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FacultaddeCienciasSociales
POSGRADOEspecializacinengestinestratgicadelascomunicaciones
TeorasdelaComunicacinHumana
Libro:CulturaLibreLawrenceLessig
Profesor:RobertoMarafiotiAlumno:Violante,NstorSebastin
Email:[email protected]
Telfono:1559924708
Ao:2014
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NDICE
INTRODUCCIN.pg.3
PIRATERA...pg.4
CREADORES...pg.8
PIRATAS....pg.9
PROPIEDADpg.12
CONCENTRACINpg.18
CONCLUSIN.pg.23
EPLOGO..pg.24
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INTRODUCCIN
Como es de esperarse de un abogado, Lawrence Lessig escribe enmarcando en
contextos determinados, relatando situaciones similares aunque contrapuestas que
servirn como justificacin a su posterior planteo argumentativo con nimos de
persuasin. As, cada uno de los captulos comienza con uno o dos casos que permiten
introducirlacuestin.
Lessig abre su libro mencionando que su obra puede considerarse una obra
derivada de quienes fueron su principal inspiracin, tanto para el ttulo como para gran
partedelaargumentacin,RichardStallmanylaFundacindelSoftwareLibre.
El autor anuncia a sus lectores que centrar su discusin principalmente no en la
concentracin de poder producida por las concentraciones de la propiedad, sino en la
concentracin de poder producida por un cambio radical en el campo efectivo de accin
delasleyes.
Lessig entiende que las leyes estn cambiando y que ese cambio altera la forma
deconstruccindelacultura.
Tambin entiende que existe una confusin cuando se habla sobre cultura libre. El
dice una cultura libre no es una cultura sin propiedad no es una cultura en la que no se
paga a los artistas. Se refiere a esto ltimo como la anarqua, no la libertad. En
contraposicin expone que una cultura libre est llena de propiedad, est llena de reglas y
eselEstadoquienregulaqueseapliquenycumplan.
En un primer momento, y a modo de introduccin, Lessig plantea dos escenarios
diferentes que le permitirn crear un contexto a travs del cual su argumento ser
comprendidoporellectordeformacasinatural.
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El primer caso es el de los Causby. Los Causby eran granjeros de Carolina del
Norte que vean afectado su negocio a causa del vuelo de aeronaves militares que
volaban bajo. Entendiendo las leyes de la tradicin estadounidense de la poca en que
reconocan que el dueo de la tierra ostentaba derechos sobre su propiedad con todo lo
que haba por debajo y todo el espacio por encima los Causby presentaron una demanda
alegandoqueelgobiernoestabainvadiendosustierras.
El sentido comn se rebela ante esa idea. La posibilidad de tener aviones
conectando distintos puntos del mundo fue vista como ganancia pblica, por lo tanto, los
tribunalesnodejaronquesusinteresesprivadosinterfirieranconestelogro.
ElsegundocasotienequeverconEdwinHowardAmstrong,inventordelaFM.
AmstrongtrabajabaparalaRCA,actordominanteenelmercado.
Como este invento iba en contra de los intereses particulares de los dueos de las
cadenas de las emisoras de AM, entre ellos la RCA sta empez a utilizar su poder con
el gobierno para desbaratar los intentos de Amsotrong. Cada uno pujo por sus intereses,
Amstrong contra los esfuerzos de la RCA y la RCA resistiendo a las patentes de
Amstrong. Finalmente, cuando se vencan las patentes, la RCA ofreci al inventor una
compensacin que no le alcanzara ni para pagar sus abogados. En el ao 1954,
derrotadoyenbancarrota,Amstrongdecidesuicidarse.
Luego de estos dos casos presentados, el de los Causby y el de Amstrong, Lessig
concluye con la premisa de que con frecuencia los poderosos intereses influyen sobre el
gobiernopararecibirsuproteccin,amparadaenelbeneficiopblico.
En este caso, la RCA tena poder suficiente sortear el efecto de la evolucin de la
tecnologa.
El autor expone que este libro es sobre un efecto que internet tiene ms all de la
propia Internet, el efecto que tiene sobre la forma en que la cultura se produce. Su tesis
es que Internet ha inducido a un cambio que transformar radicalmente una tradicin tan
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viejacomonuestrarepblica.
