Download - Solo Quiero Que Vivas
Yo nunca
Yo nunca pensé matar a alguien, yo nunca creí combatir en guerras, yo
nunca esperé en hacer lo que hice, pero ahora, esa es mi vida, y de seguro será mi
legado.
Ahora las personas me pagan para conseguirles reliquias valiosas. Por eso hoy
estoy en frente de la montaña Sagarmatha, simplemente soy una hormiga frente a
un coloso, y sin hablar de lo que me espera tras dicha montaña, estoy aquí en
busca de la más vieja joya de oro, una singular reliquia de un rey, quien lo perdió
todo por hacer una copa, una copa de vida eterna.
Desde aquí se puede ver claramente que en la cima de la montaña esta un dragón,
tal vez esté ahí por error, tal vez este ahí por temor, no por temor de quien llegue
hasta él, sino por temor a quien pueda pasarlo, pero no está ahí por la orden de
un rey, yo creo.
No estoy de acuerdo en matar a alguien, pero las personas sospechan de mí, tal
vez porque ese sea mi trabajo, pero todo el mundo dice que lo disfruto.
Genial, va a llover, y lo único que tengo conmigo son dos espadas a mi medida.
Matar, matar, necesito matar, matar, yo vivo de matar, matar, es lo que hago mejor
matar, matar, lo disfruto yo… hermosa canción no, por lo menos eso me
entretenía durante los dos días trepando la montaña, y solo iba a la mitad, ahora
me encontraba frente a un camino de tierra, según dicen te tardas un año en
pasarlo, pero yo ya veo el tope de la montaña, mejor para mí, hago rápido mi
trabajo y me largo.
En el camino me encontré con un idiota, que ya estaba muerto, pero seguía aquí
en la tierra, ¿Qué imbécil no? Pero eso no importa, lo importante es lo que él me
dijo, que si continúo por aquí hallaría la muerte, así que acelere el paso.
Días después, estuve en frente de una gran vieja ruina, aparentemente de un
templo, muy detallado, un pedazo mas de la gigantesca historia lo suficientemente
verosímil para decirla real, me pregunto, es demasiado pequeño para ser un reino,
tal vez solo sea la entrada a uno, o la salida de este, que me importa, no vine por
eso. Me introduje en el gran templo, en cada una de las columnas y muros se
podía ver extraños trazos de la que alguna vez fue una ciudad. Mientras se
oscurecía. Dentro, me trómpese con una calavera, que parecía estar arrimada a la
pared y sonriendo, con una buena copa en su mano como si estuviera festejando,
tal vez este así por llegar hasta ahí, tal vez porque se enteró que va a morir y no
está sonriendo realmente, esta tan conmocionado que no puede llorar, yo estaría
feliz si me largara de aquí, o tal vez si viera a un humano morir, era broma.
Me llamó la atención lo aferrado que estaba el muertito a una carta, en la cual
estaba escrito:
“Un paso más, la copa de vida eterna, un paso atrás, tu vida segura. “
Este es un pequeño paso para un hombre y un gran salto a la demencia, de
repente una gran brisa vino y fue, y con esta, el fuego de las antorchas, sonriendo
dije, “aquí vamos”, golpe tras golpe no podía hacer nada. Donde esta ese maldito
cadáver, genial, y entonces se hizo la luz, no sabía que los huesos servían para esto.
Cientos de asquerosos y pequeños monstruos negros con unos ojos tan rojos y
profundos que harían temblar a cualquiera.
Ahora solo se oye gemidos horribles de los monstruitos al ser cortados destellos
de luz van y vienen, mostrando pequeñas siluetas de espada sangre y animales. Y
por fin en la entrada posterior del templo sale el monstruo gritando de impacto
traspasado por la espada en su abdomen y tras él, él asesino sonriendo, una silueta
oscura y desconcertante, la tormenta empeoraba, pero yo continuaba a paso firme,
una semana entera a pie, cuando llegué al tope de la montaña, observe cuatro
montañas más, cada una con su respectivo dragón, y en la mitad de todas estas, un
pequeño templo en el cual espero encontrar la muerte o por lo menos algo de
ella.
Rugió el dragón, y dije, “venga”.
