Triduo al Corazón de Jesús
TRIDUO AL CORAZÓN DE JESÚS
“Catalina, una confianza reparadora”
PRIMER DÍA
El Corazón de Jesús: manantial que sacia la sed
Estamos comenzando el triduo de preparación para la Fiesta
del Corazón de Jesús. Fiesta que nos reúne para celebrar el
inapreciable corazón de Aquel que dio la vida por cada uno
de nosotros, aquel que en su humanidad supo desplegar lo
más pleno del corazón del hombre y que en su divinidad se
entrego por entero a cada uno de nosotros.
Cada uno de nosotros anhela en su corazón poder entrar en
sintonía con este Corazón, porque cada vez que lo hacemos
percibimos el manantial de gracias que brota de Él.
Comencemos nuestra oración disponiendo el corazón,
reconociendo nuestras ansias de poder encontrarnos con Él:
Recemos juntos el salmo 42 y dejemos resonar aquella frase
que más nos llame la atención.
Salmo 42
Como la cierva sedienta busca las corrientes de agua,
así mi alma suspira por ti, mi Dios.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente:
¿Cuándo iré a contemplar el rostro de Dios?
Al recordar el pasado, me dejo llevar por la nostalgia:
¡Cómo iba en medio de la multitud y la guiaba hacia la Casa
de Dios,
entre cantos de alegría y alabanza, en el júbilo de la fiesta!
¿Por qué te deprimes, alma mía? ¿Por qué te inquietas?
Espera en Dios, y yo volveré a darle gracias,
a él, que es mi salvador y mi Dios
De día, el Señor me dará su gracia;
y de noche, cantaré mi alabanza al Dios de mi vida.
Cada uno de nosotros reconocemos este anhelo de Dios, este
anhelo de poder latir junto a su Corazón. Así también lo
experimentó Madre Catalina quién veía en el Corazón de
Jesús ese manantial de vida al que podía acercarse para
beber del agua que necesitaba:
“Concluidos los Ejercicios me retiré a mi casa a esperar en la
misericordia de Dios que algún día llenaría los deseos de mi
corazón”1
Qué gran dicha el poder acercarse al corazón de Dios con
entera confianza, ella es muestra certera que no podemos
esperar más que misericordia y plenitud. Que el Corazón de
Jesús se encargaría de colmar sus deseos más profundos, que
sería Él quien le daría la plenitud que tanto necesitaba.
Los invitamos a que en este momento de silencio y retomando
esta frase de Catalina podamos decirle nosotros al Corazón
de Jesús:
1 CATALINA DE MARÌA RODRIGUEZ “MEMORIAS, Datos para la historia de la Congregación
de las Esclavas del corazón de Jesús” Ed El Atelier, Córdoba 2000. Pg 36
Triduo al Corazón de Jesús
“Espero en Tu Corazón, que a su tiempo, llenes los deseos de
mi corazón”
(Dejamos unos minutos de silencio, se puede entregar un
papelito con forma de corazón para que cada uno pueda
escribir aquellos deseos más profundos)
Escuchamos la Canción “Oh Sagrado Corazón”
https://www.youtube.com/watch?v=E_48iVMeltU
Elevemos nuestras oraciones al Corazón de Jesús, para que el
sea manantial de agua viva en nuestro mundo de hoy,
respondemos:
“Sé nuestro manantial, Jesús”
En nuestro mundo que está sediento de comunión,
justicia y esperanza.
En nuestro país que sufre la división, el desencuentro y la
pobreza
En nuestras ciudades en las que habita la indiferencia, la
falta de diálogo y el respeto.
En nuestras familias en las que buscamos la felicidad, el
encuentro y la reconciliación
En nuestro corazón que desea plenitud, paz y consuelo
Madre Catalina nos dice en sus cartas
“Tenga valor y constancia que ha de llegar a donde quiere con
la ayuda del Corazón de Jesús”2
Con esta certeza recemos juntos el Acto de Consagración al
Corazón de Jesús: 2 FUNDADORES AYER, HOY Y SIEMPRE TOMO I Carta 14, CÓRDOBA 2005
Rendido a tus pies, Jesús mío, considerando las inefables
muestras de amor que me has dado y los sublimes lecciones
que me enseñó tu adorabilísimo Corazón. Te pido
humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como
fiel discípulo tuyo para hacerme digno de las mercedes y
bendiciones que generoso concedes a los que de veras te
conocen, aman y sirven.
Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús y necesito de Ti como
el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar. Mira que
soy muy rudo, oh soberano maestro y necesito de tus divinas
enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia.
Mira que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los
frágiles, caigo a cada paso y necesito apoyarme en Ti para
no desfallecer.
Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria,
lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis
males, auxilio en toda necesidad.