Lessig hace una distincin entre Cultura Comercial, como aquella que se produce
para ser vendida y Cultura no comercial, el resto. Afirma que durante casi toda la historia
de nuestra tradicin, la cultura no comercial bsicamente no estaba sometida a
regulacin y las leyes slo se centraban en la creatividad comercial concediendo
derechosexclusivosaloscreadores.
Ahora se ha borrado esta divisin general entre lo libre y lo controlado. Internet ha
preparadodichaseparacindelmites
Lessig enuncia que cambiaron las formas habituales de cmo se crea y comparte
la cultura. Internet es quien hace posible la participacin en estos procesos. Estos
cambios amenazan a las industrias de contenidos asentadas en su poder. El autor
argumenta que estas industrias presionan para que aquellos que comparten contenidos
caigan en regulaciones impuestas por las leyes, convirtiendo a la cultura en menos libre
ymsdelpermiso.
El autor deja en claro que no est a favor de la piratera y que las leyes bien
afinadas deberan castigarla, aunque reconoce que, en alguna medida, esto estara
faltando a los valores importantes de su tradicin: construir libremente basndose en el
pasadoyprotegiendoaloscreadorestantodelestadocomodelcontrolprivado.
Lessig reafirma su posicin diciendo que lo que las leyes exigen es estpido y
que el sentido comn debera rebelarse contra las afirmaciones hechas sobre la
propiedadintelectual.
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El autor declara que la piratera y la propiedad establecern la tesis central de este
libro.
Mientras que internet ha producido algo fantstico y nuevo, nuestro gobierno, presionado
porlosgrandesmediosaudiovisuales,estdestruyendoalgomuyantiguo.
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PIRATERA
Lessig considera que el p2p (intercambio de ficheros entre iguales) es una de las
tecnologas ms eficaces de todas las tecnologas que internet permite. Sin embargo,
esta eficiencia no respeta las lneas tradicionales del copyright. Por lo tanto, expresa que
deberacontextualizarseestanocindepiratera.
El trabajo creativo tiene valor (...) Tomar de alguien algo con un valor sin su
permisoestmal,esunaformadepiratera.
Esta cuestin est presente en los debates actuales, es decir, si hay valor, hay
derecho. Cuenta Lessig que esta opinin es la que llev a ASCAP a demandar a las
Girls Scout por no pagar las canciones que cantaban en sus campamentos. El autor ve
que la propiedad intelectual est funcionando como instrumento y estn perdiendo de
vista el valor que promova el mismo. A partir del nacimiento de internet, el alcance natural
de la ley desapareci, la ley controla adems de la creatividad de creadores comerciales,
la de todos. El papel de la ley es cada vez menos apoyar a la creatividad, y cada vez ms
protegeraciertasindustriascontralacompetencia.
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CREADORES
El autor hace referencia a todas las historias que tom Disney y que volvi a contar
de una manera diferente, convirtindola en dibujos animados, con personajes y luz. l
consideraqueestetipodecreatividadeselquesedeberarecordarycelebrar.
Desde 1790 a 1978, el plazo medio de copyright nunca fue ms de 32 aos de
derecho exclusivo para controlar ciertos usos de la obra. Terminado el plazo, una obra
pasabaaldominiopblico.
Lessig se plantea la siguiente pregunta Hasta qu punto es libre nuestra cultura?
y ensaya una parcial respuesta: las culturas libres son culturas que dejan una gran parte
abierta para que se basen en ella las que no son libres, las culturas del permiso, dejan
mucho menos. La nuestra era una cultura libre. Se est convirtiendo en una que lo es en
muchomenorgrado.
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PIRATAS
El autor toma distintos ejemplos para afirmar que la industria de contenidos es una
historia de piratera. Cada uno de los sectores importantes de los grandes medios hoy
daelcine,losdiscos,laradioylatelevisinporcablenacideunaformadepiratera.
PIRATERA
Lessig considera que la piratera ms importante es la comercial, pero propone
antes,conocersunaturalezaunpocomejor.Paraellorealizalasiguienteclasificacin:
PirateraI
Es aquella en donde las empresas slo toman contenidos con copyright y otra
gente lo copia y lo vende sin permiso del dueo. Lessig considera a esta forma de
pirateracomopuraydura.
