Download - TRANSMISION II- EFECTO CORONA 2010
El efecto Corona.
Es una descarga, en ocasiones luminosa, debida a la ionización del gas que rodea
a un conductor en el cual existe un gradiente de potencial superior a un determinado
valor. Aparece a tensiones altas: aproximadamente 30kV/cm en el aire. En las líneas
aéreas, puede aparecer en los conductores, herrajes, amortiguadores, aisladores, y en
general en cualquier punto donde se supere el gradiente de potencial mínimo. Este punto
se conoce como tensión critica disruptiva y se calcula por medio de la fórmula de Peek:
Donde:
Es el coeficiente meteorológico: 1 para tiempo seco 0,8 para tiempo húmedo.
Es el factor de corrección de la densidad del aire (1 a 76 cm y
25 ºC).
h es la presión barométrica en cm de mercurio h=76 ⋅ donde y es la altura sobre
el nivel del mar en kilómetros.
La temperatura del aire puede estimarse como
= 21,1 kV/cm es la rigidez dieléctrica del aire.
r es el radio del conductor en cm.
D es la distancia media geométrica entre fases en cm.
β es un factor que recoge el efecto de la disposición de los conductores en haces
(dúplex, tríplex, etc.), si hay un solo conductor por fase β= 1.
β= donde n es el número de haces de conductores por fase.
Donde S es la separación entre conductores en cm.
Pérdidas producidas por efecto Corona.
Las pérdidas por corona ocurren en los conductores de líneas de transmisión
cuando el gradiente de voltaje cerca del conductor excede el gradiente de potencial del
aire. Todas las manifestaciones de liberación de energía electromagnética deben ser
provistas por la generación eléctrica. Resultados de estudios abarcan cantidades grandes
de datos estadísticos sobre pérdidas por corona como función de la geometría del
conductor, gradientes del conductor, voltajes y condiciones meteorológicas a las cuales
están sujetas las líneas. Se ha encontrado, por ejemplo que las pérdidas por corona en
una línea de EHV pueden fluctuar de algunos kilovatios por kilómetro por fase en buen
tiempo, así como varios cientos de kilovatios por kilómetro por fase en lluvia o nieve.
El promedio de pérdidas por corona es solamente una porción pequeña de las pérdidas
de potencia, pero se ha visto que las pérdidas máximas tienen una influencia
significativa con los requerimientos de la demanda.
Las pérdidas de energía son debidas al efecto Joule y al efecto Corona, ligadas
respectivamente a la corriente y al voltaje aplicado. Ambas pérdidas se reducen
aumentando el diámetro del conductor, que implica un aumento de sección, e
incrementos en los costos de las instalaciones no es entonces posible reducir pérdidas y
simultáneamente reducir el costo de la obra. Por lo tanto, la selección del conductor es
el componente que justifica la existencia de la línea y su elección acertada es la decisión
más importante en la fase de proyecto de una línea de transmisión. Comúnmente, estas
pérdidas se expresan en kW / km / fase, pero resulta difícil de obtener un modelo
analítico que permita calcularlas de manera exacta, debido a la gran cantidad de
variables involucradas. Los resultados son obtenidos usando relaciones empíricas y
métodos estadísticos.
Para determinar estas pérdidas se emplean vario métodos uno de ellos es una
ecuación formula también por Peek:
Donde:
p es la pérdida de potencia por fase en kW/km
f es la frecuencia en hercios (50)
Es la tensión compuesta más elevada
Es la tensión compuesta crítica disruptiva
Importancia de la determinación de las pérdidas por efecto Corona.