Le miraba firmemente a su gran ojo rojo mientras le arrancaba la cabeza, no se
ustedes, pero eso me hacia sonreír, igual que todos ustedes cuando hacen algo que
les gusta, upsss! No tenía que decir eso hasta el final, que mi vida es matar, ya no
importa. Esta pequeña torre que se encuentra aquí acaba de lanzar una luz al
templo del centro, justo después de que la sangre del dragón la topó, ahora que lo
noto, sobre lo que estoy parado no es tierra, es piedra, tal vez alguien si quiso
construir esto, para que nadie llegue hasta la copa, yo que sé, lo que sí sé, es que
en la otra montaña, hay otra presa, lista para ser decapitada. Mejor me apresuro ya
me hace falta, matar, matar, necesito matar, matar, es lo que hago mejor matar,
matar…
Muy bien, aquí estoy, otra maldita semana a pie, me pase pensando si era
necesario matar al dragón o solo hacerlo sangrar montarlo e irme hasta el siguiente
tope. Arre caballo, bueno dragón, no creo que nunca antes alguien haya volado, o
que lo vaya a hacer.
Rayos, chocamos contra la cima de otra montaña, bueno preciosa será mejor que
sangres rápido, y nos larguemos antes de que tu amigo llegue, de repente, sale el
otro dragón listo para incinerarnos, a mí y a su amiga. La verdad no creo que sea
su amigo, nadie lastimaría a su amigo para lograr un objetivo, o me equivoco,
fuertemente aparece de la nada un gigantesco monstruo asqueroso, que atrapa al
dragón y lo parte en dos, mientras miraba y rugía fuertemente hacia mí, lo raro es
que solo tenía un ojo. Bueno preciosa no me esperes yo te alcanzo, le dije al
dragón que estaba bajo mis pies. El monstruo se precipito hacia mí, apenas si lo
esquive, dicho monstro tomo al dragón de sus alas, mientras le pisaba el lomo, y se
las arranco como papel, justo como en el papel que tuve que dormir después de
matar al primer dragón.
El asqueroso giró hacia mí, rujió fuertemente, y yo dije, “aquí vamos, de nuevo”,
tuve que cortarle una mano antes de decapitarlo y él tuvo que casi, matarme antes
de morir, vaya que sí era horrible el monstro que tanto mencione, pero aquí no
hay otro tipo de alimento, en algo será bueno, además mucha carne de dragón no
es buena. Tal vez no la vuelva a comer en años. Bueno estoy sin ningún tipo de
transporte así que nuevamente voy a tomar el sendero, matar, matar, necesito
matar, matar…
Hasta ahora ya han muerto tres dragones, dos de los cuales por mi mano, vaya dos
de tres no está nada mal, pero aun faltan dos más, es decir la diversión aún
continúa. Saben no muchas personas se divierten haciendo su trabajo y a pesar de
que yo soy un maldito asesino pues disfruto del mío, así que tal vez no sea un
condenado sino un poco afortunado, que ironía no.
¿Qué diablos?, escuche ruidos, tal vez una segunda defensa, la cual no estaría nada
mal debido a la fama de dicha copa, mejor para mí, más personas o lo que sean
para matar. Por fin llegué a la cuarta montaña, el dragón estaba ahí, pero ni se
movía, me acerqué para hacerle sangrar y salir corriendo, pero cuando perfile mi
espada a su piel o cuero, como sea, esta se rompió, como vidrio al muro, mi brazo
me cimbro fuertemente, ahora estoy seguro de que alguien mas está aquí, no hay
problema para mí, ni caso les hiciera, pero si no llega sangre a esa maldita torre no
me puedo largarme de aquí.
Empezaron los murmullos entre los árboles, pero nada, pasaron tres días más y yo
en ese lugar esperando, una, dos, tres semanas vinieron y se fueron, ya estaba algo
frustrado, al caer la noche volvieron, por fin volvieron, vamos salgan de ahí
malditos, grité, y de repente callaron, una sola voz se escuchó, quien eres, esto
mereces, hasta que salió de entre la maleza, repitiendo quien eres, esto mereces.
Sangre, necesito sangre, dije, que iba a sacar de ese dragón hasta que ustedes lo
hicieron piedra, así que ahora tomare la suya, me precipite hacia él, pero mi
espada lo traspaso sin hacerle daño, era nada más que un espectro, supongo que
tenía que esperar un poco más de tiempo, así que me senté a esperar de nuevo,
saben a veces por más que ames tu trabajo siempre va haber algo en el que te
llegue a disgustar.
