UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA DE CALI
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EDUCACIÒN – DESARROLLO HUMANO
CONCEPCIONES DE SUJETO POLÍTICO EN LOS DOCENTES
DE LA FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE
LA UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CALI, AÑO 2010.
LISDARIS SANDOVAL. 1055888
Dirigido por el profesor: Magíster JULIAN ARIAS CARMEN
SANTIAGO DE CALI 2010
2
UNIVERSIDAD SAN BUENAVENTURA DE CALI
FACULTAD DE EDUCACIÓN
MAESTRÍA EDUCACIÒN – DESARROLLO HUMANO
CONCEPCIONES DE SUJETO POLÍTICO EN LOS DOCENTES DE LA
FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y SOCIALES DE LA
UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CALI, AÑO 2010.
LISDARIS SANDOVAL
Trabajo de grado para optar el título de
Maestría en Educación: Desarrollo Humano
Dirigido por el profesor: Magíster JULIAN ARIAS CARMEN
SANTIAGO DE CALI 2010
3
Nota de aceptación.
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Jurado 1.
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Jurado 2.
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Santiago de Cali, _______________
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DEDICATORIA
A mi madre, quien me apoyó y comprendió en este trasegar de noches y días
completos.
A mi hija, la luz de mi vida, quien me dio su apoyo, y me brindó la paciencia y el
ánimo necesarios para continuar y llevar a feliz término este proyecto.
5
AGRADECIMIENTOS
Le doy gracias, primordialmente a Dios, por permitirme culminar esta etapa de
mi vida profesional.
A los docentes de la universidad Libre Seccional Cali que me permitieron
realizar esta investigación
6
TABLA DE CONTENIDO
RESUMEN…………………………………………………………………….. 9
INTRODUCCIÓN……………………………………………………………… 10
CAPITULO I 12
EL PROBLEMA DE LA INVESTIGACIÓN……………………………….. 12
1.1. Descripción del Problema……………………………………… 12
1.2. Formulación del Problema…………………………………. 13
1.3. Justificación…………………………………………………… 23
1.4. Objetivos………………………………………………………… 18
1.4.1. Objetivo general…………………………………………… 18
1.4.2. Objetivos específicos…………………………………….. 18
CAPITULO II 19
HORIZONTES Y FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA………………………. 19
2.1. El sujeto Político en Michel Foucault…………………………. 21
2.2. El sujeto Político en el Iusnaturalismo………………………. 35
2.3. El sujeto Político en Marxismo ………………………………… 40
2.4. El sujeto Político en Hugo Zemelman………………………… 53
CAPITULO III 64
METODOLOGÍA 64
3.1. Estrategia Metodológica………………………………………. 64
3.2. Tipo de Estudio………………………………………………….. 65
7
3.3. Universo Poblacional…………………………………………….. 66
3.4. Muestra……………………………………………………………… 66
3.5. Instrumento……………………………………………………….
3.6. Estrategia de Análisis…………………………………………..
CAPITULO IV
RESULTADOS Y CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES……..
4.1. Análisis de Resultados…………………………………………….
4.1.1. Eje uno: Concepción de Sujeto Político…………………….
4.1.2. Eje dos: Educación y Formación de sujetos políticos……
4.1.3. Eje tres: Sujeto político, Mundo y Sociedad……………….
4.1.4. Eje cuatro: Potenciación del Sujeto Político………………..
4.2. Conclusiones………………………..………………………………
4.3. Recomendaciones
BIBLIOGRAFÍA…………………………………………………………………
66
67
69
69
69
73
77
87
94
99
106
110
ANEXOS………………………………………………………………………
8
TABLA DE TABLAS
TABLA
1 CONCEPCIONES DE SUJETOS POLÍTICOS 11
2 CARACTERIZACIÓN DE LAS CONCEPCIONES DE
SUJETOS POLÍTICOS
11
3 DOCENTES DE LA FACULTAD DE DERECHO
11
4 CONCEPCIONES DE SUJETO POLÍTICO DE ALGUNOS
DOCENTES DE LA FACULTAD DE DERECHO DE LA
UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CALI, 2010.
13
10
INTRODUCCIÓN
Investigar sobre “CONCEPCIONES DE SUJETO POLÍTICO DE LOS
DOCENTES DE LA FACULTAD DE DERECHO, CIENCIAS POLÍTICAS Y
SOCIALES DE LA UNIVERSIDAD LIBRE SECCIONAL CALI AÑO 2010” tiene
como objetivo explorar implicaciones teórico epistémicas que comprometen
perspectivas del desarrollo humano a partir de comprender y evidenciar
concepciones de sujeto político entre profesores de la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali, año 2010 a
partir de reconocer en los docentes el papel de dichos horizontes de sentido,
referidos a la construcción de los sujetos políticos. En términos de ejercicio
investigativo se trabaja en el marco de las posibilidades de la metodología de
análisis del discurso
El criterio metodológico para determinar concepciones de sujeto político en
docentes de la Facultad de Derecho de la Universidad Libre, Seccional Cali
parte rastrear concepciones de sujeto político en diez los docentes
participantes, adscritos a de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Libre, Seccional Cali.
11
El presente estudio, desde su carácter exploratorio, está comprometido con la
identificación de las concepciones de sujeto político en los docentes para
caracterizarlas desde las grandes corrientes epistémicas, constituir los
resultados del mismo en insumo y punto de partida para futuras investigaciones
que permitan profundizar en este tema y desde los resultados obtenidos, trazar
políticas académicas, que estén en concordancia con los principios
fundacionales de la universidad, que demandan formar para la ciudadanía, para
el liderazgo, desde la formación integral y el pluralismo ideológico, de tal forma
que dichas políticas se evidencien en el currículo del programa de Derecho y
concretamente se ejecuten a través de prácticas académicas que favorezcan la
constitución de un sujeto político autónomo.
12
CAPÍTULO I
EL PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN
1.1. Descripción del Problema
El sostenimiento del Estado moderno esta en proporción directa con la calidad
de los individuos que lo conforman, en este sentido hoy se demanda un
ciudadano que en términos del liberalismo político, en el ámbito privado se le
otorgan todas las libertades, en tanto que en la esfera pública se le obliga a
cumplir con un contrato social a la manera de Hobbes, contrato que cada
individuo pacta implícitamente con el solo hecho de hacer parte de un sociedad
determinada y respaldado por el conjunto de normas y costumbres sociales que
le controlan y le dicen lo que puede y no puede hacer.
Está tensión entre lo público y lo privado genera en el sujeto conflicto, lo que
supone un constituirse permanente, proceso que hace referencia a la
formación para la ciudadanía, históricamente esta labor se le ha asignado a la
institución educativa, consecuente con esta tarea la Universidad Libre en su
misión y visión expresan el compromiso de formar para la ciudadanía a sujetos
libres, tolerantes y pluralistas.
13
Siguiendo el proyecto Educativo Institucional de la Universidad Libre en el
segundo párrafo del considerando establece que:
“El Proyecto Educativo Institucional fundamenta la formación integral de profesionales con una armonía entre el conocimiento científico y tecnológico con la idoneidad ética y el compromiso para liderar proyectos sociales, económicos y políticos que beneficien la población colombiana. (ACUERDO No.
010 de diciembre 11 de 2002. párrafo 2)
Desde ésta concepción de formación integral, que se plantea en el PEI de la
universidad, en la que subyace la idea de integralidad como la formación del
sujeto en diversos ámbitos, científico, tecnológico, social, ético y político.
Es así como el programa de Derecho de la Universidad Libre – Seccional Cali,
lleva 36 años formando abogados que se han destacado por su liderazgo
ocupando diferentes cargos en el sector público y privado, condición que se
refleja en el informe entregado por los pares académicos que visitaron el
programa de derecho para su acreditación de alta calidad a finales del año 2005
que dio como resultado la Acreditación por cuatro (4) años, manifestando que:
“Los egresados del programa son altamente reconocidos; hay una representación muy importante de estos en los tribunales, en el litigio, en la academia, en la investigación, en el servicio público y en la empresa privada. Los egresados están orgullosos de su calidad de abogados unilibristas y tienen conciencia de su responsabilidad con lo público, destacando la labor que su universidad ha cumplido con las clases trabajadoras y populares del país” (Informe de Evaluación programa de Derecho. 2005: P. 16)
14
Teniendo en cuenta lo anterior, surge el interés por explorar las concepciones
que sobre sujeto político tienen los docentes de la Facultad de Derecho, que
potencia el desarrollo humano de los estudiantes.
1.2. Formulación del Problema
¿Cuáles son las concepciones de sujeto político que tienen los docentes de la
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre
Seccional Cali?
1.3. Justificación.
El estudio se fundamenta a partir de autores como Hobbes, Marx, Foucault y
Zemelman, voces que se inscriben en una tradición histórica de reflexión sobre
el Estado, la sociedad y la constitución de sujetos políticos para ese Estado; en
el caso de Zemelman abordó, además la manera como desde la educación se
asume la formación para la ciudadanía.
Para esta investigación es importante plantear lo confuso y tal vez
contradictorio del término sujeto político, la confusión aparece con frecuencia en
15
relación con el concepto de ciudadanía, puesto que los ciudadanos a título
individual o colectivo aparecen como referente último de la expresión “sujeto
político”. Aristóteles (en el libro III de la Política: 1275 a y ss.) afirma que
ciudadano es quien participa en la justicia y el gobierno, es decir un miembro
activo en la vida política de la ciudad.
Los orígenes de la actual noción de ciudadanía están en la Europa de los siglos
XVII y XVIII, cuando las revoluciones, inglesa, norteamericana y francesa traen
consigo la instauración de las primeras versiones del Estado moderno, así
como los discursos racionalizadores y legitimadores del mismo. En esta fase de
la historia se vuelven a plantear las preguntas aristotélicas (Marshall y
Bottomore. 1998: P.72)
Así, en Francia, el nuevo sujeto político será, el ciudadano, el habitante de la
ciudad. Junto a este primer rasgo característico, la noción nació con algunos
otros más derivados del carácter burgués de dichas revoluciones, es decir, del
hecho de que conllevaron el acceso al sistema político del grupo económico
entonces emergente. En Francia era, de hecho, el grupo que sostenía
económicamente a la corona, pero que, sin embargo, no participaba en la toma
de decisiones políticas. En su impugnación del linaje (y la legitimación divina)
como criterio de distinción del sujeto político, la burguesía contó con las fuerzas
16
del Tercer Estado o estamento al completo, es decir, con los que no eran
burgueses, sino pueblo.
En este continuum histórico, Foucault promueve una alternativa en el campo de
la comprensión de la actividad humana, a lo largo de su obra procuro
desenmascarar los sucesivos ocultamientos del sujeto y elabora la idea de un
sujeto moderno, haciendo una reformulación de la teoría del sujeto, planteando
la construcción de la subjetividad o constitución de ciudadanía, a partir del
análisis de las prácticas discursivas y de los dispositivos de poder que ejercen
control sobre el individuo.
En los años 90 del siglo XX dos pensadoras, Nancy Fraser y Linda Gordon,
retomaron de Marshall la clarificadora sistematización del concepto que ofreció
al distinguir entre ciudadanía política (derecho al voto, a elegir o ser elegido
representante), ciudadanía civil (ámbito de las libertades individuales) y
ciudadanía social, derecho a bienes sociales y servicios públicos (Fraser. 1992:
P. 65).
Siguiendo en la línea de la reflexión en torno al sujeto y su razón de ser en una
sociedad, la educación como factor de cambio y de transformación social
permite que docentes y estudiantes interactúen en un espacio de
reconocimiento del estudiante como un sujeto activo, inmerso en una sociedad,
17
desde donde se construye una lectura del mundo y en consecuencia su
dimensión política, haciendo que las concepciones de sujetos políticos que
poseen los profesores se constituyan como potenciadoras de un proceso de
concienciación, que subyace en lecturas criticas de su realidad para ser
participes de ellas que potencia su presencia en el mundo y no como un
simples casos partidistas, estáticos.
El profesor de derecho debe problematizarse frente al carácter político de su
quehacer pedagógico frente a las concepciones de sujeto político inmerso en
entramados que en la enseñanza del derecho aporte a la formación de sujetos
que sean participes de realidades que potencien el desarrollo humano, dado su
injerencia en formas de agenciamiento de política pública.
En este sentido este estudio se justifica en la medida en que todos los
miembros de la comunidad universitaria del programa de Derecho, se hacen
participes de un debate en el que el ser y el hacer como formadores de
abogados es cuestionado, desde los postulados institucionales en cuanto al
perfil del egresado que pretende obtener la universidad como fruto del proceso
de formación, igualmente como responsables de dinamizar un currículo abierto
y en permanente construcción, este tipo de estudios es considerado como una
fuente de información de gran utilidad para pensarse y articular planes,
18
proyectos y acciones educativas con las cuales contribuir en la formación de
sujetos políticos.
1.4. Objetivos
1.4.1. Objetivo general
Identificar las Concepciones sobre sujetos políticos de los docentes de la
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre –
Secciona Cali
1.4.2. Objetivos específicos.
1. Describir las características de las concepciones de sujeto político de
los docentes de la Facultad.de derecho, ciencias políticas y sociales
de la universidad libre seccional Cali
2. Establecer las diferentes posturas teórico epistémicas, a partir de las
concepciones predominantes del sujeto político en los docentes de la
19
Facultad.de derecho, ciencias políticas y sociales de la universidad
Libre seccional Cali.
3. Caracterizar concepciones de sujeto político en los docentes de la
Facultad de Derecho Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad
Libre Seccional Cali.
20
CAPÍTULO II
HORIZONTE Y FUNDAMENTACIÓN TEÓRICA
Hablar de las diferentes concepciones de sujeto político implica revisar los
diferentes trabajos que a lo largo de la historia han realizado muchos
estudiosos en el campo de las ciencias sociales, la filosofía política, y la
educación, igualmente se intentara mostrar como definen esta categoría
numerosos autores tanto nacionales como extranjeros, desde la sociología, la
filosofía y la ciencia política, es así como el profesor Julio De Zan en su texto:
“Los sujetos de la política: Ciudadanía y Sociedad Civil” plantea que es la
institución del orden jurídico-político la que instituye al mismo tiempo a los
miembros del cuerpo político como ciudadanos. Comenta el profesor De Zan
que Inmediatamente después de describir el contrato social, agrega Rousseau
la clásica determinación de estos conceptos:
"El acto constitutivo de la asociación [es decir, el contrato social] produce en el mismo instante un cuerpo moral y colectivo que reemplaza a las personas particulares de los contratantes, el cual está compuesto de tantos miembros como votos tiene la Asamblea y, por este mismo acto, el cuerpo colectivo recibe su unidad, su yo común, su vida y su voluntad [la Voluntad General]. Esta persona pública, que de tal manera se forma por la unión de todas las otras, es la que se llamaba antiguamente ciudad (civitas), y toma ahora el nombre de república, o de cuerpo político... Con respecto a los asociados, ellos toman colectivamente el nombre de pueblo, y en cuanto participantes de la autoridad soberana se llaman propiamente ciudadanos”. (DE ZAN. 2006: P 97)
21
2.1 . El Sujeto Político en Michel Foucault
Junto a lo peor que es capaz de ejecutar el hombre, queda también lo mejor que éste puede dar de sí: la emoción de la esperanza, la abnegación, el ansia de libertad, la solidaridad ingenua y magnifica que late en el corazón humano. No el triunfo que no existió, que nunca existe; sino el espíritu de rebelión y de lucha, la suma de las conciencias y los corajes individuales. Quizá todo no fue más que un inmenso error, una de esas trágicas piruetas que, de vez en cuando, nos depara la cruel rutina de los siglos. Pero no hubo error ninguno en el valor oscuro, enternecedor y anónimo, de quienes en manos de unos o de otros, pero empujados por la fe de un sueño, apretaron los dientes y se pusieron de pie, en su fugaz instante de gloria, para dejarse matar y padecer por la libertad del hombre. De ese hombre al que creyeron necesario salvar; no en el Cielo, sino aquí, en la Tierra.
A. Pérez-Reverte
Aunque las investigaciones de Michel Foucault no hablan explícitamente del
sujeto como sujeto político, su crítica a la noción de sujeto constituyente su
apuesta por la constitución de una subjetividad liberada de los biopoderes que
intentan determinarla en la sociedad contemporánea, nos permiten una
comprensión del sujeto político como aquel que cuida de sí, que hace de su
vida una obra de arte y que constituye formas de vida no normales, no
controladas, no moldeadas por la lógica del capital. En términos foucaultianos
entendemos por normal, al sujeto que bajo el poder hegemónico de su tiempo
se adapta a las formas sociales y corporales exigidas por el sistema dominante,
que Foucault denomino biopoderes, en este sentido un sujeto político liberado
22
de los biopoderes, es un sujeto que construye sentido por fuera de la
normalidad.
