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Queridos lectores:
“Amores eternos” es una de las historias de La muchacha de Transilvania y trata de los tímidos que sufren por conseguir el amor. Todo el libro, en fin, trata de historias de amor disparatadas: un bandido que se vuelve azul hasta la orejas, una oveja vanidosa que se quita la lana para hacerse un suéter, un gigante que se enamora de una pulga, un príncipe que se enamora de un colmillo a la luz de la luna y entrega su amor al primer mordisco. Historias de humor y locura, donde el lenguaje se adelgaza como una cometa entre las nubes y nos permite mantenernos en el aire. La puerta del amor está abierta, sigan con confianza porque están en su casa.
Triunfo Arciniegas
AMORES ETERNOS
Jorobailo, que era tímido, se enamoró de una muchacha que vivía
en la casa de las flores, la más bonita del barrio. Jorobailo soñaba cada
noche con ella. Le escribió una carta y decidió enviársela con su hermano
Bolombolo.
-Llévale esta carta a la más bonita de la casa de las flores.
Bolombolo fue a la casa y tocó.
1 Triunfo ArciniegasAmores eternos
Salió a la ventana Margarita, que no era la mujer que Jorobailo
quería, y recibió la carta sorprendida. La abrió y la leyó.
-¿Todo esto es para mí? -dijo.
-Así es -dijo Bolombolo.
-Serás correspondido -dijo Margarita-. ¿Vamos a cine?
Bolombolo fue a cine con Margarita y se divirtió con el hombre que
quería comerse sus zapatos. Al regresar, eran felices.
Jorobailo seguía esperando una respuesta.
Le pareció que la respuesta demoraba y compró unas flores. Llamó
a su hermano Huesitos y le dijo: "Lleva estas flores a la más bonita de la
casa de las flores". Huesitos fue a la casa y tocó.
Salió a la ventana Rosa, que no era la mujer que Jorobailo quería,
y recibió las flores sorprendida.
-¿Todo esto es para mí? -dijo.
-Así es -dijo Huesitos.
-Serás correspondido -dijo Rosa-. ¿Vamos al circo?
Huesitos fue al circo con Rosa y gozó con los payasos. Al regresar,
eran felices.
Mientras tanto, en un escaño del parque, Jorobailo seguía soñando
con la mujer de sus sueños. Suspiraba por unos amores eternos. Pero por
más que suspiraba no recibía una respuesta. Decidió enviarle a su amada
una serenata que la dejara muerta de amor. Llamó al último hermano,
Tripaseca, y le enseñó tres canciones. Luego le dijo: "Lleva esta serenata
a la más bonita de la casa de las flores". Tripaseca fue con la guitarra a la
casa y tocó. Cuando salió a la ventana Azucena, que no era la mujer que
Jorobailo quería, se puso a cantar.
-¿Todo eso es para mí? -dijo Azucena, sorprendida.
-Así es -dijo Tripaseca.
2 Triunfo ArciniegasAmores eternos
-Serás correspondido -dijo Azucena-. ¿Vamos al bosque a coger
mariposas?
Tripaseca fue al bosque con Azucena y atrapó media docena de
mariposas. Al regresar, eran felices.
Jorobailo, que seguía enamorado, perdió la paciencia y decidió
presentarse en carne y hueso a la casa de las flores. Y así lo hizo, todo
perfumado, con traje nuevo y corbata de pepitas.
Salió a la ventana Violeta, que era la mujer que Jorobailo quería, y
preguntó al visitante qué se le ofrecía.
-Tú sabes -dijo Jorobailo.
-No sé -dijo Violeta.
-¿Es que mi amor no vale nada?
-No sé de qué me hablas -dijo Violeta.
-¿No te gustó mi carta?
-No sé de qué me hablas -dijo Violeta.
En ese momento pasó Bolombolo con Margarita y le dijo: "Gracias
a esa carta, hermano, soy feliz".
-¿No te gustaron mis flores? -dijo Jorobailo.
-No sé de qué me hablas -dijo Violeta.
En ese momento pasó Huesitos con Rosa y le dijo: "Gracias a esas
flores, hermano, soy feliz".
-¿No te gustó la serenata? -dijo Jorobailo.
-No sé de qué me hablas -dijo Violeta.
En ese momento pasó Tripaseca con Azucena y le dijo: "Gracias a
esa serenata, hermano, soy feliz".
-Con permiso -dijo Jorobailo y se fue a su casa.
-No entiendo nada -dijo Violeta y cerró la ventana.
Más tarde llegaron sus hermanas y le contaron que se iban a
casar. La primera por una carta, la segunda por unas flores, la tercera por
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una serenata, qué hombres tan bellos. Violeta entendió y fue a casa de
Jorobailo, que lloraba de desconsuelo.
-Ahora sé de qué me hablabas -dijo-. ¿Quieres unos amores
eternos?
-Eso mismo quería preguntarte -dijo Jorobailo.
-¿Tú qué dices?
-Yo digo que sí -dijo Jorobailo-. ¿Tú que dices?
-Yo digo que sí.
-Ya que estamos de acuerdo, casémonos -dijo Jorobailo.
-Casémonos -dijo Violeta.
Se casaron.
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