Dos días más y ahora ya no sabía que pensar, después de todo ya se me había
acabado parte del monstro de un ojo que traje para comer, y si iba en busca de
comida, y si en ese instante ellos aparecían, me volvía loco una tras otra pregunta,
es mejor no correr el riesgo. De repente, entre la maleza salió, una de las más
bellas doncellas, me quedo mirando firmemente y dijo, mátenlo, por fin ya me
hacía falta, conteste, tres raros sujetos, al primero lo esquivé, había saltado directo
hacía mi con su espada, me dirigí contra el siguiente y traspase mi espada en su
cuerpo, no sangraba, simplemente se desvanecía, decapite al que había dejado
atrás y nada, al último también pero nada, después la doncella dijo, ya esta, pronto
morirá, y de repente abrí mis ojos, estaba ahí, agonizando, y el dragón estaba ahí,
con una de sus patas encima de mí, ahora lo recuerdo.
Por fin llegue a la cuarta montaña, el dragón estaba ahí, pero ni se movía, me
acerqué para hacerle sangrar y salir corriendo, pero cuando perfile mi espada a su
piel o cuero, como sea, esta se rompió, como vidrio al muro, mi brazo me cimbro
fuertemente, el maldito había estado durmiendo, no era su piel, estaba cubierto de
una armadura, y rugió, salió de entre los arboles un guerrero que monto al dragón
y dijo, será mejor que dejes tu camino, antes que te lo haga imposible continuar, tu
sabes, imposible para un muerto.
Fui contra él, el dragón y su jinete, escupió algo de fuego, por suerte lo esquivé,
justo después vino la gran pata enorme del dragón, saben estos animales son
tontos pero con un jinete, no lo pensé, no pensé en un doble ataque, no pensé que
utilizara su pata, no pensé que tuviera un jinete, grave error, bueno, así se aprende.
Supongo que eso fue lo que me hizo caer inconsciente por unos minutos, a pesar
que lo viví como semanas, bueno reaccioné cuando el jinete que asido ella dijo, ya
esta, pronto morirá, déjalo Paz y dándome la espalda comenzó a alejarse, grave
error, lentamente tras de ellos me ponía en pie, escupiendo un poco de sangre y
diciendo, golpeas como niña, se precipito hacia mí, yo empecé a correr hasta que
tome una liana di vuelta al árbol y caí tras la doncella o jinete, como quieran
llamarla, la tome entre mis brazos, hasta botarla junto conmigo del dragón, la
bestia tonta siguió su camino, y ahora solo quedamos dos.
Jinete- No vas a pelear.
Me grito mientras que yo simplemente regresaba a la cima de la montaña, al
llegar ahí, la regrese a ver y se dijo.
Yo- Llámalo,
Jinete- acaso no crees que yo sola pueda vencerte,
Yo- necesito sangre,
Jinete- no es suficiente la que ya has derramado,
Yo- para prender esa antorcha.
Se rio de mí.
Jinete- no es una antorcha es un faro,
Yo- como sea, la sangre lo prende,
Lo hizo de nuevo, se volvió a reír de mí, y bajó su arco y flecha,
Jinete- no necesito matarte, eres tan tonto que lo harás tu mismo.
Yo- mala decisión,
Jinete- ¿Insultarte?
Pise mi arma, de ahí a mi mano y a su cuello, y dije, ahora llama al dragón. Saco
un hueso o algo así, y antes de soplarlo me dijo, que tonto que eres, y lo soplo. De
entre la maleza cientos de personas apuntando a mi cabeza.
Solo tenía una cosa que hacer, ser capturado.
Segunda Agonía
Mala Elección
Ahora ya me encontraba dentro de una bella ciudad, grandes
estructuras de piedra, tan hermosas, como majestuosas.
Me dijeron que estaba frente a un juzgado, supuestamente por los actos cometidos
durante este tiempo, debía pagar por asesinar a los dragones y a sus bestias negras
de ojos rojos, los defensores de su ciudad, después me preguntaron si tenía algo
que decir a mi favor,
Yo- admito los asesine, no solo a ellos si no a muchos más, pero
acaso ellos, no han asesinado igual que yo,
Juzgado- si, tal vez más que tu.
Yo- ¡Protesto! No creo más que yo, pero como sea,
Juzgado- eso no te incumbe.
