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8/12/2019 Revista de la Cruz Roja Media Luna Roja: Programados para la guerra
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El futuro del derecho internacional humanitarioUn artista imagina las normas de la guerra en 2064
Relatos de la Cruz Roja y de la Media Luna RojaCon motivo del 8 de mayo recordamos lo que nos une al Movimiento
Avanzar sin olvidarRuanda recuerda su pasado para forjar un futuro mejor
Programados
para la guerraCmo sera el futuro de
los conictos armados?
QU? OH, NO!UN SOLDADO
ROBOTNO DISPARE!
w w w . r e d c r o s s . i n tN M E R O 1 . 2 0 1 4
L A R E V I S T A D E L M O V I M I E N T O I N T E R N A C I O N A LD E L A C R U Z R O J A Y D E L A M E D I A L U N A R O J A
Cruz Roja Media Luna Roja
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El Movimiento Internacional de la Cruz Roja
y de la Media Luna Rojaest integrado por
el Comit Internacional de la Cruz Roja, la Federacin
Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la
Media Luna Roja y las Sociedades Nacionales.
El Comit Internacional de la Cruz Roja
(CICR) , organizacin imparcial, neutral e
independiente, tiene la misin exclusivamente
humanitaria de proteger la vida y la dignidad de
las vctimas de los conflictos armados y de otras
situaciones de violencia, as como de prestarles
asistencia. El CICR se esfuerza asimismo en
prevenir el sufrimiento mediante la promocin y
el fortalecimiento del derecho humanitario y de
los principios humanitarios universales. Fundado
en 1863, el CICR dio origen a los Convenios de
Ginebra y al Movimiento Internacional de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja, cuyas actividades
internacionales en los conflictos armados y en
otras situaciones de violencia dirige y coordina.
La Federacin Internacional es la mayor
red humanitaria de servicio voluntario en el
mundo que, cada ao, presta asistencia a 150
millones de personas por intermedio de sus
189 Sociedades Nacionales miembros. Juntos,
la Federacin Internacional y las Sociedades
Nacionales trabajan antes, durante y despus de
los desastres y las emergencias sanitarias para
atender a las necesidades y mejorar las vidas de
las personas vulnerables, sin distincin de nacio-
nalidad, raza, sexo, credo, clase social u opinin
poltica.Orientada por la Estrategia 2020 el plan
de accin colectivo para superar los principales
desafos humanitarios y en materia de desarrollo
de este decenio, la Federacin Internacionalafirma su determinacin de salvar vidas y cambiar
mentalidades.
El Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Rojase rige por siete Principios Fundamentales:
humanidad, imparcialidad, neutralidad, independencia, voluntariado, unidady universalidad.
Todas las actividades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja tienen un nico objetivo fundamental:ayudar sin discriminacin a quienes sufren, contribuyendo a mantener y promover la paz en el mundo.
CICR
Federacin Internacional de Sociedades
de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja
Las Sociedades Nacionales de la Cruz
Roja y de la Media Luna Roja perso ni -
fican la labor y los principios del Movimiento
Internacional de la Cruz Roja y de la Media
Luna Roja en ms de 189 pases. Auxiliares de
los poderes pblicos de su respectivo pas en el
campo humanitario, las Sociedades Nacionales
brindan una gama de servicios que van desde
la presta cin de socorros en casos de de-
sastres a programas de asistencia social y de
salud. En tiempos de guerra asisten a los civiles
afectados y apoyan a los servicios mdicos de las
fuerzas armadas donde sea necesario.
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La voluntad de vencer el genocidio
Hace ya veinte aos del inicio del ge-
nocidio de Ruanda y la memoria de
este terrible suceso sigue conmocio-nando la conciencia colectiva de la huma-
nidad y fortaleciendo nuestro compromiso
de luchar contra la impunidad del crimen
ms odioso. Al igual que con las atrocidades
presenciadas durante el Holocausto y en
Srebrenica, el genocidio de Ruanda se ha in-
corporado a un proceso de reconocimiento
colectivo de que el crimen de genocidio no
puede ni debe quedar impune.
Estos episodios abominables
subrayan la importancia de
la labor pionera de Raphael
Lemkin y sus incansables es-
fuerzos*, que llevaron a la
adopcin de la Convencin
sobre el genocidio (Conven-
cin para la Prevencin y la
Sancin del Delito de Geno-
cidio) y a la codicacin del
compromiso con la humani-
dad de disuadir a los genocidasy hacer que
paguen por sus crmenes.
Lo que ha dejado el genocidio en Ruanda
no solo es el casi milln de vidas perdidas
y traicionadas por la inaccin de la comuni-
dad internacional, sino tambin su efecto en
el desarrollo del derecho internacional hu-
manitario, la prevencin de atrocidades y la
justicia para las vctimas. Este aniversario es
una ocasin para recordar esas vidas y exa-
minar con ojo crtico las lecciones que se han
sacado de esa tragedia.
Los horrores del genocidio de Ruanda
nalmente obligaron a la comunidad inter-
nacional a pensar en qu forma hacer ms
efectiva la Convencin sobre el genocidio,
en la cual se rearma el consenso mundial de
que los crmenes de esta naturaleza y magni-
tud no deben quedar impunes. El genocidio
fue el ejemplo ms dramtico de los peligros
que conlleva la vacilacin poltica y de las
consecuencias de la inaccin. Hoy en da, la
adopcin de medidas para prevenir el geno-cidio no es una opcin de principio, sino ms
bien una obligacin legal internacional para
hacer cumplir una norma imperativa.
En 1994, el Consejo de Seguridad de las Na-
ciones Unidas estableci el Tribunal Penal
Internacional para Ruanda como una res-puesta directa al genocidio en Ruanda. Sin
embargo, la vacilacin poltica que permiti
que se produjera el genocidio dej ensean-
zas ms amplias que sentaron las bases para
constituir un tribunal penal internacional per-
manente, como estaba previsto al principio
en la Convencin sobre el genocidio y que
nalmente cristaliz en la Corte Penal Inter-
nacional (CPI).
La definicin de delito de
genocidio contenida en
la Convencin sobre el
genocidio se reprodujo tex-
tualmente en el artculo
6 del Estatuto de Roma,
lo que dota a la CPI con la
competencia de juzgar las
ocurrencias de ese grave de-
lito. El Tribunal hace cumplir
la obligacin de los Estados
de vencer el genocidio y promover la inves-
tigacin y el enjuiciamiento de los presuntosresponsables. El Tribunal de Ruanda y la CPI
representan una nueva era en materia de
responsabilidad, en la cual no habr refu-
gio para los genocidas ni asilo para los que
violen el carcter sagrado de la vida y la hu-
manidad.
La jurisprudencia del Tribunal Penal In-
ternacional para Ruanda es instructiva en
muchos campos de aplicacin del derecho
penal internacional, en particular el genoci-
dio. Por ejemplo, en el genocidio de Ruanda
se perpetraron actos de violencia incalica-
bles contra la mujer. Se han hecho grandes
avances en la denicin jurdica del modo
cmo la violacin y otros actos de violencia
sexual pueden utilizarse como armas de
guerra y ser calicados de crmenes. El 2 de
septiembre de 1998, el Tribunal pronunci
una decisin pionera en el caso de Akayesu,
en el que se reconoci explcitamente, por
primera vez en la historia, la violacin como
instrumento de genocidio cuando se co-mete con la intencin de destruir, total o
parcialmente, a un grupo nacional, tnico,
racial o religioso.
El Tribunal Penal Internacional para Ruanda
ha logrado avances signicativos en lo que
se reere a la lucha contra la impunidad delgenocidio y la bsqueda de la justicia para las
vctimas. Como mecanismo judicial perma-
nente, la CPI ha heredado este legado y tiene
un potencial enorme. Para la CPI, al igual que
con todas esas instancias judiciales interna-
cionales, la cooperacin de los Estados es una
condicin sine qua nonpara su xito. A pesar
de la existencia de un cuerpo rico y completo
de derecho internacional humanitario y penal,
como son las instituciones internacionales in-
dependientes con la jurisdiccin de aplicar esa
normativa, el cumplimiento es un elemento
central para garantizar la aplicacin plena,
oportuna y sistemtica del estado de derecho.
Si no se aplican las decisiones judiciales, si los
sospechosos no son detenidos para que com-
parezcan ante la justicia, si no se dispone de
sucientes recursos; si no se destinan todos
los esfuerzos a la proteccin de las vctimas
y los testigos y si no se da curso a las solicitu-
des de otros tipos de cooperacin, entonces
no se podr hacer justicia realmente ni habrnadie que vele por ella. En cuanto a la CPI, los
Estados Partes deben permanecer vigilantes
para defender los valores fundamentales
consagrados en el Estatuto de Roma y ser los
rmes guardianes del propsito y objetivo
del tratado. Por regla general, el conjunto es
mayor que la suma de sus partes, lo que es sin
duda cierto para el nuevo sistema de justicia
penal internacional, en el que la cooperacin
de los Estados sirve de tabla de salvacin.
Al recordar los horrores que tuvieron lugar en
Ruanda y honrar a sus vctimas, renovamos
el compromiso inquebrantable de preve-
nir atrocidades en masa y la esperanza del
nunca ms. Se nos recuerda que la preven-
cin del genocidio es una empresa y un reto
de toda la humanidad. La CPI cumplir sin
lugar a dudas su cometido.
Fatou Bensouda, scal jefe de la Corte Penal Interna-
cional y ex scal general y ministro de Justicia de la Repblica
de Gambia.* Raphael Lemkin es muy conocido por su trabajo contra el genoci-
dio, trmino que l acu en 1944, y deni como la destruccin de
un grupo nacional o tnico.
