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MALOCLUSIONES DENTALES. EL TRABAJO COORDINADO ENTRE EL LOGOPEDA Y EL
ODONTÓLOGO.
Autora: Laura Carbonero Sancho
Departamento: Anatomía y Radiología
Tutora: Natividad García Atarés
Facultad de Medicina Grado en Logopedia
Curso 2019-2020
Trabajo de Fin de Grado
AGRADECIMIENTOS
A Natividad García Atarés -mi tutora- quién ha hecho posible la elaboración de este
trabajo, agradeciéndola su apoyo, orientación, interés y la disponibilidad prestada
durante todos estos meses.
A la clínica dental Galván Lobo, por aconsejarme y facilitarme su ayuda en la temática
que a este trabajo concierne.
A mi familia, y especialmente a mi hermana Elsa, quién ha colaborado en la ilustración
del trabajo.
A aquellos profesores que imparten asignaturas relacionadas con la terapia orofacial y
miofuncional, despertando en mí una gran vocación por esta disciplina en la que
próximamente me especializaré.
Finalmente, a mis amistades y pareja, por la confianza que han depositado en mí
durante estos años de carrera, haciéndome ver que el trabajo y el esfuerzo diario
afianzan seguridad en uno mismo.
INDICE:
1. RESUMEN/ABSTRACT ......................................................................................... 1
2. INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 2
2.1 ANATOMÍA DE LA REGIÓN OROFACIAL .............................................................................. 3
2.2 DESARROLLO EMBRIOLÓGICO DE LA CARA ......................................................................... 6
2.3 CONCEPTO DE MALOCLUSIÓN ......................................................................................... 9
3. OBJETIVOS ....................................................................................................... 12
4. METODOLOGÍA ................................................................................................ 13
5. RESULTADOS .................................................................................................... 14
6. DISCUSIÓN ....................................................................................................... 26
7. CONCLUSIONES ................................................................................................ 30
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS ......................................................................... 32
9. ANEXOS ........................................................................................................... 35
ANEXO I COMPONENTES MUSCULARES DE LA REGIÓN OROFACIAL5-8. ........................................ 35
ANEXO II NOMENCLATURA ANATÓMICA DENTAL18,19. ........................................................... 37
ANEXO III ESTUDIOS SOBRE LA PRESENCIA DE HÁBITOS NO FISIOLÓGICOS EN PACIENTES CON
MALOCLUSIÓN20,25,27,29,30,35,46. ......................................................................................... 38
ANEXO IV ESTUDIO SOBRE LA EVALUACIÓN REALIZADA A PACIENTES CON MALOCLUSIONES
DENTALES20,24-27,29,30,32,34,35,46,47,49,56. .............................................................................. 40
ANEXO V EJEMPLOS DE EJERCICIOS DE REHABILITACIÓN MIOFUNCIONAL. ................................... 42
ANEXO VI MATERIALES EMPLEADOS EN LA REHABILITACIÓN MIOFUNCIONAL68. .......................... 43
ANEXO VII DISPOSITIVOS DE ORTODONCIA EXTRAÍBLES65,72,73. ............................................... 44
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1. RESUMEN
La maloclusión dental es una patología compleja de etiología multifactorial con alta prevalencia en la población. No obstante, cada vez son más los estudios que apuntan a los hábitos nocivos en su origen, desarrollo o mantenimiento. Asimismo, se ha demostrado que este tipo de trastorno muchas veces no solo afecta a las piezas dentarias, sino a todo el aparato estomatognático lo que implica cierta afectación en las estructuras y las funciones del sistema orofacial.
Este trabajo pretende evidenciar la necesidad de unir la logopedia y la odontología en el tratamiento de una maloclusión dental y para ello, se ha realizado un análisis exhaustivo de artículos en los que se reportan los posibles factores etiológicos de las maloclusiones, la sintomatología clínica que las acompaña, la evaluación e intervención en estos pacientes y los beneficios que los logopedas expertos en terapia orofacial y miofuncional (TOMF) pueden ofrecer en un tratamiento coordinado con el odontólogo. La atención conjunta del odontólogo y el logopeda está indicada en algunos casos de maloclusión, puesto que permite ofrecer además de un tratamiento exitoso, reducir el tiempo de terapia ortodóncica y disminuir las recidivas.
Palabras clave: maloclusión, factores etiológicos, terapia orofacial y miofuncional, coordinación logopedia-ortodoncia.
ABSTRACT
Dental malocclusion is a complex multifactorial etiology with high prevalence in the population. However, more and more studies point to harmful habits in their origin, development or maintenance. Likewise, it has been shown that this type of disorder often affects not only the teeth, but the entire stomatognathic system, which implies some involvement in the structures and functions of the orofacial system.
This project aims to highlight the need to unite speech therapy and dentistry in the treatment of dental malocclusion. To this end, an exhaustive analysis has been carried out of articles reporting the possible etiological factors of malocclusions, the clinical symptoms that accompany them, the evaluation and intervention in these patients and the benefits that speech therapist who are experts in orofacial and myofunctional therapy (OMT) can offer in a treatment coordinated with the dentist. The joint attention of the dentist and the speech therapist is indicated in some cases of malocclusion, sine it makes it possible to offer, in addition to successful treatment, a reduction in the time of orthodontic therapy and decrease in relapses.
Key words: malocclusion, etiological factors, orofacial and myofunctional therapy, speech therapy-orthodontic coordination.
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2. INTRODUCCIÓN
En los últimos años, la terapia miofuncional orofacial está despertando un gran interés
entre diferentes disciplinas relacionadas con las ciencias de la salud, entre las que se
encuentran la Odontología y la Logopedia. El punto de encuentro entre ambas lo
conforma el binomio forma y función. Las distintas áreas de la odontología realizan
tratamientos correctivos de las maloclusiones dentarias, mientras que la logopedia
evalúa e interviene en las funciones orofaciales con la finalidad de reeducar las
alteraciones miofuncionales que puedan interceder en el tratamiento ortodóncico1,2.
En 1912, Lischer introdujo el término “Terapia miofuncional” cuyo objetivo sería
prevenir e intervenir en la maloclusión frontal a través de la reducación. Rogers
(1928,1936) informó a los ortodoncistas sobre la correlación entre maloclusiones
dentales y la musculatura orofacial, sugiriendo que la reeducación de la musculatura
relacionada con la dentadura y sus estructuras óseas, ayudarían en la corrección
mecánica de la maloclusión. Los primeros trabajos de rehabilitación miofuncional
fueron realizados por logopedas americanos. En la década de los 60, Straub inició la
terapia miofuncional describiendo el problema de deglución y las fuerzas intraorales y
su relación con la dentadura. Con anterioridad, este trabajo lo realizaban los dentistas,
quienes evaluaban y diagnosticaban cualquier interferencia muscular, indicando y/o
aplicando posteriormente, los ejercicios musculares. Por lo tanto, los terapeutas del
habla no participaban en esta parte del proceso2,3.
El presente trabajo pretende esclarecer la necesidad o no de incluir la terapia
miofuncional aplicada por el logopeda en la práctica del ortodoncista para el
tratamiento de las maloclusiones dentales. Para ello, primeramente se presenta la
anatomía de la región de común interés, en relación a las funciones que estas
estructuras realizan y el origen embriológico de las mismas, y a continuación, el
concepto y clasificación de las maloclusiones dentarias.
Esta presentación del tema es suficiente motivo para entender porque la realización de
este Trabajo de Fin de Grado se enmarca en el Departamento de Anatomía y Radiología
con la colaboración de la Clínica Dental Galván Lobo.
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2.1 ANATOMÍA DE LA REGIÓN OROFACIAL
El sistema o aparato estomatognático (del griego στόμα, boca; y γνάθος, maxilares) es
el conjunto de estructuras de la cabeza y el cuello que intervienen en funciones como
masticar y tragar, respirar, hablar, soplar y sonreír, entre otras.
Las estructuras que conforman el sistema estomatogmático actúan como unidad
orgánico-funcional en la que se integran los sistemas digestivo, respiratorio y
fonoarticulatorio, para realizar funciones primarias y vitales (respiración, succión,
masticación y deglución) y otras secundarias (habla y fonación) indispensables para el
adecuado desarrollo psico-social del individuo.
Existe una relación directa entre el correcto desarrollo anatómico y la ejecución de las
funciones orofaciales mencionadas. Las alteraciones en una o más de estas funciones,
van a generar desequilibrios en el sistema estomatognático en general y en la oclusión
dentaria en particular.
Para la realización de este trabajo conviene conocer aquellas estructuras implicadas en
las funciones orofaciales, siendo como es el campo común de actuación de ambas
profesiones, ortodoncistas y logopedas.
Dentro de la anatomía de la región orofacial debemos diferenciar los siguientes
componentes4,5:
Tabla 1. Componentes óseos de la región orofacial.
Estructura Componentes Localización Función
Huesos de la cara
Maxilar superior: hueso bilateral. Se unen en la línea media y forman la arcada dentaria superior.
Alberga el seno maxilar.
Superficie ventral y media del viscerocráneo.
Participa en la formación y función de la cara, la boca (techo y piezas dentales) y fosas nasales (suelo) con funciones digestivas y fonoarticulatorias.
Hueso palatino: hueso bilateral con lámina horizontal y vertical.
Detrás de los maxilares prolongando el paladar óseo.
Contribuye a la formación de las tres cavidades del viscerocráneo: suelo nasal, techo de la boca y parte inferior de la órbita del ojo.
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Mandíbula: o maxilar inferior: hueso móvil con forma de herradura y forma la arcada dentaria inferior.
Superficie inferior de la cara, articulado con los huesos temporales (ATM)
Contribuye a formar la boca con las arcadas gingivodentales y el suelo donde asienta la lengua.
Los movimientos de la articulación temporomandibular (ATM) permiten la masticación y el habla.
Cavidad oral
Paladar óseo: formado por los huesos maxilares y palatinos cubiertos de mucosa con pliegues transversales.
Contribuye al techo de la cavidad oral.
Deglución.
Articulación de fonemas.
Piezas dentarias: estructuras calcificadas con una corona cubierta de esmalte que sobresale en las encías, un cuello y una raíz profunda fija por el periodonto. Cavidad pulpar con vasos y nervios.
