Semana del 30 de Jun al 6 de Julio 2014
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cl cap. 9 párrs. 8-20
“Poderoso [...] en palabra”
8. Tras recibir la unción, ¿para qué se facultó a
Jesús, y cómo utilizó su poder?
[ 8 ] [Textos] Por lo que sabemos, Jesús no realizó
milagros mientras se criaba en Nazaret. Sin embargo, la
situación cambió al bautizarse, en el año 29 E.C.,
cuando tenía unos 30 años (Lucas 3:21-23). Nos dice la
Biblia: ―Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue
por la tierra haciendo [el] bien y sanando a todos los que
eran oprimidos por el Diablo‖ (Hechos 10:38).
¿No indica la fórmula ―haciendo [el] bien‖ que Cristo dio
buen uso a su poder? Tras recibir la unción, ―vino a ser
profeta poderoso en obra y en palabra‖ (Lucas 24:19).
9-11. a) ¿Dónde solía enseñar Jesús, y qué reto
afrontaba? b) ¿Por qué quedaban atónitas las
multitudes ante la manera de enseñar de Jesús?
[ 9 ] [Textos] ¿En qué sentido fue Jesús poderoso en
palabra? Pues bien, muchas veces enseñó al aire libre:
a orillas de un lago y en las laderas de las colinas, así
como en calles y mercados (Marcos 6:53-56; Lucas 5:1-
3; 13:26). Quienes lo escuchaban tenían la opción de
marcharse sin más si no captaba su interés. Dado que
no existía la imprenta, los buenos oyentes debían grabar
sus palabras en la mente y el corazón. Por todo ello, la
enseñanza de Cristo tenía que ser fascinante, muy
entendible y fácil de recordar. Pero esto no suponía
ninguna dificultad para él, como vemos por ejemplo en
el Sermón del Monte.
[ 10 ] [Textos] En la primera parte del año 31 E.C., una
multitud se congregó cierta mañana en una ladera
próxima al mar de Galilea. Algunos procedían de Judea
y Jerusalén, a 100 ó 110 kilómetros de distancia; otros,
del norte, de la franja costera de Tiro y Sidón. Muchos
enfermos se acercaron a Jesús para tocarlo, y él los
sanó a todos. Cuando ya no quedaba nadie aquejado de
dolencias graves, se puso a enseñar (Lucas 6:17-19).
Al concluir el discurso, todos estaban asombrados de lo
que habían escuchado. ¿Por qué?
[ 11 ] [Textos] Años más tarde, uno de los oyentes del
sermón escribió: ―Las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar; porque les enseñaba como persona que tiene autoridad‖ (Mateo 7:28, 29). Jesús discursaba con una autoridad que podían percibir. Hablaba como representante de Jehová y respaldaba su instrucción en la Palabra divina (Juan 7:16). Sus afirmaciones eran claras, su exhortación persuasiva y su argumentación irrefutable. Lo que decía llegaba al fondo de los asuntos, así como al corazón de su público. Les enseñó a hallar la felicidad, a orar, a buscar el Reino de Dios y a colocar un sólido fundamento para el futuro (Mateo 5:3–7:27). Su mensaje despertó el corazón de quienes tenían hambre de verdad y justicia, al grado de que estuvieron dispuestos a ‗repudiarse‘ a sí mismos y abandonarlo todo por seguirlo (Mateo 16:24; Lucas 5:10, 11). ¡Qué testimonio de la fuerza de las palabras de Cristo!
“Poderoso en obra”
12, 13. ¿En qué sentido era Jesús “poderoso en
obra”, y qué diversidad manifestaron sus milagros?
[ 12 ] [Textos] Jesús también era ―poderoso en obra‖
(Lucas 24:19). Los Evangelios refieren más de treinta
milagros específicos que realizó, siempre por ―el poder
de Jehová‖ (Lucas 5:17). Tales prodigios beneficiaron a
miles de personas. En tan solo dos de ellos —la
alimentación de 5.000 hombres y más tarde, de 4.000,
―además de mujeres y niñitos‖—, hubo multitudes que
tal vez totalizaran unas veinte mil almas (Mateo 14:13-
21; 15:32-38).
[ 13 ] [Textos] Los milagros de Jesús fueron muy
diversos. Tenía autoridad sobre los demonios y los
expulsaba sin dificultad (Lucas 9:37-43). También
controlaba los elementos, lo que le permitió convertir el
agua en vino (Juan 2:1-11). Para asombro de sus
discípulos, caminó sobre un agitado mar de Galilea
(Juan 6:18, 19). También dominaba las enfermedades,
pues curó órganos afectados, males crónicos y
dolencias potencialmente mortales (Marcos 3:1-5; Juan
4:46-54). Realizó tales curaciones de distintas maneras.
A ciertos enfermos los sanó a distancia, pero a otros los
tocó directamente (Mateo 8:2, 3, 5-13). A algunos les
devolvió la salud en el acto, y a otros, de forma gradual
(Marcos 8:22-25; Lucas 8:43, 44).
14. ¿En qué circunstancias demostró Jesús que podía revertir los efectos de la muerte?
[ 14 ] [Textos] Jesús tenía la asombrosa capacidad de
revertir los efectos de la muerte. La Biblia consigna tres resurrecciones que efectuó: devolvió a unos padres su hija de 12 años; a una madre viuda, su hijo único, y a dos hermanas, su amado hermano (Lucas 7:11-15; 8:49-56; Juan 11:38-44). No hubo circunstancia que le fuera imposible superar. En el caso de la niña de 12 años, la levantó del lecho de muerte poco después de fallecer. Al hijo de la viuda lo resucitó de su féretro al parecer el mismo día de su defunción. Y a Lázaro lo levantó de la tumba al cabo de cuatro días.
Usa el poder con altruismo, responsabilidad y consideración
15, 16. ¿Qué indica que Jesús usaba su poder con
altruismo?
[ 15 ] [Textos] ¿Nos imaginamos cuántos abusos
podría cometer un gobernante imperfecto con el poder
de Jesús? Pero él no tenía pecado (1 Pedro 2:22).
Rehusó contaminarse con el egoísmo, la ambición y la
codicia que impulsan a los hombres imperfectos a
valerse de su autoridad para hacer daño.
[ 16 ] [Textos] Cristo nunca empleó su poder de forma
interesada. Cuando tuvo hambre, no quiso convertir las
piedras en panes en provecho propio (Mateo 4:1-4). Sus
escasos bienes materiales muestran que no utilizó su
poder con fines materialistas (Mateo 8:20). Hay otras
indicaciones de que realizaba obras prodigiosas con
altruismo. Los milagros representaban un sacrificio para
él, ya que al sanar a los enfermos salía fuerza de su
persona. Y él era consciente de esta pérdida, aunque se
tratara de una sola curación (Marcos 5:25-34).
No obstante, permitía que las multitudes lo tocaran y
fuesen sanadas (Lucas 6:19). ¡Qué abnegación!
17. ¿Cómo demostró Jesús que empleaba su poder
de forma responsable?
[ 17 ] [Textos] Jesús fue responsable en el uso de su
poder. Nunca realizó portentos con el fin de impresionar
o dar un espectáculo vano (Mateo 4:5-7). Se negó a
ejecutar señales solo para satisfacer la curiosidad
malsana de Herodes (Lucas 23:8, 9). En vez de ir
pregonando su poder, en muchas ocasiones mandó a
los sanados que no contaran a nadie lo ocurrido
(Marcos 5:43; 7:36). No quería que la gente sacara
conclusiones acerca de su persona basándose en
informes sensacionalistas (Mateo 12:15-19).
18-20. a) ¿Qué influía en el uso que hacía Jesús de
su poder? b) ¿Qué opina sobre cómo curó Jesús a
cierto sordo?
[ 18 ] [Textos] El poderoso Jesús no se asemejaba en
nada a los gobernantes despóticos que no reparan en
las necesidades y sufrimientos ajenos. Él se preocupaba
por la gente, y se conmovía tanto al ver su aflicción, que
no podía menos que intervenir para remediarla (Mateo
14:14). Le interesaban profundamente sus sentimientos
y necesidades, y lo demostraba por la forma de usar su
poder, como vemos en el enternecedor ejemplo de
Marcos 7:31-37.
[ 19 ] [Textos] En aquella ocasión, grandes multitudes
hallaron a Jesús y le llevaron muchos enfermos, a
quienes curó en todos los casos (Mateo 15:29, 30). Sin
embargo, centró su atención en uno de ellos, un sordo
que apenas era capaz de hablar y en el que tal vez
percibiera especial nerviosismo o turbación. Tuvo la
delicadeza de llevarlo aparte, lejos del gentío, a un lugar
privado, donde le explicó con señas lo que iba a hacerle:
―Puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de
escupir, le tocó la lengua‖ (Marcos
7:33). A continuación, miró al cielo y lanzó un suspiro
suplicante, indicando así que la curación se debería al
poder de Dios. Finalmente, le dijo: ―Sé abierto‖ (Marcos
7:34). Con eso, el hombre recuperó la audición y
consiguió hablar con normalidad.
[ 20 ] [Textos] Resulta conmovedor pensar que, hasta
cuando sanaba a los afligidos con el poder que le había
dado Dios, Jesús tenía muy en cuenta los sentimientos
de ellos. ¿No nos reconforta saber que Jehová ha
puesto el Reino mesiánico en manos de un Gobernante
tan compasivo y considerado?
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[P.S] Levítico 14, 15, 16 | Puntos sobresalientes
Repaso de la Escuela Teocrática.
1. ¿Por qué es tan importante seguir el
principio de Éxodo 23:2 al decidir cómo
entretenernos? (Éxodo 23:2) No debes seguir tras la muchedumbre para fines malos; y no debes testificar en cuanto a una controversia para desviarte con la muchedumbre a fin de pervertir la justicia.
[5 de mayo, wll 15/7 págs. 10, 11 párrs. 3-7]
Puede ser muy difícil aguantar la presión para
"seguir tras la muchedumbre", sobre todo si se
trata de la recreación. En vez de permitir que otras personas con conciencia permisiva influyan en nuestras decisiones, debemos utilizar nuestras "facultades perceptivas" para tomar decisiones prudentes que complazcan a Jehová y que nos dejen con la conciencia limpia
(Heb. 5:14).
2. ¿Cuánta importancia tenía el mandamiento
de que los sacerdotes se lavaran antes de
ofrecer sacrificios a Jehová? ¿Por qué eso
es un serio recordatorio para los siervos de
Dios hoy en día? (Éx. 30:18-21)
(Éxodo 30:18-21) ―Tienes que hacer una fuente de cobre y su base de cobre para el lavado, y tienes que ponerla entre la tienda de reunión y el altar y poner agua en ella.
19 Y Aarón y sus
hijos tienen que lavarse las manos y los pies allí. 20
Cuando entren en la tienda de reunión se lavarán con agua para que no mueran, o cuando se acerquen al altar para ministrar, a fin de hacer humear una ofrenda hecha por fuego a Jehová.
21 Y tienen que lavarse las manos y los
pies para que no mueran, y esto tiene que servirles de disposición reglamentaria hasta tiempo indefinido, a él y a su prole durante todas sus generaciones‖.
[19 de mayo, w96 1/7 pág. 9 párr. 9] Los sacerdotes tenían que lavarse las manos y los pies antes de ofrecer sacrificios en el altar que estaba situado en el patio, si no lo hacían,
sufrían la pena de muerte. Este requisito de limpieza es un enérgico recordatorio a los siervos de Dios hoy de que deben procurar al máximo mantener la pureza física, moral, mental y espiritual si desean que Dios acepte la adoración que le rinden (2 Coro 7:1).
3. ¿Por qué no se castigó a Aarón por haber
hecho el becerro de oro? (Éx. 32:1-8, 25-35)
[19 de mayo, w0415/3 pág. 27 párr. 4]
En su corazón, Aarón no estaba de acuerdo con la adoración idolátrica. Posteriormente se unió a sus compañeros levitas al ponerse a favor de Dios y en contra de os que se opusieron a Moisés. Después que se destruyó a los culpables, Moisés recordó a los sraelitas que ellos habían cometido un grave pecado, lo que indica que otros además de Aarón recibieron la misericordia de Jehová.
4. ¿Qué relación hay entre la ley divina que
prohibía a los israelitas casarse con
residentes forasteros y el enfoque cristiano
sobre el noviazgo y el matrimonio? (Éx. 34:
12-16)
(Éxodo 34:12-16) Cuídate para que no celebres un pacto con los habitantes de la tierra a la cual vas, por temor de que resulte ser un lazo en medio de ti. 13
Pero los altares de ellos ustedes los han de demoler, y sus columnas sagradas las han de hacer añicos, y sus postes sagrados los han de cortar. 14
Pues no debes postrarte ante otro dios, porque Jehová, cuyo nombre es Celoso, él es un Dios celoso;
15 por temor de que celebres un pacto con
los habitantes de la tierra, puesto que ellos
ciertamente tendrán ayuntamiento inmoral con sus dioses y harán sacrificios a sus dioses, y alguien de seguro te invitará, y ciertamente comerás parte de su sacrificio.
16 Entonces tendrás que tomar algunas
de sus hijas para tus hijos, y sus hijas de seguro tendrán ayuntamiento inmoral con sus dioses y harán que tus hijos tengan ayuntamiento inmoral con los dioses de ellas.
[26 de mayo, w89 1/11 págs. 20, 21 párrs. 11-
13]
Tal como sucedía en el caso de los israelitas, es posible que la persona incrédula aparte al cónyuge cristiano de servir a Jehová. Si le sucedió a un hombre tan sabio como Salomón, ¿no deberíamos tener cuidado los cristianos genuinos? Aun si el creyente no se aparta de la adoración verdadera, siempre hay problemas y presiones que surgen en los hogares divididos por razones religiosas.
5. ¿Por qué nos anima de manera especial el
caso de Bezalel y Oholiab? (Éx. 35:30-35)
(Éxodo 35:30-35) Entonces Moisés dijo a los hijos de Israel: ―Miren, Jehová ha llamado por nombre a Bezalel hijo de Urí hijo de Hur, de la tribu de Judá.
31 Y procedió a llenarlo del espíritu
de Dios en sabiduría, en entendimiento y en conocimiento y en habilidad para toda clase de artesanía
32 y para diseñar medios útiles, para
trabajar en oro y plata y cobre, 33
y en trabajo de piedras para engastarlas y en trabajo de madera para hacer ingeniosos productos de toda clase. 34
Y ha puesto en su corazón que él debe enseñar, él y Oholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan.
35 Los ha llenado de sabiduría de
corazón para hacer toda obra de artífice y de bordador y de tejedor en hilo azul y lana teñida de púrpura rojiza, en fibra escarlata carmesí y lino fino, y de obrero de telar, hombres que hacen toda clase de obra y que diseñan medios útiles.
[26 de mayo, wl0 15/9 pág. 10 párr. 13]
El espíritu de Dios facultó a Bezalel y Oholiab para que ejecutaran los detallados planos del tabernáculo. Si nos sentimos incapaces de
aceptarcierta posición de servicio o participar en el
ministerio, debemos pedirle a Jehová que nos conceda su espíritu, el cual potenciará nuestras
habilidades (Luc. 11:13). Él capacita a sus siervos para que cumplan con cualquier labor o asignación,
independientemente de su experiencia y sus circunstancias.
6. ¿Cómo servía de recordatorio "la santa
señal de dedicación" que llevaba el sumo
sacerdote en el turbante? ¿Qué nos enseña
esa señal con respecto a la dedicación? (Éx.