Fotografa:REUTERS/LucGnago
Tribuna abierta
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El Movimiento llega a lapoblacin asediadaEl conicto sirio entra en su cuarto ao
y el Movimiento volvi a pedir a todos
los actores armados que protegieran
a los trabajadores humanitarios y
permitieran a los civiles acceder a
la asistencia sin ningn riesgo, tras
la muerte, el 8 de enero, de otro
voluntario de la Media Luna Roja
rabe Siria, Hekmat Mohamad Kerbaj,
que estuvo desaparecido durante
unos cinco meses, segn inform la
Federacin Internacional. Mientras
tanto, el CICR y la Sociedad Nacional
siria no cejaron en sus esfuerzos
para llegar a las personas atrapadas
por los combates en ciudades, tales
como Barzeh, al norte de Damasco,y Homs. Sin embargo, el pasado
mes de febrero, los camiones con
socorros humanitarios de la Sociedad
Nacional siria, al entrar a Homs,
recibieron disparos de fusil y uno de los
conductores result herido. Tambin
se dispararon obuses de mortero cerca
del convoy a pesar de que los vehculos
ostentaban claramente el emblema
de la media luna roja. Pese al ataque,
los voluntarios de la Media Luna Roja
rabe Siria distribuyeron paquetes
de alimentos, estuches de higiene
personal y medicamentos. Unas 600
personas fueron evacuadas. Se creeque ms de 1 milln de personas
residen en zonas asediadas, por lo que
el Movimiento recuerda a todas las
partes su responsabilidad de satisfacer
las necesidades bsicas de la poblacin
que tienen bajo su control. Cuando no
puedan hacerlo, se debe permitir la
asistencia humanitaria imparcial y la
evacuacin en condiciones seguras.
Se extienden losenfrentamientos enSudn del SurLos colaboradores del Movimientoen Sudn del Sur estn cada vez ms
alarmados por los ataques brutales
perpetrados contra personas que
no participan en los combates que
estallaron a mediados de diciembre.
Tambin se ha indicado que se estn
destruyendo los centros de salud
y los pacientes han sido objeto de
ataques, dijo Melker Mabeck, jefe de la
delegacin del CICR en Sudn del Sur.
El CICR ha ampliado sus operaciones
desde diciembre y los voluntarios de
la Cruz Roja de Sudn del Sur han
prestado primeros auxilios y otro tipo de
ayuda. Sin embargo, muchos voluntarioshan sido desplazados por los combates.
En Juba, la capital, los voluntarios han
ayudado a suministrar agua potable a
las personas desplazadas que viven en
los campamentos y a mostrar ciertas
nociones de higiene. Los campamentos
estn abarrotados y las instalaciones
de saneamiento no dan abasto, dijo
Ben Adeiza, coordinador de salud de la
Federacin Internacional en frica. Las
condiciones son propicias para que se
d un brote de enfermedades como
diarrea aguda y clera.
Comprender la magnitudde la catstrofe en laRepblica CentroafricanaAnte una violencia cada vez ms
brutal y generalizada en la Repblica
Centroafricana, el Movimiento ha
hecho llamamientos urgentes para
que se ponga n inmediatamente a
los ataques contra la poblacin civil.
La poblacin de Bangui y del oeste
del pas est aterrorizada, declar
Georgios Georgantas, jefe de la
delegacin del CICR en la Repblica
Centroafricana. Antoine MbaoBogo, presidente de la Cruz Roja
Centroafricana, aade que todas las
partes deben respetar a los voluntarios
de la Cruz Roja, que han trabajado
sin descanso en ambos bandos de
la divisin intercomunitaria. Ve con
preocupacin la situacin que ir
empeorando con la llegada de la
temporada de lluvias y la falta de
vivienda adecuada, atencin mdica,
alimentos y agua potable para millones
de personas. El mundo todava no
se da cuenta de la magnitud de la
catstrofe que est ocurriendo en
la Repblica Centroafricana, dice.Me temo que cuando esta crisis sea
reconocida por lo que es, ya ser
demasiado tarde.
La Cruz Roja Tailandesaaclara el uso del emblemaEn enero, los miembros del personal
mdico de varios hospitales de Bangkok
protagonizaron manifestaciones
polticas y muchos decidieron llevar
banderas de la Cruz Roja. En los
das siguientes, las imgenes de losmanifestantes con las banderas se
difundieron en los medios sociales, los
principales peridicos y las cadenas
de televisin. La Cruz Roja Tailandesa,
que presta primeros auxilios y apoyo
de salud en caso de disturbios
polticos, denunci rpidamente el
uso del emblema con nes polticos.
La Sociedad Nacional record a
los manifestantes y los medios de
comunicacin que la Cruz Roja conserva
su neutralidad en cuestiones de ndole
poltica y que el uso del emblema de
la Cruz Roja se rige por la normativa
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DijeronRindo homenaje a los valientessocorristas que prestan ayudaa los sirios que lo necesitan.El pilar rojo en Siria la
Media Luna Roja rabe Siria, laFederacin Internacional y elCICR es fundamental parallegar hasta las personas msvulnerables y a las que estn
sitiadas.
Secretario general de las Naciones Unidas
Ban Ki-Moon, en su discurso pronunciadoen la Conferencia Internacional sobrepromesas de contribuciones con neshumanitarios para Siria, celebrada en laciudad de Kuwait en enero.
34: es el nmero total de voluntariosde la Media Luna Roja rabe Siria que
han muerto en el cumplimiento de su
deber a enero de 2014; muchos ms
han resultado heridos.
48: es el porcentaje obtenido a febrerode 2014 de los 106 millones de dlares
solicitados en el llamamiento de
emergencia en favor de Siria, emitido
por la Federacin Internacional.
935.000: es el nmero dedesplazados por los enfrentamientos
en la Repblica Centroafricana.
1 milln: es el nmero aproximadode personas que han recibido paquetes
de vveres y comidas preparadas de la
Cruz Roja de Filipinas, con el apoyo del
Movimiento.
4 millones: es el nmero de vecesque se ha descargado la aplicacin de
primeros auxilios desarrollada por la
Cruz Roja Britnica y adaptada por la
Cruz Roja Americana.
33 millones: es el nmero decocoteros destruidos o daados por el
tifn Haiyan en las costas lipinas.
ndice humanitario
Fuentes: Federacin Internacional, Media Luna Roja rabe Siria
Fotografa:REUTERS/WolfgangRattay
Recuperndose despus de HaiyanLos sobrevivientes del tifn Haiyan en la parte central de Filipinas siguen adelante
con la reconstruccin despus de una de las tormentas ms devastadoras de la
historia, pero la recuperacin ser un proceso largo. La pesca y el sector agrcola
se vieron muy afectados: en algunas ciudades se perdi el 95% de los barcos
pesqueros y millones de cocoteros resultaron destruidos. Los cocoteros se
demorarn cinco aos en crecer, as que mientras tanto viviremos de los cultivos
de arroz y tubrculos, seala Julianito Cabalhin, un funcionario local. En los meses
posteriores a la tormenta, la Cruz Roja de Filipinas y los asociados del Movimientodistribuyeron vveres, artculos para la construccin de alojamientos, agua y dinero
en efectivo a ms de 1 milln de personas. En total, el Movimiento recaud ms de
334,4 millones de dlares para las operaciones y la fase de recuperacin, que ahora
se centran en los medios de subsistencia y el alojamiento.
internacional y una ley nacional sobre el
emblema, promulgada en 1956.
Nuevo secretario generalpara la FederacinInternacionalLa Junta de Gobierno de la FederacinInternacional eligi a Elhadj Amadou
(As) Sy como prximo secretario
general. El cargo ms reciente que
ocup Sy fue el de director de alianzas
con el sector pblico y movilizacin
de recursos de UNICEF en Nueva
York. Tambin fue director regional
de UNICEF para frica Oriental y
Meridional y coordinador mundial de
emergencias para el Cuerno de frica.
Antes, el ciudadano senegals fue
director de asociaciones y relaciones
exteriores y director ejecutivo adjunto
de ONUSIDA en Ginebra.
Gacetilla
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22. Cronologa de una tragedia
16. Desde Sdney con amor
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En la portada: La escena podra pertenecer a una novela deciencia-ccin. Sin embargo, muchos expertos dicen que la robtica
y la tecnologa de las armas que se estn construyendo hoy enda indican que la nocin de soldados robots no parecer tanestrambtica en las prximas dcadas. Ilustracin de Pat MasioniFotografas de esta pgina, desde arriba: Cruz Roja Alemana, Juozas Cernius/Federacin Internacional; Jarkko Mikkonen/Federacin Internacional; ClaireDoole/Federacin Internacional; Cruz Roja Americana
Primera planaProgramados para la guerra 4Desde las armas microscpicas hasta las mquinas de
combate totalmente automatizadas, la tecnologa dela guerra ha ido cambiando rpidamente. Este ao, elprimer Convenio de Ginebra de 1864 cumple 150 aos y esuna ocasin para examinar el futuro y preguntarse si lostrabajadores humanitarios y el derecho de la guerra podrnmantenerse al da con la generacin de armas siguiente.
Hola, me llamo Bot y vengo aayudarte 8Algunos dicen q ue Bots sin fronteras revolucionar lamanera de prestar asistencia humanitaria en los prximosdiez a veinte aos. Si fuera as, hay riesgo de que el humanodesaparezca de la asistencia humanitaria?
Testigos digitales 10Los telfonos mviles han contribuido a que la cartografa
digital sea una parte esencial de la intervencin ensituaciones de emergencia. Podran las herramientasdigitales actuales ayudar a rastrear e impedir crmenes deguerra?
La guerra virtual 12En los videojuegos de accin en primera persona,cuyasimilitud con la realidad es asombrosa, los jugadores hacende soldado. Millones de personas juegan a estos juegosde combate, entre ellas las unidades militares durante laformacin y el reclutamiento. Por lo tanto, deberan reejarmejor las realidades y las normas de la guerra?
Crnica fotogrfica 14Accin humanitaria 2064En esta crnica fotogrca especial, el dibujantePat Masioninos lleva en un viaje imaginario hasta el ao 2064, 200 aosdespus de la rma del primer Convenio de Ginebra. En estacolorida ilustracin se muestra la forma en que se podraaplicar el derecho internacional humanitario en una era desoldados robots, drones de alta velocidad, armas no letales ytrabajadores humanitarios robots.
4. Programados para la guerra
8. Hola, me llamo Bot
14. Accin humanitaria 2064
Reuniones estatutarias 16Desde Sdney con amorEl programa futurista de las reuniones estatutarias
celebradas el pasado mes de noviembre en Sdney (Australia)integr muchos retos presentes y futuros, desde el cambioclimtico hasta la agenda de los Objetivos de Desarrollo delMilenio despus de 2015.
Genocidio 20Avanzar sin olvidarVeinte aos despus del genocidio que desgarr estapequea nacin del frica Central, muchos ruandeses seenfrentan a un gran dilema personal: no olvidar lo queocurri en 1994 para que no se repita y al mismo tiempodejar atrs el pasado para reconstruir sus vidas.