Las pérdidas por corona contribuyen a la reducción de la eficacia en la
transmisión de energía. Cualquier transferencia de energía de los campos eléctricos a las
partículas cargadas tales como electrones da lugar a pérdidas por corona que es un
índice de energía fuera del conductor de la línea de transmisión. La mayor parte de esta
transferencia de energía es térmica, mientras que algo se convierte en ruido. El tiempo
atmosférico desempeña un papel importante en la producción de corona. Los depósitos
ambientales tales como la contaminación pueden cambiar las características de la
superficie de una línea de transmisión. Estos depósitos junto con la lluvia y la nieve,
pueden distorsionar el campo eléctrico. Las gotas de agua que bajan cerca de la
superficie del conductor pueden dar lugar a micro descargas entre las gotas que pasan y
la superficie del conductor.
El flujo de corriente de la carga en los conductores de la línea de transmisión
afecta la cantidad de pérdidas por corona. Corrientes de carga, aumentan la temperatura
del conductor sobre la temperatura ambiente, aumentando el aire que rodea el
conductor. Este aire más caliente aumenta las pérdidas por corona.
Para atenuar la corona, es importante tener un conductor grande, de superficie
limpia, sin ningún vacío o imperfección que generen el realce de la tensión del campo.
Las pérdidas son pequeñas con buen tiempo (ambiente seco) y alcanzar valores
elevados con mal tiempo (lluvia intensa), es evidente que una buena evaluación de estas
pérdidas requiere conocimiento de las condiciones meteorológicas de las regiones que la
línea atraviesa, registros climáticos de muchos años, de los cuales con procedimientos
estadísticos se extrae el número de horas de lluvia que finalmente permite efectuar la
evaluación de las pérdidas anuales.
Para líneas de transmisión de 500 y 700 kV, en mal tiempo las pérdidas por
corona puede exceder los 300 kW / km / fase. Pérdidas de esta magnitud pueden ser una
carga apreciable de energía y modificar los requerimientos de reserva. La presencia de
agua, hielo o nieve en conductores de EHV crean una serie continua de puntos en los
cuales se forma el efecto corona.
Métodos para determinar pérdidas por efecto Corona.
Método Simplificado de CIGRE.
Basado en datos extraídos a lo largo de los años en diferentes configuraciones de
líneas de extra alta tensión, CIGRE y la IEEE desarrollan una fórmula empírica
relacionando las líneas más importantes y las condiciones atmosféricas.
RIi(dB) = 3.5gm + 12R - 33Log10 (Di /20) - 30
Donde:
R : radio equivalente del conductor i a igual tensión, en cm.
gm : gradiente superficial máximo del conductor i, en KV/cm.
Di : distancia desde el conductor i al punto de medida de RI, en m.
Esta fórmula está sujeta a las siguientes restricciones y condiciones de cálculo:
La frecuencia de medición es de 0.5 MHz.
La razón entre la separación de los subconductores y el Radio
equivalente a igual capacidad debe estar entre 12 y 20.
La dispersión es de 6 dB. Para cálculo en mal tiempo sumar al
resultado 17 dB.
Para hacer correcciones al cálculo realizado se debe sumar al resultado,
en dB, alguno de los siguientes términos:
Para corrección de frecuencia se utiliza la siguiente fórmula para calcular
RIf , factor de corrección, en dB, debido a diferencias en la frecuencia de
medida f, en MHz.
Para corrección de distancia se utiliza la siguiente fórmula para calcular
RID , factor de corrección, en dB, debido a diferencias con la distancia
comprendida entre la antena y el conductor central de la línea del cálculo
inicial con el estudiado:
Para corrección por altitud se utiliza la siguiente fórmula para calcular
RIh , factor de corrección, en dB, debido a diferencias con la altura de la
línea estudiada con la utilizada en el cálculo inicial.
En el caso de varias fuentes en fase (por ejemplo, líneas de doble
circuito), la composición de campos de la misma fase se realiza
transformando la magnitud del campo perturbador debido a cada fuente
de dB a V/m.
Ei=10
RI i
20
En que Ei se encuentra en V/m y RIi en dB.
Luego, superponiendo los campos debido a distintas fuentes en fase.
