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BE BENEMÉRITA UNVERSIDAD AUTÓNOMA DE
PUEBLA
FACULTAD DE ECONOMÍA
CENTRO DE ESTUDIOS DEL DESARROLLO
ECONÓMICO Y SOCIAL
MAESTRÍA EN DESARROLLO ECONÓMICO Y
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
“MOVIMIENTOS SOCIALES EN LA LUCHA POR
LA TIERRA Y EL TERRITORIO, RESISTENCIAS Y
NUEVOS IMAGINARIOS EMANCIPATORIOS: EL
CASO DE EHNE-BIZKAIA”
T E S I S
QUE PARA LA OBTENCIÓN DEL GRADO DE
MAESTRA EN DESARROLLO ECONÓMICO Y
COOPERACIÓN INTERNACIONAL
P R E S E N T A
ANA LLUVIA GARCÍA VILCHIS
ASESORA
DRA. SUSANA EDITH RAPPO MIGUEZ
PUEBLA, PUE. NOVIEMBRE, 2014.
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ÍNDICE
RESUMEN ....................................................................................................................... 5
PALABRAS CLAVE ........................................................................................................ 6
PRESENTACIÓN GENERAL DE LA TESIS. LA MIRADA DE QUIEN ESCRIBE ............. 6
CAPITULO I. ASPECTOS DEL MARCO TEÓRICO REFERENCIAL Y EL PROCESO DE
INVESTIGACIÓN ........................................................................................................... 12
1. MARCO TEÓRICO..................................................................................................... 12
1.1 INTRODUCCIÓN ..................................................................................................... 12
1.2 JUSTIFICACIÓN ...................................................................................................... 15
1.3 OBJETIVOS ............................................................................................................. 17
1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN ......................................................................... 17
1.5 PROBLEMA ............................................................................................................. 18
1.6 METODOLOGÍA. UNA PROPUESTA TEÓRICO/PRÁCTICA: PRODUCCIONES
NARRATIVAS ................................................................................................................ 19
1.7 EL RECORRIDO INVESTIGATIVO........................................................................... 27
CAPITULO II. LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA BUSQUEDA DE NUEVOS
IMAGINARIOS EMANCIPATORIOS .............................................................................. 34
2. DE DONDE PARTIMOS ............................................................................................. 34
2.1 CONSIDERACIONES TEÓRICAS. UN RECORRIDO ANALÍTICO DEL ESTUDIO DE
LOS MOVIMIENTOS SOCIALES ................................................................................... 38
2.1.1 EL CAPITALISMO Y SU MODUS OPERANDI ....................................................... 38
2.1.2 LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES: LA DOCTRINA ECONÓMICA ......................... 43
2.2 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES: ALGUNAS PRECISIONES TEÓRICAS ................ 45
2.3 MOVIMIENTOS SOCIALES: LA PRAXIS DE LAS UTOPÍAS .................................... 54
2.4 TERRITORIO EL LOCUS DE LA SOCIEDAD ........................................................... 62
2.4.1 LA DISPUTA DEL TERRITORIO DESDE LA ÓPTICA DE LA ECONOMÍA POLÍTICA
...................................................................................................................................... 65
2.4.2 LOS SUJETOS SOCIALES EN LA LUCHA POR EL TERRITORIO DESDE LA
NARRATIVA DE EHNE BIZKAIA .................................................................................... 67
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CAPITULO III LA LUCHA POR LA TIERRA Y EL TERRITORIO: EL CASO DE EHNE-
BIZKAIA ........................................................................................................................ 76
3. EL MOVIMIENTO CAMPESINO VASCO: EL CASO DE EHNE BIZKAIA ..................... 76
3.1 ESCENARIO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO ............................................................ 76
3.1.1 LA INSIGNIA DEL NACIONALISMO VASCO ......................................................... 79
3.1.2 EL NACIONALISMO VASCO ................................................................................. 80
3.1.3 LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO NACIONALISTA VASCO (PNV) .......................... 83
3.1.5 EL SURGIMIENTO DE LA ETA Y LA CREACIÓN DEL NUEVO NACIONALISMOS
VASCO .......................................................................................................................... 85
3.1.6 EUSKAL HERRIA: UN PUEBLO EN PIE DE LUCHA ............................................. 92
3.2 NARRATIVA DE LA LUCHA Y RESISTENCIA DE EHNE BIZKAIA ........................... 95
3.2.1 DE SINDICATO A MOVIMIENTO ........................................................................ 103
3.2.2 SINDICALISMO Y ESTRATEGIAS DE ALIANZAS COMO MOVIMIENTO ............ 105
3.2.3 LA PARTICIPACIÓN DE EHNE VIZKAIA EN OTRAS ORGANIZACIONES
AGRARIAS .................................................................................................................. 106
3.2.4 CAMINOS PARA AVANZAR HACIA UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE Y SOCIAL
.................................................................................................................................... 110
3.2.5 LAS LUCHAS DE EHNE: LA SOBERANÍA ALIMENTARIA COMO PROPUESTA A
OTRA AGRICULTURA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD .............................................. 113
3.2.6 CONSTRUYENDO EL CONCEPTO: SOBERANÍA ALIMENTARIA ...................... 115
3.2.7 ALGUNAS CONCLUSIONES DEL MOVIMIENTO CAMPESINO VASCO EHNE-
BIZKAIA ....................................................................................................................... 117
4. CONCLUSIÓN ......................................................................................................... 120
BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................... 126
ANEXOS: .................................................................................................................... 130
SIGLAS ....................................................................................................................... 130
ENTREVISTAS ............................................................................................................ 132
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"Sean capaces siempre de sentir, en lo más hondo, cualquier injusticia realizada contra
cualquiera, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda del revolucionario"
— Ernesto Che Guevara
AGRADECIMIENTOS Y DEDICATORIAS
Agradezco y dedico esta tesis al impulso y apoyo de mis padres, mis hermanos,
de mi compañero, profesores y mis amigos. Así mismo dedico y agradezco a
aquellos hombres y mujeres dignos, rebeldes y soñadores que lucharon, luchan y
lucharán por un mundo más justo.
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RESUMEN
El presente texto es una propuesta analítica o invitación a mirar, interpretar y
posicionarse respecto a las realidades construidas por los Movimientos Sociales a
partir de las Producciones Narrativas, una propuesta epistemológica que explica
desde que ángulo y perspectivas construimos el estudio y comprensión de los
movimientos sociales en general y del estudio de caso.
Este trabajo tiene por objetivo analizar la lucha por la tierra y el territorio desde la
narrativa de Euskal Herriko Nekaziaren Elkartasuna (EHNE) Bizkaia. Se compone
de tres capítulos, en el primero se propone asumir a los movimientos sociales
emancipatorios como sujetos de estudio, no como objetos, por esta razón se
plantea el uso de la metodología de producciones narrativas; en este apartado se
hace un énfasis especial en la necesidad de que sean los sujetos en colectivo
quienes construyan el conocimiento acerca de sus propios procesos. En el
segundo capítulo se hace una contextualización del problema, se realiza una
aproximación teórica a los movimientos sociales, sus orígenes, motivaciones y
definiciones. Como resultado de las contradicciones presentes en el capitalismo y
sus formas múltiples de dominación, se identifica al capitalismo en su fase
neoliberal como responsable del surgimiento y aumento de los movimientos
sociales emancipatorios en tiempos recientes, por otra parte, al conjuntar las
explicaciones teóricas con las narrativas de los movimientos sociales,
identificamos al territorio como un importante factor en disputa entre el capital y los
movimientos sociales emancipatorios. En el tercer capítulo realizamos una
aproximación a la producción narrativa de EHNE Bizkaia, donde incorporamos
elementos extraídos directamente del trabajo de campo con miembros del
sindicado EHNE Bizkaia y elementos teóricos que reafirman la narrativa de los
protagonistas. Finalmente brindamos conclusiones que reafirman la importancia
del territorio en la construcción de nuevos horizontes emancipatorios.
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PALABRAS CLAVE
Territorio, Producciones Narrativas, Movimientos Sociales, Emancipación,
neoliberalismo, capitalismo, desposesión, Sujetos.
PRESENTACIÓN GENERAL DE LA TESIS. LA MIRADA DE QUIEN ESCRIBE
Este trabajo es reflejo del esfuerzo conjunto de diversos actores sociales,
personas que hemos decidido dedicar nuestros esfuerzos cotidianos a la
realización de utopías. Esta investigación se encuentra escrita en primera persona
del plural, debido a que es resultado de un trabajo colectivo, de cuya metodología
abundaremos más adelante. Aunque cabe recalcar que dicha investigación y sus
métodos son un primer intento por reconocer a los actores, una aproximación que
propone otra forma de analizar y acercarse a la realidad a partir de una
metodología que pretende incorporar principios y elementos político‐pedagógicos,
que según nosotros son lo
En este apartado dedicado a la presentación de la obra, me permitiré hablar en
primera persona del singular, debido a que se trata de impresiones, motivaciones
y reflexiones personales.
Como la mayoría de los/as estudiantes de las universidades públicas, provengo de
una familia de la clase trabajadora. Conozco en carne propia el significado de las
restricciones económicas, he sido vecina, compañera y amiga de obreros/as,
maestra/os, ambulantes, campesinas/os, etc. Al lado del Pueblo he crecido y he
conocido los problemas que nos abruman día a día.
Entre compañeras/os he aprendido también que existe la esperanza, y que los
sueños, cuando son colectivos, pueden convertirse en realidades. Esta
construcción de realidades colectivas cobra forma en los movimientos sociales.
Dichos movimientos sociales se caracterizan en la construcción de realidades
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colectivas por su lucha contra el orden establecido que somete a las mayorías, las
despoja, criminaliza y asesina.
Sin embargo, la tendencia dominante de mirar a los movimientos sociales ha sido
la de entenderlos como una serie de anomalías generadas por “grupúsculos” de
personas que escapan a la racionalidad convencional. En ese sentido, algunos de
los estudios de los movimientos sociales ha pretendido analizarlos como si se
tratase de agentes externos al sistema, ajenos a la dinámica del mismo.
Ante esta postura ortodoxa, excluyente y simplista de algunos de los estudios
dominantes, he decidido junto con mucha gente, optar por un estudio desde la
subjetividad de la realidad. Muchos y muchas hemos decidido estudiar nuestros
propios procesos, apropiarnos del estudio de la transformación de nuestras
realidades, hablar del camino que toman nuestros sueños en primera persona y
sobre todo, en plural.
A lo largo de mi formación he recibido influencia e inspiración de muchos/as
compañeras/os, docentes, amigos/as y movimientos. Un movimiento que ha
marcado importantemente mi visión acerca de los movimientos sociales ha sido el
Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN). Pienso en los aportes del EZLN
a los movimientos sociales reivindicatorios a nivel mundial, pienso en la forma en
que al interior de su organización han construido día a día la autonomía, el cambio
de relaciones entre quienes conforman el zapatismo y su propuesta hacia el
exterior.
Mi propuesta inicial para esta investigación era el estudio comparativo del EZLN
con el Euskadi Ta Askatazuna (ETA), sin embargo tanto la complejidad de ambos
movimientos, como las restricciones temporales impidieron su realización.
Sin embargo lo que aquí se presenta, incluye un estudio de campo que fue
realizado en Euskal Herria, durante esta estancia de investigación en la Euskal
Herriko Unibersitatea (EHU, Universidad del Pueblo Vasco) y donde cobré
conciencia de la imposibilidad de investigar directamente a ETA, debido a que se
trata de un movimiento clandestino. Sin embargo, tuve la oportunidad de
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acercarme al Euskal Herriko Nekaziaren Elkartasuna (EHNE, Sindicado
Campesino del Pueblo Vasco), este movimiento surgió de una reivindicación
territorial que más adelante explicaremos con mayor detalle. El acercamiento a
EHNE no fue fortuito ni tampoco se trató de un “premio de consolación”, por no
poder estudiar a ETA. En realidad EHNE se presentó como un movimiento con
reivindicaciones muy amplias y cercanas a las inquietudes que inspiraron este
trabajo inicialmente.
En los primeros días de mi estancia en la EHU en Bilbo (días de gran aprendizaje
académico y personal), tuve la oportunidad de conocer el trabajo, demandas y
reivindicaciones de EHNE Bizkaia. En esos momentos se discutía la reciente
separación de EHNE Bizkaia respecto a EHNE confederación (proceso que será
tratado con puntualidad en el trabajo), resultado de la adopción de una política
más horizontal, alejándose de la dinámica sindicalista tradicional.
El proceso de transformación de EHNE en un movimiento social me interesó
enormemente por sus reivindicaciones por el territorio, las formas de vida de los
Pueblos originarios y la importancia que otorgan a la reproducción de la vida
mediante la actividad campesina. En este sentido tuve la impresión de que EHNE
y el EZLN tenían puntos en común, en cuanto que habían nacido de formas
distintas y se habían tenido que transformar en movimientos sociales más
plurales. En el caso de EHNE, surge como un sindicato campesino, que como
todos los sindicatos, funcionan de forma vertical y se enfocan en demandas muy
puntuales respecto a sus agremiados. El caso del EZLN, se trata de un ejército
regular conformado principalmente por indígenas, que sin embargo tras su
aparición pública en 1994, tuvo que convertirse en un movimiento social con
mayor apertura.
A lo largo de mi investigación me di cuenta que, si bien ambos movimientos
compartían groso modo sus reivindicaciones; su historia era en realidad muy
distinta. En ese sentido, pienso haber madurado teóricamente, en tanto que he
conseguido construir una visión menos reduccionista respecto a los movimientos
sociales. Este proceso fue de gran crecimiento intelectual ya que avancé en el
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entendimiento del análisis dialectico: saber que en términos generales, dos
fenómenos pueden estar motivados por las mismas causas y sin embargo las
condiciones materiales específicas de cada uno y las decisiones de los actores
involucrados, determinan dinámicas distintas.
Un problema al empezar la investigación ha sido la carencia de documentos
acerca de EHNE Bizkaia, sin embargo esta dificultad se convirtió en una fortaleza
debido a que me obligó a acudir directamente a las personas que han sido parte
fundamental del movimiento. La producción de una narrativa de la evolución de
EHNE desde sus orígenes como sindicato clandestino en la época franquista
hasta la ruptura de EHNE Bizkaia con EHNE confederación. Un punto importante
en la historia de EHNE, a decir de sus protagonistas, ha sido la incorporación de
EHNE al movimiento Vía Campesina, debido a que les ha permitido ampliar su
contacto con otras organizaciones campesinas en todo el mundo. Ya que Vía
Campesina es considerado el movimiento transnacional más importante que existe
en el mundo, ya que comprende en torno a 150 organizaciones locales y
nacionales en 70 países del mundo. Las sinergias y alianzas son reflejo de como
las luchas de los movimientos construyen confluencias “inter-organizaciones e
inter-movimientos” que fortalecen las luchas contra el sistema múltiple de opresión
que sustenta la modernidad y la colegialidad capitalista y patriarcal y que
construyen conocimientos y propuestas que refuerzan el carácter emancipador.
La realización de un trabajo de manera colectiva implicó una experiencia
totalmente novedosa para mí, sobre todo al darme la posibilidad de entablar una
relación diferente a la que tradicionalmente tiene el académico con su “objeto de
investigación”. La relación que pude entablar con los miembros de EHNE Bizkaia,
generó vínculos de camaradería. Ante esta situación, mi posición política en torno
a la academia se fortaleció. En este momento se vigorizó mi convicción para
producir una investigación en colectivo, posicionada en términos políticos y
epistemológicos, una investigación que abiertamente aceptara haber sido
construida desde la subjetividad colectiva y producto de la mezcla de la
experiencia práctica de los miembros de EHNE Bizkaia, combinada con una
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investigación teórica y documental de corte marxista, pero que a su vez incorpore
los nuevos contextos a los que hoy asistimos.
Cuando comencé la investigación me pregunte, ¿Cuáles son las principales
tendencias y rasgos característicos que distinguen la acción política de los
movimientos sociales, respecto de otros agentes sociales?, ¿bajo qué prácticas y
concepciones ideológicas los movimientos sociales desarrollan sus luchas por la
emancipación? Y ¿Cuáles serían los aportes ideológicos y práctico/estratégicas
del movimiento campesino vasco en la defensa de la tierra/territorio y las lucha
contra las políticas neoliberales?. Para contestar dichas preguntas dividir el trabajo
en tres capítulos que nos ayudaran a contestar y encaminar dicha investigación.
En el primer capítulo se tratan los aspectos teóricos y metodológicos de la
investigación. En el segundo capítulo se definen los movimientos sociales
emancipatorios y se explican sus orígenes y motivaciones. En el tercer capítulo se
profundiza en la producción narrativa de EHNE Bizkaia, haciendo énfasis en el
papel central de la lucha por el territorio.
En el primer capítulo, se exponen las motivaciones teóricas de este trabajo, en
donde se plantea la utilización de la metodología de Producciones Narrativas. Sin
embargo, me permito decir que si bien esas motivaciones teóricas son genuinas,
existen otras motivaciones que surgen a partir de la subjetividad lo que me ha
llevado a trabajar un tema como este. Como he dicho antes, es la vida diaria y la
capacidad de observar la realidad desde los ojos de la meta-racionalidad, es lo
que me ha motivado más profundamente para realizar una investigación de esta
índole. Por lo tanto, me siento con la responsabilidad de decir que he sido
motivada por sentimientos y que sin importar que la exigencia de la academia
actual sea por mantener la neutralidad de la ciencia, en tanto que ésta es creada
por sujetos con cargas culturales, ideológicas y sentimentales, sostengo que es
imposible realizar un trabajo objetivo. Así pues, este trabajo es resultado de mi
posición ideológica y de mi militancia política, al igual que lo es el trabajo de
personas que trabajan en puestos gubernamentales y hasta partidos políticos, que
sin embargo no son juzgados por legitimar el estado de las cosas.
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El segundo capítulo aborda la definición de los movimientos sociales, este capítulo
fue principalmente desarrollado en México, inspirado por la Lucha Zapatista y los
movimientos sociales en todo el mundo. En esta fase de la investigación, un tanto
más teórica y documental, mis profesores del CEDES tuvieron una influencia
importante. Sin embargo debo aclarar que durante mi estancia en Euskal Herria,
gran parte del trabajo que había sido construido en torno a la Lucha Zapatista,
tuvo que ser modificado y adaptado al caso de EHNE Bizkaia, además de
contener un gran aporte del grupo de investigación de movimientos sociales de la
EHU.
El tercer capítulo es el desarrollo de las experiencias que tuve en mi estancia en la
EHU, tiempo en el que conocí una lucha campesina en voz de sus protagonistas,
un momento en que tuve la oportunidad de experimentar sus formas de vida,
conocer su posición política y la influencia completamente subjetiva que ha tenido
EHNE Bizkaia. Desde mi punto de vista es un tanto comprensible que sea más
fácil exponer el desarrollo de un movimiento social emancipatorio desde la
subjetividad. Los problemas que se exponen en este tipo de trabajos son las
formas en que grupos de gente organizada decide contestar a los embates de las
grandes empresas y los gobiernos a su servicio. Por otra parte, un estudio
subjetivo del desarrollo y motivaciones de las políticas de corte neoliberal, nos
obligaría a leer una serie de arreglos, corruptelas y vejaciones en contra del
Pueblo, con la finalidad de obtener ganancias obscenas.
Finalmente se ofrecen una serie de conclusiones que buscan responder de
manera sucinta las preguntas de investigación que fueron desarrolladas en toda la
investigación, se anexan también las entrevistas realizadas a los participantes
clave de EHNE Bizkaia con quienes tuve la oportunidad de intimar y compartir
conocimientos, experiencias y momentos que sin duda serán inolvidables.
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CAPITULO I. ASPECTOS DEL MARCO TEÓRICO REFERENCIAL Y EL
PROCESO DE INVESTIGACIÓN
1. MARCO TEÓRICO
1.1 INTRODUCCIÓN
Nos encontramos en un momento histórico que refleja simultáneamente todas las
contradicciones del modo de producción hegemónico: el capitalismo. La fase
neoliberal de este modo de producción, abarca todos los matices de un
capitalismo salvaje. En términos generales podemos hablar a partir de un análisis
abstracto de la realidad, que la principal contradicción del capitalismo se expresa
en la lucha de clases, (rivalidad entre proletarios y capitalistas). Al análisis, se le
tiene que agregar las características de la fase imperialista, descrita por Lenin
(1917); así como los aportes de Rosa Luxemburgo (1913). La manera en que las
contradicciones internas del modo de producción capitalista son sorteadas por los
dueños del capital se describe principalmente en dichas obras. Lenin en su obra
de 1917, “Imperialismo, fase superior del capitalismo”, describe la forma en que el
capital al expandir sus ciclos de reproducción, amplía su zona de influencia y
utiliza como soporte al Estado nacional, mismo que ejecuta y legitima las acciones
violentas del capital sobre los Pueblos. Por otra parte, “La acumulación de capital”
de Rosa Luxemburgo (1913), amplía el análisis en relación a la expansión de
capital y la conquista de nuevos territorios, abriendo la puerta al estudio de la
acumulación por desposesión1, (brinda a su vez, elementos para el estudio de la
disputa por el territorio).
1 La acumulación por desposesión es un concepto acuñado por el teórico y marxista David Harvey,
su análisis consiste en el uso de métodos de la acumulación originaria para mantener al sistema capitalista, mercantilizando ámbitos hasta entonces cerrados al mercado. Mientras que la
acumulación originaria supuso la implantación de un nuevo sistema, al desplazar al feudalismo, la acumulación por desposesión tiene por objetivo mantener el sistema actual, repercutiendo en los
sectores empobrecidos la crisis de sobreacumulación del capital. El término define los cambios neoliberales producidos en los países occidentales desde los años 1970 hasta la actualidad y que estarían guiados por cuatro prácticas: la privatización, la
financiarización, la gestión y manipulación de las crisis recurrentes y redistribuciones estatales de
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Desde el nacimiento del capitalismo se ha manifestado su naturaleza expansiva y
devastadora, sin embargo a partir de la segunda mitad de la década de 1970, sus
efectos a nivel global se han hecho más evidentes. El surgimiento de la
computación y los avances en la electrónica han incrementado el ritmo de
expansión del capital. La mejora en los medios de comunicación y transporte han
ocasionado la reducción del tiempo de rotación del capital. En este sentido, la
mejora de los procesos logísticos y la posibilidad de comunicar mucha información
a largas distancias, de manera instantánea, han propiciado la expansión territorial
del capitalismo a niveles globales. Desde el punto de vista del análisis marxista
clásico, se puede decir que estos acontecimientos eran del todo predecibles, dada
la necesidad del capital para contrarrestar la tendencia decreciente de la cuota de
ganancia. Sin embargo, a pesar de que el análisis marxista clásico se haya
adelantado en explicar estas dinámicas, se hace necesario estudiar los fenómenos
concretos actuales. Esta necesidad surge de condiciones muy concretas, ya que
la fase neoliberal del capitalismo, además de las contradicciones inherentes al
sistema, plantea una constante disputa territorial que por primera vez alcanza
dimensiones globales.
Un problema del análisis marxista clásico, es que dado su carácter general, tiende
a homogeneizar los procesos. Por otra parte, el análisis económico convencional,
además de ser homogeneizante, es reduccionista. Debido a estas restricciones, el
presente trabajo busca realizar un análisis que, si bien se encuentre
fundamentado en el método del materialismo histórico, pueda a la vez, ser lo
suficientemente específico como para comprender problemas situados y muy
concretos. La razón por la cual es necesaria una metodología que estudie un
fenómeno global, pero de manera específica y localizada, se fundamenta en el
carácter multidimensional y multiescalar del territorio. En otras palabras, a pesar
de que estudiaremos un problema de escala global (la lucha por el territorio), tiene
la peculiaridad de que uno de los agentes en conflicto, es de escala global (el
la renta. Los cambios se manifiestan, entre otros, en la privatización de empresas y servicios
públicos, que tienen su raíz en la privatización de la propiedad comunal.
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capital), mientras que por otra, las sociedades atacadas por el sistema capitalista
defienden territorios a escala local.
Partimos de considerar que el territorio se diferencia del espacio en el que, el
territorio es una construcción social, mientras que el espacio es un elemento
puramente material, que existe independientemente de las construcciones
sociales. En este sentido, dado el carácter social de la construcción del territorio,
para conocer la lucha por el territorio, es necesario que quienes lo construyen
sean los que guíen la investigación. Por esta razón, la metodología que
utilizaremos en esta investigación, será la de producciones narrativas. Ya que,
como se detallará más adelante, esta metodología nos permite construir un
conocimiento situado y localizado, partiendo desde la subjetividad.
Tradicionalmente se ha afirmado que uno de los atributos de la ciencia debe ser la
objetividad, sin embargo, cabe señalar que este supuesto surge de las ciencias
exactas. En las ciencias exactas, existe una relación sujeto-objeto. Es decir, se
trata de un sujeto que dedica su tiempo y esfuerzo a estudiar las reacciones de
determinado objeto bajo un ambiente controlado, de manera que las variables que
intervienen en las reacciones del objeto sean identificadas y medidas.
Contrariamente, el científico social se centra en el estudio de sujetos, por lo que su
investigación debe ser subjetiva, de lo contrario se trataría de una investigación
sesgada e incompleta. Al realizar una investigación subjetiva, existe el riesgo de
relativizarlo todo; en este sentido, incorporar las visiones de diversos sujetos
involucrados en un problema específico, es una herramienta para dotar de mayor
estabilidad teórica y argumental al trabajo en cuestión. Un aspecto más a tomar en
cuenta, es el entorno material en que se desenvuelven los sujetos, entorno que
puede ser de índole objetivo, como las condiciones naturales y físicas que
determinen ciertos comportamientos sociales, o bien un entorno material,
socialmente determinado, un territorio.
La disputa del territorio involucra principalmente a dos agentes: el capital, por una
parte y los movimientos sociales por el otro. Sabemos que la dinámica del
capitalismo está definida por la búsqueda de ganancias y se vale del poder del
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Estado y otras instituciones, como el Banco Mundial o el Fondo Monetario
Internacional para ejecutar las acciones que garanticen el cumplimiento de su
propósito. Contrariamente, las personas se organizan en torno a movimientos
sociales, con la finalidad de evitar ser afectadas por las acciones sistémicas en su
contra. Ambos frentes constituyen los entes en conflicto por el territorio. Para el
desarrollo de esta investigación en lo referente a la defensa del territorio por parte
de los sujetos afectados, nos enfocaremos primero en una caracterización y
definición de los movimientos sociales. Continuaremos con el análisis a partir de
las narrativas de actores clave del movimiento campesino Euskal Herriko
Nekazarien Elkartasuna Bizkaia (EHNE Bizkaia). A lo largo de todo el trabajo,
incorporaremos elementos teóricos fundamentados en el materialismo histórico
con la finalidad de complementar la investigación y así generar un trabajo más
completo.
1.2 JUSTIFICACIÓN
Vivimos tiempos decisivos, no sólo en México sino en el planeta entero. El mundo
sufre el embate de múltiples crisis de carácter civilizatorio que arrojan a la
humanidad al cataclismo apocalíptico que conduce el imperio capitalista. Por ello,
se requiere reinventar cada esfera de la vida social y crear nuevos paradigmas en
el análisis de la realidad.
Hoy se vive una ebullición del pensamiento crítico, surgen y se extienden nuevos
movimientos sociales, culturales y políticos. Crisis significa sufrimiento, confusión y
desesperanza pero, al mismo tiempo, es una oportunidad única para realizar una
transformación profunda, un salto cualitativo, un nuevo paradigma civilizatorio
(Toledo, 2012).
La irrupción de diversos movimientos en la lucha por la tierra y el territorio han sido
cada vez más frecuente en tiempos recientes, ya que los tratados de libre
comercio y el paquete de reformas que enarbolaban el eslogan de desarrollo,
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modernidad y bienestar social, no han hecho más que agudizar las desigualdades,
la pobreza, la exclusión y la desposesión de tierras a pueblos indígenas y/o
campesinos, quitándoles no solo su espacio material de producción, sino también
el espacio simbólico y cultural de las relaciones sociales donde acontece la vida y
su reproducción.
Las realidades por mucho tiempo invisibilizadas de los olvidados, los indignados,
los explotados, los nunca nombrados, los que siembran y cultivan la tierra, son
quienes hoy generan mecanismos de organizada resistencia, construyendo
imaginarios y futuros emancipatorios en sus discursos y prácticas cotidianas;
cobrando gradualmente mayor importancia en el debate contemporáneo.
Aquí surge la importancia de un debate académico que aporte ideas para la
construcción de un frente ideológico que a la vez que explique el origen de dichos
movimientos, nos permita entender nuevas perspectivas surgidas desde el sujeto
social.
Pensamos que la actividad reivindicadora del sujeto social tiene un papel
transformador de las relaciones sociales, por lo que el ejercicio emancipatorio es
indispensable para alimentar los procesos que transforman el devenir de la
historia. Eliminar el pensamiento del racionalismo cartesiano y la concepción de
un progreso lineal y único es el reto a que nos enfrentamos en este momento, por
lo que conocer nuevas y diversas formas de concebir la realidad a partir del
estudio de los movimientos sociales en defensa de la tierra y el territorio, a nuestro
juicio aportará una gran cantidad de herramientas para transformar la forma en
que pensamos nuestro entorno y así poder redefinir nuestro propio conocimiento y
la forma en que éste se construye.
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1.3 OBJETIVOS
General:
Analizar en el Movimiento Campesino Vasco si sus luchas y resistencias por la
tierra y el territorio generan algún tipo de emancipacio.
Específicos:
1. Investigar los principales motivos del surgimiento, permanencia, luchas y
resistencias del Movimiento Campesino Vasco
2. Estudiar los aportes ideológicos y prácticos/estratégicos del Movimiento
Campesino Vasco en la defensa de la tierra/territorio y la lucha contra las
políticas neoliberales.
1.4 PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN
1. ¿Cuáles son las principales tendencias y rasgos característicos que
distinguen la acción política de los movimientos sociales respecto de otros
agentes de acción política?
2. ¿Bajo qué prácticas y concepciones ideológicas los movimientos sociales
desarrollan sus luchas por la emancipacion?
3. ¿Cuáles son los aportes ideológicos y práctico/estratégicos del Movimiento
Campesino Vasco en la defensa de la tierra /territorio y la lucha contra las
políticas neoliberales?
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1.5 PROBLEMA
El avance de la globalización neoliberal, auspiciada por las políticas de libre
mercado que regula la trampa de la mano invisible, se expresa en la actualidad a
través de la expansión de las fronteras del capital hacia territorios antes
considerados como improductivos. De esta manera se generan fenómenos
explicados como economías de enclave por Lenin o bien se puede complementar
el entendimiento de estos fenómenos como los procesos de expansión de los
mercados, de acuerdo con Rosa Luxemburgo.
Desde el punto de vista del materialismo histórico, las leyes que rigen la
reproducción del capital se caracterizan por las constantes crisis económicas ya
que como Marx lo demostró, el equilibrio no es algo posible en el capitalismo
debido a las contradicciones inherentes a este modo de producción.
Los movimientos sociales son reflejo de la inestabilidad social del sistema,
expresión de la desigualdad generada por la apropiación del valor generado por la
sociedad, en manos de los dueños de los medios de producción.
En ese sentido, el tejido social contemporáneo se encuentra sometido
sistemáticamente por el capital que en el ejercicio de la reproducción ampliada
busca apropiarse de una mayor cantidad de medios de producción. Este proceso
implica la alienación del sujeto social en la esfera territorial que deja de ser el
locus donde acontece la vida social para convertirse en el punto geográfico donde
el capital realiza su proceso de reproducción ampliada. Esta dinámica de
desposesión genera un sentimiento de carencia en el sujeto social ya que la
sociedad tiene como soporte material la tierra y el territorio, siendo éste el espacio
físico que brinda un sostén multidimensional de significación desde el aspecto
ritual hasta la satisfacción de necesidades fisiológicas. En este sentido, las
desigualdades sociales y la irrupción del capital rompen con la establecida relación
entre la sociedad y el territorio, y es en este momento donde irrumpen los
movimientos sociales demandando la tierra, el territorio y la autonomía en
búsqueda de la emancipación.
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1.6 METODOLOGÍA. UNA PROPUESTA TEÓRICO/PRÁCTICA:
PRODUCCIONES NARRATIVAS
La perspectiva narrativa parte de la premisa de que la realidad social es de
carácter simbólico y discursivo, en donde los diferentes discursos son episodios de
una “historia de vida” que da sentido a la persona y a la realidad social que la
constituye en un contexto de debates y de controversias sociales. En ese sentido,
las narrativas no son una producción individual aislada del contexto cultural en el
que nos encontramos: son producciones que reproducen, cuestionan, alimentan,
transforman e ironizan el contexto sociocultural en el que estos se originan.
Recoger las historias sobre las experiencias y sentidos que se da al mundo es una
de las labores de la investigación narrativa; y una de las formas de enfrentar la
investigación es el énfasis en dar valor a la perspectiva de quien participa. Ello nos
permitirá identificar formas de agencia de los actores sociales, recoger distintas
comprensiones sobre algún fenómeno o explorar futuros posibles que se derivan
de una cierta forma de pensar el mundo (Pujol y Montenegro, 2013)
La perspectiva narrativa es considerada como un método de investigación
cualitativo, como un marco de referencia que da cuenta de la producción y
transformación de la realidad social.
La propuesta de las producciones narrativas asume una “perspectiva dialógica”
que enfatiza la heteroglosia2 de la producción lingüística. El lenguaje es un
proceso relacional, activo y abierto, con posiciones de sujeto localizadas en una
red de relaciones y géneros de habla. En ese sentido, el lenguaje sería un flujo de
acciones discursivas entrelazadas e interdependientes, por lo que el lenguaje se
encuentra en constante construcción y reconstrucción en las diferentes
interacciones que se dan en la vida cotidiana. El lenguaje se convierte en una
actividad situada contextual y responsiva, por ello, las narrativas que surgen en el
proceso de investigación son producto de la participación conjunta entre la
2La heteroglosia permite comprender la posición de enunciación no como un ente individual, sino
esencialmente colectivo y social constituido a través de la incorporación de una heterogeneidad de
voces que se han ido integrando en un contexto sociocultural en el cual se desembuelven.
20
actividad investigadora y la del participante, con relación a un fenómeno
investigado (Pujol y Montenegro, 2013).
La construcción del conocimiento dominante está basada en la lógica dicotómica
entre realismo y relativismo. En ese sentido, el objetivismo está fundamentado en
un conocimiento cuya estructura se dice neutral, lineal, ahistórica, permanente y
universal a la que podemos apelar para justificar la verdad del conocimiento
contradictoriamente segmentado.
Por otra parte la perspectiva relativista no ofrece elementos para justificar una
perspectiva frente a otra, ya que la realidad existe independientemente de quien la
observa, es decir, la realidad es externa a nosotros y se presume es posible
mediante técnicas de observación y manipulación de variables, descubrirla y
representarla “tal cual es”.
Tomando en consideración estos debates, una de las posibles formas de abordar
los absolutismos sobre relativismo y realismo consiste en recurrir a la “Filosofía
Practica” (Bernstein, 1983 de Haraway 1991), la cual considera la localización del
conocimiento y sus implicaciones políticas. En donde los conceptos del
“conocimiento situado” de Dona Haraway (1991) nos permitirá avanzar en el nivel
de análisis que estamos planteando, la cual dotara a la investigación de una
dimensión política y con un enfoque radical.
Las Producciones Narrativas (PN) se fundamentan en la perspectiva de los
conocimientos situados; dicha perspectiva nace como critica a la epistemología
postmoderna, surge como respuesta y con la voluntad de trascender el debate del
realismo-relativismo en torno a la construcción del conocimiento
La noción de los conocimientos situados señala que el conocimiento se produce
bajo ciertas condiciones semiótico-materiales que posibilitan una cierta forma de
mirar un fenómeno. Esto quiere decir que la posición de conocimiento constituye
las condiciones mismas que posibilitan al conocimiento, pero reconociendo a la
vez que esta posición es parcial. Reconocer que la mirada depende de la posición
de conocimiento constituye las condiciones mismas de posibilidad de
21
conocimiento, alejándonos de la verdad absoluta, de un “ojo divino” que lo ve todo
(relativismo). Se trata de un distanciamiento tanto de la objetividad y neutralidad
de las posturas realistas como de la imposibilidad de acción del relativismo (Pujol
y Montenegro, 2013 de Hammers y Brown, 2004; Hart, 2004; Visweswaran, 1997).
Cada enfoque de conocimiento, incluida la nuestra permite ciertas formas de
conocer y actuar, por lo que es necesario establecer las características y los
límites de conocimiento. Esto tiene que ver con involucrarse en el lugar en el que
se está y responsabilizarse de las relaciones de poder que conectan esas
localizaciones (Montenegro y Pujol, 2003) Desde nuestro punto de vista lo
importante de la investigación es que no se localiza en la otredad del objeto de
estudio, sino más bien en la otredad que emerge desde la posición de la persona
que investiga, así el conocimiento deja de ser representacional para convertirse en
una actividad política de conexión y transformación del conocimiento (Montenegro
y Pujol, 2003)
Desde posturas positivistas el conocimiento es producido a través de la mirada
homologadora y universal de la ciencia, omitiendo el sujeto del conocimiento. En
cambio desde posturas discursivistas se ha considerado que la mirada es relativa
al sujeto de conocimiento. Ambas visiones comparten una visión totalizante ya que
el conocimiento es producido desde ninguna parte (positivismo), o bien desde
todas las partes por igual (discursivismo), negando por tanto la parcialidad de la
mirada. En ese sentido, la perspectiva de los conocimientos situados parte de la
asunción de la parcialidad de mirada. Así, se propone hablar de los “objetos” de
estudio poniendo en evidencia el lugar desde el cual se parte, puesto que todo el
mundo (independientemente del tipo de método empleado) parte de su
subjetividad propia y de su contexto cultural, así como de un punto de vista a la
hora de hablar o hacer una investigación (sea o no consciente de ello).
Haraway (1991) propone especificar desde qué punto de vista se parte y por qué
es ese y no otro. De esta manera uno también se posiciona políticamente –a que
los puntos de vista no son nunca neutros– de la manera más ética (explicando
22
cual es el enfoque sin esconder nada, ni dar lugar a ambigüedades) (Casado,
1997).
Hay muchos lugares desde donde mirar la realidad y hay que mostrar cuál es la
perspectiva desde la que miramos, por eso el conocimiento siempre será parcial y
situado. Y de la síntesis de las interacciones de todas las visiones podremos
acercarnos más a la realidad. Estas articulaciones permitirán producir significados
y uniones parciales de sentido del fenómeno, que se posicionará en relación
antagónica respecto a otros significados que operan en la compresión del
fenómeno. La parcialidad de la mirada y el establecer conexiones y articulaciones
parciales con múltiples posiciones para complejizar la visión del fenómeno
estudiado.
Por esta razón el conocimiento producido se orienta hacia la cuestión de
responsabilidad política y no de la representación de la realidad externa. La
producción producida bajo estos principios epistemológicos no pretende
representar la realidad, es decir producir reflejo o réplica de un hecho externo, sino
que apuesta por la difracción, como apertura de otros espacios de comprensión y
producción de significados donde el énfasis recae en los efectos que se
desprenden, en términos políticos, del conocimiento producido.
La PN tiene por objetivo metodológico sortear la clásica división objeto y sujeto de
estudio, como ético en tanto que respeta la autoridad del participante del texto
producido. Los relatos en lugar de representar la forma en que los participantes
entienden el fenómeno, suponen la producción de un texto híbrido. Esta postura
trata de romper la desigualdad que se genera a la hora de generar conocimiento
entre qué sujeto puede conocer y qué sujeto no puede conocer.
En ese sentido, la investigación debe buscar abrirse a cierta relación con los
sujetos sociales involucrados, para así dar lugar a comprensiones mutuas y
diversas, entendiendo que las subjetividades son variadas y no únicas.
Para poder tener un esquema en nuestra investigación fue necesario responder a
las preguntas, ¿con quién?, ¿Cómo? Y ¿para qué? nos articulamos, estas
23
preguntas nos remiten a una posición de sujeto con la que nos articulamos, las
prácticas sociales que establecemos y los significados que promovemos; para de
esa forma podamos plantearnos el entramado político en el que se sitúa la
investigación y las formas de acción que se derivan de ella, en ese sentido la
investigación podría convertirse en un elemento de transformación de la
hegemonía establecida, como forma de dominación. No hablamos de encontrar el
hilo negro, ni de un tipo de activismo, sino la de plantear la apertura de un diálogo
productivo que transforme la posición de partida, se trata de cambiar la mirada
sobre la propia posición de la experiencia, que comprenda y evidencie las
relaciones de poder que se reproducen a través de la investigación e intervención
social, generando una posibilidad de construir formas alternativas de participar en
los procesos sociales y de esta forma alcanzar los procesos articulatorios de
producción conjunta de conocimientos (Montenegro y Pujol, 2003 de Callen,
2007).
Procedimientos y principios utilizados en la investigación:
Existen muchas formas de construir una narrativa, la propuesta que se plantea es
considerar como “producciones narrativas” no solo las pláticas y reuniones, sino
también una noticia periodística, las conversaciones por internt, el intercambio de
documentos, los artículos de opinión y textos teóricos como documentos que
expresan las visiones situadas sobre el fenómeno estudiado.
La importancia del trabajo radica en dotarle tanto a la parte teórica como a la parte
de las narraciones igual estatus epistemológico, en el sentido que ofrecen una
determinada visión del mundo, mientras que su legitimidad es una cuestión de
carácter político.
Al involucrar a las y los participantes del movimiento campesino vasco: el caso de
EHNE-Bizkaia en la producción situada sobre la organización del movimiento, las
luchas y resistencias, se definen los siguientes procedimientos y principios:
24
La investigadora es quien se encarga de delimitar el contexto en el cual se
producirá la narrativa, será quien defina y justifique teóricamente los temas
de la investigación.
Definir las posiciones de sujeto que van a explorarse a través de la
investigación narrativa, tanto desde la investigadora como del participante.
Los participantes realizarán una reconstrucción de su experiencia con
respecto al fenómeno investigado, el relato establece una reelaboración de
la posición de enunciación que se construye a partir de la narrativa. Las
reconstrucciones se elaboran en distintas sesiones con el objetivo de
ampliar y profundizar el relato de acuerdo a los criterios acordados.
Después de diversos añadidos, correcciones y aclaraciones se alcanza la
finalización del trabajo, claro, con la debida aceptación del participante de
cómo es que quiere que sea leída su visión. De esta forma, se logra un
trabajo en conjunto, una escritura híbrida que deja como resultado: la
narrativa, que da cuenta de una posición localizada, situada y concreta de
un contexto general.
La construcción de la narrativa es un proceso dialógico3, donde se van
transformando las ideas y conceptos a lo largo de la investigación.
Considerar como criterio ético y político que a la finalización del proceso de
investigación se determine con el participante los usos y difusión de la
narrativa producida, en este caso se difundirá con la publicación de una
tesis de maestría.
Bajo los principios establecidos anteriormente, el objetivo primero de nuestro
estudio fue el mostrar una producción de compresiones sobre los distintos
discursos, las formas de acción y organización del movimiento campesino vasco:
el caso de ENHE-Bizkaia. No sólo para analizar desde el espacio localizado, sino
3 El aprendizaje dialógico es el resultado del diálogo igualitario; en otras palabras, es la
consecuencia de un diálogo en el que diferentes personas dan argumentos basados en
pretensiones de validez y no de poder. El aprendizaje dialógico se puede dar en cualquier situación
del ámbito educativo y conlleva un importante potencial de transformación social.
25
también nos permitirá un análisis que vaya de lo particular a lo general y
viceversa, desde una mirada dialéctica.
Para la primera parte de la investigación se contactó con 6 militantes del
movimiento, para así poder obtener su visión acerca del fenómeno. Así logramos
concretar una de las primeras fases de la metodología de PN, por medio de
entrevistas, asistiendo a reuniones y a sus grupos de formación, retroalimentando
e intercambiando información que ayudó a sentar las bases del esquema de
nuestra investigación. Pero debido al poco tiempo en nuestra estancia, como lo
hemos dicho anteriormente, no pudimos terminar la última etapa de la
metodología, así que decidimos combinar esta metodología, teniendo como
herramientas de análisis métodos cualitativos y de reflexión, de la indagación de
bibliografía y hemerografía especializada en el tema que usaremos para entender
los procesos sociales ocurridos a lo largo de la historia de los movimientos
sociales y de EHNE-Bizkaia.
La metodología de investigación utilizada, tratará de apegarse desde la
perspectiva teórica al materialismo histórico, partiendo de la premisa de que no
puede ser un análisis lineal, en tanto no sigue ningún método de regresión que
estandarice las variables explicativas. Por esta razón, el materialismo histórico al
ser un método dialéctico y dinámico, puede ajustarse a la especificidad de los
sujetos de estudio, las variables con que interactúa (el medio, la sociedad, el
tiempo, etc) y los problemas que son tratados en este trabajo.
En ese sentido el trabajo se concretara en una narrativa diagnóstica que tome en
cuenta las cosmovisiones, ideologías, y las prácticas de los sujetos sociales del
Movimiento Campesino Vasco, permitiéndonos indagar y así deducir el plano
conceptual de la lucha por la tierra y el territorio, los imaginarios y futuros
emancipatorios que se están construyendo en esos espacios de luchas y
resistencias.
Utilizaremos también como herramienta explicativa entrevistas a sujetos sociales
que inviten a la reflexión y la crítica, acompañadas de fotografías que brinden una
26
descripción gráfica del problema y nos ayuden a abundar en el tema y contribuyan
a la solución del mismo, que, como dice el fotógrafo y académico brasileño
Douglas Mansur, “informan, forman y desarrollan conciencia”. Hoy en día el uso de
la imagen como un dispositivo de conocimiento nos permite la expansión de
nuestra sensibilidad y conciencia de pertenencia a un mundo cósmico (Esteva, G.
Valencia, R., Venegas, D., 2006).
La pretensión de dicha investigación trata dar cuenta de los nuevos mundos, de
dar voz, de dar a conocer las nuevas experiencias, así como cambiar el modo de
conocer la contemporaneidad de acciones colectivas, preñadas de esperanzas y
ese espacio de pensamiento donde confluyeren actores sociales que dan cuenta
de la organización y el quehacer comunitario en que los acontecimientos se dan.
Ello supone un nuevo conocimiento que nos acerque a los nuevos movimientos,
desafiando las viejas dicotomías de investigador-investigado; sujeto-objeto;
estructura-acción. Supone un trabajo hermenéutico en el que estamos implicados
no sólo como investigadores sino como sujetos interesados en superar el modelo
de sociedad que se gesta en las últimas décadas (Esteva, G. Valencia, R.,
Venegas, D., 2006).
Se trata de proponer y construir nuevas formas de investigación que vinculen la
responsabilidad política-académica. Donde comencemos a incluir un horizonte de
conocimiento haciéndolo con una mirada a aquellos que han sido invisibilizados,
haciéndolo “desde abajo y por abajo”, desde las poblaciones que resisten y se
organizan colectivamente y que paso a paso caminan en la transformación de
viejos escenarios políticos, económicos, culturales y sociales en búsqueda de
autonomía y emancipación4.
4 Y con ello tampoco se quiere decir que sea un estudio que intente “dar voz”, pues ello presupone
que las voces pueden extraerse de quienes carecen de poder. "Estas "voces" son, como las experiencias, productos culturales y construcciones políticas". Y por otro lado, el hablar de "voces"
puede circunscribir el análisis a un nivel exclusivamente discursivo, dejando de lado los elementos materiales que, junto a los semióticos, intervienen en los procesos de articulación de las
subjetividades. La realidad social sobre la que la narrativa opera no es una realidad de primer orden (un conjunto de propiedades atribuibles en un proceso de interacción social inminente), sino una realidad de
segundo orden (discursos que reflejan universos intersubjetivos, en los que el sentido y la
27
1.7 EL RECORRIDO INVESTIGATIVO
A lo largo del proceso de investigación nos hemos dado cuenta de la multiplicidad
de metodologías y formas existentes de acercarse a la realidad. La curiosidad por
conocer es la motivación del “científico”, y no sólo eso, es su contexto político,
económico y social, porque con ello se forjan sus concepciones del mundo y todo
un arsenal de códigos culturales y éticos que lo encaminan a decidirse por tal o
cual investigación. Este trabajo ha sido motivado por factores subjetivos como la
defensa de la forma en la que vemos y vivimos en el mundo, desde una posición
política y ética no neutral, que tal vez bajo los parámetros positivistas, es “no
científica”. Y justamente esa es nuestra pretensión, romper con algunas de las
barreras ideológicas a las que se nos ha sometido también desde los ámbitos de
la investigación, haciéndolo con una metodología que según pensamos es más
adecuada para abordar esta investigación.
Frente a este reto, desde nuestro punto de vista, las ciencias sociales tienen un
compromiso ético y político de ofrecer herramientas teóricas, epistemológicas y
metodológicas para explicar estas realidades y poder actuar sobre ellas.
Sostenemos que el método positivista al tener como premisa la neutralidad y
significación de las cosas es producto de una comunicación dirigida). Es decir, que la narrativa en
sí misma no es la realidad social estudiada pero sí la representa mediante la discursivización de imaginarios sociales o universos simbólicos que aportan orden a la experiencia subjetiva de las
personas en una sociedad. Los imaginarios sociales son emergentes y constituyen los marcos de referencia que limitan las formas de pensar individuales, poniendo en relación la sociedad en
general con las actuaciones individuales. Las narrativas, tienen su lógica en el estudio de los discursos, teniendo en cuenta que éstos se
presentan como formas de enunciación por combinaciones de signos, gracias a los cuales los actantes sociales pueden utilizar el código lingüístico para interaccionar con otros actantes
sociales. Para captar estos discursos, imágenes y construcciones simbólicas, las narrativas se presentan como un dispositivo de producción de discurso en situación de interacción comunicacional interpersonal. Tal interacción no es solamente una producción de discursos
"objetivos", estables y analizables desde una racionalidad matemática. En lo contrario, al inducir a un clima de interacción social y socialización de una experiencia común es capaz de suscitar
representaciones simbólicas sensibles y concretas que sobrepasen la dimensión de respuesta psicológica individualizada, adentrándonos en universos simbólicos grupales.
La narrativa implica un proceso de comunicación dentro del cual los participantes (informante e investigadora) pueden influirse mutuamente dando lugar a un relato final sobre la experiencia compartida de un tema en concreto. La narrativa implica un esfuerzo de inmersión por parte de la
investigadora delante de la informante que asiste activamente a este ejercicio de reposición vital.