Respuesta en casos de emergencia
22Cronologa de una tragediaEl 21 de septiembre comenz como cualquier otro sbadode maana en el popular centro comercialWestgate deNairobi. Cuando los miembros de un grupo militante somalcomenzaron a disparar, el centro comercial se convirti enuna escena de caos, sangre y miedo. Este relato minuto aminuto nos cuenta lo que les toc vivir a los voluntarios yal personal de la Cruz Roja de Kenia, y las enseanzas quesacaron de ese trgico da.
150 aos de accin humanitaria 26Nuestras vivencias, nuestra historiaPara conmemorar este ao el Da Mundial de la Cruz Roja y
de la Media Luna Roja, personas de todo el mundo cuentancmo se vincularon con el Movimiento. En este artculo,voluntarios de la Sociedad Nacional ms antigua de fricacomparten sus vivencias y expresan su opinin sobre laaccin humanitaria.
Material 29Se presentan nuevas publicaciones sobre diversos temascomo seguridad econmica, ciencia forense, atencinprehospitalaria en entornos muy peligrosos, y ms.
ndiceNMERO 1 .2014 .www.redcross.int
Artculos, cartas a la redaccin y dems correspondencia han deremitirse a:
Cruz Roja Media Luna RojaApartado de correos 372, CH-1211 Ginebra 19, SuizaCorreo electrnico: rcrc@FIC R.org ISSN No. 1019-9357
RedactorMalcolm Lucard
Versin en espaolMara Eliana InostrozaAna Elena Guyer
Responsable de edicinPaul Lemerise
DiseoBaseline Arts Ltd, Oxford, RU
DiagramacinNew Internationalist, Oxford, Reino UnidoImpreso en pap el sin c loro. IRL PLUS SA, Lausana (Suiza)
Consejo de RedaccinCICR Federacin InternacionalDorothea Krimitsas Andy ChannelleSophie Orr Susie ChippendaleFlorian Westphal Pierre Kremer
Agradecemos la ayuda prestada por los documentalistas y elpersonal de apoyo del CICR, la Federacin Internacional y las
Sociedades Nacionales. La revista se publica tres veces por ao enrabe, chino, espaol, francs, ingls y ruso y se distribuye en 189pases con una tirada de 70.000 ejemplares.
Las opiniones de los autores no coinciden forzosamente con las delMovimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja.Se agradecen los artculos enviados por iniciativa propia pero nopodrn ser devueltos a los autores.
Cruz Roja Media Luna Rojase reserva el derecho de modificarartculos y cartas antes de publicarlos. Los artculos y fotosque no lleven mencin de copyright pueden reproducirse sinautorizacin previa, haciendo constar la fuente.
Los mapas que figuran en esta publicacin son slo con fines deinformacin y no tienen ningn significado poltico.
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Programados para
la guerraLas armas robticas y automatizadas son tansolo una de las maneras en que la tecnologaest cambiando la forma de hacer la guerra.
Se mantienen al da los trabajadoreshumanitarios y las normas de la guerra?
El caza espa no tripulado de fabricacin britnica Taranis en un vuelo de prueba en Inglaterra en 2013.El Taranis estar programado para evadir ataques y seleccionar blancos, pero el fabricante y el Gobiernobritnico insisten en que el Taranis est diseado para ser maniobrado por operadores humanos, y que losobjetivos siempre sern vericados por el operador humano antes de lanzar cualquier ataque.Fotografa: Ray Troll/BAE Systems
En mayo de 2013, una aeronave no tripulada
con alas de murcilago del tamao de un avin
de combate estndar realiz su primer vuelo
desde la cubierta del portaaviones USS George HW
Bush, junto a la costa de Estados Unidos, cerca de
Washington D.C.
Conocido como el X-47B, este avin teledirigido,
gracias a su envergadura, es capaz de volar mucho ms
tiempo que los drones Predatorque se usan actual-
mente y su capacidad para despegar desde un buque
signica que se puede utilizar en casi cualquier parte
del mundo.
Pero algo ms hizo que el vuelo del X-47B fueranico, incluso histrico: segn la Marina de Estados
Unidos, tiene un diseo que le permite ser progra-
mado para realizar misiones sin intervencin humana.
A diferencia de los aviones no tripulados que se utilizan
actualmente, esta arma puede ser automatizada. En re-
sumen, se trata de un robot con alas, armas y
bombas.
Esto es el futuro, dijo el con-
traalmirante de la Marina
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Las armas que funcionan de manera autnoma no son una novedad.Las minas terrestres (extremo izquierda) funcionan sin intervencinhumana mientras que los sistemas de ametralladoras ms sosticados(segundo desde la izquierda), que se utilizan para proteger zonasfronterizas o instalaciones delicadas, pueden localizar blancos ydisparar sin un control humano directo. Los sistemas de misilesdefensivos (izquierda) son automatizados para tomar decisionessobre un blanco a gran velocidad. Las armas que se construyen enla actualidad tienen mltiples formas. El avin furtivo no tripulado
de la Marina estadounidense X-47B es capaz de llevar a cabomisiones preprogramadas mientras que los expertos dicen que losnanodrones del tamao de un insecto pueden ser programados pararealizar misiones y reaccionar ante las condiciones que se presentanen el terreno. Fotografas, de izquierda a derecha: Nita Bhallia/REUTERS; Pichi Chuang/REUTERS; Darren Whiteside/REUTERS; Rich-Joseph Facun/REUTERS; Skip Peterson/REUTERS
de Estados Unidos, Mat Winter, a travs de la agencia
Associated Press.
Y el X-47B no es la nica arma en la fase de diseo.
Numerosos pases, con ejrcitos grandes y pequeos,
estn creando sistemas de armas areas similares que
pueden ser controladas a distancia (como los drones
que se usan actualmente) y tambin funcionar de
forma autnoma.
Conicto a gran velocidadDesde el punto de vista militar, existen muchas ven-
tajas. Los drones de combate seran capaces de volar
en el espacio areo defendido sin poner en peligro a
los pilotos y podran maniobrarse con mayor rapidez,
tomando curvas cerradas que podran herir o matar a
una persona. Vuelan ms rpido, durante ms tiempo
y ms alto que las naves de combate tradicionales y los
que son programados o automatizados seran capaces
de continuar una misin, incluso si se interrumpe la co-
municacin entre el dron y el centro de mando.Mientras tanto, una revolucin anloga est ocu-
rriendo en el terreno. En los ltimos 15 aos, se han
desplegado miles de robots en conictos como el de
Irak y el de Afganistn. La mayora han sido utilizados
para detonar artefactos explosivos improvisados, pero
en 2007 se puso a prueba en Irak un robot mo-
dicado para portar armas.
Desde entonces, China, Israel
y Rusia tambin han cons-
truido sistemas de robots terrestres convertidos en
armas y otros pases estn siguiendo el ejemplo. Vie-
nen en todas las formas y tamaos: algunos son apenas
ms grandes que un juguete de control remoto, otros
son del tamao de camiones grandes. Por lo general,
equipados con orugas como las de los tanques o conruedas grandes, muchos tienen brazos capaces de rea-
lizar tareas simples y estn equipados con cmaras de
vdeo maniobrables, dispositivos con luz infrarroja o de
visin nocturna y armas.
Sus misiones son mltiples. Pueden entrar en
edicios o territorios ocupados por combatientes ene-
migos, con nes de reconocimiento o de ataque, y la
mayora de estos sistemas son operados por control
remoto. Con el tiempo pronostican los expertos
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los robots terrestres podran tambin ser programados
para misiones autnomas.
Segn muchos expertos, los avances que se estn
realizando hoy en la inteligencia articial representan
un salto cuntico en la tecnologa de la guerra, similar
a la llegada de la aviacin en la primera mitad del siglo
XX. Pero esta vez, no son solo los pases con grandes
ejrcitos los que intervienen.Hoy, sin duda, vemos una amplia gama de actores
con acceso a la nueva tecnologa avanzada, particu-
larmente porque es ms barata y ms fcil de utilizar,
escribe Peter W. Singer, director del Center for 21st Cen-
tury Security and Intelligencedel Instituto Brookings de
Washington D.C., en un nmero reciente de la Revista
Internacional de la Cruz Roja.
Cuando se llega al punto en que un microdron
puede volar usando una aplicacin iPhone lo que
ahora es posible un montn de gente puede usarlo,
acota Singer, que es tambin autor de Wired for War:
The Robotics Revolution and Conict in the 21st Century.
Distincin mecanizadaTodo esto tiene serias consecuencias en el modo cmo
pueden evolucionar los conictos y el equilibrio del
poder internacional. A algunos, como Noel Sharkey,
cientco informtico y experto en robtica radicado
en el Reino Unido, les preocupa que estemos en la cs-
pide de un nuevo tipo de carrera armamentista en la
que las armas en cuestin son relativamente peque-
as, baratas, fciles de producir, pero extremadamente
difciles de reglamentar. Todo el mundo tendr estatecnologa, asegura Sharkey, y observa que la tec-
nologa robtica est siendo impulsada tanto por los
mercados de consumo e industriales como por los pre-
supuestos militares.
Esta es la razn por la cual Sharkey se opone a los
sistemas de armas que no se encuentren bajo el control
de una persona en todo momento y cree que un nuevo
derecho de tratados podra mejorar la situacin.
Sharkey sostiene que no es una cuestin jurdica
sino de humanidad. No podemos delegar en una m-
quina la decisin de matar. Es el colmo de la indignidad
dejar que una mquina decida matar a una persona.
Para el sector humanitario, los sistemas de armas
robticos automatizados o totalmente autnomos
plantean tambin serios interrogantes: dado que la
mayora de las funciones de estas mquinas son auto-
matizadas, sern estas ecientes mquinas de matar
capaces de hacer la debida distincin entre combatien-
tes y objetivos militares, por un lado, y civiles, por el
otro?
Si, como pronostican algunos, los aviones de guerrahipersnicos automatizados aceleran brutalmente el
ritmo de un conicto, sern capaces los seres huma-
nos de tomar decisiones acertadas sobre la seleccin y
la proteccin de los civiles, dado el ritmo ultrarrpido
de combate de la prxima generacin? O esas decisio-
nes tambin pasarn a ser automatizadas?
Y si un arma autnoma o automatizada comete una
violacin de las normas de la guerra, quines sern
considerados responsables? El comandante que
envi el dron o el robot a la batalla, o el fabricante del
software que maneja el robot?