39:30) (Éxodo 39:30) Finalmente hicieron la lámina resplandeciente, la santa señal de dedicación, de oro puro, e inscribieron sobre ella una inscripción con los grabados de un sello: ―La santidad pertenece a Jehová‖.
[2 de jun., wOllj2 pág. 14 párrs. 2, 3]
"La santa señal de dedicación" recordaba al sumo sacerdote que debia evitar todo lo que profanara el santuario, "porque la señal de la dedicación, el aceite de la unción de su Dios, [estaba] sobre él"
(Lev. 21:12). De este relato aprendemos que la
dedicación es importante, pues requiere que nos presentemos de manera voluntaria para servir a Dios y tener una conciencia limpía. Los cristianos dedicados tenemos la enorme responsabilidad de cumplir con nuestra dedicación y de ser fieles hasta el fin.
7. ¿Qué obligación tenemos todos los
cristianos con relación a informar una falta
grave cometida por otro cristiano? (Lev.
5:1) (Levítico 5:1) ‖‘Ahora bien, en caso de que peque un alma por cuanto ha oído maldecir en público y es testigo, o lo ha visto o ha llegado a saber de ello, si no lo informa, entonces tiene que responder por su error.
[9 de jun., w97 15/8 pág. 27]
La Ley que Jehová dio a la nación de Israel
decía que si una persona era testigo de acciones apóstatas, sedición, asesinato u otros delitos graves, tenía el deber de informarlo y testificar sobre lo que sabia. Si no lo hacía, era
como si tuviera parte de la culpa por el pecado. Los principíos que servían de base para esa ley
muestran que si un cristiano tiene razones
válidas para creer que se ha cometido un mal grave, tiene la obligación de informar el asunto a los ancianos.
8. ¿Qué propósito sobresaliente tenían los
sacrificios de comunión en los tiempos de la
antigua nación de Israel? ¿Qué simbolizan
en nuestros días? (Lev. 7:31-33) (Levítico 7:31-33) Y el sacerdote tiene que hacer humear la grasa sobre el altar, pero el pecho tiene que llegar a ser de Aarón y de sus hijos.
32 ‖‘Y ustedes darán como porción sagrada
al sacerdote la pierna derecha de sus sacrificios de comunión.
33 De aquel de los hijos de Aarón
que presente la sangre de los sacrificios de comunión y la grasa, de él llegará a ser la pierna derecha como porción.
[16 de jun., w12 15/1 pág. 19 párrs. 11, 12]
Lo único que se pretendía con estos sacrificios era gozar de una buena relación con Dios. Era
como si el adorador, su familia, los sacerdotes y
Jehová celebraran un banquete juntos y en paz
(Lev. 3:1, nota). En la actualidad, quienes le sacrifican a Dios de buena gana sus energías y recursos disfrutan de una estrecha amistad con él.
9. ¿Qué puede haber implicado el pecado de
Nadab y Abihú, los hijos de Aarón? ¿Qué
lecciones aprendemos de ese relato? (Lev.
10: 1, 2, 9)
(Levítico 10:1, 2) Más tarde Nadab y Abihú, los hijos de Aarón, tomaron y llevaron cada uno su braserillo y pusieron en ellos fuego y sobre él colocaron incienso, y empezaron a ofrecer delante de Jehová fuego ilegítimo, que él no les había prescrito.
2 Con esto salió un fuego
de delante de Jehová y los consumió, de modo que murieron ante Jehová.
(Levítico 10:9) ―No bebas vino ni licor embriagante, tú ni tus hijos contigo, cuando entren en la tienda de reunión, para que no mueran. Es estatuto hasta tiempo indefinido para sus generaciones,
[23 de jun., w04 15/5 pág. 22 párrs. 6-8]
Los dos hijos de Aarón tal vez estaban bajo los efectos del alcohol durante la ocasión aquí mencionada. Sin embargo, la razón por la que murieron fue porque ofrecieron "fuego ilegíUmo, que [Jehová] no les había prescrito". Hoy día, los siervos de Jehová tenemos que cumplir con los requisitos divinos, sin tomarnos libertades indebidas al encargarnos de nuestras obligaciones teocráticas. Además, nadie debe
realizar deberes que le haya dado Dios si está bajo los efectos del alcohol.
10. ¿Por qué se volvía "inmunda" la mujer
como resultado del parto? (Lev. 12:2, 5)
(Levítico 12:2) ―Habla a los hijos de Israel, y di: ‗En caso de que una mujer conciba descendencia y en efecto dé a luz un varón, tiene que ser inmunda siete días; como en los días de la impureza cuando está menstruando será inmunda.
(Levítico 12:5) ‖‘Ahora bien, si da a luz una niña, entonces tiene que ser inmunda catorce días, como durante su menstruación. Por sesenta y seis días más se quedará con la sangre de purificación.
[23 de jun., w04 15/5 pág. 23 párr. 2]
En vista de los efectos heredados del pecado, lo que se transmite es vida imperfecta y pecaminosa. Los periodos temporales de
'inmundicia' relacionados con el parto recordaban esta herencia pecaminosa (Sal.
51:5; Rom. 5:12). Las disposiciones reglamentarias de purificación ayudaban a los israelitas a comprender la necesidad de un sacrificio redentor para cubrir el pecado de la humanidad y devolverle la perfección. Por eso, la Ley llegó a ser su "tutor que [los condujo] a Cristo" (Gál. 3:24).
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Cántico 58
10 min. “Atendamos el interés de inmediato.”
Discurso. Al final, presente una breve
demostración basada en la presentación de la
página 8 sobre cómo iniciar estudios bíblicos el
primer sábado de julio.
Atendamos el interés de
inmediato
Desde que se rediseñó nuestro sitio de Internet, la
cantidad de cursos bíblicos que se solicitan en línea
ha aumentado notablemente. Los nuevos programas
de predicación pública también han contribuido a
ello. La sucursal atiende las solicitudes cuanto antes.
Si se reciben por jw. org, la sucursal suele tardar solo
dos días en notificar a los ancianos de la congregación
correspondiente. Pero nos han llegado informes de
que a veces pasan semanas hasta que un Testigo
contacta con quien ha pedido un curso bíblico. ¿Cómo
asegurarnos de que esas personas reciban ayuda
antes de que pierdan el interés? (Mar. 4:14, 15.)
Si alguien que no vive en el territorio de su
congregación se interesa en el mensaje, rellene de
inmediato el formulario Sírvase visitar (S-43) y
déselo al secretario a más tardar en la siguiente
reunión. Luego, en menos de dos días, él entregará la
información a la congregación que corresponda o la
pasará a la sucursal utilizando la pestaña
Congregación del sitio jw. org. Además, los ancianos
deben acceder al sitio de Internet con frecuencia. Si
se les avisa de que alguien desea que lo visite un
Testigo, deben atenderlo con rapidez. Y el publicador
que vaya a visitar a la persona debe darle prioridad.
Si no la encuentra en casa, puede dejarle una nota con
sus datos de contacto.
20 min. El estudio personal nos hace mejores
ministros. Análisis con el auditorio basado en el
libro Benefíciese, páginas 27 a 32. Entreviste a un
publicador que se distinga por sus buenos hábitos
de estudio.
El estudio recompensa
¿HA OBSERVADO alguna vez a la gente escogiendo fruta? La mayoría se fija en el color y el tamaño para determinar si está madura, y hay quien la huele, la palpa o hasta la aprieta. Otros la sopesan, colocando una pieza en cada mano para averiguar cuál es más jugosa. ¿En qué piensan estas personas? Reparan en los detalles, evalúan las diferencias, recuerdan anteriores selecciones y comparan lo que ven con lo que saben. Les aguarda una deliciosa recompensa por elegir con esmero.
Es evidente que las gratificaciones del estudio de la Palabra de Dios son mucho mayores. Cuando asignamos a esta actividad un lugar destacado en la vida, el amor y la fe que sentimos se fortalecen, nuestro ministerio se vuelve más productivo y las decisiones que tomamos reflejan más perspicacia y sabiduría piadosa.
Proverbios 3:15 señala al respecto: ―Todos tus otros deleites no pueden ser igualados a [estas recompensas]‖. ¿Disfruta usted de tales galardones? En buena medida dependerá de la forma en que estudie (Col. 1:9, 10).
¿Qué es el estudio? Es más que una simple lectura superficial; entraña emplear las facultades mentales en el examen cuidadoso o prolongado de cierto tema. Supone analizar lo que se lee, compararlo con lo que ya se sabe y tomar nota de las razones que apoyan lo que se afirma. Cuando estudie, reflexione en las ideas que le resulten nuevas y en cómo aplicar mejor la guía de las Escrituras. Además, como testigo de Jehová, pensará en ocasiones en las que ayudar al prójimo valiéndose de lo que ha aprendido. Obviamente, el estudio exige meditación.
La actitud adecuada
Cuando usted va a estudiar, dispone ante sí la Biblia, las publicaciones que piensa emplear, un lápiz o bolígrafo, y tal vez un cuaderno de notas. Sin embargo, ¿prepara su corazón? La Biblia nos dice que Esdras ―había preparado su corazón para consultar la ley de Jehová y para ponerla por obra y para enseñar en Israel disposiciones reglamentarias y justicia‖ (Esd. 7:10). ¿Qué está implicado en preparar el corazón?
La oración hace que abordemos el estudio de la Palabra de Dios con la actitud apropiada. Deseamos que el corazón, lo más recóndito de nuestro ser, absorba la educación que Jehová nos imparte. Antes de cada sesión pídale a Dios el respaldo de su espíritu (Luc. 11:13). Ruéguele que le conceda comprender el significado de lo que estudie, su vinculación con el propósito divino, su utilidad para distinguir el bien del mal, la forma en que debe aplicar Sus principios y el efecto que tiene la información en su relación con Él (Pro. 9:10). Al estudiar, ―siga pidiéndole a Dios‖ sabiduría (Sant. 1:5). Evalúese honradamente a la luz de lo aprendido y solicite la ayuda del Creador para erradicar las ideas erróneas o los malos deseos. Nunca olvide ‗responder a Jehová con acción de gracias‘ por todo lo que nos revela (Sal. 147:7). Si acompañamos el estudio con oración, se estrechará nuestra amistad con Jehová, pues nos sentiremos impulsados a obedecer lo que él nos dice en su Palabra (Sal. 145:18).
Tal receptividad diferencia a los siervos de Jehová de otros estudiantes. Quienes carecen de devoción piadosa son aficionados a cuestionar lo que está escrito, una actitud que nosotros no tenemos, pues confiamos en Jehová (Pro. 3:5-7). Si no entendemos algo, no caemos en la presunción de concluir que debe haber un error, sino que, al tiempo que esperamos en Dios, indagamos las respuestas (Miq. 7:7). Como Esdras, nuestro objetivo es practicar y enseñar lo que aprendemos, y con esta disposición de corazón obtenemos abundantes recompensas del estudio.
Cómo estudiar
En vez de empezar por el párrafo 1 y avanzar hasta el final, mire primero brevemente todo el artículo o
capítulo. Comience analizando de qué manera plantea el título el tema de estudio. Acto seguido, observe con atención la relación entre los subtítulos y dicho tema. Fíjese en las ilustraciones, tablas o recuadros de repaso que acompañan al texto. Entonces pregúntese: ―En vista de lo observado hasta ahora, ¿qué voy a aprender, y de qué me servirá?‖. Así dará orientación al estudio.
A continuación establezca las ideas fundamentales. En los artículos de estudio de La Atalaya, así como en algunos libros, aparecen preguntas a pie de página. Es provechoso señalar las respuestas al ir leyendo los párrafos. Incluso si no hay preguntas de ese tipo, puede marcar los puntos importantes que desee recordar. Si alguna idea es nueva para usted, dedíquele un poco más de tiempo para asegurarse de comprenderla bien. Esté pendiente de las ilustraciones o líneas argumentales que podría utilizar en el ministerio del campo o en algún discurso que tenga asignado. Piense en personas cuya fe se fortalecería si compartiera la información con ellas. Marque los puntos que se propone usar y repáselos al final del estudio.
Busque las citas bíblicas según vaya avanzando, y determine cómo se relacionan con la idea central del párrafo.
Es posible que haya aspectos que le cueste comprender o que le gustaría indagar con más detalle. En vez de entretenerse en ellos, anótelos para estudiarlos en otro momento. Con frecuencia se aclararán en párrafos posteriores, pero si no es así, quizá desee investigarlos más profundamente. ¿Qué podría anotar? Por ejemplo, un pasaje bíblico del que no entienda bien su significado o su relación con el tema. O tal vez le parezca que comprende cierta idea, pero no lo suficiente como para explicarla. En lugar de pasar por alto estos puntos, es prudente que los investigue una vez termine lo que haya empezado a estudiar.
El apóstol Pablo se detuvo en mitad de su detallada carta a los cristianos hebreos para decir: ―Este es el punto principal‖ (Heb. 8:1). ¿Hace usted de tanto en tanto una reflexión parecida mientras estudia? Considere las razones de Pablo. En los capítulos anteriores de su carta inspirada ya había mostrado que Cristo entró en el cielo mismo en calidad de gran Sumo Sacerdote de Dios (Heb. 4:14–5:10; 6:20). Sin embargo, al destacar y subrayar este punto principal al comienzo del capítulo 8, el apóstol preparó a sus lectores para reflexionar en cómo les incumbía. Señaló que Cristo se había presentado ante Dios para interceder por ellos, abriéndoles el camino de entrada a aquel ―lugar santo‖ (Heb. 9:24; 10:19-22). La certeza de su esperanza los motivaría a seguir los demás consejos que les escribió sobre la fe, el aguante y la conducta cristiana. De igual modo nosotros, si al estudiar nos concentramos en los puntos principales, captaremos el desarrollo del tema y grabaremos en la memoria las razones de peso por las que actuar en armonía con lo expuesto.
¿Lo impulsará su estudio a actuar? Esta es una cuestión clave. Cuando aprenda algo, pregúntese:
―¿Qué efecto debería tener esta información en mi actitud o mis metas? ¿Cómo la pondré en práctica a la hora de resolver un problema, tomar una decisión o perseguir un objetivo? ¿Cómo la utilizaré en mi vida familiar, en el ministerio del campo o en la congregación?‖. Reflexione con oración en estas preguntas y piense en situaciones reales en las que podría aplicar sus conocimientos.
Al final de un capítulo o artículo, dé un breve repaso y vea si recuerda los puntos principales y los argumentos que los apoyan, pues ello le ayudará a retener la información para usarla en el futuro.
Qué estudiar
Los siervos de Jehová tenemos mucho que estudiar, así que tal vez se pregunte por dónde empezar. Conviene que analicemos todos los días la cita bíblica y los comentarios del folleto Examinando las Escrituras diariamente. La preparación de nuestras reuniones semanales contribuirá a que las aprovechemos mejor. Hay quienes, sabiamente, han invertido algún tiempo en el estudio de publicaciones cristianas que se imprimieron antes de que aprendieran la verdad, y aun otros seleccionan varios versículos de su lectura semanal de la Biblia y los investigan más a fondo.
¿Y si las circunstancias no le permiten estudiar con detenimiento toda la información que se presentará en las reuniones semanales? No caiga en la trampa de prepararla apresuradamente tan solo por cumplir con ello, o peor aún, de no estudiarla en absoluto porque no le sea posible abarcarla en su totalidad. Más bien, determine cuánto puede estudiar y estúdielo bien. Hágalo todas las semanas, y con el tiempo procure incluir en su programa las demás reuniones.
