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TEMA 3. SUPERACION DE LOS DETERMINISMOS Y LA REALIZACION DE LA
LIBERTAD.
Como hemos visto en el tema anterior, el problema del libre albedrío
y el determinismo han sido temas recurrentes en la historia de la
filosofía desde sus inicios en las más diversas culturas.
3.1. La libertad y los valores
El hecho de existir supone una misión que cada uno debe ir cumpliendo con su
actuar libre. Pero en todas las fases de nuestras acciones intervienen unos
criterios previos que uno tiene ya formados antes de actuar y de los que parte
para escoger –o rechazar– unos u otros medios. A estos criterios previos los
llamamos valores.
A lo largo de su vida el hombre puede utilizar una enorme variedad de criterios
orientadores para elegir su propia conducta, aunque muchos de ellos no tengan
que ver con la ética y la moral. Pueden distinguirse estos niveles o tipos de
criterio:
1. El Criterio basado en el placer y los
instintos. Con este criterio el hombre, desde
niño, busca lo agradable y evita lo
desagradable, o sea, buscar placer y evitar
dolor. Este nivel de placer instintivo, es el
normal entre niños y adultos que no han
recibido una educación que les haya
mostrado una apertura hacia otros valores
superiores. El placer es un valor sin duda
alguna ya que busca la satisfacción de las
necesidades vitales del ser humano.
2. El Criterio basado en el Super Yo. Este
criterio se reconoce con facilidad ya que el sujeto
se deja orientar rígidamente por ciertas normas o
valores que las autoridades le han inducido desde
la infancia. Y como son desde la infancia esas
normas y valores ya forman parte del inconsciente
del sujeto y por esa razón tienen un carácter
autoritario, rígido, exagerado. 3. El Criterio basado en la presión social. Este
reside en la absorción de todas las normas y
valores que el medio ambiente o sociedad influyen
en el individuo en forma de “presión social”. La
guía de conducta dentro de una sociedad es pues
la moda y la propaganda. La presión social es la
principal fuente que orienta y empuja la conducta
de las personas cultas.
Los valores son características morales positivas que toda persona posee, tales
como la humildad, la piedad y el respeto; así como todo lo referente al género
humano. El concepto de valores se trató, principalmente, en la antigua Grecia
como algo general y sin divisiones, pero la especialización de los estudios en
general ha creado diferentes tipos de valores, y han relacionado estos con
diferentes disciplinas y ciencias. Es una entidad intrínseca y social al mismo
tiempo.
Se denomina tener valores al respetar a los demás; asimismo los valores son un
conjunto de ejemplos que la sociedad establece para las personas en las
relaciones sociales.
Defensa de los intereses de clase Libertad
Honestidad Valentía
Veracidad Humildad
Amor Paz
Respeto Responsabilidad Tolerancia Social
Unidad Ayuda
Amistad Caridad
Fidelidad Lealtad
Igualdad Social Colaboración Generosidad Solidaridad
Comprensión Calidad
Perseverancia
3.2. El sentido de la vida
¿Por qué es tan problemático definir la vida? Ante todo, la vida no es una cosa
palpable que se pueda tocar o ver bajo el microscopio. Al ser un estado de la
energía, la vida no puede inducirse en un ser inerte.
¡Que maravillosa vida he tenido!
Solo quisiera haberme dado cuenta
más pronto
Colette (Sidonie Gabrielle Claudine)
(1873-1945)
Novelista Francesa
Pero para alcanzar una comprensión total del sentido de nuestras vidas,
es preciso el equilibrio. Gracias a esta atinada aseveración deducimos
que el significado de nuestras existencias debe alcanzarse utilizando
equilibradamente la mente, el alma, el cuerpo y el corazón. Cosa en
extremo difícil, para no llamarla utópica o idealista. Acción que requiere
de una disciplina extrema, y de muchos años de experiencia en esta
ocupación denominada vivir.
La cuestión del sentido de la vida humana implica dos aspectos.
1.-Si tiene un porqué?, es decir, si tiene una causa eficiente, si es tangible; es la
cuestión respecto a la verdad.
2.-Si tiene un paraqué?, una causa final; es decir, si representa un valor.