La respuesta a estas preguntas se est debatiendo
en los crculos acadmicos, militares y de promocin
de la paz. Mientras algunos estn pidiendo una regla-
mentacin, un nuevo derecho de tratados e incluso
moratorias y prohibiciones de ese tipo de armas, el
CICR ha efectuado un llamado a los Estados para que
cumplan sus obligaciones de acuerdo con los Con-
venios de Ginebra y sus Protocolos adicionales para
velar por que todos los sistemas de armas nuevos sean
conformes al derecho internacional humanitario (DIH)
antesde que se construyan y se desplieguen.
Ya hay muchas cuestiones legales, morales y polti-cas que giran alrededor de los drones que se utilizan
hoy, sobre todo por parte de Estados Unidos, para lle-
var a cabo ataques en Afganistn, Pakistn y Yemen.
Pero la mayora de las cuestiones relacionadas con el
derecho internacional humanitario y las misiones ac-
tuales de aeronaves no tripuladas tienen que ver con
la forma en que se emplean esas armas, no con la tec-
nologa en s. Lo esencial es que actualmente los seres
humanos tienen todava el control activo de los drones
durante sus misiones, aunque desde una ubicacin le-
jana del campo de batalla.
Con las armas autnomas, la ecuacin jurdica ha
cambiado y el debate est ms centrado en la tec-
nologa propiamente dicha y su capacidad. Segn el
CICR , un arma de ese tipo tendra que ser capaz de
distinguir no solo entre combatientes y civiles, sino
tambin, por ejemplo, entre combatientes activos y
los que estn fuera de combate, as como entre civi-
les que participan directamente en las hostilidades y
civiles armados.
Un arma autnoma tambin tendra que cumplir
con la norma de proporcionalidad, segn la cual las
bajas civiles incidentales que se prevn que cause unataque contra un objetivo militar no deben ser excesi-
vas en relacin con la ventaja militar directa y concreta
prevista. Y en caso de ataque, tendra que ser capaz de
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Sern estas
ecientes mquinas
de matar capaces
de hacer la debida
distincin entre
combatientes yobjetivos militares,
por un lado, y
civiles, por el otro?
KUn soldado estadounidensemirando un vehculo robticoarmado, conocido como MAARSo sistema robtico armadomodular avanzado, en unaexposicin militar en una base
de la Marina de Estados Unidos,en California, en 2012.Fotografa: Mike Blake/REUTERS
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tomar las precauciones necesarias para minimizar las
bajas civiles.
Para el experto en robtica Sharkey, la tecnologa
que permitira a las computadoras hacer distinciones
y tomar precauciones de ese tipo an est lejos de la
realidad. Si hubiera un entorno perfectamente des-
pejado, como un desierto con un tanque, se lograra
distinguir la forma del tanque y atacarlo, dice.Pero incluso en entornos moderadamente com-
plejos, como son el centro de un pueblo o una calle
residencial, las computadoras no son capaces de dis-
tinguir entre varias formas cambiantes en un paisaje
atestado de edicios, coches, rboles y personas, dice.
Con los sistemas de armas automatizados o se-
miautomatizados (es decir, programados para llevar
a cabo una serie de ataques especcos) se plantean
interrogantes diferentes. En este caso, una persona ha
tomado las decisiones con respecto a objetivos preci-
sos. Pero qu pasa si la situacin cambia: un autobs
escolar se detiene de repente delante del objetivo una
vez que se puso en marcha la misin? Los sistemas po-
dran permitir que un ser humano anule la orden, pero
si la comunicacin con el arma es interceptada por las
fuerzas enemigas (algo normal en tiempo de guerra)
no habra vuelta atrs.
Sin embargo, algunos expertos en derecho inter-
nacional humanitario arguyen que ya se dan esas
circunstancias con algunas armas no autnomas que se
estn utilizando. Cuando se dispara un misil de crucero
de largo alcance, por ejemplo, la situacin en el terreno
puede cambiar bruscamente entre el momento en quese lanza el misil y en el que impacta su objetivo.
Prdida de humanidad?De hecho, no todos los expertos en robtica y DIH
estn convencidos de que la automatizacin o la auto-
noma de los sistemas de armas contradigan siempre
los valores humanitarios. A medida que la inteligencia
articial se va perfeccionando, algunos sostienen que
un robot tericamente podra ser programado para
comportarse en cierto sentido de manera ms hu-
mana que los seres humanos, sobre todo en entornos
con mucha carga emocional y mucho estrs.
Como este nivel de automatizacin es an una fanta-
sa de la ciencia, un ejemplo ms concreto e inmediato
son los sistemas de misiles defensivos, que ya se utili-
zan para identicar, apuntar y derribar misiles lanzados
a una velocidad que excede la capacidad de los ope-
radores humanos. Sera justo, se preguntan algunos
expertos, impedir a un Estado que use la automatiza-
cin para defender a las personas de un bombardeo
con cohetes?
El huevo y la gallinaSin embargo, en la prctica, es poco probable que los
Estados se pongan de acuerdo sobre el derecho de
los tratados para regular esta nueva tecnologa en el
corto plazo, seala William Boothby, un experto en el
proceso de examen jurdico de las nuevas armas en re-
lacin con el derecho internacional humanitario.
Una razn es que los militares por lo general no re-
velan su verdadera capacidad tecnolgica con el n
de mantener la ventaja en futuros conictos. Parte de
esa ventaja disminuye si otros conocen el arma y saben
cmo funciona, observa Boothby, autor del recientelibro Conict Law, the inuence of new weapons techno-
logy, human rights and emerging actors.
Es el problema del huevo y la gallina, aade.
Quin va a legislar sobre algo cuyas caractersticas
an desconocemos? Es difcil evaluar los riesgos y
oportunidades de algo que no ha logrado cierto grado
de madurez.
Por esa razn, a Boothby le parece que es funda-
mental que los Estados incrementen su capacidad
para llevar a cabo un examen jurdico de cada uno
de los nuevos sistemas de armas, a lo que ya se insta
en los tratados. De los 170 Estados que estn obli-
gados, en virtud de un tratado, a realizar exmenes
de nuevas armas, solo 12 tienen un proceso regular
para hacerlo sistemticamente, dice. Boothby re-
conoce que pese a la existencia de esos exmenes,
este sistema no es per fecto, sobre todo porque son
los propios Estados los que evalan sus sistemas de
armas. Pero afirma que es una etapa importante y
necesaria.
Sea cual sea la posicin que se adopte sobre las
armas robticas, el sector humanitario debe pres-
tar ms atencin, sostiene el experto en armas PeterSinger, y aade que cuando empez a hablar con las
organizaciones humanitarias sobre la nueva tecnologa
ninguno de ellos [estaba] dispuesto o quera hablar
acerca de las tecnologas como el dron Predator.
El mismo fenmeno est ocurriendo en este mo-
mento con el desarrollo actual de la tecnologa, arma
en su reciente artculo de la Revista. La comunidad hu-
manitaria est reaccionando tardamente ante cosas
que ya existen y estn siendo utilizadas. Y por lo tanto
su impacto ser menor porque no se dio cuenta de las
consecuencias hasta que pasaron las cosas.
Una de las razones que expliquen esto puede ser
que las organizaciones humanitarias han estado muy
ocupadas lidiando con las atrocidades y violaciones
diarias, muchas de ellas cometidas con armas con-
vencionales sencillas, desde machetes hasta fusiles
automticos.
En un nivel ms profundo, como hace notar Sin-
ger, todo esto plantea cuestiones que van ms all
del derecho internacional humanitario: La pregunta
fundamental es: son nuestras mquinas las que
estn preparadas para hacer la guerra o nosotros,
los humanos?
Malcolm Lucard
Redactor jefe de Cruz Roja Media Luna Roja
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150 aosde accinhumanitariaEste ao, en el queel primer Convenio
de Ginebra llega a susesquicentenario, Cruz RojaMedia Luna Rojaexplorael futuro del derecho
internacional humanitarioy las consecuencias que
tendrn las nuevas armasy la tecnologa en la accin
humanitaria y en las normasde la guerra.
LNumerosos pases vienentrabajando desde hace aosen la construccin de dronesde combate furtivos. En laimagen, un camargrafo lmael modelo de un vehculo areono tripulado chino, apodadoAnjian o Espada Arcana.Fotografa: Bobby Yip/REUTERS
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Hola, me
llamo Boty vengo a
ayudarteAlgunos dicen que bots sin fronterasrevolucionar la forma de prestar asistenciahumanitaria. Si es as, existe algn riesgode que se elimine al humano de la asistencia humanitaria?
IMAGINE QUE SE HA PRODUCIDO un terremotoen una lejana aldea de montaa. Los caminos hanquedado destruidos y la nica forma de llevar su-ministros es a pie a travs de un paso peligroso. Luego
imagine que tiene un ayudante: un robot cuadrpedo
del tamao de un perro grande, capaz de andar por
un terreno irregular y de ayudar a transportar los su-
ministros.
A muchos trabajadores humanitarios la idea de que
los robots desempeen un papel importante en la in-
tervencin de emergencia les podr parecer un tanto
exagerada, una idea ms acorde con fantasas de cien-
cia ccin que con realidades humanitarias.
Pero algunos ven un futuro prometedor para los
robots humanitarios, y puede que ese futuro no sea
tan lejano. Quizs, incluso dentro de los prximos 20
aos, dice Robert Richardson, experto en robtica de
la Universidad de Manchester en el Reino Unido. Po-
dramos ver sistemas que, aunque no sustituyan a los
seres humanos, seran como colaboradores durante la
respuesta humanitaria.
Tomen a Big Dog, un robot cuadrpedo creado porBoston Dynamics, una rma con sede en Estados Uni-
dos. La versin actual es ruidosa, bastante aterradora
y su alcance es limitado. Pero puede caminar por coli-
nas escarpadas en la nieve y enderezarse por s mismo
cuando se le empuja.
Y esto es solo un ejemplo. Se estn fabricando mu-
chos robots que caminan, gatean, ruedan, vuelan y
hasta nadan. En su mayora, se estn construyendo
para que puedan llegar a lugares que son de acceso
demasiado difcil o peligroso para los seres humanos:
el interior de los volcanes para pronosticar la prxima
erupcin, zonas de combate o profundidades marinas.
