Download - San Jorge y el dragón
DANIEL NESQUENS DAVID GUIRAO
En aquella aldea soleada había árboles grandes, árboles pequeños,
casas con dos chimeneas, casas de madera, padres, madres, niños,
perros, gatos, ratones, lagartijas, sapos…
Y un monstruo.
Edita:
[email protected]/ Mosén Félix Lacambra 36 B, Alagón, 50630Zaragoza
Diseño editorial: David Guirao© de imágenes: David Guirao © del texto: Daniel Nesquens
Impreso: Gráficas JalónPrimera edición: Marzo 2011ISBN: 978-84-937896-1-9D.L.: Z-608-2011Reservados todos los derechos
Para las ilustraciones de este álbum, David Guirao utilizólápiz y aplicaciones informáticas.
Esta obra ha sido publicada con ayuda del Departamento de Educación, Cultura yDeporte, del Gobierno de Aragón.
Para Izíar y HugoPara Darío, y el dragón
DANIEL NESQUENS DAVID GUIRAO
Se trataba de un dragón. Al parecer, según afirmaban los más viejos, tenía las mismas
vidas que un gato. Su hambre era descomunal. Cuando las tripas le pedían comida,
salía de su guarida, se incorporaba sobre sus patas traseras, rugía desde lo alto de la
montaña, como si solo le quedasen tres días de vida, y descendía en zancadas pares,
con la boca abierta, dejando a la vista aquellos dientes serrados y afilados como
cuchillos de trinchar carne.
Y en un “pin pan fuego” comenzaba a engullir todo lo que
abarcaba con la mirada: las casas, los padres, las madres, los niños, los
perros, los gatos…
Todo.
La gente, aterrorizada, se escondía agazapada detrás de las rocas, de los troncos de
los árboles… Los niños más pequeños se metían dentro de las escudillas; luego no se
atrevían a salir.
Los hombres más valientes y gallardos lo desafiaban como David a Goliat, pero sin el
mismo resultado. Le enseñaban sus espadas, disparaban sus arcos… Arriesgaban sus
vidas para nada.
El dragón los miraba y decía entre dientes:
—Es tu turno. Y el tuyo, y el tuyo, ahora voy contigo…
Uno a uno los atrapaba con sus garras, abría la boca y desaparecían.
El dragón no contaba sus víctimas. No sabía. Solo era capaz de decir: este, ese, aquel…
—¡Soy el hijo del herrero!— tronó, rojo
de ira, un buen mozo que era capaz de martillar con su
puño sobre el hierro incandescente mientras
su padre soplaba sobre la tobera.
—A mí qué me cuentas. Para adentro—
le contestó la bestia. Resbalaban por la lengua y comenzaba el
proceso de digestión.
El apetito del dragón era insaciable, solo se detenía si algo se le metía entre los dientes.
Entonces la bestia hurgaba entre ellos los restos del atracón y encontraba un trozo de
tibia, o de jibia, o de peroné.
En cierta ocasión llegó hasta el pueblo, a lomos de un alazán entero, sin castrar, un
caballero de barba rojiza, diestro en las armas que decía llamarse el caballero de
Alborac. Aseguraba tener el valor suficiente para enfrentarse al dragón y a su bastardo
si lo tuviera. Cuando el dragón apareció, el caballero de Alborac, al verlo cara a cara…
“Pies para qué os quiero”. Valiente mamarracho.
Aquel mismo día la doncella Bellatriz cumplía años. Asustada, se escondió detrás de la
sombra de un olivo, cerró los ojos y la cola del dragón pasó a menos de dos centímetros
de su nuca. Su larga melena se agitó y quedó atrapada entre aquellas espinas del dragón
que sobresalían como púas de rosal. Bellatriz gritó, suplicó, intentó liberarse de aquella
trampa, pero nada.
Sin quererlo, muerta de miedo, se vio arrastrada hasta la guarida de aquella bestia
temible que, hinchada de comer, parpadeó, bostezó y se quedó dormida como un cesto.
Edita:
[email protected]/ Mosén Félix Lacambra 36 B, Alagón, 50630Zaragoza
Diseño editorial: David Guirao© de imágenes: David Guirao © del texto: Daniel Nesquens
Impreso: Gráficas JalónPrimera edición: Marzo 2011ISBN: 978-84-937896-1-9D.L.: Z-608-2011Reservados todos los derechos
Para las ilustraciones de este álbum, David Guirao utilizólápiz y aplicaciones informáticas.
Precio c/ IVA: 14,40 €Precio s/ IVA: 15 €
40 páginas 34 x 24 cm Tapa duraA partir de 5 años