La vida del hombre tiene sentido, justamente porque el hombre es inteligente y libre;
negar el sentido de la vida sería negar la inteligencia y la libertad en el hombre.
Sin embargo, en la vida humana hay dos
realidades que parecen poner en crisis esta
inteligibilidad, hasta el punto de aparecer
como contradictorias con la vida misma: el
sufrimiento y la muerte. La muerte sigue
siendo lo más desconocido para el ser
humano (creo saber lo que es morirse pero
no lo que es morirme). La muerte ajena
produce dolor pero la propia produce temor.
EJERCICIO:
¿Haz hecho alguna vez el
experimento de visualizarte en tu
propio funeral?
¿De imaginarte el recuerdo que
deseas dejar en tus amigos y tu
familia?
Si no lo has hecho… imagínate por
un instante, que hay una tumba,
que estás asistiendo a un funeral…
y que abres la tapa, para ver a la
persona que está dentro… ¡y para
tu sorpresa… ¡eres tú mismo!
Es tu propio funeral.
¿Por qué deseas que te recuerden
las personas que están asistiendo
a tu funeral?... piensa por un
instante…
Ahora, ¿Qué te hubiera gustado
haber logrado? ¿Haber
experimentado?... piensa por unos
instantes…
3.3. La vida y los valores
Es mérito de la Ética de los valores haber intentado presentar tipografías,
clasificaciones de los Valores, cada uno de los cuales se considera desde dos
polos, el positivo y el negativo. Todos los valores positivos son importantes para
organizar una vida humana porque una existencia que no aspire a la alegría, a la
utilidad, a la belleza, a la justicia o a la verdad, tiene poco de humana.
Valores personales: Son aquellos que consideramos principios indispensables
sobre los cuales construimos nuestra vida y nos guían para relacionarnos con
otras personas. Por lo general son una mezcla de valores familiares y valores
socio-culturales, junto a los que agregamos como individuos según nuestras
vivencias.
Valores familiares: Se refieren a lo que en
familia se valora y establece como bien o mal.
Se derivan de las creencias fundamentales de
los padres, con las cuales educan a sus hijos.
Son principios y orientaciones básicas de
nuestro comportamiento inicial en sociedad. Se
transmiten a través de todos los
comportamientos con los que actuamos en
familia, desde los más sencillos hasta los más
“solemnes”.
Valores socio-culturales: Son los que imperan en la sociedad en la que vivimos.
Han cambiado a lo largo de la historia y pueden coincidir o no con los valores
familiares o los personales. Se trata de una mezcla compleja de distintos tipos de
valoraciones, que en muchos casos parecen contrapuestas o plantean dilemas.
Por ejemplo, si socialmente no se fomenta el valor del trabajo como medio de
realización personal, indirectamente la sociedad termina fomentando “anti-valores”
como la deshonestidad, la irresponsabilidad o el delito.
Otro ejemplo de los dilemas que
pueden plantear los valores socio-
culturales ocurre cuando se promueve
que “el fin justifica los medios”. Con
este pretexto, los terroristas y los
gobernantes arbitrarios justifican la
violencia, la intolerancia y la mentira,
alegando que su objetivo final es la paz.
Valores materiales: Son aquellos que nos permiten subsistir. Tienen que ver con
nuestras necesidades básicas como seres humanos, como alimentarnos o
vestirnos para protegernos de la intemperie.
Valores espirituales: Se
refieren a la importancia que
le damos a los aspectos no-
materiales de nuestras vidas.
Son parte de nuestras
necesidades humanas y nos
permiten sentirnos
realizados. Le agregan
sentido y fundamento a
nuestras vidas, como ocurre
con las creencias religiosas.
Valores morales: Son las actitudes y conductas
que una determinada sociedad considera
indispensables para la convivencia, el orden y el
bien general.