En cualquier punto de los ocanos de todo el mundo,
los drones submarinos operados por la Universidad
Rutgers de Estados Unidos rastrean temperaturas y
corrientes ocenicas que podran contribuir a pronos-
ticar la intensidad de las tormentas. Mientras tanto, una
compaa israel est trabajando en una ambulancia
sin tripulacin dirigida a control remoto diseada para
evacuar a soldados durante combates intensos.
Usar robots para la accin humanitaria no es ninguna
novedad. Hace aos que se utilizan para desactivar bom-
bas y minas terrestres. Ms recientemente, los vehculos
areos no tripulados han comenzado a tener un papel
en la fase de recuperacin tras un desastre. Durante eltifn Haiyan en Filipinas, se usaron pequeos helicpte-
ros a batera no tripulados para inspeccionar los daos,
tomar fotos y mostrar al mundo la devastacin. IlustracindePa
tMasioni
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trabajadores humanitarios podran ser inmensas, como
sostienen sus partidarios. Los robots podran trabajar
sin descanso y sin dormir, levantar objetos pesados o
soportar altas temperaturas.
Mientras tanto, los avances en la inteligencia arti-
cial, que es lo que da a la computadora la capacidad
de pensar y ver identicar objetos y comprender
su entorno han permitido crear coches que se con-ducen solos, robots agricultores capaces de cosechar,
que hasta tienen un toque ms humano. En Japn,
pionero en robtica industrial, los robots cuidadores
tambin ayudan a las personas mayores o a los enfer-
mos a acostarse o levantarse de la cama y hasta son
capaces de confortar.
Bots sin fronterasPero los robots tambin plantean serios interrogantes
a los trabajadores humanitarios. Si se envan robots
o drones a realizar evaluaciones o prestar ayuda a
lugares que son demasiado peligrosos para los trabaja-
dores humanitarios, se podra con eso menoscabar la
nocin de trabajadores humanitarios de carne y hueso
capaces de acceder con toda seguridad a las personas
necesitadas?
Y cmo inuyen estos robots en las decisiones
tomadas por los seres humanos que los controlan?
Los drones y los robots pueden permitir que los tra-
bajadores humanitarios vean ms all y hagan ms,
pero podran provocar tambin un uso excesivo de
la accin por control remoto, en la que el sobrevuelo
de un dron toma el lugar de la intervencin humanadirecta?
Y las personas aceptarn la ayuda que presten dro-
nes o robots, o conarn en ella, especialmente si no
est claro quin est haciendo funcionar estos disposi-
tivos? En las zonas de conicto, la utilizacin de drones
por parte de trabajadores humanitarios podra levantar
sospechas si en las mismas zonas hay vigilancia militar
e incluso ataques armados con drones que ya estn
causando tensin psicolgica?
Teniendo en cuenta estas preguntas, es com-
prensible que muchos trabajadores humanitarios se
preocupen. Pero Patrick Meier, destacado analista de
tecnologas humanitarias, dice que es probable que la
manera de ver los drones cambie con el tiempo. Los
vehculos areos no tripulados o los drones tienen una
connotacin militar muy fuerte para muchos de no-
sotros, seala. Pero tambin la tuvieron los satlites
espaciales antes de que Google Earth llevara imgenes
de satlite a nuestros hogares.
Richardson est de acuerdo. Resultara muy extrao
que una persona llegara ahora a una zona de crisis hu-
manitaria seguida por robots, dice. Pero una vez que
la gente se familiarice con ellos y se vean en ms luga-res, una vez que haya ms drones civiles que realicen
tareas como vigilar las cosechas, se irn aceptando
pero desde luego depende del entorno.
Los lmites de la tecnologaHasta ahora, las limitaciones de ndole tecnolgica y
econmica han impedido su aplicacin en las zonas
de desastre. Segn el Informe Mundial sobre Desastres
2013 de la Federacin Internacional, tras la devastacin
causada por el terremoto y el tsunamien el noreste de
Japn en marzo de 2011 con la consiguiente falla
en la central de energa nuclear, se emplearonrobots de reconocimiento de fabricacin
japonesa y estadounidense para buscar
anomalas qumicas, biolgicas o radiol-
gicas.
Sin embargo, muchos de los robots
desplegados no pudieron usarse du-
rante mucho tiempo, ya que debido
al volumen de desechos y radiacin
pronto dejaron de funcionar. Japn
est trabajando en la fabricacin
de robots bpedos mviles resis-
tentes, que pueden soportar ese
tipo de entornos inhspitos,
mientras que una sociedad
de investigacin militar de
Estados Unidos ha ofrecido
un premio de dos millones
de dlares a las empresas
que puedan construir un
robot capaz de sustituir a
los trabajadores de rescate
en situaciones como la de
Fukushima.En cuanto a los vehcu-
los areos no tripulados,
nos topamos con otras
limitaciones. En los
vehculos areos no
tripulados ms pe-
queos, el problema
es la batera, explica
Richardson. Cuando
se trata de volar de un
punto A a un punto B,
es bastante sencillo. Pero
cuando empezamos a hablar
de llevar objetos de un lugar a
otro, la cosa es totalmente diferente.
Los avances en la nanotecnologa estn ayudando
a hacer cmaras, microchips y circuitos cada vez ms
pequeos. Pero por el momento, las herramientas que
podran ser tiles, como los sensores infrarrojos o de
visin nocturna, no son prcticas debido a su ta-
mao, peso y costo.
Segn los expertos, lo ms probable es que
sean los mercados de consumo, como la indus-tria juguetera, los que reduzcan los costos gracias a
la produccin en masa. Cuando se rompan las ba-
rreras tecnolgicas y de costos, las ventajas para los
Resultara muy
extrao que una
persona llegara
ahora a una zona de
crisis humanitaria
seguida por robots.Pero una vez que la
gente se familiarice
con ellos y se vean
en ms lugares, una
vez que haya ms
drones civiles que
realicen tareas como
vigilar las cosechas,se irn aceptando.
Robert Richardson, expertoen robtica
Ms en lawebMuchos aspectos de larobtica, del control remoto
y de la automatizacinan no son asequibles
ni prcticos para lostrabajadores humanitarios.
Pero hay excepciones. LaCruz Roja de Hait, con el
apoyo de la FederacinInternacional, puso
en marcha un serviciotelefnico automatizado
que facilita a los usuariosinformacin sobre temas
que van desde la prevencindel clera hasta la
preparacin para huracanes.El servicio tambin recopila
informacin de los usuariosy realiza encuestas.
Ms informacin enwww.redcross.int .
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TestigosdigitalesAhora la cartografa digital integra la intervencin en casosde emergencia. Los mapas digitales de crisis basados enInternet pueden tambin contribuir a documentar o incluso
impedir los crmenes de guerra?
Cuando en 2011 la revuelta poltica en Siria seconvirti en conicto, un grupo de activistasy voluntarios, llamado Humanitarian Tracker,cre en la web un sitio de mapas digitales de crisis
denominado Syria Tracker. A partir de una plataforma
desarrollada por Ushahidi, la organizacin pionera en
cartografa de crisis, el mapa de Siria muestra la ubica-
cin de los hechos violentos y permite a los usuarios
leer relatos de primera mano y ver videos de incidentes
subidos a la web por testigos.Gracias a la informacin obtenida de Twitter, Face-
book, correos electrnicos y otras fuentes directas, los
informes dan cuenta de tiroteos, ataques contra civiles,
detenciones, ataques areos, bombardeos, ejecucio-
nes y la destruccin de centros religiosos, actos que
pueden constituir violaciones del derecho internacio-
nal humanitario. Con este tipo de informacin digital
de primera mano se podra establecer un registro p-
blico que permitiera desalentar las violaciones de las
leyes de la guerra? Para saber ms, Cruz Roja Media
Luna Rojaentrevist a Hend Alhinnawi, uno de los co-
fundadores de Humanitarian Tracker.
Hend Alhinnawi: Estamos hablando aqu de una
tecnologa muy sencilla. Si tienes un telfono mvil
y acceso a Internet, puedes contar lo que te est
ocurriendo. Es una herramienta muy poderosa, que
permite devolver el poder a la gente que est en el
terreno.
De dnde vienen los informes?
Unas 93.000 personas han presentado informes que
hemos publicado. Hemos vericado a cada una de esas93.000 personas. Sin embargo, solo hemos publicado
un seis por ciento de los informes que hemos recibido
en los ltimos tres aos. Somos sumamente pruden-
tes con lo que publicamos porque preferimos calcular
por lo bajo las cifras a publicar cosas que no podemos
corroborar.
Adems, hemos extrado informacin de ms de
50.000 informes de prensa a partir de fuentes o-
ciales de los medios, as como de blogs y medios
sociales para que las personas que consultan el sitio
web puedan tener una visin global de lo que est
ocurriendo en el terreno. Tambin hemos establecido
alianzas y relaciones de conanza con las personascon las que hemos trabajado en los ltimos tres aos.
Cuando recibimos informes de ellas, sabemos que son
exactos. Pero cotejamos estos informes con otras fuen-
tes tambin.
Mientras tanto, la informacin ha ido mejorando. La
gente enva vdeos o fotos que contienen mucha ms
informacin que nos permite vericar el informe. A
veces incluyen un punto de referencia para vericar la
ubicacin o una foto que muestra a la persona que ha
muerto, su nombre, etc. Por lo general, la edad de la
vctima es lo que ms cuesta vericar.
Cmo mantienen la credibilidad de todas las fuen-
tes en un conflicto tan polarizado?
Humanitarian Tracker no tiene liacin poltica o re-
ligiosa. Su causa es exclusivamente humanitaria. El
objetivo es simplemente velar por que ninguna vctima
ni ningn delito queden sin reconocer. Sostenemos
que este sitio web no es un lugar para discusiones po-
lticas.
Pero cmo pueden asegurarse de que los mapas di-
gitales de crisis no se convierten en otro campo debatalla en una guerra de propaganda?
El sentido de este foro es que cualquier persona puede
presentar un informe: el integrante del gobierno o el
LEste mapa interactivo delsitio web Syria Tracker permitea los usuarios seleccionarel tipo de datos que estnbuscando y obtener ms detallespulsando los puntos de colores.Los nmeros en los puntosindican la cantidad de informesrecibidos de una zona geogrcadeterminada. A partir de otrasfunciones los usuarios puedenclasicar las muertes y losincidentes violentos por sexo yedad de las vctimas, la ubicaciny la causa de las lesiones, entreotras variables. Fotografa: cortesa deHumanitarianTracker.org
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Han recibido muestras de inters de organizacionesque quieren examinar los datos para tener pruebas
de crmenes de guerra?
