 de la obra de B.D.C., ―Y en este pueblo
de Iztapa (hoy Emiliano Zapata, Tab.) se informó Cortés de los caciques y mercaderes
de los naturales del mismo, el camino que habíamos de llevar, y aun les mostró un paño
de henequén que traía de Guazacualco, donde venían señalados todos los pueblos del
camino por donde habíamos de ir hasta Gueyacala, que en su lengua se dice la ―Gran
Acala‖, porque había otro pueblo que se dice ―Acala la chica‖. Por lo tanto nosotros no
podemos ni
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siquiera asegurar que Cortés haya estado en dicho lugar, sin embargo conjeturamos lo
siguiente: En nuestra misma región, hoy existen poblaciones que llevan los siguientes
nombres: Nuevo Coahuila, Estado de México, Monclova, etc., porque los habitantes de
estos lugares son originarios de otras partes de la república con idénticos nombres. Algo
similar pudo haber sucedido entre ―Acala la Grande‖ y ―Acala la Chica‖.
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I M A G Í N E S E.
¿QUE PASARÍA SI LA HIPÓTESIS FUERA ACEPTADA Y COMPROBADA?
1. El mayor de los misterios de nuestra historia quedaría resuelto.
2. El gobierno y el pueblo mexicano podrían decidirse a rendirles honores a las
memorias de los máximos héroes de la defensa de la conquista de México.
3. La mención de los hechos en libros, novelas, películas y polémicos programas
televisivos y periodísticos.
4. Dentro del programa ―Mundo Maya‖, a Candelaria colocado en un alto nivel
histórico, tanto en el plano nacional como en el internacional.
5. Convertida a ―Taxahá‖ en un santuario de la mexicanidad, a la que todo buen
mexicano deba visitar por lo menos una vez en su vida.
6. La probable proyección turística de otros sitios locales como: El Tigre, Tayel, Salto
Grande, La Misteriosa, Ojos de Agua, Aguas Verdes y los saltos del río.
7. La creación de fuentes de trabajo por varios años en la región.
8. La protección ecológica inmediata de las márgenes del Candelaria.
9. La erección de una estatua en algún lugar estratégico, para elevar las memorias de
Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal.
10. La probable declaración de Taxahá de ―Patrimonio Cultural de la Humanidad‖.
11. Y si el Vaticano aceptase el sacrificio de los frailes franciscanos en aras de sus
principios, habría que hacerles igualmente honores, colocarlos en sus justos
lugares en la liturgia católica, con sus constantes alusiones al lugar de los hechos.
Pero sobre todo, se haría justicia a nuestros máximos héroes de la conquista.
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
―LOS ÚLTIMOS VEINTE DÍAS DE CUAUHTÉMOC‖
--RECONSTRUCCIÓN DE LOS HECHOS--
Con la llegada de los expedicionarios a la provincia de Acalán el día jueves 9 de
febrero de 1525 (fecha aproximada), comienza el conteo final que culminaría con la
muerte del último emperador azteca y de su primo, Tetlepanquetzal, señor de Tacuba,
23
llevándose consigo las esperanzas del pueblo azteca. Pero antes de continuar con
nuestro relato, queremos dejar en claro algunas diferencias de opiniones con los
escritos chontales y nuestras conclusiones. Es muy posible que Hernán Cortés haya
estado en Acalán unos 20 días, pero en la población de Taxahá, donde diera muerte a
los aztecas, no estuvo ni siquiera 24 horas, tiempo empleado exclusivamente para la
trama y ejecución de los asesinatos. En cuánto a los motivos de estos, nos sumamos a las
opiniones de las fuentes indígenas que niegan la existencia de una conspiración contra
los españoles.
Los expedicionarios llegaron a esta provincia entrando por el pueblo de Tizatépetl
y después de descansar seis días siguieron a Teutiercas, población de mayor tamaño que
la primera; de ahí continuaron a la capital Itzamkanac, de donde salieron el domingo
26 de febrero muy de mañana. Llegaron a Tuxkahá de noche y al siguiente día
partieron hacia Taxahá, cruzando el río Caribe, y 8 kilómetros después, en Taxahá,
asesinaron a los mexicanos a las 4 ó 5 de la mañana del martes 28 de febrero.
Regresaron de inmediato a Tuxkahá, donde ese mismo día, por razones de seguridad,
asesinaron a los frailes, pues ellos no se tragaron el cuento de que los asesinatos se
debieron a que los de México conspiraban contra los españoles.
Continuaremos la reconstrucción de los hechos, permitiéndonos dar algunos
informes tomados del libro ―Cuauhtemoc‖ de Salvador Toscano: Los chontales se
reconocieron súbditos de las gentes de México: ―Que venga el señor, nuestro amo y
soberano. Que nos hagamos dignos de esta merced. Que nos trate a sus súbditos con
clemencia. Porque si el nos impone algo ya se encontrará de donde tomarlo‖. Entonces
Cuauhtemoc habló a los Acalantlecas con tiernas palabras de un vencido: ―Esforzaos
nobles Acalantlecas, lo más que podáis, con la ayuda de nuestros dioses. Estad
contentos, no vayáis –añadió amargamente--, a pueblos extraños‖.
―Sed felices aquí, para que no ocasionéis dolor a las gentes del pueblo, a los viejos,
a los ancianos, a los niños que están todavía en las cunas, y a los que apenas comienzan
a caminar, a los que están jugando. Tened cuidado con ellos y compadeceos de ellos.
Que no se vayan a un pueblo extraño, amadlos, no los abandonéis. Y os lo recomiendo
expresamente, porque nosotros seremos enviados a Castilla. Qué se yo si regresaré o
pereceré allá. Quizá vuestro poder. Amad a vuestros hijos tranquilamente y en paz. No
les inflijáis ningún disgusto. Y sólo digo esto: ayudadme en alguna forma con algo para
que yo pueda dar la bienvenida al gran señor que es soberano de Castilla‖.
Pero los señores de Acalán respondieron: ―¡Oh señor y amo! ¿Acaso eres tú
nuestro súbdito humillándote? No te intranquilices, porque aquí está tu propiedad. He
aquí tu tributo‖. Y ante los ojos del vencido soberano se extendieron 8 cestillas
cargadas de oro, más joyeles de jade y turquesa. El tributo para saciar a Cortés.
24
De todos modos, cuando el sol se iba a ocultar, irónicamente, el sol del
crepúsculo que significa el nombre de Cuauhtemoc, la sórdida tragedia llegó: un
traidor de origen otomí denunció que los mexicanos estaban conspirando contra los
españoles, calculando el tiempo necesario para aniquilarlos, para caer sobre ellos y
asaltarlos.
Todas las fuentes históricas recuerdan el nombre del denunciante, el mexicalcinca
Coztemexi: Cortés, Ixtilxóchitl, Chimalpahin, Anales de Tlatelolco, etc., pero en tanto
que las fuentes indígenas mexica (Anales de Tlatelolco) y Tezcocana (Ixtilxóchitl)
niegan la existencia de una conspiración, el testimonio español (Cortés y Bernal Díaz) la
acepta como plenamente probada. Fue así como se fue desenvolviendo el dramático
epílogo. Quienes son gratos a la memoria de Cortés han afirmado la existencia de la
conjura, pero quienes le son adversos la han negado sólo para arrojar una mancha más
al conquistador. (Hasta aquí la versión de Salvador Toscano E.)
Pero nosotros tenemos un doblaje muy diferente a lo antes referido. No debemos de
olvidar, que la única persona que hablaba el español, el náhuatl, el maya y entendía el
putunthán, idioma de los chontales, era la Malinche, que como ya dijimos había vivido
en condición de esclava en Xicalango, centro comercial en la hoy península de Atasta,
Campeche; ella era simpatizante de los españoles, traductora, espía, consejera, amante
de Cortés e informante de las costumbres de los aborígenes, y sin duda participó en
forma decisiva en esta tragedia, como ya lo había hecho anteriormente en Cholula,
ocasionando la muerte de cientos de Tlaxcaltecas.
La Malinche corrió a informar al conquistador que los caciques chontales habían
hecho reverencia a los jefes de México, de los cuales se reconocían súbditos y les habían
dado ocho cestillas cargadas de oro. Hasta aquí las relaciones entre los chontales y los
españoles habían sido cordiales: no olvidemos que Cortés en un detalle sin precedente,
prestó uno de sus caballos a Pachimalays, hijo de Pax Bolon Acha, para que cabalgara
hasta Itzamkanac a llevarle un recado a su padre. Pero las excesivas atenciones (tan
tradicionales en estas tierras campechanas) y reconocimientos a las gentes de México,
asustaron primero a la Malinche y luego al conquistador, que no olvidaron que estaban
rodeados de tres mil indígenas mexicanos, otro tanto de aborígenes chontales y en suelo
desconocido por ellos.
El pánico se apoderó de Cortés y de inmediato detuvo a los caciques chontales y los
procesó; había llegado el momento de demostrar quien era el que mandaba; exigió cien
canoas cargadas con alimentos para continuar su camino y guías que lo llevasen fuera
de la ruta programada. No se puede asegurar, pero es posible que entre ambas partes
hayan elegido el lugar donde habrían de sacrificar a los mexicanos, ya que a ambas
partes no les convenía que esto se hiciera en Itzamkanac. La agitación que se produjo al
momento: movilidad de canoas, avituallamiento, movilización de tropas, fueron los
preparativos que culminarían con las ejecuciones de nuestros héroes.
25
Es de suma importancia señalar, pues lo consideramos necesario para nuestra
historia Candelarense, que no hemos encontrado ningún elemento de juicio que indique
un alzamiento indígena en contra de los españoles, toda vez que las pláticas entre los
caciques y los mexicanos se llevaron a cabo gracias a la intervención de la Malinche,
una mujer reconocida por todos como aliada de los españoles. Para efectuarse dichas
conversaciones se tenían que conocer o tener nociones de dos idiomas: los mexicanos
conocían el náhuatl pero no el putunthán que hablaban los chontales; estos a su vez no
conocían el náhuatl. Así que de hecho, queda demostrado que la Malinche fue la
traductora de las pláticas indígenas, que al parecerle bastantes amistosas, se lo
comunicó de inmediato a Cortés agregándoles tintes de alzamiento.
Todo indica que estas pláticas se llevaron a cabo en Itzamkanac y no en Taxahá,
como se nos quiere hacer creer; de ahí que como resultado de la decisión de Cortés de
asesinarlos, exigiera a los caciques las 100 canoas con alimentos. Para juntar dicha
cantidad de provisiones, tuvieron que pasar varios días y luego dirigirse con ellas a un
lugar fuera de la ruta programada. Todos estos datos, así como las muertes de los
frailes y la falta de información sobre los nombres de las últimas poblaciones visitadas,
nos indican que existen suficientes razones para creer que el móvil de los crímenes fue
el temor y a esto hay que agregarle el deseo de ocultar el escenario de los hechos.
Igualmente, nos parece mentira el que Cuauhtemoc haya sido colgado de una
ceiba; este árbol es monopódico y de ramas muy altas, por lo que es inadecuado para
efectuar maniobras de ahorcamiento, y en la actualidad no existe en la región de
Taxahá. La única mención que tenemos al respecto se la debemos a Díaz del Castillo y a
la que le atribuimos tal confusión. Esta se refiere a un hecho acaecido en un pueblo
situado más adelante y que nosotros identificamos como ―Tuxkahá‖ y que dice así: ―Y
Cortés les mandó a hacer una cruz en un árbol muy grande que se dice ―ceiba‖ que
estaba junto a las casas donde tenían los ídolos‖.
Tanto en el mapa de Tepechpan, como en el Códice Vaticano A, que se refieren a la
muerte de Cuauhtemoc y a la de los frailes, aparecen árboles que no tienen parecido
con la ceiba y si en algo, al guácimo o pixoy, árbol que crece en las camperías y que en
estas tierras y en Cuba se le conoció en los siglos pasados como ―Árbol del Ahorcado‖.
Si nos metemos en el terreno de lo misterioso, de lo difícil de averiguar, tenemos
otro caso digno de mencionar: los mexicanos consideramos al número 13, como signo de
mal agüero o mal presagio del porvenir y todavía peor si ese día 13 corresponde a un
martes. Pues bien, la caída de la gran Tenochtitlán se llevó a cabo un día martes 13 de
agosto de 1521. A esta aversión sin fundamento se le conoce como Triscaidecafobia. En
torno a las muertes de nuestros mártires mexicanos y a las de los frailes franciscanos,
existen gran variedad de versiones difíciles de aclarar.
26
LA MUERTE DE LOS FRAILES FRANCISCANOS.
¿DE HAMBRE O ASESINADOS POR CORTÉS?
Respuesta: Fueron asesinados. Como se sabe, en 1523 llegaron a la Nueva España
los primeros frailes franciscanos, ellos fueron: Juan de Tecto, Juan de Ahora y Pedro
de Gante. De estos, los dos primeros acompañaron a Cortés en su viaje a las Hibueras, y
de la suerte de ellos los libros nos dicen lo siguiente: 1. Que murieron de hambre en la
provincia de Acalán, 2. Que murieron de hambre, y 3. Refiriéndose a Juan de Tecto o
Dekkers, que murió de hambre en el viaje a las Hibueras ―arrimado a un árbol‖. Pero
la verdad es otra muy distinta, fueron asesinados por el conquistador extremeño al
oponerse a las muertes de Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Igualmente fueron
asesinados otros españoles de las cuales recelaba el conquistador y que podrían ser
testigos de estos crímenes injustificados.
Deducimos esto por lo siguiente: 1. los frailes habían asistido espiritualmente
(confirmación y confesión) poco antes de sus asesinatos a los aztecas, en el pueblo de
Taxahá, y como después de estas acciones sólo permanecieron en suelo Acalantleca
unas cuantos minutos u horas, damos por cierto que no murieron en esta provincia.
Aunque los informes de los chontales afirman que Hernán Cortés estuvo en Taxahá
veinte días, nuestras investigaciones nos conducen a creer que estuvo en dicho lugar
menos de 24 horas. Considérese en este párrafo el hecho de que los papeles de ―Pax
Bolón‖ fueron escritos en Campeche por el nieto del cacique principal de Acalán
muchos años después. Tampoco es aceptable la afirmación de que murieron de hambre
el mismo día de las ejecuciones, porque como dijo Bernal Díaz del Castillo, dos días
antes, los españoles habían recibido, ―cien canoas cargadas con maíz, bastimento,
gallinas, miel y sal, de manera que todo ―el real‖, tuvo muy bien de comer‖.
Además, el mismo conquistador expresó en la quinta carta de relación, que la
provincia de Acalán es muy abundosa de mantenimientos y cosas de la tierra, etc., y
mucho tiempo después que el conquistador dejara estas tierras, seguía mencionándolas
en términos halagadores. Según nuestra opinión con respecto al Códice Vaticano A, este
sugiere que ese mismo día fueron ejecutados los frailes y sus cadáveres arrojados al río
Acalán (en el afluente Caribe del Candelaria) que servía de límite entre las provincias
de Acalán y Mazatán. Estas últimas ejecuciones sucedieron en Tuxkahá a 8 ó 10
kilómetros de Taxahá, ejido Pablo Torres Burgos.
Como en ese mismo lugar, Díaz del Castillo mencionó la existencia de los frailes,
este informe sólo nos sirve para sospechar que la alusión desempeña el papel de
encubrimiento de los asesinatos, ya que en toda la expedición a las Hibueras, sólo
habían sido mencionados en una ocasión y en forma justificada.