El filósofo francés, al realizar desplazamientos permanentes para dar cuenta
del sujeto en la sociedad moderna, abre su reflexión a una búsqueda que
concluye con la propuesta de una ética como arte de vivir. En este sentido,
consideramos que la obra de Foucault, vista retrospectivamente, gira alrededor
del sujeto: el sujeto objetivado por el saber y por el poder, y el sujeto en
proceso de su propia subjetivación, el sujeto político.
El mismo Foucault, en el texto el sujeto y el poder, propone una interpretación
de su obra en este sentido: “Mi objetivo ha sido crear una historia de los
diferentes modos por los cuales, en nuestra cultura, los seres humanos se
convierten en sujetos. Mi trabajo se ocupa de tres modos de objetivación que
transforman los humanos en sujetos. El primero es: los modos de inquirir que
tratan de darse el estatuto de las ciencias; por ejemplo, la objetivación del
sujeto hablante en la gramática general, la filología y la lingüística. O también,
en este primer modo, la objetivación del sujeto productivo, el sujeto que trabaja,
en el análisis de la riqueza y de lo económico. O, un tercer ejemplo, la
objetivación de la realidad absoluta del ser viviente en la historia de la biología.
En la segunda parte de mi trabajo, he estudiado la objetivación del sujeto en lo
23
que yo llamaré “prácticas de escisión”. El sujeto está escindido de sí mismo o
separado de los otros; este proceso lo objetiviza. Como ejemplos están el loco
y el cuerdo, el enfermo, y el sano, los criminales y los “muchachos buenos”.
Finalmente, he procurado estudiar (ese es mi trabajo actual” la vía por la cual el
ser humano se vuelve, él o ella, un sujeto. Por ejemplo, he escogido el dominio
de la sexualidad: cómo los hombres han aprendido a reconocerse a sí mismos
como sujetos de sexualidad. Por tanto, no es el poder sino el sujeto el tema
general de mi investigación” (FOUCAULT. 1991: P. 47)
Si bien es cierto que la preocupación explícita por la ética y la temática del arte
de vivir tienen lugar después de la publicación del primer tomo de Historia de la
Sexualidad. La voluntad de saber, éste momento no es el único en el que el
pensador francés dirige su atención a la cuestión de la ética: el modo de
constitución del sujeto es “el hilo rojo que recorre tanto la crítica del
psicoanálisis y la analítica del poder como la tematización de la ética: una
constitución que se desarrolla bien a través de prácticas normativas o bien a
través de la formación de sí desde las técnicas del yo”. (SCHMID. 2002: P. 38)
En su intento por desenmascarar el estatuto del sujeto moderno Michel
Foucault rompe con tres grandes ideales de la modernidad: la historia, el sujeto
y la verdad. Es éste interés lo que le hará declarar en 1982 que su objetivo no
24
era analizar el poder sino producir una historia de los diferentes modos de
subjetivación del ser humano en el seno de la cultura occidental. No propone
una destrucción pura y simple de estos tres ideales sino una problematización1
de la manera como nosotros los pensamos.
El proyecto de Foucault puede resumirse como una historia de los sistemas de
pensamiento. Este proyecto no es banal: “en el ámbito metodológico, los
trabajos históricos que tienen como objeto la estética de la existencia están ya
inmersos de lleno en el marco de lo que Foucault llama “Historia de los
sistemas de pensamiento”. Este título programático de su cátedra en el Collège
de France sirve para investigar esta temática, mostrando con claridad el ángulo
desde el cual contemplar la conexión existente entre la cuestión ética y la del
arte de vivir”. (SCHMID. 2002: P. 38) Los trece años que ofrece Michel
Foucault en el Collège de France, entre los años 1970-1984, juegan un rol
primordial. Estos tienen un efecto verdaderamente minado de información y de
precisiones sobre los conceptos cruciales que en el fondo pueden estar
explícitos en las publicaciones del autor. El estudio de estos cursos deviene
necesario para comprender los verdaderos desplazamientos teóricos, modificar
o precisar el itinerario de su pensamiento y las escogencias de sus
orientaciones filosóficas. La vasta empresa intelectual de Michel Foucault 1 Sobre la importancia de éste término en la obra del pensador francés recomendamos la
lectura del texto Historia de la sexualidad. El uso de los placeres, Siglo XXI, México, 1994.
25
comprende muchos años de enseñanza en el Collège de France, que, gracias
a su reciente publicación, nos revelan poco a poco las intuiciones y las
precisiones faltantes en la comprensión de un pensamiento que amaba
desplazarse como el cangrejo2.
Existen, pues, tres campos de análisis en los que se interesa Foucault. Primero,
la investigación histórica de las prácticas discursivas ligadas al dominio del
conocimiento y del saber, esa que le permite a Foucault comprender la
formación de saberes y escapar al dilema del progreso científico o de su
reducción a la ideología -el período arqueológico (1961-1969). Luego tenemos
la investigación de las relaciones de poder consideradas como estrategias
abiertas, que le permiten a Foucault escapar a la alternativa de un poder
conocido únicamente como dominación o simulacro -el período llamado
genealógico (1970-1984). Tenemos finalmente la investigación de las relaciones
éticas, que Foucault estudia sobre el ángulo de las formas y las modalidades de
relación de sí por las cuales el individuo se reconoce como sujeto de uno o de
varios regímenes de verdad -el período ético (1980-1984).
2 Con desplazamiento de cangrejo hacemos alusión a lo descrito con humor por Foucault
acerca de su progreso teórico: “ya lo saben, soy como el cangrejo, me muevo lateralmente”.
Véase Michel Foucault, El Nacimiento de la biopolítica, Fondo de Cultura Económica, México,
2007, p. 96.
26
Al llegar a éste último período del pensamiento del pensador francés, muchas
evidencias deberían examinarse comenzando por los conceptos políticos que
sirven al funcionamiento de los parámetros de nuestra subjetividad occidental
(e. g., nuestra concepción de libertad, del individuo, del Estado). Se trata de
hacer el análisis de nosotros mismos en tanto que seres históricamente
determinados, lo que implica una serie de cuestiones tan precisas como sea
posible, no de la búsqueda de este núcleo de racionalidad capaz de ofrecernos
el criterio normativo absoluto, sino también la búsqueda de la contingencia que
nos hace ser eso que somos, tanto individualmente como colectivamente. De
allí, que hay que arriesgarse a pensar de otro modo esta comprensión que
tenemos de nosotros mismos, liberándola de la contingencia «que nos hace ser
eso que somos, la posibilidad de no ser más, hacer y pensar eso que somos,
hacemos o pensamos».
Es de este modo que Foucault rechaza la idea de una racionalización como un
todo, del mismo modo que rechaza considerar la razón como el producto de
una época finalmente madura- lo Aufklärung. Para Foucault no hay que
simplemente ordenar diversos tipos de racionalidad en un eje que le confiera
unidad de sentido absoluto a la razón. Del mismo modo, la Aufklärung no es el
faro último de un proyecto que hay que seguir ciegamente. El proyecto de
Foucault trata de ilustrar eso que estas relaciones producen de modo positivo
27
sobre el plano de las diferenciaciones, de las normas y de los valores que
forman la constitución necesariamente histórica y contingente del sujeto, de las
ciencias y de las sociedades occidentales en general.
La cuestión no es pues la de estar por o contra la Aufklärung, por o contra una
razón que sería «totalitaria», por o contra la modernidad, sino de devenir
consciente que nuestra forma de pensar es en parte deudora de ciertas
problematizaciones que este período suscitó a través de diferentes puntos de
apoyo que es posible criticar, examinar, por ejemplo, la calidad contingente y
reversible de estos puntos que anclan nuestros reparos cognitivos y nuestros
valores morales.
Sin embargo, uno de los puntos de apoyo de eso que Foucault describe como
“ethos” o la “actitud” de la modernidad es precisamente el advenimiento de una
interrogación que problematiza a la vez la relación con el presente, el modo de
ser histórico y la constitución de un sí-mismo como sujeto autónomo.
Concretamente, Foucault señala el trazo de esta formalización en el texto de
Emmanuel Kant: Was ist Aufklärung? En este texto, Kant tomaría en cuenta una
importante preocupación de la modernidad, a saber la cuestión del presente
como acontecimiento histórico en el que participa el filósofo que de él habla.
28
Dicho de otro modo, Kant sería el primer filósofo en cuestionar su propia
actualidad, es decir, la Aufklärung y sus condiciones de posibilidad en tanto que
acontecimiento histórico, sin buscar comprender el presente a partir de una
totalidad o de una terminación futura.
Lejos de oponerse unilateralmente a la Aufklärung, Foucault describe más bien
su trabajo como la prolongación de una cuestión esencial salida de las luces en
la que la actitud crítica es aún prisionera de una forma de trascendentalismo,
¿qué puedo saber?, que permite el acontecimiento de una crítica en términos
“prácticos”, ¿cómo me constituyo como sujeto de saber?. En términos claros,
Kant habría hecho posible la inversión de su marcha histórica, que consiste en
remontar hacia el sujeto constituyente lo que demanda tomar en cuenta todos
los objetos de conocimiento posibles, en proyecto de una crítica de las prácticas
concretas por las cuales el sujeto se constituye en la inmanencia de un campo
de conocimiento.
En este sentido, el sujeto político en Michel Foucault, es el sujeto de la crítica, el
que realiza el análisis de los límites y la reflexión sobre ellos. Pero no a la
manera kantiana, de saber cuáles límites debe el conocimiento renunciar a
franquear, sino, haciendo de la cuestión crítica una cuestión positiva,
29
transformar la crítica ejercida en la forma de franqueamiento posible: en eso
que en nosotros está dado como universal, necesario, obligatorio, qué es lo
singular en nosotros, contingente y debido a obligaciones arbitrarias.
Pero ¿qué puede significar la inscripción de esta “crítica práctica” en el
itinerario intelectual de Michel Foucault? ¿Cómo decodificar este llamado
“franqueamiento de posibles” con relación a la descripción “arqueológica” de las
formaciones discursivas; a la descripción “genealógica” de los objetos
singulares que esas formaciones discursivas producen (locura, sexualidad,
prisión); y al estudio estratégico de las relaciones que les modifican, es decir,
las tres dimensiones principales que los trabajos de Michel Foucault intenta
poner al día?
A todas estas cuestiones, el texto “Qu`est-ce que les Lumières?” De Michel
Foucault (2003. P.27) responde que esta “crítica práctica” debe ser
comprendida en el contexto de un trabajo sobre nosotros mismos en tanto que
seres “libres”. Evidentemente, una tal afirmación sobre pasa ipso facto la
dificultad de saber ¿cómo un sujeto supuestamente constituido en la
inmanencia de un campo de conocimientos y de prácticas que le constriñen
30
puede considerarse como un ser libre? ¿Cómo en efecto, comprender la
libertad, la racionalidad crítica?
De cara a esta paradoja, Foucault precisa que esta “crítica práctica” no consiste
en encontrar el nudo esencial de una racionalidad que nos habría legado la
Aufklärung o de la Antigüedad, para luego suprimir eso que no es indispensable
para la constitución de un sujeto que se percibe en adelante como “autónomo”.
Dicho de otro modo, Foucault busca problematizar las representaciones de sí
mismo como “sujeto autónomo”. Esta “crítica práctica” no es pues la simple
producción de una historia acontecimental y relativista, donde se disuelve toda
forma de significación, de valor y de libertad, sino también el proyecto de una
toma de consciencia de las rupturas de evidencia inducidas por ciertos hechos,
a través de los cuales la cuestión principal deviene menos es de una
historicidad o de un poder sin exterioridad, que el de una práctica de la libertad.
Lejos de eludir la posibilidad de apreciar los valores denominados
“fundamentales”, la verdad, la libertad, la justicia, hay que comprender que la
“crítica práctica”, preconizada por Michel Foucault se apoya precisamente sobre
un análisis de la resistencia que ofrecen estos valores a modo de cuadros
ontológicos en los cuales se constituye el complejo de una subjetividad que se
31
forma al filo de juegos estratégicos de reconocimiento o de resistencia a las
diferentes identidades atribuidas, eso que puede posiblemente conducir a
formas de autenticidad inéditas. Así, contrario a lo que Charles Taylor denuncia
como la aberración de una filosofía de la libertad sin ningún horizonte moral
previo, Foucault sostiene que este horizonte moral indeterminado contiene
nuestro mejor triunfo (Taylor, 1992, P. 86). Este horizonte permite precisamente
a la filosofía interrogarse sobre su posibilidad y su capacidad de pensar estos
juegos fundamentales en el corazón de una “crítica práctica” que no busca
deducir de la forma de lo que somos, lo que nos es imposible hacer o conocer,
sino que busca más bien deducir de los acontecimientos que nos hacen ser eso
que somos los límites franqueables de eso que podemos devenir.
Es pues en el corazón de este proyecto resueltamente dirigido hacia el porvenir,
que Foucault inscribe su análisis de las relaciones entre el poder y la
producción de “regímenes de verdad”, en lo que el sujeto humano problematiza
su existencia y negocia su libertad. (Foucault, 2001d, pp. 1527-1589).
Así pues, podemos preguntarnos ¿por qué deberíamos arriesgarnos a pensar
de otro modo? ¿Por qué resistir? Y sobre todo, si pensar de otro modo se
revela únicamente posible, ¿cuál criterio normativo utilizar para determinar el
32
umbral de un cambio posible y anhelable? Claramente, si todo este análisis no
resume más que la descripción de una interacción entre los “juegos de verdad”
que se valen todos de los ojos de la historia ¿qué criterio o concepción de mejor
elección soporta la necesidad de un tal franqueamiento de eso que somos?
Pueden reconocerse aquí ciertas objeciones hechas a Foucault por Habermas,
que defienden por su parte el proyecto de una racionalidad comunicacional de
tipo cuasi-trascendental, reconducido por la identificación de las implicaciones
que resultan de la discusión racional ideal. Principalmente Habermas cree que
el proyecto emancipatorio que inicia la Aufklärung es siempre posible si uno
explicita y reconstruye los principios inherentes a las prácticas
comunicacionales intersubjetivas.
Para Habermas, no hay ninguna duda que la práctica comunicativa es ampliada
de una racionalidad insertada de reglas lógicas y morales, que no pueden
refutarse sin refutar la posibilidad misma de comunicar con otro. Sin embargo,
según Habermas, Foucault comete precisamente el error de deslastrar el
terreno de la racionalidad, postmetafísica, comunicacional, al nivel de sus
premisas racionales profundas, a distinción entre verdad y error, bien y mal por
ejemplo, eso que tiene por consecuencia llevar su proyecto a la dificultad de
33
una crítica de la razón meramente autorreferencial. Para Habermas, esta
confusión entraña efectos fuertemente peligrosos a nivel social y político, pues
si no hay ni verdad ni punto de referencia mínimo para regular nuestras
prácticas normativas, entonces toda pretensión de verdad no deviene más que
un concurso de fuerzas, que abre la puerta al desarrollo de un subjetivismo y de
un relativismo sin freno.
De cara a tales críticas, hay que recordar que Foucault no pretende jamás
hacer el proceso a la razón. El proyecto de Foucault quiere más bien mostrar la
historicidad latente y contingente detrás de toda pretensión de universal,
justamente para buscar la posibilidad de un pensamiento crítico. Para Foucault
la posibilidad de “pensar de otro modo” permite precisamente la articulación de
un juego crítico que no es nunca exterior a los juegos normativos que sopesa,
sino en parte determinado por estos. De hecho, tomar la cuestión de saber por
qué debemos “pensar de otro modo” contiene ya en germen el elemento de
respuesta: el acto de cuestionar justamente por qué debemos jugar en un
contexto normativo intentando distanciarse de él, muestra el despliegue de esta
“voluntad de saber” ligada al funcionamiento “histórico-critico” de una
subjetividad que demanda en adelante cuentas de la constitución contingente
de su propio pensamiento, abriéndose a las nuevas perspectivas de “contra-
conductas”. Foucault no critica entonces el uso de la racionalidad en la cual se
34
sitúa él mismo para expresar su propósito, sino la dominación de esta razón
que, afirmándose ella misma a-histórica y universal, elude toda posibilidad de
explicar la contingencia y la historicidad de los procesos racionales y de las
estrategias por las cuales los procesos racionales y de las estrategias por las
cuales las diferentes concepciones de la subjetividad se constituyen en el seno
de los “regímenes de verdad” que nos suceden.