S. Si se produce un crimen y podemos vericarlo, nos
interesa que las personas responsables den cuenta de
sus actos ante la justicia. Sin embargo, nuestro trabajo
consiste principalmente en poner los datos a dispo-
sicin del pblico, ya sea un grupo humanitario que
quiere saber dnde es ms apremiante la asistencia ya
sea alguien que quiera saber ms acerca de una ma-
tanza que se ha producido.
Puede este tipo de plataforma desempear tambin
un papel en la proteccin de la poblacin civil?
Por supuesto. Por ejemplo, hablamos con una orga-
nizacin que estaba interesada en la creacin de un
albergue para personas vctimas de violacin en una
zona donde se produjeron casos de violacin selec-
tiva. As pues, Syria Tracker toma la informacin que
nos facilitan y otras organizaciones pueden localizar la
informacin y sacarla de all.
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ciudadano medio. Toda persona tiene voz y la capa-cidad de presentar un informe sobre lo que le est
ocurriendo.
Es cierto que la inmensa mayora de los informes
que recibimos tienden a ser de un bando. Pero fuimos
uno de los pocos que publicamos informes sobre posi-
bles actos de violacin una serie de ataques contra
mujeres cometidos por el Ejrcito Libre de Siria. La
decisin de publicar estos informes no le gust a mu-
chos. La gente nos pregunt, Por qu estn tomando
partido? Pero justamente Syria Tracker est basado en
no tomar partido. Si esas personas estn cometiendo
crmenes, queremos asegurarnos de que se est docu-
mentando al respecto.
Tiene usted algu na idea de si la prese ntaci n de
informes est teniendo algn efecto en el comporta-
miento de los combatientes?
Esperamos que s. Pero no es seguro que un informe
pueda evitar incidentes en el terreno. Pero si esa infor-
macin es enviada a una organizacin que se encarga
de llevar a las personas que han cometido crmenes
de guerra ante la justicia, entonces esos informes son
muy valiosos. Hay pruebas de que miembros de ambosbandos han sido llevados ante la justicia. As que tal
vez ms adelante la rendicin de cuentas pueda ser un
factor de disuasin.
Ms en la webJen Ziemke, cofundadora de la redInternational Network of Crisis Mappers explica que los mapasde crisis pueden ayudar a las organizaciones a proteger a los civiles mediante el anlisis de lospatrones de violencia dentro del conic to. Consulte www.redcross.int .
HumanitarianTracker no tiene
liacin poltica ni
religiosa. Su causa
es exclusivamente
humanitaria.
Su objetivo es
simplemente velar
por que ningunavctima ni ningn
crimen queden sin
reconocer.
Hend Alhinnawi,cofundadora de
Humanitarian Tracker
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La guerra virtualTambin necesita normas?EN UN ALMACN ABANDONADO que ha sidoacribillado a balazos, se encuentra usted, comoparte de un equipo de operaciones militaresultra secretas, interrogando a un enemigo capturado,
que se niega a hablar. Decide entonces tomar algunos
fragmentos de vidrio de una ventana rota y los inserta
en la boca del cautivo.
Esta escena brutal es en realidad una secuencia de Call
of Duty: Black Ops, un videojuego que muestra las ope-
raciones clandestinas de un equipo secreto totalmente
cticio de las fuerzas especiales. Para poder avanzar en el
juego, el jugador tiene que dar una orden a la computa-
dora o la consola y golpear al detenido en la cara.
Este es tan solo un ejemplo de cmo los videojuegos
de accin en primera persona actuales ponen al juga-
dor en medio de un escenario de guerra virtual, que con
frecuencia es extremadamente brutal. Tambin muestra
que muchos de estos juegos contienen escenas que vul-
neran las normas de guerra ms elementales.
Debido a que millones de personas juegan a estosjuegos virtuales todos los das, algunos ven con preocu-
pacin la inuencia que puedan tener en la percepcin
de los usuarios con respecto a lo que se permite hacer
a los soldados en la guerra.
Las personas que juegan a estos juegos durante un
par de horas todos los das se vern inuidos por stos
inevitablemente, dice Franois Snchaud del CICR, ex
ocial del ejrcito suizo que ahora acta como enlace del
CICR con las fuerzas armadas. Esta repeticin de accio-
nes se asemeja a los ejercicios utilizados en la instruccin
militar: es la forma de inculcar un reejo en las personas.
Varios estudios realizados en los ltimos aos
tambin han sealado que se cometen numerosas vio-
laciones virtuales del derecho internacional humanitario
(DIH), como por ejemplo la destruccin de bienes civiles
y ataques intencionales contra la poblacin civil. Va-
rios juegos tambin permiten a los jugadores disparar
contra soldados heridos que estn fuera de combate. Y
los trabajadores humanitarios no gozan de inmunidad:
incluso algunos juegos incluyen disparos contra las uni-
dades sanitarias que llevan el emblema de la cruz roja, la
media luna roja o el cristal rojo.
Normas de intervencinAun as, Snchaud insiste en que el CICR no trata de
censurar los videojuegos violentos. Lo que la Institu-cin propone es que los fabricantes de videojuegos
integren voluntariamente el DIH en sus productos. Por
ejemplo, si los jugadores atacan a los civiles o torturan
a los prisioneros, deben asumir las consecuencias de
sus actos: tiempo en el calabozo (prisin), prdida de
puntos, incluso quedar fuera de juego. Snchaud
A travs de estos
juegos, estamos
dirigindonos
a los futuros
combatientes, los
futuros legisladores,los encargados de
tomar decisiones
y tambin a las
personas que estn
hoy en los campos
de batalla.
Franois Snchaud, CICR
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argumenta que as el juego se vuelve ms interesante
y realista, y fomenta la sensibilizacin y un mejor com-
portamiento si esos jugadores llegan a ser soldados
algn da.
Despus de todo, muchos de estos juegos los
utilizan tambin las unidades militares para el entrena-
miento e incluso como herramienta de reclutamiento.
A travs de estos juegos, estamos dirigindonos a losfuturos combatientes, los futuros legisladores, los en-
cargados de tomar decisiones y tambin a las personas
que estn hoy en los campos de batalla, precisa.
Varios fabricantes de videojuegos ya se han puesto
a tono. Marek Spanel, director de Bohemia Interactive,
dice que el juego de su empresa, Arma 3, pretende ser
una autntica experiencia militar en la computadora,
una de las razones por las cuales los juegos son utili-
zados por numerosas organizaciones militares (por
ejemplo, en Australia y los pases de la OTAN, entre
ellos el Reino Unido y Estados Unidos) como un m-
todo muy eciente para la formacin de personas.
Cuando nos dimos cuenta de que haba jugadores
que disparaban contra todo lo que se mova nos pareci
que eso no estaba bien, asegura Spanel. Aade que el
equipo de Bohemia Interactive introdujo mecanismos
para castigar a los jugadores que matan a los no com-
batientes o a los simpatizantes de sus propias las.
Corazn y menteSin embargo, no todos los jugadores estn conven-
cidos. Cuando el CICR comenz a hablar sobre los
crmenes de guerra y los videojuegos en 2011, lareaccin fue inmediata. Muchos creyeron errnea-
mente que el CICR estaba presionando para que se
demandara en el mundo real a los jugadores por sus
acciones en el juego.
Uno podra pensar que tienen mejores cosas que
hacer que denir si es una violacin [del DIH] o no
Ms en la webCon la ayuda de 11
Sociedades Nacionales, elfabricante de videojuegos
Electronic Arts Inc., con sedeen Estados Unidos, integr
directamente en su juego
de planicacin urbanaSimCity las intervencionesde emergencia de la Cruz
Roja. Los jugadores puedencomprar, descargar y
desplegar un centro desocorro, as como tiendas
de campaa y vehculosde la Cruz Roja. Para ms
informacin:www.redcross.int .
disparar pxeles contra otros pxeles, coment una
persona en el blog de juegos Polygon.
Desde entonces, el debate evolucion. Despus de
que el CICR aclar que no estaba tratando de censu-
rar los juegos, sino simplemente proponiendo que las
consecuencias de los crmenes de guerra fueran ms
realistas, el debate en los blogs de juego cobr un tono
ms positivo.Es alentador ver que en lugar de demonizar los vi-
deojuegos, estn tratando de mejorarlos y usarlos para
hacer el bien, escribi uno.
Estoy deseando que salgan los juegos de guerra
moderna en primera persona que permitan hacer pri-
sioneros, tomar decisiones morales, etc., en lugar de
arrasar con todo, escribi otro.
Pero aun as, no todos estn convencidos. Puedo
entender su punto de vista, escribi un jugador.
Pero insisto, los videojuegos estn concebidos para
entretener y ofrecer una va de escape a la realidad. No
me parece muy divertido si mi personaje cae en prisin
en medio de una misin porque atac a un civil acci-
dentalmente o el enemigo estaba escondido en una
habitacin llena de civiles.
Ahora bien, los juegos estn concebidos para entre-
tenerse pero la guerra es un asunto muy serio. Dado
que el entrenamiento para la guerra, e incluso la guerra
misma, es cada vez ms virtual, algunos sostienen que
habra que empezar a pensar en cmo se puede apli-
car el derecho humanitario en el entorno virtual de la
guerra. Por lo tanto, segn el CICR, los Estados deben,
como mnimo, velar por que los instrumentos de en-trenamiento y reclutamiento virtual no permitan ni
fomenten ningn comportamiento ilcito sin las debi-
das sanciones, para que tampoco se vean implicados
si los soldados entrenados, mediante algo diseado
simplemente para distraerse, cometen crmenes de
guerra.
KImgenes deArma 3, unvideojuego de accin en primerapersona muy cercano a la realidadutilizado por algunos serviciosarmados estatales con nes de
entrenamiento. Su fabricante,Bohemia Interactive, con sede enla Repblica Checa, es una de lasvarias empresas que han integradoaspectos del derecho internacionalhumanitario en los videojuegosde ese tipo.Imgenes: Bohemia Interactive
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14 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 414 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | N M E R O 1 . 2 0 1 4
Pat Masioni
A n de conmemorar el 150 aniversario del primer Convenio de Ginebrade 1864, pedimos al artista Pat Masioni que imaginara la forma en que sepodran aplicar las normas de la guerra en el ao 2064, fecha en la cual elConvenio cumplir su 200 aniversario.