Situación en el borde alveolar de los maxilares y la mandíbula.
Para su estudio se ordenan en 4 cuadrantes.
Existen dos denticiones: dentición infantil o decidual (20 piezas) y dentición adulta o permanente (32 piezas).
La corona de la pieza dentaria define la función del diente clasificándolo: incisivo (cortar), canino (desgarrar), premolar(aplastar) o molar (triturar).
El papel de cada uno de ellos es importante en el proceso de la alimentación: masticación correcta y formación del bolo.
Dependiendo de la alineación y relación entre ellos determinan la oclusión dental.
Fuente: elaboración propia.
Tabla 2. Componentes musculares de la región orofacial. (Ver también ANEXO I5-8)
Músculos masticadores
Temporal: origen en la línea temporal inferior del parietal y en la fosa temporal e inserción en la apófisis coronoides de la mandíbula. Fibras anteriores y medias: elevación vertical de la mandíbula. Fibras posteriores: elevación y retracción mandibular; movimiento lateral de la mandíbula. participa en la masticación y en la deglución.
Masetero: origen en el borde inferior del arco cigomático e inserción en la cara externa y en el ángulo del maxilar inferior o mandíbula. Se compone de dos fascículos: haz superficial, ayuda a desplazar la mandíbula hacia delante, y haz profundo, contribuye a la retracción de la mandíbula. Eleva la mandíbula, regula la fuerza de la mordida y protege la ATM.
Pterigoideos:
- Medial: por dentro de la rama del maxilar inferior, con origen en la fosa pterigoidea e inserción en el ángulo mandibular. Participa en la elevación de la mandíbula junto a masetero y temporal. Efectúa la protrusión de la mandíbula con ayuda del pterigoideo lateral.
- Lateral: desde la apófisis pterigoides se forman dos fascículos:
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o Superior: se sitúa en el disco y cápsula articular de la ATM y cuello del cóndilo mandibular. Se encarga de iniciar el movimiento de la articulación.
o Inferior: se sitúa en el cuello del cóndilo. Si se contrae bilateralmente protruye la mandíbula (inicio de la abertura de la boca), si se contrae unilateralmente realiza movimiento lateral de la mandíbula en dirección opuesta (trituración).
Músculos suprahioideos:
- Digástrico: con un tendón intermedio unido al hueso hioides. o Vientre anterior: inserción en la fosita digástrica de la mandíbula y
desciende la mandíbula. o Vientre posterior: inserción en la mastoides. Cuando la mandíbula
esta fija, tira del hueso hioides en dirección posterior y hacia arriba, necesario en la deglución.
- Milohioideo: forma el suelo de la boca. Se compone de fibras anteriores insertas en el rafe medio y fibras posteriores insertas en el hioides. Cuando el hioides está fijo, desciende la mandíbula, eleva el hioides anteriormente, la lengua y el suelo de la boca.
- Genihioideo: origen en la espina mentoniana e inserción en el cuerpo hioideo. Desciende la mandíbula y eleva el hioides.
Todos ellos son inervados por el nervio mandibular del trigémino (V3), excepto el vientre posterior del digástrico (VII) y el genihioideo (XII)
Músculos de la lengua
Órgano muscular tapizado de mucosa unido al suelo de la boca a través de la raíz lingual, con un cuerpo libre y un vértice.
Fundamental durante la masticación, deglución y producción de sonidos del habla.
Músculos intrínsecos: localizados en el interior de la lengua. Implicados en los ajustes delicados de su forma y posición para articular y deglutir.
- Longitudinal superior - Longitudinal inferior - Transverso - Vertical
Músculos extrínsecos: tienen su origen en el exterior de la lengua. Encargados de poner en contacto la lengua con el resto de estructuras que la rodean: mandíbula, hioides, paladar, etc. Permiten desplazamientos de protrusión y retracción, elevación, descenso y lateralización.
- Geniogloso: se origina en la parte anterior de la mandíbula y de ahí se irradia en forma de abanico hasta la cara inferior de la lengua y el hueso hioides. Su principal función es como depresor de la lengua: su parte anterior al lleva hacia delante y su parte anterior al retrae.
- Hiogloso: se origina en el hioides y se inserta en el borde y en la superficie inferior de la lengua. Deprime la lengua, la comprime transversalmente y la aproxima al hioides.
- Estilogloso: se origina en la apófisis estiloides del hueso temporal y se inserta en la punta y lados de la lengua. Retrae y eleva la raíz de la lengua.
- Palatogloso: se origina de la aponeurosis palatina del paladar blando y se inserta en los bordes de la lengua y dentro de la misma. Eleva la porción posterior de la lengua y oprime el paladar blando, actúa como constructor del istmo de las fauces.
Todos ellos son inervados por el nervio hipogloso (XII).
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Músculos de los labios y las mejillas
Orbicular de los labios: fibras musculares que rodean el orificio de la boca. Encargado de cerrar la hendidura bucal y fruncir los labios, ayuda al vaciado del vestíbulo bucal, succión, expresión facial y articulación.
Elevador propio del labio superior: se extiende desde el reborde interno de la órbita a la zona anterior del maxilar superior. Encargado de elevar el labio superior y dilatar la narina.
Músculo elevador del ángulo de la boca o músculo canino: se sitúa en la fosa canina. Levanta y dirige hacia dentro la comisura de los labios.
Cigomático menor: con origen en el hueso malar y terminación sobre el labio superior, formando parte de la mejilla. Eleva y separa la parte media del labio superior, acentuando el surco nasogeniano.
Cigomático mayor: músculo oblicuo de la mejilla, desde el malar a la comisura labial que eleva en un gesto sonriente.
Risorio: músculo pequeño que se extiende desde la aponeurosis maseterina a la piel de la comisura de los labios. Al contraerse retrae lateralmente los labios.
Músculo depresor del ángulo de la boca o músculo triangular de los labios: desde la línea oblicua de la mandíbula llega a la comisura de los labios y tira de ella hacia abajo, dando aspecto de tristeza.
Músculo buccinador: músculo ancho y plano con origen en los bordes alveolares de los maxilares y en el rafe pterigomandibular y terminación sobre las comisuras labiales. Forma la mejilla y su acción determina la expulsión del aire de la boca al soplar o silbar, permite acomodar los alimentos en las caras oclusales de los dientes posteriores, participa en la succión, la risa y el llanto.
Músculo cuadrado del mentón o depresor del labio inferior: de forma cuadrilátera, localizado en el mentón. Desplaza el labio inferior hacia abajo y lo proyecta hacia delante produciendo expresiones de carácter depresivo.
Músculo mentoniano o músculo de la borla del mentón: da forma a la barbilla, arruga la piel, eleva el mentón, y empuja hacia arriba y hacia fuera el labio inferior.
Todos ellos son inervados por el nervio facial (VII) Fuente: elaboración propia.
2.2 DESARROLLO EMBRIOLÓGICO DE LA CARA
En la 4ª y 5ª semana
embrionaria, la faringe primitiva
está rodeada de los arcos
faríngeos o branquiales
responsables de formar las
estructuras de la cara y el cuello,
las fosas nasales, la boca con la
lengua, la laringe y la faringe. Figura 1. Obtenida en Cochard LR. Netter. Atlas de Embriología Humana. Ed Masson; 20059.
7
Los arcos branquiales son abultamientos de
mesénquima con abundantes células de la cresta
neural. Superficialmente se cubren de ectodermo
(hendiduras faríngeas) e internamente de
endodermo (bolsas faríngeas). Cada arco se
asocia a un nervio craneal y a un vaso propio para
las estructuras que desarrolla.
La cara se desarrolla a partir de los procesos
faciales que surgen en torno a la boca primitiva,
entre la 4ª semana y media y la 10ª: procesos
mandibulares, procesos maxilares y el proceso
frontonasal.
Los procesos maxilares y mandibulares derivan
fundamentalmente del 1º arco branquial y las
estructuras a las que dan lugar serán inervadas por el nervio trigémino.
- El proceso maxilar genera el maxilar superior con el paladar secundario, el malar
y parte del temporal; piel y mucosa de la mejilla y parte lateral del labio superior.
- El proceso mandibular formará la mandíbula, huesos del oído (martillo y
yunque), músculos masticadores, músculo del martillo, vientre anterior del
digástrico, milohioideo y tensor del velo del paladar, piel y mucosa del labio
inferior.
El 2º arco faríngeo dará lugar al hioides, el estribo y su músculo, el estilohioideo, vientre
posterior del digástrico y músculos de la mímica. Su nervio es el VII.
El 3º arco faríngeo participa en la formación del hioides y el m. estilofaríngeo. Su nervio
es el IX.
El 4º y 6º forman los cartílagos y músculos laríngeos inervados por el X. El 5º arco
desaparece.
Las hendiduras branquiales que se observan en la superficie del embrión desaparecen
durante el desarrollo, excepto la primera que forma el oído externo.
Figura 2. Obtenida en Sadler TW. Langman, Embriología médica (14ª Ed.) Lippincott Williams and Wilkins. Wolters Kluwer Health; 201910.
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Las bolas faríngeas que tapizan de endodermo los arcos branquiales darán origen al oído
medio la primera, a la amígdala palatina la segunda, las paratiroides las tercera y cuarta.
En la 5ª semana embrionaria surgen a los lados de la prominencia frontonasal las
placodas nasales que se invaginan y engrosan sus bordes formando los procesos nasales
medial y lateral. Los procesos nasales mediales crecen llamativamente y se juntan en la
línea media, formando el segmento intermaxilar origen de parte de nariz, labio superior
y paladar primario.
El paladar entonces se origina a partir de los procesos nasales mediales y los maxilares
con el paladar blando.
La fusión inadecuada del paladar ocasiona malformaciones frecuentes como el labio
leporino (1/1000 RN), la fisura maxilar superior y dehiscencia entre paladar primario y
secundario uni o bilateral, fisura palatina (1/2500 RN), úvula bífida… alteraciones que
dificultan la dentición y las funciones orales como la deglución y la fonación.