28
objetividad del investigador y dar el carácter de “objeto de estudio” al problema
investigado, en ciencias sociales implica la objetivación de las personas, una
deshumanización de nuestro quehacer. En ese sentido, partimos como un acto de
reivindicación y descolonización, desde una perspectiva donde las ciencias
sociales se posicionen políticamente tanto en la teoría como en la práctica.
Retomaremos conceptos y categorías analíticas que puedan dar soporte abstracto
a nuestra investigación, asumiendo al mismo tiempo al investigador y sus
colaboradores como sujetos, estableciendo así una relación sujeto-sujeto.
Establecer este tipo de relaciones tiene la ventaja metodológica de dar un carácter
dinámico y dialéctico a la investigación ya que las categorías y conceptos se
asumen en construcción y como dependientes de los sujetos que los crean,
significan y se resignifican continuamente. Es esta relación horizontal y
colaborativa la razón por la cual el presente texto se encuentra escrito en primera
persona del plural.
Bajo esta perspectiva se rompe de alguna manera con la forma tradicional de
investigar y, tomado en cuenta que bajo un contexto de crisis civilizatoria como el
actual, resulta necesario, desde nuestra perspectiva reconocer el papel primordial
que los movimientos sociales tienen como sujetos de transformación. Dichos
movimientos, se encuentran en constante práctica de nuevos horizontes y
agendas de emancipación. Se caracterizan por la diversidad de saberes,
concepciones de bienestar, y formas de lucha, por la centralidad otorgada a la
reproducción ampliada de la vida en contraposición al capital, por las propuestas
alternativas de construcción de poder, y la apuesta por la democracia radical y
participativa; así como por la identificación de la confrontación como una
estrategia necesaria para provocar cambios estructurales. Frente a visiones que
plantean que no hay alternativas al sistema económico y social hegemónico, los
movimientos sociales, desde una gran variedad de formas organizativas y de
luchas, se nos presentan como sujetos estratégicos, que desde lo cotidiano
proponen nuevas formas de entender, transformar y estar en el mundo.
29
Hoy asistimos a enormes problemas de carácter civilizatorio, y sin adentrarnos a
caracterizar de manera profunda este tiempo, podemos especificar sus
particularidades y decir que este es un tiempo saboteado por las ideas
dominantes, un tiempo híbrido, donde se entremezcla lo tradicional, la modernidad
y la extremadamente relativizante postmodernidad, un tiempo homogéneo y
global, donde las desigualdades sociales, económicas, culturales y políticas
aumentan. Actualmente los racismos, la explotación y exclusión toman nuevas
caras, aunque mantienen sus mismas lógicas. Ante esto, surgen nuevos
cuestionamientos desde las prácticas sociales y las visiones académicas que
descentran el sujeto ilustrado-universal eurocéntrico y muestran la necesidad de
dar voz a los otros y otras que no fueron considerados.
El interés por realizar este tipo de investigación surge al tratar de entender y
analizar los procesos sociales que ocurrían en un país con desigualdades, que ha
sido saqueado, despojado y sometido por los intereses de los invasores. Los
Pueblos con estas características, han sido marginados por ser catalogados del
tercer mundo o bien excluidos por su condición cultural e identitaria indígena. La
democracia representativa ha sido mera fantasía para engañar al pueblo,
dominado por los intereses trasnacionales, y donde, como en los demás países
del mundo, el fin de la historia se presenta como la victoria fatal del capitalismo.
La inspiración de conocer a los movimientos sociales nace del EZLN, un
movimiento que surge en un momento histórico donde parecía que el capitalismo
era la única vía, donde se vitoreaba la conquista de un sistema que utilizaba
herramientas tan sofisticadas como el neoliberalismo y se imponía por medio de la
inserción de políticas asistenciales y de una supuesta “democracia”.
En nuestro país, como en el resto de los países oprimidos, los pueblos indígenas
han sufrido por más de 500 años una guerra a sangre y fuego silenciada,
protagonizada por la ambición desmedida de un sistema rapaz al que sólo le
importa la acumulación de capital y el poder.
30
Inspirados por la importancia del levantamiento armado del EZLN en 1994,
indagamos de otros movimientos reivindicativos de la identidad y el territorio, así
se presentó la experiencia de ETA. Un movimiento surgido en una de las peores
crisis sociales, bajo la dictadura de Franco, la Euzkadi Ta Askatasuna nació como
una organización culturalista, reivindicadora del Euskera y la cultura euskalduna, y
exige la independencia del territorio de Euskal Herria. La posición anticapitalista,
internacionalista y a la vez culturalista y territorial es una constante en ambos
movimientos, estas aparentes contradicciones son los puntos que identificamos en
común.
Inicialmente este trabajo planteaba un análisis comparativo entre ambos
movimientos sin embargo las restricciones temporales y espaciales lo impidieron.
Pues se requería de un análisis exhaustivo en los discursos y en las prácticas de
un movimiento, compuesto a su vez de más movimientos clandestinos, con
muchos años de trayectoria y múltiples rupturas.
En un segundo momento analizamos los problemas a los que nos enfrentábamos
con esta investigación debido a la dificultad de acceso a la información por fuentes
directas. Como resultado de este análisis, dejamos de lado el estudio de ETA,
dado que su carácter clandestino y multifacético nos impedía acceder a fuentes
directas para la construcción de narrativas. Por esta razón, decidimos trabajar en
Euskal Herria con el movimiento campesino vasco, EHNE-Bizkaia que al igual que
el EZLN también surge a partir de un momento coyuntural (el franquismo y la
implantación del modelo neoliberal), donde la lucha por la tierra y la identidad del
pueblo se vuelve fundamental para la preservación del ser colectivo.
Conocimos en la estancia de investigación al movimiento de cerca, sus discursos
y prácticas cotidianas. Y coincidió en que en ese mismo periodo conociéramos la
metodología de Producciones Narrativas. Pensamos que era un buen momento
para tratar de incorporar este tipo de metodologías en la investigación, ya que la
esencia misma del trabajo trata de romper con los métodos y visiones dominantes,
así como la de darle voz a las nuevas expresiones que surgen en los propios
movimientos sociales.
31
El encuentro con esta metodología abrió un abanico de posibilidades
investigativas, tanto en la práctica como en la teoría, supuso un parte aguas en la
investigación, puesto que los objetivos planteados en un primer momento se
vieron modificados por el propio rumbo que iba tomando el proceso, ya que las
condiciones materiales, políticas y temporales no coincidieron con la manera en
que se planteó estudiar el caso de los movimiento sociales estudiados. Tomando
en consideración todos estos elementos y tratando de ser congruentes con
nuestros principios éticos, decidimos por este momento, que el trabajo se
concretara en EHNE Bizkaia, puesto que el contexto político y de guerra en
nuestro país y el reciente asesinato de José Luís López “Galeano”, no nos
permitían acercarnos al EZLN, y aunque se tenía un estudio profundo pero
únicamente teórico, el objetivo de esta investigación era acercarse con los
participantes y construir juntos un documento que muestre las posiciones y la
forma en que se conciben como sujetos transformadores de cambio. En ese
sentido, tampoco hemos olvidado lo que nos llevó a realizar esta investigación y
de donde vienen las fuentes de inspiración. Por eso, pensamos que es importante
retomar esta investigación en un futuro próximo, considerando todos los
elementos en la construcción de un tipo de conocimiento más horizontal
En lo que respecta a nuestra decisión de investigar a EHNE, se dio porque la
experiencia de este movimiento inicia clandestinamente en la época franquista y
se consolida públicamente en el periodo posterior a la muerte de Franco. Lo
anterior implica una larga historia de lucha, misma que se ha extendido no sólo por
todo el territorio vasco, sino que mediante su incorporación en Vía Campesina
alcanza una lucha internacional junto con otros campesinos, eliminando las
fronteras, luchando y resistiendo a la estructura y superestructura5 que impone el
sistema capitalista.
5 Entendemos por infraestructura, la base material de la sociedad que determina la estructura
social, el desarrollo y el cambio social. Incluye las fuerzas productivas y las relaciones de producción. De ella depende la superestructura, es decir, el conjunto de elementos de la vida social dependientes de la infraestructura que legitima y naturaliza las acciones de la vida social (por
ejemplo: las formas jurídicas, políticas, artísticas, filosóficas y religiosas de un momento histórico
32
En este sentido, consideramos que un análisis histórico al respecto no es
suficiente, por esta razón, hemos decidido incluir las voces de quienes han sido
parte de la evolución de EHNE. Considerando que la evolución en los
planteamientos del sindicato ha obedecido a una constante discusión de parte de
sus miembros, considerar los aspectos externos no resulta suficiente. Por esta
razón, conocer y analizar las narrativas de forma contextualizada, nos ha brindado
un panorama más amplio. La importancia de EHNE, en tanto que es un sindicato
campesino, radica en que a diferencia de otros movimientos (estudiantiles,
obreros, feministas, etc.), tiene como base la defensa del territorio desde un
enfoque tradicional.
El campesinado vasco, al igual que los campesinos de todo el mundo, lucha por la
supervivencia de un modo de vida, una cosmovisión que al ser holística, se vuelve
territorial. La multidimensionalidad del territorio hace confluir en su defensa a una
diversa cantidad de sujetos sociales (obreros, amas de casa, estudiantes, etc.), sin
embargo, de todos los sujetos sociales, son los campesinos los que, al ser
portadores del conocimiento tradicional, han sido insignia en la búsqueda de la
independencia. La defensa de métodos de producción y comercio no intensivos y
alejados del productivismo, les coloca en una posición necesariamente
anticapitalista. Por las razones arriba expuestas, el campesinado vasco se
convierte en un sujeto social relevante en la lucha del Pueblo vasco. Por otra
parte, su incorporación en Vía Campesina, fortalece su carácter anticapitalista. La
búsqueda de la soberanía alimentaria como eje de lucha, obliga a EHNE a ampliar
su horizonte de análisis y le lleva a la búsqueda de nuevos aliados estratégicos.
Esta nueva fase de lucha genera una escisión al interior de EHNE, debido a que
sólo EHNE Bizkaia considera necesario concretar alianzas con otros sujetos
sociales. Esta nueva visión estratégica inicia la discusión en EHNE Bizkaia acerca
de la pertinencia de dejar de ser un sindicato y convertirse en un movimiento
social.
concreto). Los aspectos estructurales se refieren a la organización misma de la sociedad, las
reglas que vinculan a sus miembros, y el modo de organizar la producción de bienes
33
Debido al carácter más amplio de EHNE Bizkaia, se ha convertido en un
movimiento social con amplia vinculación con otros movimientos a nivel
internacional. En este sentido EHNE Bizkaia, se constituye en un movimiento
social que reúne características que facilitan el análisis de la lucha por el territorio,
en tanto es un movimiento que abarca una lucha multidimensional y que a pesar
de estar en una lucha territorial localizada, adquiere un nivel multiescalar.
34
CAPITULO II. LOS MOVIMIENTOS SOCIALES Y LA BUSQUEDA DE NUEVOS
IMAGINARIOS EMANCIPATORIOS
“Quizá simpatizo más con las malas hierbas que con las cosechas que están atacando,
tanto es el vigor que expresan, Son la cosecha más verdadera de la tierra.
H.D. Thoreau
2. DE DONDE PARTIMOS
La epistemología hace referencia a las formas de entender el conocimiento, su
producción y su uso. Nuestra propuesta consiste en cuestionar los planteamientos
epistemológicos hegemónicos, cuyos principios han guiado la producción de
conocimiento de la ciencia moderna, la cual se fundamenta en un análisis
empírico, que mide la realidad, que da lugar a datos e indicadores supuestamente
exentos de valores, los cuales permiten identificar de manera “científica”,
mecanismos y leyes de carácter universal y homogéneo. En ese sentido, la
ciencia moderna sobre la producción de conocimiento se autoatribuye un
conocimiento de la realidad objetivo, neutro y experto, creando así, un tipo de
“ilusión de la verdad”, estableciendo de este modo una verdad en base a un
criterio técnico incuestionable que se utiliza como instrumento de poder,
deslegitimando otras formas de ver y entender el mundo.
Hacemos una crítica a ese modelo positivista que domina en la producción de
conocimiento científico. Así pues, tomando en cuenta el carácter crítico del trabajo
que intentamos proponer, nos parece importante incorporar la propuesta que
destaca la epistemología feminista, como forma de lucha en la construcción de
otro tipo de conocimiento. Para ello nos apoyaremos de la metodología de
Producciones Narrativas, la cual reacciona contra la tradición científica positivista,
y que es instaurada en la modernidad capitalista y patriarcal. Sus contribuciones
nos parecen importantes, primero por su histórica invisivilización y segundo por su
importancia en el proceso de apertura al debate epistemológico, haciendo un
cuestionamiento crítico de los postulados teóricos dominantes, cuya estrategia
35
ideológica consiste en mantener la hegemonía y el poder de algunos grupos
dominantes. Así proponemos revaluar los conceptos analíticos, posicionándonos
también desde el espacio de los saberes como un espacio de lucha que también
forma parte del proceso emancipador (Ceceña, 2008). Rechazamos tajantemente
la hegemonía de la epistemología positivista donde las relaciones de conocimiento
y poder quedan totalmente veladas.
En ese sentido, la propuesta del conocimiento situado del cual nos habla Haraway
(1995), ha sido una de las aportaciones más importantes en la construcción de
otra epistemología. Dicho concepto devela los múltiples factores y situaciones
sociales que nos conforman y sitúan como sujetos de clase, raza, sexo, ideología,
etc., los cuales al estar determinadas y naturalizadas dentro de las relaciones
sociales, condicionan el conocimiento que producimos, así pues que lo que se
conoce y como se conoce es producto de está en relación con la situación y
perspectiva de quien investiga. De esta forma se descubre que las
representaciones de la realidad son parciales y por lo tanto así deben de ser
interpretadas. Así mismo, se reconoce la imposibilidad de un acceso objetivo y
completo de la realidad. El conocimiento no se recoge de una realidad totalmente
exterior e independiente del investigador que observa, sino que se produce y se
construye a partir de un contexto social, cultural e histórico determinado, por eso el
conocimiento es siempre situado.
En contraposición la ciencia positivista todo lo ve desde una posición científica y
técnica que supuestamente no se sitúa en ninguna parte, cuando en realidad vela
la mirada socialmente situada de un sujeto en concreto: hombre, occidental,
blanco, heteroxexual, de clase burguesa y perteneciente a un grupo étnico-
linguistico, ocupando una posición dominante y el cual tiene intereses concretos
de control y subordinación. Así pues, la epistemología feminista propone la idea de
un sujeto contextualizado por una estructura social concreta y el cual produce
conocimientos situados.
La propuesta de analisis y la necesidad de buscar un paradigma propio nos acercó
a la lucha de EHNE-Bizkaia, a penas delineado y muy somero como primer
36
acercamiento a la reflexión, pero que intenta construir colectivamente a partir de
las experiencias y especificidades de la lucha social de ese espacio una mirada
situada y con el compromiso en la construcción de un conocimiento que pueda
aportar proyectos emancipatorios protagonizados desde y con los movimientos
populares.
En ese sentido, nos parece importante señalar que la necesidad de generar
nuevas formas de conocimiento sobre la realidad, la emancipación y los
movimientos sociales no surgen de una brillante inspiración académica, sino más
bien son los propios movimientos populares que desde sus prácticas cotidianas
manifiestan un cuestionamiento cada vez más radical de la modernidad capitalista,
desbordando los análisis, proponiendo innovaciones cognitivas y transformando la
realidad.
Los movimientos sociales, como sujetos políticos son relevantes a la hora de
pensar e intervenir en las formas de subordinación y dominación múltiples, su
carácter abierto, disidente, antagonista, confrontativo y crítico, respecto a las
diversas formas de discriminación, subordinación, opresión y conflictos
instaurados en la modernidad como modelo organizativo y de regularización de la
sociedad (capitalismo, la colonialidad y racismo, el patriarcado y el imperialismo)
Impugnan y confrontan las jerarquías y las estructuras de poder.
Los movimientos sociales están aportando desde la práctica, una renovación en la
forma de entender la política, como practica liberadora de las relaciones de
subordinación encarnadas en el sistema capitalista, en ese sentido entendemos
que uno de los elementos de la base estuctural y funcional de las luchas es la
base cultural, identitaria, y territorial. A partir de este análisis encontramos que el
anclaje territorial de las luchas en la defensa de la tierra y el territorio se expresa
como un espacio de lucha y resistencia. La defensa de la tierra como formas de
lucha como elemento fundamental que permiten la reproducción de la vida, se une
a la reivindicación del territorio con un sentido político en el cual reafirman y
reivindican sus raíces y cultura de vida de una colectividad. Estas luchas de los
movimientos sociales emancipatorios surgen y se construyen afirmando una
37
identidad propia, históricamente subordinada asociada a la defensa de la tierra y el
territorio como entorno del que se forma parte y en el que cobra significado la raíz
de su cultura, creando así formas propias de autorganizacion de la vida que en su
practicidad aspiran prefigurando horizontes emancipatorios (Martínez, Casado,
Ibarra, 2012)
Fotografía 1. Construyendo narrativas con las mujeres campesinas vascas
38
2.1 CONSIDERACIONES TEÓRICAS. UN RECORRIDO ANALÍTICO DEL
ESTUDIO DE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES
2.1.1 EL CAPITALISMO Y SU MODUS OPERANDI
En la realización de este trabajo de investigación, consideramos que es importante
hablar de la causalidad que determinan el origen de los movimientos sociales.
Cada vez que las personas nos topamos con algún tipo de manifestación social en
las calles, es común escuchar consignas que claman por mejora de salarios,
restitución de tierras, respeto a derechos humanos, o las ya legendarias
exigencias del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN): Democracia,
Libertad, Techo, Tierra, Trabajo, Justicia...
Una visión reduccionista que ha sido difundida por los medios masivos de
comunicación consiste en centrar el descontento en determinado gobierno o grupo
político, desviando la atención de la sociedad en general hacia respuestas falsas y
soluciones engañosas. Por otra parte, la visión del origen de los problemas, desde
los movimientos sociales, tiene explicaciones más radicales y es precisamente la
radicalidad de los movimientos lo que define su trayectoria y alcances, algo en lo
que más adelante abundaremos.
En ese sentido, creemos necesario el análisis que hace Marx (1867) acerca de las
contradicciones inherentes del capital y de cómo funciona, encontrando la raíz de
del problema, la cual genera las desigualdades y pobreza en el mundo: Las
relaciones sociales de producción.
Pero, ¿cuál es la razón por la que se acusa al capitalismo de ser el culpable de
todas las desgracias populares? ¿Qué hay en las entrañas de este modo de
producción que provoca que personas en todo el mundo se organicen en su
contra?
La teoría marxista es de gran utilidad para dar una explicación coherente y
sistemática al funcionamiento del sistema capitalista. Del desarrollo de la ley del
valor trabajo que hace Marx en El Capital (1867), se concluye que la acumulación
39
capitalista depende del grado de explotación de los trabajadores. Los capitalistas,
a través de la sucesión de ciclos productivos buscan generar ganancias
constantemente, en este sentido, la apropiación de la plusvalía es vital para la
reproducción del sistema, en la medida en que es precisamente la enajenación del
trabajo lo que genera las ganancias del capital. Sin embargo, la competencia
capitalista genera una tendencia decreciente en la cuota de ganancia, de manera
que los capitalistas se encuentran constantemente ideando formas de mantener la
cuota de ganancia o por lo menos tratando de contrarrestar su caída. El
incremento de la plusvalía absoluta (el aumento del tiempo de explotación, es
decir la elongación de la jornada laboral) es la medida más inmediata para atenuar
la caída en la cuota de ganancia. Por otra parte, también se puede incrementar la
plusvalía relativa que consiste en incrementar la intensidad con la que el
trabajador es explotado.
Trabajos posteriores como el de Rosa Luxemburgo (1913) abordan el tema del
capitalismo en una fase expansiva, planteando la problemática de cómo el capital
en la búsqueda de nuevos sitios donde realizar la plusvalía y conseguir recursos
para continuar con su reproducción, se apropia de los recursos de economías que
se encuentran al margen del capitalismo. Otros trabajos como el de Lenin (1973),
identifican en la política del libre mercado imperante a finales del siglo XIX y
principios del XX, los rasgos del capitalismo imperialista.
El desarrollo histórico del capitalismo en el siglo XX transcurrió entre guerras y
grandes cambios en la organización del mundo. Posterior a la gran depresión, que
marcó el término de la gran época del liberalismo económico, el Estado tomó un
papel central en la vida económica, por lo que algunos autores como Chomsky
(2009) y otros le denominaron capitalismo de estado. El reacomodamiento mundial
en la posguerra provocó cambios en la esfera económica, el desgaste del modelo
de estado de bienestar permitió el resurgimiento de las ideas del libre mercado y
personas como Milton Friedman, Arnold Harberger y otros, promovieron la
liberalización de los mercados y el desplazamiento del Estado como rector de la
actividad económica. Así se inició la escuela neoliberal.
40
El contexto económico imperante desde ese entonces, ha estado marcado por la
exacerbación de las desigualdades, la concentración de capital en cada vez
menos manos y la constante depredación del ambiente y la pauperización de
grandes sectores de la población. En este sentido, el consenso de Washington
(1989) se concretó en los países latinoamericanos mediante la firma de las cartas
de intención, dichas cartas implicaban el compromiso de los Estados Nacionales
para abandonar su papel como rector de la economía, iniciando así una etapa de
privatización de las empresas paraestatales, así como la apertura comercial y
flexibilización financiera. Mientras tanto, en Europa, el plan Marshall había logrado
reconstruir la infraestructura civil y productiva, ante esto, el siguiente paso fue la
creación del Mercado Común Europeo, un similar a los planes de integración
económica para América que fueron formalizados con la firma de tratados de libre
comercio.
Ambas estrategias tenían como finalidad la integración de los mercados, teniendo
efectos destructivos para los pequeños productores y sistemas tradicionales de los
Pueblos Originarios. En este contexto, ante la pérdida de espacios de
participación, producción y reproducción social, surgen movimientos que buscan
reivindicar los derechos, propiedades y libertades cedidas al mercado. Es, por
tanto la concentración del capital, la expansión a nuevos mercados en búsqueda
de incrementos en la plusvalía, la desposesión popular y el contexto general de
sometimiento social al mercado, lo que originó una nueva oleada de movimientos
sociales.
41
Fotografía 2.
Fotografía 3. Fotografía 4.
42
Fotografía 5.
Fotografía 6.La gran Vía después de la manifestación contra del FMI Y BM, 3/03/2014.
43
2.1.2 LAS POLÍTICAS NEOLIBERALES: LA DOCTRINA ECONÓMICA
El neoliberalismo como doctrina económica plantea el repliegue del Estado de la
actividad económica, podemos hablar del planteamiento de Friedman (1979)
respecto a la no intervención en la educación, salud, energía y algunos otros
sectores de la economía. En este sentido, Friedman descaradamente señala: “No
tenía que haber obstáculos arbitrarios. La piedra de toque no era el nacimiento, la
religión ni la nacionalidad, sino el rendimiento.”
Haciendo así una apología de la desigualdad escudado en un discurso de
“libertad” donde, desde luego, esa libertad residiera en comprar y vender a placer
sin restricción alguna, sin importar nada más que el rendimiento que de esa
actividad se pudiera obtener. Su aparente desprecio a las instituciones feudales
que dotaban de privilegios a una élite aristocrática, lleva su discurso a justificar la
negación de derechos básicos como la educación, la salud y la vivienda, en aras
de colocar al mercado como el “juez más recto”.
El lugar del derecho divino de la época feudal, ha sido tomado por la democracia
representativa, en esta época todo es susceptible de ser mercantilizado, los
políticos y académicos decimonónicos ya no basan sus argumentos en la divinidad
de sus razones, sino en la justicia del mercado. Así pues, han justificado golpes
de estado como el sucedido en Chile contra Salvador Allende, electo
democráticamente, dando origen a una de las más crueles dictaduras, todo con la
finalidad de impedir que el “antidemocrático comunismo” se apodere del “mundo
civilizado”.
Las arbitrariedades y atropellos llevados a cabo por las entidades financieras
globales no serían posibles sin una maquinaria mediática trabajando
incesantemente por despolitizar a las mayorías (Chomsky, 2001) que, a pesar de
su constante pauperización, viven en la esperanza de ver cumplidas las promesas
de políticos demagogos que siguen a pie juntillas los dictados del consenso de
Washington. A nivel mundial, la tendencia ha sido a desmantelar el sistema de
derechos sociales y empresas del Estado. La concentración de los flujos de dinero
44
y sobreacumulación de capital en unas pocas corporaciones a nivel mundial,
incrementa el empobrecimiento y decadencia de la clase trabajadora, a la vez que
se vuelve cada vez más complicado acceder a la satisfacción de sus necesidades
básicas. Estas dificultades para el mantenimiento de un nivel de vida digno, es lo
que ha provocado el surgimiento de movimientos sociales que reivindican el
acceso a la satisfacción de necesidades básicas, el despojo de tierras y otros
recursos naturales.
El neoliberalismo no se ha valido exclusivamente de los políticos para llevar a
cabo los movimientos necesarios para perpetuarlo; una de las herramientas más
útiles para sus fines, ha sido el socavamiento de las culturas locales, en pos de la
construcción de una cultura global homogénea, cuyo centro de acción han sido los
medios de comunicación masiva controlados por grandes marcas que
continuamente legitiman sus actos y enaltecen los valores capitalistas. La
promoción del individualismo, el egoísmo y el desprecio a conductas solidarias y
humanistas se ha convertido en una constante en la guerra que el capital en su
etapa neoliberal sostiene contra la vida.
En este sentido, los movimientos sociales se articulan en torno a una agenda
reivindicativa no sólo de exigencias de sus derechos tangibles como la vivienda,
salud, trabajo, etc; sino también globalizando la lucha, incorporando elementos
como el respeto a las culturas locales, modos de vida, lengua y cosmovisión,
haciendo de las luchas contemporáneas entidades más complejas y multifacéticas
tanto en sus exigencias como en la definición del sujeto histórico.
45
2.3 LOS MOVIMIENTOS SOCIALES: ALGUNAS PRECISIONES TEÓRICAS
Existen dentro de la academia y su literatura especializada incontables
definiciones y estudios sobre movimientos sociales, visiones y supuestos
expresados desde una narrativa científica que explica y caracteriza el surgimiento
y permanencia de la acción colectiva en los movimientos sociales, desde un punto
de vista que universaliza, clasifica y los considera como un todo homogéneo,
definiendo la realidad en un análisis sobre los fenómenos políticos y sociales como
definiciones inamovibles. Nuestro estudio intenta romper con esas concepciones,
tomará en cuenta que el análisis de la realidad o la reflexión que se haga, se
intentara realizar con la tensión que genera la necesidad de definir las categorías y
los conceptos que diferencian y clasifican para ser accesible el abordaje de la
complejidad de los fenómenos colectivos, pero también la reducción de esa
compleja y muy diversa realidad de la vida social del ser humano. Constantemente
hablamos reduciendo la inabarcable casuística a las tendencias que percibimos
como significativas para analizar e intervenir en lo que ocurre, de lo contrario el
espíritu del posmodernismo nos absorbería quedándonos en el limbo del
relativismo.
Bien es cierto que dentro de los movimientos sociales existe una enorme
diversidad de formas que adquiere este tipo de acción política en cada lugar, ya
que cada contexto presenta un proceso histórico particular que dota de
singularidades propias a diferentes expresiones de movimientos sociales, y que en
algunos sentidos resultan poco equiparables los movimientos populares que
surgen en cada lugar. En ese sentido, hablaremos de tendencias y rasgos
característicos pero sin plantear que todas las organizaciones y redes de
movimientos sociales las cumplen en su totalidad, algunas en mayor y otras en
menor grado suelen acompañar este tipo de acción política, donde el sujeto
potencializa procesos de transformación social emancipadora de carácter
estructural.
46
Lo que nos interesa destacar en el estudio es que existe una forma de acción
colectiva de carácter político que tiene rasgos generales, distintivos y específicos
de los movimientos sociales, como lo es el carácter abierto, horizontal, antagonista
y transgresor, y que los diferencia a otros tipos de acción política como lo son los
sindicatos, ONG‟s y partidos políticos, que si bien es cierto en muchos casos se
pueden encontrar casos concretos donde se encuentran mucho más cerca de
estas características, también es cierto que no es lo dominante en ese tipo de
agentes. Y de la misma forma, cuando hablamos de organizaciones y movimientos
sociales poco pueden tener de esos rasgos. Lo importante es observar el
fenómeno, la tendencia más general y extendida y no la excepción.
En este sentido, si bien reconocemos la riqueza de diversos enfoques y la
flexibilidad necesaria para estudiar temas en constante cambio, como los
movimientos sociales, sabemos que es necesario contar con bases firmes que nos
brinden un soporte tanto metodológico como teórico. Consideramos que la
relativización absoluta de los estudios puede llevarnos a un entendimiento menos
completo de nuestro tema de investigación; sin embargo pensamos también que
tomar la posición de simple observador que el positivismo enarbola, es también
una forma inacabada de abordar el estudio de la realidad social.
Los intentos por explicar los movimientos sociales han sido muy diversos tanto en
sus métodos como en sus conclusiones. Desde la corriente irracionalista que
afirma que los movimientos sociales son producto del salvajismo de las multitudes
irreflexivas, pasando por el enfoque del comportamiento colectivo que dota a los
individuos de un poder de elección limitado que les lleva a unirse a un movimiento
sin que sean plenamente conscientes de sus alcances, por lo que a fin de cuentas
sólo tiene como futuro la desaparición en tanto la tensión que le generó se relaja.
Por otra parte el enfoque de la sociedad de masas, retoma en gran medida de los
irracionalistas, la visión del actor social atomizado y carente no sólo de capacidad
de análisis sino de voluntad propia, asumiendo así a los movimientos sociales
como una masa de personas acríticas guiadas por una premisa muchas veces
falsa que son incapaces de comprender (Ibarra, 2005).
47
Consideramos que en todos estos análisis se hace patente un error
epistemológico: la separación sujeto-objeto. Consideramos que un análisis de los
movimientos sociales debe terminar con esta separación y dar el siguiente paso.
Aceptamos como válida la existencia de dicotomías para fines analíticos, sin
embargo la consideramos estéril si las contradicciones no son puestas en
evidencia de manera dinámica en su terreno de acción, es decir que consideramos
inútil la separación dialéctica de la realidad sin someter los opuestos a un examen
de la síntesis en que se expresan. Sostenemos que dada la naturaleza dinámica
de la realidad, es imposible examinarla separando sus componentes, si bien
resulta necesaria su identificación, este es sólo un paso. En este sentido,
pensamos que los movimientos sociales son la expresión sintética de las
contradicciones del sistema, por lo que analizarlos desde la óptica positivista es
inútil, por lo tanto este trabajo utilizará categorías capaces de facilitar el
entendimiento manteniendo la flexibilidad que la sociedad en constante cambio
exige. Mantendremos una línea de análisis dinámico que incorpore las variables
que describen a los movimientos sociales, entendiéndolos como síntesis de las
contradicciones sistémicas, evitando así permanecer en un análisis dicótomo
estático. Consideramos que dado el carácter dinámico y autónomo de los entes
sociales, hablar de sujeto-objeto resulta reduccionista y poco descriptivo, por lo
tanto, optamos por una visión sujeto-sujeto donde el investigador se coloque no
sólo como el clásico observador de la realidad positivista sino como un agente que
es parte del conflicto en la medida en que se asume como integrante de la
sociedad.
A partir de la década de los setenta y ochenta el análisis sobre los movimientos
sociales se ha presentado en dos grandes corrientes de pensamiento que han
ejercido influencia importante en la perspectiva del análisis. El primero es el
enfoque racionalista instrumental de la Teoría de Movilización de Recursos6
6RMT es una de las teorías más influyentes dentro del campo de los movimientos sociales,
reprrecenta el enfoque académico surgido a partir de los años 70´s, para entender a los movimientos sociales. En un contexto donde brotaron múltiples e innovadoras movilizaciones mientras que, a su vez, una escuela de académicos estadounidenses revolucionó el método
interpretativo para analizar el desenvolvimiento de estos fenómenos con nuevas herramientas
48
(Resource Mobilization Theory TMR), implantada en los setenta, y establece que
los movimientos sociales expresan conductas colectivas perfectamente racionales,
con objetivos políticos y sociales cuyas estrategias de movilización, de adquisición
de recursos, tanto humanos, organizativos, materiales, tácticos, etcétera, los
cuales son según la teoría deliberadamente adaptados a esos objetivos. Es decier,
este enfoque centra su análisis en grupos sociales que de acuerdo a intereses
compartidos, maximizan sus posibilidades de avance en la satisfacción de sus
demandas. Es decir, los “individuos” siguen un patrón completamente racional al
estilo Adam Smith, siguiendo cada uno su propio egoísmo para obtener un
bienestar grupal. Este enfoque carece de explicaciones significativas para los
motivos que dan origen a los movimientos sociales, su análisis no se ve
enriquecido por una inspección detallada de la interacción de los sujetos que
conforman los movimientos sociales, limitándose a observar puntos críticos en la
“movilización de recursos” colectivos en torno a un fin común.
Este enfoque defiende la presencia de delimitadas y previsibles cadenas causales
de un tejido no demasiado impenetrable, lo que científicamente representaría la
determinación de motivaciones, efectos, influencias contextuales y ciclos por los
que se puede seguir el nacimiento, vida y desaparición de un Movimiento social.
Ello significa, que el planteamiento lógico e instrumental de los movimientos se
hace posible a un acercamiento y omnicomprensivo que asume un conjunto de
variables que posibilita el establecimiento de leyes y previsiones de conducta
colectiva (Martínez, Casada e Ibarra, 2012).
El analisis RMT margina la relevancia de las multiplicidad-causal del surgimiento
de los Movimientos Sociales como la dimensión identitaria del mismo; como el
movimiento es también una forma colectiva y alternativa de definir y proponer al
conceptuales. Frente a la nueva ola, que comprendió las protestas estudiantil, sindical, antinuclear, pacifista, antiaborto, ecológica, feminista, de desempleados, de derechos de los consumidores, de
derechos civiles, etcétera, dichos investigadores rechazaron los postulados que estaban de moda de la Teoría de Comportamiento Colectivo (TCC). Posteriormente concibieron un modelo radicalmente opuesto que se difundió en publicaciones influyentes durante los años setenta, y
cristalizó su predominio académico en el siguiente decenio: la Teoría de Movilización de Recursos
49
mundo, más allá del sistema político institucionalizado (Martínez, Casada e Ibarra,
2012).
Por otra parte, como contestación al reduccionismo de la TMR surge el enfoque de
los Nuevos Movimientos Sociales (NMS)7, ya que la TMR da por supuesto que los
Movimientos Sociales son otra forma normalizada de comportamiento politico, la
propuesta de NMS, concibe que los mismos son una forma distinta, una forma
alternativa de conducta política y colectiva. En ese sentido lo relevante de esta
teoría no son tanto los procesos organizativos y los contextos políticos, si no la
causalidad del origen y la constricción indentitaria. Bajo esta mirada lo destacado
es analizar como algunas de las crisis estructurales, especialmente las de índole
cultural hacen surgir a los movimientos sociales y como ellos crean su propia
identidad colectiva, proponiendo y definiendo una realidad distinta a la concebida
como dada (Martínez, Casada e Ibarra, 2012).
El enfoque de NMS representa una visión más culturalista que sin duda enriquece
el análisis, pero sin embargo el solo hecho de asignar el calificativo “nuevo” a
movimientos como el feminista coloca en aprietos al enfoque de NMS, esta forma
de clasificar los movimientos sociales que cobraron auge en las décadas de los
60-70 muestra el papel central que el movimiento obrero sigue teniendo en el
análisis de movimientos sociales para esa época. Es más tarde con el surgimiento
del análisis latinoamericano de los movimientos sociales que es posible tener una
aproximación a un análisis no eurocéntrico, no patriarcal y no restringido al
movimiento obrero como centro de análisis.
7Los nuevos movimientos sociales obedecen a nuevos conflictos sociales. Se usa la expresión
nuevos movimientos sociales para referirse a un amplio conjunto de acciones colectivas que no han podido ser entendidas ni analizadas por las perspectivas teóricas anteriores, y más específicamente, por las formas de enfocar el que, hasta entonces, era el prototipo del movimiento
social, es decir, el movimiento obrero. Estas teorías constituyen la respuesta que en Europa las ciencias sociales han ofrecido a la aparición de los movimientos sociales desde los años sesenta y
setenta y, de algún modo, vienen a ser una respuesta a los enfoques predominantes en Estados Unidos. En este sentido, estas nuevas teorías de los nuevos movimientos sociales abandonan el
marxismo como marco privilegiado de compresión de los movimientos sociales y la transformación social, y apuntan más hacia otras lógicas de acción basadas en la política, la ideología y la cultura, y otras fuentes de identidad como la etnicidad, el género o la sexualidad, que consideran bases de
acción colectiva (Berrio, 2006
50
La caída del muro de Berlín visibilizó otras luchas presentes en el espectro social y
exige la renovación de las herramientas de análisis de los movimientos sociales.
Las rigideces teóricas presentes en las visiones anteriores parecen ser cada vez
más obsoletas en el entorno actual, en este contexto la propuesta de Boaventura
de Souza Santos, la epistemología del sur, toma fuerza y reaviva el debate.
La última parada de este breve recorrido general sobre el estudio de los
movimientos sociales, nos lleva a un “pensamiento crítico emergente”, de
movimientos alterglobalizador y latinoamericano, pensamiento procedente de los
márgenes del sistema-mundo de donde también surgen procesos de movilización
social contra hegemónica, representados organizaciones campesinas, indígenas,
feministas, estudiantes, trabajadores, etcétera, los cuales se artuculan cada vez
de forma más amplia y compleja (Martínez, Casada e Ibarra, 2012).
La necesidad de generar nuevas formas de conocimiento sobre la realidad, la
emancipación y la de los movimientos, no surgen de la academia, más bien son
los propios movimientos sociales, los que han propuesto la necesidad de
innovación cognitiva. Ya que con sus procesos desbordan los análisis, y desde la
práctica muestran un cuestionamiento cada vez más profundo de la modernidad
capitalista y patriarcal entendida como un sistema muntiple de dominación,
antropocentrica, capitalista, de patriarcado, eurocéntrica, colonial, etcétera. Los
cuales construyen alternativas a estas formas de dominación, claro, de forma
parcial y limitada.
Como siguiente paso en nuestra investigación definiremos las categorías
necesarias para este trabajo. Es necesario tener en cuenta que debido al carácter
de sujeto que tiene nuestro tema de estudio, los conceptos a emplearse no
dependen únicamente del académico sino que emergen precisamente de los
movimientos, entes en constante cambio, sujetos en construcción continua, por lo
tanto es de suma importancia mantener la apertura y flexibilidad en el uso de los
conceptos y definiciones.
51
Un primer acercamiento sobre el análisis de los Movimientos sociales nos llevaría
a pensar que todo aquello que se mueve en la sociedad es un movimiento social.
Entonces cualquier grupo que hace algo, que se organiza, que reclama o cualquier
acción o cambio por pate de un grupo, una asociación, organización, o entidad
que no son parte del Estado, ¿son movimiento social?, bajo esta primera premisa
podría entenderse que es el conjunto de personas haciendo cosas en la sociedad,
desde un grupo de empresarios que reclama la reducción de impuestos, o una
ONG de ecologistas que exige el cierre de una fábrica contaminante o un sindicato
de obreros que exige mejoras laborales. Evidentemente cualquier forma de acción
colectiva no corresponden al concepto de movimiento social.
Existe una coincidencia de todas las perspectivas analíticas sobre movimientos
sociales y es su incidencia en la transformación social, pretendiendo lograr por
medio de la lucha, la organización y la resistencia, el reconocimiento, desarrollo y
protección de intereses y necesidades individuales y colectivas. En ese sentido, se
destaca como principal rasgo en los movimientos sociales su voluntad decidida de
intervenir en el proceso de cambio social (Casquette, 1998)
“Una red interactiva de individuos, grupos y organizaciones que, dirigiendo sus demandas a la sociedad civil y a las autoridades, interviene con cierta continuidad en el proceso de cambio social mediante el uso prevaleciente de formas no convencionales de participación” (Casquette, 1998).
Bajo la mirada de Alain Touraine, la idea de movimiento social procura demostrar
la existencia, en el núcleo de cada tipo societal, de un conflicto central (Touraine,
1997). Donde los movimientos sociales representan la acción conflictiva de
agentes de las clases sociales que luchan por el control del sistema de acción
histórica. Así mismo sustenta que “lo propio de un movimiento social no es estar
orientado hacia valores conscientemente expresados”. Tampoco es expresión de
una concepción del mundo, más bien se sitúa en un campo de acción histórica,
“se define por el enfrentamiento de intereses opuestos por el control de las fuerzas
de desarrollo y del campo de experiencia histórica de una sociedad” (Ansaldi,
2006)
52
En esta perspectiva Touraine propone estudiar a los movimientos sociales bajo el
enfoque de identidad (autodefinición del sujeto), de oposición (el que posibilita
organizarse nombrando a su adversario mediante el conflicto, por ser éste quien
constituye y organiza al sujeto de la acción) y de totalidad (sistema de acción
histórica cuyos adversarios, situados en la doble dialéctica de las clases sociales,
se disputan el dominio) (Ansaldi, 2006).
Los movimientos sociales se van construyendo como actores políticos colectivos,
y surgen como estructuras en búsqueda de cambios sociales, los cuales, emergen
históricamente como consecuencia de distintas crisis sociales. En la actualidad,
dado el carácter global y multidimensional de las crisis, distintos tipos societales se
han visto movilizados sincrónicamente y, en el devenir de sus luchas ciertos tipos
de movimientos sociales han identificado a un enemigo común: el capita En este
sentido, tras la identificación de fenómenos coloniales y distintas formas de
invasión y expoliación de los territorios, los sujetos movilizados en torno a
movimientos sociales buscan emanciparse de la dinámica a que se ven obligados
bajo el control del invasor. Los conflictos surgidos del choque de tipos societales
surgen de una dinámica opresor-oprimido por lo que necesariamente un
movimiento social surgido de este tipo de conflictos tiene una vocación
emancipatoria mientras su contraparte, una vocación opresora. En palabras de
Houtart:
“Los movimientos sociales son el fruto de contradicciones, hoy en día globalizadas. Para ser verdaderos actores colectivos suponen, según Alain Touraine, un carácter de historicidad (situarse en el tiempo), una visión de la totalidad del campo dentro del cual se inscriben, una definición clara del adversario y una organización. Son más que una simple revuelta (las “jacqueries” campesinas), más que un grupo de intereses (cámara de comercio), más que una iniciativa
autónoma del Estado (organización no gubernamental..
Los movimientos nacen de la percepción de objetivos como metas de acción, pero para existir en el tiempo necesitan un proceso de institucionalización.
Se crean roles indispensables para su reproducción social. Así nace una permanente dialéctica entre metas y
53
organización, con el peligro de dominación de la lógica de la reproducción sobre las exigencias de los objetivos. Existe un infinito número de ejemplos de esta dialéctica en la historia” (Houtart, 2006).
Sin embargo se debe tomar con mucho cuidado el tema de la institucionalización
ya que se corren diversos riesgos dependiendo de la forma en que se aborde. De
acuerdo con Martínez y Casado (2012) mantener un purismo libre de
contaminación institucional o de otras organizaciones, termina por aislar
irremediablemente a los movimientos; por otra parte la completa
institucionalización de un movimiento social puede hacer de éste una organización
anquilosada que terminará por reproducir las dinámicas que alguna vez combatió.
Es precisamente el cambio constante y el carácter auto definitorio de los sujetos
que acusa Touraine en los movimientos sociales, la principal herramienta a ser
explotada ya que, si bien un movimiento social puede conseguir el cumplimiento
de algunas de sus demandas, es natural que otra buena parte de éstas
permanezcan en disputa con los órganos conservadores en el poder por lo que la
constante actualización de las demandas y la búsqueda de mayores libertades
hace de los movimientos sociales emancipatorios una alternativa viable.
Cabe aclarar que se entiende la institucionalización de un movimiento como su
integración en algún grado a la normatividad imperante en el sistema político en
que se desarrolle, por lo que no se debe de confundir la institucionalización con la
profesionalización y organización de un movimiento social (Martínez y Casado,
2012). Por otra parte el riesgo de coptación de movimientos o individuos por medio
de la institucionalización es alto, sin embargo el completo deslinde de la política
institucional puede aislar y fragmentar el movimiento. Ante estos riesgos,
experiencias como la de la Marcha Mundial de las Mujeres (MMM) que ha sido
estudiada por Martínez y Casado (2012), muestran que una forma muy eficaz de
mantener la autonomía y pluralidad de los movimientos emancipatorios es
vigorizar la horizontalidad en la toma de decisiones.
Como hemos señalado antes muchos de los movimientos sociales aparecen en
situaciones de conflicto y en ocasiones se presentan como expresiones de cambio
54
de época que tiene que ver con las condiciones políticas, económicas, sociales y
culturales que se imponen como modos de vida. En ese sentido, los movimientos
sociales surgen cuando ciertos actores “concentran sus acciones en torno a
aspiraciones comunes en secuencias seguidas de interacción con sus oponentes
o las autoridades” y es que “la acción colectiva es el principal recurso, y con
frecuencia el único, del que dispone la mayoría de las personas para enfrentarse a
los adversarios (Mendoza, 2006).
Así pues, podemos entender a la acción colectiva8 como aquellas prácticas en las
que se puede identificar a un sujeto social. En ese sentido, una acción colectiva se
traduce en movimiento social cuando los actores conscientizan su realidad y
deciden transformarla mediante la lucha organizada que pugna por nuevos
modelos de sociedad.
2.4 MOVIMIENTOS SOCIALES: LA PRAXIS DE LAS UTOPÍAS
Vivimos tiempos decisivos, es tiempo de mirar y construir otros caminos, otros
horizontes que contribuyan a transformar de forma profunda las relaciones
sociales que hemos construido a lo largo de la historia a partir de la violencia, la
subordinación y la explotación que han formado parte de la modernidad, la cual
sostiene un carácter colonial, patriarcal y capitalista de un sistema múltiple de
8 La raíz de la acción colectiva para Carlos Marx y Engels son las estructuras sociales, las cuales
están clasificados en dos estratos proletarios y capitalistas.
Desde el punto de vista de Lenin y Gramci, la acción colectiva tiene que ver con dos condiciones: las oportunidades políticas que privan a la clase social y la organización y la cultura representada
por la condición política. La organización para Lenin era fundamental por lo que propuso la conformación de una elite revolucionaria (partido) a esta propuesta leninista del partido revolucionario Gramci le agrego la creación de un bloque histórico alrededor de la clase obrera y
alrededor de esta crear cuadros, llamados “intelectuales orgánicos”, que complementarían a los intelectuales del partido. En Gramci el movimiento es un arma organizativa, un intelectual colectivo.
Las ideas que los clásicos desarrollaron, la transformación de la capacidad de la movilización en acción, mediante la organización por consenso y la estructura de oportunidades políticas, son
fuente y columna vertebral de las visiones contemporáneas de los movimientos sociales. El partido de Lenin da cause a estructuras de movilización más flexibles, el intelectual orgánico de Gramci da paso a los marcos culturales y el oportunismo político táctico es remplazado por la noción de las
oportunidades políticas.
55
dominación. Se trata de superar las realidades cotidianas en nuestra sociedad,
crear otros mundos donde quepan concepciones de vidas buenas y felices.
Hoy día el mundo sufre el embate de múltiples crisis de carácter civilizatorio que
tienen que ver con la implementación de mecanismos occidentales como “modelo
supremo de desarrollo” (Toledo, 2013). En ese sentido, el modelo civilizatorio se
encuentra en una crisis sistémica y estructural que expresa las contradicciones
intrínsecas al sistema capitalista y que atraviesa la sociedad y el sistema-mundo:
la económica, política, financiera, alimentaria, energética, climática, de cuidados
de la vida, de valores, etc. las cuales se han agudizado en las últimas décadas.
Estas crisis se explican cómo problemas inherentes al sistema capitalista, ya que
los dispositivos y reglas de operación que impone de forma determinante como
único modelo de desarrollo, crean las condiciones de desigualdad y deterioro
ambiental que amenaza la propia supervivencia de la especie humana, misma que
logró gestar la actual estructura social y económica (Houtart, 2011) y por tanto la
única capaz de cambiarla.
“La presencia de estas múltiples crisis revela que la noción de fin de historia de Fukuyama (1992) (…) era demasiado simplista y lineal, puesto que una revisión de fondo permite entender que no estamos siendo testigos y partes de crisis coyunturales que se diluirán si avanza el capitalismo, el liberalismo y la democracia representativa (…) más bien son los propios mecanismos económicos y sociales” (Martinez,
Casado, Ibarra, 2012).
Hoy en día las sociedades se encuentran en un estado de hartazgo, indignación y
rabia, los fascismos políticos se están reproduciendo en todas las formas posibles,
la acumulación por desposesión,9 herramienta indispensable para la reproducción
del sistema capitalista, en búsqueda de ganancias opera y se magnifica
brutalmente en todos los espacios habidos y por haber. La búsqueda de nuevos
territorios para ser explotados y saqueados salvajemente, desplaza a miles de
indígenas y campesinos, sometiéndolos a un estado de indefensión y violencia, los
9Lo que llamamos la acumulación primitiva originaría, que para Marx era una fase del Capitalismo, es para nosotros, después de Rosa Luxemburgo, Ernest Mandel, David Harvey y otros, un
componente permanente o acumulación por despojo
56
margina y excluye no solo en las políticas públicas, o derechos constitucionales,
también son sometidos a los vaivenes de mercados especulativos inmobiliarios, de
la industria extractivita, agrícola y ganadera.
La población en general está siendo objeto de múltiples despojos, recortes en las
conquistas sociales y de políticas públicas; con rescates y ajustes en el
presupuesto público. Por ejemplo, cuando se reducen los salarios que fueron
contratados a través de un contrato colectivo y se retiran para rescatar bancos,
cuando a un señor jubilado se le retira parte de su pensión o cuando son vendidos
los recursos naturales a empresas transnacionales para su explotación, cuando se
hacen políticas que reducen el gasto social, etc. Ello representa solo algunas de
formas de despojo que están surgiendo, y donde se manifiesta el oportunismo, la
codicia y la voracidad especulativa de los mercados, quienes por cierto, no han
podido regularse a sí mismos y han sido solapados y respaldados por los
gobiernos que rescatan y mantienen el estatus quo de la clase empresarial
rescatándolos con presupuesto público y empobreciendo cada vez más al
campesino, al indígena y a la clase trabajadora.