El resultado se transforma nuevamente a dB
RI = 20 Log10 E
Método de F. W. Peek .
El fenómeno corona ha sido estudiado, entre otros, por F. W. Peek, quien
mediante observaciones empíricas desarrolló fórmulas para el estudio cuantitativo de
éste en el caso de cilindros paralelos, de superficie lisa. La pérdida corona PPEEK, en
kW/km/fase, queda expresada en la fórmula:
Donde:
: Densidad relativa del aire.
f: frecuencia del sistema, en Hz.
R: radio del conductor, en cm.
D: distancia efectiva entre fases, en cm.
V: voltaje efectivo fase neutro, en KV.
Vd: voltaje efectivo crítico disruptivo, en KV,
Valores de m propuestos:
1.0 : Para conductor liso, pulido.
0.93 - 0.98 : Para conductor áspero o envejecido.
0.80 - 0.87 : para conductor en hebras
g0 = 21.07 Kvef / cm
= 0.392 P / (273+T)
P: presión atmosférica en mm de Hg.
T: temperatura ambiental en C.
Esta expresión es válida para el caso de un único conductor por fase, y de
acuerdo a la experiencia recogida en la bibliografía, recomendable para conductores
“delgados” (menos de 1 pulgada de diámetro).
Peek tampoco consideró en la expresión propuesta condiciones climáticas
adversas, las cuales pueden ser incorporadas sustituyendo el valor de “m0” por un factor
“m” que incluya dichas condiciones.
Método de Peterson.
En este procedimiento se calcula primero la tensión característica de la línea por
fase (ed), luego, se calcula la razón entre la tensión por fase de servicio y la tensión
característica de la línea, con esta última se calcula un factor () que se obtiene de las
curvas mostradas en las figuras 14 y 15 y finalmente se aplica la ecuación de Peterson
para pérdidas corona.
Para una mejor aplicación del algoritmo, éste se ha subdividido en las siguientes
etapas:
Primera etapa:
Para el cálculo de ed existen tres casos importantes, dos de ellos para conductor en
hebra:
1) Conductores redondos de superficie lisa y limpia:
ed = 48.6 m 2/3 R Log10(D/R)
En que:
R: radio del conductor en cm.
D: distancia entre fases en cm.
: Densidad relativa del aire.
ed: tensión característica de la línea por fase, en kVefectivo fn .
2) Para cables de varios hilos, que tienen 12 o más hebras en la capa exterior:
Con:
nh : número de hebras de la capa exterior.
Rh : radio hebra capa exterior en cm.
R: radio medio del conductor en cm.
3) Para un cable que tiene 6 hebras en la capa exterior:
ed = 35.47 2/3 R m (Log10(D/R)+0.0677)
Valores de m propuestos:
0.87 -0.90 : Para condiciones comunes.
0.67 - 0.74 : Para conductores no lavados.
0.912 - 0.93 : Para conductores lavados con un disolvente de grasas.
0.885 : escobillados con una escobilla de alambre.
1.000 : pulido.
0.72 - 0.75 : Conductores arrastrados y sucios con polvo.
0.945 : Después de 5 meses expuestos a la acción atmosférica.
0.92 : sometido a la acción atmosférica, humedad baja de día.
0.78 : Ídem, pero de noche.
Segunda etapa:
Se calcula enseguida la razón V/ed y se determina, a través del gráfico presentado en
las figuras 14 y 15, el valor del factor.
Figura 14. Función de Peterson para cálculo de pérdidas por Efecto Corona con
razón (V/ed) entre 0.6 y 2.4.
Figura 15. Función de Peterson para cálculo de pérdida por Efecto Corona con
razón (V/ed) entre 1 y 19.
Tercera etapa:
Determinado, se calcula la pérdida por efecto corona para buen tiempo por la
siguiente relación:
PPETERSON : Potencia de pérdida por corona, en kW / km / fase.
f: frecuencia del sistema, en Hz.
V: tensión de servicio en KV efect.fn. .