La lengua se desarrolla a partir de varias prominencias que crecen en la parte medial y
ventral de los arcos branquiales: del primer arco surgen los dos tercios anteriores de la
lengua por eso su superficie es inervada por el trigémino (V). Por detrás del endodermo
faríngeo se invagina para formar el esbozo tiroideo y el agujero ciego. Del 3º arco surge
el tercio posterior de la lengua inervado por el glosofaríngeo (IX) y del 4º la parte más
posterior o epiglótica (X).
Los esbozos dentarios comienzan a formarse en la 6º semana embrionaria como
engrosamientos del epitelio (lámina dental) del maxilar y la mandíbula que se hunden
en la mesénquima, entra y forma la pulpa y la dentina. El epitelio interno lo cubre de
esmalte hasta el cuello y el epitelio externo forma una película protectora hasta que el
diente brote.
El mesénquima circundante formará el ligamento periodontal o cemento.
Durante el 3º mes se forman los esbozos de los dientes permanentes que quedan
latentes hasta los 6 años que reanudan su desarrollo10,11.
Algunas de las alteraciones congénitas más comunes que presentan los maxilares son
las siguientes12:
9
Prognatismo maxilar y mandibular: posición adelantada del maxilar superior respecto
a la mandíbula o de la mandíbula respecto al maxilar superior, que aparece
aisladamente o asociado a distintos síndromes. La relación inadecuada entre maxilares
ocasiona una deficiente función de la ATM y dificultades para la masticación.
Retrognatismo maxilar y mandibular: posición retruída del maxilar en relación a la
mandíbula o de esta respecto al maxilar, aislada o asociada a síndromes como el de
Pierre Robin o Treacher Collins.
Hipertrofia craneofacial: aumento desproporcionado de tamaño, uni o bilateral, de la
cara, frecuentemente asociada a otros síndromes. A nivel del macizo cráneo-facial se
pueden observar:
- Alteraciones en la forma y tamaño de las piezas dentarias.
- Maxilares grandes.
- Maloclusión dentaria, mordida abierta, desviación de la línea media facial como
también de la línea incisiva.
Estas irregularidades en los maxilares pueden causar dificultades en la masticación o en
la alimentación, alteraciones del lenguaje, pérdida prematura de las piezas dentarias,
maloclusión, disfunción de la ATM y deformidades en el rostro que repercuten en la
calidad física y psíquica del paciente.
2.3 CONCEPTO DE MALOCLUSIÓN
La oclusión normal se produce cuando las piezas dentarias superiores se ajustan a las
inferiores. Cada pieza dentaria de la arcada superior se relaciona con su pieza
correspondiente de la arcada inferior y los incisivos superiores sobresalen ligeramente
sobre los inferiores. Cuando existe una adaptación deficiente entre las arcadas dentarias
hablamos de maloclusión1,13.
El término maloclusión fue introducido por Edwar Angle en 1899, quien es considerado
padre de la Ortodoncia y quien estableció la clasificación de maloclusiones más utilizada
en el mundo13,14.
10
En función de las relaciones entre las arcadas dentarias, las maloclusiones se clasifican
según su disposición en el espacio: respecto al plano anteroposterior, al plano vertical y
al plano transversal1,2,13-17.
Para entender mejor algunos conceptos de oclusión que aparecen a continuación,
consultar ANEXO II Nomenclatura anatómica dental18,19.
Clasificación de maloclusiones según el plano anteroposterior.
En este plano se estableció la primera clasificación ortodóntica, presentada por Edward
Angle en 1899. Se considera la relación entre los arcos dentarios de delante hacia atrás.
Esta clasificación toma como referencia la relación molar existente entre el primer molar
de la arcada superior e inferior, y clasifica las distintas maloclusiones estudiando la
posición del resto de piezas dentarias en función de esa relación molar.
En la actualidad es la clasificación de maloclusión más utilizada en la clínica debido a su
sencillez y capacidad de ofrecer una visión inmediata del tipo de maloclusión que un
sujeto presenta.
- Clase I (neutroclusión): existe una relación normal entre
maxilar superior y mandíbula. La cúspide mesiovestibular
del primer molar permanente superior ocluye con el
surco mesiovestibular del primer molar permanente
inferior. Pueden existir diferentes posiciones dentarias:
espaciamientos, apiñamientos, mordidas cruzadas, etc.
- Clase II (distoclusión): la mandíbula se encuentra en
posición distal respecto al maxilar superior. La cúspide
distovestibular del primer molar superior ocluye con el
surco mesiovestibular del primer molar inferior.
o División I: los incisivos superiores se encuentran
en inclinación vestibular, overjet aumentado (gran
resalte).
Figura 3. Fuente: elaboración propia.
Figura 4. Fuente: elaboración propia.
11
o División II: los incisivos centrales superiores están retro inclinados.
- Clase III (mesioclusión): la mandíbula sobresale
desproporcionadamente hacia adelante. El surco
mesiovestibular del primer molar inferior está en oclusión
anterior a la cúspide mesiovestibular del primer molar
superior.
Clasificación de maloclusiones según el plano vertical.
Se refiere a la visión frontal de las arcadas dentarias.
- Mordida profunda o sobremordida: el overbite está
aumentado y los incisivos superiores sobrepasan a los
inferiores.
- Mordida abierta: falta de traspaso vertical. Puede ser
anterior o posterior en función de las piezas dentarias que
no contactan (incisivos o molares). El resto de piezas
dentarias se mantienen en oclusión. Se considera
moderada si la separación es de 0-2 mm, severa 3-4 mm y
extrema <4 mm.
Clasificación de maloclusiones según el plano transversal.
Se refiere a las posibles variaciones de overjet de las piezas dentarias superiores a las
inferiores.
- Mordida normal: las piezas dentarias superiores cubren
a las inferiores.
- Mordida cruzada: las cúspides vestibulares de los dientes
superiores ocluyen en la fosa central de las piezas
inferiores, pudiendo ser a nivel anterior o posterior y
unilateral o bilateral.
Figura 5. Fuente: elaboración propia.
Figura 6. Fuente: elaboración propia.
Figura 7. Fuente: elaboración propia.
Figura 8. Fuente: elaboración propia.
Figura 9. Fuente: elaboración propia.
12
3. OBJETIVOS
Este Trabajo de Fin de Grado tiene como objetivo principal realizar una revisión
bibliográfica sobre las maloclusiones dentarias y la terapia miofuncional como
tratamiento ortodóncico o como apoyo al tratamiento ortodóncico, para poner de
manifiesto la necesaria colaboración entre las disciplinas de odontología y logopedia.
Para conseguirlo, en el desarrollo de este estudio planteamos:
- Conocer la anatomía funcional de la región orofacial.
- Aprender la anatomía del desarrollo o embriología de los maxilares y los espacios
relacionados para entender la patología asociada a su malformación.
- Definir el término maloclusión y conocer su clasificación en los distintos planos:
anteroposterior, vertical y transversal.
- Conocer el índice de prevalencia de las distintas maloclusiones dentarias y la
edad de aparición.
- Investigar sobre los posibles factores etiológicos de las maloclusiones dentarias.
- Conocer la sintomatología de las maloclusiones relacionada con el ámbito
logopédico.
- Indagar sobre la evaluación realizada a pacientes con maloclusiones dentarias.
- Utilizar la Terapia orofacial y miofuncional (TOMF) para tratar la sintomatología
propia de las maloclusiones dentarias.
- Valorar el trabajo coordinado logopeda-odontólogo.
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4. METODOLOGÍA
En un periodo de 6 meses, entre enero y junio del año 2020 se ha realizado el trabajo
de búsqueda de información relacionada con el tema de las maloclusiones dentales en
los siguientes buscadores académicos: Google académico, Dialnet, Academia Edu,
SciElo, Elsevier, Scopus, Web of Science (WoS), SemanticScholar.
Durante los meses de enero, febrero y marzo se llevó a cabo el proceso de búsqueda y
selección de artículos científicos. Se establecieron como criterios de inclusión:
- Palabras claves como “maloclusión”, “deglución atípica”, “terapia miofuncional”,
“mordida abierta”, “ortodoncia”.
- Idiomas: se admitieron artículos en español, inglés y portugués.
No se estableció ningún filtro sobre la fecha de publicación, ni la clase de artículo de
investigación durante el proceso de búsqueda y selección. Solamente se consideraron
criterios de exclusión todos aquellos términos e idiomas distintos para el estudio.
De esta manera se ha obtenido una suma de 69 artículos, de los cuales han sido
seleccionados 54 para efectuar este trabajo. Del total, el 31% están escritos en lengua
inglesa y el 69% en lengua española. Los artículos que cumplen los criterios de inclusión
mencionados han sido seleccionados de “Scielo”, “Elsevier”, “Google académico” y
“SemanticScholar”.
Además de los artículos mencionados, se han utilizado 15 libros y 7 páginas web como
fuente de información para la elaboración de este trabajo.
En el mes de febrero se redefinen los objetivos del estudio y se inicia la redacción de la
introducción. En el mes de marzo se efectuó una síntesis de los artículos y se obtuvieron
los primeros resultados reflejados en el trabajo. A su vez, en ese mes se concertó una
cita con la clínica dental Galván Lobo para informarles de nuestro interés en la
maloclusión, obtener información de la clínica y pedir opinión sobre la realidad referida
al trabajo coordinado entre logopedas y odontólogos. Finalmente, desde abril hasta
junio se han completado los apartados restantes y se ha redactado la discusión y las
conclusiones.
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Durante el proceso se han empleado las normas Vancouver para citar en texto y realizar
referencias bibliográficas.
5. RESULTADOS
La presente revisión consta de 54 artículos. Los resultados se exponen de manera
organizada en función de los objetivos planteados en este trabajo de fin de grado,
excepto los 3 primeros que han quedado reflejados en la introducción (anatomía y
embriología orofacial, y concepto de maloclusión).
1.- Conocer el índice de prevalencia de las distintas maloclusiones dentarias y la edad de
aparición.
