Download - tema 1
Música Litúrgica
Taller:
DEMUSLI
I. La músicaLa música y el canto
Música para DiosLos estilos musicales en la Iglesia
II. La liturgiaQué es la liturgia y quién la lleva a cabo
Las diversas celebraciones litúrgicas
III. El ministerioEl sacerdocio bautismal
El ministro ordenado (Ministerio sacerdotal)Los ministerios laicales y el ministro de canto
IV. La EucaristíaTres grados de participación musical
Los diversos cantos de la Eucaristía (la música en la Eucaristía)Los tiempos litúrgicos
V. La espiritualidad del ministro de música litúrgicaExpresión de Fe
Expresión de Conversión (renuncia al mundo)Expresión de Encuentro Redentor con Cristo
Expresión de ContemplaciónExpresión de la Comunión
Música litúrgica
La música
Tema I:
1. La música y el canto
Desde tiempos remotos, el hombre ha expresado sus sentimientos
y emociones mediante diferentes manifestaciones, tales como el canto
y la música.
Las pinturas rupestres y las esculturas del período antiguo nos dan una
referencia de cómo pudo haber sido la música en aquel tiempo.
Es importante hacer notar que la música
como tal, se origina con el canto y se define como emoción
expresada.
La Música se origina, entonces, de la necesidad
de transmitir un mensaje
Dos grandes rubros: el canto y la música.
Todo canto es música, pero no toda la música es cantada.
Al canto la enriquecen las palabras que se dicen, pues resulta más sencillo
transmitir un mensaje. La música puede tener muchas sonoridades
y gran riqueza rítmica, pero siempre necesitará el complemento del canto.
2. Música para Dios
Dedicar la música a nuestro Dios, implica una responsabilidad muy especial.
Es necesario comprender la importancia de componer y cantar a
Dios una música diferente de la música pagana.
Quienes creemos en Cristo, reconocemos que Él es enviado del Padre para
salvarnos de la muerte y del pecado, mediante su pasión, muerte y
resurrección. Reconocemos que ha formado la Iglesia
por la efusión del Espíritu Santo (cfr. Catecismo de la Iglesia Católica 1076), en
la cual está presente Cristo y hace presente su obra de salvación.
La música en la Iglesia, por lo tanto, siempre hará referencia
a este Misterio Pascual de salvación y buscará cumplir el mandato del Señor: “Id, pues,, y haced discípulos a todas las gentes, bautizándolas en el
nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo” (Mt 28, 19).
La Iglesia ha continuado esta tradición: “recitad entre vosotros, salmos,
himnos y cánticos inspirados; cantad y
salmodiad en vuestro corazón al Señor” (Ef 5,
19).
Por supuesto, aquí aparece una vez
más la importancia de transmitir un
mensaje.
Ya en el antiguo testamento, la tribu de Leví, recibió el encargo
de ejercer un servicio de cantores “ante la Morada
de la Tienda del Encuentro…” y “cumplían su servicio conforme a su
reglamento” (1 Cro 6, 17)
Ahora bien, existen algunos documentos que refieren a la importancia del canto y los
cantores en las comunidades primitivas, tal es el caso de la peregrina Egeria, que en su
itinerario refiere a los “pisinni” grupo numeroso de niños que responden al Kyrie eleison, al
final del lucernare.
La estructura de las celebraciones primitivas estaba constituida por himnos, salmos,
antífonas y oraciones.
Nos vamos, pues acercando poco a poco al tema que nos ocupa. La música para Dios
supone nuestro conocimiento y nuestra preparación.
Hablemos de la Música en nuestra Iglesia actual.
3. Estilos musicales en la Iglesia
La vida de fe a que hemos hecho
referencia, implica una constante
glorificación a Dios y un testimonio y
anuncio a los demás.
Estas dos grandes áreas delinean los estilos musicales
en la Iglesia.
Desde las primeras comunidades, los cristianos se reunían para celebrar la fracción del pan y
compartir la oración (Hch. 2, 42). La celebración del Misterio Pascual del Señor se lleva a cabo mediante la Liturgia. El canto utilizado en dicha liturgia, es el que conocemos como
Canto litúrgico. Su fuente es principalmente la Sagrada Escritura
y los textos litúrgicos
Por otro lado, el canto religioso, constituye otro
estilo musical.Podemos llamar religioso,
todo aquel canto que no se utiliza para la liturgia, es de tema cristológico, mariano,
eclesial, de mensaje, de animación, etcétera.