Cuestionar sobre las estrategias y las tecnologías por las cuales estos procesos
racionales operan y se transforman, cada libro de Michel Foucault deviene así
el recorte de un nuevo objeto de análisis, que invita al lector a hacer una
experiencia que autoriza una alteración de la relación que tiene consigo mismo
delante de una realidad específica que pensaba sin problema (Foucault, 2001b,
P. 864). Este modo de cuestionar no significa que la dirección tomada por la
enunciación de esta historia es irracional, ni que el empleo de la razón sea
ilusorio o contradictorio. Al contrario, la actitud de de Foucault, toda tratando de
evitar las trampas de un pensamiento particular que tiene tendencia a creerse
absoluto, confirma la presencia de una historia real e inteligible a propósito de
una serie de experiencias colectivas que responden a un conjunto de reglas
precisas e identificables, por las cuales se construyen tanto el sujeto que
conoce como el objeto conocido.
35
La posibilidad de elegir y de pensar de otro modo aparece como el asiento de
toda normatividad en Foucault. De esta manera, escoger deviene comparación
y no certeza. El juego de esta posibilidad deviene claro: es saber en qué
medida “el trabajo de pensar su propia historia puede liberar al pensamiento de
eso que piensa silenciosamente y que le permite pensar de otro modo”.
(FOUCAULT. 2003: P. 5)Allí está el fundamento de eso a lo que nos invitan los
estudios hechos por Michel Foucault.
2.2 El sujeto Político en el Iusnaturalismo.
Alguno pudiera aquí objetar que la condición de los súbditos es sobremanera miserable, puesto que están sometidos a los deseos y otras pasiones irregulares de aquél o de aquéllos que tienen en sus manos un poder tan ilimitado. Y quienes se quejan no reparan en que el estado del hombre no puede estar libre de incomodidades.
Thomas Hobbes, Leviatán.
En éste acápite se pretende analizar la concepción de sujeto político en
Hobbes. De los pensadores del iusnaturalismo hemos escogido a Hobbes por
considerarlo el padre del discurso filosófico jurídico. La parte más importante e
influyente de su sistema es la teoría política gestada en la confusa situación de
su país, Revolución inglesa. Para Hobbes la característica dominante en el
hombre es el instinto de conservación. Para él, al ser todos los hombres iguales
y tener unas mismas apetencias, cada hombre entra en conflicto con los demás
36
al establecer los límites de lo que es propio. La solución será que los hombres
establezcan racionalmente un contrato negándose la satisfacción total de este
instinto a cambio de una convivencia satisfactoria. El sujeto político, o sujeto de
derecho, en un sistema positivo, cede o renuncia a sus derechos naturales,
acepta el principio de la transferencia. El sujeto renuncia a sí mismo, transfiere
sus derechos naturales e inmediatos para constituirse en un sujeto político
superpuesto al sujeto antes del contrato. En esta mecánica del sujeto de
derecho surgen la ley y el interdicto.
El depositario de todo aquello a lo que los hombres han renunciado es el
Estado, que se concibe como una monarquía absoluta y autoritaria. El Leviatán
(1651) trata la materia, forma y poder de la sociedad eclesiástica y civil. El
Leviatán, (monstruo marino, descrito en el Libro de Job en el Antiguo
Testamento) está constituido por un cuerpo –los individuos- y un alma, -la
soberanía-. Para este discurso, más vale conceder demasiado al Estado que no
darle lo suficiente. El discurso enemigo de Hobbes es el que se escuchaba en
las luchas civiles que desgarraban el Estado inglés. Hobbes intentó reubicar el
contrato por detrás de cualquier guerra y cualquier conquista y salvar así la
teoría del Estado. El Leviatán fue el gran instrumento de la lucha política y
teórica alrededor de los sistemas de poder de los siglos XVI y XVII. La llamada
por Hobbes verdadera libertad de los súbditos, es decir, aquellas cosas que,
37
aunque han sido ordenadas por el soberano, el súbdito, sin cometer por ello
injusticia, puede rehusar hacer. Lo que se tratará de indagar, por tanto, es
aquello a lo que no puede renunciar el hombre una vez que ha erigido el
Leviatán: a la preservación de su vida.
En la doctrina racionalista de Hobbes la libertad del súbdito es consistente con
el poder ilimitado del soberano, aunque nada de lo que el soberano hace a un
súbdito, por las razones que sean, puede ser llamado injusticia o injuria. Así,
cuando se le da muerte a un súbdito por orden del soberano eso no implica que
el soberano esté actuando injustamente con él; ningún hombre tiene libertad de
oponerse a la fuerza del Estado en defensa de otro hombre, ya sea este
culpable o inocente. La libertad del Estado es ilimitada, es decir, la misma que
cada hombre debería tener si no hubiera leyes ni Estado alguno. Y los efectos
de ella son los mismos. Los hombres transfieren y renuncian a sus derechos
para conservar la vida, para procurar su auto conservación de tal forma que
nadie tenga poder suficiente para poner en peligro su vida. Por eso, para que
prevalezca la paz, los hombres se despojan voluntariamente de su libertad de
juzgar sobre el bien y el mal, sobre lo justo y lo injusto.
Se comprometen a tener por bueno y justo lo que ordena el soberano. Ninguno
de los súbditos puede librarse de estar sujeto a él ni puede matar o castigar, en
38
ningún modo, al soberano. Todo súbdito tiene libertad en aquellas cosas que el
soberano silencia y cuyo derecho a ellas no puede transferir mediante un
convenio. Hobbes, en el capítulo XIV muestra que aquellos convenios en los
que el hombre renuncia a la defensa de su propio ser son inválidos.
Por eso, si el soberano manda a un hombre a que se mate, se hiera o se mutile
a sí mismo, aunque haya sido condenado justamente, o que no haga
resistencia a quienes lo asaltan, o que se abstenga de hacer uso de comida,
aire, medicina y cualquier otra cosa sin la cual no podrá vivir, ese hombre
tendrá libertad de desobedecer. No está obligado a matarse, ni a matar a
ningún hombre, ni a confesar un crimen, a menos que se le garantice perdón.
La obligación de los súbditos para con el soberano dura lo que dura el poder de
éste para protegerlos, y no más, pues, los hombres, buscando cada uno su auto
conservación y una vida más grata y pacífica, han decidido abandonar, a favor
del soberano, su derecho absoluto sobre todas las cosas. Pero, cuando el
soberano no con el deber de proteger a los súbditos, el soberano pierde poder,
y si el poder no es absoluto no es soberano y se pierde por ausencia de
reconocimiento, y por lo tanto, los individuos recuperan su capacidad natural de
defenderse por sus propios medios, ya que, el derecho que por naturaleza
tienen los hombres de protegerse a sí mismos cuando nadie más puede
39
protegerlos, es un derecho al que no puede renunciarse mediante convenio
alguno. (HOBBES. 1992: P. 181) Siendo así las cosas, los súbditos no
renuncian a su derecho de preservar la vida. Tienen libertad frente a la auto
conservación, “Si un súbdito es hecho prisionero en la guerra, o su persona y
sus medios de vida caen bajo control del enemigo, de modo que su vida y su
libertad corporal le son concedidas bajo condición de hacerse súbdito del
vencedor, tiene la libertad de aceptar esa condición; y una vez que la acepta,
será súbdito de quien lo capturó, pues no tenía otro modo de preservarse a sí
mismo. El caso es igual cuando un súbdito es detenido en términos semejantes
en un país extranjero. Pero si un hombre es encerrado en prisión, o es
encadenado, o no se le concede la libertad corporal, no podrá asumirse que
está obligado a la sujeción en virtud de pacto alguno y, por lo tanto, le estará
permitido, si puede, escapar por todos los medios a su alcance”. (1992: P. 182)
El principio de la preservación de la vida en Hobbes está ampliamente ilustrado
en este pasaje del Leviatán. Cuando el Estado no puede proteger a los
súbditos, cada hombre queda en libertad de defenderse a sí mismo utilizando
los medios que su propia discreción le sugiera. Asimismo, Hobbes, en el
capítulo XXVI, donde define las leyes civiles no como un consejo sino como un
mandato de un hombre que va dirigido a otro hombre que está de antemano
obligado a obedecerlo enuncia que la ley civil es una obligación que le quita al
hombre la libertad que la ley natural le da en aquellos casos en que la
40
protección de la ley puede salvaguardarnos de modo seguro. (1992: P. 233) Es
importante considerar aquí, por tanto, que aún en el Estado, donde el poder del
Estado es absoluto y la ley es un mandato del soberano, permanece el derecho
a la preservación de la vida de los individuos como súbditos.
2.3 El Sujeto Político en el Marxismo
En éste apartado se propone una reflexión del sujeto político en el marxismo y
la teoría crítica alrededor de la libertad como condición de posibilidad que le
permite al hombre potencializar su devenir como ser genérico y universal, pues,
el mundo occidental contemporáneo es un universo ampliado de explotación
que convierte al ser humano en un objeto de la dominación que reproduce los
valores del sistema capitalista. La organización total de la sociedad ha
convertido al hombre en un ser que sucumbe ante el mundo fetichizante de la
mercancía y afirma ese mundo como lo cierto, lo coherente, lo establecido. Las
condiciones materiales impuestas por el sistema capitalista generan frustración,
miedo, neurosis e infelicidad, pues, la racionalidad de la represión organizada,
en la sociedad de consumo, no permite satisfacer las necesidades vitales de los
individuos, lo cual, procura la acumulación de una reserva aterradora de
violencia en la vida cotidiana. De esta manera, el capitalismo determina la vida
de los hombres y mujeres, modela la naturaleza y la sociedad a su propia
41
imagen. En otras palabras, la tarea que se intenta llevar a cabo consiste en
averiguar sobre lo que significa la libertad como un hecho y no como un ideal,
es decir, que la pregunta no sería si el hombre es libre, sino en qué condiciones
lo es, lo que conduce a pensar que la libertad se convierte en el problema ético,
político, social y filosófico fundamental de nuestro tiempo, pues, «ella es el
requisito sine qua non de la emancipación del hombre como especie genérica y
universal y el hombre es libre si todos los hombres son libres y existen como
“seres universales” y esto es posible si todos los hombres existen, según Marx,
como hombres en la plenitud de sus recursos humanos». (RENGIFO: 1996: P.
5)
El hombre es un ser universal y, por tanto, libre, que transforma constantemente
la naturaleza porque ésta es no sólo un medio directo de vida sino a la vez el de
su vida física y espiritual. La creación práctica de un mundo objetivo, la
elaboración de la naturaleza inorgánica no obedece a la construcción de objetos
para satisfacer sus necesidades inmediatas, «el objeto del trabajo es la
objetivación de la vida genérica del hombre: aquí, se desdobla no sólo
intelectualmente, como en la conciencia, sino activa y realmente,
contemplándose así mismo en un mundo creado por él» (MARX. 1980: P. 74)
Así, la forma humana del producir se da como universalidad y totalidad, pues, el
hombre tiene un mundo objetivo dado respecto al cual puede comportarse de
manera universal y libre, ya que, la totalidad del ser humano es concretada
42
como «unidad del hombre y naturaleza a través de la objetivación práctico-
histórico-social». (MARCUSE. 1971: P. 38)
Dicha unidad del hombre y la naturaleza, donde la naturaleza se encuentra con
la historia del hombre, «se convierte en “naturaleza humana” mientras que el
hombre, por su parte, es siempre “naturaleza humana”» (1971: P- 28) El
hombre produce la naturaleza entera y la transforma continuamente a la par de
su propia vida.
La historia de la vida humana es, pues, a la vez, y esencialmente, la historia de
su mundo objetivo, de la “naturaleza entera” (...) el hombre no está en la
naturaleza, la naturaleza no es su mundo exterior frente al cual debería
despojarse de su intimidad, sino que el hombre es naturaleza; la naturaleza es
su “manifestación”, “su obra y su realidad” (1971: P. 28)
Marx no consideraba, pues, la alienación como destino fatal del hombre sino
como resultado de formas específicas de organización social, económica y
política; eso significa, desde la perspectiva inaugurada por Clastres, que la
alienación es un fenómeno inherente a la aparición del Estado y de lo
económico como campos autónomos y definidos.
43
Cuando lo económico en la sociedad primitiva se deja señalar como campo
autónomo y definido, cuando la actividad de producción se vuelve trabajo
alienado, contabilizado e impuesto por quienes van a gozar de su producto,
esta sociedad ya no es primitiva, se ha vuelto sociedad dividida en dominantes
y dominados; en amos y, ha dejado de exorcizar lo que está destinado a
matarla; el poder y el respeto al poder. (CLASTRES. 1978: P. 173)
Este factor histórico es el punto de partida para exponer el problema de la
alienación como transformación de la relación entre el hombre primitivo con la
actividad de producción a la cual se le asigna un objetivo diferente de la
satisfacción de las necesidades energéticas: «Se trata en este caso de plantear
el problema del origen del trabajo como trabajo alienado» (1978: P. 174)
En la sociedad primitiva, sociedad igualitaria por esencia, los hombres son
dueños de su actividad, dueños de la circulación de los productos de esa
actividad: sólo actúan para sí mismos, cuando incluso la ley de intercambio de
bienes mediatiza la relación directa del hombre con su producto. En
consecuencia todo se transforma cuando la actividad de producción se desvía
de su objetivo inicial, cuando, en lugar de producir sólo para sí mismo, el
hombre primitivo produce también para los demás sin intercambio y sin
reciprocidad. Es entonces cuando se puede hablar de trabajo: cuando la regla
44
igualitaria de intercambio deja de constituir el “código civil” de la sociedad,
cuando la actividad de producción tiende a satisfacer las necesidades de los
demás, cuando a la regla del intercambio la substituye el terror de la deuda.
(1978: P. 173)
Este es el sino que llevan como marca indeleble las sociedades que
renunciaron al primado de la libertad como condición inherente al ser humano,
el amor a las cadenas, a los amos, al rey, al monarca, al Estado. La alienación
es un concepto que invierte totalmente la condición genérica y universal del
hombre, lo degrada a la mínima expresión vital y le mutila cualquier posibilidad
de tener conciencia de sí, pues, el universo ampliado de la explotación, del
dominio del hombre sobre la naturaleza, solo puede incrementarse a merced de
la libertad humana; la sociedad está sujeta a una racionalidad tecnológica dócil
a los requerimientos del capitalismo. Por eso, el proceso tecnológico tiende a la
mecanización y a la normalización y no a la liberación del hombre.
El velo ideológico y tecnológico que imponen las sociedades contemporáneas
impide que los hombres se liberen de las necesidades y posibilidades extrañas
que impone el mundo del trabajo. La intensidad, la satisfacción y el carácter de
las necesidades individuales están sujetas al desarrollo productivo, destructor y
represivo que la sociedad exige y son productos de una sociedad cuyos
45
intereses dominantes requieren la represión. (MARCUSE. 1968: P. 35) La
administración represiva de la sociedad mantiene libertades engañosas que
sostienen la alienación; la eficacia de los controles ha llevado a los individuos a
perpetuarlos por sí mismos, a identificarse con el poder represivo de la
sociedad.
Así surge el modelo de pensamiento y conducta unidimensional en el que ideas,
aspiraciones y objetivos, que trascienden por su contenido el universo
establecido de la acción, son rechazados o reducidos a los términos de este
universo. La racionalidad del sistema dado y de su extensión cuantitativa da
una nueva definición a estas ideas, aspiraciones y objetivos. (1968: P. 42)
La racionalidad de la sociedad industrial avanzada, el carácter racional de su
irracionalidad, promueve el pensamiento unidimensional y convierte lo superfluo
en profundo y la destrucción en construcción. La alienación de los individuos,
que se manifiesta cuando se identifican con la existencia que impone la
sociedad opresora y encuentran en ella su propio desarrollo y satisfacción,
constituye una forma de pensamiento y de conducta que no puede comprender
otra cosa que no sea la racionalidad establecida, la realidad dada. La
productividad destructiva de la sociedad de nuestro tiempo es, pues, una
determinada forma de dominio político que se produce como razón técnica de
un sistema social de acción racional con respecto a fines.