Intenta ensayar algunas disculpas argumentando que aquellos chinos que pueden
acceder a CDs estadounidenses a 50 centavos la copia, son aquellos que no los habran
comprado a 15 dlares, por lo cual concluye que nadie pierde. Por contra, dice que a los
extremistas les encanta decir que uno no se llevara un libro de una estantera de una
librera sin pagarlo a lo que Lessig contraargumenta que cuando eso sucede la librera
cuenta con un libro menos para vender. En cambio, cuando se toma un MP3 de una red
digital, no hay un CD menos para vender. Las reglas de la fsica de la piratera de lo
intangible son diferentes de la fsica de la piratera de lo tangible. Reconoce que este
argumento es muy flojo, pero que el copyright en s es un derecho de propiedad muy
especial. Igualmente explica que an siendo especial, es un derecho de propiedad, por lo
cualestmaltomarunapropiedadsinpermisodesupropietario.
Otra forma de intento por disculpar esta piratera es argumentando que hay veces
en que sta ayuda al dueo del copyright, como es en el caso de Microsoft, que sin la
piraterasaldraperdiendo.
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Sin embargo, Lessig dice que no toda la piratera est mal y que muchas formas
de piratera son tiles para producir nuevos contenidos o nuevos modelos de negocio.
ExplicaquehaydiferenciasentreHollywoodensusorgenesyelintercambiop2p.
PirateraII
El autor menciona a Napster como el primer sistema de intercambio entre iguales y
dice que si bien los tribunales los cerraron con rapidez, otros aparecieron para ocupar su
lugar. Estos sistemas permiten compartir archivos con una o veinte mil personas a la vez.
Es muy difcil, dice el autor, calcular el dao real que este sistema puede causar para los
dueosdelcopyright.
Lessigclasificacuatrotiposdecontenidosquesoncompartidosenestasredes:
a) Usan estas redes como sustituto de la compra de contenidos, es decir, usuarios que
descarganenlugardecomprar.
b) Hay quienes prueban el contenido antes de comprarlo. Al permitirse esto, un amigo
podra compartir el MP3 de un artista y este intercambio podra incrementar las ventas de
msica.
c) Hay quienes acceden a material con copyright que ya no est a la venta, por lo que el
daoeconmicoescero.
d) Hay quienes acceden a contenido que no tienen copyright o que el dueo del copyright
quiereregalar.
Se entiende que slo el tipo d) es legal, y desde el punto de vista econmico slo
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el tipo a) es perjudicial. Si bien el tipo b) es ilegal, puede resultar beneficioso. Y el tipo c)
tambin ilegal, pero bueno para la sociedad, muy parecido a las libreras o tiendas de
discosdesegundamano.
Dice Lessig que la tolerancia cero no ha sido la historia de su pas. No ha
producido la industria de los contenidos que hoy tienen, sino que la historia del derecho
estadounidensehasidounprocesodeequilibrio.
A lo largo de la historia, siempre, una nueva tecnologa cambi la forma en la que
se distribuan los contenidos, y en cada caso, el congreso permiti que la nueva
tecnologa se beneficiara del contenido producido antes. Equilibr los intereses
implicados.
Lessig manifiesta que los cambios que se producen en la tecnologa de internet, no
debera convertirse en un instrumento para robar a los artistas. Pero que las leyes
tampoco deberan convertirse en un instrumento para blindar una forma particular en la
quesepagaalosartistas.
Cuando alguien empieza a hablar de equilibrio, los guerreros del copyright recurren a un
argumento diferente: es nuestra propiedad y debera estar protegida igual que cualquier
otrapropiedad.
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PROPIEDAD
Lessig reconoce que los guerreros tienen razn, el copyright, aunque muy extrao,
esuntipodepropiedad.
Cuenta que JON ELSE ES, un cineasta conocido por sus documentales, trabaj en
un documental en el que l tambin estaba involucrado. Y que en una de sus
representaciones, Else estaba rodando a unos tramoyistas jugando a las damas, y que en
un rincn poda verse en la pantalla de un televisor, cuatro segundos de Los Simpsons. El
cineasta decidi llamar a la oficina de Matt Groening, el creador de Los Simpsons, para
obtener el permiso sobre los derechos de esos pocos segundos. Groening estaba
contento que saliera en la pelcula pero recomend contactar a Gracie Films, la compaa
que produce el programa. Gracie Films, tambin estuvo de acuerdo pero como tambin
queratenercuidadorecomendaronquecontactaraalaFoxlacasamatrizdeGracie.
