UNIVERSIDAD FERMÍN TORO VICE – RECTORADO ACADÉMICO
DECANATO DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO
Slideshare Tema 9. Formación personalidad y estructuración
personalidad criminal, Proposición de Jean Pinatel
“Si todos los pobres cometieran delitos por su condición de miseria, sería un
caos. "
Francis Desiree Gonzalez Revete
Araure, 2015
Slideshare Tema 9. Formación personalidad y estructuración
personalidad criminal, Proposición de Jean Pinatel
Formación de la personalidad
Para comenzar, voy a delimitar hacia la comprensión del proceso del
desarrollo y proceso de desencadenamiento del delito, los rasgos característicos del
antisocial en su etapa delincuencial, y es que con diversa terminología, los autores
enfrentan el proceso criminogénico individual distinguiendo:
a) la formación de la personalidad del delincuente, con la cual éste enfrenta la
posible comisión de un delito;
b) el proceso mediante el cual el sujeto, concretamente, llega a la comisión de
un acto criminal.
Siguiendo estas corrientes y en especial de Jean Pinatel, ya el TSJ, la Sala,
ha manifestado que ese temperamento agresivo “atributo de la personalidad en
orden a la criminología clínica” se estudia desde la personalidad antisocial y desde
la perspectiva psicoanalítica y conductual (Jean Pinatel Tratado de Criminología
Factores del Delito. La Víctima: Agresividad y personalidad, Págs. 492 ss., 705-706.
Eds Biblioteca UCV, Caracas 1984) se estudia desde varias facetas científicas y de
las cuales teorías difieren y otras ahondan más en el tema, hay que conocer los
factores y procesos se relacionados o vinculados estrechamente, toda vez que los
primeros inciden en dos etapas vitales del sujeto: la de formación de su
personalidad y la de enfrentamiento de ésta con la posible comisión de un
determinado delito.
En todo estudio Criminológico del delito, debido a que el individuo se adapta al
medio social a través de su conducta y la intencionalidad de la misma constituye un
todo organizado que se dirige a un fin, se parte de la base del análisis en función de
la personalidad y de su contexto social.
Por ejemplo, también desde la Criminodinámica, del desarrollo de una
personalidad vulnerable, en el que se concentrará el presente estudio; y en el
proceso del desencadenamiento del delito, como un todo, sin duda se relacionará
con la teoría, que contribuye a explicar o a comprender un determinado hallazgo.
…la etiología de la criminalidad es un conocimiento total para poder realizar el tratamiento y tomar las medidas preventivas de la delincuencia, esta etiología se considera a través del estudio, examen y tratamiento de la personalidad del delincuente, un concepto operacional,
un instrumento clínico, que permite conocer el grado de peligrosidad y evaluar los efectos del tratamiento. (Pinatel, 1984)
Una conducta agresiva, es la propia expresión de la psicopatología particular del delincuente, de su alteración física, emocional y social, en donde el delincuente proyecta sus conflictos a través del delito.
El delito es una conducta concreta y simbólica, donde uno de los elementos más importantes para el Criminólogo es precisamente su análisis como factor simbólico, en donde el delito se muestra como un síntoma, es decir una forma de exponerse al exterior como una defensa emocional del sujeto, como medio para no caer en disgregación de la personalidad.
La conducta delictiva posee una finalidad, que es indudablemente la de liberar tensiones, en donde dicha conducta es siempre la respuesta al estímulo configurado por la situación total, como defensa, en el sentido de que protege al organismo de la desorganización.
Estructuración de la personalidad criminal
Por años se han investigado las diversas variables conductuales que
identifican al delincuente, pero en la revisión de todo el material se identifica una
que es el temperamento, entendido como el conjunto de propiedades morfológicas y
bioquímicas transmitidas al individuo por la herencia, también ha de calificar la
graduación de los estímulos: una determinada ofensa motivará reacciones
diferentes de un asténico y de un hipertiroideo
Por lo que el carácter o “tipo conductual”, proveniente de la plastificación del
temperamento por el medio, puede conducir a una forma “habitual” de respuesta o
bien suponer desequilibrios en los núcleos energéticos de las tendencias, en una
forma “atípica” de comportamiento.