27
Según Bernal Díaz del Castillo, poco después de los crímenes, Cortés dio un paso
en falso en una de sus salidas de su aposento, pues no podía dormir y se descalabró la
cabeza. Se deduce que estas preocupaciones que le quitaban el sueño a Cortés no fueron
motivadas por las ejecuciones de los indígenas, sino por sus asesinatos en contra de los
frailes, que de no haberlos sacrificados, lo hubieran denunciado al rey de España,
Carlos I ó V de Alemania.
Tanto Taxahá, donde fueron ejecutados los mexicanos, como Tuxkahá donde lo
fueron los frailes franciscanos, no fueron mencionados por sus nombres por ninguno de
los dos historiadores aludidos: Cortés y Díaz del Castillo. Para que esos lugares
posteriormente no fueran identificables y potencialmente convertirse en santuarios de
la mexicanidad y de los franciscanos.
De todos modos, del rey de España, Carlos I de España y V de Alemania, por
cédula del dos de octubre de 1525, reprobó los hechos y reprendió a Cortés, llegando
hasta ahí la justicia del rey.
Fray de Tecto (Dekkers) quizás fuera al morir, el intelectual mayor de la Nueva
España, Había sido durante catorce años profesor de teología de la universidad de París
y confesor del rey de España, Carlos I. Juan de Ahora (Van der Awera) aprendió la
lengua náhuatl y fundó en Texcoco la primera escuela para niños.
Está demás decir que el gremio franciscano debe trabajar para rescatar del
anonimato el nombre de los frailes que no dudaron en sacrificar sus vidas en beneficio
de sus más altos ideales, no obstante que no tenían misión autorizada de la Santa Sede,
ni jurisdicción canónica. Resulta válido suponer que estos frailes mártires sospechaban
de las intenciones perversas del conquistador contra el último emperador azteca y su
primo, el señor de Tlacopan o Tacuba, por lo que se alistaron en este viaje donde
perdieron la vida.
Para nosotros los mestizos, resulta estimulante saber que dentro de ese gran
contingente de hombres con una moral bajísima que conquistaron lo que hoy es nuestro
país, vinieron también unos cuántos ―íntegros‖ que lamentablemente pese a sus
esfuerzos, nada pudieron hacer ante las salvajes acciones del verdugo de México.
Es de comprenderse, que no fueron dos sino cuatro o cinco (pudiendo llegar hasta
nueve), los héroes sacrificados ese fatídico día martes de las carnestolendas, 28 de
febrero de 1525; dos o tres pertenecientes a nuestra raza indígena americana y dos
concernientes a nuestra descendencia española. Todos ellos por igual, merecen nuestro
reconocimiento, respeto y admiración. Y todos ellos se encuentran descansando en
tierras del municipio de Candelaria, estado de Campeche.
28
IDENTIFICACIÓN DE ITZAMKANAC, MAZATÁN,
TAYEL, ZIHUACTEPAN, TUXKAHÁ Y TAXAHÁ.
Allá por 1933, el escritor norteamericano France V. Sholes, encontró en el archivo
general de Indias, Sevilla, España, unos documentos relativos a las actividades de los
chontales de la provincia prehispánica de Acalán, en la que se incluye una lista de 76
poblaciones que formaban parte de su extenso territorio, el lugar de origen de sus
habitantes, la historia sobre la llegada de los españoles en 1525, la muerte de
Cuauhtemoc y otros hechos importantes.
I D E N T I F I C A C I Ó N.
ITZAMKANAC. En 1937, Sholes viene a ciudad del Carmen y envía a través del río
Candelaria a su asistente, señor Roberto S. Chamberlain, el cual da fe de que la
provincia de Acalán corresponde a las cuencas de los ríos Candelaria y Mamantel, y
que la capital Itzamkanac coincide con la zona arqueológica ―El Tigre‖, a unos 40
kilómetros río arriba de la población de ―San Enrique‖, hoy Candelaria.
MAZATAN. (Tierra del venado mazate). Encaja maravillosamente con la zona de la
hoy ―Laguna Misteriosa‖, descrita por Cortés: Laguna grande con isleta en medio y un
arroyo que penetra en la laguna, tiene fosas o trincheras etc., dos mapas del libro
―Relación de las cosas de Yucatán‖ de Diego de Landa, de aproximadamente 1570,
comprueban que la hoy Misteriosa con su zona arqueológica, es la antigua Mazatán.
TAYEL. (En el lugar de los niños o de los huevos, Shuman). En 1986, la arqueóloga
Sophia Pincemin D., visitó la zona arq., de San Enrique a 9 kms., de Pejelagarto,
entrada a la colonia Miguel Alemán, misma que fuera visitada por Andrews en
1943, y a manera de hipótesis señaló que esa zona arq., corresponde a la antigua
Tayel, capital del grupo Cehache. Aparece en los papeles de Pax Bolón con el
número 18 y agrega que tiene monumentos capaces de rivalizar con los de
Palenque o Yaxchilán. Tayel no estuvo en el derrotero de los expedicionarios.
ZIHUATECPAN O AZIGUATESPANOB. Hoy conocido como ―Cerro de los
Muertos‖, se encuentra situado en el lugar más estratégico del río Candelaria,
precisamente donde se juntan los ríos: Caribe, San Pedro y el Candelaria
propiamente dicho. Fue población Mazateca y luego Acalantleca.
TUXKAHÁ. (Donde las aguas se juntan o revuelven). Quiero proponer a manera de
hipótesis que la pequeña zona arqueológica situada en la confluencia de Arroyo
Negro con Río Caribe, es la antigua Tuxkahá, lugar donde asesinaron a los frailes.
TAXAHÁ. (Agua plana). Hipotéticamente quiero señalar, que la zona arqueológica
situada en el ejido Pablo Torres Burgos, terrenos de propiedad particular del Sr.
Delfino Oropeza, conciernen a la antigua Taxahá, escenario de las muerte de
Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Estas son las únicas zonas arqueológicas Candelarenses
supuestamente identificadas con sus nombres originales.
29
TAXAHÁ, YAXAN, TAXAHAM, TEOTILAC,
EL TIGRE, SAN MARCOS, LAS RUINAS.
¿Por qué tantos nombres para el mismo lugar?
Ya hemos dicho en otros artículos, que los Acalantlecas que vivieron en el
Candelaria y el norte del Petén Guatemalteco, era híbridos, Mayas-Nahoas.
Seguramente con predominio del primer grupo, más su agresividad se debía por
haber recibido una inyección de sangre náhuatl en el transcurso de los siglos
anteriores a la conquista española. Cuando el grupo fue descubierto por los
españoles en 1525, pasaban por un proceso de mayización, cambiando su condición
guerrera en hábiles comerciantes que no conocían fronteras. Por tal motivo, el
genial escritor JOHN ERIC SIDNEY THOMPSON los llamó ―Fenicios del Nuevo
Mundo‖.
Lamentablemente, su floreciente civilización que avanzaba a grandes pasos, fue
arrasada por las hordas españolas, que si bien es cierto los evangelizaron, también
lo es, que los esclavizaron. Debido a estos motivos (hibridismo y colonización)
tenemos para el lugar señalado diferentes nombres: Taxahá, en maya y Teotilac, en
náhuatl, son los más antiguos que les conocemos.
Por lo que respecta a los nombres Yaxzan y Taxaham, algunos historiadores
señalan hipotéticamente que son nombres de barrios de la misma ciudad, pero
nosotros no debemos de descartar la idea (dado su parecido fonético) que son
nombres dados equivocadamente por los millares de mexicanos que estuvieron en
dicho lugar el día de las ejecuciones, 28 de febrero de 1525 y que al llegar a la
ciudad de México, no lo recordaban exactamente por no conocer el idioma maya.
En los años cincuentas del siglo XIX, el río Candelaria, entonces llamado río
Pakaytún, fue colonizado por dos flancos al mismo tiempo: 1. Entrando por el
nacimiento del afluente Caribe, que por aquellos años se llamaba río Concepción.
Para esto se utilizó un largo camino que venía de los chenes y tocaba poblaciones
como: Nohbecán, Tanché, San Antonio, Concepción (La parte más cercana al río), y
continuaba a San Felipe (cercano al arroyo Esperanza) y Santa Rita, San Andrés y
San José del Petén, estas tres últimas poblaciones en suelo Guatemalteco.
Fue precisamente en la aldea Concepción, donde el arqueólogo Engerrand,
encontró a principios del siglo actual (cerca del río) artefactos de sílex (pedernal), como
hachas, raspadores, núcleos y lascas desprendidas a golpes de piedra, cuya antigüedad
fue calculada en quince mil años y constituyen conjuntamente con los hallazgos de las
grutas de Lol-tun, en Yucatán, las huellas más antiguas del hombre en la península.
Por su parte, la colonización del alto río candelaria, la hacienda ―Candelaria‖,
30
(no confundirla con la ciudad de Candelaria), desempeñó importante papel. Esta
hacienda se encuentra a 40 kilómetros antes de su desembocadura, en la margen
izquierda de donde comienzan los saltos. Los primeros en cruzar las dos series de
―saltos ― fueron Marcelo Mucel y Henry Pauling, que conjuntamente limpiaron
algunos de ellos para darle mayor fluidez al río y así transportar el palo de tinte
que escaseaba en las costas campechanas.
Todos parece indicar, que al comenzar esta nueva colonización del Alto
Candelaria, los grupos indígenas que se habían dado cita en lugares como
Pakaytún y el citado por France V. Sholes, Isla Pac, abandonan la región y emigran
hacia los altos de Chiapas y el Petén Guatemalteco. Estos grupos asentados en los
alrededores de Taxahá, fueron llamados Caribes por los Carmelitas, por
encontrarles parecidos con ese otro grupo de aborígenes del mar Caribe o mar de
las Antillas que ocuparan lugares tan lejanos como Colombia y Venezuela, y
consideradas como personas crueles e inhumanas.
Pero no existe ninguna relación étnica entre ellos, ya que estos primeros son
pacíficos mayas yucatecos venidos al alto Candelaria, de lugares de la costa como:
Tixchel, Mamantel, Xicalango, Sabancuy, Champotón, Campeche etc., huyendo de los
españoles. Fue durante estas primeras incursiones de los blancos en la búsqueda de
los tintales (aproximadamente 1850), cuando Taxahá pierde su nombre original para
convertirse en ―El Tigre‖, según lo demuestra un mapa de José María Regil del
año 1853, nombre que conservó por más de un siglo, pues todavía en la
temporada chiclera 1956-57, seguía llamándose de igual modo, según mapa a la vista
de la Secretaría de Agricultura y Ganadería, firmado por el ingeniero Oscar
Treviño, y en la que se incluye un campamento llamado Mérida.
Esto mismos nombres ya no existen en la región, pero extrañamente, hoy se
conoce como ―El Tigre‖ a la zona arqueológica que antaño se conociera como
Itzamkanac, capital de la provincia prehispánica de Acalán, que visitara Hernán
Cortes en 1525 en su famosa expedición a las Hibueras, y por si fuera poco la
confusión, la pequeña población cercana a este segundo El Tigre, también se llama
Mérida, ambos desde hace más de cincuenta años, lo que nos hace pensar que estos
dos nombres fueron copiados de lo que fuera la región de Taxahá. Otro nombre que
se le dio a esta zona arqueológica de Taxahá, durante parte de la época chiclera, fue
―Ruinas de San Marcos‖ y finalmente, en la segunda mitad del siglo actual,
arqueólogos del I.N.A.H., haciendo alusión al estado deplorable en que se hallaban,
le dan el nombre común de ―Las Ruinas‖. En este lugar, todavía se encuentra
vestigios de la majestuosidad de lo que fuera la selva candelarense, con sus bejucos
colgantes, tal como la describiera B.D.C., mismo sitio donde hoy se confunden la
algarabía de los saraguatos con el no menos pavoroso rugido de . . . las motosierras.
31
UN RESUMEN SOBRE LOS INFORMES Y BASES QUE DISPONEMOS
PARA LA LOCALIZACION DEL LUGAR DE LOS HECHOS
A continuación mencionaremos todas las pistas con que contamos para la
localización del escenario de los crímenes y que señalan a la zona arqueológica
registrada por el I.N.A.H., con el nombre común de las Ruinas, situada entre los
ejidos Pablo Torres Burgos y San José de la Montaña, como la antigua ―TAXAHA‖,
donde se cometieron los magnicidios.
1) Porque expresamente así lo señalan los papeles de Pablo Pax Bolón, de 1612,
descendiente de los chontales de Acalán, y quienes mejor que ellos para estar bien
informados sobre el nombre de la población. En la lista de las poblaciones,
TAXAHA aparece como el número 49 y dice textualmente: TAXAHA, que tuvo
veinte días Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano, QUATEMUCO.
2) Porque Taxahá, significa en maya ―Agua Plana‖ y precisamente en las Ruinas,
existe una aguada de gran tamaño y escasa profundidad, muy cerca de esta.
3) Porque presumiblemente, este es el lugar que Bernal Díaz del Castillo menciona
en el encabezado del capítulo 177, página 468 y que dice: ―En lo que Cortés entendió
después de llegado a Acala, y como en otro pueblo más adelante sujeto al mismo
Acala, mandó a ahorcar a Guatemuz, gran cacique de México y a otro cacique señor
de Tacuba, y la causa porqué, y otras cosas que pasaron‖.
4) Porque Taxahá, y Tuxkahá llamado Teotílac por los mexicanos, se encuentran a 2
jornadas más allá de Acalán. (Datos de Fernando de Alba Ixtlilxóchitl).
5) Porque queda descartada la otra candidata que mencionan los historiadores
modernos, ―Tuxkahá‖, que significa: ―Donde las aguas se juntan o revuelven‖,
mismas que identificamos con la pequeña zona arqueológica de P.T.B., precisamente,
donde se juntan las aguas de ―Arroyo Negro‖ con el río Caribe; este primer nombre
(arroyo negro) implica necesariamente de que se trata de un río de aguas turbias.
6) Porque de todos los lugares visitados por los expedicionarios, Taxahá es
precisamente el sitio más alejado de una ruta ideal Tenochtitlán –Hibueras, lo que
era conveniente para Cortés que deseaba que dicho lugar nunca fuera localizado.
7) Porque de todas las poblaciones Acalantlecas visitadas por el conquistador, Taxahá
es la única situada en la margen derecha del río Candelaria, lo que sugiere un
elaborado plan de ocultamiento de los hechos.
32
8) Porque estando Taxahá más alejada de Nito que Tuxkahá y en el mismo
perímetro que Itzamkanac, encajan bien las dos informaciones de Bernal Díaz del
Castillo (capítulo 177, páginas 468 y 470). 1. De Itzamkanac a Nito, 8 soles, 2. De
Tuxkahá a Nito, 7 soles. Nota: Efectivamente, por estar en la misma periferia
Itzamkanac y Taxahá con respecto a Nito, estas se encontraban a ocho soles de
camino, mientras que Tuxkahá no solamente se encontraba a menos distancia sino
sin el impedimento de dos ríos, el San Pedro y el Caribe.
9) Porque estando hoy plenamente identificadas las poblaciones de Itzamkanac y
Mazatán (la tierra de venados), los expedicionarios no pudieron estar al sur de este
último lugar hoy conocido como ―Laguna Misteriosa‖, porque de haberlo hecho
no hubieran tenido necesidad de reconocer dicha laguna, pues quedaría fuera del
derrotero a las Hibueras.