Ahora lo entendí, golpeé al que me estaba custodiando, y los demás se
abalanzaron sobre mí como abejas a la miel, mientras estaba siendo llevado al
calabozo custodiado por algunos próximos muertos, por fin lo había entendido, no
se trataba de hacer sangrar al dragón para encender la antorcha o el faro, como
sea, sino de poner algo liquido en el suelo para que llegue hasta el faro, llene cierta
cantidad, y haga palanca, en cuanto al juzgado, también había entendido que solo
hacían las reglas según su propia opinión o punto de vista, y lo llamaban justicia,
en cuanto a mí, también entendí que era un tonto como pude repetir antorcha en
vez de faro, que tonto soy.
Mejor disfruta de tu última noche imbécil, porque mañana al atardecer morirás,
me lo decían mientras era arrojado a mi celda, chistoso ¿no? Esta creo que es la
tercera vez que anuncian mi muerte, mejor descanso después de todo mañana voy
a tener mucho trabajo que hacer o muchas personas que matar. ¿Qué diablos?
Acaban de introducir un plato lleno de comida en la celda, demasiado sabroso
para ser de un guardia y miren esto el plato es de metal, tengo toda una noche, es
un buen momento para convertir este plato en una arma, mejor empiezo.
Al día siguiente se podía escuchar los murmullos de los guardias acercándose a mi
celda, gozosos, esperanzados de ver a alguien morir, al llegar a mi celda no
encontraron nada, sorprendidos entran los dos guardias a rebuscar el lugar,
mientras que yo caía por detrás de ellos en la entrada de la celda, con esa ansiedad
de matar a alguien, utilicé mi nueva arma para quitarle la suya al guardia más
cercano y asesinar al otro, finalmente salí corriendo, varios guardias en frente y tras
de mí, note que no existía ninguna posibilidad, por lo menos no para los guardias,
vaya día, no me había sentido tan feliz desde hace mucho tiempo, incrustando mi
arma en el cuerpo de cada guardia que intentaba detenerme mientras volaban
cadáveres a mi alrededor,
Matar, matar,
necesito matar, matar,
yo vivo de matar, matar,
es lo que hago mejor,
Como en un día malo una noche oscura,
que nadie se pueda escapar,
Matar, matar, ese soy yo,
matar, matar, no hay otro igual,
matar, matar, lo disfruto yo,
Como aquel día en el que morías,
yo sonreía y tu gemías,
como ese rato bueno y malo que todos te oigan gritar,
matar, matar, me encanta cantar,
matar, matar, tu llanto escuchar,
matar, matar, una vez más,
Matar, matar,
necesito matar, matar,
yo vivo de matar, matar,
es lo que hago mejor,
En una noche fría en un día largo todo concuerda que te haga daño,
en un buen lugar donde nadie te oiga gritar,
Matar, matar, ese soy yo,
matar, matar, no hay otro igual,
matar, matar, lo disfruto yo,
Como aquel día en el que morías,
yo sonreía y tu gemías,
como ese rato bueno y malo que todos te oigan gritar,
matar, matar, matar,
como yo no hay otro igual.
Bueno, ahora necesito agua para llevar al faro, ojala que también encuentre armas,
genial entre todas las casas que pude haber entrado de la ciudad tenía que entrar
en la de la jinete o doncella, como quieran llamarla, estaba totalmente desnuda,
mojada de arriba abajo, supongo que se estaba bañando, también supongo que
quieren que esto sea más que un escrito.
¡Ahh! Gritó al verme en el espejo tomó su toalla y su espada, ¿qué chica lleva una
espada para bañarse?
Jinete- Otra ves tú.
Yo- ¿Qué? Ya me extrañabas.
Solo piénsenlo se estaba bañando, solo estaba con una toalla, es casi imposible que
pueda moverse libremente, si tomo el agua y su arma no me podrá atrapar,
imposible. Así que hale su toalla, mientras ella quedaba angelical, yo aproveche de
ella tomando el agua y su arma para salir corriendo. Sin detenerme corría y corría
cuanto tiempo tenía antes de que me alcancen los nativos, así que simplemente
corría y corría todo el día, en las noches dormía y al siguiente día corría y corría,
llevaba cargado en mis hombros el liquido vital que tome, no lo avía regado en la
cima de la cuarta montaña, tenía otra pequeña idea en la cabeza.
En esas largas noches en que si dormía era por el cansancio nada mas, ideas
venían y se iban, momentos de frustración y desesperación aquellas noches, que
tal si me atrapaban, y si salía de ahí y me mataban. De día me agotaba y de noche
no descansaba, mal trabajo, buena paga.
Guardia real- Estas segura que debió pasar por aquí,
Jinete- claro el está buscando la copa de vida eterna y cree que
los faros son importantes para llegar hasta esta.