Se conocen los siguientes tipos de personalidades:
-Personalidad social
Es la que se adapta a las normas más comunes de convivencia y desarrollo,
no destruye a la sociedad. La mayoría de las conductas son así, las que buscan
llevar a cabo relaciones de interacción.
-Personalidad desviada
Dentro de este tipo de personalidad se pueden encontrar diversas conductas,
entre algunas de ellas son las que carecen de contenido social, no tiene relación
con las normas de convivencia, se aísla; por ejemplo, el que no convive con su
familia, no tiene amigos, etc. Esto es contrario a lo que los seres humanos deben
aprender a vivir juntos en una forma de unión. Es la no aceptación de los valores
adoptados por la colectividad, pero es importante señalar que aunque a veces no se
acepten las normas hay quienes las respetan.
-Personalidad antisocial
Conlleva a deducir que los factores de personalidad (agresividad,
impulsividad, submisividad, emotividad, mayores o menores) en donde, por cierto,
han de influir en la apreciación del estímulo y de sus posibles respuestas ante el
delincuente.
Reflexiona en profundidad la personalidad, que es inseparable no solamente
del organismo sino de la sociedad, por ello la importancia del estudio de ésta para la
Criminología.
Los componentes de la personalidad criminal están integrados según
PINATEL sobre cuatro variables;
• La Agresividad.
• La Labilidad.
• La Indiferencia Afectiva.
• El Egocentrismo del Delincuente.
La personalidad antisocial, a saber:
Las características están dadas por la permanente hostilidad y los juicios que hace están en función de esa hostilidad;
· Es una persona con una marcada inestabilidad en todas sus conductas que proyecta una personalidad con una grave conflictiva que se traduce especialmente en la relación interpersonal agresiva y autodestructiva;
-· El antisocial presenta dificultades en el pensamiento, en especial en relación a un pensamiento lógico debido a que se mueve en un plano bastante inmaduro e infantil;
-· El juicio está en desconexión con la realidad y esto posibilita las fantasías y ansiedades persecutorias.
-· La comunicación es inestable y predomina un contenido verbal sádico e infantil, tiende a una manipulación y burla de las personas. El lenguaje por lo general es autoritario; y
-· En la afectividad, el sentimiento de culpa está muy disminuido, con escasa capacidad para experimentar emociones. Frente a los demás, el antisocial parece frío, rígido, pero es una protección a sus sentimientos infantiles. Existen fuertes sentimientos internos de inferioridad, de ahí la necesidad del comportamiento agresivo.
La Agresividad.
El psicólogo Roberto Tocaven ex presidente de la prestigiada Sociedad Mexicana de Criminología, expone lo siguiente “la agresión constituye una fuerza básica inherente al hombre y necesaria para su supervivencia, es una característica normal del hombre con valores positivos y negativos”. Donde se pueden distinguir dos tipos de agresividad:
1. La Positiva. Cuando comprende la autoafirmación y dominación necesaria para
realizar un objetivo social aceptable. 2. La Negativa. Cuando toma la forma de hostilidad y se expresa de manera
incompatible con las pautas de conducta aceptadas. Los sujetos antisociales tienden a ser irritables y agresivos, y pueden tener peleas
físicas repetidas o cometer actos de agresión a cualquier persona, desarrollando las siguientes cualidades particulares;
• Impulsividad. • Baja tolerancia a la frustración. • Positiva. Empuje, creatividad. • Negativa. Destruye el entorno. • Por su modo de manifestación, puede ser: explosiva, intermitente y continuada. • Puede ser verbal o física. Según Mendoza Beivide nos indica que: “la humanidad a través del tiempo siempre
ha tenido expresiones de violencia; sin embargo, en la actualidad se han transformado sus diferentes manifestaciones, por ello debemos enseñar a nuestros jóvenes a afrontarla, tratarla, combatirla y en un contexto ideal, a evitarla, tarea que no resulta fácil por la diversidad de factores sociales, económicos, políticos y familiares que nos llevan a la violencia y a sus diferentes manifestaciones”.
La Labilidad.
Lábil es aquello que se resbala o se escurre con facilidad. Una persona lábil es poco estable, poco firme en su carácter. Indica su modo que consiste en ser inestable respecto a las emociones y a su cambio de pareja, de trabajo, de lugar, etc.