10) Porque se nota un plan perfectamente elaborado desde el punto de vista militar,
desempeñando Tuxkahá la posición de base operativa. Incluso, debe considerarse la
posibilidad de que al regresar Hernán Cortés y utilizar por segunda ocasión la balsa,
sus posibles enemigos quedarían fuera de su alcance con solo desarticularla.
11. Porque según B.D.C., (página 469) al salir de Itzamkanac cruzaron dos ríos:
―Pasamos dos ríos: el uno en puentes, que luego se quebraron al pasar, y el otro en
balsas‖. Nota: esta información encaja maravillosamente con nuestra hipótesis: los ríos
son el San Pedro y El Caribe. El primero lo pasaron en puentes por ser angosto, y el
segundo lo tuvieron que pasar en balsas debido a que es más ancho y profundo, sobre
todo a la altura de Tuxkahá.
12. Porque existía entre Itzamkanac y Tuxkahá, además de la vía fluvial, un sacbé
(camino blanco), de la cual todavía quedan algunos tramos, especialmente a la altura de
el rancho Santa Clara, mismos que fueron utilizados hace tan sólo 60 años por
chicleros que huían de la finca San Rafael.
13. Porque aunque existen infinidad de lugares en el río Candelaria y sus afluentes,
Tuxkahá se encuentra en un lugar ideal para viajar en un solo día desde Itzamkanac,
tanto por agua como tierra.
14. Porque tal como describe en su libro Salvador Toscano Escobedo; ―El capitán
español sólo encontró ante sí la densa selva tropical, gigantescos cedros rojos y ramones
colosales, amates y retorcidas ceibas –el ixminché sagrado de los mayas—de bejucos
colgantes…‖. Así se encuentra hoy (exceptuando las ceibas) esta zona de Las Ruinas,
500 metros antes de llegar al ejido San José de la Montaña, todavía una de las zonas
más boscosas de la región de Candelaria.
33
15) Porque luego de que B. D.C., terminara su relato sobre los crímenes (página
470), el historiador comienza el siguiente párrafo así: ―volvamos a ir nuestro camino
con gran concierto‖, y que interpretamos así: Regresemos por el camino que ya
anduvimos, y que nuevamente encaja con nuestra hipótesis.
16) Porque B.D.C., informa lo siguiente al salir de la hipotética Tuxkahá. ―Y otro
día muy de mañana comenzamos a caminar con nuestros guías, y sin acontecer
cosa que de contar sea, y fuimos a domir cabe un estero y cerca de unos montes muy
altos‖. Nosotros conocemos por este rumbo del supuesto camino de Cortés, dos
lugares con esas características: uno de ellos, terreno propiedad de dos hermanos de
apellido Ferrer y otro cuyo dueño es un doctor Chiapaneco.
17) Porque según B.D.C. (capítulo 178, pág. 471) ―Como salimos de Pueblo Cercado,
que así le llamábamos desde allí en adelante, encontramos un bueno y llano camino
y todo sabanas y sin árboles; y hacía un sol tan caluroso y recio, que otro mayor
resisterio no habíamos tenido en todo el camino‖. Exactamente como lo relata el
historiador se encuentra hoy este campo conocido como ―El bebedero‖ y zonas
aledañas a ―La Misteriosa‖, supuesta ruta de los expedicionarios, con un calor
intenso durante el mes de marzo.
18) Porque don Bernal escribe en el capítulo 178, pág. 472, lo siguiente: ―Y yendo por
aquellos campos rasos, había tantos venados y corrían tan poco, que luego los
alcanzábamos a caballo, por poco que corríamos con los caballos tras ellos, y se
mataro sobre veinte. Y preguntando a los guías que llevábamos como corrían tan
poco aquellos venados y no se espantaban de los caballos ni de otra cosa ninguna,
dijeron que en aquellos pueblos, que ya he dicho que se decía los Mazatecas, que los
tienen por sus dioses, por que les ha parecido en su figura, y que les ha mandado
su ídolo que no les maten ni espanten, y que así lo han hecho, y que a esta causa
no huyen‖.
Agreguemos el siguiente comentario: Si hay algún lugar en la región
Candelarense donde sabemos que existieron una gran cantidad de venados hasta
hace apenas unos 40 años, este es la zona de la Misteriosa y campos aledaños de El
Bebedero, Zacatonal y Aguada Seca. Los venados a que se refieren tanto B.D.C. como
Cortés son de la especie llamado Mazate, temazate o cabrito, un venado pequeño,
rojizo, de cuernos cortos o sin ellos, propio de la zona caliente.
19) Porque el mismo Bernal Díaz del Castillo, escribió en el capítulo 182, pág. 469. ―Y
los caciques dijeron que, puesto que eran sobre veinte pueblos, que no les querían
obedecer todos los más de ellos, en especial unos que estaban entre unos ríos, y que
era necesario que luego enviase de sus teules, que así nos llamaban a los soldados, a
hacerles traer maíz y otras cosas, y que les mandase que les obedeciese, pues que
eran sujetos‖. Agreguemos que los ríos a los que se refieren los caciques de
34
Acalán, son los llamados hoy: Río Caribe, Arroyo Negro y Laguneta, que se
encuentran (todos) por el rumbo de Taxahá, al igual que un pequeño arroyo
intermitente llamado El Zapote; y no les querían obedecer porque estas poblaciones
como ya hemos dicho, no eran Acalantlecas, sino Mazatecas.
20) Porque los siguientes lugares que visitó Cortés después de Pueblo Cercado
fueron las poblaciones quemadas días antes por los lacandones, y aunque jamás se
identificarán, se sabe que estos pueblos efectivamente no tenían ninguna protección
por estar situados en terrenos muy planos.
21) Porque después de la caza de venados en los campos rasos, Cortés visitó la
Misteriosa, la antigua Mazatán, situada en el derrotero de los expedicionarios.
22) Porque en un mapa de 1854, de la historia de Yucatán, en el lugar que proponemos
se ubica Taxahá, parece leerse dicho nombre, en letras demasiado pequeñas.
23) Porque teniendo la región de Candelaria docenas de zonas arqueológicas, todos
los datos que disponemos apuntan solamente hacia el rumbo de Taxahá, hoy Las
Ruinas, 500 metros antes del ejido San José de la Montaña.
24) Porque habiendo tantas zonas arqueológicas en la región, Taxahá es la única
que compite con la capital Itzamkanac en lo que a nombre se refiere. Según mapa de
José María Regil del año de 1853, el sitio se llamaba ―Ruinas El Tigre‖, mismo
nombre con que hoy se conoce a lo que fuera Itzamkanac.
Y más de un siglo después, según mapa del ingeniero Oscar Treviño, (temporada
chiclera 1956-57), la zona de Taxahá seguía llamándose El Tigre y por si fuera poco,
un hato chiclero situado en los mismos límites, se llamaba Mérida, al igual que en el
segundo, ― El Tigre‖. ¿Coincidencia? No, copia de nombres.
25) Porque estando la zona de Taxahá, muy alejada de las vías de comunicación
terrestre hasta 1995, el sitio no ha sido estudiado por el I.N.A.H. Sabemos de fuentes
fidedignas, que Taxahá si estuvo habitada en 1525, a la llegada de los españoles.
26) Porque a tan sólo cien metros de distancia de la pirámide principal de la
hipotética Taxahá, se encuentra un montículo, y sobre de él, dentro de una
oquedad, en posición inclinada, una enorme losa grabada, posiblemente funeraria, por
lo que sospechamos se trata de la tumba del emperador azteca ―Cuauhtemoc‖.
Nota: La zona arqueológica aludida, según los entendidos, es superior en tamaño a la
capital Itzamkanac, y se encuentra terriblemente saqueada. Hagamos algo.
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36
ALGUNOS INVESTIGADORES DEL LUGAR DE LAS EJECUCIONES.
MARCOS E. BECERRA SÁNCHEZ. Tabasqueño nacido en Teapa, Tabasco, fue
zel primero en estudiar los últimos días de Cuauhtemoc, mismos que hizo públicos en
sus libros: Itinerario de Hernán Cortés en Tabasco, 1908, y Expedición de Hernán
Cortés a las Hibueras, 1910. En este último libro, Becerra propone que Cuauhtemoc fue
muerto en la cuenca del Usumacinta, en Guatemala, y sitúa a Itzamkanac muy cerca de
la laguna Itzam, en el afluente del Usumacinta llamado ―De la Pasión‖. Queda
entendido que el escritor descubrió (¿) el nombre de la laguna y en base a ello elaboró
su hipótesis acomodando los nombres de las poblaciones visitadas por los
expedicionarios, de tal manera que encajaran en el itinerario.
Lamentablemente, a nuestro juicio, el señor Becerra, dejándose llevar por su gran
amor a la región que lo vio nacer y a la que le dedicó grandes esfuerzos, descuidó
algunos informes importantes señalados por Bernal Díaz del Castillo, Hernán Cortés,
Chimalpahin, Ixtilxóchitl, etc., aunque ignoramos si estos ya eran conocidos en su
época. Existen en la hipótesis del señor Becerra errores importantes: Cuauhtemoc no
fue sacrificado en Itzamkanac, sino 2 jornadas más adelante y el conquistador al hablar
de Acalan dijo: ―Está toda cercada de esteros, y todos ellos salen a la bahía o puerto que
llaman de Términos…‖ datos que no encajan en sus figuraciones.
SYLVANUS GRISWOLD MORLEY, norteamericano nacido en Pensilvania,
conoció los trabajos de Becerra y visitó la región del Usumacinta, donde dejándose
llevar por los trabajos del tabasqueño, acepta que el último emperador azteca fue
ejecutado en la cuenca del Usumacinta. La reputación del investigador no sufrió ningún
menoscabo no obstante su desacierto respecto al lugar de las ejecuciones.
DORIS ZEMURRAY STONE, norteamericana, escribió en 1932 para la
universidad de Tulane de Louisiana su ―SOME SPANISH ENTRADAS‖ y pone como
primera entrada a la América Central a Hernán Cortés, siendo la primera escritora
que sitúa a la provincia de Acalán como situada en la confluencia de los ríos que
desembocan en la Laguna de Términos, concretamente al Candelaria y sus afluentes.
EDWARD WILLYS ANDREWS, nació y murió en Chicago. En 1943 visitó la
región de Candelaria y estudió la zona arqueológica situada a la entrada del ejido
Miguel Alemán, a la que denominó ―San Enrique‖, nombre en aquel entonces de la
población de Candelaria. Apoyó la hipótesis de la señora Doris Zemurray Stone.
FRANCE V. SHOLES y RALPH L. ROYS, con la asistencia de Eleanor B. Adams y
Robert S. Chamberlain, todos ellos de la universidad de Oklahoma, USA., dieron a
conocer en amplios informes escritos en el libro: ―The Maya Chontal Indians of Acalán,
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Tixchel‖, la localización de la provincia de Acalán en las cuencas del Candelaria y el
Mamantel, lugar de orígenes de sus habitantes, nombre de las poblaciones chontales y
mactunes, una versión indígena sobre la muerte de Cuauhtemoc(PAPELES DE
PAXBOLON) en Taxahá y la primera identificación de Itzamkanac en lo que hoy es la
zona arqueológica ―El Tigre‖.
PABLO MONTAÑEZ, nacido en Tabasco, escribió en 1987 el libro titulado ―La
Ruta Trágica de Cortés‖, en la que describe el asesinato de Cuauhtemoc en Teotílac,
cuenca del Usumacinta Guatemalteco, pero curiosamente coloca a la provincia de
Acalán y a su capital en la cuenca del Candelaria, esta última en la juntura del arroyo
Esperanza con el río San Pedro, en el lugar donde hoy se encuentra ―San Román‖.
Estos dos informes a juzgar de quien esto escribe, se contraponen.
SOPHIA PINCEMIN DELIBEROS, de nacionalidad francesa, realizó formidables
estudios arqueológicos en la cuenca del Candelaria en 1989. Sus deducciones nos
parecen brillantes. Es su libro ―Remontando el Río‖, una obra interesante y donde se
puede aprender mucho. Desafortunadamente escoge como lugar de los magnicidios a la
capital ―Itzamkanac‖, asunto que nos parece incierto.
PEDRO VEGA, Tabasqueño radicado en Tenosique, propuso que el asesinato del
último emperador azteca fue consumado en Akakja, cerca de la ciudad de Tenosique,
Tabasco, y sitúa a Itzamkanac en el lado opuesto a Canitzá. Esta equivocada versión
fue apoyada por el historiador Manuel Urrutia y por numerosos paisanos que cada día
28 de febrero celebran en dicha ciudad, el aniversario de la muerte de Cuauhtemoc.
EULALIA GUZMÁN, nacida en San Pedro Piedra Gorda, Zacatecas, puntualizó
la comarca de Acalán y el lugar del asesinato de Cuauhtemoc, entre el sur de Tabasco y
el Petén Itzá, en el norte de la república de Guatemala. Descubrió el 26 de septiembre
de 1949, bajo el altar mayor del templo católico de Ichcateopan, Guerrero, lo que creyó
eran los restos de Cuauhtemoc, cuya identidad fue controvertida por una gran comisión
nombrada por la Secretaría de Educación Pública y sobre la cual, por convenir a
intereses nacionales, no se ha dicho la última palabra.
SALVADOR TOSCANO ESCOBEDO, nació en Atlixco Puebla. Apareció su libro
―Cuauhtemoc‖ en 1953, 4 años después de su muerte en un accidente de aviación
cuando apenas tenía 37 años. Identifica a Itzamkanac como la capital de Acalán en el
río de la Candelaria e informa que los crímenes se cometieron en Tuxkahá, en las
cercanías de la metrópoli de Acalán. Toscano profesó un gran amor hacia el mundo
indígena que se derrumbaba por el embate de la civilización occidental. El libro de
Toscano, es el más leído de cuantos se han escrito referente a la muerte del emperador.
ANA LUISA IZQUIERDO, de la UNAM., escribió en 1997 su libro ―Acalán y la
Chontalpa en el siglo XVI‖, identifica a la capital Acalantleca (Itzamkanac) con el sitio
conocido hoy como ―El Tigre‖, en la cuenca del Candelaria, a la cual calcula que a la
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llegada de Cortés contaba con una población de 4 500 habitantes. Al lugar de los
magnicidios lo reconoce como la población hoy llamada ―San Román‖ situado en la
margen izquierda del río San Pedro, afluente del Candelaria.
A la opinión de estas autoridades, algunas de ellas verdaderas celebridades, quiero
agregar modestamente mi parecer: Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal fueron asesinados
en el sitio conocido hoy como ―Las Ruinas‖, terreno del señor Delfino Oropeza, situado
entre los ejidos Pablo Torres Burgos y San José de la Montaña, municipio de
Candelaria, Campeche.
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CIFRAS EN TORNO A LA VIDA Y LA MUERTE DE CUAUHTEMOC.
Año de su nacimiento (aproximado)……….. 1 501
Su edad al morir, en años (aproximada)…… 24
Fecha de su muerte, martes 28 de febrero de 1 525
Fecha de su aprehensión, 13 de agosto de...... 1 521
Días que estuvo prisionero………………….. 1 295
Días que viajó en la expedición……………… 139
Fecha en que por cédula el rey Carlos I
reprobó los hechos y reprendió a Cortés.