El método de Peterson es aplicable sólo al caso de un conductor por fase y
entrega mejores aproximaciones en el caso de conductores “gruesos” (más de 1 pulgada
de diámetro).
Método de Electricité de France (EDF).
Los investigadores C. Gary y M. Moreau desarrollaron dos métodos para el
cálculo de pérdida corona para conductor tipo en haz. Uno de estos métodos es aplicable
a condiciones climáticas de buen tiempo y el otro para mal tiempo.
Método para buen tiempo
Para un conductor fasciculado de n subconductores por fase se da la siguiente
relación empírica para PEDF : potencia de pérdida por corona, kW / km / fase:
PEDF = P0 r1.8 (n + 6)2 f / 50
Donde:
f : frecuencia de la tensión en Hz.
r : radio del subconductor en cm.
n : número de subconductores.
P0 : es un factor de pérdida de potencia que se obtiene de la figura siguiente,
considerando el gradiente relativo como razón entre el gradiente máximo del
haz y el campo eléctrico crítico del subconductor liso, E0.
E0 : campo eléctrico crítico del subconductor liso ideal, en kVefect. .
r : radio del subconductor, en cm.
g0 y : son los descritos en el método de Peek.
Figura 16. Ábaco para pérdidas en conductores secos.
Método para mal tiempo
Este método es un proceso analítico desarrollado rigurosamente y verificado
experimentalmente con mediciones en líneas y en jaulas de prueba. Fueron utilizadas
configuraciones en haz de 1 a 8 subconductores, con diámetros entre 2.0 y 5.8 cm por
conductor.
La pérdida corona para mal tiempo queda determinada por:
PEDF = k Pe
Donde:
k : factor que depende de las características geométricas de la línea y viene dado
por la expresión.
f: frecuencia del sistema, en Hz.
r: radio del subconductor, en cm.
R0: radio del conductor a potencial cero, de la línea coaxial equivalente, en cm.
Rc: radio del conductor único equivalente de igual capacidad, en cm.
: Radio medio de emigración de la carga espacial, en cm.
= 1 + 0.308 /
Pe : pérdida específica corona, que depende del campo eléctrico relativo E* y del
estado de superficie de los conductores “m”, se obtiene de la figura (17) y (18)
considerando el gradiente relativo como la razón entre el gradiente promedio
y el campo eléctrico de Peek
El factor m, para un mismo valor de intensidad de lluvia puede variar en 20 - 30
%, dependiendo del grado de envejecimiento del conductor. Esta variación puede
traducirse perfectamente en una variación de hasta 100 % en la pérdida específica Pe,
con bajas intensidades de lluvia, y bajo campo eléctrico.
Figura 17. Ábaco para determinación de "m".
Figura 18. Pérdida específica corona
Métodos para el Cálculo de Radio Interferencia.
Las descargas, debido a la presencia de corona, se propagan a lo largo de la línea
de acuerdo con las leyes de la teoría electromagnética de Maxwell. El campo eléctrico
provocado por la componente espectral de corriente se denomina campo perturbador.
Tomando en cuenta la atenuación relativamente baja de esta propagación (< 4
dB/Km), la parte dominante de este campo se debe a la superposición de los efectos de
todas las descargas repartidas sobre varias decenas de kilómetros a ambos lados del
punto de medida, y no sólo al efecto directo de descargas frente al punto de medida.
Debido a la naturaleza del fenómeno físico corona, que es el que provoca
fundamentalmente ruido en el rango de las frecuencias de radio, y al grado de
imprecisión que lleva implícito la estimación de algunos de los parámetros, (como por
ejemplo el estado de la superficie del conductor), la predicción “exacta” de la
interferencia a frecuencias de radio es completamente ilusoria.