“Tienes que edificar tu casa”
Jehová reconoce que el cabeza de familia ha de trabajar con afán para mantener a sus seres queridos. ―Prepara tu trabajo fuera —dice Proverbios 24:27—, y alístatelo en el campo.‖ Sin embargo, las necesidades espirituales no deben pasarse por alto. De ahí que el versículo agregue: ―Después también tienes que edificar tu casa‖. ¿Qué necesitará para seguir este consejo? Proverbios 24:3 responde: ―Con discernimiento resulta [una casa] firmemente establecida‖.
¿Cómo puede beneficiar a su familia el discernimiento? Esta cualidad es la facultad mental de ver más allá de lo obvio. Bien podría decirse que el estudio de familia productivo comienza con un estudio de la familia en sí. ¿Cuál es el progreso espiritual de sus integrantes? Al conversar con los miembros de su casa, escúchelos atentamente. ¿Percibe resentimiento o un espíritu de queja? ¿Son las metas materiales lo primordial? Cuando sale con sus hijos al ministerio del campo, ¿se sienten cómodos al presentarse como testigos de Jehová ante sus compañeros? ¿Disfrutan todos del programa familiar de lectura y estudio de la Biblia? ¿Realmente hacen del camino de Jehová su modo de vida? Si usted, el cabeza de familia, es observador, determinará la manera de implantar y
edificar virtudes cristianas en cada uno de sus seres queridos.
Busque artículos de las revistas La Atalaya y ¡Despertad! que traten necesidades concretas y comunique de antemano a los suyos qué información van a analizar, a fin de que piensen en ella. Mantenga un ambiente de amor durante el estudio y, sin reprender ni avergonzar a nadie, subraye el valor de lo que aprenden aplicándolo a las necesidades particulares de su familia. Haga que todos participen y ayúdelos a ver que la Palabra de Jehová es ―perfecta‖, pues proporciona lo que de verdad se precisa en la vida (Sal. 19:7).
Coseche los beneficios
Las personas observadoras pero carentes de espiritualidad quizá examinen el universo, los acontecimientos mundiales, e incluso a sí mismas, sin entender el verdadero significado de lo que ven. Por otra parte, quienes estudian asiduamente la Palabra de Dios pueden, con la ayuda del espíritu santo, percibir en estas cosas la mano del Creador, el cumplimiento de las profecías bíblicas y el desenvolvimiento del propósito divino de bendecir a la humanidad obediente (Mar. 13:4-29; Rom. 1:20; Rev. 12:12).
Este extraordinario hecho, sin embargo, no debería volvernos orgullosos. Más bien, el examen diario de la Palabra de Dios nos infunde humildad (Deu. 17:18-20). También nos fortalece para resistir ―el poder engañoso del pecado‖, pues si amamos de corazón la Biblia, será menos probable que sucumbamos a la tentación (Heb. 2:1; 3:13; Col. 3:5-10). De este modo, ‗andaremos de una manera digna de Jehová a fin de que le agrademos plenamente mientras seguimos llevando fruto en toda buena obra‘ (Col. 1:10). Tal es nuestro objetivo al estudiar la Palabra de Dios, y alcanzarlo constituye la mayor de las recompensas.
[Recuadro de la página 27] PARA OBTENER EL MÁXIMO PROVECHO
• Prepare el corazón
• Haga un breve examen preliminar
• Establezca las ideas fundamentales
• Piense en cómo las citas bíblicas justifican las afirmaciones que se hacen
• Repase los puntos principales
• Reflexione en la influencia que debería tener en su vida lo que estudia
• Busque ocasiones en las que utilizar lo aprendido para ayudar al prójimo
[Recuadro de la página 28] EN EL EXAMEN PRELIMINAR
• Analice el tema que plantea el título
• Piense en la relación de cada subtítulo con el tema
• Examine las ilustraciones, tablas o recuadros de repaso
Cántico 69 y oración
Cántico 69 [Atalaya] [Inicio]
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¿Agradecemos que Jehová nos vigile?
“Los ojos de Jehová están en todo lugar, vigilando
a los malos y a los buenos.” (PROV. 15:3)
Cántico 120
PUNTOS PARA RECORDAR * ¿Por qué nos observa Jehová? * ¿De qué maneras nos avisa, corrige y guía Jehová? * ¿Por qué permite Jehová algunas situaciones difíciles?
1, 2. ¿Qué diferencia hay entre las cámaras de
vigilancia y los ojos de Jehová?
[ 1 ] [Textos] EN MUCHOS países se usan cámaras de
vigilancia para controlar el tránsito y grabar posibles
accidentes. Cuando un conductor se da a la fuga
después de atropellar a alguien, esas imágenes
ayudan a la policía a encontrarlo y arrestarlo. Con
estos ojos electrónicos en cada esquina, es más difícil
que la gente se salga con la suya.
[ 2 ] [Textos] Ahora bien, ¿se parecen en algo esas
cámaras de vigilancia a los ojos de nuestro amoroso
Padre, Jehová? La Biblia dice que sus ojos están “en
todo lugar” (Prov. 15:3). ¿Significa eso que él vigila
constantemente todo lo que hacemos? ¿Nos observa
tan solo para hacer cumplir sus leyes y castigarnos al
menor error? (Jer. 16:17; Heb. 4:13.) ¡Claro que no!
Jehová nos observa principalmente porque nos ama y
se interesa por nuestro bienestar (1 Ped. 3:12).
3. ¿De qué cinco maneras demuestra Jehová que
nos quiere?
[ 3 ] [Textos] ¿Cómo sabemos que Jehová nos vigila
porque nos quiere? Veamos cinco maneras en que lo
demuestra: 1) nos avisa antes de que hagamos algo
malo, 2) nos corrige cuando nos equivocamos, 3) nos
guía con principios bíblicos, 4) nos ayuda cuando nos
enfrentamos a pruebas y 5) nos recompensa cuando
hacemos lo correcto.
NOS AVISA
4. ¿Con qué objetivo avisó Jehová a Caín antes de
que este pecara?
[ 4 ] [Textos] Primero, veamos cómo Dios nos avisa
cuando ve que estamos por dar un paso en falso (1
Crón. 28:9). Para entender este aspecto de la
vigilancia divina, fijémonos en el caso de Caín, quien
“se enardeció de gran cólera” cuando Jehová lo
desaprobó (lea Génesis 4:3-7). ¿Qué hizo Jehová? Lo
animó “a hacer lo bueno”. Le advirtió que si no lo
hacía terminaría pecando. Era como si el pecado
estuviera escondido “a la entrada”, esperando para
atraparlo. Entonces le preguntó: “¿Lograrás el
dominio sobre él?”. Jehová quería que Caín hiciera
caso de la advertencia y recuperara su aprobación.
Así podría seguir disfrutando de una buena relación
con su Creador.
5. ¿De qué maneras nos avisa Jehová cuando
observa en nosotros una mala inclinación?
[ 5 ] [Textos] ¿Qué hay de nosotros hoy? Los ojos de
Jehová ven lo que hay en nuestro corazón; no
podemos ocultarle nada. Él sabe lo que somos por
dentro, nuestros motivos e inclinaciones. Nos ama y
quiere que hagamos lo correcto, pero no nos obliga.
Por eso, si ve que nos estamos desviando, nos avisa
mediante su Palabra. ¿De qué maneras? Podemos
“oír” sus advertencias cuando leemos a diario la
Biblia, cuando leemos las publicaciones cristianas y
también cuando vamos a las reuniones. ¿Alguna vez
ha escuchado o leído algo justo cuando más lo
necesitaba? ¿Le ayudó esa información a superar
algún problema que solo Jehová podía conocer?
6, 7. a) ¿Por qué puede decirse que Jehová se
preocupa individualmente por nosotros aunque
sus advertencias se dirigen a millones de
personas? b) ¿Qué debemos hacer para
beneficiarnos de la atención personalizada que
nos da Jehová?
[ 6 ] [Textos] Todas estas advertencias son una clara
prueba de que Jehová vigila con amor y atención a
cada uno de sus siervos. Es cierto que la Biblia ha
existido desde hace muchas generaciones, que
nuestras publicaciones se producen para millones de
personas y que los consejos que se dan en las
reuniones van dirigidos a toda la congregación. Sin
embargo, en cada caso, Jehová nos pide a nosotros
individualmente que prestemos atención a las
advertencias de su Palabra para que podamos
corregir nuestras tendencias. Eso demuestra que se
preocupa por cada uno de nosotros.
Nuestra conciencia educada por la Biblia nos
ayuda a evitar los peligros que nos rodean (Vea
los párrafos 6 y 7)
[ 7 ] [Textos] Para beneficiarnos de las advertencias
de Jehová, primero tenemos que comprender que en
verdad le importamos. Después debemos hacer caso
de lo que nos pide en su Palabra y esforzarnos por
rechazar cualquier pensamiento que pueda
desagradarle (lea Isaías 55:6, 7). Si somos obedientes,
nos ahorraremos muchos sufrimientos. Pero
pongamos por caso que ya hemos cometido un error.
¿Qué ayuda nos ofrece nuestro cariñoso Padre
entonces?
NOS CORRIGE
8, 9. ¿Cómo demuestran los consejos que
recibimos de otros cristianos que Jehová se
preocupa por nosotros? Ponga un ejemplo.
[ 8 ] [Textos] Podemos darnos cuenta de lo mucho
que Jehová se preocupa por nosotros especialmente
cuando nos corrige (lea Hebreos 12:5, 6). Está claro
que a nadie le gusta que lo corrijan (Heb. 12:11). Pero
pensemos en el interés que la persona que nos
corrige o aconseja demuestra tener en nosotros.
¿Cuáles son sus motivos? No busca herir nuestros
sentimientos. Al contrario, ha visto que nuestra
relación con Jehová está en peligro y se preocupa
sinceramente. Por eso se toma el tiempo y el trabajo
de mostrarnos con la Biblia cómo volver al buen
camino. Pues bien, ese consejo es un reflejo del
interés que Jehová siente por nosotros. Y es que él es
la Fuente de esa corrección.
[ 9 ] [Textos] Veamos un ejemplo de que los consejos
que recibimos de otros pueden reflejar el interés de
Jehová. Antes de conocer la verdad, un hermano solía
ver pornografía. Aunque superó el hábito, la
inclinación seguía latente en su interior, como las
brasas que deja atrás un fuego. Cierto día compró un
celular nuevo y aquel fuego volvió a prenderse (Sant.
1:14, 15). Con el teléfono accedía a sitios
pornográficos de Internet. En una ocasión, mientras
participaba en la predicación telefónica, le prestó el
celular a un anciano de la congregación para que
buscara unas direcciones. De pronto, en la pantalla
aparecieron páginas de contenido inmoral. Fue bueno
que aquello pasara, pues el anciano aprovechó la
oportunidad para corregir al hermano, quien gracias
a eso logró vencer su problema. ¡Cuánto agradecemos
que Jehová esté pendiente de nosotros, vea nuestros
pecados ocultos y nos corrija antes de que vayamos
demasiado lejos!
NOS GUÍA CON PRINCIPIOS BÍBLICOS
10, 11. a) ¿Cómo nos dejamos guiar por Jehová?
b) ¿Cómo comprobó una familia que aplicar los
principios bíblicos siempre es lo más sabio?
[ 10 ] [Textos] El salmista le cantó a Jehová: “Con tu
consejo me guiarás” (Sal. 73:24). Siempre que
necesitemos guía, podemos “[tomar] en cuenta” lo
que piensa Jehová acudiendo a su Palabra. Aplicar los
principios bíblicos no solo nos fortalece
espiritualmente, sino que también nos ayuda a cubrir
nuestras necesidades materiales (Prov. 3:6).
[ 11 ] [Textos] Para muestra, basta un botón. Un
hermano campesino y su esposa vivían con su
numerosa familia en una región montañosa de
Masbate (Filipinas). Ambos eran precursores
regulares. De un día para otro, el dueño de la finca
que alquilaban les dijo que tenían que marcharse.
¿Por qué? Alguien los había acusado de falta de
honradez. Aunque al hermano le preocupaba no
saber adónde iría con su familia, dijo: “Jehová
proveerá. Pase lo que pase, él siempre nos cuida”. Y
así sucedió. Unos días después, el propietario les
informó de que podían quedarse. ¿Qué lo había hecho
cambiar de opinión? Había observado la reacción
pacífica y respetuosa de la familia ante las
acusaciones. Estaba tan impresionado que hasta les
dio más tierras para cultivar (lea 1 Pedro 2:12). Como
vemos, Jehová nos guía con los principios de su
Palabra para que podamos afrontar las dificultades
de la vida.
NOS AYUDA A AGUANTAR LAS PRUEBAS
12, 13. ¿En qué circunstancias podríamos
preguntarnos si Jehová realmente está pendiente
de lo que nos pasa?
[ 12 ] [Textos] A veces, sin embargo, las pruebas
pueden prolongarse. Quizás llevemos tiempo
luchando con una enfermedad, aguantando la
oposición de la familia o incluso sufriendo
persecución. ¿Y qué hay si tenemos algún choque de
personalidades con alguien en la congregación?
[ 13 ] [Textos] Supongamos que un hermano le hace
un comentario que le parece poco considerado.
Quizás usted piense: “¡Esto no debería pasar en la
organización de Dios!”. Para colmo, entonces el
hermano recibe más responsabilidades en la
congregación, y usted ve que otros lo tienen en alta
estima. Perplejo, se pregunta: “¿Cómo es posible?
¿Acaso Jehová no ve lo que está ocurriendo? ¿Es que
no va a hacer nada?” (Sal. 13:1, 2; Hab. 1:2, 3).
14. ¿Qué razón pudiera tener Jehová para no
intervenir en determinadas situaciones?
[ 14 ] [Textos] Jehová ve más allá, y puede tener
razones de peso para no intervenir en determinadas
situaciones. Por ejemplo, cuando se nos llama la
atención, quizás nos ofendamos y no nos demos
cuenta de que estamos más equivocados de lo que
creemos. Pero Jehová ve que realmente necesitamos
ser corregidos. Karl Klein, quien fue miembro del
Cuerpo Gobernante, contó en su biografía que en una
ocasión el hermano Rutherford tuvo que reprenderlo
con severidad. Poco después, Rutherford le dirigió un
amable “¡Qué tal, Karl!”, pero él apenas le devolvió el
saludo. Al ver que estaba resentido, Rutherford le
advirtió que tuviera cuidado de no caer presa del
Diablo. El hermano Klein escribió más tarde: “Cuando
guardamos rencor a un hermano, especialmente por
decir algo que tiene el derecho de decir en
cumplimiento de sus deberes, nos exponemos a las
trampas del Diablo”. *
Nota: La historia de la vida de Karl Klein se
publicó en La Atalaya del 1 de marzo de 1985.
15. ¿Por qué no debemos impacientarnos cuando
pasamos por situaciones difíciles?
[ 15 ] [Textos] Es natural impacientarse cuando una
situación difícil parece no tener fin. ¿Qué puede
ayudarle a aguantar? Imagínese que va conduciendo
por una autopista y queda atrapado en un atasco. No
sabe cuánto tendrá que esperar hasta que el tráfico
vuelva a fluir. Si se impacienta y busca otra ruta,
quizás acabe perdiéndose y tardando aún más en
llegar a su destino. Muchas veces es mejor tener
paciencia y no desviarse. De manera parecida, si se
queda en el camino que le indica la Palabra de Dios, él
le ayudará a aguantar y llegar a la meta.