2 de octubre de 1 525
Años que ha permanecido en secreto el lugar
donde fue sacrificado………………………… 481
Fecha en que hipotéticamente fue
descubierta su tumba en Las Ruinas. 5 abril 1 998
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
COMENTARIO: Con motivo del quinto aniversario de la muerte de Luis Donaldo
Colosio, un canal de televisión azteca, lanzó al aire un informe respecto a los
magnicidios ocurridos a través de los siglos en tierras mexicanas. Se recordaron los
asesinatos de Francisco I. Madero, Emiliano Zapata, Venustiano Carranza, Álvaro
Obregón y desde luego Luis Donaldo Colosio, todos ellos considerados magnicidios.
Pero el evento histórico más significativo y trágico de la conquista de nuestro país, el
triple magnicidio de Cuauhtemoc, Tetlepanquetzal y Coanacoch, en la cuenca del
Candelaria, nadie se acordó. Y por si fuera poco el total abandono en que se tiene el
recuerdo de nuestros máximos héroes de la resistencia, en una radiodifusora
tabasqueña se transmitió la noticia de que en la ciudad de Tenosique, Tabasco, el
presidente municipal de dicho lugar, disfrazó la estatua del último emperador azteca,
con el objeto de ridiculizar al personaje político del mismo nombre. ¿POR QUÉ?
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40
NOMBRES DE TODOS LOS PUEBLOS DE LA PROVINCIA DE ACALÁN Y SU
SIGNIFICADO. (Otto Schumann, J. M. Chávez y Fidencio Briceño). (UNAM).
En este apartado citaremos a todos los pueblos que se nombran en los papeles de
PABLO PAX BOLÓN, con la intención de reconstruir la provincia de Acalán según
las propias fuentes históricas chontales. Otto Schumann, J. M. Chávez y Fidencio
Briceño tradujeron los nombres de todos esos pueblos con la finalidad de localizarlos
por medio de reconocimientos de superficie. Sin embargo, son pocos los que se han
podido ubicar, otros su localización es tentativa.
01. ACALAN: Llamado Itzamkanac, pueblo.
02. TAHOBO: En el lugar del árbol hueco. (Otto Shumann).
03. TAHCAB o TATACAU: En la tierra, en la cuerda. (Otto Shumann).
04. TAPIB: En el horno. (Sholes y Roys).
05. CACMUCNAL (ZACMNAL): En lo enterrado (Otto Shumann). Tumba blanca
(Sholes y Roys).
06. TANAUIBCAB: En la tierra parada (Manuel Chávez).
07. TAUCHCABAL: Tierra del zapote negro o del tlacuache. (Otto Shumann).
08. TAHKAKALAEZ: En lo revuelto o en la quemazón. (Briceño y M. Chávez).
09. TAPACAUICHCAB: En la tierra del arroyo de dos caras o del arroyo falso.
(Briceño-Chávez).
10. TIXKANCUBIM: En la acacia amarilla. (Sholes y Roys).
11. TANACOMCHUTTE: En la casa del árbol que contiene agua. En la casa que
cuenta o almacena agua. (Chávez).
12. TAHCEHXUCH: Donde abreva el venado (Briceño-Chávez).
13. TAKUNCHELAL: En los árboles Kunche (Scholes y Roys).
14. TATOK: En el pedernal (Scholes- Rovs).
15. TAMAUITZ: En el cerro de la guacamaya. (Schumann).
16. PETENMAX: Isla o territorio del mono. (Sholes y Roys).
17. TACHAKAM: (Ahora llamado Chunab) En la sabana. (Sholes y Roys).
18. TAYEL: En el lugar de los niños o de los huevos. (Schumann).
19. TEMAX: Donde están los monos o los chiles. (Scholes y Roys).
20. TAHAALKANTELAL: Entre los arroyos del árbol Kante. (Schumann).
21. TAHMALIN: Donde las flores (para hacer colchones o antorchas. (Viguiera
Dentata) Chávez.
22. TAHKOMTILAL: En el valle sin dueño. (Chávez).
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23. TAHAAZCAB: El lugar del amanecer o el lugar de la alborada. (Briceño).
24. PETENAKU: Isla o territorio sagrado o del templo divino. (Chávez)
25. UXPETEN: Isla o territorio sagrado o del templo divino. (Chávez).
26. UATUNHOBONNIXTTE: En el nixté inclinado (Scholes y Roys).
27. TAKOOLKU: En el lugar de caldo sagrado o en el lugar de lo hábil y sagrado.
(Chávez).
28. TAHCHIMAYTUN: Piedra venado en chontal (Scholes y Roys).
29. PANUITZCAB: Sobre la tierra o pueblo del cerro, la tierra del cerro
quebrado. (Chávez).
30. TAHCACAB (TAHSACAB): En la cantera de cal. (Scholes y Roys).
31. TIXMALINDZUNUM: Dzunum significa colibrí. (Scholes y Roys).
32. TAHBIDZCABAL: Donde la tierra labrada. (Chávez).
33. TANCUT: (Tanzut) En la vuelta. (Scholes y Roys).
34. CHANHILIX: Varas pequeñas o palizadas (Chávez).
35. TACHANTOPPOLTUN: en donde brotan las piedras pequeñas (Chávez).
36. HOMOLNA: Casa hundida o derrumbada (Sholes y Roys), (Briceño).
37. TAOCABAL: en el pie de la tierra, en el soporte de la tierra. (Chávez).
38. TAHULI: En el pie de la tierra, en lo semejante, en la entrada. (Chávez).
39. CACCHUTE: (ZACCHUTE), cedro blanco. (Scholes y Roys).
40. TANIUITZ: En la ladera del monte. (Scholes y Roys).
41. TAPPOTTELAL: donde brotan los árboles. (Chávez).
42. TAPAXTOH: En el atabal del impuesto. (Chávez).
43. TAHCHACCHAUAC: En el lugar del gigante. (Chávez).
44. TAKUCAYCAB: (TAKUZAYCAB) en la sagrada tierra apelmazada o
amontonada. (Chávez).
45. PALIBPETETTE: Hendidura o arroyo en forma de frijol o forma redonda.
(Chávez).
46. TACHICIUA: en la oreja del maíz nuevo. (Chávez).
47. TAYAXTTELAL: donde las ceibas están. (Scholes y Roys.).
48. TAYAXAKCAB: Donde la tierra verde se une o mezcla. (Chávez).
49. TUXAKHA: Donde el agua se mezcla. Tal vez sea la confluencia de dos
corrientes. (Scholes y Roys).
50. TAYNPILAL: en las redes para lagartos. (Chávez).
51. TAHBUDZIL: En la humareda o donde hay humo. (Schumann).
52. HOKNADZIC: Donde el humo está. (Scholes y Roys).
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53. TABIDZCABAL: En la tierra labrada. (Chávez).
54. TANOHUN: En lo grande o en lo viejo. (Chávez).
55. KANLUM: Tierra amarilla. (Scholes y Roys).
56. TAPAXUA: En lo quebrado, donde el maíz quebrado, en lo dispersado
(asentamientos). (Chávez).
57. YAXHOPAT: Cinco promontorios verdes o espaldas verdes. (Chávez).
58. TAPOP: En los juncos (Sholes y Roys). En las esteras (Schumann).
59. TABOLAY: Donde el animal de rapiña está. (Scholes y Roys).
60. TAPOM: En el árbol de copal. (Sholes y Roys).
61. TAPULEMTTELAL: En la cresta de las aves. (Chávez).
62. TUHOLHAM: En el lugar de la tierra entre cada hueco. (Schumann).
63. TACACHILAL. (TAZACHILAL), donde las calandrias. (Chávez).
64. BOTEAC: Cañas o tallos del maguey, promontorio en agua estancada o mar
tranquilo. (Chávez).
65. TADZUMUYCAB: En la tierra de las palomas. (Schumann).
66. TAMOMONCAB: La tierra de los momones. (Schumann).
67. TAHCHIMAL: En el escudo, o en la defensa. (Scholes y Roys).
68. YAXAHINTUN: Piedra verde o señor piedra verde. (Chávez).
69. TAHKOMCAB: En el lugar de la tierra hundida o de la hondonada. (Briceño-
Chávez).
70. TEMOCH: árbol tullido. (Chávez- Briceño).
71. TAYCHILAK: En la lengua lastimada. (Schumann).
72. TACHIICABAL: En la tierra de los nances. (Schumann).
73. TUHOLHAM: Orilla limpia o abierta. (Chávez).
74. TAYKBALAM: Donde el tigre negro (jaguar) está. (Scholes y Roys).
75. TANOCHICH: Donde la gran ave está. (Scholes y Roys).
76. TAMULTUM: En el túmulo de piedras. (Scholes y Roys, Schumann).
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
NOMBRES DE ALGUNAS POBLACIONES ACALANTLECAS SEGÚN LOS
PAPELES DE PAXBOLON MALDONADO Y SU SIGNIFICADO SEGÚN EL
SEÑOR GASPAR CAUICH CHACON, LICENCIADO EN HISTORIA Y
MAESTRO EN LENGUA MAYA DEL INSTITUTO CAMPECHANO.
3. TAHCAB O TACACAU: Tierra muy fértil.
4. TAPIB: En el horno (en el horno bajo la tierra).
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05. CACMUNAL: Enterrado en la tierra fértil.
06. TANAUIBCAB: En la raíz de la tierra parada.
18. TAYEL: En el lugar de los huevos.
19. TEMAX: donde están los monos o donde está el chile max.
23. TAHAAZCAB: Muy al amanecer.
24. PETENAKU: La isla de Dios.
25. UXPETEN: Isla siete.
29. PANUITZCAB: Sobre el cerro excavado.
31. TIXMALINDZUNUM: El paso del colibrí.
40. TANIUITZ: Frente al cerro.
53. TABIDZCABAL: En la tierra angosta.
55. KANLUM (no Kalum): Tierra amarilla.
65. TADZUMUYCAB: En la tierra plana.
73. TAHOLAM: Muy flaco.
75. TANOCHIHE: Huevo grande.
OTROS NOMBRES. (GASPAR CAUICH CHACON).
ITZAMKANAC: (ITS’ANKANA’AN) lugar de mucha agua.
ACALAN: lugar de aguadas.
TAXAHA: Agua plana (no profunda).
PAX BOLON ACHA: El que controla las nueve aguas.
OTRAS FUENTES DE INFORMACIÓN.
ACALAN: Lugar de canoas. (Bernal Díaz del Castillo).
ACALLAN: En las canoas. (Diccionario de México, Editorial Panorama)
MAZATAN: Tierra de venados. (Bernal Díaz del Castillo.)
MACTUN O TAMAGTUN: Piedra o roca que cubre u obstruye algo. (Ana Luisa
Izquierdo).
TIZATEPETL: Cerro de la tiza. (Ana Luisa Izquierdo).
TEOTILAC: Verdadero lugar del agua profunda. (Ana Luisa Izquierdo).
ZAPOTITLAN: Entre los zapotes. (No disponible).
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E X P E D I T I O N DE H O N D U R A S.
La parte inferior de la ―Tira de Tepechpan‖ (aquí incompleto), tiene la
Siguiente leyenda en francés, seguramente puesta por Aubin. ―73.
Quauhtemoctzin, 11. et dernier Roi de México, 74, 75. Mort des Rois
Mexicains Citée par Humboldt. Essai II, p. 64. Expedition de Honduras‖.
A.L.Z.
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El mensaje impreso en el Códice VATICANO ―A‖ es muy amplio. Al centro vemos
a dos indígenas colgados de un árbol. A la izquierda, a un fraile colgado de un
madero. A la derecha, el cadáver y la cabeza de dos españoles flotando en el río.
Nuestros estudios nos indican que los hechos corresponden al mismo día, pero no al
mismo lugar. Los indígenas fueron asesinados en ―TAXAHÁ‖, y los españoles,
en ―TUXKAHÁ‖, habiendo una distancia de ocho kilómetros en línea recta, entre
estas poblaciones, hoy zonas arqueológicas en la cuenca del río Candelaria. –A.L.Z.
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TUXCAHÁ EN 1525, ZONA CONFLICTIVA ENTRE LAS PROVINCIAS
PREHISPÁNICAS DE ACALAN Y MAZATAN.
Situada en la margen izquierda del río Caribe, afluente del Candelaria,
justamente donde vierte sus aguas Arroyo Negro. Tuxcahá, población mazateca, era
una zona conflictiva donde convergían los intereses económicos y políticos de las
dos principales provincias del Alto Río Candelaria: Acalán y Mazatán. Precisamente
fue en esta gran zona de ríos, arroyos, lagunas y sobre todo camperías, donde
estaban los 20 pueblos que según los caciques chontales no los querían obedecer.
Estas poblaciones no estaban sujetas a la provincia de Acalán porque se
sentían Mazatecas. Sin embargo, esta provincia se hallaba en una encrucijada pues
si al oeste tenia a Acalán, provincia que la había desplazado de su lugar de origen
en la cuenca del Candelaria, al sur, los aguerridos lacandones hacían constantes
incursiones en su territorio, quemándoles sus casas, robándoles sus propiedades y
llevándose a los pobladores para usarlos como esclavos o para ser sacrificados a
los dioses. Mazatán, situada en terreno llano, se vio obligada a defender sus
poblaciones, fortificándolas con empalizadas y fosas profundas (algunas todavía muy
visibles), al mismo tiempo que hacía concesiones a los Acalantlecas, ejemplos: el
constante tránsito en sus caminos de los mercaderes, así como cierta dependencia
en abasto de algunas mercancías, principalmente la sal.
Al norte de Tuxcahá y apenas separado por el río Caribe grandes extensiones
de terrenos dominados por los Acalantlecas en 1525, fueron escenarios de los fatales
acontecimientos en las que perdieron la vida los máximos jefes de la resistencia
indígena: Cuauhtemoc y Tetlepanquetzal. Taxahá fue el nombre de la población
donde fueron ejecutados nuestros héroes indígenas y todavía conserva no obstante
los constantes saqueos de que ha sido objeto desde hace por lo menos cincuenta
años, la esplendidez de por lo menos 26 estructuras casi todas piramidales, estilo
Petén y que podían rivalizar en tamaño con las de la capital Itzamkanac. En este
asentamiento prehispánico se halló una estela inclinada, hecha con piedra de la
región y que mide 2.10 metros de ancho por 2.50 metros de alto, sin sumar parte
de su espiga que se encuentra enterrada.
La estela, está situada en una plataforma muy baja y está grabada al frente
con jeroglíficos muy borrosos, por lo que urgen los servicios de algún epigrafista
oficial del I.N.A.H. Más al norte de Taxahá, a solo 1.5 kilómetros de distancia se
encuentra otra zona arqueológica de menor tamaño y aunque algunos estudiosos la
mencionan como parte de la misma Taxahá, sospechamos de que se trata de la
población conocida en su tiempo como Tachaham, vinculada también con la muerte
de Cuauhtemoc y que en la lista de los papeles de Pax Bolón Maldonado aparece con
el número 17.
47
Aunque algunos historiadores muestran a esta población en la cuenca del
Mamantel, nosotros tenemos algunos indicios que señalan que Tachaham se encuentra
a tan solo 1.5 kms., de Taxahá y a 7.5 kms., del río Caribe, siendo nuestras razones
las siguientes:
1) Porque tanto Tuxkahá, como Taxahá y Tachaham, están vinculadas con la
muerte de Cuauhtemoc, lo que indica que deben estar cerca unas a las otras.
2) Porque dichas poblaciones relativamente no están muy alejadas de la capital
Itzamkanac y del hipotético derrotero que la mayoría de los historiadores no
tabasqueños acreditan para los expedicionarios de las Hibueras.
3) Porque Tachaham según los historiadores Sholes y Roys, significa ―en la
sabana‖, siendo precisamente esta población la más cercana a ―Isla Pac‖, llamada así
por los historiadores aludidos a la campería mayor del río Caribe.