La complejidad y pluralidad de los cambios sociales a los que estamos asistiendo
especialmente en las últimas décadas están haciendo emerger diferentes
convulsiones, crisis y movilizaciones sociales que están modificando los
esquemas en los que se re-significa y reivindica el imaginario social. Por ello, se
requiere reinventar cada esfera de la vida social y crear nuevos paradigmas
emancipatorios en el análisis y construcción de la realidad. Especialmente en los
pueblos indígenas y campesinos del mundo, donde hoy se vive una ebullición del
pensamiento crítico y donde surgen y se extienden nuevos movimientos sociales.
Crisis significa sufrimiento, confusión y desesperanza pero, al mismo tiempo, es
una oportunidad única para realizar una transformación profunda, un salto
cualitativo, un nuevo paradigma civilizatorio (Toledo, 2013) que sea capaz de crear
un mundo nuevo y posible.
57
Recordando lo que decía Gramci: “La crisis se produce cuando el viejo mundo
tarda en desaparecer y el nuevo mundo tarda en nacer. Y en este claroscuro, los
monstruos pueden aparecer”. En este sentido las crisis significan un momento
renovador.
Sostenemos que los movimientos sociales, desde sus específicas luchas,
conocimientos y lugares de protesta son agentes que plantean un cuestionamiento
crítico de las formas y relaciones de dominación prevalecientes en nuestra
sociedad, significa un posicionamiento en colectivo de los diferentes sectores
sociales más vulnerables. Son ellos quienes impugnan y confrontan las jerarquías
y estructuras de poder, expresando un sentimiento de inconformidad crítico y
disidente, que cuestiona e interpela, situaciones de sufrimiento, violencia y
subordinación que impone un sistema opresor que niega cualquier posibilidad de
autodeterminación y soberanía del territorio (Martínez, Casado, 2012).
La pertinencia de los movimientos sociales como sujetos organizados en
colectivos, promotores de procesos de emancipación está relacionada con la
posición que ocupan en la periferia de la estructura social, desde cuyos espacios
en resistencia a la dominación, marginación y exclusión se puede hacer más
visible al sistema del poder establecido. Es a partir de esos ámbitos donde se van
gestando las alternativas, los imaginarios y nuevas formas de sociedad, que
plantean otras formas de relacionarnos con la vida. Se trata de actores políticos,
sujetos sociales, que emergen como una expresión articulada desde los márgenes
de la sociedad.
Por tanto son estos actores sociales quienes reclaman y van cuestionando los
mecanismos que generan las situaciones de subordinación y sufrimiento que
padecen. Por ello permanecen en permanente re-invención, búsqueda y
reencuentro de saberes, propuestas o prácticas de soluciones alternativas que no
reproducen el mismo modelo civilizatorio de ver y estar en el mundo. Todo ello les
cualifica como referente para construir alternativas de vida, salidas emancipadoras
en la búsqueda de un “Buen Vivir”. Los movimientos sociales se consolidan como
agentes políticos y espacios de producción social de realidades, su ubicación
58
estructural tanto en sus condiciones objetivas, como subjetivas, aquí la búsqueda
de saberes como propuestas y prácticas alternativas, son incubadoras de la
creatividad e innovación social y política (Martinez, Casado, Ibarra, 2012).
Vemos asistir a muchos otros movimientos que rescatan otras formas de pensar,
otras cosmogonías, otras cosmovisiones que estaban suprimidas, que estaban
silenciadas, y que surgen como respuesta a las limitaciones y contradicciones de
las ideas y aplicaciones contemporáneas del desarrollo económico. Se trata de
configurar futuros, proponer y ensayar nuevas perspectivas enmarcadas en otro
tipo de valoraciones de la sociedad y del ambiente; se trata de situar en el centro
no la reproducción y acumulación del capital sino la de “la reproducción y
sostenibilidad de la vida” (Martinez, Casado, Ibarra, 2012 de León, 2010). De esta
manera, la configuración de futuros creada por los muchos y diversos agentes
colectivos, con semánticas y lenguajes distintos, le da sentido a los nuevos
discursos y prácticas que vienen germinado y que se nutren con gotas de rebeldía
y voluntad, situándose de cara a la modernidad occidental con propuestas y
acciones alternativas. En ese mismo sentido, sostenemos que las aportaciones de
los movimientos populares a la diversidad de discursos e imaginarios políticos son
indispensables como estrategia de lucha por sociedades mejores. Hablamos de
sujetos que amplían el quehacer político, cuestionan y transforman las prácticas
dominantes de la globalización neoliberal a través de acciones que generan
nuevas normas, nuevas valorizaciones, nuevas significaciones del mundo.
En ese sentido, el conjunto de tesis sobre la trayectoria y las posibilidades
actuales de prácticas y visiones del mundo, son inspirados en valores y principios
no capitalistas, y se sitúan, en el surgimiento de organizaciones, movimientos y
comunidades que resisten y luchan contra la hegemonía del capitalismo,
embarcándose en alternativas económicas distintas, en relaciones sociales
emancipadoras y horizontales infundidas en valores de autonomía, democracia
participativa, igualdad, equidad y solidaridad.
El éxito de la emancipación estaría, por tanto, en una nueva relación política –
transitoria–, entre la experiencia y la expectativa, el consenso y la resignación, y la
59
esperanza y la desesperanza. El malestar, la indignación y el inconformismo frente
a lo que existe sirven de fuente de inspiración para teorizar sobre el modo de
superar lo que no nos gusta. Se trata de proponer un modelo diferente de
racionalidad, es decir cambiar la razón que preside tanto los conocimientos como
su propia estructuración.
Estas premisas señalan la dirección que tomará la reinvención de la emancipación
social, este malestar, producto del fracaso de la modernidad, es el inicio del
camino transformador.
Los movimientos sociales se centran en imaginar lo posible. “La realidad no se
reduce a lo existente”, la realidad es un campo de posibilidades en el que caben
alternativas que han sido imaginadas o que ni siquiera han sido intentadas
(Santos, 2007). Debemos saber que no es real sólo la realidad que conocemos,
que es real también la realidad de la que tenemos necesidad, que es tan real
como la otra, porque está dentro de la panza de la otra (Galeano, 2005).
Así también, el tiempo que conocemos no es el único tiempo que es posible vivir,
por esa razón los Zapatistas chiapanecos afirman que sus tiempos y sus
geografías son otros. La ruptura con la linealidad de la idea de progreso capitalista
forzosamente nos lleva a una ruptura de la concepción cronológica de nuestro
devenir en el mundo. Durante años se nos ha forzado a pensar que sólo el
presente es digno de nuestra atención, el desdén del pasado y el olvido
sistemático de la historia de los Pueblos es una constante en la guerra que el
capital sostiene contra la vida, por otra parte la falacia de un mejor futuro a
condición de vivir el presente como si fuera lo único cierto ha, colocado a la
sociedad al borde de la autodestrucción mientras permanece inmutable esperando
que las fuerzas del mercado y la unión de todos los egoísmos solucionen los
problemas.
Vivir nuestra historia como si fuera parte del futuro, construyendo desde el
presente, es el reto que los actores sociales enfrentan. La transgresión de la idea
del progreso lineal es parte fundamental para construcción de nuevas formas de
60
vida que por convencionalismo llamaremos utopías, pero aclarando que la
verdadera utopía es pensar que el sistema puede permanecer inmutable. En la
medida en que se rompa con la idea de la fatalidad del progreso capitalista, los
Pueblos estarán en posesión de su propio tiempo, de su historia, su presente y por
tanto de su futuro.
Entendemos entonces que la utopía, es la exploración mediante la imaginación de
nuevas formas de oportunidad y voluntad humana; corroboramos lo que existe
para acceder a un escenario mejor, por el cual vale la pena luchar y del que toda
la humanidad tiene el derecho a formar parte. Pensamos que las posibilidades de
cambio residen en los Movimientos Sociales, ya que son los únicos capaces de
generar nuevos significados y valores, articular saberes y generar pensamientos
para el bien común siendo sujetos activos del devenir de su propia vida
(Giarracca, 2006) en la medida en que los cambios sean un producto colectivo,
por ello hablamos de movimientos sociales a diferencia del paradigma neoliberal
de la sociedad compuesta de individuos aislados y egoístas.
Sostenemos que sólo en la medida en que el cambio en la concepción del mundo
sea colectiva y organizada, los valores que rigen a la sociedad pueden ser
distintos: cambiar el enfoque de la competencia por cooperación, egoísmo por
solidaridad, fatalidad por alternativas y sometimiento por empoderamiento social;
será posible transitar de la irrealizable continuidad de la actual vía a una utopía no
sólo realizable sino necesaria.
Si bien es cierto, hablar de procesos emancipatorios tiene su cuota de
romanticismo, pero a la vez ofrece una vigorosa dosis de realismo. Porque es por
medio de la utopía que la construcción colectiva esboza las tácticas y estrategias
para llegar a ella, en el sentido de lo que no existe hoy pero que puede ser
realidad mañana, vale decir una utopía no ilusoria, sino necesaria.
Así, podemos hablar que la tarea de las prácticas y el pensamiento emancipador
consiste en ampliar el espectro de lo posible a través de la creatividad, la
experimentación y la reflexión, acerca de alternativas que representen relaciones
61
sociales más equitativas, más justas, más respetuosas de la vida y liberadoras. Al
mirar más allá de lo que existe, estas formas de pensamiento y prácticas ponen en
tela de juicio la separación entre la realidad y la utopía. Permitiéndonos caminar y
mirar nuevos horizontes en la configuración y construcción de futuros
emancipatorios.
Cuando hablamos de emancipación, significa construcción colectiva y
permanente, tomar acción de nuestro presente y nuestro futuro, reconocer que no
queremos lo que vivimos, negar, resistir y luchar contra el sistema actual de
dominación, alineación y globalización. Nos encontramos inexorablemente con
que la puerta de la realidad está abierta, y nos lanza a algo nuevo, nos pone en
movimiento, en marcha, en búsqueda de algo que queremos como nueva forma
de vida. Es decir, en la medida en que la sociedad busque cambiar los cánones
establecidos por el sistema y busque repensar lo pensado y reconstruir lo
existente, para “Ampliar el presente y contraer el futuro” (Santos, 2006) permitirá
modificar las condiciones existentes de vida que nos oprime y nos domina.
Y que quede claro, no hablamos de una esperanza ingenua, sino aquella que nos
permite percibir la realidad con todo su potencial. No solo lo que es, sino lo que
puede llegar a ser.
62
2.5 TERRITORIO EL LOCUS DE LA SOCIEDAD
“Somos guerreros para defender la tierra, nuestra Madre, nuestra vida. Para nosotros
ésta es la valla final. Si la tierra muere morimos nosotros. No hay mañana sin la tierra.
El que quiere destruir la tierra es todo un sistema. Este es el enemigo a vencer.
“capitalismo”…”
C.I.M
En el análisis económico convencional, la tierra es tomada como un mero factor de
producción, un espacio donde se realizan las actividades productivas, la fuente de
los recursos para la producción y el sumidero para los desechos. Sin embargo un
análisis más profundo, exige examinar las relaciones sociales que acontecen en
esos espacios, la reproducción social, las relaciones de poder, las creencias y un
conjunto de sistemas que interactúan con el medio natural y lo transforman.
Lefebvre (1991) considera que el territorio es el espacio donde se materializa la
existencia humana. En este sentido, la materialización de la existencia humana,
implica la interacción de la sociedad con la naturaleza, la transformación de los
recursos en valores de uso. Bernardo Manҫ ano (2005) entiende al territorio como
un sistema de objetos naturales y sociales o bien los objetos producidos por
mediación de relaciones sociales que transforman la naturaleza. Dicho de otra
manera, podemos entender al territorio como el espacio donde acontecen las
relaciones sociales de producción y donde se reproduce la sociedad en términos
físicos y simbólicos.
La reproducción social y material de la existencia humana involucra un gran
número de factores que interactúan continuamente. Su relación es dinámica,
contradictoria e indivisible; además puede llevarse a cabo a diferentes niveles de
forma simultánea. Por esta razón, Manҫ ano considera que la definición del
territorio es multidimensional y multiescalar (Manҫ ano, 2005).
La multidimensionalidad del territorio radica en que puede ser abordado desde
distintos enfoques (la dimensión económica, social, antropológica, etc.) mientras
que la multiescalaridad hace referencia a que el territorio puede ser analizado
63
desde la escala local, regional o hasta internacional. La indivisibilidad del análisis
territorial se debe a que, al ser el territorio entendido como un sistema de objetos,
aislar alguno de estos objetos implica dejar de estudiar al sistema en sí, y reducir
el poder explicativo del análisis. Por lo tanto, podemos entender al territorio como
la síntesis dialéctica del espacio y la sociedad, es decir un sistema dinámico de
relaciones sociales en un determinado espacio material.
Por otra parte, consideramos que hablar del territorio como un sistema de objetos,
puede desvirtuar el carácter objetivo de la construcción de los territorios,
generando una ruptura entre sujeto y objeto. En este sentido, la subjetividad juega
un papel muy importante, en la medida en que la multidimensionalidad del
territorio puede ser comprendida de mejor forma al incorporar el concepto de
narrativas territoriales. Entendiendo que las narrativas territoriales dan sustento
espacial a las prácticas y discursos colectivos y que son construidas por actores
sociales concretos (Damonte, 2011).
Para Giménez (1999) los ingredientes primordiales del territorio son: la apropiación
de un espacio, el poder y la frontera. Bajo esta misma lógica, el autor abunda
diciendo que la apropiación puede ser de dos tipos: instrumental-funcional y
simbólico-expresivo, dependiendo cada una, de las relaciones sociales de
producción vigentes en ese momento, así como del grupo que se encuentre
detentando el poder. Es así como la relación de tipo instrumental-funcional es
dominante en el sistema capitalista. Ya que la finalidad última del capitalismo es la
obtención de ganancias, la búsqueda de espacios susceptibles de ser enajenados
para la actividad productiva, implica una relación espacio-temporal puramente
utilitaria. Por otra parte, el uso simbólico-expresivo de los espacios, dota de una
significación ritual al territorio, haciendo de este un espacio sacralizado para
muchas sociedades, esta relación de apropiación del espacio obedece más a
sociedades con sistemas económicos que privilegian la satisfacción de
necesidades básicas de índole social por sobre la obtención de ganancias
individuales.
64
Siguiendo a Manzano (2005), los territorios se pueden clasificar en materiales e
inmateriales, los materiales son aquellos que poseen un soporte tangible, físico;
mientras los inmateriales son los que se sustentan en lo social. Dicha clasificación
es simplemente analítica ya que ambos tipos de territorio se determinan uno al
otro y, por lo tanto son inseparables.
En tanto construcciones sociales que se expresan materialmente en relaciones de
poder, tenemos territorios definidos por criterios políticos, económicos, étnicos, por
tipo de propiedad (privada o comunal), etc; esto ilustra la multidimensionalidad del
territorio. Sin embargo, los territorios construidos a partir del modo de producción,
poseen narrativas muchas veces mutuamente excluyentes. El caso de los
territorios construidos bajo esquemas de propiedad privada, genera relaciones de
poder que son abiertamente contradictorias a aquellos territorios que han sido
construidos en torno a una narrativa de propiedad comunal.
Existen narrativas que pueden coexistir y conformar de forma conjunta un
territorio, por otra parte, hay narrativas intrínsecamente contradictorias. Las
contradicciones entre las narrativas construidas en torno al espacio, generan
disputas por el territorio. Un ejemplo de esto es la expansión de las plantaciones
de soya en América del Sur, otro ejemplo son las disputas por sitios sagrados en
México, donde las compañías mineras canadienses han obtenido concesiones
amparadas por el Estado para la extracción de minerales en el territorio de
Wirikuta, sitio sagrado para la etnia Wirraritari que ha defendido históricamente su
territorio.
En el caso vasco, esta disputa se ha dado desde las diferentes invasiones a lo
largo de la historia, siendo la más reciente la española. Sin embargo una de las
disputas más recientes por el territorio, ha sido la que los campesinos vascos han
dado en contra de las políticas neoliberales que propician la adopción de
esquemas productivos no tradicionales.
65
2.5.1 LA DISPUTA DEL TERRITORIO DESDE LA ÓPTICA DE LA ECONOMÍA
POLÍTICA
De acuerdo con Marx (1867) las contradicciones del sistema capitalista implican la
interrupción del ciclo de reproducción del capital, provocando crisis recurrentes.
Rosa Luxemburgo (1913) afirma que el capital, en la búsqueda de perpetuar su
reproducción sale de su rango normal de influencia hacia nuevos lugares donde
pueda reproducirse, es decir generar nuevos mercados.
La acumulación capitalista iniciada en la forma de acumulación originaria, una vez
recorrido su camino hasta los límites impuestos por su propia naturaleza, culmina
en una crisis de sobreacumulación con consecuencias negativas sobre el mercado
laboral y el mercado de bienes. En este punto, el sistema enfrenta sus límites
físicos, inherentes a su propio desarrollo. Entonces, según Luxemburgo (1913),
busca nuevos mercados donde realizar sus mercancías y nuevos sitios que
provean de recursos para la producción, generando nuevos territorios susceptibles
de ser explotados.
La narrativa capitalista se construye en torno a la obtención de beneficios
económicos y la apropiación de valor. La contradicción intrínseca al capitalismo
que enfrenta a proletarios y capitalistas se extiende a sectores aún no
proletarizados que se resisten a serlo. Aquí se hace patente la construcción de
narrativas contradictorias entre sí, la lucha por el territorio es entonces el producto
de esa contradicción.
Según lo enuncia la Primera Declaración de la Selva Lacandona (EZLN, 1994), el
capital se encuentra impedido de despojar a los pueblos originarios, ya sea por el
rechazo de sus habitantes al tipo de vida fabril y citadina o bien por la estructura
social no capitalista vigente en esas sociedades, otro tanto por los límites físicos
derivados de la carencia de infraestructura, que imposibilita el traslado de
mercancías y de personas al modo capitalista. De esta manera, vuelve
crematísticos a los valores de uso hasta entonces sin asignación de precios, es
decir, la naturaleza. Para llegar a este punto es necesario que el capital haya
66
sustraído beneficios de su entorno inmediato, por lo cual, al enfrentar límites
físicos y sociales, expande su territorio, movido por la escasez de materias primas.
Entonces, desde el enfoque convencional economicista, la naturaleza deja de ser
externa e ingresa al mundo de los bienes transables. Se concreta entonces el
ciclo, de vuelta a la acumulación originaria en los espacios hasta entonces
ignorados por el capital.
Armando Bartra (2013) detecta una contradicción en el carácter externo que el
capital asigna a la naturaleza, por una parte y por otra, la necesidad que éste (el
capital) tiene de la naturaleza como proveedor de recursos para la producción. En
este sentido se presenta un problema: “La desviación de la plusvalía social a la
valorización de una propiedad” (Bartra, 2013), la contradicción radica en que dado
que el valor tiene como fuente única al trabajo, resulta incongruente la valorización
del espacio en tanto que éste no es producto del trabajo humano. Por esta causa,
entendemos, pues que la asignación de precios al espacio natural, obedece a la
creación de un territorio en torno a la narrativa capitalista, donde los términos
escasez y propiedad privada, tienen un papel central para explicar el origen
conceptual de la renta de la tierra. En contraposición a la intencionalidad
instrumental del capitalismo, se encuentra la construcción del territorio desde
narrativas con un enfoque simbólico, que dota al espacio de significaciones
rituales, donde se busca la reproducción de la vida y no la del capital.
La contradicción, sin embargo no es simplemente conceptual o narrativa, sino ante
todo, práctica. El sistema degrada e instrumentaliza la naturaleza y al trabajo vivo
(Bartra, 2013), en el territorio dominado por el capital, la alienación del trabajo
encuentra resistencia en la clase trabajadora, mientras que por otra parte, se
mantiene una disputa por los territorios que no han sido avasallados por el
capitalismo. En estos territorios está en juego algo más que el espacio de
reproducción de las relaciones sociales, también se trata del lugar físico de donde
se obtienen los recursos que permiten la reproducción de la vida. En este sentido,
la multiplicidad de significaciones y narrativas construidas por los Pueblos
67
alrededor de la naturaleza, dotan de un carácter de indivisibilidad al territorio y
quienes lo ocupan, construyen y reconstruyen.
Por otra parte, la narrativa capitalista, tiende a la segmentación de la realidad, de
manera que externaliza a la naturaleza, y reduce al espacio, base física del
territorio, a la categoría de factor de producción: Tierra. Sin embargo, un análisis
multidimensional del territorio, nos permite desentrañar las contradicciones en la
narrativa del capitalismo.
2.5.2 LOS SUJETOS SOCIALES EN LA LUCHA POR EL TERRITORIO DESDE
LA NARRATIVA DE EHNE BIZKAIA
En este apartado hablaremos de cómo surgió y cómo ha evolucionado la lucha por
el territorio desde la narrativa de EHNE Bizkaia, más adelante abundaremos en la
historia del sindicato.
El Pueblo vasco, se caracteriza por un fuerte apego a su modo de vida, sus
relaciones sociales, sistemas productivos, lengua, etc. La construcción del
territorio desde sus narrativas ha involucrado una lucha en pos de su
independencia desde hace siglos, dicha lucha se ha intensificado a partir de
principios del siglo XX después de la muerte de Franco, y la recuperación de
procesos pre-democráticos. Han sido diversos los actores sociales que han
aportado a la construcción de las narrativas que dan significados al territorio
vasco, Euskal Herria. La diversidad de actores comprende desde partidos
políticos, las diversas facciones de la denominada izquierda abertzale, Euskadi Ta
Azkatasuna (ETA), organizaciones feministas, campesinas, sindicatos obreros,
ecologistas, etc.
La conformación de la narrativa territorial de EHNE Bizkaia, tiene su origen en la
fundación misma del sindicato, ya que surge como un reclamo de campesinos que
exigen la restitución de su medio de vida: la tierra, misma que ha sido apropiada
68
por invasores españoles en la época feudal, hace cuarenta años la tierra en el
País Vasco, no estaba en manos de los agricultores campesinos, estaba en
manos de propietarios que no necesariamente trabajaban la tierra. Al final de la
época franquista se desarrolló una ley que gracias a la lucha campesina, permitía
que los agricultores, los campesinos y campesinas pudieran acceder al caserío10
por un precio accesible, un precio agrario y no especulativo, fueron las primeras
luchas ideológicas que hicieron valer a la organización frente a la sociedad,
entonces la lucha por la tierra fue muy importante.
“Los años ochenta fue una época de una enorme crisis económica e industrial y el impacto fue doblemente mayor, porque al mismo tiempo hubo una presión social, mediática, tecnológica y formativa hacia el modelo que imponía la política agraria común. Un modelo intensivo, necesitando más tierras, más recursos económicos, más capital, un modelo en modos de producción que utilizaban más agroquímicos, es decir, el modelo más productivista cien por cien. Y tuvimos que luchar en contra de toda esa batería de políticas públicas, a favor del modelo de agricultura que históricamente no coincide con el tradicional”
11 (Nicholson,
2014).
La lucha de los campesinos vascos no se restringe a la recuperación de la fuente
de su reproducción material, sino a la recuperación de una serie de formas de
relacionarse entre ellos y ellas, obedece a una lucha multidimensional, ya que
10
La actual conformación del caserío data de hace unos 500 años. Significa el lugar donde se
guarda la cultura, la identidad y tradiciones del Pueblo Vasco. Esta conformación se sintetizan en un único edifico todas las funciones esenciales, la vivienda, el granero, el pajar y el lagar. El
caserío (o baserri en euskera), es un tipo de hábitat rural, de construcción tradicional, originaria del norte de la península Ibérica, principalmente de la zona del País Vasco, tanto de la parte invadida por España como de Francia.
El caserío suele disponer de una planta baja en la que se instalaban graneros, establos y demás dependencias agrícolas, y de una o más plantas elevadas que servían de vivienda. El tamaño
suele ser considerable, pues en ellos solían convivir todos los miembros de una familia junto con el ganado y los pastos recolectados, que se situaban en dependencias integradas en la misma construcción. Los caseríos eran el elemento fundamental del agro en el País Vasco y Navarra. Su
concepción es la de una unidad económica esencialmente autosuficiente: tradicionalmente, el caserío estaba rodeado de los terrenos agrícolas que suplían prácticamente todas las necesidades
de la familia, proveyendo de alimentos, ropas, etc, a sus moradores. Integrados en la propia construcción o en edificios anejos, se podían instalar talleres de manufactura para tejidos, labrado
de piedra, herrerías, etc. Como unidad autosuficiente, el caserío suele presentarse de forma aislada, rodeado de campos de cultivo. Cuando aparecen agrupados, suele ser en pequeño número, usualmente en algún cruce de caminos. 11
Para más información revisar anaxo de entrevistas.
69
involucra relaciones de producción, cosmovisión, organización familiar,
comunitaria, lingüística, religiosa, etc.
“Si para los indígenas Americanos es la Pacha Mama que es el eje cósmico de la visión, en Euskal Herria es “Amalur: la tierra madre” (Nicholson, 2014)
El ingreso del Estado español a la Comunidad Europea generó políticas
productivistas que promovieron la construcción de nuevas narrativas. Dichas
narrativas se fundamentaban en el individualismo capitalista y estaban orientadas
a la competitividad y la producción enfocada a la exportación. .
“El capitalismo (…) ha permeado en todas nuestras mentes, es decir, nos ha hecho pequeños capitalistas a todos y actuamos con los mismos esquemas, igual que uno grande, intentamos imitarlos, (…) si queremos dar la batalla al capitalismo, no podemos darle con los mismos instrumentos que genera el capitalismo, (...). hay que crear un mundo
nuevo de relaciones”… (Núñez, 21014)
Por otra parte, como hemos dicho, las narrativas tradicionales del Pueblo vasco
tienen un enfoque de producción para consumo local, comunitario y no orientado a
la competitividad. Estas contradicciones generaron una lucha por el territorio en
Euskal Herria, debido a que el mercado común europeo, de corte capitalista y de
políticas neoliberales, ha tratado de desposeer a los agricultores no sólo de sus
modos tradicionales de producción, consumo y formas de vida, sino también del
espacio material de producción de bienes.
La apropiación del territorio por parte del capital, además de la búsqueda de
beneficios derivados de la producción, genera beneficios económicos a raíz de la
especulación. Este es un tema recurrente en la construcción de la narrativa de los
campesinos de EHNE Bizkaia, debido a que para muchos y muchas, ha sido un
incentivo para la venta de sus terrenos al gran capital.
Respecto a la especulación, Bartra (2013), explica que la “desviación de la
plusvalía social a la valorización de la propiedad” obedece a la escases relativa de
la tierra, dado que existe una relación directa entre la escases relativa de la tierra y
la renta de la misma. En este sentido, la apropiación del territorio por parte del
70
capital, implica una lucha a nivel ideológico que busca lesionar las narrativas
construidas desde la otredad, es decir, el campesinado. La especulación, desde
esta perspectiva, es la manifestación de la lucha ideológica por el territorio en la
dimensión ideológica ya que busca desvincular el carácter simbólico del territorio
campesino, en aras de asignarle simplemente un precio al espacio, reduciéndolo a
la categoría de factor de producción: tierra.
La especulación ha sido identificada como un problema grave por los miembros de
EHNE, ya que al fomentar el individualismo, destruye las relaciones comunitarias
que caracterizan la organización social típica vasca. Combatir la especulación se
ha convertido en una tarea importante dentro de la organización, por lo que se han
diseñado planes para restarle efectos. Dichos planes se centran en la creación de
condiciones e incentivos que mejoren las condiciones económicas de los
campesinos, al tiempo que se fortalezcan los lazos comunitarios y redes solidarias
no sólo al interior del sindicato, sino también con la comunidad vasca en general.
La discusión acerca de las vías que deben tomarse para la lucha por el territorio,
ha incorporado una visión internacionalista al problema, ya que, de acuerdo con
miembros de EHNE, a pesar de que su lucha por el territorio es muy localizada y
específica (Euskal Herria), esta lucha obedece a factores y condiciones externos,
debido al carácter global del capitalismo actual. Esta perspectiva internacionalista
propició la unión de EHNE a la organización Vía Campesina, que es un
movimiento social cuyo eje principal es la lucha por la soberanía alimentaria y de
quienes más adelante hablaremos con mayor detalle.
La inserción al mercado de una gran cantidad de tierras para su explotación,
reconfigura la apropiación y las estructuras de poder al interior de los espacios
físicos, así como el tipo de relaciones entre quienes habitan estos espacios y el
espacio mismo. Bajo esta lógica, estaríamos hablando del paso de una relación de
apropiación del espacio de tipo simbólico-expresivo a una relación instrumental-
funcional que ignora por completo las relaciones sociales circunscritas a los
espacios invadidos por el capital. En este sentido, la lucha por el territorio se
configura también de forma multidimensional, donde el capitalismo pretende
71
ignorar la existencia de los grupos sociales que pueblan los territorios en disputa,
a la vez que muestra un gran interés en apropiarse de los recursos contenidos en
dichos territorios.
La lucha por el territorio implica que al menos uno de los agentes en disputa, no
forma parte del sistema capitalista y es precisamente su resistencia a serlo, lo que
da origen a esta lucha, en este sentido, estaríamos hablando de la aparición de un
nuevo sujeto histórico, ya que no se trata del proletario en conflicto con el capital,
sino precisamente los no proletarios que se rehúsan a serlo. De acuerdo con
Bartra (2013) cuando la reproducción de capital exige la incorporación de nuevas
tierras, las comunidades mestizas cercanas a las urbes son las primeras afectadas
y sus habitantes al cabo de un par de generaciones, se integran completamente al
sistema capitalista. El caso de los campesinos indígenas es un tanto distinto
debido a la distancia física hacia las zonas urbanas. Sin embargo la imposibilidad
de separar la exigencia por conservar los medios de producción (tierras) y la
identidad cultural de los pueblos indígenas plantea una marcada diferencia con los
campesinos mestizos que defienden su derecho al acceso a tierras cultivables. El
problema, por tanto es buscar unificar las luchas campesinas e indígenas
encontrando los puntos en común que permitan consolidar sujetos sociales que
encabecen los movimientos emancipadores, cada uno desde su perspectiva, pero
en solidaridad con los demás, esta es la visión de Vía Campesina.
En esta lógica, la defensa del territorio implica necesariamente la defensa de los
espacios apropiados y el ejercicio del poder sobre ellos, en este sentido es
necesario entender que en las sociedades no capitalistas, el poder se configura y
ejerce de forma distinta, por esta razón la búsqueda de autonomía se nutre de
factores materiales que determinan la dinámica de los grupos sociales. Por una
parte los campesinos, pequeños productores que entran en contradicción con los
grandes terratenientes enfrentados unos a otros en el mercado. La tierra en este
caso mantiene un papel de factor de producción. Por otra parte, los indígenas que
al verse amenazados por el avance del capital hacia las zonas que habitan, se ven
en la necesidad de defender su territorio, no como un simple factor de producción
72
sino como el punto geométrico en el cual acontece su vida, ese espacio donde se
genera su sustento y que también da vida a su cultura.
“(...) el territorio ha adquirido gran importancia en las relaciones sociales de producción debido al dominio perverso de los capitales financiero y especulativo sobre el productivo, y las relaciones de explotación se han ensombrecido por la
relevancia de la exclusión (...)” (Rubio, 2008).
El territorio, es el espacio de explotación y exclusión, es un espacio de dominio y
de poder, es el lugar donde se genera la lucha por la reapropiación del poder por
parte de los oprimidos y olvidados del sistema. Es el lugar de poder, de dominio,
pero también de resistencia, el territorio sigue siendo sólo un espacio que ha
encarnado la aspiración colectiva de independencia, autogobierno y
democratización.
Es un espacio politizado, como antes lo eran la fábrica, la parcela rural, la
empresa agropecuaria. Por ello, los ejes de explicación y de análisis deben
ubicarse esencialmente en las relaciones sociales de producción vigentes, que
son las de dominación y de poder que se cometen dentro del territorio (Rubio,
2008). Vía Campesina y EHNE Bizkaia, tienen como eje central, la defensa de la
soberanía alimentaria, en tanto consideran que ésta dota de autonomía a los
Pueblos, en la medida en que garantiza la reproducción material de la vida. Así, la
multidimensionalidad del territorio se expresa en la búsqueda de la soberanía
alimentaria, apoyados en el espacio físico donde acontecen las relaciones
sociales: el territorio.
Sin embargo, no se trata únicamente de la defensa del territorio como espacio
físico, sino que el defender las relaciones sociales que en él acontecen, nos obliga
a pensar en la defensa de la forma en que el espacio es concebido y modificado
por la acción humana. En este sentido, la intencionalidad instrumental que el
capitalismo ejerce sobre los recursos naturales, implica la vulneración de las
relaciones de complementariedad y cooperación entre los miembros de la
comunidad y la naturaleza. Dejamos pues abierto el debate en el sentido de
discutir la existencia de otro sujeto histórico, un sujeto histórico distinto al obrero y
73
que puede ser encarnado por los campesinos e indígenas de todo el mundo, por
aquellos que continuamente entran en contradicción con el modo de producción y
luchan por la preservación de la vida en términos sociales, orgánicos, simbólicos,
etc.
Hemos hablado de cómo la disputa por el territorio, en su carácter
multidimensional, genera conflictos entre distintos modos de producción. En este
sentido la fase actual del capitalismo que al encontrar limitaciones para su
funcionamiento dentro del territorio hasta ahora ocupado por él, invade territorios
ocupados por sociedades que no pueden ser descritas como capitalistas, a pesar
de existir en la era global. En este sentido, una gran cantidad de conflictos
surgidos en la fase neoliberal del capitalismo, son causados precisamente por la
consigna global hegemónica del Consenso de Washington, por una parte, y por la
otra, la férrea resistencia de los Pueblos que se rehúsan a ser absorbidos por el
capitalismo.
El carácter sistémico de la crisis actual, nos obliga a replantear la idea clásica del
obrero como sujeto histórico exclusivo. Isabel Rauber (2004) sostiene que no
existen sujetos históricos a priori, sino que los sujetos históricos se autoconstruyen
en la práctica. El cambio social es originado por los sujetos sociales en constante
autoconstrucción, es un proceso dialéctico en el que no es posible separar al
sujeto social de la realidad que le rodea y motiva a actuar (no podemos separar
sujeto-objeto). La continua reconfiguración de la realidad, entonces, obedece a la
continua reconfiguración del sujeto social. En ese sentido la crisis actual, al ser
sistémica, adquiere diversas dimensiones. No podemos hablar exclusivamente de
una crisis económica, agrícola, climática, productiva, ideológica, financiera, etc.
como hemos dicho, se trata de una crisis multidimensional que afecta no sólo al
proletariado, no se trata de obreros y oficinistas, asalariados en general. La actual
crisis afecta a esa masa olvidada de lumpenproletarios que han vivido no sólo al
margen del sistema, sino también al margen del análisis.
La fase neoliberal del capitalismo globalizante, se ha encargado no sólo de
expandir sus daños a todos los rincones del planeta, sino que se ha encargado
74
también de globalizar la rebeldía e incluso de unirla. La comisión intergaláctica del
EZLN, los movimientos altermundistas y las protestas globales contra las
instituciones capitalistas son los ejemplos más visibles.
Esta multiplicidad de expresiones del descontento, que a su vez obedecen a
problemas muy concretos y territorialmente localizados, han identificado a un
enemigo común a pesar de su aparente distancia geográfica, lingüística y cultural:
el capital. Actualmente es imposible identificar al sujeto histórico exclusivamente
en el proletariado, por lo tanto, en consonancia con Rauber (2004), pensamos que
el nuevo sujeto social se autoconstruye de manera dinámica, colectiva y plural.
Restringir esta dinámica en el análisis, implica una separación sujeto-objeto, ya
que se estarían ignorando buena parte de las condiciones materiales actuales,
mismas que motivan la acción de los sujetos que colectivamente modifican la
realidad.
Por lo tanto, pensamos que el sujeto histórico actual no puede restringirse al
proletariado, sino también a quienes se rehúsan a ser proletarizados. No se trata,
pues, exclusivamente de obreros, ni exclusivamente de campesinos, ni de
indígenas, ni de prostitutas, homosexuales, estudiantes, etc. Se trata de todas y
todos los oprimidos, desposeídos, vejados, enajenados por el sistema capitalista.
La lucha contra el capitalismo homogeneizante, debe ser plural, diversa, desde
cada uno de los territorios construidos por los sujetos diversos y específicos.
Este trabajo no niega la importancia del proletariado como sujeto histórico, no le
relega a segundo término, al contrario. Reconocemos el papel principal que el
proletariado tiene como sujeto histórico en tanto es el único capaz de abolir la
propiedad privada de los medios de producción y socializarla, sin embargo
también reconocemos el papel que tienen los sujetos al margen del capitalismo,
en la medida en que éstos son los únicos capaces de limitar el crecimiento del
capital hacia territorios no capitalistas. En otras palabras, pensamos que el
proletariado es el único capaz de terminar con la contradicción al interior del
capitalismo, por medio de la lucha de clases y la abolición de la propiedad privada
75
de los medios de producción, mientras, el lumpenproletariado es el único capaz de
limitar la huida del capital ante su propia lógica contradictoria.
El enfoque de autoconstrucción del sujeto histórico que hemos expuesto en este
apartado, se ajusta, desde nuestro punto de vista, a la metodología de
producciones narrativas, ya que son los sujetos quienes en colaboración con el
investigador, construyen el conocimiento de forma específica y localizada. Este
planteamiento cambia la relación en la investigación sujeto-objeto que
tradicionalmente se lleva a cabo en la ciencia, por una relación sujeto-sujeto,
generando un conocimiento localizado y complejo, construido desde un lugar y un
momento específico donde se produce el conocimiento.
Pensamos que los movimientos sociales y la lucha campesina de EHNE en
concreto, al ser fenómenos localizados, plurales y complejos, deben ser tratados
desde el punto de vista de los actores que los constituyen. Un conocimiento
construido desde los sujetos que forman parte de los movimientos sociales, rompe
con la tradición científica de reificación del “objeto” de estudio. La cualidad
subjetiva de esta investigación, le dota de una mayor complejidad, así como rigor
teórico. Entendiendo que los movimientos sociales, bajo este enfoque, conforman
al sujeto social contemporáneo, analizar al movimiento EHNE en Euskal Herria
partiendo de la construcción de narrativas desde los sujetos que conforman dicho
movimiento, contextualiza territorial y temporalmente nuestro trabajo.
76
CAPITULO III LA LUCHA POR LA TIERRA Y EL TERRITORIO: EL CASO DE
EHNE-BIZKAIA
3. EL MOVIMIENTO CAMPESINO VASCO: EL CASO DE EHNE BIZKAIA
3.1 ESCENARIO GEOGRÁFICO E HISTÓRICO
La historia de los vascos comenzó
hace miles de años atrás en lo que
hoy conocemos con el nombre de
Navarra. Tierra que fue llamada por
los romanos con el nombre de
Vasconia. Cuna de la lengua del
euskara, y de la cultura que surge
alrededor de ella. Los vascones de
Navarra, como tribu vasca más
importante dio a las demás tribus, el
apelativo de vascas (el término
vasco es una contracción medieval de la palabra vascón).
La Historia Vasca cubre el periodo desde que las tribus vasconas se asentaron en
el extremo nororiental de la franja cantábrica hasta la sociedad posindustrial
moderna de nuestros días.
Euskal Herria o Euskadi en euskera o País Vasco en Castellano, desde el punto
de vista del estado español, es la comunidad autónoma integrada por las
provincias de Álava (Vitoria/Gasteiz), Guipúzcoa (San Sebastián/Donostia) y
Vizcaya (Bilbao/Bilbo), denominados territorios históricos en el ordenamiento
autonómico. Bajo esta concepción que determina el ordenamiento jurídico
español, el País Vasco está situado en el extremo nororiental de la franja
cantábrica, colindando al norte con el Golfo de Vizcaya (mar Cantábrico) y Francia
(Aquitania), al sur con La Rioja, al oeste con Cantabria y Burgos y al este con
77
Navarra. Tiene una extensión de 7261 kilómetros cuadrados y una población de
2.191.682 habitantes, con una densidad de población de 302,97 hab/km² (INE
2013). Oficialmente su capital es Vitoria (Álava), sede de las instituciones
comunes del Parlamento y del Gobierno Vasco.
Por su pasado, su historia, su lengua (el euskera) y su tradición cultural, está
estrechamente ligado con el resto de los territorios donde también se habla la
lengua vasca: Navarra y los tres territorios del País Vasco francés (Iparralde). Así,
se denomina Euskal Herria al conjunto de territorios donde se habló y se habla la
lengua vasca. Su denominación oficial administrativa en el Estado español es la
de Comunidad Autónoma Vasca (CAV) (Etxebarria, 2002).
En el pasado, las provincias que componen el actual País Vasco fueron conocidas
también como Provincias Vascas, Provincias Forales, Provincias Exentas (hasta
1841), Provincias Vascongadas. En la actualidad, la denominación Comunidad
Autónoma Vasca (CAV) es utilizada con frecuencia, especialmente en la propia
comunidad autónoma y Navarra, ya que las denominaciones Euskadi y País
Vasco también han sido usadas históricamente, desde su creación con la grafía
Euzkadi en el siglo XIX la primera, y antes de 1897 la segunda, para nombrar un
concepto diferente al de la comunidad autónoma, el de Vasconia o Euskal Herria,
este último es el más ampliamente usado por los militantes del nacionalismo vasco
y de los cuales derivan sus proyectos políticos. Desde hace siglos existe un
empleo generalizado de la denominación Euskal Herria para designar un territorio
con rasgos culturales bien definidos, por encima de fronteras político-
administrativas y por encima también de las diferencias históricas.
Euskal Herria, traducido como la tierra de los Vascos, es el término en euskera
con que se hace referencia a un espacio o región cultural, se ubica en el vértice
occidental de los Pirineos y su litoral es bañado por el mar Cantábrico y que
comprende territorios de los Estados Español y Francés. Por lo tanto, se conoce
como Euskal Herria o Vasconia al espacio en el que la cultura vasca se manifiesta
en toda su dimensión. Euskal Herria se compone de siete territorios, a veces
denominados con el término vasco lurralde o herrialde: Álava (en euskera, Araba),
78
Vizcaya (Bizkaia), Guipúzcoa (Gipuzkoa), que conforman la autonomía del País
Vasco, y Navarra (Nafarroa), en España; y Baja Navarra (Nafarroa Beherea),
Labort (Lapurdi) y Sola (Zuberoa), en Francia.
Euskal Herria ocupa una superficie de 20 664 km². Posee una población de
aproximadamente 3 000 000 de personas, de las cuales alrededor de 2 600 000
tienen ciudadanía española y el resto, francesa.
El término de Vasconia o Wasconia se ha utilizado para referirse a alguna parte de
lo que hoy se entiende por Euskal Herria. El ducado de Vasconia, constituido
sobre la base territorial de la circunscripción de la provincia romana de
Novempopulania y que se extendía desde el sur del curso bajo del río Garona
hasta la vertiente continental de los Pirineos, hace referencia a la afinidad histórica
de los habitantes de aquellas tierras con los del otro lado de los Pirineos. Las
provincias Vascongadas, Álava, Guipúzcoa y Vizcaya se denominan oficialmente,
como País Vasco o "Euskadi" (Euzkadi), neologismo construido por Sabino Arana,
el cual consideraba propio de los carlistas para referirse a las siete provincias,
pero bajo condiciones de resguardar la cultura por medio del catolicismo, la raza y
la lengua.
En la actualidad, por la influencia del Estatuto de Guernica12
, el termino País
Vasco, Euskadi y Comunidad Autónoma Vasca son entendidos como sinónimos,
mientras que Euskal Herria significa el reconocimiento de los siete territorios
tradicionales.
12
El Estatuto de Autonomía del País Vasco de 1979 es la norma institucional por la que el País
Vasco accedió a su autogobierno constituyéndose en comunidad autónoma dentro de España. A lo largo de su historia el País Vasco ha tenido dos estatutos de autonomía, el Estatuto de Autonomía
del País Vasco de 1936, aprobado en plena Guerra Civil y que sólo pudo ser puesto en práctica en la provincia de Vizcaya (puesto que Guipúzcoa y Álava estaban en manos del bando franquista) y el de 1979 (Ley Orgánica del Estatuto de Autonomía para el País Vasco), también llamado Estatuto
de Gernika o de Guernica
79
3.1.1 LA INSIGNIA DEL NACIONALISMO VASCO
La ikurriña es el nombre de
la bandera oficial del País
Vasco, adoptada por el
Estatuto de Autonomía de
1979. Fue creada en 1894
por los hermanos Luis y
Sabino Arana (el fundador
del Partido Nacionalista
Vasco) a la que identificaba
el territorio de Vizcaya para
el entorno del PNV.
Posteriormente pasó a representar a los siete territorios considerados vascos sin
carácter oficial, en el resto de los territorios considerados por el nacionalismo
vasco como integrantes y símbolo de Euskal Herria, y se adoptó oficialmente
como bandera del País Vasco (entiéndase Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), en la
constitución de la comunidad autónoma del País Vasco.
La ikurriña se adoptó como insignia oficial de Euzkadi en 1936, pero fue
ilegalizada por el gobierno militar surgido del golpe de Estado contra la II
República en 1936, en esta misma etapa, durante la dictadura franquista, su
exhibición fue duramente perseguida y criminalizada, convirtiéndose en un
símbolo antifranquista y por ende nacionalista. Por esta razón, se fue
popularizando en todas las provincias de vasconia. Durante los inicios de la
transición española tras la muerte de Franco, su exhibición siguió estando
prohibida, hecho que aprovechó ETA para colocar ikurriñas con bombas trampa
cuyas explosiones causaron la muerte de dos guardias civiles que trataban de
quitar el camino de banderas. Un hecho que representó y reivindicó el
nacionalismo vasco, fue por ejemplo, el 5 de diciembre de 1976: al inicio de un
partido de fútbol entre la Real Sociedad de San Sebastián y el Athletic Club, los
80
capitanes de ambos equipos salieron al campo portando una ikurriña aun siendo
ilegal. Para el 19 de enero de 1977 volvió a permitirse su uso en España, y el día
25 de ese mes ondeó por acuerdo municipal, en el ayuntamiento de Pamplona,
donde se realizó un referéndum que resulto favorable y propició el uso de la
enseña en el balcón municipal y en el salón de plenos de esa localidad. Ya para
1979, el artículo 5 del Estatuto de Autonomía del País Vasco se reconoció como la
bandera oficial de dicha comunidad autónoma.
La utilización de la ikurriña se ha extendido también a los movimientos vasquistas
en Navarra y en el País Vasco francés, aunque no sea oficial en estas zonas se
usa en el plano cultural vascohablante y en el ámbito político nacionalista vasco
como símbolo de reconocimiento político- ideológico.
3.1.2 EL NACIONALISMO VASCO
El nacionalismo en el País Vasco surge a fines del siglo XIX con Sabino Arana
considerado por algunos el padre del nacionalismo vasco, se destacó como
político, escritor e ideólogo. Su obra surge en un momento de crisis de la sociedad
tradicional vasca, debido a la abolición del sistema foral13
tras la Tercera Guerra
Carlista, y por otro lado a las profundas transformaciones sociales y económicas
que trajo consigo la industrialización y modernización liberal.
Sabino Arana pone énfasis en la independencia de Vizcaya y de la propia Euzkadi,
nace del fuerismo histórico que desde el siglo XVI justifica las peculiaridades
vascas en la idea de la independencia originaria frente a las diferentes invasiones
de Roma, de los Visigodos y Árabes; así como la de dar también énfasis a la
necesidad de separarse de España, que tenía que ver con las diferencias
13
El régimen foral es el nombre usado en España genéricamente para el conjunto de las
instituciones de la administración autónoma y de los ordenamientos jurídicos propios del antiguo
Reino de Navarra y de los territorios históricos vascos (Álava, Guipúzcoa y Vizcaya), constituidos
en la Comunidad Foral de Navarra y la comunidad autónoma del País Vasco.
81
culturales, pero también desde esta concepción sabiniana porque se entiende
como un país corrupto, liberal e irreligioso.
El pensamiento de Sabino Arana se resume en el lema de su partido “Jaungoikua
eta Lagi-zarra”, traducido como “Dios y ley antigua”, es decir, el catolicismo
antiliberal y la histórica independencia vasca basada en los fueros. Siendo en este
sentido, Dios el elemento central de su pensamiento. La independencia se hace
necesaria para conseguir la salvación de Vasconia. España es odiada porque
corrompe a los vascos. La raza vasca no debe mezclarse con la española para así
salvaguardar sus caracteres de raza cristiana, por lo que la lengua vasca ha de
ser utilizada para evitar el contagio de las costumbres inmorales y criminales en
razón directa de las conquistas que hace el idioma castellano.
Para Sabino Arana la raza, expresada en los apellidos, es el elemento que define
la nación y la lengua es la barrera frente a lo extranjero, por lo que la lengua vasca
solo puede utilizarse por los naturales del país.
Esta idea de nación vasca llamada orgánico-historicista o esencialista se explica
porque las naciones existen desde siempre con independencia de la voluntad de
su población, cuyo “ser” propio es la religión católica y la raza vasca, que está
identificada por los apellidos y no por el lugar de nacimiento.
Bajo la concepción de Arana el integrismo católico y el providencialismo le lleva a
rechazar tajantemente el liberalismo, pues éste los aparta de Dios, y en
consecuencia a reclamar la independencia de la España liberal, y alcanzar así la
salvación religiosa del pueblo vasco.
Así mismo explica que la nación vasca entendida como antagónica de la nación
española por su condición de razas distintas, dado que históricamente han sido
enemigas desde la antigüedad. Tanto Vizcaya, como Guipúzcoa, Álava y Navarra,
lucharon siempre por su independencia frente a España, alcanzándola cuando los
reyes españoles no tuvieron más remedio que concederles sus fueros. Desde
entonces, según Arana, los cuatro territorios fueron independientes de España y
82
entre sí, hasta que en 1839 los fueros fueron subordinados a la Constitución
española.