La clasificación de una maloclusión es un instrumento importante para el diagnóstico ya
que facilita la elaboración de un listado de signos clínicos presentes en el paciente que
permiten establecer un tratamiento acorde. Para ello, deben ser tenidos en cuenta los
tres planos del espacio: anteroposterior, transversal y vertical. Las maloclusiones se
definen por la clasificación de Angle en el plano anteroposterior. Esta clasificación es la
más utilizada en la práctica clínica y detalla la oclusión en base a la relación molar
existente entre los dos primeros molares permanentes de la arcada superior e inferior.
Sin embargo, el estudio de una maloclusión se completa observando los tres planos en
el espacio.
La maloclusión no solo afecta a las piezas dentarias, sino también a todo el aparato
estomatológico integrado en el sistema craneofacial tridimensional16,20-22.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las maloclusiones ocupan el tercer
lugar en cuanto a la prevalencia de los problemas de salud bucodental. Considerando la
clasificación de Angle, los resultados sobre prevalencia de los distintos tipos de
maloclusiones son dispares, sin embargo, normalmente se mantiene como el de mayor
frecuencia el de Clase I, seguido de los de Clase II y en menor medida los pacientes con
maloclusión Clase III21-27.
Respecto a la edad, las maloclusiones de Clase I, según Angle, prevalecen en la población
infantil20,21,23,28-30. En los periodos de dentición temporal, las maloclusiones se originan
con mayor frecuencia puesto que el desarrollo funcional y morfológico puede
condicionar el crecimiento armónico o disarmónico del sistema estomatognático23,31. La
15
patología oclusal suele aparecer a lo largo de las primeras etapas de vida cuando viene
definida por algún hábito oral en el que las fuerzas constantes originen deformación del
macizo cráneofacial30,31.
En los estudios que presentan como muestra una población con dentición primaria y
mixta se observan características anatómicas patológicas similares entre las que se
encuentran el resalte (overjet) marcado, prognatismo mandibular, mordida cruzada y
mordida abierta25,32,33.
El estudio de Vallejo AP et al.35 presenta una muestra de 139 niños, con edades
comprendidas entre los 3 y 9 años, con maloclusiones. Su distribución es la siguiente:
mordida abierta (12,5%), mordida cruzada (17,9%) y resalte aumentado (28,8%).
Gómez LS et al.36 declara que las maloclusiones no son excluyentes y pueden combinarse
en un mismo paciente, solo serán excluidas aquellas que se presentan en el mismo plano
del espacio. En algunos estudios se ha observado cierta correlación entre la mordida
abierta anterior y las maloclusiones de clase I o clase II según Angle25,37.
En el estudio de Carvajal J et al.30 se observó que varios de los pacientes examinados
presentaron más de una alteración dentaria en el sector anterior, y entre esas
alteraciones prevaleció la mordida abierta anterior en un 15% de un total de 144
alumnos con dentición mixta.
Zapata-Dávalos H et al.20 refiere en su estudio que la mordida abierta anterior es la
maloclusión en el plano vertical más frecuente dentro de una muestra de 154 niños en
edad escolar.
2.- Investigar sobre los posibles factores etiológicos de las maloclusiones dentarias.
En la actualidad las maloclusiones dentarias son consideradas enfermedades de
etiología multifactorial. De hecho, pueden estar causadas por factores hereditarios o
ambientales, entre los que se encuentran los hábitos no fisiológicos o nocivos3,27,31,38.
Juan FV et al.22 expone que las maloclusiones son consecuencia de la adaptación del
sistema orofacial a los factores etiológicos ambientales o locales. En su estudio, se alega
que las maloclusiones son la causa de las alteraciones funcionales.
16
Los hábitos orales son comportamientos adquiridos por experiencia que se realizan de
forma automática y regularmente. Estos se clasifican en fisiológicos (respiración nasal,
habla, masticación y deglución) y no fisiológicos (succión digital o labial, respiración oral,
deglución atípica, onicofagia y bruxismo)3,20,29,35.
Los hábitos no fisiológicos pueden producir alteraciones en el desarrollo normal del
sistema estomatognático debido al desequilibrio entre fuerzas musculares, lo que
ocasiona la deformación ósea, posible causa etiológica de una maloclusión. Entre los
factores a considerar en el desarrollo y establecimiento de un hábito no fisiológico se
encuentra la edad de inicio, la frecuencia y su duración20,27,30,35,39,40.
La mordida abierta en la región anterior es un tipo de maloclusión en el plano vertical
frecuentemente observada en aquellos sujetos con dentición primaria o mixta que
mantienen hábitos orales20,25,28,30,34,41-43. Este tipo de maloclusión puede presentarse
por distintas causas etiológicas entre las que se encuentran la herencia esquelética y su
crecimiento, causas ambientales, empuje o succión, respiración oral, posición lingual,
dientes en erupción, hábitos de succión no nutritiva prolongados, entre otras27,44,45.
Consultar ANEXO III Presencia de hábitos no fisiológicos en pacientes con
maloclusión20,25,27,29,30,35,46.
3.- Conocer la sintomatología de las maloclusiones relacionada con el ámbito
logopédico.
Las maloclusiones pueden estar causadas por alteraciones miofuncionales u otros
factores, pero en definitiva los sujetos que presentan una maloclusión pueden cursar
con: deglución atípica, trastornos en la articulación, respiración oral y alteraciones
estéticas1,3,14,15.
Estas disfunciones orofaciales constituyen sintomatología clínica susceptible de
evaluación e intervención logopédica31,39. En concreto, Grabowski R et al.32 menciona
en su estudio que la mordida abierta y la mordida cruzada son los dos tipos de
maloclusiones que más se asocian a las disfunciones orofaciales.
Relación entre la deglución atípica-adaptada y los trastornos en la articulación.
La deglución cobra un importante papel en la alimentación y en el correcto desarrollo
lingüístico de las personas, por ello en este apartado los estudios muestran la
17
interrelación de ambas funciones en aquellos sujetos con dentición primaria y
maloclusión dentaria25,27,31,32,47,48.
Proffit WR et al.38 constataron que la deglución atípica no forma parte de la etiología en
una maloclusión, sino que se instaura como función no fisiológica en las mordidas
abiertas preservándolas.
En 2002, Marchesan IQ48 menciona que la alteración en la fase oral del proceso de
deglución en los pacientes que presentan mordida abierta debe ser considerada como
deglución adaptada puesto que la lengua se amolda a la forma de la cavidad oral, y no
solo cuando la persona deglute, sino también en reposo, posicionándose según el
espacio y las estructuras existentes en la cavidad oral.
Karacay S et al.28 reivindican que la deglución atípica no es más que una adaptación de
la mordida abierta, siendo considerado síntoma y no factor etiológico, pues la lengua se
proyecta actuando como válvula para poder prevenir el escape de comida o líquidos.
Otros autores consideran que la causa del incorrecto patrón de deglución llevado a cabo
en algunos de los sujetos con dentición primaria o mixta que presentan mordida abierta
se debe a la persistencia de un patrón deglutorio infantil30,35,43.
Maciel CT et al.25 refiere en su estudio que los pacientes que presentan mordida abierta
pueden cursar con alteración en la producción de los fonemas /t/, /n/, /l/ y /r/. Tras
evaluar a una muestra de 130 niños de edades comprendidas entre 8-12 años, se
confirma que el 52% colocan su lengua entre las arcadas dentarias en el proceso de
deglución. Se asoció de forma significativa la interposición de la lengua durante la
deglución y los trastornos de articulación mencionados.
Fujiki T et al.42 valoró el movimiento que realiza la lengua en la deglución y expone tras
la evaluación de un grupo de 10 sujetos con mordida abierta que la lengua mantiene
una posición de protrusión colocándose entre las arcadas dentarias sin hacer contacto
con las rugas palatinas durante la deglución, lo que constituye un patrón deglutorio
atípico. Además, descubre que estos pacientes realizan un movimiento ralentizado de
la parte dorsal y posterior de la lengua. La lengua no cumple con parte de la actividad
fisiológica, pues son los constrictores faríngeos quienes llevan a cabo la propulsión del
bolo y el cierre nasofaríngeo. Todo ello contribuye a originar una coordinación
18
compensatoria entre la lengua y el paladar blando en los movimientos necesarios para
llevar a cabo el proceso de deglución.
En el estudio de López AB et al.27 se expone que en los casos con mordida cruzada
posterior (alteración en el plano transversal), y en aquellos con alteraciones en overjet
(oclusión borde a borde), predominan hábitos de empuje lingual y un patrón de
deglución atípica.
Pérez CM et al.49 declara en su estudio que aquellos pacientes que precisan aparatología
ortodóncica, manifiestan alteraciones en la articulación de los fonemas /s/ /r/ /d/ /ch/
e incluso se ven obligados a modificar su patrón de deglución. Además, evidenció que la
instalación de aparatología removible en los pacientes producía dislalias, con mayor
frecuencia en las maloclusiones Clase I y II de Angle.
En el estudio de Pérez CM et al.50 se evaluaron a 32 niños que presentaban
maloclusiones y cursaban con deglución atípica y trastornos del lenguaje. Los fonemas
afectados fueron /f/, /r/, /s/, /t/, /d/, /l/, /ch/. El fonema /f/ era el más afectado en la
Clase I de Angle y el fonema /r/ en Clase I y II.
Las dificultades de pronunciación y la deglución atípica fueron los hábitos orales más
afectados en el estudio de Solarte JS et al.46
Respiración Oral
El patrón de respiración oral favorece la instauración de una maloclusión de clase II
según Angle ya que suele causar un crecimiento horizontal del maxilar25,33. Los sujetos
con una dentición mixta que manifiestan un patrón de deglución atípica suelen ser
respiradores orales y presentan mordida abierta32,51,52.
Los estudios de Maciel CT et al.25, Zardetto C et al.51 y García-Flores G et al.53 verifican la
relación existente entre maloclusiones de clase II y presencia de mordida abierta en
personas con patrón respiratorio oral.
Estética
Además de las alteraciones en las funciones que causan las maloclusiones, Juan FV et
al.22 exponen que estas pueden provocar insatisfacción de la estética facial en el
19
paciente. De Harfin JF52 lo corrobora alegando que entre las razones por las que los
adultos acuden a consulta ortodóncica es para lograr una mejora funcional y estética.