Guardia real- Mejor llama a Paz tu dragón y ve tras el antes de que llega
a la quinta montaña,
Jinete- claro como si no lo hubiera pensado.
Pobre guardia real ya tenía sus años y ahora una señorita le hacía fruncir el seño.
Caí al suelo desparramado totalmente debido a los 4 días de correr hasta aquí,
escupía algo de cansancio en la quinta cima, alce mi vista y vi al enorme dragón
respirando en frente mío, vote un suspiro, lentamente tomé mi espada y comencé
a levantarme hasta cambiar mis ojos de cansancio a ira, “una hazaña mas”,
aaaaaaaahhhhh, grite.
Jinete- Baja de ese dragón ahora,
Yo- porque preciosa, viniste solo a encarcelarme o viniste a
pelear,
Jinete- vine a demostrarte lo equivocado que estas, pero por ahora
me vasta con darte unas lecciones de vuelo, veamos que tan
bueno eres tonto.
Raarr, rugimos el dragón y yo, nos levantábamos imponentemente en el aire, y de
ahí volamos todos a los cielos. Vaya, le hizo arrojar fuego al dragón, y yo apenas
puedo montar al mío, ¡aaaaaaah!, alcance a esquivarla, donde está ahora, vaya,
vamos muérdelo en el cuello maldito, ¡no! Como él, no lo vez, varios ataques sin
ninguna consecuencia de mi hacia ella, pero de ella a mí, rayos, vamos cayendo en
picada lo siento pero el plan debe continuar, logre que el dragón chocara sobre la
cuarta montaña después de todo aun me faltaba encender ese faro.
Ahora escupí algo de sangre en la cuarta cima, y luchaba para no desmayarme, ella
bostezó y dijo,
Jinete- eso es todo, pues mmm,
Yo- aun falta que me lleve a tu dragón y lo sacrifique por el faro
de la quinta montaña, eso te satisfaría.
Por fin sonrió
Jinete- mejor ya deja eso,
Yo- entiende trabajo para eso,
Jinete- pues yo trabajo para esto,
Yo- bien, supongo que uno de los dos debe dejar eso,
Jinete- no seré yo,
Yo- ni yo tampoco.
¡Aaaaaah!, un grito más para la historia, otro muerto más para mi, y el primer día
que dejo vivir a alguien en batalla. Vamos dragón yo se que tu puedes, por fin
logre hacer que el quinto faro de la quinta cima se encendiera, al parecer el plan
funciono, quería asesinar a todos los dragones y encender todos los faros, lo que
no me esperaba es que no tuviera el valor para matarla, ahora ya era camino en
picada hasta el pequeño templo del centro.
Se encontraba la jinete desparramada en el suelo, inmóvil, sorprendida,
asombrada, no podía creer lo que había pasado, un solo hombre le había vencido
a ella y su dragón.
Guardia real- Te venció, a ti y tu dragón, ¡Te venció!
Jinete- tranquilo, ya ah encendido los 5 faros no tiene ninguna
oportunidad, “morirá”.
Guardia real- Será mejor que así sea, o si no,
Jinete- ¡o si no que!, matarán a mi dragón, pues ya es demasiado
tarde, después de todo yo he sido la única que he podido
montar a uno de ellos,
Guardia real- bueno, escuchamos que alguien más lo hizo hoy.
Jinete- Lo alcanzaremos en la entrada al templo,
Guardia real- para que nuevamente lo ayudes, yo creo que no.
No sé si recuerden, pero en algún momento les dije que tomaba un año atravesar
este bendito lugar, bueno ya llevo medio de este, solo hay dos cosas más que
creer, que aun me falta mucho o que el maldito que me contrato ya haya
contratado a otro, supongo que es mejor no alentar el paso, me canse de entonar
esa condenada canción, ya era momento, ya la había cantado demasiado, pero a
falta de otra, que más da.
Por fin llegue, he aquí el pequeño templo, ahora que lo noto, solo ha sido la
entrada, y yo que creía que esto ya acababa,
Jinete- ¡no! Si piensas entrar
Yo- un problema tras otro, murmure en vos baja,
Jinete- tranquilo no vine a detenerte solo a…
Yo- decirme que me quieres, la alce a ver,
Jinete- solo vine a advertirte, que una vez a dentro no podrás salir
Suspiré
Yo- ¿Por qué?