16. ¿Qué otra razón pudiera tener Jehová para
permitir algunas situaciones?
[ 16 ] [Textos] Jehová tal vez permita algunas
situaciones para educarnos y pulirnos (lea 1 Pedro
5:6-10). Pero recordemos que él jamás causa las
pruebas (Sant. 1:13). Nuestro “adversario, el Diablo”,
tiene la culpa de la mayoría de los problemas. Ahora
bien, Dios puede valerse de una situación difícil para
ayudarnos a crecer espiritualmente. Él ve nuestro
sufrimiento y, como nos quiere, solo permitirá que
continúe “por un poco de tiempo”. ¿Agradece usted
que Jehová lo vigile amorosamente en tiempos de
dificultad? ¿Confía en que le dará una salida? (2 Cor.
4:7-9.)
NOS RECOMPENSA CON SU APROBACIÓN
17. ¿A quiénes busca Jehová, y para qué?
[ 17 ] [Textos] Por último, Jehová observa a los seres
humanos por una razón muy reconfortante: quiere
recompensar a quienes lo aman sinceramente. El
profeta Hananí le declaró al rey Asá: “Sus ojos están
discurriendo por toda la tierra para mostrar su fuerza
a favor de aquellos cuyo corazón es completo para
con él” (2 Crón. 16:9). Claro, el corazón de Asá no
resultó completo a los ojos de Jehová. Pero en
nuestro caso, si nos esforzamos por hacer lo correcto,
Dios mostrará “su fuerza a [nuestro] favor”, es decir,
nos protegerá y nos recompensará.
18. ¿Qué es importante que recordemos de
Jehová cuando nos parece que nadie se fija en las
cosas buenas que hacemos? (Vea la ilustración
del principio.)
[ 18 ] [Textos] Para mostrarles su favor, Jehová
quiere que sus siervos “busquen lo que es bueno, [...]
amen lo que es bueno” y también “[hagan] lo que es
bueno” (Amós 5:14, 15; 1 Ped. 3:11, 12). Él observa a
los justos y los bendice (Sal. 34:15). Pensemos, por
ejemplo, en cómo trató a las parteras hebreas Sifrá y
Puá. Cuando los israelitas eran esclavos en Egipto, el
faraón ordenó matar a todos los varones hebreos al
nacer, pero aquellas mujeres temieron más a Dios
que a él y, obedeciendo a su conciencia, les salvaron
la vida a los bebés. Jehová se fijó en lo que hicieron y
las recompensó con hijos propios (Éx. 1:15-17, 20,
21). Aunque algunas veces pensemos que nadie se fija
en las cosas buenas que hacemos, recordemos que a
Jehová no se le escapa nada y que él premiará
nuestras buenas obras (Mat. 6:4, 6; 1 Tim. 5:25; Heb.
6:10).
19. ¿Cómo comprobó una hermana de origen
húngaro que Jehová está muy al tanto de nuestras
buenas obras?
[ 19 ] [Textos] Una hermana que vive en Austria
comprobó de primera mano que Jehová está muy al
tanto de nuestras buenas obras. Como ella era de
origen húngaro, le dieron la dirección de una persona
que hablaba húngaro para que fuera a predicarle.
Enseguida fue a visitarla, pero no encontró a nadie en
casa. Volvió una vez tras otra y dejó publicaciones,
cartas, su número de teléfono... En ocasiones tenía la
sensación de que había alguien dentro, aunque nadie
contestaba. Después de un año y medio, la puerta por
fin se abrió. Una señora muy amable la invitó a pasar
y le dijo: “He leído todo lo que me ha dejado, y la
estaba esperando”. La mujer había estado recibiendo
un tratamiento de quimioterapia y por eso no se
había sentido con suficientes fuerzas para atender
visitas. Sin embargo, ahora aceptó un estudio bíblico.
Es evidente que Jehová recompensó a nuestra
hermana por no darse por vencida.
20. ¿Cómo nos sentimos por saber que Jehová nos
vigila?
[ 20 ] [Textos] Jehová ve todo lo que hacemos. Pero
nunca debemos sentir que sus ojos son como frías
cámaras de vigilancia que buscan detectar y grabar
nuestras faltas. Al contrario, él nos observa porque se
preocupa por cada uno de nosotros y quiere
recompensarnos por las cosas buenas que hacemos.
¿Verdad que saber esto nos acerca más a nuestro
cariñoso Padre?
Textos del Libro
Párrafo 8
(Lucas 3:21-23) Ahora bien, cuando todo el pueblo se bautizó, Jesús también fue bautizado y, mientras oraba, el cielo se abrió
22 y el espíritu santo bajó sobre él en
forma corporal como una paloma, y salió una voz del cielo: ―Tú eres mi Hijo, el amado; yo te he aprobado‖. 23
Además, Jesús mismo, cuando comenzó [su obra], era como de treinta años, siendo hijo, según se opinaba, de José, [hijo] de Helí,
(Hechos 10:38) a saber, Jesús que era de Nazaret, cómo Dios lo ungió con espíritu santo y poder, y fue por la tierra haciendo bien y sanando a todos los [que eran] oprimidos por el Diablo; porque Dios estaba con él.
(Lucas 24:19) Y él les dijo: ―¿Qué cosas?‖. Ellos le dijeron: ―Las cosas respecto a Jesús el Nazareno, que vino a ser profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
Párrafo 9
(Marcos 6:53-56) Y habiendo hecho la travesía, vinieron a Genesaret y anclaron cerca de allí.
54 Pero luego que
salieron de la barca, la gente lo reconoció, 55
y corrieron por toda aquella región y comenzaron a llevar en camillas a los que se hallaban mal, a donde oían que él estaba.
56 Y dondequiera que entraba en aldeas, o en
ciudades, o en región rural, ponían a los enfermos en las plazas de mercado, y le suplicaban que les dejara tocar siquiera el fleco de su prenda de vestir exterior. Y cuantos sí lo tocaban recobraban la salud.
(Lucas 5:1-3) En cierta ocasión, cuando la muchedumbre se agolpaba sobre él y escuchaba la palabra de Dios, él estaba de pie junto al lago de Genesaret.
2 Y vio dos barcas atracadas al borde del
lago, pero los pescadores habían salido de ellas y estaban lavando sus redes.
3 Subiendo a una de las
barcas, que era de Simón, le pidió que se apartara un poco de la tierra. Entonces se sentó, y desde la barca se puso a enseñar a las muchedumbres.
(Lucas 13:26) Entonces ustedes comenzarán a decir: ‗Comimos y bebimos delante de ti, y enseñaste en nuestros caminos anchos‘.
Párrafo 10
(Lucas 6:17-19) Y bajó con ellos y se apostó en un
lugar llano, y había una gran muchedumbre de sus
discípulos, y una gran multitud del pueblo de toda Judea
y de Jerusalén y del país marítimo de Tiro y Sidón, que
vinieron a oírle y a ser sanados de sus enfermedades. 18
Hasta aquellos a quienes perturbaban espíritus
inmundos eran curados. 19
Y toda la muchedumbre
procuraba tocarlo, porque de él salía poder y sanaba a
todos.
Párrafo 11
(Mateo 7:28, 29) Ahora bien, cuando Jesús terminó estos dichos, el efecto fue que las muchedumbres quedaron atónitas por su modo de enseñar;
29 porque
les enseñaba como persona que tiene autoridad, y no como sus escribas.
(Juan 7:16) Jesús, a su vez, les contestó y dijo: ―Lo que yo enseño no es mío, sino que pertenece al que me ha enviado.
(Mateo 5:3-7:27) ―Felices son los que tienen conciencia de su necesidad espiritual, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
4 ‖Felices son los que se lamentan,
puesto que ellos serán consolados. 5 ‖Felices son los de
genio apacible, puesto que ellos heredarán la tierra. 6 ‖Felices son los que tienen hambre y sed de justicia,
puesto que ellos serán saciados. 7 ‖Felices son los
misericordiosos, puesto que a ellos se les mostrará misericordia.
8 ‖Felices son los de corazón puro, puesto
que ellos verán a Dios. 9 ‖Felices son los pacíficos,
puesto que a ellos se les llamará ‗hijos de Dios‘. 10
‖Felices son los que han sido perseguidos por causa de la justicia, puesto que a ellos pertenece el reino de los cielos.
11 ‖Felices son ustedes cuando los vituperen y
los persigan y mentirosamente digan toda suerte de cosa inicua contra ustedes por mi causa.
12 Regocíjense
y salten de gozo, puesto que grande es su galardón en los cielos; porque de esa manera persiguieron a los profetas antes de ustedes.
13 ‖Ustedes son la sal de la
tierra; pero si la sal pierde su fuerza, ¿cómo se le restaurará su salinidad? Ya no sirve para nada, sino para echarla fuera para que los hombres la huellen. 14
‖Ustedes son la luz del mundo. No se puede esconder una ciudad cuando está situada sobre una montaña. 15
No se enciende una lámpara y se pone debajo de la cesta de medir, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en la casa.
16 Así mismo
resplandezca la luz de ustedes delante de los hombres, para que ellos vean sus obras excelentes y den gloria al Padre de ustedes que está en los cielos.
17 ‖No piensen
que vine a destruir la Ley o los Profetas. No vine a destruir, sino a cumplir;
18 porque en verdad les digo que
antes pasarían el cielo y la tierra que pasar de modo alguno una letra diminuta o una pizca de una letra de la Ley sin que sucedan todas las cosas.
19 Por eso,
cualquiera que quiebre uno de estos mandamientos más pequeños y enseñe así a la humanidad, será llamado ‗más pequeño‘ con relación al reino de los cielos. En cuanto a cualquiera que los haga y los enseñe, este será llamado ‗grande‘ con relación al reino de los cielos. 20
Porque les digo a ustedes que si su justicia no abunda más que la de los escribas y fariseos, de ningún modo entrarán en el reino de los cielos.
21 ‖Oyeron que se dijo
a los de la antigüedad: ‗No debes asesinar; pero quienquiera que cometa un asesinato será responsable al tribunal de justicia‘.
22 Sin embargo, yo les digo que
todo el que continúe airado con su hermano será responsable al tribunal de justicia; pero quienquiera que se dirija a su hermano con una palabra execrable de desdén será responsable al Tribunal Supremo; mientras que quienquiera que diga: ‗¡Despreciable necio!‘, estará expuesto al Gehena de fuego.
23 ‖Por eso, si estás
llevando tu dádiva al altar y allí te acuerdas de que tu
hermano tiene algo contra ti, 24
deja tu dádiva allí enfrente del altar, y vete; primero haz las paces con tu hermano, y luego, cuando hayas vuelto, ofrece tu dádiva.
25 ‖Ocúpate en arreglar prestamente los asuntos
con el que se queja contra ti en juicio, mientras estás con él en camino hacia allá, no sea que el querellante te entregue al juez, y el juez al servidor del tribunal, y seas echado en prisión.
26 Te digo en verdad: De seguro no
saldrás de allí hasta que hayas pagado la última moneda de ínfimo valor.
27 ‖Oyeron ustedes que se dijo:
‗No debes cometer adulterio‘. 28
Pero yo les digo que todo el que sigue mirando a una mujer a fin de tener una pasión por ella ya ha cometido adulterio con ella en su corazón.
29 Ahora bien, si ese ojo derecho tuyo te está
haciendo tropezar, arráncalo y échalo de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo sea arrojado en el Gehena. 30
También, si tu mano derecha te está haciendo tropezar, córtala y échala de ti. Porque más provechoso te es que uno de tus miembros se pierda y no que todo tu cuerpo vaya a parar al Gehena.
31 ‖Además se dijo:
‗Cualquiera que se divorcie de su esposa, déle un certificado de divorcio‘.
32 Sin embargo, yo les digo que
todo el que se divorcie de su esposa, a no ser por motivo de fornicación, la expone al adulterio, y cualquiera que se case con una divorciada comete adulterio.
33 ‖También oyeron ustedes que se dijo a los
de la antigüedad: ‗No debes jurar y no cumplir, sino que tienes que pagar tus votos a Jehová‘.
34 Sin embargo, yo
les digo: No juren de ninguna manera, ni por el cielo, porque es el trono de Dios;
35 ni por la tierra, porque es
el escabel de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey.
36 Ni por tu cabeza debes jurar,
porque no puedes volver blanco o negro un solo cabello. 37
Simplemente signifique su palabra Sí, Sí, su No, No; porque lo que excede de esto proviene del inicuo. 38
‖Oyeron ustedes que se dijo: ‗Ojo por ojo y diente por diente‘.
39 Sin embargo, yo les digo: No resistan al que
es inicuo; antes bien, al que te dé una bofetada en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
40 Y si alguna
persona quiere ir al tribunal contigo y hacerse dueño de tu prenda de vestir interior, deja que se lleve también tu prenda de vestir exterior;
41 y si alguien bajo autoridad te
obliga a una milla de servicio, ve con él dos millas. 42
Da al que te pida, y no le vuelvas la espalda al que quiera pedirte prestado [sin interés].
43 ‖Oyeron ustedes que se
dijo: ‗Tienes que amar a tu prójimo y odiar a tu enemigo‘. 44
Sin embargo, yo les digo: Continúen amando a sus enemigos y orando por los que los persiguen;
45 para
que demuestren ser hijos de su Padre que está en los cielos, ya que él hace salir su sol sobre inicuos y buenos y hace llover sobre justos e injustos.
46 Porque si aman a
los que los aman, ¿qué galardón tienen? ¿No hacen también la misma cosa los recaudadores de impuestos? 47
Y si saludan a sus hermanos solamente, ¿qué cosa extraordinaria hacen? ¿No hace la misma cosa también la gente de las naciones?
48 Ustedes, en efecto, tienen
que ser perfectos, como su Padre celestial es perfecto.
6 ‖Cuídense mucho para que no practiquen su justicia delante de los hombres a fin de ser observados por ellos; de otra manera no tendrán galardón ante su Padre que está en los cielos.
2 Por eso, cuando andes
haciendo dádivas de misericordia, no toques trompeta delante de ti, así como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las calles, para que los hombres los glorifiquen. Les digo en verdad: Ellos ya disfrutan de su galardón completo.
3 Mas tú, cuando hagas dádivas de
misericordia, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha,
4 para que tus dádivas de misericordia sean en
secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo pagará.
5 ‖También, cuando oren, no deben ser como
los hipócritas; porque a ellos les gusta orar de pie en las sinagogas y en las esquinas de los caminos anchos para ser vistos de los hombres. En verdad les digo: Ellos ya disfrutan de su galardón completo.
6 Tú, sin embargo,
cuando ores, entra en tu cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu Padre que está en lo secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo pagará. 7 Mas al orar, no digas las mismas cosas repetidas
veces, así como la gente de las naciones, porque ellos se imaginan que por su uso de muchas palabras se harán oír.
8 Pues bien, no se hagan semejantes a ellos,
porque Dios su Padre sabe qué cosas necesitan ustedes hasta antes que se las pidan.
9 ‖Ustedes, pues,
tienen que orar de esta manera: ‖‗Padre nuestro [que estás] en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga
tu reino. Efectúese tu voluntad, como en el cielo, también sobre la tierra.