Else cont que pasaron dos cosas: descubrir que Matt Groening no es dueo de su
propia creacin, o al menos que alguien (en la FOX) cree que no es dueo de su propia
creacin. Y la segunda, la FOX quera que se pagara una licencia de 10 mil dlares por
esoscuatrosegundos.
Cuando un abogado escucha esta historia lo primero que piensa es en uso justo.
El uso justo no requiere permiso de nadie, al menos en teora. La teora apoya la cultura
libre y la protege aislndola de la cultura del permiso, dice Lessig, pero en la prctica el
uso justo funciona de una forma muy diferente. La ley tiene el fin correcto la prctica ha
derrotadoaestefin.
La tecnologa posibilita hacer cosas asombrosas con facilidad pero no
legalmente con facilidad. Vivimos en una cultura de cortar y pegar hecha posible
gracias a la tecnologa. El autor menciona varios usos que puede hacerse de esta
tecnologa, como: para los msicos realizar mezclas de sonidos, los cineastas realizar
pelculas a partir de clips, etc. Pero dice que estas creaciones son tcnicamente ilegales,
incluso si los creadores quisieran ser legales, los costos de cumplir con las leyes, son
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prohibitivamentealtos.
Lessig, por contra, propone un sistema que podra facilitar a los creadores
posteriores,compensaralosartistassinabogadosdepormedio.
Lessig plantea las siguientes preguntas: Por qu ocurre que parte de nuestra
cultura que est registrada en los peridicos permanece accesible a perpetuidad,
mientras que la parte est registrada encinta, no? Cmo es que hemos creado un
mundo en el que los investigadores que intentan entender el efecto de los medios de
comunicacin de los EEUU del siglo XIX, lo tienen ms fcil que los investigadores que
intentan hacer lo mismo, con el siglo XX? Y contesta diciendo que esto es as debido a las
leyes. Estas no exigen que nadie guarde copias de los materiales del siglo XX. Por lo
tanto,nohayformadeencontrarlos,yaqulaclaveeselacceso,noelprecio.
Lessig afirma que cada ejemplo de propiedad creativa vive vidas diferentes. En la
primera, si el creador tiene suerte, los contenidos se venden. Cuando esta vida comercial
se termina, la tradicin siempre ha apoyado una segunda vida. Ejemplo de esto son los
peridicos, que al da siguiente se utilizan para envolver pescado, o llenar cajas con
regalos frgiles las libreras de segunda mano y las bibliotecas, le dan segunda vida a un
libro y esto es importante para la difusin y estabilidad de la cultura. En cambio, ni la
televisin,nielcine,lamsica,laradio,internet,tienegarantizadaunasegundavida.
La tecnologa de las artes digitales podra hacer realidad el sueo de la biblioteca
deAlejandraotravez.
As, la tecnologa ha eliminado los costes econmicos de construir un archivo
semejante.Peroloscostesdelosabogadospermanecen.
Lessig introduce en su relato a Jack Valenti, presidente de la Asociacin del cine
de los Estados Unidos (MPAA). La organizacin representa adems de cineastas a
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productoresydistribuidorasdeentretenimientovatelevisin,videoycable.
Valenti, testimone ante el congreso lo siguiente los dueos de la propiedad
creativa deben recibir los mismos derechos y protecciones que los dems dueos de una
propiedad tienen en este pas. Lessig desestima esta afirmacin argumentando que sus
opiniones no tienen ninguna conexin razonable con la verdadera tradicin legal de
Estados Unidos. El autor discute que si los dueos de la propiedad creativa recibieran los
mismos derechos que los dems dueos de una propiedad, eso supondra un cambio
radicalmenteindeseableensutradicin.
Los dos objetivos de en este tramo del libro, declarados por el autor, son:
convencernos de que la afirmacin de Valenti est equivocada, ya que rechaza la historia
de Estados Unidos, dado que los dos tipos de propiedades nunca deberan ser iguales,
ya que la creatividad depende de que los dueos de la creatividad no lleguen a tener un
control perfecto. Una sociedad que defiende los ideales de la cultura libre debe preservar
precisamentelaoportunidaddequelanuevacreatividadamanecealavieja.