Según el pensamiento sabiniano el pueblo vasco debía ser definido racialmente,
no lingüística ni culturalmente por que este se ha ido degenerando en un proceso
que culmina en el siglo XIX con la desaparición de los Fueros. Pero en ese
proceso, los inmigrantes españoles que llegaron a invadir trabajando en las minas
y fábricas, según Arana, han sido los culpables de todos los males del País Vasco,
de la desaparición de la sociedad tradicional con la industrialización, de ahí el
anticapitalismo inicial y la idealización del mundo rural de Arana en la construcción
del patriotismo contra las ideas modernas antirreligiosas que trajo consigo la
industrialización. En ese sentido la única forma de acabar con la “degeneración”
de la raza vasca es que recupere su independencia de España, volviendo a la
situación anterior a 1839. Y una vez conseguida la independencia se constituiría
una Confederación de Estados vascos (llamada Euskadi) con los antiguos
territorios forales (Vizcaya, Guipúzcoa, Alava y Navarra, Benabarra, Lapurdi y
Zuberoa). Esta se basaría en la “unidad de raza”, en lo posible y en la “unidad
católica”, por lo que en ella sólo tendrían cabida los vascos de raza y los católicos
confesionales, quedando excluidos los inmigrantes y los vascos de ideología
liberal, republicana, socialista o comunista.
El integrismo religioso en las propuestas políticas de Arana queda de manifiesto
en el símbolo que tiene el diseño de la ikurriña: la cruz blanca alusiva a Dios se
coloca por encima de la tradición representada en la cruz verde de San Andrés, y
ambas se superponen al fondo rojo que simboliza al pueblo.
83
3.1.3 LA FUNDACIÓN DEL PARTIDO NACIONALISTA VASCO (PNV)
El Partido Nacionalista Vasco (PNV) y en
euskera Euzko Alderdi Jeltzalea (EAJ), es un
partido político creado después de las guerras
carlistas, la abolición de los fueros y el auge
de la industrialización que trajo consigo una
fuerte inmigración y un gran cambio en poco
tiempo para la sociedad vizcaína.
Sabino Arana al haber militado en el movimiento carlista, fundó el PNV en 1895,
partido que dirigió y por el que llegó a ser diputado provincial de Vizcaya. Su
ideología se basa en el nacionalismo vasco y su origen de inspiración cristiana.
El PNV en un principio tuvo un carácter cerrado y clandestino, con posiciones
radicalmente independentistas, que lo situaban prácticamente al margen del
sistema legal. Este radicalismo impedirá que se integren en el nuevo partido
elementos distintos de origen integrista y carlista. Habrá que esperar algunos años
para que se les una la Sociedad Euskalerria. Esta sociedad, fue fundada para
protestar contra la abolición foral, y se caracterizó por su pensamiento liberal y
pragmático. La confluencia de ambos grupos produciría los primeros éxitos
electorales del nacionalismo en Bizkaya.
La repentina muerte de Sabino Arana en 1903 impidió que se consolidaran los
planteamientos autonomistas que había ideado en la cárcel un año anterior, y sus
sucesores al frente del Partido Nacionalista Vasco mantuvieron el tono
independentista radical al tiempo que comenzaba la mitificación del pensamiento
sabiniano, lo que constituiría un freno importante en la evolución del partido.
Los intentos por construir un partido más moderno, que se integrase de alguna
manera en el sistema de la Restauración y abogase por conseguir más autonomía
desde la legalidad, chocaron con la oposición frontal de los sectores más
integristas, dirigidos por el hermano de Sabino, Luis Arana. Ello dará lugar a una
serie de escisiones de las que el partido no se repondrá hasta 1930, año en el que
84
el Partido Nacionalista Vasco alcanza su forma definitiva, aunque por su izquierda
haya aparecido un partido nacionalista laico y más próximo a los postulados
socialistas como Acción Nacionalista Vasca.
En sus estatutos, el PNV se define a sí mismo como partido "vasco, democrático,
aconfesional y humanista, abierto al progreso y a todos los movimientos de
avance de la civilización que redunden en beneficio del ser humano". (Ugarte,
2008) Algunos lo definen como partido de centro dentro de los dos ejes en los que
está enmarcada la política vasca, autonomismo-independentismo.
En sus inicios basaba sus planteamientos en los principios tradicionales del
nacionalismo romántico del siglo XIX (lengua, religión, raza) y se alineaba con los
principios de la doctrina social de la Iglesia. En la actualidad reivindica el llamado
"derecho a decidir" expresado democráticamente por los ciudadanos. No obstante,
su ideología oficial aún habla de su "concepción trascendente de la existencia con
la afirmación de la Nación Vasca, cuyo ser político ha de expresarse a partir de la
recuperación de su soberanía nacional".
Escisiones:
La historia del PNV está definida por el hecho de mantenerse fiel a un
modelo de partido de comunidad en el que tradicionalmente ha existido un
ala ortodoxa fiel a los principios del fundador y otra de carácter más
posibilista. Los nombres de dichos sectores han ido cambiando con el
tiempo y han dado lugar a diversas escisiones, siendo las más destacables:
Escisión de 1921, en la que el partido llegó perder su nombre y quedó
dividido en la mayoritaria y más moderada "Comunión Nacionalista Vasca"
y "Aberri" (patria) que estaba compuesta por un sector más nacionalista. Se
reunificaron en 1930.
En 1930 surgió Acción Nacionalista Vasca (EAE-ANV), un partido
nacionalista de izquierdas, que no estaba de acuerdo con la refundación del
PNV por parte de esos otros dos sectores a los que consideraba más
85
conservadores. ANV subsistió hasta 2008, año en el que fue ilegalizada por
su vinculación a Batasuna y ETA.
En la década de 1950 se produjo una escisión dentro de su organización
juvenil Euzko Gaztedi Indarra (EGI), saliendo de la misma el grupo Ekin
(Acometer) recién incorporado, por considerar demasiado moderada la
política del PNV contra el franquismo. Posteriormente Ekin sería el origen
de ETA.
En 1986 se escindió Eusko Alkartasuna (EA), un nuevo partido de carácter
socialdemócrata proclive a la autodeterminación y en la actualidad de
carácter independentista e integrado en las coaliciones Bildu, Amaiur y
Euskal Herria Bildu
3.1.5 EL SURGIMIENTO DE LA ETA Y LA CREACIÓN DEL NUEVO
NACIONALISMOS VASCO
La actual Euskadi Ta Askatasuna (traducido al
castellano como País Vasco y Libertad), mejor
conocida por sus siglas ETA, es una organización de
ideología nacionalista vasca que se proclama
independentista, abertzale14
, socialista y revolucionaria.
Desde la creación de la primera ETA, a lo largo de la
historia han existido diferentes organizaciones con el
mismo nombre surgidas como resultado de diversas escisiones, coexistiendo en
varias ocasiones dos organizaciones diferentes que respondían a las mismas
siglas y, en breves etapas, hasta tres.
14
Abertzale, es una en palabra en euskera, que en dicha lengua significa „patriota‟ o „nacionalista‟ (literalmente, «amante de la patria» o «partidario de la patria») y proviene de la fusión del término
aberri („patria‟, un neologismo creado por Sabino Arana) con el sufijo -(t)zale („el que ama‟, „el que es amigo de‟, „el aficionado a algo‟ o „el que se dedica a algo‟). La definición que la RAE da para la palabra abertzale:Dicho de un movimiento político y social
vasco y de sus seguidores: Nacionalista radical.
86
La aparición de ETA fue resultado de la reacción de militantes de organizaciones
juveniles vinculados al Partido Nacionalista Vasco cuyas aspiraciones consistían
en fundar un nuevo nacionalismo, el cual fuera capaz de dar respuesta a la nueva
realidad vasca auspiciada por el Franquismo y el desarrollo industrial como política
que buscaba desarticular la organización comunitaria en vasconia.
Dicha organización tiene como objetivos prioritarios la independencia de lo que el
nacionalismo vasco denomina Euskal Herria, de los Estados invadidos por España
y Francia y la construcción de un estado socialista.
ETA nació en la clandestinidad en 1959, tras varios años de incubación y
organización, como resultado de la falta de libertades del régimen dictatorial de
Franco, pero también como reacción contra la crisis que el sentimiento
nacionalista vasco parecía estar sufriendo en los años 50´s, fruto del crecimiento
económico, de la migración masiva de trabajadores y ante la pasividad del
nacionalismo histórico tradicional; ya que los viejos militantes del PNV habían
optado por una estrategia menos confortativa con el régimen y más permisiva con
las políticas de modernidad y desarrollo industrial15
. Así fue como los miembros de
las juventudes del Partido Nacionalista Vasco se rebelaron contra esa pasividad,
siendo expulsados del partido emprendieron una lucha revolucionaria más radical,
definiéndose como marxistas, rompiendo con la herencia del nacionalismo
15
La revolución industrial tuvo influencia manifiesta en el País Vasco. La riqueza de sus minas y la
pureza de su mineral atrajeron a los inversores ingleses que, primero, explotaron las minas de hierro para llevar el mineral a Inglaterra y, luego, montaron las plantas siderúrgicas en la margen
izquierda de la ría del Nervión. La incipiente industria requería mucha mano de obra. A finales del siglo XIX, la inmigración, procedente de otros lugares de España, es muy alta, lo que hace que se cree un contraste cultural
bastante fuerte. Hasta entonces, las personas de recursos que podían estudiar debían ir a las universidades
castellanas, mientras que los que no estudiaban no sabían hablarlo. Esto hacía que el hecho de hablar castellano denotara una clase social superior y, por el contrario, el no saberlo era sinónimo de pertenencia al mundo rural. Los emigrantes, que llegaban a estas tierras a buscar el sustento
hablando castellano, mostraron a los originarios vascos que no era cuestión de lengua la posición social y trajeron, además, las ideas de izquierdas que acompañaron al nacimiento de la revolución
industrial, marcando la lucha de clases y pidiendo la unidad de los proletarios. Es importante señalar que con la llegada de la industrialización a finales del siglo XIX y XX, casi
desaparece el euskera, debido a las corrientes migratorias y a la prohibición que tenía el Franquismo como política deliberada que le permitiera desaparecer la lengua, pero esta se mantuvo gracias al movimiento cultural y de enseñanza en las ikastolas y la implantación de
modelos educativos que favorecen el aprendizaje en euskera, se está recuperando.
87
tradicional y guiando la identidad vasca sobre elementos distintos a los sabinianos
(es decir, ya no sería la raza y la religión el centro del nacionalismo, sino que
empezaría a ser la voluntad de sentirse vasco y el euskera como elemento central
en esa identidad).
Las reivindicaciones de la nueva etapa nacionalista vasca dieron lugar a la II
Asamblea, celebrada en Capbreton en marzo de 1963, donde se define el carácter
izquierdista de la organización, que se autodefine como socialista. De esta forma
se va alejando de la tradición conservadora y católica del PNV. Para 1964, el PNV
se desvincula de la ETA, declarando que esta no es el núcleo activista, ni la
sección terrorista del partido, ni tiene con este ningún lazo de disciplina, y rechaza
sus métodos violentos.
Posteriormente se celebra la III Asamblea, en Bayona entre abril y mayo de 1964,
decidiendo que la lucha armada era el mejor método para conseguir los fines
propuestos de la organización. La ponencia se publicó más tarde con el título: “La
insurrección en Euskadi”. En esta asamblea, además se decidió unánimemente la
ruptura con el PNV, cuya labor ETA consideraba contraria a los intereses de la
liberación nacional.
Para la IV asamblea de ETA la cual se definía ya como socialista y nacionalista,
da como resultado la síntesis de estas ideologías, dando lugar al nacionalismo
revolucionario, tomando como modelo a los movimientos de liberación de los
países del Tercer mundo. Con esta nueva definición se creó el concepto de
“Pueblo Trabajador Vasco”, es decir, el vasco era el trabajador que tenía
consciencia nacional de clase. Bajo esta concepción se dejaba de lado la
importancia que el nacionalismo sabiniano le había dado a la raza, y se tomaba el
euskera como elemento referencial de la identidad vasca.
Después en la V asamblea de ETA, la cual se llevó a cabo en dos períodos, en
Diciembre de 1966 y Marzo de 1967, se muestra una fuerte división entre las
posiciones obreristas y nacionalistas, influidos estos últimos por las luchas de
liberación del Tercer Mundo en Argelia y otros países. Al finalizar esta asamblea,
88
ETA se asumió y definió
como un movimiento
revolucionario socialista de
liberación nacional vasco.
Tras el éxito del sector
nacionalista sobre el
obrerista, representantes de
ETA acudieron a la reunión
de la Intercontinental en la
Habana, Cuba coadyuvando
a consolidar su relación con otros movimientos revolucionarios del Tercer Mundo.
En 1968, después de la V asamblea, comenzó un periodo de confrontaciones en
el País Vasco, ETA tomo como estrategia “la teoría del espiralespiral” la cual
consistía en acción-represión-acción. En junio de 1968, mientras en París se
daban los sucesos del mayo del 68, comenzaron en el País Vasco los primeros
atentados protagonizados por ETA. Fue entonces cuando se decidió llevar a la
acción algo que, hasta entonces, sólo se había mantenido en la teoría; en el
Biltzar Ttipia de ETA (que era como el Comité Central de un Partido Comunista)
ahí decidieron ajusticiar a los jefes de las brigadas político-sociales de San
Sebastián y Bilbao.
Los primeros acontecimientos controversiales ocurrieron en 1968, cuando Txabi
Etxebarrieta mata a un Guardia Civil, José Pardines, momentos después la
Guardia Civil lo asesinó en un tiroteo, convirtiéndose en el primer mártir de ETA.
Para el 2 de Agosto un comando de ETA mató en Irún al comisario de policía
Melitón Manzanas. Aquellos acontecimientos fueron decisivos en el devenir de la
organización. El Régimen de Franco no supo ofrecer más política que represión
89
indiscriminada frente a la escalada de ETA y declaró el Estado de Excepción16
en
Guipúzcoa como respuesta al atentado de Melitón Manzanas.
La conflictividad de ETA se convertiría junto a la obrera, la campesina, la
estudiantil y la de algunos sectores de la Iglesia17
en uno de los conflictos
característicos de los últimos años del Franquismo, erosionando el orden público y
la estabilidad social, aunque sin conseguir derribar el Régimen. El Régimen de
Franco declaró varios Estados de Excepción en Vizcaya y Guipúzcoa a partir de
1968 en relación con acciones de ETA y con operaciones contra ETA.
16
A partir de 1967, las peores y más masivas oleadas represivas empezaron a ser acompañadas y facilitadas por “estados de excepción”, cada uno de los cuales se proponía acabar “de una vez por
todas” con la subversión. El estado de excepción ha constituido el primer eslabón de una escalada sin precedentes que se
ha extendido a todo el territorio del Estado español a través del “Decreto-Ley Antiterrorista”.
Asimismo, ha conducido a la celebración de escalofriantes juicios de carácter militar llamados: “los
Consejos de guerra” los cuales, han resultado auténticas farsas judiciales; y a la condena y muerte
de cinco militantes antifascistas: dos de ETA y tres del FRAP.
La declaración de «estado de excepción» en todo el Estado o parte de él consiste en la supresión temporal de una serie de garantías constitucionales, garantías que, por otra parte, nunca fueron
respetadas por el régimen franquista. En realidad, supone fundamentalmente la legalización de una serie de prácticas policiales habituales (como violación de domicilio y correspondencia o retención de detenidos por encima del plazo legal de 72 horas), a fin de que durante el periodo de
excepcionalidad puedan ser ejercidas de modo masivo y menos recatado que en situaciones “normales”. En otras palabras, se trata de dejar las manos completamente libres a los cuerpos
represivos, liberándoles de las escasas limitaciones que en su actuación normal puedan tener. Todos los estados de excepción decretados desde 1967 han recaído (unos exclusivamente, otros
compartidos con el resto del Estado) sobre las dos provincias más combativas de Euskadi: Vizcaya y Guipúzcoa. 17
Por ejemplo la iglesia local también se radicalizo significativamente, demostrándolo así en la primera parte de la V asamblea de ETA ya que la cede fue en la casa cural de Gaztelu, en
Guipúzcoa. Tras la muerte de Etxebarrieta, algunos de los curas celebraron misas y funerales rezando por su alma, desafiando a las autoridades. Esto contribuyó a hacer del joven líder de ETA el primer héroe
nacional de la organización. Fueron 40 sacerdotes los cuales ocuparon en Agosto de 1968 las oficinas del Obispado de Bilbao para exigir al Obispo Gúrpide que se pronunciara respecto de la
situación de represión y de la Ley aprobada sobre la Represión del Bandidaje y Terrorismo, tal y como había hecho en una pastoral el Obispo de San Sebastián Lorenzo Bereciartua. En Junio de
1970, el administrador apostólico de la Diócesis de Bilbao, Monseñor Cirarda, condenó la represión con la oposición del Régimen; y lo que fue aún más inaceptable para el Franquismo, se negó a celebrar la Misa para conmemorar la entrada de las Tropas de Franco en Bilbao en 1937, la cual
se celebraba todos los años en el principal templo de la capital vizcaína.
90
Fotografía 7. Expresiones
Fotografia 8. Fotografia 9
Fotografia 10.
91
Fotografía 11. Manifestación en contra de la monarquia el dia que abdico Carlos de Borbón.
Fotografía 12, 13. Expresiones populares.
92
3.1.6 EUSKAL HERRIA: UN PUEBLO EN PIE DE LUCHA
Euskal Herria es un
pueblo en pie de lucha,
al igual que nuestra
América, los pueblos
originarios han sido
producto de más de
500 años de saqueos y
despojos, beneficio de
la colonización
genocida y violenta,
han sufrido una guerra
a sangre y fuego silenciada, protagonizada por la ambición desmedida de un
sistema rapaz al que solo le importa la acumulación y el poder.
Las luchas encabezadas por nuestros pueblos originarios, las cuales aún
resguardan los conocimientos ancestrales del legado milenario de nuestros
antepasados, sus cosmovisiones de vida y las relaciones comunitarias, encarnan
la resistencia de los pueblos dignos y rebeldes que se reúsan a ser invadidos,
explotados, saqueados y humillados.
El pueblo vasco siempre ha luchado por resguardar su identidad a pesar del
momento histórico, de las corrientes ideológicas, influencias religiosas y el avance
del capitalismo en pos de la expansión de fronteras y la explotación de la
naturaleza.
Durante los largos años de dictadura franquista Euskal Herria nunca dejó de
ocupar un puesto de vanguardia en la lucha de los pueblos del Estado español por
su liberación, consiguiendo en un primer momento la autonomía, después las
luchas alcanzaron en la población un alto grado de movilizaciones obreras,
campesinas y populares, con distintas formas de organización en lo referente a las
tácticas y estrategias en la lucha por adquirir la independencia, aunque en muchos
93
momentos marchan juntos los diversos movimientos, su astucia radica en
desmantelar bajo distintas luchas y líneas temáticas al sistema, aunque en lo
organizativo, referente al tipo de acción se haga de forma autónoma dependiendo
de la ideología política.
La consciencia nacional vasca se expresa en la multiplicidad de movimientos
sociales: campesinos, ecológicos, feministas, obreros, juveniles, etc. que se
radicalizan en la práctica, que cuestionan y confrontan las actuales formas de
dominación de las estructuras sociales, políticas y culturales del sistema
imperante, el cual niega posibilidades de Vidas Buenas y felices, de organización
comunitaria, solidaria, de emancipación, justicia y libertad.
El desarrollo de los movimientos sociales en Euskal Herria durante las últimas
décadas se caracteriza en un contexto político, social y cultural muy específico,
marcado por la pretensión del reconocimiento de Euskal Herria como sujeto
político y su derecho a la autodeterminación.
La dinámica histórica; los debates, tensiones y divergencias de los movimientos
sociales vascos han logrado articularse bajo una misma consigna, cuyo proyecto
de lucha se sintetiza en la construcción nacional; lo que conlleva un proceso de
identidades colectivas que construyen un nuevo modelo social.
Fotografía 14. Expresiones por Amnistía
94
Fotografía 15. Del día gure esku dago
Fotografía 16. Cadena huma por la libre determinación del pueblo vasco
95
3.2 NARRATIVA DE LA LUCHA Y RESISTENCIA DE EHNE BIZKAIA
“La indignación y la queja no sirven si no tienen una praxis y un
compromiso de la acción concreta”
Daniel Jover
Los antecedentes de la conformación del
Sindicato Campesino Vasco, Euskal Herriko
Nekaziaren Elkartasuna (EHNE) se remontan
a la dictadura franquista. El contexto
represivo en el que se sometía al Pueblo
Vasco se definía entre otras cosas por la
ideología nacionalista esencialista18
, misma
que consistía en promulgar la supremacía de
la cultura castellana, evocando
continuamente la época dorada del imperio
Español. Por esta razón toda expresión
cultural (lengua, religión, costumbres, etc.)
diferente a la castellana representaba una
afrenta al estado mismo y se constituía en
delito. En este sentido diversos grupos
18
El modelo de nación o de nacionalismo viene en el primer tercio del siglo XIX del pensamiento alemán, con vinculaciones con el Romanticismo, como reacción a lo que se consideraba los
"abusos de la razón" del pensamiento ilustrado y liberal de Francia. Se identifica la comunidad política como una totalidad cultural, que a su vez tiene una esencia
ancestral imperecedera. No es fruto de un acto de voluntad sino que existe por la tradición, por la historia, en un pasado intemporal de una comunidad de lengua, raza y religión comunes. Esta idea de la nación aportó los siguientes elementos identificadores:
1. El particularismo o hecho diferencial. 2. La cultura y el idioma son fundamentales para entender una nación.
3. La historia se convierte en la prueba de la existencia secular de la nación. 4. La religión identifica frente al exterior.
5. La raza hace que se eleve el particularismo de la nación a una categoría biológica. Así pues, la pertenencia a una nación no se basa en la racional y libre aceptación de unos principios constitucionales en un acto de voluntad, sino en el arraigo de una naturalidad. Uno nace
en una determinada nacionalidad (Montagut, 2009).
96
considerados de izquierda o por lo menos grupos no oficialistas mantuvieron
actividades de organización clandestina dentro de Euskal Herria, entre ellos las
Ikastolas (escuelas donde se enseña el Euskera), la propia Euskadi Ta
Askatasuna (ETA) y algunos sindicatos no oficialistas, entre estos EHNE. El
carácter inicialmente clandestino de EHNE impidió la generación de archivos y
estatutos por escrito del sindicato en sus primeros momentos, por lo que
actualmente la única forma de reconstruir su historia es mediante el contacto
directo con los protagonistas. Una dificultad más es que, dado que se tratan de
hechos escasamente documentados en los que participaron muchas personas,
pueden existir discrepancias o hasta contradicciones en los relatos y puntos de
vista de quienes vivieron el proceso. Debido a estas características, la
metodología de construcciones narrativas se ajusta muy bien a nuestra
investigación, por otra parte debido a restricciones de tiempo y otros recursos,
ésta se verá complementada con investigación documental, utilizando para este fin
la revista editada por EHNE Vizkaia Baserri Bizia.
Una vez planteado lo anterior, explicaremos la evolución de EHNE de acuerdo a
Paul Nicholson, Txetxu Núñez, Malu Dilut, Unai Aranguren, Unzalu Salterain y Esti
Redondo, con quienes se sostuvieron entrevistas y trabajo de campo en sus
tareas organizativas entre los meses de febrero y junio de 2014.
Las características tradicionalistas de la política franquista explican el contexto
protofeudal en que se desenvolvió EHNE en sus primeros años. La existencia de
grandes extensiones de tierra concentradas en poder de pocas personas
equiparables a señores feudales se debió a la estrategia seguida por el estado
español que a pesar de su política centralista, dotaba de privilegios de gestión a
las provincias de Álaba y Nafarroa, de manera que un grupo de terratenientes
partidarios del franquismo detentaban el poder en buena parte de la región Vasca.
Tras la formación de ETA en 1959 y el inicio del declive del franquismo a partir de
1960, los movimientos sociales y sindicatos adquirieron mayor presencia en
Euskal Herria, la identidad euskalduna se reforzó en gran medida. Desde diversos
ángulos, la sociedad vasca buscaba estar organizada y reafirmarse, sin embargo
97
en este lapso de tiempo, se dieron fuertes debates al interior de ETA. Es
importante señalar que la participación de ETA en movimientos sindicales es
gradual y se debió a un intenso debate al interior de dicho movimiento a partir de
1964 en la tercera asamblea, cuando de forma oficial adoptan la estrategia de
espiral de violencia defensiva calculada y se reafirma el fundamento culturalista de
la organización, posteriormente, una corriente denominada “la nueva izquierda”,
tiene un acercamiento a la lucha obrera buscando incidir en la política española
sin restringirse a la búsqueda de independencia del País Vasco. Pretendían la
toma gradual del poder y condenaban el uso de la violencia por parte del
movimiento. En la quinta asamblea ambos grupos opuestos llegan a acuerdos que
redefinen la postura de ETA como una organización no completamente culturalista
ya que la nueva izquierda consideraba contrarrevolucionarios los planteamientos
de la teoría de la espiral. Como resultado de la discusión interna, Txabi
Etxeberrieta fue electo como representante del ala culturalista, su principal papel
fue introducir a la organización un hibrido ideológico que mezclaba el culturalismo
nacionalista de la primer asamblea con ideas marxistas de alianza de clases. Tras
una serie de divisiones internas y un entorno de inestabilidad política y represión
posterior al asesinato de Carrero Blanco, mano derecha de Franco y la posterior
muerte del dictador se presentan las condiciones que garantizan el registro y
operación de sindicatos independientes.
EHNE como sindicato agrario con
la finalidad de mejorar las
condiciones de los pequeños
agricultores del País Vasco,
legalizándose en el año 1977,
aunque ya venía de un movimiento
de unos 4 o 5 años anteriores. Hoy
en día ocupa un espacio muy
importante en la defensa del modo
de vida propio de los agricultores y
98
campesinos frente al modelo modernizador-neoliberal que reivindica no solamente
espacios populares, sino proponiendo luchas sociales.
Los primeros años de lucha del Movimiento Campesino Vasco marcan un contexto
en el que era necesario organizarse, fundamentalmente por identificar lo que era
la labor campesina de cara a la sociedad. Venían de dos décadas en las que el
protagonismo campesino como actividad estaba desapareciendo, estaban
inmersos en un proceso de industrialización, mucha gente había abandonado el
campo y se había ido a la industria, entonces se necesitaba de alguna manera
tecnificar y organizar también lo que era el mundo agrario en su conjunto, y ahí
surge la convulsión de los sindicatos agrarios, ahí se montan un montón de
asociaciones como centros de gestión de ganado, frutales y hortalizas. Desde
1977 hasta el 1986 se está en ese proceso de organización del propio sector.
Una segunda fase del movimiento se da a partir de los años 80´s, en esta etapa
apuntan a la definición política de la organización, el contexto histórico y la
reconfiguración del sistema-mundo, a un mundo neoliberal y globalizado y con ello
la negociación del Estado español al mercado común hizo ver a la organización
las implicaciones de lo que era un salto de una economía más protegida y de
carácter más estatal a nivel Español hacia un modelo abierto, de globalización
alimentaria y de la implicación de todas las políticas neoliberales.
En ese sentido, la trayectoria de la organización campesina comienza a analizar
los impactos que van a tener en el mundo campesino las políticas internacionales
en claves de política agraria y del proceso de intensificación en que el
neoliberalismo se está imponiendo en el modelo de producción. Así se comienza
sociabilizando el debate con otras organizaciones campesinas del resto de
Europa, debatiendo sobre la realidad de lo que pasaba en la agricultura, ello
permitía la creación de sinergias, de tácticas y estrategias para hacerle frente de
forma organizada a los desafíos que implicaban los impactos de las políticas
neoliberales y la globalización.
99
Los años ochenta fue una época de una enorme crisis económica, industrial y el
impacto fue doblemente mayor para el campesinado, porque al mismo tiempo
hubo una presión social, mediática, tecnológica, de subvenciones y formativa
hacia el modelo que imponía la política agraria común. Un modelo intensivo,
necesitando más tierras, más recursos económicos, un modelo en modos de
producción más productivistas. Así la organización campesina lucha en contra de
toda esa batería de políticas públicas, a favor del modelo de agricultura que
históricamente y culturalmente no coincide con una agricultura basada en los
mercados locales, rompiendo todo lo que era la cadena comercial de venta
directa, la modernización del campo que ha supuesto la reducción drástica de los
campesinos y campesinas (Nicholson, 2014)
El franquismo-fascismo de alguna manera impidió la total normalización neoliberal
con los años 50´s, 60´s y 70´s, de hecho había residuos del feudalismo del siglo
XVI, XVII Y XVIII, entonces hace cuarenta años la tierra en el País Vasco, no
estaba en manos de los agricultores campesinos vascos, estaba en manos de
propietarios que no necesariamente trabajaban la tierra. En ese sentido, una de
las primeras luchas para ENHE fue la tierra, buscar mecanismos y presiones para
devolver la tierra al campesino. En este periodo la lucha por la tierra se consiguió
por medio de una lucha legal y una lucha política y gran parte de los arrendatarios
se hicieron propietarios de las tierras. Así se desarrolló una ley que permitía que
los agricultores, los campesinos y campesinas pudieran acceder al caserío por un
precio muy barato, un precio agrario y no especulativo, fueron las primeras luchas
ideológicas que desarrollo y que hizo valer la organización frente a la sociedad,
además del reconocimiento institucional de las organizaciones campesinas,
porque solo se encontraban los residuos de la época medieval que eran las
cofradías o hermandades, pero no organización social de base.
Posteriormente al entrar en el marco de la Unión Europea y todos los mecanismos
de la política agraria común, las luchas se fueron tornando por precios, el de las
cuotas de producción y la distribución de las cuotas de producción.
100
Uno de los instrumentos de la política agraria común han sido los instrumentos, las
subvenciones agrarias, es decir para compensar y justificar la bajada de precios
se compensa a través de subvenciones y eso ha tergiversado enormemente lo
que es un proceso social organizativo, porque mantiene consolidado una relación
privilegiada, individualizada ante el campesino y campesina directamente con los
poderes sin pasar por la organización social y se forjan relaciones de clientelismo
que han conducido a enormes cantidades de aberraciones en las organización
campesinas.
El PNV ha impreso las mismas políticas que emanan de la Unión Europea en
Euskal Herria, el objetivo siempre ha sido competir con los mercados globalizados,
no ha habido otra visión para el sector, digamos “competitivo”, que fue falso y con
otro modo social de la agricultura, ha sido exclusivamente la ayuda para unidades
de producción más grandes, porque entre más grande eres más subvenciones
recibes y eso va en detrimento de las pequeñas explotaciones. Pero son
precisamente las pequeñas explotaciones que hoy están sobreviviendo, porque el
modelo competitivo a fracasado, primero porque no se compite, es imposible
competir con el modelo geográfico, en comparación con la llanura, la capacidad
de especialización no puede ser lo mismo por las deficiencias orográficas y
agronómicas, porque tienen otros marcos de competencias lógicas, que son los
mercados locales, pero no han defendido eso tampoco, se han dirigido
exclusivamente a un modelo grande de producción (Nicholson, 2014).
Los impactos de la política agraria común se desarrollan especialmente a través
de los instrumentos que son: la mayor apertura comercial, homogenización de los
estándares de registros sanitarios y la política de subvenciones. Esta última
impacta en la cultura y en el subconsciente del campesinado, donde unos son
seducidos por la modernización que se les presenta, otros porque son claramente
favorecidos por las subvenciones, ahí se desarrolla una desideologización dentro
del propio movimiento, y se va gestando durante los años noventa y la primera
década del dos mil, una crisis de legitimidad y credibilidad dentro de las propias
organizaciones, donde por un lado se tienen organizaciones campesinas que se
101
institucionalizan, fortalecen su capacidad de lobby y se hacen socios a los
intereses económicos de la agroindustria o de los agricultores grandes, frente a
esos que mantienen una visión más social de la agricultura, mas sobre la función
del campesinado y su papel en la sociedad.
Habría que hacer una explicación, la organización campesina EHNE, es una
coordinación de cuatro organizaciones provinciales, con base territorial: EHNE
Nafarroa, EHNE Giputzkoa, ENHE Vizkaia, y la unión de agricultores de Alaba,
cuatro uniones campesinas que se juntan con una idea inicial de organización
común y que en el transcurso del desafío de las políticas neoliberales hay una
división, que se materializa a finales de los 2008-2009, cuando la parte más
ideológica que es ENHE Vizkaia, cree necesario incorporar los valores que
corresponden a la soberanía alimentaria, entendiendo que la lucha institucional y
la lucha alrededor de las subvenciones llevara a una pérdida de identidad y
simplemente ser el lobby para defender intereses privados e individuales y no
colectivos. Ante eso EHNE Vizkaia se separa, sale y toma un rumbo donde se
articula alrededor de la soberanía alimentaria, donde desarrolla un proyecto en
base a país, en base a pueblo y entiende que hay que construir un movimiento, no
un sindicato vertical, tradicional, es decir, un movimiento que se articula entre esos
campesinos y campesinas de los siete territorios vascos, tanto en la parte invadida
por España (Nafarroa, Bizkaia, Gipuzkua y Álaba) y Francia (Lapurdi, Behe
Nafarroa y Xiberva) para construir un movimiento campesino, que defiende el
marco de soberanía alimentaria, cara a la sociedad y que defiende un marco de
agricultura sustentable o agroecológica, es decir es una visión claramente
integrada dentro de lo que es la comprensión colectiva de Vía Campesina.
Las otras organizaciones se quedan en un proceso de institucionalización y
esboza una gradual pérdida consecuentemente de influencia en todo, tanto entre
los campesinos como entre las propias instituciones, pierden su credibilidad. Hay
que decir, que ha surgido en los años 2000 por parte del Partido Nacionalista
Vasco una organización sindicalista que se llama EMVA que pertenece al gobierno
102
del País Vasco, que sirve como instrumento político del gobierno para confundir y
cooptar al campesinado y defender el modelo de agricultura implantado por ellos.
Hoy a través de la visión que proyecta EHNE Vizkaia, ahora está en un momento
de construcción de un movimiento campesino que se llama “Etxalde” que aspira
construir un movimiento organizado de campesinos y campesinas en el marco de
Euskal Herria para la soberanía alimentaria, eso está en un proceso de
construcción, está recogiendo apoyos de los territorios, principalmente en Vizkaia
y Parralde (en la parte francesa), con serias resistencias en el ámbito
productivista. Hoy dicha organización mira al año 2017, donde para entonces se
pretende haber podido construir un movimiento con un funcionamiento más
horizontal y fuertemente ligado a las alianzas sociales y a la sociedad en general.
Han construido una plataforma de aliados, entre movimientos urbanos, ONG´S,
movimientos medioambientalistas, etc
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos tiene su
referente histórico más remoto en las movilizaciones campesinas que se
produjeron a finales de la década de los 60 y principios de los 70. En aquellos
años las reivindicaciones se relacionaban fundamentalmente con los precios
agrarios. Era el tiempo de las "guerras": la guerra del pimiento, la guerra del maíz,
la guerra de la leche, de la papa, etc.
103
3.2.1 DE SINDICATO A MOVIMIENTO
Como hemos anotado
anteriormente, EHNE
nace como un sindicato
agrario en la época
posfranquista; este
sindicato inicia
operaciones compuesto
por cuatro secciones
Alaba, Nafarroa,
Guipuzkoa y Bizkaia.
EHNE, surge como motor en defensa de los intereses sectoriales agrarios en
aquel momento. Tras muchos años de andadura, tanto reivindicativa como
propositiva, con el objetivo de hacerse valer e incidir en las políticas y ante las
instituciones, mediante una organización rígida y un tanto vertical. Hoy su principal
objetivo es la creación de base social (grupos de formación), tanto de campesinos,
como de la sociedad civil en general, impulsando la soberanía alimentaria en el
conjunto de Euskal Herria, principio clave en cuanto a que implica la capacidad de
decidir, pero vinculado también a lo que una sociedad bien informada quiere, que
es una producción agroecológica cercana, que garantice salubridad, calidad
alimentaria, y respeto al medio ambiente y al clima, además de empleo y vitalidad
del medio rural.
“EHNE surge primero como sindicato agrario, (…) la reflexión que hoy día hacemos de convertir lo que era un sindicato sectorial en parte de un movimiento a favor de la soberanía alimentaria, porque estamos en vísperas de constituir ese movimiento y de alguna forma EHNE decide que eso ha sido instrumento del pasado, que en su momento fue de lo que
nos dotamos para la defensa de los intereses sectoriales.
Hoy nuestra responsabilidad es colaborar con los jóvenes, para crear un espacio nuevo que les va tocar ahora a ellos gestionar, porque nosotros ya hemos hecho un cambio, y lo
104
que está claro es que el sindicalismo tradicional está siendo claramente cuestionado como modelo de participación de defensa del territorio y eso es el reto que tenemos hoy en día, constituir EHNE como parte de un movimiento a favor de la soberanía alimentaria (… ) Es una propuesta no solo para los campesinos, sino para las sociedades, (…) propuesta que debería ayudar a tejer las alianzas reales con la sociedad,(…) de poder establecer un momento para tejer un
instrumento del futuro” (Núñez, 2014)
Inicialmente reivindican la restitución de tierras a campesinos despojados por
terratenientes en su mayoría españoles o bien españolistas. Su agenda de lucha
se amplía con el paso del tiempo, ya que una vez que se logran avances en la
recuperación de tierras, los campesinos se encuentran ahora presionados por el
ingreso del estado español en la Política Agraria Común (PAC) surgida en 1962,
ya que ésta planteaba el mantenimiento de un suministro estable de productos
agrícolas para el mercado de Europa del Oeste. Mantener este flujo de
mercancías agrícolas al mercado implicaba un cambio al método de producción
tradicionalmente utilizado ya que sólo mediante la adopción de técnicas no
tradicionales de producción se podrían alcanzar los volúmenes de producto
exigidos para abastecer este mercado. Entre la creación de la PAC y 1980 se dio
la lucha y el debate más intenso en defensa del modo tradicional de agricultura.
Posterior a las reformas a la PAC en la década de 1980, la lucha se ha centrado
más en la lucha contra las políticas neoliberales que pretenden globalizar los
mercados. En 1997 EHNE se integra a La Vía Campesina e inician una nueva
etapa de discusión en torno al concepto de la soberanía alimentaria.
Los avances de EHNE como sindicato en la consecución de sus demandas se han
ido concretando y obteniendo cierta solidez en el plano productivo, sin embargo el
avance de la globalización y el cambio en el ritmo de vida de la sociedad ha
planteado nuevos retos, principalmente relacionados con la distribución y venta de
los productos producidos de manera tradicional por los campesinos del sindicato.
La condición evidentemente social de la comercialización y distribución de los
productos ha colocado en el centro de la discusión el vínculo que el sindicato
tenga con la sociedad en general. Aquí surge un diferendo de parte de EHNE
105
Bizkaia con EHNE Confederación en el sentido de que EHNE Confederación
mantiene una visión puramente gremial y con pocas miras a relacionarse de
manera activa y profunda con otros actores y movimientos sociales. EHNE Bizkaia
por su parte sostiene que para mejorar la comercialización y distribución de los
productos agrícolas tradicionales, es necesario que la sociedad tome conciencia
de que la mayor calidad de estos productos, sus técnicas de producción,
distribución y venta, involucra un tipo de relaciones sociales distintas de las
presentes en el mercado convencional y consecuentemente los precios de los
productos tradicionales tienden a ser más altos, entre otras particularidades, como
el embalaje, etc.
Así pues, EHNE Bizkaia decide romper relaciones con EHNE Confederación,
decidiéndose por convertirse en un movimiento social, abandonando la estructura
vertical presente en los sindicatos tradicionales. El proceso de conversión de
sindicato a movimiento social está caracterizado por un debate abierto y plural
donde confluyen diversos puntos de vista, desde teóricos hasta técnicos. Se
espera que este periodo de debate transformador se encuentre concretado para la
Conferencia de La Vía Campesina a realizarse en 2017 con sede en EHNE
Vizkaia.
3.2.2 SINDICALISMO Y ESTRATEGIAS DE ALIANZAS COMO MOVIMIENTO
La experiencia asociativa que supusieron los movimientos campesinos en el
Euskal Herria en los últimos años del régimen franquista sirvió para que se crease
un embrión de lo que sería durante la transición, la configuración de lo que más
tarde serían los sindicatos campesinos, figura asociativa que fungió legalmente en
la búsqueda de la satisfacción de ciertas demandas, que van desde la dotación de
servicios básicos en los caseríos (agua, luz y caminos), la adopción de decisiones
de las autoridades (en lo que respecta al libre mercado), hasta el promulgar
complejos y nuevos modos de sociedad, (en ese sentido nos referimos a la
soberanía alimentaria). Dichos sindicatos encuentran su interlocutor en el Estado y
sus instituciones en todos sus niveles. En tal caso, los conflictos se mueven en los
106
límites institucionales y en su cuestionamiento o ruptura y ponen entre dicho la
capacidad del Estado y sus instituciones para resolver adecuada y pacíficamente
sus demandas. Dicha práctica social ha rebasado de esta manera la acción
colectiva de EHNE se ha convertido en movimiento social, cuando los actores
sabiéndose independientes del Estado y sus partidos, se plantean luchar mediante
una organización de base.
Los agricultores que participaron en un primer momento en aquellas protestas y
reivindicaciones por los precios descubrieron su propia capacidad organizativa. Al
ir adquiriendo cierto nivel de estructura, ir creando lazos de solidaridad mas o
menos permanentes, fueron creando redes de grupos o individuos que comparten
un conflicto cultural y una identidad colectiva.
En ese sentido, las Uniones recién creadas no defendían ya una mera cuestión
coyuntural como fueron las "guerras" por los precios, que pasan a un segundo
plano, sino que ahora se plantean y reivindican un modelo productivo para el
campo basado en la Explotación Familiar Agraria (EFA), así como la defensa de
Agricultor a Título Principal (ATP).
“Es un movimiento social, (…) además se está convenciendo que tiene que ser un movimiento social, hasta ahora sí que ha funcionado como una organización sindical y ha venido a responder a las necesidades y a la defensa de los sectores sobre todo a los sectores agrarios y ganaderos, (…) ahora estamos viendo que Ehne se está convirtiendo y está pasando a ser un movimiento social, que lleve la voz de los campesinos y de las campesinas, pero sobre todo de las personas que están preocupadas con la alimentación, (…) con una organizacion más asamblearias, más accesibles a
otro tipo de estructuras, más horizontales” (Aranguren, 2014).
3.2.3 LA PARTICIPACIÓN DE EHNE VIZKAIA EN OTRAS ORGANIZACIONES
AGRARIAS
107
El sindicato EHNE participó activamente en el proceso de creación de la Vía
Campesina19
hace 21 años, igual que lo había hecho anteriormente en los inicios
de la coordinadora sindical estatal COAG20
(Coodinadora de Agricultores y
Ganaderos en el Estado Eros en el Estado Español), y del nacimiento de la
19
En 1993 un grupo de campesinos de los cuatro continentes fundaron el movimiento en una reunión en Mons, Belgica, con la finalidad de desarrollar una visión conjunta que organizara la lucha en defensa de la agricultura campesina, tras la inserción de la globalización y las políticas
neoliberales. Vía Campesina es un movimiento internacional que agrupa a millones de campesinos y
campesinas, pequeños y medianos productores, pueblos sin tierra, indígenas, migrantes y trabajadores agrícolas de todo el mundo. Defiende la agricultura sostenible a pequeña escala como
un modo de promover la justicia social y la dignidad. Se opone firmemente a los agronegocios y las multinacionales que están destruyendo los pueblos y la naturaleza. La comprende en torno a 150 organizaciones locales y nacionales procedentes de 70 países de África, Asia, Europa y América.
En total, representa a alrededor de 200 millones de campesinos y campesinas unidos en una lucha común para hacer posible la soberanía alimentaria. Es un movimiento autónomo, pluralista y
multicultural, sin ninguna afiliación política, económica o de cualquier otro tipo. El movimiento está organizado en nueve regiones diferentes de estos continentes. Su objetivo
principal es desarrollar la solidaridad y la unidad dentro de la diversidad entre las organizaciones, para promover relaciones económicas de igualdad, de justicia social, la preservación de la tierra, la producción agrícola sustentable, y una igualdad basada en la producción a pequeña y mediana
escala. Para poder lograr estos objetivos se han diseñado una serie de estrategias:
La articulación y fortalecimientos de sus organizaciones
Tener una influencia en la toma de decisiones de los gobiernos y de las instituciones multilaterales para dar otro rumbo a las políticas económicas y agrarias que afectan la
pequeña y mediana producción.
El fortalecimiento de la participación de las mujeres en cuestiones sociales, económicas, políticas, culturales.
La formulación de protestas en relación a: reforma agraria, soberanía alimentaria, producción, comercio, investigación, recursos genéticos, biodiversidad, medio ambiente y
género.
Organizar intercambios de formación y experiencias de organización en el campo.
Desarrollar vínculos entre organizaciones campesinas y participar en la acción colectiva.
20
Ehne Vizkaia forma parte de la Coordinadora Agraria COAG, que como han ratificado en su
última asamblea es también miembro de Vía Campesina abogando por la Soberanía Alimentaria y por una agricultura social. COAG se constituyó formal y legalmente en 1977, es una organización democrática, unitaria,
independiente y progresista. Apuesta por una agricultura sostenible en un medio rural vivo. El modelo de agricultura en un medio rural vivo debe producir alimentos de calidad en cantidad
suficiente, respetar y mantener el equilibrio con el medio ambiente y garantizar un nivel de vida digno para la población agraria. Es decir, una agricultura sostenible con políticas agrarias que pongan freno al actual proceso de disminución de activos agrarios y fijen la población en el medio
rural. La garantía de rentas familiares se perfila como la clave que deben contemplar los costes económicos, ecológicos y sociales de la producción.
Entre los logros más destacados de la lucha sindical de COAG por su importancia en el sector agrario se encuentra la devolución del impuesto estatal de hidrocarburos, la reforma de seguridad
social agraria a través de un sistema especial en el régimen de autónomos, la recuperación de los derechos de los agricultores arrendamientos la aplicación del mínimo desacoplamiento de la política agraria aplicada en el Estado Español.
108
coordinadora europea CPE21
(Coordination
Paysanne Européenne), quienes participaron
a favor de un proceso para articular un
movimiento europeo al que los unen objetivos
como la apuesta por otras políticas agrarias y
fortalecer la agricultura familiar en Europa,
entre otras.
La participación de Ehne junto con la COAG y
la CPE, y otras organizaciones agrarias en la
constitución de la Coordinadora Europea La Vía
Campesina refuerza la unidad de acción del
sindicalismo agrario en el continente europeo y
en el mundo. La unidad desde la diversidad
hace la fuerza ha sido una de las constantes y
máximas de este sindicalismo agrario
combativo con el sistema neoliberal y la
industrialización del agro. Es importante destacar que en este camino EHNE y el
sindicato de Iparralde ELB (Euskal Laborarien Batasuna) han ido de la mano, ya
que la labor de ambos sindicatos ha sido el eje de las alianzas sociales surgidas
desde la cuestión agraria en Euskal Herria.
Paralelamente, durante las dos últimas décadas EHNE viene propiciando
iniciativas reivindicativas e impulsado la acción conjunta con otros movimientos
sociales críticos con el sistema, tanto en el ámbito internacional como a nivel local,
que han servido para reforzar la confianza entre las organizaciones y sus
participantes y han abierto el camino hacia nuevas acciones conjuntas. También
ha habido una tendencia a crear plataformas sociales a mediano y largo plazo en
torno a reivindicaciones concretas.
109
Evocando como propósito de la acción de la lucha “que por mucho que la voz del
campo este unida y fuerte no es posible cambiar
el sistema y construir otro nuevo sin el resto
de la sociedad”. Esta articulación de la lucha
campesina a nivel internacional a través de la
Vía Campesina está avanzando, partiendo de
valores y principios bien definidos de la
organización. Por una parte está la certeza
constatada de que la raíz de los problemas del
agro en todo el mundo tienen que ver con el
mismo síntoma: el neoliberalismo, un imperio del
mercado controlado por transnacionales que destruye la agricultura campesina
con todos sus conocimientos tradicionales y sus valores solidarios.
Por otro lado, se comparte dentro de la lucha campesina que para hacer frente a
esta agresión del sistema es necesario luchar al unísono y de modo coherente en
el ámbito local e internacional, a la vez que consideran fundamental luchar
también para cambiar las políticas y a la vez hacer propuestas y generar proyectos
alternativos, es decir combatir desde las posiciones ético-ideológico y político-
practico.
110
3.2.4 CAMINOS PARA AVANZAR HACIA UNA AGRICULTURA SOSTENIBLE Y
SOCIAL
El neoliberalismo impuesto por
el sistema capitalista ha hecho
mucho daño a la agricultura
familiar campesina en Euskal
Herria, así como en el mundo
entero, lo cual se ha traducido
en la desaparición de millones
de pequeñas y medianas
actividades agrícolas y
ganaderas. La desertización y
el abandono del medio rural y
la migración forzada de
millones de personas
campesinas que han sido
desplazadas a las ciudades
(Nicholson y García, 2009).
Esta dinámica perversa ha conducido a la generación de continuas crisis y de sus
variadas facetas, una de ellas la alimentaria, la cual ha provocado la muerte de
muchas vidas humanas en el mundo, que sin embargo produce alimentos
suficientes para ofrecer las calorías necesarias a todas las personas que habitan
el planeta, pero que por intereses y avaricia de las grandes transnacionales los
mercados confabulan en contra de su propia especie y actúan a favor de las
futuras ganancias que de las especulaciones puedan resultarles.
Euskal Herria se encuentra con grandes desequilibrios productivos según las
zonas y al mismo tiempo con producciones inadecuadas derivadas de la
industrialización agraria, de la mala distribución de las tierras y de las erróneas
políticas de subvenciones.
111
Cambiar el paradigma ético-ideológico y político-práctico del movimiento
campesino supone crear un nuevo modelo económico que rechace totalmente las
políticas neoliberales vigentes y que coloque las bases de un sector agrario
alternativo, donde los ejes mentores sean las nociones de economía social y los
criterios de sustentabilidad. Valores que históricamente existían en las relaciones
tradicionales campesinas, y que hoy en día se sintetizan con pretéritas y actuales
prácticas cooperativas y con sugerentes proyectos de vinculación directa entre
producción y consumo, además de considerar las ideas de consumo responsable,
comercio justo, de finanzas éticas, de tecnologías intermedias, de sindicalismo
agrario, de distribución al por menor, de auto- abastecimiento, del protección al
entorno, etc. (Oliveres, 2013)
En ese sentido Ehne Vizkaia promueve y defiende un modelo social de agricultura,
donde el cambio de valores en las relaciones sociales haga brotar otra manera de
hacer funcionar la economía. Para ello se necesitan de tres pasos fundamentales:
112
Elaboración propia con información de la revista soberanía alimentaria biodiversidad y cultura,
2013.