La población que cursa con deglución atípica mantiene una estética característica:
hipotonía en los labios, tendencia a la respiración oral, hipotonía lingual y presencia de
maloclusiones por una incorrecta posición de las piezas dentarias52,54,55.
4.- Indagar sobre la evaluación realizada a pacientes con maloclusiones dentarias.
De los estudios revisados, 14 recogen una muestra con pacientes que presentan
maloclusiones dentales y que van a ser evaluados por diferentes profesionales (ver
ANEXO IV Evaluación realizada a pacientes con maloclusiones dentales20,24-
27,29,30,32,34,35,46,47,49,56). Cada uno cuentan con una valoración distinta, a criterio del
profesional.
Gráfica 1. Fuente: elaboración propia.
Para realizar un examen clínico a cada sujeto de la muestra, los investigadores emplean
diversas técnicas de evaluación según el propósito del estudio. Algunos coinciden en
valorar: la morfología de la maloclusión y las funciones orofaciales; la morfología de la
maloclusión, las funciones orofaciales y los hábitos nocivos presentes; la morfología de
la oclusión y los hábitos nocivos presentes.
7%
72%
14%7%
Gráfica 1. Evaluador/es de la muestra de estudio.
Estomatólogo
Odontólogo
Odontólogo y Logopedaexperto en TOMF
Odontólogo y Logopeda
20
Para llevar a cabo la evaluación morfológica los autores realizan en su estudio un
examen observacional y/o exploratorio intra y extrabucal donde valoran: las piezas
dentarias, el tipo de dentición, presencia o ausencia de caries, la relación entre las
arcadas y el tipo de maloclusión según la clasificación de Angle, las alteraciones oclusales
en los planos vertical y transversal, mediciones del overjet y overbite con reglas
milimetradas, el tono y la forma de los órganos orofaciales, etc. Todo ello recogido en
una ficha clínica. Algunos autores realizan fotografías intra y extra orales, radiografías,
scanner y/o cefalometrías20,24-27,29,30,32,34,35,46,47,49,56.
En la evaluación funcional algunos autores alegan haber realizado las pruebas
necesarias para registrar las características fisiológicas orales de cada sujeto, entre las
que se encuentran: la movilidad de los músculos orofaciales, el sellado labial y postura
lingual en deglución, el patrón respiratorio y la articulación. Sin embargo, aunque hayan
sido incluidos dentro de la gráfica, en el apartado “evaluación funcional”, únicamente
los estudios de Maciel CT et al.25, Grabowski R et al.32, Solarte JS et al.46 y Pérez CM et
al.49 evalúan varias funciones orofaciales: deglución, respiración y articulación. Los
demás autores se centran en valorar únicamente la respiración26,29,30,35 o la
deglución24,56, o las combinaciones: deglución y respiración20,27 o deglución y
articulación47.
Entre las técnicas utilizadas para evaluar la funcionalidad del aparato estomatognático
se han utilizado: espejo de Glatzel25, prueba de Rosenthal46, técnica de Payne56,
electromiografía de superficie56 y dinamometría56.
0 0,2 0,4 0,6 0,8
Ev. Morfológica y funcional
Ev. Morfológica, funcional y hábitosnocivos presentes
Ev. Morfológica y hábitos nocivospresentes
Gráfica 2. Tipo de evaluación realizada.
Gráfica 2. Fuente: elaboración propia.
21
Respecto a los hábitos nocivos, la información ha sido recogida a través de cuestionarios
o entrevistas a los propios pacientes26, o bien a los padres20,25,29,30,34,35,46,49, y
posteriormente contrastado con la observación clínica del profesional.
5.- Terapia orofacial y miofuncional (TOMF) para tratar la sintomatología propia de las
maloclusiones dentarias.
A continuación, se expone un modelo de intervención logopédica
miofuncional1,3,13,14,57-62 enfocado a pacientes que presenten maloclusión dental
acompañada de sintomatología clínica susceptible de rehabilitación logopédica, que
considera: limitaciones, tiempos terapéuticos, reevaluación terapéutica, eliminación de
hábitos, control postural, ejercicios de senso-percepción, ejercicios afines para devolver
el equilibrio neuromuscular al sistema estomatognático y entrenamiento de patrones
funcionales.
Antes de iniciar el tratamiento se tendrán en cuenta las siguientes limitaciones:
- Edad: se recomienda comenzar a los 6-7 años. Los hábitos aún no están
afianzados y las estructuras óseas pueden ser modificadas. En niños muy
pequeños la colaboración es más difícil y es preferible esperar.
- Motivación: el aumento de edad favorece que los pacientes sean más
conscientes de su problemática y quieran voluntariamente colaborar en la
terapia. La motivación debe estar presente de inicio a fin del tratamiento.
- Colaboración familiar: ellos son quienes acompañan al paciente a las sesiones o
quienes le ayudan a realizar los ejercicios en casa para favorecer la
generalización.
Los tiempos terapéuticos dependerán de las necesidades del paciente, pero siempre se
estiman las siguientes fases:
- Concienciación: el sujeto debe reconocer su problema y entender la necesidad
de su corrección, solo así cooperará con la propuesta de rehabilitación.
- Corrección: el sujeto reconoce las estructuras que están comprometidas y que
intervienen en las funciones orofaciales afectadas (propiocepción). Se le
enseñan los ejercicios para reeducar las funciones orofaciales afectadas y se
ofrecen pautas para ejecutar el patrón correcto de manera voluntaria.
22
- Reforzamiento: una vez logre efectuar un patrón correcto de manera voluntaria,
será necesario que se utilice hasta sustituirlo por el patrón incorrecto y realizarlo
de forma involuntaria (automatización).
La duración del tratamiento variará en función de las necesidades del paciente, la
individualidad del problema y los objetivos propuestos. Se deben realizar revisiones
periódicas para comprobar la eficacia terapéutica. Para ello, lo más adecuado sería
registrar la evolución a través de protocolos validados39,40,62,63,64.
En primer lugar, una vez detectado en la evaluación los hábitos nocivos, estos deberán
ser eliminados para evitar su interferencia en el tratamiento ortodóncico y
miofuncional. Para ello se necesita la ayuda de los padres o incluso a través de la propia
aparatología ortodóncica50,65,66. Después, se ayudará al paciente en la toma de
conciencia de un buen control postural, para que posteriormente no existan
interferencias entre este y las funciones orofaciales que vayan a ser rehabilitadas67.
En segundo lugar, deberán acontecer ejercicios que estimulen la senso-percepción de
las distintas estructuras del aparato estomatognático. Algunos autores mencionan que
la senso-percepción en la cavidad oral es necesaria para establecer los patrones
funcionales, y en algunos estudios se demuestra que los pacientes con maloclusiones
dentarias presentan afectación en la senso-percepción32,44.
Para ello se llevarán a cabo técnicas de estimulación:
- Manual: empleo de masajes orofaciales que estimulen las estructuras
(extraoral). Empleo de utensilios manuales de distinta rugosidad (extraoral) y/o
sabores (intraoral).
- Vibroterapia: empleo de utensilios específicos de vibración que estimulen las
estructuras (intraoral y extraoral)
- Hidroterapia: empleo de agua mediante jeringas o gasas que estimulen las
estructuras (intraoral y extraoral).
- Tapping: de forma manual o a través de depresores de madera (extraoral).
En tercer lugar, deberán realizarse una serie de ejercicios isotónicos e isométricos
destinados a rehabilitar la musculatura afectada, y que, posteriormente permita realizar
23
las funciones orofaciales correctamente (ver ANEXO V Ejemplos de ejercicios de
rehabilitación miofuncional)1,40,60,62.
Finalmente, se realizarán ejercicios destinados a entrenar los patrones funcionales
implicados en la alimentación, la respiración y la articulación1,60-62.
Tabla 3. Ejercicios destinados a entrenar los patrones funcionales implicados en alimentación, respiración y articulación.
Función Entrenamiento de patrones funcionales
Alimentación
Una vez el paciente sea consciente de las alteraciones que presentan en las fases implicadas en la alimentación, y haya adquirido el tono y la movilidad necesaria de los músculos implicados en el proceso, se entrena un nuevo patrón:
1. Conseguir una masticación correcta: formación del bolo y movimientos alternos de rotación, diducción y apertura-cierre mandibular, utilizando alimentos de diferentes consistencias.
2. Concienciar y percibir el lugar donde se ubicará la lengua para realizar la deglución: se realizan ejercicios para adquirir una posición correcta de la lengua.
3. Realizar ejercicios de deglución con líquidos, semisólidos y sólidos: con la boca abierta, arcadas en oclusión y labios separados y finalmente con la boca cerrada.
4. Automatización del nuevo patrón de alimentación: ejercicios para la vida diaria.
Respiración
Una vez que el paciente sea consciente de su postura corporal y haya adquirido competencia labial y buen posicionamiento lingual, se pretende adecuar el tipo y modo respiratorio:
1. Favorecer el canal y pasaje aéreo: estimulando la vía nasal mediante masajes y limpieza de fosas nasales.
2. Trabajar el patrón respiratorio desde varias posiciones: ejercicios en decúbito supino, en sedestación, en bipedestación y en marcha.
3. Automatizar el nuevo patrón respiratorio: ejercicios para la vida diaria.
Articulación
Una vez que el paciente adquiera la movilidad y el tono necesaria de los órganos fonoarticulatorios:
1. Trabajar la propiocepción de los órganos y movimientos necesarios para la articulación
2. Ejercicios de articulación de pseudopalabras, logotomas, trabalenguas con distintos fonemas, según región orofacial afectada.
3. Automatización. Fuente: elaboración propia.
Ver ANEXO VI Materiales empleados en la rehabilitación miofuncional68.
6.- Trabajo coordinado logopeda-odontólogo.
Según describen algunos autores, la terapia orofacial y miofuncional está indicada en
pacientes con maloclusiones dentales3,15,25,31,33,37,40,43,44,52,61,69,70. Varios de ellos
defienden que la rehabilitación miofuncional previa a la ortodoncia promueve la
eliminación de hábitos que originan o agravan la maloclusión dental, asegurando la
24
eficacia del tratamiento ortodóncico posterior31,39,55,66, y otros mantienen que la
rehabilitación miofuncional durante el tratamiento ortodóncico garantiza estos
mismos resultados y disminuyen la duración de la ortodoncia33,37,40,43-45,50,70.