11 Danos hoy nuestro pan para
este día; 12
y perdónanos nuestras deudas, como nosotros también hemos perdonado a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, sino líbranos
del inicuo‘. 14
‖Porque si perdonan a los hombres sus ofensas, su Padre celestial también los perdonará a ustedes;
15 mientras que si no perdonan a los hombres
sus ofensas, tampoco perdonará su Padre las ofensas de ustedes.
16 ‖Cuando ayunen, dejen de ponerse de
rostro triste como los hipócritas, porque ellos desfiguran su rostro para que a los hombres les parezca que ayunan. En verdad les digo: Ellos ya disfrutan de su galardón completo.
17 Mas tú, cuando ayunes, úntate la
cabeza [con aceite] y lávate el rostro, 18
para que no les parezca a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en lo secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo pagará.
19 ‖Dejen de acumular para sí
tesoros sobre la tierra, donde la polilla y el moho consumen, y donde ladrones entran por fuerza y hurtan. 20
Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni polilla ni moho consumen, y donde ladrones no entran por fuerza y hurtan.
21 Porque donde está tu tesoro, allí
también estará tu corazón. 22
‖La lámpara del cuerpo es el ojo. Por eso, si tu ojo es sencillo, todo tu cuerpo estará brillante;
23 pero si tu ojo es inicuo, todo tu cuerpo
estará oscuro. Si en realidad la luz que hay en ti es oscuridad, ¡cuán grande es esa oscuridad!
24 ‖Nadie
puede servir como esclavo a dos amos; porque u odiará al uno y amará al otro, o se apegará al uno y despreciará al otro. No pueden ustedes servir como esclavos a Dios y a las Riquezas.
25 ‖Por esto les digo:
Dejen de inquietarse respecto a su alma en cuanto a qué comerán o qué beberán, o respecto a su cuerpo en cuanto a qué se pondrán. ¿No significa más el alma que el alimento, y el cuerpo que la ropa?
26 Observen
atentamente las aves del cielo, porque ellas no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; no
obstante, su Padre celestial las alimenta. ¿No valen ustedes más que ellas?
27 ¿Quién de ustedes, por
medio de inquietarse, puede añadir un codo a la duración de su vida?
28 También, en cuanto al asunto de
ropa, ¿por qué se inquietan? Aprendan una lección de los lirios del campo, cómo crecen; no se afanan, ni hilan; 29
pero les digo que ni siquiera Salomón en toda su gloria se vistió como uno de estos.
30 Pues bien, si Dios
viste así a la vegetación del campo, que hoy está aquí y mañana se echa al horno, ¿no los vestirá a ustedes con mucha más razón, hombres de poca fe?
31 Por eso,
nunca se inquieten y digan: ‗¿Qué hemos de comer?‘, o ‗¿qué hemos de beber?‘, o ‗¿qué hemos de ponernos?‘. 32
Porque todas estas son las cosas en pos de las cuales las naciones van con empeño. Pues su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todas estas cosas. 33
‖Sigan, pues, buscando primero el reino y la justicia de [Dios], y todas estas [otras] cosas les serán añadidas.
34 Por lo tanto, nunca se inquieten acerca del
día siguiente, porque el día siguiente tendrá sus propias inquietudes. Suficiente para cada día es su propia maldad.
7 ‖Dejen de juzgar, para que no sean juzgados; 2 porque
con el juicio con que ustedes juzgan, serán juzgados; y con la medida con que miden, se les medirá.
3 Entonces,
¿por qué miras la paja [que hay] en el ojo de tu hermano, pero no tomas en cuenta la viga [que hay] en tu propio ojo?
4 O, ¿cómo puedes decir a tu hermano:
‗Permíteme extraer la paja de tu ojo‘; cuando ¡mira!, hay una viga en tu propio ojo?
5 ¡Hipócrita! Primero extrae la
viga de tu propio ojo, y entonces verás claramente cómo extraer la paja del ojo de tu hermano.
6 ‖No den lo santo
a los perros, ni tiren sus perlas delante de los cerdos, para que nunca las huellen bajo los pies, y, volviéndose, los despedacen a ustedes.
7 ‖Sigan pidiendo, y se les
dará; sigan buscando, y hallarán; sigan tocando, y se les abrirá.
8 Porque todo el que pide recibe, y todo el que
busca halla, y a todo el que toca se le abrirá. 9 De veras,
¿quién es el hombre entre ustedes a quien su hijo pide pan..., no le dará una piedra, ¿verdad?
10 O, quizás, le
pida un pescado..., no le dará una serpiente, ¿verdad? 11
Por lo tanto, si ustedes, aunque son inicuos, saben dar buenos regalos a sus hijos, ¡con cuánta más razón dará su Padre que está en los cielos cosas buenas a los que le piden!
12 ‖Por lo tanto, todas las cosas que
quieren que los hombres les hagan, también ustedes de igual manera tienen que hacérselas a ellos; esto, de hecho, es lo que significan la Ley y los Profetas. 13
‖Entren por la puerta angosta; porque ancho y espacioso es el camino que conduce a la destrucción, y muchos son los que entran por él;
14 mientras que
angosta es la puerta y estrecho el camino que conduce a la vida, y pocos son los que la hallan.
15 ‖Guárdense
de los falsos profetas que vienen a ustedes en ropa de oveja, pero por dentro son lobos voraces.
16 Por sus
frutos los reconocerán. Nunca se recogen uvas de espinos o higos de cardos, ¿verdad?
17 Así mismo, todo
árbol bueno produce fruto excelente, pero todo árbol podrido produce fruto inservible;
18 un árbol bueno no
puede dar fruto inservible, ni puede un árbol podrido producir fruto excelente.
19 Todo árbol que no produce
fruto excelente llega a ser cortado y echado al fuego.
20 Realmente, pues, por sus frutos reconocerán a
aquellos [hombres]. 21
‖No todo el que me dice: ‗Señor, Señor‘, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. 22
Muchos me dirán en aquel día: ‗Señor, Señor, ¿no profetizamos en tu nombre, y en tu nombre expulsamos demonios, y en tu nombre ejecutamos muchas obras poderosas?‘.
23 Y sin embargo, entonces les confesaré:
¡Nunca los conocí! Apártense de mí, obradores del desafuero.
24 ‖Por lo tanto, a todo el que oye estos
dichos míos y los hace se le asemejará a un varón discreto, que edificó su casa sobre la masa rocosa.
25 Y
descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa, pero no se hundió, porque había sido fundada sobre la masa rocosa.
26 Además, a todo el que oye
estos dichos míos y no los hace se le asemejará a un varón necio, que edificó su casa sobre la arena.
27 Y
descendió la lluvia y vinieron las inundaciones y soplaron los vientos y dieron contra aquella casa, y se hundió, y fue grande su desplome‖.
(Mateo 16:24) Entonces Jesús dijo a sus discípulos: ―Si alguien quiere venir en pos de mí, repúdiese a sí mismo y tome su madero de tormento y sígame de continuo.
(Lucas 5:10, 11) y así mismo Santiago y Juan, hijos de Zebedeo, que eran partícipes con Simón. Pero Jesús dijo a Simón: ―Deja de tener miedo. De ahora en adelante estarás pescando vivos a hombres‖.
11 De
modo que volvieron a traer las barcas a tierra, y abandonaron todo y le siguieron.
Párrafo 12
(Lucas 24:19) Y él les dijo: ―¿Qué cosas?‖. Ellos le dijeron: ―Las cosas respecto a Jesús el Nazareno, que vino a ser profeta poderoso en obra y en palabra delante de Dios y de todo el pueblo;
(Lucas 5:17) En el transcurso de uno de los días, estaba enseñando, y estaban sentados allí fariseos y maestros de la ley que habían venido de toda aldea de Galilea y de Judea y de Jerusalén; y el poder de Jehová estaba allí para que él hiciera curaciones.
* Además, los Evangelios a veces agrupan una gran cantidad de milagros bajo una sola descripción general. Por citar un caso: en cierta ocasión salió a verlo ―toda la ciudad‖, y curó ―muchos‖ enfermos (Marcos 1:32-34).
(Mateo 14:13-21) Al oírlo, Jesús se retiró de allí en una barca a un lugar solitario en busca de aislamiento; pero las muchedumbres, al llegar a oír de ello, le siguieron a pie desde las ciudades.
14 Ahora bien, cuando él salió
vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos.
15 Pero al anochecer, sus
discípulos vinieron a él y dijeron: ―El lugar es solitario y la hora es ya muy avanzada; despide a las muchedumbres para que vayan a las aldeas y se compren algo de comer‖.
16 Pero Jesús les dijo: ―No hay
necesidad de que se vayan; ustedes denles de comer‖. 17
Ellos le dijeron: ―No tenemos nada aquí sino cinco
panes y dos pescados‖. 18
Él dijo: ―Tráiganmelos acá‖. 19
Luego, habiendo mandado a las muchedumbres que se reclinaran sobre la hierba, tomó los cinco panes y los dos pescados, y, mirando al cielo, dijo una bendición, y, después de partir los panes, los distribuyó a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres.
20 De modo que todos comieron y
quedaron satisfechos, y recogieron el sobrante de los trozos, doce cestas llenas.
21 Sin embargo, los que
comieron fueron unos cinco mil varones, además de mujeres y niñitos.
(Mateo 15:32-38) Pero Jesús llamó a sí a sus discípulos, y dijo: ―Me compadezco de la muchedumbre, porque hace ya tres días que se han quedado conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos en ayunas. Posiblemente desfallezcan en el camino‖.
33 Sin
embargo, los discípulos le dijeron: ―¿Dónde, en este lugar solitario, vamos a conseguir panes suficientes para satisfacer a una muchedumbre de este tamaño?‖. 34
Entonces Jesús les dijo: ―¿Cuántos panes tienen?‖. Ellos dijeron: ―Siete, y unos cuantos pescaditos‖. 35
Luego, después de mandar que la muchedumbre se reclinara sobre el suelo,
36 tomó los siete panes y los
pescados y, habiendo dado gracias, los partió, y los iba distribuyendo a los discípulos, y los discípulos a su vez a las muchedumbres.
37 Y todos comieron y quedaron
satisfechos, y como sobrante de trozos recogieron siete cestas de provisiones llenas.
38 Sin embargo, los que
comieron fueron cuatro mil varones, además de mujeres y niñitos.
Párrafo 13
(Lucas 9:37-43) Al día siguiente, cuando bajaron de la montaña, una gran muchedumbre vino al encuentro de él.
38 Y ¡mira!, un varón clamó de entre la muchedumbre,
y dijo: ―Maestro, te ruego que mires a mi hijo, porque es mi unigénito,
39 y, ¡mira!, un espíritu lo toma, y de
repente clama, y lo convulsiona con espumarajos, y apenas se retira de él después de magullarlo.
40 Y rogué
a tus discípulos que lo expulsaran, pero no pudieron‖. 41
Respondiendo, Jesús dijo: ―Oh generación falta de fe y aviesa, ¿hasta cuándo tengo que continuar con ustedes y soportarlos? Conduce a tu hijo acá‖.
42 Pero al
mismo tiempo que él se acercaba, el demonio lo arrojó al suelo y lo convulsionó violentamente. Sin embargo, Jesús reprendió al espíritu inmundo y sanó al muchacho y se lo entregó a su padre.
43 Pues bien, todos
empezaron a quedar atónitos ante el poder majestuoso de Dios. Ahora bien, mientras todos se maravillaban de todas las cosas que él hacía, él dijo a sus discípulos:
(Juan 2:1-11) Ahora bien, al tercer día se efectuó un banquete de bodas en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús.
2 Jesús y sus discípulos también fueron
invitados al banquete de bodas. 3 Cuando faltó el vino, la
madre de Jesús le dijo: ―No tienen vino‖. 4 Pero Jesús le
dijo: ―¿Qué tengo que ver contigo, mujer? Todavía no ha llegado mi hora‖.
5 Su madre dijo a los que ministraban:
―Todo cuanto les diga, háganlo‖. 6 Sucedió que había
puestas allí seis tinajas de piedra para agua según lo
exigido por los reglamentos de purificación de los judíos, cada una de las cuales podía contener dos o tres medidas de líquido.
7 Jesús les dijo: ―Llenen de agua las
tinajas de agua‖. Y las llenaron hasta el borde. 8 Y les
dijo: ―Saquen un poco ahora y llévenlo al director del banquete‖. De modo que ellos lo llevaron.
9 Pues bien,
cuando el director del banquete probó el agua que había sido convertida en vino, pero no sabía de dónde venía, aunque lo sabían los que ministraban que habían sacado el agua, el director del banquete llamó al novio 10
y le dijo: ―Todo otro hombre pone primero el vino excelente, y cuando la gente está embriagada, el inferior. Tú has reservado el vino excelente hasta ahora‖.
11 Jesús ejecutó esto en Caná de Galilea como
principio de sus señales, y puso de manifiesto su gloria; y sus discípulos pusieron su fe en él.
(Juan 6:18, 19) También, el mar empezó a agitarse a causa de un viento fuerte que soplaba.
19 Sin embargo,
cuando hubieron remado unos cinco o seis kilómetros, contemplaron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y se sobrecogieron de temor.
(Marcos 3:1-5) Una vez más entró en una sinagoga, y allí estaba un hombre con una mano seca.
2 De modo
que lo estaban observando detenidamente para ver si curaría al hombre en sábado, para poder acusarlo.
3 Y él
dijo al hombre que tenía la mano seca: ―Levántate [y ponte] en medio‖.
4 Entonces les dijo: ―¿Es lícito en
sábado hacer un hecho bueno, o hacer un hecho malo?, ¿salvar un alma, o matarla?‖. Pero ellos se quedaron callados.
5 Y después de darles una mirada en derredor
con indignación, estando él cabalmente contristado por la insensibilidad de sus corazones, dijo al hombre: ―Extiende la mano‖. Y la extendió, y la mano le fue restaurada.
(Juan 4:46-54) Así que fue otra vez a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Ahora bien, había cierto servidor del rey cuyo hijo estaba enfermo en Capernaum.
47 Cuando este hombre oyó que Jesús
había venido de Judea a Galilea, se fue a donde él y se puso a pedirle que bajara y sanara a su hijo, porque este estaba a punto de morir.
48 Sin embargo, Jesús le
dijo: ―A menos que ustedes vean señales y prodigios, de ninguna manera creerán‖.
49 El servidor del rey le dijo:
―Señor, baja antes que mi niñito muera‖. 50
Jesús le dijo: ―Ponte en camino; tu hijo vive‖. El hombre creyó la palabra que Jesús le habló, y se fue.
51 Pero ya mientras
iba bajando sus esclavos lo encontraron para decirle que su muchachito vivía.
52 De modo que él se puso a
inquirir de ellos la hora en que mejoró de salud. Por consiguiente, le dijeron: ―Ayer a la hora séptima lo dejó la fiebre‖.
53 De manera que el padre supo que era en la
misma hora en que Jesús le había dicho: ―Tu hijo vive‖. Y él y toda su casa creyeron.
54 De nuevo, esta fue la
segunda señal que Jesús ejecutó cuando vino de Judea a Galilea.
(Mateo 8:2, 3) Y, ¡mire!, un leproso se acercó y se puso a rendirle homenaje, diciendo: ―Señor, si tan solo quieres, puedes limpiarme‖.
3 De modo que,
extendiendo la mano, le tocó, diciendo: ―Quiero. Sé limpio‖. E inmediatamente quedó limpio de la lepra.
(Mateo 8:5-13) Cuando entró en Capernaum, se le acercó un oficial del ejército, y le suplicó,
6 diciendo:
―Señor, mi criado está postrado en casa debido a parálisis, terriblemente atormentado‖.