En el sujeto antisocial, no tiene temor a la pena, ven el castigo como lejano, no logran adaptarse a las normas sociales en lo que respecta al comportamiento legal, se puede poner de manifiesto un patrón de impulsividad mediante la incapacidad para planificar el futuro. Las decisiones se toman sin pensar, sin prevenir nada y sin tener en cuenta las consecuencias para uno mismo o para los demás, lo que puede ocasionar cambios repentinos de trabajo, de lugar de residencia o de amistades. Pueden involucrarse en comportamientos sexuales o consumo de sustancias que tengan un alto riesgo de producir consecuencias perjudiciales, descuidar el cuidado de un niño de forma que puede poner en riesgo o peligro.
El antisocial también tiende a ser continua y extremadamente irresponsables. El comportamiento irresponsable en el trabajo puede indicarse por períodos significativos de desempleo aun teniendo oportunidades de trabajar, tienen pocos remordimientos por las consecuencias de sus actos. Pueden ser indiferentes o dar justificaciones por haber ofendido, maltratado o robado a alguien, tiene las siguientes cualidades;
• Caprichoso y voluble. • Desordenado, impuntual, vive el momento. • De la falta de voluntad a la impulsividad. • Ambivalencia ante la figura de autoridad. • Bajo planteamiento de metas. • Miedo al rechazo social.
La Indiferencia Afectiva.
Indiferencia afectiva es la ausencia de sentimiento, consiste en la distorsión de expresión de las emociones. También es llamada como aplanamiento afectivo, falta de emotividad o inhibición de los afectos, los sujetos antisociales, habitualmente carecen de empatía y tienden a ser insensibles e indiferentes y pueden ser excesivamente autosuficientes, ser irresponsables y explotadores en sus relaciones sexuales y tener una historia de muchos acompañantes sexuales y no haber tenido nunca una relación monógama duradera.
El estudiante no debe confundirse y darse cuenta que ese egocentrismo lo hace incapaz de sentir por los demás y esa labilidad provoca indiferencia hacia determinadas cosas. La mayoría de los trastornos afectan en las mismas esferas de actividades o sentimientos del individuo, no hay que apegarse a un patrón fijo, porque la Criminología no es exacta al igual que no lo es la Psicología ni la Psiquiatría. En general, los trastornos de la personalidad afectan la cognición (formas de percibir e interpretarse a uno mismo, a los demás y a los acontecimientos), la afectividad (la intensidad, labilidad y adecuación de la respuesta emocional), la actividad interpersonal y control de los impulsos. Siendo el patrón de comportamiento antisocial uno de los más problemáticos de todos (dentro de los trastornos de la personalidad), podrá tener características de otros trastornos; por ejemplo, la desconfianza y suspicacia del paranoide; el aislamiento e indiferencia del esquizoide; el cambio de parejas frecuentemente así como el dependiente, el egocentrismo y la falta de empatía del narcisista o del histriónico, entre otros. Sus cualidades son: • Carencia de contactos afectivos con el entorno. -• Falta de emotividad.
• Embotamiento afectivo. -• Falta de amor al prójimo. • Pobreza afectiva. - • Insensible al sufrimiento de la víctima. • El sufrimiento ajeno lo estimula (sadismo). -• Deficiencia para establecer
relaciones. - • Introversión. -• Inmadurez emocional.
El Egocentrismo del Delincuente.
Egocentrismo es el sobre valor exagerado de la propia personalidad, considerada como el centro de atención de todo momento y situación. El sujeto está preocupado por él y comúnmente indiferente hacia los demás. El egocentrismo se presenta de tres maneras:
- Egocentrismo Intelectual. En el que se exageran los propios pensamientos e ideas, de forma que no se aceptan las ideas de otras personas. Intenta imponer a los demás.
- Egocentrismo Afectivo. Es en el que se intenta depositar la atención, el cariño y el
cuidado de los que rodean al sujeto; si no lo logra, se muestra disgustado y celoso. - Egocentrismo Social. En éste se busca ser el centro de atención, tener el papel de
estrella y de víctima, el que tiene la autoridad, el líder. Los sujetos antisociales frecuentemente carecen de empatía y tienden a ser insensibles, desvergonzados y a menospreciar los sentimientos, derechos y penas de los demás. Pueden tener un concepto de sí mismos vanidoso y orgulloso (pensar que ciertas cosas no están a su altura) y pueden ser excesivamente tercos e independientes.