Entre los estudios revisados, solo 3 artículos reflejan investigaciones comparativas en
pacientes con dentición mixta y maloclusiones de clase I y II con mordida abierta
anterior y/o mordida cruzada. En ellos la muestra es dividida en grupos y se les aplica
una de las siguientes opciones: solo un tratamiento ortodóncico-ortopédico, solo un
tratamiento miofuncional, combinación de ambos. Los resultados obtenidos
demuestran que el tratamiento combinado resulta ser el más eficaz para corregir la
maloclusión y los hábitos no fisiológicos37,44,70.
Otros estudios reflejan estudios de caso en los que se emplea un tratamiento
combinado y los resultados también resultan positivos33,40,43,45,61.
En el estudio de Klocke A et al.71 se recoge la evaluación llevada a cabo por 42 terapeutas
del lenguaje expertos en terapia miofuncional sobre el uso de dispositivos de ortodoncia
fijos y extraíbles, y su repercusión durante la aplicación de TOMF (ver ANEXO VII
Dispositivos de ortodoncia extraíbles65,72,73).
Los estudios sobre alguno de estos dispositivos señalan resultados positivos:
- Dispositivos funcionales: el regulador de funciones de Frankel obtuvo la mejor
calificación debido a la baja interferencia que supone en el área palatina.
- Dispositivos que cubren el paladar: la placa activa obtuvo la mejor calificación
debido a que puede ser retirada por el propio paciente durante la realización de
los ejercicios terapéuticos.
- Dispositivos de expansión: poca aprobación por los profesionales debido a su
fuerte influencia en la posición y función lingual en el área palatina.
- Tope labial, aparatos fijos (bandas y brackets) y retenedor: reciben evaluaciones
neutrales.
- Aparatos extraorales: mayoritariamente otorgan una calificación neutral
excepto algunos de los terapeutas que consideran que causan interferencias
durante la terapia miofuncional.
25
- Recordatorios de hábitos (platos, espuelas): reciben la calificación más negativa
de todos los dispositivos debido a la gran interferencia en los ejercicios
miofuncionales y el desarrollo de una disfunción adaptativa.
En algunos de los estudios revisados los investigadores utilizan y evalúan los beneficios
de la aparatología ortodóncica mencionada anteriormente. Alejo CM.65 realizó un
estudio de caso en una paciente de 6 años, que tras la evaluación se vio que presentaba
una dentición mixta, maloclusión de clase II molar, apiñamiento anterior y mordida
abierta anterior, patrón muscular alterado en deglución, respiración mixta y sin
alteraciones en la articulación. Se planificó un tratamiento ortodóncico mediante el uso
de un dispositivo ortopédico funcional denominado SN3 y se remitió al fonoaudiólogo.
Los resultados obtenidos fueron: crecimiento sagital del maxilar superior, expansión del
arco dental superior y una sobremordida de 2 mm.
Pérez CM et al.50 realizó un estudio con una muestra de 32 niños que presentaban
maloclusiones clase I (53,1%), clase II (37,5%) y clase III (6,3%), vestibuloversión (87,5%)
y resalte aumentado (84,4%), hábitos de succión digital y deglución atípica con
trastornos del lenguaje. Se propuso un tratamiento que consistía en la colocación de un
dispositivo retenedor denominado Hawley modificado e intervención logopédica en
articulación. Se obtuvo una reducción de dislalias y de hábitos no fisiológicos durante el
tratamiento.
Ramírez-Yáñez G et al.74 realizaron un estudio de caso en una paciente de 10 años que
presentaba las siguientes características: dentición mixta, maloclusión clase II división 2,
overjet de 5mm, sobremordida e hiperactividad en mentón, mejillas y musculatura
labial. Se propuso un tratamiento dividido en dos fases, en la primera se incluía un
dispositivo ortopédico funcional denominado T4K y en la segunda fase una ortodoncia
fija. Tras 12 meses de tratamiento con T4K, se observaron mejoras en la relación
intermaxilar y la sobremordida fue corregida. Además, se redujo la hiperactividad de los
músculos orofaciales, por lo que los profesionales eliminaron la fase 2 del tratamiento y
continuaron únicamente con el dispositivo ortopédico funcional. En un año de
seguimiento se observaron resultados estables sin evidencia de signos clínicos que
indicasen una futura recaída.
26
6. DISCUSIÓN
En la mayoría de los estudios revisados las maloclusiones que prevalecen en la población
infantil son de clase I y clase II según Angle en el plano anteroposterior, y
frecuentemente acompañadas de alteraciones en los planos vertical (mordida abierta)
y transversal (mordida cruzada)20,22,24,25,32,35-37,46,49-51,53. Únicamente en el estudio de
López AB et al.27 la maloclusión clase III según Angle despunta con un 50,5% en una
muestra de 101 escolares.
En la misma línea, dentro de la población infantil los estudios que contienen una
muestra de niños con dentición temprana y mixta muestran que la prevalencia de
maloclusión es mayor en niños con dentición mixta 27,30,32.
Los autores defienden que las maloclusiones dentales presentan una etiología
multifactorial. Sin embargo, cada vez son más los estudios que destacan los hábitos
orales no fisiológicos como factores de riesgo ambiental en el desarrollo o
mantenimiento de las maloclusiones20,25,27-33,35,37,39,42,43,49,50,61,65.
Los investigadores señalan cómo principales promotores de una maloclusión, por un
lado, la deglución atípica y la respiración oral25,30,31,39,46, y por otro, el uso prolongado de
biberón, chupete y otros hábitos de succión25,29,35,39,51. Del mismo modo, establecen una
relación directa entre estos hábitos y el tipo de dentición que presentan los niños,
siendo más frecuente la deglución atípica y la respiración oral en sujetos con dentición
mixta, mientras que el uso prolongado del biberón y/o chupeta lo son en niños con
dentición temprana.
En dos de los estudios analizados, los investigadores exponen que los padres y los
docentes desconocen la relación entre estos hábitos y la maloclusión dentaria, siendo
incapaces de detectarlos, y, en consecuencia, de buscar ayuda para eliminarlos29,47.
Asimismo, los autores coinciden en la importancia de eliminar precozmente el hábito
nocivo (<6 años), lográndose incluso la autocorrección de la oclusión dentaria y el
equilibrio muscular del sistema orofacial29,30,31,34,39.
En efecto, Urzal V et al.34 refleja en su estudio que el tratamiento ortodóncico en
pacientes que presentan dentición temprana, mordida abierta y hábitos no fisiológicos
27
no está indicado, puesto que la mordida abierta puede decrecer antes de llegar a la
dentición mixta si se eliminan dichos hábitos.
El único estudio que hace referencia a la población con dentición permanente destaca
como factores de riesgo relacionados con el establecimiento o mantenimiento de una
maloclusión la pérdida de una o más piezas dentarias, el bruxismo y en último lugar la
onicofagia26.
En relación a la sintomatología clínica susceptible de rehabilitación logopédica que
presentan estos pacientes, la mayoría de los estudios vinculan la mordida abierta con la
deglución atípica y la respiración oral25,27,32,33,42,46,47,50,51. De igual manera, los estudios
que refieren pacientes con deglución atípica y mordida abierta también indican
alteraciones en la articulación de los fonemas dentales, labiodentales, alveolares y
palatales25,49,55.
Otros estudios resaltan la relación existente entre la mordida cruzada y la deglución
atípica27,32,36.
En general, los autores que evidencian la presencia de deglución atípica en pacientes
con maloclusiones definen una estética característica que puede provocar insatisfacción
en el paciente22,31,40,54,55.
Algunos autores defienden que las alteraciones miofuncionales por hábitos son
prevenibles, y no necesariamente van a requerir de tratamiento ortodóncico para su
corrección31,34,35. De igual forma, Blanco RV et al.54 sugiere que una temprana evaluación
e intervención logopédica podría evitar la instauración de patrones incorrectos o hábitos
nocivos que generasen anomalías en las estructuras del sistema orofacial.
No obstante, los estudios revisados que recogen evaluaciones morfológicas y
funcionales en pacientes con maloclusiones dentales indican que estas han sido
realizadas principalmente por odontólogos20,24-27,30,32,34,35,46,47,49,56.
Solo son cuatro los estudios que indican la participación del logopeda para evaluar a
los pacientes25,27,47,49, siendo únicamente dos de ellos expertos en terapia orofacial y
miofuncional. Este hecho se debe a la diferencia entre estudios, aquellos que incluyen a
logopedas no expertos en TOMF señalan una evaluación limitada a la articulación de los
sujetos y no a las funciones orofaciales.
28
En cuanto a los hábitos deformantes*, a pesar de estar indicados como factores de
riesgo ambiental en el desarrollo o mantenimiento de las maloclusiones, no todos los
investigadores los han tenido en cuenta en su evaluación24,32,47,56.
A lo largo de la revisión, solo los estudios de dos Santos Barraza RA et al.39 e Inagaki T et
al.40 reflejan la utilización de protocolos validados (AMIOFE y MBGR) para la evaluación
morfológica y funcional del aparato estomatognático.
Son pocos los estudios de investigación que señalan en qué consiste un programa de
rehabilitación logopédica miofuncional. Únicamente se limitan a razonar la necesidad
de incluir o no la TOMF en determinados pacientes con maloclusiones dentales, sin
indicar cuáles son las técnicas o ejercicios más acordes25,27,33,37,40,43,44,66,69,70. Por lo
contrario, algunos de los artículos sí exponen ejercicios miofuncionales adecuados en
estos pacientes3,31,54,57,61.
Solamente el estudio de Migliorucci RR et al.62 refleja un programa completo para la
rehabilitación orofacial y miofuncional.
Los estudios revisados que aluden la atención logopédica vinculada a la terapia orofacial
y miofuncional en combinación con el tratamiento ortodóncico, remiten una serie de
beneficios destacables: acortamiento del tratamiento ortodóncico por eliminación de
hábitos deformantes, restablecimiento del equilibrio muscular del sistema orofacial y
patrones funcionales y prevención de recaídas ortodóncicas33,37,40,43-45,61,62.