46
En consecuencia, en las sociedades capitalistas industriales avanzadas, existe
una racionalidad de la opresión y una técnica del dominio que se reproducen en
el aparato de producción y destrucción y hace que los individuos piensen y
vivan bajo las condiciones represivas del statu quo. La alienación ha provocado
una perversión y una pérdida de la realidad humana, pues, las características
del trabajo enajenado no determinan un estado de cosas económico, sino una
desvaloración de la vida, de la existencia singular; es un acontecimiento
decisivo en la historia humana: una total irrealización del hombre en la sociedad
capitalista. La sociedad contemporánea se caracteriza porque el hombre no
conoce su posición en el mundo, porque la estructura económica privilegia a
una clase y porque el Estado es despótico y absolutista; el progreso de
deshumanización ha llevado al hombre hasta el punto de desear ser vasallo, a
la búsqueda de amos, al anhelo de que lo liberen del cuidado de que la vida
tenga un sentido. (ZULETA. 1994: P. 15)
La alienación mora en la totalidad de la sociedad de nuestro tiempo. Por eso, si
el sentido que debe dársele a la historia es el de la libertad, porque es el sujeto
mismo de la historia, la tarea de instaurar una sociedad donde el hombre pueda
vivir la hondura de su pensamiento es inaplazable, pues, la alienación que
produce la era del capitalismo salvaje obstaculiza e impide la libertad humana.
47
No existe una libertad perdida para siempre ni una libertad conquistada para
siempre: la historia es un entramado dramático de libertad y opresión, de
nuevas libertades a las que contestan nuevas opresiones, de viejas opresiones
abatidas, de nuevas libertades reencontradas de nuevas opresiones impuestas
y de viejas libertades perdidas. Cada época se distingue por sus formas de
opresión y por sus luchas por la libertad. (BOBBIO. 1993: P. 130)
El hombre, para su autorrealización, necesita de unas condiciones de
posibilidad que le permitan manifestar su naturaleza: la libertad, que sólo puede
ser alcanzada en la sociedad, pues, el hombre es un ser social. Cuando la
poiesis humana se convierta en autorrealización y exteriorización universales -
actividad libre- el hombre regresará a su verdadera propiedad, que para
Marcuse es el regreso a su ser social, a la liberación de la sociedad; para Marx
eso será posible sólo cuando el trabajo del hombre no esté determinado por la
necesidad y finalidad exterior; la libertad, por tanto, consiste en que el hombre
regule racionalmente su intercambio orgánico con la naturaleza, pues, el trabajo
como mediador material entre el hombre y la naturaleza, en la sociedad
moderna, constituye la alienación total del hombre, pues, obedece a las leyes
capitalistas de la producción de bienes. En consecuencia, la actividad humana
no tiene como fin el desarrollo de los individuos y el alcance de su libertad sino
el envilecimiento del hombre y la destrucción de su cuerpo inorgánico. La
autorrealización del hombre, que sólo será alcanzada cuando se logre el
48
encuentro del ser con el pensamiento, requiere abolir la forma de trabajo
existente.
Si el primado de la existencia humana es la libertad, entonces es posible pensar
que antes que el Estado y sus estructuras totalitarias de control y sujeción, se
antepone el proyecto de una vida digna y libre, donde el único capaz de dar
cuenta de sus actos de manera responsable y auto consciente es el hombre
que se sabe individuo realizado como tal, es decir, que es él quien propiamente
corre el albur de pensar y vivir el devenir de su existencia de manera lúdica y
gratificante. Sin embargo, una sociedad más justa e igualitaria no se constituye
con hombres homogéneos y con las mismas posibilidades de realización tanto
espiritual como material; las estructuras que imperan en la sociedad impiden la
realización plena del ser humano porque son la condición indispensable de la
desventura humana, es decir, que tal como está organizada la sociedad en su
conjunto no permite el encuentro de la vida y el pensamiento que es el máximo
ideal de la realización del hombre como ser genérico y universal. Todos estos
impedimentos se acrecientan y amenazan cada vez más al hombre, pues, una
condición necesaria para mantenerlos es el hecho de persistir en el trabajo
alienado.
Llevar a cabo la tarea del ejercicio de la libertad como problema ético, se
convierte en el problema principal de la concepción marxista de sujeto político.
49
Para que se haga efectivo tal ejercicio, se debe prescindir de muchas
instituciones que de manera inveterada han impedido su consumación. En
estas circunstancias conviene volver al Marx del período juvenil, que algunos
estiman como el más interesante de su creación, pues, en esta etapa de su
pensamiento, en la que debatía arduamente las tesis de Hegel y de todos sus
antecesores, incluidos los griegos, avanzó en la crítica radical de la sociedad,
sobre todo en aquellos aspectos que la misma sociedad daba por eternamente
establecidos e inmutables. De ahí que no debe causar sorpresa la indignación
que Marx sentía por el Estado y toda su parafernalia instrumental de sujeción
que lleva aparejada, posición que mantuvo durante toda su vida. En la discusión
con Hegel, Marx está de acuerdo con él en la búsqueda de la autonomía del
individuo como resultado de la historia.
En palabras de Ángel Maya (1989: P. 61) la parafernalia del proceso histórico
no es para Marx, al menos para este Marx (se refiere al juvenil, el desarrollo de
las fuerzas productivas, ni tampoco la consolidación del Estado. El objetivo
fundamental es la desalienación, o sea, la liberación del individuo y su
construcción como persona histórica. El trabajo enajenado al arrebatarle al
hombre el objeto de su producción, le arrebata sus posibilidades de construirse
como hombre, lo que Marx llama “su vida genérica como especie” y lo coloca en
una categoría inferior a las otras especies. (MAYA. 1984: P. 61)
50
Marx es enfático en señalar la degradación que sufre el hombre al estar
condenado al trabajo enajenado, y el lugar que éste ocupa respecto a las otras
especies. «De esto resulta que el hombre (el trabajador) sólo se siente libre en
sus funciones animales, en el comer, beber, engendrar, y todo lo más en
aquello que toca a la habitación y al atavío, en cambio en sus funciones
humanas se siente como animal. Lo animal se convierte en lo humano y lo
humano en animal» (MARX. 1972: P. 111)
Si el objetivo que persigue el joven Marx es la desalienación, entonces hay que
prestarle atención al esfuerzo de transformación que propone en el desarrollo
de las fuerzas productivas.
La construcción de una naturaleza verdaderamente humana “para que el
hombre se convierta en hombre no sólo en el pensamiento, en la conciencia,
sino en el ser real de la vida” (Sagrada Familia, 118). A este objetivo primordial
se subordina el desarrollo de la producción material, ya que en la “sociedad del
futuro... el uso no será determinado por el mínimo de tiempo de producción
social que se consagra en los diferentes objetos será determinado por el grado
de utilidad social” (Miseria de la filosofía, 355).
51
El Estado desde su nacimiento ha sido considerado como una fuerza coactiva y
política, ordenadora de todas la prácticas de la comunidad, donde las facultades
y potencialidades humanas han sido reducidas a su más mínima expresión y
donde el hombre se ha visto abocado a renunciar a su máxima condición de
posibilidad “el ejercicio pleno de la libertad”, para verse obligado a vivir sujetado
a aquel dedo ordenador y controlador como es el Estado y todas sus
instituciones que lo componen y lo legitiman socialmente. En este sentido,
Norberto Bobbio sostiene que "El Estado siempre es considerado como el
detentador del monopolio de la fuerza y en consecuencia como la potencia
única que, sobre un territorio determinado, tiene los medio para constreñir a los
réprobos y recalcitrantes recurriendo en última instancia la coerción". (BOBBIO.
1997: P. 184)
Siendo las cosas así, conviene afirmar que el estado es el mayor impedimento
para la realización de la autonomía, la libertad y el cuidado de sí, lo cual
posibilita pensar en la necesidad de abolir totalmente el Estado, para encontrar
entre los hombres, nuevas formas conviviales de autodeterminación y
autorregulación a tono con la libertad y la dignidad, la solidaridad y la ayuda
mutua. Al respecto, bellamente Norberto Bobbio dice que fin del Estado quiere
decir nacimiento de una sociedad que pueda sobrevivir y prosperar sin
necesidad de un aparato coercitivo.
52
Dicho de otro modo: más allá del estado mínimo que se ha liberado primero del
monopolio del poder ideológico, permitiendo el desarrollo de las más diversas
creencias religiosas y opiniones políticas; luego del monopolio del poder
económico, permitiendo la posesión libre y la transmisión libre de los bienes;
está como último término de la emancipación del no-estado frente al estado, la
sociedad sin estado, que se ha liberado de la necesidad del poder coactivo.
(1997: P. 187)
Para el establecimiento de una sociedad más racional y con una idea de la
reciprocidad y la alteridad más ajustada a los ritmos de la naturaleza, el sujeto
político tendría que empezar por construir nuevas relaciones sociales e
instituciones cualitativamente distintas que le permitan a la sociedad encausar
su potencialidad de manera pacífica. Ello supone, en primer lugar, que el sujeto
político, concebido desde el marxismo y la teoría crítica, deba afirmar la
diferencia como principio rector de la intersubjetividad y comunicación humana
y que el problema de los derechos y de las oportunidades de realización se den
como principio de interacción que la sociedad en su conjunto se brinda;
además, el sujeto político debe prescindir del Estado y de las instituciones
jerarquizantes y alienantes y volver los ojos hacia la naturaleza, pero no en el
sentido de ver en ella una fuente de recursos sino más bien una aliada que le
indica la necesidad de su cooperación y comunión. Estas prerrogativas
confirman que el problema del sujeto político para el marxismo no es ni de
53
naturaleza jurídica en el sentido de consagrar derechos y libertades formales, ni
tampoco de orden científico o tecnológico, sino que el problema es de
naturaleza ético-política, es decir, de las formas y maneras del hombre
conducirse y afirmarse en el mundo. Sólo si se entiende este aspecto así
enunciado, podrá pensarse en el advenimiento y construcción de una sociedad
que haga de la vida, la justicia, la fraternidad y la igualdad valores que
interpreten cabalmente su destino histórico.
2.4 El Sujeto Político en Hugo Zemelman.
Una vez presentadas las concepciones de sujeto político en Michel Foucault, en
el iusnaturalismo y en Marx, es menester presentar la concepción de sujeto
político a la que le apuesta esta indagación. Queremos poner a discutir las
diversas concepciones de sujeto político de los profesores de la Facultad de
Derecho, Ciencias Políticas y Sociales, tomando como referencia las
elaboraciones de Hugo Zemelman. Escogemos como referencia este autor por
varias razones, entre ellas, por ser un pensador latinoamericano, comprometido
con la educación y con la transformación de las condiciones históricamente
acaecidas. No sin razón Alfonso Torres Carrillo y Juan Carlos Torres Azocar en
su artículo Subjetividad y sujetos sociales en la obra de Hugo Zemelman
plantean que Hugo Zemelman propone el rescate del sujeto desde lo político,
54
porque resulta necesario, dado que los poderes que regulan el orden mundial
actual hacen todo lo posible por minimizarlo o anularlo, por quitar a los
individuos y colectivos la posibilidad de pensar por sí mismos sus posibilidades
de desenvolvimiento, condenándolos a un eterno presente, a un discurso único
y a un conformismo que elimina todo horizonte utópico alternativo al orden
imperante. (TORRES, TORRES. 2000: P. 12) Zemelman advierte sobre:
“estas lógicas que pretenden homogeneizar la vida social negando o anulando al sujeto cuando plantea que “... el blanco real de esta arremetida es el individuo como sujeto; lograr su desarme, anular su capacidad protagónica, someterlo mediante la persuasión de que cualquier actitud crítica, desde que rompe con los cánones aceptables de lo que se entiende por cientificidad, no puede sostenerse porque escapa a lo real y al sentido mismo de la historia. La forma de pensar tiene que responder al desafío social tal como ha sido definido, pues difícilmente tienen credibilidad las formas de pensar que contribuyan a reconocer desafíos que sean otros que los impuestos por el discurso del poder”.
La recuperación del sujeto, por consiguiente, significa recuperar el sentido de
que la historia continúa siendo el gran e inevitable designio del hombre, lo que
le confiere su identidad como actor concreto, porque constituye el contenido de
su propia vida. La historia en el sujeto es el momento como parte de la
necesidad de futuro, necesidad que no es sino el momento vivido conforme a la
apetencia de valores que trascienden el momento. (2000: P. 13)
La discusión sobre la constitución de un nuevo ángulo para organizar la
relación con la realidad, debe darse, desde las posturas que caracterizan la
búsqueda de potenciación del pensamiento humano; ello supone ir más allá de
55
la racionalidad establecida, la implicación más importante de esto se encuentra
en la recuperación del sujeto, desde el conjunto de sus dimensiones, de manera
que pueda asumir tanto sus condicionamientos como sus aperturas. A esto
Hugo Zemelman lo denomina sujeto “erguido”, es decir, el que está sujetado a
sus propias potencialidades que se traducen en el esfuerzo por colocarse ante
las circunstancias. (ZEMELMAN. 2002: P. 60) La realidad que nos rodea no es
traducible en su totalidad como posibilidad para ser sujeto ni para construir
mundo.
Hablar de mundo y de conciencia es una invocación a que el sujeto se asuma
como punto de partida del despliegue, entendido como la transformación de la
realidad como exterioridad, en ámbitos de sentidos; el despliegue es necesario
para poder escuchar la necesidad de ser sujeto, para ser capaces de ensanchar
la resonancia del mundo en nosotros, para ser capaces de afrontar nuestra
incompletud y transformarla en tránsito hacia nosotros mismos, ampliando
nuestra propia subjetividad.
Estos planteamientos no se reducen a simples comentarios; supone al
pensamiento como dimensión del estar erguidos. La condición de la
humanización del sujeto que está en esa posibilidad de recobrarse
constantemente desde las circunstancias. Circunstancias que en la actualidad
divorcian al sujeto de sus posibilidades de humanidad. En este sentido, ser
56
sujeto es asumir el reto de encontrar los espacios para acoger y desenvolver
esa humanidad, pues lo humano no es reductible a lo que conforman las
circunstancias. Es margen de resistencia a lo determinado. La existencia nos
coloca ante las circunstancias, es decir ante el espacio de las prácticas
constructoras de sentido, pues existir es hacer historia, “la historia hace el
desafío de recuperarnos como protagonistas con proyección en el tiempo,
desde cada uno de los instantes en que estamos configurándonos desde
múltiples dimensiones”. (2002: P. 62) Existir es hacer historia, ya que como
sujetos somos la fusión de la realidad en todas y cada una de sus dimensiones,
escala de tiempo y espacio. El desafío es asumir que estamos siendo
determinados por la fuerza de la historia, sin más conciencia que la cronológica
del transcurrir, no obstante sin distinguir los momentos en que el ser histórico se
expresa como la existencia en la historia.
La apertura rompe con las determinaciones, es el esfuerzo por pensar de otro
modo diferente, por no pensar sólo en objetos y por incorporar el espacio de
relaciones con los otros y sus circunstancias. Es atreverse a reconocer nuevas
posibilidades, sin renunciar a la imaginación, ni al juego cotidiano, ni a la fuerza
mental que contiene la conciencia de la propia dignidad. Este reconocimiento
del sujeto se desdobla en el cómo ser ante los otros y cómo ser con los otros,
configura espacios sociales vividos que representan posibilidades de
57
despliegue del sujeto, de acuerdo a como reconocen las circunstancias y las
dimensiones que se ponen en tensión existencial.
Desde esta perspectiva, el transcurrir es el ámbito de opciones para nuestra
construcción como sujetos, constituye el umbral hacia nuevas situaciones
posibles de convertirse en experiencias, pues el pensamiento no se reduce a la
percepción de lo existente; es una posibilidad no reducible a ninguna estructura
discursiva; el transcurrir impone cierres parametrales que se transforman en
mundos, en posibilidades que a veces construyen mundos zoologizados por el
imperio de la tecnologización. De allí que la historia pueda emerger como
momento de conjugación de potencialidades múltiples de lo dado, púes, no se
puede trabajar, sino desde la exigencia de ubicar al pensamiento en
problemáticas inclusivas que posibiliten colocarse en forma de vislumbrar
alternativas construcciones.