Jinete- crees que los faros abrían la entrada al templo, pues en
realidad es una segunda defensa, lo sella, cualquier cosa
puede entrar pero nada salir,
Yo- segura que no viniste a decirme que me amabas,
Jinete- ¡es cierto!
Yo- solo hay una manera de averiguarlo.
Me dirige directo a la entrada, me detuve un paso atrás, saque mi espada y la
introduje lentamente hasta la mitad, de ahí comencé a sacarla pero esta se partió y
toda la entrada denoto una fibra roja y desapareció.
Yo- segura que no viniste a decirme que me amabas,
Jinete- debo llevarte con migo,
Yo- no lo creo,
De entre la maleza apareció,
Guardia real- no se trata de que creas se trata de que queramos, ahora
muévete,
Yo- está bien encadéname, le dije directo a la jinete
Extendí mis manos y agache mi cabeza, ella venia a encadenarme, la miré a los
ojos y le dije,
Yo- lo siento.
La tome entre mis brazos y la arrastré hasta introducirnos en el templo
Soldado- lo seguimos señor
Guardia real- ¡no!... ya están muertos.
Tercera Agonía
y última redención
Hermosos detalles tallados en la pared, era asombroso el tiempo
que tuvieron que tomarse en hacer todo esto, para proteger una simple copa de
vida eterna.
Ahora todo se resumía en este simple templo, yo tenía que decidir en continuar o
temer y dejarlo todo así, saben, el temor nos opaca nuestros verdaderos
propósitos, pero también nos alienta a descubrir que tan capaces somos o que tan
cobardes podemos ser.
Yo- Ya deja de llorar,
Jinete- que no ves que acabas de matarnos, exclamó.
Yo- Lo que veo, es a la disque guerrera más poderosa llorando,
Jinete- tú no entiendes, lo único que se hace dentro de este
templo, ¡es morir!
Claro, los 5 faros uno activa la defensa en la entrada o la salida, ¿Por qué permite
entrar?, vaya sistema de defensa, el segundo permite la luz en este lugar, tal vez
fuera menos tenebroso, sino no se viera nada, pero de los otros tres para que
servirían, yo creo que, uno podría ser usado para activar las trampas, y otro para
alimentar el cuarto de la copa, y uno más tal vez podría guardar la guardia.
Yo- Está bien quédate llorando o ven y buscamos la salida,
Extendiéndole mi mano, levantándola para seguir con lo nuestro.
Era asombroso, tenebroso y hermoso al mismo tiempo, el fino detalle de un
artista, la gran obra de un arquitecto, solo penetrable por un verdadero héroe,
lástima que yo no lo sea.
Jinete- Por cierto me llamo Adara y tú,
Yo- yo…, hace mucho tiempo que a nadie le importa mi nombre,
hace mucho tiempo que no he pronunciado mi verdadero
nombre, hace mucho que no he socializado con alguien, mi
nombre es…
Un espantoso ruido se escucho, algo como,
“Desaparezcan”
Y las paredes comenzaron a moverse, mejor dicho la pared del frente comenzó a
elevarse, después, enfrente de nosotros en la oscuridad del otro cuarto se
prendieron dos puntos blancos como a unos 2 metros de altura y salió humo un
poco más abajo justo antes de que se revelara una bestia roja.
Está bien, lo admito, no podía creerlo estaba par con par a este monstro sudando
por cada paso que doy, agonizando lentamente por cada puñetazo que recibo.
Con una sola espada y la ayuda de Adara para vencerlo o por lo menos intentarlo.
Por fin lo logro me había aventado unos dos metros hacia atrás con un solo puñete
de su brazo o pata, no sé si sea una bestia o algo mas, pero no es un humano,
seguro, amenos claro que haya sido condenado a defender la copa de vida eterna,
después de aventarme al piso se acercaba votando humo de su nariz o por lo
menos algo de ella, le avía logrado romper su nariz después de que el maldito me
tirará al piso, fue directo a levantarme, pero yo puedo hacerlo solo, así que le corte
parte de la nariz, Adara le aventó un piedrazo al monstro,
Adara- déjalo maldito.
La bestia roja fue directo a Adara, ella se defendió lo suficiente, lo suficiente para
que yo tomará fuerzas, mi brazo izquierdo estaba destrozado tanto así que no
podía hacer puño ni siquiera podía sostener mi espada, mi última oportunidad era
mi brazo derecho,
Yo- imbécil, cometiste un grave error, exclamé
Monstro rojo- golpearla,
Yo- no…, dejarme vivir.