Por otro lado, la misma Constitucin, se refiere de manera muy diferente sobre lo
queValentillamapropiedadcreativa.
Aqu se ve claramente que la Constitucin declara que hay dos formas de
propiedad a la que no se le van a conceder los mismos derechos: la Constitucin exige
que, despus de un tiempo limitado, el Congreso recobre el derecho que ha conseguido
y que libere la propiedad creativa incorporndola al dominio pblico. En cambio, la
misma Constitucin que exige compensaciones por tus tierras exige que pierdas tus
derechosalapropiedadcreativasinningunacompensacinenabsoluto.
Por qu los padres de la Constitucin (...) rechazaron la idea que la propiedad
creativa haba de recibir los mismos derechos que todas las otras formas de propiedad?
Porquexigieronquehubieraundominiopblicoparalapropiedadcreativa?.
Lessig intenta responder a esta cuestin entendiendo que en tiempo de
Hollywood hay un equilibrio entre las leyes, las normas, el mercado, y la arquitectura las
leyes limitan la capacidad de copiar y compartir contenidos, al imponer penas aquellos
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que copian y comparten contenidos. Esas penas estn reforzadas por tecnologas que
dificultan hacer copias y compartir contenidos (la arquitectura) y encarecen copiar y
compartir contenidos (el mercado). En todo esto aparece internet y tecnologas como el
MP3 y el intercambio p2p. Esas restricciones de la arquitectura cambian drsticamente
comotambinlasrestriccionesdelmercado.
A lo que los guerreros responden que la tecnologa ha cambiado y que se ha
perdidoelequilibroenlaproteccindelosderechosdelosdueosdecopyright.
Dice Lessig que cuando la industria le pide al Congreso que acte imponiendo
cargas a las libertades de expresin y a la creatividad, los legisladores deben tener
especial cautela. Lessig sintetiza para matar un mosquito, estamos esparciendo DDT
con consecuencias para la cultura libre que sern mucho ms devastadoras que el que se
escapeestemosquito.
Lessig se remonta a los principios de las leyes de copyright, afirmando que
Estados Unidos copi las leyes inglesas de copyright y las mejor. El artculo I, seccin 8,
clusula 8, establece que: el Congreso tiene el poder para promover el progreso de las
Ciencias y las Artes tiles, asegurndoles por tiempo limitado a los autores e inventores
los derechos exclusivos sobre sus escritos y descubrimientos respectivamente. Lessig
propone llamarla clusula el progreso. Luego realiza un recorrido sobre la duracin que
otorganlasleyes.
En 1790 el Congreso promulg la primera ley del copyright, y asegur ese copyright por
catorce aos. Si el autor estaba vivo, al final de esos catorce aos, podra renovar por
otroscatorceaosms.Sino,pasabaaldominiopblico.
En 1831, el plazo se increment de un mximo de veintiocho aos a un mximo de
cuarentaydos.
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En 1909, el Congreso extendi el plazo de renovacin de catorce aos a veintiocho
aos,marcandountrminomximodecincuentayseis.
Desde 1962, el Congreso ha iniciado una prctica que ha definido las Leyes del
copyright desde entonces. En lo ltimos catorce aos, el Congreso ha extendido los
trminosdeloscopyrightsyaexistentesonceveces.
En1976.elCongresoextenditodosloscopyrightsendiecinueveaos.
En 1998 con la Ley de Extensin del Plazo del Copyright de Sonny Bono, el Congreso
extendielplazodeloscopyrightsyaexistentesenveinteaos.
Luego, en 1992, todas las obras que an tenan copyrights recibiran el mximo
plazo entonces disponible: noventa y cinco aos. Estos cambios hacen pensar a Lessig
que las leyes estadounidenses ya no tenan una forma de asegurar que las obras que ya
noeranexplotadaspasasenaldominiopblico.
Tambin analiza el alcance de la ley y la arquitectura. Mientras que antes slo
regulaba a los editores, hoy lo hacen tambin con los usuarios y los actores. Antes de
internet, si comprabas un libro y lo leas diez veces, no haba ningn argumento con visos
de probabilidad relacionado con el copyright de que el dueo del copyright pudiera
ofrecer para controlar el uso de su libro. Si ahora lees un libro diez veces y la licencia dice
que lo puedes leer slo cinco, entonces cada vez que lees el libro (o un aparte de l),
despus de la quinta vez, ests haciendo una copia del libre en contra de los deseos del
dueodelcopyright.