Basándose en diversas investigaciones empíricas, se puede demostrar que el nivel de
ruido de radio generado por un conductor o haz de conductores de una línea de
transmisión de alta o extra alta tensión, a un voltaje dado y bajo la condición
particular de lluvia intensa (precipitación superior a 1 mm/hr), es estable y
reproducible. Además, este nivel se caracteriza por ser independiente del estado
superficial del conductor previo a la lluvia intensa y por ser el máximo nivel de
perturbación generado por la línea. Al ser posible reproducir la perturbación se ha
posibilitado el desarrollo de diversos métodos los cuales se pueden clasificar en
comparativos (o empíricos) y analíticos (o semi-empíricos).
Se acostumbra estudiar el nivel de interferencia en función de los siguientes
parámetros, supuestamente independientes:
Medida de frecuencia (espectro de frecuencia).
Distancia de la línea (perfil transversal).
Condiciones atmosféricas y otras variables estadísticas.
El espectro de frecuencia representa la variación del nivel de radio interferencia
en un punto dado en la vecindad de la línea, en función de la frecuencia. La forma
de la corriente de alta frecuencia es relativamente independiente del número de
impulsos elementales, como también del diámetro de los conductores. Puede
suponerse entonces que la forma del espectro de frecuencia del campo perturbador
será la misma para diferentes distancias de la línea y en diferentes condiciones de
tiempo, trasladándose solamente en magnitud.
Los espectros medidos son generalmente irregulares, debido tanto a las continuas
fluctuaciones del nivel de RI en el curso de una medida, como por otras razones. Sin
embargo la tendencia en una gran cantidad de medidas, cumple la afirmación anterior.
La experiencia muestra que la generalidad de los espectros pueden ser agrupados
en dos familias: una correspondiente a configuraciones horizontales y la otra a doble
circuito y configuraciones triangulares o verticales. El espectro tipo, según la
configuración queda definido por las siguientes relaciones:
- configuración horizontal:
RI = RI0 - (23 log10 f + 12 log102 f + 5,8) dB
- configuración vertical, triangular o doble circuito
RI = RI0 - (18 Iog10 f + 12 log102 f + 4,3) [ dB]
El perfil transversal corresponde a la variación del nivel de interferencia en función
de la distancia al centro de una línea de transmisión, en una trayectoria perpendicular a
la línea, por el centro del vano; se determina a una altura de 2 m sobre el nivel del suelo,
a una frecuencia de 0,5 MHz (CISPR) ó 1 MHz (ANSI) y distancias laterales que no
excedan los 200 metros. El perfil presenta un rápido decremento, de modo que para
distancias superiores el efecto de interferencia llega a ser despreciable. También los
perfiles medidos son a menudo irregulares, debido a las continuas fluctuaciones del
ruido durante una serie de medidas, como por irregularidades en el trazado o en el
terreno de la línea.
La ley de atenuación del campo perturbador puede ser expresada simplemente en
función de la distancia directa D entre la antena de medida y el conductor más próximo,
por la fórmula:
E = (D0/D)k E0
o bien en decibeles:
IR = IR0 + 20 k log10 (D0/D)
El coeficiente k está entre 1,4 y 1,9 según la configuración de la línea y puede ser
influenciado por la resistividad del suelo.
Los perfiles tipo se trazan tomando como referencia una distancia lateral de 15
metros, horizontalmente con respecto al conductor más próximo y en escala decimal en
distancia, o refiriéndose a una distancia directa al conductor igual a 20 m y en escala
logarítmica en distancia. La primera representación es más útil para predecir el ancho
de la franja sujeta a interferencia, mientras que la segunda muestra la ley física de
decrecimiento del campo perturbador.
La distribución de los niveles de IR depende del tipo de clima: un clima muy
húmedo, lluvioso o con abundante neblina o nieve, aumentará el porcentaje de niveles
elevados, mientras que un clima seco lo reducirá; dentro de lo definido como mal
tiempo, es particularmente interesante la condición "1luvia fuerte" (precipitación
superior a 1 mm/hr) pues bajo esta condición la interferencia sigue una distribución
gaussiana, con desviación estándar entre 2 a 3 dB y los valores dependen sólo de las
características eléctricas y geométricas de la línea: luego bajo esta condición el
fenómeno es estable y reproducible y corresponde al nivel de interferencia
característico de la línea.