Jean Pinatel PRECURSOR al denominar de psicópatas. Es quien en vez de
emplear la palabra psicópata empleó la calificación de MANIA SIN DELIRIO, con
esta calificación quería designar a aquellas personas que mostraban actitudes
agresivas, eran personas aparente normales pero expuestos a determinadas
circunstancias actuaban con ataques de ira y no tenían sentimiento de culpa.
A la postre se les denomino como persona de MORAL INSANA, designando
con este término a aquellos individuos cuya moral estaba muy depravada,
perturbada y además carecían de posibilidades de control.
Proposición de Jean Pinatel
De modo que, esta calidad neuro-fisiológica de “aumentador” o “reductor” que
dará origen a diferentes respuestas ante un mismo estímulo según se perciba, por el
sujeto, la intensidad de determinada circunstancia.
Las experiencias anteriores, en especial las conexas a situaciones similares,
han de gravitar, indudablemente, en el “peso” que se asigne a ciertos estímulos y en
el matiz de las respuestas. Pondérense, a este respecto, la conducta habitual del
matón de barrio o, en una prisión, la del “choro” o “pesado” que ve amenazado su
“cartel”.
Según JEAN PINATEL, en su búsqueda de un criterio diferencial del
delincuente, la doctrina criminológica ha producido las tres hipótesis siguientes:
No Especificidad del Delincuente:
Diferenciación Específica: Diferenciación Cuantitativa. (Postura Intermedia):
1. El delincuente es un hombre como todos los demás, es decir, la conducta criminal no difiere en lo sustancial estructuralmente, de otros comportamientos, la diferencia está en que una se mueve dentro de la ley y otra en su margen.
2. El delincuente difiere específicamente del que no lo es, es decir, la conducta criminal es fundamentalmente distinta de otros comportamientos, en consecuencia, su etiología ha de ser distinta.
3. No hay diferencia especifica ni cualitativa, únicamente existen diferencias de grado, en los varios aspectos que componen una personalidad, biológico, psicológico, psiquiátrico, sociológico, etc. Estas diferencias no solo existen entre delincuentes y no delincuentes, sino entre los delincuentes mismos, según sus diversos tipos.
Estados Peligrosos
En el aspecto criminológico, al traer a colación otras fuentes como las de
Rojas y otros (2011), destacan los escritos de Pinatel respecto a la personalidad del
delincuente han tenido amplia resonancia (y empieza a tenerla también la
personalidad de la víctima, del juez, del policía y del penalista, entre otros.).
Así, denominan que alcanza importancia notable tanto en el campo preventivo,
(peligrosidad y rehabilitación social), como en el campo judicial y penitenciario, y la
existencia y la actuación del perito criminológico, se acogen cuatro rasgos
principales de la personalidad del delincuente, según la teoría formulada por Jean
Pinatel, y desarrollada por sus continuadores: Egocentrismo, Labilidad Emocional,
Agresividad e Indiferencia Afectiva.
Desde el ámbito psicológico, ya Pinatel habla primero de temibilidad (hoy
denominada capacidad criminal), a la cual definió como la perversidad constante y
activa de un delincuente o la cantidad de mal que puede tenerse del mismo, es decir
la tensión interna delictiva, la potencia delincuencial de un sujeto, lo que es capaz
de dar de sí su personalidad concreta en el campo delictivo, concepto que
posteriormente se complementa con el de adaptabilidad social, dejando así
señalados el concepto criminológico de estado peligroso y sus componentes.
El estado peligroso tiene dos componentes:
Por otra parte, tomando en consideración si el sujeto aún no ha cometido un delito o si ya lo ha cometido; se distingue entre:
- La capacidad criminal o potencial delictivo individual que depende de la personalidad del sujeto.
- La adaptabilidad social o idoneidad del delincuente para la vida social.
a) Estado peligroso predelictual, (peligrosidad social), que es aquel que se pone de manifiesto antes de una primera infracción, cuya probabilidad es de difícil apreciación.
b) Estado peligroso postdelictual (peligrosidad criminal), que es aquel que se pone de manifiesto antes de una primera infracción, y cuyo índice es la reincidencia.
De todo lo expuesto se concluye que el estado peligroso es el concepto básico
de la criminalidad clínica.