3.4. La construcción de la vida personal
Alguien podría pensar que los trabajos y esfuerzos dedicados a la construcción
personal son estériles, puesto que cada cual debe trabajarlo íntimamente. Sin
embargo, si nos detenemos unos instantes seguro que recordamos una situación
en la que nos hubiese gustado tener un poco de ayuda para tomar una
determinada decisión, o para afrontar algún dilema de los que se nos presentan
en la vida. Existen personas que jamás reflexionan sobre sí mismas, ni tampoco
suelen hacerse preguntas sobre su yo, ni se dedican el más mínimo tiempo. Ahora
bien, cabría preguntarse ¿es esto tan importante? ¿Deben preocuparse de ello los
educadores?
Existe un dicho muy antiguo que es una especie de consejo muy eficaz: “lo mejor
es estar bien con uno mismo”. Si el proceso de construcción personal es correcto
y acertado, la persona tendrá claro quién es y adónde se dirige.
Tres
razones de
vital
importancia:
Reflexiones
sobre el YO
Erich Fromm plantea que: "esta necesidad de un sentimiento de identidad es tan
vital e imperativa, que el hombre no podría estar sano si no encontrara algún
modo de satisfacerla".
Según lo que él expone, la identidad es una necesidad afectiva
("sentimiento"), cognitiva ("conciencia de sí mismo y del otro como
personas diferentes") y activa (el ser humano tiene que "tomar decisiones"
haciendo uso de su libertad y voluntad).
La identidad es como el sello de la
personalidad. Es la síntesis del
proceso de identificaciones que
durante los primeros años de vida
y hasta finales de la adolescencia
la persona va realizando.
Se puede afirmar, entonces, que la identidad tiene que ver con nuestra historia de
vida, que será influida por el concepto de mundo que manejamos y por el concepto
de mundo que predomina en la época y lugar en que vivimos. Por lo tanto, hay en
este concepto un cruce individuo-grupo-sociedad, por un lado, y de la historia
personal con la historia social, por otro.
Cada uno de nosotros tendremos determinados tipos de
necesidades, impulsos, motivaciones (afectivos,
espirituales, sociales, materiales ) que satisfacer , para
sentirnos básicamente felices y realizados, a la vez y aquí
es donde se arman grandes problemas, esto es: armar en
base a esa identidad un proyecto de vida lo cual incluye
vocación, profesión, ocupación (estudio y trabajo),
sexualidad (formar pareja, consolidar una familia) un
conocimiento acerca de quien soy, que necesito. Todo
esto implica auto evaluación, autoestima etc.
3.5. Las preguntas de la vida
El hombre se interroga sobre el sentido de la vida porque de alguna forma la
trasciende y la supera. Solo un ser como el hombre, que se supera a sí mismo,
puede cuestionarse a sí mismo.
¿Por qué vivir?
No existe persona alguna que no tenga sentido su vida, el problema en que hay
que descubrirlo.
Primero, cuando nacemos, nos aferramos por
naturaleza a la vida nueva que se nos
presenta, y nuestras aspiraciones no son otras
más que recibir el alimento y sentir el amor
maternal; eso nos hace inmensamente felices
y hasta tenemos la hermosa capacidad de
sonreír casi desde que vemos por primera vez
la luz fuera del vientre materno.
¿Vale la pena que nos preguntemos recíprocamente qué pensamos sobre la
pena de muerte o sobre el genocidio, para descubrir que, en lo que se refiere a
ciertos valores, nuestro acuerdo es profundo? Si ha de haber diálogo, deberá
tener lugar también en las zonas en las que el consenso no exista. Pero esto
tampoco basta: que, por ejemplo, un laico no crea en la Presencia real y un
católico obviamente sí, no constituye causa de incomprensión, sino de mutuo
respeto hacia las respectivas creencias. El punto crítico se encuentra allí
donde del disenso puedan surgir choques e incomprensiones más profundos,
que se traduzcan en un plano político y social. Uno de estos puntos críticos es
apelar al valor de la vida frente a la legislación existente sobre la interrupción
del embarazo.
¿Cuándo comienza la vida humana?