Permitir que la tecnologa haga efectivo el control del copyright significa que el
control del copyright ya no est definido por una poltica equilibrada. El control del
copyright es simplemente lo que escogen los dueos privados. En algunos contextos, al
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menos, este hecho es inofensivo, pero en otros es una receta para el desastre. Dice esto
porque considera que la ley del copyright es extremadamente eficiente. Las penas son
severasyelprocesoesrpido.
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CONCENTRACIN
Lessig afirma que la duracin del copyright se ha triplicado en los ltimos treinta
aos pero dice, sin embargo, que estos cambios no importaran demasiado si no fuera
por un cambio ms que tambin hay que considerar: la concentracin e integracin de los
medios audiovisuales. Estos son de dos tipos: la magnitud de la concentracin y su
naturaleza.
Habla del patrn de Murdoch, que es el patrn de los medios modernos, no slo
grandes compaas que poseen muchas emisoras de radio, sino unas pocas compaas
que poseen tantas formas de medios audiovisuales como sea posible. Si un puado de
compaas controla el acceso a los medios, y si ese puado de compaas decide qu
posiciones polticas va a permitir que se promuevan en sus canales, entonces la
concentracin importa de una manera obvia e importante. Puede que te importe la
postura que escoge este puado de compaas. Pero no debera gustarte un mundo en el
que meramente unos pocos logran decidir de qu temas los dems vamos a lograr
enterarnos.
Lessig plantea si se debera redefinir el trmino propiedad ya que el poder de la
tecnologapuedesuplantarelcontroldelaley.
El autor nota que el poder del copyright ha crecido mucho en un corto perodo de
tiempo, y los grupos de presin han impulsado mayor control por parte de los dueos del
copyright.
Lessig concluye con asombro que nunca en la historia de Estados Unidos ha
tenido menos gente el derecho legal de controlar en un grado mayor el desarrollo de la
culturaquehoy.
Tampoco nunca el copyright ha protegido una gama tan amplia de derechos.
Lessig afirma que la sumatoria entre la ley, la tecnologa y el mercado, estn convirtiendo
a la ms significativa regulacin de la cultura que la sociedad libre ha conocido. Ahora la
ley regula tanto la creatividad comercial o no, transformadora o no con las mismas
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reglasdiseadaspararegularaloseditorescomerciales.
La oportunidad de crear y transformar queda debilitada en un mundo en que la
creacinrequierepedirpermisoylacreatividadtienenqueconsultarconsuabogado.
DAOS
Hasta este punto Lessig utiliz las anteriores lneas para describir las
consecuenciasparalaculturalibre.Apartirdeahorabuscarestablecerunadiscusin.
Por un lado, la limitacin que tienen los creadores: no entiende cmo una multa por
descargarse dos canciones de internet, es mayor que la multa para un mdico que
negligentemente haga una matanza con un paciente. Por otro lado, la limitacin que tienen
los innovadores. Si la innovacin se ve constantemente obstaculizada por estas
responsabilidades legales, dudosas e ilimitadas, tendremos una innovacin mucho
menos viva y mucha menos creatividad. Camino a la construccin de una cultura de
permiso.Unaculturaenlaquelacapacidaddecrearexigeunallamadaatuabogado.
Lessig insiste con este tema El exceso de regulacin ahoga la creatividad, asfixia
la innovacin. Les da a los dinosaurios derecho a veto sobre el futuro. Desperdicia la
extraordinaria oportunidad para una creatividad democrtica que la tecnologa digital
haceposible.
Elautorveestocomounaguerra,unaguerradeprohibicin.
Segn The New York Times cuarenta y tres millones de estadounidenses
descargaron msica en mayo de 2002. Segn la RIAA son cuarenta y tres millones de
estadounidensescometiendoundelito.
Lessig cree que hay una manera de asegurar que se pague a los artistas sin
convertir en criminales a cuarenta y tres millones de personas, pero esta idea llevara a un
mercado muy diferente. Aquellos pocos con poder, quienes controlan hoy da la inmensa
mayora de la distribucin de contenidos en el mundo, ya no ejerceran esta forma extrema
decontrol.