Esta lectura no parametral de la realidad implica reconocer que lo que
acontece, como creación del hombre, es posible de recrearse; de suerte que la
conciencia suponga un pensamiento abierto a umbrales que hacen el papel de
puertas de entrada hacia lo inédito, hacia la travesía de un sujeto que
trasciende los límites en que se cristaliza una situación dada. En este proceso
las circunstancias dejan percibir las potencialidades en que se contienen en los
nexos que se materializa la reproducción del sujeto: “Cuando hablamos de
58
sujetos, queremos significar el desafío de ser sujeto trasgrediendo las
determinaciones dominantes. No hacerlo es reducirlo a su condición de
productos de circunstancias particulares y transitorias, y, de este modo negarlo
en su capacidad creativa de hacedor de la historia”. (2002: P. 68)
Esta lectura no parametral-ruidosa de la realidad permite comprender que en el
aparato escolar moderno la educación está concebida para que el sujeto rinda
cuentas del resultado del saber y no para acceder a pensar en los procesos que
conducen al saber o a los resultados de ese saber. La forma de educación
moderna le ahorra al sujeto la angustia de conocer, la tarea de transgredir las
determinaciones dominantes, la tarea de hacer historia de ponerse en
consonancia con la tónica-vida-existencia-sujeto en humanidad expandida. Al
respecto Eduardo Terrén compone el significado de la modernidad como
constelación cultural; selecciona para ello los elementos que considera
relevantes para la reconstitución ilustrada del discurso pedagógico como eje del
proyecto de reforma política y cultural de la modernidad. (TERREN. 1999: P.
24) La modernidad se refiere tanto a un estado de cosas como a la percepción
de ellas. La modernidad es tanto una forma de producir el mundo como un
modo de representarlo que supone un mundo taxonomizado accesible, de
cambio progresivo y controlable. La modernidad es una forma de conocimiento
que privilegia la unidad, la homogeneidad y el orden.
59
La racionalidad educativa presenta esta misma lógica del proyecto técnico-
económico-científico moderno. Aunque la escuela no sea un invento de la
modernidad ilustrada, sí lo es su configuración como institución de masas y
como principal anatemizador de la ociosidad. La centralidad del discurso
educativo en la configuración de la constelación cultural de la modernidad
deriva de su gran capacidad articuladora de dos elementos claves de la
legitimidad: eficiencia y valores, producción y socialización: “el Estado de
bienestar puede considerarse como la culminación del programa de la
modernidad bajo el aspecto de la modernización y expresión máxima que ha
caracterizado a la modernidad. Como respuesta tanto a las nuevas condiciones
de acumulación como a las de legitimación, el Estado de bienestar articula el
binomio eficiencia/valores a través de dos isotopías básicas que constituyen el
núcleo fundamental de toda su política educativa: modernización e integración”
(1999: P. 161)
La racionalidad educativa moderna legitima un sistema que necesita ocultar su
barbarie consustancial: Auschwitz, Chernobyl, Bobpal, Ruanda, Bosnia,
Kosovo, Bojayá. Lo paradójico de esto es que hay posibilidad de no plegarse
necesariamente a la unidimensionalidad-tónica de la educación en la sociedad
industrial avanzada; es posible reivindicar una utopía educativa-otra tónica que
desmitologice el discurso tecnocratico, que no se ampare en las metanarrativas
universales que caracterizan la cultura pedagógica de la modernidad.
60
Esta utopía educativa no es una especie de fe ciega en la razón, una forma de
pensamiento que pretenda un fundamento absoluto o una forma teórica que
sirve de guía para la práctica, pues, “la progresiva pluralización de estas pautas
y procesos hacen cada vez más anacrónica la confianza en medidas y
proyectos universales”. (1999: P. 163) Lo que se cuestiona es la validez de un
modelo educativo íntimamente ligado a un proyecto cultural unitario que diluye
en problemas de repartos de horarios y asignaturas cuestiones capitales desde
la perspectiva de quiénes somos, qué enseñamos, para qué proyecto
trabajamos: ¿cómo determinar cuál es la forma adecuada de ver el mundo y de
enseñarlo? ¿Tiene todavía sentido un currículo común?
El reto al discurso educativo, en su dimensión curricular, va más allá de la
cuestión de decidir sobre el número de horas de informática, de lenguas
extranjeras o de rediseñar los currículos de las ciencias sociales o las naturales,
o de adscribir tal o cual asignatura a uno u otro departamento. La dimensión
real del reto educativo radica en la concepción de ese diseño.
El discurso pedagógico moderno, y su correlativa contribución a la producción y
distribución del conocimiento, parten de la visión de la escuela como institución
universalizadora que promueve ideales unificadores y conocimientos
verdaderos a través de un método científicamente garantizado. En este
contexto el diseño curricular consiste en un campo técnico de estudio en el cual
61
el discurso educativo no consiste en una metanarrativa y el diseño curricular no
responde a una visión de cultura que se desprende de la autoridad del experto
y, por tanto, de la legitimidad del conocimiento escolar como su contribución a
las necesidades de legitimación del sistema. Una educación para la vida
concibe sistemas fluctuantes que integran fines y medios, considera que lo
decisivo es el flujo y no la estructura y que lo ancestral, el error, la anomalía y la
perturbación son esenciales. Las preguntas que surgen son ¿cómo hacerlo?
¿Cómo reorientar la acción pedagógica para que implique lo ancestral, lo
mítico, lo místico, lo numinoso? No hay recetas ni modelos. En este sentido, es
necesario, como lo sostiene enfáticamente Terren, “abolir la separación entre la
temporalidad propia de la planificación educativa y de la práctica de la
enseñanza otorgando a ésta última una mayor preeminencia en el diseño y
distribución de los usos temporales; pasaría, en definitiva, por dar preferencia al
tiempo cualitativo sobre el cuantitativo y abolir la jaula de hierro de la
programación. Ahora bien, el tiempo flexible, relativo, un tiempo que escapa a la
predictibilidad y cuya implementación organizativa requiere un sistema de
confianza que las organizaciones de tipo burocrático no tienden precisamente a
favorecer.
El horizonte del sujeto político en Hugo Zemelman es la incertidumbre, y esto
no se adapta muy bien a la epistemología, fundamentalmente predictiva e
instrumentalista de modelos como el de la programación por objetivos, el time –
62
management, y, en general, todos aquellos ligados a los principios
organizativos de la ideología modernista” (1999: P. 250) La abertura de
espacios para la formación de sujetos políticos se puede realizar si se concibe
la práctica docente como una actividad de incertidumbre, que no es reductible a
ninguna ingeniería pedagógica, donde la rutina es la excepción y no la regla.
Los principios de esta reconceptualización pedagógica son la disonancia, la
dispersión, la diferencia, el disenso y su contexto post epistemológico no se
presta a fundamentaciones universalistas ni al pensamiento educativo
moldeado sobre las ideas de convergencia, consonancia, unidad, consenso. Es
necesario superar el anacronismo de la temporalidad administrada bajo el
modelo burocrático de los horarios, las jornadas, los niveles, las etapas
programadas. Esta lógica monocrónica-unitónica que impregna el fordismo en
la vida educativa genera estrés, miedo, neurosis e infelicidad-ruido en los que
tienen que padecer tantas horas entre las paredes de un aula.
La racionalidad educativa actual obedece a la lógica del mercado neoliberal. El
neoliberalismo pedagógico suena en el lugar donde el sistema educativo
convencional fracasa, es decir, en el deterioro de la relación entre ancianos y
jóvenes y entre profesores y alumnos; en el desprestigio de los currículos; y en
la discontinuidad-disonancia entre las políticas impuestas verticalmente en
forma homogénea e inconsulta y las modalidades y tiempos culturales. Las
estrategias educativas neoliberales le imprimen a los discursos pedagógicos el
63
sonido del capital financiero internacional, conduciendo a un empobrecimiento
de la enseñanza y del aprendizaje. La pedagogía, en este retumbar, pierde su
resonancia psicopedagógica y se incorpora a la disonancia señalando el fin de
las notas histórica e ideológica y aplicando la clave musical costo-beneficio
económico. La racionalidad educativa actual, disonante de lo existencial-
humano, ha excluido de su partitura las notas musicales que tienen eco y
retumban y resuenan en los sonidos ético-estético-existenciales de los sujetos
en humanidad expandida.
64
CAPÍTULO III
METODOLOGÍA
3.1. Estrategia Metodológica.
La metodología con la que se abordó el desarrollo de la investigación es
cualitativa, porque permite descripciones detalladas de situaciones. Incorpora lo
que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias,
pensamientos y reflexiones; tal como son expresadas por ellos mismos y no
como uno las describe. (SAMPIERI. 2003: P. 527) Una de las características
más importantes de las técnicas cualitativas de investigación es que procura
captar el sentido que las personas dan a sus actos y a sus ideas. La misma
estrategia indica ya el empleo de procedimientos que dan un carácter único a
las observaciones.
La segunda característica es el uso de procedimientos que hacen menos
comparables las observaciones en el tiempo y en diferentes circunstancias
culturales, es decir, este método busca menos la generalización y se acerca
más a la fenomenología y al interaccionismo simbólico. Una tercera
característica estratégica importante para este trabajo, ya que sienta bases
65
para el método de investigación elegido, se refiere al papel del investigador en
su trato intensivo con las personas involucradas en el proceso de investigación,
para entenderlas. Por lo tanto, para este caso interesa explorar cuáles son las
Concepciones de sujetos políticos de los docentes del programa de Derecho de
la Universidad Libre seccional Cali. De ahí que la metodología aludida sea la
más pertinente.
3.2. Tipo de Estudio
La investigación es exploratoria – descriptiva, dado que los estudios
exploratorios permiten una aproximación a fenómenos desconocidos que se
pretenden descubrir, en este caso desde una indagación a profesores del
programa de Derecho, sobre sus concepciones de sujeto político, si bien es
cierto, los docentes tienen unas concepciones filosóficas, epistemológicas y
antropológicas, este trabajo cobra sentido por cuanto se conocerán las
tendencias de los docentes del programa de Derecho, que tiene como uno de
los objetivos misionales la formación de sujetos políticos, de allí la importancia
del estudio exploratorio, para con él proponer políticas académicas que
impacten el currículo, apoyados en futuras investigaciones.
66
3.3. Universo Poblacional
La investigación tiene como población universo los 80 docentes, adscritos en
las diferentes modalidades de contratación al programa de Derecho, cuya
formación es interdisciplinar.
3.4. Muestra
El criterio para la selección de la muestra en esta investigación es la modalidad
de contratación establecida por la universidad3. La muestra son diez docentes
seleccionados al azar.
3.5. Instrumentos
Se trabaja desde una perspectiva cualitativa con entrevistas estructuradas en
profundidad, instrumento que permite acceder a las formas de pensar de los
sujetos de investigación en diversos contextos, y cuando el interés del
3 La Universidad Libre tiene cinco modalidades de contratación a saber: tiempo completo, medio
tiempo, jornada completa investigadores, media jornada y hora cátedra.
67
investigador es focalizar la mirada en un aspecto muy puntual y profundizar en
el. De tal forma que éste es el más adecuado para explorar las concepciones de
sujeto político en los docentes del programa de Derecho de la Universidad Libre
seccional Cali. (Anexo No. 1 cuestionario de entrevista)
3.6. Estrategia de Análisis
El Análisis del Discurso, es una metodología de análisis de la lengua en su uso,
un método para investigar para qué se utiliza la lengua; tiene una íntima
relación con el contexto, la condición sociocultural y los intereses de los
implicados en los actos comunicativos, e implica la posibilidad de conocer las
características socioeconómicas, culturales, ideológicas, las creencias y las
actitudes de quienes informan, a partir de la extracción de los sentidos, de la
significatividad, de lo que se expresa, a partir de la forma discursiva y el léxico
empleado. (ZALDUA. 2006: P. 2)
Puesto que los actos discursivos permiten conocer conceptualmente al emisor,
resulta de gran importancia para éste trabajo que busca determinar las
concepciones de sujeto político en los docentes de la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre, Seccional Cali. Aplicar
este método de análisis nos permite aislar y clasificar las concepciones de
68
sujeto político e identificar los intereses e intenciones de los docentes. En
términos de Van Dijk, se trata de “producir descripciones explícitas y
sistemáticas, tanto textuales como contextuales, de las unidades del uso del
lenguaje al que se denomina discurso. Las dimensiones textuales se refieren a
las estructuras del discurso en los diferentes niveles de descripción, mientras
que las contextuales relacionan a estas con las propiedades del contexto. (VAN
DIJK. 1996: P. 15) De tal manera que al comprender las concepciones, visiones
o perspectivas de los fenómenos comunicativos, lingüísticos, informacionales,
cognoscitivos y mentales, se constituye en una metodología fundamental para
este Trabajo de Grado de Maestría en Educación.
Es importante aclarar que no nos interesa esta metodología para el mero
análisis de las combinaciones discursivas, de sus estructuras internas, (como
está hecho), o las acciones que se logran, o las operaciones mentales
(procesos de conocimiento) que ocurren en el uso del lenguaje es decir, de las
oraciones, de “la coherencia”, de los “actos del habla”; lo que nos interesa es
mostrar que el discurso tiene acción social, que ocurre en un marco de
comprensión, comunicación e interacción entre grupos de la sociedad, que son
parte de estructuras y procesos sociales y culturales más amplios. (INCEP.
2004: P. 12) Para saber, por ejemplo, si un discurso es “machista” o “feminista”
se debe conocer qué grupos son los involucrados, a quién está dirigido el
discurso, quién lo dirige, en dónde, en que época, a quiénes llegará.
69
CAPITULO IV
RESULTADOS, CONCLUSIONES Y RCOMENDACIONES
4.1. Análisis de Resultados
Este capítulo expone los resultados del estudio empírico llevado a cabo en la
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre
Seccional Cali. Se realizó con el propósito de establecer cuáles son las
percepciones de Sujeto Político que tienen los docentes que allí prestan sus
servicios.
Para ello se exploró con los docentes los elementos constitutivos del concepto
de Sujeto Político a partir de autores como Hobbes, Marx, Foucault y
Zemelman, para de esta manera reflexionar sobre la construcción del sujeto
Político desde los postulados institucionales a través del que hacer pedagógico.
Para ello se aplicó una metodología cualitativa propia de este tipo de estudios,
en función de que implica atender a ciertas concepciones paradigmáticas sobre
las realidades sociales e institucionales y de los individuos insertos en esas
realidades, en este sentido los estudios cualitativos: “Se interesan por indagar y
comprender los significados de la acción o buscan develar las estructuras
latentes del comportamiento social” (Tarrès. 2004:16).
70
Este estudio pretende develar las concepciones de Sujeto Político que
sustentan la acción formativa de los docentes de la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali. En este
sentido, la opción cualitativa implica un adecuado conocimiento de la teoría,
puesto que ahí se localizan las claves para desentrañar el sentido de las
observaciones derivadas de la palabra y el comportamiento, de que se ocupa
investigación. En consecuencia, este trabajo analiza diversas teorías que se
entretejen y se discuten para lograr su convergencia en la búsqueda de
estrategias que tienden a comprender y reconstruir las concepciones de Sujeto
Político en la Facultad.
Para tal efecto se seleccionan al azar diez docentes de la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali. La decisión
de hacer la indagación entre profesores responde a la idea de que la institución
educativa, como un todo, tiene la responsabilidad de contribuir en la
construcción de sujeto político de los individuos que acuden a ella para
formarse, responsabilidad que si bien es cierto asume la institución al definir
todo su actuar, también lo es, que una manera específica de concretar este
accionar, está relacionado con las prácticas pedagógicas de los docentes, con
su forma de ser como individuos y como docentes, en ese constante
relacionarse con los estudiantes en la mediación propia del aprendizaje.
71
Se considero pertinente seleccionar para el estudio, sólo diez docentes,
fundamentalmente porque la concepción de Sujeto Político además de ser
compleja es específica e individual (se da en la experiencia personal de cada
individuo). En palabras de Weber (1979) El significado identitario – subjetivo
solo es posible de captarse en su desarrollo histórico, es en él donde se
encuentra las reglas de la experiencia, que no se refieren al número de casos
donde se repite lo que se plantea, sino que a través de la experiencia histórica
de los sujetos es donde se encuentran esas regularidades.
La selección de los docentes sujetos a entrevistas se basa en un procedimiento
de muestreo no intencional, es decir dentro del universo de docentes de la
Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre
Seccional Cali, se procedió a seleccionar a diez docentes al azar, por lo tanto,
el estudio empírico no pretende constituir una muestra representativa, sino
ilustrar formas específicas de concebir al sujeto político en el contexto de los
docentes universitarios.