Liberarse del secuestro
cultural
Romper la dependencia en la que vive el ser humano
respecto al sistema capitalista y su conexión con las
dimensiones: alimentaria, cultural y económica son la clave
para construir una alternativa real
Comer de lo nuestro
para vivir mejor
Demostrar que la cultura de la soberanía alimentaria
aporta ventajas a la calidad de vida de la población y que
además significan formas más lógicas de producción.
Sociabilizar la cultura del consumo desde una manera
consiente y responsable, planificando lo que necesitamos
realmente, evitando el gasto superfluo y asi poder ser
menos dependientes económicamente
Gestionar la cultura
Conocer y entender la producción y el consumo,
acompañadas con los valores de convivencia de los
pueblos, son rasgos de una cultura que se opone a la
impuesta. Ganar soberanía y auto gestión requiere volver a
poner en el centro el valor comunitario para conseguir el
bien común mediante una economía al servicio de la
comunidad.
2. Crear nuevos
espacios
económicos
La economia solidadria,
una respuesta realista
Crear actividad económica y a la vez generar alimentación
sana, crear medios de vida para la población, favorecer la
equidad de género en las tareas productivas, no
contaminar e intercambiar en todas las comarcas sus
saberes y productos por medio de la creación de
empresas donde se puedan practicar los valores de la
economía solidaria.
Producción
Producir aquello que es estrictamente necesario para
responder a las necesidades reales de la población, y no
del mercado. Comenzar a producir y comer lo que se
produce localmente e intercambiar con otros territorios
para completar lo que haga falta. Además de producir
ecológicamente, cuidando los procesos naturales de
renovación del de la tierra y entendiendo la producción
compenetrada con la naturaleza
Desarrollo
Construir participativamente otros modelos de desarrollo
local con estrategias de producción y consumo interno.
Generar alianzas estratégicas entre los productores/as,
ncreando estructuras estables al servicio del bien común y
gestionar proponiendo practicas autogestivas y de
democracia real. Recuperar el sentido
social del trabajo y el crecimiento de las personas que lo
realizan
Consumo
Generar redes locales y fomentando las alianzas campo-
ciudad favoreciendo el hábito de consumir de manera
planificada y responsable. Organizar las empresas y el
consumo en una perspectiva de mercado social interno.
Economía
Generar actividades empresariales locales que generen
riqueza para todos a través del fomento de actividades
rentables enfocadas al desarrollo de toda la población y
que estén basadas en relaciones de económicas justas.
1. Defender la
cultura de la
soberanía
alimentaria
3. Construir
soberanía
alimentaria desde
empresas de la
economía solidaria
113
3.2.5 LAS LUCHAS DE EHNE: LA SOBERANÍA ALIMENTARIA COMO
PROPUESTA A OTRA AGRICULTURA PARA UNA NUEVA SOCIEDAD
La Vía Campesina promovió el principio de la Soberanía Alimentaria como la única
alternativa para poder resolver el problema del hambre y la pobreza rural en el
mundo. Esta propuesta es el eje transversal que engloba y da sentido al conjunto
de las reivindicaciones y luchas de cada una de las organizaciones que conforman
a la organización, y entre ellas Ehne Vizkaia.
La fuerza del movimiento se empieza a ver reflejada en los Gobiernos que
incluyen la soberanía alimentaria en sus leyes, es el caso de Mali, Nepal, Bolivia,
Venezuela, Cuba y otros gobiernos Latinoamericanos participantes en la Alianza
Bolivariana (ALBA). Así también la FAO y otras instituciones vinculadas a la ONU
conocen la propuesta de soberanía alimentaria de la Vía Campesina, y la
reconocen como interlocutor y fuerza viva del campesinado (La Vía Campesina,
2009)
Hoy en día parece que hablar de Soberanía Alimentaria se ha convertido en un
concepto utilizado para distintos propósitos con la finalidad de crear discursos,
algunos de ellos con la potencialidad que reivindican los agricultores, campesinos,
pescadores y pueblos indígenas, diferente de los términos inventados por
intelectuales, autoridades políticas y burócratas. La Soberanía Alimentaría surge
de las luchas campesinas como necesidad popular en defensa de la tierra y el
territorio. En ese sentido se han formulado y elaborado estrategias y acciones en
defensa de los modos de vida locales de los pueblos y comunidades (EHNE,
2002).
El concepto Soberanía Alimentaria fue creado como reacción a la Seguridad
Alimentaria (la cual sostiene que es el comercio internacional quien resolverá el
problema alimentario mundial), y en ese sentido la resistencia colectiva pone en el
centro del debate y de acciones cotidianas la autonomía local, los mercados
locales y la acción comunitaria a partir de sus necesidades, creencia y tiempos,
114
ahí es donde cobra verdadero significado el concepto de Soberanía Alimentaria
(EHNE, 2002)
La Soberanía Alimentaría representa para los pueblos en lucha y resistencia una
alternativa audaz a la corriente de pensamiento oficial sobre la producción de
alimentos. La lucha por la Soberanía Alimentaría incorpora múltiples demandas
como la reforma agraria, el control territorial, mercados locales, la biodiversidad, la
autonomía, la cooperación, la solidaridad, la deuda, la salud, etc.
La reforma agraria, es uno de los componentes más importantes de la lucha por la
Soberanía Alimentaría, ya que ha habido una importante redistribución de la tierra,
particularmente entre los más pobres y de quien no ha tenido acceso a ella22
. En
muchos países del mundo, el 20% de los terratenientes controlan el 80% de la
tierra, y esa tierra casi siempre es utilizada para producir productos básicos para
exportación, en lugar de producir alimentos a los que pueda acceder la población
local. En ese sentido la Soberanía Alimentaria significa el derecho a protegerse
contra las importaciones y contra la agricultura intensiva.
22
Uno de los ejemplos más representativos de la lucha por la tierra ligada a la Soberanía
Alimentaria ha sido el Movimiento Sin Tierra de Brasil, aquí vemos como ambas luchas están intrínsecamente ligadas a la lucha social de los pueblos rurales que han sido expulsados de sus tierras y de los pobres urbanos que nunca han tenido acceso a la tierra, y que ahora buscan la
forma de recuperar su identidad reclamando la devolución de tierras.
115
3.2.6 CONSTRUYENDO EL CONCEPTO: SOBERANÍA ALIMENTARIA
La soberanía alimentaria es
el derecho de los pueblos a
decidir sobre sus propios
sistemas de producción,
distribución y consumo de
alimentos, mediante la
práctica y desarrollo de
agriculturas locales,
produciendo alimentos
nutritivos, culturalmente
adecuados, accesibles y
ecológicos. Colocando los valores de la soberanía alimentaria en el centro de los
sistemas y las políticas alimentarias, por encima de las exigencias de los
mercados y las empresas. Ello ofrece una estrategia para resistir y desmantelar el
libre comercio, dando prioridad a las economías y mercados locales y nacionales.
Así también garantiza que los derechos de acceso y de gestión de la tierra,
territorios, agua, semillas, animales y biodiversidad estén en manos de quienes
producen alimentos. Esto implica nuevas relaciones sociales, libres de opresión y
desigualdades entre hombres y mujeres, grupos raciales, clases sociales, y
generacionales.
Una de las luchas de EHNE como principio fundamental es por la soberanía
alimentaria, es decir, materializar con el pueblo el derecho a decir sobre su
alimentación por la vía de la agricultura sostenible; la cual permitirá que haya más
activos agrarios, siguiendo el camino de producciones limpias y respetuosas con
el ambiente a precios justos.
La agricultura sostenible se fundamenta en los siguientes ejes para los
baserritarras de EHNE Vizkaia:
116
Autonomía: los/as beserritarras son dueños de sus propias decisiones,
actuando a favor de una agricultura que minimice los costes de producción.
Posibilidad de transmitir los caseríos: relevo generacional tanto de jóvenes
de la familia como de otras personas que quieran trabajar el sector.
Reparto de producción: todos/as los baserritarras además de todas las
zonas tienen derecho a formar parte de la producción. El reparto de
derechos y de primas debe mantener este principio, mediante el equilibrado
reparto de la producción es posible conseguir una agricultura equitativa en
lo económico y social.
Trabajar con la naturaleza: la tierra, el agua y la biodiversidad son
patrimonio de la humaniadad, pero también son las herramientas de los/as
agricultores y ganaderos.
Calidad de la producción: ligada al modelo de producción y transformación,
se informa al consumidor con la máxima transparencia.
Desarrollo local: un modelo de producción sustentable posibilita una
agricultura viva y duradera que a la vez da vida a la zona rural donde se
ubica. Los/as baserritarras participan en la vida social y económica del
pueblo (EHNE, 2OO2)
Producción limitada al consumo interno: la producción dirigida al mercado
interno (en calidad y cantidad) posibilita un desarrollo más equilibrado.
La soberanía alimentaria como línea de acción de EHNE Bizkaia implica la
interacción de sus integrantes con los consumidores, principalmente, aunque
también con competidores, estructuras gubernamentales, organismos
internacionales y sociedad en general. Sin embargo esta dinámica se ve
obstaculizada por la estructura de un sindicato tradicional debido a su rigidez y
verticalidad, por esta razón los miembros de EHNE Bizkaia han iniciado un
proceso de transformación de estructura organizativa, transitando de una
estructura sindicalista vertical a un movimiento social principalmente campesino,
pero articulado con la sociedad en defensa de la soberanía alimentaria.
117
El primer paso en este trance fue su desincorporación de EHNE Confederación en
2010, teniendo ahora como reto a mediano plazo, la articulación con diversos
sectores sociales regionales con miras a la Conferencia Internacional de 2017, de
la que son anfitriones.
3.2.7 ALGUNAS CONCLUSIONES DEL MOVIMIENTO CAMPESINO VASCO
EHNE-BIZKAIA
La forma en la que los integrantes del movimiento campesino vasco luchan contra
el poder dominante es a través de su organización, sus acciones y su práctica
social, mediante las cuales buscan transformaciones y construir nuevas relaciones
en los distintos ámbitos donde se desarrollan y tengan injerencia.
El movimiento considera que sus luchas y sus praxis están contribuyendo a la
transformación del poder dominante a partir de la generación de relaciones más
equitativas y horizontales, generando valores como la solidaridad y la cooperación,
como alternativa a las relaciones existentes.
Al respecto rescatamos algunos puntos dentro de las entrevistas que le dan
soporte a estas conclusiones:
• Se aborda el tema de la soberanía alimentaria en conexión con la sociedad mediante movilizaciones y otras acciones, así como el debate al interior de EHNE
• Las alianzas con la sociedad se asumen desde dos ejes: consumo y producción responsable
• El consumo responsable como forma de acción política en contra del capital y la idea de que no se puede hacer nada para cambiar nuestra
forma de vida
• Se produce no para élites, sino para sectores populares a precios justos usando como herramienta el etiquetado que transparenta la distribución de las ganancias entre productores, distribuidores y
comercializadores
118
• La construcción y puesta en marcha del concepto de soberanía
alimentaria como forma de vida
• Alianzas con otros sectores de la sociedad y otros movimientos para
ampliar la lucha del movimiento
• Ser parte de Vía Campesina, lo que genera retroalimentación y la
creación de redes colaborativas
• Las reivindicaciones de mantener a los pueblos campesinos vivos
• La lucha en contra de toda la macro-urbanización
• Conseguir que la vida en el campo sea una vida digna, bajo otros
valores y cosmovisiones de bienestar (Aran
• Que se vea la tierra, el campo y la agricultura de una manera diferente, no como una fuente de ingresos exclusivamente, sino como un modo de vida, de estar y convivir con otras especies (Nicholson,
Aranguren, Dilud, Núñez, Salterain, Redondo, 2014)
Los principales logros que identifican los integrantes del movimiento se vinculan
con los cambios o transformaciones personales y colectivas que han ido
realizando encada uno de los ámbitos donde se desarrollan.
Los logros obtenidos en la lucha campesina en palabras de los participantes:
• Que las políticas neoliberales y la globalización económica brutal tengan la menor afección posible en los campesinos, al intentar mantener lo que queda en el campo incorporando otras formas de consumir e intercambiar.
• Que la gente joven que se está incorporando al campo, este creando espacios alternativos y autónomos al neoliberalismo.
• El movimiento ha conseguido diferenciarse de algunas organizaciones que apuestan más por las subvenciones, EHNE apuesta en defensa de
la soberanía alimentaria y la producción agroecológica.
• El logro más importante es sensibilizar a la población de que verdaderamente la alimentación no es cosa de los campesinos, entre 800 y 1000 personas llegan a los cursos de formación, ahí se habla de lo importante que es consumir productos locales y de temporada, como
forma de resistencia autonómica.
119
• La sociedad en general se está haciendo consciente y se está
comprometiendo a la lucha por la tierra junto al campesino.
• EHNE ha venido apostando por hacer reivindicaciones políticas más fuertes, luchando para que exista un banco de tierras donde los jóvenes
puedan instalarse y formarse en el medio agrario.
• Se ha logrado que algunas tierras ociosas de diputaciones, ayuntamientos o particulares puedan ser alquiladas por cierto número de años a precios razonables a gente que quiere comenzar en la
agricultura.
• La gente ha cambiado un poco la concepción del campesino a partir
del trabajo de EHNE
• Luchar en contra grandes infraestructuras nacionales y transnacionales que despose al campesino de sus tierras (Nicholson,
Aranguren, Dilud, Núñez, Salterain, Redondo, 2014).
Las luchas y resistencias del movimiento campesino vasco está comprendido en
resguardar su identidad como campesinos y como vascos, en ese sentido la
identidad campesina es importante en la medida que las luchas emancipatorias
actuales son encabezadas por campesinos.
• Por medio de la organización colectiva se lucha, se resiste y se transforma para recuperar la identidad de los pueblos, la identidad de los alimentos, las propias semillas que habíamos perdido y trabajando conjuntamente y desde el sindicato, pues lo que me hace es sentirme parte de una agricultura viva dentro del mundo, no solo a nivel de
pueblo vasco, sino algo más…
• El movimiento campesino, como el movimiento social en el País Vasco siempre han luchado por mantener la identidad del pueblo, en el mundo campesino, eso también se traslada y se colectiviza para no perder la agricultura y buscar los mecanismos para lograr ser un pueblo
soberano.
• Los caseríos representan un núcleo de resistencia, es donde se ha mantenido la cultura, donde se ha mantenido el idioma y donde se ha mantenido la cosmovisión vasca. Vivir en el caserío representa una forma de lucha, el simple hecho de vivir en el campo y cultivar nuestros propios alimentos significa una resistencia a los modos que el proceso de modernización impone.
120
• Ver el mundo y enfrentarte al mundo desde el ser vasco, desde una perspectiva que acompaña las costumbres, la gastronomía, la manera de cultivar la tierra, de guardar y conservar las semillas, de conocer las plantas medicinales.
• Tradicionalmente los caseríos son unidades campesinas que producen para el autoconsumo, el campesino resiste contra el neoliberalismo y sus políticas de industrialización del campo han llevado a millones de campesinos a tener que migrar a las ciudades, ya que les quitaron sus tierras y sus modos de vida, además de que no les das
dignidad.
• Culturalmente el pueblo vasco le ha dado un significado importante al campo y al caserío, porque es ahí donde la cultura del pueblo ha permanecido, es en ese espacio donde se han guardado las cosmovisiones y con ello la importancia de “comer bien” (Nicholson,
Aranguren, Dilud, Núñez, Salterain, Redondo, 2014).
4. CONCLUSIÓN
Los movimientos sociales abren una ventana promisoria en la conformación de un
mundo nuevo. Son sujetos de cambio, son quienes luchan, se organizan, resisten,
crean y construyen, estos experimentos de reorganización social desde abajo, son
quienes mediante la práctica y acciones políticas esbozan utopías con horizontes
emancipatorios, generando imaginarios que trasgreden, y que trascienden al
capitalismo.
En los últimos veinte años, los principales movimientos sociales que han generado
un paradigma emancipatorio con un nuevo tipo de organización social y política,
han sido los movimientos sociales con una relación y arraigo al territorio. Es decir,
los pueblos campesinos e indígenas que luchan por preservar su cultura, su
identidad y formas de vida. Éstos se caracterizan por ser pueblos donde la
colonización no pudo llenar todos los huecos, ello les permitió arraigarse
territorialmente y crear comunidad, muchas veces con rasgos trasmodernos que
construyen y reinventan a partir de sus cosmovisiones y anhelos.
121
El territorio, es el lugar en donde se hace comunidad, es el lugar en donde
confluyen los movimientos sociales, es el lugar en donde se organizan y
reivindican las luchas, es el lugar donde se cuida y defiende la vida, es un espacio
no siempre delimitado físicamente, aunque sí ideológica y culturalmente, significa
un espacio de resistencia al capitalismo. El territorio es el reflejo de múltiples
significados que le dan sentido a las luchas. La revalorización de la espiritualidad
dota de significados a la vida, en el cual lo sagrado juega un papel muy
importante, ya que de ello depende la reproducción de la vida, tanto de la especie
humana, como el de toda la vida en el planeta.
La reconstrucción, o bien el mantenimiento y expansión de lazos y espacios
comunitarios, puede entenderse como la base principal a partir de la cual se
configuran los movimientos territorialmente ya que determinan sus prácticas sobre
nuevos parámetros, como la de relaciones productivas, imaginarios sociales y
vínculos colectivos que se proyectan como formas autonómicas, anticipatorias de
una nueva sociedad poscapitalista.
Una condición para que los movimientos sociales surjan, depende de un montón
de microcambios que generen el gran movimiento, es decir, debe haber cambios
en la conciencia, cambios en los hábitos y la cotidianidad, una organización social-
comunitaria, donde su base se construya abajo y a la izquierda.
La aparición de los “nuevos” movimientos sociales está necesariamente unida al
proceso posindustrial. En ese sentido, la lucha por el territorio cobra mayor
importancia, la globalización asociada al capitalismo y sus políticas neoliberales de
libre mercado significan una nueva expansión e integración del capitalismo
mundial, reestructurando la distribución de los territorios y de la población mundial
a una escala sin precedentes, empobreciendo y polarizando cada vez más a la
sociedad, y restándole importancia al estado, manteniéndolo sumiso ante las
instancias políticas que están a merced del gran capital y los vaivenes del
mercado.
122
Anteriormente el capital se expandía únicamente de forma geográfica, pero la
fase del capitalismo actual no solamente expande sus fronteras explotando los
recursos naturales, desposeyendo y violentando a la sociedad de sus formas de
vida, también se expande ideológicamente, naturalizando relaciones desiguales
bajo las premisas de modernidad, desarrollo y progreso, que legitiman los
discursos comandados por los medios masivos de comunicación, incidiendo en los
territorios porque permean en la cultura.
Los movimientos sociales son quienes cuestionan al capital y su obsesiva
compulsión de buscar la máxima ganancia a toda costa, pero cuestionan también
de manera radical la democracia liberal que se ha cristalizado como dogma
hegemónico, como forma política dominante. Creemos firmemente que son
necesarias y urgentes la creación de herramientas para la transformación social
emancipadora, nuevas herramientas teóricas y prácticas, estratégicas y
organizativas, del pasado y del presente, locales y globales, por lo que cualquier
aporte en ese camino fortalece nuestra resistencia al capital y al Estado y permite
nutrir los caminos de emancipación (Bartra, 2012).
Frente a la fase neoliberal del capital, caracterizada por el paso de un régimen de
acumulación fabril, hacia uno centrado en la especulación financiera, los colectivos
autónomos y los nuevos movimientos sociales se constituyen en territorios propios
que, aunque con un desarrollo desigual, involucran una “nueva espacialidad”
diferente de la hegemónica, con posibilidades de duración en el tiempo. El proceso
de quiebre y reestructuración propio del entramado capitalista no sólo tuvo en las
últimas décadas una imbricación económica, sino también profundamente social y
política, lo que trajo aparejada una profunda modificación de los límites entre lo
público y lo privado, motorizada por el proceso de privatizaciones de ciertos
servicios públicos (Bartra, 2012).
De las entrañas del capitalismo, de los confines del neoliberalismo y del
proclamado “fin de la historia”, el cual afirmaba que la economía de mercado era el
único modelo de organización de la sociedad para producir, que ya no existen
utopías y que el capitalismo ha demostrado ser el paradigma social incuestionable
123
y eterno, brotó, la voz sin fronteras de miles de hombres y mujeres dignos y
rebeldes, resistiendo el embate del fatalismo capiatlista, anunciaron una nueva
era. Las palabras cobraron renovado significado, la creatividad reprimida explotó y
se expresó en la construcción, recuperación y refundación del sujeto comunitario,
solidario, colectivo, diverso y multifacético.
De forma opuesta a la visión simplista y fatal del discurso oficial, han surgido
voces que cuestionan el rumbo de la sociedad actual. El caso del EZLN es un
ejemplo como movimiento inspirador inicial de este trabajo y de EHNE Bizkaia
como sujetos de estudio de esta investigación. Ambos movimientos surgieron en
un momento histórico similar: la apertura de mercado de sus respectivas
economías. El EZLN anuncia su levantamiento armado el primero de enero de
1994, día en que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del
Norte. Desde su comienzo, el Movimiento Zapatista acusó al capitalismo en su
fase neoliberal, de ser la causa de su levantamiento. La pobreza, marginación y
desposesión de la que han sido víctimas los Pueblos originarios se vieron
exacerbados con las políticas de corte neoliberal en México y Nuestra América.
Por otra parte, EHNE surge como un sindicato que inicialmente busca recuperar
las tierras de las que fueron despojados los campesinos vascos en reiteradas
ocasiones, iniciando con la invasión española en el siglo XVI y posteriormente
contra el régimen franquista. En las décadas de 1970 y 1980, la implantación de
las políticas neoliberales marcó un nuevo eje de lucha. En estos años, EHNE se
posicionó como un sindicato que no sólo buscaba la restitución de sus tierras, sino
la defensa de su territorio. En este segundo momento, las reivindicaciones de
EHNE iban más allá de un espacio de cultivo, se trataba de la defensa del espacio
físico donde acontecía la vida de los campesinos vascos, su territorio.
La narrativa construida a partir de la práctica de los campesinos vascos
congregados en EHNE fue por diversos caminos; actualmente EHNE Bizkaia
discute su conversión de sindicato a movimiento en términos formales, aunque en
el día a día sus prácticas sustentan a un movimiento social. En este proceso, tanto
los actores como el análisis teórico nos indican que han sido las condiciones
124
creadas por el modelo neoliberal las que han llevado a EHNE Bizkaia a convertirse
en un movimiento plural que incorpore no sólo a los campesinos vascos, sino al
Pueblo vasco, con la finalidad de realizar una defensa conjunta de su territorio.
Esta visión sin pretender serlo, se convirtió en una visión territorial más no
precisamente nacionalista. En este sentido, la incorporación a la Vía Campesina
ha jugado un papel de gran importancia en la maduración de ambos movimientos,
EHNE Bizkaia y Vía Campesina, reafirmando en la práctica, el carácter
entisistémico de estos movimientos.
El carácter sistémico del neoliberalismo, implica la necesidad de una respuesta
social sistémica. Se estima que más de 6,000 culturas en todo el mundo siguen
resistiendo los embates de la cultura dominante occidental capitalista. Aunque hay
otros gérmenes de inspiración en búsqueda del bien común, incluso dentro de la
cultura occidental, hoy asistimos tiempos donde cada vez se levantan más voces
que reclaman vidas libres en pos de la emancipación.
Bajo la dirección del gran capital transnacional la sociedad se ha vuelto contra sí
misma, ha creado una polarización que la corroe y que pone en duda la
pertinencia del sujeto colectivo. La lucha contra el dominio del objeto sobre el
sujeto, de las representaciones sobre las reales relaciones de los sujetos, del valor
de cambio sobre el valor de uso, del dinero sobre la vida sólo, puede surgir de un
cambio total de perspectiva que lleve a la construcción de nuevas relaciones
sociales, de nuevas formas y contenidos de la comunicación, del debate, de la
toma de decisiones y de la organización social; de nuevos caminos para el
encuentro de sociedad y medio ambiente. Éste es el desafío, por la humanidad y
contra el neoliberalismo (Esteva, 2014)
Los movimientos sociales plantean la necesidad de un nuevo proyecto de
organización social que construya una nueva racionalidad, cuyas relaciones sean
más justas, más libres y más armónicas con el ser humano y con la naturaleza.
Así mismo, se propone la construcción de nuevos sentidos de existencia que nos
permitan relacionarnos respetando a todos los seres de la tierra en los que palpita
la existencia de la vida. Por ello, se retoma la cosmovisión de otros saberes
125
originarios, cuya relación con el cielo, los ríos, las plantas, la tierra, el mar, el aire y
todo aquello que involucra la vida, como esos otros de los cuales depende la
propia existencia de la humanidad.
Los movimientos sociales luchan y buscan repensar el sentido que tiene y debe
tener la vida de las personas respecto a su interpretación, análisis y comprensión
de todo aquello que los rodea por medio de las representaciones simbólicas que
existen en sus comunidades y que han ido desarrollando mediante las relaciones
de cooperación y reciprocidad.
Los territorios no solamente se expresan en los puntos y las líneas que delimitan
fronteras, no son solo zonas geográficas. Los movimientos sociales reivindican el
carácter histórico del territorio en tanto construcción social, resisten en un territorio
el cual simboliza más que el espacio material de producción y reproducción de la
vida, los movimientos, significan y resignifican la vida para darle sentido a sus
luchas, al devenir histórico que los coloca como sujetos sociales, transformadores
y actores de su propio destino.
Negar la posibilidad de que este cambio suceda resulta inverosímil hoy en día.
Este proceso de cambio ha iniciado ya. Las fallas del propio sistema vigente han
permitido la descolonización ideológica de los pueblos no occidentales en todo el
mundo. Los pueblos originarios en América Latina han tenido un gran papel a este
respecto al autorreafirmarse, reconociendo en su filosofía la existencia de
alternativas viables para solucionar las crisis actuales. Mirar al pasado ideológico,
conceptual y religioso de los pueblos originarios, no implica la negación por
completo de las ideas occidentales sino que es una expresión de la necesidad de
incorporar a las nociones de democracia directa, igualdad y respeto de los
derechos humanos, la premisa del respeto al ambiente, a nuestros semejantes y a
todo ser vivo.
Aceptar las ideas de progreso, crecimiento y modernidad como única vía para el
desarrollo de la sociedad es resignarse a fatalismo. De acuerdo con Marx, la
contradicción de los intereses de clase al interior de la sociedad es el motor del
cambio, estamos citados a asistir a ese cambio. Entonces, los cuestionamientos,
126
las luchas y resistencias de los múltiples movimientos sociales representan la
configuración de futuros, la búsqueda de horizontes emancipatorios.
La presencia de los sujetos sociales nos ha enseñado que los caminos son
múltiples, las situaciones particulares variadas de pendiendo del contexto histórico
y material de cada lugar, pero así, con todas sus diversidades y matices, la
humanidad sólo es una y la vida se vive una sola vez. Libertad, justicia,
democracia y emancipación son reclamos universales que forman parte de la
utopía de un nuevo mundo.
El proyecto libertario de los movimientos sociales es por la humanidad y con la
humanidad; es por el respeto mutuo; es por la dignidad y el orgullo de ser, es el
proyecto de recuperación de la dignidad, de reconstrucción del ser, y de ahí su
carácter universal y utópico, y de ahí su luz y su esperanza. La lucha por una paz
digna es responsabilidad de todos; los caminos de la democracia participativa
tienen puentes en todas las esquinas (Esteva, 2014).
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ANEXOS:
SIGLAS
1. ALBA. Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América
(Organización internacional de ámbito regional, enfocada para los países de
América Latina y el Caribe que pone énfasis en la lucha contra la pobreza y
la exclusión social)
2. ANV. Acción Nacionalista Vasca (Partido político Vasco)
3. ATP. Agricultor a Título Personal
4. CAV. Comunidad Autónoma Vasca
5. CEDES. Centro de Estudios del Desarrollo Económico y Social
6. COAG. Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos
131
7. BM. Banco Mundial
8. EFA. Explotación Familiar Agraria
9. EGI. Euzko Gaztedi Indarra / Organización juvenil
10. EHNE. Euskal Herriko Nekazarien Elkartasun / Sindicato Campesino Vasco
11. EHU. Euskal Herriko Unibertsitatea / Universidad del País Vasco
12. ETA. Euskadi Ta Askatasuna / País Vasco y Libertad (Organización de
ideología nacionalista vasca que se proclama independentista, socialista y
revolucionaria)
13. EZLN. Ejército Zapatista de Liberación Nacional (Organización mexicana de
carácter político)
14. FAO. Organización de las Naciones Unidades para la Alimentación y la
Agricultura
15. FMI. Fondo Moneteario Internacional
16. FRAP. Frente Revolucionario Antifascista y Patriota (Grupo revolucionario
insurreccionalista)
17. MMM. Marcha Mundial de las Mujeres (Movimiento mundial de acciones
feministas que reúne grupos de mujeres y organizaciones que actúan para
eliminar las causas que originan la pobreza y la violencia contra las
mujeres)
18. NMS. Teoría de los Nuevos Movimientos Sociales
19. ONG. Organización no gubernamental
20. ONU. Organización de las Naciones Unidadas
21. PAC. Política Agraria Común (Política Agrícola Común la cual gestiona las
subvenciones que se otorgan a la producción agrícola en la Unión
Europea).
22. PN. Producciones Narrativas
23. PNV. Partido Nacionalista Vasco / Euzco Alderdi Jeltzalea (EAJ)
24. TMR. Teoría de la Movilización de Recursos
132
ENTREVISTAS
El trabajo de campo recupera las entrevistas de audio que se transcribieron, la
primera fase para hacerla llegar a los participantes y permitirles modificar el
documento argumentando o profundizando en algún tema de su interés. Además
de las reuniones que se tuvieron con algunos de ellos para discutir el material en
creación. Un segundo nivel consiste en la elaboración de una matriz la cual nos
permite analizar los discursos y contenidos. Esta fase de análisis nos
proporcionara de forma no obstructiva, lo que connotan los mensajes, su
contenido habitualmente no explícito o latentes, las intenciones, los deseos y
actitudes (representaciones que se manifestaran en el documento aun no
elaborado).
La forma en la que se eligió a los entrevistados fue el tiempo que tienen
trabajando y militando en el sindicato.
Entrevistas a:
•Paul Nicholson
•Txetxu Núñez
•Malu Dilud
•Unai Aranguren
•Unzalu Salterain
•Esti Redondo
133
Lekeitio a 2 de Abril de 2014.
ENTREVISTA A PAUL NICHOLSON
Paul Nicholson es un campesino y ganadero. Se ha
destacado como líder de los movimientos campesinos
que protagonizan hoy buena parte de las luchas contra
los modelos neoliberales de la agroindustria en todo el
mundo, es miembro del sindicato EHNE (Euskal Herriko
Nekazarien Elkartasuna-Unión de Agricultores Vascos-)
y es miembro fundador de la Comisión Coordinadora
Internacional de Vía Campesina, ha sido hasta recientemente su
representante en Europa y actualmente es miembro de esta organización.
-¿Quién es Pool Nicolson?, ¿A qué se dedica?, ¿Cuáles son sus
aspiraciones?
-Mi nombre es Paul Nicolson, soy campesino, tengo más de 65 años y
actualmente soy jubilado de mi actividad profesional como productor de leche,
ganadero de leche. Tengo responsabilidades de apoyo con el movimiento
campesino, principalmente, Vía campesina y Ehne Vizkaia.
Mi experiencia personal como campesino ha sido en el ámbito ganadero y
producción de la leche. Hice 7 años en Escocia, anteriormente había trabajado la
leche en otros países. A finales de los setenta trabaje a cuenta ajena, es decir
para una empresa como trabajador y también a cuenta propia en una pequeña
cooperativa que montamos, principalmente trabajamos producción de leche para
venta directa de leche cruda que llevábamos todos los días hacia los suburbios de
Bilbao y trabajábamos en esa pequeña cooperativa tres socios y una compañera
socia y eso lo dejamos cuando el Estado español entro en el mercado común, (lo
que hoy es la unión europea) un par de años después.
134
-¿Cuál ha sido tu papel dentro del Movimiento Campesino Vasco?
-Mi implicación en el movimiento fue a partir del momento en que se me eligió en
asamblea para ser miembro del ejecutivo de Ehne Vizkaia y a su vez fui elegido
para ser presidente de Ehne Vizkaia. Justo coincidió con el proceso de
negociación del Estado español de la Unión Europea (del mercado común) y
coincidió también, que una de mis responsabilidades fue hacer un seguimiento
cercano de los procesos de negociación que se estaban gestando; las cuales me
hicieron ver las implicaciones de lo que era un salto de una economía más
protegida y de carácter más estatal a nivel español hacia un modelo de
globalización alimentaria y la implicación de todas las políticas neoliberales. De la
misma manera que a mí me implico ese proceso, fue también muy colectivizado,
fue muy sociabilizado este debate dentro de la organización campesina de Ehne
Vizkaia y del resto de Euskal Herria.
Cada año hacíamos intercambios y visitamos en este periodo en especial al País
Vasco francés, que han sido para nosotros una guía ideológica y teórica muy
importante. También, estuvimos en Francia, Normandía, Gran Bretaña, Irlanda,
Suiza, Austria, Bélgica, Alemania, Noruega, Italia, que fueron a través de estos
intercambios continuos que se iban socializando los impactos de las políticas
neoliberales, lo que significaba la globalización y de alguna manera irnos
preparando de una forma organizada frente a estos desafíos. Eso fue fundamental
para que especialmente en Ehne Vizkaia hubiera una socialización amplia de los
impactos porque íbamos delegaciones de veinte y hasta treinta personas en estas
visitas de organizaciones campesinas a organizaciones campesinas, visitas no
tanto para ver los modelos “perfectos” que se nos trasladaban, si no la realidad de
lo que estaba pasando en la agricultura campesina. Ese fue el contexto de los
años ochenta.
135
-¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
-En los años ochenta fue una época de una enorme crisis económica, industrial y
el impacto fue doblemente mayor, porque al mismo tiempo hubo una presión
social, mediática, tecnológica y formativa hacia el modelo que imponía la política
agraria común. Un modelo intensivo, necesitando más tierras, más recursos
económicos, más capital, un modelo en modos de producción más agroquímico,
es decir, el modelo más productivista cien por cien. Y tuvimos que luchar en contra
de toda esa batería de políticas públicas, a favor del modelo de agricultura que
históricamente no coincide con este…
El País Vasco históricamente ha sido una agricultura basada en los mercados
locales, sobre el consumo local, de menor tamaño, pequeño y era muy común el
modelo de tener diez vacas; este era un modelo multiusos y muy diverso, pero
entonces el modelo de industrialización que se nos impuso de especialización e
intensificación lo elimino.
-¿El modelo tradicional del caserío era de autoconsumo?
-No, eso era rompiendo todo lo que era la cadena comercial de venta directa, hace
cuarenta años aquí el 50% de la producción campesina se vendía directamente y
en los años ochenta y noventa con la integración de España en la Unión Europea
eso se destruyó, con leyes, con políticas de subvenciones, por formación, por
presión mediática, tecnológica, etc. Todo eso se destruyó y todo eso ha tenido una
impronta sobre el modelo de producción que había. Históricamente el modelo de
agricultura era para la sociedad local, Euskal Herria es una población muy
dispersa con unas zonas periurbanas muy amplias, donde el mercado local jugaba
un papel importante. Aun hoy en Gernika hay 150 campesinos, principalmente
campesinas que venden su producto todos los lunes, que tiene su papel social,
cultural y económico importante. Entonces, el impacto de las políticas neoliberales
ha sido devastador y esta comarca Lea-artibai por ejemplo, si hace treinta años
tenía una población activa en el primer sector, es decir, pesca y agricultura de un
136
30%, hoy no llega ni aun 2%, eso en 30 años. O por ejemplo se ha reducido el
sector de la producción de leche en un 80% a tal grado que hoy en Vizkaia no
llegaos a hacer el 1% de población activa agraria, es decir el impacto de las
políticas agrarias ha sido fulminante. Y ese es el contexto político de los años
ochenta y noventa, la modernización del campo que ha supuesto la reducción
drástica de los campesinos y campesinas y yo creo que en esta época también es
importante, bueno, en toda la agricultura vasca es importante hacer un
seguimiento cercano al papel de la mujer porque lo que se ha consolidado como
resistencia en este proceso ha sido la agricultura por un lado multidimensional, es
decir una parte de los ingresos venia de actividades exteriores y por otra parte la
diversificación.
Es importante la agricultura de autoabastecimiento, pero es menor, es mucho
mayor la comercialización de la producción agraria alimentaria a nivel cercano y el
desarrollo de la transformación, ínsito o a través de pequeñas cooperativas como
lo fue la producción de quesos o elaborados, o la venta de carne; ya sea de forma
legal o ilegal, esa ha sido la resistencia, primero diversificar fuentes de ingresos
trabajando externamente parte del tiempo, segundo repartiendo el papel entre el
hombre y la mujer que sale fuera y después desarrollar la transformación
alimentaria ínsito en la propia explotación. Ese es el contexto económico; contexto
que ha traído consigo una pérdida de valoración social de la agricultura
campesina, históricamente el campesino y la campesina tenían un reconocimiento
social que se ha ido perdiendo, y hoy son los partidos nacionalistas quien
mantienen una visión folclórica de la agricultura campesina como el lugar donde
se mantiene la lengua y se mantiene culturas tradicionales, pero sin desarrollar
una estrategia central, económica, de políticas públicas, que permita fortalecer ese
espacio.
Los términos políticos coincidió a nivel del Estado, gobiernos tanto socialistas
como de derecha y coincidió en el gobierno autonómico Vasco y en Navarra que
hubo gobiernos de Derechas, el Partido Nacionalista Vasco y el Partido Navarrista
137
fueron los principales propulsores del modelo de modernización, fue el Partido
Nacionalista Vasco.
-¿Eso limito a que la organización se pudiera desarrollar?
No, pero si lo afecto en el ámbito social porque claramente el modelo de vida en el
caserío era más dura que la vida urbana y en la medida de que había más empleo
en el marco urbano y con buenos ingresos comparativamente se veían las
desventajas, se veía al campesino como el hermano pobre. Hoy es diferente la
perspectiva, porque cuando hay crisis en la industria y en la ciudad, el campesino
tiene comparativamente, es mejor visto porque es claro que come bien, ya que
tiene esa parte asegurada.
Hay una característica, el PNV, después de la muerte de Franco, y la recuperación
de procesos pre-democráticos, el partido quería copar, quería controlar,
socialmente, políticamente, y culturalmente el campo, al campesinado. A tenido
esa dificultad, de que tenía en frente, especialmente en Vizkaia, pero también en
Giputzkua y probamente también en Navarra, un campesinado que aunque le de
el voto, apoyaba a la organización social de lucha, de defensa de lo que era el
caserío, era gente, que en los años ochenta era votante del PNV, pero apoyaba al
movimiento Ehne, porque entendía que hacía falta una organización social
autónoma, hubo tres casos en la historia de Ehne Vizcaya, donde el PNV quiso
intervenir en los procesos electorales internos de la organización sindical, y fueron
los propios afiliados del PNV que lo denunciaron y protegieron un marco de una
organización campesina autónoma independiente, modernista que estaba
proyectando su propio partido político y entonces es claro que la organización
sindical Ehne surgió al final de la época Franquista, ocupando un espacio de
defensa del campesinado en general y reivindicando no solamente espacios
sociales, sino proponiendo luchas sociales, como ahora veremos.
Pero hay que entender la época histórica al final de la dictadura, el papel que jugó
la organización campesina en defender un modus de vida del propio campesino,
138
frente al modelo modernizador-neoliberal que proponía el Partido Nacionalista
Vasco.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del Movimiento Campesino Vasco a lo largo de
estos años de luchas y resistencias?
-Hay que entender que el franquismo-fascismo de alguna manera impidió la total
normalización neoliberal con los años cincuenta, sesenta y setenta, de hecho
había residuos del feudalismo del siglo XVI, XVII Y XVIII, entonces hace cuarenta
años la tierra en el País Vasco, principalmente no estaba en manos de los
agricultores campesinos vascos, estaba en manos de propietarios que no
necesariamente trabajaban la tierra. Al final de la época franquista se desarrolló
una ley que permitía que los agricultores, los campesinos y campesinas pudieran
acceder al caserío por un precio muy barato, un precio agrario y no especulativo,
fueron las primeras luchas ideológicas que desarrollo y que hizo valer la
organización frente a la sociedad, entonces la lucha por la tierra fue muy
importante.
Con un equipo de abogados y una lucha política se consiguió que gran parte de
los arrendatarios se hicieran propietarios de las tierras, porque las tierras
comunales conforman una parte residual, eso ya se perdió hace cincuenta años,
entonces una de las primeras luchas para ENHE fue la tierra, buscar mecanismos
y presiones para devolver la tierra al campesino. Y segundo, fue la lucha por los
precios, las grandes tractoradas, la lucha por poder organizarse, el reconocimiento
institucional de las organizaciones campesinas (porque antes no había, había los
residuos de la época medieval que eran las cofradías, las hermandades, pero no
organización social de base, de abajo). Entonces, precios, tierra, eran las
principales luchas de entonces y ya cuando entramos en el marco de la Unión
Europea eran todos los mecanismos de la política agraria común, como pueden
ser: las cuotas de producción, la distribución de las cuotas de producción, la lucha
por tener infraestructuras en todos los caseríos, que haya luz, que haya agua,
caminos, carreteras, la lucha por los caminos locales y eran luchas políticas con
huelgas campesinas también, huelgas importantes.
139
Uno de los instrumentos de la política agraria común han sido los instrumentos, las
subvenciones agrarias, es decir para compensar y justificar la bajada de precios
se compensa a través de subvenciones y eso ha tergiversado enormemente lo
que es un proceso social organizativo, porque mantiene consolidado una relación
privilegiada, individualizada ante el campesino y campesina directamente con los
poderes sin pasar por la organización social y se forjan relaciones de clientelismo
que han conducido a enormes cantidades de aberraciones.
El PNV ha impreso las mismas políticas que emanan de la Unión Europea aquí, de
la misma manera y si cabe de una manera más exagerada aun, el objetivo
siempre ha sido competir y competir con los mercados globalizados, no ha habido
otra visión, ninguna visión para el sector, digamos “competitivo”, que fue falso y
con otro modo social de la agricultura, ha sido exclusivamente la ayuda para
unidades de producción más grandes, porque entre más grande eres más
subvenciones recibes y eso va en detrimento de las pequeñas explotaciones. Pero
son precisamente las pequeñas explotaciones que hoy están sobreviviendo,
porque el modelo competitivo a fracasado, primero porque no se compite, es
imposible competir con nuestro modelo geográfico, en comparación con la llanura,
como Francia, la capacidad de especialización no puede ser lo mismo por las
deficiencias orográficas y agronómicas, porque nosotros tenemos otros marcos de
competencias lógicas, que son los mercados locales, pero no han defendido eso
tampoco, han dirigido exclusivamente a un modelo grande.
Entonces la potenciación de una agroindustria lechera grande, inútil… ¡tan inútil!,
que el año pasado fue comprado por una empresa Suiza y en todos los ramos hay
dos sectores que se han protegido y se han defendido, a lo mejor, pero han sido
los sectores que han tenido un profesionalismo muy fuerte, que son: las
denominaciones de origen de queso asaba y vino rioja pero todas las demás han
sido abiertas al mercado global, con ninguna posibilidad de defenderse, y eso, ha
marcado, no cabe duda, pues que hoy estemos en Vizkaia el 1% de la población y
principalmente agricultores muy viejos.
140
Los impactos de la política agraria común se desarrollan especialmente a través
de los instrumentos que son: la mayor apertura comercial, homogenización de los
estándares de registros sanitarios y la política de subvenciones. Esta última
impacta en la cultura y en el subconsciente del campesinado, donde unos son
seducidos por la modernización que se les presenta, otros porque son claramente
favorecidos por las subvenciones, ahí se desarrolla una desideologización dentro
del propio movimiento, y se va gestando durante los años noventa y la primera
década del dos mil, una crisis de legitimidad y credibilidad dentro de las propias
organizaciones, donde por un lado tenemos organizaciones campesinas que se
institucionalizan, fortalecen su capacidad de lobby y se hacen socios a los
intereses económicos de la agroindustria o de los agricultores grandes, frente a
esos que mantenemos una visión más social de la agricultura, mas sobre la
función del campesinado y su papel en la sociedad.
Habría que hacer una explicación, la organización campesina EHNE, es una
coordinación de cuatro organizaciones provinciales, con base territorial, que no
compiten entre sí. Entonces son EHNE Navarra, EHNE Giputzkoa, ENHE Vizkaia,
y la unión de agricultores de Alaba, es decir son cuatro organizaciones, cuatro
uniones campesinas que se juntan con una idea inicial de organización común y
que en el transcurso del desafío de las políticas neoliberales hay claramente una
división, que se materializa a finales de los 2008-2009, cuando la parte más
ideológica que es ENHE Vizkaia, entiende que la lucha institucional y la lucha
alrededor de las subvenciones nos lleva únicamente a una pérdida de identidad y
simplemente ser el lobby para defender intereses privados e individuales y no
colectivos. Ante eso EHNE Vizkaia se separa, sale y coge un rumbo donde se
articula alrededor de lo que es la soberanía alimentaria, donde desarrolla un
proyecto en base a país, en base a pueblo y entiende que hay que construir un
movimiento, no un sindicato vertical, tradicional, sino un movimiento que se
articula entre esos campesinos y campesinas de los siete territorios vascos, tanto
en la parte Francesa, como en Navarra, como en la comunidad autónoma, para
construir un movimiento campesino, que defiende el marco de soberanía
alimentaria, cara a la sociedad y que defiende un marco de agricultura sostenible o
141
agroecológica, es decir es una visión claramente integrada dentro de lo que es la
comprensión colectiva de Vía Campesina.
Los otros antiguos compañeros y compañeras se quedan en un proceso de
institucionalización y una pérdida consecuentemente de influencia en todo, tanto
entre los campesinos como entre las propias instituciones, pierden su credibilidad.
Hay que decir, que ha surgido en los años dos mil por parte del Partido
Nacionalista Vasco una organización sindican que se llama EMVA, que es una
organización que nosotros llamamos del pesebre, del gobierno, es decir es el
instrumento político del gobierno para defender ese modelo de agricultura.
Hoy a través de la visión que proyecta EHNE Vizkaia, ahora está en un momento
de construcción de un movimiento campesino que se llama “Etxalde” que aspira
construir un movimiento organizado de campesinos y campesinas en el marco de
Euskal Herria para la soberanía alimentaria, eso está en un proceso de
construcción, está recogiendo apoyos de los territorios, principalmente en Vizcaya
y Parralde (en la parte francesa), con serias resistencias por parte de los
agricultores y ganaderos productivista, dentro de los que están plenamente
integrados dentro del modelo modernista. Hoy estamos mirando al año 2017,
donde para entonces queremos haber podido construir un movimiento con un
funcionamiento más horizontal y fuertemente ligado a las alianzas sociales y a la
sociedad en general. Hemos construido una plataforma de aliados, entre
movimientos urbanos, ONG´S, movimientos medioambientalistas, etc.
-¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
-Si para los indígenas Americanos es la Pacha Mama que es el eje cósmico de la
visión, en Euskal Herria es “Amalur: la tierra madre”, es una expresión de siempre,
no es una expresión nueva o adaptada a los nuevos contextos políticos. La verdad
es que la sociedad no lo entiende así, y entiende a la tierra como un recurso que
tiene un valor especulativo. Hoy no hay ningún control sobre el mercado de la
tierra, tampoco hay sobre los valores de la tierra, hoy la tierra puede valer mil
veces más de lo que puede ser su valor agronómico, no hay ninguna relación
142
entre el valor agronómico, o su capacidad productiva, con el precio que tiene el
mercado, ninguno. Antes de la burbuja, por ejemplo, este caserío con sus cuatro
hectáreas, hace cuatro o cinco años podría valer dos millones de euros, lo que no
tiene ningún sentido en lo absoluto… ¿qué quiere decir eso?, que el acceso de
jóvenes y nuevos campesinos y campesinas es muy difícil, y requiere un apoyo
social a la instalación. Hoy día, la mayor parte de los jóvenes que se están
instalando, son jóvenes contracultura, son jóvenes que entienden a la agricultura
no como un negocio, si no como un único espacio de desarrollo profesional digno
que queda, y principalmente porque estos jóvenes no aceden a las ayudas
oficiales para la instalación de jóvenes, están fuera del marco institucional, tanto
es así que la mayoría de los jóvenes entra por medio de los cursos de formación
de EHNE Viskaia, donde son cursos de formación específicamente elaborados
con el modelo agroecológico, de soberanía alimentaria y no responden en lo
absoluto a los marcos formativos neoliberales- institucionales- oficiales. Son
cursos formativos desarrollados sin ningún coste para el joven y la joven y tiene
una enorme aceptación, por ejemplo, en Vizkaia cada año puede haber hasta
1500 personas nuevas que toman parte en los cursos de formación, no digo que
son 1500 nuevos campesino, sino que toman parte esas personas porque no tiene
empleo o porque están buscando un marco alternativo al marco oficial de la
agricultura y lo que estamos viendo ahora es cada vez más personas con más con
edad de más de 45 años que acceden a estos cursos porque también ven que es
su última oportunidad de encontrar un empleo digno.
-¿Qué referencias ideológicas y practico/estratégica ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en la defensa de la tierra?
-Hablando de soberanía alimentaria, claramente. Hemos hecho muchos
intercambios desde EHNE Viskaia con Centro América, Brasil, chile y
continuamente estamos recibiendo visitas, hay un intercambio importante y hay
una vivencia también con el proceso de Vía Campesina muy directa. No es
casualidad que ahora, de los dos coordinadores que hay en Europa, el hombre es
de EHNE Vizcaia, Unai Aranguren es miembro de la comisión internación de Vía
143
Campesina y es parte del directorio. Estamos bien integrados en ese proceso y
Vía Campesina es para nosotros una fuente de inspiración, claramente.
-¿Cuáles han sido las crisis y momentos de transición de EHNE?