De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y
convidaste cuando con Tus tiernos acentos dijiste repetidas
veces en tu Evangelio: "vengan a Mi", "aprendan de Mi",
"pidan", "llamen", a las puertas de tu Corazón, vengo pues hoy,
y llamo, y pido y espero.
Del mío te hago firme, formal y decidida entrega. Tómalo Tu y
dame en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la
tierra y dichoso en la eternidad. Amén.
Triduo al Corazón de Jesús
SEGUNDO DÍA
El Corazón de Jesús, refugio de nuestra
confianza
En este segundo día de preparación para la Fiesta del
Corazón de Jesús, vamos a centrarnos en la jaculatoria que
más repetimos hacia Jesús:
“Corazón de Jesús, en ti confío”
Mientras escuchamos la siguiente canción los invitamos a
recordar las situaciones, momentos del día, en que nos brota
esta oración.
Canción https://www.youtube.com/watch?v=yElubNhToIE
Jesús se presenta en todo el Evangelio como aquel al que se
le pueden confiar: enfermedades, súplicas, deseos, temores…
basta con ahondar en los diferentes textos para descubrir que
quienes experimentaban una unión con su Corazón, les
brotaba casi espontáneamente la confianza hacia Él.
Recordemos en el día de hoy uno de estos pasajes:
Marcos 5, 25-34
Había una mujer que padecía flujos de sangre desde hacía
doce años. Había sufrido mucho a manos de los médicos y se
había gastado en esto toda su fortuna pero, en vez de
mejorar, se había puesto peor. Oyó hablar de Jesús y
acercándose por detrás, entre la gente, le tocó el manto,
pensando: “Con solo tocarle el manto, curaré”.
Inmediatamente se secó la fuente de sus hemorragias y notó
que su cuerpo estaba curado. Jesús, notando que había
salido fuerza de él, se volvió enseguida, en medio de la gente,
y preguntaba: “¿Quién me ha tocado el manto?”. Los
discípulos le contestaron: “¿Ves como te apretuja la gente y
preguntas: ¿Quién me ha tocado?” El seguía mirando
alrededor para ver a la que había hecho esto. La mujer se
acercó asustada y temblorosa, al comprender lo que le había
ocurrido, se le echó a los pies y le confesó toda la verdad. Él le
dice: “¡Hija, tu fe te ha salvado. Vete en paz y queda curada
de tu enfermedad”
Esta mujer del Evangelio confía ciegamente en que el Señor
puede obrar en ella, y dispone todo su ser para que esto
llegue a su cumplimiento. En medio de la multitud, se anima a
abrirse paso para poder tocar su manto.
Jesús también abarrotado por la muchedumbre, sabe
reconocer esa “fuerza” que sale de Él, aquella confianza en Él
que es capaz de provocar este milagro de curación.
Fijémonos como la confianza pone en movimiento a las dos
partes de esta historia:
Está Jesús, que en su inmenso amor, desea y obra el
bien en nosotros.
Y la mujer que pone todo de su parte para que el Señor
pueda manifestarse en ella
Madre Catalina nos expresa esta doble dimensión en una de
sus cartas:
“Entréguese en las manos de Dios, entre en la llaga del
Corazón de Jesús y pídale las gracias que necesita para
perseverar en su santo servicio”3
3 FUNDADORES AYER, HOY Y SIEMPRE. TOMO I carta 364
Triduo al Corazón de Jesús
Tomémonos unos minutos para hacer este ejercicio de
Confianza, entregándonos al Corazón de Jesús: (les podemos
entregar un papelito con las siguientes preguntas)
Madre Catalina fue una mujer de gran confianza en el
Corazón de Jesús, basta recorrer sus “Memorias” y sus “cartas”
para descubrir cómo ella fue entregando cada proyecto,
cada dificultad, cada dolor al Corazón de Jesús.
En este momento los invitamos a que podamos recoger de en
frente una frase de Madre Catalina referida a la Confianza en
el Corazón de Jesús, leámosla de manera personal e
intentemos buscar que nos aporta en las situaciones que
estamos viviendo.
(Se dan unos minutos)
Para cerrar este segundo día de oración, los invitamos a que
podamos compartir en voz alta las frases que cada uno
recogió, y al irlas escuchando dejemos que el testimonio de
Catalina se vaya haciendo vida en nosotros, para que al igual
que ella, nos acerquemos al Corazón de Jesús con entera
confianza.
Rezamos juntos el Acto de Consagración al Corazón de Jesús:
Rendido a tus pies, Jesús mío, considerando las inefables
muestras de amor que me has dado y los sublimes lecciones
que me enseñó tu adorabilísimo Corazón. Te pido
humildemente la gracia de conocerte, amarte y servirte como
fiel discípulo tuyo para hacerme digno de las mercedes y
bendiciones que generoso concedes a los que de veras te
conocen, aman y sirven.