4) Porque Tachaham, tiempo después cambio su nombre por el de ―Chunab‖,
siendo nuevamente poblada por mayas yucatecos, lo que se puede interpretar que
su ubicación se localiza en una área rayana entre la provincia de Acalán y las
cercanías con Yucatán.
5) Porque en esta población murió en 1526, el cacique chontal Pax Bolón
Acha y como sus restos fueron trasladados a la capital, es lógico suponer que
Tachaham no estaba muy lejos de la corriente principal del río Acalán.
+++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
L O S I N F O R M A N T E S.
HERNAN CORTÉS PIZARRO, en su libro ―Cartas de Relación‖ no informa el
nombre del lugar de los trágicos sucesos y también oculta dolosamente el de la
última población visitada antes de los sucesos, así como la primera después de los
hechos, que como explicamos se trata de la misma. Su mutismo nos indica el deseo
de ocultar el lugar de los hechos.
BERNAL DIAZ DEL CASTILLO. En su libro ―Historia Verdadera de la
Conquista de la Nueva España‖, escrita en Guatemala en 1568, el soldado
historiador nos dice lo siguiente en el encabezado del capítulo CLXXVII, ―En lo
que Cortés entendió después de llegado a Acala, y como en otro pueblo más adelante
sujeto al mismo Acala mandó ahorcar a Guatemuz, gran cacique de México, y otras
cosas que pasaron‖.
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FRANCISCO LÓPEZ DE GÓMARA, es el único historiador que alude a
Itzamkanac como el lugar de los magnicidios. Esta información ha sido desestimada
por varias razones, 1. Porque Gómara era capellán de la casa y familia de Cortés en
España y estaba al servicio de este. Como sabemos que el conquistador tenía un interés
especial en ocultar el nombre del lugar de los magnicidios, no es de dudarse que
aprovechara esta oportunidad para confundirnos, 2. Porque no se ajusta a los datos
proporcionados por él mismo Cortés en sus ―Cartas de Relación‖, ni en los de Díaz del
Castillo, ni en las fuentes indígenas, 3 Porque Gómara jamás estuvo en América.
PABLO PAX BOLÓN MALDONADO, escribano público del pueblo de Tixchel
informó en la ciudad de Campeche el 5 de julio de 1612, detalles sobre los motivos de la
muerte del emperador azteca y señaló lo antes dicho: ―Taxahá‖, que tuvo 20 días
Cortés, donde se cortó la cabeza al capitán mexicano, Quatemuco‖.
DOMINGO FRANCISCO DE SAN ANTÓN MUÑÓZ CHIMALPAHIN. (1579-
1660) historiador aborigen, en sus análisis históricos menciona como lugar de los
hechos, a la provincia de Acallan Hueymollán.
FERNANDO ALBA IXTLILXÓCHITL. Historiador y traductor trae el nombre
azteca de la población, Teotílac, dos jornadas después de Acallan y concreta el dato en
martes de carnaval. Orozco y Berra fue el primero en calcular esta fecha movible para
situarla correctamente en el 28 de febrero, cálculo que Scholes y Roys han confirmado
aprovechando cómputos astronómicos oficiales de Monte Wilson, Estados Unidos.
LA TIRA DE TEPECHPAN, da la siguiente versión: los condenados fueron
decapitados, sus cuerpos suspendidos de los tobillos de las ramas de la ceiba, en tanto
las cabezas de las víctimas se clavaron en los muros del templo principal de Tuxkahá.
CODICE VATICANO ―A‖. Nos muestra en una sola escena a dos indígenas
colgados de las ramas de un árbol; a un fraile también colgado, y aparte, el cadáver
de un español y la cabeza y los miembros de otras personas flotando en el río.
HERNANDO ALVARADO TEZOZOMOC. El adalid del pueblo Mexica nació
hacia 1520, informó que ―cuando el marqués supo tal falsedad, al punto hizo bautizar a
los reyes, a Cuauhtemoc y a Tetlepanquetzatzin y a Tlacotzin. En cuanto se bautizó a
los dos primeros los sentenció en justicia. Ambos reyes murieron en Hueymollán‖.
JUAN DE TORQUEMADA. Nació en España. Escribió: ―Fuélos ahorcados aquella
noche de un árbol llamado pochótl, que los castellanos llaman ceiba, que es muy grande
y muy copado. Aquí amanecieron todos estos tres reyes colgados, y otros 5 señores con
ellos, que debieron de ser de la consulta, o comprendidos en los recelos‖.
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―E R R O R E S D E A P R E C I A C I Ó N‖.
Quizás el amor a lo nuestro nos hace ver algunas cosas como no son, ejemplos:
Podríamos jurar que la más hermosa de las aves, vuelo silencioso y ojos penetrantes,
es el águila, y que los colores más bellos que hayan visto seres humanos son: el verde, el
blanco y el rojo, mismos que lleva nuestra enseña nacional, y así sucesivamente. Quizás
eso mismo le pasa a algunos historiadores, que aceptan libre de toda duda, aquello que
se haya escrito en la antigüedad sobre nuestro país, y más si lleva un título tan
rimbombante como: ―Historia Verdadera de la Conquista de la Nueva España‖. Pero
no hay que ser tan ingenuos o fantasiosos, las historias de los pueblos están hechas de
mucha lucha y poca danza, de muchas lágrimas y pocas sonrisas.
Aceptemos que don Bernal Díaz del Castillo escribió un libro, pero, ¿Cómo
sabemos que lo que estamos leyendo fue lo que escribió? o ¿Cómo podemos estar
seguros que los puntos más trascendentes de la obra, no fueron modificados para
beneficio de la memoria de esos crueles conquistadores? Una cosa es cierta para quien
se profundiza en el estudio de este libro: Don Bernal Díaz, más que un soldado
historiador, era un caballero historiador, pero preguntémonos, ¿Lo fueron igualmente
los primeros editores y demás elementos que participaron en la elaboración del libro?
Si esto es así, ¿Por qué tantos tachones en el curso de la obra? Yo creo que no.
Sucede también que a veces un historiador, un cartógrafo etc., comete errores en
sus escritos, mismos que después serán copiados por otras personas, persistiendo el
error. Pongamos ejemplos: La campechana isla ―Bermeja‖, que aunque aparece en
varios mapas de los siglos XVIII y XIX, nunca fue localizada. Así mismo, una cadena
montañosa que corre de sur a norte del centro de nuestra geografía campechana según
varios mapas de diferentes épocas, no existe. Igualmente una información de don
Arturo Shiels nos dice allá por el año 1879, que el nacimiento del río Candelaria es
desconocido, y que su extensión ha sido calculada en 250 millas.
Esta misma información, sin comprobarse, ha sobrevivido 125 años y sigue
apareciendo en libros y revistas de prestigio como Selecciones, con el único cambio de
que las millas fueron convertidas en kilómetros (402). Por lo tanto, para no caer en
aberraciones, los investigadores debemos poner en duda todo lo que leemos, sólo dando
por cierto los hechos, después de una larga reflexión. Nota: el río mide
aproximadamente 260 Km.
En otro orden de ideas, es comprensible la actitud del conquistador al
proporcionarnos datos que nos lleven a la confusión y así nunca encontrar el lugar
donde fueron asesinados los máximos héroes de la resistencia, para que dicho lugar no
se convierta en un santuario de la mexicanidad. Ejemplo de falsa información: Don B.
D. C., narra en el capítulo 178, pág. 472: ―Y yendo por aquellos campos rasos, había
tantos venados y corrían tan poco, que luego los alcanzábamos a caballo, por poco que
corríamos con los caballos tras ellos, y se mataron sobre veinte.
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Y preguntando a los guías que llevábamos ¿Cómo corrían tan poco aquellos
venados y no se espantaban de los caballos ni de otra cosa ninguna?, dijeron que en
aquellos pueblos, que ya he dicho que se decía los mazatecas, que los tienen por sus
dioses, porque les ha parecido en su figura, y que les ha mandado su ídolo que no les
maten ni espanten, y que así lo han hecho, y que a esa causa no huyen.
Y en aquella caza, a un pariente de Cortés, que se decía Palacios Rubios, se le
murió un caballo porque se le derritió la manteca en el cuerpo de haber corrido mucho.
Dejemos la caza, y digamos que luego llegamos a las ―poblazones‖ por mi ya
nombradas, y era mancilla verlo todo destruido y quemado‖.
―Y yendo por nuestras jornadas (continúa B.D.C.), como Cortés siempre enviaba
adelante corredores del campo a caballo y sueltos peones, alcanzaron dos indios
naturales de otro pueblo que estaba adelante, por donde habíamos de ir, que venían de
caza y cargados un gran león y muchas iguanas, que son hechura de sierpes (¿) chicas,
que en estas partes así les llaman iguanas, que son muy buenas de comer; y les
preguntaron que si estaba cerca su pueblo, y dijeron que si, y que ellos guiarían hasta el
pueblo, y estaba en una isleta cercada de agua dulce‖.
Nuestras investigaciones nos dicen que estos lugares se encuentran al sur de la gran
curva que describe el hoy ―Arroyo Negro‖ y al norte de la laguna que conocemos como
―La Misteriosa‖. Así mismo, Hernán Cortés escribió en sus ―Cartas de Relación‖,
página 163 lo siguiente: ―Y en estos llanos se hallaron muchos gamos y alanceamos a
caballo 18 de ellos, y con el sol y con haber muchos días que los caballos no corrían,
porque nunca habíamos traído tierra para ello, sino montes, murieron dos caballos, y
estuvieron muchos en harto peligro. Hecha nuestra montería, seguimos el camino
adelante, y a poco rato hallé algunos de los corredores que iban delante parados, y
tenían cuatro indios cazadores que habían tomado, y traían muerto un león y ciertas
iguanas, que son unos grandes lagartos que hay en las islas‖.
Queda entendido que esta información es la misma que nos dio B.D.C., sólo que
Cortés sitúa este lugar después de salir de Tayza (Tayasal) Guatemala. Estamos
convencidos que la primera información es la correcta y la segunda es una hábil
maniobra del conquistador para confundirnos y así no localizar el lugar de los hechos.
Tal parece que las iguanas a que se refieren los dos historiadores son los llamados
―garrobos marinos‖, especie ya desaparecida en nuestro medio y cuyos últimos
ejemplares existieron en la hoy Laguna Misteriosa y áreas limítrofes con Guatemala.
Otro caso en que se manifiesta la astucia del conquistador (o la de los editores de su
libro), es su aparente corta estancia en la capital Itzamkanac, lugar en la que declara
que nunca ha pedido ninguna cosa a los señores de estas partes, si ellos no me lo quieren
dar. Hemos llegado a la conclusión de que el conquistador extremeño estuvo en
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Itzamkanac de ocho a diez días, y que las cien canoas que les fueron dadas con
bastimento fueron conseguidas a base de amenazas, pues habían aprehendido a los
caciques chontales y acusados de confabulación con los héroes mexicanos.
Cabe destacar que el mismo derrotero errático que llevó el conquistador a su salida
de Itzamkanac, quizás sea la mejor prueba de que los asesinatos a los mexicanos no
fueron motivados por una conspiración o alzamiento contra los españoles, sino
crímenes provocados por un juicio aventurado de la Malinche, advenido durante las
pláticas entre los mexicanos y los chontales. Al salir de la capital chontal, llevaba un
derrotero no con la mira puesta en Nito y por el cual ya había recibido valiosos
informes y guías para el camino, sino en el lugar donde realizaría las ejecuciones.
Otros datos interesantes son: Los frailes franciscanos, dos intelectuales de primer
orden, no se tragaron el cuento de que las ejecuciones fueron motivadas por una
conspiración indígena, por lo que planeaban hacer la denuncia a los reyes españoles,
pero el conquistador (o la malinche) presintiendo dicha acción, los asesinó ese mismo
día y sus cadáveres tiró al río. Cabe la posibilidad de que alguno de ellos haya sido
encontrado haciendo anotaciones de las incidencias del viaje en su libro diario, tal como
el nombre de las poblaciones y que no le favorecía a Cortés.
De todos modos, los franciscanos que quedaron en México, trece según nuestra
cuenta) supieron lo sucedido por boca de los mexicanos que habían regresado de la
expedición, e hicieron la delación a los reyes españoles, por lo que Cortés quedó fuera
de los cargos principales, siendo reprobadas sus acciones de Taxahá y Tuxkahá, por
cédula de Carlos I, el 2 de octubre de 1525. Curiosamente, cuando Cortés llegó a su
destino en esta fracasada expedición, en la que no hubieron evangelizaciones ni acopio
de bienes materiales, pudo constatar que soldados leales a él, habían asesinado al
desertor y traidor Cristóbal de Olid. Vale decir que a Cortés se le otorgaron algunos
tratamientos como el de ―Don‖ y que se le nombrara ―Adelantado de los Mares del
Sur‖, pero esto lo logró meses antes de que los reyes españoles supieran lo de sus
crímenes. Todos estos sucesos, fueron ―secretos‖ entre españoles y aborígenes
mexicanos, que nunca llegaron a los libros.
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L A B Ú S Q U E D A D E L A T U M B A.
En febrero de 1998, ante la desesperante situación económica en la que me
encontraba y que me impedía realizar un viaje de reconocimiento a la zona
arqueológica llamada ―Las Ruinas‖, platiqué mis inquietudes al señor Ernesto
Vargas Pacheco, encargado del INAH para la reconstrucción de las ruinas ―(EL
53
Tigre‖), explicándole con todos los detalles en que basaba mi hipótesis de que en
dicho lugar, se cometieron los magnicidios. Don Ernesto me escuchó con interés y a
mi solicitud de que hiciese una pesquisa en dicho lugar, me contestó que iría a
dicho sitio a investigar si había cerámica anaranjada, como prueba de que estuvo
habitada a la llegada de los españoles a estas tierras. Lamentablemente, don
Ernesto por esos días viajó a México, quedando la investigación en suspenso.
PRIMER VIAJE A ―LAS RUINAS ―. El día 29 de marzo de 1998, me
acompañaron los señores Francisco Corral Salazar y Carmen Rueda en un viaje a
dicho sitio, que resultó costoso y frustrado, pues el vehículo resultó impropio para
transitar por esos caminos.
SEGUNDO VIAJE A ―LAS RUINAS‖. El día 5 de abril de 1998, acompañado del
amigo José Hernández Ramos y con un vehículo del señor Julio López Zapata, por
fin pude llegar a ―Las Ruinas‖, constatando las lamentables condiciones en que se
encontraba; igualmente vimos dos estelas tiradas en el suelo y una enorme losa
situada en una oquedad, que nos pareció ser una tumba. Eran las 7 de la noche,
pero con suficiente visibilidad, y de inmediato me invadió una agradable
satisfacción de triunfo, ¿Y si esa tumba fuera la de Cuauhtemoc?, ¿Cuántos
secretos escondería?, ¿Qué repercusiones tendría el hallazgo?, ¿Cuántos opiniones y
mitos de celebridades se derrumbarían? ¿Qué beneficios acarrearía a la región? y
sobre todo, ¿Qué homenajes recibirían nuestros máximos héroes de la resistencia?