Cómo técnica de investigación se consideró pertinente la instrumentación de la
entrevista semiestructurada focalizada, en razón de que ésta se centra sobre un
foco de atención, sin impedir que las respuestas puedan ser libres; en este
sentido es de utilidad el análisis previo que el entrevistador efectúa sobre la
situación a la que se enfrenta, y mediante el cual podrá descubrir entre otros
72
elementos, los bloqueos del entrevistado, la profundidad en que se sitúan sus
respuestas, y distinguir la lógica y el simbolismo que dominan los tipos de
reacciones del o la entrevistado (a) en relación con el tema. (Ruiz e Ispizùa,
1989: 154).
Desde la perspectiva constructivista de Berger y Luckman (1979) sobre la
socialización primaria y el planteamiento teórico de esta investigación, los
entrevistados ejemplifican de cierta manera las concepciones de sujeto político
en la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre
Seccional Cali, respecto a la construcción social de sujeto político, cada uno de
los entrevistados reflexiona sobre el proceso de individuación, entendido como
una construcción subjetiva que incide en el grado de autonomía y reflexión
crítica que los sujetos pueden alcanzar y que se manifiesta en la interacción del
sujeto con el entorno sociocultural en el que se desenvuelve.
En este sentido, el análisis de las entrevistas se hace a partir de los siguientes
ejes:
Eje uno: Concepción de Sujeto Político.
Eje dos: Educación y Formación de Sujetos Políticos.
Eje tres: Sujeto Político, Mundo y Sociedad.
Eje cuatro: Potenciación del Sujeto Político
73
4.1.1. Eje uno: Concepción de Sujeto Político.
Este eje se desarrollo a través de las siguientes preguntas:
1. ¿Qué concepción tiene usted de Sujeto Político?
2. ¿Cómo se concibe usted mismo como Sujeto Político?
3. ¿Desde qué referentes ideológicos se han construido las diferentes
concepciones de Sujeto Político que existen?
Concepción de Sujeto Político.
En principio es importante indicar que los entrevistados han permitido
deconstruir la concepción de Sujeto Político, en cada uno de los docentes
abordados, se advierten los procesos de socialización primaria que
construyeron su identidad y que más tarde son fundamento de sus
subjetividades, es decir sus creencias, sus valores y formas de significarse en el
mundo, en este aspecto es importante resaltar que todos los entrevistados son
docentes del programa de Derecho con amplia formación jurídica y estudias de
posgrado a nivel de especialización y maestría.
A continuación se presentaran aspectos significativos de las entrevistas,
obtenidos del análisis hecho con el propósito de identificar las concepciones
sobre Sujeto Político en los docentes de la Facultad de Derecho, Ciencias
Políticas y Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali.
74
Para los entrevistados la concepción de Sujeto Político fue abordada desde lo
jurídico y desde lo político; en cuanto a lo jurídico hacen referencia a la figura
del ciudadano; quien está investido por la Constitución y la Ley de capacidad
para participar en la construcción de la forma de gobierno, con derecho a elegir,
ser elegido y formar parte de organizaciones políticas, u otras formas de
participación directa o indirecta. El Sujeto Político jurídico constituye lo que en
derecho público se llama el constituyente primario, el miembro del pueblo sobre
quien reposa la soberanía del poder político. Desde el ámbito de lo político, el
Sujeto Político es el individuo, que participa de modo activo y directo en la
apropiación y la determinación de las instancias y órganos desde donde se
toman las decisiones de lo público. En resumen, es la distinción hegeliana entre
las esferas de lo político y la sociedad civil, lo que define la calidad de Sujeto
Político.
Para una mejor comprensión, se presenta en forma esquemática apartes de las
respuestas, las semejanzas respecto a la concepción de Sujeto Político y sus
referentes teóricos.
PREGUNTA APARTES DE LAS RESPUESTAS
SEMEJANZAS
¿Qué concepción tiene usted de Sujeto Político?
Toda persona que pertenece al Estado y propende por el desarrollo y bienestar de la sociedad. Es la unión entre el ser social y el ser político.
La idea de participar activamente en el desarrollo del Estado. La facultad de elegir y ser elegido.
75
Ciudadano que hace parte activa del desarrollo sociopolítico de la nación. Es el actor principal y determinante de la acción política, es el puente entre la acción del Estado y la comunidad. El que participa como sujeto activo o pasivo en la toma de decisiones por parte de entes estatales y en la solución de problemas de un conglomerado en general. Persona con vocación de servicio público, se interesa por conocer la estructura, organización y funcionamiento del estado.
Sometimiento a la Constitución y a las leyes
¿Cómo se concibe usted mismo como Sujeto Político?
En cuanto participo en las contiendas electorales. Con mi actividad contribuyo a formar las nuevas generaciones. Cuando pago impuestos. … mi sometimiento al conjunto de normas. Como funcionario público (soy concejal) participo en el quehacer político. Haciendo parte del desarrollo político de la nación, eligiendo y siendo elegido, respetando la constitución y las leyes. Trabando en el despertar de conciencias educando a los jóvenes.
Ejercer el derecho a elegir y ser elegido. Con la activad que realiza, haciendo parte del desarrollo del país.
¿Desde qué referentes ideológicos se han construido las diferentes concepciones de Sujeto Político que existen?
Desde la filosofía griega que entiende la política como la oportunidad de trabajar por el desarrollo del pueblo Las expresiones históricas de lucha social: el marxismo y el capitalismo. Desde el referente teológico y desde el iusnaturalismo. Desde la filosofía y el iusnaturalismo Desde la historia universal y desde las ideas de Hobbes Desde el enfoque contractualista de Hobbes, Kant y Locke. Desde Maquiavelo y desde la concepción marxista.
Las fuentes filosóficas, especialmente el iusnaturalismo y el contractualismo.
76
El sujeto político, según estos docentes se conciben desde las teorías del
liberalismo político contemporáneo “presuponen la identificación de lo público
con la esfera de lo jurídico-político, e incluso con el orden institucional
centralizado en el Estado y sus esferas de competencia. Y cuando hacen la
diferencia entre Estado y sociedad civil, consideran a esta última como el
ámbito de lo privado, pre-político, o despolitizado, en todo caso como a-
política”. (DE ZAN. 2006: P. 118) A diferencia de esto, plantea Hannah Arendt
que la ciudadanía es la existencia política y consiste en la presencia en el
espacio público, o en el aparecer y el hacerse visible a la luz pública mediante
el uso de la palabra.
El discurso público y el actuar juntos de los ciudadanos producen
performativamente el espacio público y la luz pública, dando origen a lo político.
El sujeto político es entendido por los docentes de la Facultad de Derecho,
Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre, Seccional Cali, como algo
relacionado con alguna institución u organización formal, no que se caracteriza
por su apertura, por la amplitud y la movilidad de sus horizontes. La concepción
de Hugo Zemelman sobre el sujeto político, que es la concepción referencia
para éste trabajo considera que se puede describir al sujeto político como una
red de circulación de posibilidades, de espacios sociales para la acción política.
(2006: P. 118)
77
4.1.2. Eje dos: Educación y Formación de Sujetos Políticos.
Este eje se desarrollo a través de las siguientes preguntas:
1. ¿Puede la educación contribuir a la formación de Sujetos Políticos?
2. ¿Explique cómo influye el docente cómo Sujeto Político en la formación
de los estudiantes Sujetos Políticos?
3. ¿Considera usted que la Universidad Libre y en particular la Facultad de
derecho, ciencias Políticas y Sociales forma Sujetos Políticos?
4. ¿Qué caracterizaría a esos Sujetos Políticos formados por nuestro
programa?
Educación y Formación de Sujetos Políticos.
Para pensar la política en el contexto colombiano es necesario reconocer sus
problemáticas fundamentales, entre las cuales y que es el interés de este
estudio, emerge con urgencia la constitución de Sujetos Politìticos, en estos
términos cabe preguntarse ¿Qué significa pensar al docente como un Sujeto
Político? Este interrogante servirá como hilo articulador del análisis de este eje,
en este sentido si la política en palabras de Lechner (1986), es subjetiva y la
asumimos como esa inacabada e inalcanzable lucha por construir el orden
deseado, entendemos que otras subjetividades, potenciadas en su dimensión y
capacidad de acción política, tienen la opción de nuevos ordenamientos, valga
decir de la política y lo político.
78
La pregunta sufre una nutación hacía… ¿Dónde están esos sujetos capaces de
acciones políticas? Al decir de Zemelman se hace evidente la demanda de
sujetos producentes capaces de actuar sobre lo producido, políticos en tanto
tengan “voluntad de acción y de construir proyectos alternativos”, capaces de
reflexividad, expresada en autorreflexiones y reflexiones colectivas sobre sí
mismos, sobre los otros y lo otro, creadores de conocimientos intersubjetivos
fruto de la interacción y el diálogo, que les dé capacidad de discurso y acción
(Arendt, 1997) y de actuaciones de este agónico y permanente deseo de ser
actor (Touraine, 1997) Capaces de hacer crítica, de cuestionar y “poner en
discusión la significación de las reglas y las imposiciones producidas por la
sociedad” (Castoriadis, 1988), de proponer acciones alternas en las que la
defensa y construcción de lo público y el reconocimiento del otro, como
“legitimo otro”, sea la medida ética de sus actuaciones.
Esta parte de la entrevista gira en torno a la manera como desde el ser de
docentes y la realidad institucional desde donde lo ejercen, es posible contribuir
a la formación de Sujetos Políticos, teniendo en cuenta no solo la
responsabilidad como educadores, sino también los principios institucionales
que definen a la Universidad Libre, en palabras de su fundador como:
“La universidad Libre, no debe ser un foco de sectarismo, ni una fuente perturbadora de la
conciencia individual, ese moderno establecimiento debe ser una escuela universal, sin
restricciones ni imposiciones; ese hogar espiritual debe ser amplísimo templo abierto a todas las
79
orientaciones del magisterio civilizador, y a todas las sanas ideas en materia de educación; nada
que ate las conciencias ni los prejuicios y a las preocupaciones, pero nada tampoco que atente
contra la libertad ni la conciencia del individuo. No vamos a fundar una cátedra liberal, sino una
amplísima aula en que se agiten y se muevan, con noble libertad, los temas científicos y los
principios filosóficos aceptados por la moderna civilización…”4 GENERAL BENJAMÍN HERRERA
Las semejanzas en este eje responden básicamente al hecho de que desde la
condición de docentes de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali, todos los entrevistados son
profesores del programa de Derecho y hacen explicita referencia a los valores
institucionales expresados en la Misión, Visión y Principios fundacionales, que
hacen referencia a la pluralidad ideológica, el no confesionalismo religioso, la
libertad de pensamiento y la formación integral de los estudiantes; se presenta
a continuación un cuadro que esquematiza apartes de las respuestas y
relaciona las semejanzas más significativas.
PREGUNTA APARTES DE LAS RESPUESTAS
SEMEJANZAS
¿Puede la educación contribuir a la formación de Sujetos Políticos?
La educación es la manera más adecuada y decisiva de en la formación de sujetos políticos y lo hace conforme a los intereses y fines que propone el modelo pedagógico. Indudablemente que la educación es el medio más eficaz para formar para la ciudadanía, es decir sujetos políticos. Si siendo totalmente objetiva y abierta, pluralista y libertaria.
De diversas maneras todos coinciden en que desde la educación no solo es posible sino que es la más responsable de formar sujetos políticos.
4 Proyecto Educativo Institucional, Reseña Histórica y Evolución de la Universidad Libre
80
Si, existe una relación directa entre la educación y la formación de sujetos políticos.
¿Explique cómo influye el docente cómo Sujeto Político en la formación de los estudiantes Sujetos Políticos?
El docente es de gran trascendencia en la formación de sujetos políticos, puesto que es visto como un paradigma digno de replicar. A través de formación en participación ciudadana, mecanismos de control social. Induciendo al estudiante a la acción política, formar en cuanto a la estructura y organización del Estado. Siendo como docente objetivo y pluralista. Es la tarea más importante de la educación formar a los ciudadanos o sujetos políticos que los estados modernos requieren.
El docente influye en la formación de sujetos políticos, por medio de la formación para la ciudadanía. Con su actitud como docente y como sujeto político.
¿Considera usted que la Universidad Libre y en particular la Facultad de derecho, ciencias Políticas y Sociales forma Sujetos Políticos?
La institución juega un papel muy deficiente en la formación de sujetos políticos debido al poco interés observado por los directivos. La Universidad y el Programa de Derecho si incide en la formación de sujetos políticos Definitivamente si como lo consagra su Misión y su Visión, forma hombres y mujeres libres desde la integralidad. Forma a los egresados para que participen en la vida política del país y en los órganos de dirección de la Universidad Libre. Si desde el pluralismo ideológico y la libertad de pensamiento. Si por su formación jurídica y su orientación a la pluralidad ideológica y libertad de pensamiento. Si se entiende que la ciencia y el conocimiento tienen su razón de ser en la búsqueda de soluciones a los problemas sociales, desde mi rol de docente contribuyo a formar sujetos políticos capaces de producir soluciones a los problemas de su tiempo y de su sociedad.
Todos de alguna manera aseguran que la institución desde los principios fundacionales forma sujetos políticos.
81
¿Qué caracterizaría a esos Sujetos Políticos formados por nuestro programa?
Bajo nivel de participación en los procesos electorales, locales, regionales y nacionales. Poco interés por los estudios de ciencia política. Formación ética y política. Formado en los valores de libertad, igualdad, fraternidad y solidaridad. Honestidad Pensamiento libre, respetuoso, pluralista. Formación política, pluralista y libre pensador
Valores como la libertad de pensamiento y el pluralismo ideológico se repiten en los entrevistados como características de los estudiantes como sujetos políticos.
Los docentes manifiestan que tanto la academia como el docente pueden
contribuir a formar sujetos políticos desde dos líneas de acción, una entendida
como la transmisión del conocimiento teórico, a partir de los postulados de los
grandes pensadores de la política, de la filosofía, para que sea útil debe
hacerse desde un enfoque crítico, la segunda forma de hacer este aporte es el
de la Universidad que como institución crítica y creadora de conocimiento,
asume una posición discursiva de anuncio y denuncia constructiva frente a los
grandes debates nacionales de lo público y sus problemáticas.
En el contexto de esta investigación pensamos en el docente como un sujeto
político alternativo, en tanto es capaz de acciones políticas, esto es, con
capacidad de agenciar y construir saberes y sujetos autónomos, de superar la
pasividad y la condición de espectadores y reproductores, de formular y
desarrollar proyectos, prácticas y experiencias alternativas, constituyente de sus
82
acciones y de sí mismo, con voluntad y arrojo para intervenir en las decisiones
relacionadas con lo educativo y las políticas educativas, en los ámbitos de la
interacción nacional e institucional, igualmente asumir como necesidad
imperante en sus acciones pedagógicas y de formación la de potenciar
subjetividades políticas.
Si come se ha afirmado el sujeto político se constituye en ámbitos de
nucleamiento, la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Libre Seccional Cali, se convierte en ese lugar de agenciamiento
de subjetividades, puesto que en la interacción institucional se reconoce al otro
y con los otros el docente se configura, se libera y se anima a actuar como
parte fundamental en la contribución a la constitución de sujetos políticos a
través de los procesos de formación.
En este sentido la institución es política, porque la política es subjetiva y porque
cada uno produce desde su individualidad, pequeñas, medianas y grandes
transformaciones, de esta manera el primer escenario político del docente es el
aula de clase, allí se potencia lo político. Desde esta perspectiva el aula se
convierte en un espacio con sentido, cuando estudiante y docente se reconocen
como sujetos y comprenden que su presencia allí es un estar- siendo “el estar
ha de permanecer abierto a las diferentes posibilidades del siendo, en la
medida en que el sentido del siendo no se agota en ninguna estructura de
83
parámetros, lo que es garantía de potencialidad (Zemelman, 2002: 12)
Asumirse como sujeto en su insoslayable dimensión política lleva al
reconocimiento de la responsabilidad que como tal se tiene frente a la realidad y
a la imprescindible necesidad de construir una visión de mundo que implica una
asunción de una postura que se torna dialéctica por la infinitud de sus
posibilidades, para no llegar nunca a lo que Paulo Freire llamaría “un
analfabeto político es aquel que tiene una concepción ingenua de las relaciones
de la humanidad con el mundo”.