7 Él le dijo:
―Cuando llegue allá lo curaré‖. 8 Respondiendo, el oficial
del ejército dijo: ―Señor, no soy hombre digno de que entres debajo de mi techo, pero di tú una sola palabra y mi criado será sanado.
9 Porque yo también soy hombre
puesto bajo autoridad, que tengo soldados bajo mí, y a este digo: ‗¡Vete!‘, y se va, y a otro: ‗¡Ven!‘, y viene, y a mi esclavo: ‗¡Haz esto!‘, y lo hace‖.
10 Al oír aquello,
Jesús se asombró, y dijo a los que le seguían: ―Les digo la verdad: No he hallado en Israel a nadie con tan grande fe.
11 Pero les digo que muchos vendrán de las
partes orientales y de las partes occidentales y se reclinarán a la mesa con Abrahán e Isaac y Jacob en el reino de los cielos;
12 entre tanto que los hijos del reino
serán echados a la oscuridad de afuera. Allí es donde será [su] llanto y el crujir de [sus] dientes‖.
13 Entonces
Jesús dijo al oficial del ejército: ―Ve. Tal como ha sido tu fe, así suceda contigo‖. Y el criado fue sanado en aquella hora.
(Marcos 8:22-25) Ahora bien, arribaron a Betsaida. Aquí le trajeron un ciego, y le suplicaron que lo tocara.
23 Y
tomando al ciego de la mano, lo sacó fuera de la aldea, y, habiendo escupido sobre los ojos de este, puso las manos sobre él y se puso a preguntarle: ―¿Ves algo?‖. 24
Y el hombre miró hacia arriba, y decía: ―Veo hombres, porque observo lo que parece árboles, pero están andando‖.
25 Entonces él volvió a poner las manos sobre
los ojos del hombre, y el hombre vio con claridad, y quedó restaurado, y veía todo distintamente.
(Lucas 8:43, 44) Y una mujer, que padecía flujo de sangre hacía doce años, y que no había podido conseguir que nadie la curara,
44 se acercó por detrás y
le tocó el fleco de la prenda de vestir exterior, y al instante el flujo de su sangre cesó.
Párrafo 14
(Lucas 7:11-15) Poco después de esto viajó a una ciudad llamada Naín, y sus discípulos y una gran muchedumbre viajaban con él.
12 Al acercarse él a la
puerta de la ciudad, pues ¡mira!, sacaban a un muerto, el hijo unigénito de su madre. Además, ella era viuda. También estaba con ella una muchedumbre bastante numerosa de la ciudad.
13 Y cuando el Señor alcanzó a
verla, se enterneció por ella, y le dijo: ―Deja de llorar‖. 14
En seguida se acercó y tocó el féretro, y los que lo llevaban se detuvieron, y él dijo: ―Joven, yo te digo: ¡Levántate!‖.
15 Y el muerto se incorporó y comenzó a
hablar, y él lo dio a su madre.
(Lucas 8:49-56) Mientras él todavía estaba hablando, vino cierto representante del presidente de la sinagoga, y dijo: ―Ha muerto tu hija; no molestes ya al maestro‖. 50
Al oír esto, Jesús le contestó: ―No temas, solo muestra fe, y ella será salva‖.
51 Cuando llegó a la casa,
no dejó que nadie entrara con él sino Pedro y Juan y Santiago y el padre y la madre de la muchacha.
52 Pero
toda la gente estaba llorando y golpeándose en desconsuelo por ella. De modo que él dijo: ―Dejen de llorar, porque no murió, sino que duerme‖.
53 Ante esto,
empezaron a reírse de él desdeñosamente, porque sabían que ella había muerto.
54 Mas él la tomó de la
mano y llamó, diciendo: ―Muchacha, ¡levántate!‖. 55
Y el espíritu de ella volvió, y ella se levantó al instante, y él ordenó que se le diera algo de comer.
56 Pues bien, sus
padres quedaron fuera de sí; pero él les dio instrucciones de que no dijeran a nadie lo que había acontecido.
(Juan 11:38-44) Así que Jesús, después de gemir otra vez en sí mismo, vino a la tumba conmemorativa. Era, de hecho, una cueva, y había una piedra recostada contra ella.
39 Jesús dijo: ―Quiten la piedra‖. Marta, la
hermana del fallecido, le dijo: ―Señor, ya debe oler mal, porque hace cuatro días‖.
40 Jesús le dijo: ―¿No te dije
que si creías habrías de ver la gloria de Dios?‖. 41
Por lo tanto, quitaron la piedra. Entonces Jesús alzó los ojos hacia el cielo y dijo: ―Padre, te doy gracias porque me has oído.
42 Cierto, yo sabía que siempre me oyes; pero
a causa de la muchedumbre que está de pie en derredor hablé, a fin de que crean que tú me has enviado‖.
43 Y
cuando hubo dicho estas cosas, clamó con fuerte voz: ―¡Lázaro, sal!‖.
44 El [hombre] que había estado muerto
salió con los pies y las manos atados con envolturas, y su semblante estaba envuelto en un paño. Jesús les dijo: ―Desátenlo y déjenlo ir‖.
Párrafo 15
(1 Pedro 2:22) Él no cometió pecado, ni en su boca se
halló engaño.
Párrafo 16
(Mateo 4:1-4) Entonces Jesús fue conducido por el espíritu al desierto para ser tentado por el Diablo. 2 Después que hubo ayunado cuarenta días y cuarenta
noches, entonces sintió hambre. 3 También, el Tentador
vino y le dijo: ―Si eres hijo de Dios, di a estas piedras que se conviertan en panes‖.
4 Pero en respuesta él dijo:
―Está escrito: ‗No de pan solamente debe vivir el hombre, sino de toda expresión que sale de la boca de Jehová‘‖.
(Mateo 8:20) Pero Jesús le dijo: ―Las zorras tienen cuevas, y las aves del cielo tienen donde posarse, pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza‖.
(Marcos 5:25-34) Ahora bien, había una mujer que padecía flujo de sangre desde hacía doce años,
26 y
muchos médicos le habían hecho pasar muchas penas, y ella había gastado todos sus recursos y no se había beneficiado, sino que, al contrario, había empeorado. 27
Cuando ella oyó las cosas acerca de Jesús, vino por detrás, entre la muchedumbre, y le tocó la prenda de vestir exterior;
28 porque decía: ―Si toco nada más que
sus prendas de vestir exteriores, recobraré la salud‖. 29
E inmediatamente se secó la fuente de su sangre, y sintió en su cuerpo que había sido sanada de la penosa
enfermedad. 30
Inmediatamente, también, Jesús reconoció en sí mismo que de él había salido poder, y, volviéndose entre la muchedumbre, se puso a decir: ―¿Quién tocó mis prendas de vestir exteriores?‖.
31 Mas
sus discípulos empezaron a decirle: ―Ves la muchedumbre que te aprieta, y ¿dices tú: ‗¿Quién me tocó?‘?‖.
32 Sin embargo, él miraba alrededor para ver a
la que había hecho esto. 33
Pero la mujer, atemorizada y temblando, sabiendo lo que le había pasado, vino y cayó delante de él y le dijo toda la verdad.
34 Él le dijo:
―Hija, tu fe te ha devuelto la salud. Ve en paz, y queda sana de tu penosa enfermedad‖.
(Lucas 6:19) Y toda la muchedumbre procuraba tocarlo, porque de él salía poder y sanaba a todos.
Párrafo 17
(Mateo 4:5-7) Entonces el Diablo lo llevó consigo a la ciudad santa, y lo apostó sobre el almenaje del templo 6 y le dijo: ―Si eres hijo de Dios, arrójate abajo; porque
está escrito: ‗A sus ángeles dará encargo acerca de ti, y te llevarán en sus manos, para que nunca des con tu pie contra una piedra‘‖.
7 Jesús le dijo: ―Otra vez está
escrito: ‗No debes poner a prueba a Jehová tu Dios‘‖.
(Lucas 23:8, 9) Cuando Herodes vio a Jesús se regocijó mucho, pues hacía bastante tiempo que quería verlo, por haber oído acerca de él, y esperaba ver alguna señal ejecutada por él.
9 Entonces empezó a interrogarlo
con muchas palabras; pero él no le contestó nada.
(Marcos 5:43) Pero él les ordenó repetidas veces que no dejaran que nadie se enterara de esto, y dijo que le dieran a ella algo de comer.
(Marcos 7:36) Con eso, él les ordenó que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más les ordenaba, tanto más lo proclamaban.
(Mateo 12:15-19) Como llegó a saber [esto], Jesús se retiró de allí. Muchos también lo siguieron, y los curó a todos,
16 mas con firmeza les ordenó que no le pusieran
de manifiesto; 17
para que se cumpliera lo que se habló mediante Isaías el profeta, que dijo:
18 ―¡Mira! ¡Mi siervo
a quien escogí, mi amado, a quien mi alma aprobó! Pondré mi espíritu sobre él, y aclarará a las naciones lo que es la justicia.
19 No reñirá, ni levantará la voz, ni oirá
nadie su voz en los caminos anchos.
Párrafo 18
(Mateo 14:14) Ahora bien, cuando él salió vio una gran muchedumbre; y se compadeció de ellos, y curó a sus enfermos.
(Marcos 7:31-37) Entonces, saliendo él de nuevo de las regiones de Tiro, se fue por Sidón al mar de Galilea y subió por en medio de las regiones de Decápolis. 32
Aquí le trajeron un hombre sordo y con un impedimento del habla, y le suplicaron que pusiera la mano sobre él.
33 Y él se lo llevó aparte de la
muchedumbre, en privado, y puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua.
34 Y con una mirada al cielo suspiró
profundamente y le dijo: “Éffatha”, esto es: ―Sé abierto‖. 35
Pues bien, las facultades de oír de aquel fueron abiertas, y el impedimento de su lengua fue desatado, y empezó a hablar normalmente.
36 Con eso, él les ordenó
que no lo dijeran a nadie; pero cuanto más les ordenaba, tanto más lo proclamaban.
37 De hecho,
estaban atónitos de una manera sumamente extraordinaria, y decían: ―Todas las cosas las ha hecho bien. Hasta a los sordos hace oír y a los mudos hablar‖.
Párrafo 19
(Mateo 15:29, 30) Marchando por tierra de allí, Jesús en seguida llegó cerca del mar de Galilea, y, después de subir a la montaña, estuvo sentado allí.
30 Entonces se
le acercaron grandes muchedumbres, teniendo consigo personas que eran cojas, mancas, ciegas, mudas, y muchas en otras condiciones, y casi se las tiraron a los pies, y él las curó;
(Marcos 7:33) Y él se lo llevó aparte de la muchedumbre, en privado, y puso sus dedos en los oídos del hombre y, después de escupir, le tocó la lengua.
* Judíos y gentiles aceptaban que se escupiera para realizar curaciones o simbolizarlas, y los escritos rabínicos recogen el empleo de saliva como remedio médico. Es posible que Jesús escupiera tan solo para transmitir al sordo la idea de que iba a sanarlo. Sea como fuere, no utilizó su saliva como agente terapéutico natural.
(Marcos 7:34) Y con una mirada al cielo suspiró profundamente y le dijo: “Éffatha”, esto es: ―Sé abierto‖.
Párrafo 20
Textos Atalaya
Párrafo 1
Párrafo 2
(Proverbios 15:3) Los ojos de Jehová están en todo
lugar, vigilando a los malos y a los buenos.
(Jeremías 16:17) Porque mis ojos están sobre todos sus
caminos. No han estado ocultos de delante de mí, ni ha
estado escondido su error de enfrente de mis ojos.
(Hebreos 4:13) Y no hay creación que no esté
manifiesta a la vista de él, sino que todas las cosas están
desnudas y abiertamente expuestas a los ojos de aquel
a quien tenemos que dar cuenta.
(1 Pedro 3:12) Porque [los] ojos de Jehová están sobre
los justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero [el]
rostro de Jehová está contra los que hacen cosas
malas”.
Párrafo 3
Párrafo 4
(1 Crónicas 28:9) ”Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al
Dios de tu padre y sírvele con corazón completo y con
alma deleitosa; porque todos los corazones Jehová los
está escudriñando, y toda inclinación de los
pensamientos la está discerniendo. Si tú lo buscas, él se
dejará hallar de ti; pero si lo dejas, él te desechará para
siempre.
(Génesis 4:3-7) Y al cabo de algún tiempo aconteció que
Caín procedió a traer algunos frutos del suelo como
ofrenda a Jehová. 4Pero en cuanto a Abel, él también
trajo algunos primogénitos de su rebaño, aun sus trozos
grasos. Ahora bien, aunque Jehová miraba con favor a
Abel y su ofrenda, 5no miraba con ningún favor a Caín ni
su ofrenda. Y Caín se enardeció de gran cólera, y
empezó a decaérsele el semblante. 6Por lo cual Jehová
dijo a Caín: “¿Por qué estás enardecido de cólera, y por
qué se te ha decaído el semblante? 7Si te diriges a hacer
lo bueno, ¿no habrá ensalzamiento? Pero si no te
diriges a hacer lo bueno, hay pecado agazapado a la
entrada, y su deseo vehemente es por ti; y tú, por tu
parte, ¿lograrás el dominio sobre él?”.
Párrafo 5
Párrafo 6
Párrafo 7
(Isaías 55:6-7) Busquen a Jehová mientras pueda ser
hallado. Clamen a él mientras resulte estar cerca. 7Deje
el inicuo su camino, y el hombre dañino sus
pensamientos; y regrese a Jehová, quien tendrá
misericordia de él, y a nuestro Dios, porque él
perdonará en gran manera.
Párrafo 8
(Hebreos 12:5-6) pero se han olvidado por completo de
la exhortación que se dirige a ustedes como a hijos:
“Hijo mío, no tengas en poco [la] disciplina de Jehová, ni
desfallezcas cuando seas corregido por él; 6porque
Jehová disciplina a quien ama; de hecho, azota a todo
aquel a quien recibe como hijo”.
(Hebreos 12:11) Es cierto que ninguna disciplina parece
por el presente ser cosa de gozo, sino penosa; sin
embargo, después, a los que han sido entrenados por
ella, da fruto pacífico, a saber, justicia.
Párrafo 9
(Santiago 1:14-15) Más bien, cada uno es probado al ser
provocado y cautivado por su propio deseo. 15Entonces
el deseo, cuando se ha hecho fecundo, da a luz el
pecado; a su vez, el pecado, cuando se ha realizado,
produce la muerte.
Párrafo 10
(Salmos 73:24) Con tu consejo me guiarás, y después
me llevarás aun a la gloria.
(Proverbios 3:6) En todos tus caminos tómalo en
cuenta, y él mismo hará derechas tus sendas.
Párrafo 11
(1 Pedro 2:12) Mantengan excelente su conducta entre
las naciones, para que, en la cosa de que hablan contra
ustedes como [de] malhechores, ellos, como resultado
de las obras excelentes de ustedes, de las cuales son
testigos oculares, glorifiquen a Dios en el día para la
inspección [por él].
Párrafo 12
Párrafo 13
(Salmos 13:1-2) ¿Hasta cuándo, oh Jehová, me
olvidarás? ¿Para siempre? ¿Hasta cuándo ocultarás tu
rostro de mí? 2¿Hasta cuándo pondré resistencia en mi
alma, desconsuelo en mi corazón de día? ¿Hasta cuándo
será ensalzado mi enemigo sobre mí?