Los valores medios de la distribución para buen tiempo y lluvia fuerte están
separados aproximadamente 20 dB. En clima seco, sin rocío natural, el nivel de RI
nocturno es 5 a 8 dB inferior al nivel a medio día. La temperatura ambiente y el efecto
del sol juegan un importante rol en tiempo seco, determinando valores máximos de RI
entre 14 y 16 horas.
Estas fluctuaciones del nivel de IR debido a variaciones de las condiciones
climáticas se traducen en una traslación vertical de todo el espectro de frecuencia o del
perfil transversal, prácticamente sin deformación en el primer caso y con
modificaciones menores en el segundo.
El estudio sistemático de fluctuaciones del nivel de RI de una línea dada necesita
registros permanentes del campo eléctrico perturbador de dicha línea, durante un año al
menos, a una distancia y a una frecuencia de medida fijas. Los resultados de estas
medidas se presentan de acuerdo a métodos de análisis estadísticos, es decir en la forma
de histogramas o distribuciones de frecuencias acumuladas (porcentaje de tiempo
durante el cual la RI será menor que un valor dado).
Las causas de las fluctuaciones en la medida del nivel de RI son numerosas; se
pueden citar, entre otras:
- fidelidad de respuesta del aparato de medida y naturaleza aleatoria propia del
fenómeno.
- variaciones en la tensión de alimentación de la línea.
- irregularidad de condiciones meteorológicas a lo largo de algunas decenas de
kilómetros de línea, que contribuyen al nivel local.
- variación de condiciones meteorológicas en el punto de medida.
- cambios en el estado de superficie de los conductores, sensibles no sólo a
condiciones meteorológicas, sino igualmente a depósitos de polvo, insectos y
otras partículas.
La medida del nivel de interferencia exhibirá entonces una dispersión mínima
inevitable, caracterizada por una desviación típica variando entre 0,5 a 2,5 dB según 1a
precisión de los aparatos de medida utilizados.
Métodos Comparativos Simplificados.
Los métodos comparativos se basan en resultados de medidas del nivel de ruido
realizadas en una línea de referencia existente, de la que se conocen todas las
características bajo las cuales se efectuaron las medidas. Luego, se aplican una serie de
términos correctivos basados en la diferencia entre los parámetros que inciden en el
nivel de perturbación de la nueva línea en estudio y los de la línea de referencia.
La ecuación básica para estos métodos viene dada por la siguiente expresión:
RI = RI0 + RIEM + RId + RIn + RID + RIf + RILL
Donde:
RI : nivel de radio interferencia, en dB.
RI0 : nivel de interferencia a frecuencias de radio de la línea de referencia, de
características geométricas conocidas, y en condiciones atmosféricas y estado
de superficie del conductor definidos.
Los otros términos corresponden a factores de corrección para gradiente
superficial (RIEM), diámetro del conductor (RId), número de subconductores por haz
(RIn), distancia conductor antena (RID), frecuencia (RIf) y condiciones climáticas (RILL).
De los métodos comparativos se ha elegido, debido al respaldo que significa la
organización que lo propone, el método simplificado de CIGRE, que se verá a
continuación.
Perturbaciones originadas por efecto Corona.
Ruido audible: Es producido por la corona durante el mal tiempo, en particular
mientras llueve o al terminar de llover, puede ser un parámetro de diseño
importante para líneas de transmisión de alta tensión. Este tiene dos
componentes, una de ruido aleatorio y un zumbido de baja frecuencia, producido
cada uno por diferentes mecanismos físicos. El componente de zumbido está
estrechamente relacionado con la perdida por corona de la línea mientras que el
aleatorio no lo está. De estos dos, la causa más frecuente de molestias es el ruido
aleatorio y es que se calcula y se compara con los criterios de aceptación.