¿Cuándo empieza la vida humana? ¿Existe (hoy en día, sin volver a las costumbres
de los espartanos) un no creyente que afirme que un ser es humano únicamente
cuando la cultura lo ha iniciado a la humanidad, dotándole de lenguaje y
pensamiento articulado (los únicos accidentes externos de los cuales, según decía
Santo Tomás, se puede inferir la presencia de la racionalidad y, por lo tanto, de una
de las diferencias específicas de la naturaleza humana), por lo que no constituye
delito matar a un niño que acaba de nacer, que es, por tanto y exclusivamente, un
«infante»? No lo creo. Todos consideramos ya como ser humano al recién nacido,
unido todavía al cordón umbilical. ¿Hasta cuándo podemos retrotraernos? Si vida y
humanidad están ya en el semen (o incluso en el programa genético).
¿Quién soy?
El hombre se autor realiza en la
misma medida en que se
compromete al cumplimiento del
sentido de la vida.
Viktor Frankl
Siempre hay algo porqué vivir y sentirnos felices. Claro que hay sucesos
que pueden romper esta cadenita de felicidad desde que nacemos hasta
que somos abuelos o bisabuelos; las enfermedades, las incapacidades o
limitaciones físicas o mentales, las amarguras, el no tener hijos, y tantas
otras cosas más que también son propias de la misma existencia.
¿A dónde voy?
La vida es algo así como un viaje cuya meta es la felicidad; y hacia ese objetivo
vamos.
Cuando sabemos quienes somos y hacia donde vamos, es por que de alguna
manera u otra hemos cuestionado la razón de nuestro existir. Nuestra vida no
tiene esencia sin pensar en las cosas existentes y en las cosas que están por
venir, esto es algo esencial. Sin embargo podemos decir la existencia de personas
que no cuestionan su misión en la vida y por esa ignorancia no saben que hacer
con ellas.
¿Qué sentido tiene el sufrimiento?
Cuando uno se enfrenta con una situación inevitable, siempre que uno tiene que
enfrentarse a un destino que es imposible cambiar, por ejemplo, una enfermedad
incurable, una pena enorme, un cáncer que no puede operarse, precisamente
entonces se le presenta la oportunidad de realizar el valor supremo, de cumplir el
sentido más profundo, cual es el del sufrimiento.
Hay situaciones en las que a uno se le priva de la oportunidad de ejecutar su
propio trabajo y de disfrutar de la vida, pero lo que nunca podrá desecharse es la
inevitabilidad del sufrimiento. Al aceptar el reto de sufrir valientemente, la vida
tiene hasta el último momento un sentido y lo conserva hasta el fin, literalmente
hablando. En otras palabras, el sentido de la vida es de tipo incondicional, ya que
comprende incluso el sentido del posible sufrimiento.
El sufrimiento lo produce tu resistencia a crecer.
El sufrimiento lo provocas tú porque te resistes
continuamente y no permites que el crecimiento
se produzca. Tienes miedo de abandonarte
completamente. De ahí viene el sufrimiento, pues
acabas dividido, desgarrado. Una parte de ti
colabora mientras la otra se opone y se resiste.
Ese conflicto interno te produce sufrimiento.
¿Qué es el amor?
El amor, es uno de los sentimientos más característicos del ser humano. Todos
sienten, aunque sea una vez, lo que es el amor. En palabras simples, este es un
sentimiento, por el cual se le desea el bien a otra persona.
Se cree, con mucha razón, que el amor es una herramienta, para poder preservar
la raza humana.
Fuentes de Consulta:
Como Acertar Con Mi Vida: La Mirada Del Hombre Ante Su Destino, Juan Manuel
Rocca, 2002, EDITORIAL: EUNSA. EDICIONES UNIVERSIDAD DE NAVARRA,
S.A.
http://eticaymoral.blogspot.es/1211475420, Escrito por eticaymoral el 22/05/2008,
consultado Agosto 2013.
http://www.biocab.org/Definicion-de-Vida.html, Nahle, N. (2004). Definición de
Vida. Obtenido en Agosto 20013.
Explícame la persona, Ramón Lucas Lucas, Madrid 2005, Ed. Edizioni ART.
http://www.papelesdelpsicologo.es/vernumero.asp?id=1111, papeles del
psicólogo, Jesús de la Fuente Arias , 2003, consultado Agosto 2013.
¿En qué creen los queno creen?, Umberto EcoCarlo Maria Martini , ed taurus.