¡Aaaah!, fui directo hacia él y él hacia mí, con todas mis fuerzas a toda velocidad, a
un paso de golpearnos frene, retrocedí, él intento propinarme el golpe pero solo
se desequilibro y yo lo golpeé con todas mis fuerzas o por lo menos las de mi
brazo derecho, logre arrojarlo dos metros, grite “Adara”, y ella me lanzo una
pequeña navaja con la cual salte imponentemente sobre el monstro y la clave en su
cabeza, nuevamente la sangre empezó a deslizarse hacia los muros y se alzó otro
en frente de nosotros,
“Desaparezcan”
revelando a 5 moldes de cuerpos humanos, al entrar en esta habitación cayeron
pedazos de humanos, era lógico lo que teníamos que hacer armar un
rompecabezas, nos tomo algo de tiempo pero al fin lo conseguimos, al poner al
último en su lugar, el muro se volvió a mover y a abrirse.
“Desaparezcan”
Era gigante, era imponente un precipicio de lava ardiendo bajo este, claramente se
lograba ver que ni el techo era seguro y como hablar del camino, a mitad de este
otro temblor más, regrese a ver preocupándome de Adara, cada vez empeora esta
situación, cada vez surge otra atracción, cada vez me vuelvo más sentimental, mal,
mal, mal… Después de agonizar en mi mente y de perderme en su mirada,
diablos, caía tras de mí una inmensa parte del techo destrozando una gran porción
del suelo, todo el maldito camino hasta la siguiente columna de piedra, tal vez
hubiera podido prevenir mi caía pero tenía que ser mi brazo izquierdo el
lastimado en agarrarse de la orilla, sentía como poco a poco moría, mientras mi
brazo temblaba y mis dedos soltaban la orilla. En 3, 2, 1, buena vida, mal hecha. Y
ella apareció, me había salvado la vida una vez más, como aquella vez en el que
monstro rojo me mataba, ella lo distrajo para que yo lo degollé, o como aquella
ocasión en la que estaba a sus pies o por lo menos a los de su dragón, o
simplemente dándome el plato de metal en la celda un día antes de mi supuesta
decapitación, pagar los crímenes, es más fácil no cometerlos.
Tardamos más o menos lo que mi brazo en recuperarse para terminar de cruzar
ese lugar, ya extraño otro color que no sea el blanco el rojo y la oscuridad o negro
como quieran llamarlo, como una semana más o menos, yo que sé, aquí dentro no
se ve la luz del sol o la penumbra de la noche, apenas si se siente el tiempo pasar.
Otro cuarto más se abre ante nosotros,
Yo- nunca pensé decir esto pero creo que es mejor que no sigas
con migo,
Adara- ¿Qué?, y perderme la diversión, yo creo que no. Por
cierto hasta ahora no me has dicho tu nombre.
Yo- claro, pero bajo tu propia responsabilidad.
“Desaparezcan”
Otra vez esa maldita vos, cada vez que la escucho nada bueno pasa, nada bueno
para su templo claro, no cambia tu ego verdad, dijo Adara.
Un viejito salió de entre las sombras totalmente jorobado, totalmente lento y
arrugado, totalmente anciano, con un bastón, y un gran barbón, toda su cabellera
blanca, que le llegaba por lo menos a las rodillas, riéndose nos vio y nos dijo,
Viejo- les aseguro que de mi no podrán atravesar,
Yo- tal vez nosotros no pero mi espada de seguro te atravesará.
Golpeó el bastón contra el piso y una malla roja se extendió, supongo que es igual
al de la entrada, así que nada puede salir,
Adara- ¿qué debemos hacer para salir de aquí?,
Viejo- fácil, responder una pregunta,
Adara- está bien ¿cuál es?
De ahí Adara se dirigió hacia mí,
Adara- ya ves que hablando se soluciona todo
Yo- yo no hablo mucho, pera esta preciosa si, mostrándole mi
espada.
Viejito- ¡Ja!..., buen chiste muchacho, pero en un combate uno a
uno yo te vencería
Yo- ja…, buen chiste anciano, pero sería más fácil soplarte y
vencerte, que enfrentarte y humillarte,
Viejito- los chicos de ahora son muy graciosos, pero no te la voy a
poner tan difícil.
Está bien, lo admito, no sabía que decirle, y empeoró, nos pregunto una cosa tan,
pero tan insignificante que no tenía razón de responderle.
Viejito- ¿Por qué quieren pasar?