Mira que soy muy pobre, dulcísimo Jesús y necesito de Ti como
el mendigo de la limosna que el rico le ha de dar. Mira que
soy muy rudo, oh soberano maestro y necesito de tus divinas
enseñanzas para luz y guía de mi ignorancia.
Mira que soy muy débil, oh poderosísimo amparo de los
frágiles, caigo a cada paso y necesito apoyarme en Ti para
no desfallecer.
Sé todo para mí, Sagrado Corazón: socorro de mi miseria,
lumbre de mis ojos, báculo de mis pasos, remedio de mis
males, auxilio en toda necesidad.
De Ti lo espera todo mi pobre corazón. Tú lo alentaste y
convidaste cuando con Tus tiernos acentos dijiste repetidas
veces en tu Evangelio: "vengan a Mi", "aprendan de Mi",
"pidan", "llamen", a las puertas de tu Corazón, vengo pues hoy,
y llamo, y pido y espero.
Del mío te hago firme, formal y decidida entrega. Tómalo Tu y dame
en cambio lo que sabes me ha de hacer bueno en la tierra y
dichoso en la eternidad. Amén.
“Entréguese en las manos de Dios, entre en la llaga del
Corazón de Jesús y pídale las gracias que necesita”1
¿Qué situación, problema, inquietud deseo confiarle a
Jesús en este día?
¿Qué tengo o tendría que poner de mi parte para que
Jesús pueda obrar en mi o en la situación confiada?
Triduo al Corazón de Jesús
TERCER DÍA
Corazón de Jesús, fuente de reparación
Entramos en este último día de preparación a la
Solemnidad del Corazón de Jesús, por ello Madre
Catalina nos alienta a comenzar nuestra oración diciéndonos:
“Estos días son muy a propósito para proveerse de fuerzas, por
lo que el Corazón de Jesús está repartiendo sus Gracias con
más abundancia”.4
Estamos en un tiempo especial de gracias, las vísperas de la
fiesta del Amor, este Amor incalculable de Dios para con el
hombre, Amor que nos reúne, nos consuela, nos repara.
Nos dice el Papa Francisco…La
misericordia renueva y redime, porque es el encuentro de dos
corazones: el de Dios, que sale al encuentro, y el del hombre.
Mientras este se va encendiendo, aquel lo va sanando: el
corazón de piedra es transformado en corazón de carne
(cf. Ez 36,26), capaz de amar a pesar de su pecado. Es aquí
donde se descubre que es realmente una «nueva creatura»
(cf. Ga 6,15): soy amado, luego existo; he sido perdonado,
entonces renazco a una vida nueva; he sido «misericordiado»,
entonces me convierto en instrumento de misericordia.5
Cuánto necesitamos en nuestra vida y en la vida del mundo la
presencia de este amor que repara. Mañana celebraremos a
4 FUNDADORES AYER, HOY Y SIEMPRE TOMO I carta 17
5 PAPA FRANCISCO, Misericordia et Misera
este Corazón que late junto a la humanidad, porque está
totalmente inmerso en ella, y desea repararla.
Pidámosle juntos al Corazón de Jesús que vaya reparando
nuestra vida, que haga de nuestro corazón un corazón nuevo.
Recemos juntos: Dame, Señor, un corazón nuevo.
Un corazón de carne como el tuyo.
Un corazón sensible y generoso,
que sepa conmoverse con el dolor de todos los que sufren.
Dame, Señor, un corazón limpio.
Un corazón sin dobles intenciones.
Un corazón sincero, que busque la verdad por encima de todo.
Dame, Señor, un corazón alegre,
que cante cada día tu amor y tu alabanza.
Un corazón de fuego que transmita
la belleza de conocerte y amarte.
Dame, Señor, un corazón eternamente agradecido,
porque se sabe amado por el tuyo.
Dame, Señor, un corazón de joven.
Un corazón que vibre y que se arriesgue.
Un corazón que viva cada día,
como si fuera el primero y el último de todos.
Dame, Señor, un corazón nuevo.
Un corazón que sepa que Tú eres
el único Camino, la Verdad que está en el fundamento,
la Vida que palpita, el Amor que cobija,
y la Paz que anuncia la alegría y llena de esperanza. Amén.
Triduo al Corazón de Jesús
“Esta es la verdadera reparación que Dios realiza en el
corazón del ser humano por medio del Corazón de Cristo.
Repara nuestro corazón, nos reconstruye como hombres y
mujeres nuevos, nos hace participar de su corazón.
Así “Reparar el corazón de Cristo” supone asumir la
responsabilidad de esta adhesión en nosotros y en nuestros
hermanos. Jesús nos ha otorgado un corazón nuevo, nos ha
posibilitado un nuevo modo de vida según el corazón de Dios.