TERCER VIAJE A ―LAS RUINAS‖. Considerando el éxito obtenido en el viaje
anterior, el día 9 de abril (jueves, 4 días después) a invitación mía me acompañó el
señor Ricardo Encalada Argáez, director de difusión cultural del estado de
Campeche, en un nuevo viaje a ―las Ruinas‖. Don Ricardo, filmó una película
que 15 días después fue proyectada por un canal de televisión de la ciudad de
Campeche. Pocos días después de esta última fecha, llegó a Candelaria el director
del I.N.A.H. de Campeche, Lic. Carlos Vidal Angles, al cual informé
minuciosamente mi hipótesis sobre la muerte de Cuauhtemoc y mi hallazgo en ―Las
Ruinas‖. Lamentablemente, a don Carlos, no pareció interesarle mis conjeturas, por
lo que no viajó a dicho lugar.
CUARTO VIAJE A ―LAS RUINAS‖ Afortunadamente, días después logré
convencer al custodio de las zonas arqueológicas de Candelaria, señor Julio Soler
Graham, de que visitara el sitio tantas veces mencionado, para poner un hasta
aquí a los enormes saqueos de por lo menos 50 años, y en futuro deslindar
responsabilidades, por lo que en mayo 21, acompañado de dicho custodio y del
arqueólogo del I.N.A.H., señor Hebert Ojeda, hicimos un nuevo viaje al sitio, el cual
resultó exitoso, quedando ambos señores comprometidos a trabajar a favor de una
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atención inmediata a esa zona arqueológica que a juzgar de las estimaciones de
ellos, es la de mayor magnitud de la región Candelarense, incluyendo a la de la capital
Itzamkanac, prevaleciendo en sus estructuras los estilos ―Río Beec‖ y ―Petén‖.
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A finales de abril o principios de mayo, apareció en el diario ―Novedades‖ de
Ciudad de Campeche, la siguiente nota periodística, la cual transcribo textualmente
y analizo:
INDICIOS QUE CUAUHTEMOC MURIÓ EN CANDELARIA
Novedades/REDACCION.___________________________________________________
El Instituto Nacional de Antropología e Historia reveló que existen indicios
de que el emperador azteca, Cuauhtemoc, fue sacrificado cerca de la zona
arqueológica de Candelaria. Sin embargo, añadió que es muy difícil determinar el
lugar y casi imposible aseverar que existe una lápida.
Por su parte, el director de Difusión Cultural de la Universidad Autónoma de
Campeche (UAC), Ricardo Encalada Argáez, aseveró que existe una tumba que se
cree perteneció al emperador azteca. ―Sin embargo, el INAH no ha hecho nada por
investigar‖, estimó.
Encalada Argáez aseguró que visitó la zona y encontró restos de lo que podría ser
la tumba del emperador, pero se quejó de que el INAH no ha enviado ―siquiera
una cuadrilla de trabajadores para investigar‖.
Vidal Angles explicó a Novedades que una de las cartas de relación del español
Hernán Cortés, detalla que cuando traía preso al emperador azteca, sospechó de
una rebelión indígena por lo que decidió asesinarlo.
-Grandes historiadores y personajes del mundo arqueológico, entre ellos el
investigador Román Piña Chán, la maestra Eulalia Guzmán y el actual investigador
de la zona de ―El Tigre‖, han planteado la posibilidad de que la zona de
―Izancanah‖ (¿) o ―El Tigre‖, sea el sitio donde efectivamente haya muerto el
último rey azteca dijo.
El planteamiento del cronista de Candelaria que asevera haber encontrado la
tumba de Cuauhtemoc, indicó, carece de fundamento.
Subraya que las cartas de relación de Hernán Cortés, abundan que Cuauhtemoc
fue ahorcado y su cuerpo tirado en la selva para alimento de los animales
carnívoros. ―Entonces es muy difícil plantear dónde está la tumba‖, replicó.
Precisó: ―En este momento no podemos decir que se ha descubierto y mucho
menos hablar de la existencia de una lápida. En la etapa prehispánica según la
historia no existían lápidas‖. Lo que se ha tratado de relacionar con una lápida, no
son más que un conjunto de grandes piedras con petroglifos o petrograbados, pero
no podemos plantear que sea la tumba de Cuauhtemoc, insistió.
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Contrario a lo que afirma el director de difusión cultural de la UAC, sostiene
que desde hace tres años están trabajando en la zona arqueológica ―El TIGRE‖,
donde se hicieron estudios topográficos del sitio, levantamientos de la estructura,
entre otras obras.
Resalta que es imposible determinar de un día para otro si efectivamente en
esa zona murió Cuauhtemoc, ya que el medio natural de la región ―ha sido
cambiado drásticamente‖.
Incluso, manifestó que la comunidad de ―El Tigre‖, está asentada sobre el sitio
prehispánico, además que existe una deforestación ―Terrible‖ de la región.
La prioridad principal, es rescatar el sitio y posteriormente analizar
cuidadosamente las cartas de relación de Hernán Cortés para determinar dónde y
en qué lugar fue asesinado el emperador azteca.
-Es como encontrar una aguja en un pajar, añadió, ―Izancanah‖ o ―El Tigre‖ es un
sitio de 25 kilómetros cuadrados, donde tiene que haber un gran trabajo, concluyó.
Hasta aquí las declaraciones del director del I.N.A.H., y del director de
difusión cultural de la Universidad Autónoma de Campeche, mismas a las que
me permito hacer el siguiente comentario:
1. Me niego a creer que investigadores como Román Piña Chán, la maestra
Eulalia Guzmán y el Sr. Ernesto Vargas Pacheco, actual restaurador de la zona ―EL
Tigre‖, hayan planteado la posibilidad de que en la zona arqueológica de
―Itzamkanac‖ sea el sitio de los crímenes. Pues dicha zona no se ajusta a los
informes de B.D.C., Ixtlilxóchitl, Chimalpaín, la tira de Tepechpan, Pablo Pax
Bolón y las mismas Cartas de Relación de Hernán Cortés. Sólo López de Gómara
asegura que la ejecución fue en Itzamkanac, pero esta versión queda descartada
pues Gómara (que jamás estuvo en América) recibió dichos informes siendo
capellán del mismo Cortés. El historiador Salvador Toscano dice: A Gómara, le
debemos un equívoco histórico de más de cuatrocientos años.
2. Las ―Cartas de Relación‖ no dicen que el cuerpo de Cuauhtemoc fue
tirado en la selva para alimento de los animales carnívoros.
3. Se comenta que en la etapa prehispánica, según la historia, no existían
lápidas. Pero la etapa que estamos señalando (1525) no es prehispánica, pues los
españoles ya habían destruido Tenochtitlán, desde hacía tres años y 6 meses y medio.
4. Es cierto que en Itzamkanac se están haciendo trabajos de reconstrucción,
pero el sitio ―Las Ruinas‖, que es al que nos referimos y donde suponemos fueron
ejecutados Cuauhtemoc y el Sr. de Tacuba, no había sido visitado por el personal
del I.N.A.H., nunca, según informes del custodio y del arq. Sr. Ojeda.
Quiero continuar el tema con una declaración: ―Si logro encontrar el lugar de
las ejecuciones, quizás el éxito no se deba tanto a mi insistencia, sino al escaso
esfuerzo o nulo, que pusieron las autoridades. En ―la búsqueda‖, jamás he sentido
la competencia de nadie a manera de sombra. En otras cosas existe la competencia
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por lograr el éxito, pero aquí lo que predomina es el total desinterés y la apatía por
resolver el enigma. Sólo escuché a cambio expresiones derrotistas, como: ―Buscar la
tumba de Cuauhtemoc, es como buscar una aguja en un pajar‖, siendo lo más
triste el haberlo oído de labios de quien menos debería decirlo. Para la declaración
anterior, yo he elaborado una frase que resulta ser divergente: ―Es obligación y
motivo de satisfacción de nosotros los Campechanos, y de ningún otro grupo más que
nosotros. No podemos eludir esta responsabilidad‖.
Quiero decir que desde hace algunos años, en mi interior, este tema de las
ejecuciones de nuestro héroes, ha tocado delicados aspectos como son: El amor a la
patria y el deber que tenemos los humanos de atender nuestros orígenes. Pero
quizás, en contraposición, quien hizo las veces de fuerza generadora fue el orgullo,
que me señalaba lo triste que sería que otra u otras personas con mucho más
estudios y sobre todo con una capacidad económica abrumadora lo lograsen. En
especial, me acordaba de la inesperada respuesta que en plena competencia, dio
cierto deportista cubano del béisbol: ―Nos podrán ganar en otros deportes, pero en
este no‖, Digo esto, porque si bien es cierto, que en otros lugares existen
elementos avanzados para lograr un objetivo como este de las investigaciones,
nosotros podríamos superar fuerzas, por medio de la motivación y el deber.
El tema de la muerte del ―Joven abuelo‖, es a todas luces, el enigma mayor
de nuestra historia con 474 años de vigencia, y quizás sea el peor atendido,
motivada por la escasa importancia que se le ha dado. Tenemos elementos
suficientes al alcance de nuestras posibilidades para lograr descifrar este misterio,
pero insistimos en posiciones propias de personas fracasadas… ¡Basta ya!
++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++++
LOS INFORMANTES… (Viene de la página 47).
09. Por la Ruta Histórica de México, Centroamérica i las Antillas. 3 volúmenes.
Marcos E. Becerra Sánchez. Biblioteca básica Tabasqueña. Gobierno de Tabasco.
10. ―Enciclopedia de México‖. Secretaría de Educación Pública. CD., de México 1988.
11. ―Historia Cartográfica de la Península de Yucatán‖. Michael Antochiw 1994.
Gobierno del estado de Campeche. Grupo Tribasa. Una producción de editorial:
Comunicación y Ediciones Tlacuilo, S. A. de C. V.
12. Códice de Cuauhtemoc. Biografía. Dolores Roldán. Editorial Orión.
13. Acalán y la Chontalpa en el siglo XVI. Por Ana Luisa Izquierdo. Universidad
Nacional Autónoma de México, 1997.
14. La Tradición Oral Sobre Cuauhtemoc. Alicia Olivera de Bonfil, Universidad
Nacional Autónoma de México, México 1980.
15. Diccionario de México, Juan Palomar de Miguel. Editorial Panorama.
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59
Campeche, Cam. 2 de Junio de 1998
INSPECCION EN ―LAS RUINAS‖ DE LA REGION DE
CANDELARIA, CAMPECHE.
Arqlgo Heber Ojeda Mas
Sección de Arqueología
Centro INAH Campeche.
El 19 y 20 de mayo del presente año visitamos en compañía del
custodio del área de Candelaria Sr. Julián Soler y del cronista del
mismo lugar Sr. Alvaro López Zapata un asentamiento prehispánico
ubicado a 8 km. al norte-noroeste del ejido Pablo Torres Burgos.
Efectivamente, se trata de un asentamiento prehispánico ubicado en
terrenos de pequeña propiedad del -----Sr. Delfino Oropeza-----
Conocido con el mote de ―Chelano‖ con domicilio en Triunfo, Tabasco.
El sitio arqueológico está compuesto por un basamento de alrededor
de 100 m. por lado y de 7 m. a 2 m. de alto de acuerdo a la topografía
del terreno. En la parte superior de este basamento se disponen
diversas estructuras de tal forma que integran tres plazas, siendo la
central la más amplia en donde se concentran las estructuras de
mayor volumen y altura (hasta de 8 m. de alto) de la plataforma.
En el lado oeste del basamento sobre el terreno natural, existe otra
plaza con varias estructuras siendo la mayor con más de 20 m. de alto
con signos de saqueo que dejó expuesto parte del muro (Foto No. 1).
Justamente en el lado sur de esta plaza se encuentra una estela
fuertemente inclinada hacia la parte de atrás. La estela, numerada
como No. 1, (Foto No. 2) que se desplanta de una plataforma muy
baja, tiene alrededor de 2.10 m. de ancho con altura de 2.50 m. sin
sumar parte de su espiga que se encuentra enterrada en el suelo.
Sólo el frente de la estela estuvo grabada con jeroglíficos y
actualmente sólo quedan las huellas de los mismos, lo que no permite
60
distinguir con claridad los grabados porque han estado expuestos
directamente a la intemperie.
Esta estela compuesta de una loza grande de piedra no tiene relación
alguna con una lápida ya que son dos cosas distintas. Además la base
de la estela tiene una excavación furtiva lo que ocasionó que se
inclinara fuertemente.
En esta misma plaza encontramos dos lozas de piedra de grandes
dimensiones rotas en varios pedazos que pueden corresponder a
otras estelas que actualmente estuvieron expuestas al fuego.
Por la parte de en medio del lado norte del basamento también
encontramos un fragmento de otra estela (estela No. 2) de 1.30 m. de
largo por 1.05 m. de ancho con 30 cm. de espesor. Como la estela
anterior, también estuvo tallado y actualmente se encuentran muy
erosionados sus glifos (Foto No. 3).
Una estructura ubicada en el ángulo sureste del basamento, tiene
alrededor de 11 m. de alto y presenta un saqueo. Sin embargo permite
observar parte del muro de la fachada elaborado de piedras labradas
muy bien embonadas. (Fotos Nos. 4 y 5).
Otra estructura de más de 20 m. de alto ubicada como a 100 m. al
noroeste del basamento es piramidal y por la su lado norte hacia la
cúspide se aprecia parte del muro del recubrimiento del edificio que
podría corresponder a uno de los cuerpos que lo forman.
En cuanto a la muerte de Cuauhtemoc, Hernán Cortés en sus Cartas
de Relación informa que este hecho fue en un pueblo de Acalán,
en donde mandó a ahorcar en 1525 a Cuauhtemoc y al señor de
Tacuba porque estaban incitando a una rebelión en contra de los
españoles. Lo mismo señala Bernal Díaz del Castillo en su Historia de
la Conquista de la Nueva España.
El episodio de la muerte de Cuauhtemoc, es uno de los menos
aclarados de la conquista y uno de los más controvertidos. Las
versiones difieren en lo que toca al lugar de la ejecución y hasta los
61
denunciantes. Cortés y Bernal Díaz no dan ninguna precisión sobre
la ciudad en donde tuvo su lugar este acontecimiento, lo que plantea un
problema de interpretación, pero lo que es claro es que fue en las
inmediaciones de Itzamkanac. Las fuentes relacionadas a este hecho
están divididas lo que dificulta con los datos que proporcionan
decidirse por una u otra versión.
Probablemente si se contara con información escrita que señalara el
lugar específico de la ejecución y enterramiento de Cuauhtemoc se
necesitaría que tuviera una serie de requisitos antropológicos
específicos como edad, sexo, y estatura promedio que tendrían que
corresponder a los restos óseos del personaje en cuestión ya que en
todos los asentamientos prehispánicos existen enterramientos
humanos. Además deberían estar acompañados con ofrendas
asociadas a las costumbres funerarias náhuatl de la época y sobre
todo si se trataba de un emperador azteca, lo cual sería muy difícil ya
que los españoles probablemente evitarían que se continuara el culto
considerado como pagano.
MECANUSCRITO EN PODER DE LA SECCIÓN DE
ARQUEOLOGÍA DEL CENTRO INAH CAMPECHE.
N. de la R. Posteriormente, el arqueólogo Heber Ojeda Mas, del centro
INAH de Campeche, tuvo la amabilidad de informarnos lo siguiente:
son en total 26 estructuras, de las cuales, siete son de menos de dos
metros, quince de dos a cinco metros, dos de más de quince metros y
dos más de veinte metros de altura. El asentamiento prehispánico
ocupa una extensión de una y media hectáreas. El uso actual del suelo
es ganadero y las coordenadas geográficas del sitio arqueológico
denominado ―Las Ruinas‖ son: latitud norte 18º 21’ 56.6‖ y longitud
oeste 90º 39’ 51.6‖
Cabe mencionar que no obstante ser conocida esta zona arqueológica
desde hace más de cincuenta años, incluso en medio de ellas hay un
camino transitado por los habitantes de la comunidad ―San José de
la Montaña‖, el titular del centro INAH de Campeche dice no haber
sido notificada. Ha sido terriblemente saqueada. Nunca ha tenido
protección.