Esta teoría encuentra también dificultades en amplios sectores, según opina el
criminólogo de Münster, que esta teoría tropieza con dificultades y limitaciones
frente a las diversidades y variedades de la Criminología.
En el Manual de Criminología. Introducción y teorías de la criminalidad, de
Antonio García-Pablos, trata de las explicaciones psicológicas y psicopatológicas
del comportamiento criminal (pág. 380), se puede leer: "La teoría de la personalidad
criminal” no aborda los problemas de la “intervención” o "tratamiento" del hombre
delincuente, ni los relativos a la "prevención" del crimen, sin embargo, García-
Pablos cita varias veces a Pinatel; lo cual patentiza que aprecia notablemente su
aportación científica.
Al final del libro, al exponer los problemas y las tendencias de la Criminología
en la actualidad (pp. 682 s.), resalta la progresiva menor incidencia del examen de
la personalidad del delincuente, ya que, en puridad, no es el delincuente sino la
sociedad la necesitada de resocialización (p. 688).
También subraya las posturas de aquellos que, partidarios de la psicología de
la forma, se oponen tanto al conductismo como al factorialismo, pues entiende que
el delito (p. 446) es algo complejo, organizado, una estructura total, y no una simple
respuesta a un estímulo, ni un conjunto cuya esencia pueda captarse
descomponiendo por vía analítica sus rasgos o sus factores.
Predisposiciones agresivas
-Todo comportamiento desaprobado se puede manifestar también en formas objetivamente idénticas que son, sin embargo, aprobadas o recibidas con indiferencia.
-Los comportamientos se dirigen hacia un determinado objetivo, para alcanzar el cual pueden escogerse conductas objetivamente idénticas, aunque sean aprobadas, otras desaprobadas y otras indiferentes.
-No hay mas diferencia entre criminales y no criminales que la condena.
-El delito es un componente funcional del sistema social.
-El delito es un comportamiento, definido en el espacio y en el tiempo, realizado por una persona, a veces en relación a otra
-Todo ello sirve para seleccionar, de entre un número mayor de individuos, algunas personas con comportamientos idénticos, objetiva y simbólicamente individualizados.
-El comportamiento criminal es general, pero la incidencia diferencia se las condenas se debe en parte al azar y en parte a procesos sociales que dividen la sociedad en clases criminales y clases no criminales, a las primeras corresponden las clases pobres y sometidas.
-El sistema judicial como institución tiene como objetivo crear crímenes. Una vez puesto en marcha, desarrolla una dialéctica propia y se ve a veces comprometido con sus mismos mecanismos, debiendo en ocasiones responder a las solicitaciones sociales de que persiga y castigue toda clase de criminales.
Violencia y su sustrato psicológico
Análisis estructural de la sociedad y sus mecanismos de manipulación
Instituciones de control total
Para Denis Chapman el estereotipo del delincuente se aleja en parte de los lineamientos tradicionales de la sociología de la conducta desviada, aunque pertenece a ella como una de sus perspectivas al dedicarse a hacer un análisis estructural de la sociedad y sus mecanismos de manipulación y señalamiento. Pertenece sin duda alguna a la criminología de la reacción social y es el mejor intento de desmitificación de las categorías delincuenciales que ha sido hecho fuera del contexto de la epistemología marxista aplicada a la criminología.
Se introduce dentro de un panorama conceptual de crítica de las instituciones llamadas cerradas o instituciones de control total (manicomios, cárceles, hospitales, asilos).
Criminología Clínica
la interdisciplina - diagnosticar, pronosticar
La criminología clínica se basa en el método clínico y en la interdisciplina para conocer al individuo que cometió el delito y a la víctima.
Se le denomina Criminología Clínica porque proviene del griego CLINE: Lecho, cama.
El medico clínico tiene como labor la de observar, diagnosticar, pronosticar al paciente en la cama. Estos son los grandes objetivos de la criminología clínica.
Nociones, corrientes. Teorías de Kepler.
El control social es impulsor de una nueva Criminología más dinámica e
interreaccionista. Este nuevo enfoque es muy controvertido, ya que hay incluso
quienes la rechazan, se ven obligados a admitir que no se puede estudiar ya la
Criminología prescindiendo de la reacción social.