En la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales hace falta poner en
juego categorías que representen un sujeto político desde concepciones más
abiertas, dinámicas, múltiples y fluidas, que se despliegan en la sociedad: “El
concepto de la sociedad civil en la teoría política y en el mundo actual
representa un conjunto complejo de múltiples comunidades y asociaciones
diversas, que quieren permanecer diferentes y autónomas, es decir, que son
exteriores al sistema jurídico-político del Estado y al sistema económico del
Mercado, y no se rigen por ninguna otra lógica sistémica, sino por sus propios
valores e intereses, o su ethos particular. Los agrupamientos plurales de la
sociedad civil no tienen como fin ni el acceso al poder del Estado, ni la
acumulación de capital, aunque no pueden permanecer ajenos, o
desconectados de esos dos sistemas”. (2006: P. 118) En el entramado de los
espacios de la vida privada de los individuos, de las familias, y otros
agrupamientos, con los espacios públicos de las iniciativas y los movimientos
84
sociales, las ONGs y las diversas comunidades culturales, académicas, ético-
religiosas, los voluntariados y otras asociaciones sin fines de lucro, etc., que se
forman para la promoción o la defensa de determinados intereses, derechos, o
valores, se construyen los sujetos políticos.
El sujeto político de la transformación se construye en la misma transformación.
Según esto, ningún proceso de transformación puede realizarse sin sujeto, pero
el sujeto no ingresa en el proceso ya prefigurado sino que se construye a sí
mismo mientras avanza. Por lo tanto, es menester conocer las condiciones
presentes de las que se parte en la construcción, pero inmediatamente
debemos imaginar las potenciales direcciones de la articulación colectiva que
han de enriquecer al sujeto político en el proceso mismo de creación del nuevo
poder. (PALUMBO. 2002: P. 17).
En las concepciones de sujeto político de los docentes del programa de
Derecho de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Libre, Seccional Cali, existe la tendencia a concebir el sujeto como
un objeto, el sujeto como una realidad cosa, como algo que es, como una
esencia. Pero el sujeto no es sino que se hace. Como sostiene Rubén Dry, no
soy sujeto político, sino que me creo como sujeto: “Continuamente devengo, me
hago sujeto. Continuamente me pongo como sujeto. No hay sujeto sin ponerse
como tal. El ponerse es verbo, no sustantivo. Si otros me ponen, no soy sujeto
85
sino objeto, pues como tal me ponen. Toda dominación se basa en la posición
del otro como objeto.
Todo sujeto es revolucionario en la medida en que el ponerse siempre es una
ruptura, es un comienzo absoluto, desde uno mismo”. Para Dry esto vale para
el sujeto individual, para cada uno de nosotros, pero vale también para los
sujetos colectivos como el pueblo, la nación, el gremio, la iglesia, el sujeto de la
historia es la clase. Es un sujeto colectivo. No hay sujeto sino un hacerse
sujeto, un ponerse como sujeto. Este parte de un primer momento de suma
pobreza, pues todavía no se ha puesto. Como sujeto es un universal pobre,
abstracto. Es el germen que contiene todo lo que será, pero sólo en-sí, no
realizado. Para ser sujeto verdaderamente debe ponerse, optar,
particularizarse, asumir compromisos. Esta particularización debe luego ser
negada para recuperar la universalidad, pero ahora enriquecida por la
particularización. Es el universal concreto.
Dentro del marco social en el que se mueven los docentes de la Facultad de
Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Libre, Seccional Cali,
se encuentra el dispositivo llamado “escuela”, que refleja unas condiciones de
existencia y que aparece desde la necesidad de normatizar el ser y el quehacer
de los individuos frente a su papel dentro de una sociedad determinada.
86
(FOUCAULT. 1988: P. 65) En la escuela como organización social, se
recontextualiza un saber disciplinar (BUSTAMANTE. 2007: P. 28), que
establece lo que se puede o no aprender; esto está dado desde la estructura
curricular, la cual define el norte epistemológico que debe transitar un individuo
mientras pasa por las aulas en sus diferentes niveles formales.
Esa estructura escolar corresponde a unas lógicas educativas dadas por la
modernidad y que en el caso de América Latina, según palabras de Germán
Guarín, son: cientificistas, tecno mecánicas, guerreritas, mercantilistas y de
burocratización industrial del trabajo en consonancia con las políticas de
globalización económica.
4.1.3. Eje tres: Sujeto Político, Mundo y Sociedad.
Este eje se desarrollo a través de las siguientes preguntas:
1. ¿Encuentra usted diferencia entre el concepto de Sujeto Político de las
décadas de los 60 y 70 y el concepto de Sujeto Político actual?
2. ¿Cómo cree que influye en el Sujeto Político la realidad sociopolítica del
país?
3. ¿Cómo puede transitar el Sujeto Político por un mundo globalizado y
regido por una economía de consumo?
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4. ¿Qué situaciones afronta el sujeto político en la sociedad actual?
Sujeto Político, Mundo y Sociedad.
Pensar la política hoy implica cuestionar y relacionar una gran cantidad de
elementos a través de los cuales se pone en juego aquello que una sociedad
determina como común. En palabras de Jacques Rancière, la política tiene por
objeto el litigio sobre la repartición de lo sensible, (1996: 98), es decir que la
política es la búsqueda, no tanto de un orden que garantice una repartición
igualitaria de los bienes comunes, sino de la evidencia que establece que un
orden semejante no es posible, puesto que es imposible que en la organización
de una sociedad no existan excluidos. Desde esta perspectiva, el litigio, es visto
como el proceso mediante el cual algo que antes no estaba se hace visible,
esto que aparece es el sujeto político, el cual con su aparición no solo hace
evidente un caso particular, sino que muestra la imposibilidad de erigir un orden
igualitario, que pueda considerarse universal.
En un mundo en litigio, con conflictos permanentes el sujeto político que sirve
de referencia a las constituciones democráticas contemporáneas, es un sujeto
capaz de cuestionar, de proponer, un sujeto individual y autónomo, que toma
decisiones por sí mismo y está en condiciones de ejecutarlas. Es a este sujeto
individual a quien se refieren básicamente los principios generales de libertad,
88
igualdad y justicia, que dan sentido al ordenamiento jurídico en los países
contemporáneos.
Las semejanzas en este eje se presentan a continuación:
PREGUNTA APARTES DE LAS RESPUESTAS
SEMEJANZAS
¿Encuentra usted diferencia entre el concepto de Sujeto Político de las décadas de los 60 y 70 y el concepto de Sujeto Político actual?
Se encuentran diferencias sustanciales, dados los factores asociados a cada época… El concepto de sujeto político esta relacionado más con la década de los 90 y la implementación del neoliberalismo… Evidentemente existe una notable diferencia, en estas décadas se consolido el proceso de urbanización de las ciudades capitales, que viene aparejado con la entrada en la modernidad de muchas instituciones sociales y administrativas…. En la actualidad el nuevo sujeto político que se levanta para poco a poco apoderarse de las instancias del poder como nuevos dirigentes, subvencionados por el narcotráfico y la corrupción. En los años 60 el sujeto político busca la libertad individual, en la actualidad busca la libertad social. Los 60 y 70 son modelos que considero insuperables en el contexto social y político, hoy el sujeto político tiene más opciones, es menos social y menos político, es más “ficha” que sujeto político.
Se encuentran grandes semejanzas con relación al sentido de lo público y de la participación
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En los 60 y 70 eran pensamientos guiados por la revolución cubana comunista, más agresivos, los actuales son más concertados y movidos por la globalización de los mercados económicos… En los 60 y 70 el sujeto político era más político en cuanto a la participación y toma de partido. El sujeto político actual es más reformista..
¿Cómo cree que influye en el Sujeto Político la realidad sociopolítica del país?
El sujeto político poco influye en la realidad socio política colombiana. En la conciencia moderna se entiende que lo que afecte a un grupo, afecta a toda la sociedad… La persona en la medida en que tenga un mayor grado de conciencia sociopolítica, mayor será su aporte en su marco social… O como sujeto acomodado y gobiernista y otra disidente desde el punto de vista legal, pero sin resultado por falta de líderes… Influye de manera determinante en la realidad nacional..
Influye a través de la participación de lo público y con un mayor grado de conciencia.
¿Cómo puede transitar el Sujeto Político por un mundo globalizado y regido por una economía de consumo?
En el mundo e la globalización el sujeto político debe movilizarse con precaución… Teniendo conciencia de la realidad y no dejándose llevar por el consumismo… En un mundo globalizado la gente tiene menos espacio social y político… Generando opinión o en su defecto generando empresa…
No parece una clara semejanza
90
¿Qué situaciones afronta el sujeto político en la sociedad actual?
En la realidad actual el sujeto político debe afrontar situaciones difíciles de gran complejidad, debido a múltiples acciones, interacciones contradicciones y turbulencias de que son objeto las mayorías de las comunidades… Problemas de seguridad jurídica, seguridad social y violencia… Individualidad, marginalidad, rezago y un mundo asocial… Situaciones de incertidumbre entre su pensamiento y la supervivencia…. Inseguridad política y social…
El sujeto político afronta situaciones difíciles en lo político y social, inseguridad jurídica.
El sujeto político es un actor social. Incluso lo político debe concebirse de manera
diferente, que parta de las nuevas formas de la subjetividad y reconozca que las
instituciones democráticas no pueden, si quieren ser eficaces, ser muy distintas a esa
nueva construcción de las subjetividades. De allí que podamos decir con Palumbo que
“no hay sujeto sino un hacerse sujeto”, “un ponerse como sujeto”. Este parte de un
primer momento de suma pobreza, pues todavía no se ha puesto. Como sujeto es un
universal pobre, abstracto. Es el germen que contiene todo lo que será, pero sólo en-sí,
no realizado. Para ser sujeto verdaderamente debe ponerse, optar, particularizarse,
asumir compromisos. Esta particularización debe luego ser negada para recuperar la
universalidad, pero ahora enriquecida por la particularización. Es el universal concreto.
El sujeto político no es el intelectual universal sino el sujeto que se construye con su
colectivo, que se constituye a partir de la interacción con otros, en una referencia
generacional, actualizando la trayectoria social del grupo de pertenencia en espacios
91
de socialización recreados o resinificados y, a la par de éstos, construyen su identidad.
Los sujetos políticos deben leer estas dimensiones en el registro de la protesta en tanto
es en su transcurso donde los sujetos colectivos adquieren politicidad, en el sentido de
la intervención contenciosa pública. En parte, es por este carácter político que el
colectivo.
Puede redefinir sus condiciones de existencia, su posición en el espacio social,
su identidad y las estrategias de intervención sobre el orden social. Touraine al
respecto nos propone recuperar al sujeto político desde el proyecto, es en el
proyecto en que el sujeto puede transformar una experiencia vivida en
construcción de sí mismo como actor; para Touraine. El sujeto es una
búsqueda. (RENDÓN Y RUBIO- 2009: P.18) de sí en medio de la incertidumbre
y las amenazas multidimensionales que existen hoy. La emergencia del sujeto
sólo es posible a través del reconocimiento del otro como un sujeto que también
trabaja, a su manera, para combinar una memoria cultural con un proyecto
instrumental.
Para la profesora Isabel Rauber cuando se habla de “sujeto popular del cambio
se alude a un sujeto sociopolítico múltiple y diverso, unificado a través de un
proceso de articulación (y re-articulación) orgánica que potencia el proceso de
constitución de los actores sociopolíticos en sujeto popular, categoría que da
cuenta precisamente de esa su condición plural (articulado). Esto habla de su
92
carácter doblemente heterogéneo, por un lado, en lo que hace a su
constitución, sobre la base de la articulación de diferentes actores, clases,
sectores sociales; y por otro, porque esa articulación ocurre también -y se
asienta- al interior de cada uno de los fragmentos, sectores, clases, etc., tal
como he explicado, por ejemplo, en el caso de la clase obrera. Y esta
heterogeneidad no es un fenómeno cuantitativo y formal, al contrario, expresa
condensadamente las huellas de la crisis en las subjetividades de cada cual, en
sus identidades, llamadas también a ser articuladas. Y esto habla de respeto a
las diferencias, de tolerancia y de democracia entendida como pluralidad y
sobre esa base- participación” (RAUBER. 2005: P. 57)
Los docentes de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Libre Seccional Cali, caen en la crítica de la profesora Isabel
Rauber, para quien la conciencia política de clase, de pueblo oprimido, de
nación del Tercer Mundo, etc., no le viene dada a los "portadores" desde el
exterior; los propios actores-sujetos concretos van adquiriendo -proceso de
reflexión crítica mediante- esa conciencia en la misma medida que la van
construyendo, a través de su intervención directa en el proceso de lucha por
sus reivindicaciones sectoriales y generales. Esto quiere decir, en primer lugar,
que la conciencia política no es el reflejo (subjetivo) mecánico de las estructuras
económicas (objetivas); en segundo, que la conciencia política no puede ser
93
"introducida" en las personas (ni inculcada o impuesta); y en tercero, que la
modificación de la conciencia social de los actores-sujetos depende de su
intervención en la vida social, que las clases, los grupos o sectores sociales, los
individuos, alcanzan un determinado grado de conciencia político-social (y
pueden avanzar en su desarrollo), mediante su participación plena en el
proceso de transformación social, y reflexionando crítica y colectivamente
acerca de sus logros y fracasos o deficiencias, componente muy importante del
proceso de construcción de la conciencia colectiva.
Para a profesora Isabel Rauber la conciencia -el tener conciencia política-, no
puede entenderse entonces como una condición que puede "instalarse" en
cada sujeto individual desde el exterior de sus modos y condiciones de vida, de
sus formas de organización (o no), y de su participación en las luchas. La
concientización es obra de los propios actores-sujetos que se concientizan a si
mismos en el proceso de cuestionamiento-transformación de su realidad, sobre
todo, en el proceso de reflexión maduración colectiva acerca del mismo5: Este
5 Para la profesora Isabel Rauber una de las más importantes tareas políticas en este sentido,
consiste en promover actividades de reflexión colectiva acerca de las prácticas comunes, sobre
las experiencias acumuladas, para promover la construcción de conciencia colectiva, que sólo
puede ser posible si articula conocimientos y pensamiento crítico sobre la propia práctica de
resistencia, lucha y transformación de los actores sociales involucrados en el proceso (y
diseñadores del mismo).
94
proceso teórico-práctico de toma de conciencia política -que a su vez lo es
también de producción de saberes, deviene entonces, simultáneamente, un
proceso de construcción de nuevos valores ético-morales, de construcción y
acumulación de hegemonía popular, de construcción y acumulación de poder y
de actores sujetos, porque confirma, esclarece y ancla en las conciencias el
significado social y ético de esas prácticas comunes. Y como esto sólo puede
ser realizado a partir de las condiciones concretas de vida y del territorio donde
actúan y se desarrollan los actores-sujetos involucrados en él, resulta, por tanto,
un proceso íntimamente vinculado a lo cotidiano y a lo reivindicativo. La
condición de sujeto es irreductible a la organización. No hay sujeto político
separado e independiente del sujeto social, del sujeto histórico; el sujeto es uno,
múltiple e irreductible. No hay vanguardia política sin clase política, sin pueblo
político. No hay partido por encima y separado de la clase y el pueblo.
4.1.4. Eje cuatro: Potenciación del Sujeto Político
Este eje se desarrollo a través de las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo cree usted que se potencia el Sujeto Político?
Potenciación del Sujeto Político
La potencia es algo que mi cuerpo puede decía Spinoza, la potencia de los
sujetos que conforman la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales
95
de la Universidad Libre Seccional Cali, es la expresión de la potencia de los
sujetos que la conforman, la potencia es poder y ayuda a la conquista del
poder, pero no de un poder cualquiera, sino de un poder actuante que se instala
en el maestro y activa su decisión y capacidad para actuar como productor de
saber pedagógico, sujetos de crítica que intervienen en la toma de decisiones
que regulan las acciones educativas y pedagógicas y en las exigencias de
educación de los estudiantes.
Para los docentes entrevistados la mejor manera de potenciar al sujeto político
es a través del conocimiento, de la formación amplia, multidisciplinar y la
producción intelectual, es decir se puede potenciar al sujeto político con
enfoques, estrategias y políticas educativas en todos los niveles en forma
permanente, de tal suerte que, en los modelos pedagógicos se haga énfasis en
la necesidad de formar al hombre y a la sociedad en una cultura política, que
les posibilite comprender el significado de la democracia, su participación en los
procesos electorales y en los destinos de la sociedad, donde se respeten los
derechos humanos, la convivencia pacífica de los ciudadanos, procurando que
impere la justicia social y la dignidad humana.