Algunos investigadores insisten en la colaboración familiar y la motivación del paciente
como necesidades imprescindibles para obtener buenos resultados de la TOMF33,37,55.
Los odontólogos utilizan en algunos pacientes aparatología ortodóncica que puede
repercutir en la aplicación de TOMF. Por ello, en el estudio de Klocke A et al.71 se recogen
las opiniones de 42 logopedas acerca de dicha aparatología.
Actualmente, también es frecuente en odontología el uso de dispositivos funcionales
como los empleados en los estudios de Alejo CM.65, Fukumoto A et al.66 y Ramírez-Yáñez
G et al.74 en el tratamiento de una maloclusión en edad infantil. Según Bernal K et al.75
los dispositivos de ortopedia funcional promueven la estimulación o inhibición muscular
* Hábitos de succión, onicofagia, bruxismo, chupete, biberón, morder objetos, lengua protráctil o interposición lingual.
29
y la eliminación y/o corrección de hábitos orofaciales, mejorando la relación
intermaxilar, y como consecuencia, posicionando correctamente las piezas dentarias. La
Clínica Dental Galván Lobo también indica el uso de Myobrace System en determinados
pacientes con maloclusión dental.
Finalmente, atendiendo al estudio de Freitas DA et al.76 donde se recoge una encuesta
sobre la necesidad de unir la Logopedia a la práctica clínica realizada por odontólogos
es importante señalar los siguientes datos:
- Los odontólogos confirman que algunas veces los pacientes sí necesitan atención
logopédica, siendo los motivos más frecuentes de remisión la mordida abierta y
la respiración oral.
- La mayoría de estos pacientes rara vez acuden al logopeda y las principales
razones por las que no asisten son económicas.
- Algunos odontólogos afirman que cuentan con un logopeda de confianza al que
remitir a sus pacientes.
- Mayoritariamente, los odontólogos aluden a que el logopeda no está presente
en el mismo grupo o lugar de trabajo.
Aún así, el 100% de los profesionales encuestados afirman la necesidad de unir estas
dos disciplinas en la práctica diaria.
Según la información obtenida del Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de
la 8ª Región, no consta la figura del logopeda dentro de las clínicas de Valladolid. No
obstante, admiten que algunos profesionales sí remiten a sus pacientes a un logopeda
de confianza. De igual manera, la Clínica Dental Galván Lobo coincide con algunos de
los datos expuestos en el estudio anterior, por lo que han considerado a bien contar con
un logopeda a la que remitir a sus pacientes y trabajar de manera coordinada.
30
7. CONCLUSIONES
Una vez finalizado este trabajo, las conclusiones extraídas son las siguientes:
1. La sintomatología que acompaña en numerosas ocasiones a los pacientes con
maloclusión es susceptible de un tratamiento logopédico, sin embargo, son
pocos los estudios que reflejan una intervención logopédica miofuncional en
estos pacientes.
2. La etiología de las maloclusiones dentales es de carácter multifactorial, pero
cada vez son más los estudios que señalan los hábitos orales nocivos como causa
de su origen, desarrollo o mantenimiento. A pesar de ello, los padres y/o
educadores no son capaces de identificarlos o estos no son tenidos en cuenta en
algunas actuaciones odontológicas, lo que limita una atención precoz y
adecuada.
3. La población infantil es la más propensa a desarrollar malos hábitos, pero
también la más beneficiada cuando se establece un tratamiento ajustado debido
a la capacidad de restablecimiento y orientación de su sistema estomatognático.
Este hecho incita a pensar en la necesidad de desarrollar programas de actuación
preventiva en la infancia.
4. Una correcta evaluación morfológica y funcional de la maloclusión es
imprescindible para establecer un diagnóstico preciso que permita plantear una
intervención individualizada y bien planificada entre varios profesionales:
odontólogos, otorrinolaringólogos, logopedas expertos en terapia orofacial y
miofuncional, etc. A pesar de ello, las evaluaciones y/o intervenciones en estos
pacientes no siempre son realizadas por diversos expertos lo que limita la
obtención de una visión global desde varios campos de actuación sobre una
patología tan compleja.
5. Algunos investigadores desestiman el tratamiento miofuncional en sus pacientes
debido a la inexistencia de pruebas que evidencien su eficacia. Es importante
señalar que las características individuales de cada sujeto muchas veces no
permiten generalizar el mismo tratamiento para un grupo, por lo que
mayoritariamente se encuentran estudios de caso.
31
6. De igual forma, el uso de protocolos validados en la evaluación de la morfología
y funcionalidad del aparato estomatognático no está muy extendido, a pesar de
ser una forma de conocer la evolución de cada paciente en el tratamiento
miofuncional.
7. El tratamiento combinado de ambas disciplinas resulta ser el más eficaz para
corregir los hábitos no fisiológicos y ciertas maloclusiones, lo que redunda en la
reducción del tiempo de tratamiento y un menor número de recidivas para
satisfacción del paciente.
32
8. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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35
9. ANEXOS
ANEXO I Componentes musculares de la región orofacial5-8. Músculos de la lengua
Músculos intrínsecos
Imagen obtenida en Marketing webs SEO S.L 2019. Anatomía Topográfica [Internet]. [citado 8 de May 2020]. Disponible en https://www.anatomiatopografica.com/7
Músculos extrínsecos Imagen obtenida en McFarland D. Atlas de anatomía en ortofonía. Barcelona: Elsevier-Masson; 2008.5
Músculos masticadores
Temporal
Pterigoideos
Masetero
Suprahioideos
Imágenes obtenidas en Portal editado por la Asociación Delegada en España de la Sociedad Europea de Anestesia Regional. Dolopedia [Internet]. [citado 8 May 2020]. Disponible en https://dolopedia.com/6
36
Músculos de los labios y las mejillas
Orbicular de los labios
Elevador propio del labio
superior
Músculo canino
Cigomático menor
Cigomático mayor
Risorio
Triangular de los labios
Buccinador
Cuadrado de los labios
Borla del mentón
Imágenes obtenidas en Contreras, V 2006-20017. Artnatomia [Internet]. [citado el 8 de Mayo 2020]. Disponible en http://www.artnatomia.net/uk/ 8
37
ANEXO II Nomenclatura anatómica dental18,19.
Para describir de forma exacta las caras de cada diente se comparará con una figura geométrica de seis caras. Cuatro de ellas paralelas a un eje longitudinal imaginario denominadas caras axiales. De esas cuatro caras, dos contactan con los dientes vecinos y se denominan proximales:
- Mesial: la más cercana a la línea media. - Distal: la cara opuesta a la mesial.
Las otras dos caras axiales se les denomina caras libres: - Labial/vestibular: la primera se encuentra en contacto con la mucosa interna de los labios y
se utiliza sólo para los dientes anteriores y la segunda se utiliza para nombrar los dientes posteriores, por estar en contacto con el vestíbulo.
- Lingual/palatina: las caras opuestas a las anteriores. La primera se utiliza para describir los dientes superiores e inferiores y la segunda solo para los dientes superiores.
Las otras dos caras del cubo son perpendiculares al eje longitudinal. - Cara incisal: en dientes superiores por ser la superficie dental que corta los alimentos - Cara oclusal: en dientes posteriores por ser la superficie dental que tritura los alimentos.
Información obtenida en Garza MT. Anatomía dental. Editorial El Manual Moderno; 2014.18
En el análisis de la oclusión se debe examinar la forma en que encajan los dientes en los 3 planos del espacio. En el plano anteroposterior encontramos el término resalte incisivo (overjet). Se denomina así a la distancia en sentido horizontal entre la cara lingual del incisivo central superior y la cara vestibular del inferior. Overjet normal: 2-3 mm. En el plano vertical encontramos el término overbite o sobremordida. Se denomina así a la distancia en sentido vertical entre los bordes incisales de los incisivos centrales superior e inferior. El overbite depende de la forma de la Curva de Spee, curva anatómica del borde oclusal de las piezas mandibulares. Overbite normal: <3mm
Información obtenida en Dr. Calderón Polanco. Cirugía oral y maxilofacial 2013. [Internet]. [citado 22 May 2020]. Disponible en http://calderonpolanco.com19
38
ANEXO III Estudios sobre la presencia de hábitos no fisiológicos en pacientes con maloclusión20,25,27,29,30,35,46.
Autor/Año Arzuaga AA et al. 201629 Carvajal J et al. 201430 López AB et al. 201327 Vallejo AP et al. 201135
Muestra N 150 263 101 368
Años 6-7 3-5 4-11 3-9 Sujetos que presentan maloclusión 91 sujetos (60,7%) 144 sujetos (54,7%) Toda la muestra 139 sujetos (37,71%)
Tipo de maloclusión -
PDA 14% PD:16%
Apiñamiento 24% MA 10% MPP 17%
Borde a borde 7% MC 7%
Clase I 18,8% Clase II 30,7% Clase III 50,5%
MA 9,1% MP 60,6%
Resalte aumentado 34,7% MCP 12,1%
Borde a borde 6,1%
MA 12,5% MC 17,9%
Resalte aumentado 28,8%
Sujetos que presentan hábitos no fisiológicos 124 sujetos (82,6%) 189 sujetos (71,8%) 87 sujetos (86,1%) 139 sujetos (37,71%)
Tipos de hábitos
Succión Digital 10,5% Digital 12% Labial 5%
Carrillos 4%
Succión de objetos12,9% Succión labial 7,9% Succión digital 4%
Digital 9%
Deglución atípica - 45% 78,2% -
Respiración oral 11,3% 48% 14,9% 41, 6%
Otros Uso de biberón 41,1%
Onicofagia 28,2% Empuje lingual 21%
Uso de chupete 8% Bruxismo 3%
Empuje lingual 78,2% Interposición lingual 8,9% Uso de chupete 83,7%
Abreviaturas: PDA (protrusión dentoalveolar), PD (protrusión dentaria), MA (mordida abierta), MPP (mordida profunda posterior), MC (mordida cruzada), MCP (mordida cruzada posterior), MP (mordida profunda).