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Cuando entre cuarenta y sesenta millones de estadounidenses son considerados
criminales bajo las leyes, Lessig se pregunta Quin es el malo? Los estadounidenses
olaley?.
EQUILIBRIO
Cuenta Lessig sobre una historia sobre Eric Eldred, un programador jubilado, que
construy una biblioteca de obras en el dominio pblico, escaneando estas obras y
ponindolas a disposicin general de forma gratuita. EN 1998 se anunci que el libro de
poemas New Hampshire de Robert Frost iba a pasar al dominio pblico. Eldred quera
publicarlo en su biblioteca pblica, libre y gratuita, hasta que el Congreso, una vez ms,
volvi a extender los plazos para los copyrights ya existentes, esta vez, por veinte aos
(LeydeSonnyBono).
Eldred decidi enfrentarse a esta ley, y Lessig se involucr en la batalla como
especialista en derecho constitucional, sobre todo, porque en los ltimos cuarenta aos el
Congresotomcomocostumbreextenderesosplazosdelaproteccindelcopyright.
De alguna manera, Lessig, que hasta este momento se enfoc en describir las
situaciones adoptadas por el Congreso, se dispone a, de alguna forma, denunciar la
situacin existente denunciando que el Congreso saba que los dueos del copyright
estaran dispuestos a pagar grandes cantidades de dinero para conseguir que se
extendieran los plazos de su copyright. Y por tanto, el Congreso, est encantado de dejar
quesuchollosigaysiga.
Eldred no apoyaba la piratera, sino todo lo contrario, luchaba contra un tipo de
piratera, la piratera contra el dominio pblico. Los copyrights no han expirado, y no
expirarn,entantoqueelCongresosealibredevenderseparaextenderlos.
Lessig afirma que los plazos no son el nico problema sino tambin saber quines
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sonlosdueosdeloscopyrights,dadoyaquenohayunalistadedueos.
Por todo esto, dice Lessig que el copyright en lugar de ser un motor para la libre
expresin,esunfreno.
En 1999 presentaron una demanda en nombre de Eric Eldred, pidiendo al tribunal
la declaracin de inconstitucional a la ley de Extensin del Plazo del Copyright de Sonny
Bono. Dos eran los alegatos centrales: (1) extender los plazos violaba el requisito de un
tiempo limitado de la Constitucin, y (2) extender los plazos por otros veinte aos violaba
laprimeraenmienda.
Eltribunalrechazlapeticinyelcasoseperdi.
Tiempo ms tarde, Lessig escribi un artculo de opinin que fue publicado por The
New York Times, en el cual propona una solucin: Cincuenta aos despus de la
publicacin de una obra, al dueo se le exigira que registrara la obra y pagara una
pequea tarifa. Si pagaba esa tarifa, obtena el beneficio del plazo completo del copyright.
Sinolohaca,laobrapasabaaldominiopblico.AestolollamamoslaLeydeEldred.
Muchos reconocieron los beneficios del requisito del registro, ya que una de las
cosasmsdifcilesesencontraraldueoactualdelcopyright.
En este punto Lessig retoma las dos historias que cont al principio del libro para
analizar la forma en que la ley reacciona a los cambios tecnolgicos. En una prevaleca el
sentido comn. En la otra quedaba a un lado. La diferencia entre las dos historias era el
poder de la oposicin la que luchaba por defender el status quo. En ambos casos, la
nueva tecnologa amenazaba intereses viejos. Pero slo en un caso tenan esos intereses
elpoderparaprotegersecontraestanuevaamenazadecompetencia.
El autor concluye el captulo reclamando que cuando la cuestin es la piratera o el
intercambio p2p, se entiende por qu la ley todava respalda a los propietarios. Pero
cuando la cuestin son los plazos del copyright para compaas como Walt Disney,
todavaesposiblecomprenderporqulasleyesfavorecenaHollywood.
El esfuerzo para bloquear la ley de Eldred es un esfuerzo para asegurar que el
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dominio pblico nunca ser competencia, que no habr ningn uso de contenidos que no
est comercialmente controlado, y que no habr ningn uso comercial de contenidos que
no exija su permiso primero. El grupo de presin ms poderoso tiene como su objetivo,
no la proteccin de la propiedad, sino el rechazo de una tradicin. Su meta no es
simplemente proteger lo que es suyo. Su meta es asegurarse de que todo lo que hay es
suyo.Laconsecuenciasercadavezmsunasociedaddelpermiso.