ENVEN LOS DRONES PARACARTOGRAFIAR Y EVALUAR LA
SITUACIN, Y AS PODER INTERVENIR LOANTES POSIBLE CON LOS ROBOTS!
DE ACUERDO, COMENZAMOS A RECIBIROTRAS ALERTAS. LOS VOLUNTARIOS
HAN SIDO MOVILIZADOS PARA PRESTARPRIMEROS AUXILIOS.
HAY VARIOS MUERTOS Y HERIDOS. LA GENTE HUYE DE LOSCOMBATES Y NECESITAR AYUDA INMEDIATA
ESTALLARON LOSCOMBATES EN LA CIUDAD
DE SHILANO
PERO LA FELICIDAD DURA POCOUNA TRANSMISIN DE URGENCIA
DEL CICR
QU FELICIDAD HABER PASADOUN PERODO TAN LARGO SIN
GRANDES CRISIS!
S, CREO QUE LA LABOR DEPREVENCIN DE DESASTRES
QUE REALIZAMOS EST DANDOSUS FRUTOS.
SI LA ACCIN HUMANITARIA YA NO ESNECESARIA QUIZ PUEDA JUBILARME ANTES
Y YO EMPEZAR ABUSCARME OTROTRABAJO JEJE
ACABO DE ENVIAR MIINFORME TRIMESTRAL
A GINEBRA
FECHA: 17 DE ABRIL DE 2064INFORME DEL PRIMER TRIMESTRE
SAMIR TOLAFSEN, COORDINADOR DE MEDIDAS DE EMERGENCIAESTACIN AREA DE INTERVENCIN REGIONAL
EN RELACIN CON LA VIOLENCIA Y LOS CONFLICTOS, HAHABIDOUN PERODO RELATIVAMENTE TRANQUILO EN LA
REGIN, Y LA VIOLENCIA HA TENDIDO A DISMINUIR EN ESTELTIMO DECENIO. SIN EMBARGO, LA TENSIN ES PERCEPTIBLE
ENTRE LOS MOVIMIENTOS SEPARATISTAS Y EL ESTADOEN DETERMINADOS ENCLAVES DEL CENTRO DE LA CIUDAD.
SEGUIMOS PRESTANDO AYUDA A LA POBLACIN, EN PARTICULARA LOS DESPLAZADOS DE LAS GRANDES CIUDADES, EN LO QUERESPECTA A LA SEGURIDAD ALIMENTARIA Y LA PREPARACIN
PARA DESASTRES NATURALES.
Accin humanitaria
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N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 15N M E R O 1 . 2 0 1 4 | C R U Z R O J A M E D I A L U N A R O J A | 15Pat Masioni es autor congoleo de historietas y public entre otras cosas un relato sobre el genocidio ruands y otro sobre el conicto en la Repblica Democrtica del Congo.Para ms informacin: www.redcross.int.
ENTRETANTO, LOS COMBATES SE INTENSIFICAN
NO SE PREOCUPEN. NUESTROS DRONES Y ROBOTS ESTNPROGRAMADOS PARA HACER LA DISTINCIN ENTRE
COMBATIENTES Y CIVILES. NO ATACAREMOS NI A LOSEQUIPOS MDICOS NI A LOS CIVILES
CREO QUE LAS REDES HAN SIDOAFECTADAS POR UN CIBERATAQUE.PERD LA SEAL DE LOS DRONES
QUE IBAN A CARTOGRAFIAR
HEMOS SUFRIDO UN CIBERATAQUE.PERDIMOS EL CONTROL DE LOS ROBOTS!
CONTINUAR
POR FAVOR,
NO ME MATEN
ESCCHENME. SOY VOLUNTARIA DE LA CRUZ
ROJA MEDIA LUNA ROJA. SOY TRABAJADORAHUMANITARIA Y ME ESTOY OCUPANDO DE UNAPERSONA CIVIL HERIDA. ESTAMOS PROTEGIDOS
POR LOS CONVENIOS DE GINEBRA Y SUSPROTOCOLOS ADICIONALES
ESTOY AQU PARA AYUDARLOS
EH? ROBOTS?!
HAY MUCHAS VCTIMAS CIVILES. LOSEQUIPOS DE PRIMEROS AUXILIOS DEL CICRY DE LA CRUZ ROJA Y LA MEDIA LUNA ROJAYA ESTN EN EL TERRENO. RECUERDEN QUEDEBEN RESPETAR LA NEUTRALIDAD DE LOS
TRABAJADORES HUMANITARIOS
MUY BIEN MUCHACHOS,ELIMINEN ESTA ESCORIA!
LOS DRONES DEL CICR Y DE LAFEDERACIN INTERNACIONAL
CONSTATAN LOS DAOS
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Desde Sdneycon amorAl mismo tiempo que el Movimiento conmemoraba el150 aniversario de las primeras Sociedades Nacionales,se celebraban sus reuniones estatutarias en Sdney(Australia), en las antpodas de las viejasciudades de Europa, donde, en 1863,se inici el Movimiento de la Cruz Rojay de la Media Luna Roja.
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En nombre de los gadigal, les doy la bienvenida,
dijo el anciano aborigen Allen Madden a los delegados,
dando as inicio a la gran ceremonia de inauguracin.
Los gadigal eran el pueblo originario que habitaba en
la zona que rodea Sdney, explicaba Madden, mientras
continuaba la ceremonia de bienvenida con el ritmo
del diyirid y el ritual de utilizar el humo de ciertas
plantas con objeto de puricar o preparar un espaciopara actividades o reuniones importantes.
Mientras tanto, la numerosa representacin de las
naciones insulares del Pacco no dejaba olvidar que el
cambio climtico un gran problema humanitario para
los aos venideros afectar directamente al futuro de
muchas culturas de esa regin. El efecto del cambio
climtico en la severidad de las tormentas se puso cla-
ramente de maniesto con la llegada del tifn Haiyan a
Filipinas justo cuando se dirigan hacia Sdney los dele-
gados de las Sociedades Nacionales de todo el mundo.
La respuesta al tifn se convirti en un tema de-
nitorio de la conferencia y muchos de los asuntos
tratados en los talleres la diplomacia humanitaria,
la coordinacin en el Movimiento, la comunicacin
con los beneciarios, los llamamientos de fondos
fueron ejemplicados en tiempo real ya que hubo
equipos del CICR y de la Federacin Internacional,
as como de numerosas Sociedades Naciona-
les, que organizaron operaciones de socorro,
dieron conferencias de prensa e hicieron lla-
mamientos.
Del mismo modo, el actual conflicto
en Siria, donde la Media Luna Roja rabeSiria desempea un papel humanitario
primordial (con el apoyo de la Federacin
EL ENCUENTRO FUE, en muchos aspectos, un re-ejo del gran alcance del Movimiento, no soloen el mbito geogrco, cultural y tcnico, sinotambin en lo que atae a las complejas crisis y proble-
mas humanitarios que le toca encarar en el siglo XXI.
Organizada por la Cruz Roja Australiana, una Socie-
dad Nacional a la vanguardia de la tecnologa y experta
en medios de comunicacin, que despliega operacio-nes nacionales e internacionales slidas, la reunin
brind a los ms de 1.000 delegados participantes la
oportunidad de conocer las cuestiones que estn en
juego en Australia y en la regin.
KEn un da lluvioso enSdney, durante las reunionesestatutarias de la Cruz Roja y dela Media Luna Roja en noviembrede 2013, los dirigentes, losvoluntarios y los simpatizantesde todo el mundo se cubrieroncon ponchos impermeables rojosponiendo color en las escalinatasde la pera de Sdney, una delas estructuras histricas msemblemticas de Australia.Fotografa: Louise M. Cooper/Cruz Roja
Australiana
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Internacional y del CICR) fue otro de los temas cardi-
nales de las conferencias de prensa y los llamamientos
pblicos para la proteccin y el apoyo a los esfuerzos
humanitarios.
Las reuniones fueron tambin la ocasin para
abordar algunos asuntos internos espinosos, como
la cooperacin entre la Federacin Internacional, las
Sociedades Nacionales y el CICR, as como futurascuestiones externas esenciales, desde el armamento
automatizado hasta las armas nucleares o la prdida
de respeto hacia los trabajadores humanitarios en mu-
chos contextos.
El Movimiento tambin dio la bienvenida a dos nue-
vas Sociedades Nacionales (Chipre y Sudn del Sur) que
tienen admisin ocial en la Federacin Internacional.
Adems, en las reuniones de Sdney fue la primera
vez que la Cumbre Mundial de la Juventud se celebra
justo antes de la Asamblea General, una decisin deli-
berada de los organizadores para integrar la energa
y el impulso de los jvenes en el proceso de toma de
decisiones, segn Ashanta Osborne Moses, presidenta
de la Comisin de la Juventud de la Federacin Interna-
cional. Nosotros estamos logrando solo una pequea
parte de lo que somos capaces de hacer, porque no se
ha incorporado totalmente a nuestros jvenes al pro-
ceso de toma de decisiones, asegur.
El aporte hecho para el desarrolloLos Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) y la con-
tinuacin de su cumplimiento fue otro de los temas
abordados. Dado que las promesas esenciales hechaspara 2015 como parte de los ODM de las Naciones
Unidas, (erradicar la pobreza extrema, lograr el acceso
universal al agua potable y mejorar la salud) no po-
drn cumplirse antes del plazo jado para el prximo
ao, cmo puede el Movimiento ayudar a cambiar las
cosas?
Amina Mohammed, Asesora Especial de las Na-
ciones Unidas sobre la Planicacin del Desarrollo
despus de 2015, propuso a las Sociedades Naciona-
les que ayudaran a establecer la agenda. Queremos
una agenda en la que nos reconozcamos todos, en la
que veamos el aporte que hemos hecho despus de
2015, dijo a la concurrencia. Lo que no queremos es
una agenda trada desde Nueva York y pasar luego los
prximos cinco aos tratando de ponerla en prctica.
Muchos dirigentes de las Sociedades Nacionales,
como Anselme Katiyunguruza, secretario general de la
Cruz Roja de Burundi, respondieron diciendo que crear
y mantener redes de voluntarios locales es un paso cru-
cial. Para alcanzar metas de desarrollo importantes,
tenemos que transformar a las personas vulnerables en
personas a las que se ha dotado de medios para ayudar
a los dems, seal.