Puesto que el ser, sujeto político no es una condición que se desprenda de la
organización; no es la organización la que define al sujeto sino a la inversa. En
otras palabras: el partido no es el sujeto político; no hay sujeto político que no
sea a su vez sujeto social e histórico y viceversa. La organización política -que
96
es político-social-, es siempre instrumento del sujeto popular para lograr sus
objetivos en cada etapa. El ser sujeto es una condición que trasciende a lo
organizativo (y a la organización), incluye también a los sujetos individuales en
tanto protagonistas sujetos ciudadanos políticos. La organización es expresión
de la identidad del sujeto, es expresión condensada de su voluntad, y su
aparición y existencia implica una calidad diferente del sujeto históricamente
constituido, el problema aparece cuando se enajena de su creador, cuando se
le opone y pretende pasar de instrumento a sujeto.
La experiencia histórica enseña que el énfasis en lo organizativo condujo a
separar la organización de sus bases legítimas, la clase, el pueblo, colocándola
por encima de ellos, transformándola de modo fetichista en el objetivo
fundamental de su propia existencia, en el sujeto real de los cambios (y en
razón del ahondamiento creciente de la fractura originaria que existió entre la
vanguardia y las masas populares).
Desde la escuela también se excluye, se generan formas de violencia entre los
diferentes actores, se discrimina y se compite. Se niega cualquier forma de
participación diferente a las ya institucionalizadas. A pesar de esta mirada, la
escuela es un centro de tensiones entre lo ya dado por la tradición, entre las
distintas subjetividades (Profesores, estudiantes, padres de familia, etc.), y las
presiones que el medio social, cultural y político le hace. Nosotros le apostamos
97
a que solo con la recuperación del maestro en su subjetividad y en el ser sujeto
político y desde allí, en la formación de redes (2007: P. 28) que permitan hacer
rupturas con los marcos establecidos desde la escuela y la sociedad, es posible
lograr un docente que se reconozca como sujeto y desde allí como colectivo.
Pero no un colectivo que también masifica, sino que reconozca la
individualidad, en el que el individuo no pierda su capacidad de ser el mismo, de
poder discernir, disentir y criticar.
Una de las rupturas para el encuentro con ese sujeto y con el sujeto político es
dejar de lado lo que la modernidad prefiguro que se podía pensar desde el
“cogito” cartesiano, que sustenta su mirada del mundo desde la razón
matemática y científica (aquella que lo mide todo), al definir los tipos de
lenguajes posibles para conocer la realidad, de ahí el surgimiento de las
disciplinas y de sus gramáticas especificas, que lo que hicieron fue una
fragmentación del conocimiento en segmentos y que convirtieron a la escuela,
como el lugar para la repetición de unas ideas consideradas verdades desde la
ciencia y sin posibilidad de ser refutadas.
La modernidad desde sus inicios nos prometió una panacea de progreso y
desarrollo para todos, donde existiría un ser libre, reflexivo y crítico, que viviría
en armonía con otros, lo cual no se ha cumplido en la mayoría de los casos y
98
que ha llevado a la humanidad al punto del debacle y la desesperanza en el que
nos encontramos y en donde lo único claro son los efectos de un proyecto
económico globalizado.
Esta modernidad genero una pérdida de identidad donde el sujeto ya no tiene
conciencia de lo que es, ni para que esta; un sujeto vacío, sin historia, y
cosificado. Y en donde sólo nos reconocemos desde lo laboral y desde lo que
se consume, con el agravante de la pérdida de su dignidad, al ser visto por el
modelo como una mercancía más, que tiene un valor, ya que no tiene como en
el mundo griego unas virtudes a desplegar. Está modernidad nos quito la
responsabilidad de decidir nuestro futuro y nos hizo entender que es la “clase
política”, la que tiene la tarea de decidir que se puede ser y hacer desde los
espacios de participación ciudadana.
Ni como ciudadanos ejercemos nuestros derechos y deberes, ya que hemos
delegado en esos otros, esa capacidad de elegir y ser elegidos, cayendo en una
apatía por lo público al refugiarnos en la aparente seguridad del mundo de lo
privado.
99
4.2. Conclusiones
En este apartado se exponen las conclusiones de esta investigación, así como
lo que se considera la aportación más importante de acuerdo con el objetivo
general establecido: Identificar las Concepciones sobre sujetos políticos de los
docentes de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y Sociales de la
Universidad Libre – Secciona Cali, tal objetivo se formulo para explicar y
comprender las concepciones de sujeto político que tienen los docentes y su
influencia en la formación profesional de los futuros abogados y el impacto que
estás concepciones puedan tener en el sociedad.
A lo largo de esta investigación se abordó la desconstrucción del concepto de
sujeto político a modo de constitución de sujetos sociales, como cuerpos
expresivos y reflexivos en el proceso de configuración de subjetividades desde
la educación, proponiendo la formación de sujetos políticos al interior de la
sociedad actual, la cual plantea desde el liberalismo político la separación entre
sociedad civil y sociedad política, en la que la sociedad política se convierte en
la realización de la sociedad civil, en su verdad plena, tanto a nivel de realidad
efectiva como de su representación en el plano cognoscitivo. La sociedad
política establece un principio de jerarquización respecto a la sociedad civil,
porque se levanta sobre ella y vuelve sobre ella para enfrentar un sentido y una
razón de ser que antes no tenía.
100
Para Hegel hay una radical discontinuidad entre la sociedad civil y la sociedad
política, porque aunque el Estado realiza a la sociedad civil, la supera
conformando una nueva objetividad que rebasa a la objetividad de la sociedad
civil, y que no se explica por esta. La sociedad civil queda alienada y
confrontada con una objetividad superior que reúne el conjunto de sus intereses
particulares volviéndolos universales.
Para Marx la crítica parte de restablecer las relaciones auténticas entre
particular y universal, mostrando la falsa universalidad del Estado, que pretende
representar al conjunto de la sociedad, aunque realmente solo representa a una
clase social, la burguesía.( Marx, 1968.)
La representación de la realidad se da a partir de una existencia particular, en
un momento concreto, de la clase, y desde esa particularidad mira a la realidad
y a lo mucho puede argumentar que su representación es la mejor en ese
momento, aunque cabe permanentemente la posibilidad de encontrar una
interpretación o una teoría superior a la existente.
La sociedad civil se expresa en la sociedad política: coloca en una extensión
suya, en otro de sus múltiples planos, la exigencia de la resolución de aquellos
conflictos que ella no puede resolver, porque exige la intervención de una
determinada forma de reflexividad.
101
Los cuerpos expresivos políticos actúan, ante todo, a través de la reflexividad
ontológica: la política es la misma sociedad civil en cuanto regresa para actuar
sobre ella misma, en una determinada dirección, en una cierta situación
concreta, a fin de obtener unos resultados.
Ciertamente que esta reflexividad ontológica presupone en todo caso una
reflexividad gnoseológica, un grado de conocimiento orientador de la acción, un
tipo de conciencia social de la acción que se debe realizar, que le permite a la
reflexividad ontológica intervenir en aquello que tiene que hacerlo si quiere
alcanzar un resultado.
Desde la sociedad civil, las clases subalternas únicamente pueden moverse en
esta especie de magma impalpable, de bruma que se cuela hasta los rincones,
y muchas de sus acciones permanecen inmersas en el juego de obtener un
margen de maniobra, de movimiento, al interior de la circulación del poder
capitalista, como son, por ejemplo, los parlamentos, las elecciones, las
negociaciones sindicales.
No importa cuánto se haga en esos espacios, cuánta denuncia se pueda
levantar desde ellos, la verdadera máquina de absorción de las estrategias
contestatarias radica en que son absorbidas por la temporalidad del capital, y
102
que finalmente quedan articuladas a las necesidades de reproducción ampliada
del capital. No se trata de dejar estos espacios sino de tener claro sus
limitaciones intrínsecas, más allá del juicio de que una determinada estrategia
sea correcta o incorrecta.
Precisamente la política desde las clases subalternas se presenta como aquella
acción de los sujetos que pretende la quiebra de la temporalidad capitalista, el
fin de la historia del capital, y la apertura a una nueva temporalidad, a una
nueva historicidad.
Desde esta perspectiva hay que entender la política como la acción de los
sujetos políticos, batallando en la sociedad civil, tratando de que esta rompa
con la temporalidad del capital, con sus ritmos, con su sometimiento al tiempo
socialmente necesario valorizador del capital, y se introduzca otra temporalidad
diferente, surgida desde el diálogo de los diversos, en donde estas diversidades
mantengan sus propios ritmos, sus propias historicidades como irreductibles a
un nuevo tiempo opresivo, general.
Con la emergencia de lo político, la sociedad civil se expresa de modo
permanente como antagónica, a tal extremo que se puede decir que la sociedad
política es la misma sociedad civil, pero considera en cuanto constituida por el
103
antagonismo; además, un antagonismo que se reproduce. Junto con el
concepto de antagonismo, se coloca la noción de autonomía, como aquello que
caracteriza de manera específica la constitución política de las clases
subalternas. Sin autonomía no hay, en último término, sujeto político alternativo.
(Negri Antonio, 1992:127).
El sujeto si bien es un producto del paso de la sociedad civil a la sociedad
político, es él mismo excedentario a la situación, porque no está contenido del
todo, o presupuesto en todos su aspectos y por lo tanto puede ir más allá de los
condicionamientos que le han sido establecidos de antemano, porque si bien
está sometido a constricciones, estas no actúan como ciegas determinaciones.
La política se hace desde los sujetos civiles que se expresan, que con su
experiencia producen sucesos históricos. Estos sujetos vuelven sobre la
sociedad civil, forzándole a seguir un curso determinado, y en ese forzamiento
está implicada una verdad y unos saberes, simbólicamente, culturalmente
estructurados.
Es visible para todos que es una época de grandes transformaciones, que están
lejos de contribuir a resolver los problemas acuciantes de la humanidad:
alimentación, salud, vestido, viviendo, bienes culturales, aunque jamás se haya
tenido como ahora la posibilidad real de hacerlo. Por el contrario, los fenómenos
104
de concentración de la riqueza son cada vez más fuertes, y una masa cada vez
más grande de seres humanos son echados a la miseria, expulsados de la
humanidad.
Hay una tarea inmediata y es la de señalar las potencialidades de una nueva
sociedad que están contenidas en el desarrollo actual de la humanidad, por
ejemplo, las nuevas tecnologías de la comunicación que, fuera del marco del
mercado capitalista, producirían una explosión del conocimiento y liberarían las
potencialidades del relacionamiento humano. La humanidad al inicio de este
siglo tiene en sus manos su propio destino, incluso aquel de saber a dónde se
conducirá como especie, ahora que el mapa del genoma humano ha sido
descifrado.
No hay posibilidad de triunfos aislados. Ciertamente se podrá avanzar mucho
en el plano de la lucha contra algún tipo de desigualdad, por ejemplo de género;
sin embargo, si no está articulada al combate contra las otras formas de
explotación, tarde o temprano encontrará obstáculos insuperables e incluso
retrocesos significativos.
Los docentes participantes de la Facultad de Derecho Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Libre Seccional Cali participantes en el estudio,
105
conciben al sujeto político, básicamente desde dos perspectivas, la
iusnaturalista y la marxista.
Puede pensarse en cierta primacía de la concepción del sujeto político
iusnaturalista, limitada a la estructura y formas de Estado, a las formas de
gobierno, a las fuentes de poder y la legitimidad del gobierno, a los derechos y
los deberes de los miembros de un Estado, al carácter positivo, racional, natural
de las leyes, al alcance de la libertad formal, sus tipos, a la naturaleza y formas
de justicia y la obligación. El sujeto político, según estos docentes se conciben
desde el monstruo bíblico llamado Leviatán de Hobbes.
El resto de los docentes de la Facultad de Derecho, Ciencias Políticas y
Sociales de la Universidad Libre, Seccional Cali participantes en el estudio,
tienen una concepción del sujeto mas enfocada en el criticismo social, desde la
postura política metodológica del marxismo En su concepción de sujeto
político consideran que lo que hace al sujeto político es la posibilidad de tener
o no consciencia social, histórica y liderazgo para transformar la historia.
Enfatizando que esta no se queda en contemplar al mundo sino que tiene
necesidad de transformarlo y que debe trabajar por el desarrollo de una
comunidad y comprometerse con la realización de un proyecto político por fuera
de los intereses del Estado algo que nos evoca la postura del profesor Bobbio
cuando afirma “no existe una libertad perdida para siempre ni una libertad
106
conquistada para siempre: la historia es un entramado dramático de libertad y
opresión, de nuevas libertades a las que contestan nuevas opresiones, de
viejas opresiones abatidas, de nuevas libertades reencontradas de nuevas
opresiones impuestas y de viejas libertades perdidas. Cada época se distingue
por sus formas de opresión y por sus luchas por la libertad.
4.3. Recomendaciones.
A partir de los conceptos de Zemelman y Foucault se plantea como
recomendaciones la formulación de estrategias y políticas educativas, en
términos de una nueva concepción de la población estudiantil, que permite
resignificarlos como sujetos políticos, con intereses y compromisos sociales y
políticos, y con ello empoderar la educación en su condición de baluarte contra
la desesperanza y el caos social. Cualquier sistema de educación, comenta
Foucault es una forma política de mantener o modificar la apropiación de los
discursos, así como de los conocimientos y poderes que esto conlleva.
Es decir, lo que esta en juego es como el inconsciente cultural determina al
inconsciente individual, mejor aún esta dualidad cultura – individuo produce la
subjetividad en el interior de lo simbólico, de tal forma que la producción de la
subjetividad como propósito de la enseñanza, significa pensar una educación
desde el pluralismo ideológico, que posibilite en el estudiante el ejercicio de la
107
libertad de pensamiento, haciéndolo capaz de comprometerse con proyectos
alternativos de vida y de sociedad, este compromiso se impone, y más aún si
se tiene en cuenta que la condición de sujeto político es histórica .
Una manera posible de concretar estas recomendación es a través de la
instauración de un seminario permanente para docentes de la Universidad Libre
Seccional Cali denominado “La Universidad Libre un Espacio para la
Constitución de Sujetos Políticos” en el que se piense en la formación de
sujetos políticos desde sus condiciones objetivas y causales.
La naturaleza de la educación y del estudiante, es definida en esta propuesta
como un proceso cognoscitivo critico, que capacite para la ciudadanía y la
participación política y social, potenciando en ellos la capacidad de vivir los
valores humanos, como una condición necesaria para vivir en armonía con el
planeta y en convivencia pacífica con todas las personas.
A nivel de metodológico el seminario funcionara como una especie de tribuna
publica, desde la virtualidad y con algunos encuentros periódicos y un gran
evento público anual, todo ello para generar las condiciones de posibilidad para
que el concepto de sujeto político sea admitido en toda su polisemia, es decir
una discusión que de la bienvenida no solo al análisis y al cuestionamiento
desde las múltiples teorías y autores que al escribir sobre este tema,
108
enriquecen su comprensión y muestran las diversas posturas validas para una
sociedad globalizada no solo en lo económico, sino también en cuento al
acceso al conocimiento y la formación de la cultura universal en muchos
aspectos, pero que en otros tantos sigue siendo local por ende conserva rasgos
distintivos, con los que se configura la identidad del sujeto político del siglo XXI.
Es claro que para la Universidad desde sus postulados fundacionales, propone
la formación integral de sus estudiantes y ello en términos foucaultianos, implica
que la constitución de sujetos políticos no puede tratarse subjetivamente,
puesto que el concepto de sujeto político aún siendo objeto de teoría, y puede
ser aprehendido científicamente, pero desde el punto de vista de su constitución
y sus mecanismos, no es una especie de intuición, no se trata de un campo
abierto a la interpretación de sentido, se trata de un trabajo articulado que
transverzalice cada una de las actividades de la comunidad académica
unilibrista.
Desde esta perspectiva el trabajo institucional para hacer atractiva la propuesta,
parte de la integración de los medios electrónicos, poderosos dispositivos, que
sirven como mediación a la palabra y que permite el encuentro desde la
virtualidad, para ello se habilitará un espacio en la plataforma modoll en que se
alojaran documentos para el debate y se propiciaran foros permanentes, de
libre acceso para los docentes, los directivos y estudiantes, los resultados y
109
avances de estas discusiones, servirán como insumos útiles para preparar el
gran evento académico anual, el cual se constituirá en la expresión pública del
seminario permanente, “La Universidad Libre un Espacio para la Constitución
de Sujetos Políticos” y en una oportunidad de comunicarse con el entorno y
enriquecer el debate.
110
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