Es Cristo el que dejando transformar su corazón humano por
toda realidad de dolor y sufrimiento, hasta incluso la muerte,
repara nuestro corazón. Pero su corazón como nuevo espacio
del encuentro con Dios, solo habrá alcanzado su plenitud
cuando toda creatura se haya incorporado a Él. En este
proceso de reconstrucción del corazón de Cristo en Dios,
todos somos invitados a participar. De esta manera es posible
afirmar que estamos llamados a reparar el corazón de Cristo,
o sea a reconducir y reorientar hacia Él, hacia su Corazón, a
toda la humanidad”6
Cada uno de nosotros es protagonista de esta reparación
iniciada en Jesús, Él nos repara para que seamos fuente de
reparación en nuestros hermanos.
“La misericordia del Corazón de Jesús no las abandonará y
moverá, así lo espero, otros corazones para que las socorran”.
Esto nos dice Madre Catalina para que tengamos la certeza
de que Jesús está obrando en esta gran cadena de la
6 NURYA MARTINEZ GAYOL (DIR) RETORNO DE AMOR, Teología, historia y espiritualidad
de la reparación. Ed Sigueme. Salamanca 2008. Pg 349
reparación, mientras vamos sanando nuestras heridas otros
corazones curados saldrán a nuestro encuentro.
Pidamos en esta tarde la gracia de sentirnos reparados por el
amor del Corazón de Cristo, que la confianza plena en su
amor nos haga experimentar la restauración en nuestras vidas.
Frente a nosotros tenemos diferentes carteles que nos
anuncian modos concretos de reparación, tomémonos un
tiempo de oración personal para poder elaborar cuál es esa
gracia de reparación que pedimos en esta fiesta y cuál es
aquel gesto de reparación al que estoy dispuesto a
comprometerme para continuar con esta cadena de
reparación que inició el Corazón de Cristo
Completamos la frase:
Invitamos a que expresen en voz alta la gracia que piden o el
compromiso que asumen y los entreguen a los pies de Jesús.
Escuchamos la Canción: Corazón de Barro
https://www.youtube.com/results?search_query=corazon+de+
barro
Terminamos este triduo de preparación a la fiesta del Sagrado
Corazón rezando juntos el Acto de Consagració
Corazón de Jesús te pido la gracia de reparar en mi
vida………………………………………………………………….
Y me comprometo a ser fuente de
……………………………………………………………………..
para que tu Reparación se siga propagando en el mundo.
Triduo al Corazón de Jesús
ANEXOS
FRASES DE MADRE CATALINA (DÍA 2)
“Que siempre haya en ti un entero abandono en las manos de Dios nuestro
Señor”. Madre Catalina
“Nuestro Señor para todo tiene su tiempo señalado”.
Madre Catalina
“La misericordia del Corazón de Jesús no las abandonará y moverá, así lo espero,
otros corazones para que las socorran”.
Madre Catalina
“No pierdan el ánimo, que el Sagrado Corazón las ha de recompensar más tarde”.
Madre Catalina
“No se precisa más que un poquito de esfuerzo para que nuestro Señor nos salga
al encuentro, ayudándonos con sus gracias y auxilios”.
Madre Catalina
“Pongamos gran empeño en corresponder siendo muy fieles para con Él (Sagrado
Corazón) y trabajando mucho con un celo ardiente por la gloria de su nombre”.
Madre Catalina
“Pidan mucho a nuestro Señor que saquemos el fruto que Él quiere”.
Madre Catalina
“Ya ve como nuestro Señor la va ayudando para desempeñar su oficio, aunque
tan difícil; pero Él jamás falta a los que confían en su socorro”.
Madre Catalina
“Tenga valor y constancia que ha de llegar a donde quiere con la ayuda del
Corazón de Jesús”.
Madre Catalina
“Estos días son muy a propósito para proveerse de fuerzas, por lo que el Corazón
de Jesús está repartiendo sus Gracias con más abundancia”.
Madre Catalina
“El Sagrado Corazón de Jesús la inflame en el fuego de su santo Amor”
Madre Catalina
“Que siempre haya en ti un entero abandono en las manos de Dios nuestro
Señor”.
Madre Catalina
Triduo al Corazón de Jesús
ANEXO (DIA 3)
CARTELES CON GESTOS DE REPARACIÓN
ACOMPAÑAR
PERDONAR
Triduo al Corazón de Jesús
ESCUCHAR
SANAR
Triduo al Corazón de Jesús
ABRAZAR RECONCILIACIÓN
COMPASIÓN
Triduo al Corazón de Jesús
DIÁLOGO
SOLIDARIDAD
Triduo al Corazón de Jesús
COMPASIÓN
CONSUELO