A.L.Z.
62
CONSIDERACIONES Y DATOS DIVERSOS.
Este artículo tiene como objetivo principal el proporcionar al público algunas
informaciones y consideraciones que por su naturaleza (o por descuido personal) no
incluimos o lo hicimos vagamente en los escritos anteriores.
1. LOS RECURSOS DE LOS INVESTIGADORES. Entre las ciencias auxiliares de
la historia se encuentran: la antropología física, la etnología, la biología, la genética,
la geología, la paleontología, la paleografía, la geografía, la ecología, la arqueología, la
lingüística, la religión, el arte, el derecho, la política, la sociología, la psicología, y la
economía, que por cierto, no se sabe si son ciencias auxiliares de la historia, o simples
secciones de esa gigantesca disciplina científica.
2. LOS INVESTIGADORES CIENTÍFICOS. Entre los grandes estudiosos de la
cultura maya, cabe resaltar los nombres de: Fray Diego de Landa, Fray Antonio de
Remesal, Gonzalo Fernández de Oviedo y Valdés, Marcos E. Becerra Sánchez, Ralph
L. Roys, Robert S. Chamberlain, France V. Sholes, John Eric Sydney Tohmpson,
Silvanos Griswold Morley, George C. Engerrand, Edgard Willys Andrews, Teobert
Maler, Alberto Ruz Lhuillier, Salvador Toscano Escobedo, William J. Folan Higgins,
Román Piña Chán (de origen campechano) y por lo menos cien investigadores más.
3. LOS PATROCINADORES DE LOS ESTUDIOS. Universidad de Oklahoma.
Museo Peabody de la Universidad de Harvard. Departamento de Arqueología de la
Institución Carnegie de Washington. Instituto Nacional de Antropología de México.
Universidad de Pensilvania y otras instituciones. Lamentablemente, no podemos
afirmar, dada la enorme cantidad de piezas arqueológicas que se encuentran en algunos
museos y coleccionistas privados de Estados Unidos y Alemania, que en todas estas
investigaciones prevaleció el deseo sano por el amor a la cultura.
4. PUNTOS OSCUROS DE NUESTRA HISTORIA LOCAL. Hace poco tiempo
pude enterarme de buenas fuentes, que el INAH., del estado de Campeche no posee un
historiador oficial, circunstancia que explica claramente por qué existen en nuestra
historia campechana, tantos puntos todavía no aclarados. Cabe recordar que hasta
hace unos cincuenta años la región Candelarense era considerada un punto blanco en el
mapa, un espacio de la península de la que poco había que decir, pues escasa
participación había tenido en la formación y esplendor de los mayas.
No obstante, cabe considerar que civilizaciones antiguas como Mesopotamia, China
y Egipto, estuvieron asentadas en las cuencas de grandes ríos. En el caso del río
Candelaria, hemos comprobado que a través de los siglos varios grupos se asentaron en
su cuenca y que por lo menos dos más, no solamente vivieron aquí (Pakaytunes y
Caribes), sino son originarios de esta región, habiendo sido desplazados a los altos de
63
Chiapas y norte de Guatemala, a mediados del siglo XIX por el hombre blanco venido
de la isla del Carmen, durante las primeras inmigraciones colonizadoras en busca del
palo de tinte y maderas finas. Esta hipótesis todavía no considerada en la historia
peninsular toma fuerza si se acepta que hasta hace un siglo, el río Candelaria formaba
parte del sistema Grijalva-Usumacinta, por lo que los desplazamientos de estos y otros
grupos esencialmente canoeros, lo lograron sin salir del medio acuático. Hoy, tanto los
pakaytunes como los caribes viven mezclados con los lacandones de Chiapas y aunque
los estudiosos ya se han percatado de las diferencias que existen entre estos y los
lacandones, tribu representativa de México, todavía desconocen el origen de los
primeros, que para nosotros tiene aspectos muy claros.
Quizás, según nuestro criterio, una de las razones por las cuales estas tribus
amalgamadas en una sola o consideradas como tales por lo más estudiosos, ha llamado
la atención, es por haber sido la más reacia para alternar con el hombre blanco hasta
hace 50 años; este proceder cerril se explica fácilmente si se consideran las ocasiones en
que han sido desplazados de su hábitat en Guatemala, de la laguna Miramar en
Chiapas y sobre todo de la cuenca del Candelaria, cuando en 1557 fueron deportados a
Tixchel, en la costa, por el rumbo de Sabancuy. Muchos fueron testigos presénciales de
las bárbaras ejecuciones en Taxahá de los líderes aztecas y de otros elementos
sospechosos de conspirar contra los españoles, quedando en sus mentes las escenas
macabras de estos sucesos mismas que fueron transmitidas de generación en
generación.
Por otra parte, craso error cometieron hace unos 50 años o más, algunos
historiadores al proponer que fueron invasores del altiplano los que asolaron algunas
ciudades mayas del hoy estado de Yucatán, entre ellas Chichén Itzá. Considerando que
la ciudad de Itzamkanac no ha mostrado hasta la fecha, alguna huella de que haya sido
invadida, si desde esta ciudad o alguna otra de la provincia se planearon dichas
invasiones. Los chontales de esta provincia de Acalán era un grupo híbrido (maya-
náhuatl) belicoso, expansivo y que dominaba la marinería, suponiéndose incluso, que
tenían bajo su férula a ese centro comercial llamado Xicalango. Igualmente en su libro
―Así Vivieron los Mayas‖, el historiador Demetrio Sodi M., inspirándose en uno de los
libros del Chilam Balán, hace una descripción de los pueblos que, ―sufrirán la
consecuencia con la llegada del hombre blanco a la península‖ enumerando a 19 de
estos pueblos, incluyendo a Potonchan y Cehache, los más cercanos a Acalán y
Xicalango que no fueron nombrados. ¿Será posible que estas dos últimas provincias,
dadas sus belicosidades fueran responsables de las invasiones?
Suponer que tribus invasoras del altiplano, en especial toltecas, arrasaron algunas
ciudades mayas, tiene graves implicaciones. Antes habría que explicar como le hicieron
estos grupos para dominar a otros situados a cientos de kilómetros de distancia,
pasando por lo menos por una veintena de territorios enemigos y terrenos difíciles
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llenos de ríos y pantanos, muy ajenos a los espacios donde ellos vivían y con los
consecuentes problemas con los mosquitos, cocodrilos, idiomas, etc. No nos explicamos
por qué estos historiadores no consideraron que dichas invasiones se planearon desde
una comarca más cercana como la cuenca del río Candelaria.
Pero donde más puntos oscuros de nuestra historia local hemos encontrado está
relacionado con la muerte de los líderes aztecas y los frailes franciscanos.
1. No funciona la idea de que Cortés haya tardado en destruir la gran Tenochtitlán,
capital del imperio más grande de América, en solamente 75 días, y que después haya
invertido en perseguir a un capitán que se le había rebelado nada menos que ocho veces
ese mismo tiempo, cuando debiera estar saboreando las mieles de la victoria.
2. Tampoco funciona la idea de que Cortés haya enviado dos expediciones a las
Hibueras usando los medios marítimos, primero mandando a su capitán en plan de
conquista, luego persiguiéndolo al saber que se le había rebelado, y más tarde en una
tercera expedición, nuevamente persiguiéndolo personalmente por terrenos pantanosos
que bien conocía. Preguntémonos: ¿Por qué dos expediciones por agua y luego una
tercera por tierra? ¿Para sorprender a Olid?
3. Salvador Toscano escribió: ―Aún al ponerse el sol se cantaba y danzaba porque,
además, a la tropa india le excitaba una noticia que allí corrió: que en Acalán
terminaría el viaje del capitán Cortés‖. Este anuncio, informamos nosotros, fue dado a
las tropas indias poco antes de las ejecuciones, siendo tal decisión muy atinada, e
implica la idea de que antes de que se expusiera el tema de la conjura contra los
españoles, ya la decisión de asesinar a los líderes aztecas estaba tomada.
Además no era conveniente que estos elementos aborígenes que habían visto
asesinar a sus antiguos jefes continuaran el viaje junto al sanguinario conquistador.
Este análisis, sumado a los informes de las fuentes indígenas que niegan la existencia de
una conspiración, así como el hecho de que Cortés se vio obligado a ejecutar a los
frailes franciscanos supuestamente porque no estuvieron conformes con las ejecuciones,
y por la que pensaban denunciarlo, son algunas de las muchas pruebas que existen de
que efectivamente no hubo tal conspiración.
4. Otro punto de nuestra historia local que merece un análisis es el siguiente: Cortés
escribió en su quinta carta de relación que: (refiriéndose al hijo mayor de Pax Bolón
Acha), ―y él se quedó conmigo, y otro día nos partimos, y le mandé dar un caballo de los
míos, y fue muy contento cabalgando en él hasta que llegamos al pueblo que se llama
Izamkanac‖. Este informe está en contradicción con otros que señalan que los
aborígenes creían que hombre y caballo eran una sola cosa y que dichos caballos
echaban rayos mortales por los ojos.
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5. En 1948 apareció la monumental obra de France V. Sholes y Ralph L. Roys, ―The
Maya Chontal Indians of Acalán Tixchel‖, a cuyo título se le agregó en inglés: Una
Contribución a la Historia y Etnografía de la Península de Yucatán. Este libro de 565
páginas representa lo máximo que se ha escrito de la provincia prehispánica de Acalán
constituyéndose en una guía imprescindible de los estudiosos de la región de
Candelaria. Lamentablemente, el título de dicho libro parece incorrecto, porque como
el mismo señor Sholes explica detalladamente, los indios (nombre que se le dio a los
nativos de América) chontales, era una raza híbrida maya-náhuatl, por lo que era
suficiente el decir ―Los Indios Chontales de Acalán-Tixchel‖, para entender y dejar
establecido su condición de mayas y nahuatlacos de esta tribu.
DISCURSO ENARDECEDOR Y ÚLTIMAS PALABRAS DE CUAUHTEMOC.
Existen demasiadas dudas respecto a la fecha en que fue pronunciado el discurso
enardecedor de Cuauhtemoc dirigido a los chontales. Para este hecho histórico hemos
calculado un día entre el 20 y el 25 de febrero de 1525, y el lugar, con menos dudas,
Itzamkanac, la capital del señorío o cuchcabal. Toscano en su libro ―Cuauhtemoc‖
escribió lo siguiente: Entonces habló a los Acallantlaca con tiernas palabras de un
vencido, en una arenga en la que resonó la herida de un pueblo deshecho:
―Esforzaos, nobles Acallantlaca, lo más que podáis, con la ayuda de nuestros
dioses. Estad contentos. No vayáis –añadió amargamente--, a pueblos extraños. Sed
felices aquí, para que no ocasionéis dolor a las gentes del pueblo, a los viejos, a los
ancianos, a los niños que están todavía en las cunas, y a los que apenas comienzan a
caminar, a los que están jugando. Tened cuidado con ellos y compadeceos de ellos. Que
no se vayan a un pueblo extraño. Amadlos. No los abandonéis. Y os lo recomiendo,
expresamente, porque nosotros seremos enviados a Castilla. ¿Qué se yo si regresaré o
pereceré allá? Quizá no vuelva a veros. Haced todo lo que esté en vuestro poder. Amad
a vuestros hijos tranquilamente y en paz. No les inflijáis ningún disgusto. Y sólo digo
esto: ayudadme en alguna forma con algo para que yo pueda dar la bienvenida al gran
señor que es soberano de Castilla‖.
Con respecto a la fecha y el lugar donde Cuauhtemoc pronunció sus últimas
palabras recriminándole a Cortés su decisión de asesinarlo, hemos calculado que
sucedió la madrugada del martes 28 de febrero de 1525, en la ciudad de Taxahá,
provincia de Acalán, lugar que hoy se conoce como ―Las Ruinas‖, ejido Pablo Torres
Burgos. Del mismo libro de Salvador Toscano hemos extraído el siguiente informe:
Bernal Díaz recogió las últimas palabras del héroe. Le habían puesto en las manos un
crucifijo, después de haberlo confesado, y en tanto que el rey de Tacuba expresaba que
su muerte era buena por poder morir junto al gran señor de México: Cuauhtemoc se
volvió severamente a Cortés y habló con amarga energía:
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―Oh Malinche: días había que yo tenía entendido que esta muerte me habías de
dar y yo había conocido tus falsas palabras, ¿Por qué me matas sin justicia? Dios te la
demande, pues yo no te la di cuando te me entregaste en mi ciudad de México‖.
Este último informe merece una profunda reflexión, pues tal parece que el
conquistador español estuvo en alguna ocasión en manos del emperador azteca, o por lo
menos, él lo consideraba así, sólo que las crónicas españolas no lo señalan.
IXTILXOCHITL MANDÓ ESCULPIRSE EN UNA PEÑA.
―Antes de entrar a la ciudad (Izankanac) Ixtilxúchitl previno a Apochpalan
mandase a sus arquitectos le retratasen en una peña muy alta que está junto al camino
de Itzamkanac, y así lo retrataron al natural con las mismas armas que llevaba puestas
en aquella ocasión, esculpiendo su retrato en la peña, que hoy en día, según opinión
común y en los cantos parece, lo cual Ixtilxúchitl mandó para que sus descendientes
viesen su retrato y hubiese eterna memoria de él‖.
El historiador Fernando Alva Ixtilxóchitl que nació 50 años después de los
acontecimientos de Taxahá, escribió en su libro el mensaje anterior relativo a un rey
chichimeca también llamado Ixtilxóchitl (Hernando) que nació y murió en Texcoco
(1500-1531), y acompañó a Cortés a las Hibueras, viaje en el que Cortés ahorcó a su
hermano Coanacoch, a quien el mismo había aprehendido pues había sido su enemigo.
Este ahorcamiento de Coanacoch (conjuntamente con los de Cuauhtemoc y el señor de
Tacuba) sucedió en la provincia de Acalán y se le han agregado tintes novelescos, pues
se dice que ya colgado llegó su hermano Ixtilxóchitl y cortó con su espada la soga del
ahorcado. Sin embargo, añade este dato significativo: A los 4 días Coanacoch murió de
vomito de sangre. Nota: Nunca se ha sabido de algún lugar cercano a Itzamkanac,
donde exista o haya existido alguna peña labrada con el retrato de alguien.
IMPRECISIONES EN PERJUICIO DE NUESTRA HISTORIA LOCAL.