-La primera crisis fue el impacto las políticas de la Unión Europea, la Política
Agraria Común (PAC), porque nosotros siempre hemos tenido una parte muy
crítica con la política agraria común, hemos sido abiertamente y públicamente
críticos a la Unión Europea, el modelo de Unión Europea que tenemos, eso nos ha
generado tenciones con las instituciones, porque éramos la oveja negra, los
únicos críticos con la Unión Europea, generando reacciones, que no han sido
siempre fáciles de gestionar. La segunda crisis, fue la ruptura que hubo con
EHNE, y el ir con la coherencia que podíamos ir construyendo en el marco de
relaciones basadas en la soberanía alimentaria, que es la defensa de un modelo
de agricultura, la defensa de alianzas, lo que ha generado también tenciones.
La prioridad a la incorporación de jóvenes y mujeres especialmente en EHNE es
muy clara, y eso ha generado dificultades frente a otros que tienen una visión más
jerárquica y más vertical de una organización más clásica. Yo creo que en este
momento EHNE Vizkaia está superando una crisis financiera, la crisis del
capitalismo ha impactado en la organización también, pero se han buscado
marcos autónomos de autofinanciación y a través de alianzas estamos
consolidando otra vez el equipo de trabajo y en este momento el equipo de trabajo
en EHNE Vizkaia se constituye por una persona para las alianzas y lo que es el
comercio justo directo, otra persona para temas ganaderos, otra persona para
formación, otra para cooperación y alianzas; hemos tenido que dejar el abogado,
solo está con nosotros tiempo parcial, llevamos el equipo de seguros (porque para
nosotros es importante como fuente), tenemos la revista “basabe reshia” y
subcontratamos a diferentes equipos de otras tares, tenemos otra afiliación que
agrupa la mayoría de campesinos y campesinas de Vizkaia, serán unas mil
personas que pagamos una alta cotización doscientos euros por persona, para
pagar el movimiento, porque no se recibe apoyo institucional, en tones hay que
hacer todo a “huevo”, como se dice…. (risas)
144
Curiosamente la gente cuando se jubila no da la baja, sigue manteniendo la
cotización en EHNE Vizkaia, es decir se ha conseguido seguir una lealtad con los
fines de EHNE Vizkaia, un valor también.
-¿Cree usted que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario
está generando procesos de emancipación popular?
-EHNE ha mantenido la “bandera alta” que capacita una mayor emancipación
ahora, de campesinos y campesinas frente a la crisis sistémica. Es EHNE Vizkaia
quien aportamos las propuestas frente a la crisis, especialmente sobre soberanía
alimentaria, sobre cambio climático, sobre los diferentes desafíos que tenemos y
EHNE Vizkaia, probablemente se encuentra desbordado por la demanda que hay
de la social hacia nosotros.
-¿Desde tu perspectiva el movimiento EHNE se solidariza con la lucha
independentista del País Vasco?, ¿De qué forma?
-El tema de alianzas es importante, ese es el tema de solidaridad.
EHNE Vizkaia, estatutariamente no es Nacionalista, no se titula “abertzale”, ni es
parte institucionalmente del movimiento “abertzale”, pero es muy claro que sus
miembros, sus objetivos y alianzas van siempre en consonancia con lo que pueda
ser un movimiento. No haciendo un énfasis extra superior sobre la soberanía
desde la perspectiva partidista, si se puede entender en un debate soberanista
aquí, de una concepción, así yo lo defino, ciudadana, de sociedad organizada, no
se adscribe EHNE Vizkaia, no es parte del movimiento de liberación, mantiene su
espacio autónomo.
La relación que tiene la soberanía política con la soberanía alimentaria forma la
misma lucha y la tendencia es hacia ahí, pero nosotros tenemos una visión más
internacionalista en ese sentido.
Históricamente hemos tenido siempre una relación más directa con
organizaciones como Vía Campesina, con la Coordinadora Europea, con MST,
145
con MPA en Brasil, con Argentina y los diferente movimientos campesinos e
indígenas, MOCASE, y la mesa nacional…
Entonces entendemos que la lucha campesina en su análisis es común. Muchas
veces hemos remarcado que si traemos un líder africano o una lideresa africana y
le ponemos la boina y habla igual que nosotros, tienes las mismas
reivindicaciones… pero sí entendemos que la lucha tiene que ser desde las
alternativas concretas que desde lo local construimos. Pero nuestro espacio en la
globalización lo tenemos muy claro… no es un movimiento en ese sentido
chauvinista o excluyente sino más bien incluyente. Estamos incluyendo a
personas inmigrantes en el movimiento, tenemos turcos, tenemos senegaleses,
tenemos esa visión, porque nosotros también hemos sido migrantes. Muchos de
los pastores que hoy son campesinos fueron en su día pastores en Estados
Unidos, en México o en Argentina, que vuelven aquí, a su caserío y se integran
dentro del movimiento y la relación con Vía Campesina es unánime, es muy fuerte
ese lazo.
Y … ¿Cómo nos relacionamos con los movimientos políticos?, yo creo que hay
una cierta desconfianza con el mecanismos de los partidos políticos y hasta
prevalente una cierta desconfianza sana, con los partidos “abertzale”, por el
propio sistema partidista, la disciplina del partido, y ENHE Vizkaia siempre ha
defendido un marco que no sea la correa de transmisión, en ese sentido siempre
hemos mantenido nuestra independencia ante todos, hemos sido muy reacios a
ese tipo de acuerdos, aunque externamente se nos pueda identificar en la realidad
política, pero hay cierta desconfianza sana.
-Teniendo en cuenta que el Zapatismo es un referente para muchas
resistencias y luchas a nivel global, ¿Qué conoce el Movimiento campesino
Vasco de las lucha Zapatista?, ¿Qué les parece un aporte o referencia para
su lucha?
146
-Vía Campesina nació en mayo de 1993, el Zapatismo se hizo visible y publico el 1
de enero de 1994, eso no es casual, son reacciones frente a los impactos de las
políticas neoliberales.
Ha habido históricamente cuadros de personas, campesinos y campesinas vascas
que han estado en Chiapas, yo mismo he tenido tres reuniones con el Sub
comandante Marcos, con el comandante Moisés y con la comandanta Ramona.
Hemos tenido voluntarios y voluntarias que continuamente están ahí. No se ha
convertido en una relación política, y no sé porque no ha sido… puede ser porque
los silencios desde aquí no son fáciles de traducir y no se trata de ningún
antagonismo, puede ser que la distancia… o que no haya un trabajo en común…
Nosotros entendemos el internacionalismo también como una relación de ida y
vuelta, no es de ida solamente; y esa construcción requiere una alimentación
permanente,… pero igual, no lo ha habido conscientemente.
Yo no diría que hoy hay una relación permanente o institucional entre EHNE
Vizkaia y el Zapatismo.
-¿Ha sido un referente de lucha?
-No te podría responder… inspirador en la épica, igual si…Pero no lo sé, no te
podría responder…
-¿Cuál es la conexión de EHNE con otras luchas a nivel mundial?
-Las luchas son las mismas, por ejemplo sobre las semillas, la lucha sobre el
modelo de soberanía alimentaria, EHNE está muy presente en todos los procesos
de lucha y articulación donde está la Vía Campesina, hay militantes trabajando en
la Vía, estamos físicamente presentes, en Euskal Herria hay innumerable cantidad
de activistas en el marco internacional.
Es muy constante en nuestras revistas, nuestras referencias siempre, la visión de
soberanía alimentaria no es nacionalista, es internacionalista, nuestro análisis es
más sistémico que simplemente geográfico.
147
País Vasco, Bilbao a 7 de Abril de 2014.
ENTREVISTA A TXETXU NÚÑEZ
Txetxu Núñez fue campesino y ganadero, ahora
es jubilado y les ha dejado su caserío a dos
jóvenes que desarrollan modelos productivos de
soberanía alimentaria, miembro de la Ejecutiva
del sindicato Enhe Vizcaia y dinamizador del
debate de Soberanía Alimentaria, trabaja con
jóvenes desarrollando varios proyectos.
-¿Quién es Txetxu Nuñez?, ¿a qué se dedica?, ¿Cuáles son sus
aspiraciones?
-Yo soy militante, lo he sido toda mi vida, soy campesino y ganadero, en la última
época de mi vida concretamente pastor de ovejas, vocación que yo he escogido
para militar, ser “baserritarra”, ser una persona de caserío que trabaja en el
campo.
Cuando decidí serlo, lo fui con todas las consecuencias. Pero nunca he entendido
mi profesión sin un espacio de debate respecto a las problemáticas personales
que yo he tenido, de intentar llevar las problemáticas a una red sistémica, otras a
través del debate…y te das cuenta que son políticas y llevarlas a un espacio que
era EHNE.
Yo me instalo en el año 1979 u 80, me instálalo en el sector agrario, no tenía
tierra, no tenía nada. Digamos que soy un joven de hoy que quiere comenzar la
actividad y no tiene nada, más que la vocación. Y gracias a mi compañera que
también estaba de acuerdo con la profesión que queríamos desempeñar,
compramos una pequeña finca e iniciamos la ganadería de leche. Fue muy
148
interesante empezar con ganadería de leche, porque fue una profesión que me iba
a sacar todas las contradicciones políticas rápidamente, es decir el discurso que
hoy día de que la productividad resuelve el problema, nosotros nos dimos cuenta
(mi pareja y yo), que a través de la solución técnica que se planteaba para la
producción de leche de vaca en la que aumentabas constantemente la producción,
no garantizaba en ningún momento la renta del campesino, es decir, nosotros en
concreto pasamos un año de 5 000 litros a 10 000 y la situación económica era
igual o peor, luego esa fue la primera cuestión que me llevo a reflexionar de que
aquí estaba pasando algo de lo que no nos enteramos…
Que era el mal uso de la tierra y la intensificación en el modelo que estaba
avanzando de la intensificación de capital, es decir si yo lo que ponía de capital
propio, tenía que ocupar capital de banco, que era prestado que me hacía
automáticamente esclavo del banco, para toda mi vida, para trabajar y es en parte
lo que ha ocurrido, lo que me ha llevado a tomar decisiones en otro momento, una
vida más sostenible, más en la línea agroecológica, más de observar las
situaciones y sobre todo ver el potencial que encierra en principio mi finca para ver
qué puedo hacer de la forma más sostenible posible, porque todas las pruebas
técnicas a través del dinero y de las soluciones tácticas que me plantearon en su
momento, ya las había probado, pero no me resolvían el problema.
-¿Cuál ha sido su papel dentro del movimiento campesino vasco?
-Las vivencias personales que estaba llevando en la pequeña explotación, las
lleve al sindicato, y lo relaciono esto ahora con el aspecto de las relaciones
internacionales. Porque un aspecto que está llevando ENHE por su historia es de
presupuestar una parte de dinero para viajar para conocer otros lugares, otros
movimientos, otras realidades campesinas, etc. Eso para nosotros ha sido muy
importante, porque hemos participado desde el inicio en la construcción de Vía
Campesina, pero también pudimos acudir (de eso te estoy hablando de hace
treinta años) a espacios nuevos de debate de la Coordinadora Campesina
Europea que nos empezaron a dar ya una visión diferente respecto de lo que
estaba ocurriendo. Un país donde estaba gobernando la derecha, donde los
149
modelos capitalistas se estaban imponiendo y nosotros inconscientemente
también estábamos participando como parte del proceso, creyendo que la
intensificación tanto del uso de la tierra como la intensificación de capitales, eran
una vía de solución, e incluso inconscientemente estábamos participando. Pero
gracias a unos viajes, en concreto a Alemania y a Francia, pudimos ver que
efectivamente nos estábamos equivocando y el tiempo nos ha dado la razón. Otra
cosa es la incidencia que hemos podido tener sobre el sector para introducir
cambios.
Es muy complejo, porque el capitalismo pone todos los medios al servicio del
negocio, pero el tiempo por lo menos no los ha dicho y la gente lo reconoce que
teníamos razón. En el plano crédito, teníamos razón, solamente que a través de
los mecanismos de la PAC y subvención se compra mucha voluntad. Pero
nosotros hemos sido una organización que nuca ha estado liada con procesos de
corrupción o que se haya utilizado como plataforma para ceder a otro espacio
político, eso ha dado una credibilidad que hoy día se mantiene.
-¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
-EHNE surge primero como sindicato agrario, luego te comentare de la reflexión
que hoy día hacemos de convertir lo que era un sindicato sectorial en parte de un
movimiento a favor de la soberanía alimentaria, porque estamos en vísperas de
constituir ese movimiento y de alguna forma EHNE decide que eso ha sido
instrumento del pasado, que en su momento fue de lo que nos dotamos para la
defensa de los intereses sectoriales. Hoy nuestra responsabilidad es colaborar con
los jóvenes, para crear un espacio nuevo que les va tocar ahora a ellos gestionar,
porque nosotros ya hemos hecho un cambio, y lo que está claro es que el
sindicalismo tradicional está siendo claramente cuestionado como modelo de
participación de defensa y eso es el reto que tenemos hoy en día, constituir EHNE
como parte de un movimiento a favor de la soberanía alimentaria en el que los
campesinos tienen que ser el núcleo central, pero en el que hay que tener claro la
soberanía alimentaria. Es una propuesta no solo para los campesinos, sino para
150
las sociedades, en cuanto te permitiría el derecho al desarrollo a la alimentación
sana, por tanto es una propuesta también para el sindicato, es un movimiento que
debería ayudar a tejer las alianzas reales con la sociedad consumidora, en
general. y no decir que el futuro del sector agrario no depende ya de las luchas
sectoriales por momentos de necesidad de alimentos, si no de la capacidad
política que tenemos para generar acuerdos con la sociedad consumidora o la
sociedad en general, porque el tema de los consumidores, también hay que
cambiar cosas, tenemos que dejar y perder la visión que nos da el capitalismo de
contemplar al consumidor como mercado y tenemos más que hablar de personas
que consumen, y hablar más del consumo responsable, poder establecer un
momento para tejer un instrumento del futuro, pero es muy importante la
aportación que nos hace la historia.
Intentamos siempre decirle a los jóvenes que ha sido una de las batallas para
nosotros más importantes la de instalación de jóvenes, porque si no hay jóvenes,
no hay soberanía alimentaria y no va a ver nada, y es la prioridad absoluta de los
jóvenes, como igual de importante es para nosotros la formación.
Nos dimos cuenta en el año1995-1996, sobre todo porque no teníamos capacidad
para incidir en el sector agrario porque estaba muy condicionado por diferentes
condiciones, primero por su propia forma y segundo por todos los intereses, desde
el punto de vista del negocio y que hay alrededor de la producción y que hay una
cantidad enorme de intereses, entonces, nos planteamos abordar un proceso
nuevo de formación totalmente alternativo en el que la agroecología es la ciencia
que va a explicar a los jóvenes o vamos a desaparecer. La verdad, es que
afortunadamente, nos ha salido muy bien el tema, pero los resultados los hemos
visto quince años después del proceso de formación, porque hoy en día pasan 1
000 jóvenes por los cursos de formación que tenemos, y la verdad es que estamos
encantados en cuanto hemos demostrado que el problema del sector agrario no
es la falta de jóvenes, porque hasta ahora se decía: “¡es que no hay jóvenes que
quieran trabajar el campo!”, no es cierto, el problema es otro, no hay estructuras
productivas, no hay mecanismos, porque se tiende siempre a concentrar la
151
producción y en ese sentido los jóvenes sobran, de hecho la PAC está planteando
de alguna forma una aniquilación del sector y el fenómeno de compra de tierras
se está dando en todas partes, en África o Sur América y también aquí en Europa,
es un fenómeno que se está potencializando desde la PAC a través de
subvenciones, de la no existencia de jóvenes y donde no hay demanda, las
industria a escala. Y va a ver incluso en el modelo sindical un cambio, hasta ahora
era la estructura familiar la generadora de estructura agraria y lo que está
ocurriendo es que a través de la compra de tierras a parecen trabajadores mal
pagados con lo que automáticamente el modelo sindical que teníamos, de alguna
forma la familia era miembro del modelo sindical, ahora es sustituido por obrero-
trabajador de campo que se afila a otro modelo de organización. Eso por ejemplo
se ve muy claro en Andalucía, empresas compran tierra, contratan, pero ese
contratado ya no participa de la COAC que es la coordinadora de organizaciones
agrarias, a la que pertenece EHNE y ya no participan de ese espacio, sino que
participan directamente del SO, sindicato de obrero, ósea, hay un fenómeno
nuevo.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de lucha y resistencia?
-Ahora con 62 años lo puedo decir, con la experiencia. Y es que el capitalismo ha
triunfado… Lo más grave para mi es que ha permeado en todas nuestras mentes,
es decir, nos ha hecho pequeños capitalistas a todos y actuamos con los mismos
esquemas, igual, igual que uno grande, intentamos imitarlos, entonces, decía julio
Anguita (líder aquí de la izquierda unida), que: “si queremos dar la batalla al
capitalismo, si pensamos darle con los mismos instrumentos que genera el
capitalismo, no lo tenemos claro. Hay que crear un mundo nuevo, de relaciones y
de todo”…
Entonces, volviendo a la pregunta inicial, porque eso es válido hace treinta años,
donde el capitalismo estaba ya totalmente instalado, y generando una más de sus
herramientas, hablando de políticas neoliberales. Ahí surge EHNE, como motor en
defensa de los intereses sectoriales agrarios en aquel momento, pero hay que
152
reconocer que con una mentalidad capitalista, porque es lo que habíamos
aprendido, donde nos habíamos formado… entonces, eso nos lleva a muchas
contradicciones e incluso contradicciones también dentro de nuestra propia
afiliación, afiliación que cree que luchar por el precio está todo resuelto, y existe es
real, y hubo una parte de la afiliación en aquel momento que no participaba de
esta historia y que se marchó. Pero el discurso sindical que defiende esto, es decir
el crecimiento sin medida, y hay que decirle claramente que ha fracasado para
bien, que las explotaciones agrarias están desapareciendo, eso quiere decir que
los mecanismos utilizados en defensa del sector agrario, no han sido válidos.
Nosotros hemos estado en proceso muy largo, poco a poco avanzando en el
diagnóstico, y en este momento estamos en una fase de dar viabilidad a la
propuesta, de decir, de poco nos sirve tener un discurso perfecto como todas
cuestiones de soberanía alimentaria, etc. Si no empezamos hacer realidad en el
territorio esas ideas a través de pequeños proyectos que permitan la supervivencia
del sector y que esa sociedad a la que proveemos de alimentos empiece a difundir
esa propuesta, si esas cosas no las conseguimos, yo creo que tendremos serios
problemas. Pero ahora estamos en esa fase.
-¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
-Tiene un significado enorme. La tierra es el instrumento de trabajo que ha tenido
el campesinado, y la defiende hasta el final. Lo que ocurre es que… precisamente
la reflexión que hacemos de que el capitalismo ha ganado, también ha introducido
conceptos potentes en nuestra gente, como el de la especulación que no es más
que fomentar al egoísmo al final, y la venta de tierras a precios exorbitados han
hecho que parte de la tierra se vendan para especularte de la tierra se vendan
para especular, pero hay otra parte mayoritaria, con un arraigo central en el
campesinado y que la va a defender.
En este momento y sobre todo porque tenemos una edad muy alta de la población
agraria, y necesitamos jóvenes. Necesitamos hacer un pacto con el viejo
campesinado para generar cultura a través de la instalación de jóvenes y en
153
concreto lo que estamos planteando es, si tu estas dispuesto a acceder en
alquiler la tierra, a través del banco de tierras o a través de alquileres directos para
un periodo de tiempo a jóvenes, lo idóneo serían las jubilaciones y a cambio de
ceder la tierra a jóvenes que empiecen el proceso de instalación nuevas. Es un
plan de alguna forma de reconformación del sector agrario, porque si no
acometemos esto lo que va a ocurrir en muchos casos es, y depende de la zona
geográfica en la que nos nos encontremos la compra de tierras va a ser un
fenómeno masivo, bien para el tema forestal o por ejemplo como sucede en
Andalucía, donde los árabes están comprando la tierra, tierra inmensamente rica
que es utilizada para abastecer la subpoblación , porque tienen dinero a través del
petróleo, de hecho hay más de 100 000 hectáreas compradas para producir alfalfa
para llevar a las vacas que están en el desierto, este fenómeno es de nivel
mundial.
Desgraciadamente el capitalismos a pegado fuerte en nosotros, hemos perdido el
sentimiento espiritual con la tierra como lo tienen algunos indígenas, lo que si es
que sentimos un apego.
Visite a una mujer valenciana hace poco, primer productora de granadas
ecológicas y no sabe leer, me llevo a ver sur finca y me explico todo lo que hacía,
me dijo una cosa súper contundente que me dejo petrificado, me dijo: “no entiendo
a los hombres que viendo en un producto (refiriéndose a los agroquímicos) una
calavera que significa veneno, y es símbolo de la muerte sean capaces de
echarlo a la tierra”. Fue ese sentimiento indígena de amor a la tierra, la verdad es
que existe apego a esa propiedad de la tierra, pero hemos perdido en parte la
cultura de respeto a la tierra por los métodos productivos que nos ha impuesto,
porque el capitalismo ha introducido a través de la productividad toda una serie de
pesticidas… etc
Entonces todo ese desarrollo sostenible de la producción es un aspecto muy
importante en cuanto a conservación de recursos y las verdades que tenemos un
trabajo enorme porque hemos perdido el respeto por la tierra
154
-¿Qué referencias ideológicas y practico/estratégicas ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en la defensa de la tierra?
-Desde hace aproximadamente diez años la prioridad estratégica es generar
alianza con todos los movimientos sociales, como sea posible. A partir de la
propuesta de la soberanías alimentaria. Consciencia de esa alianza, hemos
celebrado la primera manifestación el año pasado demandando el derecho a la
alimentación. Ha sido una manifestación conjunta de la sociedad urbana y rural y
queríamos expresar por primera vez la necesidad de esa alianza.
A partir de ahí los dos elementos centrales que estamos debatiendo queremos
proponer es: el consumo responsable como instrumento transformador, es decir,
tenemos que ser capaces de que la gente entienda el valor enorme que tiene
cualquier pequeña actitud de cambio en los hábitos de consumo. El capitalismo te
dice: “tú no puedes hacer nada, porque tu no pintas nada”, entonces nosotros
decimos, si se pueden hacer cosas, la primera decisión que toma una persona
todos los días, es el desayuno y es una decisión absolutamente política, en la que
tú decides que modelo quieres impulsar de consumo. Si la gente empieza a darse
cuenta de la enorme consecuencia que tiene el cambio, sin alterar nada
prácticamente, porque hay una cuestión en plena mesa de débete que es el tema
de los precios. Porque el capitalismo con su discurso dominante y que nos ha
impuesto, lo que decía antes de que nos ha hecho pequeños capitalistas a todos,
entonces muchas veces utilizamos la agricultura ecológica para conseguir precio,
por lo que entonces no estamos cumpliendo con el deber de cualquier campesino,
de alimentar a la población. Estamos alimentando a una elite y no podemos decir:
necesitamos producir de forma sana pero no a un precio razonable. Si es posible
producir, si se es bueno profesionalmente, es posible producir de una forma
responsable y con precios justos. Pero cuando menos, lo que si podemos dar es
en el etiquetado la construcción del precio del producto, es decir, que parte se
lleva el producto, que parte se lleva la distribución, que parte los trabajadores, etc,
etc, etc… y a través de la transparencia por lo menos podemos dar la opción a la
gente para tomar una decisión.
155
Esos son instrumentos, que del lado de la soberanía alimentaria estamos
impulsando, el tema de la construcción, que está generando un debate enorme, de
la construcción de los precios de los productos, porque somos pequeños
especuladores muchas veces.
-¿Cuáles han sido las crisis y momentos de transición de EHNE?
-EHNE ha sido un espacio continuo de debate, si hay debate hay continuamente
periodos de crisis. Queramos que no. Y los hay porque hay intereses muy fuertes
continuamente a veces ocurre que sindicalistas utilizan toda la información que
han conseguido a través del mundo, relaciones tan enormes que en la
participación en EHNE te permite y lo utilizan en provecho de su negocio. Pero
hay una inmensa mayoría de líderes de EHNE que han dejado siempre al servicio
del colectivo de la organización ese patrimonio.
Si tuviera que resumir los periodos más importantes de EHNE, diría primero que
en el año 90, celebramos el primer encuentro europeo de productores y
consumidores y se toma una decisión de conclusión se llega, de que somos
productores de alimentos y me parece algo estratégico porque ya se estaba
desarrollando el otro modelo industrial que es un productor en materia prima para
la industria, a través de las ayudas PAC, etc. Y ahí hay un posicionamiento clave
de EHNE, respecto a la producción de alimentos o producción de materia prima
para la industria.
Otro periodo importante fue la decisión en cuanto a la formación, muy importante y
hay gente que consecuencia de eso dice, ¿Qué hago?, estas dejando a la
agricultura intensiva de del plan de formación, pero lo que decíamos , no, no toda
la formación que necesita la agricultura intensiva ya la está dando toda la
industria, ¿para qué vamos a estar dando más recursos públicos en hacer un
equipo de formación. Entonces encontramos la formación por la agroecología, es
un periodo importante de cambio, de estrategia, pero también de crisis, porque
hay una afiliación de nuestra afiliación que estando de acuerdo políticamente no
entiende estas cosas.
156
Yo creo que ahora hay otro periodo absolutamente fundamental, que es la revisión
del movimiento sindical, de nuestro propio movimiento sindical, somos un
movimiento que en este momento se ha integrado en la red de economía solidaria
y el objetivo es transformar. En ese sentido estamos haciendo una aportación,
¡creemos eh!, es lo que nos han dicho el resto de sindicatos, y de hecho en
muchas cuestiones, y prácticamente somos asesores de EHEN, y dicen que
somos pioneros en muchas reflexiones, por ejemplo las finanzas éticas, y vamos a
comenzar a través de las finanzas éticas un proceso de debate que tendrá en el
2015 en torno a tres derechos que son: alimentación, vivienda y empleo, ¿y por
qué?, porque somos parte de COP 57 ( que es una cooperativa de crédito estatal)
que estamos intentando constituir COP Euskal Herria. Pues bien, hemos iniciado
un debate en el que decidimos ya la inversión de esta cooperativa de crédito a
partir del 2015, es decir decimos que las finanzas éticas tienen que entrar al
derecho de la vivienda, hay que hacer un debate a la vivienda en cuanto a
derecho y tipo de vivienda para resolver la necesidad del derecho, que postura
vamos a formar respecto a los desahucios, es decir, como vamos a canalizar el
ahorro popular a partir de ese debate. Respecto al empleo, vamos a hablar de la
recuperación de empresas porque estamos viendo como empresas totalmente
viables se deslocalizan y teóricamente por una cuestión de mano de obra barata, y
hay que hacer esa reflexión para poner el ahorro y los medios en vez de dejarlos
en donde están ahora, están al servido del capitalismo, dejarlos donde puedan y
que generen una capacidad de transformación.
El otro apartado es el de la alimentación en cuanto a derecho y soberanía
alimentaria, hacer una reflexión, sobre lo que está pasando con los banco de
alimentos, la utilización como instrumento del hambre a través de los bancos de
alimentos políticamente para canalizar votos por un lado, para hacer grandes
campañas de venta de las grandes empresas, producciones que muchas veces no
están hechas ni aquí, están producidas por terceros países. Lo que hay
inconscientemente de lo que hay como una buena idea como lo es los bancos de
alimentos, por eso estamos reivindicando la idea de bancos de alimentos, se está
prostituyendo la idea y lo que se está montando alrededor es un negocio,
157
utilizando la buena voluntad y la caridad con la comida. Eso cuesta mucho porque
la primera respuesta es. ¡Oh!... ¡siempre los mismos protestando otra vez!, es
decir, son los de siempre pero tenemos que hacerlo con alguna pedagogía para
que la gente comience a entender que están cogiendo garbanzas argentinas, que
están machacando los productores y los entregan a aquí a los pobres y quien se
queda con el negocio es la distribución a través del banco de alimentos, así de
simple
Luego ya hay una primera relación de apoyo directo, de lo que hay consumir y de
hecho a partir de una pequeña distribuidora.
(se me ha olvidado comentarlo…) Estamos en un tiempo nuevo en el que
sindicalmente hemos recibido también la distribución de alimentos, es un espacio
de negocio y político absolutamente fundamental en el que no hemos intervenido
nunca, lo hemos dejado a otros, que nos vengan y nos compren. Pero nosotros
decimos ahora que tenemos que generar nuestra propia distribución para la gente
y el mercado social que esta acuerdo con la soberanía alimentaria, tenemos que
hacerlo bien, tenemos que hacerlo a un precio razonables, etc, etc…
-¿Cree usted que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario
está generando procesos de emancipación popular?
Yo creo que estamos generando emancipación social, estamos generando
verdaderamente, precisamente por ser un sector que ha tocado uno de los
primeros fondo y porque se ha quedado sin salida, el sector está generando
alternativas de emancipación y por ejemplo en este momento de crisis con todo el
panorama tan malo y de tanta gente desempleada que hay, di yo no es posible si
no hay un planteamiento de reparto del trabajo y lo mismo en la tierra, porque
nosotros hemos visto ya la tierra que si no hay cuotas de producción el
desarrollismo y el control de la producción nos aniquila, y eso lo hemos visto ya, lo
hemos conocido. Nos estamos trasladando a otros sectores, no repartimos el
trabajo, otra cosa es que necesitemos colectivamente acceder a la propiedad del
conocimiento o de la tecnología. Solamente colectivamente, si tomamos
158
conciencia vamos a poder acceder para inicial procesos. Por ejemplo, nosotros
tenemos una cooperativa que es con la que vamos a empezar a hacer
intercambio, a hacer llevarle el producto y crear un pequeño formato de productos
agrarios, es una empresa de 50 trabajadores que ha decidido ya que va a trabajar
6 horas al día y los resultados que genera la cooperativa se reparten no entre los
50, sino que hay mejores resultados se generan más empleo. Con esa cooperativa
vamos a crear un modelo de reparticiones, de intercambio de producto y de
conocimiento de alianza real, que vamos a ver a donde nos lleva, pero todo el
mundo estamos encantados y en eso est
-¿Cómo percibe la sociedad al campesino?
-Cada vez mejor, porque es tan malo lo que comen en general todo viene de la
agroindustria está mal y está teniendo unas consecuencias tan malas a nivel de
salud que cada día más nos… pero tenemos que resolver, es una medida de
política agraria diferentes cuestiones, primero la necesidad de producción y haya
precios razonables para el conjunto de la población estamos en una fase de
poner en marcha pequeños proyectos y cuanto más mejor.
-¿Desde su perspectiva el movimiento EHNE se solidariza con la lucha
independentista del País Vasco?, ¿de qué forma?
-Nosotros, para el sector agrario… es una de las grandes enseñanzas que nos ha
dado la agroecología, incluso la agricultura ecologista como instrumento
defendemos la autonomía del campesinado. Bien, lo mismo que defendemos para
el campesinado lo defendemos para la sociedad en la que estamos y participamos
de ese movimiento que para nosotros es transformador y que es mucho más
amplio que el independentismo difuso sin definir, porque si no definimos ese
independentismo, nosotros preferimos hablar de transformación definida, vamos a
ir definiéndola, porque hay demasiado en juego de sentimientos de la gente,
donde está el corazón y los sentimientos en juego y es un tema muy peligroso.
Hace dos días estaba dando una charla y estaba hablando de finanzas étnicas
como un instrumento fundamental y decía, además del consumo responsable
159
necesitamos movilizar el ahorro de los pobres, es difícil, es poquito y puede ser
mucho, si la gente comienza a tomar conciencia por un lado de la capacidad a
través del consumo de trasfondo, y por otro lado de los pequeños ahorros de toda
la gente que está en torno a la soberanía alimentaria, ponerlos en sitios donde
verdaderamente se utilice para la transformación vamos a dar grandes pasos.
Estamos en una fase de toma de conciencia de la importancia de tener procesos
de transformación absolutamente nuevos y los jóvenes que estaban en la charla
estaban diciendo: “es verdad”. ¿Por qué cuantas veces oímos a la gente más
convencida teóricamente de izquierdas que dice sí, es verdad, pero tenemos que
competir. Y no tenemos que competir, tenemos que hacer caminos sin competir y
que a través de la transparencia en lo que hacemos, construyamos en base a
valores y que la rentabilidad de nuestra acción este más en la rentabilidad social
que la económica, que también la tiene que tener, pero el valor añadido, el
negocio, que en vez de llevárselo el capitalismo que se lo lleve la sociedad en
diferentes aspectos, empleo, calidad de vida, servicios sociales, etc.
Entonces, es un espacio muy interesante, es un momento muy interesante porque
la gente, y nos estamos dando cuanta todos que tenemos que generar algo y la
verdad es que está surgiendo un pensamiento nuevo, y yo creo que pueden, el
15M y todos estos movimientos, son un poco consecuencia también de una
necesidad y que habrá que ver como articulándose un poco todo y vayamos
construyendo algo nuevo, sobre todo pensando en los pobres, porque los que
tienen, tienen pero no les vamos a poner nuestros recursos para que sigan
aprovechándose, es decir necesitamos al movimiento popular para generar
alternativas.
-Teniendo en cuenta que el Zapatismo es un referente para muchas
resistencias y luchas a nivel global. ¿Qué conoce el movimiento campesino
vasco de la lucha Zapatista?, ¿Qué les parece un aporte o referencia para su
lucha?
160
-Yo tomo café zapatista. Y también voy a defender que se siga consumiendo.
También hay café de ONG´S, porque tenemos que empezar a ir mirando también
quien transforma, quien ejerce y para que se utilizan los recursos.
El zapatismo es una referencia, sin duda, yo he tenido algunos encuentros con
zapatistas con algún responsable internacional que ha venido por aquí alguna vez.
Y hay una sintonía interesante, sobre todo por el trabajo de base muy importante y
de cómo se educa y se forma a la gente para la autogestión y para la autonomía y
esa es la base.
El aporte que ha generado el zapatismo en nuestra lucha, porque creemos en sus
posibilidades, cosa que en Europa se ha perdido, no creemos en las posibilidades,
cosa que en Europa se ha perdido, no creemos en las posibilidades, tenemos en
la cabeza absolutamente, tenemos comido el coco, con un pensamiento de que no
se puede cambiar y mientras no nos demos cuenta de la manifestación las
cuestiones de posibilidad, que es posible, es posible, y es una respuesta de
alguna forma a eso precisamente, que hasta ahora creíamos que no se puede
cambiar nada, pero también es verdad que quienes verdaderamente debieron
liderar todos estos procesos de cambio no lo han hecho, son parte del sistema y
con ello me refiero al movimiento sindical. Ha sido una izquierda que ha absorbido
el capitalismo, le ha dado de comer lo suficiente para tenerla controlada, y es
lógico. Entonces esa no nos sirve, de hecho es lo que cuestionan los jóvenes,
esos instrumentos nunca sirven.
-¿Cuál es la conexión de EHNE con otras luchas a nivel mundial?
-EHNE tiene ya una comisión está participando ya (es una organización
pequeñita, tampoco tiene tantos medios) con Vía Campesina, tanto en Europa
como a nivel mundial, tiene a una persona Paul Nicholson que es una persona que
colabora a nivel constante con la vía campesina y a partir de ahí en 2017 la
conferencia mundial de la vía campesina va a tener sede en el país vasco y la
guardan para EHNE, va a hacer un momento importante además, y lo tomas como
premisa y se va a dar el proceso de reconvención del sindicato agraria EHNE en el
161
movimiento de lucha por la soberanía alimentaria, articulado en torno a los
productores que se va a llamar “etxalde” (agrupación de caseríos) y que queremos
presentarlo ya en esa conferencia. Es una organización a nivel de todo Euska
herria, tanto del País Vasco francés como del español y el núcleo central tiene que
ser los campesinos, pero que tiene que haber un espacio de alianzas muy
importante en los movimientos sociales y a partir de ahí construirlo.
162
País vasco, Zeanuri 9 de mayo de 2014
ENTREVISTA A MALU DILUD
Malu Dilud es una mujer campesina, ganadera
y militante de EHNE, actualmente es miembro
de la ejecutiva y da talleres de formación de
panadería a niños.
-¿Quién es Malu?, ¿A qué se dedica?, ¿Cuáles son sus aspiraciones?
Yo soy Malu Dilud, vivo en un pueblecito de montaña del País Vasco, me dedico a
la ganadería, porque en este espacio la agricultura es más difícil, y bueno, también
por herencia familiar es lo que se había hecho en casa. Después de los años
cincuenta que era una agricultura más diversificada y trabamos todo el tema de la
molienda del cereal del lugar como alimentación de la gente que poblaba este
espacio, pues después nos fuimos convirtiendo a la ganadería que es una zona de
montaña y el ganado puede tener pastos de montaña y nos da nuestra propia
autonomía para poder acercarnos. Porque uno de los problemas con los que nos
encontramos, con los que tenemos espacios de tierra muy pequeños y para poder
tener autonomía, toda la alimentación de los animales que tenemos, es difícil si no
es con los pastos de montaña y ahí lo único que podemos trabajar es con el
ganado, no podemos hacer otro tipo de agricultura y entonces yo en principio me
desvincule de la agricultura, estuve haciendo otras cosas, pero ahora como hace
quince años, volví a lo que es el espacio donde había nacido y me encontré que
prácticamente se había abandonado la agricultura, tanto en mi familia como el
vecindario que eran agricultores.
Pues… simplemente por mantener el ganado que quedaba y tener un poco las
huertas limpias, donde pastaran los animales se mantuvo, y desde ahí… me di
cuenta que esa no era la manera digna de poder seguir con la agricultura, que le
163
teníamos que dar alguna otra vueltita… y pensé que podíamos desarrollar en el
mismo pueblo (ya que se habían cerrado todas los locales comerciales, tanto las
tiendas, como los bares, como otros espacios de artesanos y así…), la producción
de nuestras propia carne para venderla en el pueblo, eso también a la vez genero
la vida de este pueblito, y genero también puestos de trabajo para poder
comercializar este producto, añadiéndole a su vez un poquito de pan, un poquito
de dulces, con los propios productores de la zona que producen verduras, hacer
un pequeño restaurante y creamos ahí un espacio de trabajo para diversificar la
agricultura... no la mía solo, si no la de los compañeros que trabajan en el valle.
Mis aspiraciones son de recuperar de nuevo la agricultura que está muy perdida
en nuestra tierra, que tengamos agricultores, que tengamos autonomía para
nuestra agricultura y que esa sea nuestra forma de alimentarnos, no estar tan
dependientes del comercio exterior, y de las grandes multinacionales.
- ¿Cuál ha sido tu papel dentro del movimiento campesino vasco?
- Bueno dentro del movimiento campesino vasco, yo cuando me vuelvo a incorporar
al mundo campesino, lo que tengo claro es que no puede ser de una manera
individual, que tiene que ser de una manera colectiva y me sumo al sindicato Ehne
y desde ahí voy dándome cuenta que es más importante que luchemos por una
soberanía alimentaria, y lo que eso significa… recuperar un poco lo que es la
identidad de los pueblos, la identidad de los alimentos, las propias semillas que
habíamos perdido y trabajando conjuntamente y desde el sindicato, pues lo que
me hace es sentirme parte de una agricultura viva dentro del mundo, no solo a
nivel de pueblo vasco, sino algo más…
- ¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
- El movimiento campesino vasco, como el movimiento social en el país vasco
siempre ha tenido la condición de la búsqueda de la identidad y de lucha por
mantener la propia identidad de este pueblo, en el mundo campesino, eso también
se traslada donde hay una parte que tiene que ser colectivizando, no perdiendo la
164
agricultura, sino buscando los mecanismos para ser un pueblo soberano y tener
nuestra propia alimentación.
- ¿Crees que la implementación de políticas neoliberales de alguna forma
movilizo al campesinado?
- Las políticas neoliberales lo que hacen es dañar mucho, van erradicando lo que es
la agricultura campesina, la identidad del pueblo, la identidad de campesino y nos
van erradicando, ellos saben, ellos proyectan ya.
La implementación de las políticas neoliberales ha supuesto una manera de
eliminar a los pequeños agricultores y hacer una industria alimentaria al servicio
de la población mundial, y nos van poco a poco insertando sus sistemas de
producción que han diseñado, nos van eliminando del mundo campesino.
- ¿Cuál ha sido la trayectoria del movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de lucha y resistencia?
- La trayectoria ha sido no solo del mundo campesino vasco, sino la del mundo
campesino. A partir de que se proyectan unas políticas de alimentación mundial, a
los campesinos se les va dando unas pautas de producción que son las que le
interesan al sistema y le van llevando a un espacio donde el campesino ha tenido
un conocimiento de la agricultura para alimentarse, para alimentar al pueblo, le
han ido anulando esa capacidad a través de producciones ajenas del espacio que
tenemos, también eliminando el valor de la producciones de los alimentos y nos
han ido erradicando. Entonces nos hemos encontrado con que nos han diseñado,
ahora mismo nos estamos dando cuenta que a través de las políticas neoliberales
ellos han diseñado un periodo de producción que saben que para el año veinte
nos pueden eliminar, si no somos conscientes de lo que supone no tener
capacidad de autonomía dentro de lo que es la agricultura, si no somos capaces
de producir nuestros productos y saber comercializar y de hacer una compra local,
y si no tenemos muy encuentra lo que eso supone, ellos ya tienen diseñada
nuestra muerte, de aquí al año veinte han diseñado unas políticas que nos van a
eliminar a los pequeños agricultores.
- ¿Cuáles crees que han sido los logros y avances del movimiento?
165
- Darnos cuenta lo que supone el ser agricultor, lo que supone para un pueblo el
tener sus propios alimentos, lo que llámanos soberanía alimentaria. Ese ha sido el
gran logro, y desde ahí la lucha y la búsqueda de lo nuevo y la incorporación de
agricultores en un espacio donde se han eliminado prácticamente, ese es nuestro
objetivo producir nuestros alimentos y tener una agricultura viva y de nuevo
recuperar esos espacios que se han abandonado y tener agricultores para tener la
tierra viva.
- ¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
- Es lo fundamental, tenemos de nuevo un espacio de tierra abandonado y sin
embargo es muy difícil el acceso a la tierra, nuestros jóvenes agricultores cuando
se quieren incorporar a la actividad, la mayor dificultad que tienen es el acceso a
la tierra, cuando la tierra prácticamente está abandonada, no se está haciendo uso
de ella, entonces esa es la herramienta principal para poder acceder a la
agricultura y recuperar de nuevo la tierra para poder acceder a ella, a ese espacio
y poder hacer agricultura.
…La tierra es la base fundamental de la humanidad y aunque nosotros estemos
más alejados de esa cosmovisión indígena, creo que es porque a día de hoy
estamos más alejados de esa manera de entender la vida de esa forma de
entender la tierra, pero yo creo que ese lazo está ahí, lo único que no lo tenemos
tan a flor de piel como el campesino indígena… igual es que nos hemos alejado
más por circunstancia culturales, pero creo que en definitiva es la misma
necesidad de estar unidos a esta tierra, que la vida está en función de eso, de la
conexión que mantengamos con esta tierra y ese cuidado de la biodiversidad y
seguiremos vivos mientras cuidemos esa conexión de humanos con tierra, no
habrá otro modo de vivir sobre la tierra…
Al día de hoy han cambiado un poco las cosas, yo que he sido niña campesina
estaba muy unida en el día a día a la manera de integrarnos completamente de lo
que es la estructura del caserío. El caserío está estructurado de lo que es la tierra,
a la producción de sus alimentos, estaba incluso diseñado a nuestra manera los
166
edificios, había una parte de vivienda donde se mantenía la familia, una parte
donde podías albergar a tus animales y una parte donde podías guardar tus
cosechas y entonces yo creo que esa cosmovisión del campesino vasco estaba
muy integrado en el día a día, en la manera de vivir cada día, incluso lo que los
propios edificios estaban diseñados para eso, para estar en inter relación con la
tierra, con la producción de alimentos y seguir viviendo sobre esta tierra.
-¿Cómo concibe el campesino vasco el territorio?
-Yo creo que el campesino vasco concibe el territorio como espacio vital donde no
solo la producción de alimentos están unidos al campesinado, si no lo que el
territorio te puede aportar, esa autonomía que te puede dar el territorio, nosotros
en esta casa hemos perdido la autonomía eléctrica, pero cuando yo era niña
aparte de poder moler los cereales de lo que es nuestro núcleo rural, teníamos un
generador para poder generar energía, teníamos un salto de agua que recorre por
atrás del caserío… el recorre por atrás del caserío… el territorio te da la
autonomía suficiente para poder seguir viviendo, y no ser dependientes ¿no?, tal y
como lo somos ahora por ejemplo de la electricidad, siempre el territorio te da
soberanía, en todos los aspectos, no solo en la alimentaria, en el energético, en el
económico, en el alimentario… y creo que ese territorio abarca todo esa capacidad
de ser autónomos ¿no?. Tanto en este espacio como en otro lugar, yo creo que
ahí el poder si ha sabido apoderarse de nuevo de ese territorio y de toda esa
sabiduría que ha habido durante muchos años en lo que son las poblaciones
locales y ser autónomas a que nos hayamos vuelto dependientes ¿no?, a nivel
energético, a nivel alimentario, a nivel de lo que podamos producir siempre ser
dependientes de esas industrias, entonces el territorio es donde hemos perdido un
poco la capacidad y el valor de lo que es el territorio, podemos todavía
desarrollarnos más para poder ser completamente autonomía y no depender de
los servicios que nos quieren estar vendiendo cada día a parte de los alimentos.
- ¿Qué referencias ideológicas o práctico estratégicas ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en la defensa de la tierra?
- Pues las practicas que la Vía Campesina tiene en cuenta a nivel mundial, que son
las mismas problemáticas en todos los espacios, porque ¡Nos estamos quedando
167
sin tierras!... sin campesinos, sin semillas y es de nuevo a recuperar
ideológicamente, saber que supone eso, que hayamos perdido toda esa estructura
y volver a recuperar de nuevo esa tierra.
Dignificar también nuestra actividad es por lo que también luchamos, porque se ha
perdido el valor del campesino, tenemos que empoderarnos de nuevo de la
actividad que es la principal para que la humanidad siga viviendo.
- ¿Cuáles han sido los momentos de crisis o momentos de transición de
EHNE?
- Cuando se diseñan las políticas neoliberales y desde la administración tanto en el
País Vasco como en el resto del mundo, lo que se ha intentado es llevar al
campesinado a grandes producciones, a hacer una agricultura intensiva y eso ha
sido el peor momento, porque primero nos han creado una serie de dependencias
tanto económicas como sociales que no hemos podido sobrellevar, no se pueden
hoy en día con las políticas diseñadas por ellos con una agricultura donde no se
tienen en cuenta el valor de los productos, si no que se crean una serie de ayudas
para poder hacer que la agricultura sea viable solo para algunos y a la vez los
productos tienen los mismos precios de hace treinta años, pues ese es el
momento de mayor crisis. A muchos agricultores han empujado a ese espacio, a
realizar una agricultura intensiva, soportando una serie de gastos que han sido
imposibles poder rentabilizar a través de la agricultura, entonces a mucha gente
los ha obligado a eso, a abandonar la agricultura porque no han sabido que esa no
es la manera de producir los alimentos, y esa es una manera de estar
completamente dependientes de una industria agroalimentaria, y no te va a liberar,
simplemente te va a traer atado de pies y manos y como mucho te van a obligar a
abandonar esa actividad, porque no es viable, ese es el momento más difícil para
el agricultor, porque encima eso ha vendido implementado por la administración y
la gente ha creído que esa era la manera, porque creía que con diez vacas no se
podía vivir y sin embargo si tenían cien se volvería rico, y resulta que los han
llevado a una situación de dependencia, porque no tenemos suficiente cereal para
alimentar ese tipo de explotaciones, por lo mismo a nivel agrario, si tú necesitas
hacer intensificar las producciones de cereales pero a su vez tú necesitas un
168
tractor que te cuesta cien mil euros, pues para pagar y rentabilizar ese tractor es
porque vas a tener que poner el doble de cereales y siempre vas a estar en manos
de ellos porque además vas a depender de comprarles las semillas a ellos y vas a
entrar en un mercado que es el que ellos te obligan a producir, si es con
transgénicos, si es con lo que sea… te van engañando y te van diciendo que si lo
haces como ellos te dicen va a ser rentable tu explotación y es mentira... te van
metiendo en un espirar convirtiéndote directamente dependiente y que jamás
sales de ese espirar y luego como mucho vas a poder… o cambias el sistema o
vuelves producciones pequeñas y a hacer una agricultura a pequeña escala y
alimentando primero a los tuyos y a los más cercanos y hacer desde una forma
digna de vivir, o si no de la otra manera vas a tener que abandonar, porque ellos
te abocan a entrar a una espirar que nunca va a poder ser rentable, porque eso
siempre va a ser muy dependiente.
- ¿Crees que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario ha
generado procesos de emancipación popular?
- Sí, yo creo que tenemos ejemplos múltiples a nivel mundial y nosotros a pequeña
escala también. Por ejemplo, tenemos como referencia a Cuba, como vive la
época del petróleo, dependiendo exclusivamente de el para producir alimentos y
pasan a una época de no tener petróleo, y para volver a recuperar esas tierras y
hacer otro tipo de agricultura tuvieron que cambiar muchas cosas, y eso nos ha
pasado a nosotros, cuando hemos hecho ese cambio de la agricultura intensiva a
la pequeña de nuevo a diversificar nuestras propias granjas y poder hacer
agricultura, que hace cincuenta años la hicieron nuestros padres diversificada y
produciendo un poco de todo para poder alimentarnos y alimentar a nuestros
pueblos, sin tener que depender del petróleo ni de traer alimentos del otro lado del
mundo, porque tenemos suficiente tierra y debemos alimentarnos nosotros
mismos.
- Desde tu perspectiva, ¿el movimiento EHNE se solidariza con la lucha
independentista del país vasco?
169
- Claro, yo creo que va todo unido, la identidad del pueblo vasco, va unido con la
identidad de producción de alimentos y entonces se solidariza desde esa propia
identidad, nos sentimos vascos, tenemos nuestra propia cultura, nuestra manera
de comer, nuestra manera de producir los alimentos, entonces va intrínseco, no va
separado, es parte de nuestra propia cultura.
-¿Cómo concibe el movimiento con su relación con el poder?