39
ANEXO III Estudios sobre la presencia de hábitos no fisiológicos en pacientes con maloclusión (continuación).
Autor/Año Maciel CT et al. 200525 Solarte JS et al. 201146 Zapata-Dávalos H et al. 201420
Muestra N 130 439 154
Años 8-12 5-16 6-12
Sujetos que presentan maloclusión 108 sujetos (83%) 132 sujetos (30%) Todos
Tipo de maloclusión
MA con traspaso 33,8% MA sin traspaso 11,5%
Sobremordida 7,7% MCB 3,8% MCA 2,3% MCPI 2,3% MCPD 0,8%
MCA 9,6% MCPD 1,1% MCPI 1,6% MAA 10,3% MAPD 1,4% MAPI 2,1% MP 4,1%
Clase I 71,4% Clase II división 1 20,1% Clase II división 2 0,6%
Clase III 7,8% MAA 4,5% MP 29,9% MTU 0,6%
Sujetos que presentan hábitos no fisiológicos Toda la muestra 377 sujetos (85,8%) 91 sujetos (59%)
Tipos de hábitos
Succión Digital 12,3% Labial 1,6% Digital 1,6%
Digital 18,2% Labial 0,6%
Deglución atípica
52% con interposición lingual 29% contracción labial 48,5% 1,3%
Respiración oral 3% 4,6% 1,3%
Otros Uso de chupete 76,2% Uso de biberón 62%
Onicofagia 14,6% Morder objetos 8,4%
Onicofagia 25,3% Bruxismo 12,3%
Abreviaturas: N (tamaño de la muestra), MA (mordida abierta), MCB (Mordida cruzada bilateral), MCA (mordida cruzada anterior), MCPI (mordida cruzada posterior izquierda), MCPD (mordida cruzada posterior derecha), MAPD (mordida abierta posterior derecha) MAPI (mordida abierta posterior izquierda), MP (mordida profunda), MTU (mordida en tijera unilateral)
40
ANEXO IV Estudio sobre la evaluación realizada a pacientes con maloclusiones dentales20,24-27,29,30,32,34,35,46,47,49,56.
Autor/año Arzuaga AA et al. 201629 Carvajal J et al. 201430 Estupiñán DC et
al. 201226 Grabowski R et al. 200732 López AB et al. 201327 López OP et
al. 201756 Maciel CT et
al. 200525
Muestra N 150 263 104 3.041 101 176 130
Años 6-7 3-5 20-35 4-9 4-11 7-12 8-12
Evaluador/es Estomatólogo Odontólogo Odontólogo
Odontólogo
Odontólogo Logopeda experto en
TOMF Odontólogo
Odontólogo Logopeda experto en
TOMF
Evaluación
Morfológica Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
Funcional Respiración Respiración Respiración Deglución
Respiración Articulación
Deglución Respiración Deglución
Deglución Respiración Articulación
Hábitos deformantes
Biberón Onicofagia
Lengua protráctil
Succión digital
Interposición lingual/labial
Succión digital/labial/carrillos
Onicofagia Bruxismo Chupete
Bruxismo Onicofagia
Interposición lingual en
reposo
-
Empuje lingual Succión de
objetos/labial/lingual Interposición lingual
- Succión digital
Chupete Biberón
Abreviaturas: N (tamaño de la muestra), TOMF (Terapia orofacial y miofuncional)
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ANEXO IV Estudio sobre la evaluación realizada a pacientes con maloclusiones dentales (continuación).
Autor/año Ochoa MA et al. 201547
Pérez CM et al. 200149
Vallejo AP et al. 201135
Solarte JS et al. 201146 Urzal V et al. 201334 Vierna QJ.
200524 Zapata-Dávalos H
et al. 201420
Muestra
N 38 60 368 439 568 529 154
Años 6-10 8-12 3-9 5-16 3-12 9-50 6-12
Evaluador/es Odontólogo Logopeda
Odontólogo Logopeda Odontólogo Odontólogo Odontólogo Odontólogo Odontólogo
Evaluación
Morfológica Sí Sí Sí Sí Sí Sí Sí
Funcional Deglución Articulación
Deglución Respiración Articulación
Respiración
Deglución Respiración Masticación Articulación
- Deglución Deglución Respiración
Hábitos deformantes -
Onicofagia Lengua
protráctil Succión digital
Succión digital Chupete
Succión labial/digital Onicofagia
Morder objetos
Succión labial/lingual/mejillas
Onicofagia Morder
labios/mejillas Empuje lingual
-
Succión digital/labial Onicofagia Bruxismo
Abreviaturas: N (tamaño de la muestra).
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ANEXO V Ejemplos de ejercicios de rehabilitación miofuncional.
Músculo/s a rehabilitar
Ejercicios isométricos e isotónicos Músculo/s
implicados en el ejercicio
Músculos masticadores
Ejercicios con goma tubular (mordedores): se coloca un mordedor o tubo de goma sobre los molares, en un lado o en ambos. Después se realizarán series de contracción-relajación masticando el mordedor.
Temporal, masetero, pterigoideos y suprahioideos
Ejercicios a contrarresistencia: 1. Se coloca el puño bajo la barbilla del sujeto haciendo
fuerza hacia arriba. El paciente intentará abrir la boca a contrarresistencia.
2. El paciente mantiene la boca abierta y el logopeda sujeta el mentón con la mano. El paciente debe intentar cerrar la boca contrarresistencia.
3. El logopeda lateraliza la mandíbula del paciente. Este deberá intentar llevarla hacia el lado contrario contrarresistencia.
Se realizarán series de cada movimiento descrito.
1.Músculos suprahioideos. 2.Temporal, masetero y pterigoideos. 3. Pteriogideos
Praxias mandibulares Todos
Lengua
Desenroscar el elástico de ortodoncia: se coloca un elástico en el dorso lingual. Después, el paciente realizará movimientos de ensanchamiento y estrechamiento hasta desenroscar el elástico de su lengua.
Intrínsecos
Ejercicios a contrarresistencia: con la ayuda de un depresor lingual se solicita al paciente que realice movimientos linguales en todas las direcciones (elevar, descender, lateralizar, protruir) intentando vencer la resistencia que opone el depresor. Se realizarán series de cada movimiento descrito.
Extrínsecos
Praxias linguales. Movimientos de diadococinesia linguales: consiste en que el sujeto repita serie de logotomas o pseudopalabras con fonemas linguales anteriores, medios y posteriores.
Todos
Músculos de los labios y las mejillas
Pantalla oral: se coloca en el vestíbulo de la cavidad oral del paciente. Se solicita al paciente sellar los labios y después, el logopeda tracciona en dirección perpendicular a los labios de la anilla situada en el exterior de la pantalla.
Orbicular de los labios y buccinador.
Ejercicios contraresistencia: 1. El logopeda elonga las comisuras labiales del paciente
mientras este se oponer realizando la praxia del beso. 2. El logopeda introduce su dedo índice en la cara interna de
la cada comisura labial y realiza pinza con el pulgar. El paciente se opone realizando la praxia del beso.
3. El paciente succiona diferentes volúmenes de aire en una jeringa, mientras el logopeda realiza tracciones tirando del émbolo hacia fuera.
4. El paciente intenta hinchar las mejillas de aire mientras el logopeda ofrece una resistencia empujándolas hacia el interior.
Se realizarán series de cada movimiento descrito.
Orbicular de los labios y buccinador.
Movimientos de diadococinesia sonoras o logotomas con fonemas bilabiales y labiodentales. Praxias labiales y de buccinadores.
Todos
Fuente: elaboración propia.
43
ANEXO VI Materiales empleados en la rehabilitación miofuncional68.
La información ha sido obtenida en la web Neurotec C.B. 2020. [Internet]. [citado 28 May 2020]. Disponible en https://neurotec.es
Gomas tubulares
Son utilizados en los ejercicios de masticación. Pueden ser de distintas formas e incluso sabores para estimular la sensibilidad intraoral.
Pantalla oral
Dispositivo para eliminar hábitos nocivos como la succión digital y entrenar el orbicular de los labios y el complejo buccinador.
Elásticos de ortodoncia
Son utilizados en los ejercicios isométricos e isotónicos linguales y ayudan a posicionar la lengua en la región palatina durante el entrenamiento del correcto patrón de deglución.
Depresores de sabores
Son utilizados en los ejercicios isométricos e isotónicos linguales y labiales (sellado labial). Además, al ser de sabores y olores estimulan la senso-percepción.
Oral Motor Pro-Mini
Utensilio utilizado para estimular las zonas interiores de la cavidad oral (encías, paladar, lengua). Su superficie esta texturizada para asegurar estimulación táctil y sensorial.
Guía de posicionamiento lingual
Utensilio utilizado en el entrenamiento de un correcto patrón de deglución. Se coloca en la zona palatina y se compone de una tira de silicona con pequeños salientes en la región central que proporcionan un estímulo propioceptivo en la lengua.
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ANEXO VII Dispositivos de ortodoncia extraíbles65,72,73.
Dispositivo SN3 con arco de Eschler
utilizado en el estudio de Alejo CM en 2006 .
Dispositivo Hawley modificado utilizado en el
estudio de Pérez CM et al. en 2003.
Imagen obtenida en Alejo CM. Manejo de una mordida abierta anterior con deglución disfuncional mediante ortopedia funcional de los maxilares con SN3: Reporte de un caso. UstaSalud. 2006;5(1):64-76.65
Imagen obtenida en un blog de Colgate 2013. [Internet]. [citado 28 May 2020]. Disponible en https://www.proyectosonlineagencia.com/aplicacion-de-placa-hawley/72
Dispositivo T4K utilizado en el estudio de Ramírez-Yáñez G et al. en 2008.
1. Canales dentales y arcos labiales que guían los dientes en erupción para conseguir un alineamiento perfecto.
2. Lengüeta que entrena a la lengua para que se coloque en el paladar mejorando los hábitos miofuncionales.
3. Bumpers labiales encargados de desestimular la hiperactividad de los músculos labiales.
Imágenes obtenidas en Investigación Miofuncional CO. (MRC) 1989-2020. [Internet]. [citado el 28 de May 2020]. Disponible en http://spanish.myoresearch.com73