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CONCLUSIN
Lessig utiliza este tramo final del libro para presentar un proyecto que resulta muy
controvertido para los grupos de presin: el cdigo abierto y el software libre. Comenta
que muchos gobiernos han empezado a utilizar cdigo abierto o software libre, en vez de
software propietario. A su vez, comenta que apoyar el cdigo abierto y el software libre
noesoponersealcopyright,yaquenoessoftwareeneldominiopblico.
El autor compara esta nueva situacin de regulacin con una semejante: el
feudalismo, donde la propiedad est en manos de un nmero relativamente pequeo de
individuos y entidades y donde el sistema, se aseguraba que los propietarios dentro de
ese sistema, no debilitaran el feudalismo, liberando gente o propiedad, al pasarla al
control del libre mercado. El feudalismo dependa del mximo control y concentracin.
Combaticualquierlibertadquepudierainterferirconesecontrol.
Plantea que la sociedad de la informacin est necesitando tomar una decisin, si
ser libre o ser feudal. Lessig deja ver su pesimismo con la conviccin de que la
tendenciaeshaciaelfeudalismo.
Concluye Lessig: algunos comienzan a entender que esta libertad no significa
anarqua. Podemos llevar una cultura libre con nosotros al siglo XXI sin que los artistas
pierdan y sin que el potencial de la cultura digital, sea destruda. El sentido comn debe
rebelarse.Debeactuarparaliberarlacultura.Pronto.
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EPLOGO
Dice Lessig que el sentido comn est en contra de los guerreros del copyright y
que el error es excluir el punto medio. Hay dos extremos en el debate: Todos los
DerechosReservadosNingnDerechoReservado.
Con el nacimiento de internet hubo una reaccin por parte de los dueos del
copyright. Hasta ese momento, en internet los contenidos eran tomados sin que
importaran los derechos: el mundo de cortar y pegar. Lessig argumenta que para que
esto no se convierta en el mundo de Consigue permiso para cortar y pegar, necesitamos
una forma de restaurar una serie de libertades que antes se podan dar por sentadas. Una
manera de respetar el copyright pero que posibilite que los creadores liberen contenido
delamaneraquelesparezcamsapropiada.
Lessig habla de reconstruir la cultura libre e introduce el concepto Creative
Commons: una corporacin sin nimo de lucro y cuya meta es construir una capa de
copyright razonable por encima de los extremos que reinan hoy da, simplificando la forma
en que los creadores determinan los grados de libertad que otros tienen a la hora de
tomar y construir sobre sus obras. Licencias descritas en esquemas claros. Que funcionan
sinintermediariosniabogados.
Estos son los primeros pasos para reconstruir un dominio pblico, no son meros
argumentosyaestnenaccin.
Creative Commons es solamente un ejemplo de los esfuerzos voluntarios por
parte de individuos y creadores para cambiar la mezcla de derechos que ahora gobierna
elcampodelacreacin.Elproyectonocompiteconelcopyrightlocomplementa.
Su meta no es derrotar los derechos de los autores, sino facilitarles a los autores y
creadoreselejercersusderechosconmayorflexibilidadyamenorprecio.
ResumiendolapropuestaqueLessigpropone:
Internet est en transicin. No deberamos andar regulando una tecnologa en transicin.
Deberamos, por contra, andar regulando maneras de minimizar los daos a los intereses
afectados por este cambio tecnolgico, al tiempo que permitimos y animamos la
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tecnologamseficientequepodamoscrear.
Lessig reconoce que gran parte de este libro es una crtica a los abogados, o al papel que
tienen en este debate. La crtica es hacia la profesin que ha llegado a sintonizar
demasiadoconlosclientesquesiempretienenideasfirmessobreelmundo.
Lessig enuncia que la torpeza y la arbitrariedad por parte de los abogados, en un
sistemaendondeserequiereunalaborcuidadosaestterminandoconlatradicin.
Concluye finalmente: las leyes deberan regular ciertas reas de la cultura pero
deberaregularlaculturasolamentealldondelaregulacinproducealgobueno.
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