Para ver quién es el primer idiota que me lo pregunta, ojala lo hubiera dicho pero
Adara fue la que respondió primero.
Adara- Porque nada dura para siempre y ahora es un buen
momento para terminar con esta maldita vida eterna,
Yo- vaya, se te está pegando algo de mí verdad,
Adara- ¡cállate!...
Viejito- y tú ¿qué respondes?,
Yo- es mi trabajo, y es lo único que creo que hago bien, así que
me quita eso o me quita mi vida,
Viejito- saben, un día vino el rey completo a dejar la copa de vida
eterna, y me dijo, que si algún día venía alguien que no
busque la vida eterna y todo lo que conlleva al encontrarla,
pues entonces, déjalos pasar.
Vaya no creí que fuera tan fácil, la malla roja se retiraba, otro muro se alzaba y la
luz nuevamente asomaba, nos atrajo totalmente, después de todo ya había pasado
un buen tiempo sin esta.
Antes de salir a la luz, el viejito nos gritó,
Viejito- no crean que son los primeros a los que dejo pasar.
Alentador o decepcionante, alentador porque el viejito me está retando y
decepcionante porque nadie ha logrado su propósito.
Era como un gran pozo un pozo gigante y hermoso, respiré profundamente,
mientras sentía la luz penetrar mi cuerpo, y Adara dijo, ya terminaste, porque aun
nos falta mucho tonto, entramos en otra gran ruina o seguía siendo la misma, no lo
sé.
“Desaparezcan”
Otra vez la misma voz anunciando lo obvio, una luz aparecía entre los muros
haciendo brillar la copa de vida eterna y al rey con esta en su mano, por lo menos
tallada en el muro, al igual que cuatro reliquias más, una espada, una corona, un
gran bastón y un escudo, cada uno con su respectivo rey en una forma diferente, y
entonces frente a estos comenzaba a aparecer un rey con todos estos objetos,
brillaban por ser tallados de oro, y bajo este una inscripción,
“La copa de un rey de vida eterna que insignificante es ante la corona de un rey
que lo pose todo, que indignas estas dos de ser nombradas antes de un rey con un
escudo imbatible, simplemente ignorante no reconocer a un rey con su espada
invencible, y lógicamente indigno de vivir aquel que no se arrodille ante un rey
completo y saciado de todas estas reliquias”
Adara- Mira, ahí está
La famosa copa de vida eterna, por fin ante mis ojos, brillaba esplendorosa, me
atraía la hermosa, me mataba su belleza, me castigaba su forma, me revivía su
ímpetu.
Adara- porque me miras así,
Yo- hagámoslo y terminemos con esto, saciemos nuestras
necesidades y salgamos de aquí,
Adara- te refieres a tomar la copa verdad,
Uno, dos, tres, cuatro, contaba hasta los pasos, cinco, seis, voy por ti bebe, siete,
ocho, te tengo biscocho, nueve, diez, al fin te atrape, imposible de moverla,
imposible de llevarla,
Adara- mira esto otro escrito,
“Antes de usarla debes llenarla, antes de alzarla debes pagarla, con una cosa
insignificante en el universo, la vida humana.”
Nos quedamos viendo Adara y yo, que sería peor, que muera un hombre sin
nombre, o que muera ante dicho hombre lo más preciado que ah encontrado.
Se acercaba a mi lentamente sin desapegar ni por un segundo sus ojos de los míos
tomaba mi espada y ella…
Caía lentamente sobre mis brazos, moría ante mis lágrimas, y ni siquiera se enteró
de mi nombre, ni siquiera oyó decirme algo importante entre los dos, ni siquiera
logro decirme que ya estaba muerta desde los 5 años.
Nuevamente estaba solo y mucho más indignado, yo quería la copa y ella quitarse
esta maldición y la de su pueblo.
Antes de la Agonía
Un día una niña de 5 años entro en un templo por casualidad, dicho
templo era hermoso, gigantesco y brillaba por ser nuevo, eran los tiempos en los
que se construían grandes monumentos como las pirámides, vio a un hombre
decidido a tomar de una copa inmortal, y ante los ojos de la niña se suicido, la
copa se había llenado, el inocente había sido llamado, la desgracia había llegado,
dicha niña encontrada pero no alcanzada, se acercaba el momento, tomaba de la
copa inmortal y toda un historia se iba a escribir, el inocente había sido marcado,
el que tenía que ser feliz su destino ha cambiado, la agonía a empezado.