-El movimiento campesino está muy maduro, y sabe sus mecanismos y es muy
consciente, sobre todo nuestra organización es muy consciente de la capacidad
que tenemos para crear una alimentación local, que es a lo que nos tenemos que
dirigir. El poder está en manos de lo que son las grandes corporaciones, entonces
los gobiernos están a su servicio, si las grandes corporaciones además de esos
holding, tienen la capacidad de maniobrar ante los políticos a nivel mundial, en
Europa por ejemplo, si se diseña toda la manera de producción y elaboración de
alimentos con la línea política que el poder establece, y nuestros políticos están
haciendo el juego a ese poder . Nosotros como campesinos día a día les estamos
demostrando que si queremos tener un pueblo vivo un pueblo donde tengamos la
capacidad de tener nuestra propia autonomía para hacer nuestros alimentos, para
que desde el poder social sean conscientes de que es fundamental para la
población el comer sano, tiene que implementar otras políticas que van más
unidas a la tierra y más unidas al campesino y no al poder de las grandes
corporaciones, porque su interés es puramente mercantilista y lo único que van a
querer es en los próximos años es hacerse dueños de lo que es la alimentación y
saben que desde ahí van a llegar todos sus ingresos, porque eso es un gran
negocio. Y querrán eliminar al movimiento campesino y si el poder hace el juego a
los grandes holdings, pues la manera de que ellos tengan de nuevo en sus manos
toda la riqueza mundial, a través de los alimentos que día a día nos va a hacer
falta para seguir viviendo.
No sé qué vaya a hacer la humanad dentro de veinte, treinta o cincuenta años,
pero si va a tener que seguir comiendo, y ellos son conscientes, ellos son dueños,
de lo que es la alimentación y que día a día están trabajando en ello, para que las
170
semillas sean de ellos, para que la alimentación este en sus manos, para que las
grandes corporaciones que compran y venden la alimentación a lo largo del
mundo en sus manos este la economía, y ellos saben que está en sus manos.
Entonces si el poder no legisla para que el pueblo sea soberano, pues estamos
perdidos ¿no?...
-¿Cómo es la estructura sindical de EHNE?
-La estructura sindical es horizontal y lo que tenemos es una participación de los
campesinos dentro de lo que es la estructura, de una manera que se llama en
nuestro caso consejos y desde ahí hay una ejecutiva que va interrelacionando las
políticas que desde la administraciones se quieren implementar y contrarrestando
con los derechos que los campesinos estamos luchando y entonces eso es
directamente horizontal, porque no hay jerarquías. Lo vamos trabajando en
función de las políticas que se quieren implementar y de la lucha de los
campesinos que es la de producir alimentos para toda la población.
-Teniendo en cuenta que el zapatismo es un referente para muchas luchas y
resistencia a nivel global ¿conoce el movimiento campesino vasco algo
acerca de la lucha zapatista?, ¿qué les parece un aporte o una referencia
para su lucha?
-Bueno pues el movimiento zapatista recoge bien los dos conceptos de Zapata,
que son tierra y libertad y desde ahí conociendo la realidad del mundo indígena
que siendo los lugareños no son dueños de su tierra, no hay libertad para producir
de la manera cultural del mundo indígena porque son ellos quienes conocen la
biodiversidad… pero se han anulado sus derechos, su autonomía y soberanía, se
ha sometido al mundo indígena en su lugar de vida natural, esa seria también
nuestra reivindicación de lucha, tierra y libertad.
-¿Cuál es la conexión de EHNE con otras luchas a nivel mundial?
- A través de Vía Campesina, porque estamos dentro de lo que es Vía Campesina
Internacional, de Europea y otras de las luchas a nivel mundial porque sus luchas
171
son las nuestras también, porque el derecho a la alimentación es un derecho
fundamental.
En Vía Campesina compartimos la problemática de todos los agricultores del
mundo, de norte a sur y de este a oeste, todos tenemos las mismas dificultades: el
acceso a la tierra, el acceso a la semilla, el acceso a la pequeña producción, es la
misma problemática…
-¿Cuál es el papel de las mujeres en el sindicato?
Yo creo que la mujer aporta una forma de resistencia distinta, pero sobre todo lo
que reivindicamos es el papel, el mismo papel que los hombres han podido tener
en casi toda la trayectoria del sindicato, porque son los hombres los que han
salido a la lucha, porque la mujer siempre ha cumplido el papel de cuidar lo que es
la estructura familiar, o la estructura de producción… y eran los hombres los que
podían participar, pero a día de hoy nosotros tenemos que tener la capacidad de
poder estar, pero a día de hoy nosotros tenemos que tener la capacidad de poder
estar al mismo nivel que los hombres dentro de nuestra organización.
A pesar que nos hemos dando cuenta de que muchas mujeres han estado
trabajando en la agricultura ahora con el tema este de la crisis, pues algunos
hombres se han quedado sin trabajo de la actividad que tenían y se han vuelto a
incorporar a la agricultura. Vemos que las mujeres delegan un poco otra vez todo
ese papel que el hombre históricamente ha hecho en lo que es la agricultura ¿no?,
la comercialización, se dedican ellos, las reuniones sindicales son ellos los que
van, entonces tenemos que estar muy atentas para poder empoderarnos y volver
a recuperar esos espacios. Porque podemos dedicarle en un momento dado a lo
que es la militancia, pero muchas veces es el hombre el quien sale a hacer este
tipo de actividades, las reuniones sindicales, porque normalmente son a las tantas
de la tarde (aunque nosotros hacemos en la mañana), pero quiero decir que hay
horarios que son más adecuados para que el hombre pueda asistir, y las mujeres
nos tengamos que quedar en casa normalmente, cumpliendo el rol.
Yo creo en ese sentido que Ehne si está tomando en cuenta a las mujeres, a
pesar que son pequeños pasos y que nosotras también nos tenemos que integrar
172
dentro de ese trabajo social, porque también cuesta muchas veces dejar nuestros
roles y acudir a las reuniones, pero yo creo que nuestros compañeros si son
conscientes y al menos intentan que mínimamente participemos, que las
ejecutivas estén conformadas igual por hombres y de mujeres, que tengamos voz
y voto, que podamos participar, sí que es sensible. Pero el día a día, te digo te
envuelve y caes en algunas prácticas. A mí me suele pasar con una compañera
que produce verduras y huevos, y cuando me llama los lunes en la mañana para
preguntarme cuantos huevos me va a traer, y además, me dice:¿Cuántos huevos
quieres que te lleve?, y le digo: ¡ah!, pues cinco docenas… eso o lo que sea, y ya
últimamente le pregunto: pero... ¿vas a venir tú?, porque luego por la tarde
aparece con los huevos y las verduras el marido, y como ya no trabaja lo que
trabajaba, entonces aparece todas las tardes… y le digo a el: ¿no ha venido
Aitxiber?, y el: ¡no!, y cuando él le cuenta le dice: ¡me pregunta por ti!, todas las
veces que me ve me pregunta por ti…
Porque claro, sin querer vamos dejando los espacios de salir de lo que es la
actividad… y… así funcionamos, claro… ¡cuesta!.
Sobre todo porque los hombres ya tienen un… no sé, a nivel comercial tienen
unas estructuras mucho más desarrolladas y entonces a la hora de comercializar o
en las reuniones sindicales que tenemos mensuales, que son las del consejo,
pues la mayoría de la gente que asiste son hombres. Entonces siempre, al final, lo
que es la estructura sindical tenemos muy claro que la participación se tiene que
dar de las mujeres y de los hombres de la misma forma, y a pesar que somos
conscientes de la lucha, nos cuesta, sí.
Y luego en Europa lo que nos hemos dado cuenta es que cada vez que
intentamos hablar del papel que juega la mujer, nos damos cuenta que a niveles
de altas esferas la mujer no ocupa esos espacios, pero sin embargo muchas
veces queremos que es una discurso que ya está hablado y que no tenemos por
qué reivindicarlo ¿no?, cuando somos conscientes de la carencia que tiene,
porque la mujer no llega a esos espacios, pero… nos da la sensación de que eso
ya lo tenemos muy analizado, muy trabajado y que no hay que volverlo a hablar,
que es algo pasado. Y si nos damos cuenta sin embargo que en Latinoamérica es
173
un trabajo que se tiene muy en cuenta y que se habla mucho de ello, y del lado
feminista, pues intenta analizar y tener en cuanta… y luchar. Porque también es
posible que lo que es el mundo campesino, la mujer, si las líderes pueden ocupar
un espacio, pero si la mujer campesina, en general no llega a esos espacios y
muchísimo más preocupación que en Europa, para que la mujer puede jugar el
mismo papel que los hombres. Yo si veo, en las asambleas de la vía campesina
que se analiza mucho más, en Latinoamérica que en Europa, en Europa es algo
como que ya nos viene dado ¿no?... y así es… muchas veces hay gente europea
que no quiere hablar sobre el tema. Es un reto, hay una sensación de que ya lo
tenemos integrado, pues no nos deja avanzar, porque lo dejamos ahí aparcado,
pero bueno, cuesta, cuesta…
174
País Vasco, Abadiño a 14 de Mayo de 2014.
ENTREVISTA A UNAI ARANGUREN
Unai Aranguren es campesino, productor de
licores, activista y militante de EHNE Vizkaia,
actualmente se desempeña como Facilitador y
responsable del nivel de formación teórico y
práctico del movimiento, además de ser miembro
de la comisión internación de Vía Campesina.
-¿Quién es Unai?, ¿a qué se dedica?, ¿cuáles son sus aspiraciones?
-Yo soy Unai, Empecé trabajando en Ehne hace unos trece años y empecé
dinamizando el área de formación e instalación de jóvenes, entonces sobre todo
me centre en esas dos áreas, la de formación y la de instalación, ayudando a los
jóvenes que querían formarse y también acompañándoles en esa instalación
progresiva, cuando están montando un proyecto de auto empleo en el medio rural.
La formación iba dirigida a tres colectivos, a la gente que trabaja este sector, a los
jóvenes que están en procesos de instalación (que sobre todo era gente urbana
que tenía muy claro que quería hacer un proyecto agroecológico pero no tenía
conocimientos campesinos), y el tercero seria toda la sociedad en general,
entonces tenemos formación para toda la sociedad.
Junto con este trabajo en Enhe eh estado compaginándolo con diferentes
producciones yo llevo unos cuantos años produciendo licores, desde hace unos
años estoy poniendo en marcha de autoempleo en el medio rural, entonces trabajo
lo mismo en Ehne que en mi finca, en mi finca tengo frutales, tengo huerta y el
plan es pues poder dedicarme al cien por cien en la finca. Entonces voy un poco
dejando menos responsabilidades, o no sé si menos responsabilidad en mi carga
de trabajo en EHNE y ampliándola más en mi finca.
175
-¿Consideras que Ehne es un movimiento social?
-Sí, yo creo que sí. Es un movimiento social y yo creo que aquí en esta comarca
es un poco referente, yo creo que además se está convenciendo que tiene que ser
un movimiento social, hasta ahora sí que ha funcionado como una organización
sindical y ha venido a responder a las necesidades y a la defensa de los sectores
sobre todo a los sectores agrarios y ganaderos de Vizkaia. Yo creo que en los
debates que ahora estamos teniendo estamos viendo que Ehne está pasando a
ser, digamos que un movimiento social, un movimiento social que sobre todo lleve
la voz de los campesinos y de las campesinas, pero sobre todo de las personas
que están preocupadas con la alimentación, entonces, queremos abrir, no
queremos que la responsabilidad de los alimentos y del agua solo sea de los
campesinos sino de toda la sociedad, entonces, queremos abrir un poco el
movimiento a otro tipo de ciudadanos y ciudadanas que estén preocupadas por
estos temas. Porque Ehne se está convirtiendo y está dando ese paso. Yo creo
que cuesta, porque al fin y al cabo tenemos costumbres adquiridas de
organizaciones más verticales, menos horizontales y nuestra manera de funcionar
igual y es de una manera un poco… ¡pues eso!, anterior a los nuevos métodos
que la gente joven por ejemplo está demando, igual son más asamblearios, son
más accesibles a otro tipo de estructuras, mas horizontales.
-¿Cuál ha sido tu papel dentro del movimiento campesino vasco?
-Mi papel sobre todo ha sido el de acompañar a la gente joven que está en
proceso de instalación, yo creo que ha sido un poco el papel, ósea intentar
solventar las dudas de toda esa gente que está en proceso de instalación, sobre
todo animarles, decirles que es un proceso duro, porque al final dedicarte al
campo es un trabajo duro, porque muchas veces las condiciones no son buenas,
mucho trabajo, poca rentabilidad… un poco lo que hemos hecho es intentar
enseñarles cual es la realidad y que ellos lo deciden, porque no se trata de
dirigirles hacia un camino, si no lo que hemos hecho es abrirles un abanico, una
ventana donde ellos vean desde esa ventana y si les gusta lo que hay… ya
176
cuando ellos lo ven, pues ellos se animan ¿no?. Entonces yo creo que ha sido de
acompañar o ayudar a dinamizar algunos procesos (yo creo).
-¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
- ¿En qué contexto?... bueno cuando apareció yo… ¡creo que tenía cinco años!,
entonces va a ser difícil que te lo cuente (risas)…
Pero por lo que me han contado, era un momento en el que acaba la dictadura de
Franco, entonces empiezan a surgir un montón de movimientos y asociaciones, y
entorno a eso, a esa democracia empieza a surgir todo tipo de movimientos y
asociaciones y creo que EHNE empieza a surgir en todas las provincias, no sé si
primero en Giputzkoa, no sé si después en Vizkaia, luego surge en Alaba,
entonces empiezan a estructurarse los agricultores y los ganaderos en torno a una
organización muy vinculada también a la tierra, a la cultura vasca, en 1977, hace
más de 30 años…
-¿Cómo crees que afecta la inserción de las políticas neoliberales al
sindicato?
-¡Hombre!, yo creo que las políticas neoliberales que están puestas en marcha,
hace ya algunos cuantos años lo que están haciendo es que desaparezca el
sector, lo que está haciendo al final es que el sector en vez de tener cien
campesinos pequeños haya diez grandes, entonces aquí cada año están
desapareciendo no sé si el 15 o el 20% de los campesinos, y los que se quedan
se tienen que hacer cada vez más grandes si quieren sobrevivir, entonces
nosotros lo que hemos hecho es intentar que esas políticas tengan la menor
afección posible, por una parte intentar mantener lo que queda en el campo ósea
mantener intentar que los ganaderos y/o agricultores y agricultoras que están
quedando, pues no les afecte el neoliberalismo, la globalización económica brutal
y luego también estamos intentando que la gente joven que se está incorporando
al campo, este creando espacios autónomos a ese neoliberalismo. Además de
crear una alternativa diferente al neoliberalismo que puede ser para nosotros la
soberanía alimentaria, también que funcione con otros tipos de valores, porque al
177
final, estamos creando sistemas autónomos pero si también estamos negociando
o especulando con el precio de los productos, si estamos utilizando un montón de
intermediarios que se quedan con el dinero, etc…pues tampoco estamos haciendo
nada ¿no?. Yo creo que es un poco la época de construir una alternativa que
sirva, que sea practica ante ese neoliberalismo.
Y creo que de alguna manera estamos poniendo un poco las bases, tampoco
sabemos muy bien cómo definirla, pero estamos poniendo las bases para que la
gente empiece a funcionar de otra manera.
Es en contra del neoliberalismo y en contra de toda esa estructura… que genera
contra que el campesino que sea una persona dependiente de un sistema ¿no?.
También muchas veces decimos que hacemos agricultura agroecológica, pero
también estamos dentro de un sistema dependiente, entonces al final es un poco
recuperar esa autonomía, volver a economías locales, ósea volver un poco a los
valores de solidaridad, de comunidad… entonces es buscar la alternativa y sobre
todo que cada pueblo, cada región, cada municipio tenga el derecho a decidir
sobre sus propias políticas… no queremos que nos impongan un sistema (me da
igual el capitalismo o que sea otro), sino que la gente tenga la capacidad y la
posibilidad de decir cuál es su sistema que quiere y en torno a eso construir
nuestra alternativa.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de lucha y resistencia?
-Pues… la trayectoria ha sido muy diferente dependiendo un poco del tiempo…
hay varias organizaciones dentro del país vaco, al principio se juntaban todas en
una confederación que era EHNE Confederación, e intentamos hacer frente a
muchos de los ataques con la unidad, pero sí que esa unidad nos hacía ser
también un poco más débiles y más lentos en el discurso porque al final teníamos
que ponernos todos de acuerdo, no todo el mundo veía las mismas cosas… con el
tema de los transgénicos por ejemplo, unos estábamos totalmente en contra y
otros no querían hablar tanto de ese proceso y ese tema, fue un proceso bastante
complicado… porque la final, sí que el abanico de personas que estamos en el
178
sector había gente que estaba muy muy en contra del sistema neoliberal y gente
que no esta tan en contra, entonces eso llegó a un punto donde esa unión estaba
hipotecando sobre todo el mensaje que teníamos que construir una alternativa,
entonces desde que se decidió que Ehne Vizkaia se separara de esa
confederación, a partir de ahí hemos podido correr bastante más… y hemos
conseguido que por lo menos algunas organizaciones ya se centren al cien por
cien en el desarrollo de la propuesta de soberanía alimentaria, o se estén
centrando cien por cien en que casi todos los cursos sean de agroecología o que
estemos en contra cien por cien de los transgénicos o que estemos a favor de que
las mujeres desarrollen su trabajo …
Creo que al final estuvimos un poco atados, querer ser tan grandes nos ha hecho
que al final hayamos tenido que negociar mucho y bien con otro tipo de
organizaciones que igual no están afrontando el debate como lo hemos afrontado
nosotros, porque tienen otras prioridades (y son totalmente licitas), pero igual
ahora mismo sus prioridades son pues las ayudadas de Europa, sus prioridades
son que el campesinado tenga una renta digna… y otras cosas... Yo creo que ahí
hemos conseguido en los últimos años diferenciar, entre algunas organizaciones
que están apostando cien por cien por la soberanía alimentaria y están haciendo
políticas públicas o intentando que haya políticas públicas en torno a eso
independientemente de las ayudas que lleguen desde Europa o de otras
administraciones. Porque al final nosotros pensamos que el agricultor tiene que
vivir del trabajo y de su sueldo y de lo que le paga el consumidor y no de que
Europa mantenga a los agricultores para que luego los productos puedan vender
en países terceros ¿no?, a coste bajo…
-¿Desde tu perspectiva cuales han sido los logros y avances del
movimiento?
-Los logros y avances… yo creo que el logro más importante es sensibilizar a la
población de que verdaderamente la alimentación no es cosa de los campesinos y
la gente se está sensibilizando porque al final todos los años pasa un montón de
gente a nuestros cursos, 800 o 1000 personas, y poco a poco estamos
179
sensibilizando a la población de lo importante que es consumir productos locales y
de temporada, y en torno a la alimentación hay temas que son muy importantes,
pero si no teneos tierra no hay alimento, si no tenemos agua no hay alimento y la
gente se está concienciando de que verdaderamente es un problema, entonces si
a un agricultor le falta tierra o le quitan un cacho de tierra me voy a quedar sin
comer… mira, entonces la gente se está comprometiendo también a la lucha por
la tierra a la lucha por las semillas, y hay casos concretos de grupos de consumo
que no pueden consumir carne porque un agricultor o un ganadero se ha quedado
sin tierras con el tren de alta velocidad, entonces, la gente está tomando
consciencia de esos problemas.
Yo creo que uno de los avances más grandes es que incluso gente joven,
chavales de 18 o 20 años en sus locales de ocupa, o cuando ocupan una casa o
lo que sea, lo primero que hacen es montar un huerto urbano, antes se montaban
conciertos, se drogaban hacían protestas, o no sé qué… pero hoy en día una de
las acciones más revolucionarias es montar un huerto y eso lo hemos conseguido
entre toda la sociedad pero sobre todo el campesinado tiene un peso muy
importante, y esos son los logros de sensibilización... y que la gente no entienda
cien por cien lo que significa la propuesta de soberanía alimentaria por lo menos
sabe de la importancia que es consumir productos locales y de temporada.
-¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
-Todo, todo, no solo la tierra, si no el territorio. Yo creo que el campesinado está
muy unido a la tierra y al territorio, al final es nuestra madre, no es que sea un
recurso como lo están utilizando en otro sitios, es un bien que tenemos que cuidar
y transmitirle a nuestros hijos o descendientes mejor de lo que lo hemos cogido, al
final es nuestra vida, son sentimientos, es cultura, es tradición, es un poco todo.
Muchas veces se habla de que el campesino es el que gestiona el territorio, el que
de alguna manera es el paisajista y el jardinero de las zonas y de las montañas,
Para nosotros es todo, sin tierra no podemos, no se puede producir y sobre todo
mucha veces es difícil explicar el apego que hay a la tierra ¿no?... eso a veces
también tiene contraindicaciones, mucha veces una persona que tiene tanto apego
180
a la tierra y cuando deja de producir le cuesta mucho soltar también esa tierra,
entonces también hay que concienciar que mientras trabajemos la tierra, la tierra
puede estar en nuestras manos aunque no sea nuestra propiedad, pero sí que
cuando dejemos de trabajarla poder transmitírsela a otra persona que la quiera
trabajar, y al final eso que se dice: “ La tierra es de quien la trabaja”, y creo que en
este país tenemos mucho la cultura de la propiedad, del minifundio, entonces
cuesta mucho el acceder a la tierra porque la gente agarra la tierra con mucha
fuerza… porque todo es cultural, además de que es cultural y que es tradicional
que en las familias vender la tierra es como perder un patrimonio y de vender a tu
familia, pero también en Europa se está fomentando la propiedad mediante
ayudas a la hectárea, entonces a la gente le cuesta mucho más acceder a esa
tierra porque un ganadero o un agricultor que ya lleva mucho tiempo y está
cobrando mucho dinero por esas tierras, no va a soltar tan fácil esas tierras.
-¿Qué referencias ideológicas o practico/estratégicas ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en defensa de la tierra?
-Pues, para nosotros por ejemplo un gran referente ha sido la Vía Campesina
dentro del País Vasco, (por suerte dentro de algunas organizaciones por ejemplo
en EHNE Vizkaia hemos tenido la suerte de tener a personas que están
participando mucho en la Vía Campesina), ahí hemos tenido referencias de todo el
mundo, hemos tenido muchos intercambios que han supuesto esfuerzos, supuesto
dinero, pero nos han supuesto ver otras experiencias muy interesantes y ahí
hemos ido aprendiendo y hemos ido ampliando nuestro discurso, y hemos
apostado por la agroecología, o que ya hemos desarrollado bastante bien la
propuesta de soberanía alimentaria y la seguimos desarrollando, entonces son
procesos para mí de formación y de intercambio de campesino a campesino, de
organización a organización y el haber estado en muchas redes, ósea a nivel
estatal dentro de la COAC, el estar en Europa en la Vía Campesina y a nivel
mundial dentro de la Vía Campesina nos ha dado esa visión global y yo creo que
hemos tenido muy fácil y rápido acceso a los debates que han sido muy potentes
en el mundo ideológico, y ahora el tener una comunicación directa la información
181
nos llega muy rápido desde la Vía Campesina de aquí y de aquí a la Vía
Campesina, y es esa la clave, la relación con esas organizaciones.
Luego también porque ha coincidido que algunas personas, igual y un poco por
suerte ¿no?, personas aquí que decidieron cuál era el camino que había aun que
tomar, que igual en vez de ir y ser una organización de servicio que era dar
atención a los campesinos sino que querían más una organización política, que lo
que querían era marcar el camino hacia donde, porque para dar servicio, pues ya
podía estar la administración, u otro tipo de organizaciones ¿no?. Pero la nuestra
quería ser un poco el referente político del campesinado en el País Vasco. Y creo
que de alguna manera se ha conseguido.
-¿Cuáles han sido los momentos de crisis y transición de EHNE?
-Pues los momentos de crisis, los que yo he vivido en estos últimos 14 años, ha
sido antes de irnos de la confederación, cuando estábamos en esa confederación
con las organizaciones unidas hubo años muy, muy duros donde pues algunas
organizaciones no veía como tú, entonces había bastantes debates. Como éramos
4 organizaciones… ¡no había desempate!… ósea porque, claro había dos
organizaciones que podrían estar a favor y otras en contra, ósea entonces había
muchos debates y discusiones que se quedaban bloqueaos y esos momentos
fueron bastante difíciles porque estás haciendo propuestas, estás haciendo
aportaciones y el resto, pues… igual va a otro ritmo y nosotros veíamos que si
iban a otro ritmo, -y nosotros, ¿púes que hacemos?, ¿nos esperamos?, o
¿avanzamos?... y al final era ese el debate, entendemos que vuestra organización
va a un ritmo más despacio, otro tipo de ritmo y no quieres hablar sobre los
transgénicos pero eso no puede hacer que nuestra organización no siga
avanzando en el tema de transgénicos, entonces, era un debate bastante difícil y
sobre todo porque hay algunas organizaciones que querían que esa confederación
dejara de ser 4 organizaciones y se convirtiera en una sola organización, porque al
final pensábamos que era mucho más fácil para todos hacer frente a la
administración, para debatir, para dar una imagen de unidad. Y en cambio veían
algunas organizaciones como que querían mantener su pequeño estatus, su
182
pequeño cortijo. Entonces hubo momentos de tensión, justo antes de dejar la
confederación, de irnos y en el momento de irnos antes y después de irnos sí que
hubo momentos de tenciones, porque… Pues eso, se ve mal ¿no?, es como una
separación, o un divorcio, los primeros momentos son duros y te reprochas
muchas cosas y… ¿por qué tú has hecho esto?, y ¿porque tú has hecho lo otro?,
y ¿Por qué tú me has dicho?, y ¿Por qué yo te he dejado de decir?... y pues al
final, esos momentos fueron duros y bueno, yo creo que ahora estamos en un
momento que eso ya está un poco olvidado y sobre todo para las personas que
vivieron eso, porque sí supuso bastante dolor y se han quemado bastante.
-¿Qué paso con las otras tres confederaciones?
-Ahora mismo, Ehne Vizkaia esta independiente, y el resto de las organizaciones
tiene un mínimo de coordinación, no es que estén las tres… cada una sigue en su
provincia y se coordinan de alguna manera, pero no es una estructura tan fuerte
como la que teníamos antes, porque era un par de organizaciones las que
queríamos que esa estructura confederal tuviera mucho más fuerza de la que
tiene ahora en estos momentos y ahora mismo es una estructura más o menos
mantenida.
Ahora cada organización lo que hace pues es el trabajo en su provincia.
-¿Crees que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario está
generando procesos de emancipación popular?
-Sí y no, pero ojalá, ojalá sí.
Sí que es verdad que el acceso a la tierra en el País Vasco es el mayor obstáculo,
es un país donde hay tierra pero vive mucha, mucha gente y la presión sobre la
tierra es muy grande, el sector agrario no es un sector muy potente, entonces aquí
hay mucha industria, mucha vivienda, mucha infraestructura, y la presión sobre la
tierra que ejercen las construcciones de casas, chalets, autopistas, aeropuertos,
carreteras, el tren de alta velocidad, etc… hace que sea difícil el acceso a la tierra
y también hace que la gente se enfrente a esa situación y diga -a ver.. ¿Cómo
conseguimos acercarnos a la tierra?... pero verdaderamente la cultura del País
Vasco a pesar que la gente este luchando por el acceso a la tierra lo primero que
183
hace cundo consigue la tierra es cerrarla, -“yo la cierro con una valla porque es mi
tierra”, y todo el mundo hacemos un poco eso ¿no?, entonces yo creo que tiene
que ver con la cultura, que al final aquí la tierra siempre ha estado en manos de
alguien. Ahora estamos intentando darle un poco de empuje con el tema de las
tierras públicas, estamos consiguiendo que algunas administraciones pongan a
disposición de los jóvenes tierras públicas con los fondos de tierras, bolsas de
tierras, bancos de tierras, entonces además de las diputaciones también algunos
ayuntamientos están entrando también un poco en esto, y dicen: “¡venga!, vamos
a ponerla a disposición de gente joven”… y hemos conseguido por ejemplo que 40
jóvenes en estos dos últimos años hayan podido acceder a tierras públicas, que
son tierras en un alquiler bastante económico, para trabajo, y no son en propiedad
pero tiene el compromiso de trabajarlas durante 10 años, entonces estamos
intentando… pero sí que es un país de la cultura de la propiedad, no como en
otros países de Europa donde se ha impulsado mucho más el tema del alquiler o
la renta, aquí en cambio las personas tienen la tendencia a comprar, y ha sido un
tema que nos ha costado mucho el crear esa especie de cultura o esa especie de
idea de que la tierra al final tampoco tiene porque ser tuya, ósea lo que necesitas
es trabajarla, que te la sedan, o que te la arrienden, o que te la alquilen, o que te la
dejen .... y sí que está costando, porque la administración tampoco aposto muy
duro y muy firme por ese proyecto, pero bueno estamos consiguiendo que algunos
ayuntamientos y diputaciones estén cediendo tierras, y yo creo que eso está
sirviendo como una parte de esa lucha que hemos conseguido, pero la parte que
nos queda es la de verdaderamente denunciar los atropellos que están sufriendo
las tierras en este país, porque al final están siendo ocupadas o siendo
hormigonadas o están siendo llenas del monocultivo del pino y ante eso sí que no
nos está costando, porque tenemos tantos frentes abiertos y el tema de la tierra sí
que es una causa pendiente… aunque hemos hecho algunos intentos de ocupar
tierras, que no han salido muy bien… pero yo creo que es porque luego no les
hemos dado seguimiento. Hemos ocupado algunas parcelas, pero hay que seguir
trabajando, entonces tampoco hemos conseguido a gente que pueda hacer ese
trabajo, sino que después cada uno se iba a su finca, entonces lo que hemos
184
hecho es que cada quien se ha conseguido su parcela donde ha podido, y luego
ya a partir de ahí sí que hemos construido cosas colectivas, pero no hemos hecho
un acceso colectivo de la tierra, y ahora es donde estamos planteando el tema de
la importancia que eso sea parte de los público también.
-¿Cómo funciona el banco de tierras?
-Pues, el banco de tierras… hay diferentes organizaciones que tienen banco de
tierras, está la diputación de Vizkaia, todas las diputaciones tiene fondo de tierra,
sobre todo están en marcha las de Vizkaia y las de Gipuzkoa y lo que hacen es
poner a la disposición de los jóvenes tierras, al principio tierras que eran de ellos,
bueno tierras públicas que estaban en manos de la diputación. Lo que hacen es…
conseguimos poder estar con la diputación y poner los criterios de a quien se le va
a repartir esas tierras, pero la prioridad es la gente joven que está en procesos de
instalación, porque puntúa más el ser joven y luego también a gente ganadera o
agricultores que quieran ampliar su producción o sus fincas para ganado. Pero
sobre todo está entrando gente joven y lo que hacen es pagar un alquiler de unos
500 o 600 euros al año por hectárea (que aquí es un precio bastante económico)
cediéndoles el terreno dependiendo de la producción que tú quieras hacer, si es
huerta, pastizal o fruta, 5 o 10 años y… bueno, luego con posibilidad de alargarla.
En estos momentos el fondo de tierras también está hablando con algunos
ayuntamientos particulares, para que tú, si no usas el terreno se lo sedas al banco
de tierras y se le alquile o arrende a un joven. Bueno, eso desde la diputación,
luego después hay ayuntamientos que están haciendo un poco parecido, están
localizando tierras en sus municipios y hay algunos que incluso por ejemplo,
además de la tierra están ofreciendo vivienda y un lugar para donde poder
transformar los productos, entonces poco a poco hay algunos ayuntamientos que
están sensibilizándose, pero sí que es una alternativa real, colectiva de acceso a
la tierra.
-¿La lucha del movimiento campesino vasco se solidariza con la lucha
independentista?
185
-Sí, sí, yo creo que sí. Hay de todo dentro de EHNE, dentro de una organización
campesina hay todo tipo de sensibilidad hay gente que es de un partido más que
de otro partido ¿no?, pero yo creo que en general, al final el campesinado está
unido a la tierra, está unido a la cultura de este país, entonces sí que es verdad
que la mayoría de la gente tiene sensibilidad en torno al tema cultural, el tema de
país, de lengua (porque es el medio rural donde se está manteniendo la lengua,
aunque depende también un popo de las zonas, hay zonas en Vizkaia donde son
un poco menos vascofonas y se habla menos Euskera, aunque el sentimiento
pueda ser muy parecido…), la cultura no es tan, tan representativa, pero yo creo
que más que la independencia, al final es un poco el tener el derecho a decidir,
ósea verdaderamente que nos dejen decidir sobre cual queremos que sea nuestro
futuro… luego que el pueblo decida si es independencia, si es autonomía, o si es
federalismo, pero sí que nos den ese derecho a decidir.
Y yo creo que además el medio rural ha sido el más castigado desde las múltiples
guerras civiles que ha habido en este desde la dictadura ha sido muy castigado
porque siempre se le ha vinculado a la cultura vasca, al Euskera, un poco a las
tradiciones… yo me acuerdo por ejemplo que mi padre si hablaba vasco le
pegaban y le castigaban… y creo que en el medio rural ha habido ese tipo de
discriminaciones y de castigos, entonces al final la gente todavía tiene eso en la
cabeza, la gente que vive en el medio rural, pero es ahí donde hay un sentimiento
de sentir vasco, de territorio y de una cultura diferente.
-¿Crees que existe una relación entre la soberanía política y la soberanía
alimentaria?
-Sí, tiene que estar unido, al final nosotros desde nuestra organización estamos
haciendo un planteamiento desde nuestro sector, desde el movimiento campesino
estamos planteando la soberanía alimentaria, pero el planteamiento político tiene
que venir unido a otro tipo de propuestas en torno a la educación, en torno a la
sanidad, en torno al transporte y en torno a la política en general, y nosotros
estamos haciendo nuestro aporte, que es una propuesta política de transformación
social… pero junto a esta propuesta que hacemos tenemos que unirla con otras
186
propuestas, ósea con propuestas de industrias mucho más sociales, económicas y
locales o de sanidad, o de educación, o dela universidad o de mogollón de
sectores que entre todos tenemos que construir. Para nosotros es una propuesta
política que está basado en lo social, en lo ético, en lo transparente, en la
economía local, y de un montón de cosas que ahora no están funcionando, porque
claro, ahora mismo está funcionando el neoliberalismo, la globalización, el
capitalismo y otro tipo de inventos que nos están viniendo muy mal… y yo creo
que ese es un poco el reto, creo que en estos momentos estamos un poco
construyendo eso y estamos poniendo los pilares de esa propuesta política. Pero
hasta ahora hemos estado en contra de, en contra de, en contra de, pero no
hemos sabido tampoco crear alternativas, el decir: “ya no queremos este sistema
pero…” ¿Qué sistema queremos?, ¿En qué se va a basar nuestro sistema?...
Entonces, al final decimos que vamos a construir un sistema alternativo, pero,
¿Cuál?... Yo pongo muchas veces el ejemplo, ¡vale!, ¿qué tipos de alimentos
vamos a consumir?, ¿Cómo los cocinamos?, ¿conque energía?, ¿Por qué que
energía vamos a utilizar?, ¿vamos a utilizar la energía electica, energía nuclear,
energía eólica?, pero, si elegimos energía eólica, igual tenemos que llevar todos
los montes de molinos eólicos, entonces tenemos que hacer debates sobre reducir
el consumo, sobre decrecimiento y sobre un mogollón de cosas. Yo creo que
estamos construyendo un poco los pilares, la base ideológica de esa nueva
alternativa, y creo que a base de debates y de experiencias vamos a ir
construyendo eso ¿no?, y sobre de espacios más autónomos, porque ahora
mismo somos súper dependientes de todo.
-¿Cómo concibe el movimiento su relación con el poder?
-…Pues, a veces bien y a veces mal. Pero nosotros siempre decimos que al final
nosotros apostamos por…
Tenemos claro cuáles son nuestros objetivos y en ese objetivo si podemos tener
aliados o alianzas con alguna organización o institución, siempre que sean
alianzas en puntos que nos unan (aunque sabemos que luego en muchas otras
cosas nos van a dar una parata por el culo ¿no?), y sí que a veces ponemos unas
187
líneas que no cruzamos, no vamos a negociar con una organización o con una
industria que esté utilizando transgénicos o no sé qué, pero sí que es verdad que
en algunos momentos concretos con administraciones o con organizaciones que
puedan ser amigas o que tengamos puntos en común, sí que marcamos o
intentamos marcar una línea estratégica y trabajamos en ello, y muchas veces nos
encontramos… por ejemplo, hace poco tuvimos un evento con la universidad y
pensamos es una herramienta más del neoliberalismo, pero dentro de la
universidad hay gente que está trabajando para cambiar ese modelo que tienen
ellos, entonces nosotros trabajamos con esa gente que está dentro de esa
universidad, o trabajamos con gente que está en educación, pero que piensa
diferente, entonces al final esas personas que son críticas en otro tipo de sectores
estamos intentando trabajar, y en la administración pasa lo mismo, hay gente que
en los ayuntamientos, diputaciones y gobiernos, vemos que se puede trabajar en
algunos tema concretos y mientras podamos tirar de ellos y acompañarnos, pues
adelante… pero en general, ósea, los gobiernos siempre han apostado por una
agricultura intensiva, por una agricultura que la base era traer el producto de
cualquier parte del mundo, transformarlo y sacarle beneficio de ese valor añadido,
entonces nosotros nunca hemos estado de acuerdo con eso, y con la
administración en general, por ejemplo con el gobierno vasco hemos tenido
relaciones bastante tensas, porque ellos siempre han apostado por un modelo
bastante intensivo.
-Teniendo en cuenta que el zapatismo ha sido referencia en muchas luchas a
nivel global, ¿Qué conoce el movimiento campesino vasco?, ¿Qué les
parece un aporte para su lucha?
-Pues, yo creo que el País Vasco, una de las cosas que tiene es que es un país
muy internacionalista, ósea a mí me ha tocado estar en Chiapas y conozco la
realidad de Chiapas, y cada que vamos a ahí encuentro un montón de Vascos,
siendo el País Vasco muy chiquito…¡ y no sé cómo pueda haber tanta gente por
tantas partes del mundo!, te vas a palestina y están los vascos, te vas a no sé
dónde y están los vascos, y es porque es un país muy internacionalista y muy
188
solidario, seguramente también porque al final es un país que está luchando
también por su independencia o por su territorio, por su cultura y eso hace que la
final otros colectivos, otros comunidades que estén trabajando y luchando por su
independencia también los veamos como hermanos y hermanas y es por eso que
al final siempre tenemos la tendencia de visitar a países que estén en lucha…
recuerdo que mi padre me decía: “podréis ir también a un país que no esté
luchando ¿no?…” y yo: ya, ya, pero no me llama tanto… (risas).
Entonces sí que es verdad que hemos viajado y seguimos viajando a países que
están en lucha y mostrar nuestra solidaridad con esos países.
Yo he podido estar dos o tres veces en Chiapas y he estado en comunidades
trabajando con ellos, y he visto como ellos han construido eso sobre la necesidad,
que igual en el País Vasco es más por la ideología, por la cultura, pero en otros
sitios verdaderamente yo creo no se adapta uno a esa necesidad, necesidad de
no tener alimento, de no tener acceso a la tierra o de no tener nada. Al final yo
creo que esa… igual aquí hemos tenido más pasión, más otras cosas ¿no?, pero
yo creo que igual esa necesidad y esa pasión que tienen en algunos otros sitios
han conseguirlo llegar a esa revolución. Entonces a mí sí que me quito el
sombrero por estar en sitios donde la gente no teniendo nada que comer pone
primero sus ideas por delante porque al final es la defensa del territorio, de la
familia, de las mujeres, de todo… a mí me sorprendió muchísimo como trabajan
en colectivo o como construyen procesos que al final mas que el objetivo, lo
importante es el proceso, construyendo y hablando y si tenemos que estar tres
días hablando, pues estamos tres días hablando ¿no?, entonces yo he podido
aprender muchas cosas… igual nuestra cultura es de ¡venga!, vamos a hacer y
luego ya pensaremos lo que hacemos ¿no?, entonces hay muchas diferencias
ideológicas y culturales, pero que al final un poco lo que nos une es esa lucha por
la tierra y por la comunidad y por la cultura, porque te sientes como que te están
aplastando, como que tienes enzima un pie muy grande y no te deja levantarte y
cada vez que quieres hacer algo siempre viene alguien y te da un tortazo… al final
las luchas son como luchas hermanas ¿no?, y donde hemos podido estar hemos
podido por lo menos mostrar nuestra solidaridad, aunque a veces el vasco va por
189
ahí pensando por el mundo que lo vasco es lo mejor, pero sí que a veces en otros
sitios nos han dado ejemplo de humildad, de cariño, de sencillez, y yo por ejemplo
he aprendido mucho, yo ahí he estado varias veces y he estado en la época más
dura, en una comunidad de escudo humano y lo pasamos muy mal. Pero muchas
veces la gente del País Vasco va a otros sitios pensando: “bueno, estamos ahí,
estamos ahí y vamos”, pero luego tú te das cuenta que vuelves a tu casa y la
situación donde has estado sigue igual o peor, y tú siempre tienes la protección de
tu familia de tu vienes ter social que puedes encontrar aquí en Europa ¿no?,
entonces eso también ha sido bastante criticado, porque verdaderamente estamos
ahí uno o dos meses, ahí vamos, pero tú sabes que siempre vas a tener una casa
con calefacción, con tu familia, con tu coche y tu sueldo… esa es a veces la
revolución desde el capitalismo ¿no?...
Pero bueno, creo que es muy importante mostrar nuestra solidaridad con esas
luchas porque ellos también la están mostrando con nosotros, yo creo que los
pueblos que están luchando se entienden bastante mejor que otros.
- ¿Cuál ha sido la conexión de EHNE con otras luchas a nivel mundial?
- A nivel de EHNE, como tiene bastante integrado el tema de la cultura en el País
Vaco, es una organización muy vinculada al territorio.
Ahora mismo estamos organizando un intercambio con Palestina, hemos estado
haciendo varios intercambios con Chile, Honduras, Cuba, Brasil un par de veces,
en muchos sitios donde las organizaciones están luchando y tampoco hemos ido
de turismo, hemos estado ahí para estar con las organizaciones y que nos
cuenten que están haciendo, como están luchando. Tenemos algunos miembros
con esta organización como Paul que tienen casusas abiertas con la justicia de
otros países por haber hecho acciones concretas contra multinacionales en Brasil,
por ejemplo. Pues sí que nos hemos involucrado y hemos luchado en lo que
hemos podido, que podríamos hacer más… pero yo creo que siendo un País tan
chiquito una organización tan pequeñita, yo creo que nos conocen ya por todo el
mundo y hemos mostrado nuestra solidaridad, son muchos intercambios de
información y de luchas.
190
-¿Cómo funciona la estructura sindical de EHNE?
-Hasta ahora venía funcionando como una estructura sindical un poco a la vieja
estampa, que era que tenías un presidente y luego tenías una ejecutiva y luego de
esa ejecutiva una asamblea y luego había como una especie de juntas
comarcales. En la comarca había unas personas que participaban, entonces era
una construcción desde las comarcas, arriba. Ahora desde hace unos años se
cambiado, ahora ya no tenemos presidente, ahora tenemos una ejecutiva que se
junta entre seis y ocho personas a la semana con un coordinador que es quien
lleva un poco el peso del día a día, y luego esa junta y ese ejecutiva lo que tiene
es el respaldo de un consejo provincial que es una junta más grande y se reúne
cada mes, lo que queremos es que haya más participación de la gente. Pero yo
creo que tenemos que ir todavía avanzando mucho más en la forma de aglutinar a
la organización en los sitios de la organización, que haya más mujeres, más
jóvenes o que haya otro tipo de herramientas y sobre todo de métodos o de
sistemas para que sea más participativo, para que la gente vea que no es una
organización vertical, sino que es un movimiento en el que al final todo mundo
pueda aportar. Sí que hace falta un mínimo de estructura para que funcione ese
movimiento y que en el día a día no tengamos que hacer asambleas por cada
cosa, pero si no conseguir que la gente pueda participar de una manera más fácil
y cercana.
-¿Cuál ha sido el papel de las mujeres dentro del movimiento?
-Yo creo que poco a poco se está visibilizando, es un reto importante, porque
estamos en un sistema patriarcal, machista, donde la gente que tiene el poder le
cuesta soltarlo… es una organización donde los hombres tienen mucho más eso
que las mujeres aunque sean seguramente las mujeres las que más trabajen en el
campo, las que hagan las transformaciones, y las que sean cuidadores de
semillas, las que cuiden a la familia.
Es verdad que estamos viendo algunas cosas, hay muchas mujeres que se
estaban animando a instalarse en el sector agrario, pero ahora con el tema de la
191
crisis, como sus maridos se han quedado en el paro están volviendo los maridos al
campo y han desplazado a las mujeres otra vez a las labores domésticas y se
están quedando atrás como titulares y en este sector normalmente como es un
sector que genera muy pocas rentas, muchas veces igual es el hombre el que
cotizaba en la agricultura y la mujer no cotizaba ni nada, porque al final no se
podía pagar un sueldo, o lo que sea…
La mujer siempre ha estado visibilizada, ha estado discriminada, porque el espacio
público ha sido de los hombres… por ejemplo, donde casi todos los que ganan los
concursos de quesos son hombres, aunque el queso lo haga su mujer… ósea, ese
tipo de cosas se multiplican por mil… porque al final es un sector que está en el
medio rural que es muy tradicional… y el tema hacia la violencia hacia las
mujeres, también seguramente en el medio rural era un tema más complicado
porque en ese medio les da mucho más vergüenza que en una ciudad… y al final
todo eso, no lo hemos sabido gestionar, lo hemos dado por hecho, como que ya
hay alguien que ya lo está haciendo, pero yo creo que la apuesta para mi es
política, es un cambio de valores, lo que decimos,- que estamos creando un
sistema alternativo, pero… si no cambiamos los valores, no estamos creando
nada, ósea estamos creando otro sistema pero con los mismos valores:
machistas, patriarcales, egoístas e individualistas. Entonces para mí la clave es
intentar cambiar esos valores y verdaderamente cuando cambiemos esos valores
estaremos construyendo algo nuevo.
Pero cuesta… yo veo, que muchas veces la gente que está participando un poco
más mayor, y que está haciendo un esfuerzo, porque yo veía que hace unos años
la gente era mucho más machista que ahora y hay mucha gente mayor que está
haciendo el esfuerzo… y quieren como aparentar como que están en un proceso
de género y muchas veces hablan de manera masculina y femenina o a veces
incluso dicen que la mujer tiene un papel importante o que la mujer es como la
tierra ¡o no sé qué!… pero muchas veces no saben ni lo que están hablando,
aunque están intentando entrar en ese proceso… Igual cuando yo los oigo, pienso
que sería mejor decir –miren yo no tengo ni idea sobre ese tema pero estoy en
192
procedo de aprendizaje. Pero es la tendencia que tienen los hombres a opinar de
todo, incluso hasta del papel de las mujeres…
Pero si se están haciendo intentos, y espero que las nuevas generaciones logren
cambiar ese proceso… bueno… ¡ya no sé si tengo mucha confianza!, porque se
están manteniendo muchos roles de hombre y mujeres, entonces no se bien cómo
hacerlo, pero creo tiene que haber un cambio bastante fuerte.
A nivel de Vía Campesina, por ejemplo, se está trabajando mucho para eso, para
proteger los espacios de mujeres. Pero creo que también deben ser los hombres
los que deben estar haciendo esos debates, porque son las mujeres las que
debaten sobre feminismo… y los hombres están haciendo otras cosas… ¿Cómo
hacer que esos jóvenes hombres se junten para hablar de masculinidad o de
hablar de roles que nos establece el capitalismo y el patriarcado?... muchas veces
nos cuesta muchísimo construir desde los hombres esa nueva masculinidad, el
cómo participar o quitar poder…
Yo creo que poco a poco, algo conseguiremos…
193
País Vasco, Abadiño a 16 de mayo de 2014.
ENTREVISTA A UNZALU SALTERAIN
Unzalu es campesino, activista y
militante del sindicato EHNE Vizkaia,
actualmente se desempeña en el
movimiento con el cargo Vocal
Ejecutivo.
- ¿Quién es Unzalu, a que se dedica y cuáles son tus aspiraciones?
-Mi nombre es Unzalu, ese es mi nombre. Yo soy una persona que llevo los
últimos 20 años dentro de lo que es el sindicalismo agrario en ENHE. El sindicato
lo he vivido desde muy pequeño porque mi padre también fue fundador de un
sindicato y estuvo muy metido en las dinámicas del sindicato, entonces para mí
era una cuestión muy cercana, muy familiar y en principio soy una persona
campesina.
En su momento estudié maestría industrial porque me gustaba pero nunca me he
dedicado a ello, sino que me he dedicado al mundo campesino y verdaderamente
lo he sentido también como activista y como militante, ¿no?. Mi aspiración, la
única que he sentido en mi vida es seguir siendo un militante y de aquí en
adelante, también… quiero decir, ahí no tengo ninguna otra aspiración… y es
más, creo que tengo la suerte de poder militar, de poder ser un activista en lo que
me gusta, en lo que creo y a su vez también, el hecho de poder dedicarme a
ENHE pues me permite al final una forma de mirar… pues yo estoy liberado del
sindicato y en ese contexto es, para mi miel sobre hojuelas…
194
-¿Cuál ha sido tu papel dentro del movimiento campesino vasco?
- Bien, en principio estamos hablando de una organización que tiene treinta y siete
años de los cuales yo he estado en los últimos veinte años de manera directa, y el
papel que he tenido básicamente ha sido ser parte de la dirección con labores de
coordinación en un inicio, luego con responsabilidades, con responsabilidades tan
máximas también y la propia ejecutiva pero… no va la importancia a las
responsabilidades, no porque nosotros siempre hemos considerado como al
colectivo, a la propia dirección, a la ejecutiva y de mas, ¿no? una cosa es que
tengas la responsabilidad de poder igual ser la cara visible de la organización,
pero más allá de todo eso, ha habido un equipo comprometido tanto en la
dirección política como en la animación técnica. Y en ese sentido mi papel siempre
ha sido el de ser el nexo de unión entre la dirección política y la parte técnica y
coordinar un poco la ejecución de aquellas decisiones que tomábamos, tanto en lo
local como en lo internacional, y … a su vez ese mismo papel lo que exige un
poco es ser el transmisor, el nexo de unión un poco en cada proceso de relevo
entre generaciones también, y básicamente así es, y eso te da la perspectiva, un
poco del movimiento también en un contexto histórico y dinámico que tenemos.
-¿Consideras a ENHE un movimiento social?