Amnesia psicógena o disociativa: Incapacidad para recordar información personal importante en ausencia de causa orgánica, sobre lo que aconteció antes o después de un suceso perturbador o ante acontecimientos precipitantes o inaceptables para el sujeto. Es importante no confundirlo con un intento de ocultar información en una entrevista o interrogatorio policial a alguna persona implicada en un suceso grave (violaciones, homicidios, atracos violentos, etc.).
Trastorno de identidad disociativo: Comúnmente llamado personalidad múltiple, constituye el único trastorno de personalidad específico diagnosticado como trastorno mental. Se caracteriza por la existencia en una misma persona de distintas personalidades muy distintas entre sí, una de las cuales adquiere prominencia en un momento determinado tapando totalmente a las otras. Constituye una de las excusas preferidas de los delincuentes violentos para justificar sus crímenes, especialmente homicidas y asesinos en serie.
Fuga psicógena o disociativa: Similar a la anterior, añade desplazamiento de lugar (viajes repentinos e inesperados) y cambio de identidad total o parcial. Durante esta <<nueva vida>> se pueden cometer actos delictivos y violentos. Trastornos de despersonalización: Son trastornos sensoperceptivos, en los que la persona se siente como un observador externo fuera del propio cuerpo, como en un sueño. Sin embargo, es importante conocer que en estos casos el sentido de la realidad permanece intacto.
Estados de trance y posesión: Suelen aparecer en el contexto de ceremonias parapsicológicas o religiosas de tipo esotérico, o por sugestión intensa fuera de este contexto. El sujeto cae en un estado crepuscular limitativo de su conciencia, en el cual puede llegar a cometer graves delitos. Estos trastornos, en ocasiones utilizados por delincuentes para justificar su crímenes, deben ser adecuadamente valorados por los especialistas en su contexto forense. Aunque estos trastornos son poco común, por la población general son trastornos muy conocidos, debido a que es un tema al cual la literatura y las películas recurren constantemente debido a lo interesante que suele ser la naturaleza del problema. Existen muchas películas que nos plantean este problema como: En nombre de Caín, Las tres caras de Eva, El club de la lucha, Identidad, A través del espejo.
Entonces, dese que Kepler argumenta sus enfoques, surge el control social
como el estudio de los mecanismos a través de los cuales la sociedad despliega su
supremacía sobre los individuos, consiguiendo que estos acaten sus normas de
carácter penal.
Psicoanálisis de Sigmund Freud
Las teorías y la práctica del Psicoanálisis fueron desarrolladas por el médico
austriaco Sigmund Freud, posteriormente otros autores continuaron con los
estudios. Sus trabajos sobre la estructura y el funcionamiento de la mente humana
tuvieron un gran alcance, desde lo científico hasta lo filosófico, incluso en lo
artístico; ya que FREUD aparece no sólo en libros académicos sino que es
representado en caricaturas y películas.
Esta técnica del tratamiento psicoanalítico hace pensar al principio más bien
en Criminología y Criminalística que en Medicina. En todo enfermo mental, según
FREUD, la unidad de la personalidad ha sido fragmentada, no se sabe cuándo ni
cómo, y la primera medida que hay que tomar es informarse lo más exactamente
posible de los hechos que la han causado, el lugar, el tiempo, la forma de este
acontecimiento interior olvidado o rechazado, deben ser reconstruidos por la
memoria psíquica todo lo más exactamente posible por medio del tratamiento
clínico.
Conclusiones
En el examen de esta Etiología Criminal cabe diferenciar dos niveles de
análisis. Uno se refiere a un hecho nomotético, la criminalidad, esto es el conjunto
de individuos que cometen delitos. El otro, de carácter ideográfico, nos remite al
estudio de cada delito en particular.
Para la explicación o comprensión de ambos fenómenos es útil la
consideración de un paradigma etiológico que, en nuestra opinión, debe ser
integrativo, esto es debe incluir, con algún sistema, los diversos y variados
elementos que conduzcan, con mayor o menor peso, a la realización de las
conductas delictivas.
En un sentido real, el delincuente es una víctima también, es una persona que
ha tenido una vida familiar y social destructiva, carente de equilibrio y estabilidad
emocional, ha fracasado en la vida. El criminal en terapia, se negará a cooperar,
pondrá toda su energía para colocarse en contra de su “súper yo” que de por sí es
débil.