Malcolm Lucard
Redactor jefe de Cruz Roja Media Luna Roja
Palabras desde SdneyEn las reuniones celebradas en Sdney, se destacaron
muchos oradores que abordaron con vehemencia temasque van a ocupar el Movimiento en los prximos aos.
He aqu algunos de ellos.
Armas nuclearesCharlotte Nordstrm, coordinadora voluntaria de la Cruz Roja
Noruega
Extracto de su declaracin ante el Consejo de Delegados en apoyo
de la resolucin para la eliminacin de las armas nucleares.
Crec despus de la guerra fra, por lo tanto, me resulta difcil entender los argumentos que
deenden la existencia de las armas nucleares. Pero la extensin del sufrimiento humano
que causan nunca ha sido ms clara. Por esa razn,hace exactamente un ao, los jvenes de la Cruz
Roja en Noruega salieron a las calles para recoger el
apoyo a nuestra causa y lo hicimos con gran xito.
Creo que podemos contribuir a salir del punto
muerto que ha persistido por mucho tiempo
en las discusiones sobre el desarme nuclear. La
prevencin es la nica opcin viable. No vamos a
vivir bajo la amenaza que podra destruir toda vida
en nuestro planeta, y no vamos a dejar esta labor
a los dems.
ObjetivoshumanitariosFiona Terry, escritora y trabajadora humanitaria
En su intervencin en el Foro Humanitario, una plataforma para de-
batir cuestiones humanitarias antes de la apertura de las reuniones
estatutarias, en relacin con el aumento de ataques contra los traba-
jadores humanitarios.
Hace veintin aos me sub a un avin de carga en Melbourne que iba rumbo a Somalia.
Aterric en el epicentro de una hambruna. Lo que vimos all era inimaginable y no
estaba preparada en absoluto. Tuvimos que hacer cosas horribles, como decidir quin
tendra acceso a los centros de alimentacin, por que no tenamos sucientes alimentos
para todos. Y la razn por la cual no tenamos sucientes alimentos fue que las miliciasarmadas nos robaron los suministros humanitarios. Ante esta situacin, hicimos lo que
pudimos. Nos dimos cuenta de que la nica forma que haba para apor tar vveres, dado
que por da moran unas 200 personas, era contratar unas camionetas con ametralladoras
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montadas en la parte trasera, de modo que podamos as proteger los alimentos y
proporcionar cierta seguridad.
El dilema tico que esto gener pagar por la seguridad armada para protegernos y
entregar la ayuda humanitaria por encima del can de un arma fue inimaginable. Haba
trabajado en el norte de Irak y nunca ocurri nada por el estilo. Y, honestamente, pensamos
que nunca podra haber una situacin tan difcil como la que enfrentamos en 1992 y 1993
en Somalia. Pero estbamos equivocados. Despus de dos dcadas he vuelto a Somalia y ni
siquiera me atrevo a regresar adonde fuimos con aquellos vehculos hace 20 aos.
S, como comunidad humanitaria nos hemos vuelto mucho ms reacios al riesgo. No creoque la gente pueda hacer hoy lo que hicimos entonces. Pero al mismo tiempo, no ramos
el blanco de ataques como trabajadores humanitarios. Podamos quedarnos atrapados en
el fuego cruzado, pero no nos mataban ni nos
secuestraban por lo que representbamos. Esa es la
realidad hoy en da.
InclusinLucy Yaneth Murillo, voluntaria y
lder, Cruz Roja Colombiana
Murillo qued parapljica tras un
accidente de avin hace tres aos.Voluntaria antes y despus de su ac-
cidente, dice que el Movimiento tiene
que ver a las personas con discapaci-
dad no solo como beneciarios, sino como voluntarios, empleados y
futuros lderes.
Cuando tienes un accidente que limita tu capacidad fsica te parece que las organizaciones
como la Cruz Roja no son las mejores para ofrecerse como voluntario por el tipo de trabajo
que implica. Y la discriminacin viene de todas partes, incluso de los otros voluntarios. As
que es necesario que las personas con discapacidad hallen la manera de salvar vidas desde
una perspectiva diferente. Tambin es necesario
que el Movimiento d una prioridad absoluta a la
inclusin de las personas con discapacidad.
EsprituemprendedorBen Huh, empresario de Internet y
director ejecutivo de la red Cheez-
burger
Huh se dene a s mismo como un
empresario de Internet que desarrolla
plataformas que ayudan a personas a hacer rer a otras personas.
A nivel macro, nos estamos alejando de un mundo denido por las jerarquas y
acercndonos a un mundo de redes. Y no es que las jerarquas desaparezcan o sean malas,
sino que el progreso futuro reside ms en la aceptacin de las redes entre iguales. Ya no
se trata de estructuras de poder que dicen: tienes que hacer esto y esto otro, sino de la
organizacin de personas, cuyos mtodos de hacer negocios van a ser mucho ms rentables
y ecaces a largo plazo.
Silos y programas
informticos abiertosJuliana RotichDirectora ejecutiva de Ushahidi,que crea programas informticos de
cdigo abierto para su uso en situa-
ciones de crisis en todo el mundo.
Lo que hay que pensar a nivel local y mundial
es: estamos trabajando en silos? Cules son
los sistemas y procesos para derribar esos silos
de modo que la apertura pueda ser un principio
rector? Porque as es como podemos volver a los
principios de unidad y universalidad. Nos estamos
enterando de que los sistemas cerrados no les dan
el efecto y la amplitud deseados, y no son el tipo de
invitacin a la participacin y la comunidad que se
obtiene con el sistema de cdigo abierto.
La antorcha humanitariaAbdulrahman Attar
Presidente de la Media Luna Roja rabe Siria, al recibir el Premio de
la Cruz Roja y de la Media Luna Roja por la Paz y la Humanidad en
nombre de su Sociedad Nacional y de sus voluntarios.
Permtanme que les cuente lo que una mujer voluntaria de la Media Luna Roja rabe Siria
contest cuando le preguntaron lo que signicaba
el voluntariado para ella: Mi universidad cerrsus puertas y dej de ensear. Perd mi trabajo
y mi casa. Pero quera ayudar a mi pueblo y mi
patria. Lo nico que me quedaba era el alma y slo
deseaba drsela a la Media Luna Roja rabe Siria y
al Movimiento Internacional, en los que realmente
creo. Estos son los principios de los voluntarios
de la Sociedad Nacional siria. Quizs nosotros, el
Movimiento Internacional, no podemos resolver los
problemas del mundo, pero s ofrecer soluciones si
mantenemos encendida la antorcha humanitaria.
Un legado duradero?Cheryl Kernot, directora del Centre for Social Impact de AustraliaCheryl Kernot invit al Movimiento y a las organizaciones humani-
tarias ms grandes a participar en pequeas organizaciones de base
innovadoras y empresas sociales y establecer asociaciones con ellas.
Un gran nmero de jvenes opina que las grandes instituciones y los gobiernos han
fracasado en el objetivo de satisfacer las difciles necesidades sociales. Ese fracaso es una
llamada de atencin para hacer las cosas de manera diferente. Me gustara preguntarles:
La forma en que ustedes estn estructurados, la forma en que estn gobernados les
ayuda a cumplir su misin? Cun rpido pueden adaptarse al cambio cultural que reside
en los conocimientos de los jvenes y el hecho de que la revolucin de la tecnologa de la
informacin nos ha unido ms que nunca con nuestros hermanos y hermanas de todo el
mundo? Para m, [se trata de] la capacidad de promover la colaboracin y asociacin entrelos sectores, ya que la pregunta es cul ser el legado de la asistencia humanitaria? Se trata
de un corto plazo, de una solucin rpida, de un cambio al mbito siguiente de necesidad? O
se trata de dejar un legado duradero de empoderamiento, autonoma econmica, etc.? Todaslasfotografa
s:CruzRojaAustraliana
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KAlzar la voz por un futuro mejor
Durante los meses de violencia de 1994, miles de mujeres fueron violadas. Vestine Mukasekuru, de 35 aos, fueuna de ellas. La violaron varias veces, desde los 15 aos, y ahora es madre de 4 hijos, dos de los cuales nacierona consecuencia de las violaciones. El padre de su primera hija fue quien mat a toda su familia. Yo lo conoca,era mi vecino. Cada vez que le daba la gana me iba a buscar. (El segundo hijo naci despus de ser violada porun soldado del g obierno). Hoy pertenece a una organizacin que ayuda a las vctimas de violacin y a los hijosnacidos de sta a sobreponerse al trauma. Gracias al asesoramiento de esta organizacin, es capaz de hablar delo que vivi. Le sucedi a la mayora de nosotras, pero son pocas las que pueden hablar de sus vivencias. A pesarde todas sus dicultades, incluso un tipo de discriminacin inicial por parte de su propia comunidad p orque tenauna hija del enemigo, Vestine es positiva : Puedo vislumbrar un futuro mejor. Todo ser posible gracias a lareconciliacin.
LTodos sufrieron por igualJean-Pierre Mugabo, 25, perdi a su madre durante los ac tos de violenciade 1994, mientras que su padre muri en prisin despus de haberse vistoimplicado en las atrocidades. Hoy, Jean-Pierre se gana la vida trabajandoa tiempo parcial para la Cruz Roja Ruandesa en un programa para ayudara los hurfanos y a los nios vulnerables afectados por el genocidio.Actualmente el pas atraviesa un perodo de estabilidad y confa en que lascosas van a mejorar. Cuando el pas est en paz, la gente tambin est enpaz y puede ser vir como se debe a su pas, dice.
Es muy difcil seguir adelante, pero tengo que intentarlo, dice Beate Mukanguranga, que a los45 aos contina luchando para sanar las heridas causadas por el genocidio que devast Ruandaen 1994. Mukanguranga sobrevivi a las matanzas que se prolongaron durante casi 100 das,pero al igual que muchas mujeres ruandesas, sufri mltiples agresiones sexuales. El enorme ycontradictorio desafo de seguir adelante sin olvidar lo que pas hace dos dcadas lo compartecon muchos de sus conciudadanos. Tenemos que vivir juntos y perdonarnos para que podamos
construir la nacin, dice Ildephonse Karengera, director de la Comisin Nacional de Lucha contra elGenocidio. El pas ha progresado considerablemente desde 1994, pero la crisis est lejos de habersido resuelta. El r