Yo considero a ENHE, primero es un sindicato agrario, pero no es un sindicato
agrario clásico en el sentido de los sindicatos obreros porque si tiene muchas
similitudes con movimiento social. Nosotros tenemos muy claro que nuestros
análisis no deben partir únicamente de un análisis sectorial o un análisis
corporativista, sino que tienen que tener una función, un punto de vista social
también, entendiendo de que de alguna manera que nuestra actividad también
tiene esa parte social. Somos productores de alimentos y a su vez eso es una
enorme responsabilidad como actores de producción de alimentos y a su vez eso
lo tienes que hacer también desde un punto de vista social también y mirando
mucho al futuro, y es por ello que nosotros si estamos vistos también… yo creo
que ahí es cierto que más allá de sindicato somos un movimiento también eh…
195
social también. Yo creo que compaginamos ambas cosas y creo que el
movimiento social, los movimientos sociales agradecen ese papel de ENHE.
-¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
-Bien, el movimiento campesino vasco se legaliza en el año 77, pero ya venía de
un movimiento de unos 4 o 5 años anteriores de mucha movilización, de mucha
convulsión también en lo que es el conjunto de Euskal Herria, pero también del
Estado Español, porque se entra en una fase posfranquista después un régimen al
que muchos también denominaban, pues el paso hacia la democracia, que por el
momento todavía hay muchas cuestiones que ponen en duda si realmente
estamos en una democracia, y si verdaderamente se ha dado esa transición, y
que fundamentalmente sale de un contexto en el que era necesario organizarse,
fundamentalmente por una primera cuestión diría que había que identificar lo que
era la labor campesina de cara a la sociedad. Veníamos de dos décadas en las
que el protagonismo campesino como actividad estaba desapareciendo,
estábamos inmersos en un proceso de industrialización, mucha gente había
abandonado el campo, se había ido a la industria, entonces se necesitaba de
alguna manera tecnificar y organizar también lo que era el mundo agrario en su
conjunto, y ahí surge la convulsión de los sindicatos, a través de los sindicatos se
montan un montón de asociaciones ya sea de ganado, sean de frutas y hortalizas,
los centros de gestión, se monta todo eso, y de alguna manera desde el 77 casi
hasta el 86 se está en ese proceso de organización del propio sector.
Luego en ese contexto es la entrada del Estado Español en la comunidad
económica Europea, se llamaba así en su momento, y de alguna manera se abre
un mundo nuevo ahí, las políticas agrarias más internacionales y demás…
repercuten muy directamente y ya hay un cambio de fase en el sentido de que
ENHE como organización ya… se plantea: “no podemos solo mirarnos nosotros
en el conjunto del país, hay que mirarnos afuera también”, por donde van a ir los
retos, y demás. En ese sentido ya empezamos a coger una misión, un carácter
internacional bastante fuerte, ahí es donde nos damos cuenta que no va a ser
196
posiblemente defender únicamente al campesino vasco mirándonos unos a otros
el ombligo y sin tener en cuenta el contexto internacional presente y a su vez sin
organizar a nivel internacional un movimiento mucho más amplio, ahí de alguna
manera empiezan primero los debates y bueno, de ahí se cristalizan a finales de
los años 90 principios de los 92 la propia entrada de ENHE en la Coordinadora
Europea, en la propia (COAG) también a nivel del Estado Español y ahí se fragua
también un poco el embrión de lo que luego sería la Vía Campesina.
-¿Crees que la entrada de las políticas neoliberales de alguna forma gesto
que se formara el movimiento campesino?
-No, yo creo que veníamos organizados, y de alguna manera después de pasar
por una primera fase de lo que te he dicho de dignificar un poco la labor del sector,
organizarlo y demás, si entramos en una fase en la que de alguna manera si
entramos nosotros mismos también a ver la necesidad de organizar un poco pero
a nivel internacional todo lo que es un movimiento campesino para poder hacer
frente al propio neoliberalismo. Ahí nos estamos iniciando ya con todos los
acuerdos mundiales, con el GATT, con lo que luego sería la OMC y ahí
empezamos a teorizar un poco que de alguna manera los efectos que va teniendo
las políticas neoliberales que son absolutamente bestiales en el modelo de
agricultura, planteamos ya debates de que por ese camino no vamos a poder
avanzar y cumplir esa función social que queríamos cumplir, empezamos ya a
trabajar y a teorizar lo que es ya la soberanía alimentaria y de alguna manera
intentar articular un modelo de producción que hiciera posible avanzar en el
proceso de la soberanía alimentaria, y avanzar, digamos un poco parar porque,
mientras se está imponiendo el modelo neoliberal, ahí estamos perdiendo, unas
cuotas de soberanía alimentaria, y era un poco confrontar esas realidades era
muy, muy, muy, de alguna manera, era un poco… ir contra corriente a lo que
estaba ocurriendo aquí internamente, es decir, el sector de las instituciones
públicas, el dinero que se está manejando a las claves neoliberales y nosotros que
veníamos con un discurso absolutamente opuesto.Yo creo que en su momento
nosotros tuvimos la suerte en Vizkaia de poder afrontar los debates a tiempo, con
197
absoluta transparencia y la gente entendió. Por ejemplo, incluso que si a nivel
individual ellos están, las personas están afiliadas, metidos en un proceso de más
intensificación a las claves más neoliberales, si entendían que necesitaban una
organización que mirara un poco al futuro y que trabajara otro modelo de
producción y de mas, y ahí por lo menos nos servía a nosotros en el sentido de
que lo que están enfrentados son los modelos de producción, pero nunca podrán
estar enfrentados las personas productoras: por mucho que una persona
productora pueda estar en un modelo más intensivo, mas neoliberal y otra persona
pueda estar en un modelo más agroecológico o ecológico. Entonces los modelos
se confrontan, pero no podemos confrontar a las personas pues si no
desaparecemos como organización también; y conseguimos que ese debate
calara y que, que fuera así; tuvimos nuestros costes también, porque un grupo de
productores… se marchó del sindicato y demás… lo cual luego alrededor de 15
años, pues, se dieron cuenta que no les servía para nada y que poco a poco
algunos volvieron otra vez, y de alguna manera yo creo que ahí vamos aplicando
nosotros también conjeturas sobre soberanía alimentaria, creando alternativas y
nos damos cuenta un poco de que no vamos a poder cambiar lo que es la
tendencia del sector agrario solo nosotros, que necesitamos ahí elaborar una
estrategia a veces más allá de lo que es el mundo campesino, entendemos ahí
que con los movimientos populares, sociales… de la sociedad tenemos que ir
empastando un poco nuestras relaciones, nuestras reivindicaciones y demás. Y a
su vez también era la manera de poder ganar en credibilidad a nivel social y poder
enfrentar eso con los políticos porque de alguna manera el boicot político y la
imposición aquí han sido una constante cara a ENHE y podemos decir que esa
posición avalada por la sociedad nos ha permitido avanzar un poco a nosotros en
credibilidad, en confrontar con los poderes públicos y plantear reivindicaciones y
propuestas también, y al unísono ahí nos aparece ya la última etapa, la última
década, la necesidad de abordar todos los procesos de formación para la gente en
las claves que planteamos nosotros, entendiendo de que el proceso de formación
es un proceso… años vista, que aquella apuesta que nosotros empezamos en el
97 que casi han pasado ya… en seguida serán veinte años, pues estamos viendo
198
ahora los frutos, y a través de un proceso de formación, nos damos cuenta
también que no es suficiente con hacer buenos análisis sobre políticas agrarias, o
tenerlas claras, debemos avanzar en la presentación de alternativas también y en
la puesta en marcha de esas alternativas a través de proyectos concretos. Y en
ese contexto, yo creo que bueno, estamos inmersos ahí pero bueno, en ese
contexto se dan también los cambios organizativos aquí a nivel de Euskal Herria,
el País Vasco y demás, y estamos inmersos un poco en esa fase actualmente.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de lucha y resistencia?
-La trayectoria… yo plantearía distintas fases… antes te he comentado una
primera fase de tecnificar lo que era el papel del mundo campesino como
productores de alimentos, una segunda fase en el que de alguna manera
empezamos a analizar los impactos que van a tener en nuestro propio mundo
campesino las políticas internacionales en claves de política agraria y demás y de
alguna manera en esa propia fase del proceso de intensificación en que el
neoliberalismo se está imponiendo en el modelo de producción y una tercera en la
que ya nosotros abordamos una serie de reflexiones, de debate y demás,
planteamos que no es el camino y ya nos metemos de lleno en la creación de
nuevos proyectos, de nuevas alternativas a través de la formación y plantear que
tenemos, que necesitamos en estos momentos avanzar en un modelo organizativo
nuevo y tener en cuenta que actualmente el sindicado en seguida va a hacer 40
años y tenemos que plantear un nuevo modelo organizativo que sirva para las
siguientes dos o tres décadas en el que ya siendo los actores principales el mundo
campesino, los productores de alimentos tenemos que organizativamente también,
incluir dentro de ese movimiento a los movimientos sociales y populares del país,
para hacer una red y una masa crítica mucho más amplia para poder incidir con
más eficacia en los poderes públicos, lo más cercanos al pueblo para nosotros
que pueden ser los poderes municipales, los ayuntamientos y huir un poco del
proceso de institucionalización también que ha tenido el mundo campesino
perdiendo en parte las instituciones municipales en favor de instituciones
199
superiores y nosotros queremos abordar ese proceso de institucionalización al
revés, empezando por los municipales más cercanas a lo nuestro, que conocen y
… digamos ya los últimos 8 años esa estrategia… va a seguir dando frutos y
estamos viendo ya los primeros frutos de todo eso…
-¿Cuáles serían los avances de movimiento?
-Los avances del movimiento fundamentalmente son de que hay una aceptación
muy mayoritaria a nivel social de que la alternativa y la construcción del país pasa
por la soberanía alimentaria, de poner en marcha e implementar ese proceso y en
ese contexto es claro también que las nuevas incorporaciones y la juventud se
engancha de alguna manera a ese proceso con proyectos concretos como
productores de alimentos, y justamente se da además en un contexto en el que las
nuevas instalaciones, como personas que se instalan, a la hora de producir ya no
son gente campesina, familias de campesinos, son gente urbana que está
volviendo nuevamente al campo, entonces estamos inmersos en el proceso de
querer organizar todo ese proceso y tenemos que en 10 años se va a dar un
vuelco muy importante.
-¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
-La tierra es la clave, es la clave del modelo de producción que planteamos
nosotros, estamos en un territorio en el que los núcleos urbanos son muy
importantes, es un país pequeño con una población muy grande pero a su vez hay
mucha tierra, si es cierto que mucha de esa tierra está ocupada por lo forestal,
básicamente en Vizkaia y Gipuzkoa con el monocultivo del pino insignis, pero
entendemos también que ese ciclo se está terminando y que hay procesos a su
vez de recuperación de tierra. Tenemos que tener en cuenta también de que para
los poderes públicos las dos últimas décadas no existía la tierra, únicamente había
suelo para ocupar en todo el proceso digamos más neoliberal, más intensivo que
ha habido y justamente ya con el estallido de la crisis mundial, aquí en concreto de
alguna manera se está recuperando el concepto de tierra y está desapareciendo el
concepto de suelo, es decir: el suelo era… la tierra… sumada a la especulación,
200
entonces en la medida en que está desapareciendo la especulación, estamos
recuperando el tema de la tierra. Nosotros históricamente hemos hecho
muchísimos trabajos de arquitectura jurídica, valoración territorial y demás y…
seguramente ahí hemos pecado de querer plantear una única fórmula jurídica para
el conjunto del país, sin darnos cuenta de que cada municipio y que cada pueblo
necesita también de su propia fórmula jurídica, y por lo que puede ser bueno para
un pueblo, puede en 20 kilómetros ser negativo, entonces, mentalmente tenemos
que dar un poco esa vuelta y tenemos que construir una ordenación territorial más
allá de la arquitectura jurídica y lo tenemos que hacer pueblo a pueblo y día a día,
y de alguna manera… creemos que una de las consecuencias que va a tener la
crisis económica que estamos padeciendo, va a ser gente con menos capacidad
monetaria, es decir va a haber más pobres, no va a haber dinero público para
poder atender servicios sociales fundamentalmente porque todavía las políticas de
derechas-neoliberales están quitando todo el tema de servicios públicos, y ahí
entendemos que la agricultura puede jugar un papel importante en el sentido de
que cualquier municipio mientras tenga tierra, puede poner a disposición de
cualquier persona necesitada, esa tierra para que produzca sus propios alimentos
y por lo menos tenga que comer, y queremos darle, queremos hacer mucho
hincapié en eso, poco a poco está calando ese mensaje porque
fundamentalmente no se aspira a que eso ocurra a poblaciones muy grandes de
mucha gente, pero si en pueblos pequeños. Por ejemplo en dos provincias del
conjunto del país, en Navarra y en Álava, si ha habido un proceso de
concentración de la masa popular también alrededor de las capitales, pero ha
habido un abandono de los pueblos, pero se está cambiando ese proceso y la
gente está volviendo ya más a los pueblos, creemos que a partir de ahí vamos a
poder recuperar un poco el concepto de la tierra y el valor de la tierra. Para
nosotros un bien insustituible para poder desarrollar lo que es la actividad
campesina.
-¿Qué referencias ideológicas y práctico-estratégicas ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en defensa de la tierra?
201
-La referencia ideológica ha sido la soberanía alimentaria en el sentido de que la
soberanía alimentaria no va a ser posible si no es en base a la producción y en el
modelo de producción agroecológico, que obviamente lo agroecológico se
sustenta en una producción ecológica, pero que va mucho más allá de lo que es la
producción meramente ecológica. Porque de alguna manera en el contexto
europeo la producción ecológica no va más allá de un reglamento o una mera
etiqueta, Por ponerte ejemplo en este país, se produce vino ecológico para
consumirlo en Japón, y para nosotros eso no es producir ecológicamente. Es
más, tenemos que a nivel europeo y también aquí en Euskal Herria se ha
instalado la agricultura y la ganadería de dos velocidades, una producción
minoritaria de muy alta calidad para las clases… digamos… más pudientes, para
la elite económica… y una producción más intensiva y más a gran escala y con
enormes costes medioambientales y demás… para la clase más desfavorecida,
sin entender los criterios de calidad y salubridad, y en ese contexto… creo que
hemos sido rehenes también de ello queremos darle la vuelta un poco en el
sentido de que nosotros queremos producir para el conjunto de la población pero
puestos a elegir, queremos producir para la clase trabajadora y no para las elites,
y ahí tenemos que recuperar un poco la práctica de esa referencia ideológica,
porque ideológicamente es claro, pero hay que ponernos en la práctica. Yo creo
que estamos inmersos en ese debate práctico en todos los proyectos que
ponemos en marcha, pero tenemos que visualizar muy claramente también a que
nos estamos enfrentando, a dar la vuelta a un proceso de casi tres décadas.
Entonces, tenemos que tener la suficiente altura de miras como para nosotros
mismos también visualizar los cambios que queremos plantear a lo largo de un
proceso de años, que pueden ser también incluso décadas también…
Aquí siempre actuamos un poco… o se juega un poco a la trampa de la otra
parte… en el sentido de que cuando te plantean las alternativas tienen que ser
para hoy y para mañana, y dar la vuelta, eso es imposible, es más nosotros
queremos construir el proceso de soberanía alimentaria no para presentar la
alternativa al modelo actual sino para construir una sociedad más justa y más
saludable, y la clave está en que por ejemplo, nosotros hasta ahora, el proceso de
202
soberanía alimentaria lo estábamos articulando y, ¡entiendo que estaba bien
articulado eh!... en el que la producción campesina tenía que producirse a
pequeña escala, transformar… transformarla también a pequeña escala, venderla
de manera directa, en pequeñas tiendas y eso es así y está bien hecho y eso es
100x100 soberanía alimentaria, pero no vamos a poder llegar al conjunto de la
población únicamente con eso, entonces ahí si estamos teorizando los últimos 5
años en el sentido de que también necesitamos una industria que transforme,
también necesitamos una distribución, necesitamos de que la gran industria y las
grandes superficies de alguna manera inserten su propia actividad estratégica
también entorno a la soberanía alimentaria y ahí si estamos dando avances
importantes en lo ideológico para también poder ponerlos en práctica, ¿no? Y ahí
por ejemplo estamos recuperando un valle muy importante aquí en Vizkaia que
casi se concentra ahí la producción de vacuno de leche, una industria que estaba
localizada ahí, que de alguna manera … hace dos años… quiebra y se cierra y lo
queremos recuperar para poder transformar la leche del valle y a su vez poder
ofertar esa propia leche y teniendo en cuenta que la leche fresca ya es un
consumo minoritario y tiene que ser de larga duración, porque la sociedad así lo
demanda, pero eso no es contradictorio de que sea una leche producida en un
modelo agroecológico y un modelo mucho más respetable que el intensivo,
tenemos que dar ese proceso y esa vuelta y en los últimos años estamos dando
avances prácticos muy importantes ahí.
-¿Cuáles han sido los momentos de crisis y de transición de ENHE?
-Los momentos de crisis básicamente se dan hace 15 años a finales de los años
98-2000 en una primera fase muy vinculada a los cambios sociales y políticos que
planteaba el país, es decir dentro del contexto de lo que es el conflicto político y
fundamentalmente en una primera fase en la que los desencuentros en el conjunto
de la organización. De alguna manera se ocultan… por cuestiones más políticas
que estratégicas… agrarias, y ahí estamos inmersos casi 15 años en ese debate
hasta que en el año 2010 ya ENHE Vizkaia entendemos de que los 4 territorios de
Euskal Herria sur que estamos agrupados en una confederación y que estamos en
203
el mismo proyecto, lo planteamos nosotros de que no es posible seguir en un
contexto en el que nuestras ponencias y nuestras teorías son perfectas pero en la
práctica no se desarrolla, y ahí… planteamos salirnos de la propia confederación
de alguna manera por romper una inercia, por plantear una catarsis en el sentido
de que nos posibilite poder abordar otro tipo de debates en el sentido de que
incluso el propio modelo organizativo sindical también tiene que evolucionar, las
claves que planteo antes, huir más del corporativismo y acercarnos todavía mucho
más a lo social, pero no solo en la teoría sino en la práctica, incluso en la propia
organizativa, y a su vez estamos inmersos en esa fase en la que de alguna
manera, esa propia fase interna nuestra se ve fortalecida de manera indirecta
también con la propia crisis económica en la que los movimientos sociales también
se dan cuenta de que cada uno por nuestro lado no va a ser posible, que ya no
hay financiación pública para poder sostener todo eso, entonces tenemos que
compartir ya estrategias, tenemos que compartir medios humanos, técnicos, y
tenemos que evitar duplicidades y… tiene que haber. Estamos metidos en ese
proceso, y a nosotros nos gustaría que ese propio proceso pudiera culminar
también con la creación de una nueva cultura de trabajo en redes y mucho más
eficaz, es decir llevar lo que es la Vía Campesina Internacional, pero también algo
local, algo territorial.
-¿Crees que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario está
generando procesos de emancipación popular?
-Sí, yo creo que sí, sin duda, y es más… creo que en estos momentos… a lo largo
de todo el planeta los mayores procesos de emancipación y de recuperar el poder
popular se está dando desde el mundo campesino, en todo el proceso… en toda
la parte de Latino América y demás, incluso en el continente Europeo también, en
el “primer mundo” que le llama, se están dando esos procesos, quiero decir… la
personas, las preferencias políticas más activas a nivel social son gente que
proviene del campesinado, quiero decir una persona como José Vogue las dos
últimas décadas, una persona campesina que está cogiendo una referencia
política enorme … otra manera de hacer política y demás y… entiendo que el
204
mundo campesino va a ser el motor de todos esos cambios.
-¿Desde tu perspectiva el movimiento ENHE se solidariza con la lucha
independentista del País Vasco?
-En principio… nosotros… el sindicato… es una organización independiente a
movimientos políticos, económicos e institucionales, entendemos nosotros que el
movimiento independentista, aparte de ser una manera de sentir y concebir el
país, necesita también definir que es la propia independencia, en ese contexto
nosotros, nuestra propuesta social y de país es la soberanía alimentaria,
entendemos que, sin independencia económica no es posible tener una
independencia política y en ese contexto entendemos que si somos capaces de
alimentar y darle cuerpo al proceso de la soberanía alimentaria desde el punto de
vista… digamos de productores de alimentos y el primer sector, el mundo de la
pesca y la agricultura, esa es la contribución que podemos hacer a un modelo
económico más independiente. Y en ese contexto podríamos decir que nuestras
aspiraciones si se insertan ahí, pero no tanto en lo teórico sino más en lo práctico.
- ¿Cómo concibes el movimiento en su relación con el poder?
-Nosotros en principio… nuestro movimiento tiene la definición de que somos
independientes de grupos políticos, de instituciones y demás y nuestro objetivo es
incidir en los cambios políticos e incidir políticamente, eso no quiere decir que
nosotros queremos ser correa de transmisión de los poderes políticos, ni
populistas ni de izquierdas. Nuestra aspiración es que la clase política y los
movimientos políticos… ellos sean la correa de transmisión de los movimientos
populares, y no al revés, y no los movimientos populares sean la correa de
transmisión de los partidos políticos, es decir, la clase política tiene que recuperar
su relación con los movimientos populares para representar a los movimientos
populares, no para que de alguna manera les hagan el trabajo a ellos, es decir,
tenemos que poner a la clase política al servicio de los movimientos populares y
de la población y en ese contexto nosotros aspiramos a incidir en esas claves, y
desde esas claves en el movimiento político.
205
-Teniendo en cuenta que el zapatismo es un referente para muchas luchas y
resistencias a nivel global, ¿conoce algo el movimiento campesino vasco de
la lucha zapatista, y que les parece un aporte o referencia para su lucha?
- Para nosotros es una referencia importante y en ese contexto nosotros, de todos
los contextos internacionales, lo que intentamos es aprender para luego poder
llevarlo a la práctica aquí. Pero, nosotros siempre huimos de copiar; huimos por
ejemplo de intentar sobre distintas luchas, sea la zapatista u otro tipo de luchas,
entendemos que los actores locales son los que tienen que dirigir y el resto
tenemos que acompañar en el sentido de interiorizar las luchas de otros lados del
mundo y a su vez también de alguna manera intentar aglutinar dentro de una
lucha en un contexto más global y que nosotros por lo menos lo escenificamos y
lo visualizamos a través de lo que es la vía campesina.
-¿En ese sentido, cuál es la conexión de ENHE con otras luchas a nivel
mundial?
-A través de la Vía Campesina y de todas las luchas populares y de
transformación que se están dando, nuestra conexión es esa y en ese contexto,
históricamente nosotros hemos sido parte de la coordinadora, de la comisión
coordinadora internacional. En los últimos años no teníamos una persona ahí,
pero a través de la última conferencia en 2013 en Yakarta, una persona nuestra
Unai Aranguren es nuevamente miembro del comité coordinador internacional y
eso mismo también, las funciones de responsabilidad en ese movimiento, nos
hace de alguna manera que prestemos más atención a los debates que se dan en
el contexto internacional y de las luchas de otros pueblos, y bueno tenemos ahí el
reto y la oportunidad nosotros de que la siguiente conferencia en 2017 va a ser
aquí en Euskal Herria en el contexto europeo… y para nosotros es una tremenda
ilusión y una tremenda oportunidad… y entendemos que un país como el de
Euskal Herria en el que las luchas internacionales y de alguna manera el espíritu
solidario también que tiene como país, porque es un país donde hemos tenido
muchísima resistencia también, en los procesos políticos, pues va a ser una
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oportunidad, para poder acercar otro tipo de luchas, porque también es un país en
el que muchas veces nos hemos mirado demasiado a nuestro ombligo.
-¿Crees que la identidad del campesino vasco reivindica la lucha o los
distintos tipos de lucha?
-Yo creo que sí, y es más, yo creo que reivindica y… yo creo que aprendemos
mucho también. Para nosotros todo el proceso que se está dando por ejemplo en
Brasil, quiero decir… con un gobierno aparente digamos, más progresista, más de
izquierdas y demás, el papel que juegan los movimientos… populares, ¿no? Y en
ese contexto es muy aleccionador para nosotros ver que ha ocurrido en otros
países y otros procesos, teniendo en cuenta que aquí también que lo que es la
izquierda política va a tener y va a recuperar cuotas de gestión política y a su vez
tenemos que saber muy bien cuál va a ser nuestro papel. Entendiendo que
mientras tenemos que huir que… siempre se dan procesos en que si el poder
político de izquierda es más ligado a las luchas populares, coge el poder político
automáticamente viene o se desactiva digamos el movimiento social y popular, y
nosotros entendemos que tiene que darse justo lo contrario, se tiene que activar
mucho más, es decir… los movimientos políticos de izquierdas nunca van a poder
transformar… o plantear transformaciones sociales si no hay un movimiento
popular fuerte que lo demande, que lo exija y que lo trabaje, y entendemos que
nuestro reto es ese.
207
País Vaco, Bilbao a 29 de abril de 2014.
ENTREVISTA A ESTI REDONDO
Esti Redondo es campesina, feminista,
activista y militante de EHNE Vizkaia
actualmente se desempeña en el
movimiento en el área de formación.
-¿Quién es Esti?, ¿a qué se dedica?, ¿Cuáles son sus aspiraciones?
-Soy Esti, Esti Redondo, nací en Oion, en un pueblo pequeñito de Alaba, luego me
vine a estudiar a Bilbo, desde entonces estoy en Vizkaia y a partir de ahí viví en la
ciudad, luego ya llevo bastantes años viviendo en el campo.
Estudie periodismo, pero después me di cuenta que no quería ser periodista.
Empecé de casualidad haciendo cosas con la tierra, la agricultura y así… y ahora
mismo vivo en un caserío y tengo huerta para la casa, pero me dedico más a dar
talleres, hago por una parte talleres de huerta, de agroecología, de plantas
medicinales (¡que empiezo hoy!, a ver qué tal va… es un tallar que se organiza
entre EHNE y el ayuntamiento de Etxeandia).
Por otra parte llevo ya muchos años trabajando el tema de género, entonces he
dado muchos talleres para institutos para jóvenes para prevenciones de malos
tratos y buen trato y así... Y ahora estoy trabajando en las escuelas de
empoderamiento de mujeres dando talleres de cómo hablar en público a mujeres.
Llevo muchos años trabajando con EHNE Vizkaia, que es el sindicato agrario de
aquí que es parte de Vía Campesina, entonces cuando estoy aquí, pues doy
talleres y estoy con ellos. Luego también mediante EHNE y Vía Campesina he
viajado muchas veces a América Latina, a participar en movimientos campesinos y
movimientos indígenas de México, Centro América y América del Sur.
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Y… ¿a que aspiro?, pues a vivir bien, a vivir relajadamente, a tener las cosas
básicas en la vida y vivir tranquila, un poco eso…
-¿Cuál ha sido tu papel dentro del movimiento Campesino Vasco?
-Empecé en EHNE primero recibiendo cursos y al mismo tiempo que recibía los
cursos en algunos viajes que hice cuando estuve en México y centro América,
aprendí otras formas de hacer agricultura, estuve también en Australia y ahí
aprendí bastante de permacultura. Luego, cuando volví me implique un poco en el
grupo de formación de EHNE Vizkaia y desde entonces soy parte del grupo de
formación y luego también estoy en el grupo de mujeres de EHNE Vizkaia
organizando algunos encuentros, dando algunas charlas, etc.
-¿En qué contexto social, político y económico aparece el movimiento
campesino vasco?
- La lucha de EHNE surge hace 30 o 31 años y en un principio surge como una
lucha sindical, la aparición de los sindicatos y organizaciones surge después de la
dictadura y en ese mismo contexto es cuando surge también el sindicato agrario.
EHNE Vizkaia aparece por una necesidad de la gente que estaba en el campo de
reivindicar sus derechos, de reivindicar el poder seguir en el campo, de tener una
vida digna en el campo. Al principio aparecen más como un sindicato, donde las
reivindicaciones eran más económicas, (como más en defensa de los precios, de
las ayudas, del mantenimiento de ciertas infraestructuras que se estaban
desmantelando, etc) luego con el tiempo fue tornándose mucho más político hasta
evolucionar a la etapa que estamos ahora, donde se habla más de agroecología y
de soberanía alimentaria. En ese sentido, EHNE se ha convertido cada vez más
político, con cada vez apuestas más fuertes.
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EHNE Vizkaia, (porque EHNE genera la confederación de los cuatro sindicatos,
EHNE Vizkaia, ENHE Gipuzkoa, EHNE Nafarroa, y el de Araba),en un momento y
por diferencia políticas y por querer apostar más a ese lado político EHNE Vizkaia
sale de la confederación, y ahora funciona como EHNE Vizkaia, que es del que
soy parte. Y aunque cada vez la agenda hace apuestas más fuertes en lo político,
sigue siendo principalmente un sindicato, lo que sí está surgiendo es Etxalde, un
movimiento de campesinos y campesinas que reúne campesinos y campesinas de
todo Euskal Herria, también de la parte invadida por España e invadida por
Francia.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de luchas y resistencias?
El pueblo vasco ha sido un pueblo de lucha y bastante solidario, pero sí que creo
que con la última crisis esa solidaridad se está perdiendo y está decayendo.
Porque en la división mundial del trabajo nos ha tocado ser un país de servicios y
no un país agrario. Entonces, todas las tierras buenas o las mejores tierras que
nos podrían estar dando de comer se han usado primero para la industria, para
construir casas, para construir carreteras, trenes, etc. entonces en los últimos
años el proceso de cementización de poner cemento y artificiar la tierra, se ha
multiplicado un trecientos por cien (creo que algo así)… entonces gran parte de lo
que entonces eran tierras agrarias ahora son inexistentes.
Con toda la importancia que se le da aquí el comer bien, que es algo muy cultural,
no se le ha dado ninguna importancia a mantener un sector agrario vivo, a
mantener las tierras cultivables, a que la gente joven tenga acceso a las tierras,
todo eso ha pasado por el proceso especulativo, entonces yo gano mucho más si
vendo mi tierra a alguien que va a construir una casa, que si se la vendo a alguien
que va a producir.
Hace ya muchos años que se apuesta por la instalación y por la formación de
personas jóvenes en el medio agrario, a la vez de hacer reivindicaciones más
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políticas, pues se ha venido peleando muy fuerte para que exista un banco de
tierras, que la diputación de Vizkaia ya tiene, pero que hasta ahora no funcionado
muy bien… donde todas las tierras que están ociosas, que pueden ser de la
diputación, de ayuntamientos o de particulares, se puedan alquilar por cierto
número de años a precios razonables a gente que quiere comenzar en la
agricultura y eso se consiguió por parte de EHNE.
Otra de las luchas constantes y muy fuertes que hemos tenido también son las
políticas de ordenación del territorio, luchas contra las grandes infraestructuras,
como el tren de alta velocidad o las autopistas o las líneas de alta tensión… Ha
sido siempre pelea tras pelea, pero cuando los intereses económicos son tan
fuertes, pues son peleas duras… ¡pero cosillas ya que se van consiguiendo!.
-¿Cuál ha sido la trayectoria del Movimiento campesino vasco a lo largo de
estos años de lucha y resistencia?
-Creo que los logros y avances principales del movimiento campesino es la
propuesta de la soberanía alimentaria y conseguir que no solo los campesinos,
sino que la sociedad en general empiece a preguntarse sobre esas cosas, a
cuestionar el modelo agroalimentario que tenemos y que con ello comiencen a
surgir propuestas diferentes, lo mismo que la agroecología romper con el sistema
industrial y agroexportador que se estaba dando como tendencia y de alguna
manera conseguir mantener a las baserritarras, a los campesinos en su lugar que
aunque se van perdiendo cada vez más, yo creo que si no es porque hubiera
estado ahí el movimiento campesino se hubieran extinguido en Euskal Herria la
gente que trabaja la tierra.
- ¿Qué significado tiene la tierra para el campesino vasco?
-Creo que hay un sentimiento generalizado de arraigo al territorio por los
problemas de identidad nacional que hemos tenido, etc. Pero a la tierra no se le ha
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dado esa visión holista o general que tiene. Sí que se le daba antiguamente y creo
que hay algunas personas mayores que lo siguen manteniendo, y que ahora los
jóvenes están reocupando ese sentido de tierra y el territorio más ancestral o más
parecido al que se pueda vivir en América Latina, pero en los últimos años la
sociedad en general ha visto la tierra como un recurso, algo explotable y algo con
lo que se puede comercializar, se ha perdido en muchos casos todo ese valor
histórico, cultural, que se podría tener.
Creo en ese sentido que EHNE ha hecho el intento de tener ese sentido de
reivindicación de la tierra y el territorio. Entendemos la tierra como territorio, no
solo es la tierra como ese espacio físico, sino como todo lo que habita y lo que hay
en ella, incluidas las personas, pero también con todo el valor simbólico-cultural
que tiene la tierra y el trabajar la tierra y el estar cercana a ella.
-¿Qué referencias ideológicas y practico/estratégica ha ido construyendo el
movimiento campesino vasco en la defensa de la tierra?
-Yo creo que por una parte que como movimiento campesino vasco ha sido muy
importante la construcción del concepto de soberanía alimentaria y dentro de Vía
Campesina también, de alianzas con otros sectores de la sociedad.
Por otra parte, las luchas anti-desarrollistas que se han dado junto con
movimientos ecologistas, que han servido un poco para desmercantilizar ese
concepto de tierra que teníamos que era solo como algo por donde pasar, algo
que usar y tirar y… no sé, yo creo que esas serian como los dos ejes principales y
unido a esto las reivindicaciones de mantener a los pueblos vivos, de un poco
luchar en contra toda esa macro-urbanización que se dan de los espacios y de
conseguir que la vida en el campo sea una vida digna, que no tenga de por qué
ser una vida sufrida y dura, etc. Y con todo eso, yo creo que si se está
consiguiendo que se vea la tierra, de que se vea el campo, que se vea la
agricultura de una manera diferente, no es una fuente de ingresos exclusivamente,
sino que es un modo de vida y un modo de estar y de convivir con otras especies.
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-¿Cuáles han sido las crisis y momentos de transición de Ehne?
-Eso no te puedo contestar, porque no tengo tanta trayectoria. Ósea yo eh estado
dentro de la parte de formación, hace ocho o diez años. Creo que esas preguntas
te la puede contestar más alguien que esté en la parte de ejecutivos de EHNE,
que puedan hablarte más de la historia y la trayectoria.
En el tema de formación no hemos tenido momentos de crisis, hemos ido
avanzando. Pero puede que en otros espacios de EHNE si… por ejemplo el salir
de EHNE confederación, no creo que fuera una decisión fácil, pero yo creo que
eso mejor te lo cuentan ellos…
-¿Podrías contarnos cómo funciona el proceso de formación que ustedes
llevan EHNE?
-Pues hay como varios ejes o varias formas de hacer la formación, por una parte
están los cursos como el que voy a dar yo, de tres semanas de plantas
medicinales, otros de seis u ocho sesiones que tiene huertas pequeñitas o está
pensando en poner una huerta etc. que sobre todo es para gente más urbana pero
que quieren comenzar a tener un contacto con la tierra, y entonces se le da una
formación técnica, pero también política.
Luego hay cursos , que ya llevemos tres años con esos cursos, que duran tres o
cuatro meses, dos o tres veces a la semana, para gente que quiere comenzar a
producir para vivir de ello, para empezar toda esa andadura campesina, que
también son cursos técnicos y políticos e ideológicos, donde se habla
principalmente de huerta, pero también se meten en otros aspectos como el de la
producción de gallinas, frutales, el hacer pan, conservas, para darles diferentes
posibilidades y a la vez en el área más política hablar de ordenación del territorio,
hablar del papel de las mujeres, de grupos de consumo, de alianza campesina,
etc., entonces ese sería como otro eje.
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Y luego hay para la gente que ya está en la huerta, que tiene animales o lo que
sea, se organizan cursos monográficos específicos sobre cosas concretas que van
en base a lo que la gente demanda, por ejemplo: talleres de tracción animal, o
talleres de microorganismos eficientes, o talleres de cómo mejorar el compost o
por ahí las cosas que van saliendo. Entonces lo monográfico para los que ya están
en ello, los cursos muy largos para los que ya estén empezando y la gente que se
quiere dedicar a ello, y los cursos más cortos para la que gente que tiene huerta,
pero que no se dedica tanto a ello, que es una ayuda o un jobi. Pero se hacen
siempre aprovechando el conocimiento de otros campesinos y campesinas.
-¿Tienen algún costo los talleres?
…. Pues, hay diferentes… y también ahora están variando con la crisis, porque
hasta ahora se recibían subvenciones para la organización de talleres y eran
gratuitos, ahora en general para quien va a recibir en taller siguen siendo gratuitos
o muy económicos, pero si se organizan en conjunto con otra entidad, con un
ayuntamiento, que se yo, pues sí que se puede que se le cobre algo, pero que le
permita por lo menos participar en la organización.
-¿Crees que la lucha por la tierra y la supervivencia del sector agrario está
generando procesos de emancipación popular?
-Yo creo que sí y confió en que así será. Creo de momento está creando procesos
emancipatorios personales, familiares y en algunos puntos también comunitarios,
pero la apuesta es que se consigan cambios emancipatorios mas generales
también a nivel político.
Creo que ahora no podemos ser actores de nuestros propios destinos, si no
podemos decidir lo que pasa con nuestra tierra y con nuestro territorio y con
nuestros bienes básicos de donde vivimos, y si ni siquiera podemos tomar
decisiones de nuestra alimentación. Entonces me parece que es un proceso
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bastante indispensable, pero que hasta ahora no se le ha dado toda la importancia
que tiene, porque antes se ha dicho que sí y han comenzado a crear alianzas, etc.
pero me parece que la sociedad en su conjunto y otros movimientos sociales
todavía no han hecho una apuesta clara por la defensa de la tierra y del territorio y
la manera de vivir y entender la vida que tiene la gente y las familias del campo,
me parece que con esos planteamientos van avanzando y si de verdad
conseguimos el derecho de vivir sobre nuestros territorios, me parece que
tendríamos un poder muy grande (que de hecho por eso no nos lo dan ¿no?)
-¿Desde tu perspectiva el movimiento Ehne se solidariza con la lucha
independentista del país vasco? , ¿De qué forma?
-Sí. Yo creo que aquí cuando hablamos de territorio hablamos de Euskal Herria
como un todo, y es a eso a lo que nos referimos, entonces partiendo de ahí,
nuestro marco de actuación, también es Euska herria y que en un futuro será una
Eskal erria independiente, pero consevimos a Euskalerria como un territorio de
diferentes provincia invadido por España y Francia.
-¿Qué relación encuentras entre la soberanía política y la soberanía política y
la soberanía alimentaria?
-Esto ya es muy personal, pero yo creo que una no se puede dar sin la otra.
Entendiendo soberanía como un derecho que tienen los pueblos a decidir más allá
de que haya Estado o instituciones, etc. que sean los propios pueblos los que
decidan, igual que deciden que cultivan, como cultivan, etc. que políticamente
puedan tomar el resto de las decisiones.
-¿Cómo concibe el movimiento su relación con el poder?
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-Bastante contradictorio como suele ser siempre, por una parte se consiguen
alianzas, se hacen reivindicaciones dentro de esas estructuras del poder, pero por
otro lado está la calle, donde se lucha y se cuestiona todo ese poder.
La concepción de poder no te la puedo contestar como movimiento, pero desde mi
perspectiva… bueno, yo soy anarquista y EHNE Vizkaia no, hay cosas en las que
podamos estar de acuerdo y otras en las que no.
La reivindicación del poder no es uno de los temas principales de EHNE, como
puede ser en México o en otros sitios donde se debate y se habla mucho de lo que
es el poder y el poder popular.
Desde mi perspectiva la finalidad como máxima del movimiento es Vía
Campesina, un modelo agroecológico, de producción local, de soberanía
alimentaria, una reforma agraria integral, ósea al final los grandes conceptos que
usa Vía Campesina también. Pero dentro de nuestro objetivo no está la conquista
del poder.
-Teniendo en cuenta que el zapatismo es un referente para muchas
resistencias y luchas a nivel global, ¿Qué conoce el movimiento Campesino
Vasco de la lucha Zapatista?, ¿Qué les parece un aporte o referencia para su
lucha?
-Yo creo que hay diferentes niveles de conocimiento, somos varias personas del
movimiento de aquí, que hemos estado en Chiapas con los Zapatistas y que
podemos tener conocimiento bien diverso, porque los Zapatistas también han ido
evolucionando, entonces también dependiendo en qué etapa lo hayas visitado
creo que dependiendo de eso las aportaciones son muchas, pero que cada cual
ha ido concibiendo aportaciones diferentes y visiones diferentes de lo que está
pasando ahí, valoraciones diferentes y también en diferentes momentos del
Zapatismo han podido aportar más en un sentido que en otro. Pero si que se tiene,
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pero tal vez en estos últimos años menos, pero hubo una temporada que si que
era una de las grandes referencias ideológicas.
Tal vez en estos años menos porque se pasó de moda y en un principio tubo
como mucho auge, fue muy mediático, mucha gente íbamos ahí, no solo del
movimiento agrario, sino de un montón de movimientos sociales de aquí. Ellos
fueron muy innovadores en referencia en muchísimas cosas y luego pues dejaron
de tener tanta presencia y se dejaron de escuchar tanto hablar de ellos, y luego
pues al final nos vamos olvidando y van surgiendo otros movimientos, otras
luchas, otras referencias y a veces también nos concentramos en la de aquí y
dejamos de mirar para fuera.
-¿Cuál es la conexión de EHNE con otras luchas a nivel mundial?
-Pues mediante Vía Campesina, mediante Vía Campesina Europea también, y
otras alianzas estratégicas también con otra serie de sindicatos de ONG´S, de
movimientos que no entran a Vía Campesina, pero que se consideran interesantes
porque también están trabajando temas como el de la soberanía alimentaria. Pero
sí que hay una relación muy fuerte con Vía Campesina los de EHNE Vizkaia.
-¿Cuál ha sido el papel de las mujeres en el sindicato?
-Pues, creo que han dado pasos muy importantes y que cada vez son más
tomadas en cuenta, cada vez hay más presencia de mujeres en todos los ámbitos
(o la ha habido desde que empezó la crisis, ya veremos…), pero las mujeres han
sido las principales impulsoras de los modelos agroecológicos, de una vuelta a
entender la tierra de una manera más ancestral, más tradicional de construir
desde lo pequeñito, de aprender entre todas… para mí la presencia de las mujeres
en EHNE Vizkaia tiene su importancia en que el sindicato poco a poco va
aportando cada vez más formas tradicionalmente femeninas de ver y entender la
217
realidad y de hacer las cosas, entonces a mí me parece que ahí hay una
aportación muy grande.
Al mismo tiempo creo que ni EHNE Vizkaia, ni ningún movimiento se libra del
patriarcado porque que siguen existiendo esas relaciones de jerarquizacion de
poderes etc., dentro del movimiento y también dentro de los caseríos, de las
familias campesinas, entonces creo que se hace el intento de eliminar estas
relaciones desiguales, pero no creo que se combata lo suficiente, creo que hay
buena intención y que se van haciendo intentos de vez en cuando, pero por lo
menos no se deja de intentar, pero… no creo que se esté intentando con toda la
fuerza con que habría que poner en eso. Pero esto te lo diría de cualquier
movimiento.
-¿Por qué crees que es tan importante el papel de las mujeres en la
solidaridad?
-Creo que la solidaridad y el apego a la tierra son los roles que nos han tocado o
que nos han enseñado a las mujeres durante mucho tiempo, mientras los roles
imperantes dentro del campesinado en los últimos cincuenta años eran roles
tradicionalmente que se les han enseñado mucho más a los hombres de
competividad, de grandes producciones, de grandes maquinarias, de grandes
extensiones, grandes deudas, todo lo grande, ¡grande, grande!, entonces me
parece que en el cambio a volver a ver todo desde una perspectiva desde lo
chiquito, desde las redes, desde ¡lo no sé qué!, ha tenido influencia ese lado
positivo que nos había tocado vivir a las mujeres hasta ahora, no creo que por que
más mujeres sea más, pero me parece que sí que ha sido consecuencia un poco
de la aportación de esas mujeres, no me parece que tenga que ser un trabajo solo
de mujeres. Me parece que el haberlo aceptado todo eso como sindicato o como
movimiento ha cambiado muchas percepciones de las cosas y casualidad que
aquí que las preocupaciones y las primeras que comenzaron con agricultura
agroecológica, a plantear la formación de una manera más colectiva, a ayudarse
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entre ella, fueron mujeres. Entonces fueron ellas las que han impulsado todo ese
proceso que ahora se ha colectivizado y que se ha tomado entre hombres y
mujeres. No creo que sea algo inherente a las mujeres, sino algo que se nos ha
enseñado y se nos ha machacado durante muchos años, al igual que se nos han
enseñado otras cosas que mejor las descartamos. Pero haber tenido la capacidad
de aportar esa parte positiva que nos han enseñado, me parece una buena
aportación, igual que los hombres habrán aportado de toda esa carga que llevan…
Eso, me parece que muchas veces sí que tiene que ver con la incorporación de
las mujeres al sindicato y porque eran ellas las que hacían este tipo de agricultura
en los caserios, mientras ellos habían lanzado más a la industria o habían
planteado la agricultura de una manera mucho más intensiva, etc… ellas eran las
que iban a los poquitos, a los poquitos, ganando mucho menos, no sé qué… pero
son ellas las que han mantenido las ferias locales, las que han mantenido las
semillas, las que han mantenido muchos conocimientos , ¿no?. Entonces al
aportar todo eso al sindicato, me parece que ha habido una transformación muy
positiva.
-¿Y el sindicato reconoce la aportación que hacen las mujeres?
-Sí, bueno… ¡por lo menos las que estamos en formación sí!... ¡y es lo que
planteamos siempre!, ¡así que quien llega es la versión que recibe!... (risas)
Pero si, habrá quien lo reconozca y quien no lo reconozca.
-La lucha de las mujeres dentro del sindicato, ¿tú crees que ha tenido frutos
que se pueden ver a nivel generalizado en Euska Herria?
No, no creo que hayamos llegado a tanto, pero sí que me parece que las luchas
de las mujeres baserritarra y los otros grupos de Euska Herria, sí que han
conseguido cosas y sí que hay algunos cambios que se han dado gracias a las
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luchas feministas y lo que tenemos, que aunque sea poquito lo hemos
conquistado con la lucha, no es que nadie nos haya regalado nada, entonces me
parece importante la lucha que han hecho las mujeres baserritarras y las que no
son baserritarras también. Y ahora que estamos a punto de perder lo que
teníamos se ve más la importancia que teníamos y la lucha de las mujeres.
-¿A qué te refieres con perder?
-Pues porque nos van a quitar el derecho a abortar, por ejemplo… todo el tema de
los cuidados… y que tenemos que retroceder, son pasos que se habían dado a
delante y que ahora están en retroceso. Los recortes no han sido solo
económicos, sino recortes de derechos para todo el mundo, el caso de las
mujeres, pues también…
-¿Cree que el que se siga viviendo dentro de la noción de caserío representa
una forma de resistencia y de lucha?
-Sí, para mi representa una forma de lucha y resistencia vivir en un caserío,
además de que es lo que me gusta hacer y así... para mí el simple hecho de vivir
en el campo y cultivar nuestros propios alimentos significa una resistencia.
-¿Cómo reafirman los vascos que vive en el caserío su identidad
campesina?
-Es en los caseríos donde se ha mantenido la cultura, donde se ha mantenido el
idioma y donde se han mantenido las maneras de cosmovisión, lo poquito que nos
queda de cosmovisión vasca se ha mantenido en el campo. Las ciudades desde el
principio fueron muy castellana, muy modernas, muy homogeneizadoras de
acabar con todas las diferencias que podía haber entre pueblos diferentes dentro
del pueblo vasco, que la diversidad se conserva ahí en los caseríos, a pesar del
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cristianismo que hizo mucho daño en el campo con mucha de nuestra
cosmovisión, pero sí que son núcleos de resistencia.
-¿Cuál es la cosmovisión vasca?
- Para mí el significado de cosmovisión es una palabra es muy amplio. Es el ver el
mundo y enfrentarte al mundo desde el ser vasco y desde aquí, desde esta
perspectiva, desde nuestras costumbres, desde nuestra gastronomía, nuestra
manera de cultivar la tierra, creo que hay por ahí elementos que se han mantenido
¿no?, el tema de las semillas, las plantas medicinales… me parece que al final
todas las cosmovisiones más antiguas tienen sus cosas.
El caserío tradicionalmente funcionaba como sistemas integrados, huertos,
frutales y animales, donde se abren y se cierran los ciclos más redondos de
aprovechamiento de todo, entonces se siguen produciendo ovejas , en una parte
bastante amplia, con esto del queso Idiazabal… y… ovejas, cabras, gallinas,
pollos…
Tradicionalmente los caseríos son unidades campesinas que produces para el
autoconsumo y luego un excedente para vender, así ha sido tradicionalmente, se
producía todo lo que se necesitaba en el caserío, más otras cosas que se
necesitaban para poder vender y poder comprar las cosas que no ibas a producir.
Ahora hay caseríos que tienen bastante terreno y así y producción bastante
grande y de bastantes familias y otras que son de autoconsumo.
Es el neoliberalismo, las macro-industrializaciones y la industrialización del campo
que ha llevado a millones de campesinos a tener que migrar a las ciudades, les
has quitado sus tierras y sus modos de vida, además de que no les das dignidad a
lo que estás haciendo, es eso lo que ha llevado a dejar el campo vacío, dejas el
campo sin servicios, no hay posibilidades de venta, donde te compran las cosas
súper baratas, no hay ninguna dignidad de eso, ahí es cuando la gente se ve
forzada a inmigrar a las ciudades. Yo creo que en eso tienen razón, pero lo que
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hay que hacer no es impulsar modelos agrarios más intensivos, sino tener
políticas públicas de decentralización y que la gente vuelva al campo, la solución
es esa.
-¿Cómo crees que mira la gente al campesino?
-Creo que la gente ahora mira mejor al campesino, pero creo que EHNE ha tenido
mucho que ver en ese sentido. Hace algunos años cuando nos queríamos ir a vivir
al campo la gente nos mira como diciendo - “tu estas chalada”, ¿no?. Pero ahora
quien tiene la huerta, ¡oh!, ¡mira!, ¡esa tiene huerta, esa tiene huerta!, como que va
cambiando la percepción y aun así se sigue viendo como una vida muy
sacrificada, como, muchas veces como mirar al campesino como una persona
muy cerrada y muy tradicional… pero no en el buen sentido… todavía sigue
habiendo muchos prejuicios, pero es algo que estamos consiguiendo romper
bastante…