(Habacuc 1:2-3) ¿Hasta cuándo, oh Jehová, tengo que
gritar por ayuda, sin que tú oigas? ¿[Hasta cuándo]
clamaré a ti por socorro contra la violencia, sin que tú
salves? 3¿Por qué me haces ver lo que es perjudicial, y
sigues mirando simple penoso afán? ¿Y [por qué] hay
expoliación y violencia enfrente de mí, y [por qué]
ocurre la riña, y [por qué] se lleva la contienda?
Párrafo 14
Párrafo 15
Párrafo 16
(1 Pedro 5:6-10) Humíllense, por lo tanto, bajo la
poderosa mano de Dios, para que él los ensalce al
tiempo debido; 7a la vez que echan sobre él toda su
inquietud, porque él se interesa por ustedes. 8Mantengan su juicio, sean vigilantes. Su adversario, el
Diablo, anda en derredor como león rugiente,
procurando devorar [a alguien]. 9Pero pónganse en
contra de él, sólidos en la fe, sabiendo que las mismas
cosas en cuanto a sufrimientos van realizándose en toda
la asociación de sus hermanos en el mundo. 10Pero,
después que ustedes hayan sufrido por un poco de
tiempo, el Dios de toda bondad inmerecida, que los
llamó a su gloria eterna en unión con Cristo, terminará
él mismo el entrenamiento de ustedes; él los hará
firmes, él los hará fuertes.
(Santiago 1:13) Al estar bajo prueba, que nadie diga:
“Dios me somete a prueba”. Porque con cosas malas
Dios no puede ser sometido a prueba, ni somete a
prueba él mismo a nadie.
(2 Corintios 4:7-9) Sin embargo, tenemos este tesoro en
vasos de barro, para que el poder que es más allá de lo
normal sea de Dios y no el que procede de nosotros. 8Se
nos oprime de toda manera, mas no se nos aprieta de
tal modo que no podamos movernos; nos hallamos
perplejos, pero no absolutamente sin salida; 9se nos
persigue, pero no se nos deja sin ayuda; se nos derriba,
pero no se nos destruye.
Párrafo 17
(2 Crónicas 16:9) Pues, en cuanto a Jehová, sus ojos
están discurriendo por toda la tierra para mostrar su
fuerza a favor de aquellos cuyo corazón es completo
para con él. Has actuado tontamente respecto a esto,
pues desde ahora en adelante existirán guerras contra
ti”.
Párrafo 18
(Amós 5:14-15) ”’Busquen lo que es bueno, y no lo que
es malo, a fin de que sigan viviendo; y que así Jehová el
Dios de los ejércitos llegue a estar con ustedes, tal como
han dicho ustedes. 15Odien lo que es malo, y amen lo
que es bueno, y den a la justicia un lugar en la puerta.
Quizás Jehová el Dios de los ejércitos muestre favor a
los restantes de José’.
(1 Pedro 3:11-12) antes bien, apártese de lo que es
malo y haga lo que es bueno; busque la paz y siga tras
ella. 12Porque [los] ojos de Jehová están sobre los justos,
y sus oídos están hacia su ruego; pero [el] rostro de
Jehová está contra los que hacen cosas malas”.
(Salmos 34:15) Los ojos de Jehová están hacia los
justos, y sus oídos están hacia su clamor por ayuda.
(Éxodo 1:15-17,20-21) Más tarde el rey de Egipto dijo a
las parteras hebreas —el nombre de una de las cuales
era Sifrá y el nombre de la otra Puá—, 16sí, llegó al
extremo de decir: “Cuando ayuden a las hebreas a dar a
luz y de veras las vean en el asiento para partos, si es
hijo, entonces tienen que darle muerte; pero si es hija,
entonces tiene que vivir”. 17Sin embargo, las parteras
temían al Dios [verdadero], y no hacían como les había
hablado el rey de Egipto, sino que conservaban vivos a
los varoncitos. 20Por eso Dios trató bien a las parteras; y
el pueblo siguió haciéndose más numeroso y llegando a
ser muy poderoso. 21Y aconteció que, porque las
parteras habían temido al Dios [verdadero], más tarde
él les concedió familias.
(Mateo 6:4,6) para que tus dádivas de misericordia sean
en secreto; entonces tu Padre que mira en secreto te lo
pagará. 6Tú, sin embargo, cuando ores, entra en tu
cuarto privado y, después de cerrar tu puerta, ora a tu
Padre que está en lo secreto; entonces tu Padre que
mira en secreto te lo pagará.
(1 Timoteo 5:25) De la misma manera también las obras
excelentes son públicamente manifiestas, y las que no
lo son no pueden mantenerse escondidas.
(Hebreos 6:10) Porque Dios no es injusto para olvidar la
obra de ustedes y el amor que mostraron para con su
nombre, por el hecho de que han servido a los santos y
continúan sirviendo.
Párrafo 19
Párrafo 20
Párrafo 21
Párrafo 22
Párrafo 23
Párrafo 24
Párrafo 25
Cántico 5
Cristo, nuestro modelo (Romanos 5:8)
1. Al hombre pecador,
Jehová mostró su amor:
envió a su Hijo, quien nos redimió.
Él es pan celestial
que vida al mundo da;
por él tenemos paz y salvación.
2. Jesús nos enseñó
a orar así a Dios:
“Oh, santifica tu nombre, Jehová.
Tu Reino venga ya,
sí, haz tu voluntad
y, por favor, danos hoy nuestro pan”.
3. Jesús fortaleció
a todo el que le oyó,
le dio consuelo, su fe renovó.
Sembremos, como él,
semillas por doquier;
cosecharemos gran satisfacción.
(Véanse también Mat. 6:9-11; Juan 3:16; 6:31-51; Efe.
5:2.)volver
Cántico 58
Mi oración de dedicación (Mateo 22:37)
1. Ten mi corazón, Jehová,
cólmalo con tu verdad.
Ten mi mente, hazla ver
con los ojos de la fe.
2. Ten mis manos y mis pies
al servicio de tu ley.
Ten mis labios y mi voz,
que te ensalcen, oh Señor.
3. Ten mi vida y lo que soy,
todo a ti yo te lo doy.
Ten mi ser, divino Rey,
sin reservas tuyo es.
(Véanse también Sal. 40:8; Juan 8:29; 2 Cor. 10:5.)
volver
Cántico 69
Hazme conocer tus caminos (Salmo 25:4)
1. Nos has invitado a tu casa, Señor;
venimos a oír tu enseñanza.
Tu ley es el sol que nos ilumina,
nos llena de fe y esperanza.
(ESTRIBILLO)
Hazme saber tus sendas, oh Jehová;
enséñame a hacer tu voluntad.
Tu hermosa voz atento escucharé;
de tus caminos nunca me saldré.
2. Beber de tu sabiduría, Jehová,
es un verdadero deleite.
Gozar de tu luz es nuestro consuelo,
es un exquisito banquete.
(ESTRIBILLO)
Hazme saber tus sendas, oh Jehová;
enséñame a hacer tu voluntad.
Tu hermosa voz atento escucharé;
de tus caminos nunca me saldré.
(Véanse también Éxo. 33:13; Sal. 1:2; 119:27, 35, 73,
105.) volver
Cántico 69
Hazme conocer tus caminos (Salmo 25:4)
1. Nos has invitado a tu casa, Señor;
venimos a oír tu enseñanza.
Tu ley es el sol que nos ilumina,
nos llena de fe y esperanza.
(ESTRIBILLO)
Hazme saber tus sendas, oh Jehová;
enséñame a hacer tu voluntad.
Tu hermosa voz atento escucharé;
de tus caminos nunca me saldré.
2. Beber de tu sabiduría, Jehová,
es un verdadero deleite.
Gozar de tu luz es nuestro consuelo,
es un exquisito banquete.
(ESTRIBILLO)
Hazme saber tus sendas, oh Jehová;
enséñame a hacer tu voluntad.
Tu hermosa voz atento escucharé;
de tus caminos nunca me saldré.
(Véanse también Éxo. 33:13; Sal. 1:2; 119:27, 35, 73,
105.) volver
Cántico 120
Jehová bendice al que escucha y obedece (Lucas 11:28)
1. Las enseñanzas de Cristo nos guían
por el camino de la salvación.
Quien las escuche tendrá alegría;
mas quien las viva tendrá bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
2. El fiel es como la sólida casa
que sobre la roca se construyó:
las tempestades del mundo aguanta;
por su obediencia tendrá bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
3. Tal como árboles junto a riachuelos,
que dan el fruto en su estación,
los que obedecen al Dios de los cielos
eternamente tendrán bendición.
(ESTRIBILLO)
Oye la voz de Jehová,
cumple con su voluntad.
Cosecharás paz y felicidad
por toda la eternidad.
(Véanse también Deu. 28:2; Sal. 1:3; Pro. 10:22; Mat.
7:24-27.) volver
Levítico 14 a 16
14 Y Jehová continuó hablando a Moisés, y dijo: 2 ―Esta llegará a ser la ley del leproso en el día que se
haya de verificar su purificación, cuando haya que llevarlo al sacerdote.
3 Y el sacerdote tiene que salir
fuera del campamento, y el sacerdote tiene que mirar; y si la plaga de lepra ha sido curada en el leproso,
4 el
sacerdote entonces tiene que dar órdenes; y él, para limpiarse, tiene que tomar dos pájaros vivos limpios, y madera de cedro, y fibra escarlata carmesí, e hisopo.
5 Y
el sacerdote tiene que dar órdenes, y el primer pájaro tiene que ser muerto en una vasija de barro sobre agua corriente.
6 En cuanto al pájaro vivo, debe tomarlo, y la
madera de cedro y la fibra escarlata carmesí y el hisopo, y tiene que mojar estos, y el pájaro vivo, en la sangre del pájaro que habrá sido muerto sobre el agua corriente.
7 Entonces tiene que salpicarla siete veces
sobre el que está limpiándose de la lepra, y tiene que pronunciarlo limpio, y tiene que enviar el pájaro vivo sobre el campo abierto.
8 ‖Y el que está limpiándose tiene que lavar sus
prendas de vestir y afeitarse todo el pelo y bañarse en agua, y tiene que ser limpio, y después podrá entrar en el campamento. Y tiene que morar fuera de su tienda siete días.
9 Y tiene que suceder que al séptimo día
debe afeitarse todo el pelo de su cabeza y de su barbilla y de sus cejas. Sí, debe afeitarse todo el pelo, y tiene que lavar sus prendas de vestir y bañar su carne en agua; y tiene que ser limpio.
10 ‖Y al octavo día tomará dos carneros jóvenes
sanos y una cordera sana, en su primer año, y tres décimos de efá de flor de harina como ofrenda de grano mojada ligeramente con aceite, y la medida de un log de aceite;
11 y el sacerdote que lo pronuncia limpio tiene
que presentar al hombre que está limpiándose, y las cosas, delante de Jehová, a la entrada de la tienda de reunión.
12 Y el sacerdote tiene que tomar el primer
carnero joven y ofrecerlo para ofrenda por la culpa junto con la medida de un log de aceite, y tiene que mecerlos de acá para allá como ofrenda mecida delante de Jehová.
13 Y tiene que degollar el carnero joven en el
lugar donde regularmente se degüellan la ofrenda por el pecado y la ofrenda quemada, en un lugar santo, porque, igual que la ofrenda por el pecado, la ofrenda por la culpa pertenece al sacerdote. Es cosa santísima.
14 ‖Y el sacerdote tiene que tomar parte de la sangre
de la ofrenda por la culpa, y el sacerdote tiene que ponerla sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho.
15 Y
el sacerdote tiene que tomar parte de la medida de un log de aceite y derramarla sobre la palma de la mano izquierda del sacerdote.
16 Y el sacerdote tiene que
mojar su dedo derecho en el aceite que está sobre la palma de su mano izquierda, y con su dedo tiene que salpicar parte del aceite siete veces delante de Jehová. 17
Y del resto del aceite que está sobre la palma de su mano el sacerdote pondrá parte sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha, y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima de la sangre de la ofrenda por la culpa.
18 Y lo restante del aceite que está sobre la palma
de la mano del sacerdote él lo pondrá sobre la cabeza del que está limpiándose, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová.
19 ‖Y el sacerdote tiene que sacrificar la ofrenda por
el pecado y hacer expiación por el que está limpiándose de su impureza, y después degollará la ofrenda quemada.
20 Y el sacerdote tiene que ofrecer la ofrenda
quemada y la ofrenda de grano sobre el altar, y el sacerdote tiene que hacer expiación por él; y él tiene que ser limpio.
21 ‖Sin embargo, si es de condición humilde y no
tiene medios suficientes, entonces tiene que tomar un carnero joven como ofrenda por la culpa para una ofrenda mecida para hacer expiación por él, y un décimo de efá de flor de harina mojada ligeramente con aceite como ofrenda de grano, y la medida de un log de aceite, 22
y dos tórtolas o dos pichones, según tenga los medios, y el primero tiene que servir de ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada.
23 Y al octavo
día tiene que traerlos, para que se verifique su purificación, al sacerdote a la entrada de la tienda de reunión delante de Jehová.
24 ‖Y el sacerdote tiene que tomar el carnero joven de
la ofrenda por la culpa y la medida de un log de aceite, y el sacerdote tiene que mecerlos de acá para allá como ofrenda mecida delante de Jehová.
25 Y tiene que
degollar el carnero joven de la ofrenda por la culpa, y el sacerdote tiene que tomar parte de la sangre de la ofrenda por la culpa y ponerla sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho.
26 Y el sacerdote derramará parte del aceite
sobre la palma de la mano izquierda del sacerdote. 27
Y con el dedo derecho el sacerdote tiene que salpicar siete veces delante de Jehová parte del aceite que está sobre la palma de su mano izquierda.
28 Y el sacerdote
tiene que poner parte del aceite que está en la palma de su mano sobre el lóbulo de la oreja derecha del que está limpiándose, y sobre el dedo pulgar de su mano derecha y sobre el dedo gordo de su pie derecho, encima del lugar de la sangre de la ofrenda por la culpa.
29 Y lo que
sobre del aceite que está en la palma de la mano del sacerdote él lo pondrá sobre la cabeza del que está limpiándose, a fin de hacer expiación por él delante de Jehová.
30 ‖Y tiene que ofrecer una de las tórtolas o de los
pichones para los cuales tenga los medios, 31
uno de estos para los cuales tenga los medios como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada junto con la ofrenda de grano; y el sacerdote tiene que hacer expiación por el que está limpiándose delante de Jehová.
32 ‖Esta es la ley para aquel en quien haya estado la
plaga de lepra y que no tenga los medios al verificar su purificación‖.
33 Y Jehová procedió a hablar a Moisés y Aarón, y
dijo: 34
―Cuando entren en la tierra de Canaán, que les voy a dar como posesión, y de veras ponga yo la plaga de lepra en una casa de la tierra de su posesión, 35
aquel a quien pertenece la casa entonces tiene que venir e informar al sacerdote, diciendo: ‗Algo como una plaga me ha aparecido en la casa‘.
36 Y el sacerdote
tiene que dar órdenes, y tienen que dejar vacía la casa antes que el sacerdote entre para ver la plaga, para que no declare inmundo todo lo que haya en la casa; y después de eso entrará el sacerdote para ver la casa. 37
Cuando haya visto la plaga, entonces si la plaga está en las paredes de la casa, con depresiones verdes amarillentas o rojizas, y su apariencia es más baja que la superficie de la pared,
38 el sacerdote entonces tiene
que salir de la casa a la entrada de la casa y tiene que poner en cuarentena la casa por siete días.