Al insigne escritor tabasqueño Marcos E. Becerra Sánchez le debemos el que una
docena de escritores por lo menos, también tabasqueños, hayan señalado para el lugar
de los sucesos inherentes a la muerte del emperador azteca, un espacio situado en
las cercanías del río Usumacinta Tabasqueño o Guatemalteco. Los estudios del
señor Becerra fueron hechos por lo menos 30 años antes que el célebre historiador
France V. Sholes, llegara a ciudad del Carmen con un impresionante equipo de
trabajo, libros y documentos copiados del Archivo General de las Indias, en Sevilla,
España, con el propósito de confirmar que en las cuencas de los ríos Candelaria y
Mamantel estuvo asentada la provincia de Acalán. Por tal motivo en 1937, el asistente
del Sr. Sholes, Mr. Robert S. Chamberlain sube en una barquera chiclera al alto río
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Candelaria y confirma lo antes dicho, agregando que la capital de dicha provincia
prehispánica, corresponde a lo que hoy se llama ruinas de ―El Tigre‖. Pero no
obstante los profundos estudios realizados y que ya nadie pone en duda, los
historiadores tabasqueños continúan insistiendo que dicha capital y provincia
corresponden a lugares situados en Tabasco. Sin embargo, dos informes, uno de
Hernán Cortés y otro de Díaz del Castillo, protagonistas de los hechos relacionados
con la muerte de Cuauhtemoc, no concuerdan con dicha hipótesis. Hernán Cortés
escribió en su Quinta Carta de Relación al rey de España ―Esta provincia de
Acalán es muy gran cosa, porque hay en ella muchos pueblos y de mucha gente, y
muchos de ellos vieron los españoles de mi compañía, y es muy abundosa de
mantenimientos y de mucha miel. Hay en ella muchos mercaderes y gentes que
tratan en muchas partes, y son ricos de esclavos y de las cosas que se tratan en la
tierras; está toda cercada de esteros, y todos ellos salen a la bahía o puerto que
llaman de Términos, por donde en canoas tienen gran contratación en Xicalango y
Tabasco‖. Y nosotros informamos que la declaración, ―y todos ellos salen a la
bahía o puerto que llaman De Términos‖, es señal de que no estaban hablando del
río Usumacinta, pues este desemboca en mar abierto, no en la laguna de Términos.
Otro informe que descarta alguna posibilidad de que los asesinatos a nuestros
héroes se haya cometido en algún lugar de Tabasco nos lo da el soldado historiador
Díaz del Castillo: ―En lo que Cortés entendió después de llegado a Acala, y cómo
en otro pueblo más adelante, sujeto al mismo Acala, mandó ahorcar a Guatemuz,
gran cacique de México, y a otro cacique, señor de Tacuba, y la causa porqué y
otra cosas que pasaron‖. Estas declaraciones, informamos nosotros, sirvieron de
encabezado al capítulo CLXXVII de la obra de B.D.C. Asimismo, considerando,
(pues el texto así lo señala) que estas afirmaciones fueron dadas en Itzamkanac, y
los asesinatos fueron 2 jornadas más adelante de la citada ciudad, por lo que
queda automáticamente descartada la posibilidad de que esto haya sucedido en
suelo tabasqueño. Sin embargo, dichos historiadores, con una terquedad digna de
mejor causa, insisten en que los hechos se produjeron en esas tierras.
Otro caso de ―Piratería Histórica‖ en perjuicio nuestro, es el siguiente:
MACTUN, población situada unos 18 kilómetros de Tenosique, Tabasco y en un
afluente del Usumacinta, significa en maya: ―piedra que tapa‖ y se refiere a las
múltiples obstrucciones que el río Candelaria presenta en su parte baja, en la que
sobresalen moles calcáreas de fisiología rocosa. El ya citado historiador France V.
Sholes nos dice en la página 371 de su libro: ―El principio que empezó, estando
en sus pueblos los Tamagtun, que se llama chontal, y Acalán en mexicano, los indios
magtunes, como parece por sus pueblos en que asistían, que la cabecera se llama
Yxamhanac‖. Por lo tanto, queda entendido que Mactunes o Tamagtunes se
llamaban los aborígenes prehispánicos del bajo río Candelaria y no se refieren a
espacios o grupos del hoy estado de Tabasco.
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Otra circunstancia relativa a nuestra historia prehispánica y que merece
nuestra atención es el caso de los tres Acalanes, uno en Campeche, otro en Tabasco,
y uno más en Chiapas, concretamente entre los tributarios del Usumacinta Superior
llamados De la Pasión, Chixoy y Lacantún, a cuyos moradores se les llamaba
Acalanes, Acalas y con más frecuencia Lacandones. Este tercer Acalán viene a ser
la parte más recóndita del único Acalán que ha existido (el de Campeche), que se
vio favorecido con más elementos humanos al replegarse en el siglo XVI los
aborígenes del Candelaria y el Mamantel, huyendo de las hordas españoles que
querían deportarlos a las costas cercanas a Sabancuy para hacerlos más accesibles
a la autoridades (civil y eclesiástica). Esta afluencia humana a los altos de Chiapas y
Guatemala continuó en menor escala durante todo el siglo XVI y parte del XVII.
Con respecto al segundo Acalán (el Tabasqueño), ya hemos mencionado que
parece ser que algunos elementos del primer Acalán, colonizaron en el siglo XV, en
una zona no muy alejada (río San Pedro, afluente del Usumacinta) que la historia
consigna o registra con el nombre de ―Acala la Chica‖. Comparativamente, esto es
lo mismo que sucede en tiempos modernos: Una persona se aleja de su terruño,
se instala en otro lugar al que le impone el mismo nombre de su sitio de origen.
MIS VISITAS A LA ZONA ARQUEOLOGICA ―TAXAHA‖.
En los meses de marzo y abril de 1998, realicé cuatro viajes en plan
investigatorio a la zona arqueológica conocida como ―LAS RUINAS ―, la hipotética
―TAXAHA‖ mencionada en los papeles de PAX BOLON, y que lamentablemente no
fue señalada en la última carta topográfica del INEGI tal como lo había venido
haciendo. El área sigue siendo la parte más selvática del río Candelaria con sus
árboles gigantes, aunque muy delgados, y con bejucos colgantes, que
lamentablemente están siendo talados para convertirlos en potreros. Da tristeza
ver como los camioneros se llevan las mejores maderas de la región, sin
importarles el destrozo que ocasionan al hábitat de animales y plantas.
En uno esos viajes el director de Difusión Cultural de Campeche, constató que
un cerdo doméstico, propiedad de un comunitario, estaba siendo acechado por un
tigre real que merodeaba por los alrededores, y ese mismo día quien esto escribe,
topó con una boa constrictor de gran tamaño, en plena zona arqueológica. De
noche se escucha con cierta constancia el aullido de los monos saraguatos,
mientras que de día son más frecuentes los pavorosos rugidos de las motosierras.
Respecto a las exploraciones que hizo en dicho lugar un arqueólogo del I.N.A.H., en
uno de esos viajes (el último), si es que se le puede llamar así a un breve vistazo
del sitio, constatamos un escaso interés hacia nuestro acervo cultural antepasado,
pues no se visitó una estructura piramidal que se veía a lo lejos, no anduvimos
69
observando las dimensiones o capacidad de la aguada que le da nombre a la zona,
no se comprobó la denuncia hecha de que el baño de una casa moderna situada
muy cerca de las ruinas está construido con bloques de piedra traída de estas,
escaso interés se mostró en las estelas que se encuentra tiradas en el suelo, no se
especuló ni mucho menos se inspeccionó sobre el camino que los antiguos mayas
transitaban diariamente hacia el río, mismo que anduvieron Cuauhtemoc y
Tetlepanquetzal rumbo a sus martirios, etcétera.
Informes recientes de algunos Candelarenses señalan que la zona arqueológica
de Taxahá la conocen desde hace 50 años y en la actualidad cientos de personas
transitan por esos lugares, pues el camino que conduce a San José de la Montaña,
pasa en medio de estas ruinas de gran tamaño, capaces de rivalizar con las de ―El
Tigre‖. Sin embargo, dichas ruinas, quizás las más saqueadas de todo el municipio, no
habían sido notificadas al I.N.A.H., de la ciudad de Campeche.
Resulta incuestionable que para un mejor conocimiento de nuestra historia local se
necesita investigar en diversos lugares: Cuevas, sobre todo las cercanas a la ―Laguna
Perdida‖, de la que tenemos informes de hace 48 años con un mapa antiguo. Se dicen
cosas fantásticas sobre ellas. ―Sacbeob‖ o caminos blancos, de los que se sabe existen
varios en las cercanías de El Tigre; Chultunes o Cisternas, para protegerlos de la
rapacidad de los saqueadores. Lugares especiales situados en el fondo del río, donde los
antiguos mayas hacían sus ofrendas al Dios de la Lluvia. Diques sumergidos, de los que
existen ocho en el tamo comprendido entre Candelaria y Salto Grande.
LA GENTE DE CANDELARIA SE HACE LAS SIGUIENTES PREGUNTAS:
1. ¿Dónde están depositadas las piezas arqueológicas encontradas en ―El Tigre‖?
2. ¿Cuándo tendremos un informe sobre los saqueos al ―Cerro de los Muertos‖?
3. ¿Es cierto que también fue saqueada ―Poza de Ventura‖?
4. ¿Por qué no se ha prohibido el buceo en ríos y lagunas?
5. ¿Cuándo tendrá el río un programa eficiente de vedas?
6. ¿Por qué no se ha construido la carretera a Salto Grande?
7. ¿Cuándo tendremos los ciudadanos Candelarenses autoridades que atiendan
nuestras inquietudes y sospechas?
Han desaparecido para siempre, JOHN ERIC SIDNEY TOHMPSON y FRANCE
V. SHOLES, dos gigantes en el campo de las investigaciones y máximos descubridores
de nuestra historia local. Hoy, con los avances espectaculares en los métodos científicos
indagatorios, cualquiera de ellos hubiese contestado a nuestras preguntas: Calmen sus
angustias compañeros, pronto traeremos todas las respuestas que tanto anhelan
conocer.
ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA.
70
71
REFERENCIAS DEL MAPA NÚMERO 1
1. Vía del F.C. del Sureste.
2. Carretera Escárcega-
Candelaria.
3. Ruinas ―San Enrique‖,
(Tayel).
4. Ciudad de Candelaria.
5. ―Taxahá‖, llamada hoy
―Las Ruinas‖.
6. Río ―Caribe‖.
7. Arroyo ―Negro‖.
8. Empalme ―Caribe-
Arroyo Negro‖.
9. Laguna ―El Infierno‖.
10. Laguna ―La Olla‖.
11. Laguna ―San Juan‖.
12. Laguna ―Mucal‖.
13. Empalme Candelaria-
San Pedro-Río Caribe.
14. Laguna ―La Fangosa‖.
15. Empalme ―San Pedro-
Arroyo Esperanza‖.
16. Laguna ―La Mariposa‖
17. Laguna ―El Salvaje‖.
18. Laguna ―La Cafetera‖.
19. Laguna ―Los Pericos‖.
20. Laguna ―El Mamey‖.
21. Laguna Los Campilla.
22. Laguna ―El Colorado‖.
23. Laguna ―Los Patos‖.
24.Arroyo ―Las Tortugas‖
25. Laguna ―Los Campones‖.
26. Laguna ―El Aguacate‖.
27. Laguna ―Larga‖.
28. Arroyo
―Las Golondrinas‖.
29. Laguna ―El Toro‖.
30. Laguna ―Las Correas‖.
31. Laguna ―Ramonal‖.
32. Laguna ―Los Pavos‖.
33. Laguna ―Salsipuedes‖.
34. Empalme ―Caribe-
Arroyo Laguneta‖.
35. Arroyo ―Laguneta‖.
36. Laguna ―La Vieja‖.
37. Laguna ―El Silencio‖.
38. Laguna ―El Teniente‖
39. Laguna ―California‖.
40. Laguna ―El Cayucón‖.
41. Laguna ―El Tasistal‖.
42. Laguna ―Aguas Tibias‖.
43. Laguna ―Vista Alegre‖
44. Laguna ―La Perdida‖.
45. Laguna ―La
Misteriosa‖.
46. ―Tres Lagunas‖.
47. Laguna ―El Pollo‖.
48. Laguna ―El Pollito‖.
49. Laguna ―EL Tigre‖.
50. Laguna ―El Civalón‖.
51. Laguna ―La Amapola‖.
52. Laguna ―Chumpich‖.
53. Laguna ―El
Manguito‖.
54. Laguna ―Agua Mala‖.
55. Laguna
―Las Tortugas‖.
56. Laguna ―Las
Tortuguitas‖.
57. Laguna ―Morelos‖.
58. Laguna ―El Mapache‖
59. Laguna ―Tres Reyes‖.
60. Laguna ―El
Zoológico‖.
61. Laguna ―El Reloj.‖
62. Laguna ―El Cival‖.
63. Laguna ―El Mamey‖.
64. Laguna ―Matillas‖.
65. Río Julubal
(Guatemala).
66. Laguna ―El Paixban‖.
67. Itzamkanac, hoy
―El Tigre‖.
68. Arroyo ―Esperanza‖.
69. ―Tuxkahá‖.
70. Puente de Cortés.
71. ―Sacbeob‖ (Caminos).
ÁLVARO LÓPEZ Z.
72
LA MUERTE DE CUAUHTEMOC
¿DÓNDE? ¿COMO? ¿CUÁNDO? Y ¿POR QUÉ?
ÚNICA HIPÓTESIS CAMPECHANA SOBRE LA
MUERTE DEL ÚLTIMO EMPERADOR AZTECA Y
SU PRIMO TETLEPANQUETZAL, EN LA
CUENCA DEL RIO CANDELARIA. INCLUYE
UNA RECONSTRUCCION DE LOS HECHOS.
(Autor: ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA)
GUATIMOZIN.
73
M O N U M E N T O A
C U A U H T E M O C
(Antonio García Cubas)
Es uno de los más bellos que
posee la capital. Fue erigido
en 1888, en la segunda pla-
zoleta, a la memoria del -
ilustre caudillo y último em-
perador azteca.
Sobre el basamento circu-
lar con cuatro escalinatas,
limitadas por leopardos, -
símbolo de la fuerza, se le-
vanta el monumento for-
formado de tres cuerpos.
En el primero, la basa o pe-
destal, las escarpas, almo-
hadillas y un coronamiento
con adornos semejantes a
los de Mitla, cuadran los ta
bleros de bronce con ins-
cripciones o con asuntos
históricos de bajo relieve,
el del frente tiene la siguien
te inscripción: A la me -
moria de Cuauhtemoc y de
los guerreros que comba-
tieron heroicamente en de-
fensa de su patria, M. D.
XXI; en el del norte, el ba-
jorrelieve representa el
histórico momento en que
Cuauhtemoc, llevado a la presencia de Cortés, devuelve a este el puñal que violentamente le había
arrancado y le dice: Toma tu puñal y mátame, ya que no he podido morir defendiendo a mi pueblo; el
del sur recuerda el sacrificio del ilustre guerrero y de su compañero Tetlepanquetzal, rey de Tacuba,
sometidos al tormento de fuego.
El segundo cuerpo está compuesto de un basamento de fases inclinadas sobre cuyas esquinas se
levantan bellas columnas agrupadas, estilo tolteca, que sostienen un gracioso y original cornisamiento
ricamente ornamentado con figuras tomadas de los antiguos edificios indígenas. En los tableros del
basamento se hallan con letras de bronce los nombres de los siguientes guerreros: CUITLAHUAC, el
rey sucesor de Moctezuma II y héroe de la Noche Triste; TETLEPANQUETZAL, rey de Tacuba y
compañero de infortunio de Cuauhtemoc; CACAMA Y COANACOCH, reyes de Texcoco que con sus
parciales ayudaron a Cuauhtemoc en su heroica defensa.
El último cuerpo, de menores dimensiones que los anteriores, y del mismo estilo de construcción
y ornamentación, sirve de pedestal a la hermosa estatua de bronce del valeroso Cuauhtemoc, que en
actitud enérgica se dispone a lanzar un dardo.
ÁLVARO LÓPEZ ZAPATA.