Los análisis para pronosticar niveles de ruido audible consideran el nivel de sonido
ponderado durante la lluvia, e incluyen:
El nivel , que es que sobrepasa el 50% del tiempo durante la lluvia
(considerando todas las tormentas de un periodo determinado, por lo
general de 1 año).
El nivel , que es el nivel que sobrepasa 5% de del tiempo durante la
lluvia.
El nivel medio, que es el nivel promedio de ruido que se espera durante
la lluvia (es por lo general, próximo al valor de y en ocasiones se
llama ruido de conductor mojado.)
Ruido producido en radio y televisión: Para las líneas de ca, el ruido en radio
y televisión son funciones del tiempo atmosférico. El ruido de tiempo regular
puede ser significativo y varia con la estación, la velocidad del viento y la
presión barométrica.
Para el ruido en radio se dispone de dos familias de métodos de cálculo: los
basado en pruebas hechas a conductores en laboratorios y en la teoría analítica
de la propagación (métodos sema analíticos) y en los basados en una formula
empírica con utilización de datos procedentes de pruebas a largo plazo en líneas
operativas (métodos comparativos), empleados estos últimos, para las
geometrías y diseños convencionales.
La RI (radio interferencia) se calcula para cada fase y se usa el valor máximo
como el valor de RI de la línea. Los niveles medio de RI en mal tiempo se
suponen en 17dB por encima de los valores en tiempo regular y en lluvia intensa
los niveles de RI deberían estar solo 24dB sobre los valores en tiempo regular
(aunque no se encuentran normalizados por no poderse fijar criterio universales
de usos de tierras y condiciones locales.)
La predicción del ruido en televisión no esta tan avanzada como es el
caso del ruido en radio, principalmente por el número limitado de casos reales de
TVI (interferencia en televisión) por corona de conductores. Al igual que con la
RI, la TVI tiene origen en las micho chispas que pueden localizarse y eliminarse
al ocurrir. Estas no son en general unas consideraciones de diseño; en los pocos
casos en los que ha ocurrido TVI por corona en mal tiempo, se ha solucionado
mejoras en las antenas de recepción más no por modificaciones a la línea de
transmisión.
Oxidantes gaseosos: Los oxidantes gaseosos pueden producirse por actividad
de corona en el aire y, en concentraciones suficientes, pueden producir efectos
adversos en la flora y la fauna. Los oxidantes más importantes son el ozono (
y oxidos de nitrógeno (principalmente en los que el ozono es el
componente principal. Las normas federales limitan los oxidantes fotoquímicos
a 0.12 ppm en una concentración máxima de 1-h que no debe excederse por más
de una vez en un año. Las mediciones han indicado que la contribución de líneas
de transmisión a los oxidantes gaseosos no puede detectarse dentro de los límites
estadísticos de significación y exactitud. Con instrumentación capaz de detectar
0.002ppm, la contribución de la línea de transmisión no pudo distinguirse de la
del ambiente, en consecuencia los oxidantes gaseosos no son motivo de
preocupación con respecto a las líneas de transmisión.
Campos eléctricos a nivel del terreno: Estos se relacionan con la posibilidad a
exposición de descargas eléctricas desde objetos situados en el campo de la
línea, estos pueden ser corrientes estables o descargas de chispas. Otras áreas
que han recibido atención son la posibilidad de encendido de combustible y de
interferencia con las personas que utilizan prótesis (como por ejemplo
marcapasos.) Es conveniente considerar condiciones poco probables al definir y
aplicar criterio de seguridad en cuanto a campos eléctricos por razón de las
posibles consecuencias; por esto es necesario, entrar en consideraciones
estadísticas. Los criterios de molestia no necesitan ser tan estrictos y pueden
considerarse mitigantes.