39 ‖Y el sacerdote tiene que volver al séptimo día y
tiene que mirar; y si la plaga se ha extendido en las paredes de la casa,
40 el sacerdote entonces tiene que
dar órdenes, y tienen que arrancar las piedras en que está la plaga, y tienen que arrojarlas fuera de la ciudad, en un lugar inmundo.
41 Y mandará raspar la casa por
dentro todo en derredor, y tienen que echar fuera de la ciudad, en un lugar inmundo, el mortero de barro que hayan cortado de ella.
42 Y tienen que tomar otras
piedras y meterlas en el lugar de las piedras anteriores; y él hará tomar diferente mortero de barro, y tiene que mandar enlucir la casa.
43 ‖Sin embargo, si la plaga vuelve y en efecto brota
en la casa después de haberse arrancado las piedras y después de haberse cortado la casa y haberse enlucido, 44
el sacerdote entonces tiene que entrar y mirar; y si la plaga se ha extendido en la casa, es lepra maligna en la casa. Es inmunda.
45 Y tiene que mandar demoler la
casa con sus piedras y sus maderas y todo el mortero de barro de la casa, y tiene que hacer que lleven aquello fuera de la ciudad a un lugar inmundo.
46 Pero el que
entre en la casa cualquiera de los días que esté puesta en cuarentena será inmundo hasta el atardecer;
47 y
cualquiera que se acueste en la casa debe lavar sus prendas de vestir, y cualquiera que coma en la casa debe lavar sus prendas de vestir.
48 ‖Sin embargo, si el sacerdote viene de manera
alguna y de hecho mira, y, bien, la plaga no se ha extendido en la casa después de haber enlucido la casa, el sacerdote entonces tiene que pronunciar limpia la casa, porque la plaga ha sido sanada.
49 Y para purificar
del pecado la casa tiene que tomar dos pájaros, y madera de cedro, y fibra escarlata carmesí, e hisopo. 50
Y tiene que matar el primer pájaro en una vasija de barro sobre agua corriente.
51 Y tiene que tomar la
madera de cedro y el hisopo y la fibra escarlata carmesí y el pájaro vivo y mojarlos en la sangre del pájaro que ha sido muerto y en el agua corriente, y tiene que salpicarlo hacia la casa siete veces.
52 Y tiene que
purificar del pecado la casa con la sangre del pájaro y con el agua corriente y el pájaro vivo y la madera de cedro y el hisopo y la fibra escarlata carmesí.
53 Y tiene
que enviar el pájaro vivo fuera de la ciudad al campo abierto y tiene que hacer expiación por la casa; y esta tiene que ser limpia.
54 ‖Esta es la ley respecto a cualquier plaga de lepra
y respecto a la caída anormal de pelo 55
y respecto a la lepra de la prenda de vestir y en la casa,
56 y respecto a
la erupción y la costra y la roncha, 57
para dar instrucciones cuando algo es inmundo y cuando algo es limpio. Esta es la ley acerca de la lepra‖.
15 Y Jehová continuó hablando a Moisés y Aarón, y
dijo: 2 ―Hablen a los hijos de Israel, y tienen que decirles:
‗En caso de que le ocurra a cualquier hombre un flujo de su órgano genital, su flujo es inmundo.
3 Y esta llegará a
ser su inmundicia por su flujo: Sea que de su órgano
genital haya manado un flujo o que su órgano genital esté obstruido de su flujo, es su inmundicia.
4 ‖‘Toda cama sobre la cual se acueste el que tenga
flujo será inmunda, y todo objeto sobre el cual se siente será inmundo.
5 Y el hombre que toque la cama de él
debe lavar sus prendas de vestir, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
6 Y cualquiera
que se siente sobre el objeto en que haya estado sentado el que tiene flujo debe lavar sus prendas de vestir, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
7 Y cualquiera que toque la carne del que
tiene flujo debe lavar sus prendas de vestir, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
8 Y
en el caso de que el que tiene flujo escupa sobre alguien limpio, en tal caso este tiene que lavar sus prendas de vestir y bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
9 Y toda silla de montar sobre la cual
haya estado cabalgando el que tiene flujo será inmunda. 10
Y cualquiera que toque cosa alguna que esté debajo de él será inmundo hasta el atardecer; y el que las lleve lavará sus prendas de vestir, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
11 Y todo aquel a
quien toque el que tiene flujo cuando no se ha enjuagado las manos en agua tiene entonces que lavar sus prendas de vestir y bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
12 Y la vasija de barro que toque el
que tiene flujo debe quebrarse; y toda vasija de madera debe enjuagarse con agua.
13 ‖‘Ahora bien, en caso de que el que tiene flujo
llegue a quedar limpio de su flujo, entonces tiene que contar para sí siete días para su purificación, y tiene que lavar sus prendas de vestir y bañar su carne en agua corriente; y tiene que ser limpio.
14 Y al octavo día debe
tomar para sí dos tórtolas o dos pichones, y tiene que venir delante de Jehová a la entrada de la tienda de reunión y darlos al sacerdote.
15 Y el sacerdote tiene que
ofrecerlos, el primero como ofrenda por el pecado y el otro como ofrenda quemada; y el sacerdote tiene que hacer expiación por él delante de Jehová, tocante a su flujo.
16 ‖‘Ahora bien, en caso de que le salga a un hombre
emisión de semen, entonces tiene que bañar toda su carne en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
17 Y
cualquier prenda de vestir y cualquier piel sobre la cual llegue a estar la emisión de semen tiene que ser lavada con agua y ser inmunda hasta el atardecer.
18 ‖‘En cuanto a la mujer con quien se acueste un
hombre con emisión de semen, tienen que bañarse en agua y ser inmundos hasta el atardecer.
19 ‖‘Y en caso de que una mujer esté teniendo flujo, y
su flujo en su carne resulte ser sangre, debe continuar siete días en su impureza menstrual, y cualquiera que la toque será inmundo hasta el atardecer.
20 Y cualquier
cosa sobre la cual se acueste en su impureza menstrual será inmunda, y todo aquello sobre lo cual se siente será inmundo.
21 Y cualquiera que toque la cama de ella
debe lavar las prendas de vestir suyas, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
22 Y
cualquiera que toque objeto alguno sobre el cual ella hubiera estado sentada debe lavar las prendas de vestir
suyas, y tiene que bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
23 Y si hubiera sido sobre la cama o sobre
otro objeto que ella hubiera estado sentada, él, al tocarlo, será inmundo hasta el atardecer.
24 Y si un
hombre se acuesta con ella de manera alguna y la impureza menstrual de ella llega a estar sobre él, este tiene que ser inmundo entonces por siete días, y toda cama sobre la cual él se acueste será inmunda.
25 ‖‘En cuanto a una mujer, en caso de que el flujo de
su sangre estuviera manando muchos días cuando no fuera el tiempo regular de su impureza menstrual, o en caso de que tuviera flujo que durara más tiempo que su impureza menstrual, todos los días de su flujo inmundo resultarán ser como los días de su impureza menstrual. Ella es inmunda.
26 Toda cama sobre la cual se acueste
en cualquiera de los días de su flujo llegará a ser para ella como la cama de su impureza menstrual, y todo objeto sobre el cual se siente llegará a ser inmundo como la inmundicia de su impureza menstrual.
27 Y
cualquiera que los toque será inmundo, y tiene que lavar sus prendas de vestir y bañarse en agua y ser inmundo hasta el atardecer.
28 ‖‘Sin embargo, si ella ha quedado limpia de su
flujo, entonces tiene que contarse siete días, y después será limpia.
29 Y al octavo día debe tomar para sí dos
tórtolas o dos pichones, y tiene que traerlos al sacerdote a la entrada de la tienda de reunión.
30 Y del primero el
sacerdote tiene que hacer una ofrenda por el pecado, y del otro una ofrenda quemada; y el sacerdote tiene que hacer expiación por ella delante de Jehová, tocante a su flujo inmundo.
31 ‖‘Y ustedes tienen que mantener a los hijos de
Israel separados de su inmundicia, para que ellos no mueran en su inmundicia por contaminar mi tabernáculo, que está en medio de ellos.
32 ‖‘Esta es la ley acerca del hombre que tenga flujo y
del hombre de quien salga emisión de semen de modo que llegue a ser inmundo por ella;
33 y de la mujer en su
inmundicia a causa de menstruar, y de cualquiera de quien mane su flujo, sea varón o hembra, y sea de un hombre que se acueste con una mujer inmunda‘‖.
16 Y Jehová procedió a hablar a Moisés después de
la muerte de los dos hijos de Aarón por haberse acercado estos delante de Jehová de modo que murieron.
2 Y Jehová procedió a decir a Moisés: ―Habla
a Aarón tu hermano, que no entre a toda hora en el lugar santo al interior de la cortina, enfrente de la cubierta que está sobre el Arca, para que no muera; porque en una nube apareceré encima de la cubierta.
3 ‖Con lo siguiente debe entrar Aarón en el lugar
santo: con un toro joven para una ofrenda por el pecado y un carnero para una ofrenda quemada.
4 Debe
ponerse el traje talar santo de lino, y los calzoncillos de lino deben estar sobre su carne, y debe ceñirse con la banda de lino y envolverse con el turbante de lino. Son prendas de vestir santas. Y tiene que bañar su carne en agua, y ponérselas.
5 ‖Y de la asamblea de los hijos de Israel debe tomar
dos cabritos de las cabras para una ofrenda por el pecado y un carnero para una ofrenda quemada.
6 ‖Y Aarón tiene que presentar el toro de la ofrenda
por el pecado, que es para él, y tiene que hacer expiación a favor de sí mismo y de su casa.
7 ‖Y tiene que tomar los dos machos cabríos y
tenerlos parados delante de Jehová a la entrada de la tienda de reunión.
8 Y Aarón tiene que echar suertes
sobre los dos machos cabríos, una suerte para Jehová y la otra suerte para Azazel.
9 Y Aarón tiene que presentar
el macho cabrío sobre el cual haya venido a dar la suerte para Jehová, y tiene que hacer de él una ofrenda por el pecado.
10 Pero el macho cabrío sobre el cual
haya venido a dar la suerte para Azazel debe tenerse parado vivo delante de Jehová para hacer expiación por él, a fin de enviarlo para Azazel al desierto.
11 ‖Y Aarón tiene que presentar el toro de la ofrenda
por el pecado, que es para él, y hacer expiación a favor de sí y de su casa; y tiene que degollar el toro de la ofrenda por el pecado, que es para él.
12 ‖Y tiene que tomar el braserillo lleno de brasas
ardientes de fuego de sobre el altar delante de Jehová, y los huecos de ambas manos llenos de incienso fino perfumado, y tiene que traerlos al interior de la cortina. 13
También tiene que poner el incienso sobre el fuego delante de Jehová, y la nube del incienso tiene que extenderse sobre la cubierta del Arca, que está sobre el Testimonio, para que él no muera.
14 ‖Y tiene que tomar parte de la sangre del toro y
salpicarla con su dedo enfrente de la cubierta al lado oriental, y con su dedo salpicará parte de la sangre siete veces delante de la cubierta.
15 ‖Y tiene que degollar el macho cabrío de la ofrenda
por el pecado, que es para el pueblo, y tiene que traer su sangre al interior de la cortina y hacer con su sangre lo mismo que hizo con la sangre del toro; y tiene que salpicarla hacia la cubierta y delante de la cubierta.
16 ‖Y tiene que hacer expiación por el lugar santo
tocante a las inmundicias de los hijos de Israel y tocante a sus sublevaciones en todos sus pecados; y de esa manera debe hacer para la tienda de reunión, que está residiendo con ellos en medio de sus inmundicias.
17 ‖Y no debe hallarse ningún otro hombre en la
tienda de reunión desde que él entre para hacer expiación en el lugar santo hasta que salga; y él tiene que hacer expiación a favor de sí mismo y a favor de su casa y a favor de la entera congregación de Israel.
18 ‖Y tiene que salir al altar, que está delante de
Jehová, y hacer expiación por él, y tiene que tomar parte de la sangre del toro y parte de la sangre del macho cabrío y ponerla sobre los cuernos del altar alrededor. 19
También tiene que salpicar parte de la sangre sobre él siete veces con su dedo y limpiarlo y santificarlo de las inmundicias de los hijos de Israel.
20 ‖Cuando haya acabado de hacer expiación por el
lugar santo y por la tienda de reunión y el altar, también
tiene que presentar el macho cabrío vivo. 21
Y Aarón tiene que poner ambas manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo y confesar sobre él todos los errores de los hijos de Israel y todas sus sublevaciones en todos sus pecados, y tiene que ponerlos sobre la cabeza del macho cabrío y enviarlo al desierto por mano de un hombre preparado para ello.
22 Y el macho cabrío tiene
que llevar sobre sí todos los errores de ellos a una tierra desierta, y él tiene que enviar el macho cabrío al desierto.
23 ‖Y Aarón tiene que entrar en la tienda de reunión y
despojarse de las prendas de vestir de lino que se habrá puesto cuando haya entrado en el lugar santo, y tiene que dejarlas allí.
24 Y tiene que bañar su carne en agua
en un lugar santo y ponerse sus prendas de vestir y salir y sacrificar su ofrenda quemada y la ofrenda quemada del pueblo y hacer expiación a favor de sí mismo y a favor del pueblo.
25 Y hará humear sobre el altar la grasa
de la ofrenda por el pecado.
26 ‖En cuanto al que haya enviado el macho cabrío
para Azazel, debe lavar sus prendas de vestir, y tiene que bañar su carne en agua, y después de eso puede entrar en el campamento.
27 ‖Sin embargo, él hará sacar fuera del campamento
el toro de la ofrenda por el pecado y el macho cabrío de la ofrenda por el pecado, la sangre de los cuales habrá sido introducida para hacer expiación en el lugar santo; y tienen que quemar en el fuego sus pieles y su carne y su estiércol.
28 Y el que los queme debe lavar sus
prendas de vestir, y tiene que bañar su carne en agua, y después de eso puede entrar en el campamento.
29 ‖Y eso tiene que servir a ustedes de estatuto hasta
tiempo indefinido: En el mes séptimo, el día diez del mes, deben afligir sus almas, y no deben hacer trabajo alguno, ni el natural ni el residente forastero que esté residiendo como forastero en medio de ustedes. 30
Porque en este día se hará expiación por ustedes para pronunciarlos limpios. Serán limpios de todos sus pecados delante de Jehová.
31 Es un sábado de
descanso completo para ustedes, y tienen que afligir sus almas. Es estatuto hasta tiempo indefinido.
32 ‖Y el sacerdote que ha de ser ungido y cuya mano
ha de ser llenada de poder para hacer trabajo de sacerdote como sucesor de su padre tendrá que hacer una expiación y tendrá que ponerse las prendas de vestir de lino. Son prendas de vestir santas.
33 Y tendrá
que hacer expiación por el santo santuario, y por la tienda de reunión y por el altar hará expiación; y por los sacerdotes y por todo el pueblo de la congregación hará expiación.
34 Y esto tiene que servir a ustedes de
estatuto hasta tiempo indefinido, a fin de hacer expiación por los hijos de Israel respecto a todos sus pecados una vez durante el año‖.
Por consiguiente, él hizo tal como Jehová había mandado a Moisés.
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